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XXIX EXPOSICIÓN COMERCIAL
Palabras en el Acto de Apertura de
Simón B. Suárez, Presidente de Asonahores
Honorable Señor Ministro de Turismo, Francisco Javier Garcia,
Don Simón Barceló, Co-Presidente del Grupo Barceló,
Su Excelencia Reverendísima, Monseñor Gregorio Nicanor Peña, Obispo de La Altagracia,
Don Ernesto Veloz, Presidente de la Asociación de Hoteles y Proyectos Turísticos del Este,
Don Arturo Villanueva, Vicepresidente Ejecutivo de Asonahores,
Amigas y amigos,
Me complace darles la bienvenida, junto a los distinguidos invitados que nos acompañan y a los
expositores de bienes y servicios que son los protagonistas de esta cita; nuestros apreciados socios de la
industria turística y parte integral del éxito turístico logrado, que nos coloca como líderes del Caribe.
Esta tarde y este acto de inicio de la Exposición Comercial número 29 es el momento y lugar para
reconocer que nuestros suplidores de bienes y servicios son una de las columnas en las que se sustenta
la renovación y el crecimiento de la industria turística dominicana.
Un componente no siempre valorado de la buena marcha de la actividad turística y de la
aceptación lograda por sus productos es la presencia de suplidores confiables, capaces de responder al
reto de entregar oportunamente los bienes y dar soporte a tiempo en los servicios, en la cantidad
necesaria y con la calidad requerida.
En nombre de nuestra institución y de sus miembros expreso nuestro reconocimiento y
agradecimiento por su valioso aporte, que es además uno de los canales a través de los cuales el sector
turismo inyecta su saludable savia productiva a la economía del país.
El reporte del Consejo Mundial de Viajes y Turismo del año pasado indica que el aporte directo,
indirecto e inducido del turismo a la economía dominicana se eleva al 16% del producto interno bruto,
y estima que esto significa un movimiento económico superior a los RD$439 mil millones de pesos.
Igualmente su contribución directa, indirecta e inducida al empleo es del 14.7%, en total 624 mil puestos
de trabajo.
Buen ejemplo del efecto reproductivo del turismo son sus vínculos productivos con el sector
agrícola y agroindustrial. El valor de los productos del agro de origen nacional consumido en hoteles
creció un 25% en los últimos cinco años al pasar de 16,900 millones de pesos en el 2010 a 22,100 millones
de pesos en el 2014. El estimado de la demanda de los hoteles para el 2015 es de 22,400 millones de
pesos; un crecimiento de un 6%, pero podría ser más alto considerando que el incremento de las llegadas
de visitantes podría alcanzar el 9%.
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El consumo de bebidas se estima en más de 7 mil millones de pesos, el de productos de tabaco
en 178 millones de pesos, el de alimentos del agro o agroindustriales en más de 14.5 mil millones y el de
huevos en 515 millones de pesos.
Es interesante destacar que el Ministerio de Agricultura reportó en el año 2013, que el valor de
la producción agropecuaria total del país sumo 30 mil millones de pesos. Para ese mismo año el consumo
agropecuario hotelero estimado fue de 13 mil millones de pesos, es decir que el consumo hotelero
representó más del 43% de la producción registrada por ese Ministerio.
Igualmente en el 2013 se exportaron frutas por valor de 65 millones de pesos, mientras que el
consumo hotelero representó 1,216 millones de pesos; y las exportaciones de vegetales sumaron 2,154
millones de pesos mientras que el consumo hotelero llegó 1,055 millones de pesos.
Podría aportar más información estadística para sustentar la importancia de los enlaces del
turismo con el resto del aparato productivo nacional, pero tenemos ante nosotros la exposición que se
inicia esta tarde, que es la muestra más representativa de esta realidad. Participan en ella artesanos,
pequeñas empresas de bienes y servicios, empresas comerciales, industriales, agroindustriales,
financieras, de construcción, transporte y otras. La exposición es además un termómetro de la marcha
de la industria. Cuando el turismo va bien, crece la demanda de los espacios, como ha ocurrido en los
últimos años y éste en particular. Al ritmo que vamos, tenemos que repensar como utilizar el espacio
que nos ofrece este centro de convenciones que es el mayor del país y pronto no tendremos un local
que pueda acoger la demanda de participación.
El sector está en buen momento. El año pasado la llegada de turistas creció un 9.8% y en los
primeros siete meses del año en curso tenemos un 9.3%, un comportamiento similar al del 2014 a esta
fecha. Estos son los mejores registros de crecimiento en los últimos 10 años.
El Gobierno ha estado cumpliendo los compromisos hechos con el sector. De las acciones del
Gobierno dominicano podemos destacar la ampliación de la ley de incentivos fiscales, la firma de un
acuerdo de precios anticipados con la Dirección General de Impuestos Internos y la modernización de la
red vial.
La respuesta del sector privado ha sido igualmente de gran impacto. El aeropuerto de Puerto
Plata fue renovado, el aeropuerto de Punta Cana fue ampliado, y se registra un gran dinamismo en la
renovación de hoteles y la construcción de nuevos establecimientos. Actualmente tenemos 2,300
nuevas habitaciones en construcción, 768 habitaciones nuevas que ya entraron a servicio, 2,221 que han
sido renovadas, 764 en proceso de renovación y 230 habitaciones construidas para ampliación. Algo
similar está ocurriendo en la oferta complementaria; con la inversión en facilidades e instalaciones de
gran calidad y diversidad, como parques temáticos, grandes salas de fiestas e instalaciones hospitalarias
enfocadas al turismo de salud.
Considerando el posicionamiento de la República Dominicana, viendo sus potencialidades,
analizando las tendencias internacionales de los mercados, valorando los flujos actuales de inversión y
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los que se irán concretando en los próximos meses, en ASONAHORES consideramos que es el momento
de pisar el acelerador y apurar la marcha todo lo posible para mantener el impulso y aprovechar al
máximo la oportunidad que se nos presenta.
Los acontecimientos propios del proceso electoral que se avecina no deben llevarnos a descuidar
la atención en la marcha del turismo y postergar las acciones que deben continuar en el orden
administrativo, organizativo, legislativo, de construcción de infraestructura, de inversión en promoción
institucional, de coordinación con el sector privado y de apoyo al Ministerio de Turismo y a otras
instancias estatales que inciden directamente, como el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística.
La inversión privada no se detendrá por las incidencias de los asuntos electorales porque los
mercados y la industria turística mundial es una maquinaria que tiene su propia dinámica y si algún
destino pierde la marcha, otros lo sustituyen.
Este enfoque transciende los intereses particulares de los grandes, medianos o pequeños
inversionistas turísticos. Nuestro planteamiento nace del compromiso con el país, o más bien de la
convicción que tenemos de que la economía necesita el aliento fresco que le aporta el crecimiento del
turismo a la economía. Lo mismo puede decirse en términos más específicos de las necesidades de
ingresos de las arcas públicas. Los recursos que aporta el turismo al Estado crecen en la misma
proporción que lo hace el turismo.
Aprovechar el momento para ASONAHORES significa seguir adelante con las mejoras en las
carreteras, saneamiento y otros infraestructuras de la zona Norte y Sur; mantener el flujo y eliminar los
retrasos en la entrega de los recursos que debe recibir el Ministerio de Turismo para la promoción
internacional; emplearse a fondo con la seguridad ciudadana; prestar atención a los problemas que
están matando la industria de cruceros en Samaná; mantener la apertura y colaboración que ofrece el
Infotep al sector e iniciar ya la escuela hotelera en el Hotel Naranjo de Higüey; acelerar las iniciativas
turísticas en el Sur y particularmente los planes de desarrollo de Pedernales; atender los problemas que
dificultan el desarrollo turístico de Santo Domingo y limitan el impacto de la inversión en la Ciudad
Colonial; mantener la política de cielos abiertos en la Junta de Aeronáutica Civil; y poner atención desde
la Presidencia de la República a un conjunto de iniciativas legislativas que de refrendarse como están
planteadas, crearán enormes obstáculos a la inversión privada en general y en particular a la inversión
turística.
En este último aspecto merece particular mención el proyecto de ley del agua y el proyecto de
ley de ordenamiento territorial, este último ya aprobado por la Cámara de Diputados. Ambas iniciativas
contienen mandatos anticonstitucionales y suponen la creación de entramados burocráticos que
derivarán en efectos contrarios a la necesaria organización de las actividades productivas y en vez de
resolver los actuales entuertos crearán males mayores. Conste que el empresariado turístico quiere
ordenamiento territorial, pero considera perniciosos aspectos centrales de los proyectos que cursan en
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el Congreso. Recomendamos una cuidadosa revisión los proyectos de ley de agua y ley de ordenamiento
territorial.
La agenda es extensa, pero nos anima a plantearla y nos motiva a una actitud auspiciosa, primero
la actitud pro turismo del Poder Ejecutivo, segundo el ambiente de diálogo, coordinación y colaboración
que sustenta las relaciones con el Ministerio de Turismo, y tercero las fehacientes oportunidades que
nos presenta el momento de auge que vive la industria turística.
Quedan algunos temas en el tintero, pero esta intervención ya se extiende más de lo
recomendable y las palabras que quedan debo dedicarlas al reconocimiento que hace ASONAHORES al
grupo hotelero Barceló en la persona de Don Simón Barceló. Ellos tienen el mérito de haber sido el
primer grupo español en invertir en Punta Cana y también en mantener una inquebrantable fe en el país,
porque nunca han parado de invertir aquí y en otras zonas turísticas. Por eso dedicamos a Barceló esta
Exposición Comercial.
Agradecemos a todos los invitados, autoridades, expositores, periodistas, hoteleros y demás
relacionados con la industria turística su presencia y su apoyo a esta exposición comercial que con este
acto dejamos inaugurada.
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