38 Maite Garolera Freixa tores coinciden en señalar la heterogeneidad entre grupos, entre sujetos y entre sujetos a través del tiempo. Recientemente, Thompson et al. (2013), en un estudio longitudinal de 1-16 años de seguimiento, con una media de 3,5 años de duración, en una muestra de pacientes mayores de 40 años que no cumplían criterios de demencia, ha definido tres trayectorias cognitivas: la mitad de los pacientes con esquizofrenia se mantiene estables evolutivamente, un 40% presenta un declinar moderado y un 10% acusa un declinar progresivo. 2.-Esquizofrenia y Envejecimiento ¿Cómo envejecen cognitivamente? Para saber cómo envejecen cognitivamente los pacientes con esquizofrenia es necesario preguntarse si los ancianos con esquizofrenia son más susceptibles a los efectos de la edad en la cognición que los individuos sin esquizofrenia, si presentan un envejecimiento neuropsicológico acelerado y a partir de que edad se producen los cambios cognitivos (a los 50, 60 o 70 años). Estas preguntas se mantienen sin respuesta. A la pobreza literaria relacionada con pacientes con esquizofrenia ancianos, se añaden las dificultades metodológicas de los pocos estudios publicados hasta la fecha. Estas publicaciones contienen muestras pequeñas, la mayoría de los pacientes están institucionalizados, mezclan sujetos de diferentes edades, no suelen utilizar para valorar el déficit cognitivo baterías neuropsicológicas extensas sino instrumentos de cribaje (algunos de ellos poco sensibles al deterioro cognitivo asociado a la enfermedad, como es el caso del Mini Mental State –MMSE) y además pocos estudios tienen un grupo de control de sujetos cognitivamente sanos para comparar. Por añadidura, la mayoría de los estudios publicados con pacientes con esquizofrenia ancianos no controlan las enfermedades comórbidas que pueden Informaciones Psiquiátricas 2014-n.º 216 afectar la cognición (como, por ejemplo, los factores cardiovasculares). Por otra parte, los pocos estudios con diseño longitudinal de que disponemos no informan sobre los sujetos que se pierden durante el estudio; por ejemplo, aquellos que utilizan baterías computerizadas tienen perdidas de muestra de más del 25%. Finalmente, hay que señalar que casi no disponemos de estudios con sujetos de más de 70 años de edad. Se podría resumir la situación indicando que los pocos estudios que incluyen personas con esquizofrenia, mayores de 65 años son metodológicamente poco rigurosos y añadir que, tanto si son longitudinales como transversales, en ningún caso escapan de determinados sesgos. Los longitudinales no suelen controlar el efecto aprendizaje de las pruebas; los transversales, a menudo, subestiman el declinar cognitivo porque no suelen verificar la diferencia entre jóvenes y viejos. A pesar de todas las dificultades metodológicas señaladas anteriormente, las diferentes publicaciones coinciden en la existencia de un subgrupo de pacientes más vulnerables al declinar cognitivo. Representan un 10% de la población de enfermos de esquizofrenia, empiezan el declive antes de los 60 años y suelen ser pacientes institucionalizados. Mientras el resto de pacientes, dentro del declinar neuropsicológico asociado a la edad, se mantienen más estables evolutivamente (Loewenstein et al., 2012). Pocas son las publicaciones que se han cuestionado acerca de la magnitud del declinar cognitivo asociado a la edad en los pacientes esquizofrénicos e, incluso, a valorar si todos los dominios cognitivos en la esquizofrenia se comportan en su declinar de forma similar a como lo hacen en el curso del envejecimiento de la población general. Un estudio transversal reciente (Rajji et al., 2013), publicado con una muestra de pacientes con esquizofrenia adultos, de diferentes edades (incluyendo sujetos de más de 60 años), que se hallaban clínicamente estables cuando se
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