Llegan desde Cuba y Europa: Empresas de recursos humanos lucran con médicos extranjeros que no cumplen con los requisitos exigidos por la ley En agosto de 2013, comenzaron a llegar al país doctores sin títulos homologados y certificaciones exigidas para trabajar en el país. MAV Health Consulting y Chile Gestión SPA son los proveedores encargados de traer a Chile profesionales para remediar la baja cantidad de especialistas en el sistema de salud pública. La primera de ellas se adjudicó más de 80 licitaciones estatales vía trato directo. Son cientos los facultativos que trabajan de forma ilegal a lo largo del país y son los seremis, autoridad fiscalizadora, quienes les permiten trabajar incluso sin haber rendido la única prueba que habilita a los médicos a trabajar en Chile: el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (EUNACOM). Por Andrea Moreno Mella Santiago, julio de 2015 En enero de 2014, el médico español David Rivera (32), especialista en pediatría y neonatología, tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: Cambió las altas tasas de cesantía que había en su país natal por un pasaje aéreo que lo traería a Chile. Su llegada fue posible, en menos de un mes, gracias a la gestión de la empresa chilena de recursos humanos MAV Health Consulting. Rivera fue uno de los 500 doctores extranjeros que el ex ministro de Salud Jaime Mañalich anunció que llegarían a Chile. La medida comunicada por la autoridad tenía como objetivo remediar la baja cantidad de especialistas que se desempeñan en el sistema de salud pública. Según el Ministerio de Salud (Minsal), el 70% de los médicos ejerce en el servicio privado y atiende al 20% de la población. El resto de ellos trabaja en los servicios estatales y diagnostica al 80% de los chilenos. Pese a la necesidad imperiosa de contar con profesionales en consultorios y hospitales, David Rivera llegó a trabajar a la Clínica Cordillera ubicada en la comuna de Las Condes. El doctor cuenta que para trabajar en Chile tuvo que convalidar su título obtenido en la Universidad del País Vasco. Según cuenta, el proceso estuvo facilitado por un convenio bilateral que existe entre ambos países; sin embargo, él mismo se contradice y reconoce que esta supuesta vía no existe, por lo que su situación en Chile no está regularizada. “No he hecho ningún trámite de convalidación y tampoco estoy inscrito en el próximo EUNACOM”. Rivera se refiere al Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina que todo médico general, tanto nacional como extranjero, debe rendir para trabajar en el sistema de salud público chileno. Su paso por la Clínica Cordillera duró seis meses. Cumplido este periodo se trasladó al Hospital Dr. Carlos Cisternas de Calama donde estuvo otros siete meses. Estos cambios respondían a las solicitudes que los clientes de la empresa, hospitales y clínicas, hacían a MAV. Cuando recuerda su paso por la Región de Antofagasta dice que trabajó en áreas que no tenían relación con su especialidad y que se desempeñó como un médico “todo terreno”. “Trabajé como pediatra, pero también tuve que hacer labores de urgencias, asistir partos y otras áreas que no son mi especialidad. Hice de todo”, recalcó. A fines de enero de 2015 dejó Calama y regresó a la capital para trabajar en la unidad de neonatología del Hospital San José. En este establecimiento tiene a cargo la sala 407, donde diagnostica y atiende a recién nacidos. Sin embargo, reconoce que, al menos cinco veces por mes, trabaja en turnos de urgencia donde cumple con labores de cualquier especialidad, tales como urgenciología y ginecología. Esta es una tarea con la que todos los médicos especialistas deben cumplir, aunque según el Ministerio de Salud este trabajo debe ser realizado solo por doctores que tengan aprobado el EUNACOM. Los médicos extranjeros que han llegado a Chile y que trabajan en servicios de salud pública sin la certificación exigida bordean los 1.100 doctores. Esta cifra incluye a profesionales que están en el país desde antes que se concretara el convenio impulsado por el ex ministro Jaime Mañalich. La mayoría de ellos trabajan gracias a acuerdos bilaterales que tiene Chile con Argentina, Colombia y Ecuador, entre otros. Sin embargo, empresas como MAV Health Consulting y Chile Gestión SPA están trayendo a doctores provenientes de otros países. Los especialistas que llegan no realizan ningún proceso para trabajar de forma legal y las compañías obtienen importantes ganancias gracias al trabajo de ellos. FALSAS PROMESAS El 27 de agosto de 2013, MAV Health Consulting se adjudicó su primer servicio por trato directo, sin ninguna otra empresa que compitiera, para traer a médicos especialistas desde el extranjero que quisieran trabajar en el sistema de salud pública. El primer beneficiado fue el Servicio de Salud Iquique. Según Mercado Público, la plataforma online para licitaciones del Estado, tres anestesiólogos fueron contratados por tres meses, los cuales recibieron $36.000 por hora diurna y $38.000 por hora nocturna o festiva. Según la Sociedad de Anestesiología de Chile, un especialista que trabaje en hospitales tendrá una remuneración de $12.250 por hora. De esta forma, el contrato permite estimar que los doctores recibieron $30.960.000 en honorarios, mientras el cobro alcanzó un total de $66.816.000; es decir, MAV obtuvo más del 50% de las ganancias. Constituida el 30 de abril de 2013, la sociedad se definió como una empresa chilena de outsourcing que ofrece servicios de médicos especialistas para hospitales y clínicas nacionales. Su creación ocurrió un año después de que el entonces ministro de Salud Jaime Mañalich anunciara la apertura de 510 cupos para doctores españoles interesados en desempeñarse en el sector público (ver recuadro). El doctor chileno Felipe Cardemil, egresado de la Universidad de Chile y especializado en otorrinolaringología, es crítico a la iniciativa de Mañalich, ya que –a su juicio– la oferta que hizo el Gobierno para captar a médicos extranjeros no fue la más sensata. “Yo trabajo en el Hospital San Juan de Dios y por hora gano $4.000. Que un extranjero llegue y gane $36.000 por el mismo tiempo es injusto”. Para él, la solución era mejorar las condiciones laborales del sistema público con el fin de captar y retener a especialistas. Pese a las críticas, la medida impulsada por el ministerio prosperó y así se creó MAV Health Consulting. Previo a MAV no existía una firma que hiciera lo que la autoridad había anunciado, pero el nicho estaba y así fue como se fundaron. Sus servicios para importar médicos no se limitaron a España e incluyó a otros países como Argentina, Uruguay y Colombia. La firma ofrece a los interesados un bono de bienvenida de $500.000, pólizas de seguro, dinero para desplazamiento, identificación chilena (RUT), apertura de cuentas bancarias, búsqueda de viviendas y colegios para quienes tienen hijos. Todo esto es entregado en cuanto el doctor aterriza en el país. Sin embargo, hay otros dos puntos con los que la empresa no cumple: El primero es la homologación del título y el segundo es el plazo de dos años que los facultativos tienen para rendir el EUNACOM y validarse para trabajar en Chile sin problemas. Los médicos que traen son especialistas cirujanos, internistas, anestesiólogos, pediatras, urgenciólogos y gastroenterólogos, entre otros. Como ayuda para su ingreso al sistema, la empresa asegura que los profesionales que lleguen estarán exentos de rendir el EUNACOM durante dos años. Esta información la especifican en su cuenta de Linkedin, plataforma web para crear negocios y alianzas estratégicas. En dicha red social, MAV publicó en abril pasado: “Se exime a los médicos extranjeros de rendir el EUNACOM hasta 2017” y vinculan la información con una noticia del diario El Mercurio que da cuenta de este hecho. Sin embargo, la noticia no especifica que la autorización es para doctores que hayan sido contratados hasta fines de 2014. Dicha información es falsa, porque la Ley 20.816, que además perfecciona la normativa sobre profesionales del sector público de salud, dice que los médicos extranjeros que hayan sido contratados en el sistema público chileno hasta el 31 de diciembre de 2014, quedarán libres de dar la prueba. Fechada el 27 de enero de 2015, la promulgación de la ley incluía hasta ese momento a los 1.100 profesionales extranjeros, que debían regularizar su situación en el nuevo plazo estipulado. MAV tiene su domicilio en Las Condes y su gerente Luis Peralta, no accedió a hablar sobre el trabajo que realiza la empresa. UNA EMPRESA FANTASMA El 27 de abril de 2014, una delegación liderada por la empresa de recursos humanos Chile Gestión SPA, viajó a Cuba junto al alcalde de San Carlos, comuna vecina a Chillán, que pertenece a la provincia de Ñuble, en la Región del Biobío. Hugo Gebrie (RN), su secretaria, la concejala Lucrecia Flores (PS), el concejal Roberto Tapia (PPD), una funcionaria de salud y el dueño de la empresa Iván Cuadra, estuvieron fuera del país durante nueve días con el objetivo era traer a cuatro médicos cubanos para que trabajasen en el servicio público de la comuna. La idea fue vendida por la empresa al municipio y, según el Colegio Médico de Chillán, los viáticos que tuvo el alcalde fueron de $350.000 diarios, para los concejales $250.000 y para las dos funcionarias $200.000. Esto sumado a los $560.000 que cuesta un pasaje de ida y vuelta desde Concepción a La Habana, la estadía en un hotel cuatro estrellas que cuesta $600.000 y al desplazamiento en la isla estimado en unos $118.000. En total, el viaje bordeó los $50.000.000. Según el portal web de noticias San Carlos Online, el viaje estuvo financiado con fondos públicos. Sin embargo, el dueño de la empresa dice que toda la estadía fue cancelada por Chile Gestión SPA. “El acuerdo era que ellos me devolverían el dinero cuando los médicos fueran contratados en Chile”, dice Cuadra. Tras varios llamados al municipio y correos electrónicos, el edil de San Carlos no quiso referirse al tema. Cuando la delegación chilena regresó al país lo hicieron sin ningún médico. Solo seis meses después llegaron los cuatro especialistas desde La Habana, que la autoridad de la comuna estaba esperando. Según explicó la presidenta de la Agrupación Nacional de Médicos de Atención Primaria del Colegio Médico, doctora Inés Guerrero, el rol que tiene el alcalde “es crucial, porque son ellos los que están a cargo de la contratación de médicos en la atención primaria”. Pero esos cuatro médicos que llegaron no pudieron trabajar, debido a una denuncia que presentó el Colegio Médico de Ñuble ante Contraloría y que sentenció a favor de éste. El dictamen obligó al alcalde a contratar a los doctores con el EUNACOM aprobado, el cual no tenían. Según informa el sitio web del Colegio Médico de Ñuble, dos de estos médicos fueron contratados en abril de 2015 por el alcalde de la comuna de San Nicolás, Víctor Toro (PDC). Conforme a lo que dicta la Ley 20.816 sobre salud pública, el plazo para contratar a médicos sin la certificación exigida era hasta el 31 de diciembre de 2014. Por lo tanto, la contratación de los doctores traídos desde La Habana Alexis Terré y Hailín Cabrera, estuvo fuera de plazo. Al respecto, el alcalde de San Nicolás dice que los contrató, porque su comuna es considerada zona rural y, a su vez, zona alejada. “Es un lugar lejano, aunque el Colegio Médico de Ñuble diga lo contrario”. Esta contratación dejó fuera a Chile Gestión SPA, empresa que inició el proceso. El presidente del Colegio Médico de Chillán, Dr. Carlos Rojas, además de criticar la decisión del alcalde Toro por contratar a unos “supuestos médicos”, reconoció haber buscado a esta empresa, pero que su investigación no tuvo buenos resultados. “Chile Gestión es bastante chanta. No tienen página (web) y tampoco existen en la dirección que ellos dicen estar. Los fuimos a buscar y nunca los encontramos”. Según consigna el Diario Oficial, la empresa registra domicilio en la ciudad de Viña del Mar. Iván Cuadra, gerente de Chile Gestión SPA, reconoce que su empresa “no tiene sitio web y tampoco una oficina, pero ambas están en creación”. Respecto de la contratación de los doctores cubanos en San Nicolás, Cuadra cuenta que pasaron casi cinco meses de trabajo en conjunto, cuando Terré y Cabrera decidieron abandonar a Chile Gestión SPA e iniciar su trabajo en territorio nacional por cuenta propia. El gerente explica que los meses previos a que Alexis Terré y Hailín Cabrera trabajaran en la Región del Biobío, vivieron en Chile gracias a una manutención que él les costeó. “El trato era que cuando ellos fueran contratados me iban a pagar con una parte de su sueldo pero, tras meses de vivir gratis, no aceptaron las condiciones”. Hoy, Cuadra prepara una demanda en contra de ellos y la municipalidad de San Carlos por el no pago de los gastos que hizo su empresa con el viaje de los funcionarios de la municipalidad y la estadía de los especialistas en Chile. Los doctores no accedieron a hablar ni tampoco el alcalde de la comuna, ante la solicitud de entrevistas. El viaje que se hizo a Cuba en abril de 2014 fue el primero que realizó la empresa y su modo de operar difiere al método de MAV Health Consulting. Chile Gestión SPA organiza viajes a Cuba y los ofrece a municipalidades chilenas. El viaje está costeado por ellos y quienes asistan cancelarán el traslado una vez que los médicos cubanos lleguen a Chile y sean contratados por el mismo municipio. Pero la ganancia de la empresa radica en los mismos doctores. Según Iván Cuadra, los cubanos que lleguen y trabajen para el servicio de salud pública deberán pagarle un porcentaje de sus sueldos. “Este es un compromiso que los médicos tendrán que respetar durante todo el tiempo que trabajen en Chile”, dice. Iván Cuadra no quiso especificar cuál es ese porcentaje. Tras la mala experiencia que tuvo con los especialistas en la Región del Biobío, Iván Cuadra consiguió un contrato para los otros médicos cubanos que llegaron a Chile en octubre pasado. Ambos doctores, de los cuales no revela su identidad ni lugar de trabajo, se encuentran trabajando en el servicio de salud pública de Valparaíso desde enero de este año. “Con ellos no he tenido ningún problema. Me pagan una parte de sus sueldos y estamos todos felices”. Cuadra explica que la idea de este emprendimiento surgió tras un viaje que hizo a Cuba donde observó las condiciones en las que trabajan los médicos. “Se me ocurrió sacarlos de allá y traerlos a Chile. Era una oportunidad en la que ellos y yo íbamos a ganar. Era ¡ganar, ganar, ganar!”. Pese a no tener un sitio web, los servicios de Chile Gestión SPA no se limitan a la contratación de doctores extranjeros. Según Mercado Público, desde su creación en 2010, la entidad se dedica a asesorías y capacitaciones para municipalidades de todo Chile (ver recuadro). Y aunque hasta la fecha, la única llegada de especialistas cubanos de la cual se tiene registro es el caso nombrado, el dueño de la empresa dice que en el norte ya hay municipalidades que están interesadas en su servicio médico y que en el último mes ha hecho viajes a Cuba para reclutar doctores. Hasta que el negocio se concrete, Iván Cuadra no quiso revelar el nombre de los municipios interesados. Al igual que MAV Health Consulting, todos los médicos que ha traído Chile Gestión al país no tienen rendido ni aprobado el EUNACOM, y tampoco han realizado el proceso de revalidación del título de médico cirujano ante la Universidad de Chile. Ambos procesos son exigidos por la ley. LAS VÍAS LEGALES “Los médicos que quieren trabajar en el país deben revalidar su título en la Universidad de Chile”. Así lo dicta la Ley 20.261, promulgada en 2008 y vigente a la fecha. La normativa que crea el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina especifica que quedarán exentos los doctores procedentes de países con los que Chile tiene acuerdos bilaterales vigentes. Estos son Uruguay, Colombia, Ecuador, Brasil y Argentina. Según el sitio web de la casa de estudios, sólo los chilenos que hayan obtenido sus títulos de médico en España serán homologados. En ningún caso se menciona que los españoles también serán beneficiados. Quienes llegan al país a trabajar sin un acuerdo bilateral, pero que hayan hecho la revalidación del título ante la Universidad de Chile, quedan en la misma categoría que cualquier otro médico nacional que haya estudiado en una de las 18 facultades de medicina que pertenecen a la Asociación Chilena de Facultades de Medicina (ASOFAMECH). Tras este proceso, conocido como reválida, viene la etapa de rendición del EUNACOM que, según la ley, todo médico que quiera trabajar en el servicio de salud pública tendrá que rendir y aprobar. Dichos pasos son la vía normal para trabajar en Chile sin violar ninguna ley. Sin embargo, aquella normativa da la posibilidad para que médicos extranjeros que rindan directamente el examen y lo aprueben con 51 puntos o más -de los 100 totaleshomologuen de forma directa su título de médico general. El presidente de EUNACOM, Dr. Beltrán Mena, critica esta última vía y dice que la normativa “está mal hecha, porque cualquier mateo podría dar la prueba, aprobar y sería aceptado como médico. Todos los que quieran trabajar en el servicio de salud deberían pasar por la reválida”. Y agrega que es grave aceptar que médicos trabajen en hospitales, centros de atención primaria y clínicas sin ningún tipo de certificación, porque los pacientes que se atiendan con ellos están expuestos a una mala atención, e incluso, a ser atendidos por alguien que no es doctor. Pero con la rendición del EUNACOM no termina todo. Para certificarse como médico especialista deben ser evaluados por la Corporación Nacional Autónoma de Certificaciones Médicas (CONACEM). Pese a que no existe una ley de especializaciones, la normativa N°19.937 de la autoridad sanitaria dice que desde 2015 todos los especialistas dejarán de ser considerados médicos si no regularizan su especialidad ante la citada corporación. Sin la aprobación del EUNACOM y CONACEM, el especialista, ya sea chileno o extranjero, no puede ejercer en hospitales públicos, centros de atención primaria, tener convenios para trabajar con bonos Fonasa y, en el caso de carecer de la primera certificación, el médico no podría acceder a estudiar una especialidad. La presidenta de la Agrupación Nacional de Médicos de Atención Primaria del Colegio Médico, Dra. Inés Guerrero, dice que todo médico sin certificación está infringiendo la ley, pero que “el problema es que no hay especialistas que quieran trabajar en los hospitales y Fonasa cubre al 80% de los chilenos. Entonces, ¿qué hacemos?”. La fiscalización y cumplimiento de la ley no recae en los miembros del organismo colegiado ni en quienes crean el examen de certificación. El Ministerio de Salud deja esta responsabilidad en los Secretarios Regionales Ministeriales de Salud (seremis) para que velen en sus territorios asignados el cumplimiento de la normativa chilena. SEREMIS POR SOBRE LA LEY Los responsables de las contrataciones de doctores que no tienen la convalidación del título ante la Universidad de Chile y que carecen de la certificación ante el EUNACOM son los seremis de Salud. En el caso de la Región Metropolitana, la autoridad responsable es el Dr. Carlos Aranda, en la Región del Biobío es el Dr. Mauricio Careaga y en la Región de Valparaíso es la Dra. María Graciela Astudillo. El dictamen de Contraloría 083399N13, fechado el 19 de diciembre de 2013, da cuenta de esta responsabilidad y agrega que se podrán contratar médicos sin EUNACOM, siempre y cuando ellos trabajen en zonas alejadas. No se especifica cuáles son esas zonas alejadas, pero en la comuna de Independencia, de la Región Metropolitana, y San Nicolás, de la Región del Biobío, hay doctores sin la prueba rendida ni aprobada. Ni el Colegio Médico, ASOFAMECH ni la comisión del EUNACOM saben interpretar el informe de Contraloría, porque no saben a qué se refieren con “zonas alejadas”. Para el Dr. Roberto Bustos, quien es uno de los integrantes de la comisión que crea el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina y médico del Servicio de Salud Ñuble, la localidad en la que fueron contratados los profesionales cubanos no es una zona alejada. “San Nicolás está a 23 kilómetros de Chillán, que son unos 29 minutos en vehículo”, dice. El seremi de Salud del Biobío, Dr. Mauricio Careaga, fue el responsable de la contratación de los doctores Alexis Terré y Hailín Cabrera y dice que autorizó “la contratación de ambos doctores porque San Nicolás es considerada una zona alejada”. En la página del Ministerio de Salud no aparece ninguna aclaración sobre cuáles son estos lugares. El Dr. Beltrán Mena, la Dra. Inés Guerrero y el Dr. Carlos Rojas coinciden en que el dictamen es ambiguo y que está sujeto a la interpretación de cada Seremi. Respecto de la contratación del pediatra español traído por la empresa MAV, Dr. David Rivera, fue el seremi de Salud Carlos Aranda el responsable de autorizar su contrato. La autoridad fue contactada para que explicara las razones por las que aceptó la contratación de Rivera, pero según su jefa de comunicaciones su agenda lo imposibilitó de dar una entrevista para este reportaje. En representación, su asesor jurídico Francisco Ortega respondió a los cuestionamientos. El abogado niega que el dictamen de Contraloría sea ambiguo y asegura que la información entregada en el documento está clara. Sin embargo, no acepta dar un ejemplo sobre lo que es zona alejada. “El término ‘alejado’ va a depender del término ‘alejado’ y Contraloría es súper específica. Los dictámenes hablan en términos generales y no específicos”, recalcó. La seremi de Salud de la Región de Valparaíso, Dra. María Graciela Astudillo, responsable de la contratación de los dos médicos cubanos a los que Chile Gestión SPA consiguió trabajo en dicha región, no accedió a hablar. Lo cierto es que todas las contrataciones presentadas fueron firmadas después del plazo que dio el Gobierno para doctores que trabajan en el servicio público sin certificación. Los médicos David Rivera, Alexis Terré, Hailín Cabrera y otros dos, de los cuales se desconoce su nombre, llegaron a Chile gracias a las gestiones realizadas por empresas externas a los servicios de salud pública. Una de ellas es financiada, directamente, con fondos públicos destinados a salud y la otra consigue rentabilizarse con una parte de los sueldos que reciben los doctores. DESTACADOS: “Yo trabajo en el hospital San Juan de Dios y por hora gano $4.000. Que un extranjero llegue y gane $36.000 por el mismo tiempo es injusto”, expresó el médico otorrinolaringólogo chileno Felipe Cardemil. “Se me ocurrió sacarlos de allá (médicos cubanos) y traerlos a Chile. Era una oportunidad en la que ellos y yo íbamos a ganar. Era ¡ganar, ganar, ganar!”, dijo el dueño de Chile Gestión SPA Iván Cuadra. RECUADROS: LA IDEA DE MAÑALICH En 2013, el Ministerio de Salud hizo un llamado para remediar la falta de especialistas en el servicio de salud pública de Chile. La medida fue tomada por el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien tras acusar al gremio de anestesistas de ser “una vergüenza para el país” por no cambiar las clínicas por los hospitales, decidió hacer una oferta a especialistas extranjeros. El ministro dijo que había un “vacío normativo” que permitía traer a médicos especialistas sin la necesidad del EUNACOM, pero el Colegio Médico no aceptó esta idea e hizo una campaña mediática que contradecía las intenciones de Mañalich. Contraloría dio el favor al Colegio, pero ese mismo año se crearon empresas que captaban a profesionales extranjeros como Global Health Consulting y MAV Health Consulting. La primera de ellas se fusionó con MAV y hoy son una misma compañía. Pese al dictamen, la empresa está trabajando con la idea original del entonces ministro de Salud. CHILE GESTIÓN EN LA MIRA DE CONTRALORÍA En octubre de 2013, la empresa Chile Gestión SPA apareció en varios medios de comunicación por haber organizado un viaje a Europa en el que participaron cinco concejales de la municipalidad de Algarrobo, en la Región de Valparaíso. El objetivo del viaje era conocer los proyectos de borde costero que tienen las ciudades de Barcelona, Génova y Villacastín para luego implementarlos a nivel local. Ciudadanos de Algarrobo denunciaron ante la Contraloría Regional de Valparaíso este hecho, argumentando que la empresa fue contratada con otra finalidad y no para organizar un viaje de placer como lo fue. Tras un año de investigación, el 5 de mayo de 2015 la entidad emitió un dictamen en el que obliga a los concejales a devolver los $42.142.920 que la municipalidad desembolsó para el viaje. Respecto de Chile Gestión, el dictamen dice que en la planificación del viaje estaban incluidas visitas a conferencias y exposiciones. Ninguna de ellas se concretó.
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