Tratamiento dietético de la enfermedad inflamatoria intestinal en un gato Sphinx Dra. Nathalie Priymenko, DVM, PhD, ECVCN Diplomate, ENVT, Toulouse, Francia Historia Clínica Desde que fuera adoptado, cuando tenía 2 años de edad, Loukoum, un gato macho entero de raza Sphinx, ha sufrido diarrea crónica con episodios frecuentes de hemorragia aguda. Loukoum vivía en una casa con acceso intermitente al exterior. Cuando fue adoptado, era el único gato del propietario. Desde entonces, el número de gatos en el hogar ha aumentado hasta siete. Siempre había tenido diarrea, con flatulencia maloliente frecuente y a veces con episodios de vómitos de hasta 3 a 5 veces por día. La diarrea solía empeorar hasta llegar a ser heces líquidas, con sangre evidente y urgencia por defecar. A pesar de ello, Loukoum era un gato vivaz que disfrutaba de la compañía de los niños y jugando con ellos. Al igual que el resto de gatos del hogar, Loukoum recibía tratamiento regular para parásitos internos, normalmente con Milbemax® cada 3 meses. Desde su adopción, su veterinario anterior había probado varias dietas secas hipoalergénicas específicas (Hill’s d/d, Royal Canin Hypoallergenic, Purina Veterinary Diets Feline HA) sin mejoría aparente de su estado. Sufría un miocardiopatía hipertrófica. Exploración Física Durante la visita, Loukoum no tuvo diarrea aguda. Estaba vivaz, pero con un peso ligeramente deficiente (4 kg, ICC 3/9). Su temperatura era normal, con una frecuencia cardiaca de 156 l.p.m. y una respiración de tipo toracoabdominal (respiración profunda) y una frecuencia de 25 r.p.m. La auscultación torácica reveló un soplo sistólico apical (grado 1/6). No hubo manifestación de dolor ni ninguna otra anomalía durante la palpación abdominal. El ano estaba irritado y sucio. Diagnóstico Diferencial y Exámenes Adicionales Se consideraron distintos diagnósticos diferenciales para la diarrea de Loukoum, como: •Parásitos gastrointestinales: en teoría estaban controlados por la desparasitación de amplio espectro, pero se llevó a cabo un análisis coprológico y una PCR para buscar Tritrichomonas • Problema infeccioso •Enfermedad inflamatoria con infiltración (linfoplasmocitaria, eosinofílica, neutrofílica, colitis idiopática) •Proceso neoplásico •Enfermedad inflamatoria intestinal •Alergia o intolerancia dietética La hematología y el perfil bioquímico para medir proteínas totales, albúmina, FA, ALT y GT no revelaron anomalías. Las PCR para Tritrichomonas, Cryptosporidium, PIF, VLeF y VIF fueron negativas, pero se halló la presencia de numerosas bacterias de tipo espiroqueta en una muestra de heces. www.purinaproplanveterinarydiets.es endocrinos (hipertiroidismo, diabetes mellitus). Sin embargo, se detectaron niveles bajos de folato (6,62ng/ml, normal=13-38) y vitamina B12 (147pg/ml, normal=200-1680), indicando una mala absorción a nivel del yeyuno. Tras este episodio, se administró vitamina B12 SC a dosis de 250µg/ kg una vez por semana, durante 6 semanas. Esto permitió que los niveles plasmáticos de cobalamina volvieran a la normalidad, pero no hubo efecto alguno sobre los síntomas. La diarrea crónica persistió con flatulencias malolientes frecuentes y moco y sangre en las heces a menudo. Dos meses después de las seis inyecciones semanales de vitamina B12 se empezó un ensayo con FortiFlora®. El contenido del sobre se vertía directamente encima del alimento seco. A Loukoum le gustaba el sabor y se lo tomó como un premio. Se lo comía con gran placer y se lo terminaba mucho antes de haber terminado las croquetas del alimento seco. Durante los dos meses del ensayo, los propietarios siguieron registrando la frecuencia y aspecto de las heces y cualquier cosa fuera de lo normal. Una ecografía reveló un engrosamiento discreto de la mucosa del colon. Tratamiento y Seguimiento El tratamiento con doxiciclina (10mg/kg PO, Doxyval 20®) durante 10 días no pudo mejorar los síntomas. El tratamiento con metronidazol (10 mg/kg PO) durante un mes tampoco permitió obtener una respuesta clínica. El propietario evaluó y registró la calidad, cantidad aproximada y frecuencia de las heces a diario durante estos periodos de prueba, así como la cantidad de moco y sangre que había en las heces. Posteriormente se probó con una dieta de eliminación con 150g de salmón y dos cucharillas de postre de puré de patatas casero. Luego se hizo un segundo intento con 200g de carne de caballo y cuatro cucharillas de postre de arroz bien cocido. Ambas dietas fueron probadas durante 8 semanas sin que hubiera ninguna mejoría o empeoramiento. A continuación se probaron distintas dietas secas fácilmente digestibles. Sólo una dieta muy digestible (Hill’s i/d) produjo una ligera mejoría, con heces pastosas, no líquidas. Seis meses después de estar siendo alimentado con esta dieta, es decir un año después de la primera presentación, se observó un brote violento de diarrea aguda con sangre evidente y moco en las heces. Ocurrió tras haber consumido varias galletas destinadas a un gatito del hogar. Durante este brote no se observaron nuevas anomalías, pero se tuvieron en cuenta otras hipótesis. Las pruebas adicionales permitieron descartar la insuficiencia pancreática y problemas Caso Clínico Este caso clínico pone de manifiesto el uso satisfactorio de Fortiflora® Feline en el tratamiento dietético de la enfermedad inflamatoria intestinal en un gato Sphinx Figura 1: Antes del tratamiento. Al principio de la prueba, la puntuación fecal se encontraba entre 6 y 7, con producción de heces al menos 3 veces al día, y tras una semana de tratamiento se percibió una ligera mejora de la puntuación fecal (cambió a un promedio de 4-5, sin cambio en la frecuencia). Sin embargo, la observación más espectacular fue el aumento del apetito del gato y la reducción de las flatulencias. Al final del tratamiento, Loukoum había ganado peso (4,5 kg, ICC 4/9), pero la diarrea persistía (la puntuación fecal media permaneció en 4-5, con una frecuencia aproximada de 3 veces al día), con una reducción en la cantidad de moco y sangre evidente en las heces. Los episodios de vómitos habían casi desaparecido, reduciéndose de dos episodios por semana hasta menos de uno por semana. Durante esas 8 semanas solo había tenido dos episodios. El propietario señaló que Loukoum se mostraba más vivaz y que jugaba mucho más, y que mostraba menos urgencia por defecar. Figura 2: Después del tratamiento. Discusión Aunque no fue un resultado espectacular, la mejoría clínica con el tratamiento con FortiFlora® permitió que Loukoum tuviera una mejor calidad de vida. Desde que empezara con la dieta fácilmente digestible, ningún otro tratamiento había ocasionado mejoras evidentes, y el estado de Loukoum parecía estar deteriorándose con el tiempo. En el caso de este gato, aunque no se realizó ningún examen endoscópico, es probable que la diarrea tuviera inicialmente el origen en el colon y que luego se extendiera hacia el resto del tubo digestivo. No hay manera de confirmarlo porque no se midieron los niveles de vitamina B12 y folato al inicio del problema. Además, se vio que no había una correlación clara entre los síntomas y la localización de las lesiones. No obstante, estuvieran donde estuvieran las lesiones, el objetivo era controlar la diarrea y mejorar la calidad de vida del gato y su propietario. En este sentido, FortiFlora® consiguió una mejoría. Ciertamente no fue espectacular, pero ningún otro tratamiento había sido capaz de producir este efecto. Bibliography EJ, German AJ: Disease of the small intestine. In Ettinger SJ and 1 Hall Feldman EC eds., Textbook of Veterinary Internal Medicine, St Louis, Elsevier-Saunders, St Louis, USA, 2005, 1332-1377.. 2 Lecoindre P, Chevallier M : Contribution to the study of feline inflammatory bowel disease : 51 cases (1991-1994). 3 Ruaux CG, Steiner JM, Williams DA. Early biochemical and clinical responses to cobalamin supplementation in cats with sign of gastrointestinal disease and severe hypocobalaminemia. J Vet Intern Med 2005, 19, 155-160. 4 Washabau RJ, Holt DE: Disease of the large intestine. In Ettinger SJ and Feldman EC eds., Textbook of Veterinary Internal Medicine, St Louis, Elsevier-Saunders, St Louis, USA, 2005, 1378-1407. Nestlé Purina quiere agradecer a la Dra. Nathalie Priymenko por la provisión de los detalles e imágenes de este caso. 06F-09/11 Beneficios de Feline EN St/Ox y FortiFlora® en el tratamiento satisfactorio de diarrea aguda debida a la administración de antibióticos Dra. Caroline Daumas, DVM, Residente en Nutrición en ONIRIS (Nantes National Veterinary College, France) Los tratamientos antibióticos pueden tener efectos secundarios como el desequilibrio de la microflora intestinal (microbiota intestinal) causado por la destrucción específica de determinadas cepas beneficiosas de la flora intestinal. Esto puede causar diarrea. Determinadas cepas de probióticos, seleccionadas específicamente por su seguridad, eficacia y resistencia a las enzimas digestivas de las especies de destino, pueden influir en la flora microbiana in situ. Lo consiguen gracias a la alteración de las condiciones fisico-químicas (pH alterado por la producción de ácido láctico y moco) y la composición de la misma microflora intestinal (compitiendo con los patógenos y favoreciendo a determinadas cepas de Lactobacillus) o gracias a la interacción con las células de la mucosa y el sistema inmunitario local1. El caso de Haribo ilustra las intervenciones nutricionales a tener en cuenta en caso de desequilibrio en la microflora intestinal (disbiosis, dismicrobismo) en los gatitos. Historia Clínica Haribo, un macho joven de dos meses y medio de raza Maine Coon, fue atendido en el servicio de urgencias de la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria de Nantes (Oniris) con una disnea intensa. Tras el estudio ecográfico y radiográfico y la obtención de una muestra mediante toracocentesis, se diagnosticó piotórax bilateral. El tratamiento consistió en la inserción de un drenaje torácico y la implementación de un tratamiento antibiótico de amplio espectro (una combinación de amoxicilina / ácido clavulánico + metronidazol) tras haber identificado la bacteria responsable. Dos semanas después de haber iniciado el tratamiento antibiótico, el gatito tuvo diarrea aguda, con una puntuación de 6 según una escala de 7 puntos (fotografía 2) (en la que 1 indica heces bien formadas, duras, y 7 indica diarrea profusa). Entonces volvió para una consulta nutricional. Exploración clínica El gatito pesaba 1,9 kg, con un índice de condición corporal de 5 en una escala de 9 puntos (ideal). En la palpación abdominal se notó un abdomen hinchado, y el gatito mostraba signos de malestar abdominal. Tratamiento Se prescribió una dieta gastrointestinal fácilmente digestible y adecuada para gatitos en crecimiento (Purina Veterinary Diets® Feline EN St/Ox) a voluntad, junto con un suplemento probiótico (FortiFlora®). Feline EN St/Ox es rica en proteínas (40% del producto), rica en energía (3,9 kcal de EM/g de alimento) y está adaptada a las necesidades nutricionales tanto de gatos adultos como de gatitos. Cinco días después del cambio de alimentación, los signos de distensión abdominal del gatito habían desaparecido. Tres semanas más tarde, en la primera revisión, la puntuación fecal había mejorado de forma considerable (con heces tipo 4/7, es decir, bien formadas pero aún bastante húmedas). El crecimiento del gatito era bueno (pesaba 2,8 kg en la consulta). El tratamiento antibiótico continuó tras obtener unos resultados radiográficos alentadores. Por último, en la siguiente revisión, seis semanas más tarde, la puntuación fecal era de 3/7 (heces bien formadas, aunque no demasiado firmes), el animal pesaba 4 kg y seguía teniendo un buen índice de condición corporal (5/9, ideal). Los resultados radiográficos fueron satisfactorios, por lo que se interrumpió el tratamiento antibiótico y la administración de Foto 2: Puntuación Fecal 6/7 Foto 3: Puntuación Fecal 2,5/7 Caso Clínico Este caso clínico pone de manifiesto el uso satisfactorio de Feline EN St/Ox junto con el suplemento probiótico FortiFlora® en el tratamiento dietético de diarrea aguda en un gatito de dos meses de edad. www.purinaproplanveterinarydiets.es probióticos, aunque se continuó con la dieta de prescripción de fácil digestión. Dos semanas más tarde, el gatito seguía teniendo una puntuación fecal óptima (2,5/7) (fotografía 3) sin signos de recurrencia. A continuación se completó de forma satisfactoria una transición de vuelta a su alimento habitual (PRO PLAN® Junior). No se observó recurrencia en la revisión final un mes más tarde. Discusión Los gatitos son especialmente vulnerables a los trastornos de la microflora intestinal, como queda demostrado por la elevada incidencia de diarrea en esta población2. Varios estudios, incluyendo un meta-análisis sobre el uso de probióticos para prevenir la diarrea en niños que reciben tratamiento antibiótico, han demostrado los efectos beneficiosos de los probióticos para esta indicación3,4. En medicina veterinaria, un estudio de 31 gatitos alimentados con o sin suplementos probióticos (FortiFlora® de Purina Veterinary Diets®) demostró una reducción significativa de la incidencia y duración de los episodios espontáneos de diarrea en el grupo que recibía los suplementos5. Por último, cualquier prescripción dietética para un gatito debería respetar las necesidades nutricionales para el crecimiento. Lecturas Adicionales 1 Wynn S.G., Probiotics in veterinary practice, Journal of the American Veterinary Medical Association, 2009, 234, 5, 606-613 2 Jia J., Frantz N., Khoo C., et al. Investigation of the faecal microbiota of kittens: monitoring bacterial succession and effect of diet, FEMS Microbiology Ecology, 2011, 78, 2, 395-404 3 Johnston B.C., Goldenberg J.Z., Vandvik P.O., et al. Probiotics for the prevention of pediatric antibiotic-associated diarrhea, Cochrane Database of Systematic Review, 2011. 11. Art. No.: CD004827. DOI: 10.1002/14651858.CD004827.pub3. 4 Hickson M, DíSouza A.L., Muthu N., et al. Use of probiotic Lactobacillus preparation to prevent diarrhoea associated with antibiotics†: randomised double blind placebo controlled trial, BMJ, 2007, 14, 335 5 Czarnecki-Malden G.L., Cavadini D.F., Lawler J. et al. Incidence of naturally occurring diarrhea in kittens fed Enterococcus faecium SF 68, Compendium Continuing Education for the Practicing Veterinarian, 2007, 29, 37 Conclusion El conocimiento y tratamiento de los trastornos gastrointestinales en carnívoros domésticos que reciben antibióticos es un acto de medicina preventiva por derecho propio. La conservación de la homeostasia de la flora intestinal a lo largo del crecimiento del animal es fundamental para su salud. De este modo, la administración de un probiótico eficaz puede ayudar no tan solo a tratar la diarrea iatrógena sino que también puede prevenirla, siempre que el probiótico se administra al menos 3 horas antes o después de haber tomado el antibiótico. Nestlé Purina quiere agradecer a la Dra. Caroline Daumas por haber brindado los detalles de este caso. 08F-04/13 Diagnóstico Se emitió un diagnóstico de infección con Tritrichomonas fœtus sin factores favorecedores ni enfermedad concomitante aparente. Tratamiento y Seguimiento Beneficios de FORTIFLORA® y la dieta Feline EN en un gato abisinio infectado con Tritrichomonas fœtus Dra. Marine Hugonnard, Maître de Conférences en Médecine, Université de Lyon, VetAgro Sup, F-69280, MARCY L’ETOILE, FRANCE Historia Clínica Fakir, un gato macho entero de un año de edad y raza Abisinio, se presentó por diarrea crónica con hematoquecia que había empezado a sufrir desde que lo adquirieran en una exposición felina cuando tenía 8 meses de edad. Normalmente, las heces eran líquidas, y el propietario describía episodios de incontinencia fecal. Se vacunó de forma completa y desparasitó con moxidectina 4 meses antes. Vivía en un apartamento con un gato mestizo de 3 años de edad que no mostraba signos de problemas digestivos. Ninguno de los distintos cambios de alimentación (gama estándar) había conseguido mejorar los síntomas, tampoco los tratamientos sintomáticos (protectores del tubo digestivo, reguladores de la motilidad) ni un curso de un mes con antibióticos (sulfonamidas). El gato permanecía alerta y su apetito no había sufrido variaciones. Exploración Física Fakir estaba vivaz y pesaba 2,1 kg. Estaba delgado pero tenía un pelaje brillante. Se detectó una gingivitis de grado bajo junto con eritema y una ligera dilatación del ano. El resto de la exploración fue normal. Diagnóstico diferencial La principal hipótesis considerada fue la infección parasitaria (especialmente Giardia o Tritrichomonas), intolerancia o alergia dietética, o un desequilibrio de la microflora intestinal. No pudo descartarse una infección subyacente con un retrovirus o coronavirus. Las enfermedades metabólicas (colangitis, pancreatitis) eran menos probables porque el cuadro clínico no suele estar dominado por la diarrea. La insuficiencia pancreática exocrina también era una hipótesis posible. No obstante, esta enfermedad es rara y casi siempre va acompañada de seborrea debida al déficit de vitaminas del grupo B. En este momento no se incluyó la enfermedad inflamatoria intestinal idiopática porque se trata de un diagnóstico por exclusión de otras causas. Estudios adicionales El examen coprológico fue negativo para Giardia. El cultivo de una muestra obtenida mediante hisopo del recto fue muy positivo para Tritrichomonas fœtus. (Figuras 1 y 2). Mientras se esperaban los resultados de las pruebas fecales y el cultivo para Tritrichomonas fœtus, se inició el tratamiento con fenbendazol, 50 mg/kg/día durante 3 días. El tratamiento fue prescrito para ambos gatos de la casa, sin que hubiera mejoría en los síntomas de Fakir. Cuando se recibieron los resultados del cultivo, se prescribió un curso de 30 días de probiótico (FORTIFLORA®) para Fakir. Se recomendó desinfectar la bandeja de arena con lejía. La hematoquecia y la incontinencia fecal desaparecieron en 15 días, observándose una mejoría en la consistencia de las heces. Éstas pasaron de ser líquidas (puntuación fecal de 7 en la tabla de puntuación fecal de Nestlé PURINA) a ser blandas (puntuación fecal de 6). Sin embargo, se apreciaron indicios de tenesmo fecal y flatulencia. Se inició una transición a la dieta seca PURINA VETERINARY DIETS® Feline EN tras la que desaparecieron el tenesmo y la flatulencia. En el transcurso de 3 semanas hubo una nueva mejoría de la puntuación fecal, pasando a estar entre 5 y 6. Además, hubo un aumento del peso corporal de 300 g en 5 semanas. En este momento se realizó otro cultivo para Tritrichomonas fœtus. Los resultados volvieron a ser positivos. Figura 1: Tritrichomonas fœtus, Tinción con Lugol, aumento x40. Figura 2: Tritrichomonas fœtus en cultivo, microscopio invertido, aumento x20. Un test rápido de detección para retrovirus felinos fue negativo. El perfil de bioquímica fue normal excepto una hipoalbuminemia de grado bajo (26 g/l en comparación con los valores normales de 29-39 g/l). El aspecto ecográfico del hígado, páncreas, conductos biliares y sistema digestivo fue normal. Se observó un agrandamiento de los ganglios linfáticos ileocólico y yeyunal, además de un aumento del grosor de la pared del ciego (Figura 3). se han descrito casos de resistencia al ronidazol [7]. Además, este antibiótico no posee registro para ser utilizado en gatos y se han descrito efectos secundarios nerviosos potencialmente graves en esta especie. En consecuencia, este tratamiento solo debe aplicarse tras el consentimiento informado de los propietarios. En el caso que nos ocupa, los propietarios de Fakir no quisieron asumir el riesgo y optaron por un tratamiento dietético combinando un alimento con fuentes de fácil digestión con probióticos. Esta estrategia sería aceptable teniendo en cuenta que, en ausencia de tratamiento, los síntomas de tritrichomoniasis desaparecen de forma espontánea en un periodo promedio de un año (entre 5 meses y 2 años) [8]. Una vez resuelta la diarrea, el animal puede seguir siendo portador del organismo [7,8]. La estabilidad dietética parece ser un factor que contribuye a una regresión más rápida de los síntomas. Es probable que contribuya a ello al estabilizar la microflora intestinal que está íntimamente relacionada con la inmunidad de la barrera mucosa. Basándose en este principio, es probable que un alimento fácilmente digestible, rico en prebióticos, y asociado a probióticos encapsulados adaptados a la especie de destino favorezca la curación clínica. En el caso de Fakir, la asociación de la dieta Feline EN™ con FORTIFLORA® produjo una mejoría clínica clara y el retorno a una calidad de vida que los propietarios valoraron como satisfactoria. Dado el estado actual de conocimientos y la falta de un tratamiento específico eficaz y seguro, este abordaje dietético podría ser una alternativa interesante al ronidazol tras el diagnóstico de tritrichomoniasis. Discusión Bibliografía y lecturas adicionales Tritrichomonas fœtus es un protozoo flagelado relacionado morfológica y filogenéticamente con Giardia. El estado de portador en la población felina varía entre el 10 y el 31% según distintos estudios [1,2,3]. Podría llegar a convertirse en un agente patógeno emergente en esta especie [4]. El gato puede ser un portador sano, y el aislamiento del parásito no significa necesariamente que sea la causa de los síntomas. En el caso de Fakir, la epidemiología (un gato de raza, joven, criado en un establecimiento de cría) [5], los fallos terapéuticos anteriores y la falta de identificación de otras causas posibles de diarrea refuerzan la hipótesis de la posibilidad de que Tritrichomonas sea el origen de los síntomas. 1 GOOKIN JL, STEBBINS ME, HUNT E, et al. (2004) Prevalence of and risk factors for feline Tritrichomonas fœtus and Giardia infection. J Clin Microbiol; 42:2707-2710. Existen tres posibles técnicas para diagnosticar una tritrichomoniasis: examen directo de heces frescas bajo el microscopio óptico, cultivo de un frotis rectal o una prueba PCR. Las sensibilidades del cultivo y la PCR son notablemente superiores a las del examen directo [1]. Figura 3: Ecografía abdominal con agrandamiento del ganglio linfático yeyunal. La asociación de Tritrichomonas fœtus con un retrovirus es rara. Por otro lado, Tritrichomonas fœtus y Giardia pueden coexistir en un mismo individuo (12% de coinfección según el estudio de Gookin et al. [1], 27% en el estudio de Kuehner et al. [3]). Un solo examen fecal no excluye la giardiasis. Por tanto, el tratamiento con fenbendazol está recomendado, aunque este fármaco no sea eficaz contra Tritrichomonas fœtus [1]. Se realizó un cultivo de un frotis rectal del gato asintomático que convive con él para determinar si se trataba de un portador asintomático. Resultó negativo. En teoría, el tratamiento específico de la tritrichomoniasis requiere el uso de antibióticos de la familia de los nitroimidazoles. La mayoría de las veces, el ronidazol es el único eficaz, a dosis orales de 30 mg/kg/día durante 14 días para los gatos [6]. Recientemente 07F-09/11 2 BRIGUI N., HENAFF M., POLACK, B. (2007) Prevalence of Tritrichomonas fœtus in cats in France. 21st International Conference of the World Association for the Advancement of Veterinary Parasitology (Gent, Belgium), p 352. 3 KUEHNER KA, MARKS SL, KASS PH et al. (2011). Tritrichomonas fœtus infection in purebred cats in Germany: prevalence of clinical signs and the role of co-infection with other enteroparasites. J Feline med Surg; 13:251-258. 4 GOOKIN JL. (2009) Tritrichomonas fœtus – an emerging cause of feline diarrhea. Proceedings 19th ECVIM-CA Congress, Porto. 5 GUNN-MOORE DA, McCANN TM, REED N et al. (2007). Prevalence of Tritrichomonas fœtus infection in cats with diarrhea in the UK. J Feline Med Surg; 9:214-218. 6 GOOKIN JL, COPPLE CN, PAPICH MG et al (2006). Efficacy of ronidazole for treatment of feline Tritrichomonas fœtus infection. J Vet Intern Med; 20:536-543. 7 GOOKIN JL, STAUFFER SH, DYBAS D et al (2010). Documentation of in vivo and in vitro aerobic resistance of feline Tritrichomonas fœtus isolates to ronidazole. J Vet Intern Med; 24:1003-1007. 8 FOSTER DM, GOOKIN JL, MOORE MF et al (2004). Outcome of cats with diarrhea and Tritrichomonas fœtus infection. J Am Vet Med Assoc; 225:888-892. (Créditos paras las fotografías 1 y 2: Departamento de parasitología, VetAgro Sup) www.purinaproplanveterinarydiets.es Caso Clínico Este caso ilustra los beneficios de PURINA VETERINARY DIETS ® FortiFlora® y Feline EN en un gato abisinio infectado con Tritrichomonas fœtus
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