Integridad Estructural de Propulsantes Sólidos con Distintos Grados de Envejecimiento Anales de Mecánica de la Fractura, 31 (2014) INTEGRIDAD ESTRUCTURAL DE PROPULSANTES SÓLIDOS CON DISTINTOS GRADOS DE ENVEJECIMIENTO. R. López*1, I. Iglesias1, J. Ramírez1, P. Sierra1, A. Salazar2, J. Rodríguez2 1 Unidad de Materiales. Área de NBQ y Materiales. Instituto Tecnológico La Marañosa (ITM), La Marañosa, Ctra. M301, 10.5 km. Madrid, España. * E-mail: [email protected] 2 Grupo de Durabilidad e Integridad Mecánica de Materiales Estructurales, Universidad Rey Juan Carlos. Calle Tulipán s/n, Móstoles, España. RESUMEN Los propulsantes sólidos tienen una tendencia natural al agrietamiento debido a la degradación sufrida durante el almacenamiento a la intemperie, acelerándose el envejecimiento con la temperatura, la humedad y la salinidad, entre otros. Este proceso de degradación puede autoacelerarse por los productos de degradación y el calor que se genera durante el proceso de envejecimiento. Una grieta, una vez iniciada la combustión del propulsante, aumenta el área de quemado incrementando la cantidad de gases de combustión, y si esa grieta es lo suficientemente grande, la presión de los gases generados, puede superar la resistencia de la cámara donde se aloja el grano, teniendo como consecuencia un vuelo irregular del misil o cohete, y pudiendo acabar con una explosión incontrolada. El calor generado durante la degradación, también puede acabar aportando la energía necesaria para superar la barrera de activación del encendido, autoiniciando el propulsante en su almacén. Las necesarias pruebas de vigilancia sobre los cohetes y misiles, exigen el control de las propiedades del propulsante. En este trabajo se estudia la influencia del grado de envejecimiento (acelerado) en la integridad estructural de un propulsante sólido con ligante HTPB en lo que respecta a su resistencia a la fractura. Los resultados obtenidos mediante un análisis de los ensayos basado en la Mecánica de la Fractura Elástica Lineal, KIC y GIC, no han mostrado sensibilidad al grado de envejecimiento, mientras que, por el contrario, el análisis basado en la Mecánica de la Fractura Elastoplástica muestra correlación entre la pérdida de propiedades mecánicas y el envejecimiento, menores valores de JIC en probetas envejecidas. El análisis microscópico de las superficies de fractura muestra diferencias que justifican estas aseveraciones. ABSTRACT Solid propellants show a natural trend to cracking, due to degradation occurring during open storage. The ageing event may be accelerated by the changes in the environment, temperature, humidity and salinity, etc. Degradation process can be autocatalysed due to the degradation products and the heat generated during the ageing process. The presence of cracks in the propellant grain during combustion increases the burning area, resulting in overpressure in the containing grain chamber, and consequently, bringing an irregular flight and a possible rocket explosion in the worst scenario. The degradation heat may exceed the chemical activation barrier of the rocket launch process, initiating an unexpected combustion of the propellant. The security procedures applied to propellants consist of chemical and physical laboratory tests to ensure that propellant properties are within safety margins. This paper studies the relationship between the ageing process in HTPB propellants and its structural integrity according to the fracture mechanics protocols. Results obtained under the Linear Elastic Fracture Mechanics approach, KIC and GIC, do not show sensibility to the ageing process during the rocket life time, but the Elastoplastic Fracture Mechanics methods show a clearer correlation between the mechanical properties loss and the ageing process, being JIC as much lower as aged the propellant is. Scanning electron microscopy of the fracture surfaces shows differences with the ageing time supporting the paper asseverations. PALABRAS CLAVE: Propulsantes sólidos, composites, HTPB, fractura, envejecimiento. 1. INTRODUCCIÓN Un combustible sólido es una mezcla simple de varios productos químicos (agentes oxidantes, reductores, ligantes, estabilizantes, etc). Este conjunto que suele denominarse grano, se moldea de diferentes formas, aunque la más habitual es la cilíndrica con un vaciado interior en forma de estrella en la dirección axial (Figura 1). El área superficial del vaciado se corresponde con la cantidad de propulsante expuesto a la combustión, y se relaciona directamente con el empuje conseguido por el cohete, así como con su régimen de combustión. Una mayor área superficial expuesta a la combustión incrementará el empuje y reducirá el tiempo de vuelo 415 Anales de Mecánica de la Fractura, 31 (2014) del cohete, aumentando también la presión en la cámara de combustión y los esfuerzos sobre el grano del propulsante durante el vuelo. Existen dos grandes grupos de materiales para la fabricación de los granos, los composites y los granos de doble base. Las composiciones que utilizan un ligante polimérico con partículas oxidantes se denominan composites. Los propulsantes de base nitrocelulósica, con o sin nitroglicerina, se denominan de base doble o simple, respectivamente. La fabricación de los propulsantes composites se basa en la dispersión de pequeños gránulos de sales inorgánicas oxidantes en una masa polimérica de tipo orgánica, la cual debe proporcionar cohesión al conjunto y servir de reductor (combustible). Los componentes después de mezclarse íntimamente y con un proceso de curado quedan en estado sólido [1]. Los aditivos que acompañan a la composición básica, anteriormente descrita, son muy variados y cada uno tiene una finalidad: catalizar la combustión, alargar la vida útil del propulsante o incrementar su impulso. Se utilizan una gran variedad de composiciones siendo los antioxidantes, modificadores balísticos y estabilizantes los principales componentes del grano. Figura 1. Corte transversal de un grano, con vaciado interior e inhibidor exterior. Dos ventajas muestran los composites frente a los granos de doble base. En primer lugar, su proceso de fabricación, siempre por colada, permite obtener todos los tamaños y formas, sin límites de diámetro ni de vaciado central. En segundo lugar, resulta más sencilla la necesaria inhibición de las superficies exteriores del grano, aquellas que están en contacto con la carcasa del motor. El proceso de inhibición puede realizarse en los composites añadiendo cargas refractarias e inertes al mismo ligante utilizado en la fabricación del grano, consiguiendo excelentes adhesiones entre combustible e inhibidor que permiten soportar las presiones del motor (alrededor de 70 atm) [2], reduciéndose las tensiones térmicas (Tª > 2000ºC durante el vuelo) y limitando la aparición y progresión de grietas durante el funcionamiento. El empuje (eficiencia) obtenido con composites puede llegar a los 2500 N·s/kg, aproximadamente un 25% superior a los granos de doble base. Por el contrario, estos últimos tienen otras características destacables como menores emisiones de humos (idóneo para ocultación) y mayores resistencias a tracción (7 MPa aproximadamente, el doble de los composites). Las necesarias pruebas de vigilancia, de frecuencia anual, son especialmente importantes en los composites, puesto que pueden presentar una mayor pérdida de propiedades mecánicas con el envejecimiento del material y, en consecuencia, tener un mayor riesgo de agrietamiento. Los propulsantes sólidos tienen una tendencia natural al agrietamiento debido a la degradación sufrida durante el almacenamiento a la intemperie durante largos períodos de tiempo, en muchas ocasiones superiores a los 20 años. La degradación se acelera con la temperatura o la humedad ambiental, entre otros factores. Este proceso puede autoacelerarse por acción de los productos de degradación y por el calor que se genera durante el proceso de envejecimiento. Una grieta lo suficientemente grande puede aumentar el área de combustión, lo que incrementaría la presión por encima de la resistencia para la que fue diseñada la cámara, provocando una explosión mecánica cuando debiera estar en régimen de combustión. También es posible que el calor generado por el proceso de degradación acabe superando la barrera de activación, autoiniciando el propulsante, con la consiguiente detonación incontrolada del artificio. Desde el punto de vista de la integridad estructural, es el ligante quien proporciona la resistencia a la aparición o propagación de grietas, destacando como más utilizados los polibutadienos hidroxi y carboxi terminales, pero siendo también utilizados, los poliésteres, poliuretanos y los polímeros de adición. En este trabajo se estudia la influencia del grado de envejecimiento en la integridad estructural de un propulsante sólido con ligante polibutadieno hidroxiterminal. Dadas las características especiales de estos materiales se utilizarán las aproximaciones de la Mecánica de la Fractura Elástico Lineal (MFEL) y de la Mecánica de la Fractura Elastoplástica (MFEP), evaluando qué procedimiento es más adecuado para medir la resistencia a la fractura de un propulsante sólido. 2. PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL 2.1 Materiales El propulsante sólido estudiado en este trabajo es conocido como APCP, consistente en un composite de base HTPB (polibutadieno hidroxiterminal) y carga de perclorato amónico. Los propulsantes basados en polibutadienos se obtienen por colada, lo que puede dar lugar a heterogeneidades entre la cabeza y la cola del grano, dado que este grano puede llegar a medir más de 2 metros de alto y 1 metro de diámetro. El producto resultante, una vez curado, presenta densidades del orden de 1.7 g/cm3, con buen impulso específico y 416 Anales de Mecánica de la Fractura, 31 (2014) óptimas propiedades mecánicas. El curado de la colada se realiza con resinas epoxi o derivados de la etilenoimina y catalizadores amínicos. Los procesos de envejecimiento acelerado se realizaron a 60ºC durante 3, 6 y 9 meses [3], equivalentes a períodos de 10, 15 y 20 años respectivamente, siendo las condiciones habituales en este tipo de estudios [4]. 2.2 Ensayos de fractura Se utilizaron probetas normalizadas de flexión, (Single Edge Notch Bend, SENB), para los ensayos de fractura siendo las dimensiones de 54x12x6 mm3. En todas las probetas se mecanizó una entalla en forma de V con un radio en el fondo de la misma de 0,2 mm. Las probetas fueron agudizadas mediante el procedimiento de deslizamiento de cuchilla descrito en la norma ISO 13586. Las probetas se mecanizaron siempre en la dirección longitudinal, pero con dos orientaciones de la fisura diferentes: circunferencial y radial (Figura 2). El método de normalización es un procedimiento basado en el principio de separación de carga que permite determinar la longitud de grieta en cada instante a partir de los registros fuerza-desplazamiento, usando una curva de calibración obtenida a partir de los propios datos del ensayo. Actualmente, se utiliza una función de normalización de cuatro parámetros. El primer paso para la determinación de la curva J-R es hacer una medida óptica de la longitud de grieta inicial, a0, y final, af, sobre la superficie de rotura. Posteriormente, cada valor de la fuerza aplicada, Pi, hasta la carga máxima Pmax , sin incluirla, se normaliza según la expresión: Pi (1) PNi W abi WB W donde W es la anchura de la probeta, B su espesor, pl=2 para las probetas SENB de flexión en tres puntos y abi la longitud de grieta, corregida teniendo en cuenta el enromamiento, según la siguiente expresión: pl Ji (2) 2m YS donde m es un factor de constricción en la punta de grieta y YS la tensión de cedencia. Ji se calcula de acuerdo con: K 2 1 2 Ji i J pli (3) E siendo Ki el factor de intensidad de tensiones, E el módulo de Young, el coeficiente de Poisson y Jpli la parte plástica de la integral J. Cada valor del desplazamiento, i, se normaliza de acuerdo con la siguiente expresión: PC pli pli i i i (4) W W donde Ci es la flexibilidad de la probeta en la línea de carga, asociada a una longitud de grieta abi. De esta manera, se normalizan todos los datos experimentales hasta carga máxima. La última pareja de datos fuerzadesplazamiento se normaliza con las mismas ecuaciones, introduciendo el valor a f, pero sin la corrección por enromamiento. Los valores experimentales (PNi - pli ) se utilizan para ajustar una abi a0 Figura 2. Direcciones para la obtención de probetas Los ensayos de fractura se realizaron en una máquina electromecánica (Microtest) a una temperatura en el rango 20-23 ºC, con humedad relativa entre el 30 y el 50% y bajo control de desplazamiento a una velocidad de 1 mm/min. Se empleó un dispositivo de flexión en tres puntos con una luz cuatro veces superior al ancho de la probeta y la fuerza se midió con una célula de carga de 500N. Estos materiales presentan un comportamiento principalmente elástico y lineal hasta carga máxima, pero con una rotura estable. Por ello, para el análisis de los resultados de los ensayos de fractura se decidió seguir un doble procedimiento. En primer lugar, se aplicó la metodología de la MFEL y se determinaron los valores de la tenacidad de fractura, KIC, y la energía específica de fractura, GIC, siguiendo las directrices de la norma ISO 13586. En segundo lugar, los mismos resultados experimentales fueron utilizados para determinar una curva de resistencia J-R, en la que los valores de la integral J se representan frente a la extensión de grieta, a. En este caso, el método de normalización descrito en la norma ASTM 1820 fue empleado para determinar una curva J-a completa para cada registro de fuerza-desplazamiento correspondiente a cada probeta individual. función de normalización de cuatro parámetros, que va a servir para asociar a cada pareja inicial de datos (Pi – i) una longitud de grieta, ai. 2 a b pli c pli PN (5) d pli donde a, b, c y d son coeficientes de ajuste. Una vez obtenida la función de normalización anterior, es posible inferir la longitud de grieta en cada punto del registro fuerza-desplazamiento original y, a partir de ella, calcular el valor de la integral J correspondiente. El método de normalización, introducido en la norma ASTM 1820 para metales, ha sido también aplicado a materiales poliméricos [5]. 417 Anales de Mecánica de la Fractura, 31 (2014) Tras los ensayos, la morfología de las superficies de fractura fue analizada mediante microscopía electrónica de barrido en un microscopio HITACHI S3400N. a los 12 correspondientes a la orientación radial. Entalla circunferencial 3.1 Ensayos de fractura Las figura 3 recoge, como ejemplo, las curvas fuerzadesplazamiento correspondientes a los ensayos de fractura de probetas envejecidas artificialmente 9 meses y ensayadas con las fisuras en la dirección radial. En el resto de los casos las curvas experimentales eran similares. Módulo elástico (MPa) 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 3,5 8 6 2 3 Envejecida 3 meses Envejecida 6 meses Envejecida 9 meses Figura 4. Efecto del envejecimiento sobre el módulo elástico para las muestras con entalla circunferencial. 2,5 Fuerza (N) Efract 10 4 4 12 2 Probeta 1 a0= 6.02 mm Probeta 2 a0= 5.90 mm 1 Probeta 3 a0= 5.82 mm Probeta 4 a0= 5.76 mm 0,5 Probeta 5 a0= 6.09 mm 0 1 2 3 4 5 6 7 8 Desplazamiento (mm) Figura 3. Curvas fuerza–desplazamiento para probetas envejecidas 9 meses con entalla en la dirección radial. Las curvas fuerza-desplazamiento son muy lineales con diferencias entre la carga PQ, obtenida como la intersección de la curva experimental con una recta con pendiente del 95% de la rigidez inicial, y la máxima carga Pmax, inferiores al 10 %. El primer efecto causado por el envejecimiento en las propiedades mecánicas del material propulsante se manifiesta en la variación del módulo de elasticidad. A partir de las curvas fuerza-desplazamiento puede determinarse el módulo de elasticidad, E stif, y una vez determinados los valores GIC y KIC es posible determinar un módulo de elasticidad a partir de la relación entre estas magnitudes, Efract. Las figuras 4 y 5 resumen los resultados obtenidos para probetas con entalla circunferencial y radial, respectivamente. Se evidencia una ligera disminución del módulo de elasticidad con el tiempo de envejecimiento. En general, los valores obtenidos en las probetas con la entalla orientada circunferencialmente son claramente mayores Módulo elástico (MPa) 1,5 0 Estif 10 Entalla radial Estif Efrac 8 6 4 2 Envejecida 3 meses Envejecida 6 meses Envejecida 9 meses Figura 5. Efecto del envejecimiento sobre el módulo elástico para las muestras con entalla radial. En la figura 6 se presentan las curvas J-R correspondientes a probetas envejecidas artificialmente durante 9 meses y ensayadas con las fisuras en la dirección circunferencial. En el resto de los casos la forma de las curvas obtenidas es similar. Puede observarse la escasa dispersión en las curvas ya que todas ellas están incluidas en una banda. Debido a la incertidumbre en la determinación de los valores de tensión de cedencia de los materiales, se optó por utilizar el valor de J0,2 como medida de la energía específica de rotura de iniciación, JIC, en los análisis basados en la MFEP y en el método de normalización. 418 Anales de Mecánica de la Fractura, 31 (2014) valores de JIC obtenidos siguiendo el método de normalización (ASTM 1820). 0,8 0,7 550 2 J (kJ/m ) 0,5 0,4 0,3 Probeta 1 Probeta 2 Probeta 3 Probeta 4 Probeta 5 Probeta 6 0,2 0,1 0 0 0,5 1 1,5 a (mm) Figura 6. Curvas J-R obtenidas para probetas envejecidas 9 meses, con entalla circunferencial. Las figuras 7 y 8 resumen el principal resultado de este trabajo, la influencia del envejecimiento del propulsante en su resistencia a la fractura. En la figura 7 se representan los valores de GIC para las dos orientaciones de la entalla y los tres grados de envejecimiento analizados. 450 GIC radial Resistencia específica a la rotura (J/m2) G circunferencial IC 400 Resistencia específica a la rotura (J/m2) 0,6 500 JIC radial JIC circunferencial 450 400 350 300 250 Envejecida 3 meses Envejecida 6 meses Envejecida 9 meses Figura 8. Energía específica de fractura JIC (ASTM 1820): efecto de la orientación y del envejecimiento. A diferencia de lo que sucedía con los valores de GIC, el grado de envejecimiento hace disminuir el valor de JIC. Esto sucede para ambas orientaciones de las entallas, circunferencial y radial, aunque es en el caso de esta última donde las diferencias son más marcadas, llegando al 15% de diferencia entre las probetas envejecidas 3 y 9 meses. Por otra parte, se confirma también en este caso, que la energía es mayor en el caso de las probetas con entalla orientada radialmente. 3.2 Análisis de las superficies de fractura En la figura 9 se muestra la apariencia de la superficie de fractura en el caso de una probeta con la entalla orientada circunferencialmente y envejecida 3 meses, mientras que la figura 10 se corresponde con un detalle de la zona de crecimiento estable de grieta en una probeta con la entalla orientada radialmente y envejecida 3 meses. 350 300 250 Envejecida 3 meses Envejecida 6 meses Envejecida 9 meses Figura 7. Energía específica de fractura GIC (ISO 13856): efecto de la orientación y del envejecimiento. Al igual que sucede con el módulo de elasticidad, los valores de GIC, son muy diferentes para cada orientación de la entalla. Las probetas con la entalla en la dirección radial presentan valores de GIC claramente superiores a los asociados a la orientación circunferencial. El valor de GIC no muestra una tendencia clara con el grado de envejecimiento. La figura 8 recoge la influencia del grado de envejecimiento y de la orientación de las fisuras en los Los mecanismos de rotura son análogos en las probetas con entallas orientadas radial y circunferencialmente. Sin embargo, existe una diferencia apreciable, la rugosidad de las zonas de crecimiento estable en las probetas con entalla en la dirección radial (Figura 10) es mayor que la rugosidad de las probetas con entalla en la dirección circunferencial (Figura 9). Estas diferencias son coherentes con los valores de energía específica de fractura, mayores en la dirección radial que en la circunferencial. La superficie de fractura de las probetas con entalla orientada circunferencialmente y envejecidas durante 9 meses (Figura 11) es claramente más plana y con menor rugosidad que las probetas envejecidas 3 meses. Las probetas con entalla radial envejecidas 9 meses presentaron una superficie muy frágil caracterizada por ser casi totalmente plana. 419 Anales de Mecánica de la Fractura, 31 (2014) pequeñas diferencias en los resultados asociados con probetas donde la entalla se ha orientado radial y circunferencialmente. Estas diferencias se han confirmado con el análisis de las superficies de rotura, mucho más rugosas en el caso de orientación radial. (a) Entalla 1 mm (b) 500 µm Figura 11. Superficie de fractura de probetas con entalla circunferencial envejecidas 9 meses. 500 µm Figura 9. Superficies de fractura de probetas con entalla circunferencial envejecidas 3 meses: (a) panorámica donde la flecha delimita el crecimiento estable durante el ensayo, detalle en Figura 9b. 500 µm Figura 12. Detalle de una superficie de fractura de las probetas con entalla radial envejecidas durante 9 meses. Agradecimientos Los autores agradecen al Ministerio de Economía y Competitividad la financiación recibida (proyecto MAT2012-37762-C02-02) y al Instituto Tecnológico La Marañosa por el uso de sus instalaciones. REFERENCIAS 500 µm Figura 10. Detalle de una superficie de fractura de las probetas con entalla radial envejecidas 3 meses. 4. CONCLUSIONES En este trabajo se ha estudiado el efecto del envejecimiento y de la orientación de las probetas en el comportamiento en fractura de propulsantes sólidos. Los valores de GIC proporcionados por la MFEL no muestran tendencia clara con el grado de envejecimiento del material, al menos en los intervalos analizados en el trabajo. Sin embargo, los valores de JIC obtenidos por el método de normalización disminuyen a medida que el propulsante envejece. Se aprecian [1] Perez S., Estudio de propulsores sólidos para cohetes. Academia de artillería 1970. [2] Kuentzmann P., Introduction to Solid Rocket Propulsion. NATO document: RTO-EN-023. www.dtic.mil/cgi-bin/GetTRDoc?AD=ada42514 [3] Explosives: Assessment of ageing characteristics of composite propellants containing an inert binder. STANAG 4581 Ed.1 2006 [4] Bohn M.A. Cerri S., Ageing behaviour of composite rocket propellant formulations investigated by DMA, SGA and GPC. Propellants, Explosives, Protechnics Volume 38, Issue 2, pages 190-198, 2013. [5] Salazar A, Martín T, Navarro J.M., Rodríguez J. Fracture behaviour of controlled-rheology ethylenepropylene block copolymers. Polymer International Vol. 60, pp. 765-711, 2011. 420
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