El Crecimiento Espiritual y “El Fruto del Espíritu” Por el Dr. Roberto Picirilli Estudios bíblicos impartidos en la Iglesia Bautista Libre de Cofer´s Chapel, Nashville, Tennessee, EE.UU. • enero-febrero, 2015 1ª Parte: Introducción 1. Unos pasajes claves en cuanto al crecimiento espiritual. Gálatas 5.22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 2ª Pedro 1.5-11 Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Efesios 4.11-16 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. 1 Hebreos 5.11b—6.1a …por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez… 2ª Pedro 3.17-18 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. 1ª Pedro 2.1-3 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor. 1ª Corintios 3.1-4 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 2ª Timoteo 3.1-17 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Éstas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 2. Algunas conclusiones en cuanto al crecimiento espiritual 2.1. Las gracias cristianas variadas, es decir, las cualidades del carácter cristiano, que se encuentran en la Biblia forman lo real o lo verdadero del crecimiento espiritual. Si el NT nos enseña que deberíamos tener paciencia, ser humildes, ejercer la auto disciplina, estar gozosos (o cualquiera de estas cosas), el desarrollo de estas cualidades o gracias es la sustancia del crecimiento espiritual. Son por estos términos que se define y mide el desarrollo espiritual. 2.2. Quizás el concepto novotestamentario más útil—más bien que “crecimiento” mismo— para describirlo es la frase “el fruto del Espíritu”. No es la manera única para expresar el crecimiento espiritual, y no siempre tiene que aparecer el término “fruto del Espíritu”. Por ejemplo, Pedro presenta el crecimiento como la “adición” de virtudes a la fe (2ª Pedro 1.5-11). Pero Pedro se refiere al mismo tipo de cualidades que Pablo, en Gálatas 5.22-23, llama el fruto del Espíritu. Una razón por la cual es un concepto útil es que aclara bien que la producción de las gracias en la vida del creyente es la obra del Espíritu de Dios. 2.3. El desarrollo no estorbado de este fruto del Espíritu es una de las cosas significativas, si no la única, involucrada en “ser lleno del Espíritu” (Efesios 5.18; ver 5.9). 2.4. La meta de este tipo de crecimiento espiritual es la madurez espiritual que se mide, en los términos del NT, como “la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4.13), que se involucra en ser “conformado a la imagen” del Hijo de Dios (Romanos 8.29). Jesús como el hombre perfecto (no en su deidad) es el modelo para el creyente. 2.5. El desarrollo espiritual es siempre un proceso, un proceso paulatino. El fruto del frutal no sale completamente maduro de la noche al día. Tampoco aparece el fruto maduro del Espíritu de repente e instantemente en la conducta y carácter de un cristiano. (Y, notemos que el carácter siempre produce conducta.) 2.6. Tenemos la responsabilidad de cooperar con el Espíritu si sus frutos van a producirse completamente en nuestras vidas. Ésta es su obra, pero podemos recibir o resistir, y los mandamientos del NT hacen perfectamente claro que hemos de ser activos en esta obra. El Señor manda, en 2ª Pedro 5.11: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe…”. Otro ejemplo se ve en Filipenses 4.4. El fruto del Espíritu es gozo, pero hemos de regocijarnos. Nuestras actitudes y los esfuerzos afectarán el ritmo y el alcance de nuestro crecimiento. 2.7. Todo esto involucra los propósitos y deseos del Señor de cambiar los mismos tipos de personas que somos. Continuaremos siendo maravillosa e intencionalmente distintos. Aún así, Dios desea que cada uno de nosotros tengamos paciencia, seamos humildes, estemos llenos de amor, seamos auto disciplinados (y así con todo fruto). En esto entregamos la posesión más preciosas que tenemos—nuestras propias personalidades, o sea, a nosotros mismos, para que él nos dé forma hasta que seamos el tipo de persona conformada a la voluntad divina. 3 3. Una lista de las gracias cristianas (cualidades del carácter cristiano que se pueden incluir como el “fruto del Espíritu”). El crecimiento espiritual no debe continuar siendo general y no definido. Y, debe ser práctico. ¿Qué tipo de persona es la que el Señor quiere que seamos? Para saberlo, he repasado en el NT detallando las cualidades positivas del carácter cristiano que se pueden incluir como “el fruto de Espíritu”. La lista hallada en Gálatas 5.22-23 (ver Efesios 5.9) no es una lista completa sino que da ejemplos de una categoría más amplia. He aquí una lista de las cualidades que deberíamos ir desarrollando, y por medio de la que se puede medir (por lo menos en parte) nuestro crecimiento espiritual. Con cada cualidad he provisto algunos de los pasajes bíblicos con que se puede comenzar el estudio de cada una de estas cualidades. Libre de afán (de ansiedad) - Filipenses 4.6; 1ª Pedro 5.7 Compasión (compasivo) - 1ª Pedro 3.8 Contentamiento (contento) - 1ª Timoteo 6.6-10; Hebreo 13.5 Amigable (cortesía) - 1ª Pedro 3.8 Fe - Gálatas 5.22; 2ª Tesalonicenses 1.3 Temor (de Dios) – 1ª Pedro 1.17 Fervor/fervientes (en espíritu) – Romanos 12.11 Perdón (perdonar a otros) – Efesios 4.32 Gentileza/bondad – Gálatas 5.22; Filipenses 4.5 Liberalidad (dar) – 2ª Corintios 8—9 (v. 9.7); Efesios 4.28 Piadoso – 2ª Pedro 1.6; 1ª Timoteo 6.6, 11 Bondad – Gálatas 5.22; Efesios 5.9 Santidad – Romanos 6.22; 1ª Tesalonicenses 4.7 Honestidad – Romanos 12.17; 13.13; 2ª Corintios 8.21 Esperanza – Romanos 5.3-4 Hospitalidad – Romanos 12.13; 1ª Pedro 4.9 Imparcialidad – 1ª Timoteo 5.21; Santiago 2.1-4 Gozo – Gálatas 5.22; Filipenses 4.4 Justicia (justo) – Filipenses 4.8 Benigno (bondad) – Efesios 4.32; Colosenses 3.12 Longanimidad – Colosenses 1.11; 3.12 4 Amor – Gálatas 5.22; 6.1 Mansedumbre – Gálatas 5.22-23; 6.1 Misericordia – Santiago 3.17; 1ª Pedro 3.8 Perseverancia (paciencia en problemas) – Gálatas 5.22; 1ª Timoteo 6.11 Paz – Gálatas 5.22; Filipenses 4.7 Pacífico (estar en paz con…) – Romanos 12.18; Santiago 3.17 Piedad – 1ª Timoteo 5.4 Pureza – 1ª Juan 3.3; 1ª Timoteo 4.12 Justicia –Efesios 5.9; Filipenses 1.11 Unanimidad – Romanos 12.16; Filipenses 3.16 Sobrio – Tito 2.2, 2, 6; 1ª Pedro 4.7 Firme y arraigado en Cristo – Colosenses Fuerza interior – Efesios 6.10; Colosenses 1.11 Sumisión (subyugación) – Efesios5.21—6.; 1ª Pedro 5.5; 1ª Corintios 16.15-16; Hebreos 13.17; Romanos 13.1-7; 1ª Pedro 2.13-14 Auto disciplina (templanza) - Gálatas 5.22-23; 1ª Corintios 9.25-27 Compasivo (misericordioso) – Efesios 4.32 Veracidad (hablar la verdad) – Efesios 4.15; 5.9; 6.14; Filipenses 4.8 Virtud – Filipenses 4.8; 2ª Pedro 1.5 Sabiduría – Colosenses 1.9; Santiago 1.5 Sin duda, ¡Dios desea que cada cristiano llegue a ser como tales personas, poseyendo cada una (y más) de estas cualidades o gracias cristianas! Este es un cuadro bíblico de un creyente maduro, lleno del Espíritu. ¿Qué podemos hacer para “añadir a nueva fe” tal fruto del Espíritu? (1) El desarrollo del fruto del Espíritu es una dimensión clave del crecimiento espiritual. (2) Se puede incluir una lista de unas 40 cualidades en este concepto. (3) Necesitamos enfocarnos en estas cualidades, una por una, para formar un cuadro bíblico de que cada una de ellas significa. (4) Entonces pedimos al Señor que nos ayude desarrollarlas en nosotros, y determinamos lo que ellas “realmente son” en nuestras vidas mientras vayamos desarrollándolas. (5) ¡Entonces las desarrollamos! Es decir, esta es la Biblia, la oración y la obediencia. 5 El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu” 2ª Parte: Sumisión/Sujeción Ya hemos visto que (1) el desarrollo del fruto del Espíritu es una dimensión clave del crecimiento espiritual, (2) se puede incluir una lista de unas 40 cualidades en este concepto y (3) necesitamos enfocarnos en estas cualidades, una por una, para formar un cuadro bíblico de lo que cada una de ellas significa. Luego preguntamos al Señor que nos ayude desarrollarlas en nosotros y determinamos lo que ellas “realmente son” en nuestras vidas mientras vayamos desarrollándolas. Y, ¡entonces las desarrollamos! Es decir, esta es la Biblia, la oración y la obediencia. Con esta sección enfocamos en la sujeción o la sumisión. El término griego es upotassomai (hypo-tassomai). Es una palabra compuesta con la preposición upo, “bajo” en el verbo tassomai: “yo me pongo a mí mismo”, y así para estar en sujeción o en sumisión a alguien o algo. Es decir, a obedecer o servir. A menudo se vincula la palabra con la humildad, mansedumbre, temor y obediencia. He aquí las maneras en que se emplea el término en el NT donde se nos manda que estemos en sumisión: • A Dios (Padre e Hijo). Efesios 5.22-25; Hebreos 12.9-10; Santiago 4.6-7 Hemos de notar que esta sumisión se incluye aún cuando él nos castiga o disciplina. • A las autoridades civiles. Romanos 13.105; Tito 3.1-2; 1ª Pedro 2.13-14 Hay que darse cuenta que estas autoridades son los “ministros de Dios”, y la sumisión a ellos es sumisión a Dios. • A los líderes de la iglesia/obreros/pastores. 1ª Corintios 16.15-16; Hebreos 13.17; 1ª Pedro 5.5. Notaremos que “ellos velan” por nuestras almas y deben dar cuenta a Dios. Ellos deberían poder rendir cuentas con gozo a él. • Los unos a los otros (en la iglesia). Efesios 5.18-21; 1ª Pedro 5.5. Se nota que esto ocurre en el contexto de ser llenos del Espíritu y en el contexto de la vida congregacional; aún introduce la sección sobre las relaciones familiares. También, ¡surge o crece de la humildad! • En las relaciones familiares. Efesios 5.22-25; Colosenses 3.18-19; Tito 2.4-5, 9-10; 1ª Pedro 2.18; 3.1-6. Se ve en Efesios 5.21” “Someteos unos a otros en el temor de Dios” que está por encima de esto, y así la sumisión no sólo es para las esposas y los siervos, sino es mutuo: el amor auto sacrificial del esposo es una forma alta de la sumisión. Así, pues, ¡parece que la vida del cristiano debería marcarse por un espíritu sumiso en todas las relaciones! ¡Éste no es el camino del mundo! ¡Es un mandamiento! 6 Preguntas para la participación: 1. ¿Qué forma tomará la sumisión a Dios cuando uno reconoce la providencia como toda inclusiva? 2. ¿Cuáles son algunas de las maneras en que la sumisión a las autoridades civiles deberían manifestarse en nuestras vidas cotidianas? 3. Si tú tuvieras bien desarrollada la cualidad de sumisión en tu vida, ¿cómo se manifestaría en tus relaciones? ¿En la iglesia? ¿En la familia? ¿En el trabajo? ¿Hacia los no salvos? 4. ¿Qué es el opuesto de la sumisión? 5. ¿Puedes citar a un personaje bíblico que manifestaba la sumisión? 7 El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu” 3ª Parte: Humildad y Mansedumbre Introducción: Si el desarrollo del fruto del Espíritu en nuestras vidas es un aspecto clave del crecimiento espiritual, entonces la mansedumbre ciertamente se incluye. Se encuentra en la lista detallada en Gálatas 5.22-23. Nuestras culturas actuales no animan estas cualidad; más bien escuchamos, aún en los círculos cristianos, “¡Atrévete a ser el mejor!”, “¡Proyecta el éxito!”, “¡Somos #1!”; “Como ganar por medio de la intimidación” y etcétera. Pero la Biblia expone la humildad y la mansedumbre como cualidades que el Señor quiere que se manifiesten en nosotros, y tenemos el Jesús humano como nuestro ejemplo: ‘Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas…” (Mateo 1.28-29) La Humildad. He aquí los pasajes donde ocurre la raíz griega—tapeinos/tapeinos (bajo): Mateo 11.28-29 Mateo 18.4 Mateo 23.12 (Lucas 14.11; 18.14) Hechos 20.19 2ª Corintios 11.7 Efesios 4.1-2 Colosenses 3.11-13 Filipenses 2.3, 8 Santiago 4.6, 10 1 Pedro 5.5-6 Notemos estos aspectos de la humildad: El ejemplo de Jesús, quien ¡se humilló a sí mismo para muerte en la cruz! Pablo se humilló a sí mismo para predicar gratuitamente. Cada persona, en humildad, estima a otros mejor que sí misma. El carácter del “hombre nuevo”. La humildad va en oposición a la exaltación de uno mismo; y ¡ella termina en ser exaltado por Dios! La Mansedumbre. He aquí los pasajes donde ocurre la raíz griega—rpaus/praus (mansedumbre) Mateo 5.5 Mateo 11.28-29 Mateo 21.5 2ª Corintios 10.1 Gálatas 5.22-23 Gálatas 6.1 Efesios 4.1-2 Colosenses 3.12-13 Tito 3.2 1ª Pedro 3.4 8 Notemos estos aspectos de la mansedumbre: El ejemplo de Jesús, quien es ¡el Rey que entra montado sobre un asno! El carácter del “hombre nuevo”. ¡La mansedumbre adorna mejor que los cosméticos! La mansedumbre ha de manifestar a todo el mundo, no sólo a los creyentes. La mansedumbre se practica en la restauración de los caídos. Los mansos heredarán la tierra, la recompensa dada por Dios. Significado y Manifestación: • Humildad = Uno se ve a sí mismo como bajo o como que en sí no merece nada (ver. Romanos 12.3; Gálatas 6.3) • Mansedumbre = Como resultado de ella, se relaciona sumisamente a otros (incluyendo a Dios). Sólo la persona humilde se someterá a ser un esclavo a Dios y a otros. Esta persona limitará su propia libertad para otras personas, sirviéndolas sin pago, pero poniendo las necesidades de ellas ante las propias. Se dará respeto a las autoridades y restaurará a otros que pecan (incluyendo a los que pecan en su contra). Discusión: Si tu eres humilde y manso (¿lo eres?), ¿cómo se manifiestan estas cualidades en manera específicas? ¿Tu actitud hacia Dios cuándo él permite que pases por pruebas? ¿Cuándo otros te maltraten? ¿Cuándo otro cristiano caiga en el pecado? ¿Cuándo seas reprobado o corregido? ¿Cuándo se te pida hacer algo que no parece ser muy importante (a tu altura)? ¿Cuándo la gente sea ruda y poco considerada? ¿Cuándo alguien no respete tus derechos? ¿Qué es lo opuesto a ser humilde y manso? 9 El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu” 4ª Parte: Templanza / Autodisciplina / Autodominio Introducción: Vamos a ver el crecimiento espiritual en uno de sus aspectos más importantes: es decir, el desarrollo del “fruto del Espíritu” maduro en nuestro carácter y comportamiento. En esta sección nos enfocamos en una palabra antigua templanza. Hoy día más bien se traduce como autodisciplina o autocontrol. Esta característica se encuentra entre el fruto del Espíritu: “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5.22-23) ¿Por qué es importante la autodisciplina? ¿Por qué es que Dios quiere que ejerzamos el autocontrol sobre nosotros mismos? Quizás una razón es que su resultado es el auto respeto, y el auto respeto es esencial a nuestra felicidad. La felicidad no es la meta, sino lo es el auto respeto. El uso novotestamentario de la palabra: egkrateia (egkrateia), que da indicios de mantener sujeto. Gálatas 5.22-23 – nótese el contraste con 5.19-21: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”. 2ª Pedro 1.5-7 – es una de las cualidades para añadir a la fe. Hechos 24.25 – Félix cortejaba y tomado a su “esposa” Drusila de su marido previo. 1ª Corintios 7.9 – la falta de la autodisciplina se indica por la advertencia a los solteros y a las viudas que no tienen el don de continencia. Tito 1.8 – Se notará que los “obispos”, i.e., pastores, han de ser sobrios y dueños de sí mismos. 1ª Corintos 9.24-27 – El atleta que se niega a sí mismo para ganar el premio. Pablo habla de su práctica de la autodisciplina (vv. 26-27) de boxear a su propio cuerpo (figurativamente) para que tu cuerpo te sirva y no al revés. Es la esencia de la autodisciplina. El atleta como ilustración involucra (1) la autonegación; (2) autodisciplina en el adiestramiento; (3) la subordinación de otras consideraciones a un valor más alto; y (4) la disposición a pagar el precio (para la meta). La naturaleza básica de la autodisciplina: • Tu haces que hagas lo que sepas es lo correcto/justo. • El conflicto interior se encuentra en el corazón de lo que involucra. • La autodisciplina subordina lo menos importante (lo bajo) a lo más importante (lo alto). • Así pues, quiere decir una auto dominación, gobernada por la voluntad más bien que por las pasiones. 10 Algunas áreas donde se necesita la autodisciplina: Los hábitos personales los apetitos físicos Las responsabilidades y rutinas el uso del tiempo Las meta de largo alcance las pasiones (temperamento / deseos sexuales) Las disciplinas espirituales (que se aprenden y practican aún cuando uno no tenga deseos para seguir adelante en las disciplinas). Discusión: ¿Cuáles son algunas cosas que ilustran lo opuesto a la autodisciplina? ¿Puedes pensar en unas ilustraciones bíblicas de la autodisciplina? ¿Puedes pensar en unas ilustraciones bíblicas opuestas a la autodisciplina? ¿Cuáles son algunas recompensas de la autodisciplina? Identifica algunos pasos prácticos para manifestar la autodisciplina (si la tienes). No vamos a olvidar: (1) El desarrollo del fruto del Espíritu es una dimensión clave del crecimiento espiritual. (2) Se puede incluir una lista de unas 40 cualidades en este concepto. (3) Necesitamos enfocarnos en estas cualidades, una por una, para formar un cuadro bíblico de que cada una de ellas significa. (4) Entonces pedimos al Señor que nos ayude desarrollarlas en nosotros, y determinamos lo que ellas “realmente son” en nuestras vidas mientras vayamos desarrollándolas. (5) ¡Entonces las desarrollamos! Es decir, esta es la Biblia, la oración y la obediencia. 11 El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu” 5ª Parte: Dar a otros/Generosidad Introducción: Distinto de los estudios previos, no estamos examinando una palabra, sino más bien un concepto que se encuentra en varios pasajes bíblicos. Entre muchos pasajes sobre el dar a otros o la generosidad, miraremos los siguientes: Proverbios 11.24-25 Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado. Hechos 20.33-35 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir”. Lucas 6.37-38 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. Santiago 2.15-16 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Efesios 4.28 [entre los móviles cristianos para dar de Efesios 4.28, se verá también 1ª Tesalonicenses 4.11-12] El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 1ª Juan 3.17-18 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 2ª Corintios 8—9 [En esta sección de 2ª Corintios, Pablo exhorta a los corintios que den para la ofrenda que él ha expuesto para los cristianos que sufren en Jerusalén. Él va a acompañar la ofrenda después lo que llamamos su tercer viaje misionero cuando regresa a Jerusalén. (Ver Hechos 24.17; Romanzo 15.25-28; 1ª Corintios 16.1-3). Vemos en 2ª Corintios 8.1-15 y 9.6-15 aprendemos que: 12 • • • • • • • • • Es un acto de gracia (o, es gracia) dar a otros con liberalidad. (8.1-2) Dar a otros es una expresión del “compañerismo” con los que reciben y tiende a “igualar” nuestra condición con la de ellos. (8.14) Dar de los propios medios de uno debería desarrollarse de dar uno mismo primeramente al Señor. (8.5) Dar para suplir las necesidades de otros es una demonstración del amor. (8.8) Dar a otros es una respuesta a la auto negación del Señor Jesús. (8.9) Se mide con realismo el dar, es decir, se da según lo que uno tenga, no lo que uno no tiene. (8.9) El dar funciona como la ley de sembrar y segar. (9.6) El que da, debería hacerlo de su propia voluntad y con alegría. (9.7) Dar a otros resulta en acciones de gracias a Dios y para su gloria. (9.12) El Señor desea que todos sus hijos sean generosos igual como él lo es, una generosidad que incluye el perdonar a otros (Efesios 4.32). No se limita la generosidad a dar dinero o bienes, sino que también se trata de entregar nuestro tiempo y nuestra atención a otros cuando ellos los necesiten. Discusión: ¿Eres una persona generosa? ¿Deberías serlo? Si eres generoso, ¿qué forma tomará la cualidad de tu generosidad? ¿Puedes pensar en algunos ejemplos bíblicos donde la generosidad se exalta? O, ¿ejemplos cuando no se practicó? ¿De qué manera se debería evaluar nuestro dar a otros? ¿Qué das cuándo perdonas a otro? ¿De qué manera se relacionan algunas otras características del fruto del Espíritu, que ya hemos explorado, con la generosidad o el dar a otros? De nuevo: Deja que la Biblia forme tu concepto de lo que arriba significa, entonces ora y pide a Dios que él funcione esta gracia en ti. Luego, ¡obedece su mandamiento para que seas una persona generosa! De esta manera encontrarás cómo desarrollar esta cualidad de carácter. 13 El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu” 6ª Parte: la Paciencia (dos formas) Paciencia: “Virtud que consiste en sufrir con entereza los infortunios y trabajos. Virtud cristiana que se opone a la ira.” Diccionario ideológico de la Lengua Española Julio Casares de la real academia española. Hay dos sinónimos que, en el Nuevo Testamento, a menudo se traducen por paciencia. Sus ocurrencias son más de las que se pueden abarcar en un solo estudio. *Hay otros términos novotestamentarios que también se traducen por paciencia, pero estos dos son los más significativos. El primer sinónimo es macrotumia (makroqumia). Significa longanimidad, paciencia: literalmente = “larga de pasión”, o sea, que a uno le pasa muchísimo tiempo antes de que se ponga furioso. Es decir le hace falta mucho tiempo antes de actuar o cebarse en uno. Este término suele emplearse con respecto a personas (se halla unas 25 veces en el Nuevo Testamento como palabra, verbo o adverbio). 1. Es una cualidad de Dios/Cristo: Romanos 2.9; 9.22 (donde hace pareja con soportar, o sea, tesón o perseverancia); 1ª de Timoteo 1.16; 1ª Pedro 3.20. 2. Se ve su uso en la parábola de Jesús sobre los dos deudores (Mateo 18.26, 29) “Señor, ten paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo” y “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo”. 3. Paciencia (macrotumia) es del fruto de Espíritu (Gálatas 5.22): Colosenses 1.11 donde longanimidad (macrotumia) se vincula con paciencia (hupomoné) donde uno se va con gozo (v. 12). Colosenses 3.12 y Efesios 4.2 donde se habla de la ropa de la persona nueva que se vincula con soportarse mutuamente en amor. 1ª Corintios 13.4 donde Pablo dice que el amor es sufrido (macrotumia) y es benigno. 1ª Tesalonicenses 5.14 donde en una exhortación para tener paciencia (macrotumia), es para con los ociosos, con los de poco ánimo y con los débiles que el cristiano ha de tener paciencia/longanimidad. 4. Se emplea en el sentido de preservarse hasta el fin: Hebreos 6.12, 15; Santiago 5.7-10. 5. Se requiere la paciencia (macrotumia) en el ministerio: 2ª Timoteo 3.10; 2ª Corintios 6.6 (longanimidad en el ministerio de Pablo); 2ª Timoteo 4.2 (en su ministerio, Timoteo debía de exhorta con toda paciencia (macrotumia). El segundo sinónimo es hupomoné (uJomonh). Significa tesón, perseverancia, paciencia: literalmente “un permanecer bajo”, es decir, aguantar o resistir bajo o en las pruebas. Se suele emplear en el Nuevo Testamento con respecto a las circunstancias (se halla unas 45 veces en el Nuevo Testamento con palabra, verbo o adjetivo). 14 1. Su uso está ejemplificado por el Señor Jesús y hemos de emularle (Hebreos 12.1, 2, 3, 7). 2. Pedro nos apremia que lo hemos de añadir a la fe (2ª Pedro 1.6). 3. La paciencia (hupomoné) se produce por las tribulaciones y pruebas y resulta en otros frutos (Santiago 1.2-4; Romanos 5.3-4). 4. El concepto a menudo involucra la perseverancia en medio de las pruebas, persecuciones y etcétera (Mateo 10.22; Romanos 12.12; 2ª Tesalonicenses 1.4; Hebreos 10.32; Santiago 5.11 (en conexión con Job que no tuvo macrotumia con sus amigos pero sí, mantenía su hupomoné con sus sufrimientos). 5. A menudo sugiere la idea de un paciente que espera un resultado deseado y se vincula estrechamente con la esperanza (Lucas 8.15; Romanos 8.25; 1ª Corintios 13.7; 1ª Tesalonicenses 13; 2ª Timoteo 2.10, 12; Hebreos 10.36). Discusión: Al hablar de Job (Santiago 5.11), ¿dirías que Job tuvo paciencia? Si no, ¿cuál cualidad manifestó? ¿Cuáles otros ejemplos bíblicos piensas que hay donde una persona demostró uno de estos dos tipos de paciencia? O, ¿existen ejemplos cuando personas no manifestasen uno de estos frutos? ¿Cuáles características del carácter son los que se oponen a la longanimidad o la perseverancia/tesón? ¿Cuáles son algunas situaciones actuales de la vida en que debamos demostrar una u otra de estas cualidades? Y, ¿en qué manera se demuestra en estas situaciones? Se notará que algunos usos de estas dos formas de la paciencia son mandamientos (como en Efesios 4.2 por el primero sinónimo y 2ª Pedro 1.6 para el segundo). ¿Estás ya dispuesto a obedecer estos mandamientos? ¿En qué manera? 15
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