RESEÑA Adam Smith en Pekín. Orígenes y fundamentos del siglo XXI Giovanni Arrighi. Akal 2007. Carlos Alejandro Cordero Académico del ITESO Nunca he olvidado aquella conversación grabada en Shanghai hace diez años en la que un alto dirigente del partido —por otra parte, enamorado de Francia — afirmaba que el XIX había sido el siglo de la humillación (nuestros libros de Historia nos enseñan que ese fue el periodo del “desmembramiento” de China); el XX, en su periodo comunista, el siglo de la “restauración”, y el XXI está destinado a ser el siglo de la “dominación”. (Colombani,2012) Hablar de China es una empresa seductora , pero arriesgada. Muchos son los académicos que se maravillan ante el acenso del poderío chino y, de forma arriesgada, se atreven a suponer que entienden las razones por las cuales China ha cobrado tanta imp ortancia en el siglo XXI. Sin embargo, China sigue siendo una nación desconocida a la cual nos acerca el exotismo orientalista, que desde el siglo XIX, ha llevado a Occidente a analizar y estudiar a “Oriente”. Este estudio de Oriente, a la luz de la mirada inquisidora occidental , ha conseguido reificar mitos en torno a los procesos políticos, económicos y sociales de las naciones asiáticas. Y más aún, en este proceso se han dejado de reflexionar y cuestionar esos marcos de referencia “ nuestros”, 54 elevándolos al grado de ideologías incuestionables ; olvidando que su existencia ha sido producto del gastado devenir histórico del pensamiento filosófico occidental. Frente a ello, el libro de Arrighi, Adam Smith en Pekín . Orígenes y fundamentos del siglo XXI, presenta un análisis complejo de la r ealidad actual china, fundamentado en un extraordinario análisis teóricometodológico de los principales fundamentos que sostienen a la teoría del desarrollo económico capitalista . Este libro ofrece un doble ejercicio: repensar los postulados clásicos sobre el desarrollo econó mico, para después cuestionar si realmente se entiende en Occidente lo que sucede en China en el presente, presentando una nueva tesis en torno al éxito del desarrollo económico del “Reino Medio”. El presente escrito revisa de forma general el trabajo de Arrighi que arroja suficientes elementos para comprender, desde una perspectiva crítica, el proceso de desarrollo económico del siglo XX y sus consecuencias para el siglo XXI; no solo de China, sino del capitalismo como modelo económico globalizado. Después de presentar, a manera de introducción, las preocupaciones estadounidenses de los primeros años del siglo XXI en torno al ascenso del protagonismo económico de Beijín, el autor integra su trabajo en 4 ejes fundamentales. Primeramente nos ofrece un análisis teórico metodológico de los principales postulados de Smith y Marx sobre el desarrollo capitalista; en un segundo apartado complementa su metodología a la luz de la turbulencia económica de finales del siglo XX, para después presentar un análisis, desde un enfoque internacionalista, sobre el ascenso y caída de las hegemonías mundiales, desde los imperios ibéricos en el 55 siglo XV hasta llegar al declive de la supremacía británica en el siglo XIX, llevando su análisis hasta los dilemas de la hegemonía norteamericana en la Guerra contra Irak en 1992 y en 2003. Finalmente, el autor presenta un estudio de caso sobre el modelo de desarrollo chino, planteando cómo éste puede representar un modelo distinto de lucha hegemónica en el sistema económico internacional presente. En ese mismo orden, se revisa el trabajo de Arrighi en este documento. S MITH Y MARX . E SE GRAN MITO . De la misma forma con que el atrevimiento evoca a hablar de China, en la actualidad se habla sobre el pensamiento clásico de la teoría económica. A Adam Smith se le ha convertido casi en un profeta que ha revelado el secreto “místico” para entender las relaciones económicas; y desde esa perspectiva, por ejemplo, se han aceptado, casi como un dogma de fe, sus postulados en torno a la autorregulación de los mercados y su i mpacto en el buen funcionamiento del sistema económico neo -liberal. En la primera parte de libro, titulada Adam Smith y la nueva era asiática, el autor nos acerca al pensamiento del teórico británico y lo contrapone con la sistematización de la teoría cap italista realizada por Marx. Desde ese enfoque se presenta la sociología histórica de Smith, revisando La naturaleza de la riqueza de las naciones , pero no como una obra aislada, y más bien complementándola con La teoría de los sentimientos morales, una obra poco estudiada de Smith. El análisis se desarrolla en torno a tres ejes: La participación del Estado como ente regulador de la economía, el papel de los mercados nacionales internacionales en el desarrollo de las naciones, y finalmente, la división técnica y la división 56 internacional del trabajo, entendiendo el desarrollo económico como un proceso inserto en, y limitado por, un entorno físico, social e institucional particular. Al respecto, el autor desmiente la creencia académi ca popular que sustenta en el trabajo de Smith, la disminución de la participación del Estado como ente regulador de la economía. Por el contrario, rescata el trabajo de Smith en torno a la idea del interés nacional, y cómo éste debe ser la razón que motive al Estado a interv enir en la regulación económica . Señala además, las observaciones de Smith sobre Hobbes, y el papel del soberano como defensor del interés nacional; sobre todo en la relación riqueza-poder; desde las aportaciones sociológicas de Smith, presenta un panorama en sintonía con el mundo hobbesiano, pero cargado de connotaciones morales en función del rol de los agentes económicos en el desarrollo de la riqueza de las naciones. Smith, plantea Arrighi, es consciente que el papel del soberano se debe centrar en encaminar las aspiraciones de los agentes económicos a la defensa del interés nacional y señala tres tipos de agentes económicos: “los que viven de las rentas, los que viven de un salario y los que viven de beneficios” (Arrighi, 2007, P 56). Citando a Smith, apunta que mientras los intereses individuales de los dos primeros grupos tienden a converger con el interés nacional, los intereses del último grupo no, y por tanto esta discrepancia es la que debe motivar al Soberano a regu lar las interacciones de estos agentes, en función de expandir el potencial de desarrollo económico, encaminándolo hacia la maximización de riqueza, ya que ésta es fuente de poder –lo que señala la empatía con el trabajo de Hobbes - pero sobre todo es un poder regulador de la sociedad, que no recurre a la violencia. 57 Esta primera referencia teórica sobre Smith se complementa con una revisión general del modelo de desarrollo de China en el siglo XIX, comparándolo con el modelo seguido por las grandes potencias europeas de la época, particularmente la del Imperio Británico. Arrighi enfoca su mirada en la relación entre generación de riqueza y poder, y la utilización de los mercados como herramienta de gobierno para maximizar el desarrollo económico nacional. En ese sentido, se hace una pausa para explicar “el modelo natural” de desarrollo, enfocado en la promoción de los mercados nacionales, y “el modelo antinatural” con un enfoque centrado en los mercados internacionales. El autor recurre a la moral en la obra de Smith, al resaltar las comparaciones hechas entre uno y otro modelo, primando como “correcto” el modelo chino, a diferencia de su contraparte británica. Complementando con el trabajo de Sugihara, Arrighi expone que el modelo de desarrollo asiático se enfocó más en el desarrollo de los mercados nacionales, y en buena medida se enfocó en la movilización de los recursos humanos, más que en los de capital; esto debido la influencia de los valores sociales de la sociedad china, sustentados en el confucianismo, que hicieron del trabajo comunitario la vía para la generación y distribución de la riqueza, al implementar modelos familiares de producción campesina. En contraparte Arrighi expone, recurriendo a Smith, que el éxito de la supremacía británica se debió en buena medida, a que el excedente de capital de otras naciones, particularmente de Holanda, se trasladó hasta la isla y ese excedente impulsó el desarrol lo del comercio naval y los servicios financieros, que sembrarían los cimientos del poderío económico 58 británico. En ese sentido, es cómo el autor enfatiza la valoración de Smith en torno al modelo natural y antinatural de desarrollo . Y así es como Arrighi sugiere que el modelo chino ha atendido a un modelo de desarrollo apuntalado en la producción intensiva de trabajo, dirigiendo este modelo hacia el mercado nacional, y por tanto presentando al mercado como un instrumento de gobierno para la generación de riqueza nacional como fuente de poder. Estas tres afirmaciones serán el corpus teórico del análisis en torno al ascenso de la hegemonía China. De aquí nace la inspiración para el título de esta obra. El autor sugiere que, más que el pensamiento de Marx, e s el de Smith el que nos permite entender el desarrollo de la economía China. Por último, esta primera parte del libro nos ofrece analizar las aportaciones de Marx y Shcumpeter en cuanto a la acumulación de capital y poder. En este sentido, se revisa el trabajo Marx y se señala la relación entre capitalismo y militarismo, como sustento de la “globalización capitalista” , pero el autor resalta la omisión implícita del papel del militarismo , en este sentido, como el eje necesario para enfrentar y ampliar los límites del proceso de desarrollo. UN ANÁLISIS HI STÓRICO NECESARIO . Una vez revisado el trabajo de Marx y Smith, respecto al desarrollo económico de las naciones, el autor procede a hacer un análisis histórico sobre el auge y la caída de las h egemonías económicas. Se encauza principalmente a revisar cómo es que la acumulación de la riqueza se genera en la Europa renacentista, particularmente en las potencias ibéricas, y partir de ese punto , expone cómo el excedente de riqueza va mutando y migrando de uno a otro imperio: primero a las ciudades -estado 59 italianas, hasta llegar a la esfera hegemónica británica. Si bien, esta revisión no es nueva – existe abundante literatura en torno al auge y caída de los imperios, por ejemplo el trabajo de Paul Kennedy – este análisis se enfoca principalmente en la evolución económica de las potencias a la luz de los postulados de Smith y Marx. De forma magistral el autor relaciona la acumulación de capital y su migración de nación en nación con los sistemas mundia les – Arrighi fue alumno de Wallerstein, por tanto, hay una evidente influencia de él en el libro –por lo que la obra no solo es una revisión del pensamiento clásico económico, sino también es una aportación al análisis del sist ema internacional, y en ese sentido, a la disciplina de las Relaciones Internacionales. Sin embargo, la parte más interesante de este apartado es la que se refiere a la actualidad. El autor no escatima esfuerzos , y presenta un análisis sobre el declive de la hegemonía esta dounidense. Al respecto, retoma la variable militar que acompaña a la búsqueda de válvulas de escape al proceso limitado del desarrollo económico nacional. En este sentido, es señalado el papel fundamental de Estados Unidos como el gran gendarme internacional, que legitimado por el coro de instituciones internacionales que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial, pudo expandir su influencia hegemónica por todo el mundo. En este punto, el autor retoma la relación entre industrialismo, capitalismo y militarismo. Arrighi señala las importantes aportaciones que hace el militarismo al desarrollo económico de las naciones, ya que no sólo impulsa el desarrollo de nuevas tecnologías, sino que también experimenta y perfecciona con técnicas de organización, lo que contribuye a la división social y técnica del trabajo. Pero para que esto suceda, la maquinaria de 60 guerra debe estar constantemente en acción. El autor recurre al trabajo de Charles Tilly para relacionar el militarismo como fuente de poder y dominio. Tilly señala el protagonismo del Estado en cuanto monopolizador de la viole ncia, argumentando esto en cuatro elementos: El Estado como protector, como constructor de sí mismo, organizador de la guerra y exactor de tributos (Arrighi, 2007, p. 267); El análisis extrapola la propuesta de Tilly y la lleva a escala mundial, tomando a Estados Unidos como el agente monopolizador de la violencia en el sistema internacional, y desde ahí, hace su propuesta para entender la transformación de la hegemonía nor teamericana a finales del siglo XX. Tomando como punto de partida las guerras de Ira k de 1992 y 2003, Arrighi argumenta que la protección de Estados Unidos ha pasado de ser “legítima” a ser “chantajista”. Con la caída del muro de Berlín y el fin de la amenaza comunista, Estados Unidos ha tenido que recurrir a generar conflictos que puedan seguir legitimando su papel como monopolizador de la violencia, y por tanto mantener activo un militarismo que le permita trasladar su excedente de capital a otras latitu des. Los hechos son acompañados de un análisis en cuanto a la cooperación económica internacional para el financiamiento de ambas campañas bélicas. Si bien en la primera intervención en Irak , el hegemón pudo conseguir la “legitimación” internacional a tra vés de grandes donativos para la empresa, por parte de otras potencias; en la segunda intervención, la participación de la comunidad internacional en la campaña fue menor. De esta forma Arrighi plantea que la necesidad de legitimar el monopolio de la violencia ha sido el reto que está transformando la hegemonía estadounidense de principios del siglo XXI. 61 C HINA : E L ASCENSO SILENCIOSO DE UNA POTENCIA . Por último, el autor materializa su revisión teórico -metodológica, en el caso peculiar del desarrollo económico chino, presentándonos el miedo que esto ha ocasionado en algunas esferas políticas de los Estados Unidos. El análisis comienza en el modelo de d esarrollo de Deng Xiaoping, mostrando la transformación que representó el cambio de enfoque de desarrollo, el modelo “un país, dos sistemas” al proyecto de desarrollo chino. El autor argumenta que este cambio recurrió una vez más hacia un enfoque de mercado interno, antes de insertarse en la competencia internacional. Con detalle, el autor describe esta transición, destacando el papel de la movilización del capital humano y la reinterpretación de los valores chinos en la reindustrialización china de las dé cadas del setenta y el ochenta; para después revisar el proyecto de apertura chino, señalándolo como un modelo sui generis, en el que una vez más influyeron los valores chinos. Se argumenta que fueron los capitales chinos en el exilio los que facilitaron en primera instancia, ya que funcionaron como catalizadores de promoción y captación de inversión extrajera en China. Sin embargo, el autor señala que también han funcionado como medio para fortalecer el mercado interno y establecer relaciones de producción que involucren grandes cantidades de capital humano. En este sentido, se enfatiza la esencia china de dicho modelo. Contrario a lo que ha sucedido en otras partes del mundo, China no ha ejecutado reformas económicas de choque. Por el contrario, hasta los primeros años del siglo XXI, su proyecto económico estuvo encaminado a encontrar una vía intermedia entre las sugerencias de las instituciones 62 económicas internacionales –como el Fondo Monetario Internacional - y la propia experiencia china, y esa ha sido la fortaleza de su modelo de desarrollo. Bajo ese arquetipo, China ha ido aumentando sus capacidades de poder de forma silenciosa, entendido este silencio como la ausencia de campañas militares, ya que la nación asiática no ha participado en campañas bélicas para expandir su poder y preparar escenarios allende sus fronteras, y así, liberar los excesos de capital generados dentro , en los límites físicos de su proceso de desarrollo económico nacional. De esta forma China ha optado por un “militarismo económico” centrado en los negocios y la cooperación internacional; en el libro se explica que esto ha sucedido en buena medida como consecuencia de la competencia nuclear de la Guerra Fría; el desarrollo d el armamento nuclear abrió la vía del militarismo de negocios, frente a la posibilidad de volver al riesgo de destrucción masiva generado por el desarrollo y competencia nuclear. A manera de conclusión el autor resalta los logros del modelo Chino , pero cierra su trabajo con fuertes interrogantes en torno a la sustentabilidad de dicho proyecto. Las últimas reformas analizadas son las emprendidas por Hu Jintao, en los primeros años del siglo XXI. Al respecto el autor critica el alejamiento del proyecto chino de sus valores tradicionales y sobre todo, de la teoría smithiana de desarrollo. Aun cuando el contexto actual de China es muy diferente de aquel que analizó Arrighi, para concluir este trabajo, el libro aporta suficientes elementos como para volver a releer y estudiar a los clásicos de la economía a la luz de los acontecimientos actuales. La apuesta es, en 63 palabras de Slavoj Zizek: “La única forma de captar la verdadera novedad de lo Nuevo es analizar el mundo a través de las lentes de lo que era “eterno” en lo Viejo.”(2013, p. 11); de esta forma el trabajo de Arrighi es una invitación a identificar la novedad del modelo de desarrollo chino a la luz de esos “modelos eternos” del pensamiento clásico económico. B IBLIOGRAFÍ A . Arrighi, G. (2007) Adam Smith en Pekín, Orígenes y fundamentos del siglo XXI. Madrid: Akal. Colombani, J.M.(2012, primacía.[versión 11 electrónica] de diciembre). En: El País. China quiere Disponible la en http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/11/actualidad/ 1352646274_576255.html. Fecha de consulta: 20 de febrero de 2014. Zizek, S. (2013) Primero como tragedia, después como farsa . Akal. Madrid: Akal. 64
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