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El Crecimiento Espiritual y “El Fruto del Espíritu”
Por el Dr. Roberto Picirilli
Estudios bíblicos impartidos en la Iglesia Bautista Libre de Cofer´s Chapel,
Nashville, Tennessee, EE.UU. • enero-febrero, 2015
1ª Parte: Introducción
1. Unos pasajes claves en cuanto al crecimiento espiritual.
Gálatas 5.22-23
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.
2ª Pedro 1.5-11
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la
virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la
paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas
están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento
de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más
procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro
Señor y Salvador Jesucristo.
Efesios 4.11-16
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores
y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no
seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de
hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el
cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,
según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
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Hebreos 5.11b—6.1a
…por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de
tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos
de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de
alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia,
porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez…
2ª Pedro 3.17-18
Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el
error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.
Amén.
1ª Pedro 2.1-3
Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis
para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
1ª Corintios 3.1-4
De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como
a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces
todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de
Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?
2ª Timoteo 3.1-17
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá
hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a
los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes,
crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites
más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos
evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas
cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Éstas siempre están
aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y
Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de
entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será
manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. Pero tú has seguido mi doctrina,
conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como
los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de
todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús
padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor,
engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste,
sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las
cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra.
2
2.
Algunas conclusiones en cuanto al crecimiento espiritual
2.1. Las gracias cristianas variadas, es decir, las cualidades del carácter cristiano, que se
encuentran en la Biblia forman lo real o lo verdadero del crecimiento espiritual. Si el NT
nos enseña que deberíamos tener paciencia, ser humildes, ejercer la auto disciplina, estar
gozosos (o cualquiera de estas cosas), el desarrollo de estas cualidades o gracias es la
sustancia del crecimiento espiritual. Son por estos términos que se define y mide el
desarrollo espiritual.
2.2. Quizás el concepto novotestamentario más útil—más bien que “crecimiento” mismo—
para describirlo es la frase “el fruto del Espíritu”. No es la manera única para expresar el
crecimiento espiritual, y no siempre tiene que aparecer el término “fruto del Espíritu”.
Por ejemplo, Pedro presenta el crecimiento como la “adición” de virtudes a la fe (2ª
Pedro 1.5-11). Pero Pedro se refiere al mismo tipo de cualidades que Pablo, en Gálatas
5.22-23, llama el fruto del Espíritu. Una razón por la cual es un concepto útil es que
aclara bien que la producción de las gracias en la vida del creyente es la obra del Espíritu
de Dios.
2.3. El desarrollo no estorbado de este fruto del Espíritu es una de las cosas significativas, si
no la única, involucrada en “ser lleno del Espíritu” (Efesios 5.18; ver 5.9).
2.4. La meta de este tipo de crecimiento espiritual es la madurez espiritual que se mide, en
los términos del NT, como “la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4.13), que se
involucra en ser “conformado a la imagen” del Hijo de Dios (Romanos 8.29). Jesús como
el hombre perfecto (no en su deidad) es el modelo para el creyente.
2.5. El desarrollo espiritual es siempre un proceso, un proceso paulatino. El fruto del frutal
no sale completamente maduro de la noche al día. Tampoco aparece el fruto maduro del
Espíritu de repente e instantemente en la conducta y carácter de un cristiano. (Y, notemos
que el carácter siempre produce conducta.)
2.6. Tenemos la responsabilidad de cooperar con el Espíritu si sus frutos van a producirse
completamente en nuestras vidas. Ésta es su obra, pero podemos recibir o resistir, y los
mandamientos del NT hacen perfectamente claro que hemos de ser activos en esta obra.
El Señor manda, en 2ª Pedro 5.11: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe…”. Otro ejemplo se ve en Filipenses 4.4. El fruto del Espíritu
es gozo, pero hemos de regocijarnos. Nuestras actitudes y los esfuerzos afectarán el ritmo
y el alcance de nuestro crecimiento.
2.7. Todo esto involucra los propósitos y deseos del Señor de cambiar los mismos tipos de
personas que somos. Continuaremos siendo maravillosa e intencionalmente distintos.
Aún así, Dios desea que cada uno de nosotros tengamos paciencia, seamos humildes,
estemos llenos de amor, seamos auto disciplinados (y así con todo fruto). En esto
entregamos la posesión más preciosas que tenemos—nuestras propias personalidades, o
sea, a nosotros mismos, para que él nos dé forma hasta que seamos el tipo de persona
conformada a la voluntad divina.
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3. Una lista de las gracias cristianas (cualidades del carácter cristiano que se pueden
incluir como el “fruto del Espíritu”).
El crecimiento espiritual no debe continuar siendo general y no definido. Y, debe ser práctico.
¿Qué tipo de persona es la que el Señor quiere que seamos? Para saberlo, he repasado en el
NT detallando las cualidades positivas del carácter cristiano que se pueden incluir como “el
fruto de Espíritu”. La lista hallada en Gálatas 5.22-23 (ver Efesios 5.9) no es una lista
completa sino que da ejemplos de una categoría más amplia. He aquí una lista de las
cualidades que deberíamos ir desarrollando, y por medio de la que se puede medir (por lo
menos en parte) nuestro crecimiento espiritual. Con cada cualidad he provisto algunos de los
pasajes bíblicos con que se puede comenzar el estudio de cada una de estas cualidades.
Libre de afán (de ansiedad) - Filipenses 4.6; 1ª Pedro 5.7
Compasión (compasivo) - 1ª Pedro 3.8
Contentamiento (contento) - 1ª Timoteo 6.6-10; Hebreo 13.5
Amigable (cortesía) - 1ª Pedro 3.8
Fe - Gálatas 5.22; 2ª Tesalonicenses 1.3
Temor (de Dios) – 1ª Pedro 1.17
Fervor/fervientes (en espíritu) – Romanos 12.11
Perdón (perdonar a otros) – Efesios 4.32
Gentileza/bondad – Gálatas 5.22; Filipenses 4.5
Liberalidad (dar) – 2ª Corintios 8—9 (v. 9.7); Efesios 4.28
Piadoso – 2ª Pedro 1.6; 1ª Timoteo 6.6, 11
Bondad – Gálatas 5.22; Efesios 5.9
Santidad – Romanos 6.22; 1ª Tesalonicenses 4.7
Honestidad – Romanos 12.17; 13.13; 2ª Corintios 8.21
Esperanza – Romanos 5.3-4
Hospitalidad – Romanos 12.13; 1ª Pedro 4.9
Imparcialidad – 1ª Timoteo 5.21; Santiago 2.1-4
Gozo – Gálatas 5.22; Filipenses 4.4
Justicia (justo) – Filipenses 4.8
Benigno (bondad) – Efesios 4.32; Colosenses 3.12
Longanimidad – Colosenses 1.11; 3.12
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Amor – Gálatas 5.22; 6.1
Mansedumbre – Gálatas 5.22-23; 6.1
Misericordia – Santiago 3.17; 1ª Pedro 3.8
Perseverancia (paciencia en problemas) – Gálatas 5.22; 1ª Timoteo 6.11
Paz – Gálatas 5.22; Filipenses 4.7
Pacífico (estar en paz con…) – Romanos 12.18; Santiago 3.17
Piedad – 1ª Timoteo 5.4
Pureza – 1ª Juan 3.3; 1ª Timoteo 4.12
Justicia –Efesios 5.9; Filipenses 1.11
Unanimidad – Romanos 12.16; Filipenses 3.16
Sobrio – Tito 2.2, 2, 6; 1ª Pedro 4.7
Firme y arraigado en Cristo – Colosenses
Fuerza interior – Efesios 6.10; Colosenses 1.11
Sumisión (subyugación) – Efesios5.21—6.; 1ª Pedro 5.5; 1ª Corintios 16.15-16;
Hebreos 13.17; Romanos 13.1-7; 1ª Pedro 2.13-14
Auto disciplina (templanza) - Gálatas 5.22-23; 1ª Corintios 9.25-27
Compasivo (misericordioso) – Efesios 4.32
Veracidad (hablar la verdad) – Efesios 4.15; 5.9; 6.14; Filipenses 4.8
Virtud – Filipenses 4.8; 2ª Pedro 1.5
Sabiduría – Colosenses 1.9; Santiago 1.5
Sin duda, ¡Dios desea que cada cristiano llegue a ser como tales personas, poseyendo cada
una (y más) de estas cualidades o gracias cristianas! Este es un cuadro bíblico de un creyente
maduro, lleno del Espíritu. ¿Qué podemos hacer para “añadir a nueva fe” tal fruto del
Espíritu?
(1) El desarrollo del fruto del Espíritu es una dimensión clave del crecimiento espiritual.
(2) Se puede incluir una lista de unas 40 cualidades en este concepto. (3) Necesitamos
enfocarnos en estas cualidades, una por una, para formar un cuadro bíblico de que cada
una de ellas significa. (4) Entonces pedimos al Señor que nos ayude desarrollarlas en
nosotros, y determinamos lo que ellas “realmente son” en nuestras vidas mientras
vayamos desarrollándolas. (5) ¡Entonces las desarrollamos! Es decir, esta es la Biblia, la
oración y la obediencia.
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El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu”
2ª Parte: Sumisión/Sujeción
Ya hemos visto que (1) el desarrollo del fruto del Espíritu es una dimensión clave del
crecimiento espiritual, (2) se puede incluir una lista de unas 40 cualidades en este concepto y (3)
necesitamos enfocarnos en estas cualidades, una por una, para formar un cuadro bíblico de lo que
cada una de ellas significa. Luego preguntamos al Señor que nos ayude desarrollarlas en nosotros
y determinamos lo que ellas “realmente son” en nuestras vidas mientras vayamos
desarrollándolas. Y, ¡entonces las desarrollamos! Es decir, esta es la Biblia, la oración y la
obediencia.
Con esta sección enfocamos en la sujeción o la sumisión. El término griego es upotassomai
(hypo-tassomai). Es una palabra compuesta con la preposición upo, “bajo” en el verbo
tassomai: “yo me pongo a mí mismo”, y así para estar en sujeción o en sumisión a alguien o
algo. Es decir, a obedecer o servir. A menudo se vincula la palabra con la humildad,
mansedumbre, temor y obediencia.
He aquí las maneras en que se emplea el término en el NT donde se nos manda que estemos en
sumisión:
• A Dios (Padre e Hijo). Efesios 5.22-25; Hebreos 12.9-10; Santiago 4.6-7
Hemos de notar que esta sumisión se incluye aún cuando él nos castiga o disciplina.
•
A las autoridades civiles. Romanos 13.105; Tito 3.1-2; 1ª Pedro 2.13-14
Hay que darse cuenta que estas autoridades son los “ministros de Dios”, y la sumisión a
ellos es sumisión a Dios.
•
A los líderes de la iglesia/obreros/pastores. 1ª Corintios 16.15-16; Hebreos 13.17; 1ª
Pedro 5.5.
Notaremos que “ellos velan” por nuestras almas y deben dar cuenta a Dios. Ellos
deberían poder rendir cuentas con gozo a él.
•
Los unos a los otros (en la iglesia). Efesios 5.18-21; 1ª Pedro 5.5.
Se nota que esto ocurre en el contexto de ser llenos del Espíritu y en el contexto de la
vida congregacional; aún introduce la sección sobre las relaciones familiares. También,
¡surge o crece de la humildad!
•
En las relaciones familiares. Efesios 5.22-25; Colosenses 3.18-19; Tito 2.4-5, 9-10; 1ª
Pedro 2.18; 3.1-6.
Se ve en Efesios 5.21” “Someteos unos a otros en el temor de Dios” que está por encima
de esto, y así la sumisión no sólo es para las esposas y los siervos, sino es mutuo: el amor
auto sacrificial del esposo es una forma alta de la sumisión.
Así, pues, ¡parece que la vida del cristiano debería marcarse por un espíritu sumiso en todas las
relaciones! ¡Éste no es el camino del mundo! ¡Es un mandamiento!
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Preguntas para la participación:
1. ¿Qué forma tomará la sumisión a Dios cuando uno reconoce la providencia como toda
inclusiva?
2. ¿Cuáles son algunas de las maneras en que la sumisión a las autoridades civiles deberían
manifestarse en nuestras vidas cotidianas?
3. Si tú tuvieras bien desarrollada la cualidad de sumisión en tu vida, ¿cómo se manifestaría
en tus relaciones? ¿En la iglesia? ¿En la familia? ¿En el trabajo? ¿Hacia los no salvos?
4. ¿Qué es el opuesto de la sumisión?
5. ¿Puedes citar a un personaje bíblico que manifestaba la sumisión?
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El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu”
3ª Parte: Humildad y Mansedumbre
Introducción: Si el desarrollo del fruto del Espíritu en nuestras vidas es un aspecto clave del
crecimiento espiritual, entonces la mansedumbre ciertamente se incluye. Se encuentra en la lista
detallada en Gálatas 5.22-23. Nuestras culturas actuales no animan estas cualidad; más bien
escuchamos, aún en los círculos cristianos, “¡Atrévete a ser el mejor!”, “¡Proyecta el éxito!”,
“¡Somos #1!”; “Como ganar por medio de la intimidación” y etcétera. Pero la Biblia expone la
humildad y la mansedumbre como cualidades que el Señor quiere que se manifiesten en nosotros,
y tenemos el Jesús humano como nuestro ejemplo: ‘Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas…” (Mateo 1.28-29)
La Humildad. He aquí los pasajes donde ocurre la raíz griega—tapeinos/tapeinos (bajo):
Mateo 11.28-29
Mateo 18.4
Mateo 23.12 (Lucas 14.11; 18.14)
Hechos 20.19
2ª Corintios 11.7
Efesios 4.1-2
Colosenses 3.11-13
Filipenses 2.3, 8
Santiago 4.6, 10
1 Pedro 5.5-6
Notemos estos aspectos de la humildad:
El ejemplo de Jesús, quien ¡se humilló a sí mismo para muerte en la cruz!
Pablo se humilló a sí mismo para predicar gratuitamente.
Cada persona, en humildad, estima a otros mejor que sí misma.
El carácter del “hombre nuevo”.
La humildad va en oposición a la exaltación de uno mismo; y ¡ella termina en ser
exaltado por Dios!
La Mansedumbre. He aquí los pasajes donde ocurre la raíz griega—rpaus/praus
(mansedumbre)
Mateo 5.5
Mateo 11.28-29
Mateo 21.5
2ª Corintios 10.1
Gálatas 5.22-23
Gálatas 6.1
Efesios 4.1-2
Colosenses 3.12-13
Tito 3.2
1ª Pedro 3.4
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Notemos estos aspectos de la mansedumbre:
El ejemplo de Jesús, quien es ¡el Rey que entra montado sobre un asno!
El carácter del “hombre nuevo”.
¡La mansedumbre adorna mejor que los cosméticos!
La mansedumbre ha de manifestar a todo el mundo, no sólo a los creyentes.
La mansedumbre se practica en la restauración de los caídos.
Los mansos heredarán la tierra, la recompensa dada por Dios.
Significado y Manifestación:
• Humildad = Uno se ve a sí mismo como bajo o como que en sí no merece nada (ver.
Romanos 12.3; Gálatas 6.3)
• Mansedumbre = Como resultado de ella, se relaciona sumisamente a otros (incluyendo a
Dios).
Sólo la persona humilde se someterá a ser un esclavo a Dios y a otros. Esta persona limitará su
propia libertad para otras personas, sirviéndolas sin pago, pero poniendo las necesidades de
ellas ante las propias. Se dará respeto a las autoridades y restaurará a otros que pecan
(incluyendo a los que pecan en su contra).
Discusión:
Si tu eres humilde y manso (¿lo eres?), ¿cómo se manifiestan estas cualidades en manera
específicas? ¿Tu actitud hacia Dios cuándo él permite que pases por pruebas? ¿Cuándo otros te
maltraten? ¿Cuándo otro cristiano caiga en el pecado? ¿Cuándo seas reprobado o corregido?
¿Cuándo se te pida hacer algo que no parece ser muy importante (a tu altura)? ¿Cuándo la
gente sea ruda y poco considerada? ¿Cuándo alguien no respete tus derechos? ¿Qué es lo
opuesto a ser humilde y manso?
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El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu”
4ª Parte: Templanza / Autodisciplina / Autodominio
Introducción: Vamos a ver el crecimiento espiritual en uno de sus aspectos más importantes: es
decir, el desarrollo del “fruto del Espíritu” maduro en nuestro carácter y comportamiento. En esta
sección nos enfocamos en una palabra antigua templanza. Hoy día más bien se traduce como
autodisciplina o autocontrol. Esta característica se encuentra entre el fruto del Espíritu: “Pero el
fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5.22-23) ¿Por qué es importante la
autodisciplina? ¿Por qué es que Dios quiere que ejerzamos el autocontrol sobre nosotros
mismos? Quizás una razón es que su resultado es el auto respeto, y el auto respeto es esencial a
nuestra felicidad. La felicidad no es la meta, sino lo es el auto respeto.
El uso novotestamentario de la palabra: egkrateia (egkrateia), que da indicios de mantener
sujeto.
Gálatas 5.22-23 – nótese el contraste con 5.19-21: “Y manifiestas son las obras de la carne,
que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he
dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
2ª Pedro 1.5-7 – es una de las cualidades para añadir a la fe.
Hechos 24.25 – Félix cortejaba y tomado a su “esposa” Drusila de su marido previo.
1ª Corintios 7.9 – la falta de la autodisciplina se indica por la advertencia a los solteros y a las
viudas que no tienen el don de continencia.
Tito 1.8 – Se notará que los “obispos”, i.e., pastores, han de ser sobrios y dueños de sí
mismos.
1ª Corintos 9.24-27 – El atleta que se niega a sí mismo para ganar el premio. Pablo habla de
su práctica de la autodisciplina (vv. 26-27) de boxear a su propio cuerpo
(figurativamente) para que tu cuerpo te sirva y no al revés. Es la esencia de la
autodisciplina.
El atleta como ilustración involucra (1) la autonegación; (2) autodisciplina en el
adiestramiento; (3) la subordinación de otras consideraciones a un valor más alto; y (4)
la disposición a pagar el precio (para la meta).
La naturaleza básica de la autodisciplina:
• Tu haces que hagas lo que sepas es lo correcto/justo.
• El conflicto interior se encuentra en el corazón de lo que involucra.
• La autodisciplina subordina lo menos importante (lo bajo) a lo más importante (lo alto).
• Así pues, quiere decir una auto dominación, gobernada por la voluntad más bien que por
las pasiones.
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Algunas áreas donde se necesita la autodisciplina:
Los hábitos personales
los apetitos físicos
Las responsabilidades y rutinas
el uso del tiempo
Las meta de largo alcance
las pasiones (temperamento / deseos sexuales)
Las disciplinas espirituales (que se aprenden y practican aún cuando uno no tenga deseos
para seguir adelante en las disciplinas).
Discusión:

¿Cuáles son algunas cosas que ilustran lo opuesto a la autodisciplina?

¿Puedes pensar en unas ilustraciones bíblicas de la autodisciplina?

¿Puedes pensar en unas ilustraciones bíblicas opuestas a la autodisciplina?

¿Cuáles son algunas recompensas de la autodisciplina?

Identifica algunos pasos prácticos para manifestar la autodisciplina (si la tienes).
No vamos a olvidar:
(1) El desarrollo del fruto del Espíritu es una dimensión clave del crecimiento espiritual.
(2) Se puede incluir una lista de unas 40 cualidades en este concepto. (3) Necesitamos
enfocarnos en estas cualidades, una por una, para formar un cuadro bíblico de que cada
una de ellas significa. (4) Entonces pedimos al Señor que nos ayude desarrollarlas en
nosotros, y determinamos lo que ellas “realmente son” en nuestras vidas mientras
vayamos desarrollándolas. (5) ¡Entonces las desarrollamos! Es decir, esta es la Biblia, la
oración y la obediencia.
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El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu”
5ª Parte: Dar a otros/Generosidad
Introducción: Distinto de los estudios previos, no estamos examinando una palabra, sino más
bien un concepto que se encuentra en varios pasajes bíblicos. Entre muchos pasajes sobre el dar a
otros o la generosidad, miraremos los siguientes:
Proverbios 11.24-25
Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero
vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.
Hechos 20.33-35
Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que
me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En
todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las
palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir”.
Lucas 6.37-38
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y
seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando
darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a
medir.
Santiago 2.15-16
Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de
cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais
las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Efesios 4.28 [entre los móviles cristianos para dar de Efesios 4.28, se verá también 1ª
Tesalonicenses 4.11-12]
El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno,
para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
1ª Juan 3.17-18
Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra
contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de
palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
2ª Corintios 8—9 [En esta sección de 2ª Corintios, Pablo exhorta a los corintios que den para la
ofrenda que él ha expuesto para los cristianos que sufren en Jerusalén. Él va a acompañar la
ofrenda después lo que llamamos su tercer viaje misionero cuando regresa a Jerusalén. (Ver
Hechos 24.17; Romanzo 15.25-28; 1ª Corintios 16.1-3). Vemos en 2ª Corintios 8.1-15 y 9.6-15
aprendemos que:
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•
•
•
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•
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•
•
•
Es un acto de gracia (o, es gracia) dar a otros con liberalidad. (8.1-2)
Dar a otros es una expresión del “compañerismo” con los que reciben y tiende a
“igualar” nuestra condición con la de ellos. (8.14)
Dar de los propios medios de uno debería desarrollarse de dar uno mismo
primeramente al Señor. (8.5)
Dar para suplir las necesidades de otros es una demonstración del amor. (8.8)
Dar a otros es una respuesta a la auto negación del Señor Jesús. (8.9)
Se mide con realismo el dar, es decir, se da según lo que uno tenga, no lo que uno no
tiene. (8.9)
El dar funciona como la ley de sembrar y segar. (9.6)
El que da, debería hacerlo de su propia voluntad y con alegría. (9.7)
Dar a otros resulta en acciones de gracias a Dios y para su gloria. (9.12)
El Señor desea que todos sus hijos sean generosos igual como él lo es, una generosidad que
incluye el perdonar a otros (Efesios 4.32). No se limita la generosidad a dar dinero o bienes, sino
que también se trata de entregar nuestro tiempo y nuestra atención a otros cuando ellos los
necesiten.
Discusión: ¿Eres una persona generosa? ¿Deberías serlo? Si eres generoso, ¿qué forma tomará la
cualidad de tu generosidad? ¿Puedes pensar en algunos ejemplos bíblicos donde la generosidad
se exalta? O, ¿ejemplos cuando no se practicó? ¿De qué manera se debería evaluar nuestro dar a
otros? ¿Qué das cuándo perdonas a otro? ¿De qué manera se relacionan algunas otras
características del fruto del Espíritu, que ya hemos explorado, con la generosidad o el dar a
otros?
De nuevo: Deja que la Biblia forme tu concepto de lo que arriba significa, entonces ora y pide a
Dios que él funcione esta gracia en ti. Luego, ¡obedece su mandamiento para que seas una
persona generosa! De esta manera encontrarás cómo desarrollar esta cualidad de carácter.
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El Crecimiento Espiritual y “el Fruto del Espíritu”
6ª Parte: la Paciencia (dos formas)
Paciencia: “Virtud que consiste en sufrir con entereza los infortunios y trabajos. Virtud cristiana
que se opone a la ira.” Diccionario ideológico de la Lengua Española Julio Casares de la real
academia española.
Hay dos sinónimos que, en el Nuevo Testamento, a menudo se traducen por paciencia. Sus
ocurrencias son más de las que se pueden abarcar en un solo estudio. *Hay otros términos
novotestamentarios que también se traducen por paciencia, pero estos dos son los más
significativos.
El primer sinónimo es macrotumia (makroqumia). Significa longanimidad, paciencia:
literalmente = “larga de pasión”, o sea, que a uno le pasa muchísimo tiempo antes de que se
ponga furioso. Es decir le hace falta mucho tiempo antes de actuar o cebarse en uno. Este
término suele emplearse con respecto a personas (se halla unas 25 veces en el Nuevo Testamento
como palabra, verbo o adverbio).
1. Es una cualidad de Dios/Cristo: Romanos 2.9; 9.22 (donde hace pareja con soportar, o
sea, tesón o perseverancia); 1ª de Timoteo 1.16; 1ª Pedro 3.20.
2. Se ve su uso en la parábola de Jesús sobre los dos deudores (Mateo 18.26, 29) “Señor, ten
paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo” y “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo”.
3. Paciencia (macrotumia) es del fruto de Espíritu (Gálatas 5.22):
Colosenses 1.11 donde longanimidad (macrotumia) se vincula con paciencia
(hupomoné) donde uno se va con gozo (v. 12).
Colosenses 3.12 y Efesios 4.2 donde se habla de la ropa de la persona nueva que se
vincula con soportarse mutuamente en amor.
1ª Corintios 13.4 donde Pablo dice que el amor es sufrido (macrotumia) y es benigno.
1ª Tesalonicenses 5.14 donde en una exhortación para tener paciencia (macrotumia),
es para con los ociosos, con los de poco ánimo y con los débiles que el cristiano ha de
tener paciencia/longanimidad.
4. Se emplea en el sentido de preservarse hasta el fin: Hebreos 6.12, 15; Santiago 5.7-10.
5. Se requiere la paciencia (macrotumia) en el ministerio: 2ª Timoteo 3.10; 2ª Corintios
6.6 (longanimidad en el ministerio de Pablo); 2ª Timoteo 4.2 (en su ministerio, Timoteo
debía de exhorta con toda paciencia (macrotumia).
El segundo sinónimo es hupomoné (uJomonh). Significa tesón, perseverancia, paciencia:
literalmente “un permanecer bajo”, es decir, aguantar o resistir bajo o en las pruebas. Se suele
emplear en el Nuevo Testamento con respecto a las circunstancias (se halla unas 45 veces en el
Nuevo Testamento con palabra, verbo o adjetivo).
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1. Su uso está ejemplificado por el Señor Jesús y hemos de emularle (Hebreos 12.1, 2, 3, 7).
2. Pedro nos apremia que lo hemos de añadir a la fe (2ª Pedro 1.6).
3. La paciencia (hupomoné) se produce por las tribulaciones y pruebas y resulta en otros
frutos (Santiago 1.2-4; Romanos 5.3-4).
4. El concepto a menudo involucra la perseverancia en medio de las pruebas, persecuciones
y etcétera (Mateo 10.22; Romanos 12.12; 2ª Tesalonicenses 1.4; Hebreos 10.32; Santiago
5.11 (en conexión con Job que no tuvo macrotumia con sus amigos pero sí, mantenía su
hupomoné con sus sufrimientos).
5. A menudo sugiere la idea de un paciente que espera un resultado deseado y se vincula
estrechamente con la esperanza (Lucas 8.15; Romanos 8.25; 1ª Corintios 13.7;
1ª Tesalonicenses 13; 2ª Timoteo 2.10, 12; Hebreos 10.36).
Discusión: Al hablar de Job (Santiago 5.11), ¿dirías que Job tuvo paciencia? Si no, ¿cuál
cualidad manifestó? ¿Cuáles otros ejemplos bíblicos piensas que hay donde una persona
demostró uno de estos dos tipos de paciencia? O, ¿existen ejemplos cuando personas no
manifestasen uno de estos frutos? ¿Cuáles características del carácter son los que se oponen a la
longanimidad o la perseverancia/tesón? ¿Cuáles son algunas situaciones actuales de la vida en
que debamos demostrar una u otra de estas cualidades? Y, ¿en qué manera se demuestra en estas
situaciones?
Se notará que algunos usos de estas dos formas de la paciencia son mandamientos (como en
Efesios 4.2 por el primero sinónimo y 2ª Pedro 1.6 para el segundo). ¿Estás ya dispuesto a
obedecer estos mandamientos? ¿En qué manera?
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