Arquidiócesis de Guadalajara Comisión de Organización del Año de la Misericordia Indicaciones para mejor vivir el Año de la Misericordia Guadalajara, diciembre del 2015 Arquidiócesis de Guadalajara Emmo. Sr. Card. José Francisco Robles Ortega Arzobispo de Guadalajara Comité Diocesano para el Año de la Misericordia: Comisión de Organización: Pbro. Lic. José Abel Castillo Castillo, Pbro. Lic. Roberto Ramos Godínez, Pbro. Lic. Tomás de Híjar Ornelas Vicaría de Pastoral: Pbro. Dr. José Marcos Castellón Pérez Responsable de Comunicaciones: Sr. Diác. José Luis González Santoscoy Comisión de Laicos: Sr. Cura Miguel Sención Guerrero Vicaría para la Vida Consagrada: Fray Juan Manuel Muñoz Curiel, OFM Pastoral Profética: Sr. Cura Gerardo Jiménez Lozano Pastoral Litúrgica: Sr. Cura Guillermo Rodríguez Benítez Pastoral Social: Sr. Cura Engelberto Polino Sánchez Formación Permanente del Presbiterio: Sr. Cura Eduardo Vargas Flores Publicaciones: Mtra. María Palomar Verea D.R. © Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Alfredo R. Placencia 995, Col. Chapultepec Country, C.P. 46620 Guadalajara, Jalisco, México Teléfono: +52 (33)3614 5504 Impresión, Innovación Gráfica de Tonalá, Jalisco, 2015 Ilustraciones: Pág. 4. San Cristóbal Magallanes (1869-1927), apóstol de la compasión y de la misericordia Pág. 6. Siervo de Dios Fray Antonio Alcalde (1701-1792), modelo de caridad y misericordia Pág. 15. Obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas (1752-1824), fundador de la Casa de Misericordia Pág. 16. El retorno del hijo pródigo, 1662 (fragmento), Rembrandt van Rijn (1606- 1669) Pág. 34. Cristo de Cefalú, Sicilia, 1148 (fragmento) Pág. 50. Casa de Misericordia (1812), luego Hospicio Cabañas Pág. 51. Catedral de Guadalajara. Puerta del Perdón, siglo XVI. Portada: Logotipo del Año de la Misericordia. Cuarta de forros: logotipo de tricentenario de la catedral de Guadalajara, Sr. Pbro. Francesco Lay. Presentación Este subsidio está dedicado a quienes por la circunstancia de vivir en la Arquidiócesis de Guadalajara podrán vivir del 2015 al 2106, al compás de su proceso de conversión: agentes de evangelización (presbiterio, consagrados y fieles laicos) o católicos de a pie, pero marchando al paso del sucesor de Pedro en estos momentos: el Papa Francisco, cuya presencia entre nosotros será sin duda un acontecimiento muy señalado. Estas Indicaciones están divididas en tres partes, dedicada la primera al Edicto por el que se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en la arquidiócesis de Guadalajara; en él nuestro arzobispo indica el rumbo hacia el cual han de ir encaminadas estas acciones: “más que con una multiplicación de actividades”, como “un tiempo de oración profunda, de encuentro con la misericordia de Dios a través de la escucha constante, atenta y orante de su Palabra y, como fruto de todo ello, de una mayor solidaridad y fraternidad entre nosotros y de servicio desinteresado a nuestros hermanos y hermanas, especialmente los vulnerables y los sufrientes”. La segunda parte son las Indicaciones para mejor vivir el año de la misericordia, a ratos acuciosas, pero mejor es preverlo todo. Además, lo que abunda no daña. Allí se aborda lo tocante a las cuestiones prácticas de la peregrinación jubilar a las Puertas de Misericordia abiertas en la Arquidiócesis y se dan algunas sugerencias que no estarán de más. Finalmente, se ofrecen las Actividades aprobadas por el arzobispo de Guadalajara para el Año de la Misericordia en esta Iglesia particular por dos motivos: ser el fruto de un trabajo consensado y abrir un filón donde inspirarse a muchas otras iniciativas a sobre la marcha irán surgiendo, haciendo constar, por lo demás, qué y cuánto de lo propuesto al iniciar el Año se pudo llevar a feliz término. La Comisión alimentará a lo largo del año una página web: www.añodelamisericordia.org, donde se ofrecerán recursos audiovisuales, información y noticias oportunas. Esperemos que la oportunidad que ofrece este Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia, no menos que el 3 aniversario 300 de haber sido consagrada la Catedral tapatía sean para nosotros ocasión de júbilo y reconciliación, y que eso impregne nuestras vidas y afanes. Guadalajara, Jalisco; 13 de diciembre del año 2015, III Domingo de Adviento Apertura del Año de la Misericordia La Comisión de Organización 4 Índice Edicto por el que se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en la arquidiócesis de Guadalajara.....................................................8 Indicaciones para mejor vivir el año de la misericordia....................18 Introducción 1.Rito de apertura de las Puertas de la Misericordia....................20 2.Del lema y del logotipo.............................................................20 3.El himno....................................................................................21 4.La indulgencia plenaria.............................................................21 5.La Puerta Santa.........................................................................22 6.Cómo mejor preparar las peregrinaciones................................23 7.El punto de partida de la peregrinación.....................................24 8.Los jubileos por decanatos.........................................................25 9.Los jubileos especiales...............................................................26 10.El jubileo para los enfermos y las personas ancianas y solas.....27 11.El jubileo de los prisioneros......................................................27 12.Involucrar a los adolescentes...................................................28 13.La absolución del pecado de aborto..........................................28 14.Las obras de misericordia.........................................................29 15.Orar por los difuntos................................................................29 16.La atención espiritual a los enfermos.......................................30 17.Subsidios para vivir el año de la misericordia......................... 31 18.Elementos clave para mejor vivir el año de la misericordia..........31 Actividades aprobadas por el arzobispo de Guadalajara para el Año de la Misericordia en esta Iglesia particular........................................36 Proemio.......................................................................................36 1.De carácter general ..................................................................37 2.De orden litúrgico – celebrativo................................................40 3.De orden social..........................................................................42 4.De orden disciplinar...................................................................43 5.De orden teológico.....................................................................43 6.De orden pastoral.......................................................................44 7.De pastoral social.......................................................................44 8.De pastoral profética..................................................................45 9.A nivel diocesano.......................................................................45 10.En la Catedral Basílica..............................................................46 11.En las vicarías episcopales.........................................................46 12.En los decanatos.......................................................................47 13.En las parroquias......................................................................48 14.En los grupos y movimientos laicales.......................................49 5 Edicto Edicto por el que se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en la arquidiócesis de Guadalajara La gozosa celebración del quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano ii, el acontecimiento eclesial más importante de la historia contemporánea de la Iglesia y del tricentenario de la consagración de la Catedral de Guadalajara, nos hace elevar, a quienes transitamos por el tiempo en la Arquidiócesis de Guadalajara, nuestro corazón agradecido al Señor de la historia y descubrir su misericordiosa presencia en los aconteceres del tiempo. El Concilio Vaticano ii respondió cabalmente a la pregunta que el entonces Cardenal Montini, hoy beato Paulo vi, planteó desde la primera sesión de dicha asamblea: “Iglesia, ¿qué dices de ti misma?” La Iglesia es sacramento universal de salvación en el mundo, reveló el Concilio, indicando así que su ser se comprende a partir del actuar, según lo reitera con insistencia el magisterio conciliar.1 En otras palabras, la Iglesia como “sacramento” es lo que tiene que ser cuando actúa como tiene que actuar y eso ocurre cuando los hombres encuentren en ella salvación y solución para sus vidas. Hay en la Iglesia un aspecto visible, humano e histórico, y otro invisible, divino y eterno. Por el primero vive sujeta a las categorías espaciotemporales y organiza sus estructuras como toda sociedad humana, aunque su finalidad es hacer presente la comunión con Dios y entre los seres humanos que llamamos Reino de Dios. Porque está en el mundo y en la historia, “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”.2 Como “nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón”, la Iglesia, como el buen samaritano, 1 2 1, 2; 48, 2; 59, 1; cf. Gaudium et Spes 45, 1; Ad Gentes 1, 1; 5, 1). Gaudium et Spes 1. 8 quiere curar a quien sufre “con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza”.3 Por ello, no hay nada humano que nos pueda ser indiferente. La realidad de la sociedad, en la que la Iglesia de Guadalajara se esfuerza por hacer presente el Reino de Dios desde hace 467 años y que describe el marco de la realidad del VI Plan Diocesano de Pastoral, está en nuestros días signada por una profunda desigualdad social y económica, por una corrupción que mina la confianza en las instituciones públicas, por una violencia generalizada que ha terminado por ser aceptada, con su densa carga de miedo e inseguridad. Vemos con mucha preocupación que estos problemas sociales y toda su complejidad tienen como origen eso que el Papa Francisco ha llamado “la cultura del descarte”, la cual provoca a su vez un déficit de humanidad y hace evidente la manifestación de la perversidad del pecado, cuya consecuencia es la muerte. La cultura del descarte como expresión del pecado reduce al ser humano a la categoría de mero productor de ganancias o pérdidas económicas. En la lógica de esta cultura el producto-humano no vale como persona sino tanto cuanto se ajusta a las leyes del mercado; por tanto, todos aquellos cuya existencia implica una pérdida o una merma para la ganancia económica son tratados como desechos: vidas humanas no deseadas en proceso de gestación en el vientre materno, ancianos abandonados, enfermos crónicos, pobres carentes de las cuotas mínimas para subsistir con dignidad humana, etc. Su incapacidad para añadir recursos a la economía social o familiar induce a considerarlos una carga. En el fondo, tal percepción se ancla en un criterio aún más cruel, de profunda deshumanización: ponerle precio a la vida y a la muerte según los criterios de quienes han hecho un negocio mercantil de la trata de personas, de los asesinatos a sueldo, de la venta de órganos, del secuestro y otros delitos que vulneran la base de la altísima dignidad de todo hombre y mujer. Ante tales hechos, los bautizados no podemos quedarnos con los brazos cruzados. La Iglesia, maestra en humanidad, está llamada a hacer presente al Dios de la misericordia, que ofrece 3 Prefacio Común VI. 9 en su promesa una humanidad nueva, unas nuevas relaciones humanas marcadas por el amor de Dios, que de forma insuperable así presentan las Escrituras: “El Padre de la misericordia y Dios de todo consuelo” (1Cor 1,3) nos ha enviado a su Hijo Jesucristo a manifestarnos su rostro misericordioso, revelación que ya había comenzado desde la Antigua Alianza; revelación de un Dios que es “compasivo y misericordioso, lento a la ira y generoso para perdonar” (Sal 102), que ha visto la aflicción de su pueblo, ha escuchado el clamor de sus sufrimientos y ha bajado para ofrecerles libertad (cf. Ex 3,7). De forma pedagógica y progresiva, el Padre celestial fue descubriendo su rostro misericordioso hasta el momento cumbre de la Encarnación de su Hijo. En ese central y glorioso momento de la historia de la salvación, la humanidad entera, representada en Aquella que lo acogía en su seno virginal, ha podido cantar: “Su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación” (Lc 1,50). En Jesucristo, Dios ha revelado su misericordia: Él ha anunciado a los pobres la buena nueva, ha curado a los enfermos, ha dado la luz a los ojos de los ciegos, ha devuelto la vida a los muertos, ha expulsado al maligno, ha perdonado los pecados, ha realizado un año de gracia y bendición, ha entregado su vida por nuestro rescate. “Por sus llagas hemos sido nosotros curados” (Is 53,5). Jesús mismo nos dice que su misión es actuar con misericordia porque ha venido para que tengamos vida, y vida en abundancia (cf. Jn 10,10). La misericordia es la actitud compasiva con la que Jesús trata a todos los que se le acercan, especialmente los pobres, a los excluidos y los enfermos; es su clave de lectura y su criterio de acción expresado de forma bellísima en las parábolas de la misericordia. La misericordia es el horizonte donde Jesús vive su misterio pascual, donde revela plenamente el amor de Dios. De esta manera, podemos entender por qué el Papa Francisco nos enseña que la palabra misericordia es la síntesis de toda la historia de la salvación.4 La Iglesia, que existe sólo para evangelizar,5 actualiza la presencia salvífica de Jesucristo cuando realiza la misión que Él 4 5 Cf. Misericordiae Vultus 1. Cf. Evangelii Nuntiandi 1. 10 le ha encomendado actuando con misericordia. Ésta es la viga maestra que legitima toda acción pastoral en la Iglesia, la cual se juega en ello su credibilidad ante el mundo. Si Cristo es el rostro de la misericordia del Padre, la Iglesia nunca podrá ocultar al mundo la belleza del rostro misericordioso de Jesús si quiere ser verdadero “sacramento de la misericordia”. Nunca la Iglesia es tan fiel a su amado Esposo como cuando sigue practicando la misericordia frente a las difíciles circunstancias que merman la vocación y dignidad a las que Dios ha llamado al ser humano. La realidad en que la Providencia de Dios nos ha incrustado es un gran reto para la Iglesia. La Palabra de Dios que nos revela la historia de la misericordia divina a favor de su pueblo es una exigencia inaplazable. Nuestro VI Plan Diocesano de Pastoral nos da claras orientaciones de qué es lo que debemos hacer en este momento: anunciar el kerigma no como una mera transmisión de conocimientos doctrinales sino como vivencia testimonial del amor misericordioso de Dios que nos ha purificado de nuestros pecados y nos ha elevado a la altísima dignidad de hijos suyos. El kerigma, pues, es la experiencia personal de la infinita misericordia de Dios que nos lleva a transmitirlo alegremente, casi de forma espontánea. El kerigma “es el fuego del Espíritu que se dona en forma de lenguas y nos hace creer en Jesucristo, cuya muerte y resurrección nos revela y comunica la misericordia infinita del Padre”.6 También la formación integral, que es el permanente enamoramiento que Jesús ofrece a quien lo ama para profundizar en su intimidad divina, debe ser una forma de asimilar la misericordia que Dios ha tenido con cada uno de nosotros, formación que a su vez ha de traducirse en la eficaz puesta en práctica de las obras de misericordia. Como Pueblo de Dios, hemos de tomar conciencia de que el kerigma y la formación en el planteamiento de nuestro objetivo diocesano tienen esta finalidad doble: fortalecer nuestras comunidades eclesiales para que nuestro pueblo en Cristo tenga vida. De hecho, la aplicación del VI Plan Diocesano de Pastoral se evalúa en la medida en que la Iglesia en pequeñas comunidades recobra su identidad como “sacramento de la misericordia”. 6 Evangelii Gaudium 164. 11 También lo hace a nivel personal, según crezca nuestra capacidad de actuar misericordiosamente con nosotros mismos y con quien coincidimos en el camino de la vida, al grado de poderle ofrecer a Cristo la vida en toda la extensión de lo que tal cosa significa, “desde la dimensión espiritual de la vida de la gracia hasta la vida físico-biológica-ecológica-cultural-política”.7 El fortalecimiento de las comunidades eclesiales es correlativo a la capacidad de generar condiciones de una vida nueva y plena en Cristo. Por ello, en comunión con el Papa Francisco, haciendo eco de su voluntad expresada en la Bula Misericordiae vultus, y en el marco del proceso pastoral de nuestra Iglesia diocesana, expresado hoy en el VI Plan Diocesano de Pastoral, convoco a los fieles cristianos de la arquidiócesis de Guadalajara a vivir intensamente el Año Jubilar de la Misericordia. Jubileo que comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana el próximo 8 de diciembre y que nosotros abriremos en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción el domingo 13 de diciembre a las 12 horas, y de forma simultánea lo harán, en los otros templos a los cuales se ha concedido esta gracia, los Vicarios Episcopales de ese territorio o quienes se delegue, a saber: en la zona metropolitana, el Santuario a los Mártires de Cristo y el templo de Nuestra Señora de Belén, y fuera de ella en el Santuario del Señor de los Rayos de Temastián y en los templos parroquiales del Señor Grande de Ameca, el Señor Misericordioso de La Magdalena, el Señor de la Misericordia de Ocotlán, El Señor del Monte de Jocotepec, Nuestra Señora de Guadalupe de Ixtlahuacán del Río y San Francisco de Asís de Nochistlán, Zacatecas. Abrir la puerta es un gesto simbólico de acogida a todos, de consuelo, perdón y esperanza en la Iglesia; pero también de nuestra salida a las periferias de la humanidad, es decir, de estar atentos a la fragilidad del hermano herido, llevando la bondad y la ternura de Dios. En este Año Jubilar de la Misericordia exhorto al presbiterio, los consagrados, los fieles laicos y a todas las personas de buena voluntad a vivirlo no como un evento pasajero, sino 7 VI Plan 55. 12 como un encuentro decisivo con el Señor de la Misericordia en nuestras vidas, a fin de que se quede con nosotros y en nosotros actúe con misericordia, para así responder de forma pertinente a los graves problemas que nos aquejan como sociedad. Por ello, más que con una multiplicación de actividades, los invito a que lo vivan como un tiempo de oración profunda, de encuentro con la misericordia de Dios a través de la escucha constante, atenta y orante de su Palabra y, como fruto de todo ello, de una mayor solidaridad y fraternidad entre nosotros y de servicio desinteresado a nuestros hermanos y hermanas, especialmente los vulnerables y los sufrientes. Como es costumbre de la Iglesia, en el Año Jubilar se ofrece la gracia infinita de la misericordia a los que, arrepentidos de sus pecados, peregrinen a los brazos abiertos del Padre, que en paciente espera no se cansa de otorgar el perdón a quien humildemente se lo pide. Por este motivo y según lo ha dispuesto el Papa Francisco, todos los presbíteros que tienen al día sus licencias ministeriales en la Arquidiócesis de Guadalajara tendrán las facultades de absolver los pecados que se reservan al obispo en cualquier lugar de la diócesis y fuera de ella, como son el aborto y el secuestro. En este mismo sentido y para acentuar el tricentenario de la consagración de la Iglesia Catedral Basílica y el significado que tiene como Iglesia madre, he dispuesto que en la zona metropolitana sea ella la meta principal de la peregrinación de los penitentes que quieren alcanzar misericordia. Pido al Venerable Cabildo Metropolitano que ofrezca a los peregrinos y visitantes alguna catequesis oral o impresa acerca del sentido litúrgico de la Catedral basílica y de su valor como emblema de esta antigua Iglesia de Guadalajara y de toda la zona metropolitana y más allá; también, que ordene y publique las peregrinaciones por Decanatos, Secciones Diocesanas, Vida Consagrada, Movimientos Laicales y diversos sectores de la sociedad, para que esta invitación esté abierta a todos sin excluir a nadie, en razón a lo cual les solicito procuren haya siempre ministros de la penitencia dispuestos a escuchar en confesión, lo que supone tomar acuerdos entre el V. Cabildo, los Decanos y encargados de 13 Comisiones y Secciones que han de organizar la administración del Sacramento de la Penitencia durante las peregrinaciones. Se ha de insistir en seguir las etapas que nos marca el Evangelio de Lucas 6,36-38 y muy atinadamente señala el Romano Pontífice, para que nuestra meta sea ser misericordiosos como el Padre. Como Iglesia diocesana espero que todos, de forma orgánica y de conjunto y con una muy sentida espiritualidad de comunión, emprendamos una misión de la misericordia saliendo de nuestra zona de confort y despabilándonos de nuestra somnolienta indiferencia; les suplico que abramos nuestro corazón frente a las necesidades de nuestro pueblo, que vivamos la espiritualidad de la samaritaneidad por medio de la reflexión y puesta en práctica de las obras de misericordia. Si todos juntos trabajamos en comunión y participación, ayudados de la gracia divina, podremos hacer de este año de la misericordia un impulso a la caridad organizada, como fruto de una auténtica evangelización, en plena comunión con lo que el Papa Francisco, cuya próxima visita apostólica nos llena de gozo, pide a todos los bautizados. Para que se logre este propósito, he creado el comité para la celebración del Año Jubilar de la Misericordia, que en comunión con la Vicaría Diocesana de Pastoral animará y coordinará todas las actividades diocesanas que se tendrán con motivo de este año a favor de nuestro proceso pastoral diocesano. A este edicto se anexa un subsidio en el que, además de la calendarización de las actividades diocesanas, se presentan las diversas sugerencias para vivir con abundante fruto este Año Jubilar, que obedeciendo a las indicaciones del Papa he dispuesto se clausure el 13 de noviembre de 2016 en el Santuario de los Mártires. Instruyo también a los Vicarios Episcopales, Decanos y Párrocos que se organicen algunas actividades en cada nivel, sin que se interrumpa el proceso de cada comunidad. También instruyo a los encargados de las Comisiones y Secciones Diocesanas para que, solícitamente y en comunión entre sí, ofrezcan de forma subsidiaria apoyos para la reflexión y algunas sugerencias para este Año Jubilar. Que la Virgen Santísima de Zapopan, Mater Misericordiae, icono de la misericordia divina, interceda por nosotros, para 14 que junto a ella podamos cantar la misericordia del Señor, que se extiende de generación en generación a todos los que lo reverencian. Otorgo a todos los miembros de la Iglesia de Guadalajara y a los hombres y mujeres de buena voluntad mi bendición y mis mejores deseos para acoger en esta Navidad al Señor, que nos revela el rostro misericordioso del Padre celestial. Dado en Guadalajara, Jalisco, el 8 de diciembre del 2015, solemnidad de la Concepción Inmaculada de María. + José Francisco Card. Robles Ortega Por la gracia de Dios y de la Santa Sede Arzobispo de Guadalajara Javier Magdaleno Cueva, Pbro. Secretario Canciller 15 Indicaciones para mejor vivir el Año de la Misericordia INDICACIONES PARA MEJOR VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA INTRODUCCIÓN El Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco para la Iglesia universal del 8 de diciembre del 2015 al 20 de noviembre del 2016, se vivirá en la Arquidiócesis de Guadalajara del 13 de diciembre del 2015 al 13 de noviembre del 2016. Según el pensamiento del Papa, este suceso no ha de ser otra cosa que invitar a los bautizados, a la Iglesia toda, a “poner más en evidencia su misión de ser testimonio de la misericordia. Es un camino que inicia con una conversión espiritual” para “redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos somos llamados a dar consuelo a cada hombre y cada mujer de nuestro tiempo”. Los orígenes del Jubileo se remontan al pueblo judío. Se celebraba cada cincuenta años, y durante él se debía restituir la igualdad a todos los hijos de Israel, ofreciendo nuevas posibilidades a las familias que habían perdido sus propiedades e incluso la libertad personal. Por otro lado, a los ricos, el año jubilar les recordaba que llegaría el tiempo en el que los esclavos israelitas, llegados a ser nuevamente iguales a ellos, podrían reivindicar sus derechos. En la Biblia encontramos algunos pasajes en los que se menciona la celebración judía; tal vez el más importante sea el del Levítico (Lv 25,8). La palabra jubileo se inspira en el término hebreo de yobel, que alude al cuerno del cordero que servía como instrumento musical. Jubileo también tiene una raíz latina, iubilum, que representa un grito de alegría. En la tradición católica, el Jubileo consiste en que durante un año se conceden indulgencias a los fieles que cumplan con ciertas disposiciones eclesiales establecidas por la Santa Sede. El Jubileo puede ser ordinario o extraordinario. La celebración del Año Santo Ordinario acontece en un intervalo ya establecido; en cambio, el Año Santo Extraordinario se proclama como celebración de un hecho destacado. La Iglesia tomó como inspiración el jubileo hebreo y le dio un sentido más espiritual. 18 En ese año se da un perdón general, se conceden indulgencias y se hace un llamado a profundizar la relación con Dios y con el prójimo. Por ello, cada Año Santo es una oportunidad para alimentar la fe y renovar el compromiso de ser un testimonio de Cristo. Es una invitación a la conversión. El Jubileo proclamado por el Papa Francisco es un Año Santo Extraordinario. La tradición del Año Santo comenzó en 1300 con el Papa Bonifacio VIII, quien determinó realizar un jubileo cada siglo. Desde el año de 1475, para permitir a cada generación vivir al menos un Año Santo, el jubileo ordinario comenzó a espaciarse cada 25 años. Los Años Santos ordinarios celebrados hasta hoy han sido 26; los Años Santos extraordinarios comenzaron en el siglo XVI. Los últimos de ellos celebrados el siglo pasado fueron el de 1933, proclamado por Pío XI con motivo del XIX centenario de la Redención, y el de 1983, proclamado por Juan Pablo II por los 1950 años de la Redención. En el caso de Guadalajara, el Señor Arzobispo, Cardenal José Francisco Robles Ortega, ha dispuesto vincular íntimamente con el Año de la Misericordia la efeméride del tercer centenario de la consagración de la Catedral Basílica de la Asunción de María, que si bien se dedicó (bendijo) el 17 de febrero de 1618, sólo fue consagrada el 22 de octubre de 1716, acontecimiento no pequeño si consideramos que fue la segunda en serlo de toda la Nueva España, después de la de Puebla, y lo hizo el Obispo fray Manuel de Mimbela y Morlans, OFM (1661-1721), varón de virtud ejemplar y notable bienhechor de ese recinto, del que costeó el altar de Nuestra Señora de Guadalupe. Consagrar un lugar significa asociarlo con lo sagrado. El sinónimo de consagrar es santificar; el antónimo, profanar. Una iglesia consagrada tiene derecho a celebrar cada año la fiesta del aniversario de su consagración; una iglesia que solo está bendita, no. Ungir con Crisma el altar y las paredes de los templos alude a su consagración, ceremonia que, entre los sacramentales, sigue siendo la más cargada de símbolos. La Catedral de Guadalajara es el monumento histórico, artístico y religioso más relevante de la Arquidiócesis y del Occidente de México. Es para la ciudad de Guadalajara eje 19 urbano, especialmente marcado por una cruz de plazas; por eso, el lema elegido para resaltar este acontecimiento es “Trescientos años de ser Casa de Misericordia”. Un Comité especial de celebraciones ofrecerá a lo largo del año diversas actividades culturales, así como una publicación periódica relativa a la Catedral y su importancia en todos los ámbitos. Está previsto que el tercer centenario de la Iglesia Madre, el 22 de octubre de 2016, coincida también con el Jubileo del Presbiterio. 1. RITO DE APERTURA DE LAS PUERTAS DE LA MISERICORDIA Al tiempo de abrirse las Puertas de la Misericordia en la Catedral y demás iglesias el domingo 13 de diciembre del 2015, a las 12 horas, el Arzobispo y los Vicarios episcopales o quienes actúen en delegación de ellos usarán el ritual para la apertura de la Puerta de la Misericordia (que estará dignamente aliñada para el caso), que con indicaciones muy prácticas y oportunas ha dispuesto el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en el volumen que lleva por título Celebrar la Misericordia, de la colección Misericordiosos como el Padre. El Jubileo ofrece la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria a través de algunos ejercicios de piedad –culminados por la entrada por la Puerta Santa o Puerta de la Misericordia– que acompañarán la oración y las celebraciones de los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía, como signos concretos del camino de conversión e “inmersión” en la Misericordia del Padre. Pero los alcances del Año Santo no se agotan con ello; antes bien, ha de ser el punto de partida para una conversión de vida y una experiencia de fe más intensa y comprometida. 2. DEL LEMA Y DEL LOGOTIPO El lema “Misericordiosos como el Padre” (Lc. 6,36) es una propuesta de vivir la misericordia sin juzgar ni condenar, sino perdonando y amando sin medida (Lc 6, 37-38). El logotipo, diseño del jesuita Marko I. Rupnik, representa al Hijo, Buen Pastor, llevando a cuestas al hombre extraviado, tocando a 20 profundidad la carne de la humanidad caída con un amor capaz de cambiarle la vida. Los ojos de ambas figuras se confunden para acentuar que Cristo ve con el ojo de Adán y éste lo hace con el ojo de Cristo. La escena se coloca dentro de una mandorla para evocar que en Cristo se unen la naturaleza divina y la humana. Los tres óvalos concéntricos de color progresivamente más claro hacia el externo sugieren el movimiento de Cristo, que saca al hombre de la noche del pecado y de la muerte a la luz de la vida. Por otra parte, la profundidad del color más oscuro sugiere también el carácter inescrutable del amor del Padre, que todo lo perdona. Respecto a lo dicho, expresó el Papa: “Es mi deseo, en efecto, que el Jubileo sea experiencia viva de la cercanía del Padre, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para que se fortalezca la fe de cada creyente y, así, el testimonio sea cada vez más eficaz”. 3. EL HIMNO “Misericordes sicut Pater” es el coro del himno oficial del Jubileo de la Misericordia (disponible en You Tube), que comienza con esas palabras, lema del Jubileo. El canto presenta una estructura trinitaria en sus tres primeras estrofas y la invocación a la paz en la cuarta y última. La primera estrofa resalta la sabiduría con la que Dios Padre ha creado el mundo y ha guiado a su pueblo a lo largo de la historia, que acoge y perdona a sus hijos; en la segunda se alaba a Dios Hijo, “luz de los pueblos”, que ama a las creaturas con un “corazón de carne”; la tercera alude al Espíritu Santo e invoca sus “siete santos dones”; finalmente, en la última estrofa se pide la paz de Dios y la llegada del nuevo cielo y la nueva tierra. Paul Inwood compuso la música y escribió el texto el jesuita Eugenio Costa. 4. LA INDULGENCIA PLENARIA La indulgencia “es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia”. La indulgencia es parcial o plenaria según 21 libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente. Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias. Los fieles “están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo diocesano, como signo del deseo profundo de auténtica conversión”. Se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia, “uniendo este momento al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la Santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia”, añade Francisco. Por otra parte, el Papa señala que cada vez que un fiel realice personalmente una o más de las obras de misericordia corporales y espirituales “obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar”. 5. LA PUERTA SANTA La Puerta Santa o de la Misericordia será entre nosotros la Puerta Mayor de la Catedral, que, a la usanza española, corresponde a una “puerta del perdón”, así llamada porque se abre en circunstancias como ésta: la de un tiempo lucrado con indulgencias. Fuera de él, sólo se abre en las procesiones y ceremonias religiosas más importantes, como cuando el Arzobispo toma posesión de su sede, o cuando se recibe a personajes principalísimos. Por ella fue recibido el presbítero y caudillo don Miguel Hidalgo y Costilla en 1810, o san Juan Pablo II en 1979. El Papa dispuso que, además de la catedral de cada diócesis, reciban la gracia del jubileo “los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión”. Procurando facilitar al mayor número posible de personas los beneficios espirituales del Año Santo, se abrirán otras Puertas de Misericordia: en la zona metropolitana, las del Santuario a los Mártires Mexicanos y del templo de Nuestra Señora de Belén, y fuera de ella, el Santuario del Señor de los 22 Rayos de Temastián y los templos parroquiales del Señor Grande de Ameca, el Señor Misericordioso de La Magdalena, el Señor de la Misericordia de Ocotlán, el Señor del Monte de Jocotepec, Nuestra Señora de Guadalupe de Ixtlahuacán del Río y San Francisco de Asís de Nochistlán, cuyos rectores han de brindar a los peregrinos el servicio del confesionario durante todo el Jubileo. Ahora bien –dice el Papa–, no basta cruzar la Puerta para ganar la indulgencia. Es necesario el signo de la peregrinación, aunque sea “breve”, hacia la Puerta Santa, y luego los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía “con un reflexión sobre la misericordia”. Pide también acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y con la oración por él y por las intenciones que lleva en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo. Cada una de estas comunidades asignará un punto de partida para las peregrinaciones (preferentemente un templo o capilla cuya ruta que no altere la circulación de los automóviles o ponga en riesgo a los peregrinos). Cada Vicaría Episcopal organizará a la brevedad, en día y hora señalados al efecto y de la mejor forma posible, sus propias peregrinaciones. Se recomienda vivamente que se calendaricen visitas semanales a lo largo de todo el año (pueden ser los sábados o los domingos), según el número de parroquias, capellanías, comunidades cristianas de cada ámbito y peregrinaciones especiales. De éstas, cada Vicaría verá qué grupos, gremios, movimientos, etcétera, pueden organizar una peregrinación: niños, jóvenes, agricultores, comerciantes... Por lo que a la zona metropolitana respecta, el Santuario de los Mártires tiene su propio calendario de visitas, que nunca coincidirá con el de la Catedral. Al templo de Nuestra Señora de Belén se le ha otorgado el privilegio de ser Puerta de la Misericordia pensando en los enfermos del antiguo Hospital Civil Fray Antonio Alcalde y sus familias. 6. CÓMO MEJOR PREPARAR LAS PEREGRINACIONES Se sugiere que las peregrinaciones no han de reducirse a reunir personas, sino que deberán iniciar o apuntalar procesos 23 evangelizadores de conversión a Dios. Es claro que la convocatoria es abierta, pero también que los primeros en ser especialmente invitados son los agentes de pastoral de las comunidades cristianas, comenzando por sus sacerdotes, el personal que labora en las parroquias, los laicos de las áreas estratégicas de la pastoral, de los grupos, movimientos y asociaciones que en ellas tienen su sede; se procurará que al menos asistan delegados de cada uno de ellos. La fecha asignada a cada comunidad se ha de publicar cuanto antes, aunque parezca que aún falta mucho tiempo, y a su organización ha de dedicársele especial cuidado. La peregrinación comienza desde el momento en que las personas congregadas se dirigen al punto de convocatoria. Si lo hacen en grupo, conviene iniciar con una plegaria, entonar cantos, y en el trayecto, por ejemplo, rezar el rosario, acciones tendientes a evitar que la peregrinación se confunda con un paseo. Podría proponerse a los peregrinos, por ejemplo, que se comprometan en formas puntuales a ser apóstoles de la misericordia, comenzando por sus familias. 7. EL PUNTO DE PARTIDA DE LA PEREGRINACIÓN Las peregrinaciones calendarizadas a la Catedral tienen dos puntos de partida, elegidos en razón de la seguridad de los peregrinos: al oriente, el templo de Santa María de Gracia (calles de Hidalgo y Carranza); al poniente, el de Santa Teresa (calles de Morelos y Donato Guerra). Al llegar a estos lugares, el encargado del grupo podrá solicitar por una cantidad mínima de recuperación ejemplares del tríptico informativo acerca del significado de la peregrinación jubilar y estampas con la oración oficial del Año de la Misericordia. Se pide a quien organiza y encabeza la peregrinación que recuerde con una breve catequesis lo que pide el Papa a los peregrinos: “Es importante que este momento esté unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la Santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia”, haciendo a los fieles conscientes de que están tomando parte en un acto público de fe, y que por así decirlo actúan como delegados ante 24 tantos hombres y mujeres segregados de la misericordia de Dios. Se recomienda utilizar altavoces y que el trayecto se haga en forma procesional, con cánticos y plegarias. Por último, no se ha de omitir este dato, en el que insiste el Papa, al cruzar la Puerta Santa: la profesión de fe y la oración por el Sumo Pontífice y sus intenciones. 8. LOS JUBILEOS POR DECANATOS Para la zona metropolitana de Guadalajara se han distribuido en los sábados del año los días asignados a cada decanato, procurando que no coincidan con la fecha ya prevista para la visita al Santuario de los Mártires, donde se podrá lucrar también la indulgencia del Año de la Misericordia. El decano coordinará esta actividad, decidiendo, junto con los párrocos, el punto de reunión para peregrinar a la Puerta Santa desde cualquiera de los dos lugares propuestos, el medio de traslado y si deciden usar algún elemento externo que les identifique, como puede ser el color de la ropa. Se recomienda mucho invitar a las familias que puedan asistir. Quienes utilicen autobuses especiales han de acordar con los choferes el lugar del arribo y del retorno, toda vez que el tránsito en el centro de la ciudad está parcialmente obstaculizado por las obras del Tren Ligero. Quienes encabecen la peregrinación podrán impartir en los templos de Santa María de Gracia o de Santa Teresa una breve catequesis acerca de su importancia simbólica; para ello les puede servir el tríptico elaborado por la Comisión de Organización del Año de la Misericordia y que se ofrecerá en ambos lugares en el número que lo soliciten. Se recomendará vivamente a los peregrinos la conveniencia de reconciliarse con el Señor, y conviene concluir con la Oración del Año de la Misericordia. Se comenzará el recorrido de forma pausada y con preces litánicas, encabezados los fieles por un cartel donde se lea el decanato del que proceden. Se calculará arribar frente a la Puerta Santa algunos minutos antes de las 11.30; ante ella, o mientras se cruza, se hará la profesión de la fe en cualquiera de sus tres modalidades; el grupo será recibido por un miembro del Cabildo Eclesiástico con el rito de asperges. 25 Según el número de los peregrinos, los sacerdotes que los acompañen decidirán quiénes participarán en la concelebración de la Eucaristía y quiénes apoyarán con la administración del Sacramento de la Penitencia. Se aconseja que el decano presida la Misa y distribuya los oficios de ésta entre los concelebrantes. El predicador tomará en cuenta la Liturgia de la Palabra de ese día y los elementos del Año de la Misericordia y el Tricentenario de la Catedral. De antemano se responsabilizará a un equipo de liturgia, que en acuerdo con el de la Catedral desempeñe coordinadamente los diversos servicios. La catedral dotará de organista esas celebraciones. Conviene que al final de la Misa se haga una visita pausada a la Catedral, y que fuera de ella, aprovechando que la circulación de la avenida Fray Antonio Alcalde estará en todo este tiempo interrumpida, organizar alguna convivencia o compartir algún elemento que externe el júbilo comunitario de los peregrinos según las propuestas e iniciativas de los organizadores y ofrezca pautas para cultivar la misericordia. Algunos compartirán algún refrigerio; habrá quien se valga de algún elemento material Se recordará a los peregrinos que pueden por su cuenta repetir el acto las veces que quieran hasta el 13 de noviembre. Las peregrinaciones al Santuario de los Mártires se sujetarán a estas recomendaciones en la fecha asignada a cada decanato. En las Puertas Jubilares fuera de la zona metropolitana los vicarios episcopales y los decanos conformarán su propio calendario. Es deseable que en esos lugares la visita no se haga por decanatos sino por parroquias o aun por capellanías, si éstas son especialmente numerosas, adaptando en cada caso lo que convenga. 9. LOS JUBILEOS ESPECIALES Los coordinadores de los jubileos especiales tienen la encomienda de organizar oportunamente esta actividad. Como salvo pocas excepciones el día asignado para ellos es el domingo, tendrán en cuenta que habitualmente es el Señor Arzobispo quien preside la Eucaristía en la Catedral. Calculando el número aproximado 26 de peregrinos y si el caso lo amerita, podrán solicitar al Rector de la catedral que algunos lugares les sean especialmente reservados, siempre y cuando el número no sea tal que desplace notoriamente a la asamblea. Esta misa siempre la acompañará el Coro de la Escuela de Música Sacra o el de Infantes. Conviene coordinarse con el equipo de Liturgia de la Catedral para el desempeño de los distintos servicios. También acordar antes de la Misa, en la sacristía, la conveniencia de dedicar a los peregrinos de ese día algún mensaje especial por parte del coordinador del acto. Después de la Misa se aconseja una visita pausada a la Catedral, y/o llevar a cabo fuera de ella, en el espacio abierto que más les favorezca, algún signo festivo, según la creatividad de cada grupo, para celebrar este acontecimiento, el cual ha de ser menos una meta que el principio de un proceso con renovado brío en el compromiso evangelizador. 10. EL JUBILEO PARA LOS ENFERMOS Y LAS PERSONAS ANCIANAS Y SOLAS El Papa menciona a “quienes por diversos motivos se verán imposibilitados de llegar a la Puerta Santa, en primer lugar los enfermos y las personas ancianas y solas, a menudo en condiciones de no poder salir de casa. Para ellos será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor, que en el misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y a la soledad. Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba, recibiendo la comunión o participando en la santa misa y en la oración comunitaria, también a través de los diversos medios de comunicación, será para ellos el modo de obtener la indulgencia jubilar”. 11. EL JUBILEO DE LOS PRISIONEROS De forma muy puntual el Santo Padre aclara que los reclusos de las cárceles recibirán el beneficio del Año de la Misericordia, toda vez que “el Jubileo siempre ha sido la ocasión de una 27 gran amnistía, destinada a hacer partícipes a muchas personas que, incluso mereciendo una pena, sin embargo han tomado conciencia de la injusticia cometida y desean sinceramente integrarse de nuevo en la sociedad dando su contribución honesta. Que a todos ellos llegue realmente la misericordia del Padre que quiere estar cerca de quien más necesita de su perdón. En las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad”. 12. INVOLUCRAR A LOS ADOLESCENTES Un sector que conviene tomar muy en cuenta en este proceso del Jubileo son los adolescentes de entre 13 a 16 años, franja de edad que requiere una atención específica en la pastoral ordinaria. Se propone que por este año se organice a los adolescentes que se preparan para recibir el Sacramento de la Confirmación para que en grupo, sin una fecha especialmente señalada, se peregrine con ellos a la Puerta Santa, invitándoles a asumir compromisos muy significativos de misericordia que pueda dar sus frutos en la pastoral cotidiana de las parroquias o en las asociaciones a las que pertenecen: por ejemplo, ayudar a los necesitados, asistir a los ancianos, colaborar con movimientos y asociaciones caritativas. 13. LA ABSOLUCIÓN DEL PECADO DE ABORTO El Papa Francisco dispuso que por el Año de la Misericordia todos los sacerdotes del mundo, “no obstante cualquier cuestión contraria”, puedan perdonar el pecado del aborto “a quienes lo han practicado y, arrepentidos de corazón, pidan por ello perdón”, por lo cual, dice, “los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado 28 cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia”. A ese respecto, la Arquidiócesis ofrecerá en la Cuaresma un vademécum para confesores que deberá estudiarse en los decanatos. 14. LAS OBRAS DE MISERICORDIA Las Obras de Misericordia espirituales y corporales son signos concretos de un corazón misericordioso, presentes en la pedagogía espiritual de la Iglesia desde antiguo y que el Papa desea fortalecer. Las corporales son: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y las espirituales son: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia a las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y los difuntos. A ese respecto, el Papa Francisco insiste: “He pedido que la Iglesia redescubra en este tiempo jubilar la riqueza contenida en las obras de misericordia corporales y espirituales. La experiencia de la misericordia, en efecto, se hace visible en el testimonio de signos concretos, como Jesús mismo nos enseñó. Cada vez que un fiel viva personalmente una o más de estas obras obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar. De aquí el compromiso de vivir la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por el poder del amor del Padre, que no excluye a nadie. Será, por lo tanto, una indulgencia jubilar plena, fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive con fe, esperanza y caridad”. 15. ORAR POR LOS DIFUNTOS El Santo Padre insiste que “la indulgencia jubilar, por último, se puede ganar también para los difuntos. A ellos estamos unidos por el testimonio de fe y caridad que nos dejaron. De 29 igual modo que los recordamos en la celebración eucarística, también podemos, en el gran misterio de la Comunión de los Santos, rezar por ellos para que el rostro misericordioso del Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin”. Invítese a los fieles, especialmente a los que pueden reiteradas veces actualizar la peregrinación a la Puerta Santa, a ofrecer la indulgencia por el eterno descanso de los fieles difuntos. 16. LA ATENCIÓN ESPIRITUAL A LOS ENFERMOS En su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo que se celebrará el próximo 11 de febrero de 2016, en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, intitulado “Confiar en Jesús misericordioso como María: haced lo que Él os diga”, el Papa Francisco, reflexionando sobre el relato evangélico de las Bodas de Caná, cuando Jesús transforma el agua de seis tinajas en buen vino, señala que “la enfermedad, especialmente aquélla grave, pone siempre en crisis la existencia humana y trae consigo interrogantes que excavan en lo íntimo. El primer momento a veces puede ser de rebelión: ¿Por qué me ha sucedido justo a mí? Se puede entrar en desesperación, pensar que todo está perdido y que ya nada tiene sentido…” En estas situaciones, dice el Pontífice, “por un lado la fe en Dios es puesta a prueba, pero al mismo tiempo revela toda su potencialidad positiva. No porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor, o los interrogantes que derivan de ello; sino porque ofrece una clave con la cual podemos descubrir el sentido más profundo de lo que estamos viviendo; una clave que nos ayuda a ver de qué modo la enfermedad puede ser el camino para llegar a una cercanía más estrecha con Jesús, que camina a nuestro lado cargando la Cruz. Y esta clave nos la proporciona su Madre, María, experta de este camino”. Añade el Papa que “El banquete de bodas de Caná es un icono de la Iglesia: en el centro está Jesús misericordioso que realiza la señal; a su alrededor están los discípulos, las primicias de la nueva comunidad; y cerca de Jesús y sus discípulos está María, Madre providente y orante. María participa en el gozo 30 de la gente común y contribuye a aumentarlo; intercede ante su Hijo por el bien de los esposos y de todos los invitados. Y Jesús no rechazó la petición de su Madre”. En la Arquidiócesis, tal circunstancia puede ser la coyuntura favorable para reorganizar el Servicio Asistencial Nocturno Espiritual (SANE) de modo que los centros de la zona metropolitana nunca más carezcan de personal. Se propone que en ellos cada día del mes lo asuma un solo sacerdote en turnos anuales. Por otro lado, también conviene organizar la atención de los hospitales con capellanes fijos y capellanes auxiliares. 17. SUBSIDIOS PARA VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA El Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización ha preparado la publicación de ocho volúmenes que abordan el tema de la misericordia desde diversos puntos de vista, para ofrecer instrumentos a todos los agentes de pastoral tanto para la profundización personal como para organizar encuentros, catequesis, e incluso para animar la oración comunitaria. La colección Misericordiosos como el Padre, que toma el título del lema del Jubileo, consta de estos títulos: La Misericordia, Los Salmos de la Misericordia, Las Parábolas de la Misericordia, La Misericordia en los Padres de la Iglesia, Santos en la Misericordia, Los Papas y la Misericordia y Las obras de Misericordia corporales y espirituales. La editorial San Pablo es la autorizada para reproducirlos y expenderlos. 18. ELEMENTOS CLAVE PARA MEJOR VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA Con lo dicho queda claro que el Año de la Misericordia es una oportunidad para extender a toda la Arquidiócesis, a las Vicarías Episcopales, a los decanatos, a parroquias, comunidades cristianas, asociaciones, grupos y movimientos apostólicos, piadosos y de evangelización, una veta inagotable que, según la voluntad del Señor Arzobispo expuesta en el Edicto que antecede estas líneas, ha de vivirse entre nosotros no al margen 31 o de forma paralela con el proceso diocesano, sino a la par de éste. Van aquí doce motivaciones para mejor vivirlo en cada una de esas instancias. Del interés y compromiso de los responsables y coordinadores para ponerlas en práctica derivará su éxito durante tan importante experiencia: a. El llamado a la Iglesia a contemplar el misterio de la misericordia: como un don recibido gratuitamente que trae consigo la responsabilidad de anunciarlo. b. Reconocer a Dios como un Padre que jamás se da por vencido hasta que no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia: “Porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón”. c. La Apertura de la Puerta Santa como símbolo de un nuevo compromiso para todos los cristianos de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia fe: la Iglesia quiere ser en el mundo signo vivo del amor del Padre. d. Que la Iglesia y las parroquias sean oasis de misericordia: el Papa remarca cómo cada Iglesia particular estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual para acoger a todos con misericordia. e. Ser misioneros de la misericordia: queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos como el Padre. El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso” (Lc 6, 36). f. Impulsar las peregrinaciones como estímulo para la conversión: “esto será un signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio”. g. Redescubrir las obras de misericordia, corporales y espirituales: “El amor, después de todo, nunca podrá ser una palabra abstracta. Por su misma naturaleza es vida concreta: intenciones, actitudes, comportamientos 32 que se verifican en el vivir cotidiano. La misericordia de Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre esta misma amplitud de onda que se debe orientar el amor misericordioso de los cristianos. Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros”. h. Vivir la Cuaresma con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios: en la meditación y la escucha atenta de la Palabra de Dios. i. Fomentar la iniciativa de las “24 horas para el Señor”, para que más personas se acerquen al sacramento de la Reconciliación: “Durante el Jubileo extraordinario de la Misericordia, el confesionario será la Puerta Santa del alma”. j. Promover la indulgencia por la que Dios hace evidente este amor que es capaz de destruir el pecado de los hombres: es necesario comprender que la reconciliación con Dios es posible por medio del misterio pascual y de la mediación de la Iglesia. k. Tiempo oportuno para cambiar de vida. Tiempo para dejarse tocar el corazón: “ante el mal cometido, incluso crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de todas las personas inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la vida misma”. l. Que nuestro pensamiento se dirija a María, Madre de la Misericordia: para que en la mirada de María podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. 33 Actividades aprobadas por el Arzobispo de Guadalajara para el Año de la Misericordia en esta Iglesia particular Actividades aprobadas por el arzobispo de Guadalajara para el Año de la misericordia en esta Iglesia particular PROEMIO El 23 de septiembre del año 2015 el arzobispo de Guadalajara, cardenal José Francisco Robles Ortega constituyó la Comisión de Organización del Año de la Misericordia, designando a los presbíteros José Abel Castillo Castillo, Roberto Ramos Godínez, Tomás de Híjar Ornelas, a quienes instruyó para que le presentaran a la brevedad un dictamen acerca de las estrategias que convenía implementar en la Arquidiócesis para mejor aprovechar el Jubileo Extraordinario convocado por el Papa Francisco entre el 8 de diciembre del 2015 y el 20 de noviembre del 2016. Dicho equipo consideró necesaria la presencia de un representante de la Vicaría de Pastoral, que delegó al Sr. Pbro. Dr. José Marcos Castellón Pérez, quien de inmediato se sumó al equipo. Antes de su salida a Roma, para tomar parte en el Sínodo de la Familia, el señor Arzobispo convocó a los miembros del presbiterio, de la vida consagrada y a fieles laicos que coordinan y encabezan actividades apostólicas en la Arquidiócesis de Guadalajara a una reunión que tuvo lugar el 14 de octubre siguiente, en el auditorio del templo parroquial de la Santa Cruz de Guadalajara, pidiéndoles presentar por escrito, de acuerdo a un esquema que previamente se les hizo llegar, las iniciativas y actividades que tuvieran a bien sugerir o desempeñar durante el Año de la Misericordia, abriéndose también la posibilidad de que todos aquellos interesados en presentar sus iniciativas las hicieran llegar de forma perentoria a la Comisión a través de un correo electrónico. Con las sugerencias recabadas, con las que presentaron los equipos de trabajo de esa muy nutrida y animada reunión, se pudo elaborar el Calendario General de Actividades que se adjunta a este instructivo. Cabe señalar que la sorpresiva y rica gama de posibilidades que ofrece el Año de la Misericordia será todo un 36 reto para esta Iglesia particular, a la que se unen íntimamente, según lo presenta el señor Arzobispo en su Edicto por el que se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en la Arquidiócesis de Guadalajara, las metas y objetivos del VI Plan Diocesano de Pastoral y el Tricentenario de la Consagración de la Catedral de Guadalajara. La Comisión presentó esas iniciativas por temas y grupos al señor Arzobispo y él a su vez asumió y decantó lo que se presenta a continuación, como la cantera de muchas iniciativas, a cuyos responsables la Comisión ha hecho llegar la voluntad del Prelado. Se hacen públicas aquellas propuestas que por su relevancia conviene se conozcan y divulguen, para que junto con las otras que se digne suscitar el Espíritu Santo, encarnen entre nosotros la virtud esencial de la misericordia, como lo pide el Santo Padre para el Año Jubilar que comienza. 1. DE CARÁCTER GENERAL • Cada parroquia y comunidad cristiana ha de ambientar sus espacios celebrativo y de convocatoria con lonas alusivas al Año de la Misericordia que incluyan la oración del Año Jubilar y el Calendario General de Actividades. La Comisión ofrecerá el diseño en alta resolución junto con el logotipo y cartel del Año de la Misericordia. • Cada parroquia por medio de sus agentes de pastoral, ha de visitar todos los domicilios de su comunidad para entregar personalmente la oración del Año Jubilar y el tríptico informativo del mismo. Esta actividad ha de tenerse como el inicio de una gran Misión parroquial a lo largo del año. • El Año de la Misericordia tiene un himno del cual el Comité ofrecerá la partitura y el texto que conviene se use y divulgue. También se ofrecerá una grabación que además del himno incluya música de la Catedral de Guadalajara. • La apertura de la Puerta Santa tendrá lugar el domingo III de Adviento, 13 de diciembre del 2015, a las 12 hrs. En 37 todos los templos de la arquidiócesis se hará un repique de campanas de las 11.45 a las 12 hrs. Preside el acto en la Catedral el señor arzobispo. En las restantes puertas lo representarán los Vicarios Episcopales o a quien se delegue para ello. • El día de la apertura del Año Jubilar todos los sacerdotes expondrán en la homilía una síntesis del contenido del Edicto que decreta el Año Jubilar (El Semanario hará una edición especial que incluye el Edicto), su significado y la gracia de la indulgencia plenaria. Se usará a lo largo del año una oración especial que resalte el Año de la Misericordia. • Además de la Catedral, se abrirán las siguientes Puertas de la Misericordia en la zona metropolitana: el Santuario de los Mártires y el templo de Nuestra Señora de Belén. Fuera de ella, en los templos parroquiales de El Señor de la Misericordia de Ocotlán, El Señor de los Rayos en Temastián, El Señor Misericordiosos de La Magdalena, El Señor Grande de Ameca, El Señor del Monte de Jocotepec, Nuestra Señora de Guadalupe de Ixtlahuacán del Río y San Francisco de Asís de Nochistlán. Para dicha apertura se seguirá el esquema propuesto en el subsidio pastoral “Celebrar la Misericordia”, de Ediciones Paulinas que se expende en las librerías del Arzobispado (Es muy recomendable tener y divulgar la colección de los ocho subsidios propuestos por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización; también lo es conocer el sitio web del Comité Internacional: http://www.iubilaeummisericordiae.va). Se procurará resaltar el signo de la Puerta Santa en cada una de estas comunidades. • En la zona metropolitana tanto las peregrinaciones a la Catedral como al Santuario de los Mártires ya están calendarizadas. En lo que respecta a los puntos de partida de las peregrinaciones a la catedral, se eligieron dos equidistantes de ella, considerando su cercanía y las facilidades para los peregrinos de desplazarse sin 38 mayores problemas de tránsito, los templos de Santa María de Gracia, emplazado donde estuvo una de las catedrales provisionales, y el de Santa Teresa. Se sugiere a los responsables de los grupos comunicarse oportunamente a cualquiera de los dos lugares que mejor les acomode para que se les brinde una especial atención. Los números telefónicos son el 3658-2355 y el 3614-6501, respectivamente. • Por acuerdo del Cabildo Eclesiástico, la peregrinación de los decanatos será el día sábado. La misa comienza a las 12 hrs. El domingo será para los jubileos especiales, tal y como aparecen en el Calendario General. Las peregrinaciones serán recibidas en la Puerta Santa 10 minutos antes de las 12 hrs. con el rito de asperges. Cada decano en coordinación con los párrocos organizará debidamente la suya. • Las peregrinaciones fuera de la zona metropolitana las calendarizará a la brevedad el Vicario Episcopal, el cual notificará a los decanos y párrocos el día y hora de su peregrinación, que a diferencia de la anterior será por parroquias, cuasi parroquias, vicarías fijas y aun por capellanías. Se dispondrá para cada uno de los lugares asignados la manera de acoger a los peregrinos, la asignación de un punto de partida para la procesión penitencial que no ponga en riesgo la seguridad de los peregrinos ni entorpezca el tránsito. La recepción se hará con el rito de asperges; en el templo se ofrecerá el sacramento de la reconciliación y la misa. Se sugiere que esta actividad tenga lugar los domingos y que se invite a las familias a tomar parte en ella. Apenas tenga cada Vicaría su calendario, lo remitirá a la Comisión a través del correo electrónico: [email protected] • La clausura del Año Santo será el domingo 13 de noviembre del 2016, a las 12 hrs., en el Santuario de los Mártires. 39 2. DE ORDEN LITÚRGICO – CELEBRATIVO • Cada comunidad aprovechará la dinámica del Año Litúrgico para resaltar los signos de Misericordia: Adviento-posadas-Navidad, Cuaresma-Pascua, Tiempo Ordinario. No menos que los temarios para los Ejercicios Espirituales, que habrán de estar encaminados a resaltar la necesidad de promover entre las familias la reconciliación y la importancia de orar como tales. • El misal mensual diocesano propondrá guiones homiléticos relacionados con el Año de la Misericordia. También, la Pastoral de la Comunicación ofrecerá durante el mismo, textos breves y promocionales para las redes sociales. • Cada comunidad cristiana incluirá en el programa de actividades de sus fiestas patronales una Jornada de Misericordia y una celebración penitencial comunitaria. La primera estará dedicada a acciones de servicio muy puntuales, eficaces y necesarias en cada comunidad, que incluyan diversos aspectos, a los que no ha de ser ajeno el compromiso cristiano a favor del medio ambiente. • La convocatoria a la peregrinación decanal o parroquial ha de estar acompañada de una catequesis esmerada acerca del significado de este gesto y del compromiso que implica. • En torno al sacramento de la penitencia se recomienda especialmente pero no sólo en la Cuaresma, organizar actos penitenciales especialmente dedicados a los jóvenes, acentuar el sacramento de la confesión como ‘reconciliación’ don Dios, con la naturaleza, con los demás y consigo mismo. • Urge, en este rubro, que las capillas penitenciales donde las haya y la funcionalidad de los confesionarios facilite la recepción del sacramento y el sigilo total en el que este ha de desarrollarse. • Se ha manifestado la inquietud de incitar durante este año en las comunidades cristianas y en los grupos 40 apostólicos y de evangelización que ya existen el voluntariado de ‘Operadores de la Misericordia’. Su principal meta consistiría en llevar el consuelo de la Palabra de Dios y algún otro auxilio a las personas que viven solas, a los enfermos postrados, a los alejados. Este proyecto encaja en la ‘Pastoral de la Compasión’ y en la ‘Pastoral de la Escucha’, que han de tener un especial eco durante este año. Cada comunidad tiene ante sí el reto de fomentar esta iniciativa y al final del año hacer un recuento de sus resultados para contemplar la perspectiva de que tal cosa se instaure como un legado del Año Jubilar de forma permanente. • El Papa insiste en que los confesores han de ser un verdadero signo de la misericordia del Padre. Sugiere remover del sacramento cualquier signo en contra: rutina, gestos mecánicos, de mala acogida, preguntas impertinentes o prolongarse demasiado tiempo con un penitente, con el que puede dialogar en otro momento. La Comisión ofrecerá un vademécum para confesores. • Cada decanato organizará en su territorio del Viernes 4 al sábado 5 de marzo del 2016, de las 18 hrs. del primer día a idéntico horario del siguiente una actividad intitulada “24 horas para el Señor”, la cual consiste en mantener todo este tiempo abiertas las puertas de las parroquias (de todas o de algunas especialmente populosas, según lo disponga cada decanato) con el propósito de mostrar el sacramento de la Reconciliación como centro del camino de la Nueva Evangelización en toda la Iglesia, especialmente para todas aquellas personas que están alejadas de él. Se ha de invitar a las familias a que tomen parte como tales en ella. Cada comunidad decidirá cómo ofrecerá el servicio de confesiones, Adoración eucarística, vigilias, procesiones, etcétera. La jornada ha de concluir con la celebración de la Santa Misa el sábado por la tarde. • Se recomienda resaltar el aspecto misericordioso de los santos mártires. 41 • Se sugiere apuntalar el apoyo sacerdotal a los hospitales de la diócesis de modo que el presbiterio de cada decanato apoye por turnos la visita a los enfermos que pidan reconciliarse y ser ungidos. 3. DE ORDEN SOCIAL • En este año será de gran importancia apuntalar las obras sociales que ya existen, alentar las que se están formando, humanizar las que están instaladas en cada lugar y requieren de la presencia misericordiosa y de la compasión cristianas, en especial aquellas donde se concentran grupos humanos vulnerables: asilos, casas hogar, comedores, centros para inmigrantes, nosocomios, etcétera. • Se plantea la posibilidad de que las comunidades parroquiales se abran a la posibilidad de ofrecer a quien lo requiera un apoyo espiritual, psicológico y terapéutico integral. • En la zona metropolitana, se pide que se forme un equipo sacerdotal con los capellanes ya nombrados para los hospitales públicos y privados, a quienes corresponderá alentar y sostener los grupos de fieles laicos ministros de la Eucaristía que acuden a los hospitales públicos y privados. • En la zona metropolitana urge regularizar el Servicio Asistencial Nocturno Espiritual. Se recomienda que cada día del mes tenga un sacerdote responsable durante un año y que esa lista se publique. • Fortalecer el equipo de voluntariado que brinda apoyo a los reclusos en los centros penitenciarios o correccionales a través de Jornada a nivel diocesano. • Se sugiere crear una Comisión Diocesana de Derechos Humanos que tenga como propósito redactar un manual operativo, programar talleres y centros de capacitación comunitaria, y establecer observatorios sociales en las comunidades parroquiales. 42 4. DE ORDEN DISCIPLINAR • Se espera que el Vicario Judicial de a conocer cómo instrumentará el Tribunal Eclesiástico a su cargo el equipo que agilizará los procedimientos de causas de nulidad a partir del 8 de diciembre del año en curso como lo pide el Papa. En este mismo tenor, que se divulgue y dé a conocer al presbiterio el motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus sobre la reforma del proceso canónico para las causas de declaración de nulidad de matrimonio. Igualmente, que se ofrezca al presbiterio un instructivo relacionados con el levantamiento de la excomunión derivada del pecado de aborto. • El señor Arzobispo puntualizará mediante una disposición diocesana la costumbre que de unos años a la fecha han introducido algunos sacerdotes del presbiterio de Guadalajara a propósito de celebraciones de la Eucaristía denominadas de “sanación” y de “liberación”, en la que se especificará su validez respecto a las innovaciones que quienes las practican hacen del Ordenamiento General del Misal Romano, aboliendo del todo usos y costumbres incompatibles con el Evangelio ahí donde se adviertan fines ambiguos, dudosos o de manipulación y lucro. • El señor arzobispo designará anualmente y dará a conocer de forma pública los nombres de los miembros de su presbiterio a quienes él autoriza para que ejerzan con potestad y la licencia el servicio de exorcistas, ofreciéndose además normas precisas y claras acerca del magisterio reciente de la Iglesia en tal tenor y las penas canónicas en que incurren quienes actúan sin licencia para ejercer tal servicio. 5. DE ORDEN TEOLÓGICO • Se ofrecerá a todo el presbiterio y fieles laicos el Congreso Teológico “La Iglesia, Sacramento de Misericordia”, 43 acerca del magisterio del Concilio Ecuménico Vaticano II, en la UNIVA. 6. DE ORDEN PASTORAL • Se ha de alentar en el Seminario y en el Presbiterio la necesidad de implementar una ‘Pastoral de la acogida’, merced a la cual se ofrezca a quienes acuden a nuestros templos y conjuntos pastorales atención educada y respetuosa, trato cordial y calor humano. Que se destierre en el personal de nuestras comunidades los signos de frialdad burocrática en el trato a las personas. Que las instalaciones así sean sobrias y humildes, estén limpias y lo mejor aliñadas: el templo y sus anexos, los jardines, las oficinas, salones, bodegas, etcétera. • Como el tricentenario de la Catedral estará íntimamente unido al Año de la Misericordia, durante el mismo tendrán lugar actividades culturales relativas a este recinto y su relevancia histórica, artística y religiosa. • Promover un Congreso de Escuelas Parroquiales donde se especifique y defina la situación, problemática, estado actual, situación jurídica y laboral, vocación y razón de ser de estos organismos. 7. DE PASTORAL SOCIAL • El Año de la Misericordia ofrece la gran oportunidad de activar en las parroquias equipos de animación social que sin excluir el apoyo asistencial a favor de los marginados y otros servicios de solidaridad, rebase y supere el mero asistencialismo a través de iniciativas tales como talleres de doctrina social de la Iglesia, observatorios ciudadanos, cooperativas de consumo, servicios mutualistas, etcétera. • Crear una Sección Diocesana de Misericordia y Justicia cuya meta consista en fundar un equipo interdisciplinario principalmente de abogados que tengan como meta 44 favorecer y reintegrar al tejido social a los reos de delitos menores que están encarcelados por carecer de dinero y apoyo moral. • Rescatar de la incuria el templo de la Medalla Milagroso, en el barrio de San Juan de Dios, para establecer en él un centro de atención espiritual y humana para los más pobres entre los pobres. • Se ha propuesto promover durante el Año una Jornada Diocesana de la Tercera Edad que ofrezca criterios de atención pastoral a los ancianos desvalidos, a los enfermos crónicos y a todos los recluidos en asilos. 8. DE PASTORAL PROFÉTICA • Difundir y estudiar en todos los niveles de su ámbito los subsidios del Año de la Misericordia, el VI Plan Diocesano de Pastoral y los criterios propuestos en el ‘Edicto por el que se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en la Arquidiócesis de Guadalajara’. 9. A NIVEL DIOCESANO • Avivar las actividades ecuménicas en la Arquidiócesis tendiendo puentes de encuentro y diálogo entre los grupos cristianos no católicos, entre los grupos religiosos no cristianos y aun entre los no creyentes. Para ello se propone que en cada Vicaría Episcopal se nombre un responsable de promoción del diálogo ecuménico e interreligioso. • Acentuar a través de propuestas operativas y estratégicas especialmente dirigidas a las periferias existenciales, la solidaridad y la actitud de “Iglesia en salida” a través de una dinámica pastoral verdaderamente kerigmática. • Que durante este año el primer domingo de cada mes sea un Domingo de Misericordia, ofreciendo a través de signos sensibles y eficaces obras y acciones concretas a trabajarse durante las siguientes semanas, según las necesidades específicas de cada comunidad. 45 • Las homilías y los temas de formación de los grupos parroquiales y apostólicos ha de girar en torno a la Misericordia. 10. EN LA CATEDRAL BASÍLICA • Articular íntimamente las actividades litúrgicas y culturales relativas al tricentenario de la catedral de Guadalajara con el Año de la Misericordia. Los jueves segundos de cada mes, a las 8 de la noche, se ofrecerán conciertos y conferencias relacionadas con este tema. • En los Jubileos especiales a celebrarse el día domingo, luego de la misa que habitualmente preside el señor arzobispo el organista titular de la Catedral o el Coro de Infantes ofrecerá a los peregrinos un recital de música para órgano o de música coral. Se pide a los organizadores tomar en cuenta este dato para que lo trasmitan oportunamente a sus invitados. 11. EN LAS VICARÍAS EPISCOPALES • Vincular las actividades del Año de la Misericordia con el Proceso Diocesano del VI Plan Diocesano de Pastoral. • Impregnar las Asambleas Pastorales y la Asamblea Diocesana de la dinámica de la Misericordia. • Promover misiones populares con el tema de la Misericordia. • Alentar la ‘Pastoral de la Compasión’ dirigida a las personas “cansadas y extenuadas, pérdidas y sin guía” ofreciendo retiros espirituales, consultoría en terapia familiar, etc. • Promover equipos y foros de análisis, discusión y propuestas encaminadas a atender la problemática particular de esas comunidades en lo que toda a personas especialmente vulnerables: indígenas, alienados, menesterosos, ancianos abandonados, asilos, orfanatos, alcohólicos, drogadictos, grupos 46 • • • • • vandálicos y delictivos, prostitutas, etcétera. Con las iniciativas de estos equipos podrán crearse bolsas de trabajo, centros de capacitación o de atención para esos grupos, potenciando y promoviendo los que ya existen. Proponer, en coordinación con la SEDEC, en las Vicarías Episcopales fuera de la zona metropolitana, talleres de Educadores en la Fe, donde incluso se capacite a maestros normalistas que quieran atender este rubro en las escuelas o en las comunidades. Sondear la posibilidad de establecer en las comunidades parroquiales escuelas de educación en la fe para adultos con cierta escolaridad que aspiren a ser agentes de evangelización. Alentar iniciativas que abran al perdón y a la reconciliación a los integrantes de los grupos criminales. Organizar a nivel Vicaría Episcopal, antes de la Cuaresma, una jornada de estudio dedicada a presentar la relación existente entre justicia y misericordia en el ministerio sagrado. ofrecer en todos los medios de comunicación de la Arquidiócesis una catequesis breve en torno a la indulgencia del Año Santo de la Misericordia. 12. EN LOS DECANATOS • A lo largo del Año de la Misericordia todas las reuniones de estudio de los decanatos incluirán un apartado para compartir iniciativas y evaluar las actividades del Año de la Misericordia. Al efecto el decano asumirá esta responsabilidad. • Es del todo conveniente organizar a la brevedad jornadas decanales de capacitación para confesores durante las cuáles se presente el vademécum que pronto ofrecerá la Comisión. • Promover “Jornadas de perdón” en las familias, especialmente durante la Cuaresma. Que estas 47 Jornadas se preparen en las reuniones de estudio de los Decanatos. 13. EN LAS PARROQUIAS • Organizar jornadas de estudio de los documentos del Concilio Vaticano II gracias a las cuáles en las que se ofrezcan “en lugar de deprimentes diagnósticos, remedios alentadores, en vez de funestos presagios, mensajes de esperanza […] en una única dirección: servir al hombre […] en todas sus debilidades, en todas sus necesidades”. • Exhortar vivamente a los fieles durante todo el año a recibir el sacramento de la reconciliación, ofreciendo horarios cotidianos y cómodos para ello, que se ofrezcan instructivos sencillos para hacer una buena confesión, que los ejercicios espirituales concluyan con una celebración penitencial. • Que se preparen y divulguen las nuevas condiciones para regularizar la situación canónica de las personas que viven juntas sin estar casadas (uniones libres y uniones adulterinas en condiciones de promover el proceso de nulidad del matrimonio eclesiástico); que se insista que quienes viven en situación canónica irregular no están excomulgados, que se invite a los concubinos a regularizar su situación, sin presionarlos a contraer el matrimonio (evitando eso que un tiempo indebidamente se denominaban “matrimonios colectivos”). • Que los sacerdotes tengan días y horarios para atender consultas o recibir en dirección espiritual a quien se los solicite. • Que en cada parroquia se promueva la protección de medio ambiente, de la naturaleza, del uso de las cosas, descendiendo a actividades concretas, tales como campañas para ahorrar el agua, de recolección de material de reciclaje, de reforestación, etc. • Ofrecer en cada parroquia esquemas sencillos para practicar la lectio divina; favorecer el silencio, la 48 • • • • • • • • • limpieza, la seguridad y el recogimiento de las capillas de adoración. Que la hora santa durante este año siga una temática de Misericordia. Promover en las parroquias jornadas de oración por la paz en la justicia, especialmente por los cristianos perseguidos en el Medio Oriente. Alentar a los fieles a orar por los fieles difuntos. Se sugiere que después de la misa del día lunes se ofrezca un responso a los difuntos en los lugares de enterramiento o columbarios de cenizas de los templos. Aprovechar los datos del INEGI para que cada parroquia sepa el número de familias que viven en situación precaria, en vecindades, en pobreza extrema o grave desintegración familiar y en base al mismo, atender diligentemente los recursos y medios para auxiliarles. Ofrecer a los adolescentes y jóvenes actividades que optimicen sus talentos, despierten sus habilidades y aprovechen sus destrezas en el manejo de las redes sociales de forma propositiva y humanitaria y sean capaces, con las luces del Evangelio, de analizarlas desde un pensamiento crítico. Preparar equipos de voluntariado, como ya se mencionó, que visiten y lleven un mensaje semanal a las personas solas y afligidas. Organizar actividades que prevengan de la corrupción social a los jóvenes y a los estudiantes. Alentar la cultura de la denuncia y de la transparencia. Dar a conocer la vida de santa Faustina Kowalska, apóstol de la misericordia, en toda la arquidiócesis. 14. EN LOS GRUPOS Y MOVIMIENTOS LAICALES • Que los fieles laicos procuren ser los beneficiarios directos del Año de la Misericordia, aprovechándolo como una ocasión favorable para exhumar su compromiso bautismal, apostólico, evangelizador y 49 profético en las muchas posibilidades que les otorga su condición laical, especialmente en los ámbitos de su competencia especialmente cerrados a la conversión y a la vida de la gracia. • Solicitar a los movimientos marianos que fomenten durante este año jornadas de estudio y/u oración, relacionadas con la vinculación de María como Madre de la Misericordia en la historia de la Iglesia de nuestras comunidades, especialmente en las advocaciones de Guadalupe, Zapopan, San Juan de los Lagos y otras locales particularmente entrañables. 50 Se terminó de imprimir el 13 de diciembre del 2015 iii Domingo de Adviento apertura del Año Jubilar en la Arquidiócesis de Guadalajara en los talleres de Innovación Gráfica, de Tonalá, Jalisco
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