Indicaciones para mejor vivir el Año de la Misericordia

Arquidiócesis de Guadalajara
Comisión de Organización del Año de la
Misericordia
Indicaciones para mejor vivir
el Año de la Misericordia
Guadalajara, diciembre del 2015
Arquidiócesis de Guadalajara
Emmo. Sr. Card. José Francisco Robles Ortega
Arzobispo de Guadalajara
Comité Diocesano para el Año de la Misericordia:
Comisión de Organización: Pbro. Lic. José Abel Castillo Castillo, Pbro.
Lic. Roberto Ramos Godínez, Pbro. Lic. Tomás de Híjar Ornelas
Vicaría de Pastoral: Pbro. Dr. José Marcos Castellón Pérez
Responsable de Comunicaciones: Sr. Diác. José Luis González Santoscoy
Comisión de Laicos: Sr. Cura Miguel Sención Guerrero
Vicaría para la Vida Consagrada: Fray Juan Manuel Muñoz Curiel, OFM
Pastoral Profética: Sr. Cura Gerardo Jiménez Lozano
Pastoral Litúrgica: Sr. Cura Guillermo Rodríguez Benítez
Pastoral Social: Sr. Cura Engelberto Polino Sánchez
Formación Permanente del Presbiterio: Sr. Cura Eduardo Vargas Flores
Publicaciones: Mtra. María Palomar Verea
D.R. © Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Alfredo R. Placencia 995, Col. Chapultepec Country, C.P. 46620
Guadalajara, Jalisco, México
Teléfono: +52 (33)3614 5504
Impresión, Innovación Gráfica de Tonalá, Jalisco, 2015
Ilustraciones:
Pág. 4. San Cristóbal Magallanes (1869-1927), apóstol de la compasión y de la
misericordia
Pág. 6. Siervo de Dios Fray Antonio Alcalde (1701-1792), modelo de caridad y
misericordia
Pág. 15. Obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas (1752-1824), fundador de la Casa
de Misericordia
Pág. 16. El retorno del hijo pródigo, 1662 (fragmento), Rembrandt van Rijn
(1606- 1669)
Pág. 34. Cristo de Cefalú, Sicilia, 1148 (fragmento)
Pág. 50. Casa de Misericordia (1812), luego Hospicio Cabañas
Pág. 51. Catedral de Guadalajara. Puerta del Perdón, siglo XVI.
Portada: Logotipo del Año de la Misericordia. Cuarta de forros: logotipo
de tricentenario de la catedral de Guadalajara, Sr. Pbro. Francesco Lay.
Presentación
Este subsidio está dedicado a quienes por la circunstancia de
vivir en la Arquidiócesis de Guadalajara podrán vivir del 2015
al 2106, al compás de su proceso de conversión: agentes de
evangelización (presbiterio, consagrados y fieles laicos) o
católicos de a pie, pero marchando al paso del sucesor de Pedro
en estos momentos: el Papa Francisco, cuya presencia entre
nosotros será sin duda un acontecimiento muy señalado.
Estas Indicaciones están divididas en tres partes,
dedicada la primera al Edicto por el que se decreta el Año
Jubilar de la Misericordia en la arquidiócesis de Guadalajara;
en él nuestro arzobispo indica el rumbo hacia el cual han de ir
encaminadas estas acciones: “más que con una multiplicación
de actividades”, como “un tiempo de oración profunda, de
encuentro con la misericordia de Dios a través de la escucha
constante, atenta y orante de su Palabra y, como fruto de todo
ello, de una mayor solidaridad y fraternidad entre nosotros y
de servicio desinteresado a nuestros hermanos y hermanas,
especialmente los vulnerables y los sufrientes”.
La segunda parte son las Indicaciones para mejor vivir el
año de la misericordia, a ratos acuciosas, pero mejor es preverlo
todo. Además, lo que abunda no daña. Allí se aborda lo tocante a
las cuestiones prácticas de la peregrinación jubilar a las Puertas
de Misericordia abiertas en la Arquidiócesis y se dan algunas
sugerencias que no estarán de más.
Finalmente, se ofrecen las Actividades aprobadas por
el arzobispo de Guadalajara para el Año de la Misericordia en
esta Iglesia particular por dos motivos: ser el fruto de un trabajo
consensado y abrir un filón donde inspirarse a muchas otras
iniciativas a sobre la marcha irán surgiendo, haciendo constar,
por lo demás, qué y cuánto de lo propuesto al iniciar el Año se
pudo llevar a feliz término.
La Comisión alimentará a lo largo del año una página
web: www.añodelamisericordia.org, donde se ofrecerán
recursos audiovisuales, información y noticias oportunas.
Esperemos que la oportunidad que ofrece este Año
Jubilar Extraordinario de la Misericordia, no menos que el
3
aniversario 300 de haber sido consagrada la Catedral tapatía
sean para nosotros ocasión de júbilo y reconciliación, y que eso
impregne nuestras vidas y afanes.
Guadalajara, Jalisco; 13 de diciembre del año 2015, III
Domingo de Adviento
Apertura del Año de la Misericordia
La Comisión de Organización
4
Índice
Edicto por el que se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en
la arquidiócesis de Guadalajara.....................................................8
Indicaciones para mejor vivir el año de la misericordia....................18
Introducción
1.Rito de apertura de las Puertas de la Misericordia....................20
2.Del lema y del logotipo.............................................................20
3.El himno....................................................................................21
4.La indulgencia plenaria.............................................................21
5.La Puerta Santa.........................................................................22
6.Cómo mejor preparar las peregrinaciones................................23
7.El punto de partida de la peregrinación.....................................24
8.Los jubileos por decanatos.........................................................25
9.Los jubileos especiales...............................................................26
10.El jubileo para los enfermos y las personas ancianas y solas.....27
11.El jubileo de los prisioneros......................................................27
12.Involucrar a los adolescentes...................................................28
13.La absolución del pecado de aborto..........................................28
14.Las obras de misericordia.........................................................29
15.Orar por los difuntos................................................................29
16.La atención espiritual a los enfermos.......................................30
17.Subsidios para vivir el año de la misericordia......................... 31
18.Elementos clave para mejor vivir el año de la misericordia..........31
Actividades aprobadas por el arzobispo de Guadalajara para el Año de
la Misericordia en esta Iglesia particular........................................36
Proemio.......................................................................................36
1.De carácter general ..................................................................37
2.De orden litúrgico – celebrativo................................................40
3.De orden social..........................................................................42
4.De orden disciplinar...................................................................43
5.De orden teológico.....................................................................43
6.De orden pastoral.......................................................................44
7.De pastoral social.......................................................................44
8.De pastoral profética..................................................................45
9.A nivel diocesano.......................................................................45
10.En la Catedral Basílica..............................................................46
11.En las vicarías episcopales.........................................................46
12.En los decanatos.......................................................................47
13.En las parroquias......................................................................48
14.En los grupos y movimientos laicales.......................................49
5
Edicto
Edicto
por el que se decreta
el Año Jubilar de la Misericordia
en la arquidiócesis de Guadalajara
La gozosa celebración del quincuagésimo aniversario de la
clausura del Concilio Vaticano ii, el acontecimiento eclesial más
importante de la historia contemporánea de la Iglesia y del
tricentenario de la consagración de la Catedral de Guadalajara,
nos hace elevar, a quienes transitamos por el tiempo en la
Arquidiócesis de Guadalajara, nuestro corazón agradecido al
Señor de la historia y descubrir su misericordiosa presencia en
los aconteceres del tiempo.
El Concilio Vaticano ii respondió cabalmente a la
pregunta que el entonces Cardenal Montini, hoy beato Paulo
vi, planteó desde la primera sesión de dicha asamblea: “Iglesia,
¿qué dices de ti misma?” La Iglesia es sacramento universal de
salvación en el mundo, reveló el Concilio, indicando así que
su ser se comprende a partir del actuar, según lo reitera con
insistencia el magisterio conciliar.1 En otras palabras, la Iglesia
como “sacramento” es lo que tiene que ser cuando actúa como
tiene que actuar y eso ocurre cuando los hombres encuentren
en ella salvación y solución para sus vidas.
Hay en la Iglesia un aspecto visible, humano e histórico,
y otro invisible, divino y eterno. Por el primero vive sujeta a las
categorías espaciotemporales y organiza sus estructuras como
toda sociedad humana, aunque su finalidad es hacer presente
la comunión con Dios y entre los seres humanos que llamamos
Reino de Dios. Porque está en el mundo y en la historia, “los gozos
y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de
nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren,
son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los
discípulos de Cristo”.2
Como “nada hay verdaderamente humano que no
encuentre eco en su corazón”, la Iglesia, como el buen samaritano,
1
2
1, 2; 48, 2; 59, 1; cf. Gaudium et Spes 45, 1; Ad Gentes 1, 1; 5, 1).
Gaudium et Spes 1.
8
quiere curar a quien sufre “con el aceite del consuelo y el vino
de la esperanza”.3 Por ello, no hay nada humano que nos pueda
ser indiferente.
La realidad de la sociedad, en la que la Iglesia de
Guadalajara se esfuerza por hacer presente el Reino de Dios
desde hace 467 años y que describe el marco de la realidad del
VI Plan Diocesano de Pastoral, está en nuestros días signada
por una profunda desigualdad social y económica, por una
corrupción que mina la confianza en las instituciones públicas,
por una violencia generalizada que ha terminado por ser
aceptada, con su densa carga de miedo e inseguridad. Vemos
con mucha preocupación que estos problemas sociales y toda
su complejidad tienen como origen eso que el Papa Francisco
ha llamado “la cultura del descarte”, la cual provoca a su vez
un déficit de humanidad y hace evidente la manifestación de la
perversidad del pecado, cuya consecuencia es la muerte.
La cultura del descarte como expresión del pecado
reduce al ser humano a la categoría de mero productor de
ganancias o pérdidas económicas. En la lógica de esta cultura el
producto-humano no vale como persona sino tanto cuanto se
ajusta a las leyes del mercado; por tanto, todos aquellos cuya
existencia implica una pérdida o una merma para la ganancia
económica son tratados como desechos: vidas humanas no
deseadas en proceso de gestación en el vientre materno,
ancianos abandonados, enfermos crónicos, pobres carentes
de las cuotas mínimas para subsistir con dignidad humana,
etc. Su incapacidad para añadir recursos a la economía social
o familiar induce a considerarlos una carga. En el fondo, tal
percepción se ancla en un criterio aún más cruel, de profunda
deshumanización: ponerle precio a la vida y a la muerte según
los criterios de quienes han hecho un negocio mercantil de la
trata de personas, de los asesinatos a sueldo, de la venta de
órganos, del secuestro y otros delitos que vulneran la base de la
altísima dignidad de todo hombre y mujer.
Ante tales hechos, los bautizados no podemos quedarnos
con los brazos cruzados. La Iglesia, maestra en humanidad, está
llamada a hacer presente al Dios de la misericordia, que ofrece
3
Prefacio Común VI.
9
en su promesa una humanidad nueva, unas nuevas relaciones
humanas marcadas por el amor de Dios, que de forma insuperable
así presentan las Escrituras: “El Padre de la misericordia y Dios de
todo consuelo” (1Cor 1,3) nos ha enviado a su Hijo Jesucristo a
manifestarnos su rostro misericordioso, revelación que ya había
comenzado desde la Antigua Alianza; revelación de un Dios
que es “compasivo y misericordioso, lento a la ira y generoso
para perdonar” (Sal 102), que ha visto la aflicción de su pueblo,
ha escuchado el clamor de sus sufrimientos y ha bajado para
ofrecerles libertad (cf. Ex 3,7).
De forma pedagógica y progresiva, el Padre celestial
fue descubriendo su rostro misericordioso hasta el momento
cumbre de la Encarnación de su Hijo. En ese central y glorioso
momento de la historia de la salvación, la humanidad entera,
representada en Aquella que lo acogía en su seno virginal, ha
podido cantar: “Su nombre es santo y su misericordia llega a
sus fieles de generación en generación” (Lc 1,50). En Jesucristo,
Dios ha revelado su misericordia: Él ha anunciado a los pobres la
buena nueva, ha curado a los enfermos, ha dado la luz a los ojos
de los ciegos, ha devuelto la vida a los muertos, ha expulsado
al maligno, ha perdonado los pecados, ha realizado un año de
gracia y bendición, ha entregado su vida por nuestro rescate.
“Por sus llagas hemos sido nosotros curados” (Is 53,5). Jesús
mismo nos dice que su misión es actuar con misericordia porque
ha venido para que tengamos vida, y vida en abundancia (cf. Jn
10,10). La misericordia es la actitud compasiva con la que Jesús
trata a todos los que se le acercan, especialmente los pobres, a
los excluidos y los enfermos; es su clave de lectura y su criterio
de acción expresado de forma bellísima en las parábolas de la
misericordia. La misericordia es el horizonte donde Jesús vive
su misterio pascual, donde revela plenamente el amor de Dios.
De esta manera, podemos entender por qué el Papa Francisco
nos enseña que la palabra misericordia es la síntesis de toda la
historia de la salvación.4
La Iglesia, que existe sólo para evangelizar,5 actualiza la
presencia salvífica de Jesucristo cuando realiza la misión que Él
4
5
Cf. Misericordiae Vultus 1.
Cf. Evangelii Nuntiandi 1.
10
le ha encomendado actuando con misericordia. Ésta es la viga
maestra que legitima toda acción pastoral en la Iglesia, la cual se
juega en ello su credibilidad ante el mundo. Si Cristo es el rostro
de la misericordia del Padre, la Iglesia nunca podrá ocultar al
mundo la belleza del rostro misericordioso de Jesús si quiere ser
verdadero “sacramento de la misericordia”. Nunca la Iglesia es
tan fiel a su amado Esposo como cuando sigue practicando la
misericordia frente a las difíciles circunstancias que merman la
vocación y dignidad a las que Dios ha llamado al ser humano.
La realidad en que la Providencia de Dios nos ha incrustado
es un gran reto para la Iglesia. La Palabra de Dios que nos revela
la historia de la misericordia divina a favor de su pueblo es una
exigencia inaplazable. Nuestro VI Plan Diocesano de Pastoral nos
da claras orientaciones de qué es lo que debemos hacer en este
momento: anunciar el kerigma no como una mera transmisión
de conocimientos doctrinales sino como vivencia testimonial
del amor misericordioso de Dios que nos ha purificado de
nuestros pecados y nos ha elevado a la altísima dignidad de hijos
suyos. El kerigma, pues, es la experiencia personal de la infinita
misericordia de Dios que nos lleva a transmitirlo alegremente,
casi de forma espontánea. El kerigma “es el fuego del Espíritu
que se dona en forma de lenguas y nos hace creer en Jesucristo,
cuya muerte y resurrección nos revela y comunica la misericordia
infinita del Padre”.6 También la formación integral, que es el
permanente enamoramiento que Jesús ofrece a quien lo ama
para profundizar en su intimidad divina, debe ser una forma
de asimilar la misericordia que Dios ha tenido con cada uno de
nosotros, formación que a su vez ha de traducirse en la eficaz
puesta en práctica de las obras de misericordia.
Como Pueblo de Dios, hemos de tomar conciencia de
que el kerigma y la formación en el planteamiento de nuestro
objetivo diocesano tienen esta finalidad doble: fortalecer
nuestras comunidades eclesiales para que nuestro pueblo en
Cristo tenga vida. De hecho, la aplicación del VI Plan Diocesano
de Pastoral se evalúa en la medida en que la Iglesia en pequeñas
comunidades recobra su identidad como “sacramento de la
misericordia”.
6
Evangelii Gaudium 164.
11
También lo hace a nivel personal, según crezca nuestra
capacidad de actuar misericordiosamente con nosotros mismos
y con quien coincidimos en el camino de la vida, al grado de
poderle ofrecer a Cristo la vida en toda la extensión de lo que
tal cosa significa, “desde la dimensión espiritual de la vida de la
gracia hasta la vida físico-biológica-ecológica-cultural-política”.7
El fortalecimiento de las comunidades eclesiales es correlativo a
la capacidad de generar condiciones de una vida nueva y plena
en Cristo.
Por ello, en comunión con el Papa Francisco, haciendo
eco de su voluntad expresada en la Bula Misericordiae vultus, y
en el marco del proceso pastoral de nuestra Iglesia diocesana,
expresado hoy en el VI Plan Diocesano de Pastoral, convoco
a los fieles cristianos de la arquidiócesis de Guadalajara a
vivir intensamente el Año Jubilar de la Misericordia. Jubileo
que comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica
Vaticana el próximo 8 de diciembre y que nosotros abriremos
en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Nuestra Señora de la
Asunción el domingo 13 de diciembre a las 12 horas, y de forma
simultánea lo harán, en los otros templos a los cuales se ha
concedido esta gracia, los Vicarios Episcopales de ese territorio
o quienes se delegue, a saber: en la zona metropolitana, el
Santuario a los Mártires de Cristo y el templo de Nuestra
Señora de Belén, y fuera de ella en el Santuario del Señor de
los Rayos de Temastián y en los templos parroquiales del Señor
Grande de Ameca, el Señor Misericordioso de La Magdalena,
el Señor de la Misericordia de Ocotlán, El Señor del Monte de
Jocotepec, Nuestra Señora de Guadalupe de Ixtlahuacán del
Río y San Francisco de Asís de Nochistlán, Zacatecas. Abrir la
puerta es un gesto simbólico de acogida a todos, de consuelo,
perdón y esperanza en la Iglesia; pero también de nuestra salida
a las periferias de la humanidad, es decir, de estar atentos a la
fragilidad del hermano herido, llevando la bondad y la ternura
de Dios.
En este Año Jubilar de la Misericordia exhorto al
presbiterio, los consagrados, los fieles laicos y a todas las personas
de buena voluntad a vivirlo no como un evento pasajero, sino
7
VI Plan 55.
12
como un encuentro decisivo con el Señor de la Misericordia en
nuestras vidas, a fin de que se quede con nosotros y en nosotros
actúe con misericordia, para así responder de forma pertinente
a los graves problemas que nos aquejan como sociedad. Por
ello, más que con una multiplicación de actividades, los invito a
que lo vivan como un tiempo de oración profunda, de encuentro
con la misericordia de Dios a través de la escucha constante,
atenta y orante de su Palabra y, como fruto de todo ello, de una
mayor solidaridad y fraternidad entre nosotros y de servicio
desinteresado a nuestros hermanos y hermanas, especialmente
los vulnerables y los sufrientes.
Como es costumbre de la Iglesia, en el Año Jubilar se
ofrece la gracia infinita de la misericordia a los que, arrepentidos
de sus pecados, peregrinen a los brazos abiertos del Padre,
que en paciente espera no se cansa de otorgar el perdón a
quien humildemente se lo pide. Por este motivo y según lo ha
dispuesto el Papa Francisco, todos los presbíteros que tienen al
día sus licencias ministeriales en la Arquidiócesis de Guadalajara
tendrán las facultades de absolver los pecados que se reservan
al obispo en cualquier lugar de la diócesis y fuera de ella, como
son el aborto y el secuestro.
En este mismo sentido y para acentuar el tricentenario
de la consagración de la Iglesia Catedral Basílica y el significado
que tiene como Iglesia madre, he dispuesto que en la zona
metropolitana sea ella la meta principal de la peregrinación de los
penitentes que quieren alcanzar misericordia. Pido al Venerable
Cabildo Metropolitano que ofrezca a los peregrinos y visitantes
alguna catequesis oral o impresa acerca del sentido litúrgico
de la Catedral basílica y de su valor como emblema de esta
antigua Iglesia de Guadalajara y de toda la zona metropolitana
y más allá; también, que ordene y publique las peregrinaciones
por Decanatos, Secciones Diocesanas, Vida Consagrada,
Movimientos Laicales y diversos sectores de la sociedad, para
que esta invitación esté abierta a todos sin excluir a nadie, en
razón a lo cual les solicito procuren haya siempre ministros de
la penitencia dispuestos a escuchar en confesión, lo que supone
tomar acuerdos entre el V. Cabildo, los Decanos y encargados de
13
Comisiones y Secciones que han de organizar la administración
del Sacramento de la Penitencia durante las peregrinaciones. Se
ha de insistir en seguir las etapas que nos marca el Evangelio de
Lucas 6,36-38 y muy atinadamente señala el Romano Pontífice,
para que nuestra meta sea ser misericordiosos como el Padre.
Como Iglesia diocesana espero que todos, de forma
orgánica y de conjunto y con una muy sentida espiritualidad
de comunión, emprendamos una misión de la misericordia
saliendo de nuestra zona de confort y despabilándonos de
nuestra somnolienta indiferencia; les suplico que abramos
nuestro corazón frente a las necesidades de nuestro pueblo,
que vivamos la espiritualidad de la samaritaneidad por medio
de la reflexión y puesta en práctica de las obras de misericordia.
Si todos juntos trabajamos en comunión y participación,
ayudados de la gracia divina, podremos hacer de este año de la
misericordia un impulso a la caridad organizada, como fruto de
una auténtica evangelización, en plena comunión con lo que el
Papa Francisco, cuya próxima visita apostólica nos llena de gozo,
pide a todos los bautizados.
Para que se logre este propósito, he creado el comité
para la celebración del Año Jubilar de la Misericordia, que
en comunión con la Vicaría Diocesana de Pastoral animará y
coordinará todas las actividades diocesanas que se tendrán
con motivo de este año a favor de nuestro proceso pastoral
diocesano. A este edicto se anexa un subsidio en el que,
además de la calendarización de las actividades diocesanas,
se presentan las diversas sugerencias para vivir con abundante
fruto este Año Jubilar, que obedeciendo a las indicaciones del
Papa he dispuesto se clausure el 13 de noviembre de 2016 en
el Santuario de los Mártires. Instruyo también a los Vicarios
Episcopales, Decanos y Párrocos que se organicen algunas
actividades en cada nivel, sin que se interrumpa el proceso
de cada comunidad. También instruyo a los encargados de las
Comisiones y Secciones Diocesanas para que, solícitamente y en
comunión entre sí, ofrezcan de forma subsidiaria apoyos para la
reflexión y algunas sugerencias para este Año Jubilar.
Que la Virgen Santísima de Zapopan, Mater Misericordiae,
icono de la misericordia divina, interceda por nosotros, para
14
que junto a ella podamos cantar la misericordia del Señor,
que se extiende de generación en generación a todos los que
lo reverencian. Otorgo a todos los miembros de la Iglesia de
Guadalajara y a los hombres y mujeres de buena voluntad mi
bendición y mis mejores deseos para acoger en esta Navidad al
Señor, que nos revela el rostro misericordioso del Padre celestial.
Dado en Guadalajara, Jalisco, el 8 de diciembre del 2015,
solemnidad de la Concepción Inmaculada de María.
+ José Francisco Card. Robles Ortega
Por la gracia de Dios y de la Santa Sede
Arzobispo de Guadalajara
Javier Magdaleno Cueva, Pbro.
Secretario Canciller
15
Indicaciones
para mejor vivir el Año de la
Misericordia
INDICACIONES PARA MEJOR VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA
INTRODUCCIÓN
El Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia, convocado por
el Papa Francisco para la Iglesia universal del 8 de diciembre del
2015 al 20 de noviembre del 2016, se vivirá en la Arquidiócesis
de Guadalajara del 13 de diciembre del 2015 al 13 de noviembre
del 2016. Según el pensamiento del Papa, este suceso no ha
de ser otra cosa que invitar a los bautizados, a la Iglesia toda,
a “poner más en evidencia su misión de ser testimonio de la
misericordia. Es un camino que inicia con una conversión
espiritual” para “redescubrir y hacer fecunda la misericordia de
Dios, con la cual todos somos llamados a dar consuelo a cada
hombre y cada mujer de nuestro tiempo”.
Los orígenes del Jubileo se remontan al pueblo judío. Se
celebraba cada cincuenta años, y durante él se debía restituir
la igualdad a todos los hijos de Israel, ofreciendo nuevas
posibilidades a las familias que habían perdido sus propiedades
e incluso la libertad personal. Por otro lado, a los ricos, el año
jubilar les recordaba que llegaría el tiempo en el que los esclavos
israelitas, llegados a ser nuevamente iguales a ellos, podrían
reivindicar sus derechos. En la Biblia encontramos algunos
pasajes en los que se menciona la celebración judía; tal vez el
más importante sea el del Levítico (Lv 25,8). La palabra jubileo
se inspira en el término hebreo de yobel, que alude al cuerno del
cordero que servía como instrumento musical. Jubileo también
tiene una raíz latina, iubilum, que representa un grito de alegría.
En la tradición católica, el Jubileo consiste en que
durante un año se conceden indulgencias a los fieles que
cumplan con ciertas disposiciones eclesiales establecidas por la
Santa Sede. El Jubileo puede ser ordinario o extraordinario. La
celebración del Año Santo Ordinario acontece en un intervalo ya
establecido; en cambio, el Año Santo Extraordinario se proclama
como celebración de un hecho destacado. La Iglesia tomó como
inspiración el jubileo hebreo y le dio un sentido más espiritual.
18
En ese año se da un perdón general, se conceden indulgencias
y se hace un llamado a profundizar la relación con Dios y con
el prójimo. Por ello, cada Año Santo es una oportunidad para
alimentar la fe y renovar el compromiso de ser un testimonio de
Cristo. Es una invitación a la conversión. El Jubileo proclamado
por el Papa Francisco es un Año Santo Extraordinario.
La tradición del Año Santo comenzó en 1300 con el Papa
Bonifacio VIII, quien determinó realizar un jubileo cada siglo.
Desde el año de 1475, para permitir a cada generación vivir al
menos un Año Santo, el jubileo ordinario comenzó a espaciarse
cada 25 años. Los Años Santos ordinarios celebrados hasta hoy
han sido 26; los Años Santos extraordinarios comenzaron en el
siglo XVI. Los últimos de ellos celebrados el siglo pasado fueron
el de 1933, proclamado por Pío XI con motivo del XIX centenario
de la Redención, y el de 1983, proclamado por Juan Pablo II por
los 1950 años de la Redención.
En el caso de Guadalajara, el Señor Arzobispo, Cardenal
José Francisco Robles Ortega, ha dispuesto vincular íntimamente
con el Año de la Misericordia la efeméride del tercer centenario
de la consagración de la Catedral Basílica de la Asunción de
María, que si bien se dedicó (bendijo) el 17 de febrero de 1618,
sólo fue consagrada el 22 de octubre de 1716, acontecimiento
no pequeño si consideramos que fue la segunda en serlo de toda
la Nueva España, después de la de Puebla, y lo hizo el Obispo
fray Manuel de Mimbela y Morlans, OFM (1661-1721), varón
de virtud ejemplar y notable bienhechor de ese recinto, del que
costeó el altar de Nuestra Señora de Guadalupe.
Consagrar un lugar significa asociarlo con lo sagrado. El
sinónimo de consagrar es santificar; el antónimo, profanar. Una
iglesia consagrada tiene derecho a celebrar cada año la fiesta del
aniversario de su consagración; una iglesia que solo está bendita,
no. Ungir con Crisma el altar y las paredes de los templos alude a
su consagración, ceremonia que, entre los sacramentales, sigue
siendo la más cargada de símbolos.
La Catedral de Guadalajara es el monumento histórico,
artístico y religioso más relevante de la Arquidiócesis y del
Occidente de México. Es para la ciudad de Guadalajara eje
19
urbano, especialmente marcado por una cruz de plazas; por eso,
el lema elegido para resaltar este acontecimiento es “Trescientos
años de ser Casa de Misericordia”. Un Comité especial de
celebraciones ofrecerá a lo largo del año diversas actividades
culturales, así como una publicación periódica relativa a la
Catedral y su importancia en todos los ámbitos. Está previsto
que el tercer centenario de la Iglesia Madre, el 22 de octubre de
2016, coincida también con el Jubileo del Presbiterio.
1. RITO DE APERTURA DE LAS PUERTAS DE LA MISERICORDIA
Al tiempo de abrirse las Puertas de la Misericordia en la Catedral
y demás iglesias el domingo 13 de diciembre del 2015, a las 12
horas, el Arzobispo y los Vicarios episcopales o quienes actúen en
delegación de ellos usarán el ritual para la apertura de la Puerta
de la Misericordia (que estará dignamente aliñada para el caso),
que con indicaciones muy prácticas y oportunas ha dispuesto el
Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
en el volumen que lleva por título Celebrar la Misericordia, de la
colección Misericordiosos como el Padre.
El Jubileo ofrece la posibilidad de obtener la indulgencia
plenaria a través de algunos ejercicios de piedad –culminados por
la entrada por la Puerta Santa o Puerta de la Misericordia– que
acompañarán la oración y las celebraciones de los Sacramentos
de la Reconciliación y de la Eucaristía, como signos concretos
del camino de conversión e “inmersión” en la Misericordia del
Padre. Pero los alcances del Año Santo no se agotan con ello;
antes bien, ha de ser el punto de partida para una conversión de
vida y una experiencia de fe más intensa y comprometida.
2. DEL LEMA Y DEL LOGOTIPO
El lema “Misericordiosos como el Padre” (Lc. 6,36) es una
propuesta de vivir la misericordia sin juzgar ni condenar, sino
perdonando y amando sin medida (Lc 6, 37-38). El logotipo,
diseño del jesuita Marko I. Rupnik, representa al Hijo, Buen
Pastor, llevando a cuestas al hombre extraviado, tocando a
20
profundidad la carne de la humanidad caída con un amor capaz
de cambiarle la vida. Los ojos de ambas figuras se confunden
para acentuar que Cristo ve con el ojo de Adán y éste lo hace con
el ojo de Cristo. La escena se coloca dentro de una mandorla para
evocar que en Cristo se unen la naturaleza divina y la humana.
Los tres óvalos concéntricos de color progresivamente más claro
hacia el externo sugieren el movimiento de Cristo, que saca al
hombre de la noche del pecado y de la muerte a la luz de la
vida. Por otra parte, la profundidad del color más oscuro sugiere
también el carácter inescrutable del amor del Padre, que todo
lo perdona. Respecto a lo dicho, expresó el Papa: “Es mi deseo,
en efecto, que el Jubileo sea experiencia viva de la cercanía del
Padre, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para
que se fortalezca la fe de cada creyente y, así, el testimonio sea
cada vez más eficaz”.
3. EL HIMNO
“Misericordes sicut Pater” es el coro del himno oficial del Jubileo
de la Misericordia (disponible en You Tube), que comienza con
esas palabras, lema del Jubileo. El canto presenta una estructura
trinitaria en sus tres primeras estrofas y la invocación a la paz
en la cuarta y última. La primera estrofa resalta la sabiduría con
la que Dios Padre ha creado el mundo y ha guiado a su pueblo
a lo largo de la historia, que acoge y perdona a sus hijos; en la
segunda se alaba a Dios Hijo, “luz de los pueblos”, que ama a las
creaturas con un “corazón de carne”; la tercera alude al Espíritu
Santo e invoca sus “siete santos dones”; finalmente, en la última
estrofa se pide la paz de Dios y la llegada del nuevo cielo y la
nueva tierra. Paul Inwood compuso la música y escribió el texto
el jesuita Eugenio Costa.
4. LA INDULGENCIA PLENARIA
La indulgencia “es la remisión ante Dios de la pena temporal por
los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel
dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por
mediación de la Iglesia”. La indulgencia es parcial o plenaria según
21
libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o
totalmente. Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los
difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales
como plenarias. Los fieles “están llamados a realizar una breve
peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral
o en las iglesias establecidas por el obispo diocesano, como
signo del deseo profundo de auténtica conversión”. Se pueda
ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta
de la Misericordia, “uniendo este momento al Sacramento de
la Reconciliación y a la celebración de la Santa Eucaristía con un
reflexión sobre la misericordia”, añade Francisco.
Por otra parte, el Papa señala que cada vez que un fiel
realice personalmente una o más de las obras de misericordia
corporales y espirituales “obtendrá ciertamente la indulgencia
jubilar”.
5. LA PUERTA SANTA
La Puerta Santa o de la Misericordia será entre nosotros
la Puerta Mayor de la Catedral, que, a la usanza española,
corresponde a una “puerta del perdón”, así llamada porque
se abre en circunstancias como ésta: la de un tiempo lucrado
con indulgencias. Fuera de él, sólo se abre en las procesiones
y ceremonias religiosas más importantes, como cuando el
Arzobispo toma posesión de su sede, o cuando se recibe a
personajes principalísimos. Por ella fue recibido el presbítero y
caudillo don Miguel Hidalgo y Costilla en 1810, o san Juan Pablo
II en 1979.
El Papa dispuso que, además de la catedral de cada
diócesis, reciban la gracia del jubileo “los Santuarios, meta de
tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia
son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino
de la conversión”. Procurando facilitar al mayor número posible
de personas los beneficios espirituales del Año Santo, se abrirán
otras Puertas de Misericordia: en la zona metropolitana, las del
Santuario a los Mártires Mexicanos y del templo de Nuestra
Señora de Belén, y fuera de ella, el Santuario del Señor de los
22
Rayos de Temastián y los templos parroquiales del Señor Grande
de Ameca, el Señor Misericordioso de La Magdalena, el Señor
de la Misericordia de Ocotlán, el Señor del Monte de Jocotepec,
Nuestra Señora de Guadalupe de Ixtlahuacán del Río y San
Francisco de Asís de Nochistlán, cuyos rectores han de brindar
a los peregrinos el servicio del confesionario durante todo el
Jubileo.
Ahora bien –dice el Papa–, no basta cruzar la Puerta para
ganar la indulgencia. Es necesario el signo de la peregrinación,
aunque sea “breve”, hacia la Puerta Santa, y luego los
Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía “con un
reflexión sobre la misericordia”. Pide también acompañar estas
celebraciones con la profesión de fe y con la oración por él y por
las intenciones que lleva en el corazón para el bien de la Iglesia
y de todo el mundo.
Cada una de estas comunidades asignará un punto de
partida para las peregrinaciones (preferentemente un templo o
capilla cuya ruta que no altere la circulación de los automóviles
o ponga en riesgo a los peregrinos). Cada Vicaría Episcopal
organizará a la brevedad, en día y hora señalados al efecto
y de la mejor forma posible, sus propias peregrinaciones. Se
recomienda vivamente que se calendaricen visitas semanales a
lo largo de todo el año (pueden ser los sábados o los domingos),
según el número de parroquias, capellanías, comunidades
cristianas de cada ámbito y peregrinaciones especiales. De
éstas, cada Vicaría verá qué grupos, gremios, movimientos,
etcétera, pueden organizar una peregrinación: niños, jóvenes,
agricultores, comerciantes... Por lo que a la zona metropolitana
respecta, el Santuario de los Mártires tiene su propio calendario
de visitas, que nunca coincidirá con el de la Catedral. Al templo
de Nuestra Señora de Belén se le ha otorgado el privilegio de ser
Puerta de la Misericordia pensando en los enfermos del antiguo
Hospital Civil Fray Antonio Alcalde y sus familias.
6. CÓMO MEJOR PREPARAR LAS PEREGRINACIONES
Se sugiere que las peregrinaciones no han de reducirse a
reunir personas, sino que deberán iniciar o apuntalar procesos
23
evangelizadores de conversión a Dios. Es claro que la convocatoria
es abierta, pero también que los primeros en ser especialmente
invitados son los agentes de pastoral de las comunidades
cristianas, comenzando por sus sacerdotes, el personal que
labora en las parroquias, los laicos de las áreas estratégicas de la
pastoral, de los grupos, movimientos y asociaciones que en ellas
tienen su sede; se procurará que al menos asistan delegados de
cada uno de ellos. La fecha asignada a cada comunidad se ha
de publicar cuanto antes, aunque parezca que aún falta mucho
tiempo, y a su organización ha de dedicársele especial cuidado.
La peregrinación comienza desde el momento en que
las personas congregadas se dirigen al punto de convocatoria.
Si lo hacen en grupo, conviene iniciar con una plegaria, entonar
cantos, y en el trayecto, por ejemplo, rezar el rosario, acciones
tendientes a evitar que la peregrinación se confunda con un
paseo. Podría proponerse a los peregrinos, por ejemplo, que
se comprometan en formas puntuales a ser apóstoles de la
misericordia, comenzando por sus familias.
7. EL PUNTO DE PARTIDA DE LA PEREGRINACIÓN
Las peregrinaciones calendarizadas a la Catedral tienen dos
puntos de partida, elegidos en razón de la seguridad de los
peregrinos: al oriente, el templo de Santa María de Gracia
(calles de Hidalgo y Carranza); al poniente, el de Santa Teresa
(calles de Morelos y Donato Guerra). Al llegar a estos lugares,
el encargado del grupo podrá solicitar por una cantidad mínima
de recuperación ejemplares del tríptico informativo acerca del
significado de la peregrinación jubilar y estampas con la oración
oficial del Año de la Misericordia.
Se pide a quien organiza y encabeza la peregrinación
que recuerde con una breve catequesis lo que pide el Papa a los
peregrinos: “Es importante que este momento esté unido, ante
todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la
Santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia”, haciendo
a los fieles conscientes de que están tomando parte en un acto
público de fe, y que por así decirlo actúan como delegados ante
24
tantos hombres y mujeres segregados de la misericordia de Dios.
Se recomienda utilizar altavoces y que el trayecto se haga en
forma procesional, con cánticos y plegarias. Por último, no se ha
de omitir este dato, en el que insiste el Papa, al cruzar la Puerta
Santa: la profesión de fe y la oración por el Sumo Pontífice y sus
intenciones.
8. LOS JUBILEOS POR DECANATOS
Para la zona metropolitana de Guadalajara se han distribuido
en los sábados del año los días asignados a cada decanato,
procurando que no coincidan con la fecha ya prevista para
la visita al Santuario de los Mártires, donde se podrá lucrar
también la indulgencia del Año de la Misericordia. El decano
coordinará esta actividad, decidiendo, junto con los párrocos,
el punto de reunión para peregrinar a la Puerta Santa desde
cualquiera de los dos lugares propuestos, el medio de traslado
y si deciden usar algún elemento externo que les identifique,
como puede ser el color de la ropa. Se recomienda mucho
invitar a las familias que puedan asistir. Quienes utilicen
autobuses especiales han de acordar con los choferes el lugar
del arribo y del retorno, toda vez que el tránsito en el centro
de la ciudad está parcialmente obstaculizado por las obras
del Tren Ligero. Quienes encabecen la peregrinación podrán
impartir en los templos de Santa María de Gracia o de Santa
Teresa una breve catequesis acerca de su importancia simbólica;
para ello les puede servir el tríptico elaborado por la Comisión
de Organización del Año de la Misericordia y que se ofrecerá en
ambos lugares en el número que lo soliciten. Se recomendará
vivamente a los peregrinos la conveniencia de reconciliarse
con el Señor, y conviene concluir con la Oración del Año de la
Misericordia. Se comenzará el recorrido de forma pausada y con
preces litánicas, encabezados los fieles por un cartel donde se
lea el decanato del que proceden. Se calculará arribar frente a
la Puerta Santa algunos minutos antes de las 11.30; ante ella, o
mientras se cruza, se hará la profesión de la fe en cualquiera de
sus tres modalidades; el grupo será recibido por un miembro del
Cabildo Eclesiástico con el rito de asperges.
25
Según el número de los peregrinos, los sacerdotes que los
acompañen decidirán quiénes participarán en la concelebración
de la Eucaristía y quiénes apoyarán con la administración del
Sacramento de la Penitencia. Se aconseja que el decano presida
la Misa y distribuya los oficios de ésta entre los concelebrantes.
El predicador tomará en cuenta la Liturgia de la Palabra de ese
día y los elementos del Año de la Misericordia y el Tricentenario
de la Catedral. De antemano se responsabilizará a un equipo
de liturgia, que en acuerdo con el de la Catedral desempeñe
coordinadamente los diversos servicios. La catedral dotará de
organista esas celebraciones. Conviene que al final de la Misa
se haga una visita pausada a la Catedral, y que fuera de ella,
aprovechando que la circulación de la avenida Fray Antonio
Alcalde estará en todo este tiempo interrumpida, organizar
alguna convivencia o compartir algún elemento que externe
el júbilo comunitario de los peregrinos según las propuestas e
iniciativas de los organizadores y ofrezca pautas para cultivar
la misericordia. Algunos compartirán algún refrigerio; habrá
quien se valga de algún elemento material Se recordará a los
peregrinos que pueden por su cuenta repetir el acto las veces
que quieran hasta el 13 de noviembre.
Las peregrinaciones al Santuario de los Mártires se
sujetarán a estas recomendaciones en la fecha asignada a cada
decanato. En las Puertas Jubilares fuera de la zona metropolitana
los vicarios episcopales y los decanos conformarán su propio
calendario. Es deseable que en esos lugares la visita no se haga
por decanatos sino por parroquias o aun por capellanías, si éstas
son especialmente numerosas, adaptando en cada caso lo que
convenga.
9. LOS JUBILEOS ESPECIALES
Los coordinadores de los jubileos especiales tienen la encomienda
de organizar oportunamente esta actividad. Como salvo pocas
excepciones el día asignado para ellos es el domingo, tendrán en
cuenta que habitualmente es el Señor Arzobispo quien preside
la Eucaristía en la Catedral. Calculando el número aproximado
26
de peregrinos y si el caso lo amerita, podrán solicitar al Rector
de la catedral que algunos lugares les sean especialmente
reservados, siempre y cuando el número no sea tal que desplace
notoriamente a la asamblea. Esta misa siempre la acompañará
el Coro de la Escuela de Música Sacra o el de Infantes. Conviene
coordinarse con el equipo de Liturgia de la Catedral para el
desempeño de los distintos servicios. También acordar antes de
la Misa, en la sacristía, la conveniencia de dedicar a los peregrinos
de ese día algún mensaje especial por parte del coordinador del
acto. Después de la Misa se aconseja una visita pausada a la
Catedral, y/o llevar a cabo fuera de ella, en el espacio abierto
que más les favorezca, algún signo festivo, según la creatividad
de cada grupo, para celebrar este acontecimiento, el cual ha
de ser menos una meta que el principio de un proceso con
renovado brío en el compromiso evangelizador.
10. EL JUBILEO PARA LOS ENFERMOS Y LAS PERSONAS ANCIANAS
Y SOLAS
El Papa menciona a “quienes por diversos motivos se verán
imposibilitados de llegar a la Puerta Santa, en primer lugar
los enfermos y las personas ancianas y solas, a menudo en
condiciones de no poder salir de casa. Para ellos será de gran
ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia
de cercanía al Señor, que en el misterio de su pasión, muerte
y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y
a la soledad. Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de
prueba, recibiendo la comunión o participando en la santa misa
y en la oración comunitaria, también a través de los diversos
medios de comunicación, será para ellos el modo de obtener la
indulgencia jubilar”.
11. EL JUBILEO DE LOS PRISIONEROS
De forma muy puntual el Santo Padre aclara que los reclusos
de las cárceles recibirán el beneficio del Año de la Misericordia,
toda vez que “el Jubileo siempre ha sido la ocasión de una
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gran amnistía, destinada a hacer partícipes a muchas personas
que, incluso mereciendo una pena, sin embargo han tomado
conciencia de la injusticia cometida y desean sinceramente
integrarse de nuevo en la sociedad dando su contribución
honesta. Que a todos ellos llegue realmente la misericordia del
Padre que quiere estar cerca de quien más necesita de su perdón.
En las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia,
y cada vez que atraviesen la puerta de su celda dirigiendo su
pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para
ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios,
capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir
las rejas en experiencia de libertad”.
12. INVOLUCRAR A LOS ADOLESCENTES
Un sector que conviene tomar muy en cuenta en este proceso
del Jubileo son los adolescentes de entre 13 a 16 años, franja
de edad que requiere una atención específica en la pastoral
ordinaria. Se propone que por este año se organice a los
adolescentes que se preparan para recibir el Sacramento de la
Confirmación para que en grupo, sin una fecha especialmente
señalada, se peregrine con ellos a la Puerta Santa, invitándoles
a asumir compromisos muy significativos de misericordia que
pueda dar sus frutos en la pastoral cotidiana de las parroquias
o en las asociaciones a las que pertenecen: por ejemplo,
ayudar a los necesitados, asistir a los ancianos, colaborar con
movimientos y asociaciones caritativas.
13. LA ABSOLUCIÓN DEL PECADO DE ABORTO
El Papa Francisco dispuso que por el Año de la Misericordia
todos los sacerdotes del mundo, “no obstante cualquier cuestión
contraria”, puedan perdonar el pecado del aborto “a quienes
lo han practicado y, arrepentidos de corazón, pidan por ello
perdón”, por lo cual, dice, “los sacerdotes se deben preparar
para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina
acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado
28
cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para
llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo
lo renueva con su presencia”. A ese respecto, la Arquidiócesis
ofrecerá en la Cuaresma un vademécum para confesores que
deberá estudiarse en los decanatos.
14. LAS OBRAS DE MISERICORDIA
Las Obras de Misericordia espirituales y corporales son signos
concretos de un corazón misericordioso, presentes en la
pedagogía espiritual de la Iglesia desde antiguo y que el Papa
desea fortalecer.
Las corporales son: dar de comer al hambriento, dar de
beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir
a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y las
espirituales son: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que
no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las
ofensas, soportar con paciencia a las personas molestas, rogar a
Dios por los vivos y los difuntos.
A ese respecto, el Papa Francisco insiste: “He pedido
que la Iglesia redescubra en este tiempo jubilar la riqueza
contenida en las obras de misericordia corporales y espirituales.
La experiencia de la misericordia, en efecto, se hace visible en el
testimonio de signos concretos, como Jesús mismo nos enseñó.
Cada vez que un fiel viva personalmente una o más de estas
obras obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar. De aquí el
compromiso de vivir la misericordia para obtener la gracia del
perdón completo y total por el poder del amor del Padre, que no
excluye a nadie. Será, por lo tanto, una indulgencia jubilar plena,
fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive con fe,
esperanza y caridad”.
15. ORAR POR LOS DIFUNTOS
El Santo Padre insiste que “la indulgencia jubilar, por último,
se puede ganar también para los difuntos. A ellos estamos
unidos por el testimonio de fe y caridad que nos dejaron. De
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igual modo que los recordamos en la celebración eucarística,
también podemos, en el gran misterio de la Comunión de los
Santos, rezar por ellos para que el rostro misericordioso del
Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos
en la bienaventuranza que no tiene fin”. Invítese a los fieles,
especialmente a los que pueden reiteradas veces actualizar la
peregrinación a la Puerta Santa, a ofrecer la indulgencia por el
eterno descanso de los fieles difuntos.
16. LA ATENCIÓN ESPIRITUAL A LOS ENFERMOS
En su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo que
se celebrará el próximo 11 de febrero de 2016, en la fiesta
de Nuestra Señora de Lourdes, intitulado “Confiar en Jesús
misericordioso como María: haced lo que Él os diga”, el Papa
Francisco, reflexionando sobre el relato evangélico de las Bodas
de Caná, cuando Jesús transforma el agua de seis tinajas en
buen vino, señala que “la enfermedad, especialmente aquélla
grave, pone siempre en crisis la existencia humana y trae consigo
interrogantes que excavan en lo íntimo. El primer momento a
veces puede ser de rebelión: ¿Por qué me ha sucedido justo a
mí? Se puede entrar en desesperación, pensar que todo está
perdido y que ya nada tiene sentido…” En estas situaciones,
dice el Pontífice, “por un lado la fe en Dios es puesta a prueba,
pero al mismo tiempo revela toda su potencialidad positiva. No
porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor, o los
interrogantes que derivan de ello; sino porque ofrece una clave
con la cual podemos descubrir el sentido más profundo de lo que
estamos viviendo; una clave que nos ayuda a ver de qué modo la
enfermedad puede ser el camino para llegar a una cercanía más
estrecha con Jesús, que camina a nuestro lado cargando la Cruz.
Y esta clave nos la proporciona su Madre, María, experta de este
camino”. Añade el Papa que “El banquete de bodas de Caná es
un icono de la Iglesia: en el centro está Jesús misericordioso que
realiza la señal; a su alrededor están los discípulos, las primicias
de la nueva comunidad; y cerca de Jesús y sus discípulos está
María, Madre providente y orante. María participa en el gozo
30
de la gente común y contribuye a aumentarlo; intercede ante su
Hijo por el bien de los esposos y de todos los invitados. Y Jesús
no rechazó la petición de su Madre”.
En la Arquidiócesis, tal circunstancia puede ser la
coyuntura favorable para reorganizar el Servicio Asistencial
Nocturno Espiritual (SANE) de modo que los centros de la zona
metropolitana nunca más carezcan de personal. Se propone que
en ellos cada día del mes lo asuma un solo sacerdote en turnos
anuales. Por otro lado, también conviene organizar la atención
de los hospitales con capellanes fijos y capellanes auxiliares.
17. SUBSIDIOS PARA VIVIR EL AÑO DE LA MISERICORDIA
El Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización ha preparado la publicación de ocho volúmenes
que abordan el tema de la misericordia desde diversos puntos de
vista, para ofrecer instrumentos a todos los agentes de pastoral
tanto para la profundización personal como para organizar
encuentros, catequesis, e incluso para animar la oración
comunitaria. La colección Misericordiosos como el Padre, que
toma el título del lema del Jubileo, consta de estos títulos: La
Misericordia, Los Salmos de la Misericordia, Las Parábolas de la
Misericordia, La Misericordia en los Padres de la Iglesia, Santos
en la Misericordia, Los Papas y la Misericordia y Las obras de
Misericordia corporales y espirituales. La editorial San Pablo es
la autorizada para reproducirlos y expenderlos.
18. ELEMENTOS CLAVE PARA MEJOR VIVIR EL AÑO DE LA
MISERICORDIA
Con lo dicho queda claro que el Año de la Misericordia es una
oportunidad para extender a toda la Arquidiócesis, a las Vicarías
Episcopales, a los decanatos, a parroquias, comunidades
cristianas, asociaciones, grupos y movimientos apostólicos,
piadosos y de evangelización, una veta inagotable que, según
la voluntad del Señor Arzobispo expuesta en el Edicto que
antecede estas líneas, ha de vivirse entre nosotros no al margen
31
o de forma paralela con el proceso diocesano, sino a la par de
éste. Van aquí doce motivaciones para mejor vivirlo en cada una
de esas instancias. Del interés y compromiso de los responsables
y coordinadores para ponerlas en práctica derivará su éxito
durante tan importante experiencia:
a. El llamado a la Iglesia a contemplar el misterio de la
misericordia: como un don recibido gratuitamente que
trae consigo la responsabilidad de anunciarlo.
b. Reconocer a Dios como un Padre que jamás se da por
vencido hasta que no haya disuelto el pecado y superado
el rechazo con la compasión y la misericordia: “Porque
la misericordia se muestra como la fuerza que todo
vence, que llena de amor el corazón y que consuela con
el perdón”.
c. La Apertura de la Puerta Santa como símbolo de un nuevo
compromiso para todos los cristianos de testimoniar con
mayor entusiasmo y convicción la propia fe: la Iglesia
quiere ser en el mundo signo vivo del amor del Padre.
d. Que la Iglesia y las parroquias sean oasis de misericordia:
el Papa remarca cómo cada Iglesia particular estará
directamente comprometida a vivir este Año Santo como
un momento extraordinario de gracia y de renovación
espiritual para acoger a todos con misericordia.
e. Ser misioneros de la misericordia: queremos vivir este Año
Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos
como el Padre. El evangelista refiere la enseñanza de
Jesús: “Sed misericordiosos, como vuestro Padre es
misericordioso” (Lc 6, 36).
f. Impulsar las peregrinaciones como estímulo para la
conversión: “esto será un signo del hecho que también
la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere
compromiso y sacrificio”.
g. Redescubrir las obras de misericordia, corporales y
espirituales: “El amor, después de todo, nunca podrá
ser una palabra abstracta. Por su misma naturaleza es
vida concreta: intenciones, actitudes, comportamientos
32
que se verifican en el vivir cotidiano. La misericordia de
Dios es su responsabilidad por nosotros. Él se siente
responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere
vernos felices, colmados de alegría y serenos. Es sobre
esta misma amplitud de onda que se debe orientar el
amor misericordioso de los cristianos. Como ama el
Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso,
así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los
unos con los otros”.
h. Vivir la Cuaresma con mayor intensidad, como momento
fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de
Dios: en la meditación y la escucha atenta de la Palabra
de Dios.
i. Fomentar la iniciativa de las “24 horas para el Señor”,
para que más personas se acerquen al sacramento de
la Reconciliación: “Durante el Jubileo extraordinario de
la Misericordia, el confesionario será la Puerta Santa del
alma”.
j. Promover la indulgencia por la que Dios hace evidente
este amor que es capaz de destruir el pecado de los
hombres: es necesario comprender que la reconciliación
con Dios es posible por medio del misterio pascual y de
la mediación de la Iglesia.
k. Tiempo oportuno para cambiar de vida. Tiempo para
dejarse tocar el corazón: “ante el mal cometido, incluso
crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de
todas las personas inocentes depredadas de los bienes,
la dignidad, los afectos, la vida misma”.
l. Que nuestro pensamiento se dirija a María, Madre de la
Misericordia: para que en la mirada de María podamos
redescubrir la alegría de la ternura de Dios.
33
Actividades
aprobadas por el Arzobispo de Guadalajara
para el Año de la Misericordia en esta
Iglesia particular
Actividades aprobadas por el arzobispo de Guadalajara para
el Año de la misericordia en esta Iglesia particular
PROEMIO
El 23 de septiembre del año 2015 el arzobispo de Guadalajara,
cardenal José Francisco Robles Ortega constituyó la Comisión
de Organización del Año de la Misericordia, designando a
los presbíteros José Abel Castillo Castillo, Roberto Ramos
Godínez, Tomás de Híjar Ornelas, a quienes instruyó para que le
presentaran a la brevedad un dictamen acerca de las estrategias
que convenía implementar en la Arquidiócesis para mejor
aprovechar el Jubileo Extraordinario convocado por el Papa
Francisco entre el 8 de diciembre del 2015 y el 20 de noviembre
del 2016. Dicho equipo consideró necesaria la presencia de un
representante de la Vicaría de Pastoral, que delegó al Sr. Pbro.
Dr. José Marcos Castellón Pérez, quien de inmediato se sumó al
equipo. Antes de su salida a Roma, para tomar parte en el Sínodo
de la Familia, el señor Arzobispo convocó a los miembros del
presbiterio, de la vida consagrada y a fieles laicos que coordinan
y encabezan actividades apostólicas en la Arquidiócesis de
Guadalajara a una reunión que tuvo lugar el 14 de octubre
siguiente, en el auditorio del templo parroquial de la Santa Cruz
de Guadalajara, pidiéndoles presentar por escrito, de acuerdo a
un esquema que previamente se les hizo llegar, las iniciativas y
actividades que tuvieran a bien sugerir o desempeñar durante
el Año de la Misericordia, abriéndose también la posibilidad de
que todos aquellos interesados en presentar sus iniciativas las
hicieran llegar de forma perentoria a la Comisión a través de un
correo electrónico.
Con las sugerencias recabadas, con las que presentaron
los equipos de trabajo de esa muy nutrida y animada reunión,
se pudo elaborar el Calendario General de Actividades que se
adjunta a este instructivo.
Cabe señalar que la sorpresiva y rica gama de
posibilidades que ofrece el Año de la Misericordia será todo un
36
reto para esta Iglesia particular, a la que se unen íntimamente,
según lo presenta el señor Arzobispo en su Edicto por el que
se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en la Arquidiócesis
de Guadalajara, las metas y objetivos del VI Plan Diocesano de
Pastoral y el Tricentenario de la Consagración de la Catedral de
Guadalajara.
La Comisión presentó esas iniciativas por temas y grupos
al señor Arzobispo y él a su vez asumió y decantó lo que se
presenta a continuación, como la cantera de muchas iniciativas,
a cuyos responsables la Comisión ha hecho llegar la voluntad del
Prelado.
Se hacen públicas aquellas propuestas que por su
relevancia conviene se conozcan y divulguen, para que junto con
las otras que se digne suscitar el Espíritu Santo, encarnen entre
nosotros la virtud esencial de la misericordia, como lo pide el
Santo Padre para el Año Jubilar que comienza.
1. DE CARÁCTER GENERAL
• Cada parroquia y comunidad cristiana ha de ambientar
sus espacios celebrativo y de convocatoria con lonas
alusivas al Año de la Misericordia que incluyan la oración
del Año Jubilar y el Calendario General de Actividades.
La Comisión ofrecerá el diseño en alta resolución junto
con el logotipo y cartel del Año de la Misericordia.
• Cada parroquia por medio de sus agentes de pastoral,
ha de visitar todos los domicilios de su comunidad para
entregar personalmente la oración del Año Jubilar y
el tríptico informativo del mismo. Esta actividad ha de
tenerse como el inicio de una gran Misión parroquial a
lo largo del año.
• El Año de la Misericordia tiene un himno del cual el
Comité ofrecerá la partitura y el texto que conviene
se use y divulgue. También se ofrecerá una grabación
que además del himno incluya música de la Catedral de
Guadalajara.
• La apertura de la Puerta Santa tendrá lugar el domingo
III de Adviento, 13 de diciembre del 2015, a las 12 hrs. En
37
todos los templos de la arquidiócesis se hará un repique
de campanas de las 11.45 a las 12 hrs. Preside el acto en
la Catedral el señor arzobispo. En las restantes puertas
lo representarán los Vicarios Episcopales o a quien se
delegue para ello.
• El día de la apertura del Año Jubilar todos los sacerdotes
expondrán en la homilía una síntesis del contenido del
Edicto que decreta el Año Jubilar (El Semanario hará una
edición especial que incluye el Edicto), su significado y
la gracia de la indulgencia plenaria. Se usará a lo largo
del año una oración especial que resalte el Año de la
Misericordia.
• Además de la Catedral, se abrirán las siguientes Puertas
de la Misericordia en la zona metropolitana: el Santuario
de los Mártires y el templo de Nuestra Señora de Belén.
Fuera de ella, en los templos parroquiales de El Señor
de la Misericordia de Ocotlán, El Señor de los Rayos en
Temastián, El Señor Misericordiosos de La Magdalena,
El Señor Grande de Ameca, El Señor del Monte de
Jocotepec, Nuestra Señora de Guadalupe de Ixtlahuacán
del Río y San Francisco de Asís de Nochistlán. Para dicha
apertura se seguirá el esquema propuesto en el subsidio
pastoral “Celebrar la Misericordia”, de Ediciones
Paulinas que se expende en las librerías del Arzobispado
(Es muy recomendable tener y divulgar la colección de
los ocho subsidios propuestos por el Pontificio Consejo
para la Promoción de la Nueva Evangelización; también
lo es conocer el sitio web del Comité Internacional:
http://www.iubilaeummisericordiae.va). Se procurará
resaltar el signo de la Puerta Santa en cada una de estas
comunidades.
• En la zona metropolitana tanto las peregrinaciones a
la Catedral como al Santuario de los Mártires ya están
calendarizadas. En lo que respecta a los puntos de
partida de las peregrinaciones a la catedral, se eligieron
dos equidistantes de ella, considerando su cercanía y
las facilidades para los peregrinos de desplazarse sin
38
mayores problemas de tránsito, los templos de Santa
María de Gracia, emplazado donde estuvo una de
las catedrales provisionales, y el de Santa Teresa. Se
sugiere a los responsables de los grupos comunicarse
oportunamente a cualquiera de los dos lugares que
mejor les acomode para que se les brinde una especial
atención. Los números telefónicos son el 3658-2355 y el
3614-6501, respectivamente.
• Por acuerdo del Cabildo Eclesiástico, la peregrinación de
los decanatos será el día sábado. La misa comienza a
las 12 hrs. El domingo será para los jubileos especiales,
tal y como aparecen en el Calendario General. Las
peregrinaciones serán recibidas en la Puerta Santa 10
minutos antes de las 12 hrs. con el rito de asperges. Cada
decano en coordinación con los párrocos organizará
debidamente la suya.
• Las peregrinaciones fuera de la zona metropolitana las
calendarizará a la brevedad el Vicario Episcopal, el cual
notificará a los decanos y párrocos el día y hora de su
peregrinación, que a diferencia de la anterior será por
parroquias, cuasi parroquias, vicarías fijas y aun por
capellanías. Se dispondrá para cada uno de los lugares
asignados la manera de acoger a los peregrinos, la
asignación de un punto de partida para la procesión
penitencial que no ponga en riesgo la seguridad de los
peregrinos ni entorpezca el tránsito. La recepción se
hará con el rito de asperges; en el templo se ofrecerá el
sacramento de la reconciliación y la misa. Se sugiere que
esta actividad tenga lugar los domingos y que se invite
a las familias a tomar parte en ella. Apenas tenga cada
Vicaría su calendario, lo remitirá a la Comisión a través
del correo electrónico: [email protected]
• La clausura del Año Santo será el domingo 13 de
noviembre del 2016, a las 12 hrs., en el Santuario de los
Mártires.
39
2. DE ORDEN LITÚRGICO – CELEBRATIVO
• Cada comunidad aprovechará la dinámica del Año
Litúrgico para resaltar los signos de Misericordia:
Adviento-posadas-Navidad, Cuaresma-Pascua, Tiempo
Ordinario. No menos que los temarios para los Ejercicios
Espirituales, que habrán de estar encaminados a
resaltar la necesidad de promover entre las familias la
reconciliación y la importancia de orar como tales.
• El misal mensual diocesano propondrá guiones
homiléticos relacionados con el Año de la Misericordia.
También, la Pastoral de la Comunicación ofrecerá
durante el mismo, textos breves y promocionales para
las redes sociales.
• Cada comunidad cristiana incluirá en el programa de
actividades de sus fiestas patronales una Jornada de
Misericordia y una celebración penitencial comunitaria.
La primera estará dedicada a acciones de servicio muy
puntuales, eficaces y necesarias en cada comunidad,
que incluyan diversos aspectos, a los que no ha de
ser ajeno el compromiso cristiano a favor del medio
ambiente.
• La convocatoria a la peregrinación decanal o parroquial
ha de estar acompañada de una catequesis esmerada
acerca del significado de este gesto y del compromiso
que implica.
• En torno al sacramento de la penitencia se recomienda
especialmente pero no sólo en la Cuaresma, organizar
actos penitenciales especialmente dedicados a los
jóvenes, acentuar el sacramento de la confesión como
‘reconciliación’ don Dios, con la naturaleza, con los
demás y consigo mismo.
• Urge, en este rubro, que las capillas penitenciales donde
las haya y la funcionalidad de los confesionarios facilite
la recepción del sacramento y el sigilo total en el que
este ha de desarrollarse.
• Se ha manifestado la inquietud de incitar durante este
año en las comunidades cristianas y en los grupos
40
apostólicos y de evangelización que ya existen el
voluntariado de ‘Operadores de la Misericordia’. Su
principal meta consistiría en llevar el consuelo de la
Palabra de Dios y algún otro auxilio a las personas que
viven solas, a los enfermos postrados, a los alejados.
Este proyecto encaja en la ‘Pastoral de la Compasión’
y en la ‘Pastoral de la Escucha’, que han de tener un
especial eco durante este año. Cada comunidad tiene
ante sí el reto de fomentar esta iniciativa y al final del año
hacer un recuento de sus resultados para contemplar la
perspectiva de que tal cosa se instaure como un legado
del Año Jubilar de forma permanente.
• El Papa insiste en que los confesores han de ser un
verdadero signo de la misericordia del Padre. Sugiere
remover del sacramento cualquier signo en contra:
rutina, gestos mecánicos, de mala acogida, preguntas
impertinentes o prolongarse demasiado tiempo con un
penitente, con el que puede dialogar en otro momento.
La Comisión ofrecerá un vademécum para confesores.
• Cada decanato organizará en su territorio del Viernes 4 al
sábado 5 de marzo del 2016, de las 18 hrs. del primer día
a idéntico horario del siguiente una actividad intitulada
“24 horas para el Señor”, la cual consiste en mantener
todo este tiempo abiertas las puertas de las parroquias
(de todas o de algunas especialmente populosas, según
lo disponga cada decanato) con el propósito de mostrar
el sacramento de la Reconciliación como centro del
camino de la Nueva Evangelización en toda la Iglesia,
especialmente para todas aquellas personas que están
alejadas de él. Se ha de invitar a las familias a que tomen
parte como tales en ella. Cada comunidad decidirá
cómo ofrecerá el servicio de confesiones, Adoración
eucarística, vigilias, procesiones, etcétera. La jornada ha
de concluir con la celebración de la Santa Misa el sábado
por la tarde.
• Se recomienda resaltar el aspecto misericordioso de los
santos mártires.
41
• Se sugiere apuntalar el apoyo sacerdotal a los hospitales
de la diócesis de modo que el presbiterio de cada
decanato apoye por turnos la visita a los enfermos que
pidan reconciliarse y ser ungidos.
3. DE ORDEN SOCIAL
• En este año será de gran importancia apuntalar las
obras sociales que ya existen, alentar las que se están
formando, humanizar las que están instaladas en cada
lugar y requieren de la presencia misericordiosa y de
la compasión cristianas, en especial aquellas donde
se concentran grupos humanos vulnerables: asilos,
casas hogar, comedores, centros para inmigrantes,
nosocomios, etcétera.
• Se plantea la posibilidad de que las comunidades
parroquiales se abran a la posibilidad de ofrecer a quien
lo requiera un apoyo espiritual, psicológico y terapéutico
integral.
• En la zona metropolitana, se pide que se forme un equipo
sacerdotal con los capellanes ya nombrados para los
hospitales públicos y privados, a quienes corresponderá
alentar y sostener los grupos de fieles laicos ministros
de la Eucaristía que acuden a los hospitales públicos y
privados.
• En la zona metropolitana urge regularizar el Servicio
Asistencial Nocturno Espiritual. Se recomienda que cada
día del mes tenga un sacerdote responsable durante un
año y que esa lista se publique.
• Fortalecer el equipo de voluntariado que brinda
apoyo a los reclusos en los centros penitenciarios o
correccionales a través de Jornada a nivel diocesano.
• Se sugiere crear una Comisión Diocesana de Derechos
Humanos que tenga como propósito redactar un manual
operativo, programar talleres y centros de capacitación
comunitaria, y establecer observatorios sociales en las
comunidades parroquiales.
42
4.
DE ORDEN DISCIPLINAR
• Se espera que el Vicario Judicial de a conocer cómo
instrumentará el Tribunal Eclesiástico a su cargo el
equipo que agilizará los procedimientos de causas de
nulidad a partir del 8 de diciembre del año en curso
como lo pide el Papa. En este mismo tenor, que se
divulgue y dé a conocer al presbiterio el motu proprio
Mitis Iudex Dominus Iesus sobre la reforma del proceso
canónico para las causas de declaración de nulidad de
matrimonio. Igualmente, que se ofrezca al presbiterio
un instructivo relacionados con el levantamiento de la
excomunión derivada del pecado de aborto.
• El señor Arzobispo puntualizará mediante una
disposición diocesana la costumbre que de unos años
a la fecha han introducido algunos sacerdotes del
presbiterio de Guadalajara a propósito de celebraciones
de la Eucaristía denominadas de “sanación” y de
“liberación”, en la que se especificará su validez respecto
a las innovaciones que quienes las practican hacen del
Ordenamiento General del Misal Romano, aboliendo del
todo usos y costumbres incompatibles con el Evangelio
ahí donde se adviertan fines ambiguos, dudosos o de
manipulación y lucro.
• El señor arzobispo designará anualmente y dará a
conocer de forma pública los nombres de los miembros
de su presbiterio a quienes él autoriza para que ejerzan
con potestad y la licencia el servicio de exorcistas,
ofreciéndose además normas precisas y claras acerca
del magisterio reciente de la Iglesia en tal tenor y las
penas canónicas en que incurren quienes actúan sin
licencia para ejercer tal servicio.
5. DE ORDEN TEOLÓGICO
• Se ofrecerá a todo el presbiterio y fieles laicos el Congreso
Teológico “La Iglesia, Sacramento de Misericordia”,
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acerca del magisterio del Concilio Ecuménico Vaticano
II, en la UNIVA.
6. DE ORDEN PASTORAL
• Se ha de alentar en el Seminario y en el Presbiterio la
necesidad de implementar una ‘Pastoral de la acogida’,
merced a la cual se ofrezca a quienes acuden a nuestros
templos y conjuntos pastorales atención educada
y respetuosa, trato cordial y calor humano. Que se
destierre en el personal de nuestras comunidades los
signos de frialdad burocrática en el trato a las personas.
Que las instalaciones así sean sobrias y humildes, estén
limpias y lo mejor aliñadas: el templo y sus anexos, los
jardines, las oficinas, salones, bodegas, etcétera.
• Como el tricentenario de la Catedral estará íntimamente
unido al Año de la Misericordia, durante el mismo
tendrán lugar actividades culturales relativas a este
recinto y su relevancia histórica, artística y religiosa.
• Promover un Congreso de Escuelas Parroquiales donde
se especifique y defina la situación, problemática,
estado actual, situación jurídica y laboral, vocación y
razón de ser de estos organismos.
7. DE PASTORAL SOCIAL
• El Año de la Misericordia ofrece la gran oportunidad
de activar en las parroquias equipos de animación
social que sin excluir el apoyo asistencial a favor de los
marginados y otros servicios de solidaridad, rebase y
supere el mero asistencialismo a través de iniciativas
tales como talleres de doctrina social de la Iglesia,
observatorios ciudadanos, cooperativas de consumo,
servicios mutualistas, etcétera.
• Crear una Sección Diocesana de Misericordia y Justicia
cuya meta consista en fundar un equipo interdisciplinario
principalmente de abogados que tengan como meta
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favorecer y reintegrar al tejido social a los reos de delitos
menores que están encarcelados por carecer de dinero
y apoyo moral.
• Rescatar de la incuria el templo de la Medalla Milagroso,
en el barrio de San Juan de Dios, para establecer en él
un centro de atención espiritual y humana para los más
pobres entre los pobres.
• Se ha propuesto promover durante el Año una Jornada
Diocesana de la Tercera Edad que ofrezca criterios
de atención pastoral a los ancianos desvalidos, a los
enfermos crónicos y a todos los recluidos en asilos.
8. DE PASTORAL PROFÉTICA
• Difundir y estudiar en todos los niveles de su ámbito los
subsidios del Año de la Misericordia, el VI Plan Diocesano
de Pastoral y los criterios propuestos en el ‘Edicto por el
que se decreta el Año Jubilar de la Misericordia en la
Arquidiócesis de Guadalajara’.
9. A NIVEL DIOCESANO
• Avivar las actividades ecuménicas en la Arquidiócesis
tendiendo puentes de encuentro y diálogo entre los
grupos cristianos no católicos, entre los grupos religiosos
no cristianos y aun entre los no creyentes. Para ello se
propone que en cada Vicaría Episcopal se nombre un
responsable de promoción del diálogo ecuménico e
interreligioso.
• Acentuar a través de propuestas operativas y estratégicas
especialmente dirigidas a las periferias existenciales, la
solidaridad y la actitud de “Iglesia en salida” a través de
una dinámica pastoral verdaderamente kerigmática.
• Que durante este año el primer domingo de cada mes
sea un Domingo de Misericordia, ofreciendo a través de
signos sensibles y eficaces obras y acciones concretas
a trabajarse durante las siguientes semanas, según las
necesidades específicas de cada comunidad.
45
• Las homilías y los temas de formación de los grupos
parroquiales y apostólicos ha de girar en torno a la
Misericordia.
10. EN LA CATEDRAL BASÍLICA
• Articular íntimamente las actividades litúrgicas y
culturales relativas al tricentenario de la catedral de
Guadalajara con el Año de la Misericordia. Los jueves
segundos de cada mes, a las 8 de la noche, se ofrecerán
conciertos y conferencias relacionadas con este tema.
• En los Jubileos especiales a celebrarse el día domingo,
luego de la misa que habitualmente preside el señor
arzobispo el organista titular de la Catedral o el Coro
de Infantes ofrecerá a los peregrinos un recital de
música para órgano o de música coral. Se pide a los
organizadores tomar en cuenta este dato para que lo
trasmitan oportunamente a sus invitados.
11. EN LAS VICARÍAS EPISCOPALES
• Vincular las actividades del Año de la Misericordia con el
Proceso Diocesano del VI Plan Diocesano de Pastoral.
• Impregnar las Asambleas Pastorales y la Asamblea
Diocesana de la dinámica de la Misericordia.
• Promover misiones populares con el tema de la
Misericordia.
• Alentar la ‘Pastoral de la Compasión’ dirigida a las
personas “cansadas y extenuadas, pérdidas y sin guía”
ofreciendo retiros espirituales, consultoría en terapia
familiar, etc.
• Promover equipos y foros de análisis, discusión y
propuestas encaminadas a atender la problemática
particular de esas comunidades en lo que toda a
personas especialmente vulnerables: indígenas,
alienados, menesterosos, ancianos abandonados,
asilos, orfanatos, alcohólicos, drogadictos, grupos
46
•
•
•
•
•
vandálicos y delictivos, prostitutas, etcétera. Con las
iniciativas de estos equipos podrán crearse bolsas de
trabajo, centros de capacitación o de atención para esos
grupos, potenciando y promoviendo los que ya existen.
Proponer, en coordinación con la SEDEC, en las Vicarías
Episcopales fuera de la zona metropolitana, talleres
de Educadores en la Fe, donde incluso se capacite a
maestros normalistas que quieran atender este rubro
en las escuelas o en las comunidades.
Sondear la posibilidad de establecer en las comunidades
parroquiales escuelas de educación en la fe para adultos
con cierta escolaridad que aspiren a ser agentes de
evangelización.
Alentar iniciativas que abran al perdón y a la
reconciliación a los integrantes de los grupos criminales.
Organizar a nivel Vicaría Episcopal, antes de la Cuaresma,
una jornada de estudio dedicada a presentar la relación
existente entre justicia y misericordia en el ministerio
sagrado.
ofrecer en todos los medios de comunicación de
la Arquidiócesis una catequesis breve en torno a la
indulgencia del Año Santo de la Misericordia.
12. EN LOS DECANATOS
• A lo largo del Año de la Misericordia todas las reuniones
de estudio de los decanatos incluirán un apartado para
compartir iniciativas y evaluar las actividades del Año
de la Misericordia. Al efecto el decano asumirá esta
responsabilidad.
• Es del todo conveniente organizar a la brevedad jornadas
decanales de capacitación para confesores durante las
cuáles se presente el vademécum que pronto ofrecerá
la Comisión.
• Promover “Jornadas de perdón” en las familias,
especialmente durante la Cuaresma. Que estas
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Jornadas se preparen en las reuniones de estudio de los
Decanatos.
13. EN LAS PARROQUIAS
• Organizar jornadas de estudio de los documentos
del Concilio Vaticano II gracias a las cuáles en las que
se ofrezcan “en lugar de deprimentes diagnósticos,
remedios alentadores, en vez de funestos presagios,
mensajes de esperanza […] en una única dirección:
servir al hombre […] en todas sus debilidades, en todas
sus necesidades”.
• Exhortar vivamente a los fieles durante todo el año a
recibir el sacramento de la reconciliación, ofreciendo
horarios cotidianos y cómodos para ello, que se
ofrezcan instructivos sencillos para hacer una buena
confesión, que los ejercicios espirituales concluyan con
una celebración penitencial.
• Que se preparen y divulguen las nuevas condiciones
para regularizar la situación canónica de las personas
que viven juntas sin estar casadas (uniones libres y
uniones adulterinas en condiciones de promover el
proceso de nulidad del matrimonio eclesiástico); que se
insista que quienes viven en situación canónica irregular
no están excomulgados, que se invite a los concubinos
a regularizar su situación, sin presionarlos a contraer el
matrimonio (evitando eso que un tiempo indebidamente
se denominaban “matrimonios colectivos”).
• Que los sacerdotes tengan días y horarios para atender
consultas o recibir en dirección espiritual a quien se los
solicite.
• Que en cada parroquia se promueva la protección de
medio ambiente, de la naturaleza, del uso de las cosas,
descendiendo a actividades concretas, tales como
campañas para ahorrar el agua, de recolección de
material de reciclaje, de reforestación, etc.
• Ofrecer en cada parroquia esquemas sencillos para
practicar la lectio divina; favorecer el silencio, la
48
•
•
•
•
•
•
•
•
•
limpieza, la seguridad y el recogimiento de las capillas
de adoración.
Que la hora santa durante este año siga una temática de
Misericordia.
Promover en las parroquias jornadas de oración por
la paz en la justicia, especialmente por los cristianos
perseguidos en el Medio Oriente.
Alentar a los fieles a orar por los fieles difuntos. Se
sugiere que después de la misa del día lunes se ofrezca un
responso a los difuntos en los lugares de enterramiento
o columbarios de cenizas de los templos.
Aprovechar los datos del INEGI para que cada parroquia
sepa el número de familias que viven en situación
precaria, en vecindades, en pobreza extrema o grave
desintegración familiar y en base al mismo, atender
diligentemente los recursos y medios para auxiliarles.
Ofrecer a los adolescentes y jóvenes actividades que
optimicen sus talentos, despierten sus habilidades y
aprovechen sus destrezas en el manejo de las redes
sociales de forma propositiva y humanitaria y sean
capaces, con las luces del Evangelio, de analizarlas
desde un pensamiento crítico.
Preparar equipos de voluntariado, como ya se mencionó,
que visiten y lleven un mensaje semanal a las personas
solas y afligidas.
Organizar actividades que prevengan de la corrupción
social a los jóvenes y a los estudiantes.
Alentar la cultura de la denuncia y de la transparencia.
Dar a conocer la vida de santa Faustina Kowalska,
apóstol de la misericordia, en toda la arquidiócesis.
14. EN LOS GRUPOS Y MOVIMIENTOS LAICALES
• Que los fieles laicos procuren ser los beneficiarios
directos del Año de la Misericordia, aprovechándolo
como una ocasión favorable para exhumar su
compromiso bautismal, apostólico, evangelizador y
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profético en las muchas posibilidades que les otorga
su condición laical, especialmente en los ámbitos de su
competencia especialmente cerrados a la conversión y
a la vida de la gracia.
• Solicitar a los movimientos marianos que fomenten
durante este año jornadas de estudio y/u oración,
relacionadas con la vinculación de María como Madre
de la Misericordia en la historia de la Iglesia de nuestras
comunidades, especialmente en las advocaciones de
Guadalupe, Zapopan, San Juan de los Lagos y otras
locales particularmente entrañables.
50
Se terminó de imprimir el 13 de diciembre del 2015
iii Domingo de Adviento
apertura del Año Jubilar en la Arquidiócesis de Guadalajara
en los talleres de Innovación Gráfica, de Tonalá, Jalisco