La liberación de los cautivos Trinitarios y Mercedarios en el Museo Museo de Salamanca. Sala de Temporales 24 de abril — 28 de junio 2015 En el centenario de Santa Teresa Se celebra el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa y existe la tentación de centrarse en su figura como algo excepcional (que lo fue) y valorar sus logros como algo personal, cuando su movimiento de reforma está incluido en un movimiento general político, social y religioso que afecta a toda la iglesia española, desde los creyentes hasta la jerarquía, bajo el patronazgo real. Las órdenes trinitaria y mercedaria, como la de los carmelitas, se enfrentan a un cambio de circunstancias radical: El pasar de una estructura multinuclear y feudal, propia de la Edad Media a organizarse como una estructura jerarquizada al servicio de los objetivos políticos de la nueva monarquía autoritaria de los Austrias. La política real propicia una vuelta a los conventos de la mayor parte de las órdenes religiosas, pues se estima que el alejamiento de la regla ha sido una de las causas de la herejía protestante (por ejemplo, el fraile agustino Lutero) y en esta política la activa vida pública de Teresa de Jesús promueve un enclaustramiento de sus religiosas. Los trinitarios y mercedarios son la excepción que confirma esta política, pues pasan a formar parte del proceso administrativo y político del rescate de cautivos, financiado por los diferentes consejos reales. Cruz de los trinitarios Escudo de los mercedarios Las órdenes mercedaria y trinitaria Pedro Nolasco, un comerciante barcelonés, funda hacia 1220 una hermandad laica bajo el patrocinio de la Virgen de la Merced y dedicada a la liberación de los cautivos en poder de los musulmanes. A principios del siglo XIV su primera crisis la convierta en una organización clerical normal. La orden sigue el avance de la Reconquista y se amplía hacia el reino de Castilla desde su origen en el reino de Aragón. Dos mercedarios acompañan a Colón en su 2º viaje en 1493 y son frecuentes capellanes de los conquistadores de América, de donde procede una importante fuente de dinero para las redenciones. Cruz de los trinitarios calzados La Orden Trinitaria es fundada en Francia por el provenzal Juan de la Mata, Felix de Valois y sus compañeros en 1198. A principios del siglo XVI la orden se extiende en gran parte de Europa, a pesar de haberse perdido los monasterios de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Escudo de los mercedarios calzados Las órdenes reformadas en el s. XVI A partir de los Reyes Católicos se inicia un proceso que busca la mejora de las costumbres eclesiales en las órdenes religiosas Este proceso, que culmina en el Concilio de Trento (1563), tiene el España la particularidad de un fuerte protagonismo real. En esta época se critica que los conventos que están aislados unos de otros, que el dinero de las redenciones no se usa para ese fin, que se depende demasiado de los nobles locales, que los superiores enajenan bienes de los conventos en beneficio de amigos y parientes; que los cargos son vitalicios y que hay sobornos en los nombramientos; que la formación de los clérigos –incluso los superiores– deja mucho que desear y se ordena a gente sin formación (bestias aut quasi bestias sive idiotas). Poco a poco la reforma se impone tanto en los mas renuentes (calzados) como en los más entusiastas (descalzos) y este proceso construyó unas instituciones que sirvieron a la política real de potencia la redención y permitieron, en 1580 el rescate de Miguel de Cervantes. Los conventos trinitarios y mercedarios en Salamanca Colegio de la Merced Calzada Creado a finales del siglo XV sobre la antigua sinagoga. Hacia 1412 Convento de la Asunción. Merced Descalza Desaparecido, estaba fuera de la Puerta de Santo Tomás. Portada enmarcada en dobles columnas dóricas. 1604. Desamortizado, vendido y derribado. Convento de la Santísima Trinidad. Trinidad Calzada. 1605. Se les dona la casa de un dean consejero del rey (Álvaro de Paz) del que están las armas en la portada. Convento de los Trinitarios descalzos 1604. Construido entre 1665-1667 Dibujos de Vargas Aguirre El corso: La Guerra de baja intensidad en el Mediterráneo La batalla de Lepanto (1571) es la última operación importante en el Mediterráneo durante mucho tiempo. Desde entonces la piratería (el corso) es la principal estrategia por ambos bandos, el turco y el cristiano. Los Estados emiten cédulas -llamadas “patentes de corso” en el reino español- para apresar a navíos de naciones enemigas y apoderarse del barco, la carga y las personas. El Estado se lleva una parte del botín (el quinto real) por el permiso que otorga. En el bando español destaca la Orden de Malta, pero todas las naciones cristianas de la costa hicieron el corso, incluso los comerciantes fletaron navíos ligeros contra el corso turco. En el lado musulmán, aparte de las grandes ciudades como Argel y Túnez, destacan los renegados cristianos y los piratas de Salé (en la costa atlántica de Marruecos) que procedían de moriscos expulsados de España. Esta guerra de baja intensidad se desarrolla a lo largo de dos siglos interrumpiendo el comercio, creando inseguridad en toda la costa mediterránea y generando una economía esclavista. Los cautivos y la redención Sólo en la ciudad de Argel hubo una población estable de 20.000 esclavos en el primer tercio del siglo XVII, descendiendo a 8.000 a finales de siglo. En el lado español había en Sevilla, a mediados del s. XVI casi 7.000 esclavos y unos 10.000 en Lisboa. De los cautivos cristianos sólo una pequeña parte eran rescatables y el resto llevaban a cabo trabajos en minas, obras públicas o como remeros forzados en las naves corsarias –con una muy alta tasa de mortalidad-. Una parte de los cautivos se convierten al Islam y se transforman en renegados, mejorando ligeramente su situación. La redención Entre 1523 y 1693 fueron rescatados 6916 cautivos, la mayor parte gracias a las órdenes redentoras. El proceso se iniciaba mediante la obtención de un pasaporte de las autoridades musulmanas para iniciar la redención. Una vez obtenido, se solicitaban las licencias y cédulas necesarias al Consejo de Castilla, que nombraba un escribano supervisor. Era una cuestión de Estado que se iniciaba en el Consejo de Castilla y era apoyado por otros: el de las Órdenes Militares, el de Cruzada, el de Hacienda y el de Cámara. El dinero provenía de la limosna y del Estado y se controlaba escrupulosamente, incluyendo una lista pormenorizada de los liberados. Las negociaciones con las autoridades musulmanas podías durar entre tres y ocho semanas. La vuelta era una procesión hasta Madrid en que los liberados eras preparados para la vuelta a sus casas en los conventos de las órdenes. Catálogo Santísima Trinidad Convento de la Trinidad Calzada “parte de él por Carlos Moratti” S. XVII Juan de la Mata Convento de la Trinidad Calzada S. XVII La página de la regla dice: “La tercera parte se reservará a la redención de los cautivos” Felix de Valois Convento de la Trinidad Calzada S. XVII Un día, mientras paseaba por el bosque de Cerfroid, pudo ver un gran ciervo que se acercaba a beber a un arroyo cercano, fijándose mejor descubrió que entre sus astas brillaba una cruz en forma griega, con el brazo horizontal en azul y, sobre él, el brazo vertical en rojo. Al comunicarlo a Juan de Mata ambos coincidieron en identificar esta señal como divina y usar esa extraña cruz bicolor como signo distintivo de los religiosos redentores. Esta tradición es la que sostiene la presencia de un ciervo con una cruz entre las astas en la iconografía trinitaria, así como a los pies de San Félix, a veces incluso de San Juan de Mata. Pedro Pascual Pedro Micó ft Salamca, A 1829 1829 Aparición de Jesús a un mercedario Procedencia desconocida S. XVII Fraile mercedario Procedencia desconocida S. XVII Naves en puerto desconocida S. XVIII Naves en puerto desconocida S. XVIII Escudo de obispo mercedario Palacio episcopal de Salamanca Posiblemente Pedro Cardinal de Salazar Gutiérrez de Toledo, O. de M. Obispo de Salamanca entre 1681 y 1686
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