plan de área méxico 2016 - La Iglesia de Jesucristo de los Santos

PLAN DE ÁREA MÉXICO
2016
Introducción
En los últimos 135 años, la Iglesia en México ha crecido en fortaleza y madurez, gracias a la
fe y sacrificio de los miembros nacionales y extranjeros. Los profetas antiguos y modernos
han profetizado sobre el papel esencial que tomarán los santos de México en llevar el
Evangelio a todas las naciones. Para lograrlo, necesitaremos mayor fe, sacrificio y fidelidad.
Ahora es el tiempo de tomar nuestro lugar en el establecimiento del Reino sobre la tierra.
Visión
Apoyaremos el apresuramiento de la Obra de Salvación incrementando nuestra fe en
Jesucristo. Haremos los sacrificios necesarios para llegar a ser autosuficientes temporal y
espiritualmente, proveyendo para nuestras propias necesidades y apoyando el crecimiento
del Reino sobre la tierra.
Áreas de énfasis
Los miembros y misioneros juntos aumentaremos nuestra fe en Jesucristo para ser
autosuficientes al:
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Ayunar fielmente, pagar una ofrenda generosa y un diezmo íntegro
Tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo participando dignamente de la Santa Cena
y guardando santo el día de reposo cada semana
Encontrar los nombres de nuestros propios antepasados y realizar por ellos las ordenanzas
en el templo
Promesa
Al esforzarnos por incrementar nuestra fe, fidelidad y obediencia, el Señor abrirá las ventanas
de los cielos y proveerá para las necesidades temporales y espirituales de nuestras familias.
Sentiremos gozo al servir a otros y disfrutaremos de nuevas amistades. Nuestras relaciones
familiares serán más profundas y nuestras familias serán protegidas de los azotes del mundo.
Recibiremos paz en el corazón y fuerza en el alma para enfrentar los problemas diarios.
Nuestra fe nos permitirá apoyar el apresuramiento de la Obra de Salvación en todas las
naciones de la tierra.
MI PARTE
PERSONAL Y FAMILIAR
Aumentaré mi fe al aplicar en mi vida diaria los principios del Plan de Área, al estudiar áreas
de mejora, fijar metas específicas y dar informes de mi progreso.
1. Estudiar: La verdadera doctrina, cuando se entiende, cambia la actitud y el
comportamiento.
Al estudiar, meditaré en preguntas como: ¿por qué el Señor reveló este principio?, ¿cómo
puedo aplicarlo en mi vida y en la de mi familia para gozar plenamente de las bendiciones
prometidas?
Mantendré un registro de lo que aprenda y en oración y consejo con mi Padre Celestial,
mi familia y otras personas de confianza, tomaré decisiones sobre los aspectos que
necesito mejorar en mi vida.
Recursos iniciales: La Guía de Estudio de las Escrituras, el Manual 2: Administración
de la Iglesia y las palabras de los profetas en la Liahona, lds.org y sud.org.mx/plan.
Principios a estudiar: autosuficiencia, ayuno, bienestar, consagración, convenio, día de
reposo, diezmo, Jesucristo (tomar sobre nosotros Su nombre), ofrenda, sacrificios, Santa
Cena, servicio, entre otros.
2. Fijar metas específicas: A partir de mi estudio y comprensión, fijaré metas específicas
para hacer cambios en mi vida. Escribiré las metas y las colocaré en un lugar visible para
recordarlas constantemente. Ejemplos de metas: “Ayunaré cada mes del año con un propósito
específico y daré una ofrenda generosa de $xxx (especificar un monto)”; o, “cada mes
enseñaré a una persona sobre el día de reposo y la invitaré a asistir a una reunión sacramental
conmigo”.
3. Dar informes: Para conservar el ánimo de lograr mis metas, las compartiré con una
persona de confianza (mi cónyuge, un familiar, líder o amigo) y le daré un informe mensual
de mi progreso. A medida que transcurra el año, ajustaré mis metas o fijaré algunas nuevas
conforme estudie áreas adicionales de mejora.
El momento ideal para estudiar y fijar metas es durante mi estudio personal diario, la Noche
de Hogar y el consejo familiar. El momento para meditar y dar un informe de mi progreso al
Señor es durante mi oración personal y al participar de la Santa Cena cada semana; esos
momentos también son apropiados para pedir al Señor Su fortaleza y ayuda.