La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 1 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Angélica María Caal Vargas Casa Editorial Analéctica México, 2015 2 Fotografía: Ángel J. Morales Rizo Diseño de portada: Estefani Andrade Rendón Todos los derechos reservados Casa Editorial Analéctica www.analectica.org La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Contenido 3 Santiago de Guatemala en la época colonial ..................................... 4 La estratificación social ................................................................. 12 En cuanto a ubicación geográfica .................................................... 17 A) Parte dominante la sociedad española ..................................... 17 B) Actores sociales intermedios: ................................................... 18 C) Actores sociales marginados de derechos y medios de producción: .................................................................................... 19 a) Población indígena ................................................................. 19 b) Población africana .................................................................. 21 ¿Cómo se definía la relación entre hombres y mujeres? .............. 22 Parentesco consanguíneo o por afinidad ....................................... 24 Patrimonio familiar, herencia romana «paterfamilias» ................ 28 La parroquia de San Sebastian ......................................................... 33 Los archivos parroquiales ............................................................. 34 Libro parroquial de gente ordinaria (mulatos, mestizos, negros, etcétera) ......................................................................................... 38 Dote matrimonial ¿La dote como estrategia económica o como símbolo de protección para la mujer? ........................................... 41 Hallazgos en documentos de Archivo ............................................. 50 ¿Qué significaba ser familia prominente? ..................................... 57 Ideario de la mujer en la colonia ................................................ 63 Razones para casarse, derecho romano ...................................... 68 Intereses para unir capitales familiares ......................................... 68 El normativo y condiciones para la entrega de dote .................. 72 El crédito eclesiástico ................................................................. 75 Conclusiones .................................................................................... 77 Bibliografía....................................................................................... 78 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 “Provecho muy grande y muchos bienes nacen del casamiento, y aun sin aquellos, señaladamente se levantan de él tres: fe y linaje y sacramento. Y esta fe es la lealtad que deben guardar el uno al otro el marido y la mujer, no teniendo él que ver con otra, ni ella con otro. Y el otro bien de linaje es hacer hijos para crecer derechamente el linaje de los hombres; y con tal intención deben todos casar1”… Santiago de Guatemala en la época colonial La influencia que recibió el reino de Guatemala durante la colonial por el domino Español, en su mayor parte durante el siglo XVI y XVII, se vio seriamente afectada por la dinastía de los Austria que había creado un sistema de señorío por extensión en los virreinatos; la realidad de cada uno de los virreinatos era muy compleja debido a la geografía que presentaba cada uno de ellos y la organización de los habitantes. 4 Para ellos utilizaron el adoctrinamiento religiosa como herramienta para transmitir su autoridad y que fuesen leales a la corona española, para asegurar que los bienes adquiridos durante la empresa de la conquista y colonización llegaran a las arcas reales y ayudaran a solventar la situación económica afectada por la construcción de vías alternas al comercio y las guerras en el continente europeo. Cabe señalar que los Austrias se vieron afectados severamente por las guerras y control marítimo a causa de los piratas que interrumpían el comercio marítimo, buscando otros mercados para sus productos, lo que de alguna forma fue beneficioso para los reinos de Guatemala, Perú, Nueva España, Filipinas y Holanda, con el fin de recaudar mayor cantidad de impuestos. Para establecer el nuevo sistema, el Estado se alió a las nuevas familias de comerciantes radicadas en la ciudad de Guatemala para quitarles el pode a las viejas familias criollas, 1 Óp. Cit. Las siete partidas de Alfonso X El Sabio. Ley cuarta. Título II De los casamientos. Ley 3. PP. 86 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 cuyas riquezas y productividad se había disipado. Luego, para debilitar el poderío de los sectores poderosos del régimen anterior2… El control sobre la administración política del reino de Guatemala recayendo el control del territorio en manos de la población española, para impedir que se formara una sociedad feudal porque significaba perder el control sobre los pobladores, creando instituciones que con el fin de representar la autoridad de los reinos de España sobre el continente americano, la Audiencia de Guatemala se categorizo como audiencia pretorial era independiente o al menos eso trataban de lograr en su funcionamiento para responder directamente ante el Consejo de Indias; a inicios del XVIII la nueva dinastía Borbónica hizo reformas a la administración territorial busco centralizar y mejorar administración, pero la administración de las provincias dependían de los créditos de los comerciantes capitalinos. Se consideraba el centro en el altiplano a Santiago por ubicarse el Corregimiento del Valle, 5 la capital del reino, que era la cede de carácter político-administrativo, social, económico y cultural, considerada el área céntrica de la Provincia de Guatemala lo que algunos autores llaman la capital del reino, de allí que recaiga gran cantidad de representaciones de instituciones que ayudaran a administrar los recursos. El corregimiento del Valle de Guatemala era una de las más importantes por abastecer de alimento, trabajo y otros productos básicos a la ciudad de Santiago de Guatemala, tenía una constante inmigración también españoles, era raro que los conquistadores venidos a América realizaran trabajos manuales porque los consideraban indigno, por lo que la mayora de encomenderos invirtieron su dinero en haciendas o en el comercio, las epidemias diezmaban la población y afectaban las siembras, lo que significo menos posibilidad de recaudar tributos. 2 Schumann Guerra, Ana Elisa. De la vida terrena a la vida eterna: manifestaciones de religiosidad ante la muerte en testamentos de la ciudad de Guatemala durante la época colonial. [tesis] USAC-Escuela de Historia. Departamento de Postgrado. Guatemala, octubre de 2012. pp. 34. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Para su división político administrativa se establecieron cabildos o ayuntamientos de españoles, dotando a los pueblos de indios autoridades locales, los cargos eran desempeñados por los principales del pueblo, con el fin de administrar, controlar y resolver los problemas específicos de los habitantes de los pueblos, villas comunidades. 6 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Mapa de Santiago de Guatemala, 1541-1773 fuentes: Atlas Histórico de Guatemala. Academia de Geografía e Historia. Jorge Lujan Muñoz (Director y Editor) Primera Edición. Guatemala, 2011. Pp. 109. El mapa ilustra la distribución de la población que habitaba en el centro, contaban con calles adyacentes a edificios públicos y casas de españoles y criollos, ubicados en el núcleo de la ciudad, se vieron modificadas por los terremotos e inundaciones porque el río Pensativo se desbordaba periódicamente, haciéndose necesario realizar reparaciones y nuevas construcciones realizadas por mano de obra indígena. La ubicación geográfica del Reino de Guatemala por encontrarse en la unión de varias placas tectónicas, su accidentada composición entre montañas, volcanes; esta propensa a constantes terremotos por los movimientos telúricos han influido en la vida y la cultura de 7 los habitantes de la región e incluso a que se considere a la arquitectura de ese entonces como barroco sísmico, en especial los que azotaban a la población que les hacía perder sus propiedades. Con el crecimiento de la población de Santiago de Guatemala, se iban distinguiendo los pobladores por la ubicación de su vivienda, quienes vivían en el centro de la ciudad gozaban de varios privilegios en comparación de quienes se ubicaban en las afueras en los barrios exteriores; por lo que los españoles ubicados en el centro de la periferia, eran quienes gozaban de una posición socio-económica más elevada en comparación del resto de la población, tenían más influencia política y de origen socioeconómico más elevado, con un nivel elevado de pureza de sangre procedente de los reinos de España que habitaban suelo guatemalteco. Aunque la Iglesia consideraba españoles a todos los individuos identificados como tales, se sabe que se hacían distinciones explicitas e implícitas. A juzgar por las evidencias del siglo XVIII, es obvio que se considera españoles muchas personas de ascendencia mixta. A partir del siglo XVI, algunos mestizos (sobre todo mujeres) fueron por completo absorbidos por las clases altas de la sociedad española. Es probable que a partir de la segunda mitad del siglo XVII, un gran número de personas entrara en el segmento español, como La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 consecuencia de generaciones producto del mestizaje y la movilidad ascendente. Como estos ‘nuevos españoles’, a diferencia de los que habían surgido anteriormente, no tenían padres conquistadores o encomenderos influyentes, no ascendieron a las clases altas de la sociedad española3. Los nuevos españoles llegados a Santiago vivían en la periferia de la ciudad, según Fuentes y Guzmán para distinguir a que estamento social pertenecía cada grupo social se podría definir por la condición de vida, el empleo, la posición económica y la elección de conyugue factores a considerar en qué lado de la frontera racial estaba situado. Un crecimiento poblacional se registra para el siglo XVII de manera rápida, probablemente habría crecido más si no se tomaban medidas para evitar sobrepoblación, por lo que se hizo necesario la emigración española y castas hacia el área rural para trabajar en las afueras de la ciudad; aunque algunos prefirieron tener una casa de habitación en el centro de la ciudad 8 y en las afueras tenían sus propiedades hacendatarias. Asimismo, la población de españoles y criollos que vivían en el centro de la ciudad también creció en el siglo XVII y los peninsulares advenedizos siguieron llegando a la capital. Por estas razones, la población española se vio obligada a comprar terrenos pertenecientes a los indígenas para construir sus casas, y fue así como los barrios de San Francisco, Santo Domingo y La Merced se convirtieron en barrios elegantes. En el siglo XVII también surgieron otros barrios como el de San Sebastián, de artesanos que eran mestizos, en su mayoría, el de El Tortuguero y el de Chipilapa, en el que vivían personas de ascendencia africana4. 3 Lujan Muñoz, Jorge (Director y Editor) Atlas Histórico de Guatemala. Academia de Geografía e Historia. Primera Edición. Guatemala, 2011. Pp. 253. 4 Óp. Cit. Schumann Guerra, Ana Elisa. De la vida terrena a la vida eterna: manifestaciones de religiosidad ante la muerte en testamentos de la ciudad de Guatemala durante la época colonial. [tesis] USAC-Escuela de Historia. Departamento de Postgrado. Guatemala, octubre de 2012. Pp. 183. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 9 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Los barrios de la ciudad de Santiago de Guatemala en 1690. El análisis que presenta Miles Wortman en su libro Gobierno y sociedad en Centroamérica. 1680-18405, incursiona en los ámbitos de la vida política, económica y social a lo largo del reino de Guatemala para la época colonial, por la consulta de fuentes primarias, el análisis que hace con respecto a los cambios en la transición de los Austrias a los Borbones, otro aspecto que señala que ayudo al modificar las relaciones entre pobladores, especialmente comerciantes fue la crisis añilera y la importancia de los comerciantes criollos que llegan a finales del XVII e inicios del XVIII y paulatinamente fueron realizando cambios para dar paso a independencia de Centroamérica. Un grupo que no puede dejarse de lado eran los artesanos que tenían una importante función a lo largo de la vida colonial, especialmente en asuntos religiosos, eran quienes aportaban mano de obra o hacían pequeñas obras piadosas como regalos de imágenes; el 10 papel que tuvieron en la religiosidad popular, la apertura a que participaran en las ceremonias religiosas. La ciudad nunca tuvo murallas alrededor del área de población predominantemente española en el centro de la ciudad, pero el término “extramuros” de la ciudad era frecuentemente usado al describir la ubicación de los barrios en las afueras de la ciudad. Este término parece haber estado reservado para describir a esos barrios que tenían cabildos indígenas semi-autónimos y/o una población predominantemente no española. “Extramuros” definía los sectores de la ciudad que se creían no-españoles en contraste con el centro español, aunque lo opuesto “intramuros” nunca, fue usado. Mientras que los muros no existían alrededor del sector español, se podría argumentar que una combinación de factores económicos (el valor alto de las tierras) y temor por parte de los españoles hacia la población no-española, creó un alto muro imaginario o una barrera, segregando al español rico y de medianos ingresos de las masas urbanas (“la plebe”), la mayoría de los cuales residía en los barrios de la periferia. Sin embargo, las mismas barreras económicas también excluían a los españoles pobres. Estos más frecuentemente vivían y se casaban en los barrios multirraciales, que en el casco de la ciudad6. 5 Wortman, Miles. Gobierno y sociedad en Centroamérica. 1680-1840. San José. Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA). Pp. 395. Citado en De la vida terrenal a la vida eterna. pp. 28. 6 H. Lutz, Christopher. Historia sociodemográfica de Santiago de Guatemala. 1541-1773. CIRMA. Guatemala, 1982. Pp. 68. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Se estima según Webre que la calidad de miembros de los grupos sociales era tan movible, que al analizar a las familias criollas terratenientes a pesar de sus esfuerzos no lograron monopolizar política y numéricamente el Cabildo. Era dominado por los españoles de nacimiento, para Webre el cabildo del siglo XVII estaba compuesto por criollos viejos, criollos de transición y criollos llegados (se basaba en el hecho de que ambos padres, uno solo o ninguno de ellos hubiera nacido en Guatemala), muchos de la primera categoría descendían de los conquistadores, los segundos eran hijos de matrimonios entre criollos viejos y recién llegados. Es de señalar que eran de origen peninsular o de otro país europeo o México los pertenecientes al tercer grupo, en su mayoría eran comerciantes, o funcionarios con promesa de cargo, o ambas cosas. De esta clasificación hecha por Webre también señala el grado de poder que manejaban en la ciudad de Santiago por lo tanto que los españoles recién llegados eran quienes ocupaban 11 los cargos relevantes en el Cabildo y otras instituciones importantes en la administración colonial, por la posición que ocupaban en el Cabildo, actividades económicas; influían en la mayoría de decisiones cuidando sus intereses, dado que gozaban de acceso a cargos y privilegios fuera de toda proporción con su número en la sociedad española local. Los cambios y permanencias en el sistema colonial de tener al frente a un grupo social que ocupase los principales cargos, el paso gradual de generaciones fueron modificando las atribuciones con que eran recibidos los migrantes procedentes de España y el resto de América, ubicados en Santiago de Guatemala así como en los alrededores del suelo guatemalteco, a finales del XVII. Según indica Webre el Cabildo no era quien mantenía el poder de las principales instituciones en la colonia, sino que los cargos principales eran administrados por grupos de familias de comerciantes recién llegados, por varios motivos y entre los principales estaría el que contaban con contactos o amistades que ayudaban a ejercer influencia para ejercer cargos y obtenerlos para ser ejercidos por personas de su confianza por medio de amistades afines a los intereses ligados a la localidad más que a España, tal como lo describe Webre La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 incluso Fuentes y Guzmán se quejaba del trato preferencial que España tenía hacia los comerciantes recién llegados y los dueños de obrajes de añil. El comercio en la época colonial, en su mayoría radicaban en la capital del Reino de Guatemala, por ser quienes tenían influencia en el gobierno por ocupar cargos públicos, también influencia en la iglesia porque familiares de ellos eran sacerdotes tanto en las ordenes regulares como del clero diocesano, tenían hermanas que eran monjas profesas en algún convento, para este caso de ser procedentes de España en su mayoría habitan en el Convento de la Purísima Concepción o en de Santa Catalina. En cuanto a los artesanos se puede decir que en ese momento era una labor familiar y los hijos eran quienes aprendían la labor del padre, ejercían la labor al morir heredando el taller y las herramientas, en algunos casos hasta los clientes; un ejemplo es Felipe de la Cru7z 12 que ejercía el oficio de herrero en el grado de maestro, vivía en una casa cubierta de teja en el barrio de San Sebastián, al momento de morir en su testamento indicó que heredaría sus herramientas a sus hijos varones porque ellos también eran herreros. La estratificación social “La población no indígena del Reino de Guatemala estuvo constituida en un principio por los españoles conquistadores y colonizadores; después también por los criollos (españoles nacidos en América), así como los mestizos y la población de origen africano esclava y libre. Pronto la mezcla entre blancos, negros e indios produjo mestizos, mulatos, zambos, pardos y una serie de otras denominaciones, las llamadas “castas”, que engrosaron dicho segmento poblacional. A partir del siglo XVIII se fue generalizando paulatinamente el término ladino como único para designar a la población no indígena mezclada, con excepción de blancos (peninsulares y americanos). La mayor parte de esa población se ubicaba inicialmente en el centro del poder político y económico, la ciudad de Santiago. Desde allí empezó a desplazarse a todo el Corregimiento del Valle, región de mayor aculturación, donde existía numerosas labores de trigo y haciendas de azúcar y ganado propiedad de españoles y criollos8” 7 AGCA. A.1.20 leg. 680 exp. 9173 fecha 27 de octubre de 1672. Fol. 325a. Escribano Pedro Contreras. Testamento de Felipe de la Cruz. Citado en De la vida terrenal a la vida eterna. Pp. 72. 8 Ibídem. Atlas Histórico de Guatemala. Academia de Geografía e Historia. Pp. 158. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 El prestigio social era una de las categorías utilizadas para justificar el somete al resto de la población, el considerarse parte de determinada posición jerárquica, por tres principales aspectos como el nivel económico al que se pertenecía, el prestigio social y los cargos públicos que pudiesen desempeñar. Pero existe gran variedad de categorías para nombrar la organización de grupos sociales disparejos y tan complejos para analizar, entre las categorías para nombrarlos están las capas sociales, estamentos, estamentos, clases, etcétera. La forma de categorizarlos aún está siendo estudiada por los expertos, discutiendo los referentes para cada unidad de análisis traducida en categorías para analizar la organización colonial de la sociedad. El que Santiago fuese una ciudad colonial durante el XVII, se debió a ser una extensión de 13 directa de España por el modelo económico y la forma de organizar a la sociedad, tres estamentos que le sirvieron como unidad de análisis para explicar las relaciones que se daban entre la nobleza, el clero y el estado llano, cada uno con sus propia legislación y características que lo definen, por ejemplo se asignaban fueros (leyes), privilegios y obligaciones diferentes. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 14 Según Christopher Lutz, la ciudad la ciudad de Guatemala alcanzó su máxima población alrededor de 1650 y mantuvo ese nivel hasta finales del siglo XVII. Para 1650-1660, Lutz da la siguiente composición sociorracial de Santiago: Grupo sociorracial Total Gente ordinaria Españoles Indígenas tributarios número 32,417 21,717 5,600 5,100 porcentaje 100 67 17 16 Entre la propia población indígena existían caciques o señores maceguales o gente común, esclavos y ciervos, es decir, que y existía una organización social; misma categorización se repite en los libros de las parroquias de ciudades, como el claro ejemplo de la Parroquia de San Sebastian: en que se clasifican así: españoles: blancos, de origen europeo, que incluían La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 a los criollos; la gente ordinaria: mestizos mezclados con negros, gente no europea y no indígena; y los indios. Si se toma como referente la pigmentocracia, es decir, justificar la posición socioeconómica de la población por el color de la piel, los españoles formarían la cúspide o posición principal de la organización colonial, luego irían los indios como intermedios entre los esclavos africanos que serían la base; mismo argumentos que se utilizaron para justificar la esclavización de la población africana por carecer de alma por no ser de tez blanca, y ser castigados por los hijos legítimos de la religión católica a estar en total y absoluto sometimiento por los pecados adquiridos. Los diversos grupos que conforman la sociedad colonial en Santiago de Guatemala, se organizó por las modalidades de distribución de la riqueza, el espacio geográfico y 15 relaciones económicas, políticas; la participación en los procesos institucionales articulados en factores jerárquicos, raciales y de prestigio social relacionados con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios. La disposición de que los funcionarios reales ni sus familiares celebraran esposales con mujeres residentes en su jurisdicción, dio como resultado la más marcada división entre los criollos y peninsulares, no sólo se observa en las familias sino aun entre los religiosos9. La institucionalidad colonial seguía el patrón instaurado desde la conquista ideológica mediante la herencia de principios fundamentales tales como el aceptar la coexistencia de diversas culturas; la sedimentación de la sociedad colonial por ello la existencia de dos repúblicas, el papel de la audiencia como órgano representante de la dominación española en Santiago, reflejando el sometimiento, papel y espacios políticos que solo eran permitidos para un estrato social; el carácter ideológico reflejado en la religión católica. 9 Rubio Sánchez, Manuel. Status de la mujer en Centroamérica 1503-1821. Editorial José de Pineda Ibarra. Primera edición abril 1974. Guatemala. C.A. Pp. 89. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 El urbanismo como la concentración de ciudades como la entidad que tenían representatividad ante el cabildo como institución clave para la vida colonial, como figura de los conquistadores y sus descendientes, pobladores españoles comunes, gremios de artesanos y comerciantes; teniendo un representante de los principales gremios velaban por sus intereses, un ejemplo claro sería el que los comerciante como señala Palma Murga velaban por sus intereses en el consejo municipal un beneficio a sus pretensiones y cuidar que no se aumentaran los impuestos por compra y venta de mercancía, así como la delimitación geográfica. El cabildo llego a considerarse la máxima expresión de localidad y monopolización de espacio político, para frenar espacios a la población común que vivía a las afueras de del casco urbano; en las áreas consideras rurales de poco desarrollo, condiciones de acceso e intercambio de productos. 16 El cronista Fray Antonio Vázquez de Espinosa describió cómo lucía la ciudad de Santiago en 1620: “Las calles bien trazadas y derechas, tiene la plaza principal que es muy buena y cuadrada, en el ángulo que está al noroeste está la Iglesia catedral… En el mismo ángulo las casa obispales. En el otro ángulo que está casi al sur, están las casas reales, muy grandes y capaces… Enfrente de este ángulo de las casas reales casi al norte, es el otro todo de portales de muy buena fábrica, en éste están los escribanos y algunas tiendas de mercaderes. El otro ángulo que está enfrente de la Iglesia catedral es también de portales, todo de muy buena fábrica, en el cual hay mercaderes y otras tiendas de pulperías, a un lado de la plaza hay una fuente de agua muy buena, de donde se provee mucha parte dela ciudad, aunque muy abastecida de ella…”10. 10 Luján Muñoz, Jorge [editor general]. Historia General de Guatemala. Tomo II. Guatemala: Asociación de Amigos del País-Fundación para la Cultura y el Desarrollo, 1997 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 En cuanto a ubicación geográfica A) parte dominante la sociedad española: Entre ellos destacan quienes podían acceder a los puestos públicos como: funcionarios, encomenderos, comerciantes, clérigo; aunque en un principio era un espacio para los encomenderos pero pronto se unieron a ellos quienes fungían en cargos en las de gobierno, comerciantes, tratantes y personas con oficio de artesano especializado, de allí la importancia de ser instruido por un miembro del gremio de artesanos. Si consideramos los privilegios que los españoles tenían no solo como grupo social también 17 podríamos incluir las condiciones en que ellos vivían, por ejemplo el abastecimiento de agua a los barrios que tenían muchos españoles era más adecuado y rara vez carecían del vital líquido, el centro de Santiago era dominado por granes casas españoles y por las instituciones públicas por lo que las diferencias raciales socio-económicas eran muy marcadas, según la distribución hecha por Murdo J. MacLeod, en su obra Historia Socioeconómica de la América Central Española 1520-1720, marca la importancia del centro como regiones que se establecieron con una población predominantemente no indígena. El funcionario mayor venía al nuevo mundo con promesa de cargo, en su mayoría procedente de la península ibérica, algunos retornaban a ella al no poder concretar uniones económico-social solidas en el peor de los casos, de lo contrario en un intento por estabilizarse y emparentar para logar movilidad social a través de alianzas familiares con el fin de unir prestigio peninsular y riqueza criolla, que los mantuviese en la cumbre. El comercio actividad que llego a convertirse en principal actividad especializada o para quienes emprendieran negocios familiares prósperos, e allí la importancia de conocer rutas comerciales que les permitiesen ganancias con la menor cantidad de pérdidas económicas, La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 ya sea de manera interna pero preferiblemente externa, ateniéndose a los gastos para defender sus territorios y comunicación, el cuidado de la producción comercial. Un grupo importante son los comerciantes que surge en el XVI, quienes lograron prosperar tenían miembros que los representasen en cargos de tipo político, que se vieron amenazados por la llegada de los peninsulares designados por la Corona española; ocupando cargos altos que eran determinados por la riqueza, por lo que unieron capitales familiares, utilizando el matrimonio con intereses expansivos casándose con las hijas de antiguas familias que vivían en los alrededores de los centros urbanos. La atribución de poder que otorgaba el cabildo, por ser un grupo abierto se apertura la participación de peninsulares (españoles nacidos en España, que serían los nuevos ricos emergentes, generando una lucha entre aquellos venidos en la empresa de colonización), y 18 criollos, con estos mecanismos de incorporación de peninsulares que se emparentaban con familias prominentes con hijas que podían contraer matrimonio con quienes lograban hacer fortuna en el Reino de Guatemala, ya no era necesario ir a España a buscar esposa y propiciar la migración femenina, para los españoles viejos significo pérdida de riqueza y poder político. El arzobispo García Peláez, dice que “Los españoles, que se habían dividido los unos de los otros en criollos y europeos se unieron entre sí para distinguirse de los pardos y diversificarlos aún en el vestido, velando por una ley a las negras y mulata llevar joyas galas y permitiéndoles solamente el uso de mantelinas; con lo que multiplicándose notablemente las gente parda y tomando importancia en la sociedad, resultó una especie de rivalidad, que no tardó en darse a conocer11. B) Actores sociales intermedios: Los mestizos y mulatos (libres) habitaron espacios cercanos a los españoles o cercanos a la poblaciones indígenas de sus alrededores, considerado un sector amorfo (con 11 De Paula Gacía Peláez, Francisco. Tomo II, pp 33. Citado en Status de la mujer en Centroamérica. Pp. 88. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 reconocimiento legal pero sin derechos); participando subordinadamente y asimilados o rechazados por los indígenas; en un intento de ruralización se ubicaron en espacios que les permitieran realizarse como ganadero o agricultores. Se da un notable crecimiento en la segunda mitad del XVII en una convergencia entre: mestizos, negros, indígenas y españoles empobrecidos, que ejercían cargos como artesanos o trabajadores del campo subordinados a los españoles ricos (siendo vulnerables a las normas de subordinación directa, clientelismo y compadrazgo), que más tarde serian nombrados “castas”, en el libro de registro de matrimonios de la Parroquia de San Sebastian los cataloga como gente común12. C) Actores sociales marginados de derechos y medios de producción: 19 a) Población indígena La población indígena era tomada por los españoles y puesta a trabajar en las unidades de producción de los españoles, misma situación que tomo especial interés del consejo de indias, proclamando las leyes nuevas por las cuales les permitían tener un día para descanso para asistir a misa y jornada laboral establecida en lugar de las largas jornadas que estaban terminando con la población trabajadora, por las condiciones infrahumanas y la mala alimentación, además de esta sujetos a la encomienda. En cuanto a la forma de ver a los indios por parte de los reyes católicos como vasallos libres, justiciando el pago de tributos, también el especial interés de casarlos por el significado y cantidad de impuesto a pagar, que no era desconocido para ellos, desde la 12 AHAG. fondo antiguo. Libro en que se escriben y asienta las partidas de los desposorios y velorios de los feligreses de esta parroquia de el Señor San Sebastian de esta Ḉiudad de primero de Henero de este año de 1673, siendo cura rector de dicha Parroquia el Bachiller. Don Antonio Vejarano y Valdes, año de 1673. Es de gente ordinaria este libro, como son mulatos, mestizos, negros etcetera. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 existencia de los señoríos en el periodo clásico el tributo era el elemento por el cual se sustentaba las necesidades de la aristocracia aglomerada en la metrópoli. Se sostenía que los indios no podían vivir fuera de tutela de los españoles, ya que ellos los guiarían por el camino del bien, alejándolos de la adoración a los dioses paganos que ellos adoraban a la naturaleza en sus diferentes manifestaciones, posteriormente se otorgó mayor poder a la Audiencia como encarga de tasar los pagos correspondientes, eliminar o disminuir el despojo de tierras y el trabajo excesivo, prohibiendo que los indios trabajaran en las minas o trapiche azucareros. La encomienda como institución declina a finales de XVII, por el cultivo del añil y la ganadería, la disminución de la población indígena, las nuevas encomienda se dificulta para 20 ser impuesta por la Corona; el que los piratas o corsarios europeos, bloquearan los puestos de las costas significaban la detención del comercio, se destinaron ingresos para cubrir la defensa; imponiendo la media annata. En cuanto al acceso de la tierra como propiedad inmueble, los indígenas no tuvieron acceso a la misma, sino se situaron aislados de los españoles; sobreexistiendo dos modalidades de población la de los pueblos considerados ciudades y la de los pueblos de indios con su propia legislación e incluso con su representación en las alcaldías indígenas. El despojo de tierras era constante abuso para la población mediante la usurpación y otros mecanismos aludidos, aumentando la tenencia de la tierra en manos de la iglesia y colonos españoles, ya en el XVIII fueron los ladinos quienes invadieron los márgenes de la población indígena particularmente en el altiplano occidental como sería Momostenango, Quiché, Los Cuchumatanes, entre otros. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 b) Población africana Se les tenía por verdaderos esclavos, el papel que jugaron en los trabajos de producción añil, azúcar, minería, servicios personales; comprados como una propiedad mueble, adquirida previo a un examen de defectos físicos, para calificarlos como un “pieza” en óptimas condiciones ser joven, de condición física estable para realizar las labores para determinar el precio a pagar por las condiciones que presentaba; por lo general marcados con el fin de diferenciarlos y que no se confundiesen entre los demás trabajadores. Se les clasificaba de acuerdo a su edad mulequin (hasta los 6 años y equivalía a media pieza), muleque (de 6 a 12 años), mulecon (de 12 a 18 años), dependiendo de la demanda y el precio a pagar según las especificaciones y condiciones del mismo. El tráfico de esclavos se generaliza en el Caribe en la primera mitad del siglo XVII, 21 beneficiando a las potencias europeas, creciendo la demanda entre los colonos españoles, e incluso algunos miembros de las órdenes religiosas como los dominicos que también destacaron en la defensa de los indios; preferían comprar bosales capturados en África sin tener contacto con la civilización occidental, una inversión a futuro ya que se suponía que era más fácil cristianizarlos, resistían al clima y con óptimas condiciones para desempeñar tareas pesadas. La esclavitud y el tráfico de negros no era penalizado por la iglesia, aunque es claro que los dominicos poseían muchos esclavos africanos para realizar las faenas en el ingenio azucarero: el caso particular de San Jerónimo, Baja Verapaz, que aún se conserva parte de los vestigios arquitectónicos de la producción de azúcar desde comienzos de la colonización (entre 1540-1550), propiedad de algunos dominicos que vinieron acompañando a Fray Bartolomé de las Casas. Aunque claro está que los negros no estaban no estaban sujetos a pago de tributo, a menos que pagase su libertad u otro mecanismo, por lo que pagaban a la corona dos tostones al año, así como el pago de la alcabala y almojarifazgo; en el convento de Purísima La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Concepción el tener a una esclava negra era para compañía de las religiosas o para realizar trabajos menores, aunque se han encontrado 6 casos de compra de la liberta para mulatas. En la década 1550, los hispanos introdujeron a los primeros esclavos africanos, en número apreciable y en su mayoría varones. Estos también se mezclaron con los indígenas, mestizos y españoles, y los descendientes de todas aquellas amalgamas biológicas constituyeron la categoría denominada, durante la Colonia, “castas”, que fue, asimismo, una población de difícil ubicación. En los siglos XVII y XVIII, el nombre genérico de castas incluía a todas las personas marginadas de origen mixto, es decir, mestizos, mulatos, pardos, ladinos, etcétera13 En 1690 la población africana disminuyo siendo sustituidos por mulatos que ofrecían sus 1servicios a los españoles en residencias citadinas, mientras que a los esclavos negros los enviaban a trabajar en el área rural donde se encontraban las haciendas, que ejercieron un trato cruel con la población indígena que estaba a su cargo, que disminuía por las 22 enfermedades. ¿Cómo se definía la relación entre hombres y mujeres? En la colonia existía un fortalecimiento de las jerarquías sociales, clasificando a grupos sociales en espacios geográficos, públicos y privados, siendo evidente la escalas de relaciones entre hombres y mujeres también; la mujer toma un deterioro de su condición femenina en los núcleos familiares, llevando a la condición de dependiente durante su niñez sometida a la tutela de los padres, de decidirse por el matrimonio en la figura de protección y sumisión hacia su marido; en el caso de tomar la vida religiosa este resguardo le era proporcionado por la abadesa como madre amorosa que salvaguarda de las monjas novicias, profesas, pupilas dentro de la clausura. 13 Disponible en línea en: http://epocacolonialdeguatemala.blogspot.com/ fecha de consulta 24/03/2014: 12:04pm. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 En el momento de presentarse ante instituciones judiciales, civiles y eclesiásticas; si fuere el caso de los hombres los rasgos que los distinguían de los demás era el lugar en que habían nacido, origen, vecindad y oficio que desempeñasen, así sería el lugar que ocupaban dentro de los gremios bien fuere el caso de ser profesional o aprendiz del oficio que desempeñaba, el desempeñar un cargo público los colocaba en un grupo aparte en una elevada posición social, sobrando información sobre su identidad si era mulato libre o ex esclavo. En el caso de las mujeres aún si eran parte de la aristocracia o subordinadas, compartían una identidad común más allá de su pertenencia social, la información por la que se podían rastrear era por su nombre, la edad, estado conyugal con una institución familiar o religiosa a la que perteneciera, las demás información era considerada de sobra a excepción del estado de doncella, esposa de, para definir un estado civil en relación a un hombre; de 23 pertenecer a un convento sería novicia, monja profesa del convento de la orden, ubicado en la provincia, fundado en el año X, por la monja profesa proveniente de tal país, siendo cura rector. El estado femenil en la sociedad hispana las definían estadistas y filósofos como doncellas, casadas, viuda y monja, dejando que la mujer únicamente se desarrollase en ese momento en los ámbitos de la vida doméstica o los espacios religiosos, el lugar que normalmente debía ocupar una mujer sería el del matrimonio y la familia, para justificar el papel que debía cumplir en la sociedad; algunos moralistas de la época llegaron a considerarlas inconstantes, parleras, móviles y emocionales, por lo que justificaban el que a lo largo de su vida se vieran tuteladas por temor a que fuesen detractoras de la honra familiar. En las relaciones entre conyugues de carácter de pertenencia la mujer se debía a su esposo con total entrega y sumisión, comportándose decorosamente y únicamente en los espacios en que se le fueron permitiese incorporarse, en la intimidad el hombre tenía total disposición sobre el cuerpo de su esposa como señor y cabeza de familia, en los discursos de tratadistas se llamaba a los maridos a amar a sus mujeres, tomar como compañera y La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 hermana de las cargas familiares, e incluso las bases bíblica de Génesis 2:24, Proverbios 5:18-19, Eclesiastés 9:9, Sn. Marcos 10:7-8, Efesios 5:25-28, y las amonestaciones en Éxodo 20:14-17, Hebreos 13:414. Parentesco consanguíneo o por afinidad Los vascos emigrantes en América debieron adaptarse al diferente entorno jurídico que regulaba los sistemas de herencia en su lugar de procedencia y en su nueva residencia. En época española imperaba en todas las Indias el derecho castellano; tras la independencia se mantuvo en lo esencial, si bien con ciertas modificaciones. En ambos en tornos, los emigrantes vascos trataron de adaptar las posibilidades jurídicas que le ofrecía el derecho americano a las costumbres hereditarias propias del sistema troncal15. 24 Las formas de sucesión de los bienes familiares buscan garantizar la permanencia de la unidad de la propiedad, el orden en que van enunciados cada uno de los beneficiados en un testamento, el grado de proximidad sanguíneo o político, las disposiciones a cumplir para ser entregados cada uno de los bienes muebles, la representación de los hijos legítimos heredados, e incluso el que también se tome en cuenta a todos los integrantes de la familia pero en el caso de los que tomaron la vida religiosa renuncian a sus leimas maternas y paternas antes de profesar en la vida religiosa, cediéndolas a los integrantes de la familia o imponiéndolas a una obra pía. Otro ejemplo de la dote lo tenemos en el caso de Juan Bautista de Aleyega y Arrevillaga, casado con doña Agustina de Rosas y Castro que reclamó la dote perteneciente a su matrimonio. Esta montaba 14,400 pesos… “y también, tres mill pesos que la dicha doña Ysavel de Casto y de la Serda, mi señora asigna y señala a la dicha mi mujer en el valor de las casas de su morada que primero lo fueron del Capitan Antonio Lorenzo y doña Ysabel de la Paz su mujer difunto, que lindaba 14 __________Sociedades Bíblicas en América Latina. Las Santa Biblia, antiguo y nuevo testamento. Antigua versión de o Casiodoro de Reina (1960) Impreso en Corea, 2012. 15 Siegrist de Gentile, Nora L. Herencia de legados en sucesiones vascas en Buenos Aires, 1750-1845. CONICENT-CEMLA. Buenos Aires. Disponible en línea en: http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/vasconia/vas28/28249259.pdf. 24/02/2014:1:55pm. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 por la banda del norte con cassas de doña Lorenza Carmona y por la del poniente con las del Maestre de Campo Joseph Agustin de Estrada y enfrentan por el oriente con cassas del Rexidor Luis López de Andravide, y por el sur la del Maestro de Campo don Sancho Albarez de las Asturias y Nava…16 La sociedad de Santiago de Guatemala heredo el sistema de parentesco español que era y sigue siendo patrilineal, por ser el apellido del padre el que se le hereda a los hijos e hijas, pero en el momento de transmitir el patrimonio familiar puede ser la madre y el padre quienes sedan los derechos a los hijos habidos durante el matrimonio, ambos sexos heredaban de igual forma, la única garantía era que fuesen hijos legítimos. El paso de los bienes familiares a los miembros, el caso más común era de padres hacia los hijos, pero esto no significa que tíos no pudiesen heredar a los sobrinos y sobrinas o de hermanos que no habían tenido hijos e hijas para heredar, le cedieran los bienes familiares a 25 los hermanos o hermanas menores, una vez alcanzada la mayoría de edad se podía hacer uso de los bienes materiales correspondientes por ser quienes sucederían en el derecho a administrar la riqueza familiar a su antojo, a excepción de existir cláusulas que lo impidiesen. En el momento de bautizar a un niño en la Iglesia, los padrinos llegaban a formar parte de la familia, para el resguardo de la vida espiritual que se veía reforzado por la confirmación, por tal razón el Concilio de Trento prohibía la unión matrimonial entre padrinos y ahijadas o ahijados con la madrina; por el cuidado de mantener el parentesco espiritual con los fines con que había sido instituido en los estatutos de la religión Católica. Las relaciones personales entre la elite y las capas más humildes, a través del compadrazgo y relaciones de patronaje, pueden haber sido elementos esenciales en la estabilidad de la sociedad hispano-guatemalteca. Pero a esas de esta armonía aparente entre elite y grupos subordinados17… 16 17 AGCA. A1.43. exp. 42,329 leg. 4,973 fol. 9-13v. H. Lutz, Crhistopher. Historia socio-demográfica de Santiago de Guatemala. Pp. 370. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Los padres consanguíneos estaban obligados a criar a los hijos proveyéndoles todo lo necesario para su sustento, como el alimento material como espiritual, vestido y habitación según sus riquezas y facultades, del mismo modo los hijos e hijas a no ser ingratos con sus padres cuando puedan y estos necesiten, formar en ellos el amor a los principios religiosos. Los estudios genealógicos que permiten un acercamiento de los individuos, haciendo un recuento de los integrantes que cada familia que en su mayoría son investigaciones que llevan tiempo para rastrear hasta los últimos herederos, en este sentido la demografía nos permite hacer una discriminación por espacio geográfico sin abarcar grandes distancias que en años se podría abarcar en una investigación que ayude a delimitar en espacio y tiempo que sea posible describir y valorar los datos nos pudiera ofrecer. Los puestos importantes que ocuparon los españoles que a pesar de todo eran extranjeros 26 que ocuparon cargos importantes dentro de la sociedad de Santiago de Guatemala, su importancia socioeconómica en el contexto, tomando la estructura familiar durante la colonia en la coyuntura decimonónica vigente en los aspectos de parentesco y las relaciones sociales. El conocer las implicaciones políticas que implicaba las alianzas de parentesco, en los diferentes ámbitos que se desarrolla la sociedad colonial, jugara un papel esencial en las relaciones sociales que se verán modificadas por las alianzas de parentesco, y como Ann Twinam aporta entre lo público y lo privado de las relaciones estrechamente basados en la amistad cada vez más reducidos y privados, pasando de la endogamia nacional a la endogamia de clase, el emparentar con familias guatemaltecas estableciendo relaciones de parentesco entre ambas familias ya que dan una serie de convergencias a nivel socioeconómico. El parentesco como una forma de articular dentro de los límites o privilegios de las relaciones en el entorno económico-social de la familia, como reminiscencia del antiguo régimen en que la familia servía como modelo a las relaciones sociales y políticas, que normaban el comportamiento de los miembros de la familia; el principal peligro era el La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 cuidar la esfera de lo “Privado” por afectar la vida social, económica y política, de la organización de los grupos sociales. El que las comunidades españolas tuvieran privilegios ante los pobladores originarios era evidente, por la vinculación que habían tenido con la corona española, que habían tenido que abandonar por incursionar en el comercio con el nuevo mundo, llegando a Santiago de Guatemala y vincularse con las familias prominentes, para mantener su condición de beneficios y oportunidades inversoras, dándoles un aire de castas privilegiadas. El interés de unirse familias españolas con guatemaltecas radica en amalgamar el ejercicio de la profesión mercantil con la ciudadanía honrada, por lo que no importando si son familias de contextos y procedencia geográfica distinta no sería impedimento sino un beneficio de promover lasos económicos que practicasen la tradición mercantil, y su relativamente proximidad a la posición nobiliaria, que posibilita la permeabilidad de 27 establecer relaciones de parentesco y fortalecimiento de la vía de establecer lazos de parentesco estables. En el cuerpo de los testamentos es notable encontrar la figura de las albaceas, tutores, administradores etc., que por lo general aparecen como última voluntad de quienes ya están en los últimos momentos de su vida y temen porque sus hijos queden resguardados de toda necesidad económica, pero que también tengan a una persona mayor quien vele por sus intereses económicos y no descuide el patrimonio familiar, por lo general son familiares de la esposa debido a que por la diferencia de edad era el esposo el primero en morirse o la madre pero eran raros los casos; la figura de las albaceas o tutores de los huérfanos es básica para controlar la fortuna mientras los hijos e hijas lleguen a la mayoría de edad y puedan hacerse cargo de los negocios familiares, disponiendo de los bienes familiares. … Webre sostiene que los criollos no dominaron el consejo municipal o la económica local de Santiago de Guatemala en el siglo XVII. El hecho de que las familias criollas poseyeran cantidades impresionantes de tierra no significaba que fueran poderosos, ya que la tierra per se tenía poco valor comercial. La verdadera riqueza estaba en el comercio. El conflicto La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 entre los peninsulares y los criollos, afirma Webre, pudo haber sido una exageración. Muestra, por ejemplo, que los miembros del primero grupo, especialmente los jóvenes solteros, al llegar de España, se casaban con alguna de las hijas de las familias criollas locales. De modo que podríamos aseverar que los peninsulares se infiltraron n interés creado. Los inmigrantes españoles, cuya cifra es difícil de determinar, llegaron evidentemente conectados por lazos y redes familiares bien desarrolladas. Siendo ricos, podían casarse en la localidad y con frecuencia pasar rápidamente a formar parte de los niveles más altos de la elite local. Webre descubre que, económicamente, las familias criollas más antiguas eran las menos adineradas y, políticamente, las menos poderosas de la élite de la ciudad. Sus rangos variaban mucho, mientras que algunas familias ascendían en estatus y poder, otras decaían18. Las nuevas relaciones de parentesco hasta cierto punto eran con fines asistenciales de mutua colaboración ya que regulaba el sistema de relaciones familiares, de mutua cooperación doméstica, en base a las relaciones de parentesco se articulan las actividades económicas y las posiciones sociales-políticas, de allí que radique la importancia de 28 relacionarse como único medio de subsistencia económica; por ello la insistente necesidad de homogeneidad de sus relaciones de parentesco que les permitan pertenecer a las familias prominentes. Patrimonio familiar, herencia romana «paterfamilias» A pesar de la fuerte tradición patriarcal cristiana, de la herencia musulmana y de la gravitación de los códigos de honor que subordinaban a las mujeres, éstas tuvieron acceso a la propiedad y a la herencia, así como a importantes derechos consuetudinarios y formales, según las siete partidas y las leyes de toro, que establecieron las coordenadas legales que rigieron durante siglos la sociedad ibérica, hombres y mujeres tenían iguales derechos al patrimonio familiar por lo menos al principio.19. Los bienes que llegasen a poseer los miembros de una familia eran heredados a los hijos e hijas, en el momento de establecer una relación de intercambio de bienes como los el 18 Webre, Stephen Andrew. The Social and Economic Bases of Cabildo Membership in Seventeenth Century Santiago de Guatemala. [Cometario] tesis (Doctorado, Historia). New Orleans: Tulane University. ix, 373 págs. 19 Charles, Boxer, Women in Iberian Expansion Overseas. Some Facts, Fancies and Personalities. 1415-1815, (New York: Oxford University Press, 1975), p. 52. Citado en Pecados Públicos La Ilegitimidad en Lima, siglo XVII. María Emma Mannarelli. 3era edición Lima, Perú 2004. ISBN: 9972-610-66-7 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 matrimonio se establecían acuerdos económicos, políticos y sociales entre familias; por tal razón era necesario establecer acuerdos no solo económicos de los bienes que aportaban los contrayentes a su nueva familia, mismos que serían heredados a los hijos e hijas habidas durante el matrimonio, de lo contrario retornaría a la familia, quedando en ellos el decidir qué harían o en que invertirían los recursos económicos. El patrimonio como lo define Scriche “cualquiera que sea el titulo con que se hayan adquirido, más en un sentido este concepto se toma sobre los bienes o hacienda de una familia que recae en una persona por sucesión de sus padres o abuelos. De aquí que se llaman bienes patrimoniales los bienes inmuebles o raíces que uno tiene heredados de sus ascendientes; a diferencia de los bienes adquiridos o de adquisición, que son los que se ganan por cualquier otro título que no sea el de sucesión de sus mayores”. En cuanto a la organización de la familia Antonio Gil Ambrona señala que era de forma piramidal, en el cuyo caso la mujer tenía lugar de inferioridad por ser únicamente 29 consideradas herederas del linaje familiar y útiles para procrear y asegurar la permanencia de la familia mediante la sucesión de los hijos; el paterfamilias era una situación que solamente le correspondía al varón. En algunos testamentos hay información sobre las relaciones familiares, las actividades económicas que desempeñaban las personas y la forma en que afrontaban los momentos de crisis. En la mayoría de casos, los matrimonios se mantenían unidos, los conyugues trabajan juntos y aportaban dinero para mantener a la familia… La relación entre padres e hijos, generalmente era pacífica, los hijos aprendían el oficio de sus padres y en muchos casos, trabajaban con ellos al llegar a la edad adulta, ya fuera en el taller artesanal, en el almacén familiar, labrando la tierra, criando ganado20… El padre era quien heredaba a la familia, para entonces vigente la estructura patriarcal de la familia no solo el apellido sino las posesiones económicas a la descendencia, de allí que quien tomaba las decisiones dentro de la familia recaía en la figura masculina, por tal razón los hijos e hijas menores le debían total obediencia y sumisión, aún si estaban casados por 20 Ibidem. De la vida terrenal a la vida eterna. Pp. 76. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 ser resguardados en el cuidado del padre como jefe de familia, la patria potestad solo cesaba con la muerte del padre21. A la muerte del padre el legado de ser quien dirigía a la familia y se ocupaba de las atribuciones jurídicas dentro de su familia, por lo general recaía en el primer hijo varón; para las mujeres no existía tal atributo y vivían tuteladas y subordinadas a la figura masculina, desde el padre durante sus años de infancia, al momento de casarse se debía a su esposo y a las disposiciones que el suegro llegase a disponer, incapacitada de libremente su patrimonio o el de sus hijos, por lo que se le nombraba un tutor, capaz de ayudarla en los negocios y en la educación de los hijos. 30 Según Bianca Premo la filosofía del control y del orden colonial era una versión articulada de la patria potestad, o los derechos que un padre tenía sobre su familia. El concepto de la patria potestad provenía de la ley romana, pero fue elaborado para el contexto español en los códigos de las siete partidas, en el siglo XVII22. El termino materfamia carecía de bases jurídicas, el único concepto que se le asimilaba era el de matrona que significaba que la mujer debía tener una conducta honesta frente a los miembros de la familia, la condición de la mujer casada sería la esposa de un ciudadano a quien tenía la posibilidad de heredar hijos con derechos a la ciudadanía, la mujer pasaba la patria potestad que detentaba el padre a la mano o poder del marido o del paterfamilias de este y se integraba en la nueva familia, mientras prevaleció la institución del paterfalmilias las relaciones que se establecían ente grupos familiares dependían en buena parte de la armonía conyugal. 21 Ambrona, Gil Antonio. Historia de la violencia contra las mujeres Misoginia y conflicto matrimonial en España. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.), Madrid, 2008. ISBN: 978-84-376-2481-5. 22 Sobre las leyes de minorías y mujeres: Parte VI, Tít. XVII, Ley III en Las siete partidas, Glosadas por el señor Alfonso Montalvo, y Bianca Premo, “Pena y protección: Delincuencia juvenil y minoridad legal en Lima Virreinal, siglo XVIII”, en: Revista Histórica, vol. XXIV, 1, (Pontificia Universidad Católica del Perú 2000) pp. 85-120; que trata sobre el problema de los menores en Lima, pero que puede ser aplicable a menores de toda Hispanoamérica. Citado en: Johnston Aguilar, René. La Casa de Recogidas: un ejemplo de la situación de las mujeres durante la Colonia. AGH. Tomo LXXXVI. Guatemala, 2011. Pp. 26. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Al dar paso de la República romana al bajo Imperio, las formas de ejercer la dominación hacia las mujeres fue perdiendo vigencia, empezó a decaer en sus conceptos jurídicos, el ejercer el poder sobre las mujeres y los menores de edad por medio de la tutela fue modificando sus argumentos, en cuyo caso fueron los menores de edad quienes tendrían especial cuidado de su conducta y proveerles de todo lo necesario para su subsistencia. Un aspecto que vino a modificar en gran medida la barrera entre hombres y mujeres fue la desaparición completa de la manus en la legislación de Augusto y de la tutela en la época de Constantino, fue entonces que a las mujeres se les permitió participar en los negocios familiares con plena capacidad, ser las tutoras de sus hijos y a heredar y testar sin limitaciones, otra modificación llegaría en la época de Justiniano quien culminó con la evolución de la capacidad jurídica de las mujeres, al no contemplar vetos en razón del sexo, salvo ciertas medidas protectoras, heredadas en del mundo mediterráneo antiguo que 31 determinaba la condición jurídica de la mujer en Roma. El hombre era quien heredaba los títulos nobiliarios, en otros ámbitos legales el derecho castellano las trato como menores de edad, por lo tanto tuteladas para ser protegidas de los peligros de la vida, hasta que cumplían la mayoría de edad a los 25 años, donde contaban con plena lucidez para discernir en sus acciones, pero ni aun entonces podía desempeñar funciones publica; si antes de llegar a la mayoría de edad quedaba huérfana, algún familiar o amigo cercano asumía la responsabilidad de administrar sus bienes materiales, en la figura de un tutor. Procuraba que las fortunas familiares pasaran por manos femeninas a través de la dote y herencia, pero esperaba que fueran los hombres quienes las administrasen. En estas circunstancias, la realidad rebaso los prejuicios, y las formas de convivencia familiar que se generalizaron en la colonia tuvieron sus propias características y fueron definidas por la actuación de las mujeres23. 23 Marín, Juan José. “Perspectivas y problemas para una historia social de la prostitución”, en: Revista de la Universidad de Costa Rica, número 13, (Universidad de Costa Rica, Escuela de Historia, Julio, 2001). La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 En el caso de Santiago de Guatemala según Silvia Casasola es el matrimonio para determinar qué familias se formó el núcleo de la elite. Esto nos permite decir que ellos las familias principales de la élite constituían un bloque cohesivo conectado a través de múltiples matrimonios que definimos como endogámicos. Allí, que son de una alta correlación entre la consanguinidad y la prominencia. El atributo relacional utilizado es útil para explicar la clase social que el proceso de formación. 32 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 La parroquia de San Sebastian Los expedientes matrimoniales, tramitados en la diócesis de Guatemala a mediados del siglo XVII, permiten apreciar las estrategias matrimoniales de las castas, basadas en la conservación de las características culturales24 El compendio I de Juarros contempla el proceso de cambio de ermita a parroquia, luego que la ciudad fue golpeada por los temblores de 1565, el Ayuntamiento decide hacer a la ermita en honor a San Sebastian nombrado protector de Santiago de Guatemala, volverla parroquia acordada por el obispo de la Audiencia, trasladando la ermita a un sitio más accesible para la población, el barrio y la parroquia del mismo nombre aunque compartieran nombre no se extendía dentro de los mismos límites, la parroquia se extendía mucho más lejos que los del barrio. Para Christofer Lutz el conteo que se llevaba en las parroquias era una forma de tener la 33 geografía eclesiástica de la ciudad y se encontraba principalmente en los archivos parroquiales, que arrojan datos para completar o guiar al investigador en la búsqueda de fuentes primarias que le ayuden a localizar información que le permita hacer trabajo historiográfico de la geografía e historia de la Iglesia. Un fenómeno que también obligo a los curas párrocos llevar el control de la población era las constantes visitas de los obispos, por el crecimiento de las familias que acudían a las parroquias, fue necesario que se fundaran otras para atender a grupos específicos que ocupaban espacios distantes y era necesario edificar nuevas para atender las necesidades de la población que continuaba en aumento, erigiendo en distintas épocas en el curso de los siglos XVI-XVIII. La parroquia de San Sebastian fue fundada en 156525, la segunda erigida a comienzos de 159426, que constantemente se vio afectada por los terremotos, la inclemencia del tiempo e 24 Conde Roche, Edgar Alejandro. “Historia de la instituciones de jurisdicción Eclesiástica: Acasaguastlán siglos XVI – XIX”. Tesis de Licenciatura en Historia, Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala 2009. pp. 51. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 incluso pequeñas modificaciones que se le fueron haciendo, la orden de Nuestra Señora de las Mercedes se estableció en la capital, así como en Huehuetenango y algunos pueblos que ahora están en Chiapas. 34 Los archivos parroquiales Los archivos para llevar el control de la población eran divididos por pertenencia a determinados grupos sociales como el libro donde se llevaba el registro de bautismos, matrimonios, muerte de los miembros de la iglesia que por lo general iban asentados en el mismo libro de defunciones, lo que determinaba la importancia y hasta cierto punto el reconocimiento social era el lugar donde eren sepultados, en qué condiciones y si pedían como última voluntad ser reconocidos por alguna orden religiosa, porque pedían ser 25 Ibídem. De la vida terrenal a la vida eterna. Pp. 214. H. Lutz, Christopher. Historia sociodemográfica de Santiago de Guatemala 1541-1773. CIRMA. Guatemala, 1982. Pp. 201. 26 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 amortajados con el hábito de una orden dominica, mercedaria o franciscana; dependiendo en cuál de ellas estaba su devoción. Los libros que se tomaron como referencia para hacer la investigación fueron dos uno el de matrimonios de Españoles que registro para 1670-1700 la cantidad de con un total de 708 matrimonios y en el caso del libro donde se registraba la gente ordinara fueron 955 llevados a cabo, la disparidad de datos se debe a que siendo españoles solo eran contabilizados a quienes se les consideraba ser miembros de este grupo social; por el contrario a la gente ordinaria eran mulatos, mestizos, negros, etc., hay una diferencia de grupos sociales muy marcada, los hijos de estas uniones eran aceptados como miembros de pleno derecho y atribuciones en la sociedad colonial, el ser herederos de principales, que manejaban el reconocimiento de la población por su riqueza y distinción. Lutz afirma que los registros de las parroquias en Hispanoamérica generalmente se llevaban 35 de manera separada, los españoles siendo los privilegiados eran quienes tenían un libro aparte para no entremezclarse con la demás gente considerada por ellos inferiores a su status social, además que consideraban que quienes estaban bajo su tutela eran inferiores a ellos y por lo tanto no ser dignos de ocupar el mismo espacio en ningún momento, evitando el contacto directo en instituciones legales; aunque ellos fueran quienes les servían para realizar las labores cotidianamente, es impropio considerar que tanto unos como otros ocupen el mismo espacio siendo grupos sociales tan abismales que presentan cada uno sus propias características. Los libros parroquiales como un intento de mantener a los grupos sociales divididos entre sí, por las particularidades que presentaba cada grupo y por considerar impropio mezclarlos por mantenerse la estructura estamentaria de la población; esta separación de categorías raciales vigente aún en los espacios geográficos que ocupaban al centro de la ciudad las familiar importantes acompañadas de las instituciones importantes durante el régimen colonial, en los barrios alejados ocupados por la población de menor rango social, confirmando la segregación racial en la América española hasta en la estructura y forma de La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 dividir a la población en barrios aledaños y concentrar a la crema innata de la sociedad al centro de la ciudad. Un dato que no se puede dejar pasar es la constante insinuación de constatar la pureza de sangre de los feligreses que eran considerados españoles, incluso en el momento en que una novicia profesaba para tomar la vida religiosa y deberse a las condiciones que le fueran ofrecidas dentro de los límites de la clausura, había una pregunta que se les hacía, sobre si estaban exentas de mala sangre o si padecían alguna enfermedad conocida o desconocida, la insistencia en constata que eran españoles viejos que procedían de las tierras del viejo mundo. La importancia a la segregación racial era una constante al momento de organizar a los grupos sociales y al parecer la orden mercedaria era la más exigente, en cuanto determinar el grado de ascendencia española mediante los registros parroquiales que aporta datos como 36 los apellidos que al rastrear su procedencia en el Diccionario Heráldico y Genealógico de apellidos españoles y americanos de los hermanos García Carraffa, Alberto y Antonio. El 70% de apellidos encontrados corresponde a ser procedentes de España, podría ser por las variaciones en el lenguaje castellano al español, o porque al momento de inscribirlos en el registro parroquial se cambiaron algunas letras por otras y estas variaciones no permitieron ubicar la procedencia. La calidad de los registros parroquiales era dependiendo de la cercanía a la ciudad dado que las parroquias ubicadas en la acrópolis donde vivía la población que gozaba de mayores privilegios por encontrarse con mayor proximidad a las autoridades eclesiásticas, por la definición geográfica estable que rara vez cambiaba de composición geográfica a menos que ocurriera un fenómeno natural que los obligase a considerar la reconfiguración de la distribución geográfica de la población. En el centro, la mayoría de los españoles eran encomenderos, comerciantes, dueños de haciendas rurales, maestros artesanos u oficiales del gobierno, con familias que encabezaban casas multirraciales con criados y esclavos de los cuales ellos eran losamos. Ser español en el centro significaba pertenecer al grupo dominante en la sociedad hispano- La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 guatemalteca colonial. En cambio, ser negro, casta o indígena significaba pertenecer a las capas humildes y subordinadas27. El tener los registros del grupo social considerado español, era porque en su mayoría ellos donaban de sus riquezas económicas parte a la realización de obras de beneficencia para la parroquia o en obras piadosas que considerasen afines a su ideología religiosa; también que era un grupo que se llevaba especial cuidado de llevar el control principalmente en épocas calamitosas principalmente durante las catástrofes naturales, período de epidemias. La lengua y la cultura hispánica llego a predominar en todos los grupos sociorraciales de la ciudad, y la religión católica era la única tolerada. Pero el grado de homogenización fue más significativo en los barrios de la periferia que en el casco español de Santiago28. A lo largo de la ciudad de Santiago se consideraba a la población con una fuerza del catolicismo enraizada generacionalmente, especialmente por la importancia que le daban a 37 los sacramentos religiosos como el bautizar a los infantes apenas cumplían con los días estimados para que las madres tomaran reposo para recuperarse de las vicisitudes del parto y los primeros meses del lactante, en donde eran inscritos en el libro y registrados con los apellidos de ambos padres, que en algunas ocasiones se aclaraba de donde procedían los mismos, que ayudada a la determinación de la condición del individuo en la estructura social. En los protocolos parroquiales dan una gran cantidad de información en esta investigación se pretendió extraer información sobre los que contraían matrimonio, tomando en cuenta el nombre de los contrayentes, pero especialmente el apellido que nos indicaba la procedencia de la familia de los mismos; si los padres habían ejercido algún cargo también lo menciona, también si el padre o la madre de los contrayentes había enviudado, el parentesco o proximidad que manejaban con los padrinos que acogían a la nueva familia para ayudarla a lo largo de su vida matrimonial dándoles consejos. 27 Óp. Cit. Lutz. Historia socio-demográfica de Santiago de Guatemala. Pp. 368. Ibídem. H. Lutz, Christopher. Pp. 369. 28 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Libro parroquial de gente ordinaria (mulatos, mestizos, negros, etcétera) Una preocupación esencial de los curas párrocos era el mantener el control de la población que asistía y eran católicos practicantes, una forma de mantener conteo de la población a quienes tenían dentro de sus feligreses era los libros parroquiales donde llevaban el registro de quienes eran bautizados, confirmación, y principalmente quienes se casaban. El tomar el control de la población era con fines de prever cuales serían los ingresos a las arcas parroquiales, así como los fondos que serían destinados para realizar las obras piadosas; no un conteo parcial sino constante ya que estos eran revisados por las visitas de los obispos, siendo una realizada el 27 de agosto de 1670 por el Señor Obispo Don Fray Payo de Rivera29 como se hace constar en el libro de la parroquia, siendo secretario Don Francisco Ximenez, iniciando los registros de matrimonios para el año de 1670, realizados 38 de gente ordinaria en la hoja número 130. Las fundaciones piadosas como elemento principal para aportar en el crédito eclesiástico, de diversa índole tales como dotes, fundación de capellanías; que representaba la inversión de capital familiar que era una costumbre de las personas de alto rango social, un acto de caridad hecho de manera voluntaria, con el fin de sostener materialmente instituciones Eclesiastés. El hacer donaciones piadosas eran movidos por la religión por el argumento de llegar al cielo y tener la salvación eterna, hacer una donación para algún miembro de la familia que profesaba en alguna orden religiosa, o para alcanzar cierto nivel de status y respeto social, por obtener el favor de la comunidad religiosa por la posibilidad económica de quien hacia la donación. Los fondos obtenidos para las fundaciones piadosas eran invertidos en el sostenimiento de una institución religiosa, una iglesia, hospital, convento, etc.; las 29 AHAG. Fondo Antiguo. Libro desta Parrochia de Sant Sebastian en que se escriven Cassamientos y belorios de sus feligreses, comensando en el mes de febrero de 1626/ gente ordinaria/ foxas 103. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 donaciones que se hacían generaban un fondo para invertir dependiendo de la temporalidad en que se recolectaba dicha inversión. Al terminar con las hojas correspondientes al libro donde se registraban los matrimonios y velaciones de los feligreses, se procedía a foliar y autorizar uno nuevo, se autoriza un libro nuevo para la parroquia de San Sebastian que corría desde el mes de enero de 167; quien autorizaba el libro fue el Illmo. Y Rmo. Señor Doctor Don Juan de Ortega Montañez, que fungía como obispo de Guatemala y Verapaz, que también pertenecía al consejo de su Majestad. El secretario que redacta el documento que autorizaba utilizar el nuevo libro para registrar los matrimonios y velaciones de gente ordinaria como aclaraba el escribano, dando fe de la autorización para ser utilizado en la parroquia correspondiente con las firmas y sellos de 39 fecha 24 de marzo de 1677 años, firmado por el secretario Juan Saenz de Ojel. En los libros parroquiales se asentaban las partidas de desposorios y velaciones de los feligreses que asistían, como muestra para la investigación se tomó a la parroquia de el señor San Sebastian, de la Ciudad de Santiago de Guatemala, para enero de 1673 era cura rector de dicha parroquia el Bachiller Don Antonio Vejarano y Valdez. En las visitas a las parroquias se dejaba por escrito las amonestaciones o normativos a seguir al oficiar los sacramento matrimoniales, en este caso en la visita del obispo en el año de 1673 por el obispo de Guatemala y Verapaz Dr. D. Juan de Ortega Montañez, disponiendo que si no es en caso preciso y forzoso el celebrar y hacer esposales de presente, no se celebraran ni hicieran algunas en las casas de los contrayentes ni dieran en licencia, menos darla para ello. Si no acudían en pedir las bendiciones nupciales, que los desposen y velen en la Iglesia a la hora de la misa, salvo que fuese en caso forzoso pero no por eso cohabiten en una misma casa ni se unan sin antes haberlas recibido, de haber hecho y dicho las amonestaciones que La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 era mandado por el Santo Concilio de Trento; para facilitar la información de cada uno de los desposorios que se escriban en el mismo folio. En el caso que no pudieran pagar los derechos de las bendiciones nupciales que no sea esfugio a los contrayentes para estarse sin recibirlas, que los curas sepan si los contrayentes son o no pobres de solemnidad y que en dado caso los despose y velaran sin llevar derechos algunos; también que se multe a los curas que incumplieran con oficiar las velaciones, que se les haga carga grave en la visita del obispo, en caso de incumplir se les tomaría como negligentes y poco obedientes a las órdenes del prelado, en tal caso se les multaría y penara en lo que hubiera lugar de derecho. En cuanto al libro o libros en que se lleva el registro de los matrimonios y velaciones 40 realizadas en las parroquias, luego de utilizar todos lo folios y que no quedase espacio para transcribir que se encuadernaran, gracias a este cuidado se ha logrado consulta la documentación de caso más de 300 años de escritos, por el material que utilizaban para encuadernar los libros de registros parroquiales son de material duradero como cuero de vestías y utilizaron buen pergamino para asegurar la durabilidad de los documentos. En estos libros parroquiales también se escribía si había cambios de cura párroco, se encontraron cambios de cura rector uno fue el Maestro Don Gerónimo Varon de Loaysa el seis de agosto de 1678, posteriormente fue el maestro Don Fernando Ruiz de Monjarraz el seis de diciembre de 1679; en el folio 53B se dio fe del cambio de cura rector por el Bachiller Don Pedro Lopez Ramales el 29 de junio de 1680; probablemente el cambio constante se debió al tipo de población que se atendía en ese momento y a los ingresos que se manejaban en las cajas parroquiales. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Dote matrimonial ¿La dote como estrategia económica o como símbolo de protección para la mujer? La dote30 como institución jurídica representaba una protección de los padres hacia la hija, como un derecho que otorgaba el «paterfamilias» aunque consistiera en bienes que le serían entregados para ayudarse en las cargas matrimoniales en realidad era un legado familiar; en el entendido que era dinero, propiedades o bienes que le otorgaba el padre a sus hijas mujeres, como el patrimonio que le corresponde a la mujer y un requisito indispensable para que pudiera contraer matrimonio, con el propósito que la mujer asegurase el bienestar de su viudez, también como un vehículo de transmisión de la riqueza hacia nuevos núcleos de los entornos de parentesco. En el Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia de Joaquín Escriche hace la alusión que antiguamente era el marido quien donaba a la mujer en la figura de las arras31, eran vestidos, bienes muebles, joyas que quedaban en prenda en compromiso de unión 41 matrimonial, llamadas donaciones de esposo, esposales contraídos; posteriormente las arras fueron en consideración a su dote o sus prendas personales, no pudiendo pagarlas si ya no se conservaba virgen o carecer de nobleza, por la diferencia de edad, no siendo obligado a pagarla si existía desigualdad de circunstancias. El término que se utilizó para referirse a las arras fue propter nuptias por darse y ofrecerse con motivo de matrimonio, que propiamente son una dote que ofrece el esposo a la esposa por los bienes recibidos de la mujer en razón de la dote que recibió della, pudiendo aumentarlas por seguridad de la dote, pasando al dominio de la mujer, no como pena 30 En la antigua Grecia era un conjunto de bienes, dinero, etc. Que pasaba del padre de la novia al marido, pero que este tendrá que devolver íntegros al padre si en algún momento repudia a su mujer. Pero en Roma, de donde procede el concepto jurídico dos, dotis, esto no es así se trata de un conjunto de bienes, enseres, aportación económica (mayor o menor según la capacidad económica de la familia) que, donados por el padre de la novia a ella, aporta la mujer al matrimonio, y es ella su titular (aunque sea mediante represión jurídica). Si la mujer se casa cum manu (aceptando depender jurídicamente de su marido), el marido tendrá el usufructo y gestión de esa dote, pero jamás podrá disponer a su antojo de ella, pues debe ser heredada íntegramente por los hijos. Si la mujer se casa sine manu (quedando en la dependencia jurídica temporal de su padre) ella puede ser la titular y gestora directa de su dote, con separación de bienes, y su marido no tiene derecho a poner ni un dedo sobre los bienes de esa dote, ni para gestionarla. 31 Scriche, Don Joaquín. Diccionario razonado de Legislación y Jurisprudencia. Librería de Rosa, Bouret y C. Nueva Edición. París, 1851. Pp. 248. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 impuesta por obligación a casarse sino perfectamente libre como reconocimiento de los posibles daños de arrepentirse una de ambas partes, o si se ingresa a la vida religiosa, se pierde si pasado el tiempo se disuelve la unión matrimonial por adulterio o muerte del conyugue. En su contexto al hablar de dotar significó el proporcionar una porción de la riqueza familiar ya que de otra manera no le fue permitido a la mujer obtener herencia, una manera de proteccionismo tutelar, en un primer momento perteneció al padre de la novia que al entregarla en matrimonio pasaba una porción de los bienes familiares a la nueva familia a la cual se incorporaban las doncellas que tomaban la vida matrimonial. Para Jorge Augusto Gamboa, que analiza el funcionamiento del trasfondo de la dote femenina. Afirma al analizar a la sociedad del Nuevo Reino de Granada durante la primera mitad del siglo XVII, fundamentándose en documentos legales como cartas de dotes y testamentos32, 42 con el interés de explicar el significado de la dote como herencia medieval, están presentes elementos económico por la cantidad de dinero y la forma como se especifican los bienes sin dejar de lado la función de los valuadores al momento de especificar precios, político, social en el interés de unir capitales familiares y su significado demográfico; también el trasfondo cultural. “Ley 11: Es algo que da la mujer al marido por razón de casamiento es llamado dote; y es como manera de donación hecha con entendimiento de mantenerse y ayudar el matrimonio con ella. Y según dicen los sabios antiguos es como propio patrimonio de la mujer y lo que el varón da a la mujer por razón de casamiento es llamado en latín donatio propter nuptias, que quiere tanto decir como donación que da el varón a la mujer por razón que casa con ella; y tal donación como esta dicen en España propiamente arras. Más según las leyes de los sabios antiguos esta palabra arra tiene otro entendimiento, porque quiere tanto decir como peño que es dado entre algunos para que se cumpla el matrimonio que prometieron hacer; y si por ventura el matrimonio no se cumpliese, que quedase en salvo el peño a aquel que guardase la promesa que había hecho, y que lo perdiese el otro que no guardase lo que había prometido; y comoquiera que pena que fuese puesta sobre pleito de matrimonio no debe valer, pero peño o arra o postura que fuese hecha en tal razón, debe valer”33. 32 33 Para analizar la clasificación de los testamentos ver De la vida terrenal a la vida eternal pp. 121-122. Siete Partidas. TÍTULO 11: De las dotes y de las donaciones y de las arras. Pp. 91 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 El significado que tenía la dote para cada una de las familias, como una garantía de posición social que se consolidaba en las relaciones de parentesco, procedencia de los integrantes e incluso que puestos o cargos públicos podrían ejercer en aquel momento, por lo que sería una forma de competición entre capitales familiares por obtener reconocimiento político con el cual mantener subordinados a grupos considerados de menor rango. Si el padre de la novia regalaba bienes dotales, estos se ofrecían como “contrarregalo” después del intercambio de donas. La dote funcionaba como la obtención de una herencia en vida, que garantizaba a la mujer un caudal suficiente para atraer un marido de posición social similar o superior. Ayudaba a financiar los gastos iniciales e la creación de un hogar y además proporcionaba cierta seguridad en caso de una viudez temprana34. Sin olvidar que la dote fue el primer reconocimiento legal y jurídico para la mujer, pasando 43 de la subordinación paterna a la de su conyugue y la familia con quien emparentaban de forma política. La dote entendida como un patrimonio para la mujer que sería administrado por el marido; entonces la dote más las arras serían el capital familiar con el que contaba la pareja de prometidos, posteriormente le servirían para ayudarse en las cargas familiares, dependiendo de la cantidad y especificación de las propiedades era considerado un prestigio familiar, llevaba implícito el seguro material. Otra forma de entender la dote según J. Augusto Gamboa como un soporte protector del sistema matrimonial, el entenderse ambos consortes para decidir qué harían con los bienes materiales con que poseían, en que invertirlo para procurar una posición económica para su futura descendencia; por temor a no dejar linaje desposeídos de bienes muebles se especificaba la sucesión de objetos domésticos que incluyen algunas dotes femeninas, llevando en sí misma la dote un valor simbólico como bien material que la mujer recibe de sus padres. 34 Gutiérrez, Ramón A. Cuando Jesús llegó, las madres del maíz se fueron matrimonio, sexualidad y poder en Nuevo México, 1500-1846. Fondo de Cultura Economica. México, 1993. ISBN: 968-16-3980-4 pp. 318. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 El estudio de la dote desde sus antecedentes históricos se basa en el Derecho Indiano, en la antigüedad de la expresión jurídica del derecho romano, la regulación de la dote por medio de las Partidas de Toros, que a lo largo de los años ha significado el ceder bienes patrimoniales desde la posición legal de la mujer en Hispanoamérica hasta la independencia, que regularon los estatutos dentro de la familia, el derecho a heredar, la administración y disposición de sus bienes. Al analizar la estructura de las cartas de dote se encuentra la invocación de Dios todo poderoso, la salutación a la Virgen María concebida sin mancha ni pecado original por ser documento de tipo religioso que legitima el derecho canónico, seguido de la atención del documento legal ya sea testamento, carta de dote, reclamo de bienes muebles; el nombre o nombres de los interesados así como la relación de parentesco entre los mismos, la procedencia, cargo nobiliarios que ejercían. 44 En el caso de realizarse un matrimonio de menores, debían tener un tenedor de bienes (albacea, curador), para que administrase los bienes habidos por la familia en su totalidad o la parcialidad que le correspondía a quien procediese a casarse, o en caso de ser niñas criadas en casa de una persona de confianza de la familia, Da. Agustina Bernal del Cano, mando a fundar una capellanía de misas con 1,500 pesos de capital, para que posteriormente fungieran como apoderadas. El Tametsi (1563), les daba a los clérigos de las iglesias reconocimiento o argumentos para legitimar el comportamiento de los feligreses pretendiendo quitarle a la familia la influencia que ejercía en la decisión de los enlaces matrimoniales; una estrategia que ayudo en gran parte a capturar herencias y donaciones especiales, mediante los procedimientos nupciales tomando en cuenta la naturaleza jerárquica de los vínculos que se formarían entre las familias, de tal forma que la iglesia era quien otorgaba la calidad ontológica de los habitantes durante la colonia. Por lo que las cortes civiles eran las instituciones encargadas de los aspectos patrimoniales de la conyugalidad entre ellas herencias, filiaciones, dotes, donaciones, testamentos. A La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 manera de llevar un control de los feligreses de las parroquias, en las ubicadas en el casco urbano de la población, a medida que los bautismos, matrimonios y las defunciones estaban en manos del clero secular, los párrocos confiaban en la palabra masculina en contrario con la de la femenina ya que no era legitimada por el registro escrito clerical. Los extractos de escrituras jurídico-legales en los protocolos notariales de 1670-1700, testamentos, en la ciudad de Santiago de Guatemala, permite el rastreo de la procedencia de los españoles que habitaron, la mayoría proviene de países vascos del norte de España, pertenecientes al segundo grupo de españoles venidos a América. Las personas mayores que se preparaban para partir de este mundo, tenían que redactar su testamento en pleno uso de sus facultades mentales, lo apropiado sería que lo hicieran cuando estaban sanos y en presencia de un escribano público, para declarar cual sería su 45 última voluntad y a quienes heredarían sus bienes materiales y como los dividiría, las especificaciones para determinar cómo iba a ser enterrado, en donde y en caso de prever el pago de capellanías u obras pías. En la ceremonia matrimonial religiosa la figura de los padrinos jugaba un papel esencial por un lado la unión política del compadrazgo, como un vínculo del protección y dependencia, si se podría catalogar como reciprocidad entre ambas partes; serían quienes acompañarían a la nueva familia en el transcurso de sus vidas, dando consejos y ayudando a defender intereses familiares, como un lazo que surge del parentesco ritual que permitiese la sobrevivencia de prominencias locales, creando alianzas políticas. El mestizaje para ser considerado influía en factores como el reconocimiento paterno para hacer reclamos de adjudicación de dinero, dotes femeninas, el mayorazgo, nombramiento de tutores y albaceas de los bienes familiares, hasta que los herederos cumpliesen con la mayoría de edad y estar en pleno uso de sus facultades mentales además de no haber sido persuadidos de realizar transacciones económicas que representasen la ruina familiar, los intereses personales para unir capitales familiares entre españoles y familias prominentes. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Las jerárquicas sociales en que se fortalecía el colonialismo, por las relaciones de dependencia que generaba afectando las relaciones entre hombres y mujeres, buscando el consolidad relaciones sociales predominantes que estuviese involucrada en los distintos gremios, cofradías y hermandades, en el plano religioso el fenómeno que se repite es el de fundar capellanía de misas, eligiendo a un representante familiar para que la administrase o que ingresara a la vida religiosa y llevase el control desde adentro. La estructura endogámica del matrimonio permitía unificar la riqueza intergeneracional a través del matrimonio entre iguales o con mejores condiciones, a finales de 1680 nuevas fuerzas burócratas y comerciales estaban emergiendo en toda Centroamérica, este nuevo grupo busco la forma de inyecta capital económico mediante relaciones sólidas de parentesco con las familias entre españoles y notables en Santiago de Guatemala y sus 46 alrededores, dando paso a una especulación de la dote para cuantificar hasta qué punto serían provechoso unificar capitales familiares. Los títulos nobiliarios como agregar Don o Doña al nombre de alguien era signo de antepasados nobles, entre los cargos honoríficos Capitán, Alcalde, Regidor; el nombre que se identificaba con el apellido no solo permite rastrear la procedencia geográfica de los españoles que vivían en Santiago de Guatemala, el pertenecer a los gremios o parte de la aristocracia. A los españoles venidos a América les fue otorgado títulos de nobleza que aseguraran privilegios especiales por las labores realizadas para la expansión del reino, por lo que acudían a un tribunal de justicia para garantizar esos privilegios, en esos juicios lo que consideraban primordial era la calidad de la persona, la posición social del hombre o mujer de quien se tratase; la calidad de la persona no solo se media por la cantidad de posesiones sino la su procedencia, edad y condiciones que los privilegiaban ante el Estado. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 En la diligencias matrimoniales de 1693 a 1846 se definía la categoría social y sus variaciones, las declaraciones de candidatos al matrimonio iban acompañadas de cuatro categorías: la raza, de ocupación, ciudadanía y nacionalidad; entre 1693 y 1759 se les clasificaban por una condición cívica, en tres grupos bien fueran vecinos dueños de tierras, residentes o naturales (indígenas), de determinada ciudad o asentamiento, y para 1694 y 1759 la jerarquía social se consideraba por la ocupación que desempeñaban siempre y cuando fueran maestros que tenían a su cargo a los aprendices. La sucesión era para considerar la honorabilidad de la familia sobre todo si el interés era unir haciendas, apellidos que procedían de hogares, por significar la creación de una red de alianzas de afinidad y de perpetuación del patrimonio simbólico de una familia, los padres lo consideraban en el valor de la dote, considerando aceptar toda unión que considerasen digna o ventajosa, se podría decir que el matrimonio era quien estructuraba la desigualdad. 47 Los regalos nupciales tomaban especial interés a la hora de decidir elegir marido para las doncellas, algunas familias para evitar las uniones desiguales procedían a endeudarse o requerir la ayuda económica de los miembros de la familia para evitar la subordinación de los menores a los mayores dentro del núcleo social de las ciudades, vigentes en los mecanismos de selección de pareja, tomando en cuenta el número de hijos de una familia, el orden en que fueron naciendo el sexo eran condiciones para que los padres garantizaran a su hijo o hija una pareja aceptable o ventajosa. Para elevar el patrimonio familiar al máximo las ganancias que conlleva una alianza matrimonial. Pierre Bourdieu ha aplicado esta metáfora al casamiento de los hijos de una familia. El éxito en acrecentar y perpetuar la posición social de la familia se basa no sólo en las cartas que se reciben (si el candidato nupcial es hijo único, el mayor de varios hijos varones o la más joven de muchas hijas)35… La herencia patrimonial que le cedían los padres a los hijos debía distribuirse en momentos estratégicos para elevar al máximo su éxito reproductivo, cuando cumplían la mayoría de 35 Gutiérrez, Ramón A. Cuando Jesús llegó, las madres del maíz se fueron matrimonio, sexualidad y poder en Nuevo México, 1500-1846. Fondo de Cultura Economica. México, 1993. ISBN: 968-16-3980-4 pp. 284. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 edad, iban a contraer matrimonio o dar paso legal de los mismos a través de la lectura del testamento ante un notario público, pero el derecho a una partición igualitaria entre los hijos que iban a heredar variaba dependiendo de la clase social. En el grupos sociales considerado parte de la aristocracia que poseía grandes hectáreas de tierra preferían heredar al primogénito varón para evitar la división del patrimonio familiar, siendo el responsable del buen proceder de la familia, cuidar la reputación, cuidar que no cayera la propiedad familiar que rebajasen el prestigio familiar, por lo tanto estar al cuidado de conseguir parejas honorables para sus hermanos y hermanas que aún no salían del núcleo familiar, inclinarse a los deberes de la familia antes que al deseo personal. Las mujeres que se veían en edad para casarse y merecer marido, en el momento de dar la carta de dote, los bienes eran absorbidos por los bienes del marido, por ello la preocupación 48 de los padres en concretar matrimonios entre miembros de su mismo grupo; si una hija era deshonrada antes de casarse, comprometían más recursos para reparar la falta y conseguirle pareja adecuada; a eso se debía el cuidado incansable de los lugares que frecuentaba y con quienes mantenía relación, para asegurar la reputación sexual, el que la mujer expresara sus deseos era limitada frente a sus hermanos. Los padres se oponían a relacionar a sus hijas con jóvenes que no cumplieran con la igualdad de calidad, las peticiones de matrimonio si no se cumplía con igualdad de condiciones si la disparidad era demasiado grande sin importar cual fuera su base, si eran españoles de noble alcurnia, los impedimentos también eran atravesados por la distinción de color de la piel, la procedencia, el desconocimiento de la reputación de la familia, la ocupación, la ilegitimidad; hacía de algunos hombres parejas indignas para cortejar a las hijas de la aristocracia. El matrimonio era, de hecho, una oportunidad para invertir esta proporción con un buen margen de ganancia, siempre y cuando el socio previsto era una persona adecuada. El hecho es que algunos matrimonios involucrados transacciones superiores de riqueza - la dote, arras, y / o regalos en total - que otros. Otro aspecto del matrimonio en este contexto es la transferencia de capital social que se llevó a cabo en todos los sindicatos. Un La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 matrimonio de conveniencia podría disponerse, por ejemplo, entre una rica heredera y una Criolla de una familia de menor riqueza, pero con un título de Mayorazgo O, por ejemplo, entre una mujer de la élite local y una saludable - aún sin dinero - hidalgo de la Península. Fueron asignados aventureros españoles sin fortuna, después del matrimonio, a los cargos políticos o administrativos de mediana importancia36. La iglesia se consideraba custodia espiritual de sus feligreses y el cuidado de la moralidad reflejado en el valor que le daban a la virginidad femenina, el interés del recato y cuidado del honor familia; base bíblica “horraras a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da37” la propiedad y la solidaridad hereditaria; las instituciones religiosas guardaban con recelo el aprobar quienes eran consortes adecuados para el matrimonio. La ley canónica contenía los impedimentos para evitar el incesto entre otros requisitos físicos, la consanguinidad, los votos religiosos, la diferencia de religión, la bigamia, la bigamia, la impotencia masculina, el crimen, la falsedad y la 49 coacción38. La libre elección de pareja conyugal lo estimaba el derecho canónico como una forma de aludir a la autoridad paterna, en el caso del imperio español era todo lo contrario, aunque estaba establecida la libre elección en la práctica no se cumplía por los clérigos que la interpretaban a su favor para evitar alianzas con clases inferiores o la subvención del orden social; si un padre encontraba oportuna la unión defendía las prerrogativas paternas, justificando que la voluntad de los padres estaba acorde a la voluntad de Dios. El requisito esencial que contemplaba la ley canónica era el consentimiento por ambas partes para casarse, no se podía encerrar a las mujeres para “evitar ser vistas por los jóvenes y que la pretendiese, ni privarlas de unirse a persona de su elección” declara el 36 Alcántara Valverde, Narda, Silvia Casasola Vargas, Doglas R. White. El Matrimonio de la Red Elite Colonial Guatemala. IIMAS-UNAM. México, D.F. pp. 4. 37 Santa Biblia Reina Valera. Editorial Caribe. Sociedad bíblica en América Latina, 1960. Éxodo 20:12 38 Mans Puigarnau. Legislación, vol. I, pp. 152-173, y derecho matrimonial canónico pp. 1-84. Citado en Gutiérrez, Ramón A. Cuando Jesús llegó, las madres del maíz se fueron matrimonio, sexualidad y poder en Nuevo México, 1500-1846. Fondo de Cultura Economica. México, 1993. PP. 298. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 edicto real del 17 de diciembre de 1557, en la practica la ley se violaba, lo que indujo a la reiteración en 1595, 1596, 1628 y en la Recopilación de las Leyes de Indias de 168039. …la dote no consistía exclusivamente en un mecanismo de apoyo material para respaldar a la hija casadera al momento de contraer nupcias, sino que se convertía en un aval de las finanzas de una familia frente a la sociedad colonial. La dote es abordada entonces como una carta de garantía de la solvencia económica de una familia o un linaje, y su monto puede ser visto como un indicador de la marcha de los negocios de la familia de la novia40. Hallazgos en documentos de Archivo El honor de los hombres ennoblecidos de esa manera, sobre todo después de la reconquista, se basaba en su poder y en su fuerza, en sus tierras y su riqueza, en sus antepasados y en la nobleza de su nacimiento, en su religión y en sus nombres cristianos y en su elegancia y pompa personal41. 50 La iglesia contemplaba llevar el control de sus feligreses mediante libros donde registraban matrimonios, nacimientos y defunciones, anotados escrupulosamente en dichos registros, por ello se puede consultar hasta nuestros días documentos de hace más de 300 años de haberse escrito, los libros parroquiales consultados hasta este momento para constatar como fuente primaria, corresponde a la Parroquia de San Sebastian, en el cual se puede observar que existía un libro para asentar los matrimonios de españoles y en otro el de la gente ordinaria. Por ejemplo la escritura de carta de dote que Doña Francisca de Strada y Medinilla extiende a favor de su hija Doña Lorenza de Cardenas Paz y Quiñonez a quien asegura ser 39 Ots Capdequí, Instituciones, pp. 365-366. Citado en Gutiérrez, Ramón A. Cuando Jesús llegó, las madres del maíz se fueron matrimonio, sexualidad y poder en Nuevo México, 1500-1846. Fondo de Cultura Economica. México, 1993. ISBN: 968-16-3980-4. Pp. 307 40 OPhelan Godoy, Scarlett. Reseña de “Familia, Dote y Poder. La nobleza de Lima de 1700 a 1850” de Paul Rizo-Patrón Bulletin de I’Institut Francais d’Etudes Andines, vol. 31, núm. 1, 2002, pp. 147-148, Institut Franḉais d’Études Andines Organismo Internacional. Disponible en línea en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12631110 17/03/2014:3:09pm 41 Gutiérrez, Ramón A. Cuando Jesús llegó, las madres del maíz se fueron matrimonio, sexualidad y poder en Nuevo México, 1500-1846. Fondo de Cultura Economica. México, 1993. ISBN: 968-16-3980-4. Pp. 230. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 hija legítima del Capitán de caballos don Juan de Cordenas Mazariegos, desposando y velando con Don Pedro de Corzena y Bega quien fuere natural de Valladolid e hijo legitimo del Capitán Don Pedro de Corzena Regidor que fue de dicha ciudad y de Doña María de Bega ya difuntos42, llevando al matrimonio una dote de cuatro mil setecientos y ochenta y tres pesos. Se especifica que los ochocientos y cincuenta serian en reales, las seiscientas se cobrare de los tributos del pueblo de San Luis Gilotepeque que correspondía al corregimiento de Chiquimula de una encomienda que de doña Francisca, más una dotación que dejo fundado el Arcediano don Diego de Curavajal, que se pasa al Convento de Santo Domingo43, para completar la suma indicada se añadió los bienes ajuar y plata labrada. Se entregaba la escritura de dote al marido ante un escribano y testigos de la corte, con el 51 fin de dar fe de lo recibido y en qué condiciones quedaban ambas partes; para evitar reclamos posteriores a excepción de la non numerata pecunia. El pago de las arras también era asociado al pago de la honra de su virtud y doncellez como una donación proter nupcias, para pertenecer a pertenecer a las familias prominentes jugaba un papel esencial el ser parte de las familias ilustre sangre de aquella época, que tuviesen rose social con la aristocracia, limpieza de linaje y personas que estuviese vinculado o que no existiera historial de haber emparentado o procreado hijos con moros o judíos. La viuda de quien fuere en ese entonces el Licenciado Don Francisco de Fuentes y Guzmán, Doña María Bermudes de Aguilar, procedió a dota a su hija legitima Doña Ynes de Fuentes y Guzmán casada con Don Pedro Hernández de Montalvo, procedente de la ciudad de Segovia en los reinos de Castilla, una cuantiosa dote que consistió en quince mil 42 A.G.C.A. A.1.20 leg. 449 exp. 14722 folio 32B-37B. DOTE: 12 de marzo de 1676 Doña Francisca Estrada y Medinilla, viuda del Capitán Don Juan de Cárdenas Mazariegos otorga escritura de dote a favor de su hija Lorenza de Cárdenas y Quiñonez, casada con Pedro de Corzena y Bega. 43 A.G.C.A. A.1.20 leg. 449 exp. 14722 folio 32B-37B La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 doscientos treinta y cinco pesos y tres reales; consistía en el ajuar, joyas familiares que le habían sido confiadas, 8 piezas de esclavos reales, plata labrada. Es curioso encontrar que la familia Fuentes y Guzmán cobraba una renta de quinientos pesos cada año en los pueblos de Santa Catalina Mataquescuintla y Jalapa del Corregimiento de Chiquimula de la Sierra, una vez casada Doña Ynes como legitima heredera de parte del patrimonio familiar al cumplir el año la renta sería cobrada por su esposo, a lo que Lévi-Strauss señaló que el matrimonio como un intercambio de regalos44 y en este caso el ceder propiedades que pasarían a ser heredadas por la descendencia. 52 En los siglos XVI y XVII, algunos otorgantes tenían encomiendas y en sus testamentos reflejaban su preocupación por heredarlas a sus descendientes, tal es el caso de Doña María de Padilla, natural y vecina de la ciudad de Santiago de Guatemala, viuda del Capitán Don Antonio de Estrada y Medinilla, Alcalde Ordinario de esa ciudad. En su testamento, ella pidió que la encomienda que había heredado de su marido se le diera por segunda vida a su hijo para que pudiera seguir cobrando los tributos.45 Pero la corona no vio fructífero esta modalidad de obtener más recursos por lo que vio la forma de abolir las encomiendas, pero no logrando el objetivo las disminuyo el crear nuevas encomiendas o concederlas a nuevos españoles; por el tiempo que habían estado a cargo de una familia llegaron a ser pensiones para viudas y personas importantes que no recaudaban el tributo directamente, tributo que le era cobrado a los indígenas para defender las costas de los ataques de los piratas. Ya en 1694 la Corona luego de consultar al Consejo de Indias sobre la conveniencia de suspender las encomiendas, a excepción de las que ayudaban a sostener obras religiosas, respondiendo favorablemente, recayendo la obtención de impuestos en los encomenderos. 44 Jiménez Chacón, María Laura Lizeth, Anna Carla Ericastilla Samayoa. Capitulo uno ESTRATEGIAS DEL AMOR Matrimonio, divorcio y transgresiones sexuales. Nosotras, las de la Historia Mujeres en Guatemala (siglo XIXXX), Guatemala, septiembre de 2011. ISBN: 978-9929-8128-0-2. Pp. 33. 45 AGCA. A1.20 leg. 712 exp. 9205 fecha 20 de octubre de 1658. Folio 318v. escribano Esteban Rodríguez Dávila. Testamento de doña María de Padilla. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 La mayoría de encomenderos vivían del tributo recibido de sus encomiendas pero en los testamentos se pude notar que este pago no se cumplía. Don Sebastián Ruiz de Abiles, natural y vecino de la ciudad de Santiago de Guatemala, tenía encomiendas en los pueblos de Santa Lucia Utatlán, San Gregorio, San Bartolomé Jocotenango y San Miguel, en la provincia de Suchitepéquez, él reclamó el pago de los tributos porque vivía de esa renta46. Los ingresos familiares iban desde tomar a censo cantidades de principal de obras pías para imponerlas a censo sobre propiedades familiares; bien fueran estancias de ganado, haciendas, obrajes, pensiones o renta de encomiendas o dependiendo de lo estipulado en los documentos hechos ante escribanos reales se describía quien sucedería en las posesiones familiares, de no haber heredero o familiar cercano se donaba a la Iglesia o se fundaba una capellanía, de esta manera la iglesia católica fue sumando ingresos económicos para emprender obras de construcción e invertir en lo que necesitaban. En el testamento del Capitán D. Juan de Cárdenas Mazariegos, por estar enfermo en cama 53 pidió ser sepultado en la capilla mayor de la Iglesia de San Francisco, en la sepultura de las pases, había estado casado con Da. Francisca de Estrada Medinilla, llevó una dote de 6, 920 tostones de cuarto de real de plata cada uno más 2,000 tostones en calidad de arras, él aporto una renta que tenía en la provincia de Chiapa, que cobraba y administraba el Capitán D. Diego Baguero Gazo. Algunos pedían ser amortajados con el habido de una orden en específico, “…la mayoría de personas pedía ser amortajada con el hábito de alguna orden religiosa debido a que el uso del hábito como mortaja le concedía indulgencias a la persona fallecida para que pudiera salir pronto del Purgatorio y llegar al Cielo. De los hábitos religiosos, el preferido por hombres y mujeres fue el de San Francisco”.47 No era extraño que las mujeres también se les permitiesen emitir testamento en el caso de Da. Antonia de Vides y Alvarado, que se había casado con D. Miguel de Ocampo que fungió como escribano de su majestad y de la Real Caja de la Corte, cuyo padre estaba ausente de los reinos de España, por estar enferma y en cama pidió ser sepultada en el 46 AGCA. A1.20 leg. 2167 exp. 8870 fecha 30 de junio de 1700. Fol. 128v. Escribano Ignacio de Agreda. Testamento de Don Sebastián Ruiz de Abiles. 47 Ibídem. Schumann Guerra, Ana Elisa. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Convento de Nta. Sra. De las Mercedes, que ya había tenido señalado, dejando como tutor e sus hijos menores a su esposo, heredando a todos sus hijos menos a los que habían tomado la vida religiosa porque ellos renunciaban a sus legítimas paternas y maternas al profesar, albaceas: su marido y su compadre el Alférez Bartolomé de Salazar. Si una familia consideraba que la dote de la hija era menor a la posición social que ocupaban dentro de su mismo núcleo, le iban sumando en donación familiares para acrecentarla y así asegurar el intercambio equivalente de bienes, en el caso de D. Jerónimo de Abanca Paniagua de padres naturales de los reinos de España, casado con Da. Mariana de Pontaza y Ayala, contaba con una dote de 6,095 pesos, entre los bienes que conformaban la misma se incluían la renta de unos tributos que su cuñado D. Francisco Xavier de Pontaza y Ayala que le había cedido por el plazo de cuatro años ascendiendo a 1000 pesos, más 1000 peso de un crédito que su tía Da. María de Pontaza le había dado. 54 El canje de las arras suponía privaciones económicas para muchas familias y por lo tanto constituía un gesto que podía eliminarse del compromiso y representarse en cambio en una forma sumamente ritualizada durante la ceremonia nupcial48. Edward Werstermack, propuso que este término apareció en el ritual romano como forma evolutiva de adquisición de novia, en la práctica romana se ofrecía siempre las arras durante los desposorios. La viuda de D. Luis de Gálvez y Segura Da. María de Fuentes y Guzmán, el 9 de abril de 1686 toma a censo un capital de 4,000 tostones de 4 reales de las obras pías que fundó el Arcediano D. Diego Carvajal, lo impuso sobre un molino y labor de panllevar de 7 caballerías ubicadas en Mixco, a la muerte de su esposo, los acreedores reclamaron el pago de las deudas adquiridas, por lo que el inmueble fue vendido, reclamando ella el reintegro de su dote. Las instituciones en que procedió llevar los alegatos por el reintegro de las deudas y el pago de la dote de D. María de Fuentes y G., fue remetido al Juzgado de la Provincia en 1683, luego a la real Audiencia dictaminando sentencia el 3 de septiembre de 1684 procediendo a 48 Óp. Cit. Gutiérrez, Ramón A. pp. 319. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 rematar el inmueble y de su producto pagar la dote a la viuda, una encomienda de su hijo D. Pedro de Gálvez, remitir 4,500 pesos al Cabildo Eclesiástico, la deuda al Maestre de Campo Joseph Agustín de Estrada, los 1000 pesos de las arras prometidas por su difunto marido. En 1683 doña María Luisa de Gálvez y Segura otorgó la escritura de dote a favor de doña María de Fuentes y Guzmán, quien contraería matrimonio con don José Ramírez de Hoyos, escritura hecha ante un notario público, así como también es interesante los términos en que el contrayente otorgó las arras a su futura esposa49. El otorgar poder para testar se hacía si la persona estaba en los últimos momentos de su vida y para evitar que su progenie quedase desposeída, se nombraba un sucesor o persona que pudiese fungir en representación de los intereses familiares bien fuese el consorte, familiar cercano o persona de la entera confianza de quien iba testar. 55 El fallecer bajo testamento cerrado se llamaba al alcalde ordinario de la ciudad para constatar ante un escribano la defunción a qué hora fue, en base a ello realizar las diligencias para abrir y declarar legítimo para nombrar a los herederos de los bienes familiares, especificando cuando y en que montos se habían de entregar, en caso de dejar a un albacea sería nombrado para administrar los bienes hasta que los interesados cumpliesen la mayoría de edad, por si dejaban cláusulas de entrega. Se dio poder para testar al Capitán D. Lorenzo de Montúfar del testamento de su difunta esposa Da. Agustina Bernal del Caño quien llevo una dote de 42, 190 pesos 2 reales de los cuales 7,093 eran deudas viejas y vencidas a favor de los padres únicamente logrando obrar 1,595 pesos; posteriormente doto a dos huérfanas Isabel y Josefa para tomar la vida religiosa en el Convento de Santa Catalina o la Purísima Concepción en compañía de su hija legitima Da. María de Montúfar. 49 Óp. Cit. Status de la mujer en Centroamérica. Pp. 90. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 En el caso de los hombres existía una forma de heredar nombrada mayorazgo, en que se reunían las posesiones de la familia y se entregaba la mayor parte al hijo mayor de la familia; D. Juan de Arrivillaga Coronado, a la muerte de sus padres exige que se le entreguen unas haciendas e ingenio de azúcar llamado Ntra. Sra. De Guadalupe, a la muerte del padre la madre se había hecho cago de la administración de los inmuebles por haber fungido como curadora y tutora, que viendo la necesidad había tenido que hipotecar su dote y arras ascendía a 50,695 pesos 7 reales. 56 …el contexto socioeconómico en que vivían los testadores, pero es importante mencionar de qué manera la situación económica y la clase social a la que pertenecía el otorgante influía en las prácticas piadosas de estas personas. Los terratenientes que vivían en sus haciendas participaban activamente en las fiestas religiosas que se celebraban en la parroquia del pueblo más cercano a la hacienda. Fueron pocos los testadores que tenían capellanías en sus haciendas y en ellas promovían sus devociones particulares. Los terratenientes que fundaron capellanías, muchas veces lo hacían por medio del censo consignativo […] impuesto sobre la hacienda o sobre una parte de ella. Otros pedían que la propiedad se vendiera y que con ese dinero se hiciera la fundación piadosa, también había quienes pedían a sus albaceas que vendieran varias cabezas de ganado para fundar capellanías con ese dinero o mandar a oficiar misas por su alma. Algunos otorgantes donaron cabezas de ganado para ayudar a las cofradías, hermandades, sacerdotes diocesanos y empleados de su confianza que debían ser recompensado por su lealtad y buen servicio50. La hacienda e ingenio azúcar llamado Ntra. Sra. De Guadalupe estaba ubicada en los pueblos de San Miguel y Santa Inés Petapa, mientras Da. María Ochoa de la Torre por la flaqueza de los tiempos se vio obligada a darla en arrendamiento durante 6 años al Ayudante General Jacobo de Alcayaga Arrivillaga, pagando 1000 pesos para el sustento de las necesidades familiares y 20,920 pesos impuesto a censo a favor de diferentes conventos, capellanías, memorias y obras pías. Los gremios de artesanos también estaban ascendiendo para ese momento dentro de las capas sociales, por lo que los oficios de cerero y confitero estaban Diego Rodríguez con el rango de maestro que se menciona para la reconstrucción de una celda; la disposición que 50 Ibídem. De la vida terrenal a la vida eterna. Pp. 84. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 les ponían a las personas que ingresaban a hacer reconstrucciones era que se dedicaran a hacer su trabajo sin entretenerse. Las personas que contaban con mayores recursos económicos pertenecerían a cofradías las más importantes de la ciudad, fundaron capellanías, memorias de misas, donaron bienes y dinero a las iglesias, dejaron parte de sus bienes para ayudar a la manutención de sus hijos y parientes consagrados a la vida religiosa o dejar los bienes para beneficencia. ¿Qué significaba ser familia prominente? 57 Las dotes recibidas por las mujeres hijas de vascos en la sociedad colonial porteña fueron fiel reflejo de la riqueza que poseían algunos de sus habitantes. Por entonces, la política matrimonial era un factor de cohesión para el mantenimiento del patrimonio en el seno del grupo de parentesco, además que proyectaba alianzas y vinculaciones51. No solo significaba contar con capital familiar elevado, apellido procedente de los reinos de España, un claro ejemplo sería la Familia Fuentes y Guzmán, en el testamento de Da. Catalina de Fuentes y Guzmán, viuda del Capitán D. Francisco de Santiago Chávez, mantenían comercio de cacao, el cuñado el Capitán D. Luis de Gálvez tenía una renta en la villa de Sonsonate, como viuda del Capitán D. Francisco Chávez tenía una encomienda sobe unas casas vinculadas, frente al Colegio de la Compañía de Jesús, ella pidió ser sepultada en la Catedral en la Capilla de la Concepción. Además de la información sobre la actividad comercial, también se da a conocer la forma en que se transportaba a la mercadería de exportación e importación. Baltasar de Sierra era natural y vecino de la ciudad de Santiago de Guatemala, su padre era siciliano y su 51 Siegrist de Gentile, Nora. Riqueza en las dotes de las descendientes de vascos en el buenos Aires colonial. KOSMOPOLITA. Disponible en línea en http://www.euskonews.com/0222zbk/kosmo22202.html. 22/01/2014: 11:32 am. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 madre originaria del barrio de Triana en Sevilla, España, era comerciante y dueño de la fragata Nuestra Señora del Rosario que servía para transportar mercancías52. Al unirse familias por la unión matrimonial de ambos integrantes significa cumplir con un orden social, político y económico propio del régimen colonial, crean alianzas sociales, que consolidad una unidad social, por el intercambio de presentes significativos no solo de tipo económico sino el unir apellidos, para llevarse a cabo dan en prenda como señal de cumplir con la promesa de matrimonio el intercambio de regalos por un lado la dote femenina y las arras, al quedar emparentados en realidad se están definiendo los perfiles locales de clase y posición; tomando como herencia española el garantizar la perpetuidad de las desigualdades sociales. El mayorazgo que reclamo D. Tomás de Arrivillaga Coronado, consistía en esclavos de 58 hacienda para que trabajasen en la producción de azúcar, las casas altas principales con su menaje y muebles donde habita la familia para la época de zafra, las casas bajas que corrían desde la ermita (con retablos, cuadros imágenes, un palio de damasco, casullas) hacia el norte, con corredor sobre pilares de madera, las oficinas que utilizaban para llevar a cabo los asuntos administrativos, galeras, la carpintería con fierros y herramientas, una casa de molienda con dos prensas una caballeriza. Era común que familias formaran una capellanía de misas una de ellas fue fundada por Da. María de Barrones y Loaiza con un capital de 4,000 pesos que había impuesto sobre las casas de su morada, el capellán era el Br. D. Ignacio de Mazariegos; poseían entre sus bienes todo el contenido de sus casas y el producto de una encomienda en la provincia de Chiapa que administraba Juan Macal de Meneses. El descifrar las estrategias utilizadas para atrapar la riqueza intergeneracional a través del matrimonio, en sus términos legales y estructurales de una muestra de familias que optaron 52 AGCA. A1.20 leg. 1111 exp. 9604 fecha 27 de abril de 1672. Fol 37a. Escribano Lorenzo Pérez de Rivera Testamento de Baltasar de Sierra. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 por utilizar la dote como mecanismo de apropiación de capitales familiares en núcleos sociales que estaban emergiendo como una nueva clase privilegiada, tomando en cuenta el prestigio y la riqueza, que se puede cuantificar y rastrear los orígenes por la procedencia geográfica, la cantidad de dinero del que se hablaba y el equivalente en monedas bien sea reales, pesos, tostones. El factor que arrojo unidades de análisis fue la cuantificación de la dote así como las categorías lega aporta el aparato ideológico, vigente desde las normas impuestas por el Concilio de Trento para todo américa, los mecanismos de revaloración de riquezas familiares que el estado ofrece a través del enfoque weberiano que cataloga las carreras individuales, niveles de ingresos y prestigio ocupacional; a que instituciones públicas se permitía el acceso y que intereses representaba a la hora de llevarse a cabo los consensos. 59 En los documentos analizados se encontró cargos nobiliarios que pertenecían a líderes de cargos públicos, maestros en diferentes oficios C. Wright Mills, propone que una cantidad razonable de miembros del gobierno, ocuparon posiciones simultaneas en el empresarial, el por qué los comerciantes velaban por sus interés en especial los cambios en las condiciones de compra y venta de mercancía, la cantidad a pagar por el comercio hacia el exterior; así como la capacidad de intercambiar posiciones institucionales durante la colonia. Este tipo de endogamia estratégico no es una cuestión de política pública, sino que debe ser entendida como un mecanismo de transmisión intergeneracional. La élite de Guatemala colonial puede caracterizarse acertadamente como una élite de poder, tras el término acuñado por C. Wright Mills, 2 ya que se compone de un puñado de líderes de gobierno que ocuparon posiciones simultáneas en él, empresarial, política y / o militar sociales arenas en Santiago de Guatemala. De acuerdo con este punto de vista, la característica más destacada de los miembros de la élite de poder es su capacidad de intercambiar posiciones a través de las instituciones dominantes de la sociedad53. La familia aportaba regalos en dinero, censos, propiedades inmuebles, joyas; la mujer era privilegiada ya que heredaba tanto por línea paterna como materna, de los hermanos mayores, tíos y tías, la familia donaba a la hija para asegurar el que gozara de los 53 Ibídem. Alcántara Valverde, Narda. Pp. 2. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 privilegios que tenía estando dentro de la protección familiar, que no cambiase de condiciones al momento de cambiar de hogar y formar su propia familia; tomando en cuenta la transferencia de riqueza y prominencia. En el caso de que la dote llevase cierta cantidad de dinero además del valuado con respecto a los bienes familiares que ella llevaba como propios y de su uso personal, la cantidad tasada en monedas era entregada ante un notario público, que era considerablemente mayor que la que aportaba el novio, que firmaba un recibo de entrega de la dote económica con respecto al valor en efectivo, destinado a los gastos que se irían dando a lo largo de la vida matrimonial, para ser invertido en un negocio familiar. Era conveniente tener familiares que ocuparan posiciones prominentes en instituciones que ejercían predomino en la Guatemala colonial como: la iglesia en el alto clero, la 60 Universidad como ente donde se formaban los dirigentes intelectuales, el consejo local de la ciudad ocupando cargo estratégicos , y varias empresas el Ayuntamiento, Corregimiento, los gremios de maestros en los diferentes oficios. Esto fue el resultado de una conexión de intereses que los llevó a ellos y sus descendientes a aunar compromisos de comercio, redes de matrimonio y objetivos religiosos comunes en un entorno social que sostuvo con firmeza sus principios culturales y de sangre54. La correlación entre prominencia y endogamia como mecanismos para cohesionar el núcleo de la elite conformado a través de múltiples matrimonios, el atributo relacional para conformar una clase social cerrada a los vínculos que significasen atentar contra sus intereses dentro de su vida política y económica, restringiendo los mecanismos de adscripción por largo tiempo, desde negar la participación en grupos de discusión política hasta evitar el acceso a unidades productivas o comerciales. Para Vilas (1992), este fenómeno no es peculiar de Guatemala, sino también del resto de países centroamericanos. Como los anteriores, otros historiadores (Martínez Peláez, 1970; 54 Nora Siegrist de Gentile. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 McLeod, 1973; Chinchilla Aguilar, 1975; Webre, 1980; Wortman, 1982; Santos, 1994; Woodward, 1999, entre otros) se han preocupado principalmente de los atributos intrínsecos de algunos individuos de la élite colonial, tales como lugar de origen en España, "pureza de sangre", nobleza, etc. Ellos sostienen que estos individuos lograron mantener su estatus utilizando su prominencia o reputación para reclamar derechos y privilegios que no estaban a disposición del resto de la población -sectores pobres y oprimidos. Estos mismos especialistas han puesto atención a la vida social y los valores organizados alrededor de importantes sucesos políticos, económicos y sociales que se sucedieron en la época histórica de la región55. El apellido de la familia fundadora permite rastrear el lugar de procedencia que en su mayoría son españoles procedentes de los reinos de España venidos a Santiago de Guatemala en diferentes temporalidades por intereses personales, en algunas ocasiones solos otros acompañando a parientes para ejercer cargos públicos con nombramientos reales en los siglos XVII y XVIII en las principales instituciones del régimen colonial; 61 capitulares, clérigos, religiosos, militares, caballeros de distintas ordenes, dueños de propiedades o poseyeron títulos de nobleza. Loomis (1954) [59] concibió la sociedad como un sistema que opera -para llevar a cabo sus funciones u obtener sus objetivos- articulando elementos importantes (normas, roles, derechos, estatus, patrones de autoridad, componentes de poder) en sus relaciones sociales. Los vínculos sociales, por tanto, constituyen el cemento que mantiene integrado al grupo social, y la colección de las relaciones sociales constituye la estructura social de cualquier sociedad56. La actividad económica consistía en el factor principal de resguardo de intereses conformado por los comerciantes, representaba variación de atributos por los productos de compra-venta para sufragar los gastos diarios de la población (ganadería, haciendas azucareras), los oficios de maestro de construcción que tenía gran demanda de los terremotos que devastaban obras arquitectónicas. 55 Casasola, Silvia. El núcleo de la élite colonial de Santiago de Guatemala: un bloque cohesivo. Araucarias. Año 5, No. 10. UNAM. México, 2003. Pp. 4. 56 Óp. Cit. Casasola, Silvia. Pp. 10. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 El acrecentar capitales por el aporte que las mujeres recibían de sus familiares, confirmando la relación entre la elite local y el espacio social que se deseaba ocupar, el matrimonio así como el intercambio de bienes familiares actuaba como un estandarte de un medio geográfico, y que se negociaban espacios en donde invertir e intervenir en la conformación de las políticas públicas. Durante el matrimonio, algunas mujeres perdían sus bienes y se quedaban en la pobreza, tal es el caso de Antonia Manuela de los Reyes, natural de la ciudad de Santiago de Guatemala. Su esposo se fue a Perú y se gastó parte de su dote. Al no recibir dinero de su marido, tuvo que pedirles ayuda a sus padres y hermanos para poder mantener a sus cuatro hijos, y gracias al apoyo de su familia no tuvo que mendigar57. Algunas familias consideraban extender su injerencia en diferentes espacios como el comercio, la burocracia, la religión, la academia; comprobando la habilidad de las elites para acceder al control de los espacios políticos y económicos, con virtudes relacionales 62 estableciendo parentesco sanguíneo y político, con el fin de ampliar la cooperación social para contar con el apoyo de unidades de producción, reproducción y resguardo de la representación legal y religiosa. Lo que represento el involucramiento para tomar decisiones y acciones necesarias para garantizar el bienestar y protección de los intereses pactados en la regla endogámica, que permitan resaltar la identidad estableciendo fronteras de grupos categorizando en intragrupos y los exagrupos. En virtud de su pertenencia a este sistema social las creencias, preferencias, actitudes, expectativas, elecciones y acciones de los miembros de estas familias estaban condicionadas socialmente a la vez que motivadas internamente. Todas ellas fueron los mecanismos que promovieron la integración interna de este grupo. De tal forma que aquellas familias que compartían atributos similares favorecían y reforzaban la interacción entre ellas más que con los de afuera del grupo a fin de conservar la homogeneidad de su estatus social. Los matrimonios endogámicos eran aprobados por su importancia. Son estos matrimonios los que permiten medir la proximidad social y el grado de homofilia entre las familias58. 57 AGCA. Sig. A1.20 Leg. 1006 Exp. 9499 Fecha. 20 de julio de 1705. Fol. 138 a. Escribano Francisco de Herrera Cambrano. Testamento de Antonia Manuela de los Reyes. 58 Ibídem. Casasola, Silvia. Pp. 9. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 El matrimonio significo una inversión de capital económico, simbólico y social; en el caso de la Guatemala colonial se heredó la costumbre española legitimada por el Código de las siete partidas de Alfonso X el Sabio, a pesar de ello el enlace entre españoles peninsulares y nativos continuaba desarrollándose; desde luego los futuros maridos no tenían cargos públicos, ya que la ley continuaba prohibiéndolo59. Ideario de la mujer en la colonia La construcción social de lo que debe ser una mujer y lo que debe ser un hombre está ligada a las relaciones sociales, a los saberes y al poder, y es éste el que atraviesa y determina tales relaciones de “una red de discursos y de prácticas sociales” (Castellanos, 1996:23). De modo que la adopción de esta categoría de análisis puede coadyuvar a comprender la complejidad de las relaciones sociales, las relaciones de poder, la forma en que se estructuran las clases sociales, los colectivos humanos y dentro de ellos cómo los individuos se construyen a sí mismos y construyen su realidad (Scott, 1990). La familia, eje de las relaciones sociales, fue concebida por la jurisprudencia castellana como constituida por padres e hijos (Ots Capdequi, 1969:34)60. 63 La reproducción social presente en la reproducción familiar y la transición de bienes para quienes ocuparon posiciones privilegiadas dentro de la sociedad colonial con reminiscencias judeo-cristiano que condicionaba la transición de discursos, no solo la herencia genética de sus antepasados implícita en el apellido, económica en la transición de bienes materiales e inmateriales, alimentada de las relaciones desiguales y jerárquicas. Un caso particular es el de Da. Antonia Noriega hija legitima de D. Jorge Gómez de Noriega y Da Juana Guerra que habían fallecido y dejado muy pequeña por lo que la había tenido a su cargo y cuidado Da. Luisa de Salazar Monsalve en su casa fungiendo también 59 Status de la mujer en Centroamérica. Pp. 90. Mendoza Pontiffe; Liliana. Reproducción social en familias prominentes de Salta: un análisis desde la categoría de género. Temas de Mujeres Año 3 Nº3. Revista del Centro de Estudios Históricos e Interdisciplinario Sobre las Mujeres Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Tucumán. Pp. 3. Disponible en línea en: http://www.filo.unt.edu.ar/rev/temas/t3/t3_web_art_mendoza_reproduccion_social.pdf. Fecha de consulta: 19/02/2014: 6:23pm. 60 La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 como administradora de sus bienes, mientras crecía y llegado el momento y se casó con el Alférez Diego Ruiz de Aguilera, los padres le habían dejado en herencia 2,076 pesos. Cada caso de testamento encontrado da información específica en este otro del 14 de julio de 1671, el Sargento Juan de Saravia de oficio platero, otorgó la carta dote su esposa Nicolasa de la Asunción, que había sido criada desde niña por el Capitán Cristóbal Fernández de Rivera y su mujer Da. María de Acevedo y Sigüenza, la dote matrimonial había sido pagada de los bienes del Capitán Fernández y su esposa; ascendiendo a la cantidad de 1,024 pesos que le habían dado de limosna. En el libro de Manuel Rubio Sánchez, describe los factores en que vivían las mujeres para los años de 1503 a 1821 a lo largo de toda Centroamérica, quise hacer un análisis del siglo XVII, para entender la temporalidad estudiada en las fuentes primarias; en sus primeras 64 páginas habla de Felipe II, en Guatemala su representante legal si es que así se le pode llamas fue el Presidente, Gobernador y Capitán general del Reino el Dr. Alonzo Criado de Castilla. La institución jurídica a cargo de las políticas del reino se llevaban a cabo en la Real Audiencia, que por los constes terremotos continuaba en construcción arquitectónica, con el paso del tiempo se fue modificando las construcciones de las casas, por la importancia de las ciudades y el que representase la configuración de espacios de ocupación de grupos sociales de posición social. Las costumbres eran heredadas por los miembros de las familias en especial transmitidas de padres a hijos, por lo que las de tipo religioso cobraban especial injerencia dentro del ideario de tradiciones en las órdenes de la vida, algunas familias llevaba tal punto de velar porque las construcciones de conventos, iglesias y obras piadosas tuvieran el sustento económico para ser llevadas a cabo. El derecho canónico, pese a su decidida defensa de la autoridad del varón, proporcionaba a la mujer un espacio de igualdad, al referirse a los derechos y obligaciones contraídas La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 por el sacramento del matrimonio. Se recomendaba a las esposas docilidad y obediencia, dando a la mujer un papel subordinado61. En la vida política existía cargos primarios donde se tomaban decisiones que eran acatadas sin cuestionar, en comparación con los miembros de alcaldes mayores, corregidores, existía autonomía pero virtualmente manipulada hacia los intereses de las capas altas, máxime si atentaba contra el estado económico de los poseedores de los medios de producción y gremios principales que manejaban la mayor cantidad de fluidez económica, como para deponer a quienes ejercían cargos y no eran afines a sus intereses. Ahora bien la mujer por ser considerada parte de la sociedad que debía ser resguardada de los peligros de la vida, gozaba de protección especial en las leyes vigentes, protegida desde sus nacimiento en el seno familiar, criada con amor para que desempeñase las labores 65 domésticas y oficios mujeriles de su bello sexo, como una división sexual de las labores entre hombres y mujeres; que justificase los fines educativos por extensión en ese momento de la vida colonial. Al llegar a la mayoría de edad era pasada su tutela a su marido si se desidia por la vida matrimonial o al resguardo de una institución religiosa si se dedicaba a ser monja profesa; pero crecía con el fin esencial de contraer matrimonio como una buena esposa, cuidar de su familia cuando fuese madre de sus propios hijos a quienes heredaría las costumbres de la religión católica así como de la familia a la cual emparentaba de forma política; el administrar los bienes familiares para asegurarse las condiciones en que había crecido y proporcionar resguardo a su prole. La preocupación de asegurar una buena dote no radica única y exclusivamente en lo económico, aunque la misma significase la solvencia económica de la familia, sino la protección y cuidado que tenía la familia de proveer de regalos que ayudasen a lo largo de su vida, temiendo que quedase viuda 61 o que fuese repudiada por su esposo, que el Diccionario de Derechos Canónicos (París: Librería de Rosa y Bouret, 1859) pp. 1124. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 matrimonio se disolviera o que en el peor de los casos el marido derrochara los bienes familiares, por ello buscaban casarlas con alguien de su misma condición social o mejor pero nunca menor. Con el incremento de la población en Santiago de Guatemala, se organizaban nuevos núcleos de habitantes, no es de extrañarse que algunos grupos sociales se localizaran en barrios específicos y de allí su importancia de ocupar casas que lindaran con familias de su misma posición, que algunos gremios se alojaran en espacios donde encontraran de forma factible los enseres necesarios para realizar la producción de los bienes materiales, por otro lado el desarrollo de los pequeños poblados indígenas menos extensos. Las leyes vigente permitían que las mujeres poseyeran propiedades y bienes, pero en caso de querer venderlas era necesario que el esposo, el padre o la figura masculina a quien 66 debía su protección de los bienes materiales, también podía ser el albacea o administrador de los bienes familiares quien diese el aval para compra venta, o cualquier transacción que ameritase la protección del cuidado del patrimonio familiar; por lo que existió un gran número de mujeres que contaban con grandes fortunas. La misma estructura familiar era protegida por las leyes vigentes, desde obligar a los maridos a no dejar a sus esposas por mucho tiempo por emprender viajes con fines comerciales, en las cedulas que emitía el Concilio de Trento ser guardaba el que la familia estuviese unidos y hacer vida maridable; siempre y cuando estuviesen casados, en especial porque uno de los propósitos del matrimonio era procrear hijos de la fe católica. En tal caso para salvaguardar la estructura familiar se dio otra disposición el 19 de noviembre de 1618, en donde se ordenaba a quienes estuviesen casados y que no residieran en las Indias, que no se ausentaran de sus casas y domicilios, ni dejaran a sus esposas solas bien fuera en compañía de un familiar cercano o si los padres vivían fueran ellas quienes cuidaran e hicieran compañía a la hija durante tiempo en que el esposo se dirigía a las faenas laborales en otros continentes. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Se debía justificar el motivo del viaje, con qué intereses se embarcaba hacer el viaje, la duración del mismo, la edad que tenían ambos esposos, si tenían o no hijos, otorgar fianzas que comprobaran de revocar los bienes y no dilapidarlos; así como se ordenaba que se formara un libro de registros y asuntos de estas fianzas. Frenando de cierta manera los viajes a España, pero también eran con el fin de evitar que las fortunas familiares fueran mal invertidas. Otro documento que vino a modificar la relación entre hombres y mujeres fue la Real Cédula del 12 de mayo de 1619, en donde se retomaban anteriores fechadas del 10 de febrero de 1575, 18 de febrero de 1582 y 15 de noviembre de 1592, que prohibía a los virrey, presidente, gobernadores, oidores y fiscales de las Audiencias y a sus hijos e hijas celebrar esposales y contraer matrimonio con personas residentes y avecindadas en la circunscripción de sus mandos. 67 Este tipo de Cédulas Reales buscaba el ir marcando límites para emparenta con pobladores de la jurisdicción de los funcionarios de la Audiencia, diferenciando entre los descendientes de los primeros españoles llegados a América llegados al país, que los denominaron “criollos” y “peninsulares”; con el fin de no crear favoritismos ni ventajas entre unas familias y otras que se pudieran entender como corrupción entre los mismos gremios. La Real cédula emitida el 20 de febrero de 1628, que ordenaba a oidores y fiscales de la Audiencia que por ninguna circunstancia ni momento podían apadrinar las bodas celebradas dentro de distrito de su jurisdicción62 , también con el fin de evitar favoritismos, la división entre criollos y peninsulares iba cobrando espacios dentro de las posiciones que representaban los distintos cargos de las instituciones coloniales, pero no hacía referencia de apadrinar a pobladores vecinos de las provincias lejanas o cercanas donde la mayoría tenía ubicadas sus haciendas o trabajaderos familiares. 62 AGCA. A.1.23 leg 1515 fol 189, citado en Status de la mujer en Centroamérica pp. 77. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Dentro del itinerario y costumbres familiares preeminentemente criadas en amor a la fe católica el levantarse temprano para ir a misa era devoción que debía inculcársele a los niños desde sus tempranos años, luego de escuchar misa se hacía el desayuno, los hombres iban a sus quehaceres y las mujeres a cuidar de la administración del hogar, dar instrucciones a sus servidores acerca de lo que se iba a comer durante el día. Los hijos e hijas debían asistir a un convento para recibir instrucción secular y religiosa, desde las primeras letras, escribir, gramática, la doctrina cristiana, para que a eso de las nueve se tomara un refrigerio, pasado el mediodía se almorzaba, a las cuatro se tomaba la merienda con las visitas o se disponía a visitar a las amistades familiares o los mismos familiares que vieran cerca para seguir velando por el cuidado entre los mismos familiares. 68 Razones para casarse, derecho romano Intereses para unir capitales familiares A través del matrimonio católico se procuró en Hispanoamérica ordenar y moralizar a una sociedad mestiza que terminó generando mecanismos propios de relaciones afectivas. Para el caso de las mujeres el papel de sumisión impuesto chocó con las diversas actuaciones que realizaron en el ámbito social y económico63. El estudiar la familia desde la historiografía desde sus aspectos demográficos y en este caso particular a las que conformaban los núcleos sociales de poder durante la colonia, representa un gran cumulo de aspectos a analizar si se considera hacer una reconstrucción de cómo era el cotidianidad de aquellas familias en su contexto social y económico; tomando como punto de partida la dote colonial que además de constatar la solvencia económica de la familia, también era una forma de cerrarse hacia las demás familias que no tenían sus mismas condiciones. 63 Vivallos Espinoza, Carlos. Leonardo Mazzei de Grazia. La arquitectura del buen amar. Matrimonio, normas y transgresiones en testamentos de mujeres. Concepción 1754-1809. Revista Universum. No. 22 Vol. 1: 236-250. Chile, 2007. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 Uno de los impedimentos para contraer matrimonio que se hereda de la republica romana estaba el considerar el parentesco, la afinidad, el adulterio y el rapto, pero las razones de orden público marcaba una separación abismal entre grupos sociales ya que la hacía desde la prohibición entre, patricios y plebeyos, entre cenadores y sus descendientes con libertas, para evita la inclusión de nuevos sectores sociales, porque solamente representaban riesgos de dividir hacia más familias es decir el de polarizarse y abrirse a ser inclusivo en lugar de llevar a cabo su política de centralizar la participación en la política. El relacionar familia, con poder económico- respeto y reconocimiento político era una parte del todo de la forma como vivían y definían sus relaciones sociales, el decidir quiénes entraban en su grupo social y a quienes dejaban afuera mediante mecanismos de exclusividad, un aporte significativo que viene a ayudar a contrasta esta de tipo de 69 investigaciones seria la historia de las mentalidades como afirma Carvieres y Salinas viene a apelar a aspectos subjetivos e intangibles para conocer la sociedad64. Las normas que regían la sociedad colonial guardaba especial respeto por las disposiciones religiosas que ejercía la iglesia católica y especialmente con respecto a cómo normar a la sociedad, en especial si era desde la familia la institución donde se cimentarían las bases de la vida religiosa; donde se reproducían las prácticas de sucesión . Al considerar hacer un estudio sobre cómo se organizaba la sociedad toma especial interés el tomar como unidad de análisis a la familia colonial y en este apartado las razones para generar vínculos solidos mediante la figura del matrimonio entre familias originarias de Santiago de Guatemala y si se podría decir una posterior intervención de extranjeros procedentes de los reinos de España. 64 Cavieres, Eduardo y René Salinas, Amor, Sexo y Matrimonio en Chile tradicional, Serie Monografías Históricas Nº 5,Valparaíso, Chile: Ediciones Universitarias de Valparaíso, 1991, p. 16. Citado en La arquitectura del buen amar. Pp.236. disponible en línea en: http://universum.utalca.cl/contenido/index-071/Vivallos.html. 16/03/2014. 4:32pm. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 El concepto de matrimonio lo desarrolla Atzail Gómez en su tesis de Licenciatura de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales concibe el matrimonio como la unión de dos personas de sexo distinto con la intensión de ser marido y mujer, las nupcias son la unión del varón y de la mujer, para toda la vida, con derechos divinos y humanos65. La polaridad de las parejas que tomarían un sacramento religioso que cambiaría la cotidianidad de los miembros de la misma familia, más allá de modificar un estado civil las implicaciones que conllevaban el emparentar con familias que tenían costumbres distintas pero que coincidían con las disposiciones de la Iglesia Católica, sobre todo por las aportaciones que hacían ambos contrayentes desde las aportaciones y ganancias comunes. 70 Hasta mediados del siglo XV sólo la diintención de las partes, fue la diferencia entre matrimonio y barraganía, hasta que el Concilio de Trento determinó que el matrimonio nace sólo del consentimiento (la affectio maritalis), cualquiera que fuesen las apariencias, lo que conlleva una suerte de indeterminación de las uniones no constituidas in faccie ecclesiae (con las solemnidades rituales eclesiásticas). Finalmente, el Concilio de Trento reconoció como matrimonio sólo al contraído solemnemente, esto es, celebrado ante el párroco de la novia y dos o tres testigos, mediando la bendición y previa las amonestaciones públicas66. Es notable encontrar en los documentos como extractos de escrituras públicas la relación entre familias que compartían vínculos económicos, un documento de fecha 30 de diciembre de 1677, Nicolás de Consuegra de oficio maestro de barbero con quien fuera su mujer Isabel María de los Angeles; quienes tomaron a censo 100 peso de capital de Antonio de Espinosa, maestro de cerería para imponerlos por un pedazo de solar que medía 31 varas de largo por 12 varas de largo ubicado en el barrio de la Concepción; el terreno había sido parte de la dote como una porción del solar que correspondía a Antonio Ibañez de Escobar padre de ella. En el derecho canónico se le concibe al matrimonio como un sacramento instituido por la fe Católica, entre personas que manifiesten consentimiento legítimo de ambos contrayentes 65 Gómez Guzman, Atzail Idalia. [tesis] El matrimonio análisis comparativo en el derecho romano, derecho canónico y el derecho civil. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Pp. 5. 66 La arquitectura del buen amar. Pp. 237. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 que sean jurídicamente hábiles para consentir, por la solemnidad sacramental se motivaba a la unidad e indisolubilidad al alcanzar particular firmeza; es allí donde recaía la función delos sacerdotes, curas párrocos y la comunidad eclesiástica de velar por el progreso cristiano de la unidad conyugal, función que recaía también en los padrinos. Según el derecho canónico el matrimonio concebido como sacramento religioso instituido por Jesucristo y regulado por los cánones romano y su construcción dogmática, como redención y purificación de las almas, ilustrado en la unión de Jesucristo con su Iglesia, poniendo a la familia como institución encargada de velar por la perpetuidad de las costumbres heredadas desde el derecho romano occidentalizado, que inmortaliza los discursos teórico –legales a cerca de la institución del matrimonio como un contrato. El matrimonio desde la perspectiva romana, el derecho no reside intrínsecamente en el 71 matrimonio sino en el derecho a contraerlo, con las respectivas consecuencias en el ámbito de la propiedad; pero en el caso de la construcción canónica el consentimiento, basado en la sustentación del vínculo previsto desde el punto de vista pastoral o cristiano, que radicaba en el formalismo de ser visto como un contrato, por tal motivo se imposibilita la ruptura del mismo; en especial si el Derecho Romano fue el derecho de los paterfamilias. De la familia, encabezada por quien es lo que es por serlo en y desde su familia esa pequeña res publica que resulta ser la familia, de la que hablase en época tan adelantada como el siglo I, es el propio Séneca en estos términos, prueba su identidad precisamente en la realidad común, conjunta, plural y sin embargo unitaria de su genuina y primitiva estructura de poder: en el valor simplemente, que aquella penetra como institución jurídica por la vía del edicto, convirtiéndose en un contrato, y el matrimonio queda enclaustrado en los lindes del hecho, de lo fáctico: la razón de ello estriba en que una figura resulta esencialmente patrimonial, mientras que la otra solo tiene implicaciones económicas (emblemáticamente la dote) y solo a su tutela se consagra el edicto e incluso en eso hay una cierta indiscutible semejanza, al cubrirse la reclamación de la dote con una acción de buena fe67. 67 El matrimonio análisis comparativo en el derecho romano, derecho canónico y el derecho civil. Pp. 53. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 La fundación de capellanías también era una forma de velar por el descanso de las almas de los familiares, para Diego de Escobar Inojosa otorgada el 15 de enero de 1673 quien había fundado una capellanía de misas, asignado dos casas de su propiedad; una en el barrio de Santo Domingo y la otra en la plazuela del Hospital de San Pedro. …era lógico que el Estado y la Iglesia tuvieran por esta institución un interés prioritario, ejerciendo sobre ella un control tutelar, ya que una gran parte del estamento político reposaba en la constitución social de su organización. Todo ello más allá de si los contrayentes tuvieron sentimientos que los enlazo espiritualmente con el carisma católico en que habían nacido, que formalizaba con el sacramento del matrimonio las nupcias y, más allá, de si las mismas fueron convenidas a través de pactos monetarios que buscaban que un determinado grupo prosiguiera manteniendo el status económico de sus miembros68. En 1681 el Capitán D. Lorenzo Montúfar que desempeño el cargo de escribano de Cámara 72 de la Real Audiencia y Mayor de Gobierno y Guerra, que también fungió como albacea de los bienes testamentarios del Alférez Juan de Acebedo, fundó una capellanía de 160 misas rezadas por el alma de sus parientes, imponiendo a censo 4000 pesos de la dote de su esposa sobre las cosas principales de la morada de Acevedo; nombrado como primeros fundadores y capellanes a sus hijos Juan y Manuel y después de ellos a los descendientes de sus hijos, nombrando como capellanes interinos al Br. D. Joseph Temino y a Francisco de Espinosa Clérigos Presbíteros. El normativo y condiciones para la entrega de dote La carta de promesa de dote se realizaba un año antes del matrimonio. A veces se establecía el pago en plazos. Se hacía ante notario y testigos y se entregaba parte de ella. Entonces, el marido entregaba una carta de pago que garantizaba la devolución de esta cantidad en caso que hubiese matrimonio. La mujer recuperaba su dote si no había 68 Óp. Cit. Nora Siegrist de Gentile. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 adulterio en la disolución del matrimonio. Si la mujer moría, la dote pasaba a sus hijos o al padre, pero también podía recaer en el marido si así lo decía el testamento69 La articulación social era permitida porque significaba la obtención de capital de trabajo que obligaba al novio a acrecentar la porción de capital familiar que le era encomendado y hacer uso de él posteriormente realizado y consumado el matrimonio, aunque el novio entregaba un regalo simbólico en las arras que correspondía a la décima parte de los bienes familiares; en este sentido darle a la progenie un valor sucesión del hijo/a que sale de la casa paterna, como una relación entre hombres y mujeres con el patrimonio de sus ancestros, como una cuestión honorífica. En el entendido de realizar la entrega de carta de dote ante un escribano público; se dotaba a la mujer para evitar los abusos o malos tratos por parte del marido, si se especula 73 fríamente en cuanto al significado y trasfondo de la dote se podría decir que las arras jugaban el papel de pagar por el precio de una novia o la suma de dinero que el novio pagaría a la familia de la novia en prenda de su doncellez70 y virtud a cambio de su matrimonio. En el caso que uno de los conyugues muriera o por divorcio, podía exigirse la restitución de la dote matrimonial, pero si en algún documento legal como los testamentos se indicaban las condiciones en cuanto a la restitución de la misma al contrayente, existía una especie de hipoteca legal o como un seguro de para los descendientes y el o la conyugue para evitar que ellos cayeran en desgracia económica, resguardar de la posible viudez temprana. Al ser un bien que se llevaba al matrimonio, significaba que cooperaba con el sustento de la familia. Servía para montar el taller del artesano, incrementar la empresa minera o 69 Fraile Seco (2005) citado en: anuario GRHIAL. Universidad de Los Andes. Mérida. Enero-Diciembre, Nº 1, 2007. Léxico del español colonial venezolano en dotes merideñas de los siglos XVII y XVIII* Ramos, Elvira y Quintero, Adriana, pp. 93-106. 70 el valor de las doncellas era de alta estima para los nuevos pobladores ya que garantizaba la legitimidad de los hijos habidos durante el matrimonio, que era una joven limpia sin mancha ni haber sido mancillado su honor, por lo tanto podía ser una buena candidata para el matrimonio. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 hacendaria del marido, en fin, "acrecentar un capital que permitiera a la nueva familia mantenerse en el nivel acostumbrado"71 Consistía principalmente en efectivo y bienes materiales, como ropa, "bienes domésticos y quizás cosas de lujo para agregar distinción a la casa de la novia, como artículos de plata, alfombras, escritorios, pinturas, almohadas para reclina o sentarse". Y también puede considerarse como una concesión a cambio de una buena administración, en beneficio de la sociedad conyugal. La ley preveía y concebía a la carta dotal como una declaración de los bienes habidos por la novia que pasarían a ser parte de los bienes del marido cuando se llevaba a cabo la transición del patrimonio familiar, para Vivallos y Mazzei la dote consistía en representar los bienes que recibía la novia por parte de los padres antes de casarse y las propiedades que llevaba al matrimonio, también como la única herencia que recibía la mujer por parte de sus padres, el único caso raro lo señala Nazzari (en Brasil) 72, que al morir los padres de la mujer, podía devolver su dote y participar en la repartición de la herencia; pero en el caso guatemalteco no se encontró ningún caso similar. 74 Específicamente la diligencia matrimonial se realizaba con la fórmula «para mejor servir a Dios» con la que el hombre se presentaba ante el cura de una parroquia, siendo la declaración de la mujer muy similar, sólo añadiendo el dato de su edad. El cura explicaba "la gravedad del juramento y de la materia, [y la] obligación de decir verdad en el caso", recibía el juramento por Dios Nuestro Señor y la Santa Cruz y el varón tenía que decir su lugar de origen, de donde era vecino, su calidad, estado, edad, el nombre con quién deseaba casarse, el origen de la novia, su vecindad, calidad, estado y legitimidad, consignando estos datos en el libro respectivo. Luego preguntaba, si no se tenía parentesco por consanguinidad o afinidad de cópula lícita o ilícita, o esponsales pendientes. Se preguntaba además, si se había hecho voto simple o solemne de castidad o si se tenía otro matrimonio e impedimento de crimen o de honestidad. Finalmente se apelaba a la «libre y espontánea voluntad» de los contrayentes, ambos firmaban sus declaraciones y el hombre presentaba tres testigos que corroboraban los datos entregados. Luego se amonestaba a los contrayentes, o sea, se publicaba el matrimonio Inter Missarum solemnia en tres días 71 Muriel, Josefina. "La transmisión cultural en la familia criolla novohispana", en Pilar Gonzalbo Aizpuru (coordinadora), Familias Novohispanas siglos XVI al XIX, México: Seminario de Historia de la Familia, Centro de Estudios Históricos, El Colegio de México, 1991, p. 118. Citado en La arquitectura del amor. pp. 244-245. 72 Policzer, Catalina "El matrimonio, la dote y el testamento: Un estudio del poder económico de la mujer colonial en el siglo XVIII", Revista de Historia Social y de las Mentalidades, sociabilidad y vida cotidiana en el Chile tradicional, Año III, N 3, Departamento de Historia, Universidad de Santiago de Chile, 1999. p. 122. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 festivos, según lo dispuesto por el Concilio de Trento. Si no existía impedimento, se les declaraba hábiles para casarse y para que se les velara en el tiempo debido73. La costumbre de realizar esposales durante la época colonial era con el fin de aceptar la promesa y aceptación mutua de un futuro matrimonio, que llenase las condiciones de ser verdadera, libre, mutua o recíproca para contraer matrimonio entre personas hábiles, principalmente que reunieran las condiciones que el derecho canónico exigía. El crédito eclesiástico 75 En una economía descapitalizada como la novohispana, donde el circulante era escaso, el crédito jugo un papel fundamental para el sostenimiento de las diversas actividades. Todas las instituciones, tanto públicas como privadas, tuvieron que recurrir alguna vez al préstamo. Desde el rey hasta el pequeño propietario hicieron uso del crédito a fin de solventar sus gastos, bien para resolver problemas inmediatos o con el propósito de echar a andar una empresa económica. Pero pocas eran las instituciones que contaban con capital acumulado. Entre ellas se encontraba la Iglesia, que tenía varias fuentes de ingreso. Sus riquezas procedían del diezmo, de bienes de fundación, obras pías, capellanías, legados testamentarios, limosnas, dotes, contribuciones de miembros y el derecho sobre aranceles y salarios. Durante tres siglos la iglesia fungió como una de las instituciones crediticias de mayor importancia en la Nueva España. Las riquezas atesoradas en sus arcas estuvieron a disposición de pocos sectores de la sociedad y contribuyeron al sostenimiento de algunos ramos de la económica colonial74. La función que tuvo el crédito eclesiástico en la economía novohispana, dado que la usura estaba prohibida y la Iglesia era la única institución que se encargaba de dar préstamos a 73 Castañeda, Carmen. "La formación de la pareja y el matrimonio", en Pilar Gonzalbo Aizpuru (coordinadora), Familias Novohispanas siglos XVI al XIX, México: Seminario de Historia de la Familia, Centro de Estudios Históricos, El Colegio de México, 1991, p. 76-77. Citado en La arquitectura del buen amar. Pp. 243. 74 Von Woberser, Gisela. El Crédito eclesiástico en la Nueva España siglo XVIII. UNAM. Instituto de Investigaciones Históricas. México, 1994. 275pp. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 usura a los pobladores, de aquella época significo el invertir sus riquezas, si se considera que cobraba el 5% por cada préstamo que hacía a la población. En cuanto al crédito eclesiástico y los préstamos de dinero75, el único interés que percibía quien emitía la solicitud del préstamo era el invertir en algún negocio que con sus propios medios no podría lograr reunir una suma de dinero elevada, por lo que recurrían a la Iglesia y mediante una serie de cláusulas de prestamistas estimaba la cantidad a depositar, plazos, en qué condiciones se entregaba y las cláusulas de no cumplir con lo pactado. 76 La solvencia del deudor y sus relaciones personales también resultaron determinantes para acceder al crédito. A falta de estos requisitos, o cuando el deudor no resultaba lo bastante confiable, se le exigieron otras garantías, como algún objeto en prenda, la escrituración ante notario de la operación, o el aval de familiares, amigos, o personas influyentes, quienes se comprometieron a responder solidariamente de la deuda contraída. En el préstamo fueron precisamente las garantías personales (obligación solidaria y fianza) las más aceptables. El apoyo de un comerciante, gracias a su liquidez y a sus contactos personales, abrió muchas veces las puertas del crédito76. En este caso el grupo que se analizó a lo largo de la investigación contaba con los requisitos para ser candidatos para un préstamo o que fuesen quienes invertían en al mismo crédito eclesiástico, lo que en nuestros días serían los inversores económicos de esta institución religiosa que monopolizaba todo tipo de préstamo ya que lo consideraba pecado y era la institución por excelencia que se encargaba de fungir como primeros bancos. Bien fueran los objetos entregados en calidad de prenda, o el mismo interés que cobraban por el préstamo, el fin era darle liquidez a los recursos económicos de la Iglesia, mismos que iban aumentando por los mismos feligreses. La investigación hecha por María Martínez propone tres aspectos en los que se basaba especialmente para acceder al crédito colonial como única opción en algunas problemáticas 75 Martínez López-Cano, María del Pilar. La Génesis del Crédito colonial. Ciudad de México, siglo XVI. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Históricas. México, 2001. 388pp. (serie Historia Novohispana 62). Disponible en línea en: www.historia.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/genesiscredito/libro_genesis.html. Fecha de consulta 22/04/2014. 11:52pm. 76 Ibídem. El crédito eclesiástico y los préstamos de dinero. Pp. 209. La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 familiares por un lado se solicitaban préstamos para afrontar gastos para liquidar deudas por consumo diario, algunos extraordinarios como la entrega de una dote, el ingreso de un familiar a la vida religiosa, pagos por una mala cosecha o un mal negocio, conseguir beneficios en una orden espiritual como era la fundación de una capellanía o una obra pía. El otro gran rubro lo conformaban los préstamos para emprender un negocio, con el fin de dinamizar la actividad productiva que de ser fructífero conseguirían salir de las necesidades familiares, pero, de lo contrario solamente implicaría la deuda que sería pagada con bienes materiales; los prestamos posibilitaban a los acreedores el acceder a un cargo administrativo con el cual poder desarrollar la carrera profesional o elevar su estatus social. 77 Conclusiones Para la temporalidad del siglo XVI y XVII la iglesia utilizaba el censo en sus diferentes modalidades, que resultó ser el más seguro para la obtención de mayores ingresos económicos incluso en los extractos de escrituras públicas se menciona pero ya no como lo hacían anteriormente, la mayoría era para mantener a viudas que habían sido esposas de los primeros conquistadores; en su momento financió obras de carácter agrícola, en cuanto al comercio fue financiado directamente por los propietarios y en segundo lugar por la Iglesia, pero en calidad de prestamista. El consentimiento de dar validez a los matrimonios que no cumplían con los cánones de la iglesia católica dispuestos en el derecho canónico que fue una preocupación para reprimir las violaciones al principio del consentimiento, sostenían que la unión conyugal se establecía un vínculo de la ley natural y como una expresión de consentimiento mutuo, constituyendo uno de los sacramentos que llamaban a la santidad que ejemplificaba la unión de Cristo con su Iglesia en las Bodas del Cordero. En tanto que se pertenecieran el La Dote matrimonial como símbolo de prominencias en familias de Santiago de Guatemala años 1670-1700 uno al otro, monógamo, que prevaleciera la fidelidad entre ambos esposos, vivieran juntos hasta la muerte. Se justificaba la autoridad del padre sobre su esposa, hijos y sirvientes por el poder de Dios sobre la creación, otorgando el derecho y la obligación de los padres a cuidar de la crianza de sus hijos, no dejarlos abandonados, a lo que San Pablo afirmaba que la sumisión filial sería correspondida con amor, protección y guía paterna. Uno de los fines de las leyes canónicas era comprobar que las uniones matrimoniales se estaban haciendo libremente de lo contrario si un sacerdote sospechaba que los padres lo desaprobaban, estaba obligado a investigar el caso minuciosamente, los aislaba de la familia y procedía a hacer las respectivas interrogantes, evitar la decisión de ambos contrayente se viera persuadida por terceras personas. Si los padres eran quienes se oponían 78 al enlace matrimoniales tenía la libertad de prescindir de dos de las tres amonestaciones, para realizar la ceremonia con presteza, de lo contrario los mismos clérigos eran obligados a prohibir el matrimonio. 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