EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015 p1 DE ÍTACA AL TEIDE. Un recuerdo a la primera familia que habitó el Observatorio Atmosférico de Izaña cuando cumple cien años . 5 del domingo revista semanal de EL DÍA Don Bosco, Los Salesianos y La Orotava. El bicentenario del nacimiento de un santo, fundador de un modelo educativo universal Texto: Javier Lima Estévez (graduado en Historia por la ULL) E l año 2015 representa una fecha especial para la comunidad salesiana repartida a lo largo del mundo pues se conmemora el bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco, quien fuera el fundador de la orden de los Salesianos. Su vida y su obra no han pasado desapercibidas para todos aquellos que se han aproximado al modelo de vida religiosa y educativa que el santo italiano legó a través de la orden, cuya huella está presente en muchos países. Canarias forma parte de esa realidad, teniendo toda una serie de centros educativos coordinados por tal orden. A lo largo de nuestro artículo resaltaremos diversos aspectos de la vida y obra de San Juan Bosco. Asimismo, expondremos diversos hitos relacionados con la presencia salesiana en La Orotava, desde su llegada hasta nuestros días, finalizando con una conclusión y valoración sobre el significado de tal modelo educativo y su papel en nuestra sociedad. San Juan Bosco fue un sacerdote que nació en un caserío del norte de Italia llamado Becchi en 1815. Su padre, Francisco, contrajo matrimonio con Margarita Occhiena. Un día de 1817, tras regresar muy sudoroso de las labores del campo, bajó al frío y húmedo cortijo y falleció a causa de una pulmonía(1). Las circunstancias económicas, sociales y políticas eran por entonces muy complejas en Italia. En ese marco, Juan Bosco se ve obligado a trabajar desde muy joven en la agricultura, viviendo junto a sus hermanos pequeños, José y Antonio, y su madre. Será su madre una pieza esencial en su vida pues se preocupó por la educación de sus hijos a pesar de las complejas circunstancias generadas en el ambiente familiar. “Mamá Margarita resultó ser una gran educadora. En casa tenía que aguantar hambre y faltaban muchas cosas materiales pero había mucho amor y una gran felicidad”, diría(2). Así que, a pesar lo complejo de aquellos momentos, con tenacidad y esfuerzo acabaría logrando acceder a los estudios. “A Juan Bosco sus estudios le cuestan verdaderos sacrificios. No porque no tuviera cualidades, pues poseía una memoria prodigiosa que le permitía recordar todo lo que leía y escuchaba, sino porque su pobreza era total”(3). En 1835, con veinte años, accede al seminario diocesano de Turín(4) y el 5 de junio 1841 sería ordenado sacerdote, siendo desde esa fecha hasta 1844 alumno del Convictorio eclesiástico de la ciudad(5). Tras terminar el curso, el joven Bosco fue nombrado director espiritual de Santa Filomena bajo la dirección de la marquesa Barolo. El mes de marzo de 1846 sería un momento clave para la orden, pues, a partir de la oferta de Pancracio Soave, pudo llegar a construirse un oratorio, inaugurándose el 12 de abril de ese mismo año bajo el nombre de Oratorio San Francisco de Sales, atendiendo a más de 250 muchachos que era vigilados por el marqués de Cavour, pasando a constituir y representar sus seguidores los Salesianos(6). Don Bosco trabajó duramente muchos años, y las críticas fueron frecuentes, mermando tal situación su salud, por lo que acabaría enfermando en julio de 1846. Afortunadamente, con descanso, lograría recuperar la salud y regresa a Valdocco junto a su madre por recomendación médica(7). A lo largo de su vida combinó su formación religiosa con una intensa actividad intelectual a favor Don Bosco. de la educación y formación de los más jóvenes, dejando como testigo múltiples escritos en los que queda presente su legado. Un hito importante sucedería en 1853, cuando comenzaron los talleres para aprender zapatería y sastrería, creando con los mejores alumnos lo que él denominó “hermanos coadjutores”. A partir de ese momento aumentaría su interés y preocupación por los más jóvenes, a los cuales siempre tendría presente a lo largo de su vida. Junto a don Rua y don Cagliero, establecería la Congregación de los Sacerdotes de San Francisco de Sales o Salesianos, creada en 1859 y aprobada por la Iglesia en 1864. Paralelamente, fundó también la Congregación de las hijas de María Auxiliadora. “Al año siguiente de 1872, por consejo del fundador, reunióse una junta de Hijas de María en el pueblo para decidir sus destinos; eran 27 jóvenes las que acudieron. Se procedió a nombrar superiora, y recayó este cargo sobre una joven llamada María Mazzarello”(8), siendo designada ésta primera superiora general. En 1888, tras la muerte de su fundador, los Salesianos dirigían ya 250 casas. Sería don Bosco uno de los grandes educadores del siglo XIX, cuya huella continúa presente en una comunidad que mantiene el espíritu educador por encima de todo, destacando en sus enseñanzas el principio de amar, entendiéndolo como “la máxima capacidad de acción, de iniciativa y de originalidad. Por eso su vida fue tan fecunda y deslumbradora, tan variada y tan desconcertante. Sabía amar haciendo algo más que enseñar: llegar a los hechos a donde habían apuntado sus palabras y siempre más allá”(9). Su legado continúa hoy presente a lo largo de cinco continentes, con una presencia en 128 países, ejerciendo su acción en centros juveniles, colegios, escuelas de formación profesional, parroquias, centros de asistencia a marginados, escuelas de formación del profesorado, universidades, residencias, misiones, centros de comunicación social y otras presencias al servicio de la juventud(10), representando los Salesianos de don Bosco unos 16.700 individuos distribuidos en 95 inspectorías o provincias religiosas(11). Diversas obras y artículos han explicando la historia y trayectoria de tales instituciones, que destacan por una educación al servicio de los jóvenes teniendo como sello característico la innovación y su carácter cristiano. p2 domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA EN PORTADA Atendiendo a las diferentes transformaciones experimentadas en torno al contexto político económico y social, la villa orotavense ha contado con toda una serie de espacios educativos que han atendido a diferentes niveles de enseñanza. En ese sentido, podemos destacar el Colegio de San Luis Gonzaga, fundado gracias al importante papel desarrollado por la orden de los jesuitas. Asimismo, una institución educativa esencial en la trayectoria histórica del municipio sería el Colegio de la Milagrosa, creado a partir de la llegada a la Villa de las hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Otras escuelas han contribuido a la formación educativa de muchas generaciones de villeros, siendo el Colegio de La Asunción, el de San Isidro (que ampliaremos con posterioridad a lo largo de nuestro artículo), el Farrais y el de Santo Tomás de Aquino, entre otros, los centros educativos que han desaparecido o continúan con su trayectoria(12). Desde 1909-1941, los Hermanos de la Doctrina Cristiana serían los encargados de regir el destino del Colegio San Isidro de La Orotava. Treinta y dos años de actividad que finalizaron de forma extraña, apareciendo todo un conjunto de teorías en torno a los motivos que éstos pudieron tener para abandonar el lugar. En la prensa local llegaron incluso a aparecer manifestaciones en torno a las posibles discrepancias entre los Hermanos de la Doctrina Cristiana y las disposiciones establecidas por Nicandro González Borges (18461916) en su testamento. Tal vez, atendiendo al propio contexto político y social, podríamos aproximarnos y obtener una idea de la realidad que envuelve un asunto no muy claro. Con posterioridad, un artículo publicado en la prensa local llegaría a afirmar que el espíritu educativo para todos, sin excepción por cuestiones económicas, no se llegó a cumplir durante mucho tiempo(13). Sin embargo, la figura de Nicandro González Borges fue esencial, pues en su testamento pasaría a establecer los principios del nuevo colegio, aportando el espacio para su construcción así como la cantidad económica necesaria para su finalización. A partir de entonces, asistimos a los elementos claves para la consolidación y puesta en funcionamiento de tal institución, es decir, “el material (edificio escolar y otros recursos), el espiritual-religioso (la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas) y el pueblo (ávido de educación religiosa para sus hijos y ansioso de codearse a través de esta vía con las clases acomodadas)”(14). Tras la marcha de los Hermanos de la Doctrina Cristiana se inicia una crisis durante varios años. En ese contexto, “se solicita del Ministerio de Educación Nacional el convertirlo en un Colegio reconocido de enseñanza media y se intenta llegar a un acuerdo o convenio con la Delegación Provincial del Ministerio y con Falange para estudiar el futuro del Centro en cuanto a profesorado, dirección, etc”(15). Sin lugar a dudas, se generó la necesidad de buscar una orden que pudiera hacerse cargo de impartir enseñanzas cristianas en el lugar, atendiendo a la voluntad expuesta por Nicandro González Borges en su testamento. Al mismo tiempo, para algunos continuaba la esperanza de que los Hermanos pudieran regresar al centro, tal y como Fachada del colegio Salesianos. Nicandro González y Borges, filantrópico y propulsor de la enseñanza de la agricultura en la Villa de La Orotava. se deprende de los contactos entre el Patronato San Isidro y el traslado de varios miembros al Colegio Nava de La Laguna, así como diversas alusiones al respecto en la Junta de Patronos el 30 de julio de 1943, entre otras manifestaciones de una relación que ya estaba totalmente disuelta(16). En esa búsqueda se iniciaron los contactos entre el Patronato San Isidro y la Congregación Salesiana, llegándose “a un acuerdo y se firmaron las bases por las que la Congregación Salesiana se hiciera cargo del Colegio”(17). “Los miembros de la Junta de Patronos, don José Monteverde y Lugo, don Melchor de Zárate y Méndez y don Juan Cullen y Lugo cumplieron la difícil misión hasta que se llegó a un acuerdo. El Sr. Párroco de la Concepción, don Manuel Díaz-Llanos, cumplió también una interesante función”(18). En 1948 llegaron los primeros Salesianos a la Villa(19), apareciendo en la prensa local multitud de referencias en torno al inicio del nuevo curso escolar 1948/49. A partir de entonces, “el Colegio vuelve a arraigar en la vida cultural, social y religiosa del pueblo. Son los años en que se generaliza (sobre todo entre las clases medias) el estudio del bachillerato y, como reflejo de ello, digamos que el Colegio entra en la historia cultural de La Orotava por méritos propios”(20). Durante los años posteriores se fueron creando toda una serie de infraestructuras para acoger el amplio volumen de alumnos matriculados. De esa forma, durante la década de los años cincuenta se amplió el espacio, pero, sobre todo, durante los años sesenta se realizaron cambios importantes(21). En esos momentos, se habilitó un nuevo pabellón para las actividades escolares, ante una reclamación que se había convertido en una necesidad por el aumento del número de alumnos. Los años pasaban bajo una rígida disciplina, pero los jóvenes disfrutaban de una buena educación. Los años sesenta vendrían unidos al desarrollo de toda una serie de iniciativas en el apartado cultural, surgiendo, en ese ambiente “algunos de los más destacados pioneros del pop del Valle”, incentivando además tal iniciativa los instrumentos musicales propiedad de los Salesianos para los alumnos. En ese contexto, los hermanos González Movilla (Miguel Ángel y Gerardo) comenzaron a interpretar su música en el colegio villero en 1962, formando el grupo Los Pioners, llegando a tocar “la Misa Sabandeña en la capilla del colegio cuando aún había cierta resistencia por parte del clero en introducir las guitarras eléctricas en el oficio religioso”(22). Por entonces, muchos jóvenes, influidos por la música de los Beatles, llegarían a crear sus propios grupos musicales, actuando en el marco de determinados actos del colegio, tal y como ocurrió con el grupo The Wild Boys (los Chicos Salvajes), llegando a participar “en el salón de actos del colegio con motivo de las fiestas de Juan Bosco, María Auxiliadora y otras”(23) y generando una intensa ola la beatlemanía en el escenario orotavense, cuyo denominador común era que todos estaban en el mismo colegio de San Isidro de los Salesianos y pertenecían a los grupos económicos más favorecidos por el bienestar social de los sesenta, bajo las influencias de la música pop extranjera(24). Además, junto a la música, “desde la década de los años sesenta (1964) se había organizado el Cine Club Orotava, en un principio en el colegio de San Isidro de los Salesianos, donde incluso se proyectaban las películas en su propio Salón de Actos, pero pronto, en 1966, continuó su andadura fuera del colegio”(25). Durante el curso escolar 19651966, “empieza ya el desmonte con el que se hará un nuevo campo de fútbol, quedando el antiguo para polideportivo”(26). Se inauguró el nuevo pabellón el 5 de junio de 1967, con una “longitud de 55 metros y una anchura de 12 metros de los cuales ocho lo ocupan las clases y cuatro un pasillo interior que sirve de acceso a las mismas”(27). Asimismo, de especial importancia para el centro sería la inauguración de una piscina y la preparación de un campo de fútbol. En el ámbito deportivo fueron generándose toda una serie de actividades, destacando la creación del Cross María Auxiliadora, que comenzó a celebrarse el año 1977 y cuya trayectoria continúa hasta el presente(28). En los años setenta, además, se cubre y climatiza la piscina, siendo una propuesta muy costosa en aquellos momentos, que gracias a los adelantos económicos de los socios pudo llegar a sufragarse, convirtiéndose en una realidad a finales del verano de 1979 (29), jalonando y marcando la década toda una serie de actos civiles y religiosos. Los años ochenta definieron una nueva realidad a través de diversos acontecimientos. Especialmente significativos serían los actos del centenario de la muerte de don Bosco, en 1988, conmemorándose tal efeméride en todo el mundo salesiano. En aquel momento, el antiguo estudiante salesiano, investigador, ingeniero y ex eurodiputado Isidoro Sánchez García escribió un emotivo artículo ofreciendo diversos datos en torno a la figura de san Juan Bosco, afirmando que en las aulas de tal espacio educativo muchas generaciones “conocieron el espíritu salesiano ponderado de manera diversa según la época y las circunstancias pero que han impregnado y marcado, quiérase o no, la vida social y política de la villa y del Valle de La Orotava”(30), apuntando en su p3 EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015 EN PORTADA artículo los diversos actos que con motivo de la conmemoración del centenario se ofrecerían por entonces en la isla de Tenerife. Toda una serie de actos que tendrían como colofón, un año después, la inauguración de un mosaico de gratitud, el 31 de enero de 1989, bajo el siguiente lema: “Es de bien nacido el ser agradecido. Nosotros, los Antiguos Alumnos Salesianos, pertenecemos al grupo de los bien nacidos”. Asimismo, se inauguraría un monumento a Don Bosco(31). Los años ochenta aportaron toda una serie de actividades e iniciativas que dieron paso a una nueva década marcada por toda una serie de transformaciones. En ese sentido, se acabarían generando nuevos cambios en el centro, realizándose en aquellos momentos el asfaltado del campo de fútbol, que permitía la utilización de tal espacio como un “campo de usos múltiples, pues como los niños son pequeños se usa a lo ancho, no a lo largo, y se han sacado varias canchas de fútbol sala, baloncesto y voleibol”(32). Un hito importante sucedió en 1994, momento en el que PROBOSCO(33) aparece en el escenario de la vida villera, realizando un importante trabajo en relación a las personas “con discapacidad intelectual y con necesidades de apoyo extenso y generalizado, desde su sede en la calle Tomás Zerolo”(34). En el Colegio Salesiano de San Isidro diversas generaciones de hombres y mujeres orotavenses –y de otros términos municipales- se han formado bajo un modelo educativo único, cuyo sello y calidad ha dado lugar a una parte esencial de la historia educativa en el Valle de La Orotava desde el pasado siglo. El siglo XXI representa una etapa de cambio para las instituciones educativas y los Salesianos de La Orotava no escapan a esa realidad. Ante tal contexto, se han gene- rado toda una serie de propuestas que permiten trabajar con una metodología propia del siglo XXI, destacando la utilización del idioma en las aulas, la aplicación de nuevas tecnologías en el aprendizaje y la apuesta por modelos de enseñanza como el aprendizaje cooperativo(35). Para la institución educativa villera, el año 2015 ha sido un momento de alegría, pero también ha dejado pérdidas importantes. Antiguos profesores y alumnos del centro han fallecido, pero en la memoria de los Salesianos de La Orotava queda el recuerdo de uno de sus más queridos directores, Evaristo Rodríguez Ferreiro (1934-2015), natural de Orense, quien desarrolló su labor pastoral a lo largo de diversas provincias españolas. En La Orotava ejercería tal labor durante tres periodos: 1974-1997, 2005-2007 y 2008-2014(36). Asimismo, en La Orotava la imagen de don Bosco ha estado presente en el bicentenario de su nacimiento a través de la alfombra central ubicada en NOTAS (1) RISCO, Alberto. San Juan Bosco. Madrid: Apostolado de la Prensa, 1955, p. 5. (2) ELIÉCER Sálesman, P. Vidas de Santos. Tomo I. San Pablo Ecuador, 2007, p. 136. (3) ELIÉCER Sálesman, P. Op. Cit, p. 138. (4) ELADIO, Egaña. Vida de San Juan Bosco. Sevilla: Libería Editorial de María Auxiliadora, 1940, p. 55. (5) ELADIO, Egaña. Op. Cit, p. 93. (6) ELADIO, Egaña. Op. Cit, pp. 119-124. (7) RISCO, Alberto. Op. Cit, pp. 54-55. (8) RISCO, Alberto. Op. Cit, p. 108. (9) LORENTE FERNANDO (Pbro), o.h. “Llegar a tiempo (y 2)”. El Día. Criterios. 27 de enero de 1988. (10) Datos que hemos consultado y extraído de la siguiente página web: www.sersalesiano.com (11) Datos que hemos consultado y extraído de la siguiente página web: www.sersalesiano.com (12) LUQUE HERNÁNDEZ, Antonio. La Orotava, corazón de Tenerife. Ayuntamiento de La Orotava, 1998. Entre las páginas 275-283 se realiza una breve aportación a la evolución histórica de la educación en el ámbito orotavense. (13) “Un orotavense que ama su villa: «Sobre los Salesianos de La Orotava»”. El Día, 16 de octubre de 1993. Artículo extraído a partir de una referencia de la obra de Evaristo Fuentes Melián. La prensa y la educación en el Valle de La Orotava 1966-1996. Santa Cruz de Tenerife; Las Palmas de Gran Canaria: Idea, 2007, p. 217. (14) MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Juan J. La instrucción pública en La Orotava (1900-1960). Ayuntamiento de La Orotava, D.L, 1988, p. 100. (15) MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Juan J. Op. Cit, p. 103. (16) CULLEN SALAZAR, Juan. El Colegio San Isidro de La Orotava (1907-1998). Fundación San Foto de un 5º curso de Bachillerato del colegio San Isidro de La Orotava. Isidro Labrador, 1999, pp. 135-138. (17) Sobre la obra salesiana en La Orotava existen diversas obras y artículos que resaltan su origen y evolución. En nuestro artículo remitiremos al lector a diversas aportaciones en las que puede profundizar sobre tal aspecto. (18) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Los salesianos en La Orotava: 50 años de presencia salesiana (1948-1998). Córdoba: Inspectoría Salesiana “Santo Domingo Savio”, D.L, 1996. p. 23. (19) En Canarias, los Salesianos cuentan con tres instituciones educativas. El primer centro educativo Salesiano en Canarias sería fundado en Las Palmas de Gran Canaria en 1923. Por su parte, la inauguración del Centro en La Orotava sería en 1948 y en La Cuesta tan solo unos meses después. (20) MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Juan J. Op. Cit, p. 104. (21) Al respecto, puede consultarse la obra de Juan Cullen Salazar “El Colegio San Isidro de La Orotava (1907-1998). Fundación San Isidro Labrador”, 1999. Entre las páginas 209-219 se incluyen diversas referencias respecto a las inversiones efectuadas en el colegio a través de las obras realizadas desde 1948 hasta 1998. (22) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Los Beatles en Tenerife, estancia y beatlemanía. Nivaria Ediciones, 2010, p. 127. (23) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Op. Cit, p. 131. (24) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Op. Cit, p. 134. (25) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Op. Cit, p. 142. (26) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit, p. 167. (27) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit, p. 171. (28) El Cross María Auxiliadora surge en 1977. Su origen y evolución histórica ha sido narrado magistralmente por el profesor José Santiago Fuentes. Al respecto, remitimos al lector a la obra de tal autor bajo el título Cross María Auxilliadora: la plaza del Ayuntamiento, que cada año recrea diferentes temáticas en la celebración del Corpus Christi. La temática del año 2015 giró en torno a la familia, reproduciendo el tapiz izquierdo la figura de don Bosco(37). Además, una plaza de la Villa situada en la Urbanización Viña de los Frailes fue inaugurada el 27 de marzo con el nombre de San Juan Bosco(38). A ello se une la increíble puesta en escena de un musical bajo el lema “Gracias don Bosco”, una obra magnífica, interpretada por alumnos y colaboradores del centro que recrea a la perfección la vida y obra de don Bosco, atendiendo a diferentes etapas vitales, desde su niñez y la complejidad para poder ser sacerdote, abordando su interés por estar junto a los más jóvenes y lograr para los mismos un mejor futuro. También ha sido un año de despedida profesional de algunos profesores, siendo el caso de José Afonso Carrillo, ejemplar profesor y director del colegio salesiano durante muchos años. Sin lugar a dudas, el año 2015 será XXX años de historia. Ayuntamiento de La Villa de La Orotava, 2007. [xxix] NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit, pp. 247-248. (30) SÁNCHEZ GARCÍA, Isidoro. “En el centenario de la muerte de San Juan Bosco”. El Día. 27 de enero de 1988, p. 31. Artículo consultado a partir de una referencia de la obra de Evaristo Fuentes Melián La prensa y la educación en el Valle de La Orotava 1966-1996. Santa Cruz de Tenerife; Las Palmas de Gran Canaria: Idea, 2007, p. 103. (31) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit, p. 284. (32) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit, p. 305. (33) “Con motivo del Centenario de la muerte de Don Bosco en 1988 surgió una idea como fruto del centenario, hacer algo por los pobres, los marginados, los disminuidos físicos y psíquicos y surgió PROBOSCO, una asociación cristiana, sin ánimo de lucro, como actividad apostólica de la Familia Salesiana y de otros simpatizantes de D. Bosco del Valle de La Orotava”. NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit, p. 320. (34) DÉNIZ SANTANA, Nuria; CAÑETE TORRALBO, Elena. “Sala de estimulación multisensorial de bajo coste”. Dato consultado y extraído de la siguiente página web: www.crmfalbacete.org (35) Tal y como señala el periodista Raúl Sánchez, el colegio salesiano San Isidro de La Orotava se encuentra en un profundo cambio metodológico encabezado por su actual director, Emilio Torres González. De esa forma, en la actualidad emplean en el aula el iPad como una herramienta para la educación, junto a los libros de texto. Además, se apuesta por una metodología alternativa a través de un método educativo más activo, “basado en la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, el aprendizaje coope- recordado de forma especial por todas aquellas personas y colectivos vinculadas al santo italiano, manteniendo el recuerdo de aquél para quien en la base de la educación se encontraba, ante todo, el corazón. Diversas generaciones se han formado bajo el espíritu salesiano, desde su presencia en el núcleo villero, en 1948, pasando por la generación de mi padre, Domingo Manuel Lima Bello, durante la década de los años sesenta y setenta, hasta la generación presente y futura de un centro que marca y define una pauta fundamental en la historia educativa del municipio orotavense y que mira al pasado, valorando el presente, y preparando ciudadanos que puedan vivir –y convivir- con el futuro, logrando construir “no sólo un mejor estudiante, sino un ciudadano más crítico, más razonable y reflexivo, más culto, más responsable de lo público, más civilizado, más noble y honrado, que al salir de la enseñanza obligatoria pueda saber analizar la información e interpretar los datos, así como poder formular un argumento y ser creativo en la solución de los problemas”(39). En definitiva, con nuestro artículo hemos pretendido dejar constancia de la huella de una orden religiosa y educativa que celebra el bicentenario del nacimiento de su fundador. Doscientos años después, el nombre, la figura y la obra de san Juan Bosco permanecen presentes en diversas partes del mundo que conmemoran el bicentenario de un santo con un gran amor por la educación. En pleno siglo XXI, el colegio salesiano San Isidro de La Orotava continúa incorporando nuevas técnicas y métodos de aprendizaje, manteniendo la estela y el sello de prestigio y calidad que avalan la obra salesiana y cuya trayectoria es el mejor ejemplo de nuestra afirmación. rativo y competencia, la atención a la diversidad, la educación emocional, la formación por proyectos –principios que comparte con el CEIP Aguamansa-, el bilingüismo o el pensamiento eficaz”. SÁNCHEZ, Raúl. “Del libro al IPad”. El Día. 18 de octubre de 2015. Sin lugar a dudas no es el único cambio a reseñar del centro, pues según destaca la periodista Gabriela Gulesserian, en el marco de la renovación de su proyecto educativo, los Salesianos ofrecen “el ajedrez como asignatura obligatoria desde el primer ciclo de Infantil”, atendiendo a los beneficios que tal disciplina puede aportar al alumnado en el ámbito del pensamiento estratégico o las habilidades para el razonamiento matemático, según resalta el propio director, Emilio Torres González. GULESSERIAN, Gabriela. “Los Salesianos innova al implantar el ajedrez como materia obligatoria”. Diario de Avisos. 18 de octubre de 2015. Toda una serie de cambios únicos por parte de un centro que pretende contribuir a la mejor formación de su alumnado atendiendo a las características y especificidades de la sociedad actual. (36) DEL CASTILLO LEÓN, Juan. “Don Evaristo, el salesiano que dejó huella”. El Día. 29 de marzo de 2015. Asimismo, es posible acceder a una breve biografía de don Evaristo Rodríguez Ferrerio en el siguiente enlace: www.salesianos.eu (37) LIMA ESTÉVEZ, Javier. “Don Bosco y los Salesianos”. La Opinión de Tenerife. 21 de mayo de 2015; LIMA ESTÉVEZ, Javier. “El Corpus Christi orotavense”. ABC Canarias. 10 de junio de 2015. (38) “San Juan Bosco da nombre a la Plaza de Viña Los Frailes en La Orotava”. 27 de marzo de 2015. Consultado en la página web: www.laorotava.es (39) TORRES GONZÁLEZ, Emilio. “Soñando la escuela de hoy”. El Día. Criterios. 21 de noviembre de 2015. p4 domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA LUGARES SAGRADOS (XXIV) FUERTEVENTURA: CEMENTERIO DE COFETE Texto: Emiliano Guillén Rodríguez Foto: Doña Julia H asta finales del siglo XVIII, la Península de Jandía era una zona despoblada. Se utilizaba como dehesa. Allí, desde tiempos que la memoria no alcanza, los naturales de la isla, los majos o “maxos”, acudían con sus familias, ganados y enseres para aprovechar sus pastos. Dado que se trata de un lugar abierto a barlovento de las brisas, esta situación le beneficia en humedad. Allá por el año de 1816, los arrendatarios de esta dehesa se establecieron en Cofete y construyeron pequeñas viviendas de piedra seca en un entorno alejado de la mar, dando así origen al primer caserío histórico de esta península. El poblamiento se desarrolla en torno a un asentamiento que guarda cierto orden urbanístico. La casa del arrendatario destaca en volumen y solidez con relación al resto de las construcciones. Ellos mismos iniciaron los cultivos agrícolas en el lugar. Cultivaron cereales como trigo, centeno y cebada, o leguminosas y algunos frutales en los lugares favorecidos. También aprovecharían los recursos de la mar, entonces abundantes. Siete años después de su fundación, Cofete ya contaba con 28 vecinos establecidos, además de numerosos pastores y orchilleros que permanecían temporalmente en la zona. La Iglesia Católica no podía permanecer ausente de este fenómeno, así que el 29 de septiembre de 1838 se celebró por primera vez el santo sacrificio de la misa en Jandía, en el oratorio que fue creado bajo la advocación de san Miguel Arcángel y san Juan Bautista. Los lugareños, como en muchos casos ocurriese en este archipiélago, sentirían mayor devoción por El Bautista, puesto que le consideraban fiel defensor de sus cosechas y de las plagas de cigarrones (langostas) que les visitaban con más frecuencia de la que fuese deseable, sembrando siempre la desolación y la ruina por donde pasaban. No es de extrañar, por ello, que, a partir de ahí, el vecindario celebrase anualmente la festividad de su protector con fiesta popular, parranda y jaranería. En el primer cuarto del siglo XIX este caserío alcanza su mayor desarrollo poblacional. En 1834 contaba con 77 habitantes. Es natural y evidente que donde hay población establecida se producen también decesos. Por ello, en este alejado y solitario asentamiento, resultó necesario diferenciar un camposanto. Llevar los cadáveres hasta la Tras un largo andar, luego de atravesar el Gran Valle, a la vista del viajero se ofrece una panorámica impresionante, de infinitos horizontes y rebosante hermosura: playa ancha, dilatada, tan enorme como se quiera ver. Todo envuelto por un cielo abierto, una costa serena y una mar que suena a tapiz de ensueño. Al arrullo de este litoral existe un emblemático cementerio abierto al transeúnte, de particular interés por sus notorias peculiaridades. iglesia de Pájara era asunto muy complicado, por la distancia y por las adversidades del camino. Era preciso transportar esta delicada carga en camello durante una larga y penosa jornada de ida y luego de vuelta, para que los finados pudiesen recibir cristiana sepultura en lugar sagrado, en su templo, auxiliados con las ayudas espirituales que le pudiese ofrecer el sacerdote de turno. El caserío de Cofete entra en el siglo XX con muy escasas expectativas de futuro. Los vecinos, acuciados por largos años de sequía de aguas y de rentabilidades, comenzaron a mudar su residencia a El Morro, o Morro Jable, y Puerto de la Cruz. La necesidad de construir un cementerio en aquellos tiempos era evidente. Los vecinos, seguramente aconsejados por el propio sacerdote, se propusieron su construcción en un lugar ventilado y alejado de la población. Nada más idóneo para este fin que las proximidades de la mar. Allí, la profundidad que se le podía dar a las fosas era suficiente, las finas arenas del litoral resultaban fáciles de excavar. Esta peculiar necrópolis iría creciendo en función a las necesidades de los vecinos de toda la dehesa. Allí se enterró hasta bien entrados los años cincuenta del pasado siglo XX. El receso poblacional de la zona fue lento, pero continuado. En el año de 1950, ya sólo contaba con seis familias dedicadas a trabajos agrícolas y ganaderos y al desarrollo de la única actividad industrial existente entonces en la zona, consistente en la extracción y quema de la piedra de cal, tan extendida por buena parte de la isla. Alcanzado el año de 1960, el pueblo, caserío o aldea, como quiera decirse –porque en ningún caso conduce a error– de Cofete desaparece de los registros oficiales como entidad de población. Allí quedaron en pie sus casitas, ahora reformadas y adecuadas para residencias temporales de verano. Pasadas estas fechas, el caserío regresa a su soledad, a la que casi siempre estuvo vinculado. El cementerio es de estilo popular canario, por su sencillez, salvo excepciones, obedece a una estética común y tradicional en todo el archipiélago, donde los camposantos más frecuentes suelen estar demarcados por un muro tipo albarrada, enjalbegado en blanco y con un portal principal remarcado de piedra, rematado en cruz del mismo material y con algún que otro adorno funerario que viene a señalar con nitidez su auténtica finalidad. Un buen puñado de fosas anónimas pueblan su cabida. Pequeños montículos de piedra señalan los lugares donde yacen los últimos despojos de sus vecinos. Tiene cerrojo, mas, ahora es inútil. Una atrevida duna amordaza el portalón. Para penetrar en el singular Cementerio de Cofete recinto no es preciso utilizar su entrada principal. La valla que deslinda el entorno es baja, fácil de franquear. Las arenas depositadas a su abrigo facilitan el acceso. Apenas en un paso insignificante el viajero se halla entre los muertos. En este espacio sobrio, apacible y respetuoso todas las tumbas son pobres. Se conforman las unas a las otras. Túmulos sencillos, formados por piedras rodadas por la mar y por las barranqueras, señalan con fidelidad la situación exacta de los restos sepultados. En todas ellas, las arenas transportadas desde la orilla se preocupan en guarecer con afectividad a todos los finados en sus entrañas; a todos sus muertos, que les pertenecen por derecho plenipotenciario. Una mísera cruz latina, sujeta entre dos rocas, recuerda la razón espiritual de cada fallecido. La superficie deslindada –dicen que algunos quedaron fuera– está plagada de tumbas orientadas de naciente a poniente, siguiendo la ruta del sol, en línea continuada desde el orto hasta el ocaso. Sus cabeceras apuntan al Oriente, sus plantas a Occidente, cruzando el cenit cuando se alcanza la plenitud del mediodía. El número de personas que hallaron aquí definitivo sosiego sobrepasa con holgura el par de centenares. Los apellidos más frecuentes que figuran entre ellos serían: Viera, Francés, Hernández, Falero, Rodríguez, Saavedra, Díaz, Alonso, Santana y tantos otros de uso muy común en todo el territorio insular. El día en que el visitante deshizo este andar tras un interesante y largo trecho se celebraba aún entre los lugareños el solsticio de verano. En las viviendas, a la sombra de los guardianes de la tradición, se escuchaba bullicio. En el cementerio, a modo de ofrenda, cada sepultura tenía depositada en su cabecera, al pie de una humilde cruz latina, una espiga florecida de gladiolo o una clavellina roja; todas de fugaz frescura, sin agua ni cuenco que las atemperase, solamente “espichadas”, hincadas al suelo, como símbolo inequívoco de consideración. Los muertos sepultados en esta peculiar necrópolis fueron muchos. Para su recuerdo existe una placa conmemorativa con los nombres que se pudieron registrar. La única tumba que se alcanza a leer en su estado originario es la de doña María Torres Rodríguez, fechada en el verano de 1953. Previsiblemente, de las postreras que disfrutó este natural privilegio a la hora de partir hacia otros derroteros espirituales, según se mire, o para cumplir con el ciclo vital que nos condiciona. Ahora la nostalgia invade aquel modesto camposanto. Ciertamente resulta idílico para elegir como lugar para el definitivo reposo por bohemios y filósofos de la vida. Igualmente, de todos cuantos quisiesen garantizarse un eterno descanso a la sombra de su soledad, de la serena paz del lugar, acurrucado entre las arenas tibias venidas de la mar, mecidas a impulsos constantes por las brisas. p5 EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015 DE ÍTACA AL TEIDE. DE ULISES A LUIS LÓPEZ VAN DAM. Texto: Fernando de Ory Ajamil (Técnico en Vigilancia Atmosférica Global del Observatorio Atmosférico de Izaña. Dr. en Historia por la Universidad de La Laguna.) H oy, cuando restan menos de dos semanas para la celebración del primer centenario del Observatorio Atmosférico de Izaña –inaugurado el 1 de enero de 1916–, dedicamos estas líneas a tres personas –Nemesio López Solás, Alice van Dam y su hijo Luis– y a tres espacios –Tenerife, el Teide e Izaña– . Hoy también, cuando se ha cumplido el día en que ha alcanzado los 83 años, es posible revelar y describir la relación de las personas y lugares que han dado un sentido tan genuino y singular a la vida de Luis López van Dam . Transcurría el mes de marzo de 1925 cuando sus padres tomaron rumbo a la isla de Tenerife. Siendo su padre ingeniero topógrafo del Instituto Geográfico Nacional y descendiente de una extensa saga de ingenieros geógrafos –su antepasado Tomás López cartografió las islas Canarias durante el reinado de Carlos III– comenzó Nemesio su andadura profesional como auxiliar de Meteorología en el Observatorio Meteorológico de Izaña. En el desolado y más elevado enclave habitado de la isla de Tenerife y de toda España, a 2.375 metros de altura, estableció el matrimonio López van Dam su residencia. Su madre, de nacionalidad holandesa, hablaba y escribía de forma fluida y natural cuatro idiomas, pero apenas el castellano. Sin embargo, pocos años después, en 1928, obtuvo por oposición la primera plaza de informadora del primer puesto de información turística creado por el Cabildo de Tenerife. Y poco tiempo más tarde ganó también por oposición una plaza de administrativa–calculadora en el Servicio Meteorológico Nacional, regresando al Observatorio de Izaña para trabajar junto a su marido. Resulta imposible describir o transmitir mediante palabras la vida entonces y en aquel paraje. La soledad permanente y el abnegado trabajo diario en condiciones climatológicas extremas sólo se alteraban con la llegada de visitantes y montañeros que iban camino del Teide. Pero antaño había tiempo para todo, y para mucho más. El Observatorio Meteorológico de Izaña fue desde su inauguración “parada y fonda” de cientos y cientos de excursionistas locales y extranjeros. La mayoría de ellos subían a las cumbres caminando, quien menos a lomos de mulos o caballos, y desde agosto de 1933 –una vez construida la carretera desde El Portillo a Izaña, cuyo itinerario trazó el propio Nemesio como ingeniero topógrafo– en vehículos a motor. No había, sin embargo, momentos para el aburrimiento y, así, Nemesio López Solás trabó muchas amistades y buena fama a partir de múltiples acciones y publicaciones en la prensa local a favor de abrir accesos al Teide y favorecer el turismo de montaña. También dejó ver su estilo en la plaza de toros de Santa Cruz, donde entonces se sucedían no pocos y muy populares acontecimientos taurinos. Si en la prensa tinerfeña entonces se ganó el título de “el solitario de Izaña”, hoy debería reconocérsele como uno de los mayores y más firmes valedores del inmenso patrimonio natural del Teide y su prototurismo de masas. Siete años después de la llegada de Alice y Nemesio a Izaña, el 12 de noviembre de 1932, vino al mundo Luis López van Dam tras unos días de intensas nevadas en el observatorio –hoy parece una ilusión imaginar en tales fechas las cumbres de la isla vestidas de blanco–. Seis meses antes de su nacimiento, según le contaría más tarde su madre, subió en su vientre al Pico del Teide, estando ella embarazada y de la mano de su padre. Hasta el año 1933, Nemesio ascendió a la cumbre del Teide desde el Observatorio de Izaña en nueve ocasiones. A lo largo de su vida Luis ha podido superar la marca de su padre culminando, en abril de 2013, 40 ascensiones al pico. Existe una interminable serie de ilustres montañeros que han hollado todas las laderas del Teide, pero resulta difícil saber quién ha llevado a cabo tantas y desde tan diferentes lugares de la isla como este “teidemaníaco”. De tal modo el propio Cabildo de Tenerife estudia bautizar una de las rutas de ascenso al Teide como la de Luis López van Dam. En el año 1933, nueve después de su llegada a Tenerife, se trasladaron a la isla de Gran Canaria. Con la caída de la II República y el ascenso del Movimiento Nacional, Nemesio López Solás fue denunciado a las autoridades militares franquistas por el director del Observatorio y posteriormente represaliado por sus supuestas ideas republicanas. A pesar de reunir a su favor más de ochenta declaraciones de múltiples personalidades isleñas, fue depurado políticamente e injustamente separado durante 5 años del Servicio Meteorológico Español. De Gran Canaria fueron a vivir a Málaga y de aquí luego a Madrid, donde se establecieron definitivamente hasta la muerte de ambos, casi simultáneamente y con cerca de cien años, en 1985. Queda hasta aquí esbozada la inolvidable vida de dos personas que trabajaron en el Observatorio de Izaña en Panorámica del Observatorio de Izaña. Circa 1930 Alice y Nemesio durante el seguimiento de un sondeo meteorológico. Circa 1930 muy duras circunstancias, pero donde vivieron con inmensa plenitud. De ellos heredó Luis López van Dam su amor por la isla de Tenerife y su indescriptible atracción por el pico del Teide. Con el paso de los años, la afición por el montañismo y el espíritu aventurero llevaron a Luis por todo lo largo y ancho del mundo, coronando una preciosa colección de montañas y cráteres, o recorriendo desiertos, selvas y ríos. Bien en solitario o en compañía de su inseparable Bernard Juliet –ya fallecido y con quien fundó en Francia el Club Alpino Bernard Juliet–, su íntimo amigo César Pérez de Tudela –célebre escalador y reconocido divulgador del montañismo en televisión–, o con su fiel Kiko Alonso, ganó las cumbres del Kilimanjaro, del Aconcagua, el Cotopaxi y el Mont Blanc; anduvo por los desiertos del Sáhara y de Atacama, por el Salar de Uyuni, y se perdió por las selvas de Ecuador, del Congo y de Tanzania. Sus periplos han sido descritos por él en más de una decena de libros de viaje y aventura, muy suculentos para los amantes de este género de vida y literatura. Entretanto, con el devenir de los años, el pico del Teide ha permanecido siempre en su retina y su memoria. En un continuo retorno, en intermitentes pero continuos regresos a su “Ítaca” natal, Luis ha vuelto a Tenerife y ascendido al Teide por todas sus fachadas y accesos imaginables –siempre caminando en excursiones de un día o hasta de tres, incluso en invierno por su cara norte, la más peligrosa, que consiguió vencer gracias a que lo hizo cuando tenía 20 años–. Ha recorrido el perímetro costero de la isla a pie y en kayak –no en vano fue preolímpico en piragüismo y campeón de España de natación de 50 metros–; ha pernoctado en tres ocasiones en la cima del pico, y ha llevado a cabo otras “locuras” hoy tan en boga. Su vida y experiencia como montañero han sido recogidas en un libro sobre Tenerife y el Teide que próximamente publicará, sobre los accesos a Las Cañadas y diferentes rutas de ascenso al Teide, su geografía y climatología, flora y fauna, y otras aportaciones para los amantes de estos enclaves. Estas líneas son un sencillo y sincero tributo a una familia que vivió y llevó a cabo muy esforzadamente su trabajo en el Observatorio Meteorológico de Izaña. El próximo 1 de enero hará un siglo desde la construcción del primer observatorio que tuvo el Servicio Meteorológico Español –rebautizado en la actualidad como Agencia Estatal de Meteorología–, a excepción entonces de su sede central en el Parque del Retiro de Madrid. Hoy nadie vive en el Observatorio Atmosférico de Izaña, pero en el mismo trabajan casi medio centenar de personas, entre científicos y personal auxiliar, y a él acuden científicos de todo el mundo que lo prestigian aumentando el conocimiento ya no del clima de Izaña o de Tenerife, sino del comportamiento de la atmósfera y el cambio climático a escala planetaria. p6 domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA CIENCIA El cáncer desencadenado El tumor más antiguo y extendido del mundo revela aspectos insospechados acerca de esta enfermedad Texto: Adrián Báez Ortega (bioinformático y estudiante de doctorado en el Grupo de Cáncer Transmisible de la Universidad de Cambridge, Reino Unido (www.tcg.vet.cam.ac.uk). E l cáncer es la causa de una de cada ocho muertes en el mundo, y su tratamiento es, por lo general, complejo y plagado de efectos secundarios. Todo esto ha convertido a esta enfermedad en la más temida del mundo desarrollado. El término ‘cáncer’ engloba en realidad más de cien enfermedades diferentes, todas las cuales comparten un mismo origen. Se trata de un producto casi inevitable del proceso de selección natural a nivel celular: esporádicamente, una célula puede llegar a adquirir la capacidad de reproducirse sin control, debido a alteraciones en su ADN. Esto otorga a la célula una ventaja selectiva frente a sus vecinas; podría decirse que está ‘mejor adaptada’ a su entorno microscópico, por lo que sus probabilidades de éxito son mayores. Pero lo que es beneficioso para un sola célula no siempre lo es para todo un organismo. El sistema inmunitario, en consecuencia, erradica de inmediato cualquier célula que haya perdido el control sobre su ciclo reproductivo. No obstante, algunas células van más allá, desarrollando contramedidas moleculares que impiden su detección o su exterminio por parte de este ejército que patrulla cada micrómetro del cuerpo. Es entonces cuando estas células adquieren vía libre para explotar los mecanismos de selección natural, creciendo, reproduciéndose, expandiéndose e invadiendo el organismo. El cáncer, compuesto de células cada vez mejor adaptadas y más agresivas, se apodera del cuerpo sin que éste pueda hacer nada por impedirlo. Dado que las células cancerosas poseen la capacidad de reproducirse indefinidamente, suele decirse que son inmortales. Paradójicamente, el propio cáncer resulta ser, sin embargo, una entidad biológica de vida muy breve. La aparición de un tumor desemboca normalmente en uno de dos finales posibles: la muerte del tumor, gracias a tratamientos cada vez más eficaces, o la muerte de todo el organismo. Algunos tipos de cáncer, por otra parte, han logrado escapar a este destino de voracidad autodestructiva. Por una extraordinaria serie de circunstancias biológicas, estos tumores desarrollaron adaptaciones que les permitieron abandonar el cuerpo que los vio nacer e infectar otros mu- chos, adoptando una forma de vida parasitaria con la que han alcanzado una condición de auténtica inmortalidad. Éstos son los llamados cánceres transmisibles. El tumor venéreo transmisible canino (CTVT, por sus siglas en inglés) fue el primer cáncer en ser reconocido como transmisible. Este tumor, presente en al menos noventa países de todos los continentes habitados, se originó en un perro de una raza cercana al husky siberiano que vivió y murió hace unos once mil años. Esto sitúa el nacimiento del CTVT al final de la Edad de Hielo, en la época de los últimos mamuts, no mucho después de la domesticación de los primeros perros. Las células que lograron escapar del cuerpo de este perro continuaron viviendo y multiplicándose en otros, tal como siguen haciendo hoy en día, tras la dispersión y colonización de hombres y perros a lo largo y ancho del mundo. El número total de células de CTVT que han existido y existen desde entonces supera con creces al número de células que componían el cuerpo del animal donde se originó por primera vez. Esto convierte al CTVT no sólo en el cáncer más extendido y CTVT desarrollándose en el interior de la vagina de una perra. Foto: Anna Czupryna. antiguo conocido, sino, seguramente, en el organismo vivo más longevo de la Tierra. El CTVT es común en países tropicales y subtropicales, y afecta frecuentemente a perros callejeros, guardianes o de caza, en lugar de a canes domésticos. Las formas en que se manifiesta van desde nódulos microscópicos hasta tumores de más de quince centímetros de diámetro. Como su nombre indica, suele estar localizado en el área genital; durante el coito, el tumor se desgarra y sangra con facilidad, permitiendo la transferencia de células cancerosas que serán la semilla de un nuevo tumor en un nuevo anfitrión. No obstante, la progresión de la enfermedad está estrechamente ligada a la condición inmunológica del animal. En perros con un sistema inmunitario débil o en mal estado de salud general, el cáncer puede avanzar al estado de metástasis, invadiendo agresivamente diferentes áreas del cuerpo y causando irremediablemente la muerte del anfitrión. Pero no sólo la metástasis es una causa de muerte asociada a esta enfermedad; la fragilidad del tumor y su exposición al entorno pueden provocar infecciones severas, mientras que, en algunos casos, el tumor alcanza un tamaño tal que obstruye por completo el conducto urinario del animal. Afortunadamente, la mayoría de los casos de CTVT son fácilmente tratables con quimioterapia o cirugía; en perros con un sistema inmunitario robusto, el tumor puede incluso llegar a desaparecer sin necesidad de tratamiento. Los once mil años de edad del ADN de este cáncer sugieren que su relación con la humanidad, a través de la omnipresente compañía canina, se extiende en el tiempo mucho más de lo que podría pensarse. Así lo demuestra la primera mención a este tumor venéreo, escrita por el veterinario Delebere Blaine, quien lo retrató como una afección común entre los perros callejeros del Londres de principios del siglo XIX. Aunque la historia del CTVT se extiende hasta un pasado mucho más lejano — se sabe que su expansión global coincidió con la época de la conquista de nuevos continentes por parte de las potencias europeas—, su naturaleza transmisible no fue intuida hasta p7 EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015 CIENCIA mucho después. Gracias a los espectaculares avances experimentados en campos como la biología molecular, la genómica y las tecnologías de análisis de ADN, hoy en día sabemos no sólo que este cáncer no requiere de ningún intermediario para pasar de un perro a otro, sino que su origen responde a mecanismos mutacionales comunes en el cáncer, y que el CTVT y ciertos cánceres humanos no son tan diferentes como podría pensarse. Es evidente que una sucesión de eventos inverosímiles permitieron al CTVT superar las múltiples barreras que existen entre cualquier tumor y la capacidad de transmitirse entre individuos hasta el punto de convertirse en un auténtico parásito de miles de animales en todo el mundo. La primera de estas barreras, la necesidad de contacto físico, fue resuelta con el establecimiento —quizá desde el primer momento, o durante el comienzo de su evolución— del CTVT como un tumor venéreo que prospera en torno a la zona genital de los animales infectados. La segunda barrera, impuesta por el sistema inmunitario del animal receptor (el nuevo anfitrión), es también burlada mediante mecanismos extremadamente complejos. El CTVT es capaz de anular la respuesta del organismo ante células que, tanto física como genéticamente, son clara- L mente ajenas e invasoras. El estudio de estos mecanismos de supresión inmunitaria podría desencadenar grandes avances en campos como el trasplante de órganos, donde es necesario silenciar el sistema inmunitario del receptor para que el órgano ajeno sea aceptado por el cuerpo. Once milenios de vida sobre la Tierra añaden una nueva dificultad a las ya mencionadas: la de mantener un conjunto de genes (genoma) lo suficientemente funcional como para poder seguir viviendo, pese a la inevitable acumulación de mutaciones a lo largo de los siglos. El genoma del CTVT contiene cerca de dos millones de mutaciones, cientos de veces más alteraciones genéticas que las que se observan en un cáncer típico. La acumulación de mutaciones, que en un principio es la herramienta fundamental del cáncer para evolucionar y desarrollar su agresividad, tras un cierto punto —un punto inalcanzable para un cáncer humano— pasa a convertirse en una amenaza cada vez mayor para la supervivencia del cáncer. Pese a que cada mutación tiene el potencial de aumentar la adaptación del tumor a su entorno, la probabilidad de que la siguiente modificación sea letal para la célula necesariamente aumenta con el paso del tiempo, especialmente en un os veranos acudíamos a un apartamento encima del puertito de la Punta del Hidalgo para pasar el estío y ya tenía yo tres hijos, Marta, Silvia y un varón, Juan Bautista Oliva-Tristán Hernández, de igual nombre compuesto y apellidos que su bisabuelo, que a su vez era mi abuelo paterno, es decir el padre de mi padre, iniciador de la saga de los Oliva, y que fundara su despacho de procurador de los tribunales en el año 1897, que además llegó a desempeñar el cargo de notario eclesiástico en tiempos del obispo Fray Albino, por lo que el ya pasado año 1997 cumpliera su siglo de existencia, descorchándose varias botellas de champán y soplando toda la “family” al unísono las correspondientes 100 velas. Y como da la casualidad que de procuradores siguen activos mis hermanos Ángel y Enrique al día de hoy, la dicha existencia se agranda y podemos todos estar más orgullosos de estos 118 años, gracias a nuestro abuelo, coñón 1º donde los haya y mi padre, coñón 2º, pues tal cantidad de años no se cumplen todos los días. Pues bien, y entrando en materia, contarles que un mediodía del mes de agosto y cuando regresábamos toda la “parentela” de la playa del Roquete, en la que a muy poca profundidad apareció un cañón que había colocado Selfidio apuntando hacia la casa del “Calzones” y que no detonó al tener la munición mojada, y después de darnos un buen baño, mi hijo Juanín (así le llamábamos y seguimos haciéndolo para distinguirlo del otro, Juan que es precisamente el que esto les narra), tendría como unos tres años, acierta a ver al pescador Polo, hijo del viejo maestro Polo y hermano de Angelillo, que llevaba al barco de mi recordado amigo Paco Ucelay, atracado en Puerto Colón, en Playa de las Américas, la carnada para ir a pescar en el barco “Pemidajo”, que con toda delicadeza y exquisito mimo colocaba en el suelo a una pequeña tortuga que correteaba de un lado para otro, cuando en un momento determinado pregunta mi hijo: “Polo, ¿la tortuga tiene pilas?”, no teniendo más remedio el pescador que descojonarse por la “salida” del jodido chiquillo. Hijo de gato caza ratones. En Punta del Hidalgo, en la hora alta y a pie de carretera, se encontraba el restaurante “Pepe el Abogado” y no era porque su dueño estudiara Derecho, sino por lo que hablaba, que no era poco, siendo además, el alcalde pedá- genoma tan longevo. En este escenario, la selección natural ejerce de nuevo un influjo moldeador sobre el cáncer, favoreciendo a aquellas células que adquieren nuevas mutaciones más lentamente. Es probable que aquellos tumores menos agresivos y con menor capacidad de poner a su anfitrión en peligro de muerte también resultaran beneficiados con el paso de los siglos. Esto queda respaldado por el perfil genético extraordinariamente estable del CTVT de hoy en día, que hace posible que tumores presentes en perros de Australia, Venezuela, Estados Unidos, Cabo Verde, Malawi, Rusia, Ucrania o Sudáfrica presenten un genoma casi idéntico. De este modo, el CTVT permite el estudio de una etapa evolutiva que le ha sido negada a cualquier otro tipo de cáncer. Esta particularidad ha convertido al tumor más longevo de la Tierra en objeto de especial interés científico. Investigadores de diferentes países estudian el CTVT con el propósito de arrojar luz sobre los procesos evolutivos que afectan a cualquier cáncer, pero que, dada la corta vida de esta enfermedad, son normalmente indetectables. Un cáncer transmisible es un fenómeno natural extremadamente raro, del que solamente se han descrito tres Mi hijo Juan (4ª generación) y la tortuga de Polo. Pepe “el abogado” y la llegada del hombre a la Luna HUMOR ANTICRISIS Juan Oliva-Tristán Fernández* neo de dicho pago, y que cuando yo era un crío siempre pensé que era un cargo público que se tiraba ventosidades, pero no, por ahí no iban los pedos, perdón los tiros. Debo decir, pues es de justicia, que he comido viejas en las ocho islas (La Graciosa incluida) y nunca me han sabido como las cocinadas por Cristina, a las que les daba el punto justo, nada sencillo por otro lado, y se me murió la alcaldesa pedánea consorte sin legarme su receta secreta, pues haberlas, haylas. Buenas parrandas presabandeñas nos echamos en “Pepe el Abogado” con el gran cantador puntero, toda una leyenda, Sebastián Ramos, “el Puntero”, y uno que le iba a la zaga era su hermano Manuel, dueño del único cine de la Punta, sobre todo en el canto de las folías, pues en las isas (a Sebastián le gustaba llamarlas jotitas) o en las malagueñas, hay que decir que Sebastián era sencillamente perfecto. Otro sitio de parranda era bajo el laurel inmenso de Indias apostado delante de la casa-castillo de don José Peraza de Ayala y Rodrigo de Vallabriga, barón de Ayala, y al que los punteros llamaban “el macho de Ayala”, destacando las voces del “gago”, del “Chúmbale”, de Chanito Ramos, de su hermana Luz y el noble de Peraza de Ayala que cantaba bajito las que por él denominadas “isas del salón”. Buenos cantores lo eran Manuel Luis Medina de Armas, sobrino de don Luis Ramos, más conocido por “el Minuto” (el apodo obedece a que de “pibe” no llegaba a la hora), casos en el mundo animal. En humanos, la transferencia de tumores ha ocurrido en contadas ocasiones: de madre a hijo durante el embarazo, o por medio de un accidente quirúrgico o de un trasplante de órgano. Un caso de particular interés, tanto científico como ético, es el de los experimentos realizados por el estadounidense Chester Southam en los años cincuenta y sesenta, que demostraron que el cáncer puede ser transmitido entre humanos bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, la aparición espontánea de un tumor capaz de transmitirse entre organismos exige adaptaciones específicas y situaciones naturales insólitas. Gracias a una serie de eventos tan asombrosamente extraordinarios que desafían a la imaginación, el cáncer, esta ‘mera’ enfermedad genética, ha evolucionado hasta convertirse en un organismo parasitario de una eficacia admirable, cuyo impacto histórico en la evolución del sistema inmunitario animal puede haber sido mucho mayor de lo que ahora imaginamos. Si la habilidad del tumor venéreo transmisible canino para mantenerse un paso por delante de su anfitrión se prolonga en el tiempo, el destino de este linaje de células milenarias es convertirse en el ser vivo más longevo y exitoso del planeta. Fal Perera, que le daba a todos los palos del folclore canario y no les digo nada del sudamericano, la voz de Julito Fajardo, el estilo de Juan José García “el Calzones”, pasando por Gonzalito Bravo de Laguna, al que Néstor Álamo sin éxito no lo quería ligar, siguiendo por Martín Palazón de la Barreda, Carlitos de la Cruz, un virtuoso del timple del que Quique “el Peta” fuera su maestro, los magníficos e inigualables púas Checho y Leoncio Bacallado Aránega, hablándoles ahora de Quique Lecuona Ribot y Enriquín Cabrera Núñez, excelentes guitarristas. Y a todas éstas, Selfidio sin aparecer ¡Ay mi cabeza! Yo vi por TV la llegada del hombre a la Luna y cómo el cosmonauta Aldrin clavaba la bandera de los EE.UU. en su superficie y que al no existir gravedad la misma estaba más tiesa que la mojama, y hay que decir que a todas estas el restaurante situado en la parte baja se encontraba a tope y como Pepe su marido no bajaba a echar una mano se presenta Cristina en el salón de la tele y, mano en jarra, le dice: “Qué bonito, ¿cuándo coño vas a bajar al bar a atender a los clientes?”, contestando “el abogado”: “En cuanto el montronauta del americano ponga el “ñame” en luna firme, bajaré a servir”, a lo que le responde Cristina: “Mira, más te vale, porque a la Luna te voy a mandar yo de una fuete patada en el cuelo”. Y caliente cierra de un portazo la puerta y baja al bar, a lo que Pepe, un tanto disgustado por la faena que le hizo a su mujer, descendía la escalera pensando en alto: “Coño, dijo el jodido “gringo” que había sido un paso pequeño para el hombre, pero para mí, Pepe “el abogado” y mi cliente, un paso pá trás”. Olivaradas. La familia se reúne con el cirujano que va a operar al padre y le dicen: “Mire doctor, si no nos da el 100% de posibilidades de que nuestro padre salga de la operación, aborte ésta, no opere”, y el médico le contesta: “La intervención es sencilla y les puedo asegurar y garantizar que saldrá del diez”. A la hora fallece el sujeto en la mesa del quirófano y los familiares, en plan venganza, ponen en la esquela: “Descanse en paz el señor don Juan López González. Su esposa, doña María Pérez Martín; su hijos, fulano y zutano; don Gabriel Martínez Mesa (que fue el médico que lo operó). Ruegan a sus amistades... ¡¡Chiquita mala “milk” ¡Si te coge! * Pensionista de larga duración, long-play o elepé p8 domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.011 BALCÓN DE VENEZUELA DEL GRAN HOTEL BOTÁNICO AL PALACIO IMPERIAL DE HOFBURG Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes (del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. UNTWO.) Las tradiciones en la fiestas navideñas y de fin de año-año nuevo, un marco de incentivos para el desarrollo del turismo que debe saber aprovecharse debidamente. Un mundo de motivaciones E l movimiento viajero en las fiestas navideñas y de fin de año-año nuevo lo estamos presenciando con un espectacular avance cada año que pasa. El viaje se ha hecho ya tradicional para estas fechas, y los más remotos destinos turísticos del mundo compiten en sus ofertas para atraer a un contingente de turistas que sueñan con los más sofisticados lugares para pasar estas señaladas fiestas. En todos los lugares se buscan los incentivos necesarios para atraer un turismo sediento de emociones, que busca evadirse de la vida cotidiana para solazarse en unos breves días entre las diversiones sociales y la gastronomía, como un atractivo generalizado de un amplio poder. Así, vemos los reclamos publicitarios que anuncian, cenas, banquetes, bailes espectaculares, todo ello unido con brillantes espectáculos, sin que en estas generosas ofertas falten hasta los cruceros marítimos, aún en lugares en que la climatología no parece la adecuada para estas celebraciones. Así, la nieve y el frío participan de lleno en unos programas que son aceptados por millones de turistas que se desplazan de un lado a otro del mundo, cargados de sus ilusiones y esperanzas de un encuentro con un ambiente propicio para hacerles olvidar su vida cotidiana, sacándoles del marasmo de una vida metódica en la que las emociones y las singularidades son una carencia. Las grandes ciudades son puntos de gran atracción, y sus lujosas joyas alojativas y sus sociedades de recreo son lugares apetecibles donde se pueden disfrutar de los más excelentes programas. La gastronomía, a escena Ahí, en ese escenario donde la motivación puede ser desde la langosta a la termidor, el pavo relleno o la humilde hallaca, está uno de los mejores secretos para una seria promoción que llena el ambiente publicitario de un lado a otro del mundo, con ofertas y menús que buscan los clientes haciendo alarde de variados recursos, como pueden ser el origen y la calidad de sus géneros, los precios, el servicio, e inclusive el chef que preparará el banquete ofertado. No faltan ahí las novedades, llamémoslas, exóticas, como el caso del “pisco navideño” que ahora vemos ofertado desde Perú. Todo un dechado de imaginación, donde el acompañamiento puede estar centrado en un buen programa de atracciones con un personaje de moda, un famoso mago, la presencia de un reputado artista, o la subasta o sorteo de algún preciado objeto de lujo que puede llegar incluso hasta un automóvil. Todo es válido a la hora de promocionar una fiesta de fin de año. El papel de la gastronomía en este panorama es fundamental, y la acreditada cocina de los ofertantes puede ser la base que decida a la hora de escoger el lugar de la celebración. Las recatadas fiestas navideñas, en el marco de la uno de los lugares turísticos mas importantes del mundo, como son las Islas Canarias (mas de trece millones de turistas el año 2015) tienen su asentamiento principal en sus múltiples hoteles, cuyos alojamientos se encuentran al 100% en esas fechas debido a su cercanía a una Europa fría y nublada, frente a una climatología que en las Islas anda diariamente rondando los 20 grados centígrados, y con un sol casi continuo. La variedad de sus menús, su excelente presentación, el tipismo imperante en muchas ocasiones y la calidad de sus géneros gastronómicos, carnes, pescados, quesos, vinos y licores, hacen las delicias de unos visitantes que se rinden ante este escenario, repitiendo muchos de ellos su visita cada año. Las fiestas de fin de año Con los mejores atuendos y un sentimiento contagioso de alegría, el mundo exterioriza su puesta en escena en estas festividades, donde los hoteles de lujo lucen sus mejores galas, como es el caso del emblemático hotel Botánico, en la isla de Tenerife, por donde han pasado las más prestigiosas y afamadas figuras mundiales, desde el mítico Mickel Jackson hasta los Reyes de España, ofreciendo sus excelencias para posicionarse en estas fies- Hotel Botánico, en el Puerto de la Cruz. Kaiserball de Viena. tas como un punto especial de destino. En ese ir y venir del turismo que comentamos, el disfrute de estas efemérides nos ha llevado a calibrar los valores de los grandes hoteles, hasta el propio Palacio Imperial de Hofburg, en Viena, en sus fiestas de fin de año, lugar al que tenemos el añorado recuerdo de haber colaborado desde el año 1971 en la decoración de sus salones para el Kaiserball, con el envío desde Canarias de 20.000 claveles rojos y blancos, como la bandera de Austria, gracias a la especial colaboración de las autoridades canarias de aquel entonces, que entendieron el punto estratégico que supone esta importante manifestación social como lugar ideal para promocionar un turismo de calidad. Hace unos pocos años conmemoramos allí, en ese escenario del Palacio Imperial de Viena, los cuarenta años de esta gesta, con una especial invitación que nos llevó a conocer cómo alrededor de todo este acontecimiento del Kaiserball se ha desarrollado un imponente programa turístico revalorizando toda la historia de la nación en una generosa oferta cargada de un simbolismo que hace enmudecer a los visitantes ante el Museo de Sissi, sus lujosos palacios, sus míticas calles, restaurantes y tabernas, por donde transitaban los más célebres de sus músicos y hombres de letras. Todo ello cargado con el fondo musical de los valses de los Strauss. Una maravilla para embelesarse. América tendría mucho que decir a todo esto, y su aprovechamiento para una promoción turística. Propusimos públicamente una celebración acorde con la época colonial en el Gran Hotel Bolívar, de Lima. Creemos que sería un atractivo de alto poder para la ciudad institucionalizar algo similar al Kaiserball. El marco está ahí. La historia lo reconoce. Habría que impulsar los medios necesarios para una acción que sería totalmente rentable. Un baile de época puede ser un atractivo muy singular. El mundo de la ilusión no descansa y el turismo busca las singularidades. Algo inigualable.
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