PUBLICACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE JUECES Y MAGISTRADOS “FRANCISCO DE VITORIA” • Nº 50 • Julio de 2015 • Primera Época • SUMARIO Editorial Nosotros y el caos T odo para los jueces, pero sin los jueces. El martes 16 de junio por la tarde, el ministro de Justicia convocaba a las asociaciones judiciales a una reunión en el Ministerio para el día siguiente. A priori parecía que una reunión de tan alto nivel con la presencia de la secretaria de Estado y el director general tenía por objeto poner encima de la mesa cuestiones que nos preocupan y afectan y que, en suma, terminan por afectar a una correcta administración de Justicia y a todos los ciudadanos. Pues va a ser que no. El plato ya estaba cocinado hace tiempo y, como aquel famoso título cinematográfico de Pasquale Squitieri, nos lo sirvieron frío. Las reformas de la LOPJ y la Ley de Enjuiciamiento Criminal están muy avanzadas y serán próximamente aprobadas por las Cortes. Y esto es lo que hay. Como las lentejas: o las tomas, o las dejas. Nunca habíamos visto tanta producción legislativa al final de una legislatura. Y después de comprobar la cantidad de errores técnicos que tiene la reciente reforma del Código Penal, nos tememos lo peor. Se pretende promocionar la especialización y posibilidad de atribuir a juzgados concretos la carga en su materia especial de otros juzgados del mismo territorio (por ejemplo, se comentó que 65 juzgados de Violencia Sobre la Mujer podrían llevar esta materia en 200 partidos judiciales). Se va a conceder a las Salas de Gobierno de los TSJ facultades de redistribución de la carga de trabajo cuando haya diferencias sustanciales de carga en unos y otros juzgados. Se prevé la ampliación de la edad de jubilación a los 72 años con la posible supresión de los magistrados eméritos. Y en cuanto a las reformas procesales, sigue adelante el proyecto parlamentario que introduce, entre otras cosas, los plazos en la instrucción. Es muy sorprendente que se quiera prolongar la edad de jubilación de los jueces y al mismo tiempo no se anuncie la creación de una sola plaza judicial y no se dé una solución adecuada a la precariedad en la que trabajan los jueces de las últimas promociones. Da igual que la mitad de los órganos judiciales de España estén trabajando por encima del 150 % de la carga máxima de trabajo admisible. Ya tienen en el Ministerio la varita mágica: “reordenación de efectivos”. No sabemos si dicha reordenación se hará teniendo en cuenta datos objetivos de carga de trabajo o servirá para premiar al vago impune, si es que lo hay. Ya nos dirán cómo se compagina que una Sala de Gobierno se dedique a repartir cargas de trabajo con el derecho al juez ordinario predeterminado con la ley. Sobre la Justicia de “excelencia” que ahora se propone fomentando la especialización, siempre hemos tenido muchas dudas de la necesidad. En todo caso, debemos exigir que no haya ninguna limitación en el número de plazas y que, como ya se ha manifestado en otras ocasiones esta asociación, se pueda adquirir la especialización por el ejercicio durante un periodo del cargo en la jurisdicción. No nos cabe la menor duda de que centenares de jueces que llevan muchos años en la misma jurisdicción serían capaces se pasar cualquier test de excelencia. Asombra también tantas prisas en legislar a cien por hora, para luego incumplir flagrantemente lo legislado. Ahí está la comisión quinquenal no paritaria creada por la disposición adicional primera de nuestra Ley de Retribuciones del año 2003. Doce años después, ni está ni se le espera. Se creará, “ad kalendas graecas”. La legislatura más calamitosa en materia de justicia que conocemos va a terminar con dos medidas inútiles: cambiar el nombre de imputado por el de investigado y limitando la instrucción a seis meses, sin que se invierta un solo euro en justicia, cuando es bien sabido que las dilaciones proceden de la sobrecarga de trabajo, la necesidad de incrementar la planta judicial y la de conceder a todos los colaboradores de la administración de Justicia los medios necesarios para que un informe pericial policial no tarde más de un año en ser emitido. Ahora bien, el ministro de Justicia, en unas declaraciones de las que se hicieron eco todos los medios de comunicación el 19 de junio de 2015 ya ha encontrado al culpable de que las causas se atrasen: los propios Jueces. Vaya análisis más profundo y con conocimiento de causa. Resulta que quien más interés tiene en prolongar la instrucción y en tener la mesa del despacho llena de papeles son los propios instructores. Genial. Ya lo dijo nuestro Comité de Coordinación Nacional y lo repetimos ahora: igualmente, queremos dejar claro que AJFV ni ha negociado ni “se ha sumado” a ninguna de estas reformas anunciadas por el ministro, considerando que los jueces, como depositarios del ejercicio de un Poder del Estado, deberíamos ser reconocidos al final de nuestra vida profesional con una indemnización por años de servicio y una pensión acorde a nuestra dignidad y dedicación sin tener que estar trabajando hasta los setenta y dos años para conseguir un pequeño aumento porcentual. CONTROLAR A LOS JUECES E n una entrevista publicada el catorce de mayo en Expansión, el Juez de la Audiencia nacional, Eloy Velasco, declaraba que “interesa más controlar a los jueces que dotarles de medios”, y que “los políticos demuestran su intención viendo en qué sector se gasta el dinero público y Justicia siempre ha sido la hermana pobre”. Añadía que “de los más de 20 cambios que han introducido los diferentes gobiernos desde 1985 en la Ley Orgánica del Poder Judicial, casi siempre han sido para ver cómo el político controlaba más y mejor a quien nombraba, en vez de ver cómo daba más y mejores medios a los jueces de a pie para poder trabajar”. Declaraba que “un político demuestra su intención viendo en qué sector se gasta el dinero público y Justicia siempre ha sido la hermana pobre, no hay más que comparar dónde están colocados los funcionarios de Hacienda y dónde están los juzgados”. Sobre la limitación del plazo para instruir, indicaba que “decir que en seis meses se tiene que acabar un sumario es desconocer el funcionamiento de un juzgado, o que lo que quieren es que el juez no haga bien su trabajo, que no tenga tiempo de acopiar pruebas y sin pruebas tiene que absolver”. Sobran comentarios cuando se dicen las cosas de forma clara. ¿PREPARADOS PARA LA ASAMBLEA VITORINA? S e está trabajando intensamente para que nuestro encuentro anual sea un éxito. Es una tarea ardua que cuando se culmina parece que se hubiera hecho sola. No es así y reconozcamos los demás el mérito a quienes están esforzándose para que todo salga fenomenal. Recordad dos cosas. La primera: tendrá lugar, D.M. los próximos días11, 12 y 13 de noviembre así que, que cada cual cuadre cuanto antes sus señalamientos. La segunda: vencen ahora los mandatos bianuales de los elegidos así que toca renovación o reelección. Es importante contar con el concurso de todos para que esta fiesta vitorina de la libertad que casi tiene ya treinta años de existencia se celebre como siempre, con intensidad, educación y alegría. Feliz verano a todos y nos vemos en Bilbao. Página 2 • EL CÓDIGO ETICO El Guardabosques de Valsaín Página 3 • ELOGIO DE LA CAPACIDAD CRÍTICA Y LAMENTO POR LA AUTOCOMPLACENCIA Y LA ADHESIÓN INQUEBRANTABLE Y… AMÉN José Luis Alonso Saura • JUECES PARCIALES Carlos Sánchez Página 4 • LA MEDIACIÓN EN LA CARRERA JUDICIAL José Ricardo García Pérez • EL PAPEL DE LOS JUECES Mariano Mecerreyes Jiménez • LEMMINGS Javier Perez Minaya Página 5 • 14 MESES, 10 DÍAS Y 20 HORAS Begoña Tárrega Página 6 • RECUPERACIÓN... RECUPERACIÓN DE QUÉ Ramón Gimeno Lahoz Página 7 • SER EXTRANJERO EN EL MUNDO* Francisco Pleite Guadamillas • IGNORANCIA CIFRADA Grupo de Vitorinos de Extremadura • LA HUMILDE SARDINA Lorenzo Pérez San Francisco Página 8 • JUICIO AL CINE: COMO LA VIDA MISMA Jesús Carlos Galán CÓDIGO ÉTICO E l CGPJ ha elaborado una encuesta para la posible redacción de un código ético o deontológico para la Carrera Judicial. AJFV ya ha manifestado que tomará postura cuando se determine el proyecto de código ético. Desde luego tenemos muy claro que un código deontológico tiene que ser ajeno al régimen disciplinario y que lo primero que había que haber preguntado a los jueces es si están de acuerdo en la necesidad de su existencia. Estamos expectantes en cuál será el contenido del proyecto si finalmente sale a la luz. Por ejemplo: ¿Es ético que un Juez se vincule con un partido político? ¿Lo es que un Juez haga viajes de ida y vuelta de la Carrera Judicial a la política sin pérdida alguna de sus derechos profesionales y que le cuenten todos esos años como si hubiera estado poniendo sentencias? ¿Se aplicará la misma vara de medir al presidente y a los vocales del CGPJ? En esta redacción tenemos algunas cosas muy claras. Si en España mandaran los banqueros, pasar de la Judicatura al Consejo de Administración de un gran banco (si es que alguien lo consigue) se consideraría servicios especiales. 2 Asociación de Jueces y Magistrados EL LADO OSCURO DE LA PERITA EN DULCE L a sala de vistas del Juzgado de Primera Instancia y Familia número 28 de Madrid vivió el pasado mes de abril un momento de grave tensión cuando una perito psicóloga, precisamente, le dijo a la magistrada a gritos: “¡aquí la juez soy yo!”. No contenta, al salir de la sala de vistas, la perito la emprendió a patadas con la puerta según formaba con los dedos la uve de la victoria. La noticia la publica Confilegal el 30 de abril de 2015. MARIA JESÚS ALARCÓN BARCOS M aría Jesús ha sido reelegida Presidenta de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, cargo para el que fue nombrada en el año 2010. Nuestra querida amiga y compañera pertenece a esa maravillosa 33ª promoción de la Carrera Judicial (como el resto de las promociones, faltaría más) y después de pasar por Ibiza y Loja recabó al ascender en Málaga donde ha desarrollado gran parte de su actividad jurisdiccional, primero en un Juzgado de Instrucción y luego en su Audiencia Provincial. Su actividad jurisdiccional y docente es bien conocida, así como su implicación en cuestiones asociativas y gubernativas habiendo sido miembro del Comité Nacional de la AJFV y habiendo estado muy involucrada en la implantación de la Nueva Oficina Judicial en Ciudad Real con la finalidad de que ese proyecto tan criticado y criticable del gobierno anterior no fuera un fracaso. María Jesús, desde la redacción te damos la más sincera enhorabuena y te deseamos los mejores éxitos. CINCUENTA NÚMEROS DE LA REVISTA VITORINA C incuenta números no son cincuenta años. No es medio siglo de revista vitorina, por eso no podemos acompañar el artículo con la ilustración de una tarta saturada de velas que deje poco sitio para el bizcocho. Aún así, estamos muy orgullosos de este humilde logro que vio la luz por primera vez trece años atrás. La AJFV nació hace más de un cuarto de siglo como la tercera asociación, la que se quedó en tierra de nadie una vez la APM asumió la cualidad de depositaria de la esencia judicial y JpD la del valor de la democracia misma, la de la modernidad, la del aire nuevo de la justicia. Las veteranas publicaciones de ambas asociaciones no tenían rival ni podían tenerlo. La APM se solazaba dando cuenta de la cascada de nombramientos que recaían en sus miembros, y JpD, silenciando esta misma realidad, se entretenía pregonando su compromiso social. Una voz minoritaria y mal ubicada como la de la AJFV poco podía hacer para que su voz se oyese en ese mar tempestuoso. Aún así, nos lanzamos a la aventura. El comité de coordinación nacional cuyo portavoz era en aquel entonces Carlos Granados, encomendó a Raimundo Prado Bernabéu y a Joaquín González Casso su realización. José Ricardo García Pérez se ofreció llevar a término la empresa. El éxito del proyecto dependía de algunas decisiones iniciales: de un lado, había que optar por una estética que nos diferenciara de la competencia asociativa. De otro, teníamos que presentar un producto interesante, uno que no aburriera a los jueces con la última jurisprudencia sobre el fideicomiso de residuo, ni con el compromiso con los indígenas de Burundi ni que se solazara recreándose en su perfección y en la patente deformidad de los demás. Aprendiendo de los errores propios y ajenos, debíamos maximizar el coste de un producto enormemente gravoso para nuestros modestísimos recursos. De acuerdo con la idea de José Ricardo García, había que apostar por una estética propia que nos hiciera singulares, que se tradujo en las opciones del gran formato, de la impresión en color y del papel satinado. Nuestro producto, para ser impactante tenía que ser necesariamente breve, no había dinero para más, y sumamente atractivo. En cuanto al contenido, descartado el universo jurídico, el autobombo y el exotismo, tras alguna vacilación inicial, decidimos no publicar nada que no fuera firmado por sus autores. Deberían poder estos defender sus opiniones expuestas en nuestra revista y en esos mismos términos en cualquier otro foro. Ni que decir tiene que lo que ahora es normal, hace tantos años no lo era. Había mucho miedo en el gremio, miedo a decir la verdad, miedo que, por otro lado, era incongruente, ya que quien no se asustaba al firmar una sentencia (que le podía costar su empleo, su patrimonio y su libertad) lo hacía al escribir un simple artículo de opinión. En fin, éramos elefantes intimidados por la sombra de un ratón. El primer número vio la luz el mes de julio de 2002. Contamos con un artículo del presidente del CGPJ y del TS y con colaboraciones diversas como la del ex fiscal jefe del TC Miguel Montoro, la del presidente de la sala tercera Ramón Trillo, la del magistrado de la sala tercera del TS José Mateo, la del de la primera Xavier O’Callaghan. También se incluyó en ese número una carta abierta al CGPJ titulada “Alguna vez se pensará en los jueces” carta que, mira por dónde, la escribieron jueces y magistrados no asociados a los que ofrecimos esa plataforma con nuestra falta de sectarismo intrínseca. Tratamos del proyecto de ley de retribuciones y del rechazo de la productividad que la inspiraba. También de cómo lo expresamos al ministro de Justicia José María Michavila mediante carta firmada por el portavoz nacional. Nos ocupamos del agobio de los jueces amenazados y de la necesidad de suprimir el ascenso forzoso. Servirá esto para ilustrar a nuestros colegas con complejo de Adán, los que se creen inventores de las sopas de ajo o de la pólvora, los que piensan que la reivindicación judicial nació ayer. También para los descreídos de la acción asociativa, pues muchas de las cosas por las que entonces peleábamos, ahora son realidades. Nuestra revista dio oportunidad de réplica a quien discrepase de alguno de sus artículos o de su línea. Si alguien tenía algo que decir, podía (y debía) hacerlo. Poco a poco, amén de ganar en extensión, hemos abarcado un conjunto de temas diversos: gastronómico, literario, cinematográfico, satíricopoético y creativo. Nuestros colaboradores no son fijos o de plantilla, sin perjuicio de que la habitualidad de algunos de sus articulistas propicie que cada lector intuya qué le depararán esas firmas conocidas. Unas palabras para los sucesivos directores que ha tenido esta revista y para los miembros de sus sucesivos consejos de redacción, un grupo de amigos y compañeros que han sabido siempre enjugar diferencias y hacer fácil, lo difícil. ¿Quién no sería capaz de objetar que el punto y coma está mal puesto, que el adjetivo admite otro sinónimo que casa mejor o que tal artículo a mí, o sea, a mí, no me gusta? Los que día a día, número a número, hemos colaborado para que se hiciera realidad este ilusionante proyecto, aportamos lo mejor de nosotros mismos y por eso hemos aprendido a trabajar en grupo y a saber que el nosotros cuenta más que el yo. Sabemos que nuestro público es el más exigente. Algunos de sus destinatarios lo son tanto que tiran a la papelera el ejemplar según lo reciben. Esos son los que más nos interesan, pues cuando esas manos muertas para el interés común se sumen a la gran tarea que hace otra parte de la Carrera, todo cambiará. De momento, seguimos adelante. Gracias a todos. LO DICE JESÚS POSADA ¡NO ME DIGA! esús Posada, tercera autoridad del Estado, dijo que preferiría que los parlamentarios se dedicasen en exclusiva a su labor parlamentaria, pero que no veía mal que complementasen sus ingresos con otras actividades no vinculadas con lo público, por tener sueldos que dijo eran de los más bajos de la UE. La noticia la publica Voz Pópuli el 23 de abril de 2015. lberto Ruiz Gallardón aseguró en Sevilla, en sede tan magnífica como Hotel Alfonso XIII en el curso de una conferencia impartida ante un auditorio de 140 personas, que habría que volver “al sistema que había al principio del periodo constitucional con respecto a la designación de los miembros del CGPJ, de modo que la mayoría de los mismos fueran designados por los propios jueces”. La noticia la publica Confilegal el 16 de junio de 2015. J A EXPÓSITO NO SE CORTA UN PELO 2 1 de mayo de 2015. 6,13 horas. Informativo “La mañana” de la cadena COPE. Al micrófono Ángel Expósito. Relatada la noticia de que un agresor sexual ha sido condenado a ocho años de prisión, le debe parecer mal al periodista que dice: “deberían meter a esos jueces en la cárcel”. EL CÓDIGO ETICO La ética es la estética del futuro (Vladímir Ilich Ulíanov “Lenin”) ¿Se nos ha hecho leninista el Consejo Judicial? Sé de alguno que es marxista, pero, ¿todos por igual? No me parece normal. Indagando comentarios hallarás la solución. Todos son totalitarios, lo que cambia es la facción, pero es igual la opinión. Por si no fuera bastante con los códigos al uso, has de aprender al instante un código más difuso, que además será confuso, y si antes respondías por tres distintos caminos, ahora añaden otra vías. No pueden ser más ladinos ni por ende, más dañinos. Insólito, quieren ahora ayuda en su redacción. La liebre no colabora con el galgo en sumisión, porque no es su obligación. Abandonen esta idea que no es muy afortunada, ya que a muchos nos cabrea y quede la cosa en nada, que está muy enrevesada. Nulla estética sine ética, ergo apaga y vámonos (José María Valverde) El Guardabosques de Valsaín 3 “FRANCISCO DE VITORIA” ELOGIO DE LA CAPACIDAD CRÍTICA Y LAMENTO POR LA JUECES PARCIALES AUTOCOMPLACENCIA Y LA ADHESIÓN INQUEBRANTABLE Y… AMÉN L a capacidad crítica se asocia a la racionalidad que nos hace humanos, a la tendencia a la búsqueda y al discernimiento que nos conducen a apreciar valores y principios, justicias e injusticias. No estoy pensando en elogiar a cascarrabias, rebeldes sin causa o gente insoportable, para la que todo está mal. El elogio se reduce a valorar su excelencia cuando va unida a la razón y acredita un espíritu vivo, con algo de fuego. Es esa chispa que nos previene sobre los desvíos espirituales que nos alejan de la verdad, ya que la crítica tiene un buen acompañante en la duda razonable. La capacidad crítica es como estar despierto y vigilante; por el contrario, se puede dormitar en el “aurea mediócritas” de la sopa boba y del decir siempre amén al poderoso, ya por medro ya por miedo. De la capacidad crítica nace la de ser independiente; sin embargo, en contraste, de la adhesión inquebrantable nace la diplomacia mal entendida o de vía estrecha, la adulación y, por qué no, determinada escuela, que podría calificarse del amén, donde lo que predica el jerifalte, incluidos sus rebuznos, sabe a gloria. La recta razón nos hace ver los excesos del poder y el abuso de autoridad, nos muestra la realidad y nos acredita para detectar trampas, apariencias y fachadas, lo que en esta coyuntura histórica no está mal, pues florece la impostura. Se habla de observatorios y de portales, mas conviene no dejarse llevar por las palabras y aplicar un análisis sereno. Debemos seguir un camino seguro para descubrir lo que hay de hipocresía y para detectar las miserias del rey desnudo. Descartes afirmó: “cogito ergo sum”, a ello se podría añadir: “me autocritico luego estoy”. La capacidad crítica nos ayuda a detectar el razonamiento hipócrita, que algunos manejan principescamente, de forma magistral; de manera que consiguen hat- trick con artificio. Por el contrario, debo confesar que, en abstracto, desconfío y tengo declarada la guerra a la autocomplacencia y a la adhesión inquebrantable y, en particular, a la escuela del amén y a sus representantes, pues, para mí, negación del pensamiento, son un mal que nos conduce a las tinieblas de la servidumbre más vil, donde triunfa la corrupción y, sin embargo, la justicia, la verdad y demás valores periclitan maltratados, y, como almas en pena, deambulan y vagabundean mendicantes, descalzos y harapientos, desprovistos de su natural dignidad. No solo las personas sino también los grupos pueden disfrutar de esa capacidad que ennoblece con lo más genuinamente humano y, de este modo, aprecio a todas las Asociaciones Judiciales que ejercitan noblemente esta capacidad y, entre ellas, debo priorizar a la Asociación Judicial de Francisco de Vitoria, a Jueces para la Democracia y al Foro Judicial Independiente, y a plataformas, como la Cívica por la Independencia Judicial, por su afán por conseguir una justicia realmente independiente y el énfasis con que reclaman una verdadera separación de poderes. También aprecio a la APM, en la medida de sus aportaciones. En este sentido, es una iniciativa moralmente muy noble el recurso de amparo interpuesto por nuestra Asociación ante el Tribunal Constitucional y ello con independencia del resultado. Lo importante, cuando se lucha por una justa causa, es la disposición, el fair play y no tener miedo. Por eso viene al caso referirse, obiter dicta, a una materia de entre muchas que, porque preocupa y hiere muchas sensibilidades, merece un análisis crítico: la discrecionalidad de algunos nombramientos y la diferenciación de esta con la arbitrariedad. Desde mi percepción, diría que debería mediar un compromiso personal indelegable en la elección sin fiarla a algún protagonista, de entre los electores, como si se tratase de una pura adhesión. ¿Una elección corporativa fiada a uno, que llevaría la voz cantante? Lamentablemente, desde otro punto de vista, me temo que el control jurisdiccional es, básicamente, escaso, formal y superficial, y me pregunto, ¿se puede hablar en serio de un control real? Qué pueden sugerir las palabras de nuestro Tribunal Supremo, en el sentido de que: “Sucede, no obstante, que cuando de la provisión de plazas judiciales de esta naturaleza se trata, las circunstancias de cada caso permiten explicar que un mismo criterio que sirve para decidir válidamente una elección, no se aplique en otra distinta. En efecto, es perfectamente ajustado al artículo 23.2 de la Constitución, en el que se integra el principio de igualdad en lo relativo al acceso a los cargos públicos, proveer una plaza de presidente de la Sala de lo Social de un Tribunal Superior de Justicia en virtud del criterio de la antigüedad en conjunción con otros. Y es igualmente respetuoso con ese precepto valorar a los mismos efectos haber sido letrado del Tribunal Constitucional. Esto no significa, sin embargo, que siempre se deba preferir al más antiguo ni a quien ha sido letrado del Tribunal Constitucional porque pueden utilizarse otros factores de peso equivalente siempre en función de los méritos que concurran en quienes pidan la plaza en cuestión. En este caso, ha pesado la condición de letrado del Consejo General del Poder Judicial que tuvo el elegido pero eso no quiere decir que en otra elección futura, haberlo sido determine la decisión sobre el nombramiento”. (STS, Sala 3ª de 4-32013, nº 1240/2013). Ante tal discurso, me pregunto el por qué de por qué haber sido letrado del Consejo General del Poder Judicial, trabajo no jurisdiccional, te otorga preferencia para un cargo esencialmente jurisdiccional, con escasa carga de gestión, y por qué no se razona concretamente la razón de fulminar al otro, diecisiete años más antiguo. ¿Es el trabajo jurisdiccional marginal o lo que menos cuenta? ¿Puede tal doctrina convencer? ¿No merecería ser revisada? ¿No es la discreción, así concebida, en la discrecionalidad de los nombramientos discrecionales, una variante de la arbitrariedad: discrecionalidad = palabra-máscara, mero camuflaje eufemístico? ¿Debería desaparecer la discrecionalidad, sustituida por otros criterios de elección, no sospechosos de arbitrariedad? Volviendo al principio: la capacidad crítica nos mejora, la adhesión inquebrantable suele alimentar algunas formas de corrupción, tales como el abuso de autoridad y el exceso en el ejercicio del poder. Al final, crea monstruos y nos convierte en esclavos, ¿por propia voluntad? José Luis Alonso Saura Magistrado de Murcia ANECDOTARIO JUDICIAL TRAGANDO SALIVA H ace calor y la fatiga te puede. Llevas muchas vistas encima, una detrás de otra. Tienes hambre y sed y la toga te agobia. La elegiste de Tergal pensando que era lo suyo. El aparato del aire acondicionado sigue roto. No hay dinero para repararlo. La sala es vieja y pequeña. Huele a rancio. Los que esperan para entrar, hacen ruido. Es un murmullo molesto que intuyes no terminará nunca, ni siquiera cuando a las ocho de la noche salgas de ese edificio cochambroso tras firmar la última sentencia que te ocupa. Aún te faltan siete horas. Al menos, cuando vuelvas a tu despacho, te sentirás a gusto en esa soledad que no te abandonará jamás. Llaman a los penúltimos litigantes. Los abogados son de fuera. Supones que eso los hace más capaces que aquellos con los que tratas habitualmente. Cada cual se acomoda y espera tu indicación. El que defiende al demandante toma la palabra. -Con la venia, señoría. Tiene mirada aguda y voz firme. -Quería plantear la excepción de litisconsorcio pasivo necesario. Parpadeas. Miras en la carpetilla los nombres de las partes y de sus defensas. Parpadeas de nuevo. Dudas de si los abogados, al ser de fuera, se sentaron en el sitio equivocado. A ti te enseñaron que el demandante, debía hacerlo a la derecha. -¿Cómo dice? -Señoría, opongo la excepción de litisconsorcio pasivo necesario. -Pero ... ¿viene usted por el demandante, no? Inflexión firme. -Así es, señoría. Tragas saliva y piensas: empezamos de cojones, pero te cuidas de decirlo. EL ÍNDICE N o nos referimos al de la inquisición, ni al de nuestra novela favorita, ni al del código penal, sino al de los documentos digitalizados. Nos explican que cuando se hizo lo propio en la Audiencia Nacional, no se llevó a cabo tan inexcusable labor, lo cual convierte en inútil el loable esfuerzo ulterior. Es decir, de nada vale el cúmulo de información transvasado al soporte magnético si no hay manera de localizar la que el juez necesita. Dirán algunos, ¿pero cómo no cayeron en eso quienes concibieron el sistema? Caer, cayeron, y por eso se marginó a los jueces. La cosa no podía ser más lógica: se construye el barco y cada cual aportará su granito de arena, cada cual, salvo el capitán del barco, naturalmente. En suma, a los funcionarios el sistema les guía bien, y al secretario judicial también, pero al juez, al juez, que le zurzan. No se saca provecho de las nefastas experiencias piloto, como pueden atestiguar nuestros sufridos colegas de Albacete. “ Los Jueces, para gozar de la confianza del pueblo, no basta que sean justos, sino que deben comportarse de modo que aparezcan como tales (…) la opinión pública está convencida, y puede que no esté equivocada, que tomar parte en la política significa, para los jueces, renunciar a la imparcialidad en la Justicia”. Tal afirmación está contenida en un libro delicioso, muy difícil de encontrar en español, titulado “Elogio de los jueces escrito por un abogado”, de Piero Calamandrei, procesalista y abogado italiano. Un libro escrito no sólo desde el profundo conocimiento jurídico sino desde la experiencia forense, un libro que debería ser leído no solo por jueces, sino también por abogados, pues ambos verán reflejados sus defectos y sus virtudes, sus errores y sus aciertos, y les llevará a reflexionar sobre su papel en la Justicia. Recordaba la cita que encabeza este artículo a raíz de la polémica originada por la noticia de quién iba a componer el Tribunal que ha de juzgar el “caso Gürtel”. Un ponente nombrado por el PP para ser miembro del CGPJ y más tarde Magistrado del TC, y una presidenta de Tribunal a la que el mismo partido aupó al puesto de vocal del Consejo. Como es normal, nos guste o no, se produjo el consiguiente revuelo en prensa y redes sociales. Algún tuitero llegó a criticar que se hubiera nombrado a estos jueces para este caso, claro, así va la justicia, qué vergüenza… Tampoco faltaron quienes defendieron la honradez, la independencia, la sapiencia de tales jueces, seguros quienes así se pronunciaron de que serían aquéllos capaces de juzgar con absoluta independencia. No seré yo quien dude de la profesionalidad de nadie. Pero tampoco pondré la mano en el fuego porque la experiencia demuestra que es preferible no arriesgar la integridad corporal cuando de responder por alguien se trata. Pero lo de menos es qué opinión tenemos cada uno sobre esta cuestión. Lo relevante es recordar lo que el maestro italiano decía en su Elogio. Lo importante es que la opinión pública, el ciudadano común, el lego en Derecho, ve con desagrado que quien ha ocupado un puesto político pase seguidamente a lucir toga y a dictar sentencias. Porque las apariencias son importantes, y cuando se ha dedicado un tiempo en la vida al noble arte de la política (vale, lo digo con ironía, lo confieso) no se puede pretender que la ciudadanía haga como si esa época no hubiera pasado. Se examinará con lupa al juez que antes de juez fue político. Cuando de haber sido alcalde o ministro se trata, creo que la reflexión de Calamandrei es perfectamente aplicable. El problema es que esto no queda aquí. La injerencia de la política en la Justicia ha llevado a que los partidos nombren a su antojo a quienes deben ocupar determinados cargos judiciales. Esta injerencia, esta intromisión, no sólo ha disminuido en los últimos años sino que ha aumentado, llegándose al espectáculo de esta legislatura en la que el gobierno de turno, después de prometer una cosa en campaña electoral y anunciarla el ministro nada más tomar posesión, ha hecho justamente la contraria. Que Ruiz Gallardón diga ahora que se tendría que volver al modelo de 1980 es solo un chiste de muy mal gusto. Resultado de esta situación es que quienes acceden a estos cargos, sean vocalías del Consejo, sean cargos en órganos judiciales nombrados por dichos vocales, no pueden evitar tener un sesgo político sobre ellos. En no pocos casos injusto, pues en muchas ocasiones se trata de grandes profesionales. Pero no podemos negar que la toma de posición sobre temas candentes en ámbitos ajenos a la Justicia, la defensa a ultranza de determinadas opciones políticas (nótese, hablo de opciones, no de partidos), hace que la ciudadanía perciba parcialidad donde debería haber imparcialidad. Y si son los políticos de todo signo los culpables principales de esta situación, alguna culpa tienen en no pocos casos quienes se prestan al juego del cambio de cromos. Quienes salen perdiendo con toda esta situación son quienes trabajan honradamente sin esperar recompensa, quienes pese a todas las evidencias en contra siguen conservando la ilusión y la vocación originales, quienes quieren creer sin creer. Pierden los ciudadanos que dejan que confiar en quienes deben resolver los litigios con la ley en la mano. Pierde la Justicia. Pierde el sistema constitucional. Perdemos todos. Lo decía el maestro Calamandrei: “en el sistema de la legalidad, fundado sobre la división de poderes, la Justicia debe estar rigurosamente separada de la política”. Las consecuencias de no seguir este principio son más que evidentes en este país nuestro. Carlos Sánchez Magistrado de Soria 4 Asociación de Jueces y Magistrados LA MEDIACIÓN EN LA CARRERA JUDICIAL (UNA PROPUESTA POR LA DIGNIDAD) S on tantas las voces desde todos los ámbitos que abogan por la mediación como forma alternativa y no traumática de resolver conflictos que esta institución se ha convertido en un desiderátum en todas aquellas instancias llamadas a resolver controversias entre intereses contrapuestos. Así, recientemente, los presidentes de Audiencias Provinciales instan a que la mediación penal busque su debido encaje en la jurisdicción penal, que se ensayen y se aquilaten fórmulas eficaces dentro de esta jurisdicción tan sensible a los intereses en juego, donde ya no solo, principalmente, el ius puniendi del Estado cuenta, sino que el derecho de las víctimas es también un elemento equilibrador del mismo, como lo son otros derechos fundamentales en juego, ya sea el derecho a la libertad y a la seguridad, el derecho a una tutela judicial efectiva o el derecho a un proceso público sin dilaciones indebidas, sin perder de vista que siempre hay que buscar la reeducación y reinserción social si queremos sociedades más dignas y más justas. Si la mediación en la jurisdicción se ve como una vía de pacificación y resolución de conflictos, y una forma de ganar en dignidad entre los actores a buscar la autocomposición que les proporcione la paz y el sosiego futuro, me pregunto cómo hasta ahora, y sabios tiene la casa, no se ha abogado por implantar un servicio de mediación dentro de la carrera judicial desde el Consejo General del Poder Judicial para la búsqueda de la resolución de conflictos no traumática entre los miembros de la Carrera Judicial y el Consejo General del Poder Judicial. Se ha buscado en las últimas reformas del Poder Judicial el establecer una figura del promotor de la acción disciplinaria buscando una separación- no lograda, pues el origen del nombramiento simboliza una actividad tributaria- entre la investigación y la resolución administrativa, pero se ha quedado en el tintero de las reformas el avanzar un paso más en la dignidad del juez como hubiese sido crear un servicio de mediación en la Carrera Judicial para resolver los conflictos de los integrantes de esta y su órgano de gobierno, que , sin duda, no restaría autoridad a este, sino que contribuiría a tener una carrera judicial más segura y más independiente. En “La República” de Platón, Sócrates compara a los ciudadanos como prisioneros encerrados en una cueva -Mito de la caverna-, solo ven sombras cambiantes en la pared, reflejos de objetos que nunca les serán perceptibles, y solo se consigue la libertad si se puede ascender desde la cueva hasta la brillante luz del día, donde se ven las cosas como son en la realidad, y a este liberto le corresponde liberar a sus antiguos compañeros de cadenas. Platón nos ayuda a comprender que para captar el significado de la Justicia y la naturaleza de una vida en bondad hemos de elevarnos sobre los prejuicios y rutinas de la vida diaria. La ética en la justicia pasa por buscar integrantes del Poder Judicial que sean felices con su trabajo, que amen su profesión no por ser una especie de destino espiritual, sino porque les permite sentirse realizados en sus ilusiones y esfuerzos, porque les permite tener una vida digna amparando a sus familias, porque, en definitiva, también saben que la sociedad a la que sirven y el órgano de gobierno del que dependen, les valora y les ayuda a resolver los conflictos que el ejercicio de la función judicial les puede reportar. Sí, también los jueces necesitamos que nos ayuden, somos también humanos que nos perdemos en las sombras de la realidad, por eso esperamos que el órgano de gobierno nos ayude a resolver los conflictos que profesionalmente se nos planteen. Cuando el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt puso en marcha la Seguridad Social en 1935 no aludía a la solidaridad entre los ciudadanos, que debe existir, sino que diseñó un plan privado de pensiones financiado por contribuciones de la nómina, y cuando en 1944 presentó las líneas generales del estado del bienestar estadounidense lo hizo bajo la denominación de “declaración de derechos económicos” como esenciales para la verdadera libertad económica, añadiendo que “un hombre necesitado no es un hombre libre”. Pues bien, eso reclamamos del órgano de gobierno del poder Judicial que exista una reflexión sincera sobre la necesidad de implantar un servicio de mediación en la carrera Judicial como forma de dignificar la misma y contribuir con hechos concretos a una mayor libertad y seguridad de sus integrantes. Los conflictos van a existir, están en la condición humana del juez, pero, sin duda, ayudar a resolverlos por el órgano de gobierno del Poder Judicial es algo que prestigiaría la institución y se acercaría más a sus integrantes. No hay que tener miedo a ser prácticos y poder resolver los conflictos por la vía de la mediación. Muchos expedientes disciplinarios que, a buen seguro, se convierten en una tortura profesional y psicológica para quienes los sufren- con los que entiendo siempre debemos solidarizarnos, porque debemos empatizar con los compañeros- podían acomodarse a una solución pacífica, con compromisos, no traumática de la problemática, mediante la derivación a un servicio de Mediación en la Carrera Judicial, donde los intereses en juego del Consejo General del Poder Judicial y del integrante de la carrera Judicial encontraran una vía de solución y compromiso. Se trata, en definitiva, de salir de la caverna para que todas las partes vean la luz de la realidad. Pido que el camino se ande y que desde el Consejo General del Poder Judicial se den los pasos adecuados para que un servicio de mediación en la carrera judicial sea una realidad y no sólo un desiderátum. La dignidad como valor supremo lo demanda. José Ricardo García Pérez Magistrado de Benidorm LEMMINGS “ Si llevas media hora jugando al poker y no te has dado cuenta de quién es el pardillo de la mesa... el pardillo eres tú”. Esta curiosa frase, que pronuncia la voz en off del personaje de Matt Damon en la película “Rounders”, está atribuida a Warren Buffett, personaje muy popular en Estados Unidos, pero bastante poco conocido en España, en que solo escuchamos hablar de él de cuando en cuando, y casi siempre en referencia a la clasificación de la revista Forbes sobre los hombres más ricos del mundo: en 2015 ha sido el tercero. Sin embargo, el personaje me suscitó cierta curiosidad y, leyendo su biografía y algunos de sus asertos, llego a la conclusión de que se trata de uno de los hombres más brillantes de las últimas décadas. Nacido el año 1930 en Omaha (es apodado “el oráculo de Omaha”) y pese a ser, como he dicho, el tercer hombre más rico del mundo, vive en la misma casa de su pueblo que compró en los años cincuenta. Graduado en la Universidad de Nebraska, hizo fortuna en bolsa, pero no especulando, sino invirtiendo en empresas a largo plazo y con fundamentos sólidos (value investing): “si no te planteas mantener una acción por diez años, ni siquiera pienses en tenerla por diez minutos”; “precio es lo que pagas, valor es lo que recibes”, ha escrito. Y leyendo alguna de sus frases y citas, debe reconocerse su sentido común, su humor ácido, su lógica extrema y, sobre todo, su universalidad. Perfectamente aplicables a España en general y a la carrera judicial en particular. Así, por ejemplo: “cuando combinas ignorancia y endeudamiento los resultados que consigues son muy interesantes” es una cita que parece pensada “ad hoc” para ciertos políticos españoles del pasado, del presente y, al parecer, del futuro cercano; “una encuesta de opinión pública no es un sustituto del pensamiento” encaja a la perfección con las bobadas políticamente correctas que día tras día tenemos no ya en los periódicos y en las cadenas de televisión, sino en organismos oficiales; “Tienes que tener el control sobre tu tiempo y no podrás tenerlo salvo que digas “no” a menudo. No puedes dejar que la gente tome el control de la agenda de tu vida” nos demuestra la importancia de organizar nuestro propio trabajo y la necesidad de combatir el interés de terceros en manejar nuestros tiempos; “cuando contratas a alguien debes buscar tres cualidades: integridad, inteligencia y energía y, si la persona que contratas no tiene la primera, las otras dos te matarán. Si lo piensas tiene sentido. Si contratas a alguien sin integridad, realmente debes querer que sea tonto y perezoso”... ¿Se referirá Buffett a los nombramientos del Consejo?. Ni idea, pero cual Lorenzo Pérez recomendando bares y restaurantes, aquí os dejo otras citas para degustar: “La cosa más importante que debes hacer si estás dentro de un hoyo es dejar de cavar”. “Ya sabes… si sigues haciendo las cosas de la misma manera, seguirás obteniendo los mismos resultados una y otra vez”. “No importa el talento o los esfuerzos, hay cosas que llevan tiempo. No puedes producir un bebé en un mes dejando embarazadas a 9 mujeres”. “Parece existir una perversa característica humana a la que le gusta hacer difíciles las cosas fáciles”. Y, ya por último, mi favorita. Una metáfora que encierra entre paredes de humor negro una verdad en la que podemos identificar los males endémicos de nuestra carrera: “Fracasar de forma convencional está bien visto. Como grupo, los lemmings tienen una imagen pésima, pero ningún lemming en concreto ha recibido nunca mala prensa”. Javier Perez Minaya Magistrado de Huelva EL PAPEL DE LOS JUECES D urante más de veinticinco años, Mao, el Gran Timonel, gobernó China. Desde hace unos cuantos, Maduro, el Gran Conductor, manda en Venezuela. Para los que desconocen el pasado de nuestros hermanos americanos, lo que allí acontece no encontrará explicación. Lo cierto es que una cosa llevó a otra. Baste un ejemplo: con la prosperidad que trajo al país el caudal de dinero que manaba de los pozos del lago Maracaibo, surgió una fuerte demanda social que reclamó una ley de pensiones. La robocracia de antaño aprobó la ley de marras, hito que se celebró con estrépito de aplausos y abrazos. Ansiosa por cobrar el humilde y novedoso estipendio, la legión de los desheredados se puso en fila ante el mostrador del gobierno, pero se topó con ceños fruncidos que replicaron con discurso unísono: ¡No tenemos plata con la que pagar sus pensiones! El máximo mandatario nacional salió a la palestra para extinguir el clamor de los furiosos y peroró elocuente: “¿No querían una ley de pensiones?, ¡pues ya la tienen! Esa lección no aprovechó a la multitud, pero sí al caudillo en ciernes que en la ulterior refriega electoral prometió a sus electores, amén de un gobierno honesto, bienes tangibles: “¡Vótenme y tendrán casa y coche!” (carro, dicen allí). Años después, los desajustes que provocaron él y su sucesor, ese animal político que aúna en su persona todos los poderes del Estado, matan de miedo y de miseria a los suyos. La distancia que nos separa de nuestros hermanos puede propiciar el equívoco, en el sentido de creernos solo espectadores de los números que se suceden en la pista de un circo foráneo. Cierto es que varios intelectuales (uno de ellos de gran solvencia) nos recuerdan que Marx tenía razón. Ondeen vívidas sus barbas de patriarca glotón, apliquemos sus consejos a ésta humanidad egoísta y que manos a las que no les tiemble el pulso nos pongan a los demás más tiesos que el dedo ese de Bárcenas. Aquí las proposiciones extravagantes y ridículas se disfrazan de sensata audacia o peor aún, de sentido común. Veamos: como los ladrones presuntos, ladrones de corbata y cargazo, desfilan esposados camino del calabozo o del juzgado, hay que poner remedio a la situación ¡prohibiendo las imágenes! Como los pobres jueces instructores se demoran con investigaciones complejísimas (tanto fue lo que tantos robaron), ¡que se acorte por ley la duración de la instrucción! Supongo que cuando se cumpla el plazo fatal, lo siguiente será salir a la puerta del juzgado para disculparse con el inocente y de paso, tenderle la toga para que la pise como hace el tuno con la guapa a la que lisonjea. Dijo Ada que si la elegían alcaldesa, no aplicaría las leyes que le pareciesen injustas. ¡Cielo santo, qué retroinnovación! Vivan el privilegio y el cacique repartiendo suerte. Por su parte, Manuela, antes de que la entregasen el bastón de mando, lo primero que hizo, lo primero, fue ir a ver a las altas autoridades judiciales del municipio. ¡Toma ya! Me gusta ese estilo desenfadado. Cordial, pero informal. Me imaginé haciendo lo propio a los futuros alcaldes de Torrejoncillo y al de Mahamud y al de Cangas de Morrazo. ¡Sí se puede, claro que sí! Esa jaculatoria nos permitirá conducir por dirección prohibida, o no pagar impuestos o no esperar cola o sacudir al prójimo. La ley igual para todos tiene los días contados. Subsistirá solo, a título individual, la que supere el juicio a posteriori del legislador unipersonal, omnímodo y enamorado de sí mismo. Termino, que me quedo sin espacio, pues de lo que quería escribir es de una idea tan sugerente, como la de terminar con el papel en los juzgados, papel que se pretende sea tan escaso como el higiénico en la república bolivariana de Venezuela. ¡Guerra a muerte contra las imágenes de oficinas siniestras y contra las de los retretes-archivos! En vez de resmas de folios desorejados, refuljan rutilantes las maravillas informáticas. Mesas despejadas y aire circulando. Cactus y retratos de Bolívar. Todos a la nube. Cuando el papel desaparezca de los juzgados, ¿quién podrá decir que la justicia no tenga que acelerarse hasta el infinito venezolano? Sí se puede, claro que sí. Caso de que los jueces empezaran a desaparecer absorbidos por las pantallas de los ordenadores como la niña de Poltergeist -en tanto se queman los ojos leyendo sin tregua-, ya irían sus madres a buscarlos con una soga y si no les encuentran, qué más da, hay un montón de amigotes que colocar que harán estupendamente tan estúpida labor, pues como dijo en la UIMP en julio 2006 el ínclito Luis López Guerra, secretario de estado de justicia con López Aguilar, “más que jueces que sepan mucho lo que necesitamos son jueces que tengan sentido común y, por qué no decirlo, sentido del humor”. Eso, a reírse todo el mundo. A propósito, ¿qué destino le buscaron luego a ese gran humorista? No me digas, qué suerte. Se ve que sus chistes tenían gracia. Como para no estar dispuesto a romper moldes. Mariano Mecerreyes Jiménez Magistrado de Cáceres 5 “FRANCISCO DE VITORIA” 14 MESES, 10 DÍAS Y 20 HORAS AJO AGUA Y RESINA n Barcelona te enseñan como actuar ante la irregularidad, ante el ilícito, pero no te explican las consecuencias. Recientemente ha saltado a los medios de comunicación el archivo del expediente disciplinario por falta de trato desconsiderado, adoptado por unanimidad, que hoy es firme. Aprobé las oposiciones por turno libre con 26 años, y tomé posesión en el Juzgado de Villajoyosa; a los tres meses, en junio de 2012, el Servicio de Inspección realizó una visita e informó favorablemente por la reducción de pendencia de la carga de trabajo en más del 60 %. Por esa manía que tengo de revisarlo todo, me encontré por casualidad el nombre de la denunciante, la Sra. Such Ferrandiz, secretaria judicial interina, como letrada en dos procedimientos, cuya última actuación era de 2 años de antigüedad, que constituye supuesta causa de incompatibilidad del art 393 LOPJ, así como en relación con el artículo 495 de la ley orgánica del Poder Judicial así como el artículo 141.6c) del Real Decreto 1608/2005, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el reglamento orgánico del cuerpo de secretarios judiciales. Se lo comenté y le requerí para que lo comunicara a su superior, pero no obtuve respuesta. Finalmente lo comunique a la presidenta del TSJCV, cuya contestación fue que “cuanto quisiera decirle lo hiciera por escrito” y así lo hice, un 3 de febrero de 2014. Al descubrirlo, la denunciante inició su particular venganza, con actos hostiles, como afirmar en diligencias de constancia que no me encontraba en sede judicial a pesar de estar grabada celebrando vistas durante toda la jornada, o exigirle al encargado de mantenimiento que no me entregara llave de la oficina tras el cambio de cerradura; y cuyo colofón fue una pila de denuncias ante la sala civil y penal, y sala de gobierno del TSJCV, promotor de la acción disciplinaria (PAD en adelante), inspección de Trabajo, y el servicio de Inspección del CGPJ. Hice lo que me enseñaron, remití hasta cuatro escritos a la presidenta del TSJCV explicando la situación que se me impedía desarrollar mi trabajo y el grave perjuicio producido, pero nunca obtuve respuesta. Conocí a posteriori que la presidenta solicitó por oficio una visita extraordinaria de inspección por las “divergencias entre secretaria judicial y juez” Después de salir a la luz que la denunciante había firmado en uno de los procedimientos citados en los que se había admitido su abstención, renunció a su cargo en mayo de 2014. Según conocí después, la presidenta del TSJCV llamó a Inspección para que se mantuviera la visita a pesar de que carecía de objeto, ahora para investigar un supuesto conflicto laboral. A pesar de la renuncia de la denunciante, que es letrada en ejercicio, actualmente sigue en las bolsas de Secretarios Judiciales en Alicante, pudiendo ser nombrada en cualquier momento. En junio de 2014, la visita de inspección se convirtió en el pliego de cargos del Expediente. Se dio la casualidad de que las declarantes y posteriormente quejantes coincidían con lo solicitado por la denunciante en su escrito de queja remitido al CGPJ unos días antes y con ocasión de la visita. Para las letradas de inspección solo había una salida: que pidiera disculpas públicamente a las denunciantes por hacer mi trabajo. Me negué rotundamente. No salía de mi asombro, en tres años no había tenido ninguna queja y de repente surgieron denuncias y emails anónimos, funcionarias denunciantes que se sentían “presionadas”, por pedir procedimientos de sus negociados, por exigir la tramitación de escritos sin proveer desde hacía un año o por pedirles que lo minutado saliera “para hoy”. Estas funcionarias afirmaban por escrito sentirse intimidadas por mi mirada o por el ruido de mis tacones al llegar a la oficina en una inusual corte de los milagros de panorama tan surrealista, que Dalí les hubiese dedicado un retrato y Berlanga hubiera filmado una película. La disciplinaria me avaló dos veces por unanimidad. Primero desestimando la petición de medida de suspensión de empleo y sueldo, sobre la que informó favorablemente el PAD sin haberme oído. El 4 de diciembre de 2014 la comisión resolvió que los hechos denunciados no tenían apariencia de realidad ni verosimilitud y que en todo caso no constituían falta muy grave. Aún así el PAD me interrogó por una falta muy grave unos días después en Madrid. Luego se trasladó a la audiencia en Alicante para recibir en declaración a 23 personas, quienes ya declararon en la visita de inspección y otra más solicitada por la denunciante, a quien nunca se le recibió en declaración. En aquéllas hubo quien se retractó, quien se contradijo y quien afirmó (prácticamente unánime) que nunca hubo gritos ni insultos ni desconsideraciones. Tuve la impresión de ser parte de la ceremonia del juramento en el tribunal del Santo Oficio. Por segunda vez, la comisión por unanimidad el pasado 29 de abril de 2015, acordó el archivo del Expediente abierto por el PAD declarando que los hechos que se me imputaban no constituían falta disciplinaria alguna y que obré en el ejercicio de mi función. Respaldaron todo mi trabajo. Para mí ha sido una pesadilla: por los catorce meses de procedimiento trabajando con una notable carga de trabajo, a la vez que contestaba a cada uno de los más de diez escritos presentados por las denunciantes con las que trabajaba a diario, por los mil cuatrocientos folios, por las notificaciones de las resoluciones reservadas a través del fax de otro juzgado, por las informativas abiertas sin denuncia o queja, en base al testimonio de un procedimiento judicial. Por permitir declaraciones de rumores y descalificaciones hacía mí. Por el celo en investigar mi carácter y mi forma de ser, sin que afectare a la capacidad resolutiva del órgano. Por desestimar todas las pruebas solicitadas al considerar el PAD que era inaceptable utilizarlas en el ejercicio de mi defensa. Para rematar, los medios de comunicación regionales crearon un estado de opinión contrario a mí al publicar periódicamente los escritos de la denunciante en el que se vertían graves injurias hacía mí. Cuando recayó la resolución de archivo del Expediente, solicité a la presidenta del TSJCV que difundiera a los medios, a través de una nota de prensa con el contenido de la resolución de la disciplinaria, por la que todavía espero respuesta. Pese a todo, más de 15 profesionales con los que trabajo a diario (jueces, fiscales, procuradores, médico forense, gestores, secretarios judiciales y auxilio judicial), en cuanto tuvieron conocimiento declararon oralmente o por escrito defendiendo mi trabajo y la corrección de trato; así como mas de 200 compañeros que me han dado su apoyo a través de las redes sociales, foros y correo electrónico, que agradezco una vez más. Todo esto no hubiera sucedido si un Reglamento elaborado con el consenso de todas las asociaciones profesionales, regulara la actuación del servicio de inspección y del PAD. No solo el procedimiento disciplinario en todo su detalle, sino también el funcionamiento del servicio y el procedimiento que se sigue, aplicando al inspeccionado las garantías procesales penales que recibe cualquier ciudadano. Mientras tanto, cuando las nuevas promociones me pregunten cómo actuar ante la irregularidad, una parte de mí le dirá, lo que me enseñaron: ¡Denuncia! Y otra parte de mí, le dirá que la consecuencia son 14 meses, 10 días y 20 horas. Pero mi conciencia me dice que denuncie. Begoña Tárrega Juez de Villajoyosa l día 5 de mayo publica eldiario.es una noticia en la que se refiere por el ministro de justicia Sr. Catalá que determinados servidores públicos tienen un régimen de incompatibilidades “exigente” y que para plantear una norma “más restrictiva” sería preciso abordar también “compensaciones económicas suficientes para una dedicación exclusiva”. Por fin. Alguien se acuerda de los jueces y magistrados que tienen el régimen de incompatibilidades más exigente de todos los servidores públicos. Agradecemos el reconocimiento del Ministro a la dedicación de los miembros del Poder Judicial y su interés en que se reconozca dicha dedicación prácticamente exclusiva… El problema es que la noticia no se refería a nosotros, sino a… Adivina… Diputados y Senadores. Cuando se discute si los padres de la patria pueden o no compatibilizar su dedicación a la aprobación de las leyes con otro empleo o actividad económica, para evitar algunos casos de corrupción que en la mente de todos están, resulta que rápidamente salen voces que defienden que eso debe conllevar una compensación económica. ¿Y los jueces, que tienen un régimen de incompatibilidades sin parangón en la administración? Pues ya sabéis: “ajo, agua y resina”. VÁYASE SU SEÑORÍA A FREÍR ESPÁRRAGOS PALABRA DE MINISTRO E ¿ Por qué no hacen nada las asociaciones? Esa frase y sus derivadas (me parece una vergüenza que las asociaciones...) pululan por ahí. Quien se haga esta pregunta debe preguntarse antes: Y yo, ¿qué hice? Puede contestarse inmediatamente diciendo: ¿Yo...? ¡Pero si yo no puedo hacer nada! Y ahí se enfrentará a su realidad, como Dorian Gray cuando al final de su existencia el cuadro le devolvió su auténtica imagen. Ese yo disconforme puede dirigirse a su asociación para que el asunto se debata, puede propiciar que sus iguales en su tribunal o sus iguales en sus juzgados adopten un pronunciamiento. Si esas iniciativas sencillas fracasan o se descartan a priori, puede ese juez descontento escribir un artículo de opinión y remitirlo a un periódico nacional o local, este último lo publica seguro, o puede emplazar a un periodista para hacer unas declaraciones. Si le gusta más la vía oficial, puede dirigirse a la sala de gobierno o al presidente de su TSJ para que eleve una protesta al CGPJ, o por ese conducto, al presidente del propio CGPJ o a los vocales del CGPJ. Ninguna de estas sugerencias son descabelladas y son muchos los jueces que las han llevado a término. En consecuencia, si al que se queja así, ¿por qué no hacen nada las asociaciones? No le da la gana hacer ninguna de estas cosas, se encontrará con el silencio de los que piensan que no merece la pena hacer algo por esos egoístas y cobardones empeñados en que otros les saquen las castañas del fuego. Silencio sumamente resignado, pues, con esos antecedentes, lo que reclama el cuerpo es otra cosa. H ay días en los que parece que los hados se conjuran para desmontar un buen titular. El día anterior al inicio de la campaña electoral, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, declaraba en Soria: “los casos de corrupción se conocen porque funciona la Justicia”. Podríamos añadir que, si a la Justicia se le dotaran de los medios necesarios, no solo se conocerían los casos de corrupción sino que los culpables serían juzgados en un tiempo prudencial y el dinero robado podría en muchos casos reintegrarse a las arcas públicas. También que si se crearan los juzgados necesarios para asumir la carga de trabajo existente, el secular retraso de la Justicia sería un mal recuerdo. Por no hablar de dotar de independencia real al CGPJ, o de dejar de marear la perdiz en cuestiones como el Registro Civil. Pero como decíamos, los hados hicieron que ese mismo día la prensa anunciara otro titular. “Los juzgados sorianos sufrieron ayer problemas informáticos que impidieron a la mayoría de los órganos judiciales ubicados en el Palacio de los Condes de Gómara trabajar durante toda la jornada”. Y añadía: “El problema no es nuevo pero empieza a ser eterno, según reconoció ayer el secretario de la Audiencia Provincial, quien lamentaba las dificultades con las que se encuentran los funcionarios de Justicia que trabajan en el Palacio de los Condes de Gómara, en Soria, para realizar su trabajo debido al mal funcionamiento de los sistemas informáticos y programas internos de dicha administración”. Pero bueno, al menos gracias a la Justicia se conocen los casos de corrupción. Y cuando se elimine el papel, se van a conocer hasta en Pekín. Otra cosa es que se investiguen, juzguen y condenen. Pero eso lo dejaremos para otra campaña electoral. La información se recoge el 8 de mayo de 2015 en el Diario de Soria. E JAIME ANTA, NUEVO DECANO DE SANTANDER N uestro compañero Jaime Anta González ha sido elegido Juez Decano de Santander. Tras iniciar su andadura profesional en Torrelavega, y siendo destinado tras su ascenso a Santa Cruz de Tenerife, Jaime regresó de nuevo a Cantabria en el año 2007, ocupando plaza desde entonces en el Juzgado de Primera Instancia nº2 de Santander. Su elección como Juez Decano es un motivo de alegría para todos los que le conocemos porque Jaime, además de gran jurista, desborda compañerismo, lealtad y compromiso, además de un finísimo sentido del humor. Durante varios años Portavoz de la Sección Territorial de Cantabria, Jaime es en la actualidad miembro del Comité de Coordinación Nacional de AJFV, cargo al que también accedió por elección entre sus iguales: porque no hay electorado más exigente ni aval más valioso que el de los propios compañeros. Por eso Jaime, debes estar orgulloso como todos lo estamos de ti. ¡¡Enhorabuena!! Asociación de Jueces y Magistrados JUICIO AL CINE 6 MILÁN, UN DÍA CUALQUIERA N LLÁMALE EQUIS Y UN DÍA DE TENSIÓN EN EL CONSEJO DE REDACCIÓN E l PP vive una situación complicada. Se habla de renovación. De cambio. De dar un nuevo impulso a la cosa. Los medios mencionan diversos nombres para gobernar la nave o elevar la moral de la marinería, entre ellos, el de Gallardón, cuya resurrección se da por cierta. Reunión del consejo de redacción de la revista vitorina. -No perdamos un minuto. Debemos loar la figura de ese gran político y hombre de Estado, el mejor ministro de Justicia que ha tenido España, ejemplo de prudencia y ecuanimidad. -¿Te parece que añadamos una ilustración en la que salga muy favorecido? -Por supuesto. Manos hábiles escriben un texto apasionado. El consejo de redacción asiente complacido con el resultado. Se remite el texto al maquetador por correo electrónico. Zumba el motor de las impresoras de alta resolución. Entonces, suena el teléfono en el consejo de redacción de la revista vitorina. Descuelga X. X no es un cualquiera. -¿Cómo? ¿Que el rumor no se confirma? Cuelga. Los demás miembros de la redacción están paralizados. X, sobreponiéndose admirablemente a la tensión del momento, marca. Por algo X no es un cualquiera. -¡Que paren la edición de la revista! La orden llegó a tiempo. Suspiros. X recapitula. -¡Imaginaos la metedura de pata caso de haber visto la luz ese texto! ¡Jamás llegaríais a presidentes, a letrados o a jueces enlazados! Suena el teléfono otra vez. Descuelga X. Palidece, de nuevo, al oír lo que le refiere su interlocutor, interlocutor conocido en la redacción como “garganta de seda”. Le refiere esta con un siseo que el rumor era falso: ¡El muerto resucitará en un mes! ¡Las vendas aflojarán y los buitres dejarán de volar en círculos! Urge remediar la situación. X marca a toda prisa, pero, ¡oh cielos, se equivoca! Acierta a la segunda. El maquetador escucha al otro lado del hilo. Habla X. Enérgico como Marta Ferrusola. Su tono es pelín aterrorizado. -¡No quites el artículo laudatorio que dedicamos al mejor ministro que ha tenido España! Recibida la orden, que se cumple al punto, la redacción, como un solo hombre, felicita a X. X no hay más que uno. JOSE LUIS LÓPEZ FUENTES ELEGIDO PRESIDENTE DE LA AP DE GRANADA ALGUNAS CIFRAS SOBRE EL TRABAJO DE LA JUSTICIA EN LA ANUALIDAD DEL 2014 E l 30 de abril de 2015, nuestro querido compañero José Luis López Fuentes ha sido nombrado por el CGPJ presidente de la AP de Granada. Jiennense del año 2004 por la Casa de Jaén de Málaga, ha desempeñado su trabajo infatigablemente desde el año 1986 en el que ingresó en el gremio por oposición libre, dejando huella de su paso por los juzgados de Aguilar de la Frontera, y de Málaga. Tanto fue así, que fue elegido Decano de los de esa capital, cargo que desempeñó ocho años, así como miembro de la Sala de Gobierno del TSJ de Andalucía. Miembro del Comité Nacional durante cuatro años y Portavoz en Andalucía de la AJFV durante diez años, fue condecorado con la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Ha desempeñado muchas otras responsabilidades, siempre con diligencia. Enhorabuena, José Luis. JOSÉ ARSUAGA CORTÁZAR N L os juzgados y tribunales españoles cerraron 2014 con un crecimiento del 0,2 % en los asuntos ingresados, llegando a los 8,6 millones. Sin embargo, el número de asuntos en trámite a final de año descendió un 4,5 %, respecto a 2013. Por jurisdicciones, la resolución de los procedimientos se acortó en los órdenes en penal y contencioso administrativo. En el orden civil solo subió en el Tribunal Supremo. En el Social, descendió en segunda instancia, aumentando en primera y en el Supremo. La tasa de litigiosidad, que mide el número de asuntos por habitante, aumentó el año pasado un uno por ciento. El informe del CGPJ destaca el descenso del número de quejas y reclamaciones de los usuarios de la Administración de Justicia. Fue de 12.837, un 16,16 % menos que en 2013. De ellas, versaban 4.632 sobre con la lentitud en la tramitación de los procedimientos y 3.937 quejas fueron por la atención recibida. La noticia, sobre los datos del CGPJ la publica El Economista el 23 de mayo de 2015 uestro querido compañero José Arsuaga, Pepe para los amigos, ha sido nombrado Presidente de la Audiencia Provincial de Cantabria. Pepe Arsuaga ingresó en la Carrera Judicial en el año 1991. Después de pasar por los Juzgados de Medio-Cudeyo y Torrelavega, ascendió a la categoría de Magistrado en 1997 siendo destinado a un Juzgado de lo Penal de Bilbao y de ahí al Juzgado de Primera Instancia núm. 1 de Santander en 1999, donde estaba destinado al ser nombrado Presidente de la Audiencia. De José Arsuaga queremos destacar dos cosas. En primer lugar, sus profundos conocimientos jurídicos en el ámbito civil pudiendo asegurar, quienes hemos leído –y copiado con su permiso sus sentencias– que es un jurista excepcional. Ha dado clases en las facultades y escuelas de derecho en las ramas del derecho procesal y el derecho mercantil y ha publicado números trabajos y libros en este ámbito, superando las pruebas de especialización en el orden jurisdiccional civil, convocadas por el Consejo General del Poder Judicial en junio de 2011. En segundo lugar, su labor como Juez decano de Santander desde el año 2006. El mejor mérito de un Juez en un cargo gubernativo es decir que ha sido elegido por sus compañeros y José lo fue, como decano y como miembro de la Sala de Gobierno. Tanto entre sus compañeros cántabros como entre sus compañeros decanos del resto de España, con los que ha coincidido en las reuniones anuales de Jueces decanos, ha dejado un recuerdo imborrable por su defensa del Juez y de la independencia judicial, dando un paso al frente cada vez que se necesitaba un voluntario para cualquier cuestión que exigía dedicación. Enhorabuena Pepe. Si alguien se merecía el puesto eras tú. VERDADES COMO PUÑOS E l presidente del Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, Rafael Lara Hernández, destacó durante la presentación de las XXIX Jornadas de la Fe Pública Judicial, que tuvieron lugar en León entre el 10 y el 12 de junio, que los secretarios judiciales lograron la agilización en la resolución de asuntos desde que en 2010 asumieran el impulso procesal en ciertos procedimientos y resoluciones que antes eran competencia exclusiva de los jueces. Afirmó también que la implantación de la NOJ en las ciudades en las que se ha puesto en funcionamiento ha silenciado críticas, pues las estadísticas ya indican una mejora sustancial del servicio de Justicia. La información la publica Confilegal el 1 de junio de 2015. ueve de abril de 2015. Un día como otro cualquiera en el Palacio de Justicia de Milán. Unos ciudadanos entran y salen del edificio, otros esperan a ser llamados a declarar en juicios, abogados pasan por pasillos envueltos en sus togas. Hasta que suenan disparos en una sala. A partir de ahí, caos, miedo, dudas de familiares que acuden al Palacio al no tener noticias de sus seres queridos… Un imputado por una quiebra de una sociedad disparó al Juez Fernando Ciampi que estaba presidiendo una audiencia. Su propio abogado, Lorenzo Alberto Claris Appiani, fue su segunda víctima. La tercera víctima mortal fue el empresario Giorgio Erba. Otras personas resultaron heridas. Il Corriere della Sera se hacía eco de las escasas medidas de seguridad del Palacio. Un edificio en el que todos los días había un flujo de unas 5.000 personas, custodiado por 16 guardias jurados, no todos armados. El autor de los disparos entró por la puerta reservada a magistrados, abogados, fuerzas del orden y empleados, donde no hay detector de metales. Se señalaba que los controles de acceso no son a menudo tan profundos como deberían, y que una vez dentro del Palacio, cualquier persona puede ir prácticamente donde quiera sin ser parado de nuevo, siendo un edificio vastísimo y atravesado por un laberinto de pasillos y escaleras. Ocurrió en Milán. Pero puede pasar en cualquier sitio. Por ejemplo, en Palacios de Justicia en los que nadie, absolutamente nadie, vigila las entradas, o en los que las medidas de seguridad son manifiestamente insuficientes. Puede pasar, en definitiva, en cualquier dependencia judicial en la que trabajamos buena parte de los lectores de esta publicación. Desde el comité de redacción, nuestro recuerdo a las víctimas y a sus familiares. Ojalá su sacrificio no haya sido en vano. RECUPERACIÓN... RECUPERACIÓN DE QUÉ E n esta profesión venida a menos, la palabra viral de este año 2015 “Recuperación”, ha recaído sin mayor pena ni gloria. Atrás quedaron las dudas de inconstitucionalidad sobre la decisión de un Gobierno de escoger a un colectivo (funcionarios) para pagar una crisis nacional, que además no había generado; y eso que el Tribunal Constitucional portugués ya había abierto la puerta de la discriminación. Por el camino se quedaron también las exigencias de que si la crisis la habían generado unos colectivos concretos, los bancos -con sus beneficios anuales del 25 %, las jubilaciones de su personal a los 50 años y demás oropeles de todo tipo- , las constructoras -con beneficios descomunales durante tantos años bajo el leitmotiv “el precio del ladrillo nunca baja” (aunque se escamotearon todos en unos pocos meses cuando llegaron las vacas flacas)- , y los políticos -con el despilfarro irracional y la corrupción por doquier que nos hizo famosos en Europa- , pues que fueran esos colectivos hacia los que se canalizara la solución de la crisis; o en su defecto, se canalizara hacia todo el país, mediante la elevación general de impuestos o mediante una rebaja lineal de las tablas salariales para todos los asalariados -incluidos los empleados de los bancos- . Sabido es que al final no fue así, y no fueron esos los colectivos elegidos -que han seguido en su casa a los 50 años unos, con subidas salariales anuales no topadas otros, y con sus autosueldos o singulares compatibilidades profesionales los del más allá- , sino que el colectivo elegido para el sacrificio fue el de funcionarios, que ni se había beneficiado de las vacas gordas ni había generado la situación, y todo por aquello de que tenían trabajo para toda la vida. Ciertamente fue curiosa la reflexión -máxime cuando ya llevábamos años de congelaciones salariales con los argumentos de entonces, del déficit público, del IPC, y otras ocurrencias de quien tiene la sartén por el mango- ; pero más que curiosa fue falsa, y es justo recordar a tantos -como nuestros jueces sustitutos- a los que primero les comunicaron el sacrificio salarial, y luego que se iban al paro porque dejaban de prestar servicios para las administraciones. La realidad es que más allá de los argumentos de telediario, era fácil “tocar la tecla” de tener liquidez, y a los funcionarios se les aplicó la anunciada reducción del 5 % del salario -aunque esto tampoco fue exactamente así, sino que a unos se le redujo menos del 1 % y a otros casi el 10 %- . Esto que en términos deportivos denominaríamos “un robo”, tuvo otra laceración el año de la paga extraordinaria (un 7 % más) con el nuevo Gobierno, y a ello todavía habría que añadir la congelación salarial ya sempiterna, aunque ya son pocas las administraciones que la han respetado, y hemos ido viendo como aparecían nuevas figuras en el horizonte retributivo: los cambios de RPT pactados, las subidas salariales con efectos retroactivos a fechas anteriores a la prohibición legal, las nuevas indemnizaciones compensatorias de “esfuerzos”, etc. Pero bueno, entre los puros, nosotros. (Y todavía entre nosotros, los que de la pureza hacen virtud -los convencidos- , pues no hay cosa más elevada que pagar por nuestra condición tan magna). En fin, ahora viene la “Recuperación”, o al menos eso dice el Gobierno; y los medios de comunicación se empiezan a hacer eco, no sólo de los incrementos salariales impúdicos del 20 % anual de los designados para dirigir empresas que hasta hace poco eran públicas -y que curiosamente hubieran estado y estarían sometidos al mismo régimen que nosotros- , sino la del resto de los trabajadores, que como nosotros no fueron al paro, pero no tuvieron recortes salariales, y ya han acordado nuevos incrementos salariales mínimos del 1 % y 1,5 % para el futuro inmediato. ¿Y nosotros? Pues lo histórico, no lo dudéis; ha llegado el momento de que se le ocurra a alguien convocar alguna comisión -dilatoria- , alguna reunión -secreta- , alguna gestión -inconfesable- , y así ser partícipes también nosotros de la “Recuperación”. Aunque no tengáis duda que la nuestra será una “Recuperación” especial: de las de más trabajo y menos tiempo de jubilación. Es por eso, o porque me gusta el deporte, que cuando oigo la palabra “Recuperación”, yo solo veo una: “Recuperación de lo robado”. Ramón Gimeno Lahoz Magistrado en Santander 7 “FRANCISCO DE VITORIA” LA HUMILDE SARDINA Por San Juan, la sardina pringa el pan (dicho popular) C IGNORANCIA CIFRADA SER EXTRANJERO EN EL MUNDO* U no de los dramas que se ha agravado con las guerras y las desigualdades entre las naciones es el de las migraciones. Millones de personas se ven empujadas cada año a abandonar sus casas. Se calcula que en Estados Unidos viven unos 11 millones de inmigrantes en situación irregular. El presidente Obama aprobó en noviembre de 2014 un decreto para regularizar a 5 millones de personas, la primera medida en dos décadas. África y Oriente Próximo están llamando diariamente a las puertas de Europa. La Agencia Europea de fronteras, Frontex, estimaba la entrada de inmigrantes irregulares en la UE en 270.000 en 2014, casi un 60 % más que el año anterior. Muy pocos serán los que sean acogidos y la mayoría serán devueltos a sus países de origen. Millones de personas sin derechos, sin seguridad jurídica, sobreviven clandestinamente en los países de la libertad y los derechos. Afirmaba Stefan Zweig que «antes el hombre sólo tenía cuerpo y alma, ahora, además, necesita un pasaporte, de lo contrario no se le trata como un hombre». Este comentario nos pone frente al espejo de la realidad actual, en la que el hombre necesita para ser alguien una documentación que le permitan vivir en un determinado lugar y moverse por el mundo, nos parece inconcebible que antes los hombres pudieran libremente trasladarse de un país a otro. La tierra era patrimonio de la Humanidad, era indiferente el lugar de nacimiento del hombre para poder residir en un lugar u otro. Fueron los nacionalismos del siglo XIX los que convirtieron a los extranjeros en seres incompletos. Se instaló la creencia de que para vivir en un lugar es necesario una identidad, pertenecer a un pueblo. Las fronteras que en un principio trazaban líneas imaginarias, se han convertido en líneas reales con un trazo grueso, más allá de una simple división, separan la pobreza de la riqueza, el hambre de la abundancia, la guerra de la paz, la opresión de la libertad, la resignación de la esperanza. El mar Mediterráneo, en otro tiempo vehículo de unión de civilizaciones, se ha convertido en la frontera sur de Europa. Miles de personas perecen en el camino antes de llegar a las costas africanas del mar Mediterráneo, otras son explotadas por las mafias y mueren en sus aguas al intentar alcanzar Europa, entre ellas cada vez más mujeres y niños. Se ha ido formando un enjambre de normas en Europa que sumen al extranjero en una permanente incertidumbre. Procedimientos sumarios, plazos perentorios, registros públicos, interrogatorios en las aduanas. La Directiva de Retorno europea permite que las autoridades puedan dictar «orden de internamiento temporal» hasta un máximo de18 meses en total. Estos centros de internamiento que se extienden por Europa, similares al régimen de las cárceles, en el que se hacinan los extranjeros indocumentados, prestos para ser expulsados a sus lugares de origen, carentes de libertad y en los que la persona es tratada como si hubiese cometido un terrible delito. Dejan de ser sujeto para convertirse en un objeto. Cuánta dignidad humana se va dejando por el camino, cuántos sueños se pierden en los barcos, en los trenes y en las carreteras. Caminos de muerte para unos, caminos de ida y vuelta para la mayoría. El extranjero que afortunadamente llega a su destino deambula esperando recibir asistencia social, se siente extraño en otro país, se aferra a su cultura en busca de una identidad. Se aísla en una ciudad que apenas lo roza y que observa con indiferencia cómo vive. Se ve forzado a buscar un nuevo sentido a su vida en un lugar ajeno y diferente. Este es el verdadero reto del extranjero: tiene que hacerse a sí mismo fuera de lugar de nacimiento, tiene que ser el mismo en otro lugar, ese es su comienzo y, a veces su final, condenado a renacer diariamente. Como afirma Claudio Magris, «la patria es el mundo como para los peces el mar: cada una de las dos aguas, por si sola, es insuficiente y está contaminada. Viajar enseña el desarraigo, a sentirse siempre extranjeros en la vida, incluso en casa, pero sentirse extranjero entre extranjeros acaso sea la única manera de ser verdaderamente humanos». La solución de esta tragedia empieza por ver al extranjero como un ser humano que necesita ayuda, que huye empujado por las circunstancias de guerras, persecuciones, hambre..., no como un invasor, aceptar la diferencia y destinar algo más que meras palabras de pesar a poner fin a esta tragedia diaria, de este modo, nos sentiremos todos un poco mas humanos. Francisco Pleite Guadamillas Magistrado de Sevilla *El artículo se publica en ABC el 13 de mayo de 2015 VOCALES EN LA NUBE L os vocales del CGPJ tienen nube en la que guardar sus archivos. Los jueces no, en consecuencia si el ordenador se estropea, si el pendrive se pierde o si acontece alguna calamidad, el afectado va a tener un grave problema. Queremos nube para todos, que el trabajo delicado y minucioso de los jueces admita esa posibilidad de almacenamiento seguro que nos libre de esos riesgos cotidianos. Queremos una nube en el cielo de los jueces. C ada vez que le hablan al ministro de Justicia del trabajo de los jueces contesta ¡no tengo las cifras! Veamos: el ministerio de Justicia tiene las cifras de los SMS que se mandan por el Punto Neutro Judicial, el de exhortos que se tramitan por vía telemática, el de ordenadores y dobles pantallas, el de funcionarios en excedencia y el de bajas. Tiene la cifra de cada céntimo que gastó y la de lo que no piensa gastar. La de lo que cuestan los sustitutos, si es que queda alguno y también, la de cuántos desahucios se llevaron a término. Tiene las cifras de las órdenes de protección y la de los internos que abarrotan las cárceles y la de menús especiales que se sirven según la confesión religiosa. La cifra de los coches oficiales que van de aquí para allá, la de los vocales que nombró y la de los que correspondieron a las demás sensibles sensibilidades. El ministerio sabe cuántos abortos se hicieron y que la NOJ es como los intermitentes de los coches, que en unos sitios está y en otros no se la espera. Sabe cuántos secretarios judiciales hay y cuántos cursos organizó. Sabe cómo hay que llamar a los miembros del cuerpo de auxilio judicial que ya no se pueden llamar agentes judiciales, pues no son agentes judiciales aunque lo hubieran sido. Sabe que el juzgado tiende a llamarse oficina y que los jueces de lo mercantil de Barcelona se llaman a sí mismos Tribunal Mercantil de Barcelona y que adoptan acuerdos jurisdiccionales que remiten a los colectivos interesados para que sepan por dónde irán los tiros. Sabe también cuántos jueces hay, sea cual sea el nombre que se den a sí mismos, y cuántas plazas oferta para esos seres admirables que son los opositores a los que procede nominar “personas opositoras”. Sabe también el ministerio que la ley de retribuciones de los jueces y juezas, magistrados y magistradas, salvo los del Tribunal Supremo para los que no rige la exigencia productivista ni la retribución estilo proletario del tanto haces tanto vales, decíamos, sabe que la ley de retribuciones obliga a revisarlas cada cinco años (no dice que alza, lo cual es cierto) y que esa ley no procede aplicarla pues es una ley blandita, de las ius iocandi. Sabe el ministerio muchas cosas, pero ignora, curiosamente la más importante. Sí, en el hospital trabajan celadores, administrativos, guardias de seguridad, electricistas, enfermeras, limpiadores y lavanderos, auxiliares de clínica y muchos otros y sin el concurso de todos ellos los hospitales no funcionarían. Pero están estos para lo que están, para curar a los enfermos y esa es la tarea de los médicos. ¿Qué diríamos del gobernante responsable de la sanidad que dijera que no sabe a cuántos enfermos atendieron o cuántas operaciones practicaron? ¿Que ignora qué cantidad de trabajo hacen estos profesionales? Lo inverosímil en cualquier entorno, es verosímil en este, verosímil aparentemente. Cuando el CGPJ gastó una millonada con la empresa Steria, empresa que hizo un estudio sobre el trabajo de los jueces, no quedó otra que tirar a la basura sus conclusiones. No era para menos: entre unos pocos hacíamos una labor tan ímproba que urgía duplicar la planta. Cuando se instituyó el sistema productivista, la duda del que la tuviera se trocó en susto. ¡No, si al final, van a trabajar tanto como dicen! Por eso el ministro Catalá no sabe las cifras del trabajo de los jueces. Ni las sabe ni querrá saberlas, pues conviene la certeza iuris et de iure de que el juez español es un señorito gandul y corporativista. No se permitirá que ningún estudio desmienta tan cómoda falacia para el empeñado desde la derecha, desde el centro y desde la izquierda, en que todo cambie menos la justicia, que así nos va muy bien (a algunos). Desde la Andanada Grupo de Vitorinos de Extremadura omo recoge el dicho popular antes transcrito la mejor temporada para la sardina se inicia en San Juan, el 24 de junio y termina con el verano en septiembre coincidiendo, por tanto, con la fecha de publicación de esta revista. Se dice que es la mejor época para el consumo de la sardina porque es cuando están mejor alimentadas y llenas de esa maravillosa grasa que es el omega 3, tan beneficiosa para el aparato circulatorio y sobre todo porque están buenísimas con el pan sobre el que se coloca la sardina recién asada impregnado de la grasilla que escurre. Se atribuye a Alfonso XIII, como otras muchas frases y anécdotas no se con que grado de fiabilidad, el dicho de que el único defecto de la sardina es que es barata, lo que indica que al rey le encantaban y no le faltaba razón, ya que de ser carísimas seguro que se valorarían más y formarían parte del grupo de alimentos “delicatessen”, como el jamón de bellota, el caviar o el buey de Kobe. La sardina cuando es pequeña recibe el nombre de xouba y también el de parrocha dependiendo de la zona geográfica de que se trate. El término xouba se usa más en Galicia y el de parrocha se usa más en Asturias y Madrid, pero no existe diferencia entre unas y otras, aunque evidentemente no es igual una empanada de xoubas gallega que unas parrochas fritas del barrio de Chamberí . En cuanto a la forma de prepararlas, la más común y sabrosa es asadas a la brasa. Ahora bien, hay dos métodos totalmente distintos y radicalmente opuestos que sin embargo conducen ambos a resultados igualmente satisfactorios, uno el método de Galicia y el Cantábrico en general, que utiliza la sardina grande y la asa en carbón a alta temperatura, entera y en muy poco tiempo y otro el método malagueño del espeto, que utiliza sardinas más pequeñas, clavadas en una caña o espeto, con muy pocas brasas bastante alejadas de las sardinas y durante bastante tiempo. De las dos modalidades se obtienen unas sardinas buenísimas, así que es cuestión de escoger. Aparte de asadas se suelen consumir fritas, en escabeche, al horno. A mí, personalmente, me encantan abiertas, sin cabeza ni espina, pasadas sucesivamente por harina, huevo batido y pan rallado y fritas en abundante aceite muy caliente. Como ya conocéis mi pasión por Italia, os diré que en Sicilia, isla cuya visita os recomiendo, preparan pasta con sarde, esto es un plato de pasta acompañado de una masa de sardinas, cebolla, azafrán y frutos secos que está muy buena y también las sardinas a Beccafico, abiertas sin espina, rellenas de pasas y piñones y asadas al horno. Son platos muy comunes en Sicilia y en general muy baratos. Por último, para acompañar las sardinas os aconsejaría mejor vinos tintos que blancos, ya que es un pescado de fuerte sabor, que no casa bien con la sutilidad de los vinos blancos a ser posible de la denominación de origen más cercana a donde estéis. Como muchos sé que vais al Mediterráneo, recomendaros los desconocidos vinos de Alicante como “Laderas del Sequé” o “Tarima Hill”. Pero cualquier vino que os guste estará bien. El próximo número será otoño y escribiré sobre la D.O. Cigales. Disfrutad de las vacaciones que luego el año se hace muy largo. Lorenzo Pérez San Francisco Magistrado de Madrid ÁLVARO CUESTA: CAL Y ARENA E l vocal del CGPJ, Álvaro Cuesta, aseguró el 14 de mayo de 2015, en las jornadas jurídicas que tuvieron lugar en Málaga y organizaron la Cátedra de derecho procesal de la universidad de Málaga y la APM, que la independencia de los jueces es un derecho de los ciudadanos y en un momento como el que vivimos, la Justicia es la esperanza de los más débiles, apuntando que una garantía de Justicia es precisamente tener jueces con las mejores condiciones para esa independencia. Eso quiere decir que no basta que sean independientes, sino que puedan desarrollar funcionalmente con eficacia su trabajo. Al propio tiempo, defendió la elección parlamentaria de los vocales del CGPJ. La noticia la publica La Opinión de Málaga el día 15 de mayo de 2015. ¿Quieres que no te coja el toro? ¡Hazte Vitorino! AJFV C/ Villanueva nº 16 3º A Madrid 28001 Telf: 91 431 29 27 Fax: 91 431 22 77 [email protected] 8 Asociación de Jueces y Magistrados JUICIO AL CINE COMO LA VIDA MISMA N uestra cultura cinematográfica, las películas que la conforman, las que nos gustan, la intensidad de nuestro amor/pasión/afición por el cine, está definida por nuestra memoria, lo que hemos visto y oído a lo largo de nuestras vidas. Todos recordamos ciertos momentos en una sala de cine, un plano o una secuencia, películas que nos han marcado para siempre. En el caso de quien esto escribe, el plano de la cuñada de Ethan Edwards acariciando su abrigo antes de que este salga en busca de los indios que les amenazan en “Centauros del Desierto”, la muerte de Fredo en “El Padrino II”, Gene Kelly desbordando alegría bajo el chaparrón en “Cantando bajo la lluvia”, la muerte del replicante Roy Batty en “Blade Runner” o ver por vez primera “El sol del membrillo”, de Víctor Erice, “Azul”, de Krzysztof Kieslowsky, “In the mood for love”, de Wong Kar Wai o “Semilla de crisantemo”, de Zang Yimou. Otro de esos momentos ocurrió en 1999. Dos hermanos belgas con cara de buenas personas, Luc y Jean Pierre Dardenne, ganaron la Palma de Oro en el Festival de Cannes por una película llamada “Rosetta”, que narra la lucha desesperada de una joven por conseguir un trabajo. Aunque ya con su anterior película, “La promesa” (1996), habían dado muestras de su forma de hacer cine, recibiendo los elogios de la critica y la Espiga de Oro en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, “Rosetta” marca su reconocimiento a nivel mundial y constituye el exponente máximo de su filmografía. Es una película de devastadora intensidad, un golpe en el estomago que enfrenta al espectador a lo más terrible de la precariedad y la exclusión social. Los hermanos Dardenne hacen cine social y, por tanto, tienen por objetivo denunciar la injusticia, la desigualdad, el abandono por los poderes públicos de ciertos grupos marginales. Este tipo de cine tuvo una época de esplendor en los años 90 auspiciada por el británico Ken Loach y seguida en España por, entre otros, Fernando León de Aranoa, directores que, sin embargo, a pesar de sus loables intenciones, denunciar las grietas y el lado oscuro de la sociedad de bienestar europea, suelen caer en un vicio frecuente cuando se hace cine social: el adoctrinamiento, el maniqueísmo, la imposición al espectador de la reflexión y el mensaje de la película. Pero esto no ocurre en el cine de los hermanos Dardenne, en los que la realidad se muestra compleja, llena de matices, con personajes con los que, a pesar de no pertenecer a nuestro grupo social porque siempre proceden del ámbito de la marginalidad, nos identificamos, porque, al igual que nosotros, luchan, en definitiva, por llevar una vida normal. Su tratamiento se fija en la persona y no en el colectivo y se aleja de cualquier condescendencia, buscando que el espectador comprenda al protagonista desde el respeto y el afecto, no que sienta pena por él o juzgue su conducta. Los personajes se mueven por la rabia, por la lucha por tener una vida digna y en todas las películas se plantea un dilema moral, un conflicto ético, que se traslada al espectador, quien sobrepasa la condición de mero observador y acompaña al protagonista en su periplo por la película. La técnica cinematográfica que usan para ello es la cámara en mano. Una cámara que se pega al personaje y le sigue nerviosa allá donde va con un estilo casi documental que bebe directamente del neorrealismo italiano y que da una sensación de zozobra e inquietud que se traslada a quien esta viendo la película. En su ultima obra, “Dos días, una noche” (“Deux jours, une nuit”, 2014) el conflicto moral esta directamente relacionado con la solidaridad y se plantea, con una admirable concisión narrativa, en los primeros tres minutos: la protagonista, Sandra, es despedida y tiene la oportunidad de recuperar el trabajo si sus compañeros renuncian a una paga extra; tiene un fin de semana para exponerles su situación y pedirles que opten por esta ultima solución. Los Dardenne nos muestran un sistema en el que los trabajadores son meros elementos de producción obligados a aceptar condiciones precarias como único medio para subsistir, que se ven obligados a realizar trabajos clandestinos para completar sus ingresos, que no pueden prescindir de una mínima cantidad de dinero porque es necesaria para pagar el agua y la luz, siempre en el filo de la supervivencia misma. El despido, recurso tan frecuente en estos últimos años, rompe ese delicado equilibrio, y somete a la protagonista al vértigo del abismo de las ayudas públicas, las viviendas sociales, de carecer de lo imprescindible para tener una vida digna. Pero el respeto que los directores siempre tienen por sus personajes les lleva a no juzgar la opción de cada trabajador porque a veces no la tiene, también su supervivencia está en juego: no lo hace la protagonista y no es lo que piden al espectador, al que se dirigen para que se ponga en la piel de cada uno, le comprenda y se pregunte qué haría él en la misma situación. A partir de su planteamiento inicial la película sigue una estructura de cuenta atrás que le da tensión y que es llevada con extraordinaria fuerza por una inconmensurable Marion Cotillard, que da al personaje principal toda la energía, emoción, desvalimiento y ansiedad que la historia necesita. Jesús Carlos Galán Magistrado de Burgos ÉXITO DE LOS MAGISTRADOS DE LA SALA DEL TSJ DE CASTILLA LEÓN, SEDE EN VALLADOLID, QUE REDUNDARÁ EN BENEFICIO DE LA INDEPENDENCIA, LA DIGNIDAD, Y LA SALUD DE TODOS LOS JUECES M erced a un extraordinario recurso y al empeño de quienes no se rinden ante lo que cualquier otro podría admitir resignado, nuestros eruditos y valerosos colegas de la Sala del TSJCA de CL sede en Valladolid, han logrado que el TS enmiende la plana al CGPJ. La sentencia firme de 8 de mayo de 2015, recaída en el recurso 422/2014, declara la nulidad de pleno derecho del acuerdo del pleno del CGPJ de 24 de abril de 2014 (por dictarse por órgano manifiestamente incompetente) acuerdo que desestimó el recurso de alzada formulado por aquellos contra la decisión de la Comisión Permanente de 23 de octubre de 2013. Como resume para todos nuestro compañero de la sala del TSJCA de CL (Valladolid) Francisco Pardo Muñoz, que es uno de los artífices de este logro magnífico, la STS de 8 de mayo de 2015 tiene importantes implicaciones: a) Reconoce la legitimación de los miembros de la sala que adoptaron un acuerdo no jurisdiccional para defender frente al CGPJ una de las condiciones más básicas del ejercicio de su profesión y su función institucional como juez. b) Implica que aunque los acuerdos adoptados en un pleno de esa clase no pueden calificarse en sentido estricto como decisiones “jurisdiccionales”, desde luego, menos aún pueden caracterizarse como “gubernativos”, por lo que no pueden ser objeto de censura, anulación o tutela por parte de ningún agente externo al ámbito propiamente judicial. c) Por esta razón, resulta contrario a Derecho que cualquier persona o institución pueda fiscalizar estos acuerdos, porque eso supondría una intromisión en el núcleo esencial de la función jurisdiccional que ex art. 117 CE solo corresponde a los jueces d) La tramitación procesal no es en modo alguno ajena a la función jurisdiccional. Por eso, siempre queda en manos del juez o tribunal reconsiderar o reconducir esa tramitación si considera que es necesario para conformar debidamente el debate procesal que culminará en la sentencia. Es el juez quien tiene la última palabra tanto sobre el contenido e integración del expediente como sobre su ordenación y confección. e) No es competencia del CGPJ declarar que un acuerdo adoptado en un pleno celebrado al amparo del 264 de la L.O.P.J. no es conforme a Derecho, y eso incluso aunque a posteriori se pretenda matizar tal declaración diciendo que la misma carece de efectos vinculantes. Amén de un problema de legalidad, tenemos uno principal de salud de los jueces y de prevención de riesgos. En su momento se intentó hacer ver a los responsables del CGPJ que era un contrasentido -más bien hipocresía- incluir en el Plan de Prevención como riesgo específico de la Carrera Judicial los “derivados del uso de pvd (fatiga visual, trastornos músculo-esqueléticos, fatiga mental)”, lo que abocaba a limitar el uso de las pantallas de ordenador con el que ahora se quiere imponer, de 24 horas al día. Lo dicho, enhorabuena y tomemos todos nota de que nunca hay que dar nada por perdido. EL JUEZCALDE, LA JUEZCALDESA ¿ Qué tiene de malo que un juez se meta en política? Habría que decir, depende: si es para hacerlo bien, y las excepciones confirman la regla, tendremos a una persona necesariamente sensata aplicada a una tarea de gestión pública que desempeñará su tarea con ecuanimidad y rigor. Pero ¿qué es lo normal? ¿Qué es lo corriente? ¿Qué es lo moliente? Veamos: lo que ocurre de ordinario es que nuestros colegas, gracias a su descarada vinculación partidista, asciendan como la espuma. Enseguida los nombrarán presidentes y presidentas de tal y de pascuala, vocalas y vocales o bien los mandarán a enlazar países. Cuando hayan tocado techo o se acabe el chollo correspondiente -algunos ni siquiera tienen paciencia para agotar esta etapa-, tocará quitarse la toga y entonces, mira por dónde, pregonarán su cualidad de jueces, esa que no querían desempeñar ni hartos de vino por serles tan cargante. Propagándola a diestro y siniestro -cosa que no hacen los que son ingenieros o notarios o médicos- aspiran a ganarse el respeto general. Al que no llega a ministro y se queda con premios de consolación nada ingratos como alguna dirección general, escaño o alcaldía, hay que rendirle una especie de pleitesía adicional que ellos propician. De momento, el adversario político (de dentro y de fuera del partido), reculará. En cuanto sepa de qué pie cojea su señoría y lo sabrá a la mínima de cambio, comprenderá que son almas gemelas. Nacerá entonces esa preciosa amistad propia del teatro político, que aparenta enfrentamiento donde hay amor, y aspereza, donde hay terciopelo. No acertó Julio Verne en “Cinco semanas en globo”, cuando sentenció, el muy inocente, que la amistad no podía existir entre dos seres idénticos. RESPONSABILIDAD Y PRUDENCIA D eclaraba el presidente del Tribunal Constitucional el 15 de abril al diario ABC, que si no se había resuelto en cinco años (sic) el recurso contra la ley del aborto, era por “un ejercicio de responsabilidad institucional y por prudencia”. Dado que es un tema de gran trascendencia, “hemos pensado que hay que esperar a que el panorama legislativo se clarifique para pronunciarnos”. Y claro, así han pasado cinco años. No parece que dejar un asunto encima de la mesa para ver si el Parlamento cambia la ley y nos evitamos resolverlo sea un ejercicio de responsabilidad ni de prudencia. Básicamente porque supone dar a la opinión pública la imagen que el TC, máximo intérprete de la Constitución, acompasa su ritmo de trabajo a los avatares políticos. Y ello no debería ser así. Un posible cambio legislativo no debe ser excusa para no resolver un asunto. Máxime cuando se trata de un órgano trascendental en el sistema constitucional. Tal vez por hechos como este no pase precisamente por su mejor momento en cuento a valoración. Edita: Asociación de Jueces y Magistrados “Francisco de Vitoria” Comité de redacción: Javier Pérez Minaya Joaquín González Casso Mariano Mecerreyes Jiménez Carlos Sánchez Sanz Marcelino Sexmero Iglesias La Asociación de Jueces y Magistrados “Francisco de Vitoria” no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores, asumiendo estos sus propias manifestaciones, que la Asociación respeta. Depósito legal: M-16611-2008 Edición: 6.000 ejemplares C/ Villanueva nº 16 3º A Madrid 28001 Telf: 91 431 29 27 Fax: 91 431 22 77 [email protected] www.facebook.com/magistradosindependientes @JuecesAJFV
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