Revista Parteaguas - Gobierno de Aguascalientes

Juan Manuel Roca
Francisco Hernández
Nuno Júdice
Jehú Coronado
Ángel Hernández
La última expedición de Morelos, entre otros aportes significativos,
dilucida las razones que motivaron al Siervo de la Nación a
trasladar al Congreso Constituyente de Uruapan a Tehuacán,
a finales de septiembre de 1815; un movimiento arriesgado
que provocaría su muerte. Por otra parte, la investigación
presenta el itinerario que siguió Morelos hasta llegar
a Temalaca donde fue aprehendido, y de ahí a San
Cristóbal Ecatepec, donde fue fusilado. La reconstrucción
histórico-geográfica que Lemoine, destacado historiador
especialista en Morelos, realizó de esta ruta es realmente
meritoria, excepcional. Como se podrá constatar se
trataba de un material no sólo inédito, sino ni siquiera
listo para la imprenta. Debe reconocerse, por ello, la intensa
labor del equipo de investigación que preparó plenamente la
publicación de este libro; es una edición del Instituto Cultural de
Aguascalientes realizada en colaboración con el Diario Oficial de la
Federación y el Archivo General de la Nación.
D I R E C T O R I O
Ing. Carlos Lozano de la Torre
Gobernador Constitucional del
Estado de Aguascalientes
Lic. Dulce María Rivas Godoy
Directora General del
Instituto Cultural de Aguascalientes
REVISTA PARTEAGUAS
Dirección
Patricia Guajardo Garza
Coordinación editorial
Araceli Suárez Aroche
Diseño gráf ico
Patricia Espínola Ayala
Araceli Suárez Aroche
Corrección de estilo
Mariana Torres Ruiz
Patricia Guajardo Garza
Emmanuel Ruiz C.
Revisión de pruebas
Rocío Reyna Ortega
Captura
Gabriela Gómez Serrano
Distribución y ventas
Sonia Melgarejo
Consejo editorial
Mariana Torres Ruiz
José Luis Justes Amador
Nueva época, núm. 33
CONVIVIR EN EL SIGLO XX1
Precio $40.00
Publicación cuatrimestral del
Instituto Cultural de Aguascalientes
Dirección Editorial,
Allende 238, Centro Histórico
Aguascalientes, 20000, México
Tel. (449) 9183669 y 9158819
Impresa en México
Certif icado de Reserva Núm.
04-2009-051916365700-102
Toda correspondencia, incluyendo
colaboraciones, deberá dirigirse a
[email protected]
Parteaguas es una publicación sin f ines de lucro.
La opinión expresada en los artículos es de los
autores y no necesariamente compartida por el
Instituto Cultural de Aguascalientes.
Presentación
¿A qué llamamos familia en los albores del año 2015? Tratar
de definir con exactitud el término, o lo que se considera socialmente aceptable, es un reto complejo pero necesario para tratar de comprender la convivencia en el siglo xxi. La mayoría solemos considerarnos tradicionales y
buenos individuos por vivir bajo reglas establecidas desde hace siglos, pero
basta echar un vistazo a quienes eligen estilos de vida diferentes a los nuestros para que salgan a relucir, y cobren importancia, los tabúes, estereotipos
y prejuicios con los que hemos preconcebido las ideas del deber ser.
Como seres sociales buscamos el contacto con otros que compartan nuestras maneras de entender la realidad, y con ellos procuramos tejer relaciones
sólidas y duraderas. Por eso parecería lógico que consciente o inconscientementente nos distanciemos de personas o grupos que nos hacen cuestionarnos los más preciados principios que rigen nuestro proyecto de vida, o
de aquellos que intentan convencernos de actuar de alguna manera distinta
o, incluso, adoptar otra ideología. No nos gusta. No es sencillo abrirse a sus
puntos de vista, pues son percibidos como una amenaza a la identidad y la
estabilidad individual y colectiva.
Parteaguas dedica el Dossier de este número a algunos modelos de convivencia que, aunque no son nuevos, sí requieren una constante revisión. Es
fundamental repensar ciertos conceptos porque estamos en un momento en
el que puede darse un diálogo más abierto para proponer estilos de vida más
acordes a las necesidades de la época y que, lejos de representar nichos de
tensión, amplían y contribuyen al desarrollo del contexto social. Es así que
esta edición incluye temas como la diversidad familiar, homoparentalidad,
vida en comuna, homosexualidad, soltería y matrimonio, entre otros. El objetivo es replantearse que vivir en comunidad es una invitación a negociar límites y explorar cuánta empatía y comprensión puede haber incluso cuando
las diferencias son extremas; y para muestra, estos textos que desarrollan los
temas ya desde la academia, ya desde la experiencia personal.
La sección de arte, que ha estado presente en Parteaguas desde hace tres
años, se ha centrado en compartir el universo de los creadores, gestores,
curadores o consumidores culturales. Es una apuesta por facilitar el acercamiento y la apreciación de las manifestaciones artísticas; destacan en este
número las páginas dedicadas a revivir la entrañable charla que sobre poesía
entablaron el colombiano Juan Manuel Roca, el portugués Nuno Júdice y el
mexicano Francisco Hernández en el marco del xvi Encuentro de Poetas del
Mundo Latino, celebrado en Aguascalientes en octubre pasado.
En esta, como en cada nueva edición, Parteaguas se propone como un
espacio en el que las voces que conforman la cultura y el pensamiento contemporáneos conversan para documentar y enriquecer la historia colectiva
del día a día.
Patricia Guajardo
Índice
ARTE
Artes plásticas
8 El camino nacionalista hasta
la posmodernidad
David Ernesto Gutiérrez Gutiérrez
14 “Semblantes del siglo xx”
COLUMNAS
77 Hombres (y mujeres)
que no tuvieron monumento
José Luis Justes Amador
78 La sombra de Peter Pan
Sandra Reyes Carrillo
78 Nueve millones de días lluviosos
Cinthya García Leyva
79 ((paréntessis))
Jonatan Frías
80 pasapáginas
Agustín Delgado
Colección del Museo Aguascalientes
María Patiño Richarte
Literatura
20 Poesía, entrevista con
Francisco Hernández y Nuno Júdice
Juan Manuel Roca
Artes escénicas
28 Ahora más que nunca
Hacer la tumba, obra de Daniel Serrano
Rodolfo Guerrero
Música
32 Es más que jazz, es música
entrevista con John Medeski
Danza
36 La danza folclórica mexicana
en el ica
Alfredo Xicoténcatl García Robles
DOSSIER: CONVIVIR EN EL SIGLO XXI
43 Familias de hoy,
diversas, en proceso de adaptación
Olivia Sánchez García
46Homoparentalidades:
la familia como espacio de
reconocimiento
Karina Bárcenas Barajas
52 Casa 1100, comunidad
Juan Manuel Tejada Colón
57 No como cualquiera,
sino cualquiera
José Luis Justes Amador
60 Ni para vestir santos
Eréndida Hernández Velasco
GALERÍA
65
THEMA
91 El fin del apocalipsis
Ángel Francisco Hernández Montañez
NARRATIVA
98 El mole
Adolfo Arteaga Sánchez
99 El buzo con tos
Mauricio Salvador
POESÍA
64 i have no ambitions /
no tengo ambiciones
E.R. Kennedy
75 El poema
Daniel Medina Rosado
82 Sangre
Jehú Coronado López
ÚLTIMO TEMA
104 Sobre vecindades en
Aguascalientes
Fotografía de Gustavo Sifuentes
En portada: Maribel Portela, Capullo,
Papel, madera, mixta 70 x 30 x 30 cm, 2013
Exposición “Registro de la materia”,
Mac 8, Aguascalientes.
Maribel Portela
Cúmulo
Papel, medida variable, 2013
Exposición “Registro de la materia”
Mac 8, Aguascalientes
colaboran
en este
número
Adolfo Arteaga Sánchez Jalisco, 1957. Tiene estudios
de Agronomía por la uaa. Tiene la nivelación pedagógica en la Normal Superior de Tuxtla Gutiérrez; es licenciado
en Teatro por la Universidad de las Artes del ica. Ha sido
alumno de diversos talleres de Creación y Apreciación Literaria en el Centro de Investigación y Estudios Literarios de
Aguascalientes desde al año 2012 a la fecha. Ha obtenido en
repetidas ocasiones el primer lugar en el Concurso de cuento
y poesía que convoca el inegi, así como Mención honorífica
en el Concurso Estatal de Cuento “La capacidad de la discapacidad” en 2013.
Karina Bárcenas Barajas Querétaro, 1984. Doctora en
Ciencias Sociales por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas) Occidente.
Líneas de investigación: religión, género y sexualidad. Últimas publicaciones: Iglesias para la diversidad sexual: tácticas de inclusión y visibilización en el campo religioso en
México. Revista Cultura y Religión. Vol 8, No 1 (2014): Las
Ciencias Sociales y el estudio de la religión en México. pp.
83-108. ISSN: 0718-4727.
Jorge Camarillo Aguascalientes, 1968. Profesor de fotografía, becario del Fondo Nacional para la Cultura y las
Artes así como del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes
de Aguascalientes, se ha dedicado al uso y difusión de los
procesos fotográficos del siglo xix y xx, es organizador de la
Semana Fotográfica en Aguascalientes. Actualmente imparte clases en la Universidad de las Artes del ica.
Lucía Castañeda Garma México d.f., 1978. Estudió
Comunicación Medios Masivos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes y se formó como fotógrafa en diversas
instituciones culturales del país. Cuenta con varias exposiciones individuales y colectivas en diversos estados, entre
ellas el xxv Encuentro Nacional de Arte Joven, la xiii Bienal
de Fotografía y la ix Bienal de Monterrey femsa. Actualmente es becaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Aguascalientes.
Escritores de Nuevo León, 2012. Ganador del Premio Nacional de Poesía Sonora “Bartolomé Delgado de León”, en
2013 y del Premio Nacional de Literatura Joven Salvador
Gallardo Dávalos, otorgado al género de poesía, con el poemario titulado Sangre, en 2014. Ha publicado Apocalipsis
Juanito (Luegoluego editores) y Piedra (Ed. Atrasalante).
Agustín Delgado México d.f., 1982. Traductor y fotógrafo aficionado. Beneficiario del pecda 2014 por el proyecto de traducción Stag’s Leap de Sharon Olds. Colaborador
ocasional en HermanoCerdo Literatura y Artes Marciales.
www.casadegansos.blogspot.com.
Jonatan Frías Aguascalientes, 1980. Cursó estudios de
Filosofía. La literatura, la historia, el rock y el jazz conforman parte importante de sus hábitos. Fue conductor de radio
y ha publicado en varias revistas. También publica regularmente en www.parentessis.blogspot.com.
Cinthya García Leyva México d.f., 1985. Estudió guitarra en la Escuela Nacional de Música, y Lengua y Literaturas
Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la unam.
Ha colaborado para medios como Cultura unam, Periódico
de poesía, Frente y Afterpop.tv; en revistas como Pauta.
Cuadernos de teoría y crítica musical, y en proyectos de
distribución alternativa como Ediciones Transversales. Es
miembro fundador del Laboratorio de literaturas extendidas
y otras materialidades. Actualmente realiza una Maestría en
Literatura Comparada.
Alfredo Xicoténcatl García Robles inicia su formación artística a los diez años de edad en el taller infantil de
Danza Folclórica Mexicana de la Casa de la Cultura de San
Francisco de los Romo y más tarde en el Grupo de Danza
“Viva Aguascalientes” de la Delegación Estatal del Instituto
Mexicano del Seguro Social bajo la dirección del maestro
José Luis Sustaita. Actualmente se desempeña como profesor de Danza Folclórica en el Bachillerato de la Universidad
Autónoma de Aguascalientes y como Director del Grupo de
Danza “Escénica Aguascalientes” y es autor de los trabajos
Jehú Coronado López Monterrey, 1987. Es pasante de de investigación: Metodología para la enseñanza de la técLetras Hispánicas por la uanl. Fue becario del Centro de nica de la danza folclórica mexicana y La danza folclórica
académica en Aguascalientes.
Rodolfo Guerrero Ciudad Juárez, 1968. Actor y director
de escena. Estudió arte dramático en la University of Texas
en El Paso y en El Paso Community College; y Ciencias
de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Chihuahua. Ha sido maestro de teatro en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y ha dirigido talleres de Teatro en el
Centro de Readaptación Social de varias ciudades del norte.
Fundó y fue director artístico de los grupos independientes
para niños y jóvenes: Capirotada y La Mandrágora. Actualmente colabora en La Casa del Teatro y en el Centro Dramático de Michoacán formando parte del cuerpo de maestros
del área pedagógica.
David Ernesto Gutiérrez Gutiérrez Licenciado en
psicología por la Universidad Autónoma de Aguascalientes,
postulante al grado de maestro en arte contemporáneo por
la Universidad de las Artes, fundador del movimiento social
“mira!”, docente investigador asociado en la Universidad
Autónoma de Aguascalientes, docente de la Universidad de
las Artes, docente en la Universidad Villasunción, promotor
cultural e investigador, asesor en metodologías orientadas a
la educación artística, actualmente en la jefatura de exploración artística del Instituto Municipal Aguascalentense para
la Cultura.
Francisco Hernández Veracruz, 1946. Poeta. Ha colaborado en publicaciones como La Capital, La Palabra y el
Hombre, Revista de la Universidad de México, Latitudes,
Sitios, Revista de Bellas Artes, Poema Convidado (Brasil),
Rendija (Venezuela), El Caimán Barbudo (Cuba), Poetry No
(Estados Unidos), Sábado y Excélsior. Ha sido becario del
Fondo Nacional para la Cultura y las Artes; ingresó al Sistema de Creadores Artísticos en 1994. En 1982 obtuvo el
Premio de Poesía Aguascalientes por su libro Mar de fondo,
y en 1993 el Premio de Poesía Carlos Pellicer, para obra
publicada, por Habla Scardanelli.
Ángel Francisco Hernández Montañez Aguascalientes, 1957. F ilósofo por la unam. Ha sido docente en diversas instituciones educativas y autor de varios ensayos
publicados en revistas como Espacios, Isonomía, Crisol y
Vertiente. Actualmente coordina la Red Estatal de Bibliotecas Públicas en el ica.
Eréndida Hernández Velasco Aguascalientes, 1982.
Licenciada en Psicología. Su área de especialización es la
psicoterapia de premisas. Artículos sobre diversas ramas han
aparecido en revistas de salud y periódicos locales. Actualmente, se desempeñada como docente y terapeuta.
Nuno Júdice El Algarbe, Portugal, 1949. Escritor y diplomático. Estudió Filología Románica en la Universidad
Clásica de Lisboa y el doctorado en Literaturas Románicas
Comparadas en la Universidad Nova de Lisboa, donde es
catedrático. De 1997 a 2004 fue agregado cultural de Portugal en París y director del Instituto Camões en dicha ciudad.
Poeta, narrador, traductor y crítico literario, su obra poética,
que cuenta al día de hoy con más de treinta títulos fue reunida en Obra poética (1972-1985) (1991) y Poesía reunida.
1997-2000 (2001), y ha sido traducida a varios idiomas.
José Luis Justes Amador España, 1969. Licenciado
en Filología Inglesa por la Universidad de Zaragoza con un
posgrado en Poesía Inglesa Contemporánea por la Universidad de Cambridge. Ganador en dos ocasiones del Premio
Nacional de Literatura Joven “Salvador Gallardo Dávalos”.
Ha pertenecido a los consejos de redacción de Talleres, Tierra Baldía y HermanoCerdo.
E. R. Kennedy Estados Unidos, 1989. Ha publicado hikikomori (en colaboración con Tao Lin) que tiene una traducción al español en la argentina Triana Editorial y Sometimes
my heart pushes my ribs (Muu Muu House). Nacido Ellen
Kennedy.
Daniel Medina Rosado Alumno del específico de Literatura del Centro de Educación Artística “Ermilo Abreu Gómez” con sede en Mérida. Ganador del iv Premio Nacional
de Poesía Joven Jorge Lara y del Concurso de Cuento Breve
y Poesía 100 Años de Letras Mexicanas inba-Cedart, ambos
en 2014.
María Patiño Richarte Maestra en Ciencias de la Educación, Diplomada en Museología, Licenciada en Educación Primaria con especialidad en Necesidades Educativas
Especiales. Profesionalmente ha trabajado en la docencia, el
desarrollo de exposiciones y la gestión de centros culturales.
Actualmente Directora del Museo de Aguascalientes ica y
Coordinadora de Servicios Educativos de Museos y Galerías
ica.
farmacia del ángel (1995). Su obra en prosa se reunió en 1994
bajo el título Prosa reunida.
Sandra Reyes Carrillo Aguascalientes, 1987. Es licenciada en Letras Hispánicas con mención honorífica por la
Universidad Autónoma de Aguascalientes (uaa, 2005-2009).
En el año 2010 comenzó a trabajar como correctora de textos para diversas instituciones, oficio que no ha dejado de
ejercer. Desde el año 2013 estudia en el Centro de Estudios
Psicoanalíticos Mexicano (cepsimac), donde actualmente
cursa los seminarios “Formaciones del inconsciente (interpretación de los sueños)” y “Lacan: el personaje y su obra”.
Sus principales intereses son la literatura y el psicoanálisis.
Olivia Sánchez García Aguascalientes, 1958. Maestría en
Sociología de la Cultura. Profesora-Investigadora del departamento de Sociología y Antropología en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Actualmente pertenece al Cuerpo
Académico Estudios de la Cultura Contemporánea, con las
líneas de investigación: Cultura Religiosa y Estudios Socioculturales. Cuenta con algunas publicaciones como: “La corrupción se interioriza en la familia”, (Revista Estudio, Centro
de estudios Sobre la Juventud, La Habana, 2014)
Correo electrónico: [email protected]
Jesús Reyna Aguascalientes, 1964. Arquitecto por la Universidad de Aguascalientes. Formó parte de los talleres del
Centro de Artes Visuales y de la Escuela Nacional de Pintura
y Escultura “La Esmeralda”. Cuenta con cuatro exposiciones individuales: “Amplio trazo del instante” en el Centro
de Artes Visuales, “Dibujos” en la Galería Francisco Díaz de
León de Casa Terán, “Erotismos” en el Exconvento Jesuita
de Pátzcuaro, Michoacán y “Espíritu sanguínea del erotismo” en la Galería de la Ciudad. También ha participado en
más de veinte exposiciones colectivas en México y en el extranjero.
Juan Manuel Tejada Colón Arquitecto por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2005, y candidato a doctor en Teoría e Historia de la Arquitectura por la Universidad
Politécnica de Cataluña, 2009. Es profesor e investigador en
la Facultad del Hábitat de la uaslp desde 2009. Es fundador
y director de la revista Cutter, un espacio para la reflexión
y creación del espacio humano. Obtuvo el Premio Edmundo
Valadés a Revistas Independientes del Fondo Nacional para la
Cultura y las Artes 2013-2014.
Juan Manuel Roca Medellín, Colombia, 1946. Poeta,
crítico de arte y periodista que ha desarrollado múltiples
actividades culturales. Algunas de sus obras son Memoria
del agua (1973), Luna de ciegos (Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 1976), Los ladrones nocturnos (1977), Cartas desde el sueño (1978), Fabulario real
(1980), Ciudadanos de la noche (1989), Pavana con el diablo (1990), Monólogos (1994), Memoria de encuentros y La
Mauricio Salvador México d.f., 1979. Es director de la
revista digital HermanoCerdo y editor fundador de la editorial
La Dulce Ciencia, especializada en boxeo. Es autor de Rodolfo Casanova y la Temporada de Oro del boxeo mexicano
(2014) y El hombre elástico (sur plus, 2015).
colaboran
en este
número
Maribel Portela
Hilito de sangre
Papel mixta, 23 x 83 x 7 cm, 2013
Exposición “Registro de la materia”
Mac 8, Aguascalientes
El camino
nacionalista
hasta la
posmodernidad
DAVID ERNESTO GUTIÉRREZ GUTIÉRREZ
Las expresiones artísticas del nacionalismo se han
ido modificando, entre otras cosas, conforme a los
nuevos estilos de vida, las influencias de un mundo
globalizado, los diversos discursos y posturas que
surgen en las redes sociales. Este artículo explora
la transformación de nuestra manera de concebir a la
nación y las múltiples formas en que estas ideas se
expresan a través del arte, en especial en el contexto
de la posmodernidad.
Fotografía: José Clemente Orozco, 1883-1949
A RT E S P L Á ST I C A S
¿Qué hace de México un país privilegiado por el misterio,
por la leyenda, un lugar donde el momento mismo de la
creación parece todavía próximo, mientras que al mismo
tiempo se anuncia, inexplicablemente, el otro momento
supremo, el de la destrucción del mundo?1
E
n la actualidad, el concepto de nacionalismo posrevolucionario vinculado a lo político resulta ser menos trascendente en
cualquier campo ajeno al de la demagogia de lo que resulta para
el artista o el arte derivado de la revolución; la carga histórica
descansa en el discurso Revolucionario nacionalista que, pretextando la cultura y el arte como formas unificadoras, diluye el
metadiscurso político en la fuerza pictórica, particularmente en
los nombres y autoría de los muralistas y grabadores de la época.
No es de extrañarse que los análisis de obra de dicho periodo
sean exhaustivos y diseccionen los elementos de composición
para resignificar los valores e ideales del misticismo asociado a
la nación, a la unidad de lo que irónicamente resultaba seccionado, clasificado y discriminado por el otro discurso, por el otro
político, el otro progreso (entendido desde el Estado). La legitimación del discurso de Estado ha sido recurrente en diversos
medios a partir de la mitificación de los personajes y elementos
entendidos como populares y mexicanos: la moneda circulante, el libro de texto en la educación básica, la urbanización de
ciudades veneradoras de personajes poco cercanos, ya sea por
temporalidad histórica o condición geográfica, y un gran etcétera. De entre ellos aparecen, en la cúspide funcional, el arte, el
artista, y una concepción de cultura que implica definir, asimilar
y predicar lo denominado nacional, lo netamente mexicano.
Nombres ampliamente conocidos y utilizados como articuladores de una ideología clara como José Guadalupe Posada, José
Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera –cada
uno desde su propia postura política– han llenado los anaqueles
de académicos y estudiantes del rubro, tocantes todos a la Revolución, a la homegeneización de un país, al rescate del valor nacionalista (mediante la propaganda informal en muchos casos).
Mientras tanto, la alfarería y la cerámica, por ejemplo, se reducían a manifestaciones populares, folklóricas; la danza, por su
lado, se integraba a lo popular, ataviando los trajes de elementos
coloridos y asociados a la figura de lo regional; los vitrales reflejaban la diversidad de actividades económicas propias de las
clases populares, de la abigarrada y ruidosa condición del mercado. Los temas rurales y las consideradas artesanías constituían
la estética humanizante que sustituía las reflexiones centradas
en el metadiscurso político por el embelesamiento de aquello
que resultaba común o, en el peor de los casos, extravagante
en términos antropológicos, dada su extraña reiteración como
elementos en un país tendiente al progreso.
1
Le Clézio, Jean Marie Gustave. Le rêve mexicain, Gallimard, París,
1988, p. 274.
PARTEAGUAS
9
A RT E S P L Á ST I C A S
Mediante la inmortalización del “pueblo” mexicano –trabajador, artesano, indígena, colorido, persistente y armado– en los muros de sindicatos, bachilleratos y edificios del Estado se plantea, además, el
combate de la tradición indígena, espiritual y sana,
contra la aristocracia, lo no popular. Irónicamente es
en esta intención donde se establece la sectorización
de lo popular e indígena como valores de lo nacional,
base de posteriores conflictos que incluso pueden
ser rastreados hasta el marco contemporáneo. Posteriormente elementos como la Virgen de Guadalupe y
personajes prehispánicos se integraron como representaciones de lo ritual y lo místico en el contexto
del discurso identitario nacional. Pasado, presente y
un futuro aún incierto pero prometedor, a partir de la
industrialización, confluyeron en los temas tocados
por los artistas de gran formato, pintores de caballete
y grabadores.
Roger Bartra ironiza esta condición en La jaula
de la melancolía: la contradicción instaurada en un
presente con intenciones de modernidad que promueve la unión y adoctrina políticamente a partir de lo
antimoderno. El establecimiento de estereotipos del
mexicano a partir de los intelectuales de la época se
traduce en una mitología sobre el mexicano, como
generalidad, y no en el mexicano, en singular, que
resulta anulado, el mexicano que se dirime entre la
imagen de la virgen morena, protectora, indigenizada y virtuosa, contraria a la Malinche, que denota la
fertilidad, la indígena natural y la violación. “Así, los
mexicanos que han resultado de la inmensa tragedia
son habitantes imaginarios y míticos de un limbo violentado”.2
Las concepciones de ambos personajes, imaginarias, reafirman el mito y la religión, el complejo edípico del México que se construye en la ideología de
nación y que refleja de nuevo la asimilación de lo
popular en la adoctrinación. En el marco contemporáneo de lo artístico y de la cultura en general, estos
valores suelen ser rescatados con similar vehemencia. En la publicidad, por ejemplo, no identificamos
a la nación en los jóvenes que utilizan telefonía de
media o alta gama, en los viajes al centro comercial,
en las salas de cine o en los espectaculares para servicios médicos; sin embargo, sí podemos ver a la
nación reflejada en la imagen de una niña indígena
promoviendo algún programa federal o una campaña
de colecta y soporte económico para la educación.
2
Bartra, Roger. La jaula de la melancolía, Grijalbo,
México, 1987, p. 16.
10
PARTEAGUAS
Fragmento de lo murales de Diego Rivera en las Secretaría de
Educación Pública, 1929. Ciudad de México.
Dice Bartra que nos resistimos a asumir nuestra
condición de occidentales y, a partir de ello, encontramos embelesamiento en la idea de sembrar, mediante el mismo tono nacionalista, la idea de otredad:
otro del que no sé nada, con el que no me puedo comunicar, alimentando así el estereotipo del indígena
afligido, esa melancolía que “nos ahorra el esfuerzo de aprender una lengua diferente y nos pone en
comunicación directa –por la vía del dolor– con el
mundo de los indios”.3 Este recurso no ha sido agotado, tristemente, en el discurso reinante en torno a la
cultura contemporánea, mismo que permea evidentemente el campo del arte, aunque cabe resaltar que
esta condición no es generalizada como sucedió en la
época revolucionaria y posrevolucionaria.
3
Bartra, Roger. “Crisis cultural e identidad en la condición posmexicana”, en Imaginarios de Nación, Pensar en
medio de la tormenta, Ministerio de Cultura, Colombia,
2001, p. 102.
Los valores de lo popular y de lo indígena, como
referentes de unidad y de nación, los encontramos
en diversas obras. La iconicidad de la muerte, de la
Virgen María, del campesino, del personaje histórico, del narcotráfico, del comunismo, de la lucha libre
(El Santo), y otras tantas imágenes vinculadas a las
actividades cotidianas, es asimilada por la iniciativa
privada, por la globalización, a partir del establecimiento del tlc (Tratado de Libre Comercio) y el mexplotation.4 El cargador del mercado que se levanta
a las cuatro de la mañana para vaciar un camión y
permitir que durante las horas siguientes podamos
–quienes consumimos en mercados– obtener el producto, o el trabajador de la construcción que aparece
sonriente en diversos anuncios de “obra pública”, no
corresponden a distintas realidades; sin embargo, nos
resulta más cómodo ignorar su existencia.
Este fenómeno se extiende al ámbito televisivo,
particularmente a los contenidos de Televisa, que enfatizan las condiciones de lo popular, de la pobreza,
del sufrimiento y el dolor, convirtiéndolos en productos de consumo. Lo anterior, igualmente, se expande
a las redes sociales; dada su naturaleza permeable,
encontramos en ellas diversas formas de desensibilización y extrañeza ante el otro, un reflejo de la
no superación del mito en expresiones como: “Tú no
bailas porque eres tan indio que seguro llueve”; la separación y violentación de aquello que sigue siendo
desconocido, arcaico, antiguo y (quién sabe si todavía) místico.
La hibridación cultural, propuesta por Néstor
García Canclini, explica la globalidad de este fenómeno donde el arte y la cultura resisten ante la economía dominante, pero hasta un punto donde les es
posible incluirla y beneficiarse de ella, generándose
de este modo una relación arte-mercancía que, si bien
detona la expresión y diversidad en el campo del arte,
también se deja seducir por los discursos del Estado o
de la iniciativa privada, creando rutas entre el punto
A (arte) y el punto B (mercancía) mediante las cuales
circulan tanto la obra como el artista.
En el arte mexicano de los años ochenta y noventa, por ejemplo, es evidente la imposibilidad del
Estado para mantener una imagen de nación o identidad nacional, misma que se resolvió bajo el gobierno
del pri haciendo obras con objetos o elementos extraídos de lo cotidiano. Claramente el caso de Arnold
4
Es el caso de Robert Rodríguez, quien se vale de la iconicidad de la vida cultural cotidiana del mexicano para
mostrar un mundo alterno, en el cine de bajo presupuesto.
PARTEAGUAS
11
A RT E S P L Á ST I C A S
Los hermanos Serdán. La lucha continúa, de Arnold Belkin, 1977, Museo de la Revolución “Casa de los Hermanos Serdán. Puebla. ©Luisalvaz
Belkin, quien revive el muralismo de contenido político problematizando la vigencia de los temas y luchas de la Revolución (a nivel global) en su tiempo,
es un referente de ello. De la misma manera, aunque
una década después, el Obelisco roto portátil para
mercados ambulantes (1991-1993)5 de Eduardo Abaroa, es una muestra que, en tanto remake, cuestiona
el uso del espacio público, rescatando el discurso
nacional a partir de lo popular y haciendo referencia, en una época global, al Obelisco roto de Barnett
Newman.
Esta función utilitaria del arte, a partir de las instituciones y sus ejercicios de legitimación, no parece haber sido superada. Lo anterior se evidencia en
las redes sociales como espacio de intervención de
obras artísticas. Como ejemplo tenemos la instalación Tweet Balas6 (2012) que, auspiciada por el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, el
Consejo Nacional para la Prevención de la Discrimi5
6
Metal y lona plástica, 600 x 200 x 200 cm.
http://www.tweetbalas.com
12
PARTEAGUAS
nación (conapred) y la agencia Ogilvy México, presenta un sistema basado en hardware libre (Arduino)7
capaz de sensar la actividad en Twitter, activando
un mecanismo en un rifle de gotcha que dispara una
bola de pintura roja sobre la palabra “México” por
cada veinte comentarios discriminatorios u ofensivos
en la red social. Se registraron un total de tres mil
dos disparos originados por los sesenta mil cincuenta
y siete comentarios que, desde abril hasta junio de
2012, fueron enviados. El sistema además permite,
mediante una página web, ubicar el cursor del equipo
de cómputo sobre cada mancha de pintura revelando mediante este mecanismo el nombre de usuario e
imagen de perfil del emisor del mensaje detonador.
Cabe reflexionar sobre dos variables en torno
a esta obra; la primera, la posibilidad de exhibir al
emisor de uno de los veinte comentarios discriminatorios, generando en la misma línea discriminación hacia esa persona; la segunda, una referencia al
imaginario social tocante al narcotráfico, colocando
7
http://www.arduino.cc
tural: la muerte del nacionalismo, en una red social
en la que conviven variados intereses y expresiones,
donde no cabe la domesticación del mexicano y que
sin embargo resulta ser fiel reflejo de la cultura mexicana, con toda su diversidad, donde no parece haber
cabida ya para el misterio.
Obelisco roto para mercados ambulantes, 1991-1993. Metal y lona plástica,
Col. Gilberto Charpenel.
en un mismo nivel hermenéutico la imagen de un
rifle que hace sangrar al país, trabajo evidentemente derivado de la participación de una empresa publicitaria ampliamente reconocida en colaboración
con conapred. Hibridación cultural, en términos
de Canclini, que utiliza al arte como mercancía en
beneficio ya no sólo del Estado sino también de la
iniciativa privada, un discurso unificador a partir de
la violencia derivada de un sexenio marcado por el
narcotráfico y la asociación de estas variables con el
concepto de tolerancia, intento de normalizar una de
las manifestaciones más claras de hibridación cul-
Obelisco roto de Barnett Newman.
Capilla Rothko en Houston, Texas. © Ed Uthman.
PARTEAGUAS
13
“Semblantes
del siglo xx”
Colección del
Museo de
Aguascalientes
MARÍA PATIÑO RICHARTE
María Patiño, directora del Museo de
Aguascalientes, hace un breve recorrido por la
historia del recinto y nos habla de su acervo
“Arte Moderno Mexicano”, del cual se desprende
“Semblantes del siglo xx”, exposición vigente
hasta junio de 2015. En su texto, pasa revista a las
diversas generaciones de artistas que componen
la muestra y comparte con los lectores algunas de
las características estéticas y generacionales que
los distinguen.
A RT E S P L Á ST I C A S
L
os principios esenciales que dan su razón de ser a la institución “museo” son: conservación, catalogación, investigación,
educación y difusión del patrimonio cultural, ya sea histórico,
antropológico, artístico o científico. Estos principios justifican el
quehacer cotidiano y son prioritarios para poder vivir la vocación
propia del museo. Desde esta perspectiva, uno de los retos al que
diariamente se enfrenta la comunidad museística es mantener y
fomentar la generación de conocimiento que permita al público
abrir nuevos campos de análisis e interpretación en torno al patrimonio. James Oles, escribe al respecto unas líneas que resultan
pertinentes: “Una colección no sólo es un conjunto de objetos
específicos, sino también un terreno cambiante de ideas, sujeto a
una reinterpretación constante”.1
El Estado de Aguascalientes conmemoró la fundación de su
tercer museo hacia 1975; se le denomina desde entonces Museo
de Aguascalientes, con toda la carga histórica que esto representa. Durante los primeros años su principal misión fue dar vida
a la historia local a través de objetos y piezas históricas. En los
años ochenta, tras un acuerdo de colaboración con el Instituto
Nacional de Bellas Artes (inba), la vocación del museo se reorientó para convertirse en un espacio destinado a las artes plásticas. La llegada de la colección de Saturnino Herrán al Museo
de Aguascalientes fue sin duda un acontecimiento crucial; desde
ese momento el museo se convirtió en la casa del artista cuya
obra fue denominada Patrimonio Nacional. La presencia de Herrán permitió acotar una vez más la orientación del museo, que
reservó su espacio a la exposición de artistas consagrados. Años
más tarde, el museo añadió a sus salas diversas obras artísticas,
principalmente de pintores y escultores representativos del arte
nacional en el siglo xx; estos dos fondos, tanto el de Herrán como
la colección Arte Moderno Mexicano, sirvieron de escenario para
legitimar formalmente el acervo como colección museística.
Para los años sesenta, el inba asume una política cultural descentralizada, circunstancia que hizo prosperar proyectos culturales en muchos estados del país a través de apoyos otorgados
para la creación y fortalecimiento de las casas de cultura, museos,
galerías, centros de enseñanza de las artes, entre otros. Estos espacios se proyectaron como elementos de ideología nacionalista,
entendidos como guardianes de los valores artísticos y espirituales con el deber de perpetuarse en la sociedad. En este contexto
se constituye el Museo de Aguascalientes como parte de un imaginario social donde se congregaran artistas plásticos oriundos de
la ciudad, a la manera de los grandes museos nacionales.
Actualmente, el equipo del Museo de Aguascalientes se replantea el discurso museológico, pretendiendo romper con la
1
Oles, James. “El coleccionista reescribe la historia: una aproximación a
la Colección Blaisten”, en Arte moderno de México. Colección Andrés
Blaisten, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2005,
p. 30.
PARTEAGUAS
15
A RT E S P L Á ST I C A S
Fotografías de Ricardo Vega
Muchachas de perfil, de Manuel Rodríguez Lozano,
óleo sobre tela, 89 x 53 cm, 1929.
Colección Museo de Aguascalientes / ica - inba.
visión lineal y hegemónica que había predominado. Las acciones se encaminan hacia un museo hecho para la contemporaneidad, en la búsqueda de
un equilibrio entre las expectativas públicas, la lógica del mercado y el deber ser del museo, lo que
representa un gran reto. Un museo donde el principal
patrocinador y promotor sean la comunidad, los vecinos, amigos y visitantes.
En la exposición “Semblantes del siglo xx”
–noviembre 2014 a junio 2015– se ha retomado una
buena parte de la pintura que conforma el fondo
“Arte Moderno Mexicano”. Después de estudiar el
acervo, su documentación y la situación contextual
en que se desarrolló la plástica del siglo xx, se hizo
evidente tanto el valor individual de las piezas con
las que se cuenta como el de la obra en su conjunto.
México tuvo un periodo artístico notable y prolífico durante la pasada centuria. La mayor parte de los
autores que se presentan en esta muestra han inscrito
sus nombres en la historia del arte mexicano: Ma-
16
PARTEAGUAS
nuel Rodríguez Lozano, Xavier Guerrero, Leopoldo
Méndez, Gilberto Aceves Navarro, Gabriel Fernández Ledesma y Francisco Díaz de León, por nombrar
algunos.2 La vida y el legado de estos artistas fue un
cruce de destinos, escuelas y tendencias artísticas,
infortunios y transgresiones. Mujeres y hombres cuyos nombres son suficientes para definir una época,
representantes del espíritu inquieto de experimentación, estos artistas encabezaron la afiliación a la ruta
de los grandes movimientos vanguardistas europeos
y, sin duda, emprendieron la búsqueda de una modernidad que incluyera de manera armónica las expresiones nacionales. Se distinguieron por haber elegido
las artes, desde intervención e incursiones literarias,
así como cine y teatro, incluso la crítica y la enseñanza, como su vehículo primordial de expresión. Las
escuelas de dibujo y pintura o las escuelas de grabado
al aire libre que algunos de estos artistas erigieron
fueron consideradas como propuestas de innovación.
En esta exposición la mayor parte de las obras nos
han revelado un camino apartado de las convenciones formales y las fórmulas antes conocidas.
En 1920 el reconocido y respetado intelectual
José Vasconcelos fungía como director de la Secretaría de Educación; el objetivo primordial de su plan
era elevar los niveles educativos de un pueblo mayoritariamente analfabeto. Para ello creó las llamadas
misiones culturales y se valió de la creación artística
como una vía para reafirmar la identidad mexicana
de la posrevolución, con una libertad creativa exógena de las ordenanzas de la academia.
En ese mismo ímpetu artístico que permeó esta
época se concibe la denominada “Escuela Mexicana
de Pintura y Escultura”, conformada por los artistas
mexicanos y extranjeros residentes en México que
trabajaron desde 1920 hasta la primera mitad del siglo xx. Si bien no hablamos de una escuela en sentido
estricto, el término “Escuela Mexicana de Pintura y
Escultura” sí refiere a una corriente de arraigo en el
modo de enseñanza del dibujo y técnicas tradicionales como la del caballete. Hasta la fecha se mantiene el debate sobre si el muralismo y las esculturas
urbanas pueden incluirse dentro de dicha escuela,
puesto que los miembros más subversivos resaltaban
más disidencias que coincidencias con la corriente
2
Los artistas que se mencionan en el texto forman parte
de la Colección del Museo de Aguascalientes, Instituto
Cultural de Aguascalientes-Instituto Nacional de Bellas
Artes, y al menos una de sus obras participa en la exposición “Semblantes del siglo xx”.
Casas de Yucatán, de Xavier Guerrero,
acuarela sobre celotex, 21 x 51 cm, sin fecha.
Colección Museo de Aguascalientes / ica - inba.
en cuanto a la orientación, función y producción artística que se fomentaba, además de las diferencias
generacionales que había entre ellos y las discrepancias en su formación. La mayoría de los miembros
de este grupo participaron en acciones artísticas con
tintes políticos, pues buscaban representar ese nuevo
mexicano que vislumbraban; el hombre renovado y
transformado tras la Revolución; así pues, la “Escuela Mexicana de Pintura y Escultura” se colmó de un
evidente tono nacionalista que se volvió un rasgo distintivo de la historia del arte mexicano.
No todos los artistas se integraron a la “Escuela Mexicana de Pintura y Escultura”, algunos, por
el contrario, se mantuvieron al margen del espíritu
nacionalista. Ya para los años treinta, el grupo refractario logró conformar un no-grupo, que el historiador
y crítico de arte Jorge Alberto Manrique define como
contracorriente. Ellos manifestaban abiertamente su
no adhesión, por lo que no había aproximaciones estilísticas a la tradición académica ni similitudes de
prácticas entre ellos mismos que pudieran definir
una pertenencia clara. Cada uno mantenía pues su
producción distintiva, sin la etiqueta de uno u otro
movimiento. Tal ambigüedad ha representado un
problema para los estudiosos de la historia del arte
debido a que estos artistas fluctuaban entre una y otra
corriente, dificultándose así la definición de los límites tanto para el estudio como para el análisis visual
de su producción.
Retrato de Manuel Rodríguez Lozano, de Abraham Ángel,
temple barnizado sobre cartón, 59 x 44 cm, sin fecha.
Colección Museo de Aguascalientes / ica - inba.
En un intento de aproximación a las características de este periodo diríamos que la pintura suele ser
intimista, con abundante uso de símbolos, como la
obra de Gabriel Fernández Ledesma; mientras que,
por otro lado, hay quienes conservaron la tradición
de la pintura costumbrista y de paisaje, exaltando lo
popular y el contenido social como lo representa la
pintura de Francisco Díaz de León, Roberto Montenegro y Xavier Guerrero. Algunos artistas de esta
generación también apuntaron hacia el Cubismo
sintético, otros más buscaron el Expresionismo, corriente ligada en México a los muralistas como David Alfaro Siqueiros. También se exploró el Simbolismo, reducto romántico de la tradición barroca
mexicana, como es el caso de algunas pinturas de
Manuel Rodríguez Lozano y su discípulo Abraham
Ángel; algunos más tendieron al Estridentismo influidos por la corriente del futurismo italiano, como
PARTEAGUAS
17
L I T E R AT U R A
Niña herida, de Xavier Guerrero,
acuarela sobre celotex, 65 x 51 cm, sin fecha.
Colección Museo de Aguascalientes / ica - inba.
Eterna lucha, de Gabriel Fernández Ledesma,
piroxilina sobre masonite, 123 x 94 cm.
Colección Museo de Aguascalientes / ica - inba.
es el caso de Leopoldo Méndez y Jean Charlot. Otra
corriente que permeó en años posteriores fue el Surrealismo, representado mayoritariamente por pintoras.
Los años cuarenta y cincuenta estuvieron marcados por el llamado milagro económico mexicano; el
crecimiento sostenido dio pie a la formación de una
nación moderna e industrializada. Por fin México
veía la cumbre aspirada desde la revolución de 1910.
Este contexto contribuyó a que el arte moderno mexicano encontrara movimiento a través de las galerías
y sitio en colecciones privadas, como fue el caso de
la Galería de Arte Mexicano, cuyos representantes
establecieron contacto con museos, instituciones y
coleccionistas extranjeros, comercializando el arte
nacional de una manera formal.
La generación artística correspondiente se mantuvo al margen del programa político de la institucio-
18
PARTEAGUAS
nalización cultural y aprovechó la apertura comercial
que la llevó a la internacionalización; algunos artistas
de esta generación fueron, incluso, reconocidos en el
exterior antes que en el propio país, como es el caso
de Francisco Toledo y Manuel Felguérez. El medio
cultural de estos años oscilaba entre la vanguardia
que ocurría en el resto del mundo y los remanentes
de los ideales revolucionarios nacionalistas. En este
vaivén los artistas buscaban escindirse de los valores
predominantes en la “Escuela Mexicana de Pintura
y Escultura”. Esta nueva generación conocida como
“la ruptura” promovía un arte apolítico, cambiante en
lo formal, de expresión individualista, mediante la
negativa de pertenecer a grupo alguno en la búsqueda
de “lo mundial”.
En la exposición: “Semblantes del siglo xx” el
visitante encontrará diferentes lecturas; predominan
la cercanía con lo cotidiano y la intención de identificarse con la obra desde lo humano, partiendo de
la idea de la riqueza histórica para comparar las semejanzas entre la vida reflejada y la vida propia. Así
pues, al llegar a “La casa redonda” de Gabriel Fernández Ledesma se podrá rememorar el momento en
que el ferrocarril se vuelve el recuerdo del pasado,
o bien, se tendrá la posibilidad de entablar un diálogo con la obra “Figuras carnavalescas” de Francisco
Corzas. Es decir, cada una de las piezas que cuelga
en los muros de la sala de exposición se ofrece como
un espacio libre a la experiencia, la interpretación, la
reflexión y el goce de cualquier espectador.
Después de la parranda, de Francisco Dosamantes,
óleo sobre tela, 83 x 243 cm, sin fecha.
Colección Museo de Aguascalientes / ica - inba.
PARTEAGUAS
19
Poesía
entrevista con
Francisco
Hernández y
Nuno Júdice
JUAN MANUEL ROCA
En octubre pasado el Seminario de Cultura
Mexicana y el Instituto Cultural de Aguascalientes
entregaron el Premio “Víctor Sandoval” del
Encuentro de Poetas del Mundo Latino al poeta
portugués Nuno Júdice y al mexicano Francisco
Hernández. En una entrañable charla con el
colombiano Juan Manuel Roca, los escritores
comparten con Parteaguas sus opiniones sobre
la importancia de la poesía en nuestro tiempo, su
relación con la pintura o la música y otros temas.
Cartel del xvi Encuentro de Poetas del Mundo Latino
L I T E R AT U R A
J
uan Manuel Roca Buenas tardes. Es muy grato para mí hacer la
presentación de esta conversación con dos notables poetas, Nuno
Júdice que viene de Portugal y Francisco Hernández, poeta mexicano. A ellos los concita este décimo sexto Encuentro de Poetas
del Mundo Latino, acá en la ciudad de Aguascalientes.
Quisiera empezar preguntándole a Nuno Júdice a propósito de
la poesía portuguesa; en una tradición tan amplia, tan rica, que no
es una coral cantando la misma tonada y donde hay tantos registros y matices, ¿cómo se ubicaría dentro de esa tradición o en qué
lugar se siente más cómodo dentro de las vertientes de la poesía
moderna contemporánea de Portugal?
Nuno Júdice Cuando empecé a publicar en libro mis poemas,
en el 72, mi poesía no estaba dentro de lo que era habitual en la
poesía portuguesa porque trataba de temas metapoéticos, una reflexión sobre la poesía que integraba en mis poemas; también había poemas a partir de cuadros, como se encuentran en Francisco
Hernández; también por el lado de la literatura había autores que
no eran militantes, como Emily Brontë, los románticos alemanes,
y eso salía fuera de lo que se hacía en ese momento de dictadura,
una poesía comprometida, de combate. Mi primer libro salió en
una colección de bolsillo donde habían aparecido Neruda, Yevtushenko, Borges, todos los grandes poetas. Por un lado fue un
poco escandaloso, pero por otro lado mucha gente muchos años
más tarde me viene a decir de la importancia que ese libro tuvo
para ellos porque abría caminos nuevos y era además una afirmación estética que de cierta manera recuperaba las enseñanzas
de Pessoa, porque algo que me interesó de la obra de Fernando
Pessoa en ese momento es que había una reflexión teórica muy
importante y otra crítica, sobre lo que hacía. Había también un
lenguaje que al mismo tiempo era muy próximo a lo que la gente
hablaba, usando expresiones coloquiales y todo eso, pero por otro
lado con gran refinamiento formal. Claro que después la evolución de mi poesía fue en otros sentidos, pero siempre conservando esa poética inicial.
JMR Quisiera formularle a Francisco la misma pregunta, ¿en qué
lugar te sientes más cómodo, si es que te ubicas en una tradición
de la poesía mexicana, o no?
Francisco Hernández Pues yo siempre me he sentido incómodo
en la poesía mexicana porque como que no embono, no me acomodo en ningún lado. Estaba pensando, ahora que hablaba Nuno,
en los inicios de mi escritura, por ejemplo, los primeros cinco libros que hice me los pagué yo; no tenía a quién acudir y el primero llevaba un título rebuscado, con ganas de llamar la atención:
Gritar es cosa de mudos. Desde ahí alguien me dijo, ¿tú crees
que eso es poesía?, ¿tú crees que eso es un título para un libro?,
¿para un primer libro de poemas? Pues yo creo que sí, yo se lo
puse y como yo me pagué el libro, nadie podía reclamar. El azar,
que suele ser generoso, hace que aquí, en este festival, esté Sergio
PARTEAGUAS
21
L I T E R AT U R A
Inauguración del xvi Encuentro de Poetas del Mundo en la Universidad de las Artes, Aguascalientes. De izquierda a derecha: Eudoro
Fonseca, Lasse Söderberg, Ida Vitale, Anthony Phelps, Juan Manuel Roca y Sergio Mondragón.
Mondragón, que me dio clases en la Escuela Técnica
de Publicidad a donde yo fui a dar porque no servía
para estar en ningún lado; o sea yo vi un anuncio que
decía, “¿no sabe qué hacer con su imaginación?, ¡Escuela Técnica de Publicidad!”, y pues ahí me fui a
meter. Bueno, con Sergio aprendí algunas cosas de
la literatura, pero básicamente esa escuela me hizo
salir adelante con la carrera de publicista y la carrera
de publicista no está tan lejos de la poesía. Por ejemplo en México hay muchos publicistas dedicados a la
poesía, o al revés; entonces conocí a Francisco Cervantes en una agencia y él me abrió dos puertas extraordinarias, fueron Fernando Pessoa y José Lezama
Lima, esas dos puertas hubieran bastado para abrirme
dos caminos, para dos mundos extraordinarios que
me hicieron como decir o decirme ¿esto es lo que tú
querías?, ¿esto es el camino que vas a seguir?, y aquí
está quien te lo venía a decir; me hice amigo de Francisco Cervantes hasta poco antes de que él muriera,
y así fui conociendo a otros escritores que me iban
dando a conocer a otros poetas.
JMR Pero en el marco de la poesía mexicana, más
allá de tus lecturas, ¿hay poetas que sientes como de
una misma percepción estética a la que tú tienes o
22
PARTEAGUAS
sientes que eres, como también en el caso de Nuno,
una ficha difícil de encajar en el rompecabezas de la
poesía mexicana?
FH Hay una figura absolutamente ineludible que es
Octavio Paz, por donde se le vea, por cualquier lugar
donde uno quiera tocar a esas ventanas se abre una
puerta y es Octavio Paz el que está ahí; por supuesto
sus ensayos de Cuadrivio donde se ocupa de Pessoa,
pero también de López Velarde; y ahí también encontrar a alguien que quizá sólo era como una recitación
escolar, “La suave patria”, bueno eso es para decirla el 15 de septiembre desde el balcón del Palacio
Municipal y nada más y aprender a verla con otros
ojos; empezar a desmembrar aquella riqueza extraordinaria, aquel oído extraordinario. Mi padre tenía
dos poetas de cabecera, tenía muy pocos libros, pero
tenía a Salvador Díaz Mirón y a Rubén Darío. No
había poetas mexicanos en ese mueblecito con algunos libros; estaba el colombiano prohibido, el de Ibis,
¿cómo se llama?, Vargas Vila, qué curioso, había libros de Vargas Vila con llave, no me los dejaban leer,
y una frase de mi madre, yo no sé qué habré dicho,
y me dijo, “tú pareces hijo de Vargas Vila”; entonces
tú sabrás mejor que yo qué habré dicho, pero bueno,
Fotografía de Claudia Castro
Clausura del xvi Encuentro de Poetas del Mundo Latino en el Museo José Guadalupe Posada. De izquierda a derecha: Nuno Júdice, Juan
Manuel Roca y Francisco Hernández.
así fueron las cosas hasta llegar, como te decía, a Octavio Paz y conocer ya a otros poetas hasta lo actual
como Lizalde, la figura siempre entrañable de Rubén
Bonifaz Nuño, Alí Chumacero y, si no convivir con
ellos, sí con su escritura, sí con su obra.
JMR En este contexto uno pensaría en general que
la poesía universal, la poesía que se hace actualmente está muy balcanizada; veamos, tú mencionas a
Pessoa y uno pensaría que quizá sea el primer poeta
portugués que te llamo la atención y que empezaste
a conocer, yo quisiera preguntarle a Nuno, mirando
por el otro lado del catalejo, ¿tú tuviste hace poco o
hace mucho una noción de la poesía mexicana?, ¿hay
poetas mexicanos que hayas leído o empezado a leer?
NJ Sí, desde luego, Jorge Luis Barrios de mi adolescencia, sus cuentos empezaron a ser publicados en
ese tiempo y fue una revolución porque para mí el
poema debe contar algo, debe ser un pequeño cuento, no un cuento con acción, una intriga, personajes,
pero algo que pueda sugerir una historia y después
también Lezama Lima, qué coincidencia, porque era
precisamente un poeta que vivía en un país que tenía una situación un poco como en Portugal, aunque
dictaduras con destino diverso, y era un poeta que
dentro de ese espacio escribía cosas completamente
libres, revolucionarias desde el punto de vista formal, y después Octavio Paz, por la poesía, aunque la
poesía que conocí en ese periodo fue la renga, hacer
poemas colectivos y esas cosas que no me interesaron demasiado; pero lo que sí me interesó fueron sus
ensayos y sobre todo, claro, sus ensayos sobre Pessoa, que fue importantísimo porque abrió de cierto
modo el conocimiento de Pessoa fuera del espacio
portugués y brasileño y por eso le debemos mucho a
Octavio Paz. Después seguí leyendo poetas de Sudamérica y de México durante toda mi vida.
JMR Hay dos preguntas que pueden atender al espíritu de la poética de ambos; por un lado está la
cuestión de la poesía que reflexiona sobre sí misma,
y que está planteando una poética y va apareciendo
en la idea de cómo o para qué o qué es escribir un
poema, pero también encuentro, por otra parte, una
poesía argumental, que cuenta un pequeño capítulo,
una historia, sin caer en una cosa puramente narrativa. Francisco, ¿eso es algo que fuiste encontrando en
la andadura de tu escritura o una cosa que te interesó
expresar desde el inicio?
PARTEAGUAS
23
L I T E R AT U R A
Fotografía de Claudia Castro
Ceremonia de premiación del encuentro. . De izquierda a derecha: Marco Antonio Campos, Nuno Júdice, Dulce María Rivas Godoy,
Francisco Hernández y Sanda Racotta.
FH No, yo creo que me la encontré. Por ejemplo
en el caso de Schumann fue entrar a una librería
donde también vendían en aquel tiempo elepés en
Coyoacán, en la Ciudad de México, escuchar una
música extraordinariamente bella, preguntarle al
vendedor de quién era, y qué era, y me dijo que era
un cuarteto de Schumann. Le dije “me lo llevo”, y
me dice “ese no está a la venta, es mío”, entonces el
deseo de tenerlo, de comprarlo, es total..., y además
¿quién era Robert Schumann? Había oído alguna vez
el nombre y fui al diccionario enciclopédico; llegando a la casa empecé a buscarlo y empecé a informarme sobre él y claro, ahí conocí la biografía y empecé
a escribirlo, y en quince días ya estaba, cosa extraña.
También Álvaro Mutis me prestó los cuartetos, entonces oírlo y escribirlo fue un todo que me permitió
quitarle tiempo a la publicidad; porque a pesar de hacer anuncios de detergentes tenía tiempo para hacer
lo otro también, no es cierto que una cosa pueda quitarle a uno la posibilidad de lo otro; así fue lo de Shumann, y lo de Hölderlin fue parecido, quedarme solo
un primero de año en donde el único que no estaba
crudo en la ciudad seguramente era yo; estaba solo en
casa, se habían ido mi esposa y mis hijos. Dije “¿qué
hago?”; me encuentro un libro de Heidegger donde
24
PARTEAGUAS
viene un ensayo sobre Hölderlin, lo empiezo a leer
y se me viene encima otra vez la vida de Hölderlin, y
la empecé a escribir...; esa me costó más tiempo,
como un año.
JMR Y ya que mencionas a Hölderlin, hay una frase
que ha recorrido todo este siglo y que, descontextualizada, parece una cosa contra la poesía y es la
pregunta de para qué la poesía en tiempos de penurias; a mí me gustaría que tanto tú como Nuno me
hablaran un poco de cómo entienden esa expresión,
si la comparten.
NJ En un sentido creo que lo que hace permancer la
poesía es su inutilidad, el hecho de ser algo que no
tiene una utilidad práctica y es por eso que la gente la
procura, porque en un mundo como el nuestro en que
todo es útil, inmediato, todo sirve para hacer algo y
ser consumido y después se pasa a otra cosa, la poesía
permanece y es algo que se sabe que está ahí y que
siempre nos da algo importante para nosotros sin
que sea esa su función primera, porque quien escribe
un poema de amor, desesperado o no, o quien habla
de un paisaje, de algo que fue importante para él en
un día de su vida, los otros lo leen y sienten algo que
no es lo que el poeta sintió, porque la subjetividad es
Fotografía de Gustavo Sifuentes
siempre diferente de una persona a otra, pero el lector
hace suyo ese sentimiento. Una cosa muy interesante
es ver el fenómeno que son los blogs, que normalmente sirven para que el autor diga algo del día en
que escribe, y muchas veces no saben qué decir de
ese día y van a buscar un poema y lo publican, porque
el poema expresa mejor sus sentimientos de lo que
ellos podrían hacerlo y es ese lado, digamos comunitario y colectivo del sentimiento poético, lo que hace
finalmente su permanencia. Me acuerdo mucho de lo
que Jorge Semprún decía de cuando estuvo en Buchenwald, lo que hacían los prisioneros para sobrevivir en esas condiciones tan difíciles era decir poemas
que sabían, y ejercitarlos.
JMR Y a ti, Francisco, esa aseveración de Hölderlin
¿qué te suscita?
FH Bueno, primero una duda, tú dijiste “¿para qué
poesía en tiempos de penuria?” y yo lo recordé como
“¿para qué poetas en tiempos de penurias”?, entonces
no sé ahí a qué traducción le hacemos caso, porque
podría cambiar completamente el sentido.
La poesía está ahí, los poetas podremos no estar
y ahí estará la poesía, eso es verdaderamente parte
de esa inutilidad que decía Nuno; es inútil pero ahí
está, nadie la puede mover, la podemos respirar y la
podemos dejar de ver y ahí seguirá estando, nos lleva la mano para descubrirla, o la voz para nombrarla
o para decirla o para cantarla..., es algo verdaderamente muy misterioso que nos ayuda a vivir, definitivamente, incluso a los que no se dan cuenta de que
están siendo ayudados.
JMR Uno lee el título de un libro tuyo, Las gastadas palabras de siempre, y por una obvia restricción
de concepto piensa en que estás aludiendo a que hay
un lenguaje gastado que hay que reemplazarlo por
uno menos deshabitado, menos hueco, que es el de la
poesía, quizá; mi pregunta es ¿a qué aludes con ese
título, que a mí me parece muy sugestivo?
FH Pues fue como pensar “les voy a dar ahora estos
poemas, no esperen nada nuevo, están escritos con
las palabras poéticas gastadas de siempre, nada más,
con mi manera de ensamblarlas”. Eso era todo.
JMR En el caso del título de un libro tuyo, Nuno,
que acaba de ser publicado por Monte Carmelo acá
en México, La piedra del poema, ¿qué te llevó a que
el epicentro del libro fuera ese título?
Francisco Hernández
NJ Es un título que Marco Antonio Campos encontró. Pero concordé con ese título porque lo que es importante para mí en mi relación con el lenguaje, cuando escribo, siempre que leo mis poemas, es que cada
palabra sea como las piedras de una iglesia, de una
catedral; quiero decir que son fundamentales para el
equilibrio del edificio; eso podría ser una tendencia
de autores que leen poemas: hiperfavorizar determinados versos o palabras y algunas decirlas más rápido, o más bajo para que las otras puedan sobresalir;
yo creo que es una forma muy contraria al espíritu
de la poesía, porque en la poesía cada sonido, cada
palabra debe ser dicha de una forma que sea igual
en el conjunto y por eso “la piedra del poema” es la
palabra que sustenta el poema y que da ese aspecto
sólido y material al mejor poema, como cuando se
dice algo espiritual, metafísico, lírico.
JMR En el caso de la traducción a mí me parece que
hay una cosa coincidente que dicen muchos poetas,
muchos teóricos, entre ellos, por ejemplo Michaux
y Denise Levertov, que el poeta es un traductor de
sí mismo, que en la medida en que logra traducirse
a sí mismo quizá logre traducir a los demás ¿cómo
sientes, Nuno, la evolución de esas palabras que estás
PARTEAGUAS
25
L I T E R AT U R A
Fotografía de Gustavo Sifuentes
tado leyendo mucho en traducciones, ya me hacía
falta una zambullida en algo que no estuviera transportado a otra respiración, a otras pulsaciones, a otras
similitudes, y por alguna razón me distraje y terminé
leyendo a Giovanni Papini. Después me di cuenta y dije “bueno, qué pasó, si yo quería leer algo en español”, que me diera otra vez el sonido de mi lengua
para ver si me alimentaba, si me hacía escribir algo de
lo que estoy escribiendo. Puedo notar, por ejemplo,
cómo me voy quedando sin palabras, como me hace
falta enriquecer mi español después de andar metido
en tantas traducciones y estar escribiendo un libro que
se va haciendo flaco, que se va haciendo poco brillante, que es el que estoy escribiendo ahora sobre un
pintor que estuvo hace poco la exposición en México, y quede así de “ya no puedo escribir más porque
se me agotó el idioma”, entonces, por eso decía, yo
necesito leer en español.
Marco Antonio Campos, Nuno Júdice y Dulce María Rivas Godoy
hablando?; ¿te sientes bien, aunque sea una aproximación a tu traducción?
NJ Me acuerdo siempre de la primera vez que vi un
poema mío traducido al castellano en que la última
palabra era chapéu-de-chuva, que en portugués tiene
esa aliteración, pero cuando vi la traducción castellana estaba “paraguas”, y paraguas es una palabra fea
comparada con chapéu-de-chuva. Pero eso me habituó al hecho de que cada lengua tiene sus sistemas,
su ritmo, su musicalidad y que no hay que intentar
conservar el original y dar libertad al traductor para
encontrar en su lengua esas posibles formas de hacer
pasar la música y el ritmo del poema original.
JMR Y en tu caso Francisco, ¿qué piensas de la traducción, porque por ejemplo una de las cabeceras de
las que tú seguramente te has nutrido en la poesía son,
por un lado, los románticos alemanes, si hablamos de
Hölderlin, y de los expresionistas, si hablamos por
ejemplo de Trakl. ¿A ti qué es lo que más te interesa
de un poeta que admiro mucho que es Georg Trakl?
FH Es muy difícil, salvo con traductores como Marco Antonio Campos y Trakl, que se mantengan tanto
las atmósferas como la fidelidad a los significados.
Por ejemplo, para no ir más lejos, el día de ayer llegué a mí casa con ganas de leer unas buenas páginas
escritas en castellano, en español, porque había es-
26
PARTEAGUAS
JMR En el caso de ambos yo encuentro una vocación visual, plástica, por la pintura; ¿cuál de las artes
sienten ustedes más afín para nutrirse de ella?
NJ Son muy importantes la música y la pintura, o
la fotografía. Tengo muchos poemas a partir de cuadros, de piezas musicales y junto con mi memoria,
con cosas que viví y que vivo, son fuentes que utilizo como materiales para el poema. En el caso de mi
poesía lo importante es que se vea algo. Leonardo Da
Vinci decía que la pintura es una cosa mental y yo
cambio esa frase diciendo que la poesía es una cosa
visual y por eso esa relación con la pintura para mí es
muy natural; y también porque cuando tenía 16 años
mi padre me regaló un mes en Francia, un curso de
pintura en el Museo del Louvre; con esa edad, aquel
museo, claro, fue algo que nunca pude olvidar, y por
eso tengo muchos amigos pintores. Con la música
algo que me sorprende es cuando un músico viene
conmigo a decirme que compuso una pieza musical,
tanto compositores contemporáneos de música erudita como otro tipo de músicos, a partir de poemas
que cuando escribí nunca me hubiera imaginado que
serían posiblemente musicales.
JMR Y en el caso tuyo, Francisco, ¿cuál es el arte
que sientes más afín o más ligado a una poética de la
poesía, digámoslo redundantemente?
FH En mi caso definitivamente la pintura o la fotografía, porque muchas veces me basta con simplemente describir un cuadro o describir una fotografía
Nuno Júdice, Dulce María Rivas Godoy y Francisco Hernández
para encontrarme con un texto que me salva esa tarde
o esa hora o ese día. Muchas veces en los talleres de
poesía que he dado les digo, “se va a llamar ‘poetografía’ y les voy a dar todas las tardes una fotografía,
la misma a todos, y mañana me traen un texto escrito
en la forma que ustedes elijan pero sobre esta fotografía”, para ver cómo les despierta la imaginación
una imagen y así me comunico con esos muchachos
y también a mí me pasa por supuesto.
JMR Un poeta como Trakl es un pintor del habla,
porque en su escritura hay grandes cuadros; así como
hay poetas de color, como Chagall es un poeta de color, definitivamente lo que más te interesa es lo visual.
FH Sí, en Trakl casi no hay página en que no aparezca la palabra púrpura.
JMR Bueno la última pregunta que tendría que hacer
es un poquito más aterrizada en el contexto de lo que
estamos viviendo. ¿Qué significa para cada uno de
ustedes la obtención de este premio que se les otorga
aquí en Aguascalientes, este premio que lleva el nombre significativo del viejo maestro Víctor Sandoval?
FH Me trae muy buenos recuerdos de don Víctor
porque hasta 1982, como les dije, yo pagaba mis libros, pero en 1982 gané el Premio de Poesía Aguascalientes, vine a recibirlo y aquí trabajaba don Víctor.
Platiqué con él y le dije de mi admiración por su libro
Fraguas y desde entonces yo creo que mi suerte cambió, me editaron el libro que se llama Mar de fondo,
en Joaquín Mortiz, fue el que ya no pagué y a partir
de entonces todo ha ido mejorando –en ese sentido de
no pagar las ediciones–, y por otro lado también, lo
dije desde el primer momento, me siento muy halagado de compartir el premio con Nuno Júdice, poeta
a quien respeto y aunque lo he leído poco, sigo leyendo, y seguiré leyendo y admirando.
JMR ¿Y en tu caso, Nuno?
NJ De mi parte es algo un poco sorprendente porque
no me lo esperaba. Me gustó muchísimo, por un lado,
por mis relaciones con México y la poesía mexicana
y, por otro, porque es regresar a Aguascalientes, donde estuve en el año en que Lêdo Ivo, el poeta brasileño, recibió el premio. Fue alguien de quien fui amigo
y nos encontrábamos siempre que iba a Lisboa. Recibir este premio, después de Lêdo Ivo, es un honor. Y
también porque lo comparto con un poeta que tiene
un universo muy cercano al mío y son mundos que,
sin conocernos, yo creo que corresponden a una generación que es la de los años setena y ochenta, en
que muchas cosas cambiaron.
JMR Muchas gracias por esta conversación gratificante, nutricia y agradable.
PARTEAGUAS
27
Ahora más
que nunca
Hacer la tumba,
obra de Daniel
Serrano
RODOLFO GUERRERO
¿Somos capaces de olvidar a nuestros
desaparecidos? A partir de una pregunta tan
desgarradora e inquietante, Rodolfo Guerrero
reseña la obra de Daniel Serrano que explora, en el
contexto de un pequeño pueblo mexicano, algunos
de los aspectos más dolorosos de nuestra realidad
nacional. Los tentáculos del poder, los abusos, la
violencia, las habladurías, en fin, todos esas aristas
que dibujan una realidad en la que es preciso hallar
una particular forma de supervivencia tanto física
como emocional.
Hacer la Tumba de Daniel Serrano
Dirección de Rodolfo Guerrero, con alumnos de la segunda generación de la
Licenciatura en Teatro de la Universidad de las Artes.
Asistente de dirección: Juan Pablo Acevedo; producción ejecutiva: Aída
Noemí Ortiz; escenografía: Multimedia, iluminación: Wenceslao Ruiz; actores:
Roberto Martínez Belmont, Daniela Chávez Vargas, Aldo Macías Marín,
Eduardo Gómez Bañuelos; actores invitados: Heriberto Béjar, Concepción
Macías; fotografía: Carlos Guemer.
D
esde mi experiencia, el teatro ha sido un viaje que no ha
terminado su trayecto, se mantiene ahí, latente en sus ficciones y
su velocidad efímera pasa frente a nosotros centelleando desde
diferentes lados, para luego perderse entre túneles oscuros donde aparecen repentinos asomos, con nuevos vagones, con nuevas historias cada vez y sólo algunas como Hacer la tumba se
vuelven una fotografía viva que logra adentrarse en la zona más
honda de nuestro ser causando vértigo.
He participado en la creación escénica como actor y luego
como director desde hace más de treinta años, y cada vez me
sorprenden las diferentes vertientes a donde nos puede llevar
nuestro teatro cuando la obra se enfrenta a un público ávido de
resolver su estado cotidiano en algo que disuelva su tedio y entonces, al estar ahí, éste reacciona ante el objeto artístico confrontándose, conmoviéndose y juntos todos en ese momento
único, van creando situaciones que en algún momento harán que
alguien del público vea lo que en la realidad no ha podido ver y
tal vez cambie en algo su vida.
A la manera de un microcosmos, Daniel Serrano retrata el
pequeño mundo de un poblado norteño que descubre las entrañas de México. Sus tentáculos de poder, sus habladurías, abusos
y violencia, su gente inocente y voraz, su voz sencilla llena de
secretos: Ramiro, el antihéroe de la historia contada en la obra Hacer la tumba, vive en carne propia el desasosiego de la
vida al renunciar al olvido de Rosalba su mujer, la cual desapareció hace muchos años inexplicablemente y sin dejar rastro
alguno. Los habitantes del pueblo se han encargado de olvidar
la extraña desaparición de Rosalba sin hacer nada al respecto,
siendo cómplices involuntarios de la impunidad y las acciones
cometidas por las autoridades de la localidad. El pueblo insiste
en hacerle ver a Ramiro a través de historias que lo consuelen
de la incertidumbre, de inventos circunstanciales que maquillen
su desánimo por no encontrarla o fantasías creadas de boca en
boca para calmar su dolor y aliviar su honda pena contándole que la han visto, que oyeron noticias de ella o que han oído
que se encuentra en lugares recónditos sin que él pueda obtener
información fidedigna sobre el paradero. Todos los pobladores
insisten en apagarle la idea de que algún día ella va a volver
o aparecerá en la puerta de la tienda de abarrotes que puso él
mismo con la idea de esperarla, como si nada hubiese pasado.
Los candidatos a la presidencia municipal del lugar enrarecen la
atmósfera electoral con la muerte de uno de ellos para obtener
la candidatura. La esperanza de Ramiro es latente, lleva más de
diez años pensando que ella regresará, y al parecer, ella nunca
vuelve.
Es aquí donde Serrano, nos presenta una ficción que nos
pregunta en su entramado –entre otras cosas– si somos capaces
Heriberto Béjar y Eduardo Gómez Bañuelos
PARTEAGUAS
29
A RT E S E S C É N I C A S
Concepción Macías
de olvidar a nuestros desaparecidos,1 a los que nunca
más supimos de ellos, pues no sabemos a dónde se
fueron o se los llevaron, en dónde está su cuerpo con
vida o sin vida, su alma, quizá.
Por desgracia nuestra realidad está llena de desapariciones sin explicación alguna. Tantas han sido ya,
no obstante, como todos los lamentables sucesos que
ocurren día con día en nuestro contexto, olvidamos
muy pronto (como los pobladores de la obra de Serrano). La realidad presentada por el autor en su obra
pareciera menor en proporción al espectáculo del horror y desamparo de los desaparecidos en esta reali1
Los desaparecidos en estos seis años se aproximan a, o
superan, las cifras producidas en otros países en conflicto,
y en un mayor marco temporal: “Durante el sexenio de
Calderón y como resultado de su guerra contra el narcotráfico, 25 276 personas adquirieron la imprecisa categoría de ‘desaparecidas’. Son 25 276 seres humanos que
oficialmente no están vivos ni muertos. Simplemente no
están”, publicó Proceso (Hernández, 30 de diciembre,
2012, 7), teniendo en cuenta la base integrada de personas
no localizadas y el informe de todas las procuradurías del
país presentado el 17 de julio de 2012.
30
PARTEAGUAS
dad. ¿Es entonces relevante hacer una obra cuando la
realidad rebasa la ficción? ¿Realmente el espectador
se siente confrontado(a) ante el suceso de la ficción
cuando la realidad es imperante y contundente con
nosotros? Daniel Serrano recrea un texto que a pesar
de que ocurre en un contexto del norte del país, toma
una dimensión más concreta al reconocernos todos
en cualquier pequeño poblado de México, o al menos alguno latinoamericano, es decir que el evento
se magnifica y podemos observar su amplio aliento.
Definitivamente la obra es importante y necesaria
en estos tiempos de crisis donde el tema cobra sentido y lo vuelve totalmente actual. La obra habla por sí
sola al mostrarnos el dolor humano; la dimensión trágica del personaje central recrea un mundo desarticulado donde se rompe el sentido del orden establecido.
Podríamos pensar que de la misma manera se articula en estos momentos nuestra realidad, sin embargo,
el dramaturgo apunta desde un sentido poético varios
asuntos que nos hacen pensar en cómo representar
la ausencia, como “dar presencia a lo que no es del
orden de la presencia”. ¿Cómo evocar las ausencias?
Concepción Macías, Aldo Macías Marín y Eduardo Gómez Bañuelos
La realidad siempre será contundente, sin embargo,
hay espacios de oscuridad que la realidad nunca podrá tomar y es ahí donde se abre la luz de la ficción.
La realidad es imponente y nunca podremos hacer
nada contra ella, pues su dimensión es enteramente
contundente de tal manera que termina asfixiando
cualquier tipo de artificio, sin embargo, considero
que no en su totalidad; la imaginación y la poesía,
pueden abrir mundos alternos donde la realidad se
trastoca, como Daniel Serrano lo hace con su obra.
Es así como podremos observar quizá en alguna
lectura o representación de la obra del autor mencionado que el espíritu poético de Hacer la Tumba
enaltece el recuerdo de algún desaparecido de este
mundo, pues el objeto artístico, en este caso la obra
escrita o representada, puede situarse en un espacio
superior al de la realidad
Serrano logra mostrarnos un texto con una historia clara, sencilla, enigmática, contemporánea, dolorosa y desértica, un mundo que pareciera alejado
de lo real. Sin embargo, hablar del complejo mundo
mexicano no es nada fácil y logra, con su imaginario,
dotar de expresión artística una historia campirana
llena de dolor, sí, pero también de aliento y de esperanza. Daniel, el artista, acude éticamente a la palabra
en su ficción sin recurrir a la denuncia explícita o didáctica, plasmando creativamente íconos representativos de nuestra cultura que nos llevan a reflexionar
sobre nuestro devenir.
El objeto artístico es un receptáculo de la memoria y cumple la función de no olvidar y recordarnos
siempre quiénes somos. Hacer la tumba se vuelve una
fotografía viva que logra adherirse en la zona más
honda de nuestro ser, causando vértigo... Hoy que
nuestro país se ha vuelto un cementerio lleno de fosas
pestilentes donde aparecen también cuerpos, pero sin
nombre, sin identidad. Siguen siendo desaparecidos.
El teatro es siempre una crónica del tiempo. No
renunciemos a las ficciones que abren mundos sobre
estos temas. La realidad es terrible, pero el sueño escrito puede seguir diciendo muchísimo como consigue Hacer la tumba, ahora más que nunca.
PARTEAGUAS
31
Es más
que jazz,
es música
entrevista con
John Medeski
“No hay que explicar la música”, nos dice John
Medeski, “hay que escucharla”. Este músico nacido
en Louisville, Kentucky, considerado uno de los
valores más relevantes de la escena actual del jazz,
es entrevistado por Parteaguas al término de su
concierto en el teatro Víctor Sandoval, donde se
presentó como invitado del grupo A Love Electric.
John Medeski, fotografía de Michael Bloom
M
Ú
S
I
C
A
“E
stoy acostumbrado a las entrevistas”. Esa es la primera
frase que suelta John Medeski tras el concierto en el teatro Víctor Sandoval en el que estuvo como pianista invitado de la genial
agrupación A Love Electric; un concierto en el que el free jazz,
combinado con otros muchos elementos del trío, ganó con las
texturas armónicas y melódicas del pianista y tecladista.
Groovy es una etiqueta que se puede leer en muchos de los
comentarios y las críticas sobre Medeski desde que formaba parte del grupo Martin, Medeski and Wood (mm&w), un grupo con
el que el jazz llegó a otros públicos más cercanos al rock, al pop
o, incluso, al hip hop. “No me interesan las etiquetas. Amo la
música. Cuando empezamos con el grupo queríamos tocar música. Es la gente la que le pone etiquetas. Para la gente a la que
le gusta el jazz éramos un grupo de rock. A los que les gusta el
rock les parecemos un grupo de jazz. Creo que groovy está bien.
Mejor que otras”.
Sin embargo se incomoda más cuando le citamos palabra por
palabra la definición del grupo que da Wikipedia: “una banda
de jam avant-jazz funk”. “Eso son muchas palabras. La música
es su propio lenguaje. Como humanos intentamos categorizar
las cosas para entenderlas, pero la música está más allá de las
palabras. Si la gente necesita palabras para etiquetar una banda
es su problema”. Le repetimos las palabras de la enciclopedia
universal y él concluye: “No hay que explicar la música. Hay
que escucharla”.
Una de las cosas que asombra a quien se acerque a la música
de Medeski es su capacidad para pasar del funk y el jazz, con su
trío o en solitario, a músicas mucho más arriesgadas o experimentales. ¿Cómo se siente dentro de esa variedad? “Mi música,
la música que hacemos, está a mitad de todo”. Y precisamente
ese estar a mitad de todo es lo que dispara la siguiente pregunta.
mm&w puso el jazz en el mainstream, lo acercó a otros públicos,
¿cómo se siente haber sido parte de ese nuevo resurgimiento?
“No lo sé. Es un milagro. Quizá sea por los ritmos. Están más
cercanos a la música popular, al funk, que al jazz”.
La fecha clave para ese acercamiento a un público más orientado al rock fue 1995, cuando abrieron para Phish en el Madison
Square Garden. Le preguntamos si se acuerda. “Por supuesto.
Fue noviembre del 95. Ese fue el concierto que nos lanzó a la
fama, al mainstream”. Medita un momento. “Quizá lo fue. Phish
no era mainstream. Phish era grande pero no en el sentido de la
industria. Ellos, como los Grateful Dead, lo hicieron al margen
de la industria. Solían poner nuestro cd antes de sus conciertos.
Eso hizo que mucha gente nos conociera”. Y aunque puede que
ese fuera el momento decisivo, ya llevaban haciéndolo mucho
tiempo, apunta, “estábamos de gira a todas horas y tocábamos
con bandas de rock y de pop. También le abrimos a mucha gente,
como A Tribe Called Quest o a la Dave Matthews Band”.
Venimos de un concierto en el que ha sido músico invitado.
PARTEAGUAS
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Fotografía de Gustavo Sifuentes
Fotografía de Gustavo Sifuentes
John Medeski con el grupo A Love Electric en el 6to Festival de Jazz, Aguascalientes, 2014
¿Cuál es la diferencia entre ser parte de un grupo y
tocar con un grupo? “Cuando eres parte de un grupo
tienes que crear la música, una música que es tuya.
Tocar con un grupo es ajustarme a hacer mi parte para
conectarme con otros seres humanos en una energía.
Cuando la banda es tuya es tu música”.
Y de todas esas colaboraciones le preguntamos
qué ha aprendido de los otros y que han aprendido
ellos de él. “Contesto primero la segunda. No sé qué
han aprendido ellos de mí. Mi meta es hacer lo mío
y entrar a la música del otro. Encontrar un modo
de adecuarme a la música que funcione y al mismo
tiempo hablar por mí mismo”. ¿Y hay distinciones
para colaborar, hip hop, jazz, pop, rock? “Siempre he
tocado todo tipo de música, desde pequeño. La música es buena sin importar el género”. ¿Y eso aplica
también para las versiones que elige tocar? “Me gusta tocar música, tocar todo tipo de música”.
Medeski tocó, como invitado y como parte de la
miríada de grupos que conforme a lo que demanda
la música va formando, con el líder las agrupaciones
más arriesgadas de la música contemporánea, John
Zorn. ¿Cómo fue la experiencia? “Adoro a John Zorn.
Tuve la suerte de que me invitara y al final nuestros
horarios empataron. Es una gran persona y una gran
fuerza musical inspiradora”. Y del riesgo a una canción que los hizo famosos, la versión de “Smells like
teen spirit” de Nirvana. “Nunca lo pensamos como
un movimiento comercial. Hemos hechos más relecturas de clásicos populares como “Hey Joe”. No
sabía que nos hubiera acercado a otra audiencia. Son
grandes canciones y queríamos hacerlas a nuestra
manera. Cada vez que escogemos un cover es de una
canción que nos gusta”.
34
PARTEAGUAS
Y hablando de canciones de otros le preguntamos
por la elección de su primer disco en solitario. “Amo
a Willie Nelson. Es muy difícil hacer una canción de
Willie Nelson al piano y lo intenté de mil maneras
hasta que la encontré. De hecho la canción es una de
mis piezas favoritas de él”.
En ese disco Medeski utiliza todo tipo de instrumentos de teclado: un piano acústico, un Hammond
B3, una melódica, un mellotron, un Moog Voyager,
un Wurlitzer 7300, el mismo con el que tocó esa noche, un Vox Continental, y un sintetizador Yamaha
CS-1 Synthesizer (un “juguete para niños”) y, por
supuesto, cuando toca el piano, un Steinway. ¿Cómo
elige cuál usar? “La música es sonido; la creación del
sonido, la organización de ese sonido, la manipulación del sonido, el tocar ese sonido. Por eso es importante que cada teclado dé el sonido perfecto para
cada canción. Decido el teclado que uso durante la
canción, mientras va creciendo. Es una elección que
tiene que hacerse como parte del sonido. De cada
instrumento que toco me interesa el sonido. Por eso
uso tantos instrumentos, porque cada sonido es bueno. No lo decido al principio. No tengo ni idea de
cómo lo elijo. Cada canción pide el suyo”.
En las entrevistas de presentación de su disco
en solitario declaró “tengo un disco más ecléctico en
mente”. Le preguntamos por el significado que tiene
para él la palabra ecléctico. “El disco que hice es variado porque es música. Escribí un montón de música
que no entraba en el trío. Eclético es variado”. Le
pedimos que profundice. “Por ecléctico entiendo diferentes tempos, diferentes estilos, diferentes pianos.
Toco diferentes tipos de música y eso hace que al reunirlas todas en un disco suene así”.
Medeski, Scofield, Martin y Wood
Pasamos a hablar de la industria. “No sé nada de
la industria”, contesta sorprendido y se ríe cuando le
aclaramos que nos referimos a la industria musical. Y
dentro de ésta al hecho de que su primer disco como
solista haya salido en Okeh Records. Lo que lo hace
significativo es que sea una división de Sony Classical que, después de haber grabado a los grandes del
jazz en los años veinte y treinta, cerró y eligió para su
relanzamiento el disco de Medeski. ¿Cómo se siente
por esa elección? “Me siento estúpido”. Esperábamos
que contestara orgulloso, feliz. Se corrige. “Honrado;
así me siento. No me siento el elegido para este relanzamiento del sello. Escuché que alguien se estaba
mudando a Sony Records y le mandé el cd con las
demos y entonces me llamaron de allí. Y me siento
honrado”.
Nos permite una última pregunta. “Música como
experiencia”, dicen las notas de su disco en solitario.
Y se extiende. “La música tiene incluso sus horas. La
música cumple muchas funciones para los humanos.
La primera es sanar, como hacían los antiguos. Comunicar, viajar a otros sitios y, por supuesto, proporcionar placer. La música puede ser también un sustituto
de la experiencia. Mejor dicho, es una experiencia.
Ahora que hay miles de canciones por ahí flotando
lo que quiero es que la gente se siente y se dedique a
escuchar música. Quiero que mi música sea cualquier
cosa para quien la escuche, excepto música de fondo.
Hemos perdido el sentarnos y escuchar. Quiero que
sea la banda sonora de la vida de alguien, la música como parte del mundo. Oyen música pero no la
escuchan. La gente tiene que aprender a escuchar la
música”.
PARTEAGUAS
35
La danza
folclórica
mexicana
en el ica
ALFREDO XICOTÉNCATL
GARCÍA ROBLES
En este artículo Alfredo Xicoténcatl García Robles
hace un recuento histórico de las transformaciones
que dieron origen a la Escuela de Danza del
Instituto Cultural de Aguascalientes, en 1988, desde
los días de la primera escuela artística moderna de
la ciudad: el Conservatorio de Música, creado en
1945. Gracias a la visión de varios funcionarios, a
la participación entusiasta de los maestros y a la
eficiente gestión de varias administraciones,
la oferta educativa en el ámbito artístico
aguascalentense es hoy más diversa que nunca.
D
A
N
Z
A
E
l Instituto Cultural de Aguascalientes (ica) es actualmente la
instancia encargada de dirigir la política cultural oficial del estado. Es asimismo la institución dedicada a la promoción, difusión
y enseñanza académica de las artes, por medio de sus escuelas,
centros culturales y casas de la cultura, entre otras dependencias.
La política cultural del estado y el Instituto Cultural de
Aguascalientes no es fruto solamente de un hombre, y ni siquiera de una sola generación. Sería injusto y gravoso para la memoria de la comunidad considerarlo así. Es fruto del esfuerzo, el
empeño y la generosidad de varias generaciones que nos antecedieron a lo largo de por lo menos seis décadas.1 Aunque somero,
un repaso se hace necesario.
El 26 de abril de 1945 nace, en el local ubicado en Primo
Verdad 34, el Conservatorio de Música, promovido por la Asociación Civil “Pro-Arte” y subsidiado por el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Aguascalientes.2 Al año siguiente, el
3 de marzo de 1946, se publica en el Periódico Oficial la Ley
Constitutiva de la Escuela de Música “Manuel M. Ponce”.
Ya para 1948, en su Cuarto Informe, el ingeniero Jesús M.
Rodríguez presenta algunas cifras sobre el alumnado de la Academia de Bellas Artes (aba) entre las que destaca: “La cátedra
de danza y baile (sic) regionales tuvo un promedio de asistencia
de 90 a 100 alumnas”.3
Por primera vez se hace referencia a la enseñanza de la Danza Folclórica Mexicana dentro de la Academia, cátedra que estuvo a cargo de la profesora María Teresa García Lozano.
En octubre de 1949, en su penúltimo Informe de Gobierno,
el ingeniero Jesús M. Rodríguez manifiesta que la Academia de
Bellas Artes está constituida por la Escuela de Música, Danza
y Canto “Manuel M. Ponce”, la Escuela de Pintura y Dibujo
“Saturnino Herrán” y por la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.4 Durante algún tiempo la danza será parte de la Escuela de
Música, situación que no cambiará hasta varios años después.
El 30 de octubre del mismo año se publica en el Periódico Oficial la Ley Orgánica de la Academia de Bellas Artes.
En dicha ley se establecen como finalidades de la Academia: la
Rionda Villagómez, Julieta. La formación de la Casa de la Cultura de
Aguascalientes 1945-1985. Universidad de Guanajuato, 2004, p. 13.
2
Camacho Sandoval, Salvador y Suárez, Araceli. Bugambilias. 100
años de arte y cultura en Aguascalientes. 1900 - 2000, uaa, concytea,
ica, 2010, pp. 82 y 83.
3
Rodríguez, Jesús M. Cuarto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado, 1948, p. 59. Los documentos de la época sugieren que la palabra
danza era utilizada para referirse a la danza clásica o ballet, mientras
que la expresión bailes regionales se usaba para referirse a lo que
actualmente conocemos de manera genérica como danza folclórica
mexicana.
4
Rodríguez, Jesús M. Quinto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado, 1949, p. 43.
1
PARTEAGUAS
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A
Academia de Bellas Artes, iii Informe de Gobierno. 1947. Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes, ahea
enseñanza, difusión e investigación artísticas.5 El Artículo 2°, por su parte, define las Escuelas que componen a la Academia como: Escuela de Música y Danza “Manuel M. Ponce” y Escuela de Dibujo y Pintura
“Saturnino Herrán”, además de la Orquesta Sinfónica
de Aguascalientes.6
En 1957 el ingeniero Luis Ortega Douglas, al
frente del Gobierno del estado, firma un Convenio
con el inba por el cual se reorganiza la Academia de
Bellas Artes, transformándose en el Instituto Aguascalentense de Bellas Artes (iaba). La intención estaba encaminada a una mayor injerencia del inba para
ampliar los servicios culturales del estado, facilitando al mismo tiempo convenios para la capacitación
del personal docente dentro y fuera del país. Para el
sostenimiento del Instituto se acuerda asignarle un
presupuesto con aportaciones federal, estatal y del
propio Instituto. Se definen tres funciones del iaba:
docente, promoción y de protección, y estímulo de la
creación artística. Asimismo el Instituto se reestruc5
6
Finalidades que en esencia se mantienen vigentes en la
actual legislación del ica.
Periódico Oficial, Tomo xiii, número 44, Secretaría de
Gobierno, 1949, pp. 1 y 2.
38
PARTEAGUAS
tura en cinco escuelas: Danza, Artes Plásticas, Música, Arte Dramático y Literatura.7
En el año de 1960 se nombra a la Profesora de
Danza Marta Díaz Cárdenas “con el carácter de Titular, en lugar de Auxiliar”.8 Al retirarse el maestro
Avilés en 1961, “continuó con las clases de Danza
Clásica, Regional y Moderna, hasta 1969, la maestra
Martha Díaz Cárdenas, quien tuvo la colaboración de
la maestra Idelba Cornejo Ortega”.9
En 1967 el iaba vuelve a experimentar algunas
transformaciones. En septiembre de ese año cambia
sus instalaciones al antiguo edificio de la Escuela Federal Tipo, en la calle Venustiano Carranza, donde
actualmente tiene sus oficinas centrales la Dirección
General del ica. A partir de ese momento la institución es conocida como Casa de la Cultura.
En esa misma década se integran al cuerpo docente del iaba dos de las figuras más notables de la danza
en Aguascalientes: la maestra María Elena Cardona
Velasco y el maestro José Luis Sustaita Luévano. La
Instituto Aguascalentense de Bellas Artes (iaba), 1957.
Cj. 690, Exp. 23, viii-b. ahea.
8
iaba, 1960, Cj. 747, Exp. 564, viii-c.1. ahea.
9
Carolina Castro, Op. cit.
7
María Elena Cardona Velasco. Colección particular de la maestra
maestra María Elena se dedicó principalmente a bailar danza clásica y, como maestra, a enseñar danza
folclórica. Tuvo a su cargo los grupos de iniciación y
de intermedios de danza clásica y el grupo de danza
folclórica de avanzados.Uno de sus más destacados
discípulos en el Instituto Nacional de la Juventud
Mexicana fue José Luis Sustaita Luévano, quien comenzó a trabajar en la Casa de la Cultura como maestro de danza folclórica mexicana entre 1967 y 1968.10
En 1974, por invitación del entonces Director de
la Casa de la Cultura, el maestro Víctor Sandoval,
llega el maestro Ramón Benavides Bravo quien, de
1975 a 1976, dirigió al lado del maestro José Luis
Sustaita, el Grupo Folklórico de Aguascalientes, antecedente de la actual Compañía Estatal de Danza.
A partir de septiembre de 1976 asume la dirección
de dicho grupo, el cual cambia su nombre en 1979
por Grupo Aguascalentense de Danza Folklórica. El
maestro Ramón Benavides deja la dirección del grupo en 1986, año en que se retira.11
Entrevista al maestro José Luis Sustaita Luévano por Alfredo Xicoténcatl García Robles. 25 de marzo de 2014.
11
Sustaita Luévano, José Luis. Preguntando se llega al
rumbo... De los orígenes de la Compañía Estatal de Danza (ponencia), pp. 1 y 2.
Hacia la década de los años ochenta, la Casa de la
Cultura era una institución en constante crecimiento
cuyo funcionamiento requería de un nuevo marco jurídico. La dinámica que experimentaban algunos de
sus departamentos, como el de danza, hacía que los
espacios físicos fueran insuficientes. Ante tal situación el gobierno del estado, encabezado por Rodolfo
Landeros Gallegos, decide reestructurar la Casa de
la Cultura.
El 3 de marzo de 1985 se publica en el suplemento al número 9 del Periódico Oficial del Gobierno
del Estado de Aguascalientes un decreto por el cual
se crea el Instituto Cultural de Aguascalientes como
un “Organismo de Administración Pública del Estado”.12 El Instituto Cultural de Aguascalientes representa la culminación de una serie de iniciativas, procesos y esfuerzos colectivos. En palabras de Julieta
Rionda Villagómez:
Este ha sido hasta la fecha el último gran cambio estructural de esta Institución. A partir de ese momento el ica ha seguido experimentando, por supuesto,
cambios internos y un notable crecimiento en su in-
10
12
Periódico Oficial. Tomo xlviii, suplemento al número 9,
Secretaría General de Gobierno, 1985, pp. 1-4.
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A
Casa de la Cultura, fondo: Concurso de Fotografía Antigua. ahea
fraestructura. La danza folclórica mexicana, por su
parte, tampoco ha detenido su evolución dentro del
Instituto, sin embargo, los hechos y los personajes de
esta larga época de consolidación del ica, son los que
han dejado su huella en las generaciones presentes.
Prácticamente todos los actuales maestros de danza
folclórica en Aguascalientes fueron formados por los
maestros y maestras de esa época y, en algunos casos,
como el maestro José Luis Sustaita, continúan con su
labor.
En 1988, el departamento de danza, caracterizado por
su gran demanda, se transforma una vez más. La Escuela de Danza se creó con base en la necesidad de
espacio que tenía el Departamento de Danza, siendo
que el Departamento de Danza mantenía un volumen
muy grande de cursos y alumnos y ya no era posible
manejarlos en los espacios que tenía, que tenía asignado el Departamento en el edificio que hoy ocupa la
sede de la Casa de la Casa de la Cultura de Aguascalientes, entonces, en ese tiempo, se, se desafectó un
espacio que había estado siendo utilizado como Casa
de las Artesanías en lo que, en los espacios que ahora ocupa el Teatro Víctor Sandoval y una especie de
hospedaje que creó el Instituto Cultural de Aguascalientes con el nombre La Catrina, en los antiguos
40
PARTEAGUAS
espacios de esa Casa de Artesanías que más tarde fue
la primera Escuela de Danza.13
Una vez constituida la Escuela de Danza del ica,
ésta se organizó internamente en tres coordinaciones:
danza clásica, danza contemporánea y danza folclórica. La coordinación de danza folclórica a su vez
incluyendo las disciplinas de danza española y danza
folclórica mexicana.
El interés que la Escuela de Danza ha tenido en la
investigación, preservación, enseñanza y difusión de
la danza folclórica mexicana, logró que en el año
de 1992 se creara la carrera a nivel Técnico Medio
de Instructor en Educación Artística con Especialidad en Danza Folclórica Mexicana, referente a nivel
regional, en la enseñanza de esta disciplina. Algunos
años más tarde, justificada por una necesidad de capacitación, se eleva el nivel de la carrera a Técnico
Superior Universitario. Al paso del tiempo, la carrera
de instructor comenzó a cobrar mayor relevancia e
impacto a nivel local, regional y nacional. Ante una
tendencia de los últimos años hacia la posibilidad
de obtener un grado académico en una disciplina artística, el ica decide reestructurar sus programas de
13
Entrevista al maestro José Luis Sustaita Luévano. 25 de
junio de 2014.
Maestro José Luis Sustaita, fotografía de Alfredo
Xicoténcatl García Robles.
Grupo de danza folclórica en la Universidad de las Artes
Ramón Benavides Bravo. Colección particular del maestro José Luis
Sustaita Luévano.
enseñanza creando, dentro de la Escuela de Danza,
tres licenciaturas, en el marco de una nueva institución llamada Universidad de las Artes. Es así como
en el verano de 2008 inician formalmente las actividades de la licenciatura en Docencia de la Danza Folclórica Mexicana, carrera diseñada bajo una modalidad semipresencial y cuyo enfoque, como su nombre
lo indica, está dirigido hacia la preparación de profesionistas capacitados en la enseñanza académica de
la danza folclórica mexicana.
Actualmente la oferta educativa del estado en
educación artística en general, y de danza folclórica
mexicana en particular, se ha incrementado gracias a
la labor de diversos centros culturales y de academias
particulares, sin embargo, el impulso que le dieron a
las artes y la cultura la Academia de Bellas Artes, el
Instituto Aguascalentense de Bellas Artes y la Casa
de la Cultura, antecedentes del Instituto Cultural de
Aguascalientes, ha generado un espacio no sólo para
la difusión, sino de manera muy importante para la enseñanza académica de la danza folclórica mexicana.
PARTEAGUAS
41
Maribel Portela
Flor del desierto
Papel, mixta, 79 x 70 x 21.5 cm, 2013
D O S S I E R
FAMILIAS DE HOY
DIVERSAS, EN PROCESO DE
ADAPTACIÓN
OLIVIA SÁNCHEZ GARCÍA
La familia como institución
©Zed Nelson
El aumento paulatino en el número de
divorcios, el incremento de padres y
madres solteras, los modelos alternativos
de convivencia, la movilidad de personas
y grupos, y la masificación de los valores
de la cultura occidental posmoderna,
han producido cambios significativos en
la manera en que la familia, institución
fundamental para la sociedad, se
constituye y se convierte en lugar de
producción de subjetividades portadoras
de una mentalidad diferente a la de las
generaciones anteriores.
La familia surge como grupo primario en
el que se reproducen los patrones culturales en
los individuos, contribuye a la organización y mantenimiento de la sociedad. Es considerada como
una de las estructuras esenciales de la sociedad
y se pertenece a la familia no por decisión individual, sino por haber nacido dentro de ella y
aceptar sus reglas internas.
Markovic, menciona que la familia posee
una dimensión biológica encargada de establecer las relaciones sexuales para la producción de
seres humanos; una dimensión psicológica, que
se refiere a la educación de los hijos y a la formación y expresión de sentimientos entre padres
e hijos y entre marido y mujer; y una dimensión
económica que hace referencia a la solidaridad,
a la protección de los miembros de la familia, a
una organización y una división del trabajo.1
De acuerdo con Giddens, la familia es un
grupo de personas directamente ligadas por nexos de parentesco, cuyos miembros adultos asumen la responsabilidad del cuidado de los hijos.
La sociedad le confía a la familia la compleja y
delicada tarea de la socialización primaria que es
el proceso mediante el cual los niños aprenden
las normas culturales de la sociedad en la que
han nacido, por lo que la familia es el escenario
más importante para el desarrollo de la personalidad humana y para generar la integración de
los miembros nuevos a la sociedad.2
La familia es una entidad social que proporciona a los niños las primeras instrucciones
Markovic, Mira. Sociología, Edamex, México, 1999.
Giddens, Anthony. Sociología. Alianza, Madrid,
2001.
1
2
PARTEAGUAS
43
D O S S I E R
sobre las reglas sociales predominantes, moldea
su carácter y les inculca modos de pensar y de
actuar que se convierten en hábitos.
Rocher agrega que en la familia se da la distinción entre adultos y niños, pero estos últimos
no tienen la misma edad y este hecho constituye
un elemento importante en la socialización: la
psicología moderna ha evidenciado ampliamente la influencia que el rango de edad ocupado en
una familia puede ejercer sobre la personalidad.
Como microcosmo social, la familia evidencia
la diferenciación de los roles sociales en función
de la diferenciación de las posiciones y funciones de cada miembro. Cada progenitor y cada
hijo accede a su rol de una manera que le es propia y esto varía de una sociedad a otra y de una
clase social a otra.3
A lo largo del tiempo esta institución se ha
transformado en su estructura, en su organización
y tamaño. En las últimas décadas, con el arribo
de la globalización y la modernidad, las transformaciones en las pautas familiares son tales
que serían inimaginables para generaciones anteriores, dando paso a una diversidad en cuanto
a los tipos de familias y hogares, que se fundan
generalmente a partir de la procreación y crianza
de los hijos asumiendo formas muy diversas; en
algunas predomina la consanguinidad y en otras
la habitación compartida.
Con la modificación de la estructura y de las
funciones de la familia y en consonancia con la
aceleración de esa transformación, el estatus de
la mujer también se modifica, ahora ella puede
encontrar un empleo fuera del hogar, contribuye
a la economía familiar, al mismo tiempo comparte la crianza y educación de los hijos.
Ante todas estas transformaciones, algunos
sociólogos consideran que no se puede hablar de
la familia en singular, como si solo hubiera un
modelo de vida familiar, es más razonable hablar
de familias, porque refleja la diversidad de sus
manifestaciones, dando lugar a grandes transformaciones en los tipos de familia.
Tipos de familia
Para comprender la evolución de la familia es
necesario considerar las pautas familiares en el
3
Rocher, Guy. Introducción a la Sociología General.
Herder, Barcelona, 2002.
44
PARTEAGUAS
Durante la jornada de bodas colectivas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual,
Travesti, Transgénero e Intersexual (lgbttti), parejas homosexuales contrajeron matrimonio en
el Museo de la Ciudad de México, 2009.
contexto de un mundo que cambia rápidamente;
ahora los individuos se enfrentan a varias opciones relacionadas con la construcción, adaptación, mejora o disolución de las uniones con los
demás, a lo que hay que añadir que en estas relaciones interactúan muchos más elementos que
antes.
La diversidad en los tipos de familia se fundamenta en varias cosas:
• el aumento del número de divorcios
• el incremento de la paternidad y maternidad
en solitario
• la aparición de familias reconstituidas
• las parejas homosexuales, familias elegidas
a) Aumento del número de divorcios en los últimos años. En 1980 por cada 100 matrimonios había 4 divorcios; en 1990 y 2000 esta
cifra se elevó a poco más de 7 divorcios, para
2005, el número de divorcios por cada 100
matrimonios fue de casi 12 y en 2012 fue de
17 divorcios.4
b) Incremento de la paternidad y maternidad en
solitario. Las familias monoparentales son
cada vez más comunes, una gran mayoría
son el resultado de una separación o divor4
Estadísticas de Matrimonios y divorcios.
Recuperado de: http://www3.inegi.org.mx/
sistemas/biblioteca/detalle.aspx?c=265&upc=702825470500&s=inegi&tg=26&f=2&pf=Prod&ef=00&cl=0.
inegi.
En las últimas décadas
con el arribo de la
globalización y la
modernidad las
transformaciones en
las pautas familiares
son tales que serían
inimaginables para
generaciones
anteriores
Fotografía de Ronaldo Schemidt
En el 2010 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (scjn) validó el derecho que tienen los matrimonios gais a adoptar menores en el Distrito Federal
La familia ha existido
siempre y existirá
mientras haya
seres humanos,
independientemente
de las distintas formas
y estructuras que
pueda asumir
cio; otras, de madres solas que nunca se han
casado, y unas cuantas que optan por criar
solas a los hijos.
c) Familias reconstituidas. Algunas parejas cuyos miembros celebran su segundo matrimonio llevan a vivir con ellos a uno o más hijos
de la relación anterior. En algunas de estas
familias puede que nazcan hijos dentro del
nuevo matrimonio. A estas uniones se les reconoce como familias reconstruidas, las cuales presentan algunas ventajas, pero también
algunas dificultades como el padre o madre
biológica que vive en otra parte, cuya influencia posiblemente sea fuerte, además,
las relaciones de cooperación entre las parejas que se divorcian muchas veces se ponen a prueba cuando uno de los dos o ambos
vuelven a casarse, además de que se mezclan
niños con diversas expectativas de comportamiento.
d) Parejas homosexuales, familias elegidas.
Como no hay mucha aceptación del matrimonio entre los homosexuales las relaciones
entre gays y lesbianas se basan en el compromiso personal y en la confianza mutua.
Muchos de los rasgos tradicionales de las relaciones heterosexuales (el apoyo y cuidado
mutuo, la responsabilidad cuando hay una
enfermedad, la conjunción de los recursos
económicos, etc.) se están integrando en las
familias elegidas.
Reflexiones finales
La familia ha existido siempre y existirá mientras haya seres humanos, independientemente
de las distintas formas y estructuras que pueda
asumir.
La maternidad por propia elección es adecuada solo para algunos casos, aquellas madres solteras que poseen suficientes recursos para salir adelante satisfactoriamente. Para la mayoría de las
madres solteras o de las que no se han casado nunca, la realidad es una alta correlación entre la
tasa de nacimientos fuera del matrimonio y los
indicadores de pobreza y marginación social.
En las familias reconstituidas los hijastros al
pertenecer a dos hogares, hay una alta probabilidad de que exista un choque de hábitos y
perspectivas, teniendo como resultado que los
miembros de estas familias desarrollen sus propias formas de ajustarse a la nueva situación en
que se encuentran.
Finalmente se debe resaltar el hecho de que
la diversidad de la familia debe ir acompañada
de un análisis sociológico que facilite la comprensión de las mutaciones que están temiendo
lugar en el nivel social global.
PARTEAGUAS
45
D O S S I E R
HOMOPARENTALIDADES:
LA FAMILIA COMO ESPACIO DE
RECONOCIMIENTO
KARINA BÁRCENAS BARAJAS
Familias homoparentales
La homoparentalidad es
expresión de un cambio radical
en dos de las instituciones en
las que, por tradición, se
fundamenta la sociedad: la familia
y el matrimonio. En este texto se
plantea cómo la reconfiguración
y resignificación de estas dos
instituciones se entreteje con
la dinámica de la sociedad
contemporánea, plural y diversa,
para la construcción de distintas
políticas de reconocimiento en las
que se garantice la legitimidad e
igualdad de derechos para todas
las identidades sexuales
y de género.
46
PARTEAGUAS
Hace cinco años nació Luciano, encontró
una familia en Eduardo y Josué, sus padres, quienes tienen más de 10 años de relación. Eduardo
es el hijo mayor de una familia católica integrada por su papá, su mamá y sus dos hermanos.
Les ha costado trabajo aceptar que uno de sus
hijos es homosexual, especialmente a su padre.
Eduardo explica esta dificultad por el hecho de
que su padre vivió en un tiempo muy distinto al
actual. Además a sus padres les ocasiona una
gran presión lo que piensen o digan las personas
que están a su alrededor. De acuerdo con Eduardo: “el primer comentario que llegó fue de doña
María, que es de las más católicas: ‘dijo el señor
cura que están en pecado ustedes también porque están permitiendo que en su casa vivan en
esta situación’, y pum ya se ofuscaron, se aceleraron”.
Para Luciano no resulta conflictivo tener dos
papás en lugar de papá y mamá. Ante las preguntas sobre por qué tiene dos papás responde: “porque cuando uno se cansa el otro juega conmigo y
eso no lo tienes tú”. Aunque directamente en la
estructura de la familia de Eduardo no hay mujeres Luciano tiene la imagen materna de sus dos
abuelas, principalmente la madre de Eduardo, ya
que por la cercanía con su lugar de trabajo tanto
él como Luciano pasan tres días por semana en
casa de sus padres en un municipio cercano a
Guadalajara, donde formó su hogar con Josué y
donde radica el resto de la semana. Este arreglo
también le permite realizar durante el fin de semana su tratamiento de quimioterapia, a causa
de las secuelas de un cáncer que manifestó hace
tiempo. Eduardo señala:
Nuestros tiempos tratamos que sean de calidad,
con comunicación, en concordia. Por conveniencia estamos martes, miércoles y jueves al cien
Para Luciano
no resulta
conflictivo tener
dos papás en
lugar de papá y
mamá
En primer lugar los dos somos hombres. Aquí
no hay que la mamá y el papá. Los dos estamos
en la misma frecuencia. Y como pareja significa
parejo, estamos igual. Pero debemos cumplirlo.
Por lo tanto, si yo doy una orden aunque Josué
me diga: “pero mira que el niño...”, ambos debemos respetarlo. Como cuando él dé una orden
y a mí no me agrade también la voy a tener que
respetar.
Bar Stonewall Inn en Nueva York
La revolución
sociocultural de
1968 a la par que
la pluralización
de las sociedades
contemporáneas y
el desarrollo de una
cultura global fueron
el escenario de la
reivindicación de
diversas minorías
raciales, étnicas y
también sexuales
por ciento con mis papás, porque son de los días
más pesados para Josué, y las quimios procuro
que me las den los fines de semana. Los lunes
yo me voy a trabajar temprano, Josué se queda
porque ese día no trabaja; entonces el lunes es
de ellos dos; brincan, saltan, juegan, se acuestan
a dormir, se van al parque, se van al cine, se van
de compras, lo que quieran. Yo salgo de trabajar
a las cuatro de la tarde y ya me están esperando
para irnos a comer o bien para darnos una vueltita. Después nos lleva a la casa de mis papás,
nos instalamos y ya Luciano inicia su vida con
los abuelos y con la familia de los papás de su
papá Eduardo. No sé qué es lo que pase con los
niños, hasta ahorita no me he puesto a estudiarle
o a leerle, pero parece como que cuenta los días
y ubica que es viernes, “¡ay! ya nos vamos a ir
con mi papá Josué”, dice, o marca “Josué” el
jueves en el calendario y dice “ya mañana voy”,
y apenas tiene tres años.
En el rol que han asumido como padres Eduardo es quien en mayor medida se encarga de la
disciplina mientras que Josué es más consentidor, más tolerante, lo que les ha ocasionado
enfrentamientos respecto a las diferentes maneras de ejercer su autoridad como padres, como
educadores y formadores de un niño. No obstante, tienen muy claro que por ser una pareja
de hombres, a diferencia de las parejas heterosexuales, están en igualdad de condiciones en su
rol como papás. Eduardo explica:
A Eduardo (de 34 años) y a Josué (de 40 años)
les gustaría ser padres de otro niño por lo que,
de decidirlo, Josué sería el padre biológico del
hermano de Luciano.
En México el Estado y la Iglesia Católica legitimaron la familia nuclear, formada por papá,
mamá e hijos, como el modelo de familia a seguir, circunscribiendo el matrimonio civil y religioso a la unión entre un hombre y una mujer.
Sin embargo, la trayectoria familiar de Eduardo revela que las instituciones sociales no son
estáticas, por lo que el matrimonio y la familia,
en tanto instituciones, han sido reconfiguradas y
resignificadas por las identidades sexuales y de
género no heterosexuales, que han resquebrajado la moral heteronormativa a través de la cual
las instituciones religiosas y políticas, con un
poder hegemónico, edificaron una visión “legítima” del mundo, en la que la heterosexualidad
se erigió como la norma, excluyendo todo lo que
saliera de ella.
La revolución sociocultural de 1968 a la par
que la pluralización de las sociedades contemporáneas y el desarrollo de una cultura global, fueron el escenario de la reivindicación de diversas
minorías raciales, étnicas y también sexuales.
En la década de 1970, en el marco de los disturbios en el bar Stonewall Inn, en Nueva York, a
causa de una redada policial que perseguía homosexuales, surgieron en distintos lugares del
mundo las marchas del orgullo homosexual y
con ello el Movimiento Lésbico, Gay, Bisexual
y Trans (lgbt) en el que convergen muchas de
las identidades no heterosexuales. En México,
la Primera Marcha del Orgullo Homosexual se
realizó en junio de 1979.
La segunda mitad del siglo xx también marcó el inicio de un periodo que se caracterizó por
un replanteamiento, desde el campo científico,
de las formas en las que se entendían las prácticas no heterosexuales, como la transexualidad
PARTEAGUAS
47
D O S S I E R
Marchas del Movimiento Lésbico, Gay, Bisexual y Trans
(lgbt), en Nueva York.
y la homosexualidad, sobre todo desde los campos de la psiquiatría y la psicología. En 1973 la
American Psychological Association (apa) dejó
de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental, lo que a su vez implicó otras
perspectivas desde las cuales construir, vivir y
analizar las identidades homosexuales, mientras
que en 1990 la oms excluyó la homosexualidad
de la Clasificación Internacional de Enfermedades (icd, en inglés).
La lucha de las identidades no heterosexuales, como las homosexuales, por reacomodar su
lugar en el mundo, en las relaciones sociales, reconfigurando y resignificando las prácticas que
definen las instituciones sociales, religiosas y
políticas a través de la conformación de una familia y del acceso al matrimonio, ha ocurrido en
el marco de la secularización de la moral y la
cultura, ya que aun cuando de acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística
Geografía e Informática (inegi) el 83.9% de los
mexicanos son católicos, sus percepciones morales develan un cambio religioso sin que esto
implique un cambio de adscripción.
De acuerdo con los resultados de la “Encuesta sobre Opinión Católica 2010” 68% de los
católicos está de acuerdo con el derecho de
todas las personas, incluyendo homosexuales
y lesbianas, a vivir libremente su sexualidad,
lo que revela que la posición de la mayoría de
los católicos es, en gran medida, contraria a la
48
PARTEAGUAS
Primera Marcha del Orgullo Homosexual en la Ciudad de México, junio de 1979
postura homofóbica que se propaga desde la
jerarquía católica. También siete de cada diez
católicos (73%) “apoyaría de manera decidida
a la jerarquía católica si ésta promoviera los derechos humanos al interior de la propia Iglesia,
cambiando su posición tradicional al respecto”
(Católicas por el Derecho a Decidir, cdd).1 Las
percepciones de los católicos también muestran un consenso sobre el respeto del Estado
laico en México, ya que siete de cada diez católicos (70%) no están de acuerdo con que los
ministros de culto ocupen cargos de elección popular. Además, 67% dijo tampoco estar de acuerdo en que la Iglesia Católica pueda opinar sobre
asuntos políticos.
En torno a los derechos sexuales y reproductivos 82% de los católicos encuestados “opinó
que el Estado debe continuar garantizando el derecho de las personas a decidir de manera libre,
responsable e informada el número y el espaciamiento de sus hijos”. Además, siete de cada diez
católicos (71%) manifestaron su apoyo a que se
permita a la feligresía utilizar cualquier método
anticonceptivo para prevenir el Virus de la
Inmunodeficiencia Humana (vih) y el Síndrome
1
Católicas por el Derecho a Decidir. Encuesta sobre Opinión Católica 2010, recuperado de (http://
www.catolicasmexico.org/ns/publicaciones/doc_details/174-encuesta-de-opinion-catolica-en-mexico-2010.html), 2011.
68% de los católicos
está de acuerdo con el
derecho de todas las
personas, incluyendo
homosexuales y
lesbianas, a vivir
libremente su
sexualidad, lo que
revela que la posición
de la mayoría de los
católicos es, en gran
medida, contraria a la
postura homofóbica
que se propaga desde
la jerarquía católica
Católicas por el Derecho a Decidir, cdd
de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) (70%).
Sobre la diversidad sexual, el 57% de los católicos dijo apoyar la idea de que el Estado garantice el respeto a la vida pública y privada de
lesbianas y homosexuales.
Aun cuando el panorama presentado muestra una ruptura con las posiciones conservadoras
asumidas desde la jerarquía católica en torno a
la moral sexual, también deja ver la existencia
de un amplio porcentaje de católicos que está de
acuerdo con una moral heteronormativa que rechaza otras identidades, como las homosexuales.
Esta perspectiva también se expresa en los resultados de la “Encuesta nacional sobre discriminación 2010” (Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación, conapred)2 en la que se señala
que cuatro de cada diez mexicanos no estarían
dispuestos a permitir que en su casa vivieran
personas homosexuales, mientras que tres de
cada diez afirman lo mismo para las personas
con vih-sida. Desde la perspectiva de los homosexuales el principal problema que enfrentan
es la discriminación, “así lo confirman ocho de
cada diez personas homosexuales de entre 50 y
54 años, siete de cada diez de entre 30 y 34 años
y entre 40 y 44 años, y cuatro de cada diez entre
15 y 29 años y entre 35 y 39 años”.
2
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Encuesta Nacional Sobre Discriminación 2010.
Resultados sobre diversidad sexual, recuperado de
(http://www.conapred.org.mx/userfiles/files/Enadis-2010-DS-Accss-001.pdf), 2011.
Históricamente la monogamia, la heterosexualidad y la procreación han constituido la
base moral tanto del matrimonio civil como del
religioso. Sin embargo en los últimos años, en
algunos contextos, se ha logrado la ampliación
de este derecho hacia otras identidades, como las
homosexuales, alentando cambios en dos sentidos diferentes: en el caso del matrimonio civil,
en el respeto y garantía de los derechos civiles
por las instituciones políticas del Estado, y en
el caso de matrimonio religioso, la legitimidad
moral que se traduce en una legitimidad para habitar instituciones sociales como la familia, con
un énfasis en el amor de pareja homosexual y
en el placer, más que en la indisolubilidad del
vínculo matrimonial.
En marzo de 2014 se cumplieron cuatro años
de que en la Ciudad de México se aprobó el
matrimonio entre personas del mismo sexo a
partir de la modificación del artículo 146 del
Código Civil del Distrito Federal, que definía
el matrimonio como la unión entre un hombre
y una mujer. Desde entonces se han realizado
“3420 uniones entre personas del mismo sexo,
1336 de mujeres lesbianas y 2084 de hombres
homosexuales”.3 En los últimos años las consignas por la ampliación del derecho al matrimonio
crecieron en todo el país y ha sido a través de
amparos otorgados por jueces federales, bajo el
argumento de la vulneración del derecho a ser tratado en igualdad y sin discriminación, que los
registros civiles de estados como Sinaloa, Chihuahua, Oaxaca, Yucatán, el Estado de México,
Colima y Jalisco se han visto obligados a realizar las uniones matrimoniales de parejas homosexuales. Por su parte, en el estado de Quintana
Roo los matrimonios entre personas del mismo
sexo son permitidos debido a que su código civil
habla de “personas” y “conyugues” sin indicar
el género, como sucede en el resto de los estados
de México.
Asimismo, tienen lugar otras figuras legales
que permiten la unión de parejas del mismo
sexo, sin el estatus legal y social del matrimonio,
como los “enlaces conyugales” aprobados en julio de 2013 en Colima y el Pacto de Solidaridad en Coahuila, aprobado en 2007 pero que en
3
Notiese. “Celebran cuatro años de matrimonio universal en Ciudad de México”, en Notiese, recuperado de (http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_
id=7298), 2014.
PARTEAGUAS
49
D O S S I E R
La aprobación de la
Asamblea Legislativa
del Distrito Federal
para modificar el
artículo 58 del
Código Civil permitirá
que las parejas
homoparentales
también elijan
libremente el orden
de los apellidos de sus
hijos
Manifestación de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana, icm
febrero de 2014 planteó una modificación importante al permitir la adopción por parte de estas parejas.
Una conquista más ocurrió con la aprobación
de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal
para modificar el artículo 58 del Código Civil
con la que los padres podrán elegir de manera libre el orden de los apellidos de sus hijos, sin seguir el esquema en el que el paterno tiene prioridad sobre el materno. Esta medida permitirá que
las parejas homoparentales también elijan libremente el orden de los apellidos de sus hijos, y en
el caso de las parejas conformadas por mujeres
evitará que, como sucedía anteriormente, se le de
prioridad a la madre gestante, por lo que si estas
parejas tenían un segundo hijo en el que la madre gestante era la otra integrante de la pareja,
los hijos quedaban con los apellidos inversos.
A esta pequeña cronología de batallas ganadas en el acceso al matrimonio igualitario (del
cual es indudable su centralidad y necesidad para
la garantía de derechos en igualdad) es necesario sumar el peso que desde la década de 1980
50
PARTEAGUAS
tuvieron las Santas Uniones, ritual de la Iglesia
de la Comunidad Metropolitana (icm), la primera iglesia cristiana que surgió para la diversidad
sexual en el año de 1968 en Los Ángeles California (Estados Unidos) y que en México tiene
presencia desde 1980.
Con las Santas Uniones de la icm se unió en
matrimonio religioso a una gran cantidad de parejas del mismo sexo cuando su derecho al matrimonio civil todavía les era negado. En ciudades como Guadalajara, el Distrito Federal,
Cuernavaca y Monterrey, donde esta iglesia tiene presencia desde hace años, se realizan estas
uniones matrimoniales al mismo tiempo que se
resignifica la presencia y el rol de las identidades no heterosexuales en las iglesias, ya que se
genera un espacio de inclusión religiosa en el
que otras identidades sexuales y de género tienen cabida.
A la icm se han sumado otras iglesias que
surgen para las identidades no heterosexuales y que retoman su pertenencia religiosa judía, mormona, evangélica o católica, aunque
Matrimonios homosexuales en Jalisco, 2013
carezcan del reconocimiento de las iglesias hegemónicas. También han tomado visibilidad
las iglesias inclusivas, es decir, aquellas que
aun cuando no surgen específicamente para las
identidades disidentes de la normatividad sexual
plantean distintos niveles de inclusión con ellas
en grados que van desde pertenecer a la feligresía con su pareja, tener acceso a un ritual de bendición de pareja o a la celebración de algún ritual
matrimonial en igualdad con las identidades heterosexuales. Un caso emblemático de esta inclusión radical en la que las identidades sexuales
y de género heterosexuales y no heterosexuales
tienen acceso a los mismos derechos se ubica en
las comunidades judías adscritas al judaísmo
reformista, como la Comunidad Brit Brajá que
tiene presencia en Ciudades como Guadalajara y
el Distrito Federal.
Hasta ahora son innegables los logros que las
identidades no heterosexuales, como las lgbt,
han tenido en algunos espacios religiosos y políticos para el respeto de sus derechos en igualdad,
y para habitar y resignificar las instituciones
sociales como el matrimonio y la familia. Sin
embargo, aun cuando nos encontramos ante una
sociedad y una moral sexual cada vez más secularizada, también en algunos sectores se ha
generado un recrudecimiento de la homofobia,
lesbofobia, bifobia y transfobia, por lo que como
país aún nos queda un gran camino por recorrer,
ya que la dinámica de las sociedades actuales
transita por diversas vías hacia la conformación
de escenarios plurales en los que convergen una
diversidad de identidades sexuales y de género,
de familias, de creencias y pertenencias religiosas, de procedencias étnicas y raciales, que hacen urgentes distintas políticas de reconocimiento de las diferencias. En este sentido es que la
laicidad de las instituciones políticas del estado
y los derechos humanos siguen siendo un parte fundamental para garantizar los derechos de
mayorías y de minorías, para institucionalizar
una moral sexual que trascienda las fronteras de
la heteronormatividad y para, desde la identidad y la alteridad, construir otras maneras de estar juntos.
PARTEAGUAS
51
D O S S I E R
CASA 1100
COMUNIDAD
JUAN MANUEL TEJADA COLÓN
Fotografías de Juanita Villegas
Miembros de la comunidad
• Juanita Villegas
• Uma Villegas
• Elaine Alba
• Salvador Alferéz
• Benue Ávila
• Gustavo Rodríguez
• Masaaki Kurokawa
• Gata Té
• Conejo
• Juan Manuel Tejeda Colón
La noción tradicional de “familia”
se encuentra en crisis, es decir, en
un proceso de reformulación que
nos propone, cada vez con más
frecuencia, modelos de convivencia
humana distintos de los habituales.
Es el caso de la “Casa 1100”,
donde un grupo de personas viven
en comunidad, unidos más por un
proyecto de vida y el encuentro de
afinidades y opiniones que por un
lazo sanguíneo o un documento
jurídico. En este texto la comunidad
describe algunos de sus
retos y logros.
52
PARTEAGUAS
Aún hoy en día tenemos muchas dificultades para definir la forma en que vivimos y trabajamos. Tenemos una “casa”, pero también un
“estudio”, y un lugar en el que hacemos reuniones, encuentros, exhibiciones, y recibimos amigos que quieran colaborar con nuestro trabajo
creativo.
Muchos de los que hoy habitamos “La 1100”
ya habían vivido con otros jóvenes por cuestiones económicas; vivir en un lugar agradable o
cercano a los espacios de trabajo, ocio o estudio
regularmente están fuera del alcance de alguien
que recién se independiza.
Al paso de los años hemos decidido seguir
viviendo así por cuestiones de otro orden. En
buena medida porque los lazos afectivos han
trascendido la simple amistad y poco a poco se
ha formado un apego que yo identifico más con
lo que se describe habitualmente como “familia”. Nuestra hija Uma ha jugado un papel fundamental en dicho proceso. La responsabilidad,
la crianza colectiva y la presencia de un proyecto
de futuro ha permitido la estabilidad emocional
y productiva de los habitantes de las diferentes
casas que hemos habitado durante los últimos 6
La responsabilidad,
la crianza colectiva
y la presencia de
un proyecto
de futuro ha
permitido la
estabilidad
emocional y
productiva de los
habitantes
La casa no
se mira a sí
misma con
total inocencia,
reconoce su
condición
alternativa y de
resistencia a un
sistema del cual
no puede evitar
formar parte
años. Poco a poco los habitantes y personas que
rodean la comunidad han empezado a tener hijos y nuevas dinámicas sociales han aparecido.
Paulatinamente se ha formado un proyecto cultural que está imbricado con el proyecto de vida
alternativo y eso ha permitido que nuevos actores entren a la casa atraídos por las posibilidades
creativas de vivir en comunidad.
Al hablar de comunidades urbanas independientes inevitablemente pienso en los squatsanarco-punks que empezaron a proliferar en los
años ochenta, pero evidentemente los referentes
van mucho más atrás con las comunidades utópicas socialcristianas del siglo xix y su necesidad de refundamentar o rediseñar los intercambios de un cuerpo social percibido como injusto,
opresor o intolerante.
Por la naturaleza de nuestros orígenes sociales y perfiles personales el caso de la iniciativa
de William Morris durante las últimas décadas
del siglo xix y su comunidad arts & crafts articula un referente clave en la imagen romantizada
del gremio / familia de artistas que se asocian
para realizar encargos de mayor complejidad y
alcance. Su rechazo a la producción industrializada en favor de una revalorización y cultivo del
artesanado, la manufactura y el amor por la creación, son actitudes que, al actualizarse en el siglo
xxi,
se funden con los valores del autoconsumo,
el comercio justo, el copyleft y las prácticas antimonopólicas.
No obstante la casa no se mira a sí misma
con total inocencia, reconoce su condición alternativa y de resistencia a un sistema del cual no
puede evitar formar parte. En todo caso la comunidad intenta dialogar, adaptarse a la ciudad
en la que se encuentra, pero también contestar
y tratar de cambiarla, o al menos presentarle su
crítica.
En ese sentido la influencia de los situacionistas, de Constant y Debord, así como más tarde de Gordon Matta-Clark, es indispensable para
resolver el programa de acción en la ciudad, de
reivindicación de la condición humana del espacio público, que hemos practicado y promovido.
¿Hasta qué punto este modelo de convivencia obedece a unas reivindicaciones ideológicas
y hasta dónde son el resultado de las fuerzas sociales y económicas? Es difícil responder.
El que la comunidad permanezca cohesiva
supera las prerrogativas políticas en tanto que
los resultados de una tarea de esa magnitud son
esquivos en el mejor de los casos, cuando no
simplemente inalcanzables.
Más éxito puede atribuirse al acto de compartir cotidianamente nuestros intereses con
PARTEAGUAS
53
D O S S I E R
personalidades afines. Al placer diario de charlar,
trabajar, cocinar, escuchar música en el patio central, intercambiar libros o películas, se debe sumar
la alegría de descubrir otras miradas, otros sentires y posiciones ante la vida.
No debe soslayarse tampoco que el papel fundamental que juega el espacio en el desarrollo
de una buena convivencia. Diversos conflictos y
roces se dan todos los días por temas de territorio y posesión del espacio si éste no es suficiente
o adecuado. La limpieza de los espacios comu-
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PARTEAGUAS
nes siempre trae dificultades, pues la cultura de
la higiene varía notablemente de individuo a individuo.
Es sorprendente notar cómo las malas costumbres se expanden rápidamente y las prácticas positivas son difíciles de implantar. Por citar
un ejemplo reciente, el caso de Masaaki, quien
a pesar de provenir de la cultura japonesa de la
sistematización, el orden, la limpieza y la disciplina, repentinamente dejo de lavar sus utensilios de cocina al notar que nadie más lo hacía
como resultado de una serie de desencuentros
sobre el tema. Salvador, quien aprendió el oficio
de chef en Nueva Zelanda y Alemania, se vio
obligado a bajar sus estándares de orden para
adaptarse a una cocina común que no llevaba el
Nos vimos
obligados a
socializar nuestra
inconformidad,
nuestras prácticas
particulares con
respecto al uso
de la cocina, y por
último a desarrollar
reglamentos orales
y compromisos
colectivos
ritmo. Cuando la situación se volvió insostenible
se evidenció la necesidad de confrontación con
todos los miembros para recuperar el orden, un
orden necesario para todos. Nos vimos obligados a socializar nuestra inconformidad, nuestras
prácticas particulares con respecto al uso de la
cocina, y por último a desarrollar reglamentos
orales y compromisos colectivos. El ejercicio
causó fricciones y desencuentros, dejó clara la
dificultad de construir nuevos comportamientos
basados en el consenso, la negociación, la integración y el respeto, pero al final su éxito demostró que la comunicación es indispensable para la
operación de un modelo que trae una economía
de beneficios que no se agotan en lo monetario.
Otro elemento interesante a considerar son
las prácticas amorosas de la comunidad. En definitiva la vida en común plantea algunas preguntas importantes con respecto a los vínculos
de pareja de sus miembros, a las prácticas sexuales tradicionales de pareja. La expansión de los
intercambios sociales, su movilidad relacionada
con la densidad producida por la cercanía, traen
consigo también una aceleración de las prácticas
de cortejo. Esto no significa que los miembros de
la comunidad se vuelvan más o menos promiscuos, simplemente cuestiona el estatuto de vida
en pareja, obligando al individuo a enfrentarse
a condiciones nuevas de pertenencia / posesión
del cuerpo del otro.
Hasta el momento hemos hablado de la comunidad como si ésta consumiese todas las dimensiones del individuo que la habita. Esto no
es así ni aunque lo deseáramos. La realidad es
que la casa está muy lejos de ser autosuficiente.
Aunque hemos desarrollado numerosos proyectos en conjunto casi todos estos proyectos están
orientados a desarrollar capital social y simbólico, sin que quede el excedente necesario para
cumplir con los requerimientos de consumo que
el sistema impone. De esa manera todos dependemos de otros trabajos y tareas fuera de casa
que permitan sostener un sistema de vida basado
en un proyecto que en la experiencia cotidiana
convence pero que la sociedad exterior mira con
recelo cuando no con prejuicios.
Muchas dudas se levantan cuando pensamos
que no siempre seremos jóvenes. Algunos de nosotros hemos empezado a trazar planes de jubilación basados en este esquema de vida, pero el
futuro es incierto. La condición multicultural de
la casa nos ha hecho plantearnos la posibilidad
de cambiar de localización, pero también hemos
empezado un trabajo de integración al barrio más
intenso que nunca. Aunque durante algún tiempo sustentamos las filosofías del movimiento
Okupa y resiste, nuestras condiciones actuales
nos exigen pensar en la propiedad legal de la
casa como fundamento del desarrollo de la comunidad; sin embargo, la incertidumbre sobre la
responsabilidad compartida de un crédito mina
cualquier iniciativa en esa dirección.
Mientras la comunidad no se inserte en la sociedad como modelo de negocios orientado a la
rentabilidad económica es muy probable que los
beneficios se queden en la esfera de la existencia
íntima y personal. No obstante, aún nos quedan
algunos años para seguir buscando la sustentabilidad financiera y no tenemos ninguna razón
para pensar que no lo conseguiremos. En el fondo cabría preguntarse si se le puede pedir mucho
más que eso a la vida.
PARTEAGUAS
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56
PARTEAGUAS
D O S S I E R
NO COMO CUALQUIERA
SINO CUALQUIERA
JOSÉ LUIS JUSTES AMADOR
Ned Warren y John Marshall, relación de 1884-1927,
fotografía de Edward Reeves.
David nos cuenta su día. “Me levanto a las
seis de la mañana, desayuno, le doy a mi pareja
los buenos días y me lanzo a una de mis chambas”. Hasta aquí todo parece normal. “De siete a
tres trabajo y me lanzo a mi siguiente trabajo en
una escuela”. Un día cualquiera de una persona
cualquiera. “Regreso a casa, como con mi pareja,
cuando coincidimos, o comemos en la calle. Si
tengo trabajo en el consultorio –el consultorio en
que lo estamos entrevistando–, vengo aquí. Regreso a casa. Cenamos y a dormir hasta el día
siguiente”.
No como cualquiera, sino
cualquiera
David no es como cualquiera, nos dice:
es cualquiera. Tiene una pareja, un hijo y
dos trabajos. Sin embargo, el hecho de
que su pareja sea de su mismo género
no ha estado exento de dificultades
y obstáculos. A pesar de ello, David
considera su vida familiar como una
extensión de su lucha por defender los
derechos de igualdad que le garantiza
la Constitución. Para él el corazón
del activismo no se encuentra en las
marchas ni en las declaraciones sino
en el valor para vivir su vida, una vida
ordinaria, de la manera que ha elegido.
Hemos venido a entrevistar a David para el número de Parteaguas sobre nuevas formas de convivencia para encontrarnos con una vida semejante en todo a cualquier otra. Porque ese es un
tema que aparecerá de una y mil formas en la
conversación que sostenemos. No hay nada nuevo. Convivir es convivir sea cuál sea la preferencia o el género de la persona con quien compartes tu vida.
Hablamos del tema del número. De convivir
en el siglo xxi, de formas nuevas de convivencia, de modos diferentes de convivencia. “Yo no
considero que me salga de ninguna norma. Amo
a una persona y con esa persona quiero compartir
mi vida”. Diferente, nuevo: conceptos que usamos para asimilar realidades cuyo mejor adjetivo
sería no habitual. “Me gusta esa idea: no habitual.
Lo importante es la individualidad de uno mismo y resolverla según su propio criterio. Aunque
ese criterio sea lo que otros llaman ‘diferente’,
PARTEAGUAS
57
D O S S I E R
Walt Whitman y Peter Doyle, relación de 1865-1892
‘extraño’, ‘raro’. No soy diferente a nadie. Soy yo
mismo y vivo como yo mismo quiero”.
Y de esa misma idea en la conversación sale
el título de la entrevista. “No soy como cualquiera. Decir eso implica tener algo especial, extraño, diferente. Soy cualquiera”. Y nos reímos al
recordar su día, la descripción del día con el que
empezamos la entrevista. “Un día bastante más
cargado que el de cualquiera”.
Me gustan mayores
David sonríe cuando le preguntamos por su elección de vida. David vive con una pareja, legalmente casados en la Ciudad de México y que es
casi veinte años mayor que él. Sonríe cuando
le decimos que la imagen que se tiene es la de
hombres buscando hombres más jóvenes. Sonríe mientras dice “no, no es tan extraño que nos
gusten los hombres mayores. Mi caso no es el
único”.
“Siempre me han gustado mayores, desde que
me acuerdo”, nos cuenta. “Desde que tengo memoria siempre he sentido atracción por el mismo tipo de hombres. Desde el kínder yo sentía
algo, que después reconocería como sexual, por
ese tipo de hombres. Mi primer descubrimiento
fue, precisamente, en el kínder con un hombre
58
PARTEAGUAS
David Furnish y Elton John, se casaron en 2005
ya mayor y con bigote. El resto de mi etapa escolar también estuvo marcada por la atracción
hacia mayores; profesores, directores. Ahí reconozco mis gustos, pero no todavía la sexualidad
porque era un niño”.
“De hecho”, continúa, como si estuviera contando una travesura, “incluso cuando buscaba tener novias, por imposición, buscaba que fueran
mayores”. Pero vuelve en un instante a la seriedad. “Y de entre los mayores no cualquiera. No
sólo la edad sino que tengan vello facial, que
sean robustos”. Y vuelve a recalcar su idea “no
sólo mayores sino que tengan unas características concretas. Siempre se da la tendencia a pensar que es el mayor el que busca al joven, pero
no siempre es así. Ahora me miro a mí mismo
en la infancia y descubro que tuve acciones que
podrían ser calificadas de acoso sexual. Aunque no era consciente en aquel entonces de que
lo fuera”.
¿Raro? Todos somos raros
Sale el tema de cómo se siente cuando le dicen,
por su forma de actuar, de vivir, raro. Parece que
se dibuja en su boca una mueca de desprecio;
pero más bien es de pena por aquellos que
piensan así. “Me siento incómodo, pero no por el
“No soy como
cualquiera. Decir
eso implica tener
algo especial,
extraño, diferente.
Soy cualquiera”
Horacio Franco y Arturo Plancarte
adjetivo. Lo que me incomoda, lo que me da tristeza, es la ignorancia de los que aplican tan a la
ligera esos adjetivos”. Además, continúa, “raros
somos todos. Lo que me molesta es la ignorancia y la falta de ofrecer una oportunidad antes
de juzgar”.
Y nos cuenta una anécdota que demuestra
esa ignorancia que tanto le entristece. “Hubo una
vez que subí una foto a Facebook con mi pareja
y otros dos amigos que también eran pareja. Y
un primo dejó un comentario del tipo ‘para qué
te haces; ya sal del closet’. Algo que ya había
hecho hace tiempo”.
Sobre esa visión distorsionada, y a veces malintencionada de la sociedad, podría presentarse
la militancia, proponemos. “A mí por supuesto
que me gusta el ambiente. Lo que no me gusta es
gritarlo. La mejor manera de militar, de luchar
es con una militancia de actos. Seguir haciendo
lo que uno quiere es la mejor manera de luchar
por ello”. Una frase que al recordarle que podría
ser aplicada a cualquier ámbito de la vida le hace
retomar su estribillo: “porque somos cualquiera”.
“La mejor
manera de militar,
de luchar es con
una militancia
de actos. Seguir
haciendo lo que
uno quiere es la
mejor manera de
luchar por ello” Reafirmar y seguir reafirmando
Y precisamente esa militancia es la que lo llevó
a casarse con su pareja, una acción que él explica. “Lo hice, lo hicimos”, se corrige, “para presentarnos en sociedad. Como un modo de seguir
luchando por los derechos, hacer que un matrimonio entre hombres ya no sea tema de noticias
sino habitual”. “Un poco”, y le sale esa militancia de acciones concretas, “para afirmar ‘¿por
Juan Soriano y Marek Keller, relación de los 70 al 2006
Héctor Herrera y Emilio Carballido, en 2007 se unieron a
través de la Ley de Sociedades de Convivencia.
qué ellos sí y nosotros no?’, y también, y más
importante, para mostrar el amor que nos tenemos el uno al otro”.
Ya con poco tiempo para acabar la entrevista, porque hay que levantarse temprano al día siguiente, hablamos de cómo ve David el futuro.
“Veo una sociedad muy pobre. Creo que nunca
va a haber un paso enorme. Que todo es cuestión
de pequeños pasos, de pequeñas acciones, cada
uno desde su trinchera. Pero que vamos a ir, lamentablemente, poco a poco hasta llegar a una
sociedad en que ya nadie tenga que ser como
cualquiera sino cualquiera”. Y cierra: “una sociedad en la que ya, cada uno con su rareza, todos seamos raros”.
PARTEAGUAS
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D O S S I E R
NI PARA VESTIR
SANTOS
ERÉNDIDA HERNÁNDEZ VELASCO
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
–con cuatrocientos cuerpos diferentes–
haber hecho el amor.
Jaime Gil de Biedma
Mauricio Garcés. Actor, galán otoñal y soltero cotizado
El matrimonio como opción
de vida y no como obligación
social es el tema de este texto.
En él, Eréndida Hernández
Velasco reflexiona sobre la
impostura social que representa,
especialmente para las mujeres,
el vínculo matrimonial como un
factor esencial para la evaluación
de la vida de una persona. En
contra de estas ideas, la autora
afirma la necesidad de establecer
relaciones de enriquecimiento
recíproco y de la validez de elegir
la soltería como modo de vida
cuando las mejores condiciones
para la convivencia no se dan.
60
PARTEAGUAS
A estas alturas del siglo xxi nadie tendría
que dar explicaciones de su modo de vida. La sociedad, sin prisa pero sin pausa, ha avanzado
en los últimos años hacia la inclusión y el reconocimiento de los distintos modos de vida y de
sexualidad que las personas “eligen” voluntariamente. Y en cuanto a elegir se refiere habría que
ser cautelosos, sobre todo cuando hablamos de
elegir pareja o soltería, que suele no ser tan simple como elegir zapatos. Ya casi nadie, con sus
tristes excepciones, tiene que dar explicaciones
sobre su elección de modo de vivir su sexualidad.
Sin embargo esas excepciones continúan estando presentes en algunos sectores sociales.
Lo más complicado es que siempre, o casi, hay
que dar explicaciones. La soltería asumida y voluntaria, en un mundo en el que diversas formas
de convivencia van siendo adoptadas, parece que
necesita una justificación; además, siendo mujer
parece necesitarla más.
Mi experiencia es que para un hombre elegir
la soltería es totalmente diferente que para una
mujer. Es bien visto y aplaudido que un hombre
se divierta hasta que decida casarse y, si por algún
motivo decide no hacerlo, jamás será mal visto o cuestionado por ello, al contrario, ese hombre adquiere un valor agregado resumido en la
siguiente frase: “es el soltero más codiciado” o
“cotizado”, aunque ello sea más un mito que una
La soltería asumida
y voluntaria, en un
mundo en el que
diversas formas
de convivencia van
siendo adoptadas,
parece que necesita
una justificación;
además, siendo
mujer parece
necesitarla más
La elección y
restricción son
dos fuerzas
que interactúan
también en la
elección de
nuestra pareja o,
como es el caso
de muchos, de la
no-pareja
No creo que porque no estoy casada mi vida sea menos.
Ese mito de solterona es basura.
Diane Keaton
realidad. Pero una mujer que por azar o voluntad es soltera, pareciese que tiene que sufrir una
constante persecución social resumida en la siguiente pregunta: ¿aún no te has casado?
Precisamente porque una mujer no viste
santos, ni los vestirá, sino que voluntariamente
puede elegir la soltería, existen estas líneas. Para
explicar que no es lo mismo “soy soltera” que
“estoy soltera”. Y es que hay una gran diferencia
entre ser y estar soltera. Ser soltera, querer ser
soltera, es una elección voluntaria. Estar soltera
es, por el contrario, no haber entrado al vínculo
legal, religioso o fáctico de tener una pareja estable. Y además la pregunta es siempre “¿cómo
es que estás soltera?”, y nunca “¿cómo es que
eres soltera?”.
Elección y decisión
Elegir es indudablemente una de las cualidades
humanas más asombrosas, pero lleva consigo también otra realidad a cuestas, la de restringir. Cada
uno de nosotros ha vivido la experiencia de entrar en algún sitio y pedir una copa de vino o un
café, y somos felices con lo que todo nuestro ser
y voluntad dicen que es la correcta y mejor opción, pero no somos concientes de que al elegir
el café también elegimos el no-vino. Pocas, por
no decir nulas ocasiones, nos percatamos de que
al elegir también restringimos otras muchas opciones que pueden ser o son mucho mejores que
la que nuestro autoengaño nos dicta ser la ideal.
Ello no significa que siempre nos equivoquemos
o que de plano la opción que elegimos no sea
buena. Únicamente quiero enfatizar que el elegir
una opción, cualquiera que fuere, lleva inherente una restricción. Quienes eligen por voluntad y
sin que nadie los obligue a unir sus individualidades deben restringir, en aras de la pareja, ya no
sólo por voluntad sino también porque un marco
legal lo dicta, cualquier otra opción de vínculo.
Permanecer soltero, por otro lado, también trae
consigo sus restricciones; una de las pocas que
puedo encontrar es el matrimonio. Ambas opciones conllevan una elección; dejo a su opinión
cuál supone mayores restricciones.
Toda acción humana, explican algunos psicólogos, se basa en una combinación de elección
y restricción. Yo agregaría que ambas en igual
proporción. En la elección, directamente relacionada con un deseo inmediato, la fuerza mayor es
la de la conveniencia. La restricción es un deseo
más íntimo basado en lo que no quieres. Cuando elegimos pareja somos guiados por un deseo,
una motivación, que en este caso es el amor, y recordemos que el amor es una emoción con intensos componentes biológicos que además de favorecer los vínculos gracias a la secreción de
fuertes sustancias químicas como la serotonina
entre otras, poco sabe de lo que la persona no
quiere o no desea en su vida. La elección y restricción son dos fuerzas que interactúan también
en la elección de nuestra pareja o, como es el
caso de muchos, de la no-pareja.
A esos factores se suma también la contradicción inherente a todas las decisiones y restricciones humanas: la incapacidad de establecer perfecta y claramente lo que se quiere y lo que no.
Elegir es, además, decidir entre dos cosas que
pueden ser ambas buenas. En este caso implica
decidir si formalizar, de cualquiera de los modos
posibles, una relación que se supone estable o
una no-relación. El problema es que para la sociedad, y por ello para quienes la componemos,
PARTEAGUAS
61
D O S S I E R
parece que la elección sólo se da entre una buena pareja y una mala. Restringir, por otro lado,
significa elegir con base en lo que no deseo,
es decir: elijo el café porque no quiero el vino,
elijo los boleros porque no me gusta el rap, elijo el buen trato porque no deseo un maltrato,
elijo la soltería porque no quiero el matrimonio.
¿Es posible que muchos elijan la compañía de la
pareja porque no quieren la soledad?
La soltería, asumida o no, es una forma de
vida como cualquier otra. Es un modo de enfrentarse a la vida como otro cualquiera. Es una manera de elegir la no-pareja formal, esa que pinta la
sociedad como la mejor y en ciertos casos única
opción. Hay otra opción, y muchas más, además
de la que propone la sabiduría popular. No es
haberse quedado para vestir santos o desvestir humanos. Ser soltero/a es simplemente, o no tanto,
otra forma, menos habitual, de ser y estar con
uno mismo y los demás.
La soltería como un modo de
vida
Aunque algo, bastante, ha cambiado nuestra sociedad actual con la aceptación moral y legal por
la mayor parte de los ciudadanos de distintos
modos de vida y de convivencia, todavía falta
una profunda transformación de las estructuras
para comprender que casi cualquier elección que
tome uno de sus componentes debe ser respetada
como la de cualquier otro más cercano a nuestro
modo de pensar o a nuestras normas morales. La
búsqueda de bienestar debería ser el gran patrón
de conducta de todos. No sólo nuestro bienestar
sino la asunción de que otros, de un modo diferente al nuestro, también puedan buscarlo dentro
de sus preferencias.
Ese algo que ha cambiado en la sociedad se debe sobre todo al hecho de que la sociedad es un
lugar donde deben cumplirse las expectativas
tanto individuales como sociales. Y parece que a
la gente se le olvida que uno se empareja para ser
feliz y compartir su bienestar y no al revés, uno
no es feliz porque tenga pareja. Esa mentalidad
es la que hace que quien decide voluntariamente
vivir consigo mismo (que no es lo mismo que
solo) no caiga dentro de las expectativas de lo
socialmente aceptado.
Somos una minoría que, cada uno por los
62
PARTEAGUAS
motivos que sean, todos muy respetables, hemos
aprendido a buscar a nuestra manera la felicidad.
Pero somos, y eso es significativo, una minoría
que nadie reivindica, frente al gran apoyo que reciben otras minorías u otras formas de vida, porque
parece que somos incompletos. Somos esa inmensa minoría a la que todo el mundo mira de
reojo y con pena porque, sí, lo seguimos pensando, para ser feliz hay que tener una pareja.
La pareja como modo de
felicidad
El afecto es una de las necesidades humanas más
difíciles de satsifacer porque se necesitan dos para completarlo. Alguien que da afecto y otro que
lo recibe, alternativamente. De entre todos los
tipos de afecto, el sentimental, el corporal, el de
apoyo en el trabajo, hay uno especialmente menos relacionado con lo interno de la persona y es
el afecto social: el hecho de ser reconocido como
un miembro total de un grupo humano. Ese afecto social se logra en lo cotidiano, sobre todo, a
través de la pertenencia. Recibimos afecto al pertenecer a un grupo en el trabajo, a un grupo entre
la gente a la que le gusta la misma música, que
tiene los mismos intereses, aficiones o preferencias, incluso pertenecemos también cuando el
otro piensa, siente y gusta de cosas muy distintas
a las nuestras, porque el que alguien no esté de
acuerdo conmigo no significa que me rechace.
La única forma en la que el ser humano no pertenece es cuando es segregado, desconfirmado
en su existencia.
Precisamente porque socialmente se considera que la pareja es el lugar no necesario sino
obligatorio de afecto, el lugar en que las expectativas, casi nunca las realidades de la felicidad,
deben cumplirse. Una pareja que ahora en pleno
siglo xxi ya no es muchas veces la tradicional
pareja de hombre-mujer, aún continúa la expectativa social de que tiene que seguir siendo
pareja.
Porque el ser humano sólo puede estar bien
en pareja si ha aprendido a estar consigo mismo.
La búsqueda de
bienestar debería
ser el gran patrón
de conducta de
todos. No sólo
nuestro bienestar
sino la asunción de
que otros, de un
modo diferente al
nuestro, también
puedan buscarlo
dentro de sus
preferencias
Maribel Portela
Delta
Papel, mixta, 60 x 38 x 12 cm, 2013
E. R.
KENNEDY
Traducción: José Luis Justes Amador
i have no ambitions
i don’t want to hate the president
i don’t want to go to harvard
i don’t want to win the pulitzer prize
i just want to sit in my bathtub
and think about relationships i will never have
with people i will never meet
and then go lay in my bed
with a magnifying glass
and count all the stiches in my sheets
until i fall asleep
and wake up
to repeat again.
no tengo ambiciones
no quiero odiar al presidente
no quiero ir a harvard
no quiero ganar el premio pulitzer
sólo quiero sentarme en la bañera
y pensar en la relaciones que nunca tendré
con gente que nunca conoceré
y después tumbarme en mi cama
y contar todas las puntadas de las sábanas
hasta caer dormida
y despertarme
para repetirlo de nuevo.
64
PARTEAGUAS
Uno para todos y todos para uno: una familia de
mosqueteros porque siempre estamos ahí. Una cadena
con eslabones y ninguno débil.
Fotografía de Jorge Camarillo
Cierro los ojos y sueño con un mundo
en el que cualquier familia pueda ser familia.Y siento el
abrazo que lo demuestra.
Fotografía de Jorge Camarillo
Lo primero que hacemos en la mañana es mirarnos la
nuca, los hombros y, a veces, los ojos porque la noche
anterior antes de cerrar los párpados nos miramos
los ojos, la nuca y, a veces, los hombros. Entre estos
dos sucesos el despertar y el dormir, vivimos juntas el
universo, terrible y compacto.
Fotografía de Jorge Camarillo
Ella se apoya en mí; yo la sostengo.Y, a veces, puede
que sea al revés. Con dos ya se es familia,
porque no importa el número.
Fotografía de Jorge Camarillo
No sólo es la sangre o el parecido; es sobre todo
saber estar ahí para el otro: para lo que necesite, para
lo que quizá aún no sabe que necesita. Estar.Y siempre.
Fotografía de Jorge Camarillo
Porque hay momentos en que uno se acelera, como en
una fotografía tomada demasiado aprisa.Y es entonces
cuando el otro ha de saber calmar hasta que
el mundo vuelva a ser lento.
Fotografía de Lucía Castañeda
De momentos como este quedará sólo el recuerdo, el
recuerdo de una fotografía.Y ese rostro imperecedero
mirando a quien se ama.
Fotografía de Lucía Castañeda
Puede que afuera siga lloviendo, pero
aquí adentro, es el hogar.
Fotografía de Lucía Castañeda
Y aunque seas el más pequeño de la casa, tú también
puedes mirar desde lo alto, aprender desde los
primeros meses que la vida no es sino un asunto
de perspectivas.
Fotografía de Lucía Castañeda
Cuatro manos unidas sin importar de quién sean.
Miradas hacia el futuro o hacia el otro. Tal vez no sea
la definición perfecta de la familia pero se acerca a lo
que anhelamos.
Fotografía de Lucía Castañeda
DANIEL
MEDINA ROSADO
El poema
Nací
de tu boca,
de cuantas semillas
lograron germinar
en la usura del instante.
PARTEAGUAS
75
Maribel Portela
Gota
Papel, 1.85 x 49 x 33 cm, 2014
Estructura aérea
Papel, 2.35 x 75 x 60 cm, 2014
Exposición “Registro de la materia”
Mac 8, Aguascalientes
COLUMNAS
Hombres
(y mujeres)
que no
tuvieron
monumento
JOSÉ LUIS JUSTES AMADOR
Charlotte Mary Mew
Tragedia y soledad son las dos palabras que resumen perfectamente la
vida y, como consecuencia, la obra
de la injustamente olvidada Charlotte Mary Mew. Tragedia porque su
padre, reconocido arquitecto y mal
previsor, dejó a su familia en la casi miseria. Y también tragedia, y
también familiar, porque de los siete hermanos Mew, tres murieron
en la infancia y otros dos tuvieron
que ser internados desde jóvenes en
manicomios. Esas fueron las circunstancias que incitaron a las dos hermanas menores Mew, Anne y Charlotte, a hacer un juramento de no
casarse jamás. De ahí la soledad,
descrita por uno de sus biógrafos
como “castamente lesbiana”.
“Un demonio chiquito con inteligencia” la describió otro de sus
biógrafos. Otro fijándose más en su
apariencia física escribe de ella que
“Su pelo gris alocado, sus asombrosos ojos grises, su rostro pálido y
diminuto, pertenecen a un visitante
de otro mundo, asustado por lo que
tiene que pasar en este”. Ezra Pound
le escribió para pedirle permiso para
publicar un poema “Fin de fiesta”
en su revista y le dice en la carta
“Conozco una poeta cuyo pecho
late como una dínamo debajo de
un traje gris hierro hecho a medida
(creo que uno de sus trajes es gris
hierro) y cuando publique sus poemas me dará algo que decir que no
puedo decir de mis imaginistas”.
Charlotte, además de en su poesía, fue innovadora en muchos otros
aspectos. En su soltería, en su forma
de vestir, siempre trajes cortados a
medida, en el fumar y, también, en
su ideario político. Ella fue uno de
los pilares del liberalísimo Bedford
College, uno de los primeros colegios femeninos decididamente abiertos en lo social y sin adscripción
religiosa, en el que también hacía
de carpintera. Ahí le comenzaron
los ataques de demencia que tanto
temía haber heredado. Según una
de sus discípulas “estaba tocando el
piano y de repente en un estado alteradísimo, y llena de dolor, comenzó
a golpear con su cabeza la pared”.
Charlotte decidió entonces tomarse
un descanso y fue cuando se dedicó
de lleno a la poesía.
Sus poemas de amor, aunque sáficos en la idea, reflejan perfectamente la imposibilidad, o la tendencia a hacerlo imposible, para
encontrar una pareja de Charlotte.
En mundo en el que las mujeres,
sólo las de clase alta claro, podían
acceder a trabajos, mayormente intelectuales, el primer gran amor de
la Mew fue su editora en The Yellow
Book. Tras años de acercamiento a
Ella D’Arcy, heterosexual hasta la
medula, a los que esta sólo respondía brindándole cada vez más amistad Charlotte se rindió en 1902.
En 1913, tras un tiempo de “castidad”, Charlotte volvió a enamorarse, esta vez de la novelista May
Sinclair, abierta lesbiana y masculina en porte y vestido como Mew.
Sinclair la había buscado por carta
y por comentarios de amigos interpuestos, pero cuando Charlotte
al fin se decidió a declararle su amor,
como ya había hecho con otras mujeres, a May dejó de interesarle.
Y no sólo no le interesó sino que
incluso llegaba a ridiculizarla como cuando le escribió a la también
novelista Rebecca West: “hoy Charlotte volvió a intentar acercarse a
mí. Sólo logré escaparme de ella
poniendo entre nosotras una cama”.
Siguió escribiendo y viviendo
con su hermana hasta que tras la
muerte de esta de cáncer de hígado, se autointernó en una residencia
para ancianos donde su hermana la
acosaba en las pesadillas diciéndole
que había sido enterrada viva. “24
de febrero de 1928”, escribió en su
diario Charles Robert Cockerell,
“un trágico final para una vida trágica de un ser muy raro. Después
de cenar escribí su obituario para
The Times”. Margaret Mew se había
suicidado bebiendo desinfectante
“Lysol”.
¿Por qué un monumento para
Charlotte Mary Mew? Primero, y sobre todo, porque demuestra lo efímero de la fama y de los aplausos
de los contemporáneos. Segundo, y
también, porque con su vida y sus
acciones, incluido su suicidio, hizo
bandera de un amor más poderoso
que el carnal, el fraternal. Tercero,
porque en ella se cumple lo que le
había profetizado Hardy que “se la
seguirá leyendo cuando otros hayan sido olvidados”. Y, cuarto, por
la respuesta que solía dar cuando se
le acercaba para preguntarle si ella
era Charlotte Mew. Su respuesta era
siempre la misma. “Lamento decirle
que sí lo soy”.
[email protected]
PARTEAGUAS
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COLUMNAS
La sombra de
Peter Pan
SANDRA REYES CARRILLO
Personas que inspiran,
conspiran
Me encantan las dedicatorias de libros. Me fascina el “A Paula de Parma” de Enrique Vila-Matas al inicio
de sus libros. Me pregunto, si tuviera la oportunidad de dedicar uno, a
quién sería. A quién mi primer libro
y a quién los demás. Y qué escribiría. Quizá dependería de la temática,
del momento, de la circunstancia.
Quizá mejor escribiría un apartado
de agradecimientos y mencionaría
muchos nombres. Quizá escribiría
“A mi familia”, y por familia entendería a los de mi sangre y a todos
los míos.
A lo largo de mi vida, he conocido a personas maravillosas, personas que inspiran. Inspiran para hacer, para elegir, para construir, para
forjar un camino. Así, suelo dividir
mi paso por el mundo en etapas,
particularmente en edades que fueron marcadas por algo o alguien. Y
comienzo, al azar, por mis 15 años:
recuerdo al chico güero, alto, que
conocí cuando hacía el servicio social en la prepa, cuando yo tenía rastas y reforestaba el río San Pedro,
y él usaba ropa oscura y pelo largo.
Después están los 19, cuando
conocí a aquella conductora de un
programa local de música. Cuando
se mudó al d.f. me invitó a pasar
allá unos días, y fuimos a un concierto de Nine Inch Nails, a cenar
a los tacos El Califa, a una fiesta
en casa de Ximena Sariñana, a un
concierto de Kanye West, y a una
surrealista despedida de un grupo
noventero de pop.
78
PARTEAGUAS
A los 21, conocí a mi propio
Queequeg, salvaje, y tuve aquella
primera plática sentida y profunda,
en su habitación, mediterráneamente hasta el amanecer.
También están el año 2012 y el
mago que me dio hospedaje, cuando
fui extranjera, a mis 25.
A veces encuentro en mi vida
nombres, como la marca amarillo limón en la palma de la mano derecha
del mayor de los Glass (“Si empiezo
a ir a un psicoanalista o cuando empiece, quiera Dios tenga la previsión
de llamar en consulta a un dermatólogo. Un especialista en manos.
Tengo cicatrices en las manos por
tocar a cierta gente. Una vez, en el
parque, cuando Franny todavía estaba en el cochecito, apoyé la mano
en la pelusa de su coronilla y la
dejé demasiado rato. Otra vez, en
el Loew de la calle Setenta y dos,
mientras veíamos con Zooey una
película de fantasmas. Tenía seis
o siete años y se metió debajo del
asiento para no ver una escena de
terror. Puse mi mano sobre su cabeza. Ciertas cabezas, ciertos colores
y texturas de pelo humano dejan
marcas permanentes en mí. Otras
cosas también. Una vez Charlotte se
me escapó del estudio y yo la cogí
del vestido para detenerla, para que
se quedara junto a mí. Un vestido
de algodón amarillo limón que me
gustaba porque era demasiado largo
para ella. Todavía tengo una marca
amarillo limón en la palma de la
mano derecha. Ah, Dios, si se me
puede aplicar un nombre clínico,
soy una especie de paranoico al revés. Sospecho que la gente conspira
para hacerme feliz”). A veces encuentro en mi vida nombres, digo,
como el del profe de Lingüística, el
mejor, que me enseñó el oficio de la
corrección.
Me preguntaba un día por qué
debía agotarse la tristeza. Entendí
que somos mejores si estamos felices. Y que eso debe contagiarse, ser
una epidemia. Por eso deberíamos
tener presentes, siempre, nuestras
marcas amarillo limón, nuestras cicatrices. Y reproducirlas. Rodearnos
de Frannies, Zooeys y Charlottes.
Como no he escrito un libro todavía, va este texto para todos mis
conspiradores.
[email protected]
Nueve
millones de
días lluviosos
CINTHYA
GARCÍA LEYVA
Objetos posibles
Acaso alguna predilección por el
estado de lo potencial ha generado
el despliegue de guaridas, museos,
cajones, archivos o simplemente listas de lo que podría agruparse aquí,
por asuntos de practicidad, en la categoría de objetos imaginarios. Allí
están esos instrumentos musicales,
por ejemplo, cuyos sonidos dependen de la lengua experta de un gato
o de la combinación exacta de ciertos colores, el libro que puede leerse
solamente con los oídos, o el tablero
de ajedrez montado en un globo terráqueo, con las piezas siempre en
caída.
Ciertos catálogos de estos objetos utilizarán, dentro de la potencia de lo que se dice imaginario, la
restricción de lo ( -) posible. Y
C O L U M N A S
lo (+ -) posible tendrá que ver la
mayoría de las veces con: a) ( -)
realizable en el ámbito de lo visible y material: objeto que puede
tener fisicalidad comprobable en el
mundo; o b) ( -) adaptable según
la categoría de objeto a la que se
adscribe: la silla de cuatro patas con
asiento en el piso de Jacques Carelman se inserta en el “mundo silla”
con una disfuncionalidad (no puede
utilizarse como silla) que la convierte en la excepción de tal mundo,
el mismo que de cualquier forma la
acoge como silla.
Esa ambigua condición de posibilidad de un objeto, suponiendo
su respectivo estado de realización
(quizás conviene decir aparición),
puede complicarse todavía más
cuando se piensa también en la repetición de este objeto; como si la
repetición implicara comprobación,
confirmación de aquello que se repite. Es precisamente del asunto de
la repetición desde donde parte Artie Vierkant en su ensayo “The Image Object Post-internet”, para argumentar el sentido de dispersión que
cobran los objetos a partir de su puesta en conexión; una puesta no desde internet, sino desde post-internet,
escribe Vierkant para marcar su punto de partida, y post-internet como el
internet que puede poner en perspectiva lo que sus modos de efectuar en
el mundo dicen de sí como fenómeno y como máquina, y lo que dicen
también de ese mundo, en un funcionamiento en conjunto con tal máquina que ya lo ha marcado y le hace
cuestionar desde la conectividad,
entre otras tantas cosas, lo que significan precisamente palabras como
objeto, materialidad o posibilidad.
La idea de la dispersión de los
objetos en sus múltiples versiones
como imágenes en la web sirve a
Vierkant para pensar en la multipli-
cación de sus posibilidades de realización o aparición (“everything is
anything else, whether because any
object is capable of becoming another type of object or because an
object already exists in flux between
multiple instantiations”). ¿Qué le hace a un objeto la múltiple reproducción de su imagen desplegada en,
por ejemplo, una búsqueda en Google? ¿Qué hace su imagen con su
imagen repetida? O, mejor, ¿en dónde la (se) coloca? ¿Es que la puesta
en pantalla de la ubicuidad nos hace
pensar en otro tipo de materialidad,
en otro tipo de objetualidad? ¿Es
un objeto repetido frente a nuestros
ojos, reproducido en pixeles, tan
posible como la pantalla ante la que
podemos observarlo? Con la incertidumbre a cuestas, transitamos por
ahora acaso en esos espacios intermedios entre un estado material y
uno virtual. “Los objetos no hacen
preguntas”, escribió Joseph Brodsky con plena confianza en el reflejo
que emiten. Cómo regresa este reflejo al ojo es ya otro asunto.
[email protected]
((paréntessis))
JONATAN FRÍAS
Derramarse sombra:
derramarse luz
Una obra de arte, una pintura, un poema, un solitario arpegio, nunca son solamente un “punto de vista”. Son un
juego de relaciones, de correspondencias. Un tejido complejo de vo-
ces: visos y reflejos. Son también
contexto: son Historia. Son Tiempo. Son Memoria. Son Narración.
Invención
Representación
Voluntad
Un trazo no es solamente un mero
descargo de intención, de color, de
tono, de temperatura: es una idea.
En este sentido, un cuadro es el
resultado expuesto de un conjunto
de ideas: es un manifiesto. Un testimonio más que un testamento. Es
planteamiento, argumentación. En
suma, es un postulado filosófico.
Hay ideas fértiles, ideas bosque,
ideas inevitables e ineludibles, ideas
que crean escuelas, que forman y conforman; también las hay desérticas,
espinosas, solitarias, lejanas. Michelangelo Merisi, Caravaggio, fue
una de esas ideas. Nacido en el otoño de 1571, año de espadas y trompetas. Año en que Cervantes perdió
su brazo en Lepanto pero que le dio
la gloria –todavía imaginaria– del
caballero de la triste figura.
Caravaggio no pobló de ideas
sus obras sino que hizo de sus obras
una idea, declaración de presencias,
estamento de luz. A Caravaggio no
le hizo falta el verbo para crear:
Caravaggio es voluntad resplandeciente. No es fuente luminosa: es
fuente y es luz. Para él la luz tiene
voluntad, postula, establece. La luz
es divina y como tal, ingobernable;
es espacio y es tiempo, ritmo narrativo. Presencia sin origen.
Hay quienes requieren de soles,
de lunas, de azules claros y de rosas para iluminar su lienzo: posan la
luz sobre el objeto. Caravaggio no
ilumina: incendia. Derrama materia
sobre la luz: Derrama sombra. Oscurece el mundo. Si la luz es divina,
PARTEAGUAS
79
COLUMNAS
Caravaggio es el mortal que la encadena.
Michelangelo Merisi no conoce
el decoro, sus vírgenes son prostitutas, sus ángeles, mendigos. No viste
a sus santos de túnicas inmaculadas,
sino de harapos a la moda. No son
pulcros sino sucios, gastados. En su
pintura sacra deja claro que para él
el reino divino se manifiesta en lo
cotidiano y miserable, en lo mortal.
Para esto se vale de una gestualidad
dramática, de claroscuros, de ángulos contrapicados.
Sus ideas antiacadémicas, su herética manera de obrar, su carácter
desinhibido, su técnica pictórica su
tremenda irascibilidad, sus símbolos, todo en su conjunto le impidió
tomar el papel de maestro y que
su arte se convirtiera en modelo:
en anhelo. La fuerza dominante de
su personalidad era seductora. También sus escándalos. Todo esto hizo
de él una figura, un personaje.
Caravaggio no se satisface con
mirar la realidad en su mera representación fenoménica, siempre
busca la otra orilla, la grieta que le
permita mirar el otro lado, el objeto
en sí, con toda su carga simbólica,
con su deformidad. Expone, exhibe
la realidad en toda su caducidad. En
todo cuanto tiene de efímera. No
sólo buscaba imitar bien, sino recrear en toda su convicción; como
afirmaba Giordano Bruno: “a la divinidad sólo se asciende por la Naturaleza” y él ascendió tan sólo para
despeñarse en un puñado de imágenes infinitas.
[email protected]
80
PARTEAGUAS
pasapáginas
AGUSTÍN DELGADO
Rachel Kushner ha pasado los últimos meses yendo de Londres a París
a Milán para presentar la publicación de The Flamethrowers en Europa. Es una lástima que no lo haya
hecho para el español. También ha
escrito en italiano la tragedia de un
crucero moderno y la deshonra de
su capitán. En marzo de 2015 se publicará su libro de tres cuentos The
Strange Case of Rachel K.
Ella no escucha música mientras
escribe, porque la música sucede en
adición a la escritura como lo hace
el resto de la vida, nos dice. La música está ahí, para emocionarnos en
un momento determinado, en una
escena particular, de ahí su naturaleza cinematográfica.
Los Lanzallamas. Jack Goldstein tiene una pieza llamada “The
Weep”, son dos minutos con veinticinco segundos del llanto de una
chica, sólo eso. Terminó viviendo en
una casa tráiler en East L.A. y para
mantenerse vendía helados en un
camión, helado que dejaba descongelar mientras iba a comprar metadona. También tiene una pieza llamada “The Murder”, que son nueve
o trece minutos (dependiendo de la
versión), de paisaje sonoro con vidrio rompiéndose, lluvia y truenos.
Una joven y su motocicleta tratando de batir el récord mundial en
el desierto de Nevada. No Marianne
Faithful en “Desnuda bajo la piel”,
pero casi.
El Nueva York de baja y alta cultura, el mundo del arte con sus complejas relaciones. El Nueva York de
finales de los setentas, con las fábricas cerradas y en ruinas, artistas
tomando las instalaciones abandonadas, convirtiendo los espacios en
lofts y tugurios. Danny Lyon y The
Destruction of Lower Manhattan.
Soho antes de las tiendas.
Arte y Violencia: Black Mask,
los Up Against the Wall Motherfuckers y sus carteles de “se busca
quien sepa dibujar” con la imagen
de un revólver al lado. Sandro Chia
con una escopeta en el sofá. William
Eggleston, joven besando su arma.
En paralelo, la Italia de izquierda más anárquica, el movimiento
Autonomia, Brigate Rosse, huelgas
de obreros, asesinatos políticos y secuestro de exprimer ministro. Entrevistarlos en la cárcel, con respuestas
esquivas, como las de un mafioso, o
un sacerdote.
Ambos, conectados, al revés del
tiempo y bajo imágenes de Virginia
Tusi y china girls. El cine como telón de fondo, el Guy Debord con su
película de diálogos a cuadro blanco
y silencios a negro o la palindrómica
In girum imus nocte et consumimur
igni, Chantal Ackerman y su News
from Home hasta llegar a Behind the
Green Door, una erótica de culto.
La novela está dedicada a Cynthia Mitchell, una de las mejores amigas de la autora, y quien la ayudara
a introducirse en el mundo del arte
en Nueva York y en quien probablemente el personaje de Giddle está
inspirado. Pero también para Anna,
una bella chica de dieciséis años,
vagabunda, heroinómana, embarazada de ocho meses con tendencias
suicidas, sola en la Italia de los 70 a
quien Alberto Grifi y Massimo Sarchielli dedican un filme de más de
cuatro horas, la contemplación de la
vida ordinaria y el caos, el más puro
direct cinema.
[email protected]
Maribel Portela
Corales
Mixta papel, 90 x 70 x 71 cm, 2014
Exposición “Registro de la materia”
Mac 8, Aguascalientes
JEHÚ
CORONADO LÓPEZ
Sangre
I
Asistimos al suicidio de las formas
todas las cosas son un suicidio
nosotros sólo elegimos la velocidad de este proceso
Ser feliz es el suicidio más cómodo
descansa y buenas noches
descansa y buenas noches
Queremos reflejarnos en todos
todo nos divierte
pero cada vez quedan menos materiales
para reconstruir esta casa
¿Por qué es tan fácil derrumbarse
y no logro derrumbar este muro de palabras?
Así un buen rato
hasta olvidar que estoy tranquilo.
II
Amor, voy a encontrar la esquina de todas las cosas
y me voy a golpear contra ellas
como la chica que se masturba con su celular
mientras habla a gritos con su novio
(adentro del cuerpo la resonancia es muy rara)
82
Tú le cortas el pene y se lo pones en la boca y no lo sabe
y va a la escuela y al supermercado
PARTEAGUAS
y ya no puede pronunciar la palabra “gracias”
Tú le cortas el pene y él aprende a obtener cosas a partir de eso
con el miembro en la mano saluda a sus maestros
asalta un banco
toma rehenes
y sale huyendo de tu vida
por una puerta en el suelo
bajo tu cama
que fue construyendo sin que te dieras cuenta
Con el miembro en la mano se da un disparo en la boca
Pum
saliste en el periódico.
III
Soy un negro
piedad para los negros
se dicen a sí mismos
con la piedra que usan para golpearse
Piedad para las piedras
y para estos maniquís llenos de sangre
De qué color es la pérdida
digamos rojo
digamos que soy un perro
digamos negro
en la antirrabia de marcharme
Perforado el ano de tanto cagarla
para qué vivir si el color de la piel no me cambia
Soy un negro
enamorado del color
no racista
la rabia le pertenece a las piedras
la rabia al bordado que mi madre tejía
para el día de nuestra boda
Soy un negro llorando
demasiado pesada
no pude lanzarla lejos
encima de una piedra
Decidí rodar
PARTEAGUAS
83
y me volví gordo
Me volví la piel que mis amigos no querían ponerse –YA VETE
soy un negro
–NO ENTIENDES O QUÉ
la textura de mis ojos se ha vuelto áspera para mirarlo todo
–QUE TE VAYAS
mi piel pesada me la pongo para salir a caminar alguien debería saludarme
–QUÉ IMPORTA YA
mis manos de un color cenizo
–DÉJAME
mis manos de negro
–DÉJAME SOLA
mis manos
–QUIERO ESTAR SOLA
pero no demasiado
y yo corro como nunca corrí
porque soy demasiado gordo
y los gordos no corren
los gordos amamos con lentitud
entregamos una rosa
tú tranquila
que mis pliegues ya contuvieron las espinas
–NO ENTIENDES QUE TE VAYAS
de tanto recostarme tengo llagas en forma de ramas de árbol seco
una fisura en el costado
soy un mago
saco un conejo de ahí
lleno de sangre
mira
–NO IMPORTA YA DÉJAME
Soy un negro en la lluvia
mi piel se cuartea
y en uno de esos cuartos
vivimos
los mejores días.
84
PARTEAGUAS
IV
Le pido un abrazo a mi madre
–sé que usted no hace esta clase de cosas–
mi madre a veces llora cuando lee mis poemas
porque sabe que su hijo está loco
sabe que el medicamento no me baja la fiebre
de sentirme una azotea
El doctor me dice que respire
pero soy un negro
cómo se dará cuenta
de las agujas que ya traigo encajadas en mi cabeza
son arpones
Desde su tranquilidad
el doctor percibe luz en mi escondite
Estoy en un campo
concentrado
he dejado mis libros
y he dejado que el sobrepeso me abandone
Mamá, quiero un abrazo
mamá, perdón por ser tan torpe
usted sabe que yo no sé cuidarme
que yo no quiero cuidarme
Mamá, el arpón
si me lo quita me desangro
Aquella fuga de gas
es nueva no la había visto
todavía no puedo verla
Yo antes no era negro, papá
no sé qué pasó
Siempre fuimos imitaciones:
para amar
nos reproducíamos uno al otro
Mamá, perdón por mentirte
papá, perdón por abandonarte
amor, tengo una puerta: pronto tendremos una casa
mamá, estuve llorando
papá, hay un hombre persiguiéndome
PARTEAGUAS
85
amor, no tengo cambio: yo no lo conozco
mamá, mis sobrinos crecen tristes
papá, recogí las monedas que se te cayeron
amor, usé esta tarjeta para
mamá, ya soy un
papá, me hablaron de ti
amor, cerré la puerta
mamá papá un dolor de garganta
amor, he tomado tanto que ya no se me para
amor:
porque los golpes son señales de vida
debo seguirme golpeando
La puerta de la desgracia es muy ancha
caben todos
hasta nosotros los gordos
Las personas somos un cáncer
el único lector ideal es aquel que no lee tus libros
Ya no sé si estoy deprimido o si sólo es un berrinche
Te conocen como __________ “el que abandona todo”
mi nombre el abandono
mi nombre en la cerca para los cobardes
mi nombre el culo de dios lampiño y duro
La comida fría define a nuestra generación
Mi nombre el culo de dios está cosido a la puerta de esta casa
para que el cordero no nos quite nada
salte
esta casa
que he perdido
pero sigo habitando
Tengo un jelco ya no tengo casa
Hice un tiradero
Un día que llegué borracho
rompí el vaso
que a veces veíamos vacío
y escribíamos poemas
para recordar ese momento
86
PARTEAGUAS
El poema era nuestra manera de fotografiar un instante
Mamá, yo estoy podrido
Papá, no puedo odiarte
Alguien abrió la puerta usando mi boca como una manija
Mira amor, aprendí a andar a gatas
mamá y papá estarían orgullosos de verme feliz
pero mi boca es un suicidio
es una boca negra y gorda
NOS CONCENTRAMOS EN EL FÍSICO
PORQUE ES MÁS FÁCIL DE CONTROLAR
QUE NUESTRA CABEZA
V
Papá, no me han salido las cuentas de mi vida
sumé lo que tú sumabas
amé las llaves de mi casa
me gustaba besar el anillo en el dedo sucio del abuelo
no estuvo bien que se muriera
papá, estoy trabajando y soy mediocre
soy una evasión impuesta por el fantasma de mi hermano muerto
A veces siento que soy él
creo que al morir no vamos hacia ningún otro lado
y esa es la gran decepción de mi vida
las cosas muertas
son un lastre
(no sé qué significa esa palabra pero está rodeada de luz y de lodo)
Me gustaba jugar a que el abuelo y yo éramos lo mismo
y era cierto
a que tú y yo éramos elementos repetidos “n” veces
en una operación matemática
en una fórmula química insoluble
y era cierto
Mi abuelo me daba carta blanca cuando yo era un niño y ustedes no veían
PARTEAGUAS
87
VI
Mamá, me llené el vacío de datos curiosos
por eso cree que soy inteligente
para no saber de mi vida
me interesé por la de otros
Me volví sociólogo
aburrido y bizco
Yo era bizco
y gordo y negro
Era de lo peor:
el alimento podrido en el estante
que aún así tenía clientes
Me llevaban a su casa
y yo sólo infestaba los rincones de sus cuerpos
La enfermedad nunca termina de salir de nosotros
Todo nos enferma
Todo es hermoso
Todo es un suicidio
Si queremos todo nos puede doler bastante
Hay una cura lo leímos en los libros
nos dio esperanza
pero no tuve que leer ningún libro para saber
que yo era un idiota con cascabeles en el cuello
El sonido me volvía sordo
tanto sonido me volvía sordo
eran los gritos de mis padres
su decepción
El amor convertido en materia fecal
el amor convertido en materia fecal
y aún así era algo hermoso.
88
PARTEAGUAS
VII
El cerebro de mi madre le dice a mi cerebro
que el cerebro de mi padre estuvo mal
Hermanito
Tuve rabia de ser negro
me quedaba callado
porque al hablar sólo escupía
preferí beber:
tragarme lo que otros tenían que decir
El cerebro de mi madre estaba mal
cerraba las puertas
yo miraba detrás
cómo mis dedos se iban atorando
Sangre molida
Sangre molida en el cerebro de mi padre
ahora estoy descomponiéndome delante de esta puerta
La vida era el CO2 de mis otros componentes
es decir vivía para matarme
es decir
buscaba un abrazo imposible.
VIII
Te dejo mi mano llena de sangre
guárdala en tu bolso
para cada vez que tengas miedo
puedas hundir tu mano
y apretar la mía
Porque
todo es hermoso
todo es hermoso
te lo juro.
PARTEAGUAS
89
Maribel Portela
Ramo
Papel impreso, 96 x 39 x 40 cm, 2013
Exposición “Registro de la materia”
Mac 8, Aguascalientes
T H E M A
EL FIN DEL
APOCALIPSIS
ÁNGEL
FRANCISCO HERNÁNDEZ
MONTAÑEZ
La posmodernidad es la era del fin o, al
menos, el sueño del fin. El desencanto
imperante en las personas que
habitamos los inicios del siglo xxi es tal
que parece que ya sólo queda el anhelo
de que todo se acabe de una vez. El
fin de la modernidad, se dice, fue el fin
de la razón. ¿Lo es realmente? Estas y
otras preguntas para la comprensión
de los problemas contemporáneos,
no sólo de la filosofía, son abordados
con amenidad por Ángel Francisco
Hernández en una disertación que,
desde la preocupación crítica de Kant
hasta su eco derrideano, nos recuerda
que uno de los quehaceres más
importantes para la especie humana es
mantener una actitud de duda sana y
constante.
todo lenguaje sobre el apocalipsis
es también apocalíptico y
no puede excluirse de su objeto.
Jacques Derrida
El tono y los temas apocalípticos
En un breve texto que dio a conocer en 1796, a propósito de la traducción al alemán de las célebres Cartas atribuidas a Platón, Immanuel Kant expresó su
desacuerdo con los “aires de gran señor” que advertía
en ciertos discursos filosóficos de su época.1 El objeto de la atención de Kant en aquel entonces era el
tono en el que se manifestaba un pequeño grupo de
filósofos platónicos y místicos para quienes el quehacer de la filosofía era equivalente a la develación de
un misterio. Muchos años después esas reflexiones
sirvieron como punto de partida a Jacques Derrida
para cuestionar el tono, los temas y las pretensiones
1
IMMANUEL KANT
Kant, Immanuel. “Trabajo preparatorio para ‘De un tono
de distinción adoptado recientemente en filosofía’”, en
Logos. Anales del Seminario de metafísica, Universidad
Complutense de Madrid, Vol. 38, España, 2005, pp. 13-27.
T H E M A
Jacques Derrida
apocalípticas de algunos discursos filosóficos que
cobraron fuerza al finalizar el siglo xx.2
En los aires de suficiencia de la filosofía platónica Kant advirtió una amenaza contra el uso teórico y público de la razón que no sólo impedía pensar
en voz alta sino incluso pensar en absoluto. En su
opinión, del mismo modo que las sectas creen estar
en posesión de un misterio celosamente guardado,
los representantes de la filosofía platónico-mística actuaban como si fueran propietarios de algunos
secretos que debido a su naturaleza no podían dar a
conocer públicamente ni comunicar a otros por medio del lenguaje. Para ellos, bastaría con escuchar la
voz interior, o bien dejarse llevar por la intuición o
el sentimiento para comprender la totalidad de la sabiduría a la que se aspira con la reflexión filosófica,
una sabiduría que desde luego no estaría al nivel y al
alcance de la muchedumbre.
Las críticas de Kant no se limitaron a los representantes de la filosofía platónico-mística, sino que
también se extendieron a la “novísima sabiduría alemana” encarnada en aquel entonces por dos pensadores irracionalistas, Friedrich Heinrich Jacobi y
Johann Georg Hamann, enemigos declarados de la
Ilustración que proclamaban a los cuatro vientos
la necesidad de filosofar por medio del sentimiento
y la intuición.3 Precisamente contra esa filosofía que
pretendía castrar a la razón por medio de los arrebatos poéticos y metafísicos, Kant dirige los dardos de
su crítica y al final de su pequeña obra señala, con
ironía, que “en el fondo, seguramente toda filosofía
es prosaica y la propuesta de volver a filosofar
poéticamente equivaldría a proponer al tendero que
en el futuro llevara sus libros de cuentas no en prosa
sino en verso”.4
Platón el académico era para Kant el ejemplo clásico del mistagogo o sacerdote que devela los misterios y por ello no dudó en calificarlo como el “padre
de toda exaltación con la filosofía”. En las famosas
Cartas, cuya autenticidad ha sido puesto en duda a
excepción de la vii, Platón transitaría de la exaltación
al delirio en su intento por captar una realidad inmutable de carácter suprasensible que supuestamente sólo se dejaría atrapar por los espíritus más finos y de
la cual no podría hablarse abiertamente al pueblo a
riesgo de provocar un grosero desprecio.
Kant señala que, como buen filósofo delirante,
Platón se remonta a las cumbres de la intuición metafísica, se deja llevar por el ritmo lento de los arrebatos místicos, habla a sus adeptos en el tono de quien
trata de iniciarlos en los grandes misterios y trata de
eludir a toda costa el arduo trabajo conceptual de la
razón. Al seguir ese camino –piensa Kant– Platón
conduce a la filosofía a una muerte segura.
Años después, Jacques Derrida consideró importante reflexionar sobre el tono apocalíptico que literalmente se apoderó de los discursos filosóficos en
la segunda mitad del siglo xx. Para ello, eligió como
punto de partida el comentario y la parodia de ese
breve texto kantiano en el que, curiosamente, jamás
se menciona la palabra “apocalipsis” ni tampoco se
hace referencia a la historia de sus manifestaciones
religiosas y filosóficas. En realidad, en ese texto
Kant se limitó a llamar la atención de sus lectores sobre la manera en que algunos filósofos platónicos
pretendían darse importancia adoptando aires de suficiencia, como si estuvieran en posesión de ciertos
misterios que no podían ser revelados a cualquiera.
Y aunque la palabra “apocalipsis” tiene actualmente el significado común de una catástrofe terrible,
Derrida destaca que en su significado bíblico original
se refiere principalmente a un acto de descubrimiento o a la revelación de algo que permanece oculto
a nuestra vista. Pero del mismo modo que Derrida
Berlin, Isaiah. El mago del norte: J. G. Hamann y el origen del irracionalismo moderno, Editorial Tecnos, Madrid, 2008.
4
Kant, Immanuel. Op. cit., p. 27.
3
2
Derrida, Jacques. Sobre un tono apocalíptico adoptado
recientemente en filosofía, 3a Edición, Siglo xxi, México,
2006.
92
PARTEAGUAS
T
renuncia a interpretar la amplia gama de significados
de la palabra, con todas las dificultades que implica
la delicada labor de la traducción-traición, nosotros
debemos también renunciar a seguir el sinuoso rastro
de sus resonancias bíblicas para concentrarnos sólo
en algunas de sus manifestaciones seculares más evidentes en nuestro tiempo.
Al decir lo anterior no solamente nos referimos a
las tradicionales reflexiones marxistas que desde fines del siglo xix pregonaban el fin del capitalismo y el
advenimiento del paraíso de los trabajadores o el célebre discurso nietzscheano sobre el supuesto fin del
ser más despreciable, el “último hombre”, con sus pequeñas virtudes y su minúscula cordura, con su terrible bullicio de hormigas y su mísero bienestar. Esa
elocuencia poético-profética propia del siglo xix, se
vio de pronto enriquecida y superada en el último tercio del siglo xx por una gran diversidad de discursos
filosóficos seculares que adoptaron con terca naturalidad el tono y los temas apocalípticos.
Y aquí vale la pena escuchar con atención los
cuestionamientos de Derrida sobre los grandes temas
apocalípticos de nuestro tiempo:
¿Acaso los diferendos no han adoptado todos la forma de una emulación en elocuencia escatológica, y
no ha sido cada recién llegado más lúcido que el
anterior, más vigilante y más pródigo en cargar las
tintas: os lo digo en verdad, no es solamente el fin de
esto sino también y en primer lugar de aquello, el fin
de la historia, el fin de la lucha de clases, el fin de la
filosofía, la muerte de Dios, el fin de las religiones, el
fin del cristianismo y de la moral (esa fue la ingenuidad más grave), el fin del sujeto, el fin del hombre, el
fin de Occidente, el fin de Edipo, el fin de la tierra,
Apocalypse now, yo os lo digo, el fin en el cataclismo,
el fuego, la sangre, el terremoto fundamental, el napalm que desciende del cielo desde los helicópteros,
como las prostitutas, y también el fin de la literatura,
el fin de la pintura, el arte como cosa del pasado, el
fin del psicoanálisis, el fin de la universidad, el fin del
falocentrismo y también del falogocentrismo, ¿y de
cuántas cosas más?”.5
Entramos, pues, en un terreno bastante conocido para aquellos que hoy nos encontramos afectados por
el síndrome del cansancio postapocalíptico. Con
todo, anunciar el fin del cristianismo y la moral no
fue, como dice Derrida, la ingenuidad más grave. El
mayor atrevimiento y la fuente principal de los ríos
de tinta que en el último tercio del siglo xx alimentaron un intenso debate europeo cuyos ecos todavía se
5
Derrida, Jacques. Op. cit., pp. 48 y 49.
H
E
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Johann Georg Hamann
escuchan en la caja de resonancia hispanoamericana,
es el insistente anuncio del fin de la modernidad y la
muerte de la razón, que se transmitió adoptando el
tono polémico y los aires de suficiencia de los mejores discursos apocalípticos.
Como en la época de Kant, los mistagogos de
nuestro tiempo también pretenden tener una relación
privilegiada, inmediata e intuitiva con los misterios
más insondables. Y como buenos retóricos quieren
atraernos y conducirnos por el camino de sus verdades privadas ocultas bajo el delgado velo de su elocuencia poético-metafórica. Como en el juego de espejos de la deconstrucción derrideana, la imagen del
apocalipsis se reproduce al infinito. Pero ahora podemos dormir tranquilos, porque el fin del apocalipsis
es inminente.
Con las resonancias bíblicas como música de fondo, hoy podemos acompañar a Derrida en su aventura, aunque sea a destiempo y a la distancia, dejándonos llevar por el deslucido estilo del siglo de las
luces, aludiendo y eludiendo la engañosa seducción
del tono apocalíptico: ven, el fin del final se acerca,
el apocalipsis del apocalipsis ha comenzado...
De los aires de gran señor a los
aires de gran familia
En el principio de esta historia está la emoción y una
confusa pero exitosa amalgama de sentimientos y
actitudes. No en balde el respetado y respetable Jürgen
PARTEAGUAS
93
T H E M A
Habermas, cuando el debate modernidad versus posmodernidad comenzó a ponerse interesante a principios de la década de los ochenta del siglo pasado,
caracterizó esta última postura como una “corriente
emocional de nuestra época que ha penetrado todas
las esferas de la vida intelectual”.6 Y para avivar el
fuego visceral de las disputas, en ese conocido texto
Habermas sembró de inmediato la semilla de la discordia al situar el debate en el inestable terreno de las
dudosas y casi siempre incendiarias clasificaciones
políticas, tan comunes en el polarizado ambiente de
la militancia intelectual de la gran familia disfuncional de la izquierda.
El sumo pontífice y heredero indiscutible del
legado de la Escuela de Frankfurt, en el tono condescendiente propio de los “aires de gran familia”,
mandó al infierno del ninguneo político a los jóvenes
conservadores (George Bataille, Michel Foucault,
Jacques Derrida), a los viejos conservadores (Hans
Jonas, Robert Spaemann) y a los neoconservadores (el primer Wittgenstein, Carl Schmitt, Gottfried
Benn).
A quienes estaban todavía vivos en ese momento seguramente no les causó mucha gracia verse de
pronto incluidos en una tipología política del conservadurismo que además los colocaba de golpe en el
nebuloso campo de la filosofía posmoderna. Y otros
que en ese momento fueron excluidos en el texto de
Habermas, como François Lyotard, que en aquellos
años hacía mucho ruido defendiendo la causa de la
posmodernidad, se sintieron defraudados por la falta
de reconocimiento a sus esfuerzos y se aprestaron a
participar en la polémica.
Desde su origen, el debate adquirió tintes maniqueos y, tal vez por esa razón, cada vez que se menciona el tema se aviva una gran animosidad política e
intelectual que amenaza con perturbar la sagrada tranquilidad de los recintos académicos. Aparentemente,
o se defiende la causa y la crítica de la modernidad en
la línea trazada por Habermas, quien considera que se
trata de un “proyecto incompleto” o bien se hacen declaraciones a favor de la posmodernidad escuchando
el eco de la multiplicidad de voces apocalípticas que
desde distintos frentes no se han cansado de anunciar
la muerte de esto y también de aquello.
Lo que parece innegable es que en su origen y desarrollo el perfil del debate tiene aires de familia. Sus
principales protagonistas pertenecen al amplio y ge6
Habermas, Jürgen. “Modernidad: un proyecto incompleto” en Casullo, Nicolás (comp.), El debate modernidad-posmodernidad, 2ª Edición ampliada y actualizada,
Ediciones Retórica, Buenos Aires, 2004, p. 53.
94
PARTEAGUAS
latinoso espectro de la izquierda intelectual, tanto de
Europa como de América Latina, como lo muestran
los casos del propio Jürgen Habermas, François Lyotard, Peter Bürger, Marshall Berman, Perry Anderson
y muchos otros que posteriormente lo enriquecieron
con sus aportaciones como Gianni Vattimo, Gilles Lipovetsky, Anthony Giddens, Fredric Jameson, Terry
Eagleton, Alex Callinicos y Albretch Wellmer. A esa
lista es posible agregar los nombres de otros pensadores latinoamericanos que en alguna medida han participado en esta discusión desde distintas perspectivas,
como Bolívar Echeverría, Néstor García Canclini,
Juan José Sebreli, Roberto Follari y Rigoberto Lanz.
El caso paradigmático es el de François Lyotard
que en el último tercio del siglo pasado contribuyó de
manera importante a la adopción en el ámbito filosófico y a la difusión masiva del término “posmodernidad” y sus derivados. Como se sabe, en su juventud
Lyotard perteneció a diversos grupos ultraizquierdistas y posteriormente tuvo una importante participación en el movimiento estudiantil de 1968 en Francia.
En la década siguiente, seguramente convencido del
trágico fracaso del socialismo real, adoptó como divisa filosófica la tesis de la “incredulidad” frente a
los grandes metarrelatos que legitiman el saber en las
sociedades desarrolladas, “la dialéctica del Espíritu,
la hermenéutica del sentido o la emancipación del sujeto razonante o trabajador”.7
Aunque el tema político no es el motivo central
de esa obra, publicada veinte años antes de la caída
del Muro de Berlín, en ella se advierte la sombra de la
crisis de la narrativa marxista, seriamente erosionada
por las incontables noticias de los excesos totalitarios
del socialismo real. Desde luego, Lyotard se cuida
mucho de asociar la tesis de la incredulidad exclusivamente al enorme desencanto que experimentaba
una buena parte de la izquierda frente al rumbo que
había tomado el socialismo en la Unión Soviética y
en los países que estaban bajo su órbita.
Incluso algunos años después reconoció que en
esa obra pionera había simplificado en exceso la
cuestión y que los relatos a los que hacía referencia
eran todos aquellos que dejaron su huella en la época
moderna: el relato marxista de la emancipación del
trabajo a través de la revolución proletaria, el relato
ilustrado de la emancipación de la ignorancia por medio del conocimiento, y el relato liberal-capitalista de
la emancipación de la pobreza a través del desarrollo
7
Lyotard, Jean-François. La condición posmoderna. Informe sobre el saber, 2a edición, Ediciones Cátedra, Madrid,
1991, p. 9.
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Néstor García Canclini
Jürgen Habermas
tecno-industrial.8 Con ello el manto de la incredulidad se extendió sobre las diversas variantes del gran
relato moderno de la emancipación y la concepción
histórica del “gran propósito”.
Al borde del abismo, en las visiones posmodernas
del apocalipsis los símbolos se multiplican. Curiosamente, Auschwitz es el nombre que la gran familia
de la izquierda asocia con mayor frecuencia a la tragedia y a la no realización de los valores e ideales de
emancipación. A la furia nazi del terror totalitario se
suma también el desamparo y la angustia ante la inminencia de la guerra nuclear de la que Hiroshima y
Nagasaki fueron sólo el primer anuncio. Y de manera
tímida, casi encubierta, en la fábula posmoderna aparece aquí y allá el desencanto y la denuncia de lo que
a mediados del siglo pasado era un secreto a voces: el
extravío totalitario de la utopía socialista, el gulag y
los crímenes del estalinismo.
Por su parte, en una época en que la narrativa marxista y sus desafortunadas realizaciones históricas se
encontraban completamente desacreditadas, Lyotard
intentó trazar una línea de demarcación entre el totalitarismo nazi y el totalitarismo estalinista a partir
de la diferencia que estableció Kant entre el régimen
despótico y el régimen republicano. Incluso se atrevió a plantear la hipótesis de que el totalitarismo estalinista fue ante todo una política de terror más que
una política despótica.
En la serie de cartas publicadas bajo el título La
posmodernidad explicada a los niños, sostiene que el
socialismo fue un relato de emancipación que tuvo su
origen en la Declaración de los Derechos del Hombre
y, en este sentido, su modo de legitimación seguía
siendo republicano, a diferencia del modo despótico
de legitimación del totalitarismo nazi que recurrió a
las figuras simbólicas de la mitología aria. Si bien
Lyotard no podía imaginar que unos cuantos años
después el socialismo real estallaría en mil pedazos,
en su mente seguía rondando una idea que a la “gran
familia” de la izquierda siempre le ha resultado incómoda y difícil de admitir: el cercano parentesco
totalitario del nazismo y las diversas encarnaciones
del socialismo estalinista.9
Entre la vacilación, la incredulidad y el desencanto, el gran relato apocalíptico cobra fuerza y realidad.
8
Lyotard, Jean-François. La posmodernidad explicada a
los niños, Editorial Gedisa, Barcelona, 1987.
Hubo una época, se dice, en que la humanidad
confiaba ciega e ingenuamente en los efectos positivos del desarrollo de las artes, la ciencia y la técnica.
En la época dorada de las certidumbres ilustradas y
9
En la clásica obra que escribió sobre este tema varias décadas antes, Hannah Arendt expresó esta idea con toda
claridad: “Hasta ahora conocemos solamente dos formas
auténticas de dominación totalitaria: la dictadura del nacionalsocialismo a partir de 1938 y la dictadura del bolchevismo a partir de 1930. Estas dos formas de dominación difieren básicamente de otros tipos de dominación
dictatorial despótica o tiránica, y aunque evolucionaron
con una cierta continuidad a partir de dictaduras de partido, sus características esencialmente totalitarias son
nuevas y no pueden derivarse de sistemas unipartidistas”.
Cfr. Los orígenes del totalitarismo, Alianza, Madrid,
1981, p. 548.
PARTEAGUAS
95
T H E M A
François Lyotard
revolucionarias del siglo xviii se tenía confianza en
el progreso general de la humanidad y en la posibilidad de la transformación social conforme a los
ideales de libertad, igualdad y fraternidad. En los dos
siglos posteriores, continúa el relato, el optimismo y
la pasión revolucionaria de los ciudadanos franceses
que lucharon para liberarse de la ignorancia, la pobreza y la tiranía, contagiaron a todas las corrientes
políticas –liberales, socialistas, anarquistas y demócratas– que prácticamente sin distinción abrazaron la
causa de la emancipación intelectual, política y económica de la humanidad.
Pero después de casi dos siglos de luchas sangrientas –y aquí viene la visión apocalíptica– la retórica de la emancipación se fracturó y el “malestar en
la cultura” alcanzó niveles intolerables. El desarrollo
tecno-científico, en lugar de traer consigo el progreso
y el bienestar del género humano, abrió la puerta al
infierno de la guerra nuclear y al ecocidio que amenazan con poner fin a la humanidad. La promesa de
justicia social que infundió la esperanza de una vida
mejor a millones de personas dio paso a la instauración de crueles dictaduras y regímenes abiertamente
totalitarios que masacraron a la población civil en
nombre de la raza, la clase social o la democracia.
“Ni el liberalismo, económico o político, ni los diversos marxismos salen incólumes de estos dos siglos
sangrientos. Ninguno está libre de la acusación de
haber cometido crímenes de lesa humanidad”.10
10
Lyotard, François. La modernidad explicada a los niños,
p. 91.
96
PARTEAGUAS
Hay razones, pues, para pensar en el desfallecimiento o fracaso de un proyecto civilizatorio. Lyotard eligió el nombre de Auschwitz para referirse a
la sombra de pesadumbre que oscurece al espíritu de
una época en la que el futuro parece impenetrable y
el rumbo que hasta ahora habíamos seguido ha dejado de tener sentido para nosotros. Pero en honor a la
verdad, como buen integrante de la gran familia de la
izquierda, Lyotard pudo también utilizar el nombre
del gulag para referirse no al fin de la modernidad
sino al debilitamiento de una de sus corrientes intelectuales y políticas, tal vez la más crítica y rebelde,
que a partir de la caída del muro de Berlín en 1989
y la desintegración de la Unión Soviética en 1991,
dejó un vacío teórico y político que inmediatamente
fue llenado por otros sistemas de pensamiento que
se encontraban más a tono con la nueva condición
de incredulidad y falta de sentido de una época que
trató inútilmente de fijar en el “post” el olvido fundamental de un gran desastre histórico: el desastre
de las distintas variantes del socialismo trágicamente
existente.
Extraña paradoja: cuando las evidencias del fracaso del proyecto socialista eran ya inocultables, en
el nutrido coro de los apocalípticos se empezaron a
escuchar los gritos: ¡la modernidad ha muerto! ¡La
razón totalitaria ha muerto! ¡Todo lo que un día estaba vivo ha muerto!
Bien dice Jacques Derrida que toda escatología
apocalíptica se afirma en nombre de la luz, del vidente y de la visión. Y así como Kant en su época
intentó desmitificar el tono gran-señor de la filosofía
platónico-mística en nombre de la ilustración, “nosotros no podemos no heredar esas Luces, no podemos
y no debemos –es una ley y un destino– renunciar a
la Aufklärung, o dicho de otra manera, a lo que se
impone como el deseo enigmático de la vigilancia,
de la vigilia lúcida, de la elucidación, de la crítica
y de la verdad, pero de una verdad que al mismo
tiempo guarda en ella un deseo apocalíptico, esta vez
como deseo de claridad y de revelación, para desmitificar o, si lo preferís, para deconstruir el discurso
apocalíptico y con él todo lo que especula sobre la
visión, la inminencia del fin, la teofanía, la parusía,
el juicio final”.11
Así pues, el final es el principio y aunque la pregunta pueda parecer ociosa a estas alturas debemos
ensayar una respuesta: ¿en verdad sepultamos a la
modernidad y a la razón?
11
Derrida, Jacques. Ibidem, p. 52.
Maribel Portela
Hojas negras
Papel, 93 x 93 x 13 cm, 2013
N A R R AT I VA
El
mole
ADOLFO ARTEAGA SÁNCHEZ
e conté de Nora?, la que fue mi compañera en la oficina de seguros. Sí,
ella, Nora, la gorda voluntariosa, ella
sí me quería, no como la otra. Si vieras
cómo cocina, sabe hacer los chiles rellenos más buenos
de todo México, y de los postres ni se diga. Déjame que
te cuente. Todo empezó un fin de semana que salíamos
de la chamba, le di un aventón, me invitó a pasar a su
casa y me dijo:
–Arturo, quédate a comer; mi hermano ya se fue a
Juchipila, guisé un molito para los dos y ahora tengo
mucha comida. Ven, acompáñame a la cocina, siéntate.
Puso al fuego las cazuelas, tomó una baguette de
una forma muy singular –nunca me había fijado en sus
manos, eran las manos más bellas que nunca antes había visto–, la partió, y qué manera de untarle la mantequilla mientras me comentaba que se iría mañana a Juchipila, que siempre pasaba los fines de semana con su
familia. Yo no podía quitar mis ojos de aquellas manos
que comenzaron a preparar una ensalada César. ¡Qué
manera de quebrar los huevos! Batió el aderezo con
parsimonia, lo distribuyó lentamente sobre la lechuga
y con sus manos lo revolvió, ¡con esas manos!
Lelo, vi cómo metió su dedo índice en el mole, lo
puso frente a mi cara y me ordenó: “Prueba, a ver cómo
me quedó”, le chupé su dedo, trémulo, le conteste
mirándola de soslayo: “dulce”; repitió la acción pero
ahora con dos dedos, me embarró los labios, después
me limpió con su lengua y de ahí pal real a comer
sabroso y calientito todos los días.
Un grito que venía desde la cocina interrumpió la
plática de los dos amigos:
–Arturo, ven a poner la mesa y a preparar la ensalada.
98
PARTEAGUAS
Ilustración de Jesús Reyna
N A R R AT I V A
El buzo con
tos
MAURICIO SALVADOR
abes qué acabo de descubrir? –dijo Rosario–. Que no se pueden hacer planes
a futuro. A lo mucho se pueden hacer
planes para el día siguiente. Y ni siquiera eso.
–Yo voy a ser un buzo.
–¿Y eso qué?
–Es mi plan.
–Pero te acabo de decir que no se puede.
–¿Por qué no?
–Porque no. ¿Estás sordo? Quizá un plan a corto
plazo sí. Por ejemplo, podría enterrar a José Brian en
la arena y dejarlo ahí para ver cuánto tiempo dura sin
llorar. Es un buen plan a corto plazo.
–Pues mi plan es ser un buzo. A Rosario le fastidió
que semejante certeza (como si ser un buzo fuera grandioso) amenazara su reciente descubrimiento: que en
esta vida no se pueden hacer planes. Aún más, le fastidió la sospecha de que si el chico seguía hablando su
vehemencia la obligaría a replegarse hasta aceptar que,
bueno, de vez en cuando ciertos planes podían llegar a
realizarse. Pero justo cuando el buzo iba a proseguir la
descripción de su plan de convertirse en buzo un ataque de tos lo hizo doblarse en dos. Rosario sintió que
recuperaba su antigua autoridad.
–Esa tos –dijo.
–Me da cuando me río o me pongo ansioso –dijo él.
–Es triste no poder reírse.
–Es sólo que... a veces... –continuó el chico, reprimiendo los borbotones de aire–...a veces...
Para no molestarla más mordió la boquilla de su esnórquel y respiró a profundidad varias veces; con este
método los ataques de tos languidecían; era un gran
misterio.
Rosario apartó la vista del buzo y se estremeció con
la brisa del mar, una brisa reparadora para todos pero
para ella un recordatorio de que las vacaciones habían
llegado a su fin.
Porque en general Rosario odiaba que las cosas
llegaran a su fin, que la escuela llegara a su fin, y las
vacaciones y el sueño y, sobre todas las cosas, los domingos. Que un domingo llegara a su fin era en ocasiones más de lo que podía soportar. Y sentir por medio de
esa brisa fresca que se acercaba el final de la tarde y del
domingo y de las vacaciones y que más tarde tendría
que subir a la habitación y al otro día estar de camino a
casa fue una sensación que en ese momento le pareció
lo más cercano a la muerte.
La situación era tan miserable que no se dio cuenta
que el pequeño buzo se había recuperado y le contaba
desde hacía rato lo mucho que aquel hotel le gustaba
a sus papás y cómo tenían planeado regresar todos y
cada uno de los años de su vida. Al escuchar que lo
tenían planeado desde tantos años atrás, a Ros se le
removió el estómago porque estaba convencida de que
esas cosas no eran posibles, no era posible planear algo
con tantos años de anticipación, no cuando cada cinco
minutos el mundo daba media vuelta y lo ponía todo
de cabeza, cuando apenas uno decidía cómo serían las
cosas “algo” hacía su aparición y decidía que en realidad tenían que ser de otra manera y lo que uno tenía
en mente se hacía añicos porque las cosas no pueden
planearse, así de sencillo. Pero para qué explicarle todo
esto, pensó. ¿Lo comprendería?
–A mis papás también les gusta –fue lo que dijo–.
A mi mamá por la comida y a mi papá porque puede
hacer mucho ejercicio, es un díscolo.
–¿Un qué?
–Alguien que arroja el disco –aclaró Rosario. Volteó a donde estaba su hermano y gritó–: ¡José Brian!
¿Todavía quieres aprender a nadar?
Como respuesta José Brian les dedicó una mirada
concentrada de rencor y promesas; luego volvió a su
mundo y siguió platicando solo en el chapoteadero.
–Es por tu culpa –dijo Rosario.
–¿Porque eres mi novia?
–Porque no le enseñaste a nadar.
El buzo mordió el esnórquel y sólo por prevención
hizo unas cuantas respiraciones que sonaron como los
PARTEAGUAS
99
N A R R AT I VA
Ilustración de Jesús Reyna
ruidos que haría un fantasma a medianoche. A Ros le
pareció que los ojos azules del buzo se tornaban verdes
y que su cabello reflejaba el atardecer. Era un chico
cambiante este buzo con tos.
–José Brian era güerito de bebé –dijo, llevada por
sus pensamientos–, Pero después engordó como un
marrano.
–Me sé una historia –dijo el buzo–, son unos hombres que viven en una isla. Bueno, no es una isla pero
ellos creen que es una isla y piensan que ese es todo el
mundo que existe. Un día unos pescadores se pierden
durante una tormenta y nadie sabe qué pasó con ellos.
Entonces a uno se le ocurre construir un puente sobre
el mar para ir a buscarlos...
–Eso es muy tonto.
– ...y comienzan a construirlo poco a poco sobre el
mar pero no avanzan nada y luego viene otra tormenta
y destruye el puente...
100
PARTEAGUAS
–¿Y por qué no salieron a buscarlos en lancha?
–Es que había tormenta.
–¿Y qué pasó?
–Ya no recuerdo. Haces muchas preguntas.
–Porque no me gustan las historias así.
–¿Quieres ir otra vez a la playa?
–No.
–Podemos construir otro castillo.
–Seguro que José Brian lo destruye otra vez.
–Podemos protegerlo.
–No quiero hacer nada. Te digo que ya no se pueden hacer planes.
–Eres muy rara –dijo el buzo.
–¿Y qué? El buzo tosió falsamente y volvió a su
silla decidido a guardar silencio y no proponer más planes. Pero al cabo de un rato dijo:
–¿Has mandado postales?
–No.
N A R R AT I V A
–No es difícil. Es como mandar una carta.
–No me gustan las cartas.
–No te gusta nada –se quejó él–. O no quieres hacer
nada conmigo.
–Es que no tiene caso –dijo Ros–. Es lo que te estoy
diciendo. Tú eres el que no entiendes nada.
Enojados, permanecieron callados el resto de la tarde, es decir, los pocos minutos que aún quedaban de
sol, hasta que los padres del buzo aparecieron por la
alberca y le hicieron a su hijo una señal para que los
acompañara al restaurante.
–¿Nos vemos más tarde? –preguntó.
Ros no se atrevió a decirle que esa era su última
noche en el hotel. Sólo dijo sí con la cabeza y contempló al buzo mientras se alejaba a punta de aletazos por
el camino de concreto que conducía al restaurante del
hotel.
•••
Después de recorrer por segunda ocasión el bufet Ros
volvió a la mesa y notó que José Brian charlaba con su
cena y que sus padres comían en silencio.
–No sé si son mis mejores vacaciones o las peores
–declaró.
–Son mis mejores vacaciones –dijo José Brian a su
comida.
–¿Y tu novio? –preguntó su madre.
–No es mi novio –dijo Ros– es un buzo.
– ...mis mejores vacaciones –repitió José Brian.
–¿Quieres callarte?
–Déjalo.
–Coman –dijo su padre y ambos, Rosario y José
Brian, se aplicaron a sus platos y contribuyeron con su
parte al concierto de voces y cubiertos que reinaba en
el restaurante.
Mientras cenaban su madre se ocupó en hacer que
José Brian comiera propiamente, una tarea complicada
porque la comida lo transformaba y no era él uno de
esos niños a los que se les ruega para que coman sus
verduras, al contrario, a él había que quitarle el plato y
lo que hubiera en él para preservar su salud y evitarle
la muerte.
Su padre, en tanto, realizaba una técnica consistente en llevarse la taza de café a la boca cada vez que
una mujer pasaba junto a la mesa o se acercaba a la
barra de ensaladas. Sus ojos bailoteaban por encima de
la taza y luego de dar un sorbo su atención se perdía
en los otros comensales del hotel y finalmente en José
Brian, a quien daba un golpecito en la cabeza y le decía: “Come bien”.
Era un hotel muy grande aquel, el más grande que
Ros hubiera visitado y el primero, de hecho. Hasta el
momento de su llegada pensaba que un hotel era un
sitio para pasar la noche durante un viaje y nada más.
Ahora sabía qué equivocada estaba. Era un lugar con
posibilidades infinitas; donde la vida simplemente era
mejor; donde los meseros te servían más jugo sin necesidad de pedirlo y donde de regreso a la habitación
las camas siempre estaban hechas y el baño relucía de
limpio y las habitaciones tenían botones distribuidos
de tal manera que en las noches nunca había que desplazarse más allá de un metro para apagar las luces y
dormir tranquilo en aquellas enormes camas de frescas
colchas; y si uno no quería dormir se podía optar por
salir al balcón y mirar la noche y escuchar el mar y
estar ahí; eso, estar, sin hora de ir a la cama ni obligación de hacer tarea; y de ser adulto se podía, como sus
padres, salir a bailar salsa o tomar una copa y pasarla
bien aunque Ros no veía diversión alguna en el hecho
de salir a escuchar una música tan horrible y beber bebidas espantosas.
Con el paso de los días Ros y José Brian se convirtieron en presencias familiares para los huéspedes y el
staff del hotel. Como si tuvieran el don de la omnipresencia se les podía ver al mismo tiempo en la alberca
y el restaurante, y en el gimnasio o sentados a la barra
del bar del hotel tomando una limonada mientras contemplaban cómo el barman preparaba una tras otra las
bebidas exóticas que pedían los otros huéspedes. Era
un gran hotel, uno fantástico.
Tras cenar Rosario había adquirido la costumbre de
vagar por el lobby y sentarse en los grandes sillones a
ver televisión a pesar de que lo único que la televisión
transmitía era la publicidad del hotel y de los diferentes
tours que su padre había dicho que de todas maneras
no iban a adquirir.
Esa última noche decidió que todo iba a ser igual.
Después de cenar se dirigió al lobby y tomó asiento
en el sofá para mirar la enorme pantalla apagada. Se-
PARTEAGUAS
101
N A R R AT I VA
mejante contratiempo la puso ansiosa. Sin contar con
una experiencia anterior Ros supo que justo de eso se
trataba, de la nostalgia, de las expectativas, de las posibilidades que la “última noche” puede producir.
Sólo para distraerse de sus pensamientos tomó y
comenzó a leer una revista para mujeres, en especial
para mujeres que gustaban de pasearse por la playa con
pareos y gafas oscuras y andar de noche con un vestido
rojo entallado y tacones altos. También había hombres
pero a estos no parecía importarles la moda y sí escalar montañas, jugar tenis y andar en bicicleta. Pasó
las páginas distraídamente, leyendo las frases en cada
uno de los anuncios pero también pensando en el buzo
con tos, en los dos días anteriores que habían pasado
juntos en la alberca y en la playa, tomando limonada,
contándose secretos, haciéndose bromas. Por un momento sintió que nunca más en la vida iba a encontrar a
alguien como él, alguien con quien pasar el tiempo era
de hecho extraerse al tiempo y vivir en un plano donde
la mayoría de las cosas dejaba de tener importancia.
Con esto en mente se dirigió al bar, donde el barman ya
la esperaba, y dejó que le sirvieran su limonada.
–¿Y el buzo? –preguntó el barman.
–No lo sé –dijo Ros–. No soy su mamá.
Dicho esto bebió la limonada y miró hacia otro
lado, contrariada todavía por no haberse atrevido a decirle al buzo que era su última noche y decepcionada
por no haberlo visto a él ni a sus padres en la mesa del
restaurante que habían ocupado las noches anteriores.
Divertido, el barman siguió limpiando vasos, lavando
licuadoras, poniendo en orden cada uno de sus utensilios al tiempo que le lanzaba miraditas. Le divertía
hablar con Ros.
–No me digas que te dejó plantada.
–No –dijo Ros–. Es sólo que ya nos vamos.
El barman hizo un gesto de contrariedad ante las
noticias y luego atendió a dos huéspedes jóvenes que
Ros ya había visto en el hotel en otras ocasiones. Mientras daba un sorbo a su limonada observó a la chica de
arriba abajo, su vestido corto, sus pies con las uñas pintadas, su cabello perfumado, sus labios pintados. Por
supuesto Ros había visto otras mujeres en el hotel, pero
esta muchacha tenía el don de hipnotizarla cada vez
que posaba sus ojos en ella. En la alberca, por ejemplo,
102
PARTEAGUAS
Ros se descubrió incapaz de mirar a alguien más que
no fuera ella. La muchacha también había advertido
esta atención y la gratificaba con una sonrisa que a Ros
le parecía de lo más falsa y que por ello nunca se dignaba contestar. Apenas veía la sonrisa decidía alejarse
y eso fue lo que hizo en cuanto la chica le sonrió con su
boca pintada y sus dientes manchados de bilé.
Con su limonada en la mano se dirigió al elevador
y oprimió el piso número 2. Mientras subía recordó el
momento en que ella y José Brian se encontraron por
primera vez con el buzo. Éste cavaba un hoyo muy profundo en la arena, tan profundo que Rosario llegó a
sentir pánico ante la posibilidad de que el agua comenzara a brotar sin control.
Al salir del elevador caminó como en cámara lenta,
en parte porque los pasillos eran iguales y eso la confundía y en parte porque no olvidaba que esa era la última noche que pasaría en aquel hotel. Ahora cada momento le parecía hermoso porque sabía que nunca más
en la vida iba a volver a estar en un hotel tan magnífico.
Se detuvo frente a una puerta y tocó. Un hombre abrió,
estaba desnudo.
–¿Se te ofrece algo?
–Estoy buscando al buzo.
–¿Perdón?
–El buzo con tos.
–No conozco a ningún buzo. ¿Estás hospedada
aquí?
Ros asintió.
–¿Y tus papás? ¿Están en este piso?
–Sólo quería despedirme del buzo.
–El buzo –dijo el hombre–, ¿es como de tu edad?
–Más chico –dijo Ros–. Usa aletas.
–¿Cómo de este tamaño? Creo que ya sé de quién
hablas. Lo conozco. ¿Es tu amigo?
–Sí. Me quería despedir.
–¿Cómo te llamas?
–Rosario.
–Bonito nombre.
El timbre del elevador sonó y fue en ese momento
en que Rosario giró en su lugar y se encaminó hacia el
elevador, de donde en ese instante emergió la pareja
que ella y José Brian solían encontrarse a todas horas
en la alberca y el bar del lobby. La chica sonrió y dijo
N A R R AT I V A
“hola” pero Rosario experimentó un odio desmedido
hacia la simpatía que le ofrecían. ¿Cómo no podían
comprender que aquella era la última noche del día,
de las vacaciones, de su vida? Nadie sabía nada. Nadie comprendía que en esta vida las cosas nunca salían
como una quería.
•••
Esa última noche Ros no quiso salir a la playa, pasear
con José Brian o ver televisión. Se sentó en el balcón
a escuchar el azote de las olas contra la playa y a mirar
las estrellas en el cielo aunque para entonces ni las olas
ni las estrellas le interesaban. De hecho se olvidó de todo ello al cabo de unos minutos y miró las uñas de los
dedos de sus pies. Y miró sus pies. También miró las
uñas de sus dedos pero pronto su atención regresó a
las uñas de sus pies. Eran uñas bien formadas a pesar
de que se curvaban demasiado y los extremos parecían
clavarse en la piel de los delgados dedos. Excepto por
el tamaño y el color eran las mismas uñas de su madre,
aunque ella solía pintarlas de negro o de rojo fuego y
aplicarles una capa de brillo que olía a rayos. Regresó
a la habitación y buscó el barniz de uñas en las cosas de su madre. Lo llevó a la terraza y ahí comenzó
a pintarse las uñas con tanto cuidado y concentración
que ni siquiera escuchó cuando sus padres y José Brian
volvieron a la habitación. José Brian se colocó a sus
espaldas y vio lo que estaba haciendo.
–¡Mamá –gritó–, Ros se está pintando las uñas!
Rosario cerró el frasco de barniz, metió los pies
con sumo cuidado en las sandalias y entró a la habitación. Sus padres miraron sus uñas pintadas y le dedicaron un gesto de escepticismo y otro de sorpresa.
–Ya no se pueden hacer planes hoy en día –dijo Rosario.
–¿Perdón?
–Todos los niños tienen los dedos de los pies chuecos –continuó–, pero yo los tengo perfectos.
–Los tendrás perfectos –dijo su madre– pero no tienes edad para pintarte las uñas ni ponerte bilé. Lávate
ahora mismo.
Ros no hizo caso y en vez de eso se sentó en la cama
para seguir admirando las hermosas uñas de sus pies.
Ilustración de Jesús Reyna
PARTEAGUAS
103
Ú LT I M O T E M A
Sobre vecindades en
Aguascalientes*
La mención más antigua a una vecindad en la ciudad de Aguascalientes
data de 1874 y es la de los “Cuartos de don José Morán”, situados en el
Callejón del burro. Ya casi a finales del siglo xix aparece otra referencia
que tampoco lleva aún el nombre de vecindad, “El Mesón del Ángel”, que
a pesar de la categoría contenida en su título cumplía la función de un hospedaje más fijo que el de un mesón.
En uno de sus reportes sobre una vecindad el ingeniero de ciudad encontró
que “la mayoría de las piezas están inhabitables: muy reducidas, los techos
sumamente bajos, poca ventilación, mucha humedad y ninguna comodidad”. Revisó el excusado y se topó con uno “lleno por completo”, del cual
salían “las materias fecales a la pieza contigua”, por lo que “los numerosos
inquilinos usan como excusado un pequeño hoyo que se hizo en uno de los
cuartos, sin banco ni tablas”.
Las escenas de bailes y riñas que involucraban a toda la vecindad son
bien frecuentes en la prensa. El comisario se encontró un día con un gran
escándalo en la vecindad de Jesús, en el cual llevaba protagonismo María
Guadalupe “mujer conocida por la cubana”. En otro patio de vecindad, éste
en la calle de Larreategui, “hubo una riña, casi un tumulto, por el número
de rijosos, hombres y mujeres”.
*Datos extraídos de “En busca de la ciudad invisible: habitación,
barrio e itinerarios urbanos en los márgenes de Aguascalientes a
principios del siglo xx” de Gerardo Martínez Delgado.
Cúmulo, pág. 3
Gota y Estructura aérea, pág. 76
Delta, pág. 63
Corales, pág. 81
Ramo, pág. 90
Flor del desierto, pág. 42
Hojas negras, pág. 97
Hilito de sangre, pág. 7
Maribel Portela es una escultora y ceramista que cuenta con más de 40 exposiciones individuales y 100
colectivas, ha presentado su trabajo no sólo en algunas ciudades de México sino también en Puerto Rico, Canadá, Egipto, Estados Unidos, Irlanda, Francia, Dinamarca, Suiza, España y China. Afirma: “Me interesa explorar
técnicamente distintos materiales; a través de pliegues, arrugas, acumulaciones, cortes, llego a la construcción
de estructuras tridimensionales y bidimensionales”. En 2001, fue becaria del Sistema Nacional de Creadores
(fonca), México y en 2011 del Programa de Residencias Artísticas fonca-Conacyt, México-China, Academia
de Bellas Artes de la Universidad de Tsinghua, Pekín. Su obra forma parte de importantes colecciones y publicaciones en México y el extranjero. Entre el 30 de octubre de 2014 y el 25 de enero de 2015 su exposición
“Registro de la materia” se exhibió en el Museo de Arte Contemporáneo, Mac 8.
ARTE
"Semblantes del siglo xx",
artes plásticas
Colección del Museo Aguascalientes
María Patiño Richarte
Poesía, entrevista con
literatura
Francisco Hernández y Nuno Júdice
Juan Manuel Roca
Ahora más que nunca
artes escénicas
Hacer la tumba, obra de Daniel Serrano
Rodolfo Guerrero
Es más que jazz, es música
música
entrevista con John Medeski
danzaLa danza folclórica mexicana
en el ica
Alfredo Xicoténcatl García Robles
DOSSIER
Familias de hoy,
diversas, en proceso de adaptación
Olivia Sánchez García
Homoparentalidades:
la familia como espacio de reconocimiento
Karina Bárcenas Barajas
Casa 1100, comunidad
Juan Manuel Tejada Colón
No como cualquiera, sino cualquiera
José Luis Justes Amador
Ni para vestir santos
Eréndida Hernández Velasco
THEMA
El fin del apocalipsis
Ángel Francisco Hernández Montañez
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