HUITACA Como la mirada de la lechuza, símbolo de Huitaca, los ojos de muchos de los habitantes de Iguaque se fijan atentos y agudos sobre el Macizo de Iguaque. Y también sobre las áreas protegidas del territorio y sus recursos naturales. Hoy en día, para gentes del valle de Saquencipá, Gachantivá e Iguaque, la lechuza está asociada con las mujeres de conocimiento, guardianas de Bachué, de su tradición y del agua. Son mujeres que manejan los elementos del cosmos: agua, tierra, fuego, aire y maíz, relacionados con las partes del cuerpo humano y sus centros emocionales. Estas mujeres “se transforman en lechuzas y anuncian los cambios en la vida de las personas…Aparecen regularmente de noche, vigilan el territorio y lo protegen de los extraños…algunas vigilan desde Huitoque lo que sucede en la laguna”i Ave de los cielos nocturnos, a Huitaca le correspondió ser mujer del sol y alumbrar de noche. Desde entonces, hay luna o Chía. Así creían. Pero sobre Huitaca cae un estigma con la invasión española. Los cronistas y evangelizadores la tenían “como la mujer malvada que predicaba enseñanzas contrarias a Bochica y que luego de inundar la sabana es convertida por éste en una lechuza”. Los cronistas españoles Castellanos y Simón agregan que por enseñar la danza, la borrachera y predicar la sensualidad, Huitaca fue condenada a vivir al amparo de las sombras de la noche eternamente. Para Fray Alonso de Zamora, Huitaca es el mismo demonio “que en la sementera de el trigo más acendrado derramó la cizaña de falsas doctrinas, para pervertir al género humano …disfrazado en una mujer de estraña belleza, ….Por esta mujer, que unos llaman Chia, otros Huytacha, derramó el demonio su malicia, llenando de disparates la doctrina del Apóstol; con que los prevaricó de su Católica enseñanza, hizo que el Sol lo adoraran por Dios, y á la Luna, porque era su mujer... ”.ii Pero Huitaca no es esa mujer siniestra relegada a la oscuridad por el maniqueísmo de los españoles. ¡Qué curioso! Es un cronista el que deja filtrar su verdadera identidad. Según Fray Pedro Simón, los muiscas decían que después de Bochica “…vino una mujer a éstas tierras, hermosísima y de grandes resplandores, o por mejor decir, el demonio en aquella figura, que predicaba y persuadía contra la doctrina del primero, a la cual llamaron con varios nombres: unos le daban Chie, otros Guitac (Huitaxa), y otros Xubchasgagua. Pero los que más bien dicen a su parecer afirman que fue aquella Bachué que dicen los engendró a todos, y se metió hecha culebra en la laguna. Seguían a ésta en sus predicaciones mucho más que al otro, porque les predicaba vida ancha, placeres, juegos y entretenimientos de borracheras, por lo cual el Chimizagagua, la convirtió en lechuza e hizo que no anduviera sino de noche, como ella anda.” iii En la tradición muisca, Bachué es principio del mundo, madre primigenia y diosa de las aguas. Bachué es la encarnación erótica del agua. Es la “diosa” o mujer rebelde. Es la luna, símbolo de lo femenino y es la lechuza de vista penetrante y oído agudo, emblema de la sabiduría y el conocimiento. Bachué es también la armonía, el equilibrio con la naturaleza y el cosmos, el conocimiento interior. Bajo cualquiera de sus nombres Bachué, Cjie (Chia) o Huitaca es la mujer primordial, la madre, la luna. Como deidad mítica está asociada a la figura mitológica de la serpiente cósmica, representación del río celeste o la vía Láctea y de las aguas terrestres y tiene una connotación astronómica vinculada con Saquencipá. “De la serpiente celeste se obtiene el conocimiento”.iv Iguaque significa “montaña vigorosa”, También fuerza solar, fuerza cósmica que sostiene la vida y la fertilidad. Se forma con la partícula “Gua” que significa monte y río; asociado a la “Que”, que significa fuerza. Como diosa cósmica acuática y lunar, Bachué surge de la laguna y “es fertilizada por Iguaque, la energía fertilizadora del sol, y es de este acto sagrado de donde provienen todos los seres.” Bachué, en lengua chibcha significa “La Madre de los pechos prominentes”. (Bta: levantados. Chue, pechos; Chue: Madre-esposa.) En la laguna, en el útero primordial, en la montaña sagrada de Iguaque, se da “la unión de la energía del sol, la tierra y el agua”, fundamentos del universo muisca. En Iguaque nace el elemento vital que sostiene la vida: el agua. Para una mayor información acerca de Bachué e Iguaque, ver en el blog huitacaagua, el artículo: “Iguaque, lugar de origen.” i Testimonio M.C en la obra “Iguaque, lugar de origen ”, Diego Arango Fray Alonso de Zamora: Historia de la Provincia de San Antonio del Nuevo Reino de Granada. iii Fray Pedro Simón: Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales. Tomo VI. Biblioteca Banco Popular, Bogotá, 1981 pág. 378. iv “Bachué, serpiente celeste”, Juan David Morales P; “Iguaque, lugar de origen”, Diego Arango ii
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