ANO XLI.-NÚM. XLI.

Y AMERICANA
« . •
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN.
TIUHESTKE.
provincias.,
íjero.
3ñ pesetas.
•10 id.
f>0 fnmoos.
18 pesetas.
21
id.
26 francos.
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN, PAGADEROS EN ORO.
ANO XLI.-NÚM. XLI.
10 pesetas.
11 id.
11 francos.
AÑO.
ADMINISTRACIÓN:
AL,
18-
Madrid 8 de Noviembre de 1897.
Cuba. Puerto Rico y Filipinas. 12 pesos fuertes.
Demás Estados de América y
Asia
60 francos.
7 pesos fuertes.
35 francos.
EXCMO. SU. D. JOSÉ LUIS ALBAREDA,
EX MINISTRO DE LA GOBERNACIÓN.
Xació en el Puerto de Santa María (Cádiz); f en Madrid el 3 del corriente.
(D3 fctoKríifia.)
Siguiente
LA ILUSTRACIÓN
270 — x. XLI
SUMARIO.
TEXTO.—Crónica general, por D. José Fernández Bremón.—Nuestros
grabados, por D. Carlos Luis de Cuenca.— Cristobalón, por Zeda.
—Por la paz. El internacionalismo humano y el anarquismo internacional, por D. Arturo de Slareoartü. — Don José Luis Albareda,
p o r D . J . G. Abascal.—El pleito del borrico. Anécdota histórica,
poesía, por D. Felipe Pérez y González.— Cantares, por D. Narciso
Díaz de Escorar.— Por ambos mundos. Narraciones cosmopolitas,
por D. Ricardo Becerro de Beníroa.—Los teatros, por A. — Sueltos.
— Libros presentados á esta líudacción por autores ó editores,
por C—Anuncios.
GlíABADOS. — lietrato del Excmo. Sr. D. José Luis Albareda, ex
ministro de la Gobernación. — lietraio del Excmo. Sr. Duque de
Scsto, presidente de la Comisión permanente de Exposiciones.—
Madrid: Exposición Nacional de Industrias Modernas, de 18i)7.
Instalación de la Real Fábrica de Tapices. — Instalación de la Sociedad de Altus Hornos y fábrica de hierro y acero, de Bilbao.—
Sección de los Ingenieros militares, del cuerpo de E. M. del ejército, de Administración y de Sanidad militar. — lietrato de don
José Soler y Freixa, delegado general de la Comisión ejecutiva de
la Exposición. — Instalaciones de las fábricas do aceite reunidas,
de Barcelona; de los Sres. Ilarandiarán y Compañía, de Bilbao, y
de la fábrica de t i utas uLa Española.». - - Sección de vinos y cervezas.—Objetos artísticos de hierro, bronce, y bronces de arte. Tundidos á cera perdida, expuestos por los Sres. Masriera y Campms,
de líarcclona.— Helias Artes: En lux cunrrax, dibujo de Huerta.—
J'ftrtiilitrffajtdnz, cuadro de D. -lose Jiménez, Aranda.— Retrato de
D. Severo Gómez Xuücz, capitán de Artillería, director de Kl Diario de/ Ejercito, de la Habana.
^. KATEN otros de agitar las pasiones y
ó dividirnos, pidiendo luc se le haga
2 una buena recepción al general Wev\s ler, o que so le moleste y reciba mal.
"
Como tras uno y otro propósito sólo
vemos una intención política, no un desahogo de sentimientos nacionales, no nos
liemos de mezclar en ello. Ni cometeremos la
injusticia de maltratar al soldado que representó á la patria enfrente del enemigo y sostuvo
nuestra honra, ni deseamos que se haga bandera
de su nombre ó su persona para aumentar nuestras
divisiones, que seguramente fomentan con astucia
los que quieren mal á España. Tampoco damos importancia á la incorrecta conducta de Mr. Taylor,
puesta en evidencia por nuestro querido amigo
I). José Tomás Salvany, persona seria y respetable que ha hecho ver palpablemente la amable falsedad con que el Ministro yanlcce ponderaba su
amistad hacia España cuando estaba entre nosotros y le convenía, en contraposición de su enemistad actual ahora que está lejos de España y
también le conviene variar de opinión. Cuando
una persona obscura quiere hacerse célebre, es
capaz de todo: el que se manifestó tan susceptible
cuando el Sr. Concas, como particular y disertando
en la Sociedad Geográfica, hiciera un juicio nada
ofensivo de la educación de un establecimiento de
los Estados Unidos, debería, no ya incurrir en la
misma libertad, sino en una escandalosa licencia, faltando á todas las leyes de la cortesía, de la
oportunidad y de la delicadeza. Por nuestra parte,
como no creímos nunca en la lealtad del exministro norteamericano, tampoco nos sorprende su
conducta; antes al contrario, el conocimiento de
su carácter hace más llevadero el escaso sentimiento que su ausencia nos produjo.
Un nuevo crimen cometido en la persona del
Ministro de la Guerra del Brasil, que quiso impedir el asesinato del Presidente de aquella líopública y fue muerto por el agresor, viene á continuar la ya escandalosa serie de atentados contra
los representantes del poder. Hay, pues, una inlluoncia insana que los antiguos atribuirían á los
astros dominantes, y nosotros al hipnotismo del
mal ejemplo y al instinto do imitación, tan invencible en ciertos espíritus enfermos. Porque si bien
es ciertw que se atribuye el crimen á una conjuración política, y los intereses y pasiones de esta especie á todo acuden para satisfacerse, y ellos se
bastan para explicar los asesinatos políticos, todavía debemos extrañar la facilidad con que encuentran instrumentos para sus venganzas, y la gran
cosecha de asesinos que produce nuestra época,
bajo todas las formas de gobierno. No es contra la
tiranía, tal como entendemos hoy esta palabra,
contra la que se alzan el revólver y el puñal, sino
contra los que ocupan los puestos eminentes. Y hacemos distinción entre el concepto de la tiranía
antiguo y moderno, ó, mejor dicho, el Mentido en
que usaban generalmente esa palabra los escritores
españoles antiguos y los de ahora, porque llamaban tirano al usurpador de la autoridad legítima,
como á Gonzalo Pizarro y otros rebeldes en América, á Juan IV do Braganza en Portugal, áCromwolí en Inglaterra, y no á ].). l'edro de Castilla; y
en nuestro siglo nadie, que sepamos, caliücó de tirano á üolívar, y sí á Narváey, los extinguidos progresistas. Y volviendo al asesinato del Ministro de
la Guerra brasileño, que íué accidental por estar
Anterior
ESPAÑOLA Y AMERICANA
1897
dispuesto el crimen contra el presidente Sr. Moraes, según afirman los telegramas, no necesitamos
reprobarle: los mismos instigadores del crimen no
se atreverían á arrostrar en público, aun contando
con la impunidad ante la ley, la responsabilidad
moral de su conducta infame.
1811, muy favorable al invasor. Tenemos
dido que no tardará en recibir el Sr. Piral.
1de algunas cartas de D. Martín Zurbano a E +°^a
Va
nez Calderón, escritas desde Portugal, en
"
algunas noticias curiosas y se jacta d'e bab - ^
podido el triunfo de D. Carlos, desprecian^' *Itl"
millones que se le ofrecieron, y acusa de h í!°8
estado vendidos al carlismo á casi todos los • r
S
de las fuerzas liberales. Tienen interés est
S
cimientos
para
la
biografía
de
El
Solitario,
p
La Exposición Industrial, de que no pudimos
u
S)
dar cuenta en la Crónica anterior, requiere más ellos se viene en conocimiento de la inf!^
inf! í ?
ser estudiada por los técnicos que descrita por los que tenía con Narváez, y que á ella acudía Z
51 10
curiosos: y como nuestra ignorancia en las artes en su emigración:
por cierto
i i ó
it que el caudillo "
que allí se hacen competencia nos expondría á gresista reconocía las excelentes cualidades^0"
cometer inexactitudes é injusticias, debemos li- jefe moderado, no apareciendo muy afecto A A
mitarnos á manifestar que el esfuerzo y gastos moller, Basols y otros jefes entonces muy
(Rio suponen aquellas instalaciones merecen ser boga.
' ei1
recompensados por el público con su asistencia;
Por nuestra parte, hemos obtenido copias A
y como algo ha de aprender y ver con gusto el una curiosa carta en que se consigna una hahT
que acuda á la Exposición, sin perjuicio de dejar
dad de D. Serafín listé vanez Calderón, que no
la crítica de lo presentado a los inteligentes, cree- cordamos se haya, consignado en sus biografía16"
mos justo avivar el interés de las gentes hacia ese de que no hay tradición en su familia. Vamos ^
a
espectáculo instructivo. Por lo mismo que no hay trascribirla:
gran afición á lo industrial siendo tan necesario,
«D. Serafín mío:
y por ser los españoles más ideólogos que prácticos, conviene llevar sobre todo á los jóvenes, para
»La noche de pasado mañana es la que madam
ver si se despiertan aptitudes y aficiones que se Yiardot me ha señalado para que usted haga el
suelen extinguir por falta de estímulo y ejemplo. chiste de cantar la-caña con aquella sandunga y
«Más industriales y menos doctores», decía con
aquel escupir de majo que le entraron en el cuerpo
razón nuestro antiguo amigo D. Modesto Fernán- con la crisma y la sal del bautismo. Dése usted
dez y González; y lo menos que para lograrlo pues, por avisado, y vea en que se le puede compuede hacerse, es dar valor á lo que la industria placer por parte de la persona de este su amigo y
nos presenta como digno de estudiarse.
servidor q. s. m. b.— Luis González lirabo.
)>2S Junio lSJá.»
¡ A cuántas personas célebres ó notables hemos
enterrado en cerca de veintidós años de Crónica,
y qué variedad de tipos los suyos! A veces se nos
figura que somos el portero que abre las puertas
del otro mundo á los que se van, saluda con respeto, y luego comenta ó recuerda los rasgos característicos del difunto. Don José Luis Albareda fue
en su juventud uno de los mejores mozos de Madrid, y á su figura y á su gracia natural y á su
brioso carácter, que se imponía á las gentes con
su estatura, su resonante voz, su gallardía y su
presencia, debió su alta posición aún más que á
su pluma, su elocuencia y su saber, sin que éstos
fueran vulgares, pues le colocaban en lugar distinguido allí donde escribía, peroraba ó discurría.
Al verle, se imponía el hombre físico; al tratarle, dominaba á aquél el sujeto intelectual, y á
los dos su carácter ameno é ingenioso, y la gracia
de su conversación andaluza. A nuestro juicio, el
Sr. Albareda tuvo de la Naturaleza los dones completos para ser un jefe de partido, menos uno: la
fuerza de voluntad. Había en él cierta indolencia
meridional que rehuía los trabajos continuados
que privan de libertad, tío le ha presentado en alguna necrología como uno de los fundadores de
la democracia de guante blanco: no lo entendemos: empezó siendo moderado en su significación
menos retrógrada; se encontró en la unión liberal sin evolución alguna, y terminó siendo fusionista, evolución natural y poco sensible en las
ideas: esto en cuanto á su historia política; y en
cuanto á sus gustos y aficiones, vivió siempre entro la alta sociedad. Gran aficionado á los toros
y gran inteligente, lo había demostrado en lidias
particulares y derribando resos en el campo. Representó á España con talento en diversos países,
iué gobernador do Madrid y ministro. Cuéntase
de él que se había hecho tan cómodo y perezoso,
que en varias partidas de caza, además tle ir ai
puesto en carruaje, so hacía llevar una butaca,
manta para los pies y un criado para tenerle la
escopeta. Sólo no era perezoso cuando tenía que
batirse; pero para madrugar necesitaba no acostarse. Como ministro dejó fama de honrado.
En el escrutinio hecho en estos días de los papeles que dejó D. Serafín Esté van ez Calderón (El
Solitario), so han encontrado más de treinta legajos de apuntes, borradores, copias de documentos
y otros materiales para la historia do la Infantería española. La hija del ilustre escritor, D.iL Petronila, y su es|)oso D. Pedro Orueta, han cedido
aquellos interesantes manuscritos á la Academia
de la Historia, en oficio á su digno director, que
liemos leído, no faltando sino la formalidad do la
aceptación para que el archivo de la Corporación
se enriquezca con aquellos trabajos inéditos del
que fue individuo de número de la Academia de
Ja Historia. También han regalado los hijos de El
Solitario, para el archivo de documentos relacionados con la guerra de la Independencia que reúne
el general Arteche, un legajo masónico del año
Inicio
¿Era realmente un cantuor flamenco I). Serafín
ó parodiaba con gracia el cante y los ademanes y
gestos de los majos? Sea lo uno ó lo otro, no se le
hubiera llamado con tal empeño y gusto por personas de tanto valer, sin que tuviera un gran talento músico y cómico el chispeante autor de las
Escenas andaluzas.
Otro legajo interesante liemos tenido á la vista
y examinado á la ligera: es un romancero y cancionero popular de poetas de principios del siglo
XVI principalmente, entre los cuales hay muchos
no comprendidos en el Ensayo para una bibliotem
de libros raros y curiosos de su rival Gallardo, y
otros que sólo describe este erudito bibliográficamente y citando el primer verso.
Los hijos del ilustre D. Serafín Estévanez Calderón merecen alabanzas por haber cedido tan
valiosos manuscritos.
Corazonadas titula Ensebio Blasco al nuevo
tomo de poesías que acaba de publicar. Tienen razón los periódicos al decir que no necesita alabanzas el popular y ameno escritor para vender las
ediciones de sus libros; basta anunciarlas, porque
saben sus lectores que le han de entretener y deleitar sus obras, así en prosa como en verso. Somos de los que le han aplaudido mucho en el teatro y sentimos su ausencia de España. ¿Xo hemos
de ver con gusto su regreso á la literatura nacional
y al gusto español de que le apartó su voluntaria
expatriación? ¿No hemos de leer con gusto, por su
sentimiento patriótico y filial, su romance libre
El Tocayo, y el hermoso paso-doble los Cazadore
baturros, que comienza:
«¡Dojemos do almorzar,
Corramos al balcón,
Abrid de par en par
Que pasa el batallón!
El sol de Mayo inunda
La hermosa población,
Y se oye la charanga y el son de las cornetas
Que alegra el corazón!»
Es un precioso desfile de soldados baturros, lle110
de marcialidad y de frescura, que por sí sólo fflf'
rece que se adquiera el libro de nuestro viejo
amigo el jioeta aragonés.
— ¡Qué pringoso está el guiso! Aroy á reñirá«
criada.
— Perdónala, que hoy es día de Difuntos.
— Pues por eso quiero regañarla: ostoy segunde que ha echado en este guiso hasta el aceite ae
las ánimas.
—Dicen que Mr. Taylor se alababa de haber w
á Palacio con calzado roto al despedirse de
Reina.
•
•—¿Y (Ule significaba esa bajeza? ¿Quorííi_cla*^
entender con ese roto que empezaba á ensen»1 ^
pata, que ha sacado del todo en Nueva YorkPM
Siguiente
1807
LA
ILUSTRACIÓN
jje explica el símbolo, porque los españoles
ponemos á los pies do las señoras, pero no
11
^prendernos el idioma de los pies.
n
s
_-Suponemos que Mr. Taylor tendrá ya botas
Y si le han visitado los del sindicato
Se habrá puesto las botas.
Cualqui° ra comete una debilidad, siempre en
elación á quien es cada cual; pero no habla de
'lio después
Luego si es cierto que so jactase de una grogría
jío tendria aquello que hizo al mariscal Turona
contestar lo siguiente, cuando le recordaban una
jebilidad suya:
^-Hablaremos de eso si usted gusta, con tal de
que apaguemos antes esas luces.
.lOSIÓ l-'ERXÁXniíZ RRKMÓX.
NUESTROS GRABADOS.
EXOMO. SH. D. JOSI', LUIS ALRAREDA, EX MTXTSTRO
DÉLA GORKRNACTnx.— ( V é a s e l a p á g i n a p r i m e v a ,
Y el artículo del Kr. .1. G. Abascal en la 278.)
EXiMO. SI!. IH'iirK 1>K SKSTO,
presidente tío la Comisión permanente de Exposiciones.
En la página '272 publicamos el retrato del Excelentísimo Sr. D. José Osorio y Silva Zayas, duque do Sesto, de Alburquerque y de Algote, y
marqués de Alcañices, presidente de la Junta organizadora y de la Comisión ejecutiva de la Exposición Nacional de Industrias Modernas.
El noble procer, que al marquesado de Alcañices, fundado por los Reyes Católicos, une el ducado de Alburquerque, otorgado por Enrique IV
al célebre D. Beltrán de la Cueva, el de Algote, del
qne hizo merced Felipe V al general y virrey de
Navarra D. Cristóbal de Moscoso, y el de Sesto,
no ha figurado únicamente por sus heredados títulos de nobleza, sino que ha tomado parte muy
activa en la vida moderna, y ha desempeñado altos cargo en el reinado de D." Isabel II, y durante
la emigración de la Real familia puestos de gran
altura y confianza al lado del entonces príncipe
D. Alfonso.
Al advenimiento al trono de este malogrado
monarca, el Ministerio Regencia encomendó al
Duque de Sesto el Gobierno civil de Madrid, y
después fue nombrado por S. M. jefe superior de
Palacio.
Hoy, por designación acertada del Gobierno, el
representante por tantos títulos de la grandeza de
España, uno su aristocrático nombre al de los más
modestos hijos del trabajo en la gallarda muestra
de progreso que en la Exposición de Industrias nos
ofrecen, y además de presidente figura en ella
como expositor.
Exposición Nacional (le Industrias Modernas, de 181)7: Instalación
iela Real Fábrica de Tapices.- Instalación de la Sociedad do Altos
Hornos y'fábrica de hierro y acero, de lülbao. — Sección do los Ingenieros militares, del cuerpo de Kstado Mayor del ejcrcito.de
Administración y de Sanidad militar. — Instalaciones de tas fabricas de aceite reunidas, de Barcelona: de los Sres. Barandiarán y
'•'Ompama, de Bilbao, y de la fábrica de tintas « La Española ». —
«cción de vinos y cervezas. — Objetos artísticos de hierro, bronce,
y bronces do arte", fundidos á cera perdida, expuestos por los señores Masriera y C'ampms, do Barcelona.
Si todo cuanto tiende á promover el desarrollo
le nuestra industria lo miramos siempre con vivísimo
interés, no puede menos de ser para nosot
ros m U y simpático y grato el noble esfuerzo con
lúe los industriales españoles revelan vigorosos
«lentos
de la nación, la confianza en sus fuerzas
T
la fe en sus futuros destinos, precisamente en
lo
s momentos en que nuestras terribles guerras
^'órnales pudieran acobardar á los espíritus débiles.
eso, aun cuando la visita á la actual Expono nos demostrara el éxito brillante, dánclara idea del incremento que ha tomado
ustria nacional, bastaría lo animoso del proy lo noble del esfuerzo realizado para que
pediéramos á la Exposición actual la gran imP°rtaneia que tiene.
amos
la
ídfíunas «le las muy notables instaOrieS r o - o n t ( i i s
'
l" ^ 'i -' fotográficamente, y quisies
poder hacerlo do todas las que merecen ser
cid
1
Anterior
ESPAÑOLA
Y
x.» xr.i — 271
AMERICANA
Además ocupa el centro del grabado la instalación de los Hijos de Casimiro Mahou, para sus
cervezas.
Los procedimientos empleados en la elaboración
de la cerveza son los más modernos. La fábrica so
estableció el 1." de Mayo de 1891, y en ella se emplean unos 50 obreros. También reproduce nuestro grabado la instalación de los chocolates de la
Viuda é hijos de Matías López. Data su fabricación
de 1850, en Madrid, y más en extenso en el Escorial. La fuerza motriz empleada es de 300 caballos
de vapor: consta su personal completo de 500 personas; paga por derechos de aduanas y consumos
un millón de pesetas al año, y produce 8 millones
de pesetas. Son numerosos los premios obtenidos
La Sociedad de Altos Hornos y Fábrica de hie- en las grandes Exposiciones.
Con el número 58 se señala la instalación do
rro y acero, de lülbao, es continuadora de la establecida por los Sres. lbarra y Compañía, y so D. Venancio Vázquez, de chocolates, galletas y
constituyó el 2 de Diciembre de 1882. Tiene altos bizcochos ^sistema inglés).
La fábrica de chocolates data de 1808, y en ella
hornos para la producción de lingotes de acero,
que se obtiene con minórales del país y cok pro- se ocupan 80 obreros, siendo su producción diaria
cedente de Inglaterra y la Península. Í)el hierro de 2.000 á 2.500 paquetes. La de galletas se estabruto, tratado en hornos de Pudler, se saca el lin- bleció en Pozuelo de Alarcón (Madrid) en 1892,
gote, y el acero de convertidores del sistema Bes- y produce diariamente 1.0(10 kilos, empleando
semer y hornos Siemens Martín, hecho lo cual se 5(5 obreros.
transforma después, en los hornos de laminar, en
carriles, viguetas, planchas y toda clase de hierros y aceros comerciales, así como el llantán, que
En la página 281 publicamos trabajos de fundiso destina á las fábricas de hoja de lata, y elfer- ción de los Sres. Masriera y Campíns, industria
iiuir/u'ne y palanquillas aplicado en las de alambre. introducida en 1891.
Los dibujos laterales reproducen verjas decoraLa producción anual de lingotes es de 85.000
toneladas; la de aceros y hierros laminados, de tivas de hierro forjado y bronce fundido y cince44.000, y la venta anual se eleva á 12 millones de lado, proyecto de Víctor Masriera, y ocupa el centro la escultura «Altivez», busto de bronce de José
pesetas.
Ocúpanse en la fábrica 1.(100 operarios. Véase el Reines, fundido á cera perdida por dichos señores
Masriera y Campíns, que fueron premiados en la
grabado de la página 27;?.
Señalada con el núm. i'8 figura en el mismo última Exposición de Bellas Artes celebrada en
grabado la nueva máquina de hacer mechas para Madrid.
canteras y minas, que también ha sido aplicada
con excelente resultado para el revestimiento de
toda clase de cables eléctricos y la confección de
D. .TOSE SOLER Y FREIXA,
cuerdas. El Sr. Corral y Goiti presenta, además
delegado
general
de
la Exposición Nacional de Industrias Modernas.
de esta máquina, fotografías de vagones para ferrocarriles. Fabrica anualmente 150 de éstos, que
La actual Exposición Nacional de Industrias
representan un valor de 500.01)0 pesetas, y ocupa Modernas, que en Madrid se celebra, es en realien sus talleres 80 obreros.
dad una ampliación de la que en Barcelona se consagró á las industrias creadas y desarrolladas en
España al amparo del vigente arancel de AduaEn la misma página publicamos las instalacio- nas, en la cual con tan notable iniciativa y eficanes de los cuerpos militares de Ingenieros, que cia empleó sus excepcionales aptitudes el entuexhiben carruajes del tren de puentes, de telégra- siasta de la producción nacional I). José Soler y
fos y herramientas de las tropas, modelos de puen- Freixa.
tes, mapas de España en relieve, material de teleYa tenía en otras ocasiones demostrado Soler su
grafía y de ferrocarriles, todo ello de construcción actividad y su acierto, lo mismo cuando en 1895
nacional; del de Estado Mayor, que presenta tra- se organizaron la Exposición, feria y tómbola del
bajos de cartografía, fotograbado, imprenta y cin- Fomento del Trabajo Nacional, cuyos rendimiencografía, hechos por el Depósito de la Guerra; del tos se destinaron á las familias de los reservistas
de Sanidad militar, que expone muestras de pro- qne servían en Cuba, que en la Exposición-muesductos químicos y farmacéuticos del laboratorio trario con que la misma institución quiso celebrar
central de medicamentos y material de transporte la visita del Marqués del Pazo de la Merced y los
para heridos y enfermos. El cuerpo administrativo representantes en Cortes que á Barcelona le acomtiene expuestos un carro-aljibe para 2.000 litros pañaron.
de agua, otro cubo para '.)()(), un carro-cocina para
En la Exposición Universal de Chicago fue So120 plazas, prendas de vestuario y muestras de ler y Freixa delegado de los industriales catalatrigo, harinas, pan y galletas.
nes, así como de la Universidad Literaria y del
Ateneo Barcelonés, siendo nombrado auxiliar técnico de Industria. Su celo y acierto en resolver
Figuran en la página 280 las instalaciones délas las dificultades que encerraba su cometido merefábricas de aceite reunidas, de Barcelona; Baran- cieron los plácemes de cuantos depositaron en él
diarán y Compañía, do Bilbao, y de la fábrica do su confianza, felicitándole, en nombre de S. M. la
tintas «La Española».
Reina, la infanta D." Eulalia.
Fue introducida la industria de la primera hace
Es autor del proyecto de agregados comerciales
tres años, y sus productos de aceite de coco y se- á los consulados, y refundió su idea en un nuevo
millas oleaginosas son anualmente de 15 millones proyecto de delegados comerciales para Ultramar,
de kilogramos, pudiendo producir triple cantidad. que mereció la más entusiástica acogida por el
La fábrica de Barandiarán y Compañía, de Bil- Fomento, que le comisionó para gestionar del Gobao, fue instalada en grande escala en 1892, y em- bierno su implantación. Las guerras coloniales
plea 50 obreros en la producción de pinturas, bar- han motivado que el proyecto quedara en cartera;
nices y productos químicos, que se consumen en pero al vislumbrarse la pacificación será el mola Península é islas de Cuba, Puerto Rico y Fili- mento oportuno para que, haciéndose eco de la
pinas. Es una de las instalaciones más artística- idea cuantos se interesen por la propiedad agrícomente dispuestas, y lia sido dirigida por el pintor la, comercial ó industrial, aunen sus esfuerzos á
señor Serra.
los del Sr. Soler, contribuyendo á la emancipación
«La Española», de los Hijos de García, estable- comercial.
cida en Madrid, se dedica á la fabricación de tinSu intervención inteligente en la organización
tas tipolitográficas, negras y de colores, y para de la Exposición de Industrias Modernas ha mesellos metálicos. Produce al año 40.000 kilos, y recido unánime aprobación, y nosotros, al publidata de 18(51. Ha sido premiada en la Exposición car su retrato en la página 274, le felicitamos por
de Londres de 1872 y en la regional de Madrid.
el éxito feliz de su incansable laboriosidad.
En la página 272 damos copia de la instalación
de la Real Fábrica de Tapices, de tan artístico aspecto, que nos trae á la memoria el célebre cuadro
de La* Hilanderas de Velázquez.
Esta fábrica se fundó en el año 1721, y ha venido perfeccionándose progresivamente hasta adquirir la importancia que hoy tiene, empleándose
en la actualidad en la fabricación de alfombras y
tapices los más modernos procedimientos.
Ocúpanse en el establecimiento 150 obreros, y
vende sus productos en la Península. En esta instalación se exhiben tapices y alfombras muy notables, y preciosos bocetos y cartones.
Reproducimos en la página 280 la instalación
del Duque de Sesto para sus excelentes vinos, tinto, blanco seco y dulce y cognac, de las bodegas
de Cadroíta (Navarra).
Estos caldos se elaboran con la mayor perfección v absoluta pureza en las grandiosas bodegas,
do estilo bórdeles, de Cadreíta, donde radican los
extensos viñedos, y han obtenido medalla única
en la Exposición Internacional de Chicago de 1893.
Inicio
BELLAS ARTES.
En las carreras, dibujo de Huerta.— Partida de ajedrez,
cuadro de D. José Jiménez Aranda.
Muy artístico y muy gracioso es el dibujo de
Huerta <[ue en la página 27(5 publicamos. La disposición de las figuras que ocupan los carruajes del
fondo indican, lo mismo que el título, que la escena tiene efecto en las carreras de caballos; pero
Siguiente
272 — x.° xi.i
LA ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y AMERICANA
la protagonista, que tan atentamente mira con los gemelos, no parece
por su expresión seguir anhelante
la vertiginosa carrera del caballo favorito; antes bien, la satisfacción
de su fisonomía y su risa demuestran que no es la inquietud do la
apuesta ni el entusiasmo por la fiesta hípica lo que la conmueve. Hablando en términos ingleses, que
son los que en estas fiestas tienen
más carácter, la lady de los gemelos se ocupa más en el Jlivt que en
NOVIEMBRE i 8 g 7
y es catedrático de la facult ¿
Ciencias de la Universidad i ^e
Habana y fundador y director *a
pietario del Diario del Ejércit *>r°*
El Sr. Gómez Xúñez lleva °"
pocho la cruz del Mérito Arn-/'1
roja, la de María Cristina, y O í ¿ l t a r
además la medalla de cátedra?
CARLOS LUIS DE CUESC
A
el Xjioi'l.
Admirablemente dibujado el cuadro de Jiménez Aramia, cuya copia,
damos en la página 277, representa
el interior de una famosa botilleria de la época de Carlos IV. Dos
cachazudos jugadores de ajedrez se
hallan en el interesante final de
una partida. Espera confiado el que
jaqueó el éxito de su combinación;
preocúpase hondamente el jaqueado de la difícil solución del trance,
y los mirones contienen á duras penas su deseo de aconsejarle. En el
fondo, obsequia un D. Juan de sombrero de medio i/neso á dos mozas
ile rumbo, con el característico refresco de ((luja y /¡arquillo*.
PON SEVEKO GÓMEZ XÚSEZ,
capitán de Artillería.
Incluímos en la página 284 el retrato del capitán D. Severo Gómez
Xiíñez. Cuenta este joven oficial de
nuestro ejército treinta y ocho años
de edad, y desde los diez y siete
pertenece al cuerpo de Artillería,
habiendo obtenido el empleo de
capitán en Agosto de 1887. Se halla
en la actualidad en la isla de Cuba,
MADRID. —EXPOSICIÓN
E x c i t o . S R . D U Q U E DE S E S T O ,
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE EXPOSICIONES.
(De fotografía de Fernando Debas.)
("orno bruto, nadie había, en di
leguas á la redonda, que pusiera^
pie delante al bueno de Cristóbal'
Llamábanle do este modo en elt^"
blo á causa de su gigantesca estatu
y do su fuerza, que el cnra com^
raba con la do Sansón, y el maestr"
do escuela con la do Milón de Cr °
tona. Cargar de una vez con d°"
costales de trigo, lleno cada uno de
cinco medias fanegas, era p ai - a Qr¡^
lobalún como beberse un vaso d*
agua. ¿Que so atascaba un carro?
Pues ya se sabía; allí estaba Cristo!
bal, que en un dos por tres sacaba
el armatoste, por pesado que fuese
del atolladero. Todavía—y de en'
toncos acá lia llovido mucho—ge
llama el Uro de Cristobalón á una
señal que existe en el juego de barra del pueblo, señal á la que no
llegan, ni con veinte metros, los
mozos más fornidos. Doblaba, apoyándolas en las rodillas, barras de
hierro de un dedo de gordas, como
si hubiesen sido de alambre, y hacía saltar hechas pedazos, entre sus
manos, las herraduras mejor forjadas.
Los mozos le miraban con respeto : como que sabían que de un
puñetazo echaba á rodar un novillo
N A C I O N A L DE I N D U S T R I A S M O D E R N A S , DE 18<J 7.—INSTALACIÓN DK LA REAL 1'Ámuc'A DE TAPICES(De fotografía de Franzen.)
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1
CfiVIEMBRE 1897
NOV-
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA
x.° xr.i — 273
INSTALACIÓN DE LA SOCIEDAD DE ALTOS HORNi. S Y FÁBRICA DE HIERRO Y ACERO, DE BILBAO.
SECCIÓN DE LOS INGENIEROS MILITARES, DEL CUERPO DE-E. M. DKL E.I/.RCITO, DE ADMINISTRACIÓN Y DE SANIDAD MILITAR.
MADRID.--EXPOSICIÓN NACIONAL DE INDUSTRIAS MODERNAS, DE 1SU7.
(Da fotografías de Franzon.)
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274 —
N.° XLI
,LA ILUSTRACIÓN
de cuatro años. A las mozas no los parecía saco de
paja Cristóbal: sobre que la fuerza es una fianza
para los lances de amor, el mozo estaba, bien, quiero
decir, que poseía una buena yugada de tierra de
pan llevar, cuatro parejas revezadas do bueyes,
una casa y una viña ; en junto, para el pueblo,
una riqueza.
A pesar de todo, tenía un rival. Era éste el hijo
del alcalde: había cursado on la capital de la provincia los tres primeros años del bachillerato: pero
como se le hubiesen atravesado las Matemáticas,
vióse en la necesidad, después de tres inútiles tentativas para aprobarlas, de volverse con las orejas gachas al pueblo, á ayudar á su padre en el
cuido y cultivo de sus terrones y majuelos, á cortejar en los ratos de ocio, que eran muchos, á las
muchachas, y á correr liebres á lomos de su recia
jaca de campo.
El Señorito (que este era el apodo que daban en
el pueblo al hijo del alcalde) y Gristobalóii querían á la misma muchacha, una lugareña colorada y fresca como una
manzana, y alegre como unas castañuelas. A la moza no le entusiasmaban las fuerzas de Cristóbal, y en
cambio hacíale cosquillas en el alma
la buena gracia del Sen arito, que la
tenía, y grande, para puntear la vihuela, bailar la jota al estilo de Castilla y sacar de SH cabeza, coplas que
luego corrían de boca en boca y de
gente on gente por todos los pueblos de las cercanías.
Andaban los dos mozos haciendo
méritos para conquistar el cariño de
Filomena, extremando el uno sus
habilidades, y dando el otro pruebas de su fuerza, cuando un acontecimiento hizo ladear en favor de
Cristóbal, con el peso del agradecimiento, la balanza, si no de los favores de Filomena, de la voluntad
de sus padres.
ESPAÑOLA Y
AMERICANA
un picote bordado de lentejuela, ya un manteo
con tirana de terciopelo picado, ya un pañuelo de
seda de vivos colorines. Los mozos, por su parte,
en vísperas del gran día, ensayan danzas, aprenden relaciones y recolectan dinero, que luego gastan alegremente en merendolas copiosamente regadas con vino de Toro.
Para después de la, fiesta, se conciertan las bodas.
El padre del novio, vestido con sus mejores galas
y con su capa de paño de (¡arrovillas, larga hasta
casi rozar el suelo, va á casa de la novia y pide la
morena mano (allí no las hay blancas) de ia muchacha.
Crisfobalón no tenía padres, pero era su protector el cura del lugar, clérigo de escopeta y perro,
de estrecho cerebro, pero de gran corazón y poco
menos caritativo que el propio San Francisco. A
él se fné el mozo, y tras de mucho tartamudeo y
do dar mil vueltas á su gorrilla (sombrero grande
del país), acabó por decir al cura que él, Cristóbal,
Fue el caso que una noche prendióse fuego á la casa de la joven.
Padres y sirvientes salieron escapados del edificio, cuya techumbre,
entre nubes de humo, mandaba al
cielo miriadas de chispas. El vecindario en masa acudió á sofocar el
incendio. Todos los habitantes de
la casa se habían salvado, todos, menos Filomena.
— ¡Mi hija! ¡Salvad á mi hija! —
gritaba el padre corriendo desesperado de una parte á otra.
En tanto, la joven, que dormía en
la planta baja, había saltado azorada del lecho cuando ya las llamas le
cerraban toda salida, y loca de espanto podía socorro agarrada á la
reja. Las llamas penetraban en la
habitación y espesas bocanadas de
D . .TOSE S O L É R Y F R E I X A ,
humo envolvían á la muchacha,
ronca ya do pedir auxilio.
DELEGADO GENERAL DE LA COMISIÓN EJECUTIVA
—¡Hija! ¡hija! — clamaba el paDE LA EXPOSICIÓN NACIONAL DE INDUSTRIAS MODERNAS, DE 1897
dre, forcejeando inútilmente agarrado á los barrotes.
(De fotografin.)
Nadie respondió á la angustiada
súplica.
En aquel momento llegó Cristóbal.
estaba muerto de amores por la Filomena, y que
— ¡Arranca la reja!—gritaron los espectadores. si no se casaba con ella sentíase capaz de coger
— ¡Por Dios, Cristóbal! — exclamó el padre carrera y deshacerse la cabeza á'topetazo limpio
de Filomena. — Líbrala de la muerte, y pídeme lo contra las piedras dol atrio de la iglesia.
que quieras.
Espantado quedóse el clérigo ante las palabras
El mozo, sin hablar palabra, pálido como un de Cristóbal; pero al fin y á la postre, después do
muerto, se agarró á los hierros y los sacudió con un largo sermón, mejor por el fondo que por la
esfuerzo sobrehumano. Dobláronse los barrotes, forma, prometió ir en persona á exponer en casa
pero no cedieron.
de los padres de Filomena la atrevida pretensión
— ¡Cristóbal, Cristóbal!
—gimió la joven, del amartelado joven. Echó, pues, mano el cura de
su manteo, calóse la teja y fuese á cumplir su deextendiendo sus brazos hacia el mozo.
Cristobalón, afianzó de nuevo la reja, apoyó un licada comisión. Al cabo de media hora volvió balpie contra el muro y tiró hacia sí. Durante algu- deando á decirle á Cristóbal que el campo quedaba
nos segundos viósele con la cara congestionada ó por suyo, que los padres do Filomena así lo habían
hinchadas la venas como si fuesen á saltársele. Al asegurado, y que ella, por su parte, acataba el manfin oyóse un fuerte crujido; la reja, llevándose por dato de los autores de sus días.
delante parte de la piedra en que estaba encajada,
¡ Válgame Dios y cómo salió Cristóbal de la casa
se desprendió del muro, y Filomena cayó sin sen- del cura! Saltaba como un chiquillo, y hablaba,
tido en brazos de su padre.
reía y lloraba, todo á un tiempo. Escapó del pueblo y se internó en el monte. Allí sí que estaba á
sus anchas; allí sí que podía recrearse pensando
en la felicidad que le esperaba. ¡Y qué hermoso
La fiesta del Santísimo Sacramento es el «lía era todo lo que alcanzaba su vista! ¡Qué verdes los
grande del pueblo. Por la mañana procesión, por árboles! ¡Qué azul el cielo! Contemplaba las amala tarde novillos, y bailoteo por la noche. Dos polas de los linderos, y «así son, decía, los labios
meses antes todo se vuelve preparativos, y en el de Filomena». «Lo mismo es de flexible su talle»,
día do la función no hay moza que no estrene, ya
tensaba al ver cimbrearse los juncos en las pra-
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1897
deras; <csu aliento parece, exclamaba al aspi ra COtl
toda la, fuerza de sus pulmones, el ambient ' 6líl
balsamado por los tomillares del monte».
"
Sentóse al pie de una encina y púsose á pal- i t
sus esperanzas. Se casaría; eso era seguro A l ] •
quiere Dios, después de la fiesta del SantísirnoV
año siguiente, sería la boda
una boda rumh
¿Para qué quería él sus ahorros? Se irían á vi lr°8a'
la casita que Cristóbal había heredado de su *
dre: una casa muy blanca en el fondo de un h r ^
to. ¡Qué feliz iba á ser! ¡Qué envidia le tendr^"""
los mozos del pueblo; el Señorito más que tol^
Dando vueltas en su imaginación á estas dul °Bl
ilusiones, estuvo sabe Dios cuánto tiempo. Ces
— ¡Calle! Si está anocheciendo —pensó, y e i .
á andar camino de la aldea.
'
°
Patronos de la fiesta del Santísimo fueron aqu i
año los padres de Filomena. Laino
za, en acción de gracias al Señor poj
haberla librado de la muerte, haL
bordado el estandarte que debía lu
cirso al frente de la procesión. Se.
gún antigua costumbre del pueblo—
lo mismo que de otros muchos de
Castilla—lleva el estandarte el m0.
zo que primero ata su pañuelo al
mástil. Colócase éste, la víspera de
la función , erguido en el centro de
la iglesia; al rayar el día, ya están
los mozos en el atrio esperando á
que el sacristán abra la puerta del
templo. Una vez franca, los jóvenes
se precipitan como una avalancha
en el interior de la iglesia. No hay
(aie decir que en derredor del estandarte se libra una verdadera batalla, en la cual, si no muertos y heridos, hay siempre no pocos contusos. El más fuerte ó el más astuto
logra atar su pañuelo, y luego, en
premio de su hazaña, se pavonea
orgulloso, al frente de la procesión,
llevando en sus manos el trofeo de
su victoria.
No pensaban aquel año los mozos del-pueblo disputar á Cristóbal
el derecho de primacía. Eran muchas las fuerzas de Cristobalón, y
sabían todos que primero se dejaría
arrancar la vida que consentir en
que otro ostentase en la procesión
aquella bandera que Filomena había bordado con sus propias manof.
El único que no pensaba como los
otros mozos era el Señorito. Desde
antes de clarear, los dos rivales,
apoyado cada cual en uno y otro
lado del quicio de la puerta del templo, esperaban ceñudos á que ésta se
abriese. Los demás jóvenes, resueltos á no tomar parte activa en la
lucha, contemplaban en silencio á
Cristobalón, y al Señorito.
Cuando la puerta se abrió, ambos
entraron juntos y sin apresuramiento : los mozos se agruparon para ver.
Al llegar al pie del estandarte, los
dos se detuvieron y se miraron frente á frente. Extendió Cristóbal sus
fornidos brazos hacia su rival y trato
de afianzarle; pero el Señorito, escurriéndose de
entre las manos del gigante, ganóle de un salto
rápido la espalda, y echándole la zancadilla, hízole
caer de bruces delante de la prenda de la batallaLanzó Cristobalón, un rugido, que ni el de Aquilea
al ver acometidas sus naves por los tróvanos; pero
el Señorito, rápido como el viento, saltó sobre el
cuerpo de su adversario y ató su pañuelo al mástil.
Los mozos, muy contentos de ver caído al fuerte,
prorrumpieron en aplausos, en tanto que Crispo'e
bal se levantaba furioso, jurando y perjurando qu
iba á ahogar á su enemigo.
A duras penas, y como se sujeta un toro br&^°>
logróse sujetarle, no sin que rodasen media docena
de mozos durante la breve pero dura refrieg8Acudieron al ruido de la pelea el alcalde, secretorio, médico y demás personajes de la localidad,,u
todos convinieron en que «más vale maña <l
fuerza», y, por tanto, que la victoria había c°'
rrespondido al hijo del alcalde.
•
Pintar la desesperación de Cristóbal sería cas^
describir la de Hércules furioso. Sapos y culew*
echó por aquella boca, y amenazó con dego»83"
todos los habitantes y pegar después fuego a l.P n n
Vilo. ¡Verse derrotado ante Filomena, consentir
que otro llevase el estandarte que la joven *uel ^
bordado, oran cosas muy superiores á las 'l
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18!>7
LA ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y AMERICANA
y."
XLI
— 275
,, sufrir! ¡Oh, los infames de los jueces! Él les misma Iglesia no ha condenado el homicidio, el desautorizada pero enérgica protesta, y yo pudiera
P ogtraría que valía mil veces más que el Se- incendio, el saqueo y el robo de pueblos inocentes solicitar el concurso de doctas inteligencias, á fin
é indefensos por pueblos que se llaman cristianos. de estudiar y apreciar sabias opiniones acerca de
Los códigos de la gobernación de los Estados pe- la creación de un nuevo régimen internacional,
nan el asesinato, el incendio y el hurto cometido el internacionalismo humano, enfrente del anartal vez para acallar el hambre y abrigar la desnu- quismo internacional entre Estados cultos que hoy
la hora de la procesión. Las campanas dez de los inocentes hijos del necesitado, y los sólo sustenta la fuerza, á la manera del brutal récomo locas e,n lo alto de la torre, los Gobiernos de aquellos mismos Estados asesinan, gimen que impera y funciona entre las hordas de
•-. tes estallaban en el aire, y en ventanas y re- incendian y roban, se dice «con gloria», pueblos los pueblos salvajes.
í° adornadas con vistosas colchas, se agrupaban y territorios.
Sin adormecerme ni querer imitar á los que se
^'muchachas
del lugar. En su ventana, más loLa Historia contemporánea ha revelado que, á satisfacen entonando grandilocuentes himnos á
la3
medida que se aumentan los soldados, los cuarte- la paz — que alguien ha dicho que la postiza belleza
aque rosa de Mayo, estaba Filomena.
íiíl
.ya viene! ¡Ya viene! — gritaron los mucha- les y los cañones, y cuando no existe otra reli- en la forma y los refinados afeites é insustanciagión ni hay otra ley suprema que la de la fuerza, les tildes oratorias revelan en nuestros días, de
Yápl)C0> P o r ^a c a U e J u e l a inmediata apareció la se aumentan las muchedumbres proletarias que apresuradas, urgentes y eficaces labores, decaamenazan y hostilizan á las en menor número dencia ó falta de espíritu varonil,—he ido más de
fabeza de la procesión.
flijt>ñ<>rito, vestido con su ropa de cristianar,gentes acomodadas ante el templo de la fuerza; y una vez de uno á otro extremo de Europa, y de la
¡a el estandarte: pero delanta de él marchaba con millones do soldados y millones de necesita- América del Norte á la América del Sur, desenp.^fobali''», apoyando en la faja la lanza de una dos en Europa se engruesan las falanges anar- tendiéndome do la pretenciosa sonrisa de los que
'reta, ¡i i;l cual había quitado ruedas y barandi- quistas y se fomentan sus crímenes, la mendicidad me declaraban candido utopista, y del mordaz
gracejo de la indocta sátira; porque me propuse
« s y cuvo tablero erguía al frente de la comitiva y los suicidios.
('uando la sociedad organizada, enarbolando la tenazmente en la medida de mis endebles medios
j^isa dé estandarte.
Í-¡Qué bruto! — exclamo Filomena cuando vio bandera nacional, pide á la muerte, al saqueo, al hacer guerra-del espíritu á la guerra brutal de la
• guprometido, rojo como un pimiento y sudando incendio y al terror sus conquistas, sus triunfos y fuerza, y que se aplicase á las relaciones de los
i o-ota gorda, que le dirigía una mirada de car- sus glorias, el anarquista, con bandera nihilista, Estados el régimen representativo y de justicia
ero degollado, como diciendo: «¡Eli! ¿qué tal? pide á la muerte, al saqueo, al incendio y al terror que existe hace siglos en la gobernación interior
sus triunfos y su apoteosis. Venganza jura la co- de los países independientes y civilizados.
,valgo más que el Señorita.'»
Fue siempre mi objetivo cooperar á la consoli' La procesión llegó hasta el pie de la ventana: munidad vencida al firmar la paz con el vencedor.
«bre el palio, llevado por los concejales, caía sin Venganza clama el anarquista al expirar ante el dación de la paz, y hacer más difícil el advenijesar lluvia de hojas de rosa, algunas de las cuales verdugo de la justicia. La sociedad cristiana y el miento de la guerra, diciendo con lord Chatam:
^voloteaban algunos instantes como inciertas ma- anarquismo matan, con los mismos instrumentos «Si la guerra ha de venir más pronto ó más tarde,
riposas. Los rayos del sol de Junio, el humo del de la fuerza, la sagrada vida humana, á pesar del yo prefiero que venga tarde.»
Se va á la consolidación de la paz remitiendo
incienso, el brillo de la custodia, lo pintoresco de «Xo matarás», del Decálogo cristiano, y á pesar de
los trajes, formaban un cuadro hermosísimo. De haber dicho San Pablo á los católicos que nuestro apasionados conflictos al sereno juicio y sabia temrepente Crixtobii/ón abrió los brazos y dejó caer su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, que nos ha planza de un consejo, restaurando á la moderna el
consejo anfictiónico de la antigua Grecia, con fretsiand'ii't'', que estuvo á punto de aplastar á tres ó sido dado por Dios y no nos pertenece.
En el sublime sermón de la Montaña no se oraba cuencia citado, pero no siempre bien comprendicaatro fieles. Después se tambaleó como si estuviese borracho, y cayó al suelo echando sangre por pidiendo la muerte del enemigo; mas hoy se llama do; ó llevando los conflictos al arbitraje ó mediala boca. Interrumpióse la procesión, y todos ro- inconscientemente, por no decir blasfemando, ción de los papas, como en la Edad Media; ó, por
dearon al gigante
El pobre tardó poco en ex- «bala providencial» la que extingue la vida del fin, sometiendo los litigios á las comisiones y tricontrario, y la conciencia pública horrorosamente bunales internacionales, como se han creado en
pirar
—¿A. quién se le ocurre ? ¡Era muy bruto!— indignada reprueba, llama criminal y maldice la estos últimos tiempos ó se pueden instituir.
Para hacer difícil de todo punto la guerra es
filé el único comentario que Filomena, de cuyos cobarde bala que mata á un insigne é indefenso
labios oí la anterior verídica historia, dedicó á la patricio. La misma sociedad cristiana inconsciente necesario reivindicar el derecho inalienable, sano se conmueve ni lamenta, y hasta muchos de grado, de la vida humana, que ha desaparecido en
memoria del pobre Cristóbal.
sus individuos se regocijan y deleitan inhumana- la mayor parte de las constituciones de las monarZEDA.
mente, al saber los muertos, los incendios y sa- quías, que, copiándose unas de otras, entregaron
queos á diario de las huestes enemigas, olvidando há tiempo al soberano el derecho único y excluen su bélica embriaguez hasta las víctimas de su sivo para decidir la guerra ó la paz; esto es, se ha
propio bando, y siempre olvidando los inocentes dejado al ciudadano blanco, aunque disfrute del
desvalidos de ambos contendientes, que han de- sufragio universal, cual si fuera un paria, en la
POR
jado en la miseria y en la más terrible desgracia peor de todas las servidumbres de la vida, que no
las llamadas balas providenciales y las balas crimi- es realmente otra cosa que la esclavitud blanca
EL 1NTEKXACIOXALINJ1O HUMANO
nales.
para la guerra. Los que celebran el plagio del suY EL AN'AKQUISMO INTERNACIONAL.
Puédese preguntar, aunque ello repugne á espí- fragio universal, olvidan quizás que antes del voto
ritus irreflexivos: ¿quién es más salvaje, el negro está la vida, dependiente aún, en varias monaru Desgraciadamente uo hayun tribunal internacional ni
antropófago que se alimenta de los hombres muer- quías, del soberano.
que puedan someterse casos de este péuero, y no hay ley
intenijicional por la cual i-e pueda reclamar n las partes
tos, ó los blancos cristianos que matan indistintaLa decisión de la guerra ó de la paz debe someinteresadas que se resuelvan casos de esta índole. Si tal
tribunal existiese, seria un gran beneficio para el nmn.lo
mente los hombres en legiones, sin conocer antes terse á un plebiscito, reivindicando el individuo
vilizado.»—(Uiscur-o del (onde de Derby linistro de
Negocio- Extr:mjcro> en la (írnn Bretaña, ac cu del-.
los asesinos á las víctimas?
la plenitud de su autonomía.
clamaeinn á España relativa al buque JíentMÍrl, en 12 de
En este sacrilego anarquismo internacional,
Julio de 1SG7.)
uSi hay xina idea destinada á ser la conquista de nuesgentes que se creen cristianas llaman utopia la
tra generación, es. sin duda, esta idea que se apodera de
aplicación de la moral cristiana y la justicia á las
toda» las inteligencias, de un tribunal interniicional.
III.
Files bien: hé aquí la primera experiencia que de ese trirelaciones entre los Estados, á pesar de que esa
bunal se hace.»—(Discurso del Duque de Deeazes. ministro de Negocios Extranjeros de Francia, al discutirle la
moral
y
esa
justicia,
reconocidas
y
establecidas
há
reforma judicial en Egipto.)
siglos para las relaciones entre las comunidades
No conozco una utopia más infundada y traidoc<Necesitamos crear en todas partes un sentimiento enérgico de la opinión pública, y establecer un moderno Conmunicipales de la misma nación en tiempos que ra, y utopia más cruel y costosa, que la guerra,
sejo anlictiónieo.» — (Discurso de lord Aberdsre al distribuir los premios en el concurso de Memorias sobre la
algún día quizás se califiquen de semibárbaros, pretendiendo resolver definitivamente una grave
legislación internacional el II de Octubre do I67.Í.;
han contribuido á la humanización y progresos de dificultad entre dos poderes, y dejando siempre
todos los pueblos civilizados. La religión, la mo- tras de sí la semilla de la rencorosa venganza del
;oOs ministros de Negocios Extranjeros, ral y la justicia, que ha suprimido la lucha brutal vencido. Pueblos hoy vencedores, fueron antes y
uno de ellos de la Gran Bretaña y el entre los individuos y los municipios y las pro- pueden ser otra vez pueblos vencidos.
otro de Francia, y un exministro que vincias, ¿no puede suprimir la guerra entre las
Los genios de la milicia que han sido testigos
estuvo encargado del departamento naciones?
en las grandes batallas de las carnicerías inhumade lo Interior en aquel Heino Unido,
nas entre seres que humanos nacieron, aparecen
expresaron en solemnes ocasiones las memás sensibles á los horrores de la guerra que alIT.
morables frases que acabo de citar, y que
gunos de los que, no habiendo visto formidables
han sido recordadas muchas veces en los úly sangrientos combates, excitan, tal vez sin propio
Contra esa irritante, por no decir criminal po- riesgo, á las sencillas gentes, reclamándoles en
timos treinta años, para sentir con lord Derby,
Gonces lord Stanley, que no haya una ley ni lítica, á que se quisi subyugar há un cuarto de si- nombre del honor nacional, como ellos lo entien"n tribunal destinado á fallar sentencia en los glo la Europa poblada por razas de superior civili- den, todo género de cruentos y desmesurados saS°n.flictos intsrnacionales; para solicitar con el zación, proclamando unos con el ensoberbecido crificios. El Duque de Wellington acostumbraba
oque ¿ e Ddcazes ese tribunal internacional que triunfo de la fuerza, lamentando otros con amar- decir que una victoria era la tragedia más terrible
,etnanda la civilización contemporánea, y para gura sus últimos infortunios, y diciendo vencedo- en el mundo, si se exceptúa la derrota. Y tanto
Mentar establecer el Consejo antictiónico que en res y vencidos, cual fatal decreto del destino, <ÍLIL preocupaban al vencedor de Waterlóo los desasQ día, inolvidable para mí, recomendaba lord /urce prime le Droit», yo protesté.
tres de la guerra, que el Marqués de Shafstebury
¿tardare.
Y reconociendo atómica mi insignificancia, acu- me contó que, paseando con él por una alegre y
conocimiento que me cupo tener de las dí á la conciencia pública del inundo civilizado, florida campiña que habitaban familias contentas
de nuestro país con los extranjeros instituyendo un premio, dedicado á la investiga- y felices, se le ocurrió considerar las desgracias
a
ParV^"''
18''I» y e^ es P e cial interés que Es- ción de los medios que pudieran moralizar las re- sin término que podría causar una guerra en aque¡j a libraba en el resultado de la guerra franco- laciones internacionales de los Estados (1). Fue lla próspera comarca á gentes tan honradas, sumi^ttiana
en 1870-71, me obligaron á seguir de este el único procedimiento que se me ocurrió in- sas y dichosas que disfrutaban tranquilamente de
¡a eaa,aquellos tremendos desastres en que dos de tentar para que el tiempo resonara el eco de mi los beneficios con que la Naturaleza premia sus
afanes y labores.
^ s poderosas comunidades; que se denominan
•tes Potencias civilizadas y civilizadoras, quiEl segundo Duque de Wellington, en una carta
(1) En Agosto de 1873, The ISfati.onal Associalion for the
sis
itnponerse y dominar, como las hordas sal- l'rmnntion nf social Science, de Londres, ofreció el premio de muy larga que me escribió el 9 de Julio de 187(j al
P°r la bárbara y casi siempre criminal ;¡00 libras esterlinas á la mejor Memoria que en un concurso recibir mi 1nteriiationalixm, y cuando la opinión
Zil
respondiera al siguiente problema: «¿Por qué medios se debe
las armas.
constituir una asamblea internacional para la redacción de un pública no se había aún pronunciado, como des1
Hla
hom •
cristiana prohibo á sus creyentes el Código de legislación pública internacional, y cuáles deben ser pués, en favor del arbitraje, me decia: «Estoy se^idio, el incendio y el hurto, y todavía la los principios primordiales del Código?»
guro que, aunque tal arbitraje no fuera realizable,
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B E LLAS
EN
LAS
A R T E S.
CAKKEKAS,
DIBUJO DE HUEUTA.
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e
a
N¡
Q a
S g
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LA ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y AMERICANA
NOVIEMBRE 1897
es útil propagar su doctrina, porque hará más di- y por padre á uno de esos hombres campechanos parecía hallarse en vísperas de disolución, p O r
y corrientes qua llevan, como vulgarmente se abandonar la bandera que le había dado vida é
fíciles las guerras injustas.»
Sabido es que Gordon, mártir, fue en Oriente y dice, el corazón en la mano.
inclinarse con más simpatías á la que había sido
Fue el primer varón del matrimonio, y no hay vencida en los campos de batalla, de donde salió
en África el enviado inglés que prefería la misión
y las obras de la paz á las armas y combates de la que decir si sería recibido en palmas el niño que triunfante, á costa de tanta sangre noble y genellegaba, sano y robusto, á un hogar feliz y rico, rosa, el trono en que se sentaba D." Isabel II.
guerra.
En Francia, el mariscal Canrobert, los almiran- donde nada más que él faltaba para que fuese
Nocedal y los suyos empujaban á la reacción
tes .Turien de la Graviére y Reveillére, y los gene- completa la alegría. Se le crió con mimo y se le más violenta; y hombres del mismo partido morales Foy y Jung, que, fue asiduo asistente á la educó con esmero; la madre le encomendó á San derado de más claro criterio y de más liberal eeconferencia interparlamentaria; en Italia Gari- José bendito y á la Virgen del Carmen, que eran píritu defendían el sistema constitucional, qUe
baldi y varios otros generales: en Hungría, el sus patronos; y el padre le llevó, en cuanto estuvo era la savia del trono, y de este grupo de homgeneral Turr, presidente de la Sociedad de Amigos el chico en disposición de aprender, al mejor co- bres ilustres y conciliadores salió la fundación de
de la Paz; en Rusia, el príncipe-general d'Olden- legio que había en aquella época. Era el de San El Contciii/iorñneo, que pusieron con buen acuerburg, que ha escrito en favor de la paz su l)ie Felipe Neri, en Cádiz, y le dirigía D. Alberto do en las manos afortunadas de Albareda, adalid
Waffen •nie:h'r (¡Abajo las armas!), son amigos de Lista. De allí han salido ilustres varones en todos decidido de aquella campaña.
los ramos del saber, y allí aprendió Albareda hula paz.
El primer número de El Contení /toraneo se puY dejo sin citar á otros muchos bien conocidos, manidades, y adquirió la base de una cultura á la blicó el jueves 20 de Diciembre do 18(!0. Su direcen los corrientes días, para referirme, por último, que, si 110 dio al principio gran importancia, le tor no era ya el joven simpático y gallardo recién
á do^i genios militares del siglo, cuyas opiniones sirvió luego de mucho.
llegado de Sevilla, sino uno que, conservando los
De Cádiz, hecho ya un mozo, y de los más ga- rasgos característicos de su personalidad, rasgos
son muy pertinentes: uno en Europa, el general
llardos y apuestos de su tiempo, pasó á Sevilla á que no ha perdido nunca, se había abierto camino
Bemadotte; otro en América, el general Grant.
Decía Bernadotte al Rey y á la Asamblea de los estudiar la carrera de Leyes, según los suyos y él trabando amistad con hombres importantes é inEstados de Suecia en f> de Noviembre de 1810: mismo decían, pero en realidad á lucir, á diver- fluyentes y siendo distinguido por mujeres her«Educado en el campo de batalla, me he acostum- tirse, á gozar de la vida en aquella ciudad encan- mosas.
brado á la guerra., y reconozco todas sus calamida- tadora donde, si para todos hay deleites, no hay
Antes de tener historia política, tuvo su levenda
des. No /mi/ con</ti¡s/ii alijuna (¡tu' pueda consolar que decir los que ofrecerá al joven buen mozo y amorosa. Una de las bellezas más notables"de la
á un/tais do la san;/re di' sus lujos dt'rrtiniutlti en listo, con dinero abundante en la bolsa, rumbo corte no había desdeñado sus miradas; y aunque
para gastarlo y gusto para lucirlo.
¡/uerras e.rt/'a tijeras. 11
el amor naciente fue ahogado por diferencias de
No descuidó del todo las aulas, porque 110 per- clase é intransigencia de posición, se habló en
Grant, el militar que vio más legiones de soldados en guerra y sido testigo de los desastres que dió ningún cui'so y recibió el grado de licenciado los salones, so comentó en las tertulias, y al galán
hicieron millones de combatientes en los Estados en Leyes; poro si de licenciado tomó la investi- le quedó la aureola de la simpatía que da una desUnidos, desde el Mississipí hasta el Potomac, siem- dura en la grave ciencia del Derecho, de doctor gracia inmerecida y una pasión contrariada.
pre fue amante de la paz, y con razón el presi- hubiera podido graduarse en la gentileza para caCinco años duró la vida de El Contemporáneo,
dente Mac-Kinley ha admirado su espíritu «paci- balgar sobre un potro cordobés, en el arrojo para periódico de combate y de doctrina, confeccionado
acosar á un toro y derribarlo, y en todos los de- á la moderna, y, aunque concediendo como era
ficador».
Quiero traducir el siguiente párrafo, que debe talles y perfiles de la gentileza varonil propia de imprescindible en aquel tiempo una gran prefehacer meditar á los hombres de gobierno civiles aquella tierra encantadora que, no sin motivo, se rencia á la política, atendiendo ya á otras maniy militares que, sin reflexión, piden á la nación llama de María Santísima, pues en ella derramó festaciones importantes de la vida intelectual y de
los intereses materiales del país.
sangre y tesoros, y envían numerosas legiones de el cielo todos sus dones.
Y allí hubiera terminado la historia de Albaresoldados á guerras innecesarias é insensatas:
En aquel periódico trabajaron activamente don
«Aunque mi educación ha sido la de un soldado da, sin más relieves que los de un señorito rico Juan Valera, D. Antonio María Fabié, y no hay
y he estado en muchas batallas, mi opinión es que primero y de un hacendado respetable después, que decir que D. Alejandro Castro y D. Alejandro
nunca, faltó una ocasión, en que pudo encontrarse si no hubiera querido su buena suerte que la des- Llórente que eran sus inspiradores, y allí hicie/una solución sin necesidad de recurrir al empleo de gracia hiriese á los suyos, haciéndoles sufrir vici- ron sus primeras armas el inolvidable Ramón Cositudes de la fortuna.
rrea, el que con tanta razón llamamos hoy el
las amias.»
La ganadería de que era dueño su padre llegó á maestro Ferreras, y el inspirado y malogrado
Grant me dijo ante lord Houghton, al recibir
mi Internationalism, que nunca olvidaría el des- menos y se malvendió; las tierras se perdieron, y Adolfo Gustavo Bécquer, una de las glorias de la
garrador aspecto de un campo de batalla después el que se había criado como rico se encontró, á poesía contemporánea.
de un reñido y sangriento combate, con hombres poco más de cumplir los veinte años, que era poEl Conteni/ioráneo dejó de publicarse, cumplida
y animales hacinados por todas parces, con cuer- bre, y que tenía muchas obligaciones, pues ni sus ya su misión y formada la unión liberal, á los
pos y miembros mutilados, sembrado de cañones, padres, que estaban abatidos, ni sus hermanos, cinco años de una memorable existencia, y su ditrenes y ambulancias, armas y proyectiles de toda que eran pequeñitos, tenían más amparo que él. rector desempeñó el primero de sus cargos públiY en aquellas circunstancias tristísimas se reve- cos, marchando á representar á España en Hoclase y dimensiones, oyendo el estertor de los moribundos, el quejido del herido que tal vez dirige laron las cualidades y las energías del carácter de landa como ministro plenipotenciario. No fue
sus últimas plegarias á Dios y sus últimas palabras Albareda. Profesaba á sus padres un verdadero mucho el tiempo que permaneció lejos de su paá sus padres ó á sus hijos, á su mujer ó á sus her- culto, y estaba en él profundamente arraigado el tria: pero lo aprovechó bien, observando las cosmanos, cuando al mismo tiempo se oye, para em- cariño á la familia, que ha sido uno de los más tumbres de otros países, especialmente en lo relaprender nuevos combates y aumentar humanos sa- dominantes en su vida. Porque su santa madre no cionado con la política, que era su afición dominancrificios, el toque de la corneta, las voces de mando sintiese penas de la escasez, porque su padre no te. Se le abrieron con facilidad, gracias á poderosa
y movimientos militares de los vivos entristecidos se abatiese, porque sus hermanos se educasen protección que fue para él como talismán precioen aquel inmenso y lúgubre campo de la muerte. como él se había educado, se sentía capaz de todo, so, los salones de París, donde trató á muchos
Por eso dijo Grant, general y pacificador, aque- y se vino á Madrid con todos los suyos á luchar hombres notables y se engolfó en el estudio de la
lla frase que se ha esculpido en su mausoleo para por la existencia.
historia política y parlamentaria de Francia y de
eterna memoria en todos los países y en las edaTenía buenas armas, las esgrimió con arte, y Inglaterra, afirmándose sus convicciones al sistedes venideras, que debe repetirse cuando se nece- no tardó en acompañarle el éxito. El periodismo ma parlamentario y adquiriendo el caudal de cosite despertar la adormecida conciencia de inhu- le ofreció porvenir, y al periodismo se lanzó con nocimientos que avaloran discursos importantes
manos gobiernos y generales: « }'iramos en paz». entusiasmo.
por él pronunciados desde que tuvo asiento en el
Las Novedades, dirigido por su fundador y pro- Congreso de los Diputados.
pietario el inolvidable I). Ángel Fernández de los
ARTURO DE MARCOARTÚ.
Fue esto ya en las últimas Cortes del reinado de
Ríos, y redactado por D. Antonio Cánovas del Doña Isabel 11, en la que formó parte del centro
Continuará.
Castillo, era entonces una de las publicaciones parlamentario, y firmó la protesta que le valió el
más importantes, y al pabellón de Las Novedades destierro y le empujó á la Revolución que triunfó
se acogió, escribiendo algunos artículos de cos- en J8(!8.
tumbres que 110 fueron mal acogidos.
DON JOSÉ LUIS ALBAREDA.
Poco antes vino de París, donde había estado
El primero se titulaba La zarzuela y la políti- con los hombres más notables de la emigración
ca-, se ha perdido, como tantos otros, en ese mon- liberal, á fundar la lievisla. de Esjiaña., una de las
A buena estrella que acompañó á don tón que forman las hojas de los jjeriódicos, y que publicaciones más notables de la época contempoJosé Luis Albareda durante toda su dispersa el viento del olvido en cuanto pierden la ránea, en la cual agrupó cuantos elementos de
p) vida, y que se había eclipsado algo actualidad, que es su única lozanía; pero él le re- valía descollaban entonces en el cultivo de las lecuando, postrado por cruel dolencia, cordaba con encanto, porque le escribió con mu- tras, en su relación con la historia y con la polísufría con las molestias inherentes á cha desconfianza, le entregó al director con temor tica. Hay que fijarse con detenimiento en los prila vejez agravios del olvido, ha vuelto á de que no sirviera, y le produjo cuando le vio pu- meros números de la lie vista de España, realzalucir espléndida con motivo de su muer- blicado no sólo una gran alegría, sino la satisfac- dos con los trabajos de D. Alejandro Llórente
te, acompañándole al sepulcro con homenajes ción de decir:—Ya tengo un camino ; ya sé ganar acerca de la imprenta en Francia, con los estude duelo, de consideración y de respeto que dinero, y habrá en la mesa de mi casa pan, y en dios de Valera acerca del concepto que merecía
sólo alcanzan los que llegan por su mérito á el cuarto de mi madre flores, y para mis herma- España en Europa, con consideraciones de Lograndes alturas y son por sus cualidades muy nos colegios y vestidos.
renzana acerca de la ley de vagancia, y otras relaqueridos.
Y continuó plumeando de lo lindo, al mismo cionadas con el orden público, para comprender
Una y otra circunstancia concurrían en el in- tiempo que se daba á conocer en círculos y tertu- lo que era aquella publicación en tiempos en que
signe periodista al que consagramos estas líneas: lias, donde se encontró muy pronto, por su natu- era preciso buscar los medios de decir hábilmente
el cielo le dotó de las más nobles cualidades con ral despejo, por su buen golpe de vista y por su lo que el Gobierno no dejaba decir.
que distingue á sus elegidos, y él supo hacerlas innato don de mundo, como en terreno propio. La
El insigne D. Antonio Cánovas del Castillo
valer, siendo en la mayor jjarte de las épocas de época aquella, la que siguió á la revolución del f)-4 ilevó á la Revista, sus notables trabajos históricos
su brillante existencia uno de esos mortales di- y á los días tempestuosos del bienio, era intere- acerca de la batalla de líocroy; el Marqués de la
chosos de los que las gentes suelen decir, con ex- santísima, y ofrecía más medios de hacer for- Vega de Armijo, interesantísimas relaciones de su
presivo lenguaje, que han nacido de pie.
tuna que la de ahora, en que los caminos están viaje por Rusia; el general Ros de Glano, episoVino al mundo en aquel rinconcito encantador más trillados y las situaciones más definidas. El dios de la guerra civil; Navarro Rodrigo, estudios
de España que se llama el Puerto de Santa María, sistema constitucional, no bien arraigado todavía, acerca de O'Dónnell y de la guerra de África; y
y en el seno de una familia hidalga y acomodada, atravesaba una tremenda crisis, y el partido mo- todo aquello lo reunía y ordenaba Albareda para
teniendo por madre una señora que era una santa, derado, que era su encarnación más vigorosa, que precediese brillantemente á las crónicas de
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NOVIEMBRE 189?
LA ILUSTRACIÓN
política interior en que él iba analizando los suec- y comía y bebía á la española, ó, más bien, á la
as que conducían al país á la Revolución de Sep- andaluza, sin cuidarse para nada del método, pretiembre.
firiendo á los primores culinarios los mariscos, los
Triunfante ésta, Albareda perteneció á las Cor- meiiúos y las aceitunas aliñas.
tes Constituyentes, donde tomó parte en imporPor el país que sentía más afición después de
tantes discusiones; defendió la candidatura de don España, era por Inglaterra, cuya historia parla\madeo de Saboya al trono de España, y formó mentaria le entusiasmaba y cuyas costumbres le
parte de la comisión que fue á Italia ¡i ofrecer la seducían.
corona al hijo segundo de Víctor Manuel.
Para fomentarlas en España fundó El Campo,
Sirvió lealmente á aquel Monarca, que le distin- que fue una gran revista.
guió con su aprecio, é hizo contra los radicales en
Las enfermedades le retiraron de la vida activa
El Debate una campaña análoga á la que había he- antes de tiempo, amortiguando sus iniciativas y
cho contra los reaccionarios en El Contenqiorá- haciéndole esperar la muerte como un descanso.
Si desde la otra vida se viera lo que por aquí
lie0, y luchó decididamente por aquella dinastía,
pasa, su espíritu estaría satisfecho, agradeciendo
no sólo en la prensa, sino en las Cortes, en los salones, donde tenía tan distinguido puesto, y en to- entre todos los homenajes los que le ha dirigido
das partes.
la prensa, á la que tuvo siempre tan especial caCuando el Rey abdicó fue el cortesano de la riño.
desgracia, y le acompañó hasta dejarle á bordo del
J. G. ABASCAL.
vapor que le condujo á Italia.
Gobernador de Madrid en los momentos difíciles que siguieron al golpe de Estado del'Áde Enero, desplegó grandes energías; y después de la
Restauración se consagró ¡i la tarea dominante de
EL PLEITO DEL BORRICO.
su vida, á la que constituía sus anhelos: la unión
de la Monarquía y de la libertad, la práctica sinANÉCDOTA HISTÓRICA.
cera del régimen parlamentario.
Lnn Debaten fue el periódico que fundó para hacer la brillante campaña que llevó al poder al parDe Démostenos, el griego
tido liberal bajo el reinado de D. Alfonso XII.
Orador, cuyo renombre
Entonces fue ministro por primera vez, desempeHa traspasado los siglos
ñando la cartera de Fomento, y devolvió sus cáteCorriendo por todo el orbe,
dras á los profesores que habían sido ilegalmente
Cuentan curiosas anécdotas
separados de ellas, y fomentó las obras públicas,
Verídicos escritores,
resolviendo lo del ferrocarril de Canfranc, que le
liasgos de un agudo ingenio
valió el título de hijo adoptivo de Huesca, y expeY r.iso-os de un ¡Urna noble.
dientes que han dado su nombre á un muelle de
Santander. Organizó la exposición agrícola más
En cierto caso abogaba,
notable que se ha celebrado en Madrid, y desarroCon muy elocuentes voces,
lló, en fin, grandes iniciativas.
Por un reo amenazado
De sufrir castigo enorme;
Como embajador de España en París, se acreditó de diplomático estrechando las relaciones coY esforzando en la defensa
merciales con las dos naciones, y continuó su obra
Argumentos y razones.
de conciliación y concordia librando á los emiJustificaba su fama
grados republicanos de las molestias que les cauDe modelo de oradores;
saban los conservadores, y suavizando las espe(.'uando observó que los jueces,
ranzas para hacerlos entrar en la legalidad.
Con censurable desorden.
En el Ministerio de la Gobernación dio pruebas
Charlaban muy distraídos
de su respeto á la ley, y en la Embajada de LonMientras echaba él los bofes.
dres continuó la misión que había empezado en la
— ¡Oh jueces ilustres! — dijo
de Paris.
Dando en la cátedra un golpe
Es imposible condensar en breve espacio toda
Que hizo suspender aquellas
la obra de Albareda. Eusebio Blasco ha pintado
Extrañas conversaciones.—
con gran colorido los rasgos salientes de su figura.
Oidme un cuento chistoso
Le dominó siempre su afición á la prensa. Siendo
Que viene al caso do molde,
un personaje de primera talla, acudió á presidir
Y cine, sin duda, so presta
el humilde entierro de Francisco Peris, tan preA prudentes reflexiones.
maturamente muerto. Entre sus amigos íntimos
había siempre periodistas, como Rafael Comenge,
A un rendido caminante
que hoy desempeña un alto puesto en Filipinas;
Cierto aldeano alquilóle
como Settier, el actual gobernador de Murcia;
Su jumento, por que fuera
Más cómodo y á buen trote.
como Calvo Muñoz y otros.
Tenía un gran ojo para distinguir á la gente y
Juntos el camino hacían
para conocer á los que valían y alentarlos. De El
Muy afables y conformes
Conten)poruñeo sacó á Ramón Correa y á Bécquer;
Por una extensa llanura
en su Revista de Esjiaña se dio á conocer Pérez
Sin árboles protectores,
Galdós, al que publicó sus primeros artículos y noNi sitio donde hallar sombra,
velas; en Los Debates distinguió á Ortega Munilla,
Siendo estío y á las doce
publicándole su preciosa novela La rit/arra.
Del día, con sol que á poco
—No tengo mala mano para sacar pollos, — solía
Los hiciera chicharrones.
decir con su habitual gracejo.
Y diciendo estas palabras
Cuando fue ministro de la Gobernación le ofreEl caminante apeóse:
ció á un periodista notable, á D. Andrés Mellado,
— Permitidme, buen amigo,
la subsecretaría, y sintió mucho que no la acepQue á la sombra me coloque
tase.
Del burro, porque no puedo
Como todos los mimados por la fortuna, era imliesistir ya los ardores
previsor, preocupándole poco el día de mañana. Lo
Del sol, y no será justo
que ganaba lo gastaba, y hacía siempre todo el
Que me asfixio y me sofoque.
bien que podía, procurando que cuantos le rodeaban disfrutasen de sus prosperidades.
—Eso no — dijo el labriego,—
De una pureza acrisolada en cuestiones de negoEso no ¡ voto á los dioses!
Que yo os alquilé el pollino
cios, salió siempre perjudicado de los altos cargos
Sin extrañas condiciones;
que desempeñó.
En los salones aristocráticos era queridísimo;
Mas no os alquilé su sombra,
e
n sociedad muy apreciado, y en todas partes se
Que á mí solo corresponde,
le acogía con simpatía.
Y por no entrar en el trato
Quiso prolongar su juventud, pero se opusieron
Justo es que yo de ella goce.
los años y le costó la vida. Hasta lütima hora ha
— Xo tenéis eso derecho,
sido uno de los hombres de Madrid que más se han
Ni seré quien os lo otorgue,
ocupado de su aseo. Gustábale vivir con comodiPues la sombra es del pollino
dad, pero sin lujo, con mucho sol, mucho aire y
Y es vuestra demanda torpe:
niucha agua para sus baños y sus duchas.
Que yo alquilé, al alquilarlo,
Halagábale la elegancia en el vestir, y tenía para
es
Cuanto es suyo, y asi note
to, como para todo, estilo propio, sin fijarse en
Que si pensó hacer reservas
la
moda, y no variaba la forma de sus botas, de
Bien pudo decirlo entonces.—
s
us corbatas, do sus levitas ni de sus sombreros,
«1 cambiaba el color de sus guantes, siempre de
No hubo avenencia; luibo pleito,
Y las contrarias razones
color perla con pespunten negros.
Para dar justa sentencia
Todo lo español le encantaba; se sabía de mcY no incurrir en errores.
'üoria los versos de Zorrilla y del Duque do Rivas,
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.\.°
ESPAÑOLA Y AMERICANA
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XLI
— 279
Todos los jueces oían
Lo mismo que ahora me oyen,
Atentos, sin distraerse
En vanas conversaciones —•
Y dando sobre la cátedra
Un nuevo y airado golpe
Que hizo estremecer á todos,
Así exclamó á grandes voces:
— ¡Oh jueces! ¿Cómo es posible
Que os atraiga y que os importo
El falso pleito de un burro
Más que la vida de un hombre?
FELIPE PÉREZ Y GONZÁLEZ.
CANTARES.
I.
Mi corazón es do roca;
Pero por Dios no me llores.
Que el agua gasta las piedras
Y el llanto los corazones.
ir.
Madrecita, que me roban
Y me matan á la vez.
¡ Mi corazón y mi vida
Se los lleva una mujer!
III.
Hombre de más corazón
En el mundo no se ve.
¡Y lloraba como un niño
Al lado de una mujer!
IV.
Buscaré de zanja en zanja
Aquellos cabellos rubios
Y aquellos ojos azules
Que ya no están en el mundo.
NAKCISO DÍAZ HE ESCOVAR.
POR AMBOS MUNDOS.
NARRACIONES COSMOPOLITAS.
El féretro de rullmann. — Las salchichas de Luetgert. — Iluelpa
obrera por un abrazo. — Un duelo á bicicleta.— El humorista
Jiiaik Twain. —Ideas de Mrs. Stone. —Mercado literario.
relación de los estrambóticos hechos
que ocurren en Norte-América, y que
la prensa extranjera registra, constituye, en materia de noticias estupendas, el cuento de nunca acabar. ¿Dónde encontrar, por ejemplo, mayor contraste en el procedimiento de enterrar á
los muertos que el seguido por la familia del
millonario Pullmann, inventor famoso de
los coches-salones de los trenes, y el que ha
puesto en práctica el choricero de Chicago Luetgert, para honrar los restos mortales de su esposa,
después de haberla asesinado?
Para preservar al cadáver de Pullmann de los
ataques de no se sabe quién, ha sido colocado en
un doble féretro de acero y madera, recubierto
de una capa de asfalto de una pulgada de espesor.
Rodea á esta envoltura una red ó jaula de viguetas
de acero, perfectamente soldadas, y alrededor de
las cuales se extendió una densa masa de betún
fundido, que, una vez frío y solidificado, ha venido
á formar un enorme bloque de extraordinaria dureza y resistencia «inatacable por la dinamita y
capaz do resistir los efectos de un temblor de tierra», dicen los periódicos yankees. Explican algunos allí estas excepcionales precauciones, porque
parece que la familia temía que los obreros de los
talleres Pullmann, resentidos de que su amo les
persiguió sin compasión en una de las recientes
huelgas, se vengaran, desenterrando su cadáver y
haciendo con él alguna de esas barrabasadas populares que son tan frecuentes en aquellas humorísticas muchedumbres. Otros, en cambio, suponen
que semejantes medidas de precaución no tienen
otro objeto que impedir el que los ladrones se apoderasen de los restos y pusieran á la familia en el
caso de pagar alguna cantidad considerable por
recuperarlo, como parece que ha ocurrido ya bastantes veces con los cadáveres de personas pertenecientes á casas acaudaladas, que ante robos tan
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MADRID. —EXPOSICIÓN NACIONAL DE INDUSTRIAS MODERNAS, DE 18H7.
INSTALACIONES DE LAS FÁBRICAS DE ACEITE REUNIDAS, DE BARCELONA; DE LOS SEÑORES BARANDIARÁN Y COMPAÑÍA, DE BILBAO,
Y DE LA FÁBRICA DE TINTAS «LA ESPAÑOLA».
SECCIÓN DE VINOS Y ChllVEZAS.
(De foto^raíias do Fninzen.)
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M A D I ! I D . — E X P O S I C I Ó N N A C I O N A L D E I N D U S T Ü I A S M O D E Ü N A S , D E 18'J7. — O b j e t o s artísticos du l i i o m i , broiwo, y l a n e r a du a r t e , fundidos á ct-ra p e r d i d a , u x p i u s t o s por los Srcs. .Musri..'r,i y
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is, ,Io
282 — x.° XI.I
LA
inauditos se lian visto obligadas á entregar considerables sumas y á comprometerse á callar, bajo
la amenaza de inmediatas venganzas, para conseguir el que les fueran devueltos los muertos robados. Ante semejantes detalles, en los que resplandece lo más exquisito y sublime de la civilización
nacional de tales gentes, no hay más remedio que
descubrirse y saludarlos conmovidos, repitiendo,
no con música bufa, sino con entonación solemne:
¡Oh, ijué gran pa'is!
El choricero chicaguenso ó clucagueño Luotgert
lo ha entendido de otra manera, no por temor á
los ladrones, sino por miedo á la justicia. Siendo,
como es, muy hábil en degollar cerdos, y bocho á
la matanza, no tuvo reparo, según dicen, un día en
que riñó con su mujer, en cortarla el pescuezo. ;Y
qué hacer con aquel cuerpo? Pues lo que hacia con
los do los cerdos: salchichas.
Bien arremangado el hombre y bien afilados los
chismes de cortar y picar, hizo cuartos y dieciseisavos el cadáver de su cara, mitad, los hirvió
en la caldera más grande de su laboratorio, extremó el picadillo y lo embutió en unos cuantos metros de la consabida envoltura, distribuyéndolo
después, bien pesado y cobrado, entro los habituales parroquianos de la salchichería. Todo esto parece increíble y capaz de ser tan sólo imaginado
por los desconocidos autores de esos cuentos terroríficos quo, al través de los siglos, so vienen relatando á los chiquillos y á las gentes do poco más
ó menos y de asustadizo meollo. Por increíble lo
tienen muchísimas personas en Chicago ante las
protestas de Lnotgert, á pesar de quo la justicia ha
presentado en el tribunal los huesos del cadáver
de la víctima, que el salchichero asegura que no
son humanos, sino de un animal, como lo sostienen también el defensor y los obligados testigos
y peritos de descargo. El proceso, que tiene profundamente preocupado y dividido al vecindario
de Chicago, se vio hace pocos días ante el Jurado,
y éste, después de setenta horas de debate, no logró entenderse, acordándose por el tribunal que
se repusiera al estado de sumario, después de haber invertido la justicia municipal de la ciudad
1")().()()() pesetas en las diligencias, pruebas é investigaciones efectuadas hasta ahora. Donde más
partidarios tiene Luetgert es entre el bello sexo
de Chicago: ¡vaya usted á saber por qué! Ellas han
formado una junta nd Imc para reunir fondos y
llevar hasta el último extremo los trabajos de la
defensa, y ellas le envían todas las mañanas ramilletes de flores y golosinas, en señal de aprecio
y de consuelo para animarle. En cambio, los periódicos han dicho que de un día á otro se procederá al procesamiento y arresto do dos individuos
del Jurado, porque existen evidentes pruebas de
que se han vendido, para votar en favor del salchichero. En toda la Unión americana se siguen
con gran interés las fases y menores detalles de
esta causa célebre, y se comenta con horror que
hay muchos habitantes de Chicago que seguramente han comido «¡salchichas de señora!"
ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA
las nubes la razón, la justicia y la moralidad que
supone la decisión tomada por los jefes de las fábricas. ¿Absolverán éstos á Kissinger de su falta
para que ande el estaño? Seguramente.
El amor entre la juventud yrtnlícr, como entro
la alcarreña ó la de Puebla de Brollón, da lugar á
estos excesos y á disparates sangrientos; pero preciso es confesar que en la tierra de los primeros
los disparates dan quince y raya á cuanto pueden
discurrir las cabezas destornilladas por el amor,
en cualquiera otra región del orbe. Nada más
inaudito que lo que ha ocurrido on San Luis (Missouri). Dos jóvenes aristócratas hacían la corte á
una distinguida señorita, la cual, al verlos tan
desesperadamente enamorados de su persona, acordó, para evitar un grave disgusto, que cada uno de
ellos la viera y visitara en días distintos tío la semana, y á horas distintas también: el uno, los
miércoles por la mañana, y ol otro los domingos al
caer la tarde. El plan se realizó sin inconvenientes
durante cierto tiempo, y sin que ninguno de ellos
supiera lo (pie ocurría con el otro. Solamente en
la intimidad del trato refirieron sus cuitas á algunos amigos, que casualmente lo oran de ambos, y
con los cuales hacían frecuentes excursiones en
bicicleta, de cuyo x/iort eran apasionadísimos.
Una tarde de mediados de Septiembre, después
de una larga caminata cíclica, al detenerse á descansar, se vieron molestados por las claras indirectas de sus amigos acerca de la idolatrada niña,
y, descubierto el pastel y enterados del doblo juego do ella, se enfurecieron é insultaron, y hubieran llegado á maltratarse de obra á no mediar sus
acompañantes. El honor de ambos caballeros de pedal queda, según decían, malparado, y no hubo más
remedio que tratar de componerlo en su propio
terreno, por medio de un duelo. Los chicos no se
entendieron acerca de cómo había de realizarse
el combate, y, por fin, fieles á su vocación y costumbres, convinieron que el duelo había de ser
«á bicicleta». Nada más sencillo: los furiosos rivales se situarían á lf>i> metros de distancia, á caballo en sus máquinas de acoro y caucho, y á una
señal, se lanzarían con toda velocidad á encontrarse y hacerse añicos. ¡Nada más nuevo ni más
bárbaro! La victoria y la novia serían para el que
menos estropeado resultase.
El 25 de Septiembre so verificó el encuentro en
un parque retirado, de la ribera derecha del Mississipí, á diez kilómetros de San Luis, en presencia
de los padrinos y médicos y de una docena de
amigos, únicos conocedores del proyecto. Medidas
las distancias, firmes en la silla los enfurecidos
amantes, inclinados hacia adelante, los cuerpos y
las narices en actitud do fieras que atisban su presa, partieron como centellas en cuanto oyeron la
señal. El choque fue horrible. Nada pudo percibirse al principio más que una nube de polvo, entre cuyo torbellino so agitaban confundidas las
siluetas do brazos, piornas, ruedas y barras, y do
cuyo indescriptible montón on movimiento partian dolorosos quejidos. (Juando los concurrentes
llegaron al lugar del choque, ambos donceles yacían «despatarrados» on el suelo, agitándose y cubiertos de sangre y polvo, entre los trozos retorcidos de las bicicletas, cuyas piezas se habían
esparcido y deshecho por completo. A la agitación
producida por el dolor sucedió el desmayo, y una
voz levantados, empapados en árnica y vendados
por los médicos, fueron conducidos en cochea sus
respectivos domicilios, con gran espanto y escándalo del vecindario, cuando se enteró do la ocurrido. Los muchachos no se pudieron incorporar on
todo el mes do Octubre, ni probablemente podrán
ponerse en pie on lo que queda de año. La bellísima
prenda de sus corazones, tan espantosamente disputada, sigue tan guapa y tan buena. ¿Quién salió
victorioso? Problema es este que no se atreven á
resolver los jueces, porque si el uno de los combatientes quedó maltrecho, desarticulado y con un
concurrido conclave cardenalicio corporal para
muchos años, ol otro está tan roto y cuarteado que
tendrá que vivir entre puntales, ¡y gracias! Creen
los jueces del campo que la niña os la que debe decidir cuál ha de ser el preferido; pero ante la
prueba de barbaridad que han dado sus amantes,
y ante lo incompletos que seguramente quedarán
para andar por el mundo, aunque los compongan
y remienden bien, es seguro que optará por quedarse sin ninguno, y hará muy bien.
También en New Castlo ( Pensilvania) hay
mucha agitación entro las faldas, no contra ua asosino, sino contra un aspirante á Tenorio y contra
las clases obreras que lo defienden. El caso no deja
de ser original. Un em jileado en las grandes fábricas de estaño de la }>oblación, Ricardo Kissingor,
abrazó, ó trató do abrazar, á una joven inglesa
dependiente del mismo establecimiento. Los directores de la Compañía, al tenor noticia del hecho,
despidieron á Kissingor, que, como la casi totalidad de los empleados y trabajadores do las fábricas, pertenece á la Asociación de obreros industriales. Ante la determinación de los jefes de la
Compañía, los asociados, considerando que el atreverse un joven á besar á una muchacha no es motivo bastante para imponerle tal castigo, se han
declarado en huelga, pidiendo la reposición de
Kissinger. Los directores se niegan á acceder á
semejante exigencia; y en esta rarísima contienda, no entre el capital y el trabajo, sino entre la
formalidad y el amor, la producción de estaño
está parada, y so mueve y agita la opinión con
una vehemencia cada día más grande. En genoral, los hombres defienden á. Kissingor; muchas
mujeres celebran ol caso y ridiculizan el excoso
do severidad de los directores; otras y otros, más
filósofos y razonables, aguardan para formar juicio á que la iiu'ss declaro si se opuso ó no á la caricia del incauto mancebo, y el resto do las mujoDe aquella tierra original, donde tantos y tales
ros, la mayoría, las madres, tías y agregadas do sucosos estupendos ocurren, ha tenido (pie salir,
familia, echan posten contra la muchedumbre hecho un pobre bohemio, perseguido por las tramobrera y contra ol presunto seductor, y ponen en pas y por ol hambre, Mark Twain, el escritor hu-
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8 Xoyjjotr.nl! 1897
morista yanlcee más leído durante largo tiertrp0
que,
Poe antes, y como Bret
q , como Edgardo
g
et H
Ha 'a /
h
l dado
d d á la
l literatura
lit
ahora,
lia
popular nortean)
ricana un rumbo y un carácter típicos, que l a ^
f eren cían de todos los géneros
literarios cono
g
dos Mark Twain el celebrado
autor de Lac Cl"
dos. Mark Twain, el celebrado autor de La rana
saltona,
y do
blanco, el ir
l
d El
E robo
b del
dl elefante
f
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rado narrador quo tan justa fama disfruta, a u r | &
hoy emigrado por Inglaterra, dando lecturas conferencias para poder vivir. Entro el públi ^
culto de la Gran Bretaña se ha hablado del nr °
pósito de organizar en su favor una suscripci0"
quo demuestre la gratitud y afectos de los araant 8
de la literatura inglesa al hombre sencillo y exce
lente, que es, entro todos cuantos escritores viven"
el que ha difundido más alegría on los hogareg
anglo-sajones do uno y otro mundo. La ^esfini^,,
ter (iazTttc dice: «Mark Twain nos ha consolado
muchas veces en medio de nuestros infortunios
y no sería lógico ni digno ol que nos mostráramos'
indiferentes ante el suyo.» Su desgracia proviene
en gran parte de la quiebra de un editor que explotaba sus obras, y que le ha hecho perder más
de un millón do pesetas.
Aunque su situación es muy precaria, no resulta
cierto que esté á punto do morir de hambre. Hablando no hace mucho con un redactor del New
York llera Id, le dijo: «En cualquiera parte se
puede uno morir de miseria menos aquí, on Londres. Es verdad quo yo me voy muriendo, pero
me muero como la mayor parte de la gente, ¡poco
á poco! Tengo aquí muellísimos amigos que me
socorren para que mi agonía dure ol mayor tiempo posible.» Como se ve, Twain, en medio de la
pobreza y de tan lamentable estado, conserva su
incorregible serenidad y continúa siendo el típico
humorista de siempre.
No sé si Twain, Poe y Brot Harte se librarán
del anatema que, contra la literatura en general,
ha lanzado Mrs. Stone, una de tantas excéntricas
señoras de las que en el revoltijo social norteamericano abundan. Mistress Stone, combatiendo
en pro de la moral, protesta contra la literatura corriente, y dice que desde que escriben tantos literatos, desde que surgió la furia do la producción,
no se han dedicado los hombres á otra cosa que á
poner de relieve, á difundir y á ensalzar el sensualismo y las pasiones más groseras, y que semejante campaña ha producido, como debía producir, funestas consecuencias, viéndose hoy «el triste
camino de la vida cubierto de ruinas y despojos
de almas de la juventud».
Afirma también la predicadora que no hay que
renunciar á la lectura de las obras de imaginación, sino que conviene manejarlas á menudo.
Pero preciso es—dice — saber escogerlas. La elección es fácil. No deben leerse más que novelas
realistas, «las únicas que contienen la clave para
poder descifrar el jeroglífico de la naturaleza humana, las únicas que explican las cansas que determinan todas nuestras acciones». De acuerdo
con estos principios, sostiene Mrs. Stone que los
libros de /ola y de Maupassant son mucho menos peligrosos para, las //luías rirr/enes que El Vicario de W'/ike/ield. ¿Puedo darse una propagandista moralizado™ más extravagante? «Las obras
do imaginación verdaderamente serias de nuestros tiempos no son literatura» — añade la insigne inis/ress.—Esta conclusión remata las teorías
do la filósofa americana, que ante el sentido común podría asegurarse que está loca de remate.
De todas maneras, hay que convenir en que los
trabajos de esta secta de críticos decadentes, sin
sor humorísticos, distraen, y en muchas ocasiones
hacer reír tanto como los cuentos del graciosísimo
Mark Twain.
Las extravagancias yankees son contagiosas.
Fiel trasunto do ellas en ol mundo literario, ó en
el mercado de los genios poco aprensivos, que todo
lo venden impelidos por el hambre, os el siguiente anuncio quo publicó un periódico artístico
tío París:
«Al ten I ion!
Achlunr/.'
Look 8ltar]>!
Uno de los
autores dramáticos más aplaudidos de Francia)
vende, en el precio que se convenga, una comedia
fantástica en cinco actos y veinte cuadros, que sese
presta á una maravillosa mise en sceiw, con bail >
pantomimas, cabalgatas, juegos eléctricos, efectos
de sol, de luna, borrascas, terremotos, volcanes,
coros de ángeles, ninfas y diablos, y que produ-n
cirá muchos llenos en el teatro. El argumento, i "
teresantísimo, se desarrolla en la Edad Media.
Cualquier compositor se dará por muy honrado y
contento si se le encarga (pie escriba la partitura
Siguiente
LA ILUSTRACIÓN
g NOVIEMBRE 1897
' rre spondionte. Para tratar del neijocio, dirigirse
° la Kedacción del P... A. A.-»
3
^.ntes de ahora se han vendido, según dicen,
kras literarias inéditas, de todas clases, por los
e9Critores indigentes (que son los más), á los bolonios ricos, ansiosos de fama intelectual (que son
]0S menos). Pero la venta se hacía con sigilo, á
modo de contrabando, y tal vez, gracias ;i ella,
habrá habido alguno ó algunos sendo escritores,
juás ó menos célebres, que no han dado al público
más que la obra, ó el par de obras, que compraron
por un plato de lentejas. Lo que seguramente no
ge lia hecho nunca es anunciar ese género en el
mercado, á riesgo do que el hambre y la vanidad
quede» inmediatamente descubiertos y puestos en
ridículo. Ahora, agotada ya, ó poco menos, la raza
líelos aprensivos, todo va al gran bazar, y todo se
compra y se vende entre las gentes vividoras, para
quienes el pudor ni siquiera os un estorbo, porque jamás lo han sentido, ya que entienden que
en el mundo la palabra que resume cuanto se
piensa y se hace es esta:
Eourbcrtc.'
Jicll'K'í/CI'l'i.'
Furcc'
ESPAÑOLA Y AMERICANA
de la obra fueron asimismo muy aplaudidos, siendo
también de justicia consignar que la orquesta y
los coros contribuyeron poderosamente al mejor
efecto del conjunto, desempeñando á maravilla su
cometido.
NOVEDADES.
Lo b'f/a? ,/ 7o justo se titula el drama original do
D. Carlos Díaz Valero, que con buen éxito so estrenó la noche del 5 en este teatro.
El título de la obra indica el problema que su
autor plantea en ella y que, por cierto, es de no
escasa trascendencia. El público que llenaba el
teatro entró en el drama desde las primeras escenas, é hizo salir al Sr. Díaz Valero al finalizar los
actos segundo y tercero.
Si grande y merecido fue el éxito obtenido por
el Sr. Díaz Valero, no fue menos justo el público
aplaudiendo calurosamente á los intérpretes de
la obra Sras. Constan y Val, y Sres. Yaz, Yáñez,
Pineira, Carrasco, Espejo y Benítez, que hicieron
cuanto pueden y saben, que es mucho, en pro del
nuevo drama.
Este permanecerá mucho tiempo en los carteles.
RICARDO BECERRO DE ]>EX<;OA.
- ;283
JABÓN DE LOS PRINCIPES DEL CONGO
<•! mas perfumado de los jabones de tocador
LOCIÓN VAISSIER ^ " e ^ í É 1 "
3 grandes premios. 21 medallas de oro.—Fuera de concurso
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DEL DOCTOR VALDÉS GARCÍA, DE MONTEVIDEO.
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Remedio prodigioso y rápido. 3 0 años de éxito.
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S o c i é t é H y g i é n i q u e , de París, 55, rué Kivoli.
VII\'O B I - D H J K S T I V O I>K C H A S S A I X G . 30 años de
éxito contra las enfermedades del aparato digestivo_(dispepsias,
inapetencia, pérdida de fuerzas). París, ti, Auenue Victoria.
LAHA.
El numeroso público que asistió la noche del
miércoles último á la /tremiere de El secreto del
sumario, apreció esta obra con criterio tan distinto que, en verdad, no es posible asegurar si
REAL.
agradó ó disgustó á la mayoría. Su distinguido auHan llegado á Madrid y comenzado á ensayar tor, con rara y exagerada modestia, la retiró de los
las óperas en que han de tomar parte la soprano carteles, y esta discreta determinación, digna de
Srta. María Engle, el eminente maestro Mancinc- ser imitada por muchos otros, nos exime de señaUi, los barítonos Sres. Blancliart y Buti, y los lar defectos y bellezas. Merecen mencionarse la
labor lina de Larra y Rosario Pino, y un vistoso
bajos Sres. Riera y Scarneo.
La inauguración de la temporada so verificará traje de casa, estrenado por Ruiz de Arana, que
el domingo 14 con Lohengi-in, cantado por las se- seguramente no pasará á la historia como modelo
ñoras Darclée y Guerrini, y los Sres. De Marchi, de buen gusto.
El conocido autor D. Joaquín Abati lia termiBlancliart, Riera y García Prieto. A continuación
se cantarán las siguientes óperas: Hamlet, Gil nado su juguete cómico titulado La enredadera,
Uyonotti, II Profeta y Ero e Leandro, todas di- que se estrenará muy pronto en este teatro.
rigidas por el maestro Mancinelli, y en las que
tomarán parte las Sras. Darclée, Engle, Gardeta y
CÓMICO.
Guerrini, y los Sres. Blancliart, Riera, De Marchi, Seamos, Buti, Durot y Yerdaguer.
El pasado miércoles se verificó la re/irise do
El tercer a ni vers'i rio ó la. riuda de ^Xapoleón,
aplaudido saínete de Ricardo de la Vega, que fue
PRINCESA.
tan celebrado como la noche de su estreno.
La interpretación fue sobresaliente, distinguiénGurrila Albornoz, comedia en cuatro actos y
siete cuadros, estrenada en este teatro la noche dose en especial las Sras. Rodríguez y Alvarez, y
del último viernes, está, como todo el mundo los Sres. Rubio, Manso, Aviles y Escosura.
Al terminar la representación tuvieron que presabe, tomada de la novela Pequen cees del sabio
sentarse en escena varias veces el autor y los acjesuíta P. Coloma.
Si la adaptación de la novela al teatro ha sido tores para recibir los aplausos del público.
Para el martes próximo so anuncia el estreno
siempre empresa difícil, y rarísima vez se ha hecho con fortuna, calcúlese el atrevimiento que re- de La, vacante de Cañete, de Sinesio Delgado.
vela en el autor de Ciirrita el poner en acción
ZARZUELA.
aquella serie de intrigas de bajo vuelo, costumbres poco edificantes y rencores aristocráticos que
So ha separado de la compañía que actúa en
constituyen el principal encanto de la novela. A
nadie interesan aquellos sucesos, que vienen á este teatro la simpática primera tiple Srta. María
constituir casi un drama político, género pasado Montes.
de moda, y sólo tolerable cuando desarrolla algún
suceso histórico de los muy contados que encieESLAVA.
rran )))¡i/a suficiente para despertar interés á un
publico tan indiferente como el nuestro en cuanto
La noche del 7 celebró su beneficio el Sr. D. Raala política y sus miserias se refiere, listo explica fael Arcos, que alcanzó muchos aplausos interpreque, en general, la obra haya sido acogida con tando el apropósito Cama/eo/Uej el Salón Eslava,
frialdad.
convenientemente reformado. El público salió
Salvo algunas crudezas de frase, suprimibles á muy satisfecho del trabajo del joven artista.
Ha dejado de pertenecer á la compañía que acnuestro juicio, la adaptación está hecha con singular talento y con un conocimiento exactísimo túa en este teatro la primera tiple Sofía Romero.
Los Sres. Arnicb.es y Lucio han leído su nueva
de los recursos escénicos, condiciones que el numeroso auditorio que asistió al estreno recom- obra Los camarones, que se estronará muy en
pensó con nutridos aplausos en algunas de las breve, con música de Quiñito Valverde.
escenas de la obra, que son verdaderamente herMARTÍN.
mosas y revelan la experta mano de un autor
dramático de primera fuerza.
El nuevo Tenorio, obra resucitada por la em•En la interpretación del antipático papel de
protagonista lució una vez más la Sra. Tubau su presa de este teatro, y puesta en escena la noche
Portentoso talento, mereciendo por su exquisito del pasado jueves, hizo reir en grande al público
que llenaba el teatro y que no pudo tomar en se«"abajo ser llamada diferentes veces á escena.
•Las Sras. Al verá, Suárez, y los Sres. (¡arcía Or- rio las atrocidades, casi todas de muy mal género,
que cometo el Tenorio levantado de su tumba por
tega, Mendiguchía y Valero, bien.
Anís y el malogrado Bartrina.
Las situaciones más dramáticas fueron acogidas
PARISII.
con estruendosas carcajadas, y la concurrencia no
,, Ln nuevo triunfo para el joven tenor Sr. Casa- derramó ni una sola lágrima á la memoria del ino s fue la primera representación en esta tempo- feliz D. .luán, aun cuando muere á manos de su
rada de la zarzuela de Ramos Carrión v Caballero propia hija, final que verdaderamente no puede
ser más desastroso.
¿a Marsidhsa.
El próximo jueves se estrenará en este teatro el
-El Sr. Casañas salvó con rara habilidad y gran
Mentía las dificultades de su papel, tanto en el drama en un acto Cara/leria, rusticana,, arreglado
e
°itado como en el canto, y mereció los muchos á la escena espaf.ola por un aplaudido literato y
' entusiásticos aplausos que le tributó el público. autor dramático.
A.
•Los artistas que le acompañaron en la ejecución
LOS TEATROS.
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XLI
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EAU^HOUBTGANT
£
Moubigant, perfumista, l'aris, 19, l'aubourg tí' Honoré.
Perfumería exótica SENKT, 35, rué du Quatre Septembre,
París. (Véanse los anuncios.)
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Iloubig-ant, perfumista, Paris, 19, Faubourg S' Honoré.
P a r a a d q u i r i r en condiciones inmejorables alhajas en imitación de diamantes y piedras finas, dirigirse á la maison Georr/e, 28, houlecard des Italiens, en París. Las alhajas fabricadas
por esta casa son tan perfectas que aventajan con mucho á las
fabricadas por sus competidoras. Envío de catálogo ilustrado
franco de porte, á vuelta de correo.
Todos los días aparece algún nuevo específico para el cutis; pero estad seguras que
casi siempre no son más que afeites. Sólo
la C r e m j i S i m ú n da á la tez la frescura y belleza naturales. Desde hace treinta y •
cinco años se vende en el mundo entero á pesar de las muchas falsificaciones. Los l ' o l v o s
«lo Arroz y el Jabón Simón completan los
efectos higiénicos de la Crema Simón.
LIBROS PRESENTADOS
Á ESTA REDACCIÓN POR AUTORES 6 EDITORES.
H i s t o r i a d e l a r l e p r i e g o , por D. Ramón Mélida.
A las excelentes publicaciones do arte con que en estos últimos meses ha enriquecido su catálogo, añado hoy La España Editorial un libro verdaderamente notable, y que, en su
género, constituye una interesante novedad en la bibliografía
española. Titúlase Historia del arfe i/rie.i/n, y es su autor don
José Ramón Mélida, una de las pocas personas que en nuestro país tienen conocimientos y autoridad bastantes para escribir una obra como ésta.
Con alientos sobrados para mucho más, no ha querido el
distinguido crítico y arqueólogo hacer ahora otra cosa que un
compendio de la historia de aquel arte maestro, de aquel arte
ni sobrepujado ni igualado todavía; y aunque la empresa era
dilícil, porque difícil es encerrar en 3U0 páginas asunto tan
vasto, el Sr. Mélida ha conseguido que en su libro se desarrolle el cuadro asombroso del arte griego en todas sus formas
jmanifestaciones, y en todo su desenvolvimiento desde la
época prebomérica basta su dispersión por el mundo romano, sin que falte nada esencial, nada que sea preciso para el
perfecto conocimiento de la materia ni en las noticias de los
descubrimientos, que llegan hasta los más recientes, ni en la
crítica y estudio de los monumentos y de tanta obra maestra.
Ilustran este libro cien grabados, y la edición es tan cuidada y elegante como todas las de la misma casa. Su precio
es i pesetas en rústica y 5 encuadernado en tela, en La España Editorial, Madrid, Cruzada, 4, y en las principales librerías.
U l a r a ñ a «leí D i c c i o n a r i o d e l a A c a d e m i a , por D. Pedro de Múgica.
Hemos recibido el tomo primero de estos estudios lingüísticos, en los que el autor de la dramática del ca-ste/lauo aiitti/uo (Leipzig, 1891) y de Maraña del idioma (Oviedo, 1894)
hace la ciítica del último Diccionario de la Academia Española, como complemento de la que, con el seudónimo de Miguel Escalada, hizo el Sr. Valbuena. El Sr. Múgica en este
primer tomo recorre rápidamente las siete primeras letras del
Diccionario, y censura en festivo tono las deficiencias y las
confusiones que encuentra al paso, aduciendo con grandísima
erudición, como fundamento de sus afirmaciones, numerosos
textos de autores antiguos y modernos. Muchísimos son los
vocablos cuya inclusión en el Diccionario propone; y aunque
algunos de ellos, según el autor reconoce, son muy raros,
túndase para reclamar su admisión en que tienen el mismo
derecho para ser incluidos que otros rarísimos que en el Diccionario se consignan, en que son tan castellanos como los
anteriores y figuran en su mayor parte entro los clásicos, y
también en que muchos de ellos explican el desarrollo y procedencia de algunas palabras do origen desconocido, ó cuando
menos dudoso.
Siguiente
LA
— x.° XLI
ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA
8 NOVIEMBRE 1397
Véndese en la librería de Victoriano Suárez, al
precio de 2 pesetas.
marqués. Con gran acierto están escogidos
los 15(i cuentos del autor, los que contiene oí*
mito, que son, entre otros: Buen, humor FS c •
tísimo, El gnomo en casa del hortera 'r" i e í 'serpiente marina, £ « nltima perla, Él ^>" ^ran
dormir de un solterón , ;Xn servia para ñada° pi
pacto de amistad y La Psiquis. A los cuentos' t
moradamente traducidos, siguen unas curiosa»'n
tas con las observaciones que el mismo Ande
°"
ue
hizo de sus obras.
rsen
Véndese el tomo á 50 céntimos de peseta
Policía «1<> velocípedos, por Jlhartín y Guix.
— Con este título acaba de publicar nuestro particular amigo el Sr. ]\Ihartín y Guix un librito, en
forma de carnet para poderlo llevar en la cartera,
que contiene, con el permiso personal parala libre
circulación en velocípedo, toda la legislación referente á la materia, y la de policía de carreteras
que más directamente afecta á los ciclistas, con
formularios é instrucciones para la inscripción de
máquinas, tarjeta de identidad y lugar para el retrato del comprador, que puede éste obtener gratis,
con sólo la | resentación del carnet, en la Fotografía Artística. Príncipe, 11.
Kl librito, que está encuadernado en tela, á la
inglesa, se halla de venta en la librería de San
Jlartín, Puerta del Sol, (i, al precio de una peseta
ejemplar.
.
. . . ' . .
t .
•
r
' 11
•
.
*
•í-'lí
avista.
Lengua o lettrratura spagnuola riell»
Or
.'/'"/. por Egidio Gorra.
>Dedicado á los alumnos de la facultad de Let
en Italia, ha publicado la casa editorial de UlH
lloepli, de Milán, un magnífico estudio sobre 1
lengua y la literatura española en sus orísen
escrito por Egidio Gorra. Agotadas las obras nn»
los profesores E. Monaci y Fr. D'Ovidio dedica
ron al estudio de nuestra lengua, el eoncienzud
trabajo del Sr. Gorra es útilísimo para los italia
nos que se dediquen al estudio del español no sn
lamente del arcaico, sino del moderno. Comienza
el libro por una introducción gramatical dividida
en dos partes: la primera dedicada á la l'onoloqía
y á la morfología la segunda, ocupando arribad
17t¡ páginas. Después incluye y estudia en otras 185
los textos, desde los más antiguos documentos d»
los años 78(1, 912, 1002, etc., hasta fines del siglo xiv. Incluyendo monumentos literarios tanin
tercsanteseomoi-.V^ixwo del Cid; la (Jvónicarimada; liornance de Lope de Moros; Las composiciones del maestro Gonzalo de llerceo; Libros de
Apolouio i/ de Alerandre : Anales toledanos; Las
partidas: Crónica geunyil:
La grande, ct general
F.sloria: el Pocma^h1 Yusuf; Vida, de Santa María Egipciaca: Lst gran conquista de Ultramarlas Ultras del infante, D. Juan Manuel; los Cantares de Juan, Huir., el arcipreste de Hita; La
danza <le la muerte.; El reinado de Palacio; Poema de Alfonso XI, y fíomaucc de Heñíanlo del
(_ 'arpio.
Termina la obra con un glosario muy completo
en castellano antiguo é italiano.
Esta notable obra véndese al precio de 6 liras.
El lector ]i¡N|>ano-aiiierican», por D. Ricardo
Gómez.
Hemos recibido los libros segundo y tercero de
lecttini que el distinguido profesor mejicano I). Ricardo (¡ómez lia compuesto para la educación de
la infancia. Kl Sr. Gómez, dedicado á la enseñanza, conoce por modo tan práctico y seguro los métodos pedagógicos verdaderamente prácticos, que
sus dos libros merecen muy justamente que se le>
ealiliqtie de modelos entre los de su clase. Está basado el libro segundo en las lecciones de vosas:
contiene ejercicios de lenguaje; aplicaciones de
(/< niin leía mí u iti ce/; instrucciones para la geograiia local: datos y manera de verilkar las descripciones de objetos, estampas, plantas y animales:
lecturas morales sobre los defectos más comunes
en la niñez y virtudes propias de esta edad; dibujos
y ejercicios de recitaciones. El libro tercero, último
de la serie, contiene las nociones de ciencias iísícas que más se aplican en las lecciones de las ni.s'í/.v; deset ¡¡xión de los aparatos y máquinas más
usuales; cuestiones morales, derechos y deberes
civiles: episodios históricos y patrióticos; instrucciones elementales de geogiatía. meteorología, higiene, historia natural, química y economía doméstica, y ejercicios de ortografía, redacción y recitación.
Almanaque parisiense para el año í ¡SOS,
Ambos tomos, esmeradamente impresos y con
profusión de grabados que auxilian poderosamente
á la comprensión del texto á los jóvenes lectores,
están editados por la acreditada casa de Herrero
Hermanos, de Méjico.
Véndese el libro segundo á 37 centavos de peso,
y á 50 centavos el tercero.
Cuentos esfnpdos de II. C. Andersen,
traducidos directamente del dinamarqués por don
C. s. de Tejada.
La biblioteca selecta que publica en Valencia el
editor Pascual Aguilar ha puesto á la venta, y de
él nos ha remitido.ejemplares, el tomo 83, que
contiene los celehrados cuentos de Andersen, que
el Sr. Tejada ha traducido directamente del dina-
D. SEVERO GÓMEZ NUÑEZ,
CAPITÁN BE ARTILLERÍA.
DIRECTOR DE «EL MARIO DEL EJÉRCITO l\ DE LA 1IABAXA.
(De fotografía de los Sres. Puárez y C")
de Higaud y Clermont.
Hemos recibido ejemplares del Almanaque que
la casa Higaud y Clermont, de París, ha publicado,
y que, como de costumbre, se ha de repartir gratis
en todas las farmacias. El Almanaque no desmerece de los que la referida casa Rigaud viene publicando desde hace diez y siete años, y contiene
16 páginas con colores, con acuarelas de Luciano
Faure, varias graciosas historietas del dibujante
Job, una novolita de Francisco Copee, el renombrado poeta, y un cuento de Courteline. Creemos
que el nuevo Diputado del Sena, Sr. Rigaud, obtendrá con el presente Almanaque el mismo lisonjero
éxito que ha logrado en años anteriores.
C.
El efecto de esto en los nervios era lo que haDE DÓNDE VIENEN LOS FANTASMAS.
¿Usted cree en fantasmas? Puede que la idea lo cía que nuestro amigo tuviese miedo á la noche.
LA SALUD PARA TODOS
haga reír, un hombre tan valiente como usted. Las manos y los pies fríos, el cansancio, la falta
sin medicina, por la deliciosa harina de salud
Sin embargo, si hay que ir á un cementerio, us- de ánimo, mal gusto de boca, tos seca, escaloted pretiere ir durante el día. ¿Por qué? Porque frío*, debilidad, mareo, todos estos y otros que
se ve mejor. ¿Es ese el motivo? Tontería. No. Es no podemos nombrar ahoia, son señales y conporque tiene usted miedo de los muertos y de la secuencias de una causa, y de una sola: indigesobscuridad. Casi todo el mundo lo tiene. Cuando tión. Ninguna otra cosa de este mundo arruina
Cura las digestiones laboriosas, (dispepsias), gastritis, acedías, disentería, pituitas,
es de día y estamos entre gente, la damos de va- tanto el cuerpo y el espíritu. Ninguna otra cosa
náuseas, fiebres, estreñimientos, diarrea, cólicos, tos, diabétis, debilidad, todos los
lientes. Nosotros estamos libres de esas cosas. hace que la gente vea más fantasmas. Las fantasmas
y
las
voces
misteriosas
no
son
más
que
Por lo menos así lo decimos.
desórdenes del pecho, bronquios, vejiga, hígado, ríñones y sangTe.—50 años de
los
ecos
de
lo
que
hay
en
nuestra
men'e.
Los
que!
Conocí á uno que, cuando era joven, llevó tal están saludables ven las cosas en su estado nabuen éxito, renovando las constituciones más agotadas por la vejez, el trabajo ó lo»
susto con un fantasma, que no se le olvidó en tura], y cuando llega la noche se echan á dormir.
excesos. *Es también el mejor alimento para criar á los niños.—DEPÓSITO GENERAL :
cincuenta años. No era cobarde ni melindroso,
Vidal y Ribas, Barcelona, y en casa de todos los buenos boticarios y ultramarinos
La persona que motiva nuestras observaciones
sino uno de los oficiales más valientes del ejérde la Península y de Ultramar. Dü BARBY Y CÍA., 77, Regent Street, Londres.
cito. Cuando llegó á tener ochenta y dos años es un francés (¡ue se llama Jcan Marie Hcrvé.
hablaba de esta experiencia en los siguientes tér- Vive en Ivais, cantón de Pompol, Francia, y en
minos: «Durante diez minutos sufrí tal terror, en una carta reciente dice, que después de muchos
que basta ahora me lis. acompañado siempre un años de padecer indigestión . está ahora per.'eetatemor constante. Ruidos inesperados me hacen mente bueno con el uso del Jarabe Curativo de
Para conservar ésta sana ó sin padecimiento
temblar, y los objeto, que no puedo distinguir] la Madre Seigel. «Considero á ustedes, nos escrialguno, elíjase un dentífrico higiénico, acreditado
bien á la media luz de la tarde me infunden un be, mis bienhechores. Los nervios están bien, y
N A T U R A L Y V E C I N O DE M A D R I D
ya
no
me
da
miedo
de
la
noche.»
en la práctica. Deséchense, por perjudiciales, los
deseo irresistible de escapar. A la irerdad, la noron
dulzainos. Vn buen dentífrico ha de perfumar y
cir; me da miedo.»
Miles de personas en este país, que han estado
refrescar la boca deliciosamente con el aroma de
(•ni
malos
como
él,
gozan
ahora
de
una
mente
Es curioso que otro haya usado recientemente
esta misma expresión sobre que la noche da sana, en un cuerpo ano con la ayuda del Jarabe D. RAMÓN DE MESONERO ROMANOS. la menta y la rosa, pero dejando un recuerdo o
gusto ligero de los Iónicos é> amargos, como sumiedo. Dice que los nervios se habían desarre de la Madre Seigel.
cede con el L i c o r il«-l P o l o <!<• "O.ive. Por
El Jarabe Curativo de la Madre Seigel está de
glado por completo. No podía dormir. No hacía
Dos
tomos,
8."
mayor
francés,
f
>
pesetas.
mayor, M. García. Capellanes, 1, Madrid.
más (¡ue volverse y revolverse en la cama. No venta en todas las farmacias, droguerías y exDe
venta
en
las
olicinas
de
LA
ILUSTRACIÓN
había matado á nadie, ni lo perseguía ningún es- pendedurías de medicinas del mundo. Precio del
irasco,
14
reales;
frasquito,
8
reales.
ESI'AÑOI.A V AMKIUCANA, Arenal, 18, Aludriü.
píritu riel otro mundo. Sin embargo, la vida no
IDE
le parecía que podía valer lo que le costaba. Alas
De venta en las oficinas de LA ILUST
PAÑOLA Y AMERICANA, Arenal, 18,Madrid.
de seis veces se había decidido á abandonarla,
sufriendo las consecuencias. Mucha gente llega á
este pumo todos los días, sin que sus amigos lo
sospechen. Por supuesto que hacen mal; pero
POR
¿qué remedio tiene? pues ¿qu • quiere decir vivir
cuando no se saca de la vida placer ni bienestar?
DOÑA
MARÍA
DEL
PILAR SIXUÉS.
lüen. Este hombre sigue diciendo que la cabeza
le dolía muchas veces, como si fuera á hacérsele
Preciosa novela original, con interesante argumento, cuadios do costumbres familiares»
pedazos, y otros doloies se sucedían unos á otros
por todo el < uerpo. La piel la tenía amarilla episodios muy dramáticos, y brillando en todo el libio la más profunda moralidad.
Un volumen en 8.° mayor francés, que se vende, á 4 pesetas, en la Administración do
como un pergamino; no teñí % apetito, y la menor
excitación hacía que el corazón latii se como un este periódico, Arenal, 18, Madrid.
reloj á cuyo péndulo se ha quitado la bola. Para
vivir es preciso comer y, sin embargo, cada ve/
que este hombre comía se le castigaba como si
hubicrt cometido algún crimen. El estómago recibía lo que le echaban, por supuesto; pero nada
más, y r husaba digerirlo. De aquí que el pobre- Si desea usted para su toilette, una Agua de Colonia de delicado perfume, aroma riquísimo y percilio estuviera como uu sepulcro, con el pan y la manente, encasada en fraseos muy lujosos y do precio muy barato, pida el Ajtim <le C o l o n i a
LA FOSFATINA FALIERES es el aUcarne muertos y corrompidos en su interior. Los út- O r i v e . Primer premio en la Exposición farmacéutica y 2 medallas de oro en París. No use mentó más agradable y más recomendauo P**" ^
•M&os
de 6 á 7 meses de edad, principalmente
o
gases y ácidos ponzoñosos que salían d•• esta otra Agua de Colonia, por muy ponderada quo esté, sin ensayar la de O r i v e . Verá cosa buena,
crec
., ¿,¡0»
masa de corrupción venían hasta la boca y lo fa- lujosa y barata. No ti«-ne igual para los dolores do cabeza y yisla cansada.M. García, Madrid, por ípoca del destete y en el periodo dfl
Facilita la dentición y asegura la buena jormaeumsu°
tigaban. Luego se mezclaban con la sangre, dando mayor. Detalle, farmacias y perfumerías. Frascos muy lujosos con tapón cuenta gotas. Si la gasta huesos.
Impide la diarrea tan frecuente en »
lugar á incomodidades y enfermedades locales en en todos los usos de la higiene y consume en cantidad, pídala al autor, en Bilbao, que la rende
París, Avenuo Victoria, 6, farmacia».
todos los sitios débiles de su cuerpo.
hasta i pesetas litro, de la misma claso que la do frascos.
LA REVALENTA ARÁBIGA í . K S
MEMORIAS DE I SETENTÓN
DENTADURA
EL SOL DE INVIERNO
AGUA DE COLONIA DE ORIVE
Impreso con tinta de la fábrica IiORILLEUX y C.*, 16, rué Sug-er, París.
MADRID. — Establecimiento tipolitofrráilco « Sucesores do ltivade.no>
impresores de la lteal Casa.
EoSW'Vadoo todos los dorechoa do propiedad artística y literaria.
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