Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas:

Perspectivas de la agricultura y del
desarrollo rural en las Américas:
una mirada hacia
América Latina y el Caribe
2015-2016
Perspectivas de la
agricultura y del desarrollo
rural en las Américas:
Una mirada hacia
América Latina y el Caribe
2015-2016
© Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
© Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
© Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), 2015
El Instituto promueve el uso justo de este documento. Se solicita que sea citado apropiadamente
cuando corresponda.
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http://www.rlc.fao.org
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Coordinación editorial: Hugo Chavarría (IICA)
Corrección estilo: Máximo Araya
Diagramación: Francisca Lira (CEPAL)
Diseño de portada: Francisca Lira (CEPAL)
Impresión: IICA, Sede Central
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas: una mirada
hacia América Latina y el Caribe 2015-2016 / CEPAL, FAO, IICA -- San José,
C.R.: IICA, 2015.
214 p.; 21.59 cm. x 27.94 cm.
ISBN 978-92-9248-577-1
Publicado también en inglés
1. Agricultura 2. Desarrollo rural 3. Análisis macroeconómico 4. Ganadería
5. Bosques 6. Pesca 7. Mujeres 8. Juventud rural 9. Mercado del trabajo 10.
Desarrollo institucional 11. Empresas pequeñas 12. Mercados 13. Desarrollo
sostenible 14. Política 15. América Latina 16. Caribe. 17. Asistencia técnica I.
CEPAL II. FAO III. IICA II. Título
AGRIS
E50
DEWEY
338.1
San José, Costa Rica
2015
Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen presentados
los datos que contiene no implican, de parte de la CEPAL, la FAO y el IICA, juicio alguno sobre la
condición jurídica o nivel de desarrollo de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades,
ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La mención de empresas o productos de
fabricantes en particular, estén o no patentadas, no implica que se aprueben o recomienden de
preferencia a otros de naturaleza similar que no se mencionan.
Contenidos
Reconocimientos ____________________________________________
5
Presentación ________________________________________________
7
Sinopsis _____________________________________________________
9
Perspectivas de la agricultura
y del desarrollo rural en las Américas 2015-2016
Contexto macroeconómico ___________________________________
19
Análisis sectorial _____________________________________________
35
Contexto sectorial agrícola___________________________________
37
Agricultura (cultivos) ________________________________________
63
Ganadería _________________________________________________
89
Pesca y acuicultura _________________________________________
117
Bosques __________________________________________________
135
Bienestar rural _______________________________________________
149
Políticas e institucionalidad ___________________________________
183
Anexo estadístico ____________________________________________
201
Reconocimientos
Este documento es fruto del esfuerzo conjunto de la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Su elaboración
estuvo a cargo de un grupo interinstitucional compuesto por Adrián Rodríguez, Mônica Rodrigues
y Sinduja Srinivasan de la CEPAL; Alejandro Flores y Fabiola Aranguiz de la FAO; y Miguel
García, Hugo Chavarría y Joaquín Arias del IICA.
Para elaborar los capítulos se conformaron grupos de trabajo interdisciplinarios, coordinados por
las distintas instituciones, de acuerdo con sus ámbitos de competencia. Se hace un reconocimiento
especial a los integrantes de los grupos:
Capítulo “Contexto macroeconómico”. Coordinador técnico: Mônica Rodrigues. Integrantes
adicionales del grupo: Joaquin Arias, Hugo Chavarría, Adrián Rodríguez y Sinduja Srinivasan.
Capítulo “Contexto sectorial”. Coordinador técnico: Joaquín Arias, con la colaboración de
Hugo Chavarría, Eugenia Salazar y Miguel García. Integrantes adicionales del grupo Adrián
Rodríguez y José Porcile.
Capítulo sectorial “Agricultura”. Coordinador técnico: Hugo Chavarría, con la colaboración de
Miguel García, Joaquín Arias y Eugenia Salazar. Integrantes adicionales del grupo: Viviana Palmieri,
Pedro Rocha, Julio Mora, Muhammad Ibrahim, Robert Ahern, Alejandra Díaz, Daniel Rodríguez,
Hernando Riveros, James French, Karen Montiel, Eric Bolaños y Constanza Valdés (USDA).
Capítulo sectorial “Ganadería”. Coordinador técnico: Tito Díaz, con la colaboración de Gary Williams.
Capítulo sectorial “Bosques”. Coordinador técnico: Jorge Meza Robayo, con la colaboración
de José Antonio Prado. Integrantes adicionales del grupo: Hivy Ortiz y Roberto Lisboa.
Capítulo sectorial “Pesca y acuicultura”. Coordinador técnico: Alejandro Flores-Nava, con la
colaboración de Jorge Chocair.
Capítulo “Bienestar rural”. Coordinador técnico: Adrián Rodríguez, con la colaboración de
Sinduja Srinivasan y Laura Póveda.
Capítulo “Políticas públicas e institucionalidad”. Coordinadores técnicos: Roger Norton y Hugo
Chavarría, con la colaboración de Miguel García y Joaquín Arias. Integrantes adicionales del
grupo: Eugenia Salazar, Diego Montenegro, Rafael Trejos, Manuel Otero, Carlos Pomareda,
João Torrens y Ricardo Rapallo.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
5
Se agradece a Máximo Araya por el trabajo de edición filológica, a Peter Leaver por la
traducción, a Francisca Lira por la diagramación del informe y a Eugenia Salazar por la
actualización del anexo estadístico. Finalmente, los autores agradecen los comentarios
recibidos de los participantes a los talleres de validación de mensajes del documento,
realizado en Santiago de Chile los días 28 y 29 de enero de 2015.
6 Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Presentación
Aun cuando la economía de los Estados Unidos (EE. UU.) parece encontrarse en una marcada
recuperación, el lento crecimiento económico de la Zona Euro, aunado a la desaceleración de los
países emergentes (entre ellos China), impactará negativamente en el crecimiento de la economía
de América Latina y el Caribe (ALC), región que en 2015 presentará las menores tasas de
crecimiento desde 2009. Esta desaceleración se reflejará en un menor crecimiento de su demanda,
lo que afectará las exportaciones de alimentos y materias primas agrícolas. Este escenario de
desaceleración repercutirá en mayor medida en la agricultura de los países dependientes de la
Unión Europea y de Asia (los de las regiones Sur y Andina), y en menor medida en los países más
cercanos a los EE. UU, por ejemplo los de Centroamérica y México.
En el ámbito productivo, ALC presentará escenarios muy diversos, los cuales dependerán no
solo de las decisiones de siembra y producción a partir de condiciones de mercado de años
anteriores (sobre todo precios), sino también del impacto que puedan tener las plagas o el clima
en los rendimientos. Por ejemplo, mientras la mayoría de los países de las regiones Norte y
Sur presentarán condiciones muy favorables para mantener los altos niveles de producción de
cereales y oleaginosas, en Centroamérica y el Caribe el clima y las plagas afectarán negativamente
la producción de granos básicos, ganadería, café y otros cultivos tropicales, lo que podría dejar en
condiciones de vulnerabilidad a sus agricultores familiares.
En esta sexta edición del documento “Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las
Américas”, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Oficina Regional
para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)
analizan las tendencias y las perspectivas del contexto (macroeconómico y sectorial), la agricultura,
el bienestar rural y las políticas e institucionalidad del sector.
La CEPAL, la FAO y el IICA presentan en cada capítulo recomendaciones de políticas que consideran
necesarias para devolver el dinamismo a la agricultura regional y para potenciar el desarrollo de los
territorios rurales. En el caso particular de esta sexta edición del documento, se brindan recomendaciones
para mitigar el impacto de la desaceleración económica en la agricultura, fomentar el incremento de la
productividad agrícola de la región, promover el manejo integral de los recursos naturales y propiciar la
inserción exitosa de los agricultores familiares, jóvenes y mujeres rurales en las cadenas de valor agrícola.
Alicia Bárcena
Raúl Benítez
Secretaria Ejecutiva
Subdirector General y Representante
Regional yde la FAO para América
Latina y el Caribe
Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL)
Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO)
Víctor M. Villalobos
Director General
Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura
(IICA)
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
7
Sinopsis
SINOPSIS
Capítulo I: Contexto macroeconómico
Esta edición del documento “Perspectivas de la
agricultura y del desarrollo rural en las Américas
(2015-2016)” se divide, de conformidad con la
estructura de los cinco informes anteriores, en
los siguientes cuatro capítulos:
La economía mundial aún no se ha recuperado
de la crisis financiera de 2008 y de sus impactos.
La tasa de crecimiento mundial se mantuvo en
3,3% en 2014, mismo nivel del año anterior,
y se espera que alcance 3,5% en 2015. A su
vez, la tasa de crecimiento esperada para ALC
en su conjunto es la más baja registrada desde
2009, pero con importantes diferencias entre
subregiones y países. El escaso dinamismo o la
contracción de algunas de las mayores economías
de la región, especialmente en América del Sur,
explica el descenso del promedio regional.
Capítulo I: Contexto macroeconómico:
Se analizan la evolución y las perspectivas de
los mercados financieros y macroeconómicos,
los cuales determinan el contexto en el que se
desenvolverá la agricultura de las Américas.
Capítulo II: Contexto sectorial y
agricultura: Se inicia con un análisis de
las tendencias de los principales agregados
agrícolas de la región (contexto sectorial);
posteriormente se detallan las tendencias y las
perspectivas de los sectores de la agricultura, la
ganadería, la pesca y los bosques.
Capítulo III: Bienestar rural: A partir de los
datos de encuestas de hogares de doce países
de América Latina y el Caribe (ALC), se analiza
la situación de los jóvenes y las mujeres rurales
en los mercados de trabajo y en el acceso a
activos, así como la equidad de ingresos en el
medio rural.
Capítulo IV: Políticas e institucionalidad:
Se realiza un repaso de los principales cambios
que han tenido lugar en las políticas y la
institucionalidad pública de la agricultura,
tanto de ALC como de sus principales socios
comerciales, y se reseñan los retos de la
región para el logro de una agricultura más
competitiva, sostenible y equitativa.
A continuación se presenta una sinopsis de
cada uno de los capítulos del documento:
El comportamiento de algunas variables explica
la mayor parte del desempeño regional. El
comercio y la inversión respondieron por una
buena parte de la desaceleración, mientras los
flujos de capitales y las remesas mantuvieron o
aumentaron su dinamismo. El financiamiento
externo, sobre todo en la forma de bonos
emitidos por los gobiernos, sigue siendo fluido,
gracias a las bajas tasas de interés registradas
a nivel global en los últimos años y a que el
esperado aumento de las tasas de interés en los
Estados Unidos aún no se ha concretado.
Los precios de las materias primas que
exporta ALC han presentado una tendencia
descendente, con lo cual se ha mantenido
la tendencia al deterioro de los términos de
intercambio. La intensidad de la caída ha sido,
no obstante, heterogénea entre los diferentes
bienes y ha afectado los términos de intercambio
de los países en forma diferenciada. La
subregión centroamericana, importadora neta
de alimentos y energía, debería beneficiarse
especialmente de esta tendencia, con una
aceleración del producto interno bruto (PIB)
en 2015 y 2016.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
11
El desplome en los precios del petróleo rompió
con cuatro años de estabilidad del precio del
crudo. El valor alcanzado en enero de 2015
fue el más bajo desde la primavera de 2009,
periodo de auge de la crisis financiera. Varias
economías regionales que financian parte
de los gastos públicos con los ingresos de las
empresas petroleras estatales tendrán que
lidiar con los efectos de la fuerte reducción de
los precios en sus ingresos fiscales. Por otro
lado, hay que considerar el efecto positivo que
dicha caída ha tenido —y seguirá teniendo—
en los niveles de inflación, las variables fiscales
y el crecimiento de los países importadores de
petróleo de la región.
No obstante las buenas perspectivas de la caída
de los precios del petróleo para el crecimiento
mundial, sigue dominando la incertidumbre
sobre cuánto tiempo los precios de la energía
podrían mantenerse bajos, lo que genera
volatilidad en los mercados. Junto a dicha
incertidumbre, las perspectivas de crecimiento
en Europa y China son algunas de las principales
incógnitas. Las perspectivas de crecimiento de
Brasil y Argentina, dos de las grandes economías
regionales, estuvieron ajustadas a la baja, no
solo debido al efecto de la caída en los precios de
las materias primas sino también por debilidades
internas y externas. Esto afecta, vía comercio
e inversión, a otras economías regionales. La
desaceleración en Venezuela, a su vez, puede
impactar negativamente a las economías de
América Latina, y sobre todo del Caribe, que
se benefician de regímenes preferentes de
comercio e inversión con ese país.
Capítulo II: Contexto sectorial y
agricultura
i. Contexto sectorial
La tasa de crecimiento anual del sector
agrícola de ALC en los últimos tres años
fue de 2,9%, superior al crecimiento de
2,6% de la economía como un todo. Esto se
12
debió fundamentalmente a un desempeño
extraordinario de la agricultura en 2013, que
creció 5,5% con respecto al año previo, más
del doble del crecimiento de la economía en
general (2,5%).
El crecimiento del sector agrícola de ALC se
explicó en buena parte por el aumento de
la productividad. Tomando los cálculos más
recientes, se documenta que el volumen de la
producción agrícola creció a una tasa del 3,2%
como promedio anual, de los cuales 2,2 puntos
porcentuales se explicaron por el aumento
de la productividad, mientras que el punto
porcentual restante se debió a una expansión
del uso de recursos. Sin embargo, en el
capítulo se señalan diferencias importantes en
la productividad y en el uso de recursos entre
los países de la región.
En lo referente al comercio, la mayoría de las
monedas locales de ALC experimentaron un
cambio en su tendencia reciente, iniciándose
una tendencia hacia su devaluación. En el
periodo 2012-2014, el dólar en los EE. UU.
se apreció casi 2% en promedio, lo que en
consecuencia generó una depreciación de las
monedas locales (en términos efectivos reales
para el sector agrícola) en la mayoría de países
de ALC, indistintamente de la estructura del
comercio de cada país. El análisis presentado
en el capítulo considera la variación de los
tipos de cambio y de la inflación en cada país
de la región con respecto a la de los socios
comerciales agrícolas más importantes.
Se prevé que la devaluación de las monedas locales
ayudará en un contexto de pérdida de dinamismo
de las exportaciones agroalimentarias de ALC. En
2011-2013, en el ámbito mundial las exportaciones
agroalimentarias solo crecieron 2,4% como
promedio anual, mientras las de ALC mostraron
el más bajo nivel histórico de crecimiento (1,9%
como promedio anual). Aunque en 2013 ALC
mostró señales de recuperación económica
al crecer 3,9% con respecto al año previo, el
crecimiento todavía es moderado comparado con
el crecimiento a nivel mundial (5,6%).
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
La pérdida del dinamismo de las exportaciones
agroalimentarias
de
ALC
se
explica
principalmente por una desaceleración en
la demanda mundial de importaciones de
productos agroalimentarios, que mostró en
los últimos tres años una tasa de crecimiento
anual de 2,5%, muy por debajo de la que había
venido presentando en los diez años anteriores
(11%). En este escenario de desaceleración en
las importaciones, ALC es una de las regiones
del mundo en que más ha disminuido la tasa de
crecimiento de compras de alimentos al exterior.
De hecho, con respecto al crecimiento de largo
plazo (diez años), ALC es la región con la mayor
caída en las importaciones agroalimentarias (más
de ocho puntos porcentuales), seguida de Asia
(sin incluir China), con 7,7 puntos porcentuales.
Adicionalmente a la desaceleración de la
demanda internacional, se anticipa que en
la próxima década la tendencia positiva de
largo plazo de los precios internacionales de
alimentos observada en los últimos 15 años
se va a revertir y a ser negativa. Aunque los
precios en términos reales todavía se mantienen
altos con respecto al periodo base 2002-2004,
en marzo de 2015 disminuyeron 26,6% con
respecto a su pico más alto (diciembre de 2010)
y se anticipa que seguirán bajando.
Finalmente, en este capítulo se propone que el
aumento de la productividad agrícola es la mejor
apuesta de ALC para lograr un crecimiento
estable y sostenido del sector agrícola, sobre
todo en un escenario caracterizado por la
desaceleración de la demanda mundial de
productos agroalimentarios (que afectará las
perspectivas de crecimiento de la producción y
las exportaciones de ALC) y por el posible final
del “súper ciclo” en los precios agrícolas.
ii. Agricultura (cultivos)
Durante 2013 y 2014 América presentó
elevados volúmenes de producción de cereales y
oleaginosas, llegando incluso a alcanzar niveles
récord en la producción de algunos cultivos
específicos. Esto fue posible gracias a las buenas
condiciones climáticas, así como al aumento
de las áreas destinadas a esos cultivos en los
países del norte y sur de las Américas como
respuesta a la mejora en los precios relativos de
estos cultivos. Sin embargo, estas condiciones
no se dieron en toda la región. Centroamérica,
por ejemplo, experimentó fuertes pérdidas en
cereales, como consecuencia de las condiciones
de sequía, y en café, como resultado del brote
de roya que ha afectado a toda la región.
Además del impacto que las condiciones
climáticas adversas y las plagas y enfermedades
han tenido en estos años sobre la producción
agrícola, ALC ha venido haciendo frente a
una mayor competencia en los mercados
internacionales, como consecuencia del
acelerado crecimiento de la agricultura
en algunos países asiáticos y africanos. El
incremento de los rendimientos, la incorporación
de nuevas tierras y la contracción de la mano
de obra de bajo costo les ha permitido a países
como Vietnam, Filipinas, Ghana, China y Costa
de Marfil superar, e incluso en algunos casos
duplicar, la producción y las exportaciones de
frutas (banano y piña), tubérculos (yuca), café
y cacao provenientes de ALC.
A pesar de estas circunstancias, los países de
la región han realizado esfuerzos importantes
no solo para incrementar la productividad de
la agricultura, sino también para aumentar el
valor agregado de sus productos agrícolas y
mejorar sus canales de comercialización. La
incorporación de tecnologías e innovaciones
ha sido la principal causa del mejoramiento
de la productividad. Por ejemplo, el aumento
de la productividad logrado por la agricultura
comercial en los últimos dos años ha estado
asociado a la utilización de organismos
genéticamente
modificados
(OGM),
al
incremento del uso de tecnologías de labranza
cero, a la producción bajo ambientes protegidos
y, en menor grado, a la incorporación de
diversas tecnologías de la información y la
comunicación (TIC). En la agricultura familiar
de la región también se han logrado aumentos
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
13
significativos de la productividad, gracias a la
incorporación paulatina de nuevas tecnologías
y variedades de cultivos con mayor resistencia
a plagas, enfermedades y factores abióticos.
Por otra parte, en la región también se ha notado
un aumento del grado de concientización de los
productores agrícolas sobre el cambio climático
y la necesidad de producir utilizando métodos
más amigables con el ambiente. Ello ha
resultado en un impulso al uso de bioinsumos,
que si bien todavía no es generalizado, será una
de las tendencias durante los próximos años.
En relación al valor agregado y a procesos de
comercialización, son numerosos los países de
la región que han realizado serios esfuerzos
para posicionarse en los mercados de productos
sanos, así como de frutas y vegetales de alto
valor alimenticio o de mayor posicionamiento
gourmet. Para esto, no solo han incrementado
aceleradamente la producción de productos
orgánicos y cultivos con supuestos beneficios
para la salud (hierbas, quinua, chía, etc.), sino
que también han construido estrategias de
agregación de valor a partir de diferenciación
por origen, tipo de tecnologías aplicadas,
actores que participan e impacto del sistema
productivo en el ambiente, entre otros factores.
Para mantener e incrementar la competitividad
en los mercados nacionales e internacionales,
se requerirá continuar con los esfuerzos de
fortalecimiento de los sistemas nacionales de
innovación; promover la agregación de valor y
la diferenciación a partir de factores ambientales,
territoriales o culturales; y fortalecer la
vinculación de la agricultura familiar con los
mercados impulsando la capacidad empresarial,
el desarrollo de mercados y canales alternativos
de comercialización, el fortalecimiento de
programas e instrumentos para la gestión de
riesgos y la creación de capacidades que permitan
cumplir con las nuevas normas del comercio.
14
iii. Ganadería
Se prevé que en el año 2050 la demanda
mundial de carne, huevos y productos lácteos
habrá aumentado considerablemente. Se
espera que gran parte del incremento de la
demanda de proteína animal ocurra en los
países en desarrollo, como consecuencia de los
procesos de urbanización que experimentarán
y del aumento del nivel de ingresos.
Actualmente ALC genera más del 25% de la
producción de carne de vacuno y más del 20%
de la producción avícola a nivel mundial. La
producción de carne del continente americano
se está desplazando a América del Sur, en
particular a Brasil, ya que en los Estados Unidos
los rebaños ganaderos siguen disminuyendo y
luchan para recuperarse después de varios años
de devastadora sequía.
El crecimiento de los inventarios de ganado
y la mejora de la eficiencia de la producción
continúan empujando la producción de carne y
leche en ALC. Tres países concentran del 50% al
70% de los inventarios ganaderos en ALC, y los
cinco mayores productores representan del 70%
al 80% de esos inventarios. Las exportaciones de
carne bovina de ALC se han duplicado, mientras
que las exportaciones de carne de cerdo y aves
de corral por parte de Brasil y Chile se han
cuadruplicado en la última década.
El reciente descenso de los precios del petróleo
y de los cereales forrajeros está induciendo a
que la industria ganadera de ALC se oriente
hacia formas más intensivas de producción.
Con notables excepciones, las tecnologías de
producción ganadera probadas e innovadoras
que mejoran la seguridad alimentaria, la
economía y la sostenibilidad ambiental en los
países de altos ingresos no se están utilizando
plenamente en ALC, ya que los sistemas
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
de extensión e innovación tecnológica son
muy débiles y el acceso de los agricultores
familiares a la tecnología y a los servicios
rurales es muy limitado.
En cuanto a la sanidad animal, se estima que
actualmente cerca del 85% de la población
bovina de América del Sur está reconocida como
libre de fiebre aftosa; sin embargo, aún se deben
enfrentar importantes desafíos para mejorar
los sistemas de vigilancia epidemiológica en
un contexto de cambio climático, así como el
manejo integral de la salud animal, la salud
de los ecosistemas y la salud pública bajo el
enfoque de “una sola salud”.
iv. Pesca
La demanda mundial por productos pesqueros
es creciente, lo que ha incrementado la presión
sobre las principales pesquerías. ALC no es la
excepción. El consumo de pescados y mariscos
en la región ha crecido sustancialmente en
los últimos años, alcanzando cifras promedio
superiores a la media global en algunos países,
como Brasil, Perú y México. Lo anterior ha sido
estimulado por un mayor grado de conciencia
del consumo de productos saludables y por la
creciente presencia de productos que se hacen
menos exclusivos y más populares. A ello se
suman factores ambientales adversos que
han llevado a un descenso pronunciado de la
captura de productos pesqueros, debido a lo
cual resulta urgente desarrollar herramientas
que permitan ordenar la actividad pesquera
bajo el enfoque del manejo ecosistémico. Esto
es de particular importancia si se considera que
la pesca es el medio de vida de un significativo
porcentaje de la población de ALC. La pesca
artesanal constituye un “seguro familiar” que se
activa en los países de esa región en los tiempos
de malas cosechas agrícolas y desempleo rural.
La acuicultura mantiene la mayor tasa de
expansión de las actividades primarias de
ALC, con una contribución creciente a las
economías nacionales. En los últimos trece
años la producción acuícola de ALC alcanzó el
más alto porcentaje de crecimiento histórico
(71%). Además de convertirse en un sector
con una cada vez mayor participación en las
exportaciones agroalimentarias (Ecuador,
por ejemplo, exportó cerca de USD 1,6
millones en 2014), la acuicultura de la micro
y pequeña empresa crece y complementa la
agricultura familiar.
Aunque la actividad acuícola en ALC se ha visto
favorecida por los avances de la investigación
y el desarrollo (I+D), su crecimiento sostenido
y sostenible requiere de mayores inversión en
I+D. Además, para lograr un ordenamiento
pesquero que permita la explotación sostenible
de los recursos pesqueros y el desarrollo
sostenible de la acuicultura, los países de ALC
deben fortalecer las capacidades institucionales
para la regulación del tema, tanto en el ámbito
nacional como en el local. Es necesario contar
con una institucionalidad robusta y con las
normativas adecuadas que permitan desarrollar
las actividades de la pesca y la acuicultura de
manera coherente, sostenible y responsable.
Uno de los mayores desafíos para la pesca de la
región está dado por el cambio climático. Los
pronósticos de su impacto en la región hacen
indispensable que los países aborden ese tema
de una manera responsable y coherente. En
la medida en que se presenten fenómenos
asociados al cambio climático, se requerirá
brindarle atención permanente, aplicar
medidas de adaptación a él y tomar decisiones
para enfrentar los cambios directos y sus
externalidades.
La cooperación regional debe ser un eje
trascendental para la atención de esos desafíos.
Identificar buenas prácticas y compartir
lecciones aprendidas facilitará que el manejo
y el uso sostenible de la pesca y la acuicultura
considere los principios y normas pertinentes del
Código de Conducta para la Pesca Responsable
de la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
15
v. Bosques
La deforestación y la degradación de los bosques
es uno de los problemas ambientales más
importantes que enfrenta ALC, el cual impacta
seriamente en los medios de vida de millones
de personas. Los países de la región están
haciendo serios esfuerzos para hacer frente a
este problema. En el periodo 2010-2015, la tasa
de deforestación anual en la región fue de 2,2
millones de hectáreas, lo que representa una
disminución de 1,4 millones de hectáreas en
relación con el quinquenio anterior.
La habilitación de tierras para la agricultura y la
ganadería y los problemas relacionados con la
tenencia de la tierra son las principales causas
de la deforestación. Mientras la colonización
en pequeñas propiedades continúa siendo una
causa importante de deforestación en muchos
países de América Central, la habilitación de
grandes extensiones de tierras para la ganadería
extensiva y la agricultura mecanizada es la
causa principal en América del Sur.
Existen diversas iniciativas destinadas a reducir
la deforestación. Entre estas se destacan los
proyectos REDD+, orientados a reducir la
deforestación y la degradación de los bosques
en el marco de la Convención de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático y otros
destinados a promover la conservación y el
manejo sostenible de los bosques.
La agricultura familiar y el manejo forestal
comunitario están cobrando importancia en
varios países de la región. Su fortalecimiento
ayuda a la reducción de la pobreza rural y a la
reducción de la deforestación y degradación de los
ecosistemas forestales. Asimismo, los acuerdos
internacionales sobre el clima deben ayudar a la
solución de este problema. La implementación
de proyectos REDD+ puede generar un cambio
relevante en el manejo y la conservación de los
recursos forestales de la región.
16
Muchos países están poniendo en práctica
políticas agroambientales en los procesos
de planificación que integran la agricultura
con otras actividades productivas y de
conservación, fortaleciendo la agricultura
familiar y la practicada por los pueblos y las
comunidades tradicionales. Las actividades
agrícolas y forestales desarrolladas por las
comunidades rurales están tomando mayor
relevancia, lo que se ha traducido en menores
tasas de deforestación y en un avance hacia el
manejo sostenible de los recursos forestales.
No obstante, es importante que los países
revisen las políticas, los instrumentos y la
legislación que favorecen la deforestación y que
continúen sus esfuerzos dirigidos a solucionar
los conflictos relacionados con la tenencia de
la tierra.
Capítulo III: Bienestar rural
En este capítulo se analizan los cambios en el
bienestar rural que ocurrieron en ALC desde
cerca del año 2000 a alrededor del año 2012,
con énfasis en la desigualdad de ingresos, las
mujeres y los jóvenes. El análisis se basa en
una clasificación de los hogares basada en la
determinación de patrones de empleo a partir
de las encuestas de hogares de la región. Con
base en la ocupación principal de los jefes de
hogar, la clasificación identifica seis tipos de
hogares mutuamente excluyentes: 1) hogares
asalariados agrícolas, 2) hogares asalariados no
agrícolas, 3) hogares empleadores, 4) hogares
por cuenta propia agrícola, 5) hogares por cuenta
propia no agrícola, y 6) hogares inactivos.
Los datos muestran que en los países de ALC
continúa dándose una transición desde la
agricultura hacia actividades no agrícolas. En
casi todos los países considerados, los hogares
vinculados al sector agrícola se contrajeron,
posiblemente debido a la presencia de
trabajadores calificados muy jóvenes que
enfrentan una escasez de oportunidades de
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
empleo productivo en la agricultura, a destrezas
o habilidades obsoletas de los trabajadores de
mayor edad que no coinciden (match) con los
avances tecnológicos que se han dado en la
agricultura, o al envejecimiento de los jefes
de hogares vinculados a la agricultura. En el
mismo periodo, los países experimentaron
un aumento de la proporción de hogares que
realizan actividades no agrícolas asalariadas. Sin
embargo, la transición no fue continua: muchos
hogares pasaron a la categoría de inactivos,
probablemente
mientras
sus
miembros
encontraban oportunidades de empleo no
agrícola o adquirían nuevas habilidades.
Otras tendencias importantes incluyen: a)
la reducción significativa de la pobreza y la
desigualdad de los ingresos, probablemente
impulsada por políticas sociales recientes; b)
el aumento de las tasas de jefatura femenina
entre los hogares, especialmente entre las
mujeres menores de 35 años; c) el incremento
de la propensión de las mujeres de mayor
edad a abandonar el mercado laboral formal
y a participar en actividades más informales
en los sectores agrícolas y no agrícolas;
d) descenso en las tasas de empleo de la
población rural menor de 25 años, entre la cual
domina el empleo familiar no remunerado,
probablemente relacionados con la adquisición
de competencias por permanecer más tiempo
en el sistema educativo.
Los resultados proporcionan apoyo adicional
a las recomendaciones planteadas en informes
anteriores respecto de la importancia de las
políticas para promover la diversificación de
la economía rural (para ampliar la creación
de empleo) y la adquisición de habilidades
(para aprovechar las nuevas oportunidades de
empleo). Las políticas destinadas a fomentar la
diversificación económica deberían contribuir
a crear las condiciones adecuadas para el
desarrollo de nuevas actividades productivas, a
desarrollar capacidades en la población rural, a
crear los incentivos correctos y las oportunidades
para motivar a los jóvenes a permanecer en el
sistema escolar y a estimular el aumento de
la productividad en determinados segmentos
de la agricultura familiar. La adquisición de
habilidades es relevante para adoptar nuevas
tecnologías e innovaciones, para acceder a
puestos de trabajo mejor remunerados, y para
facilitar la reconversión productiva. El análisis
también sugiere que es necesario continuar
con los programas sociales a fin de mantener
los logros que se han alcanzado en la reducción
de la pobreza y de la desigualdad de ingresos.
Capítulo IV: Políticas e
institucionalidad
Durante los últimos años los países de ALC
han realizado importantes esfuerzos para
incrementar la competitividad y lograr una
mayor inserción de su agricultura en los
mercados internacionales, al mismo tiempo
que se aseguran de un desarrollo incluyente,
un manejo sostenido de sus recursos naturales
y una mayor adaptación al cambio climático,
para lo cual han formulado e implementado
políticas, programas y estrategias en tres áreas:
i)
Equidad y aumento de ingresos de
pequeños productores: La mayoría de
los países de ALC ha brindado atención
a los pequeños productores mediante la
aplicación de dos enfoques principales.
Por un lado, han realizado esfuerzos
para fortalecer el capital humano y social
de los pobres a través de programas de
asistencialismo, acceso a necesidades
básicas y educación, construcción de
infraestructura rural, acceso a activos
productivos, etc. Complementariamente,
también han implementado políticas
para que estos productores pobres se
vinculen con actores e instituciones que
les permitan acceder más favorablemente
a mercados de mayor valor. Sobresale el
impulso al desarrollo de empresadedores,
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
17
los programas de agregación de valor y
el fomento de circuitos alternativos de
comercialización, entre otros aspectos.
ii) Productividad y competitividad: La
mayor competencia con otras regiones
productoras, además de la presión por
incrementar más aceleradamente los
niveles de producción, han promovido que
prácticamente todos los países de América
hayan implementado en los últimos
años políticas tendientes a fomentar la
innovación y la incorporación de tecnología
en la agricultura, a incrementar la inversión
privada en las zonas rurales, a establecer
programas para la gestión de riesgos
principalmente productivos y climáticos
y a promover los encadenamientos
con empresas multinacionales y las
exportaciones a mercados internacionales
de mayor valor.
18
iii) Sustentabilidad ambiental: Aunque la
mayoría de los temas pertenecientes a
esta área caen fuera de su jurisdicción, la
institucionalidad pública de la agricultura
de ALC ha fortalecido los esfuerzos
destinados promover la adaptación de su
agricultura al cambio climático, el manejo
de suelos y el uso de prácticas agrícolas de
menor impacto ambiental, entre otros.
Para lograr una agricultura competitiva,
sustentable y equitativa, no solo se requieren
los esfuerzos de la institucionalidad pública
agrícola, sino también los de otras carteras y
de la empresa privada. Por ello es necesario,
además de continuar trabajando en cada una
de las categorías de las políticas anteriores
(financiamiento, innovación, infraestructura,
cadenas de valor, gestión de riesgos, etc.),
construir mecanismos que permitan una mayor
coordinación interinstitucional y la aplicación de
un enfoque participativo al formular, construir
e implementar las políticas para la agricultura.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Capítulo 1:
Contexto
macroeconómico
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
19
Contexto macroeconómico
América Latina y el Caribe se enfrenta a la tasa de crecimiento regional más baja desde 2009, con una
demanda agregada externa debilitada por la desaceleración de las economías emergentes, sobre todo China.
Aunque la caída de los precios del petróleo mejora las perspectivas económicas, se necesitan más estímulos y
políticas para superar las trabas estructurales al crecimiento y lograr el despegue de la economía global.
HECHOS
r
,AECONOMÀAMUNDIALNOSEHARECUPERADOAÊNDELACRISISkNANCIERADEYDESUSIMPACTOS
,OSORGANISMOSkNANCIEROSPREV¼NQUEENELBIENIOLATASADECRECIMIENTOGLOBAL
SER¶ MAYOR QUE LA DE LOS ÊLTIMOS AÄOS PERO AÊN SE MANTENDR¶ POR DEBAJO DEL DINAMISMO
ANTERIORALACRISIS
r
,ASPERSPECTIVASPARAYSUGIERENUNAMEJORAENELCRECIMIENTODELASECONOMÀAS
AVANZADASYUNADESACELERACIÅNENLASECONOMÀASEMERGENTESENCOMPARACIÅNCON
%STAS ECONOMÀAS EMERGENTES SEGUIR¶N RESPONDIENDO POR LA MAYOR PARTE DEL CRECIMIENTO
MUNDIAL
r
%NELMEJORESCENARIOPREVISTOPARALAECONOMÀAMUNDIALDURANTEELLENTOCRECIMIENTO
ESPERADOENLA:ONA%URONOFRENARÀALARECUPERACIÅNENLOS%STADOS5NIDOS%%55POR
OTROLADO#HINAAPESARDESUDESACELERACIÅNSEGUIRÀACRECIENDONOMUCHOMENOSDE
AL AÄO .O OBSTANTE NO SE PUEDE DESCARTAR UNA CRISIS M¶S PROFUNDA EN LA :ONA %URO CON
CONSECUENCIASSOBREELCRECIMIENTOGLOBALDEBIDOALARALENTIZACIÅNDELCOMERCIOINTERNACIONAL
r
!PESARDELAMAYORCAPACIDADDERECUPERACIÅNMOSTRADAPORLASECONOMÀASAVANZADASLA
TASADECRECIMIENTOSIGUELIMITADAYDADOQUEESASECONOMÀASRESPONDENPORLAMAYORPARTE
DELCOMERCIOINTERNACIONALLOSINTERCAMBIOSDEBIENESENTREPAÀSESSIGUENPRESENTANDOTASAS
DECRECIMIENTOMUYPORDEBAJODELASDELPERÀODOPRECRISIS
r
,ADEMANDAAGREGADAEXTERNAALAQUESEENFRENTANLOSPAÀSESDE!M¼RICA,ATINAYEL#ARIBE
!,#SEHADEBILITADOPORCAUSADELADESACELERACIÅNDELASECONOMÀASEMERGENTESSOBRE
TODO#HINAMIENTRASLOSPAÀSESQUEEXPORTANSOBRETODOALOS%%55SEHANBENEkCIADODEL
MAYORDINAMISMODELAECONOMÀADEESTEPAÀS
r
5NA DE LAS MAYORES INCERTIDUMBRES DEL BIENIO GIRA EN TORNO A LOS EFECTOS
ECONÅMICOSYGEOPOLÀTICOSDELOSBAJOSPRECIOSDELPETRÅLEOTANTOALINTERIORDELOSPAÀSES
PRODUCTORESYENSURELACIÅNCONSUSSOCIOSCOMOENLOSPAÀSESIMPORTADORESDELCRUDO
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
21
TENDENCIAS
El crecimiento mundial sigue estable,
pero heterogéneo entre países y regiones.
El crecimiento de la economía mundial ha
permanecido relativamente estable en el último
bienio, pero en un contexto de desempeño
heterogéneo de los países desarrollados y de
desaceleración de las economías emergentes.
Mientras en los Estados Unidos (EE. UU.)
y el Reino Unido la recuperación ha sido un
hecho, la economía de la Zona Euro ha estado
al borde de la recesión y de la deflación.
Japón, por su parte, a pesar de haber mostrado
signos de recuperación a comienzos de 2014,
cayó en recesión en los últimos meses de ese
mismo año. El crecimiento de las economías
emergentes y en desarrollo, a su vez, siguió
desacelerándose, pero a pesar de ello, aún
se mantiene en niveles muy superiores a los
de las economías avanzadas. Se destaca la
disminución de la tasa de crecimiento en China
y el mayor dinamismo de la economía india
(figura 1). Los primeros meses de 2015 trajeron
mejores perspectivas para las economías
avanzadas, que se beneficiaron de la caída de
los precios del petróleo, de las bajas tasas de
interés y, en el caso de los países europeos y de
Japón, de la devaluación de sus monedas frente
al dólar estadounidense. Entre las economías
emergentes, en cambio, a la desaceleración de
algunos de sus principales representantes —
China, Rusia, Brasil— se ha sumado el peso
que los países exportadores de petróleo tienen
en el grupo.
La tasa de crecimiento mundial se mantuvo en
3,4% en 2014, mismo nivel del año anterior,
22
y se espera que alcance 3,5% en 2015, según
datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las economías avanzadas han presentado una
dinámica de crecimiento diferenciada, en la
que destaca el Reino Unido, cuyo producto
se expandió 2,6% en 2014 y debería alcanzar
2,7% en 2015. La economía de los EE. UU.,
por su parte, exhibe un crecimiento esperado
de 3,1% en 2015, superior al 2,4% del año
2014. Canadá repetiría en 2015 el desempeño
de 2014, con una ligera desaceleración (2,2%
frente a 2,5%). En la Zona Euro, el crecimiento
en 2014 fue limitado pero positivo (0,9%) y
debería alcanzar 1,5% en 2015. No obstante, se
observan marcados contrastes: aceleración en
España y Francia, una tasa de crecimiento sin
cambio en Alemania y una ligera recuperación
en Italia, tras tres años de retracción en la
actividad. Finalmente, en Japón el crecimiento
en 2015 alcanzaría 1% tras la retracción
(-0,1%) de 2014.
En el caso de las economías emergentes y en
desarrollo, el promedio de crecimiento alcanzó
4,6% en 2014 y debería contraerse ligeramente
(4,3%) en 2015. Destaca la consistente
reducción de la tasa de crecimiento en China,
de 7,8% en 2013 a 7,4% en 2014 y un
probable 6,8% en 2015. La tasa de crecimiento
de ALC, a su vez, presentó una importante
desaceleración en 2014 (1,3%) y se estima
que continúe contrayéndose en 2015 (0,9%),
siendo ambas las más bajas registradas desde
2009, cuando el producto interno bruto (PIB)
regional se contrajo casi 2%. En contraste,
otras regiones en desarrollo, como Medio
Oriente/Norte de África y África Subsahariana,
presentan actualmente un mayor dinamismo,
con tasas de crecimiento estimadas en torno al
3,0% y 4,5%, respectivamente, en 2015.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Figuras 1a y 1b. 4ASASDECRECIMIENTOYPROYECCIONESDELPRODUCTOINTERNOBRUTOENLAS
PRINCIPALESECONOMÀASAVANZADASYEMERGENTESPORCENTAJES
Fuente: Elaboración propia, con base en datos del FMI.
En América Latina y el Caribe (ALC) la
tasa de crecimiento económico esperada
en 2015 es la más baja registrada desde
2009, con importantes diferencias entre
las subregiones
La tasa de crecimiento económico promedio
esperada para el conjunto de ALC (0,9% según
el FMI; 1,0% según la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe, CEPAL) es
la más baja registrada desde 2009. Un análisis
detallado de los países de la región muestra que
existen importantes diferencias en los ritmos
de crecimiento económico de las subregiones y
los países. Mientras en 2015 en América del Sur
el crecimiento sería nulo, en Centroamérica
(sin México) la tasa de crecimiento sería 4,0%,
la misma de 2013. El Caribe seguiría con un
desempeño superior a la tendencia de años
anteriores, con un crecimiento de 1,7% en
2015. La mediana de las tasas de crecimiento
en 2015 es similar a la observada en 2013, de
2,8%. El escaso dinamismo, o la contracción,
de algunas de las mayores economías de la
región, especialmente en América del Sur —
Venezuela (-3,5%), Brasil (-0,9%), Argentina
(0,0%) — explica el importante descenso del
promedio de crecimiento regional (CEPAL
2015a).
Los países de la subregión sudamericana
exportadores de productos básicos enfrentan el
bajo dinamismo de la demanda de bienes por
parte de Europa y China, lo que se traduce en
un estancamiento de los volúmenes exportados.
México, Centroamérica y los países del Caribe
exportadores principalmente de servicios, por otra
parte, se benefician de la sostenida recuperación
exhibida por los EE. UU. En 2015, las economías
con las mejores perspectivas de crecimiento en la
región son Panamá (6,0%), Antigua y Barbuda
(5,4%), Bolivia, Nicaragua y la República
Dominicana (5,0%) (figura 2 y cuadro A2).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
23
Figura 2. #RECIMIENTODEL0RODUCTO)NTERNO"RUTOENLAS!M¼RICASYEL#ARIBE
Fuente: Elaboración propia, con base en datos de CEPAL y FMI.
Las perspectivas de crecimiento regional en
2015 responden a un conjunto de tendencias
en las variables económicas internas (inversión,
consumo, gasto público, variación de la tasa de
cambio) y externas (crecimiento de los socios
mundiales, demanda y precios de las materias
primas) que vienen gestándose desde fines de
2014 y que siguen presentes en los primeros
meses de 2015. Las siguientes subsecciones
analizarán esas distintas tendencias.
El comercio y la inversión respondieron
por buena parte de la desaceleración de
las economías regionales
La figura 3 muestra cómo se han comportado
en los últimos años los principales componentes
del PIB regional. La retracción de la inversión en
2014 ha sido la más intensa desde 2009. Esto se
repite en el consumo, el cual ha tenido su más baja
contribución desde ese mismo año. En el caso de
24
las exportaciones netas, el resultado positivo se
debió más a la retracción de las importaciones que
al crecimiento de las exportaciones. En efecto, el
valor de las exportaciones de bienes y servicios
de ALC, en su conjunto, permaneció estancado
en 2014, un resultado similar al de 2013, cuando
creció solamente 0,3%. A su vez, siguiendo la
tendencia global, el valor de las importaciones
regionales se contrajo en 2014 por primera vez
desde la crisis financiera internacional de 2008.
En ambos casos las diferencias subregionales
fueron marcadas.
En el caso de las exportaciones, Centroamérica
y México se beneficiaron del mayor dinamismo
del mercado estadounidense, mientras los
países de América del Sur sufrieron las
consecuencias de la lenta recuperación europea
y de la desaceleración que se dio en China y
otros países asiáticos. Así, países que dependen
de esos mercados para sus exportaciones, como
Brasil y Chile, enfrentaron un estancamiento
de las exportaciones, mientras otros países
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
como Argentina, Bolivia y Venezuela incluso
experimentaron un retroceso en los valores
exportados (CEPAL 2014a).
Por otro lado, las importaciones sufrieron
los efectos de la desaceleración del consumo,
que había sido una variable clave en años
anteriores, y de la inversión, la que tuvo lugar
sobre todo en los países de América del Sur. A
eso se suma que las condiciones prevalecientes
en los mercados financieros internacionales
ocasionaron una mayor volatilidad de los tipos
de cambio y la depreciación de las monedas con
tipo de cambio flexible en la región. Esto implicó
un aumento del precio de las importaciones
en moneda nacional, lo que frenó en alguna
medida su crecimiento (CEPAL 2014a).
Figura 3. !M¼RICA,ATINATASADEVARIACIÅN
DEL0)"YCONTRIBUCIÅNALCRECIMIENTODEL
0)"DELOSCOMPONENTESDELADEMANDA
INTERNAYDELASEXPORTACIONESNETASEN
ENPORCENTAJESYPUNTOS
PORCENTUALESSOBRELABASEDEDÅLARES
CONSTANTESDE
Fuente: Elaboración propia, con base en datos de CEPAL.
Uno de los principales componentes de la
inversión, la formación bruta de capital fijo,
se contrajo cerca de 3% en la región en 2014,
aunque con importantes diferencias entre
los países. Esa variable presentó aumentos
superiores a 5% en varios países, como Bolivia,
Colombia, Ecuador, Panamá y varias otras
economías de Centroamérica. En Argentina,
Brasil, Chile y Venezuela, en cambio, la
tendencia fue un importante retroceso. En
otras economías, como la peruana, aunque la
formación bruta de capital fijo siguió creciendo
a tasas positivas, se desaceleró en forma
considerable frente al dinamismo exhibido
en años anteriores. Esto se tradujo en una
disminución de la tasa de inversión regional a
niveles inferiores (19,2% del PIB) a los de los
últimos años y una débil generación de empleo,
sobre todo el asalariado (CEPAL 2014a).
Los flujos de capitales y las remesas
mantuvieron o aumentaron su
dinamismo en las economías de la región
El financiamiento externo, sobre todo en la
forma de bonos emitidos por los gobiernos,
sigue siendo fluido. Gracias a las bajas tasas de
interés registradas a nivel global en los últimos
años, no se ha observado un aumento de la
deuda pública de las economías de la región,
a pesar de la desaceleración del crecimiento
regional, de la caída en el precio de las materias
primas exportadas y de la consecuente menor
recaudación fiscal. El esperado aumento de
las tasas de interés en los EE. UU. aún no
se ha concretado y las condiciones para el
financiamiento internacional seguían siendo
buenas a comienzos de 2015. Aun así, el
resultado fiscal global (ingresos menos gastos,
incluyendo el servicio de la deuda) de los
gobiernos centrales de América Latina en su
conjunto sufrió un ligero deterioro en 2014,
pasando de un déficit del 2,4% del PIB en 2013
a 2,7%, debido tanto a la caída de los ingresos
totales como a un leve incremento del gasto
público. En el Caribe, en cambio, el déficit
global presentó una ligera mejora, pasando
de 4,1% del PIB en 2013 a 3,9% en 2014. En
ambas subregiones la situación fiscal tendió a
deteriorarse en forma importante a partir de
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
25
2009: en América Latina, el déficit promedio
en el período 2005-2008 fue de 0,25% del PIB,
mientras en el caso del Caribe alcanzó 2,1%
(CEPAL 2014a).
Figura 4. 4ASADEVARIACIÅNDELOS
ingresos por remesas de emigrados
Las emisiones de bonos garantizaron el aumento
de las reservas internacionales en ALC durante
2014. Ello se dio a pesar de que algunos factores
presionaron el nivel de las reservas hacia la
baja: por un lado, las políticas de intervención
utilizadas para atenuar la volatilidad de las
monedas, a través de las subastas de moneda
extranjera por parte de los bancos centrales
y, por otro lado, la reducción en la inversión
extranjera directa (IED) de entre 25% y 30%,
asociada al fin del ciclo de inversiones en la
minería y a un menor ritmo de adquisiciones de
empresas en la región por parte de inversionistas
externos (CEPAL 2015b).
Las remesas también jugaron un rol en el
mantenimiento del nivel de reservas de
moneda extranjera en la región, aunque no se
haya tratado de un crecimiento generalizado,
sino más bien restringido a aquellos países que
reciben remesas principalmente desde los EE.
UU. Los mayores aumentos en las remesas
en 2014 se dieron en República Dominicana,
Centroamérica (Guatemala, Honduras, El
Salvador) y México, dados sus fuertes vínculos
económicos con el país del norte. Ello indica
que la recuperación del empleo en los EE. UU.
tiene un efecto positivo sobre las remesas hacia
América Latina (figura 4). Según un estudio
del Banco Mundial (2015d), las remesas han
cumplido un papel central en la recuperación
económica de los países en desarrollo tras
la última crisis, dado su carácter menos
procíclico en comparación con otras fuentes
de transferencias externas (como la IED o la
inversión en cartera) y su mayor impacto en
el consumo, por tratarse de una transferencia
a fondo perdido y, además, destinarse
mayoritariamente a hogares de bajos ingresos,
con una alta propensión a consumir.
26
Fuente: CEPAL, sobre la base de cifras oficiales.
Los términos de intercambio de la
región se siguen deteriorando por
efecto de la caída en los precios de las
materias primas
Los precios de las materias primas que exporta
la región han presentado una tendencia
descendente, en especial a partir del segundo
semestre de 2014. La intensidad de la caída
ha sido, no obstante, heterogénea entre
los diferentes bienes. En promedio, para el
conjunto de las materias primas (alimentos,
energía y metales), los precios internacionales
se redujeron alrededor de 10,5% en 2014 en
comparación con el año anterior. El precio
de los metales cayó 2,3% en 2014; el de los
alimentos, 6,9% y el de la energía, cerca de
17%. Ese comportamiento de los precios
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
de las materias primas responde a la lenta
recuperación de las economías desarrolladas y
a la desaceleración reciente de las economías
emergentes, sobre todo de China, que se
ha transformado en el principal importador
global de materias primas y en el primer socio
comercial de varios países de la región (CEPAL
2014a). También ha contribuido a esta baja
el aumento en la oferta de esos productos
ocurrido en los últimos años, como resultado
de las inversiones realizadas durante el período
de precios altos.
Debido a ese debilitamiento de la demanda
externa y a la caída de los precios de algunos
de los principales productos de exportación
de la región, se ha mantenido la tendencia al
deterioro de los términos de intercambio. Con
diferencias entre las economías regionales, los
términos de intercambio se deterioraron, para
el conjunto de ALC, cerca de 2,6% en 2014. La
importante caída del precio del petróleo en los
últimos meses ha llevado a un mayor deterioro
de los términos de intercambio de los países
exportadores de este recurso: ese fue el caso de
México, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela
y Trinidad y Tobago, donde la reducción en los
términos de intercambio tendió a acelerarse
en 2014. Mientras tanto, países importadores
tanto de petróleo como de alimentos, como es el
caso de los de Centroamérica, Haití y República
Dominicana, se vieron beneficiados, con una
mejoría de sus términos de intercambio. Tal
tendencia positiva no ha sido, sin embargo,
suficiente para compensar el efecto de las
reducciones en los precios de las diferentes
categorías de materias primas en los términos
de intercambio regionales (CEPAL 2014a).
El desplome en los precios del petróleo
rompió con cuatro años de estabilidad
del precio del crudo y ha afectado a
ALC en diferentes sentidos
El valor alcanzado por los precios del petróleo
en enero de 2015 (USD 47,1/barril, según
datos del Banco Mundial) es el más bajo
desde la primavera de 2009, cuando el mundo
atravesaba el momento más duro de la crisis
financiera. Los factores que impulsaron la
caída incluyen un aumento de la oferta, debido
a las nuevas técnicas de producción, y una
caída en la demanda, en especial en grandes
consumidores como China. También han
contribuido para la reducción en los precios
la relajación de la tensión geopolítica en las
zonas productoras de Oriente Medio, lo que
ha mejorado las perspectivas de la oferta, y la
fortaleza del dólar estadounidense, que hizo
más cara la importación del crudo y presionó
la demanda hacia la baja.
Aún en la actualidad el petróleo es un valioso
activo geopolítico. Debido a su elevada
dependencia de activos petroleros, se puede
prever que países como Rusia, Irán o —en
el caso de América Latina—Venezuela van
a experimentar importantes turbulencias
derivadas del desplome de los precios del
crudo. Estos países se enfrentan a la necesidad
urgente de recortar el gasto público y revisar
sus posiciones geopolíticas y podrían afrontar
importantes crisis económicas y sociales. Otras
economías regionales, como México, Brasil,
Argentina o Colombia, que financian parte
del gasto primario o social con los ingresos de
las empresas petroleras nacionales, tendrán
igualmente que lidiar con los efectos de la fuerte
reducción de los precios en sus ingresos fiscales.
Una de las primeras consecuencias de la caída
del precio del petróleo para las economías
regionales ha sido, en efecto, el debilitamiento
de las empresas petroleras de carácter estatal.
Tomando como ejemplo las empresas petroleras
regionales que cotizan en bolsas de valores —
Petrobras (Brasil), YPF (Argentina) y Ecopetrol
(Colombia)— y para las cuales existen, por lo
tanto, indicadores comparables que dan cuenta
de su “valor de mercado”, tal debilitamiento fue
pronunciado en el segundo semestre de 2014 y
a comienzos de 2015. Entre septiembre de 2014
y febrero de 2015, el valor de capitalización de
mercado de esas empresas se desplomó 40%
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
27
(YPF), 57% (Ecopetrol) y 69% (Petrobras). En
el caso de esta última empresa, a los efectos de
la caída en los precios del petróleo sobre el nivel
de capitalización, hay que agregar el impacto de
los casos de corrupción revelados a lo largo del
último año. El escenario de bajos precios del crudo
tampoco es propicio para la economía mexicana,
inmersa en un proceso de liberalización de su
sector energético, en el cual el precio por barril
es una de las variables claves para la viabilidad de
los futuros proyectos de inversión.
Por otro lado, hay que considerar el efecto
positivo que dicha caída ha tenido —y seguirá
teniendo— sobre los países importadores
de petróleo de la región. Estimaciones del
Banco Mundial (2015b), basadas en episodios
anteriores de caídas en el precio del petróleo,
revelan que una reducción de cerca de 30%
en el precio del crudo estaría asociada a un
aumento del PIB mundial de cerca de 0,5% en
el mediano plazo. Pero dicho impacto estaría
sujeto a diversas condiciones, como el origen
del shock (de oferta o demanda), la intensidad
energética de la actividad económica (que ha
tendido a decaer en el tiempo) y la respuesta
de la demanda a un aumento de la renta real
(si dicho excedente se dirige al consumo o al
ahorro). En el caso de los países importadores
de petróleo, las estimaciones sugieren que una
reducción de 10% en los precios del crudo
tendría un impacto positivo en el PIB de entre
0,1 y 0,5 puntos porcentuales, dependiendo
del peso de esas importaciones en el PIB.
También hay que considerar que la transmisión
de los precios internacionales a los mercados
energéticos domésticos varía entre países
debido, entre otros factores, a las diferentes
estructuras impositivas, lo que afecta asimismo
el impacto sobre la actividad económica.
La reducción en el precio del crudo tiene
también un impacto positivo sobre el control
de la inflación en los países importadores.
En América Latina, la inflación promedio
aumentó en 2014 frente a 2013 en la mayoría
de los países (cuadro A3), lo que obedeció
tanto al alza de los precios de los alimentos,
como al incremento de la inflación subyacente.
28
Los precios de los alimentos mostraron un
repunte notorio a partir de mayo de 2014,
mientras durante la primera mitad de ese
año la inflación subyacente presentó una
aceleración en la mayoría de los países. Destaca
la aceleración de los índices oficiales de precios
que se dio en 2014, frente a los niveles de
2013, en Argentina y, en menor medida,
en Venezuela, así como en Chile, Paraguay
y algunas economías del Caribe (Bahamas,
Belice y Santa Lucía). La reducción en los
precios internacionales de las materias primas,
incluyendo no solo el petróleo sino también
los alimentos, podría contribuir al control de la
inflación regional en 2015. No obstante, habría
que estar pendientes de los efectos negativos
de la caída de los precios en las economías de
los países exportadores de esos bienes —siendo
justamente Argentina y Venezuela algunos
de los mayores exportadores—, lo que podría
llevar a una mayor volatilidad de los ingresos
de divisas, con el consecuente aumento de su
vulnerabilidad externa.
PERSPECTIVAS
Las perspectivas de crecimiento de la
economía mundial en 2015 y 2016 se
han ido ajustando a la baja
Las perspectivas de crecimiento que elaboran
las principales agencias internacionales1 para la
economía mundial se han ido ajustando a la
baja desde mediados de 2014, cuando varios
factores confluyeron en generar una situación
poco favorable al crecimiento (figura 1). Las
principales economías globales —China,
los países de la Zona Euro, EE. UU., Japón,
Rusia y Brasil— tuvieron sus perspectivas de
crecimiento ajustadas a la baja.
En China, la decisión de las autoridades
económicas de responder en forma más
1
FMI, Banco Mundial y Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de
las Naciones Unidas (UN-DESA); véase el cuadro A1 para las proyecciones.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
moderada a los indicios de desaceleración ha
tenido un impacto negativo sobre el nivel de
inversión en el país y sobre sus perspectivas
de crecimiento a mediano plazo. Asimismo,
por la vía de la reducción de la demanda y el
precio internacional de las materias primas,
tales políticas han afectado a muchas otras
economías emergentes y en desarrollo, tanto
en Asia como en ALC, entre otras regiones.
En las economías de la Zona Euro, el persistente
estancamiento, el bajo nivel de inflación y el
alto grado de apalancamiento siguen suscitando
preocupación y han llevado a la rebaja de las
perspectivas para los próximos años. Tales
ajustes, realizados a fines de 2014 y principios
de 2015, no consideraban el posible efecto del
plan de quantitative easing (QE)2 anunciado por el
Banco Central Europeo (BCE) a fines de enero de
2015, que incluye la compra de bonos del Tesoro
y de activos privados de las economías de la Zona
Euro por un valor total que supera el billón de
euros, repartidos en 16 meses. Se prevé, además,
la continuación del plan más allá de esa fecha,
si la inflación no se acerca al objetivo del BCE a
medio plazo, una tasa de 2% al año.
En Japón la retracción en 2014 (-0,1%) estuvo
muy por debajo de las expectativas y, similar
a lo que ha ocurrido en otras regiones, las
exportaciones se mantuvieron estancadas a
pesar de la depreciación del yen, lo que refleja
la débil demanda global. Este país también
ha enfrentado un incremento del costo de
2
Según The Economist (2015), para llevar a cabo los planes de QE, los
bancos centrales incrementan la oferta monetaria mediante la compra de
activos, tales como los bonos del gobierno, utilizando dinero electrónico
que no existía antes. El nuevo dinero aumenta así el tamaño de las reservas monetarias de los bancos. En forma similar a una reducción de las
tasas de interés, el QE debería funcionar como un estímulo a la economía,
al fomentar que los bancos aumenten los préstamos. La lógica es que los
bancos tomarán el nuevo dinero y comprarán activos para reemplazar a
los que han vendido al banco central. Esto aumenta los precios de las
acciones y reduce las tasas de interés, lo que a su vez aumenta la inversión.
En la actualidad, las tasas de interés en aquellas economías que han llevado a cabo planes de QE son probablemente inferiores a lo que habrían
sido sin el QE. Si el plan convence además a los mercados de que el banco
FHQWUDOVHWRPDHQVHULRODOXFKDFRQWUDODGHÁDFLyQ\HOGHVHPSOHRHQWRQces también puede impulsar la actividad económica mediante el aumento
GHODFRQÀDQ]D$WtWXORGHHMHPSORYDULDVURQGDVGH4(HQORV((88
han aumentado el valor de los activos de la Reserva Federal desde menos
de USD 1 billón en 2007 a más de USD 4 billones en la actualidad.
las importaciones de energía desde el cierre
de los reactores nucleares, el cual se espera,
no obstante, que se reduzca con la caída de
los precios del petróleo, lo que podría ayudar
a su recuperación en 2015 (Banco Mundial
2015a). Tras el QE de 20123 haberse revelado
insuficiente para sostener la recuperación de
la economía japonesa, el Banco Central ha
anunciado un estímulo monetario adicional
con el objetivo de expandir la deuda hasta 70%
del PIB para impulsar el crecimiento y evitar
una desaceleración de la inflación. Se espera
que con estas medidas el crecimiento en Japón
sea mejor en 2015 y 2016 de lo que fue en
2014, pero en cualquier caso las proyecciones
se han ajustado hacia abajo con relación a lo
que se esperaba a mediados de 2014.
En el caso de Rusia y otros países exportadores
de petróleo, la baja histórica en los precios del
crudo, que tuvo lugar en los últimos meses de
2014 y en los primeros meses de 2015, ha llevado
a las agencias a ajustar significativamente a la
baja las perspectivas de crecimiento. En Rusia
han confluido, además, otros factores, como el
mantenimiento de las tensiones geopolíticas (con
sus consecuencias económicas), las sanciones
comerciales aplicadas por la Unión Europea (UE)
y los EE. UU. debido al conflicto con Ucrania y la
fuerte depreciación del rublo. El país se enfrenta
asimismo al incremento de la inflación doméstica
y al desabastecimiento de los mercados, tanto de
productos como de insumos.
Entre las grandes economías regionales,
Brasil y Argentina tuvieron sus perspectivas
de crecimiento ajustadas a la baja, no solo
debido al efecto de la caída en los precios
de las materias primas, sino también a un
conjunto de debilidades internas y externas,
tales como tensiones políticas frente a las
elecciones presidenciales, casos de corrupción
en gobiernos y empresas públicas, atrasos en
la finalización de la agenda de reformas y, en el
3
La inyección monetaria que llevó a cabo el Banco de Japón en 2012 fue,
en aquel momento, una de las mayores en la historia de los bancos cenWUDOHV&RQHOREMHWLYRGHH[SDQGLUHO3,%\HYLWDUODSURIXQGL]DFLyQGHOD
GHÁDFLyQVHGXSOLFyODEDVHPRQHWDULDGHODHFRQRPtDHQXQSHUtRGRGH
dos años.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
29
caso de Argentina, la disputa, aún sin resolución,
con los inversionistas internacionales de los
llamados “fondos buitres”. Dado que Brasil
es un importante importador regional, la
desaceleración de su crecimiento afecta también,
vía comercio e inversión, a otras economías de
la región. La desaceleración en Venezuela, a su
vez, puede afectar a las economías de América
Latina, y sobre todo del Caribe, que se benefician
de los regímenes preferenciales de comercio e
inversión con ese país.
En el caso de México, la amplia exposición
comercial a los EE. UU., cuya economía sigue
acelerándose, y la promoción de una serie de
reformas para mejorar la productividad deben
impulsar su crecimiento en los próximos años.
No obstante, habría que tener en cuenta el
efecto de la caída de los precios del petróleo no
solamente en los niveles actuales de producción
en ese país, sino también en las perspectivas de
inversión futura, sobre todo en función de la
reciente reforma energética. En efecto, la caída
internacional de los precios del crudo coincide
con la implementación en México de una reforma
que busca liberar los precios de las gasolinas en
un plazo de tres años y aumentar la inversión
privada en el sector. Pero el nivel de atracción de la
apertura del sector hacia inversiones extranjeras
depende en gran medida del precio del crudo,
y la perspectiva para los próximos años es la
manutención de los precios bajos. Se estima, por
ejemplo, que un precio menor a USD70-75 por
barril —las estimaciones sugieren que el precio
internacional se situará entre USD60-62 por
barril a fines de 2015— puede poner en riesgo
la realización de los proyectos de extracción de
petróleo en aguas profundas, justamente una de
las principales áreas de la reforma.
Las instituciones financieras
internacionales muestran optimismo por
la caída de los precios del petróleo, pero
también destacan los posibles riesgos
El incremento del crecimiento global que el
Banco Mundial y el FMI estiman que se dará
30
como consecuencia de la caída de los precios del
petróleo, de cerca de medio punto porcentual
a medio plazo, no beneficiará a todas las
economías en igual grado. Ambas instituciones
señalan que los países emergentes deberían
beneficiarse más del descenso en los precios de
la energía que las economías desarrolladas. Esto
debido a que, por un lado, los consumidores
en las economías menos avanzadas gastan
proporcionalmente más en energía que sus
contrapartes en las economías avanzadas. Por
otro lado, en los países importadores menos
avanzados, los precios más bajos reducen las
presiones fiscales e inflacionistas, más allá de
contribuir al aumento de la renta disponible y
del consumo.
En la medida en que se concreten las predicciones
de esas agencias de que los precios de la energía
continuarían bajos en 2015 y 2016, se puede
esperar una redistribución de la renta real a
nivel global, desde los países exportadores de
petróleo hacia los importadores, y desde el sector
de los hidrocarburos hacia otros sectores, como
la agricultura y otros igualmente intensivos
en energía. Los efectos en la agricultura se
extenderían no solo a los costos de producción,
debido al menor precio de los combustibles y
agroquímicos, sino a los costos de oportunidad
de producir biocombustibles, los que
resultarían menos atractivos como inversión
en una situación de bajos precios del petróleo.
En cualquier caso, en otros episodios similares
de caída intensa del precio internacional del
crudo, los precios tendieron a permanecer bajos
durante varios años posteriormente al ajuste
(Banco Mundial 2015b).
No obstante esas buenas perspectivas para
el crecimiento global, y en particular para la
situación de las economías menos avanzadas
importadoras de petróleo, sigue dominando
la incertidumbre sobre cuánto tiempo podrían
mantenerse bajos los precios de la energía.
Tal incertidumbre genera volatilidad en los
mercados, vinculada, por ejemplo, a las dudas
sobre la capacidad de los países exportadores
para seguir creciendo y pagar la deuda con los
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
acreedores internacionales, a las variaciones
bruscas en los valores de mercado de las
empresas petroleras y a la viabilidad de futuras
inversiones en el sector, incluyendo aquellas
vinculadas a las energías renovables.
En el caso de los países exportadores del
crudo, los desafíos derivados de tan severa
y brusca caída incluyen el debilitamiento
de sus posiciones fiscales, con importantes
consecuencias sobre el gasto público y social,
la cooperación internacional y, eventualmente,
la inversión. El Banco Mundial (2015b) estima
que las economías de Rusia y Venezuela, más
allá de los países exportadores del Oriente Medio
y del Norte de África, podrían ver reducirse el
producto en hasta 2,5 puntos porcentuales
por cada 10% que se abarata el petróleo.
También está el efecto de tal desaceleración
en los países socios, para los cuales esas
economías representan importantes mercados
de destino de las exportaciones. Finalmente,
tal abaratamiento hará menos rentable no solo
la extracción en aguas profundas, sino también
otros proyectos innovadores, por ejemplo, en
gas de esquisto y en la explotación de arenas
petrolíferas. A largo plazo, el efecto de la
anulación o postergación de esos proyectos de
inversión puede ser una menor producción
de energía, con el consecuente ajuste en los
precios hacia arriba. A corto plazo, no obstante,
la repentina anulación de este significativo
flujo de inversión perjudicará a las compañías
energéticas nacionales y a sus principales
inversores, es decir, los contribuyentes de los
países productores, incluso en América Latina.
Hay que considerar, aún, la posibilidad de que la
corrección a la baja de los precios del petróleo haya
sido excesiva y que estos repunten antes o más de
lo previsto. Esto podría ocurrir, por ejemplo, si la
respuesta de la oferta a la baja de precios resulta
más fuerte de lo esperado, como sería el caso si
la inversión y los proyectos en cartera resultasen
masivamente cancelados o postergados. En
cualquier caso, pareciera poco probable que los
precios aumenten considerablemente, sobre todo
en un escenario de desaceleración económica
acompañado por un incremento sostenido en la
oferta y los stocks mundiales de petróleo, como
observado en los últimos años.
Junto a la incertidumbre sobre la
evolución de los precios del petróleo, las
perspectivas de crecimiento en Europa
son una de las principales incógnitas en
las estimaciones del crecimiento global
Se espera que algunos factores incrementen el
crecimiento europeo en 2015: la caída de precio
del petróleo, la devaluación del euro y los planes
de QE del BCE para la economía de la Zona Euro.
La reducción del precio del petróleo aumenta
la renta de los consumidores, con un impacto
positivo en la demanda interna. La devaluación
del euro también debería producir un impacto
positivo en la coyuntura, incluso sin beneficiar
el grueso de las exportaciones europeas,
correspondiente al comercio intra-bloque. Tal
devaluación, al mejorar la competitividad de
los países de la Zona Euro, debería tener un
impacto amplio no solo sobre las economías más
endeudadas de la unión monetaria, sino también
sobre las de sus principales socios comerciales,
al mejorar las condiciones de los principales
mercados de destino de sus exportaciones.
Sin embargo, por más alentadores que sean
esos dos primeros factores, hay que considerar
que son externos a las políticas de la UE en su
conjunto y de los países del bloque en particular,
lo cual implica que no han tenido como objetivo
explícito la recuperación del crecimiento en el
bloque y que dicha consecuencia puede sufrir
reveses en cualquier momento. En particular,
el estímulo que representa para la demanda la
caída de los precios del petróleo es un hecho
positivo, pero se necesitan políticas adicionales,
tanto en el ámbito monetario como en el fiscal,
para efectivamente impulsar la demanda en un
contexto en que las brechas del producto todavía
son sustanciales, la inflación está por debajo de la
meta y la política monetaria continúa restringida
por el límite inferior cero de las tasas (FMI 2015).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
31
Por otro lado, la política expansiva del BCE
sí fue diseñada específicamente para reforzar
la recuperación de las economías de la Zona
Euro. Aun así, a pesar de los impactos positivos
esperados sobre la demanda, la inflación y el
crecimiento, los mismos analistas del banco y
de las demás instituciones de la Troika Europea
(el FMI y la Comisión Europea) advierten
que por más importantes que puedan ser los
beneficios del QE, son también coyunturales,
si no se acompañan de políticas estructurales
nacionales. En efecto, si tales políticas fallan,
el QE tendría un efecto limitado sobre la
recuperación económica de los países de la
Zona Euro, más allá de sus efectos iniciales
sobre las expectativas de los mercados.
Las bajas perspectivas del precio de
las materias primas no son el único
posible freno para el crecimiento de las
economías emergentes y de ALC en los
próximos años
En muchas economías emergentes y en desarrollo
exportadoras de materias primas, entre ellas
varias de las economías de ALC, el repunte del
crecimiento proyectado recientemente por las
agencias internacionales es más débil o tardío que
lo que se había estimado a fines de 2014. Los datos
de la primera mitad de 2015 han llevado a las
agencias a estimar que el impacto de la caída de los
precios de las materias primas (y, en el caso de los
países exportadores de hidrocarburos de la región,
la caída en los precios de la energía) en los términos
de intercambio y los ingresos reales causará un
daño mayor al esperado en el crecimiento de esas
economías a mediano plazo (CEPAL 2015a, FMI
2015, Banco Mundial 2015a).
El fin del llamado “superciclo” del precio de las
materias primas ha afectado negativamente a
varias economías emergentes. Las proyecciones
32
de crecimiento de las economías especializadas
en la producción de bienes primarios, en
especial petróleo y minerales, son las que
han experimentado las mayores bajas. En las
grandes economías exportadoras de materias
primas de la región, sin embargo, las tasas de
cambio han presentado una tendencia a la
depreciación desde mediados de 2014, lo que
contrarresta en alguna medida la caída de los
precios internacionales a través del aumento
de los ingresos por concepto de exportaciones
en moneda nacional (ver en el capítulo sobre
el Contexto Sectorial Agrícola la evolución
del tipo de cambio efectivo real agrícola). Hay
que tener en cuenta, no obstante, que las
perspectivas por países revelan que el efecto
de la caída de los precios de las materias
primas ha sido heterogéneo en ALC, y sobre
todo la subregión centroamericana debería
beneficiarse de esta tendencia, con una
aceleración del PIB en 2015 y 2016.
Para el conjunto de ALC, sin embargo, debido
a la influencia de las grandes economías, como
las de Brasil y México, las bajas perspectivas
de los precios de las materias primas son un
freno importante del crecimiento. Al menor
crecimiento derivado de los precios débiles de las
materias primas se suma una mayor volatilidad
financiera internacional debido, por un lado, a la
política monetaria expansiva en la Zona Euro y en
Japón, y, por otro lado, a las expectativas de alza
en las tasas de interés en los EE. UU. Asimismo, las
tasas de crecimiento de las principales economías
globales podrían no corresponder a las esperadas,
lo que elevaría la volatilidad de los mercados. Las
economías emergentes están particularmente
expuestas a tal volatilidad, pudiendo enfrentarse
a reveses en los flujos de capital. Tales riesgos se
han visto agudizados en los países exportadores
de petróleo, que se enfrentan ahora a una
mayor vulnerabilidad a shocks externos debido a
crecientes desajustes en los balances de la cuenta
corriente y de capital.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
La economía mundial atraviesa un momento
complejo. Aunque se espera un empuje al
crecimiento provocado por los bajos precios del
petróleo y su efecto positivo en la renta real, todo
indica que se necesitan más estímulos y políticas
para lograr el despegue de la economía global. El
bajo dinamismo de importantes economías de
ingresos altos y medios parece indicar la existencia
de problemas estructurales más profundos, que
demandan políticas de largo plazo y alcance.
La debilidad del comercio internacional, las
tensiones geopolíticas por la caída en los precios
de la energía y el riesgo de deflación en la Zona
Euro y el Japón son otros factores que en la
actualidad reducen el crecimiento mundial.
Fomentar la integración regional: La debilidad que
ha mostrado el comercio mundial posterior a la
crisis financiera debilita la contribución de las
exportaciones al crecimiento. Por esa razón, si
bien el comercio internacional sigue siendo una
fuente de oportunidades, se hacen necesarios
mayores esfuerzos de los países para promover
la competitividad de sus exportaciones. Los
procesos de integración regional pueden impulsar
la demanda agregada, vía integración comercial,
e impulsar la productividad y la competitividad,
a través de una mayor integración productiva
y en infraestructura. Además, la cooperación
regional puede ayudar a fortalecer la capacidad
de los países para enfrentar choques externos a
través de la integración y la regulación financiera
(CEPAL 2014a).
Incrementar la inversión en infraestructura: En
ALC hay espacio para avanzar en el aumento
de la capacidad productiva y la competitividad a
través de proyectos integrados de infraestructura,
buscando sinergias en la inversión pública de los
diferentes países. Ese tipo de inversión impulsa la
productividad, a la vez que opera como incentivo a
la inversión privada. Aumentar el componente de
inversión en el PIB regional tiene dos efectos: en el
corto plazo, aumenta la demanda interna y ayuda a
promover el crecimiento; en el largo plazo, permite
compaginar los desafíos del ciclo económico y el
fortalecimiento del desarrollo regional.
Mantener equilibradas las finanzas públicas: La
capacidad que tienen los países para promover la
inversión pública depende de su situación fiscal
y de la capacidad de movilizar recursos. Como
ya se mencionó, en promedio el déficit fiscal de
la región se mantuvo relativamente estable y los
niveles de deuda pública externa e interna, con
excepción del Caribe, son relativamente bajos.
Aunque los ingresos no tributarios se redujeron,
los ingresos tributarios mostraron una expansión,
reflejando las reformas tributarias llevadas a cabo
recientemente en varios países de la región.
Como consecuencia, se logró mantener el gasto
y la inversión pública en los países, expresados
como porcentaje del PIB, pese al contexto
de desaceleración (CEPAL 2014a). No queda
claro, sin embargo, si los países seguirán siendo
capaces de refinanciar la deuda pública y con ello
mantener los niveles de gasto, en un contexto de
expansión de las tasas de interés internacionales
esperado para los próximos años.
Disminuir la vulnerabilidad a los precios de las
materias primas: La acentuada caída de los
precios del petróleo y los costos económicos y
políticos para los países exportadores pone de
manifiesto las vulnerabilidades derivadas de la
actividad económica fuertemente concentrada,
como la exposición de la recaudación fiscal y del
gasto público a la volatilidad de los mercados
de energía y materias primas. Además, lo que
ha ocurrido en el mercado de la energía en los
últimos meses es una clara advertencia para
los países productores de que los precios del
petróleo pueden ser manipulados en forma
discrecional por los productores más eficientes
a nivel mundial, como Arabia Saudí.
Aprovechar para reformular las políticas energéticas:
Por otro lado, las economías importadoras
beneficiadas por la caída en los precios del
petróleo, entre ellas varias latinoamericanas,
pueden aprovechar la coyuntura positiva
generada por la transferencia de renta desde
los países exportadores para avanzar en la
aprobación de algunas reformas estructurales
y para discutir el perfeccionamiento de los
instrumentos tributarios y los subsidios
actualmente vigentes en el sector energético.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
33
El abaratamiento del petróleo reduce la presión
inflacionaria y algunas vulnerabilidades
externas; además, genera espacio para políticas
monetarias y fiscales un poco más acomodaticias.
REFERENCIAS
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Divergences,
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Promote Consumption Stability? In Global
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y la Agricultura, IT); IICA (Instituto
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Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Capítulo 2:
Análisis sectorial
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
35
Capítulo 2.1
Contexto sectorial
agrícola
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
37
Contexto sectorial agrícola
Se desacelera la demanda mundial de alimentos y materias primas agrícolas, lo que afectará las perspectivas de crecimiento de la producción y el comercio agrícola de América Latina y el Caribe (ALC).
HECHOS
•
$URANTELACRISISECONÅMICAM¶SRECIENTELAAGRICULTURADE!M¼RICA,ATINAYEL#ARIBE!,#NO
CUMPLIÅCONSUTRADICIONALROLAMORTIGUADORENTIEMPOSDECRISIS
r
,AVOLATILIDADDELOSPRECIOSINTERNACIONALESDELOSALIMENTOSYLASMATERIASPRIMASAGRÀCOLAS
DISMINUYEANIVELESPREVIOSALACRISIS
r
3EDESACELERAELCRECIMIENTODELAPRODUCTIVIDADAGRÀCOLAEN!,#
r
,OSPRECIOSREALESAGRÀCOLASALARGOPLAZOCAENAUNATASAPROMEDIODEL
r
,ADESACELERACIÅNDELADEMANDAMUNDIALDEALIMENTOSYMATERIASPRIMASAGRÀCOLASAFECTA
LASPERSPECTIVASDECRECIMIENTODELAPRODUCCIÅNYLASEXPORTACIONESAGRÀCOLASDE!,#
r
#RECELAVULNERABILIDADEXPOSICIÅNSENSIBILIDADYCAPACIDADDEADAPTACIÅNALAVARIABILIDAD
DELCLIMAENESPECIALDELOSPEQUEÄOSYMEDIANOSAGRICULTORES
TENDENCIAS
creció 5,5% con respecto al año previo, más del
doble del crecimiento del PIB (2,5%).
En el periodo 2010-2013, la
agricultura de ALC creció a mayor
ritmo que la economía en su conjunto,
pero a tasas menores que la agricultura
de otras regiones del mundo
Estos indicadores de crecimiento pueden ser
señales de recuperación de la agricultura de
ALC, si se observa el desempeño del sector a
largo y mediano plazo. A largo plazo (30 años),
el VAA crece a una tasa del 2,3% (figura 5),
por debajo de la tasa de crecimiento del PIB
de 3,0% como promedio anual. A mediano
plazo (últimos diez años), se desaceleró
el crecimiento del sector agrícola a 2,1%,
mientras que aumentó el ritmo de crecimiento
de la economía a 3,4%, lo que ha ensanchado
la brecha de crecimiento de la agricultura
con respecto a la economía como un todo. El
comportamiento positivo de la agricultura en
La tasa de crecimiento anual del valor agregado
agrícola (VAA, en dólares constantes de 2005)
de ALC en el periodo 2010-2013 fue de 2,9%,
superior al crecimiento de 2,6% de la economía
como un todo (producto interno bruto, PIB). Esto
se debió fundamentalmente a un desempeño
extraordinario de la agricultura en 2013, que
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
39
el periodo 2010-2013 (particularmente en
2011 y 2013), aunado al crecimiento positivo
que datos preliminares sugieren para 2014,
anticipan una reducción en las brechas de
crecimiento, lo que podría indicar que la
agricultura se acerca de nuevo a los niveles de
crecimiento de la economía general.
Figura 5. !,#0RODUCTO)NTERNTO"RUTO0)"Y6ALOR!GREGADO!GRÀCOLA6!!
Fuente: IICA (CAESPA), con datos del Banco Mundial (WDI).
A pesar de que en el periodo 2011-2013 el
crecimiento de toda la economía ha sido
mayor al del sector agrícola en ALC, el ritmo
de crecimiento mostrado en otras regiones es
mucho mayor. Por ejemplo, la agricultura de
países de ingreso bajo e ingreso medio supera
el crecimiento mostrado por ALC en 1,2 y 0,4
puntos porcentuales, respectivamente. Desde
una perspectiva de más largo plazo (últimos
diez años), las diferencias son aún mayores:
la agricultura de ALC creció 2,1% como
promedio anual, comparado con tasas de 4,2%
y 3,5% del grupo de países de bajos ingresos y
de ingresos medios, respectivamente. También
es importante resaltar las diferencias que ha
habido en el crecimiento de la agricultura en
el periodo 2011-2013 entre países de la región4
(ver el cuadro 1).
40
El crecimiento del sector agrícola
de ALC se explica en buena parte
por el aumento de la productividad,
aunque siguen existiendo diferencias
importantes entre países
El valor bruto de la producción agrícola (VBP)5
de ALC durante el periodo 2006-20116 creció a
una tasa de 3,2% como promedio anual (ver la
figura 6), de los cuales 2,2 puntos porcentuales se
(QODEDVHGHGDWRVGHO%DQFR0XQGLDOVIORVGDWRVSDUD&DQDGi3HU~
y Haití no están disponibles y los de Venezuela, Jamaica, Barbados y los
Estados Unidos (EE. UU.) no están actualizados al 2013.
/DWDVDGHFUHFLPLHQWRGHO9%3HQGyODUHVFRQVWDQWHVHVXQDPHGLGDGH
volumen.
6H XWLOL]DQ FLQFR DxRV SDUD HYLWDU OD LQÁXHQFLD GH DxRV DWtSLFRV
FRQVLGHUDQGRTXHORV~OWLPRVGDWRVGHOD37)HVWiQGLVSRQLEOHVDO
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
explican por aumentos en la productividad (ver el
recuadro 1) y el restante (un punto porcentual)
se debió a la expansión en el uso de recursos7.
Aunque no hay datos para todos los países de
ALC, hay que destacar el desempeño del sector
agrícola —en términos de productividad—
de Jamaica, Brasil y Perú, donde la tasa de
crecimiento de la productividad más que
duplica el crecimiento promedio anual de
ALC (2,2%). Sin embargo, hay diferencias
importantes que se analizan a continuación,
en cuanto al comportamiento en el uso de los
recursos naturales y de capital y en el empleo
de mano de obra.
En un grupo de países (Jamaica, Brasil, El
Salvador, Chile, Venezuela, México y Haití),
la productividad agrícola aumenta a mayor
ritmo que la producción, lo que implica que se
contrae el uso de recursos destinados al sector8
(mano de obra, tierra, ganado, fertilizantes,
maquinaria, etc.)9. El caso más extremo es
Jamaica, donde la productividad total de los
factores (PTF) aumenta 6,7% y el volumen
de la producción crece tan solo 1,1%, lo que
implica una contracción de 5,6% en el empleo
de recursos destinados al sector. La caída en
el uso de recursos se explica por reducciones
anuales de 1,5% de la tierra agrícola disponible
y de 1,4% del empleo agrícola (Fuglie s.f.).
Debido a que el aumento en la producción
se acompañó de una caída en el uso de los
recursos, la productividad del trabajo aumentó
11% (IFPRI 2013): de USD 2368 de VAA
por trabajador agrícola a USD 2630 (dólares
constantes de 2004-2006), mientras que la
productividad de la tierra aumentó 10,0% (de
Cuadro 1. 4ASADECRECIMIENTODEL6!!
Crecimiento mayor al
promedio ALC
“ALC (promedio)”
2,9
Honduras
3ANTA,UCÀA
5RUGUAY
0ARAGUAY
#OSTA2ICA
#RECIMIENTOMENORALPROMEDIO!,#
Granada
"RASIL
"ELICE
!RGENTINA
'UATEMALA
%L3ALVADOR
Dominica
#HILE
"OLIVIA
Surinam
0ANAM¶
$ECRECIMIENTO
#OLOMBIA
.ICARAGUA
-¼XICO
3AN#RISTÅBALY.IEVES
3AN6ICENTEYLAS'RANADINAS
"ARBADOS
2EPÊBLICA$OMINICANA
"AHAMAS
'UYANA
4RINIDADY4OBAGO
Ecuador
Fuente: IICA (CAESPA), con datos del Banco Mundial (WDI).
7
9
Tierra, mano de obra, hato ganadero, maquinaria, fertilizantes.
/DVWDVDVGHFUHFLPLHQWRGHORVUHFXUVRVVRQQHJDWLYDVHQODÀJXUD
Tomando en cuenta la identidad: crecimiento de la producción = crecimiento
GHORVUHFXUVRVFUHFLPLHQWRGHODSURGXFWLYLGDGWRWDOGHORVIDFWRUHV37)
USD 1120/ha a USD 1231/ha). En los demás
países, en situación similar a la de Jamaica, la
contracción de recursos destinados al sector es
mucho menor, pero no deja de ser importante:
de -1,5% anual en Chile, -1,3% en Brasil y
-1,2% en El Salvador (figura 6).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
41
Figura 6. !,#)NDICADORESDEDESEMPEÄODELSECTORAGRÀCOLA
CRECIMIENTOPROMEDIOANUAL
8,2
6,0
7,1
4,0
2,0
5,9 2,7
2,7
1,7
1,1
4,1
3,8
3,6
1,0 1,1
1,5 1,0 3,41,2 0,5 3,3
2,9
0,7
2,1
3,1 3,1
2,2 2,2 2,3 2,4 2,4 2,7
3,7
3,2
2,0 1,0
2,4
2,24,0
0,6 0,40,7
-0,5 -0,2 -0,2
0,0
-2,0
3,8
1,2 1,01,7
2,2
-0,1
-0,2
0,5 4,8
4,2
2,3
3,8 4,0
2,8
4,4
5,1
3,8
6,7
1,1
-1,5 -1,2
-1,3
-5,6
-3,2
37F
Recursos
Jamaica
Brasil
3Hrú
El Salvador
Chile
Costa Rica
República Dominicana
Uruguay
Argentina
Honduras
Nicaragua
Ecuador
Guatemala
México
3Draguay
Colombia
Haití
Bolivia
3Dnamá
Trinidad y Tobago
-6,0
Venezuela
-4,0
América Latina y el Caribe
Tasa de crecimiento promedio anual (%)
8,0
VB3
Fuente: IICA (CAESPA) con datos de IFPRI (2015).
Nota: VBP: Valor Bruto de la Producción (año base 2004-2006), PTF: Productividad Total de los Factores;
Recursos: tierra, mano de obra, hato ganadero, maquinaria, fertilizantes. Excluse países sin datos disponibles.
En otro grupo de países, en el que se incluye a
la mayoría de naciones de ALC, aumentó tanto
la productividad como los recursos destinados a
la producción. En varios de ellos, el aumento de
la productividad llega incluso a superar la tasa
de expansión de los recursos (Perú, Costa Rica,
República Dominicana, Uruguay, Argentina,
Honduras, Nicaragua y Ecuador). Por ejemplo,
en Perú aumentó la productividad agrícola 4,4%
como promedio anual durante el periodo 20062011, mientras los recursos destinados al sector
aumentaron 0,5% anual. En el resto de países,
las tasas de crecimiento de la productividad han
sido mucho menores (Guatemala, Paraguay y
Colombia). Un caso a destacar es Paraguay,
donde la producción aumentó 8,2% anual,
debido fundamentalmente al incremento de
7,1% en el uso de los recursos, de manera que
la productividad solo aumentó 1,1%.
42
Finalmente, en Trinidad y Tobago, Panamá y
Bolivia la productividad agrícola cayó durante
el periodo, por lo que para mantener tasas
positivas de crecimiento en la producción,
esos países debieron emplear mayores recursos
productivos. Destaca Trinidad y Tobago, en
donde la tasa de empleo de recursos aumentó
5,9% como promedio anual, lo que permitió
sostener un crecimiento de la producción
agrícola de 2,7% anual y compensar la pérdida
en productividad de 3,2% anual (figura 6).
Aparentemente, la mayor expansión en el
uso de recursos se ha dado en el subsector de
los animales de granja y en la utilización de
maquinaria, mientras la tierra agrícola y la
mano de obra se han contraído (Fuglie s.f.).
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Recuadro 1. 0RODUCTIVIDADYEkCIENCIA
,APRODUCTIVIDADAGRÀCOLADEUNPAÀSENSUDEkNICIÅNM¶SAMPLIAESLAPROPORCIÅNENTRELAPRODUCCIÅN
AGREGADA AGRÀCOLA Y LOS INSUMOS EMPLEADOS EN EL PROCESO PRODUCTIVO LO QUE SE CONOCE COMO
PRODUCTIVIDADTOTALDELOSFACTORES04&,APRODUCTIVIDADAUMENTACUANDOLATASADECRECIMIENTODELA
PRODUCCIÅNAGREGADAAGRÀCOLAESMAYORALATASADECRECIMIENTODELTOTALDELOSFACTORESUTILIZADOSENEL
PROCESOPRODUCTIVOLOQUECONTEMPLACAMBIOSENELUSODERECURSOSCOMOLATIERRAELAGUAELTRABAJO
ELCAPITALLASMATERIASPRIMASYLAENERGÀA2ADAY6ALDES
$EBIDOALASDIkCULTADASDECALCULARLA04&COMÊNMENTESEUTILIZACOMOINDICADORDEPRODUCTIVIDADEL
VALORAGREGADOAGRÀCOLAMEDIDOENT¼RMINOSCONSTANTESPORTRABAJADORAGRÀCOLA"ANCO-UNDIALSF
/TRAS MEDIDAS PARCIALES QUE SE USAN COMO INDICADORES DE LA PRODUCTIVIDAD SON LA PRODUCTIVIDAD DE
LATIERRARENDIMIENTOSPORHECT¶REAYLAPRODUCTIVIDADLABORALQUESEDEkNECOMOLARAZÅNENTRELA
PRODUCCIÅNAGREGADAYELTOTALDEMANODEOBRAEMPLEADAENELSECTOR
%N LA LITERATURA 2ADA Y 6ALDES SE DIFERENCIAN DOS FUENTES PRINCIPALES DE CRECIMIENTO DE LA
PRODUCTIVIDADMEDIDAENT¼RMINOSDE04&5NAFUENTEESELPROGRESOOCAMBIOTECNOLÅGICOQUEEN
ESENCIASONSALTOSTECNOLÅGICOSOLAEXPANSIÅNDELAFRONTERADEPRODUCCIÅNQUESUELENMEDIRSECOMO
ELCRECIMIENTODELA04&DELOSPRODUCTORESM¶SEkCIENTESDELPAÀS,ASEGUNDAFUENTEDECRECIMIENTODE
LAPRODUCTIVIDADSONLOSCAMBIOSENLAEkCIENCIAT¼CNICACOMOMEDIDADELNIVELDEDIFUSIÅNYADOPCIÅN
DE TECNOLOGÀAS Y DE CÅMO PRODUCTORESMENOSEkCIENTESSEMOVILIZANHACIALAFRONTERAOELPOTENCIAL
M¶XIMODEPRODUCCIÅN%STECONCEPTOESPARTICULARMENTEÊTILPARAESTIMARBRECHASDEPRODUCTIVIDAD
ENTENDIDASCOMOLADIFERENCIAENTRELA04&DELOSPRODUCTORESM¶SEkCIENTESYLA04&DELPROMEDIODE
LOSPRODUCTORESAGRÀCOLAS
Aumenta la brecha de productividad
laboral agrícola entre ALC y los EE.UU.
La productividad laboral del sector agrícola (VAA/
trabajador agrícola)10 de ALC crece a un ritmo de
3,13% anual, menor al ritmo de crecimiento de
la productividad laboral de los Estados Unidos
(EE. UU.), utilizado como país de referencia,
de 3,81% (figura 7). El menor crecimiento de
la productividad laboral en ALC ha ocasionado
que con los años se haya ensanchado la brecha
respecto a EE. UU., hasta llegar a 14,32 en
10 Comúnmente utilizado como proxi de productividad y competitividad
agrícola (Banco Mundial), aunque es una medida parcial de productividad, al
excluir otros factores de producción.
11 Último dato disponible para los EE. UU.
12 La tasa de crecimiento es móvil, de manera que el dato de crecimiento para
2006 corresponde a la tasa de crecimiento del periodo 1997-2006, y el dato
para 2007 corresponde a la tasa para el periodo 1998-2008, y así sucesivamente.
201211. Es decir, que en ese año un trabajador
agrícola en los EE. UU. generó 14,32 veces el
valor que generó un trabajador agrícola en ALC
(USD 63 269 de VAA/trabajador agrícola en los
EE. UU., en comparación con USD 4498 como
promedio en ALC). La figura 7 muestra que las
tasas de crecimiento de la productividad agrícola
laboral de largo plazo de los EE. UU., aunque se
desaceleran, siempre han sido mayores que las
mostradas por ALC (6,6% versus 3,2% durante
la década 1997-200612 y 3,8% versus 3,1%
durante la década 2003-2012).
La diferencia en la productividad laboral entre
EE. UU. y ALC es reflejo de que en ese país ha
existido una contracción de la mano de obra
económicamente activa en el sector, al mismo
tiempo que se ha intensificado el uso de maquinaria
e insumos y se han dado mejoras sustanciales y
sostenidas en la PTF, debido al cambio tecnológico
y a una mayor eficiencia técnica. También hay que
recalcar que las diferencias en la productividad
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
43
Figura 7. 0RODUCTIVIDADLABORAL!GRÀCOLADE!,#CONRESPECTOALOS%%55
Fuente: IICA (CAESPA) con datos del Banco Mundial (WDI, 2015).
Nota: La productividad laboral se define como valor agregado agrícola por trabajador agrícola en dólares constantes
de 2005. La brecha se calcula como la proporciión entre la productividad laboral de los EE.UU. y la correspondiente
a la de ALC. La tasa de crecimiento del 2013 corresponde al cecimiento anual 2002-2013 (3.13% para ALC). Previo al
cálculo de la brecha se suavizaron las series de tiempo con el filtro de Hodrick y Prescott.
entre países dependen de los sistemas de
producción predominantes. Por ejemplo, la
productividad no puede ser similar entre sistemas
extensivos en el uso de la tierra (por ejemplo,
maíz, soja, trigo y ganadería) y los intensivos
en el uso de mano de obra (frutas y vegetales y
café, entre otros), diferencias que responden a
ecosistemas y una base de recursos naturales
que difieren entre países. Sin embargo, a pesar
de que se justifiquen diferencias en los niveles de
productividad, las diferencias en el crecimiento
relativo de la productividad agrícola entre países
de ALC son evidencias de avances distintos en
la adopción de tecnologías e innovaciones en el
sector (ver definiciones en el recuadro 2).
3HULRGRGHFLQFRDxRVWRPDQGRGRVDxRVSUHYLRV\GRVDxRVSRVWHULRUHVDO
DxRGHPD\RUFDtGDHQHO3,%
44
Ha disminuido la contribución de la
agricultura de ALC como amortiguador
en tiempos de crisis económica
El sector agrícola históricamente ha desempeñado
un papel amortiguador en tiempos de crisis
económicas, cuando la agricultura crece y
compensa caídas o menores crecimientos de la
economía en su conjunto. Sin embargo, en el
periodo de crisis más reciente (2007-201113), el
sector agrícola siguió el mismo patrón cíclico del
resto de la economía (ver figura 8) y creció 1,5%,
mientras que el crecimiento promedio anual de la
economía global de ALC fue 2,7%, revirtiéndose
la tendencia observada en el pasado.
Hay que recordar que la agricultura creció 1,9%
durante la crisis de 1981-1985, mientras que el
crecimiento de la economía fue de solo 0,8% anual.
De igual manera, durante la recesión del periodo
2000-2004, la economía creció 1,9%, mientras la
agricultura lo hizo a una tasa de 3,1% anual.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Recuadro 2. 4ASADECRECIMIENTOPROMEDIOANUALDELAPRODUCTIVIDADAGRÀCOLA
LABORALENPAÀSESDE!,#DURANTELAÊLTIMAD¼CADA
#RECIMIENTOPROMEDIOPARA!,#
3OBRESALE"RASILCONUNCRECIMIENTOMAYORALDOBLEDELCRECIMIENTODE!,#
6ARIOS PAÀSES SUPERAN EL CRECIMIENTO PROMEDIO DE !,# 2EPÊBLICA $OMINICANA 3URINAM .ICARAGUA4RINIDADY4OBAGO2EPÊBLICA"OLIVARIANADE6ENEZUELA%L3ALVADOR
*AMAICA (ONDURAS 0ARAGUAY 5RUGUAY %CUADOR "ARBADOS Y
#OSTA2ICA
/TROSPAÀSESMUESTRANCRECIMIENTOSMODESTOSDELAPRODUCTIVIDADMENORESALCRECIMIENTOPROMEDIO
DE !,# #HILE 'RANADA -¼XICO #OLOMBIA 'UYANA $OMINICA
'UATEMALAY3AN6ICENTEYLAS'RANADINAS
0ORÊLTIMO"OLIVIA!NTIGUAY"ARBUDA0ANAM¶"ELICE3ANTA,UCÀA
Y3AN#RISTÅBALY.IEVESPRESENTARONCRECIMIENTOSNEGATIVOSDELAPRODUCTIVIDADLABORAL
La razón por la cual la agricultura tuvo un
comportamiento distinto durante la última
crisis, con respecto a su comportamiento en
crisis anteriores, puede deberse a que la mayor
integración del sector agrícola con el resto de
la economía, como producto de la apertura
comercial, ha ocasionado que el sector responda
rápidamente a cambios en las variables
macroeconómicas y en el entorno internacional.
El movimiento cíclico similar del VAA agrícola
y del PIB se vincula al comportamiento de
varios mercados (de productos agrícolas,
minerales y energéticos) que se mueven en
forma simultánea, respondiendo a factores
Figura 8. !,#0RODUCTO)NTERNO"RUTO0)"YEL6ALOR!GREGADO!GRÀCOLA6!!
PORCENTAJEDECAMBIOANUALDELVALORENDÅLARESCONSTANTESDE
Fuente: CAESPA (IICA) con datos del Banco Mundial (2015).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
45
comunes causantes de las oscilaciones, como
son los tipos de cambio, el flujo de capitales,
las bajas tasas de interés, la demanda de los
mercados emergentes y el escenario global de
mayor riesgo e incertidumbre (Byrne, Fazio y
Fiess 2011, OCDE y FAO 2014).
Es evidente que en los últimos años se ha
fortalecido la vinculación del sector agrícola con
el sector energético, principalmente a través
del impacto de las variaciones en los precios
del petróleo. El incremento de los precios
del petróleo impacta en los precios agrícolas
fundamentalmente por dos vías. Por un lado,
aumentan los costos de producción, sobre todo
de los sistemas agrícolas más intensivos en el
uso de energía y de los referentes al transporte
de alimentos y materias primas. Y por otro
lado, desplazan la producción de cultivos para
los mercados y la sustituyen por la producción
de cultivos para biocombustibles.
Complementariamente, el comportamiento de
los tipos de cambio y de la demanda interna
fue diferente durante el último periodo de crisis
comparado con los anteriores. En el periodo
1981-1985 las monedas locales se depreciaron
con respecto a una canasta representativa
de monedas, lo que incentivó incrementos
en las exportaciones que generaron divisas
que posteriormente se utilizaron para pagar
la deuda. Por su parte, el mercado doméstico
presentó contracciones importantes, por lo
que los sectores transables orientados a las
exportaciones crecieron en mayor medida que
los no transables. El shock negativo sobre los
ingresos afectó en menor medida la demanda de
productos de primera necesidad, entre ellos los
alimentos, lo que explicó el mejor desempeño
relativo del sector agrícola. Una situación similar
se presentó durante el periodo 2001-2005.
Por el contrario, el periodo 2007-2011 se
caracterizó por apreciaciones de las monedas
locales, aunadas a incrementos en las demandas
interna y externa y a alzas en los precios de los
commodities. El sector agrícola de exportación
se benefició del alza en los precios —a pesar
46
de la apreciación del tipo de cambio— y de la
creciente demanda internacional de alimentos y
materias primas. Por otro lado, el sector agrícola
de productos no transables (orientados al mercado
doméstico) se vio favorecido por una demanda
interna pujante. De esta forma, el boom exportador
de productos agrícolas y no agrícolas se movió in
tándem con la producción de no transables.
Dicho escenario ha cambiado en los últimos tres
años: las monedas locales se han depreciado, los
precios del petróleo y de los productos básicos
han bajado y las demandas interna y externa se
han debilitado. En dicho contexto se empiezan
a observar señales de divergencia en las tasas de
crecimiento (figura 8), ya que en 2013 el sector
agrícola creció más del doble que la economía
en su conjunto (5,5% comparado con 2,5%) y
se anticipan niveles de crecimiento igualmente
positivos para el sector en 2014, debido al auge de
la producción de productos básicos (especialmente
maíz y soja) en varios países. Esto contrasta con la
pérdida de dinamismo de la economía de ALC,
que se proyecta crezca menos del 1% este año (ver
el capítulo “Contexto macroeconómico”). En el
marco de este escenario puede que la agricultura
retome su rol amortiguador en tiempos de crisis,
lo que favorecerá principalmente a las poblaciones
rurales de ALC.
La devaluación de las monedas locales
de los países de ALC favorecerá al sector
exportador agrícola
La evolución del tipo de cambio de las monedas
nacionales respecto a las monedas de sus
principales socios comerciales es uno de los
factores que puede afectar en mayor medida la
competitividad de las exportaciones agrícolas
de un país. Mientras una depreciación puede
fomentar la competitividad de las exportaciones
en los mercados internacionales, al abaratar su
precio expresado en monedas extranjeras, una
apreciación tendría un efecto contrario. De ahí
la importancia de su análisis.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Durante la crisis económica y el boom de los precios
internacionales de los commodities, la mayoría de
las monedas locales de ALC se apreciaron ante
el debilitamiento del dólar estadounidense.
Durante el periodo 2006-2011, en los EE. UU.
el dólar se devaluó en promedio (en términos
efectivos reales14) 2,8% frente a las monedas de
sus principales socios comerciales agrícolas (figura
9), siendo así uno de los factores determinantes
del boom exportador agrícola estadounidense
durante dicho periodo. Como era de esperar, en
paralelo se apreciaron la mayoría de las monedas
locales en ALC (excepto en países como México,
Antigua y Barbuda, El Salvador, San Vicente y las
Granadinas, Nicaragua y Argentina). Aun cuando
dicha apreciación representaba un desincentivo a
las exportaciones, los altos precios de exportación
amortiguaron su impacto negativo.
En los últimos tres años se ha observado un
cambio en la tendencia. El dólar de los EE. UU.
se apreció en promedio 2% (2012-2014), lo que
ocasionó que las monedas locales (en términos
efectivos reales) de la mayoría de los países de
ALC se depreciaran, indistintamente de sus
estructuras comerciales. El caso de Argentina es
el más extremo, con una depreciación real del
peso con respecto a las monedas de la Zona Euro
(destino del 19,5% de las exportaciones agrícolas),
de China (12,6%), de Brasil (8,4%) y de Chile
(3,9%), sus principales socios comerciales. El peso
colombiano se depreció con respecto al dólar de los
EE. UU. (destino del 41% de las exportaciones),
el euro (20%) y el bolívar fuerte (10%). Para
citar otro ejemplo, el peso chileno se depreció
principalmente con respecto al dólar de los EE.
UU. (destino del 25% de las exportaciones), el
euro (16%), el yen (12%) y el yuan (5%).
El Salvador, una economía dolarizada, sigue un
patrón de depreciación real del dólar, distinto
al de EE. UU., a pesar de que este país es uno
de los principales destinos de exportación
(22%). Debido a su baja inflación, el dólar de
circulación en El Salvador se deprecia frente al
euro, el quetzal y el lempira, mientras que el
dólar estadounidense se aprecia con respecto al
dólar canadiense y el yen.
Figura 9. 4IPODE#AMBIOEFECTIVOREALPARAELSECTORAGRÀCOLA
Fuente: IICA (CAESPA), con datos de USDA/ERS, BM, COMTRADE y CEPALSTAT (datos Argentina).
Nota: el IPC de Argentina se toma de CEPALSTAT, donde 2014 es un promedio hasta Octubre. El tipo de cambio de Venezuela
corresponde a la tasa oficial para la compra de alimentos de 6.3 Bs.F/US$. La ponderación de los tipos de cambio bilaterales se
realizó utilizando la participación en las exportaciones de los principales socios comerciales para el perido 2009-2010 .
4XHWRPDHQFXHQWDORVWLSRVGHFDPELR\ODVWDVDVGHLQÁDFLyQGHORVSULQFLSDOHVVRFLRVFRPHUFLDOHVGHOSDtV
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
47
Al contrario de los casos expuestos, en ALC
únicamente en Venezuela, Trinidad y Tobago,
Paraguay, Guatemala, México15, Surinam,
Panamá y Ecuador se siguen apreciando las
monedas locales. En Venezuela se mantiene un
tipo de cambio fijo para alimentos y productos de
necesidad básica de BsF 6,3/USD 1, pero el nivel
de inflación interna es mayor al 60% anual, lo que
aprecia la moneda local en términos reales respecto
a las monedas de la Zona Euro, EE. UU., Colombia
y China, sus principales socios comerciales16. La
apreciación de la moneda en Ecuador (similar
en Panamá) se explica por la dolarización de la
economía, pero además porque los principales
socios comerciales —la Unión Europea (UE), Rusia
y Colombia (además de los EE. UU.)— devalúan
sus monedas a pasos acelerados, o porque la
inflación relativa es mucho menor a la ecuatoriana
(con la excepción de Rusia, donde la inflación
aumenta significativamente). Por otro parte, era
de esperar que México mostrara una depreciación
efectiva real del peso, debido a que EE. UU. es el
principal destino de sus exportaciones agrícolas
(77%); sin embargo, la inflación en México es casi
el doble que la estadounidense, lo que explica la
apreciación en términos reales del peso, incluso
respecto a la UE, Canadá y Japón. La situación
es muy similar para el caso de Guatemala, donde
el factor explicativo adicional es que el Salvador
(tercer destino de las exportaciones) muestra una
inflación cuatro veces menor.
Aumento en el dinamismo, menor
concentración y reconfiguración
de los destinos de exportación
agroalimentaria de ALC hacia
los mercados de mayor demanda
(principalmente China)
En el periodo 2011-2013, las exportaciones
mundiales agroalimentarias crecieron tan solo
15 En el caso de México, datos preliminares para 2015 muestran un nivel
VLJQLÀFDWLYRGHDSUHFLDFLyQGHODPRQHGD
/DVLWXDFLyQHQ9HQH]XHODHVXQSRFRPiVFRPSOHMDSRUODH[LVWHQFLDGHWUHV
tipos de cambio, aparte del tipo de cambio en el mercado negro: el dólar
RÀFLDOGHEROtYDUHVHOGyODU6,&$'GHEROtYDUHV\HOGyODU6LPDGL
TXHFHUUyHQEROtYDUHVHOGHMXQLRGH
48
2,4% como promedio anual, a la vez que las
correspondientes a ALC mostraron el nivel de
crecimiento históricamente más bajo (un promedio
anual de 1,9%). El origen principal de esta caída en
el crecimiento de ALC fue la desaceleración de las
exportaciones agroalimentarias de las subregiones
Caribe (0,64% como promedio anual), Andina
(1,6%) y sobre todo la región Sur (1,5%), que
tiene un mayor peso en el agregado regional.
Por su parte, las exportaciones agroalimentarias
de Centroamérica y México crecieron a un ritmo
mayor de 3,2% y 4,4%, respectivamente. En
2013, las exportaciones agroalimentarias de ALC
mostraron señales de recuperación, al crecer
3,9% con respecto al año previo; sin embargo, el
crecimiento todavía es moderado, si se compara
con la tasa de crecimiento de 5,6% a nivel mundial.
Fuera de la región, pero a lo interno de
América, es de rescatar que las exportaciones
agroalimentarias de los EE. UU. también sufrieron
las consecuencias de la desaceleración mundial,
al crecer solo 2,2% (menos que el promedio
mundial, pero más que el promedio de ALC),
mientras las exportaciones de Canadá crecieron a
una tasa de 4,4% como promedio anual.
Las tasas de crecimiento de las exportaciones
agrícolas en los últimos tres años contrastan
fuertemente con el mayor dinamismo mostrado
durante la década 2001-2010, cuando las
exportaciones agroalimentarias de ALC crecieron
un promedio anual de 12,8%, por encima del
crecimiento mundial (10,7%). Por subregiones
de ALC, el Sur experimentó durante dicha
década un crecimiento extraordinario de 14,3%
como promedio anual, seguido por la subregión
Andina (11,1%), la subregión Central (10,1%),
México (9,1%) y el Caribe (5,7%).
Como se observa en la figura 10, el mayor
dinamismo de las exportaciones de ALC
durante la primera década del siglo XXI (y en
menos medida en los últimos tres años), ha
hecho que su participación en el total mundial
agroalimentarios se haya incrementado desde
un 9,25% en la década de los años ochenta a
casi 14% en el últimos tres años (2011-2013).
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Figura 10. ,!#%XPORTACIONES
AGROALIMENTARIASENELTOTALMUNDIAL
ENPORCENTAJESPOR
SUBREGIONESDE!,#
Fuente: IICA (CAESPA) con datos de la OMC.
Figura 11. 0ARTICIPACIÅNDELAS
EXPORTACIONESDE!,#PORDESTINO
DELOSVALORESENDÅLARES
El Cono Sur es la subregión que ganó mayor
participación en el comercio mundial, lo que
muestra su papel hegemónico como proveedor
de productos agroalimentarios, principalmente
de semillas y harinas oleaginosas, granos
(excepto arroz), carnes y azúcar.
El gran dinamismo de ALC se explica
fundamentalmente por la creciente demanda de
Asia, región que duplicó su participación como
destino de las exportaciones agroalimentarias
de ALC, pasando de 17,2% en el año 2000 a
34,2% en 2013. Por otra parte, llama la atención
(figura 11), que a pesar del gran potencial
que existe y que se reconoce del comercio
intrarregional en ALC, la participación de las
exportaciones intrarregionales se ha estancado
durante años en alrededor de 16%, excepto en
países como Bolivia, Uruguay, Nicaragua y El
Salvador, entre otros, donde el comercio con
sus países vecinos es significativamente mayor.
PERSPECTIVAS
La demanda mundial de productos
agroalimentarios se desacelera, lo que
afecta las perspectivas de crecimiento de
la producción y las exportaciones de ALC
Fuente: IICA (CAESPA) con datos de Naciones Unidas,
COMTRADE.
NOTA: LAC Incluye a 20 países con datos de comercio
para todo el periodo: ARG, BHA, BRB, BLZ, BOL, BRA,
CHL, COL, CRI, ECU, SLV, GTM, GUY, JAM, MEX, NIC,
PAN, PRY, PER, URY.
La demanda de importaciones mundiales de
productos agroalimentarios se ha desacelerado
significativamente en los últimos tres años,
con tasas de crecimiento de 2,5% anual, muy
por debajo del crecimiento de largo plazo
(de 10% a 11%, cuadro 2). Con respecto al
crecimiento de largo plazo (10 años), ALC es
la región con mayor caída en las importaciones
de alimentos (más de 8 puntos porcentuales),
seguido de Asia con 7,7 puntos porcentuales
(sin incluir China). Las importaciones desde
China, la UE y los EE. UU. se han desacelerado,
pero en menor medida: 5,6%, 5,5% y 2,4%,
respectivamente. Sin embargo, en términos
del efecto real (contribución), la UE, en primer
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
49
lugar, y Asia (24), en segundo término, son
responsables de la mayor parte de la caída
en la demanda mundial, debido a que estas
dos regiones juntas contribuyeron con más
del 60% de las importaciones mundiales
de productos agroalimentarios (cuadro 2).
La caída en la demanda de importaciones
agroalimentarias de ALC estuvo fuertemente
influenciada por los países del Sur, los cuales
se vieron afectados por una tendencia recesiva.
Aunque todavía no hay datos agregados del
comercio agroalimentario para 2014, datos
preliminares muestran que las importaciones
totales de América del Sur cayeron 4,2% en
ese año (OMC 2015).
China muestra, por lejos, las mayores tasas
de crecimiento en la demanda, lo que ha
contribuido a un aumento sostenido de su
participación en el mercado de importaciones
mundiales de productos agroalimentarios
(6,6% en 2013). La economía de China creció
más de 20% anual en la década pasada,
13,5% durante los últimos tres años y 9,4%
en 2013, duplicando sostenidamente el
crecimiento económico mundial. Sin embargo,
la desaceleración de Asia ha tenido y tendrá
impactos significativos sobre las exportaciones
agroalimentarias de ALC, fundamentalmente
de los países del Cono Sur (la figura 11 muestra
el gran aumento que en los últimos años han
tenido las exportaciones de ALC a Asia).
Por otro lado, las importaciones de productos
agroalimentarios desde Rusia han pasado
de crecer más de 16% anual en la década
pasada, a tan solo 4,8% en los últimos tres
años y 6,4% en 2013. De acuerdo con datos
preliminares, en 2014 las importaciones
de productos agroalimentarios de Rusia
sufrieron una caída como consecuencia de las
sanciones impuestas por los EE. UU. y la UE.
En ALC las sanciones hacia Rusia podrían ser
aprovechadas por países como Ecuador17, que
ya figura como el principal proveedor ruso de
%DMRHOVXSXHVWRGHTXHODVVDQFLRQHVLPSXHVWDVSRU((88\OD8(QR
afectan a Ecuador y a los demás países de ALC, sino que por el contrario
representan una oportunidad de mayor demanda desde ALC.
50
bananos y exportador de importancia de otros
productos como piña, mangos y papayas. Por
su lado, Argentina está entre los líderes en
la exportación de ciruelas secas, arándanos,
cerezas, peras, limones, mandarinas y pomelos,
entre otros. Finalmente, Chile destaca en la
exportación a Rusia de uvas, cerezas, pasas,
kiwi y frutas secas.
EE. UU., por su parte, aumentó las importaciones
de productos agroalimentarios tan solo 3,1% en
2013, por debajo del crecimiento medio de los
últimos tres años (4,3%) y de la década pasada
(más del 7%, cuadro 2). Sin embargo, con la
recuperación de la economía de los EE. UU.
aumentaría la demanda de importaciones, lo que
favorecería especialmente a México y a los países
centroamericanos y caribeños, más dependientes
de la demanda de importaciones desde los EE. UU.
México, por ejemplo, destina alrededor del 80%
de sus exportaciones al país del norte, mientras
Bahamas, Jamaica, Barbados y Centroamérica,
como región, lo hacen en proporciones de 70%,
50%, 40% y 40%, respectivamente.
Finalmente, otros países podrían verse afectados
de un debilitamiento en las economías de la
UE, como Belice, Panamá, Perú y Guyana, que
exportan sus productos agroalimentarios a esa
región en proporciones cercanas al 50%, 40%,
32 y 35%, respectivamente.
La Organización Mundial del Comercio
(OMC) proyecta una modesta recuperación
del comercio durante los años 2015 y 2016
(OMC 2015), fundamentalmente gracias
a la incipiente recuperación de la UE y al
crecimiento moderado de los EE. UU. y las
economías emergentes. El crecimiento en
las exportaciones agroalimentarias de ALC
dependerá de la variación que pueda sufrir el
frágil crecimiento de las economías motoras
y de las tensiones geopolíticas en los socios
comerciales (por ejemplo, la crisis en Ucrania
y tensiones conexas). Sin embargo, una vez
que se expanda el comercio, no se anticipa
que sea lo suficientemente fuerte para
sobrepasar el crecimiento económico general,
como venía sucediendo en décadas pasadas.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro 2. )MPORTACIONESDEPRODUCTOSAGROALIMENTARIOSANIVELMUNDIALPOR
REGIONESCRECIMIENTOCONTRIBUCIÅNYPARTICIPACIÅNDEMERCADOENPORCENTAJES
Últimos 10 años móviles
Región importadora
!,#
Tres años
2011-2013
Un año
2013
2001-2010
2002-2011
2003-2012
2004-2013
a
4ASADECRECIMIENTO
0ARTICIPACIÅN
#ONTRIBUCIÅN
!SIAB
4ASADECRECIMIENTO
0ARTICIPACIÅN
#ONTRIBUCIÅN
#HINA
4ASADECRECIMIENTO
0ARTICIPACIÅN
#ONTRIBUCIÅN
%%55
4ASADECRECIMIENTO
0ARTICIPACIÅN
#ONTRIBUCIÅN
2USIA
4ASADECRECIMIENTO
0ARTICIPACIÅN
#ONTRIBUCIÅN
5%c
4ASADECRECIMIENTO
0ARTICIPACIÅN
#ONTRIBUCIÅN
2ESTODELMUNDO
4ASADECRECIMIENTO
0ARTICIPACIÅN
#ONTRIBUCIÅN
Mundo
Fuente: IICA (CAESPA), con datos de ITC 2015, abril de 2015.
a
ALC (21) incluye a 21 países con datos de comercio para todo el periodo: Argentina, Bahamas, Barbados,
Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Jamaica,
México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
b
Asia (24) incluye a 24 países con datos de comercio para todo el periodo: Arabia Saudí, Armenia, Azerbaiyán,
Camboya, República de Corea, Filipinas, Georgia, Hong Kong, India, Indonesia, Israel, Japón, Kazajistán,
Kirguistán, Líbano, Malasia, Maldivas, Omán, Catar, Singapur, Sri Lanka, Tailandia, Turquía y Vietnam.
c
UE (28) incluye a Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia,
Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania,
Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania y Suecia.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
51
La caída en los precios puede ser el resultado
de una combinación de exceso de oferta,
altos inventarios y demanda insuficiente,
condiciones que pueden cambiar y afectar el
comercio mundial en 2015.
¿Final del “súper ciclo” en los precios
reales y nominales y de la volatilidad
de los precios internacionales de los
alimentos?
En marzo de 2015, los precios internacionales de
los alimentos (en términos reales) habían bajado
26,6% desde su pico más alto en diciembre de
2010, pero todavía se ubicaban 32,5% por encima
del promedio en el periodo base 2002-2004,
y tan solo 2,6% por encima del promedio de la
tendencia de largo plazo (15 años) (figura 12).
Se anticipa que la tendencia positiva de los
precios agrícolas de largo plazo observada en los
últimos 15 años se va a revertir y ser negativa en
la próxima década. Esta conclusión es respaldada
por el análisis técnico de los precios, el cual
muestra que los precios reales de los alimentos
cayeron por debajo de su comportamiento
promedio de los últimos cinco años (promedio
móvil de corto plazo) e incluso están próximos
a llegar a su comportamiento promedio de los
últimos 15 años (promedio móvil de largo
plazo). Esta tendencia negativa en los precios
agrícolas es además respaldada por los modelos
de predicción de OCDE y FAO (2014) y por las
estadísticas recientes del boom en la producción
de cereales y oleaginosas (ver el capítulo
“Agrícola – Cultivos”) y de los altos niveles de
reservas de productos a nivel mundial18.
La tendencia negativa en los precios agrícolas
no debería sorprender, ya que a muy largo plazo
(desde 1900) los precios reales de los productos
agrícolas descienden a una tasa del 1% como
promedio anual, aun cuando la población
mundial creció de poco menos de 2000 millones
de habitantes a cerca de 7000 millones en el año
2010 (Fuglie y Wang 2012).
Figura 12. 0RECIO)NTERNACIONALDEALIMENTOS0ERÀODOENE-AR%N
DÅLARESDElACTADOS¥NDICE
Fuente: IICA (CAESPA) con datos de FAO 2015.
18 El informe WASDE (USDA 2015) proyecta para el bienio 2015-2016 un aumento con respecto a 2014-2015 en las reservas de trigo de 2,4 millones de toneladas
(un total de 203,3 millones de t), en las reservas de semillas oleaginosas un aumento para los mismos periodos de 8,3 millones de t (total de 107,4 millones de t) y
SDUDDOJRGyQVHHVSHUDHOVHJXQGRUHFRUGPiVDOWRGHUHVHUYDVKDVWDPLOORQHVGHSDFDV3RUHOFRQWUDULRHVHVSHUDXQDFRQWUDFFLyQOHYHGHODVUHVHUYDVGHPDt]
PLOORQHVGHW\TXHFDLJDQODVUHVHUYDVGHDUUR]HQPLOORQHVGHWGRQGHODSURSRUFLyQHQWUHUHVHUYDVXVRFDHDODPiVEDMDGHVGHHO
52
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Además de experimentar una tendencia
negativa, la volatilidad interanual y mensual
de los precios internacionales se estabiliza a
niveles similares a los observados antes de la
crisis (figura 13). Los precios pasaron de variar
interanualmente más de 30% durante el periodo
de crisis a 6,4% en 2013-2015. Igualmente la
volatilidad mensual pasó de 5,2% en mayo de
2009 a 1,5% en marzo de 2015.
Sin embargo, se deben tomar medidas de
precaución, porque los factores subyacentes que
provocaron la volatilidad tan alta observada en
los años de crisis no han desaparecido. Como
ejemplo de ello, de agosto de 2014 a marzo
de 2015 la volatilidad interanual del índice de
precios de alimentos subió de 3,2% a 6,4%
(ver repunte de la volatilidad en la figura 13).
Se espera que en 2015 continúe
el patrón de devaluación de las
monedas locales
Según proyecciones de tipos de cambio (ERS
s. f.) y de inflación (FMI 2015), se espera que
en 2015 continúe el patrón de devaluación de
las monedas. Sin duda, este es un escenario
para el diseño de políticas distinto al periodo
de crisis más reciente. Los países de ALC se
verán favorecidos por monedas extranjeras
relativamente más fuertes que hacen que los
productos agrícolas sean más competitivos en
el exterior, pero al mismo tiempo se encarecen
los productos de importación (alimentos,
insumos y materias primas), que podrían
incidir en mayores niveles de inflación en la
región. La mejora en la competitividad precio
de las exportaciones de ALC podría motivar a
algunos países a imponer barreras en frontera,
arancelarias o no arancelarias, en un escenario
donde los aranceles aplicados están muy por
debajo de los aranceles nominales permitidos
en el marco del Acuerdo de Agricultura de
la OMC. Sin embargo, aunque los precios
agrícolas internacionales han caído en términos
nominales y reales, se mantienen altos y, por
lo tanto, sería contraproducente y de poco
beneficio para los consumidores imponer dichas
medidas. Además, muchos países tienen poca
viabilidad para imponer aranceles u otro tipo de
medidas en frontera, debido a los compromisos
que han asumido en los tratados de libre
comercio con sus respectivos socios comerciales,
tanto países vecinos como socios fuera de la
Figura 13. 6OLATILIDADINTERANUALYMENSUALDELÀNDICEDEPRECIOSINTERNACIONALES
DEALIMENTOS%NE-AR
Fuente: IICA(CAESPA) con datos de FAO.
Nota: volatilidad definida como la desviación estándar de los cambios interanuales y mensuales en los precios (cálculo
movible de los últimos 24 meses).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
53
región. Por otro lado, ante el debilitamiento de
la demanda internacional la devaluación de las
monedas con respecto al dólar podría estimular
la demanda y las exportaciones.
La potencial firma de nuevos
mega-acuerdos de libre comercio,
particularmente el Acuerdo Estratégico
Transpacífico de Asociación Económica
(TPP) y el Acuerdo Transatlántico sobre
Comercio e Inversión (ATCI), impactarán
en forma diferenciada a los países de ALC
Aun cuando los países de ALC han sido muy
activos en la firma de acuerdos comerciales
fuera de la región19, solo tres (México, Chile
y Perú) forman parte de las negociaciones del
Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación
Económica (TPP). Este acuerdo, que reúne a doce
países (incluidos Australia, Brunéi, Canadá, EE.
UU., Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur
y Vietnam), representaría el 40% del PIB global,
lo que demuestra su importancia, tanto para
los países que lo integran como para los que no
formarían parte de él. El TTP se viene a sumar
al Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión
(ATCI), un acuerdo comercial que actualmente
están negociando los EE. UU. y la UE y que
representaría el 60% del PIB global, el 33%
del comercio mundial de bienes y el 42% del
comercio mundial de servicios.
Ambos mega-acuerdos tendrían impactos
significativos sobre la agricultura de ALC,
fundamentalmente a través del desvío del
comercio y la erosión de las preferencias en
los mercados de importación de gran escala,
bajo el supuesto de que los competidores de
ALC lograrían mejores condiciones de acceso.
Por otra parte, la armonización de medidas
no arancelarias o regulaciones podría tener
implicaciones importantes. Los países fuera
del acuerdo perderían acceso por desviación
del comercio, ya que se convertirían en
fuentes de importación más costosas frente
Figura 14. "ALANZACOMERCIALAGROALIMENTARIACONPAÀSES400Y44)0
%NDÅLARESDEEXPORTACIÅNPORCADADOLARIMPORTADO
Fuente: IICA (CAESPA) con datos de Naciones Unidas (COMTRADE).
Nota: ALC incluye a 20 países con datos completos durante todo el periodo de anàlisis. El TTIP suma EE.UU. más la UE.
TTP incluye Australia, Chile, Canadá, Estados Unido, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam.
/RVSDtVHVGH$/&VRQPLHPEURVGHGHORVWUDWDGRVGHOLEUHFRPHUFLRQRWLÀFDGRVDOD20&GHORVFXDOHVVHKDQÀUPDGRHQWUHSDtVHVGH$/&\RWURV
países fuera de la región (Josling et al. 2015).
54
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
a países integrantes del acuerdo, gracias al
reconocimiento mutuo de regulaciones entre
países firmantes; sin embargo, también es
posible que los países excluidos de los acuerdos
se beneficien de la armonización o mayor
conformidad de estándares de importación
entre países, especialmente entre EE. UU. y la
UE (Josling et al. 2015).
Una posibilidad para anticipar los impactos que
puedan ocasionar los cambios en las condiciones
de acceso y competencia de las regiones y países
involucrados en los acuerdos en negociación,
principalmente EE. UU., la UE y Japón, es
analizar los flujos comerciales agrícolas de ALC
con cada uno de estos socios.
ALC es una región exportadora neta de
productos agroalimentarios que mantiene un
balance comercial con el mundo de 3 dólares de
exportaciones por cada dólar de importaciones.
Sin embargo, a partir de 2008 se plantea una
reconfiguración en la estructura del comercio.
Baja considerablemente la balanza comercial con
la UE (relación de 11 dólares de exportaciones
por cada dólar de importaciones en 2008 a una
relación de 7 a 1 en 2013), mientras aumenta con
países que negocian el TPP (incluidos los EE. UU.)
y con otros países. De hecho, la participación de
las exportaciones de ALC hacia la UE bajó cerca de
10 puntos porcentuales en el periodo 2000-2013
(de 29% a 19%), a la vez que aumentó 19 puntos
porcentuales hacia otros mercados (de 53% a
65%, sin contemplar el comercio intra-ALC).
A pesar de la caída en la balanza comercial de
ALC con la UE, ALC sigue siendo una fuente
muy importante de productos agroalimentarios
para la UE, fundamentalmente de carnes (desde
Argentina, Brasil y Uruguay) y de soja (desde
Brasil y Paraguay). Sin embargo, desde la Ronda
de Uruguay estos países ya gozan de aranceles
más bajos para la carne bovina, mientras que la
soja está libre de aranceles en la UE. Países como
México, Chile y otros del Caribe, que gozan de
acceso preferencial bajo los tratados de libre
suscritos con la UE, podrían ver erosionados
dichos beneficios, en caso de firmarse el ATCI, al
ampliarse el acceso a otros países.
Con respecto al TPP, los productos de exportación
de ALC varían según potenciales socios. Por
ejemplo, Japón importa carnes, cítricos y productos
lácteos de México y Chile, aunque sus principales
proveedores son Australia y los EE. UU. También
exportan productos agroalimentarios a Japón (en
proporciones menores) países como Argentina
(maíz), Guatemala, Uruguay y Bolivia (lácteos
y azúcar). En caso de mejorar las condiciones de
acceso de esos productos al mercado japonés bajo
el TPP, los países fuera del acuerdo podrían verse
afectados, debido al potencial desvío del comercio,
que favorecería a países miembros (Josling et al.
2015), en este caso a Chile y México.
El aumento de las exportaciones de ALC hacia
otros países que no forman parte del TPP o el
ATCI (ver figura 14) se debe al extraordinario
avance de las exportaciones de productos
agroalimentarios hacia China desde Brasil,
Uruguay, Chile y Perú. Argentina sigue siendo
un importante suplidor de China, pero en los
últimos años ha perdido participación (de 14%
en 2008 a 11% en 2013). Hay que destacar que
Uruguay pasó de destinar a China cerca del 2%
de sus exportaciones agroalimentarias en 2008 al
18% en 2013, las cuales sumaron cerca de USD
1100 millones. En términos de valor, el mayor
crecimiento de exportaciones hacia China lo tuvo
Brasil, que pasó de exportar USD 6600 millones
en 2008 a exportar USD 20 200 millones en 2013,
duplicando la participación de las exportaciones
a China del 12% a 24%. Chile también repuntó
sus exportaciones de USD 460 millones a USD
1100 millones, sobrepasando marginalmente las
exportaciones de Perú hacia China.
En el presente escenario de desaceleración
de la demanda de China y la UE, los países
con mayores posibilidades de aprovechar un
incremento en la demanda de importaciones
de los TPP serían por supuesto los países
firmantes de los acuerdos, como EE. UU. (que
en 2013 destinaba 43,8% de sus exportaciones
a países TPP), Canadá (13,8%), Chile (19,5%),
México (7,6%), Colombia (13,5%) y Perú
(10,8%). En la acera contraria se encuentran
países como Brasil y Argentina, que, además de
no forman parte de las negociaciones del TPP,
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
55
son los principales socios comerciales que la UE
y China tienen en la región. Esta situación se
acentúa porque son los países latinoamericanos
que tienen el menor número de acuerdos de libre
comercio (Josling et al. 2015). En situación similar
están Paraguay y Uruguay, países miembros del
Mercado Común del Sur (Mercosur). Estos países,
sin acuerdo comercial vigente con los EE. UU., la
UE o con potenciales socios del TPP, pueden verse
afectados indirectamente por los cambios en el
patrón del comercio que esos acuerdos puedan
generar. Sin embargo, también es posible que EE.
UU., como un efecto secundario del ATCI, desvíe
exportaciones que actualmente realiza a otros
países para aprovechar las nuevas oportunidades
de mercado en la UE, abriendo posibilidades
de exportación para los países miembros del
Mercosur.
La no inclusión de China en el TPP tiene
implicaciones importantes. Hay estudios que
sugieren que China obtendría importantes
beneficios en caso de sumarse al acuerdo y
perjuicios en caso de no participar (Josling et
al. 2015). Si China se incorporara al acuerdo,
los incentivos (y el costo de no formar parte)
que tendrían los países de ALC para sumarse
aumentarían considerablemente. Brasil y
Argentina, al no ser parte del TPP, podrían optar
por firmar acuerdos bilaterales con China, tal y
como lo hicieran Nueva Zelandia y Australia.
Los países que han firmado acuerdos comerciales
entre sí (Centroamérica, República Dominicana,
Chile, Colombia y Perú) y que también han
firmado acuerdos comerciales con países del
Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN) y la UE, podrían enfrentar una
posible erosión de sus beneficios ante la firma
potencial del TPP o el ATCI. Por otra parte, países
como Ecuador y los cinco países del Mercosur
(incluida Bolivia) han estado fuera de la ola
de acuerdos comerciales, lo que tendrá efectos
sobre el patrón de comercio a futuro con países
integrantes del TPP y el ATCI, con o sin China
como miembro (Josling et al. 2015). Estudios del
impacto de la liberalización del comercio bajo
el TPP y el ATCI muestran cómo en Argentina
podrían darse efectos negativos sobre el PIB a
largo plazo (2,0%), como consecuencia de la
56
reducción de aranceles. Estos resultados sugieren
la necesidad de que estos países reduzcan los
aranceles y las barreras no arancelarias bajo los
acuerdos existentes. Esto es particularmente
cierto para México, ya que los modelos de
simulación prevén que un escenario ambicioso
de liberalización comercial en el marco del TPP y
el ATCI podría ocasionar caídas del PIB mexicano
a largo plazo hasta de un 7,2%.
Finalmente, por el lado de las importaciones
agroalimentarias de ALC no se esperan mayores
implicaciones de dichos mega-acuerdos, ya que el
perfil de países proveedores de ALC se mantiene
relativamente estable y depende en mucho mayor
medida del comercio intra-ALC. Por ejemplo,
muchos países de la región obtienen más del 50%
de las importaciones agroalimentarias de países
vecinos (especialmente entre países miembros del
Mercosur y países centroamericanos miembros
del TLCAN).
Mayor participación de la inversión
extranjera directa (IED) en el incremento
de la producción no solo de los principales
commodities agrícolas, sino también de
productos tropicales para la exportación
Los países en desarrollo (PeD) se desempeñan
cada vez más como receptores y como fuentes
de inversión extranjera directa (IED) (OMC
2014). Las estadísticas muestran que en 2012 los
PeD absorbieron más del 50% del total de IED
a nivel mundial, mientras 12 años atrás (2000)
solo absorbían el 20%. También ha aumentado
la participación de los PeD como fuentes de esas
inversiones, pasando de 7% a finales de los años
ochenta a 35% en 2012. Sin embargo, el flujo
de IED hacia el sector agrícola se mantiene muy
limitado. A pesar del papel fundamental de la IED
para el desarrollo agrícola, se reporta que menos
del 1% del total de IED (USD 87 000 millones de
un total de USD 1,2 billones) se destinó al sector
de alimentos, bebidas y tabaco, mientras que el
sector agrícola primario solo captó USD 5000
millones (datos de 2008) (Bioversity et al. 2012).
La IED será fundamental para el crecimiento
de la producción de cultivos en aquellos países
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
latinoamericanos que, además de disponer
de nuevas tierras para la agricultura, también
puedan aumentar la producción como
resultado de incrementos en los rendimientos.
En comparación con África, América Latina
tiene la ventaja adicional de contar con tierras
disponibles más cercanas a los mercados
y centros de población, además de que la
mayoría se ubica en zonas con infraestructura
rural y bienes públicos que facilitan la
producción y la comercialización agrícolas.
Sin embargo, es de reconocer que, al contar
con mejores condiciones, los precios de venta
o renta de la tierra en América Latina han
aumentado significativamente, lo que podría
tender a desincentivar la inversión extranjera
en la agricultura de la región (Deininger y
Byerlee 2011).
Durante los últimos años, la participación
de la IED en la producción de cultivos en las
Américas se ha caracterizado por la adquisición
o el arrendamiento de tierras, tanto para la
producción de cereales y oleaginosas como para
cultivos tropicales destinados a la exportación.
Según datos para el periodo 2000-2012, más
de 2,1 millones de hectáreas de ALC fueron
adquiridas por inversores extranjeros con fines
agrícolas, lo que representó una tercera parte
del total de tierras adquiridas en la región en
ese periodo (CEPAL 2012).
La regiones Sur y Andina, que se están
consolidando como centros de producción y
comercio de productos agrícolas y alimenticios,
atraen, y lo seguirán haciendo, nuevo flujos y
fuentes de inversión (capital privado, capital de
riesgo, etc.), focalizadas especialmente en países
con mejores fundamentos macroeconómicos
y perspectivas de crecimiento y apertura
comercial (por ejemplo, la Alianza del
Pacífico). Se reportan inversiones importantes
en Colombia, Perú, Chile, Paraguay, Uruguay
y Argentina, que abarcan productos como las
frutas, el cacao, la quinoa, la chía, la stevia, las
oleaginosas, la carne bovina y los sectores de
nuevas tecnologías, servicios e inversiones en
tierras (Valoral Advisors 2015).
Recuadro 3. ,A)%$DE#HINAENLAAGRICULTURADE!,#
#HINAESQUIZ¶SELPAÀSM¶SACTIVOENLAINVERSIÅNAGRÀCOLAENELMUNDOPASANDODESERUNCOMPRADOR
DEMATERIASPRIMASAJUGARUNROLMUCHOM¶SPROTAGÅNICOCOMOPRODUCTOREINVERSOREN¶REASYTEMAS
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ESEPAÀSREALIZANINVERSIONESENPROYECTOSAGRÀCOLASFORESTALESYPESQUEROSENPAÀSES'OOCHY'ALE
3INEMBARGOEN,ATINOAM¼RICAPARECEQUELAINVERSIÅNENAGRICULTURAESLIMITADAESPECIALMENTE
SISELACOMPARACONLAINVERSIÅNENOTROSSECTORESYEST¶MUCHOMENOSFOCALIZADAENLACOMPRADE
TIERRASDELOQUESESUELEPUBLICARENLAPRENSA-YERS$EHECHOLASkRMASCHINASAUMENTAN
SUSINVERSIONESENVARIASFASESDELPROCESODEPRODUCCIÅNPOREJEMPLOPLANTASPROCESADORASPARA
AUMENTAR LA CAPACIDAD PRODUCTIVA REDUCIR COSTOS Y DIVERSIkCAR RIESGOS 3EGÊN LA POLÀTICA PÊBLICA DE
INVERSIÅN EXTRANJERA DE #HINA ESTE PAÀS SE PROPONE PROMOVER LA INVERSIÅN AGRÀCOLA EN LA PLANTACIÅN
DECAUCHONATURALENLASIEMBRADESEMILLASOLEAGINOSASALGODÅNYHORTALIZASENLARECOLECCIÅNEL
TRANSPORTEYELCULTIVODELAMADERAENLACRÀADEANIMALESYENLAPESCAOCE¶NICA-YERS%NLA
VISITAM¶SRECIENTEDELPRIMERMINISTRO,I+EQIANGA!,#SEANUNCIÅQUEENLASIGUIENTED¼CADA#HINA
ESPERA AUMENTAR LA INVERSIÅN EN LA REGIÅN A 53$ MILLONES Y EL COMERCIO A 53$ MILLONES"¶RCENA
!PESARDEQUELAINVERSIÅNCHINAAUMENTAR¶YSER¶CADAVEZM¶SIMPORTANTEESPOCOPROBABLEQUE
JUEGUEUNROLDOMINANTEENLOSMERCADOSAGRÀCOLAS0ARACITARUNEJEMPLOLASIMPORTACIONESCHINASDE
ACEITESCOMESTIBLESYDESEMILLASOLEAGINOSASSECULTIVANENMILLONESDEHECT¶REASFUERADELPAÀSDE
LASCUALESSEESTIMAQUESOLOHECT¶REASSONACTUALMENTECULTIVADASPOR#HINAENELEXTRANJERO
LOQUEREPRESENTAMENOSDELDELTOTAL'OOCHY'ALE
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
57
En ALC se incrementará la movilización de
capital internacional hacia la agricultura
regional, la cual estará dominada por empresas
multinacionales, con la participación incluso
de empresas tradicionalmente no agrícolas.
Ello potenciará aún más los procesos de
transnacionalización, de integración vertical y
de mayor participación en las cadenas globales
de valor. En términos generales, se espera:
•
Un incremento en los flujos de IED de
compañías multinacionales hacia la
producción de cultivos para los mercados
nacionales.
•
Una mayor participación en la IED de
empresas públicas o consorcios mixtos
extranjeros, en especial de países asiáticos
y del Medio Oriente, que buscan tierras
aptas para la producción de cultivos que
les aseguren su abastecimiento doméstico
(CEPAL 2012), tal y como ha sucedido en
los últimos años en Argentina y Brasil,
con la llegada de empresas del estado y
consorcios de Arabia Saudí, China, Catar y
Corea del Sur.
•
•
58
Un incremento en la IED provenientes de
países de la misma región, cuyo objetivo
es aprovechar condiciones agroecológicas
similares en países vecinos y expandir la
producción de cultivos para las empresas
nacionales. Esto consolidaría una tendencia
que se viene presentando desde inicios
de la década del 2000, momento desde
el cual los países latinoamericanos han
representado cerca del 30% de la IED en
la agricultura de la región (Perrone 2009)
Una mayor participación de la IED en la
producción de cultivos para la exportación,
lo que se refleja principalmente en la
adquisición de tierras agrícolas para estos
fines. Mientras en América del Sur se
evidencia la adquisición de tierra por
parte de extranjeros para la producción de
cereales, soja, caña de azúcar y ganadería,
en Centroamérica las tierras que han
adquirido las han destinado a los cultivos
tropicales, como caña de azúcar, aceite de
palma, cítricos y banano.
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
El aumento en la productividad agrícola es,
sin duda, la mejor apuesta para lograr el
crecimiento, la estabilidad y la sostenibilidad
del sector agrícola de ALC, sobre todo en un
escenario caracterizado por la ralentización
del crecimiento de la productividad
agrícola de ALC, por el aumento en la
brecha de la productividad agrícola a lo
interno de los países y entre estos, por la
desaceleración de la demanda mundial de
productos agroalimentarios (que afectará
las perspectivas de crecimiento de las
exportaciones de ALC) y un posible final del
“súper ciclo” en los precios agrícolas.
Para incrementar la productividad agrícola, los
países de la región deben promover la inversión
en investigación y desarrollo (I+D), factor que
ha demostrado ser el más importante para
lograrlo. Junto con esto se hace necesario
desarrollar los incentivos económicos para
la acción de los productores, promover la
educación rural, mejorar los servicios de
extensión, invertir en infraestructura rural y
mejorar el acceso a los mercados.
Será también necesario promover el crédito
rural, ya que este tiene un papel fundamental
para mejorar la distribución de los beneficios
derivados de la I+D, en especial para que la
tecnología llegue a los agricultores familiares y
contribuya a cerrar las brechas de productividad
entre productores.
Una acción importante para reducir las
diferencias en productividad y contribuir a
cerrar las brechas de inequidad en los ingresos
al interior de los países es el fortalecimiento
y la mejora de la educación rural y agrícola,
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
así como el desarrollo o el incremento de las
habilidades de los productores.
Otra acción que puede contribuir a promover
la equidad y a incrementar la productividad es
mejorar la distribución de la tierra. Esto también
hará que la productividad sea más homogénea
entre productores, lo que conducirá a un uso
más eficiente de la mano de obra, debido en
parte a que el costo de supervisión será menor
(Eastwood et al. 2010).
Aunado a lo anterior, el mejoramiento de
la equidad en el acceso a activos y medios de
producción tendrá efectos positivos sobre la
productividad y la eficiencia productiva, que a su
vez, en un círculo virtuoso, contribuirá a reducir
las brechas de productividad e ingresos entre
países, regiones, áreas rurales y productores.
El Estado debe asegurar la provisión de
bienes públicos de carácter horizontal, tales
como mejoras generales en infraestructura y
mecanismos para la protección de los derechos
de propiedad. Este tipo de bienes públicos
son intervenciones de política neutrales que
benefician a todos los sectores de la economía,
porque indudablemente bajan el costo de
hacer negocios en un país, mejoran el acceso
a los mercados, incentivan la atracción
de inversiones y contribuyen, en general,
al mejoramiento de la productividad y la
competitividad de los países.
La inversión en infraestructura rural, desde
carreteras, redes de almacenamiento y frío,
mataderos, mercados y redes de información
y comunicaciones y hasta la construcción
de infraestructura para la investigación e
innovación tecnológica (laboratorios, estaciones
experimentales, etc.) e infraestructura financiera
rural, es vital para promover una adopción más
rápida de las tecnologías y prácticas agrícolas.
También los países deben contar con medios
eficientes de transporte (carreteras, puertos,
ferrocarriles, transporte aéreo, etc.) y la logística
adecuada para el flujo rápido y al menor costo
posible de bienes y servicios desde los mercados
y hacia estos, así como para el movimiento
oportuno y conveniente de los trabajadores. La
disponibilidad de una red de telecomunicaciones
permite el flujo libre y rápido de información
que facilita la toma de decisiones basada en
información oportuna y certera.
En cuanto a las condiciones del mercado, es
crucial que el Estado vele por que haya un
ambiente de más competencia y apertura
comercial y en que los actores respondan a las
señales del mercado, para que la investigación,
la asignación de recursos, la adopción de nuevas
tecnologías y las innovaciones correspondan
a esas señales y a los cambios en los precios
relativos. Varios estudios muestran que mejorar
el acceso y la vinculación de los productores
a los mercados aumenta su eficiencia técnica
(Latruffe 2010). Ante cambios permanentes
en el acceso, la disponibilidad y los precios
de los insumos, es estratégico contar con un
inventario de tecnologías que permitan ahorrar
en el uso de insumos en función de cambios en
las condiciones de mercado.
Ante el potencial crecimiento de los flujos
de capital y la IED, los países deben tomar
medidas para que dichas inversiones tengan el
mayor impacto posible en la productividad, la
competitividad y el crecimiento sostenido de la
agricultura. El Estado puede atraer y promover
la IED no solo como una fuente de capital, sino
también como un mecanismo que impulsa la
transferencia de tecnología y el mejoramiento
de las capacidades individuales e institucionales
en el país anfitrión, vía la competencia, el efecto
demostración y el aprendizaje práctico, que
conducen a mejorar la productividad. Mediante
la competencia, mayores encadenamientos
productivos, la movilidad laboral y el efecto
demostración (Laborda Castillo et al. 2011),
se podrá impactar en el cambio tecnológico,
en la acumulación de conocimiento y el
fortalecimiento de capacidades, factores todos
fundamentales para la productividad.
El flujo de capitales se debe complementar con
esfuerzos locales de inversión en actividades
de I+D, lo que es fundamental para que se dé
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
59
la transferencia de conocimiento y para que
esta desencadene innovaciones productivas.
Por otro lado, para lograr mayor impacto de la
IED en el desarrollo y la productividad, se debe
aumentar el capital humano.
Aunque la IED es fundamental para el desarrollo
de los sectores agrícola y de los recursos
naturales, si la inversión es de alta intensidad en
capital, podría no producir los beneficios sociales
esperados (generación de empleo, por ejemplo)
y desplazar otras inversiones de interés para el
país. Además, es necesario prever los impactos
negativos sobre el ambiente (OMC 2014).
Un reto es la articulación de las actividades
extractivas con el resto de la estructura
productiva, creando, por ejemplo, sinergias y
encadenamientos positivos entre la minería
y la agricultura en los territorios rurales, que
pueden no solo aumentar la productividad, sino
también contribuir a diversificar los ingresos
rurales. La carrera por atraer inversiones no
debería fundamentarse en niveles mínimos de
reglamentación interna, que atenten contra los
intereses del país como un todo.
Finalmente, los países deben impulsar el
comercio como un instrumento de crecimiento
económico y de desarrollo, para lo cual deben
eliminar las medidas proteccionistas, mejorar
el acceso a los mercados y evitar políticas que
distorsionen la competencia, de manera que las
decisiones se tomen con base en las señales del
mercado. Ante el debilitamiento de la demanda
internacional, es oportuno seguir impulsando
la agenda de integración intrarregional, lo que
permitirá aumentar el flujo comercial agrícola
entre los países de ALC.
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Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Capítulo 2.2:
Agricultura (cultivos)
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
63
Agricultura (cultivos)
Mientras la producción y el comercio de cereales y oleaginosas han alcanzado niveles récord en los últimos
dos años en las Américas, muchos de los cultivos tropicales de importancia para esta región han perdido
participación en el mercado ante sus competidores asiáticos y africanos. Aunque a nivel general en el
continente americano hubo mayor estabilidad climática, en algunas de sus regiones las condiciones previas
al fenómeno El Niño ocasionaron altas temperaturas y periodos importantes de sequía, lo que, aunado a
la aparición de plagas y enfermedades, puso en riesgo los rendimientos de los cultivos. A pesar de que los
más afectados por estos fenómenos han sido los productores de cultivos tropicales, esta coyuntura también
ha sido una oportunidad para incorporar innovaciones que les han permitido incrementar su producción y
posicionamiento en nichos de mercado de mayor valor agregado.
HECHOS
•
,ADESACELERACIÅNECONÅMICADE#HINALA5NIÅN%UROPEA5%Y2USIAIMPACTAENLAAGRICULTURA
DELAREGIÅNDEBIDOAUNAMENORDEMANDADESUSPRODUCTOSAGRÀCOLAS
r
,A BAJA SOSTENIDA DE LOS PRECIOS DEL PETRÅLEO Y SUS DERIVADOS TENDRÀA REPERCUSIONES EN LA
PRODUCCIÅNYELCOMERCIODELOSCULTIVOSDELAS!M¼RICASLOQUESERElEJARÀAENUNAREDUCCIÅN
DESUSPRECIOSENLOSPRÅXIMOSMESES
r
,ASDECISIONESDESIEMBRAHANRESPONDIDOENMAYORMEDIDAALASDEMANDASYALASSEÄALES
DELOSMERCADOSINTERNACIONALES
r
!SIAYœFRICAHANINCREMENTADOSUPRODUCCIÅNAGRÀCOLASOBRETODODECULTIVOSTROPICALESASÀ
COMOSUPARTICIPACIÅNENLOSMERCADOSINTERNACIONALES
r
,AVARIABILIDADCLIM¶TICAAUNADAALAAPARICIÅNDEPLAGASYENFERMEDADESCONDICIONAR¶EN
GRANMEDIDALOSRENDIMIENTOSDELOSPRINCIPALESCULTIVOSAGRÀCOLASDELAS!M¼RICAS
TENDENCIAS
El 2012 y el 2013 fueron años récord
en la producción y el comercio de
cereales y oleaginosas en las Américas
Bonanza en cereales en las Américas: La bonanza
productiva y comercial fue particularmente
importante en cereales, gracias al aumento
del área dedicada a estos cultivos y de sus
rendimientos. Durante 2013, en las Américas
la producción de cereales aumentó en 19,38%,
en comparación con 2012, superando en
más del doble la tasa de crecimiento mundial
(8,36%). La pujante producción en ese año
estuvo liderada por el desempeño del maíz en
Norteamérica y Argentina, un producto que
representa cerca del 70% de la producción
física de cereales del continente americano.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
65
Recuadro 4. 2ESPUESTAALAVARIACIÅNENLOSPRECIOSDELOSCULTIVOS
%N LOS ÊLTIMOS AÄOS LOS PRODUCTORES DE CULTIVOS DE LAS !M¼RICAS HAN RESPONDIDO ACELERADAMENTE AL
MOVIMIENTO DE LOS PRECIOS RELATIVOS DE ESOS PRODUCTOS !UNQUE LA PRINCIPAL RESPUESTA SE DIO EN LAS
REGIONES .ORTE Y 3UR EN CEREALES Y OLEAGINOSAS PRINCIPALMENTE EN LOS PAÀSES ANDINOS CARIBEÄOS Y
CENTROAMERICANOSTAMBI¼NSEINCREMENTÅLAPRODUCCIÅNDECEREALESCOMORESULTADODEUNMAYORINTER¼S
ENDISMINUIRSUDEPENDENCIAALASIMPORTACIONESDEALIMENTOS-IENTRASENOLEAGINOSASELAUMENTODE
LAPRODUCCIÅNDESDEANUALSEHABASADOCASIEXCLUSIVAMENTEENELINCREMENTODEL¶REA
COSECHADAENCEREALESANUALLACONTRIBUCIÅNDEL¶REAYDELOSRENDIMIENTOSHASIDOMUYSIMILAR
,ASOJAESELCULTIVOQUEHAPRESENTADOELMAYORCRECIMIENTOENSUPERkCIECULTIVADAEN!M¼RICA,ATINA
YEL#ARIBE!,#YLATASADECRECIMIENTOANUALDEESTASUPERkCIESEHAACELERADOENAÄOSRECIENTES
PASANDODEUNPROMEDIOANUALCERCANOALENELPERIODOAAPARTIRDELAÄO
En 2014 se dio una mayor estabilidad climática
que los años anteriores, lo que permitió
igualar el récord de producción de cereales
de 2013 (OCDE y FAO 2014). A lo interno
de las Américas, los principales aumentos de
producción se presentaron en trigo (sobre todo
en Brasil y Argentina), después de dos años
de bajos niveles, gracias a la fuerte demanda
regional, a los altos precios y a las buenas
condiciones climáticas en momentos claves de
producción del cultivo. Este aumento compensó
por mucho las ligeras caídas de la producción de
cereales secundarios20 en regiones localizadas
(FAO 2015d), principalmente de maíz en
Centroamérica (este tema se analiza con mayor
detalle más adelante) y Canadá.
Aunque al momento de elaboración de este
documento no se tenían los datos finales de
la cosecha de 2015, los pronósticos apuntaban
a que la cosecha de trigo aumentaría
ligeramente, debido al incremento de los
rendimientos en los Estados Unidos (EE. UU.)
y Canadá. Además, la reducción en las áreas
cultivadas con maíz en Argentina y Brasil,
que se dio como consecuencia de la caída del
precio relativo del maíz (en comparación con
el de la soja), disminuiría significativamente la
producción de cereales secundarios en América
del Sur (FAO 2015d).
En cuanto al comercio, el hecho de que los
principales consumidores mundiales de cereales
incrementaran sus niveles de producción, aunado
al aumento de las existencias en los periodos
anteriores y sobre todo a la desaceleración
mundial de la demanda de alimentos, generó
menores necesidades de importaciones a nivel
mundial durante 2014 (sobre todo de cereales
secundarios y trigo), las cuales se tradujeron en
ligeras reducciones del comercio mundial de
cereales (-5%). En las Américas, las importaciones
de cereales presentaron una relativa estabilidad,
excepto en algunos países centroamericanos
en que la sequía afectó significativamente los
rendimientos, por lo que debieron aumentar las
importaciones de cereales de manera urgente
(este hecho se analiza más adelante).
Récord en oleaginosas: Los años 2013 y 2014
han sido un periodo sin precedentes para los
cultivos oleaginosos en las Américas. Liderados
por el desempeño de la región Sur y los EE. UU.
(FAO 2015d), la producción de soja creció a tasas
récord, debido principalmente a la ampliación de
áreas dedicadas a este cultivo, como respuesta a los
mejores precios relativos en comparación con los del
maíz. Se espera que para el 2015 en la región Sur se
mantenga la tendencia creciente de la producción
de soja, gracias a que las condiciones climáticas
favorecerán los rendimientos (FAO 2015d).
%DMRODGHQRPLQDFLyQ´FHUHDOHVVHFXQGDULRVµVHDJUXSDQHOPDt]HOVRUJROD
cebada, la avena, el centeno y otros.
66
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
En algunos países asiáticos y africanos,
está aumentando aceleradamente
la producción de cultivos tropicales
en que históricamente los países
latinoamericanos han tenido una alta
participación, lo que ha generado
mayor presión a la competitividad de
ALC en los mercados internacionales
La competitividad de algunos de los principales
países productores y exportadores de frutas
tropicales (banano y piña), tubérculos
(yuca) y bebidas (café y cacao) de ALC y su
participación en los mercados internacionales
se están viendo amenazadas ante el
crecimiento acelerado de la producción y las
exportaciones logrado por sus competidores
de Asia y África. La posibilidad de incrementar
los rendimientos aceleradamente, así como de
incorporar nuevas tierras y contratar mano
de obra de menor costo, ha permitido a países
como Vietnam, Filipinas, Ghana, China y Costa
de Marfil superar en más del doble la tasa de
crecimiento de ALC en la producción de esos
cultivos. De hecho, entre los años 2010 y 2013,
la tasa de crecimiento anual de la producción
de frutas, hortalizas, raíces y tubérculos en
ALC ha sido muy inferior al promedio mundial
(incluso ha decrecido en raíces y tubérculos),
debido principalmente a una disminución del
área destinada a esos cultivos.
Aunque el incremento acelerado en la
producción y las exportaciones de los países
africanos y asiáticos es sin duda un elemento
que desafía la competitividad de todos los
productos tropicales de ALC, las amenazas
son mayores para productos con poca
diferenciación en los mercados internacionales
como la piña, el banano y la yuca, y menores
para productos como el café o el cacao, en los
que la región tiene un alto posicionamiento
en mercados diferenciados (calidad, aroma y
altura, entre otros factores).
Piña: El país de ALC con la mayor participación
en el mercado mundial de la piña es Costa
Rica, principal exportador mundial con el 46%
de las exportaciones en 2013. En el periodo
2008-2013, Costa Rica ha logrado aumentar su
participación tanto en la producción como en
las exportaciones mundiales. Aunque en ese
quinquenio Costa Rica incrementó anualmente
sus exportaciones en 10%, el desempeño de
Filipinas fue impresionante: no solo logró
aumentar sus exportaciones a una tasa anual
mayor al 20%, lo que le permitió pasar de un
4% a un 8% su participación en el comercio
mundial de esta fruta, sino que la expansión de
la producción de piña durante ese periodo se
debió en 75% al aumento en los rendimientos21.
La intensificación en la producción de piña
ha generado preocupaciones ambientales
tanto en Costa Rica como en Filipinas,
debido principalmente a los impactos que la
actividad piñera puede tener sobre los recursos
naturales (contaminación de aguas, erosión de
suelos, generación de plagas, sedimentación
de ríos, etc.) y sobre las condiciones sociales
de las comunidades y sus trabajadores
(desplazamiento de agricultores, cambio en el
uso del suelo, etc.) (Boeglin 2015).
Banano: La mayoría de los principales
productores y exportadores de banano de
ALC experimentaron un franco crecimiento
entre 2008 y 2013 (con la excepción de
Costa Rica y Colombia), y entre ellos destaca
la consolidación de Ecuador como principal
exportador mundial (concentra el 23% de
las exportaciones), así como el aumento en
la participación de mercado de Guatemala,
Honduras y República Dominicana. Sin
embargo, al igual que en el caso de la piña, la
tasa de crecimiento anual de las exportaciones
de banano de los países latinoamericanos en la
mayoría de los casos representó solo una cuarta
parte de las tasas alcanzadas por países asiáticos
y africanos como Filipinas y Camerún. Estos
incrementaron anualmente sus exportaciones
21 Sin embargo, al 2013 los rendimientos de piña en Costa Rica (60 t/ha)
continuaban siendo casi 50% mayores que en Filipinas.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
67
de esta fruta en más de 20% en el quinquenio
en estudio22, lo que les ha permitido aumentar
considerablemente
su
participación
de
mercado e ingresar a mercados anteriormente
dominados por ALC.
Café: Aunque Brasil continúa siendo el
principal productor y exportador de café del
mundo y algunos países latinoamericanos
siguen posicionándose en los nichos de
mercado de mayor valor, lo cierto es que
países asiáticos como Vietnam, India, China y
Laos (e incluso africanos como Tanzania) han
incrementado aceleradamente su participación
en la producción y en los mercados mundiales
de café. Ello se ha traducido en una menor
participación de Brasil, Colombia, Guatemala,
Perú, Costa Rica, El Salvador y otros países
de ALC. Mientras Vietnam (con un 9% de
incremento anual de la producción de café
entre 2008 y 2013) ha basado su estrategia
principalmente en elevar los rendimientos
(una estrategia similar a la de India), China
lo ha hecho casi exclusivamente a través de
la incorporación de nuevas áreas al cultivo, lo
que le ha permitido incrementar la producción
en más de 20% anualmente. Laos y Costa
de Marfil presentaron incrementos anuales
en los rendimientos mayores al 15% en
ese quinquenio, lo que contrasta con los
incrementos máximos de 3% logrados en ALC.
En 2013 el rendimiento por hectárea de café en
Vietnam y China era 70% mayor que en Brasil
y hasta triplicaba los de Colombia, Guatemala,
Perú y Costa Rica.
Yuca: Lo ocurrido en 2013 y 2014 fue una
continuación de la tendencia que se venía
presentando desde tiempo atrás respecto
a la pérdida de posición de los principales
productores y exportadores latinoamericanos
de raíces y tubérculos, en comparación
con sus principales competidores. Mientras
la participación de Costa Rica (principal
exportador latinoamericano de yuca) en las
exportaciones mundiales pasó del 9% al 4%
en el periodo 2008-2013, la participación
conjunta de Tailandia y Vietnam se incrementó
en 15%, pasando de concentrar el 77% de
las exportaciones mundiales en 2013 al 92%
en 2014. En el ámbito productivo, aunque
Costa Rica ha logrado incrementar más
aceleradamente el área y los rendimientos de
yuca en comparación con Tailandia y Vietnam,
las brechas tecnológicas todavía son muy
amplias. Los rendimientos de la producción de
yuca de estos dos países asiáticos son 72% y
41% mayores que los del país centroamericano,
respectivamente.
Cacao: Los países africanos, además de concentrar
la mayoría de las exportaciones mundiales y estar
en capacidad de definir precios internacionales,
también están creciendo aceleradamente en la
producción y exportación de cacao. En 2013
Ghana, Costa de Marfil y Nigeria concentraron el
70% de las exportaciones mundiales del grano.
A pesar de que ALC tiene una alta participación
en nichos de mercado basados en valor agregado
y calidad y de que durante los últimos años las
exportaciones de cacao de Ecuador, principal
exportador regional, han crecido sostenidamente
(11% anual para el periodo 2008-2013), lo
cierto es que la producción de Ghana y otros
países africanos está creciendo a tasas tres
veces mayores que las exhibidas por los países
productores de ALC. De hecho, en los últimos
cinco años Ghana triplicó su participación de
mercado, pasando de representar el 17% de las
exportaciones mundiales en 2008 a dar cuenta
del 45% en 2013, desplazando a Costa de Marfil
como el principal exportador mundial. En los
próximos 15 años la competitividad de estos
países africanos se puede ver amenazada por
el incremento en la temperatura media que se
dará a consecuencia del cambio climático, lo que
podría disminuir considerablemente las áreas
idóneas para el cultivo del cacao (CIAT 2011).
22 En ambos casos el aumento en el área cultivable fue el factor fundamental de
expansión.
68
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Recuadro 5. ,ACOMPETITIVIDADDE!,#!SIAYœFRICAENCULTIVOSTROPICALES
5NA MANERA SENCILLA DE IDENTIkCAR EL NIVEL DE COMPETITIVIDAD DE !,# EN PRODUCTOS TROPICALES ES
COMPARANDOSUVENTAJACOMPARATIVADEEXPORTACIÅN6#%CONLAEVOLUCIÅNDEESTEMISMOINDICADOR
ENLOSPAÀSESDE!SIAOœFRICA
#OMO SE PUEDE OBSERVAR EN EL ANEXO AL kNAL DE ESTE CAPÀTULO EN LOS ÊLTIMOS CINCO AÄOS EL
DESEMPEÄODELOSPAÀSESAFRICANOSYASI¶TICOSENLOSMERCADOSINTERNACIONALESDECACAOCAF¼BANANO
PIÄA Y YUCA HA SIDO MEJOR QUE EL DE LOS PAÀSES LATINOAMERICANOS Y CARIBEÄOS #OMO MUESTRA AL
MENOSUNPAÀSAFRICANOOASI¶TICOPRESENTÅUNMAYORCRECIMIENTODELA6#%ENCOMPARACIÅNCONLOS
PRINCIPALESEXPORTADORESDE!,#PARAELPERIODO!UNQUEESDERECONOCERQUELOSPAÀSES
DELAREGIÅNCONTINÊANSIENDOM¶SCOMPETITIVOSENLAPRODUCCIÅNDECAF¼BANANOYPIÄALABRECHA
CONRESPECTOALOSCOMPETIDORESASI¶TICOSYAFRICANOSSEHAHECHOCADAVEZMENORENLOSMERCADOS
DECACAOYYUCALA6#%DELOSPAÀSESASI¶TICOSOAFRICANOSESMAYOR
Aunque la estabilidad climática en
general favoreció la producción de
cultivos en el continente americano, en
algunas de sus regiones el clima generó
fuertes pérdidas agrícolas
A pesar de que en algunas regiones, en especial
Centroamérica, hubo problemas climatológicos,
en términos generales en el periodo de análisis el
continente americano experimentó condiciones
climáticas que favorecieron los rendimientos de
los principales cultivos. Esto fue principalmente
importante en las regiones Norte y Sur, donde
se lograron producciones récord de cereales
y oleaginosas, gracias a pequeñas ventanas
climáticas que surgieron en épocas claves para
el crecimiento de las plantas.
La subregión que en el periodo de análisis enfrentó
mayores dificultades climáticas fue Centroamérica,
en donde los elementos precursores del fenómeno
El Niño23 generaron una fuerte sequía que
afectó especialmente la producción de cereales.
Por causa de la sequía la producción de maíz
se redujo en más de 10% (en comparación
con la de 2013), lo que obligó a incrementar la
23 Aunque a inicios de 2015 todavía no se había declarado formalmente
OD DSDULFLyQ GHO IHQyPHQR (O 1LxR 2VFLODFLyQ 6XU (126 D OR ODUJR
del continente americano (especialmente en Centroamérica) se habían
presentado condiciones secas y temperaturas muy por encima del promedio.
importación de ese grano en más de 11% para
satisfacer la demanda doméstica. Aunque las
menores cosechas generaron aumentos en los
precios locales del maíz, las importaciones que
se realizaron en los meses previos a la sequía y la
distribución del grano por parte de los gobiernos
centroamericanos ayudaron a evitar el aumento
en su precio para los consumidores (excepto en
El Salvador). En el caso del frijol, que también se
vio afectado por el aumento de la temperatura
resultante de la sequía, también se importaron
grandes cantidades para suplir la baja esperada de
la producción; no obstante, los bajos inventarios
generaron incrementos récord en los precios
durante 2014 (FAO 2015d).
Además de Centroamérica, las sequías afectaron
otras importantes regiones productoras de cultivos
en EE. UU. (principalmente el Medio Oeste y
California), Canadá, México, Brasil, Colombia y
Jamaica, entre otros países, en las que causaron
importantes pérdidas de cultivos. En Chile, las
bajas temperaturas y las inundaciones afectaron
significativamente la producción y la exportación
de bayas o “berries”, manzanas, uvas, arándanos
y hortalizas. Por ejemplo, los aluviones que
ocurrieron en la región de Atacama a finales de
marzo de 2015 afectaron, total o parcialmente,
más de 13 000 hectáreas de sembradíos de
frutas y hortalizas, además de gran parte de la
infraestructura de riego, almacenaje y transporte
(Fresh Plaza 2015).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
69
Recuadro 6. ,AROYADELCAF¼EN#ENTROAM¼RICA
%NLATEMPORADALAPLAGADELAROYAREAPARECIÅR¶PIDAEINTENSAMENTEENLASPLANTACIONES
CENTROAMERICANAS DE CAF¼ ,AS PRINCIPALES RAZONES DEL SURGIMIENTO DE LA PLAGA FUERON A LOS
PERSISTENTES BAJOS PRECIOS DEL CAF¼ OCASIONARON QUE POR AÄOS NO SE REALIZARAN INVERSIONES EN LOS
CAFETALESINCLUYENDOINVERSIONESMÀNIMASENFERTILIZACIÅNFUMIGACIÅNRENOVACIÅNDEPLANTACIONESY
MANEJODESOMBRALOQUEINCREMENTÅLAVULNERABILIDADDELASPLANTASAPLAGASYENFERMEDADESBLA
BAJAPRESENCIADELAPLAGAENAÄOSANTERIORESAUNADAALAFALTADEPRESUPUESTOYREESTRUCTURACIONES
DEL%STADOOCASIONÅQUESEDISMINUYERASUSTANCIALMENTELAINVESTIGACIÅNCIENTÀkCAENELTEMACEL
AUMENTOENLATEMPERATURAMEDIAEN#ENTROAM¼RICAAUNADOALAAUSENCIADEPR¶CTICASAGRONÅMICAS
ADECUADASGENERARONCONDICIONESIDÅNEASPARALAREAPARICIÅNDELAPLAGAYDCERCADELDELOS
CAFETALESDE#ENTROAM¼RICATIENENVARIEDADESSUSCEPTIBLESALAROYA%LVERDINETAL
!kNALESDELAROYAHABÀAAFECTADOCERCADELDELASPLANTACIONESDECAF¼EN#ENTROAM¼RICA
))#!YHABÀACAUSADOLAP¼RDIDADELDELAPRODUCCIÅNDECAF¼LOQUESIGNIkCÅUNOS
MILLONESDESACOSDECAF¼DEKGCONUNVALORDE53$MILLONES%LIMPACTOFUEESPECIALMENTE
IMPORTANTE PARA LA AGRICULTURA FAMILIAR DE #ENTROAM¼RICA YA QUE EN ESTA CERCA DEL DE LOS
CAFETALEROSSONPEQUEÄOSPRODUCTORES))#!
#OMO RESPUESTA A LA EMERGENCIA LOS GOBIERNOS CENTROAMERICANOS CON EL APOYO DE DIVERSAS
INSTITUCIONES DE COOPERACIÅN REGIONAL ENTRE ELLAS EL ))#! ACTUARON CON RAPIDEZ PARA COMBATIR LAS
CAUSASEIMPACTOSDELAROYAENESPECIALMEDIANTEPROGRAMASDIRIGIDOSACOMBATIRELBROTEAFOMENTAR
ELMANEJOINTEGRADODELCULTIVOAGENERARINVESTIGACIÅNkTOGEN¼TICAPARAELDESARROLLODEVARIEDADES
CONMEJORRESISTENCIAALAROYAYCONBUENACALIDADORGANOL¼PTICAARENOVARLASPLANTACIONESANTIGUAS
EIMPRODUCTIVASYAPROTEGERALASPLANTACIONESVULNERABLESENTREOTROSOBJETIVOS))#!
,ACELERIDADCONQUESELLEVARONACABOMUCHASDEESTASACCIONESPERMITIR¶QUEENLACOSECHA
LAPRODUCCIÅNDECAF¼DE#ENTROAM¼RICAPRESENTEUNALIGERARECUPERACIÅNEXCEPTOEN%L3ALVADOR
ENDONDEELCONTROLDELBROTEHASIDOMENOR3INEMBARGOALGUNOSPAÀSESDELAREGIÅNTODAVÀANOHAN
LOGRADOSOBREPONERSETOTALMENTEALIMPACTODELAROYA,ASCONDICIONESDESEQUÀAHANDIkCULTADOLA
IMPLEMENTACIÅNDELASMEDIDASDERECUPERACIÅNALAVEZQUEALGUNOSPRODUCTORESHANCARECIDODE
ASISTENCIAT¼CNICAOPORTUNACR¼DITOEINSUMOSENTREOTROS!VELINO
Una agricultura con mayor
incorporación de tecnología e innovación
Aun cuando continúan existiendo grandes
brechas tecnológicas y diferentes grados de
tecnificación entre los países de las Américas y a
lo interno de ellos (el tema de la productividad
agrícola se analiza en el capítulo Contexto
Sectorial Agrícola), en la agricultura del
continente se ha incrementado la incorporación
de tecnología e innovación, aunque sin
duda ello ha sido menor en la agricultura
familiar. La agricultura de mayor desarrollo
(destinada principalmente a la exportación)
ha experimentado una renovación tecnológica
70
que incluye el uso de semillas genéticamente
modificadas (recuadro 7), la labranza cero, la
incorporación de tecnologías de información
y comunicaciones, la automatización, los
ambientes protegidos, el aprovechamiento
de residuos agrícolas, los principios de la
agroecología y manejo integrado de cultivos,
los fertilizantes de liberación controlada, etc.
Aunque el aumento de la productividad de los
cultivos de ALC se ha debido principalmente a la
adopción de esas innovaciones en la agricultura
comercial, hay que reconocer que la agricultura
tradicional y familiar, que cuenta con menor
acceso a recursos productivos, también ha
incorporado paulatinamente nuevas tecnologías
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
en sus procesos, las cuales han permitido
mejorar las prácticas de manejo de la finca y
de los cultivos, reducir las pérdidas poscosecha,
disminuir o minimizar el impacto ambiental
de los procesos agrícolas (tecnologías limpias)
y fomentar el uso de insumos biológicos como
complementos o sustitutos de los agroquímicos,
entre otros beneficios.
Un estudio realizado en 2013 por el Instituto
Interamericano de Cooperación para la
Agricultura (IICA), el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) y el Fondo Regional
de Tecnología Agropecuaria (FONTAGRO)
mostró que en la agricultura familiar de ALC
se han generado prácticas innovadoras, tales
como circuitos cortos de comercialización;
nuevas variedades de cultivos con mayor
resistencia a plagas, enfermedades y factores
abióticos adversos (como sequía y salinidad);
redes público-privadas para el fomento de la
competitividad y el uso de bioinsumos para
la producción.
Aunque en la agricultura familiar la innovación
continúa siendo la excepción y no la regla, los
resultados alcanzados mediante el uso de las
prácticas innovadoras mencionadas muestran
que la innovación desempeña un papel esencial
para cerrar las brechas de productividad actual
y potencial, tanto entre diferentes países
productores de un mismo cultivo como entre
los productores de un mismo país que se
encuentran en la frontera de la producción y
los que producen menos eficientemente.
Se incrementa la producción de cultivos
para nichos de mercado en crecimiento
Como resultado del aumento en el ingreso
de la clase media de los países en desarrollo
y de la mayor preocupación sobre los
temas de salud, en los últimos años se ha
incrementado aceleradamente el crecimiento
de los mercados de “productos sanos” y de
algunas frutas, vegetales y hortalizas de alto
Recuadro 7. %LAVANCEDELOSCULTIVOSBIOTECNOLÅGICOSENLAS!M¼RICAS
$ESPU¼SDEAÄOSDEEXISTENCIALOSCULTIVOSMODIkCADOSCONT¼CNICASDEBIOLOGÀAMOLECULARSON
LOSQUEM¶SSEHANADOPTADOENLAPRODUCCIÅNAGRÀCOLA,AS!M¼RICASHANDESEMPEÄADOUNPAPEL
PROTAGÅNICOENESEACELERADOPROCESODEADOPCIÅNYAQUEACTUALMENTEENLAREGIÅNSECONCENTRAM¶S
DELDEL¶REATOTALCULTIVADACONTECNOLOGÀASDEESETIPOENESPECIAL%%55"RASILY!RGENTINA
QUEENCONJUNTOREPRESENTANM¶SDEDOSTERCERASPARTESDEL¶REAMUNDIAL/TROSPAÀSESQUESIEMBRAN
CULTIVOSGEN¼TICAMENTEMODIkCADOS'-SON#ANAD¶0ARAGUAY5RUGUAY"OLIVIA-¼XICO#OLOMBIA
(ONDURAS #HILE Y #OSTA 2ICA ESTOS ÊLTIMOS DOS LO HACEN EXCLUSIVAMENTE PARA LA PRODUCCIÅN DE
SEMILLAS%LCRECIMIENTODELAPRODUCCIÅNDEMAÀZSOJAALGODÅNYCANOLAENLAS!M¼RICASSEHADEBIDO
ENPARTEAQUELOSCULTIVOSBIOTECNOLÅGICOSSONM¶STOLERANTESALOSHERBICIDASYM¶SRESISTENTESALAS
PLAGASYENFERMEDADES
,OSPAÀSESENDESARROLLOHANTENIDOUNPAPELFUNDAMENTALENLAEXPANSIÅNDELOSCULTIVOS'-NOSOLO
PORQUEENELLOSHAAUMENTADOEL¶READESIEMBRASINOTAMBI¼NPORQUEENELLOSHAHABIDOUNALTO
GRADODEADOPCIÅNDEESOSCULTIVOSPOREJEMPLODEALGODÅNYSOJAYPORQUEM¶SDEMILLONESDE
PEQUEÄOSYMEDIANOSPRODUCTORESALREDEDORDELMUNDOSEHANINCORPORADOASUSIEMBRA%NEL
DEL¶REANUEVAINCORPORADAALASIEMBRADECULTIVOS'-SEENCONTRABAENPAÀSESENDESARROLLO
DELOSCUALESLOSDE!,#TENÀANLAMAYORPARTICIPACIÅN"RASILPOREJEMPLOOCUPÅELSEGUNDOLUGAREN
LACANTIDADDEHECT¶REASINCORPORADASADICHASIEMBRAENYDURANTELOSÊLTIMOSAÄOSHATENIDO
LATASAANUALDECRECIMIENTOM¶SALTA
Fuente: IICA (CAESPA), con base en información de ISAAA 2014 y COP-MOP 2014.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
71
valor nutritivo o de mayor posicionamiento
gourmet. En las Américas, se ha incrementado
significativamente la producción y la
exportación de productos orgánicos, los
cultivos de beneficio para la salud (hierbas,
quinua, chía, etc.) y las legumbres no
tradicionales
(calabazas,
alcachofas,
espárragos, etc.) en respuesta a estas “nuevas”
demandas. Algunos países (Perú, Bolivia y
Chile, entre otros) han sabido aprovechar
estas ventanas comerciales para potenciar
la producción y la exportación de estos
productos no tradicionales. Por ejemplo,
las exportaciones mundiales de quinua se
duplicaron durante el periodo 2012-2013,
con Bolivia y Perú acaparando más del
80% de ese aumento (ITC 2015). La chía
(partida arancelaria 120799) ha mostrado un
comportamiento similar en ALC, por lo que
Bolivia, entre otros países, ha aprovechado
el acelerado incremento de su demanda
mundial y durante el quinquenio 2008-2013
aumentó anualmente sus exportaciones en
65% (ITC 2015).
Además de aprovechar el incremento de la
demanda de los productos no tradicionales,
los países con más historia y dinamismo en
las exportaciones de café y cacao (Costa Rica,
Colombia, Ecuador y Perú, entre otros) siguen
apostando a la diferenciación como estrategia
de posicionamiento en los nichos de mercados
de mayor crecimiento, para lo cual recurren
a la diferenciación por origen, por el tipo de
tecnologías aplicadas, por los actores que
participan en el proceso de producción y por el
impacto del sistema productivo en el ambiente,
entre otros. Debido a que para sacar provecho
de estas estrategias se requiere tiempo y
reconocimiento internacional, resultan más
difíciles de implementar para aquellos países
de reciente incursión en los mercados de café y
cacao, lo que les otorga una ventaja importante
72
a los países de ALC sobre aquellos de Asia y
África cuya participación de mercado se ha
incrementado en los últimos años.
Como resultado de la aplicación de una estrategia
de diferenciación, algunos de estos productos
han logrado un mayor reconocimiento de
mercado, que se refleja tanto en la lealtad de los
consumidores como en el pago de un precio más
alto. En café, por ejemplo, aunque los países
asiáticos y africanos (con la excepción de Kenia)
fueron los que lideraron el crecimiento en las
exportaciones en los últimos cinco años, fueron
los países centroamericanos y Colombia los que
mostraron mayores precios de venta unitarios
del café. Según datos de TradeMap (ITC 2015),
el incremento de las exportaciones de café de
China, país que más creció en exportaciones y
producción de café en el periodo 2008-2013),
se ha basado en una estrategia de volumen,
donde cada tonelada exportada de café durante
el periodo 2012-2013 obtuvo un precio unitario
de USD 3140, un valor muy cercano al precio
promedio mundial. El mismo comportamiento
de crecimiento de exportaciones a partir
principalmente de incremento en volúmenes
fue seguido por Brasil y Vietnam (países que
lideran el mercado mundial de café), que
vendieron cada tonelada de café en USD 3250
y USD 2140, respectivamente. Costa Rica y
Colombia, por el contrario, han apostado por
estrategias de posicionamiento y diferenciación
que les han permitido exportar cada tonelada
de café a un precio unitario promedio en el
periodo 2012-2013 de USD 4260/t y USD
4150/t, respectivamente. De hecho, según
la Asociación de Café de Estados Unidos, el
mayor mercado mundial del grano, el 85% de
la población de ese país reconoce a Colombia
como productor de café, liderando la percepción
de calidad ligada al origen, seguido por Costa
Rica, con un reconocimiento del 59% (Agencia
EFE 2015b).
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
PERSPECTIVAS
ALC tendrá un papel primordial en el
suministro alimentario
Diversos estudios han afirmado que ALC será,
junto con Sudáfrica, la región con mayor
potencial para incrementar su producción
agrícola, incluso con la duplicación de sus niveles
actuales de producción (Banco Mundial 2011).
La mayor disponibilidad de recursos naturales,
sobre todo agua, les permitirá a los países de
ALC incorporar nuevas tierras a la producción
de cultivos. De hecho, ALC posee cerca del 36%
de la superficie actualmente no cultivable que
podría constituirse en tierra arable.
población). Como se muestra en la figura 15A,
los países de América del Sur son los que tienen
la mayor posibilidad de incorporar nuevas áreas
a la producción de cultivos (como porcentaje
del área utilizada actualmente), y entre ellos
sobresale Uruguay, Bolivia, Venezuela, Paraguay,
Argentina y Brasil. Por el contrario, un alto
porcentaje de los países centroamericanos y
caribeños ya están utilizando la mayoría de la
tierra apta para la agricultura.
Figura 15A. !,#BRECHADERENDIMIENTOS
VERSUSDISPONIBILIDADDETIERRAS
Figura 15B. !,#BRECHADERENDIMIENTOS
YDISPONIBILIDADDETIERRACULTIVABLE
Brecha en rendimientos
Además, ALC tiene la ventaja adicional de contar
con tierras con infraestructura disponible y cierto
grado de cercanía a los mercados (tierra ubicada
a menos de seis horas de distancia de centros de
Sin embargo, debido a que durante la última
década los rendimientos han presentado
una reducción en sus tasas de crecimiento
(principalmente para los cereales que más
aportan a la alimentación), la incorporación de
nueva tierra arable a la producción de cultivos
no será suficiente. De nuevo, los países en
desarrollo, sobre todo los de África y ALC, serán
los que tendrán más potencial para contribuir al
aumento en la producción de cultivos mediante
un incremento en los rendimientos.
Fuente: Banco Mundial 2011.
Fuente: Banco Mundial 2011.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
73
Al categorizar los países de acuerdo con las
brechas de rendimiento en los cultivos y la
posibilidad de incorporar nuevas áreas a la
producción agrícola (figura 15B), es previsible
que, en términos porcentuales, países como
Bolivia, Paraguay, Nicaragua, Honduras,
Venezuela, Ecuador, Guatemala, Panamá
y Uruguay (cuadrante superior derecho en
la figura 15B) sean los que tengan mayor
posibilidad de incrementar la producción
de cultivos a partir de la incorporación de
nuevas tierras y de la adopción de tecnologías
e innovaciones que favorezcan el aumento de
los rendimientos de la producción.
La búsqueda de mayor competitividad
en los mercados exigirá el cumplimiento
de mayores requisitos sanitarios y
normas privadas para el comercio
Desde hace ya muchos años el sector
privado ha establecido una serie de normas y
reglamentaciones, generalmente más estrictas
que las normas públicas, que exigen que los
productos comerciados cumplan una serie de
requisitos sobre inocuidad, calidad, cuidado
del medioambiente y observancia de principios
sociales y laborales. A diferencia de la mayoría
de normas públicas que se centran en el
producto final, las privadas también regulan,
entre otras cosas, los procesos y métodos de
producción (Sáenz 2009). Además de buscar
una mayor credibilidad ante sus consumidores,
el establecimiento de estas normas permite a
las empresas líderes diferenciar sus productos
en mercados basados cada vez más en la
calidad. Aunque sin duda las normas privadas
han tenido un impacto positivo en la inocuidad
y la calidad de los alimentos, también se han
constituido en importantes barreras de acceso
a los mercados para muchos agricultores de
ALC, particularmente de naturaleza mediana y
pequeña (Sáenz 2009).
Aunque las normas privadas existen desde
hace más de dos décadas (en 2010 existían más
74
de 400 sistemas privados de normas), se prevé
que durante los próximos años esas normas se
endurecerán y, en vez de proliferar sistemas
de normas específicas de empresas líderes en
los mercados, como se dio hace algunos años
con Filière Qualité de Carrefour, Field to Fork
de Marks & Spencer o Nature’s Choice de
Tesco, se incrementará la armonización de
los sistemas colectivos de normas nacionales
e internacionales. Tal es el caso de GlobalGAP
o de la Global Food Safety Initiative, que
cuentan con procedimientos para evaluar
el grado en que otros sistemas nacionales e
internacionales de normas son equivalentes en
el cumplimiento de criterios con respecto a los
productos finales y a los procesos realizados a
lo largo de toda la cadena.
Aunque se considera voluntario, el cumplimiento
de la normativa privada será cada vez más
obligatorio, dada la creciente participación de los
grandes distribuidores minoristas en las cadenas
de valor agroindustriales, tanto en el ámbito
internacional como en el nacional. A nivel
mundial, más de la mitad del comercio minorista
de alimentos se realiza mediante grandes
supermercados e hipermercados, lo que obliga
a todos los proveedores que deseen ingresar en
estos canales de comercialización a cumplir las
normas establecidas por las cadenas detallistas
(tanto vendedores locales como exportadores).
Adicionalmente, la obligatoriedad de cumplir
las normas privadas se incrementa, si se
considera que en los mercados domésticos de
ALC la participación de las cinco principales
minoristas es aún mayor que en los países
desarrollados, alcanzando cerca del 75%,
con el adicional de que la participación de las
multinacionales extranjeras, que cuentan con
normas privadas más exigentes, alcanzaba más
del 60% en países como Argentina, México,
Costa Rica, Colombia y Guatemala, entre otros
(Reador y Berdegué 2002). Esto evidencia que
el cumplimiento de las normas privadas es una
exigencia no solo para el productor agrícola
enfocado en la exportación, sino también
para la agricultura familiar que quiere colocar
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
sus productos en las cadenas agroindustriales
direccionadas hacia los mercados nacionales.
Se incrementarán los mercados
domésticos de ALC y los circuitos cortos
de comercialización
Aunque en las últimas dos décadas la producción
de cultivos destinada a la exportación creció
en mucho mayor medida que la producción
dirigida a los mercados locales, se espera que el
incremento en la población, el mejoramiento
de la educación y el aumento de los ingresos
de los pobladores de ALC incrementen no
solo su capacidad de compra, sino también sus
preferencias hacia una alimentación más sana
y equilibrada, basada en mayor medida en
cultivos frescos y locales y escogida tomando en
cuenta elementos como la cercanía, el origen
y los procesos de producción de los alimentos.
Sin duda, esto ofrecerá una gran oportunidad
para los productores agrícolas, sobre todo los
medianos y los de la agricultura familiar, que
tienen mayor dificultad para cumplir con los
altos estándares impuestos por los mercados
internacionales.
Son múltiples las razones por las cuales se prevé
que los circuitos cortos, tales como ferias libres,
mercados ecológicos, compra a productores
locales para comedores escolares y compras
institucionales a agricultores familiares, entre
otros, tienen un alto potencial de crecimiento
en los próximos años. En primer lugar,
la cercanía geográfica y la inexistencia de
intermediarios ofrece un mayor contacto entre
el consumidor y el productor, lo que satisface a
aquellos consumidores que buscan relaciones
de confianza, un mayor conocimiento de los
procesos a lo largo de la cadena y productos con
una menor huella ecológica. En segundo lugar,
al ser cultivos estacionales (de temporada)
producidos en territorios aledaños, estos canales
de comercialización aseguran la adquisición
de alimentos frescos y locales. En tercer lugar,
al tener una mayoritaria participación de
pequeños productores, los gobiernos fomentan
y apoyan la creación de circuitos cortos para
la comercialización de cultivos como un medio
para integrar a los agricultores familiares a los
mercados formales (para más detalle en este
tema ver CEPAL, FAO e IICA 2014.).
La mayor demanda por alimentos sanos
y saludables constituirá una oportunidad
para los cultivos de la región
Si bien es cierto uno de los mayores
impulsores de los circuitos cortos en ALC
será la creciente demanda por alimentos que
ofrecen teóricamente beneficios adicionales
a la alimentación (llamados comúnmente
“saludables”) y que tengan una menor huella
ecológica, la mayoría de la producción de
los cultivos certificados con estas categorías
(saludables y ecológicos) tendrá como destino
la exportación. El mayor incremento en la
demanda de los productos saludables se dará en
países fuera de ALC. Aunque son más exigentes,
e inclusive obligan al cumplimiento de normas
de certificación, los mercados estadounidenses,
europeos y asiáticos (principalmente Japón) de
estos productos son más maduros, presentan
mayor crecimiento y sobre todo están dispuestos
a reflejar en el precio la diferenciación de los
productos (ProChile 2014). Ante esto, muchos
países de la región, a través de la promoción
de la tecnificación y la innovación de los
procesos productivos, tendrán la posibilidad de
incursionar o consolidarse en estos mercados
extranjeros, sobre todo tomando en cuenta
que algunos ya cuentan con tecnologías
limpias de producción y con mecanismos
que favorecen el asociativismo para lograr
una mejor participación en las cadenas y el
reconocimiento en algunos de estos mercados.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
75
La caída de los precios de los cereales y
el aumento de los precios de los azúcares
y oleaginosas que se espera a corto plazo
tendrán un impacto diferenciado en los
mercados nacionales de la región
Se espera que en el corto plazo continúe
la tendencia experimentada en los últimos
seis años y que, como consecuencia de ello,
la formación de precios en los mercados
internacionales de cultivos esté marcada por
las siguientes tendencias:
Cereales: La producción mundial de cereales,
que continuará creciendo sostenidamente
y superando el ritmo de crecimiento de su
utilización, se destinará principalmente a cubrir
las mayores necesidades de “granos gruesos”
(“coarse grain”) para alimentación animal. Debido
a una mayor disponibilidad, se espera que en los
próximos años aumente la participación del maíz
en el comercio mundial de cereales.
La diferencia entre la producción y la
utilización de cereales, aunada al incremento
en los inventarios que están impulsando
algunos de los principales países productores y
consumidores mundiales, como China (todos
los cereales), Tailandia (arroz) y la India (arroz
y trigo), generará presiones a la baja en los
precios internacionales de los cereales en los
próximos meses y años (USDA 2015a).
Soja: La sólida demanda de aceites vegetales
y proteína animal por parte de China y otros
países asiáticos aumentará el comercio de
soja por encima del de granos y cereales, lo
que incrementará aún más la participación de
países como Argentina, Brasil, Rusia y Ucrania
en el comercio mundial de soja. Sin embargo,
la participación de Rusia y Ucrania dependerá
de la evolución y el desenlace del conflicto
político existente entre estas naciones.
A diferencia de lo que se espera en el mercado
mundial de cereales, las perspectivas de corto
plazo para el sector de las oleaginosas vaticinan
que los incrementos sostenidos en la demanda
generarán, en los próximos meses, estabilidad
e incluso ligeros aumentos ocasionales
en los precios de la soja y sus derivados,
principalmente la harina (OCDE y FAO 2014).
Algodón y azúcar: A corto y a mediano plazos,
estos dos productos experimentarán un fuerte
Figura 16. !M¼RICAS"ALANZACOMERCIALPERC¶PITAYAPORTECALÅRICO
DELOSCEREALES
Fuente: Banco Mundial 2011.
76
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
incremento en su demanda, principalmente
desde los países en desarrollo. En el caso del
algodón, la liberalización de las existencias de
China permitirá satisfacer el incremento en las
demandas, e incluso generará un ligero exceso
de la oferta, el que provocará presiones a la
baja en el precio internacional. Caso contrario
sucederá con el azúcar, que experimentará
un incremento en los precios esperados,
debido a que su utilización crecerá en mayor
medida que la oferta mundial, a pesar de que
las exportaciones de Brasil seguirán en franco
crecimiento (OCDE y FAO 2014).
Impacto diferenciado en la región: La variación
de los precios internacionales de los cultivos
agrícolas tendrá un impacto diferenciado en las
Américas. Mientras a nivel agregado una caída
en los precios de los cereales podría significar
un respiro para las balanzas comerciales de
los países importadores netos, a nivel nacional
podría impactar negativamente a los productores
locales de estos cultivos, en la medida en que los
precios internacionales puedan trasladarse a los
precios en los mercados locales.
Además de la posición comercial del país
(importador o exportador neto), el impacto de
las variaciones en los precios internacionales
estará determinado por la importancia de
cada cultivo en la alimentación nacional. Por
ejemplo, en el caso de una caída de los precios
de los cereales en los mercados internacionales,
los países más beneficiados serían aquellos
importadores netos de cereales (en este
caso, expresado en términos per cápita),
que contribuyen con la mayor cantidad de
kilocalorías en las dietas nacionales. En la figura
16 se puede observar que países como México,
Nicaragua, Honduras, Guyana y El Salvador,
entre otros (incluidos en el círculo rojo) serían
los más beneficiados de una disminución en los
precios de los cereales, ya que se reduciría el
costo de adquirir un producto que contribuye
con más del 50% de las calorías diarias
requeridas (suponiendo un requerimiento
calórico de 2200 kilocalorías diarias).
En el caso de un aumento en el precio
internacional de la soja, tal y como se espera
en el corto plazo, y el consecuente aumento en
los precios domésticos, los consumidores que
podrían verse más impactados negativamente
son los de algunos países del Caribe (Barbados,
Cuba, San Vicente, Trinidad y Tobado, etc.), así
como los de Panamá, Venezuela y Surinam.
Alertas ante la posible llegada de plagas,
enfermedades y otros riesgos vegetales
A mediano y largo plazos, se espera que en
la región se incremente la propagación de
plagas y enfermedades, como resultado no
solo de las variaciones en las precipitaciones
y las temperaturas ocasionadas por el cambio
climático, sino también del incremento de los
monocultivos, el abuso de los agroquímicos,
la utilización de semillas no certificadas y el
incumplimientos de las normas sanitarias
fijadas para el comercio internacional. En el
corto plazo, los cultivos más susceptibles a
la llegada de plagas y enfermedades serán el
banano, el café, los cítricos y la soja.
Banano:
Los
mayores
productores
latinoamericanos de banano se están
preparando para enfrentar la posible llegada del
TR4 del hongo Fusarium (“mal de Panamá”), el
cual ya ha atacado fuertemente plantaciones
de musáceas en Australia, en países asiáticos
y recientemente en Jordania y Mozambique.
La amenaza es mayor debido a que el clon
Cavendish (variedad que se comercia en el
ámbito mundial) es altamente susceptible
al patógeno, y el hongo tiene la capacidad
de generar estructuras de resistencia que le
permiten permanecer por largos periodos de
tiempo en el suelo, razón por la cual hoy en
día las prácticas tradicionales de control de
patógenos no son efectivas y las tecnologías
para su control todavía se encuentran en
evaluación (FAO 2014a). En caso de ingresar en
la región, los efectos podrían ser devastadores
para Ecuador, Colombia, Brasil, México y los
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
77
países centroamericanos, donde el banano no
solo tiene una alta participación en la economía
nacional (producción y exportación agrícola),
sino que también es fuente de alimento,
ingreso y empleo para una gran cantidad de
familias rurales. Conscientes de esta realidad,
organismos regionales, como la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional
Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA),
están apoyando a los países para la construcción
de planes de contingencia para evitar su entrada
y minimizar su impacto.
Cítricos: Países como EE. UU., México,
Argentina, Brasil y Chile están atentos al
avance de diferentes plagas y enfermedades
que podrían afectar seriamente la producción
de cítricos. En el caso de los EE. UU., aunque
es un tema recurrente desde hace varios
años, la producción de naranjas de Florida se
encuentra afectada por un insecto asiático que
porta una enfermedad bacteriana (llamada
“psílido asiático”), que no solo daña la fruta,
sino que también mata el árbol. Aunque
existen métodos para detectar el insecto, no ha
sido posible desarrollar una cura, de tal manera
que una vez infectadas las plantaciones no
existe otra opción que su eliminación total.
Dada la importancia del problema, la nueva
Ley agrícola de los EE. UU. incluyó asistencia
económica para todos los productores que se
vieran obligados a eliminar las plantaciones de
cítricos afectados por el insecto (BBC 2015).
Además del psílido asiático, la producción de
cítricos de las Américas podría verse amenazada
en el corto plazo por el huanglongbing (HLB)
Recuadro 8. %LFENÅMENO%L.IÄOYLOSCULTIVOS
3INLUGARADUDASELFENÅMENO%L.IÄOMODIkCAR¶LASCONDICIONESCLIM¶TICASIMPERANTESEN!,#DURANTE
EL-IENTRASENLASREGIONESSECASDELOSPAÀSESANDINOSELAUMENTOENELNIVELDELLUVIASPODRÀA
BENEkCIARLOSRENDIMIENTOSDECIERTOSCULTIVOSEN-¼XICOLAREGIÅNDELPACÀkCODE#ENTROAM¼RICAEL
#ARIBEANDINOY"RASILCONLAEXCEPCIÅNDELSURLADISMINUCIÅNDELASLLUVIASYLASEQUÀAIMPACTARÀAN
SIGNIkCATIVAMENTELAPRODUCCIÅNDEGRANOSB¶SICOSCAF¼YCACAOPRINCIPALMENTE0¼RDIDASSIMILARES
PERO EN DIFERENTES CULTIVOS PODRÀAN OCURRIR EN ALGUNAS REGIONES DE !RGENTINA Y #HILE DEBIDO A LAS
INUNDACIONES'2)$!RENDAL
o dragón amarillo, que según CropLife Latin
America (2014a) es la más grave enfermedad
de la citricultura a nivel mundial y provoca la
pérdida de jugo y el incremento del ácido en los
frutos. Además de diseminarse rápidamente y
de ser altamente destructiva, el HLB requiere
grandes inversiones para su control, por lo que se
considera que tendrá altos impactos económicos
en los próximos años. En México, por ejemplo,
el dragón amarillo ha sido detectado en la gran
mayoría de estados productores de cítricos.
Se estima que la enfermedad está presente en
el 21% de las plantaciones citrícolas de ese
país y que el grado de infestación amenaza
en forma significativa el futuro de al menos el
6% (CropLife Latin America 2014a). En Brasil,
78
durante el 2012 la enfermedad contaminó el
64% de las parcelas de todo el país y el número
de plantas infectadas se incrementó en 83%.
Los altos impactos económicos de la enfermedad
han convencido a los países a realizar grandes
inversiones para controlarla. En EE. UU. la
propia industria citrícola invierte más de USD
20 millones anuales en programas de control
(CropLife Latin America 2014a). Incluso en Costa
Rica, un país donde los cítricos tienen menor
participación relativa en la producción agrícola,
las instituciones del Estado, en conjunto con el
IICA, han desarrollado campañas de prevención,
capacitación e instalación de laboratorios para
prevenir su expansión.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Café: Aunque a inicios de 2015 se descubrió
broca en los cafetales del sureste de Brasil, al
parecer los daños serán leves y no pondrán
en riesgo la producción estimada para ese
país, que contribuye con cerca del 25% de las
exportaciones mundiales de café.
A nivel latinoamericano, los mayores riesgos
sanitarios en el café seguirán presentándose
en México y Centroamérica, donde la roya
ha atacado fuertemente en los últimos dos
años y en algunos países se encuentra latente
e incluso aumenta su presencia. Por ejemplo,
la Asociación Cafetalera de El Salvador
(ACAFESAL) ha indicado que la infestación
se ha incrementado con la época de lluvias y
ha alcanzado a 13 de los 14 departamentos del
país (Quintanilla 2015). Aunque en menores
proporciones, en Nicaragua y México también
se presentan problemas con la roya. Como
efecto final, esta enfermedad podría tener
un impacto significativo en los mercados
mundiales de café, dado que Centroamérica y
México producen más del 20% del café arábigo
del mundo.
Cereales y oleaginosas: Uno de los mayores
riesgos para estos cultivos en los próximos años
se deberá al acelerado incremento de malezas
que, además de tener un alto poder germinativo
y de dispersión, compiten por agua, luz y
nutrientes con los cultivos, con el agravante
adicional de que naturalmente se adaptan al
efecto de los herbicidas. La siembra directa, el
uso reiterado de herbicidas, la falta de rotación
de cultivos, la la carencia de monitoreo de lotes
y el uso de prácticas de limpieza ineficientes
han ocasionado que la cantidad de especies de
malezas resistentes a los herbicidas encontradas
en América se haya incrementado desde 1985
y haya llegado a cerca de 450 especies en 2015
(Heap 2014).
Se pronostica que, sin un cambio significativo
en las técnicas e insumos de producción, las
malezas resistentes a herbicidas generarán
no solo caídas en los rendimientos, sino
también fuertes incrementos en los costos
de producción, al aumentar la cantidad de
herbicidas y las prácticas para el control de la
plaga. Se estima que en Argentina hay de 6 a
7 millones de hectáreas en que está presente el
sorgo de Alepo (Sorghum halepense), que afecta
los cultivos de la soja, el girasol, el algodón y
principalmente el maíz, así como de 12 a 15
millones de hectáreas con presencia de rama
negra (Conyza bonariensis), la que afecta los
cultivos de soja y maíz. En Brasil, de acuerdo
con la Empresa Brasileña de Investigación
Agropecuaria (EMBRAPA), las malezas
existentes en el 90% del área sembrada con
soja son resistentes al glifosato (CropLife Latin
America 2014c) y generan pérdidas de hasta 20
kg por metro cuadrado.
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
Fortalecer los procesos de innovación que
permitan incrementar la productividad de
la agricultura de una manera inclusiva y
sustentable: Si bien es cierto algunos países de
América Latina cuentan con tierras disponibles
para incorporarlas a la producción de cultivos,
la realidad es que esta alternativa tendrá un
impacto limitado, ya que es altamente costosa
desde el punto de vista económico y ambiental.
En la mayoría de los casos, la inclusión de nuevas
tierras a la agricultura se verá imposibilitada
por limitaciones geográficas, problemas legales
de tenencia e incluso por las altas inversiones
monetarias requeridas para habilitar los
terrenos destinados a otros usos, así como para
reducir el costo del acceso de los productores
más lejanos a los mercados. Ante esto, el
incremento en la producción de alimentos
debe resultar del aumento de la productividad
de los cultivos, a partir principalmente de una
cultura de innovación que considere, entre
otras variables, lo siguiente:
•
El sector privado: Una de las principales
tareas en la región es el fomento de dinámicas
en que el sector privado tenga una mayor
participación en los sistemas nacionales de
innovación. Esto es de vital importancia, si se
considera que el sector privado es el mayor
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
79
proveedor de innovaciones y tecnologías para
el agro, ya que tiene la capacidad de traducir la
ciencia en soluciones prácticas para el ámbito
local. En esta misión es particularmente
importante estimular la inversión privada
en la investigación y el fortalecimiento de
los canales mediante los cuales los centros
de investigación y desarrollo tecnológico
interactúan con el sector privado. Solo
mediante la participación del sector privado
en los sistemas de innovación se podrá
modernizar y gestionar la agricultura de una
manera científica y eficiente, convirtiéndola
en un negocio.
•
•
La participación de los agricultores
familiares: Es indispensable que los
productores agrícolas sean participantes
activos de la cultura de la innovación
agrícola, mediante la cual se puedan
rescatar prácticas y conocimientos locales.
Esto es de vital importancia, si se considera
la importancia de la participación de los
agricultores familiares en la producción
de cultivos de la región, sobre todo los
destinados a la alimentación local.
Investigadores más vinculados con los
productores: La mayor vinculación y el
trabajo conjunto entre los destinatarios
finales y los investigadores permitirán que
los procesos de investigación respondan en
mayor medida a las demandas reales del
sector, a la vez que sus resultados tengan un
mucho mayor grado de adopción. Además
de responder a las necesidades reales del
sector, es necesario que estas soluciones
sean asequibles económicamente.
mercados, hace necesario desarrollar estrategias
integrales que les permitan a los productores de
ALC no solo incrementar la productividad, sino
también posicionar sus productos en mercados
con mayor disponibilidad de pago y fidelidad.
Para lograr este objetivo se recomienda, entre
otros factores:
•
Crear o fortalecer los instrumentos
existentes, de modo que promuevan
la agregación de valor en los productos
agrícolas,
incluyendo
programas
dirigidos al desarrollo de competencias y
habilidades productivas y empresariales, al
financiamiento y facilitación del comercio y
al desarrollo de procesos asociativos.
•
Continuar apoyando los procesos de
diferenciación vinculada con factores
ambientales, territoriales y culturales
para posicionarse en nichos de mercado
(innovación tecnológica).
•
Desarrollar productos que respondan a las
principales tendencias observadas en los
mercados nacionales y de exportación, tales
como productos saludables, nuevas fuentes
de proteínas y alimentos congelados, listos
para consumir o que faciliten su cocción,
entre otros.
Fortalecer la vinculación de la agricultura
familiar con los mercados, principalmente los
domésticos: Para que los pequeños productores
agrícolas aprovechen el acelerado crecimiento
de los mercados domésticos de ALC, es
necesario, entre otros aspectos:
•
Fortalecer el posicionamiento de ALC en los
mercados internacionales, de manera que
logre competir con Asia y África y resistir su
competencia: El acelerado crecimiento de los
países asiáticos y africanos en la producción y
exportación de productos tropicales, debido al
cual ha disminuido la participación de ALC en los
80
Fortalecer los programas públicos y
privados dirigidos a brindar apoyo a los
agricultores familiares para que cumplan
con las normas y requisitos, referentes
principalmente a calidad e inocuidad, que
exigen las regulaciones de los gobiernos y
las normas de los principales distribuidores
en los mercados de alimentos.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
•
Promover una cultura de negocio en
los agricultores familiares mediante la
provisión de apoyo al asociativismo
(utilizando principalmente marcos legales
favorables e incentivos) y la creación de
capacidades empresariales.
•
Facilitar el acceso de los agricultores familiares
a activos productivos y conocimientos que
les permitan mejorar su participación en los
mercados. Es especialmente importante que
cuenten con más acceso al financiamiento
diferenciado, a la infraestructura productiva
y de comercialización y a la información de
mercado.
Fortalecer los sistemas de gestión de riesgos de
los productores de cultivos de las Américas: Se
recomienda que los países de la región sigan
trabajando en el desarrollo y el fortalecimiento
de sus sistemas integrales de gestión de riesgos
de cultivos, incorporando dichos objetivos en
sus políticas públicas como una visión de largo
plazo. Es indispensable que los programas de
gestión de riesgos incorporen instrumentos no
solo para la mitigación y la transferencia de las
pérdidas ante la ocurrencia de eventos, sino
también para la adaptabilidad de los sistemas
que permita reducir los impactos (innovación
tecnológica). Dadas las perspectivas para la
región, es particularmente importante trabajar
en la gestión de los riegos climáticos y sanitarios
de los cultivos.
Continuar trabajando para evitar el ingreso
y la propagación de plagas y enfermedades de
los cultivos en la región: El peligro latente de la
llegada y la difusión de plagas y enfermedades
obliga a seguir fortaleciendo las normas y los
mecanismos internacionales para la regulación
del transporte y el comercio, así como a
continuar invirtiendo en el fortalecimiento de la
infraestructura y las capacidades de los sistemas
nacionales de sanidad vegetal, incluyendo
los sistemas de inspección y rastreabilidad, de
manera que ello permita brindar apoyo efectivo
a los programas de prevención y, de esta manera,
favorecer a los productores. Dada la importancia
del café, el banano y los cítricos para muchos
de los países de la región, durante los próximos
tres años es indispensable que los productores
de estos cultivos, con ayuda del Estado,
intensifiquen los programas de manejo integral
de cultivos en las plantaciones, asegurándose de
realizar las inversiones necesarias y de aplicar
las medidas preventivas requeridas. En el caso
del café en Centroamérica, se recomienda
seguir trabajando en una política común
centroamericana que permita combatir la
plaga y recuperar la capacidad productiva de la
actividad, sumando a esa iniciativa los esfuerzos
que están realizando los institutos nacionales
y las agencias regionales, como el Programa
Cooperativo Regional para el Desarrollo
Tecnológico y Modernización de la Caficultura
(PROMECAFE), e internacionales (como la FAO
y el IICA) en temas de manejo de la enfermedad
e investigación (Elverdin et at. 2014).
Fomentar el manejo integral de los recursos
naturales y promover acciones para prevenir
el impacto de la sequía en los cultivos: Dado
el aumento de la variación climática en la
región y la posible entrada de un nuevo ciclo
del fenómeno El Niño y las consecuentes
condiciones de sequía, es necesario:
•
Manejar integralmente los recursos
naturales y potenciar el papel de la
agrobiodiversidad en la producción de los
cultivos, de manera que permita reducir el
impacto de la variabilidad climática.
•
Trabajar
conjuntamente
en
la
implementación de una agenda hemisférica
para impulsar, desde la agricultura, el
manejo sostenible de los recursos hídricos,
en seguimiento a lo acordado por la Junta
Interamericana de Agricultura (JIA) en
su Decimoséptima Reunión Ordinaria,
celebrada en Argentina en 2013.
•
Mejorar la gestión de la información
climatológica, de manera que esta sea
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
81
utilizada por los productores agrícolas
para la toma de sus decisiones productivas
y comerciales.
•
•
implementar
y
gestionar
Diseñar,
sistemas de gestión de riesgos climáticos
que incluyan no solo instrumentos de
adaptación que reduzcan los riesgos
climatológicos y, de esa manera, las
pérdidas en caso de siniestros, sino
también opciones de seguros contra
riesgos climáticos que sean asequibles
para los productores.
Fomentar la incorporación de medidas
de adaptación y mitigación al cambio
climático en los sistemas de extensión
agrícolas, previendo los posibles impactos
de este fenómeno en los cultivos de cada
región productora.
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http://1.usa.gov/1v5iHjh.
ANEXOS
Figura A1. #RECIMIENTODELAPRODUCCIÅNYELCOMERCIODECULTIVOSTROPICALESDURANTEEL
PERIODOENALGUNOSPAÀSESDE!,#YœFRICA
Fuente: IICA (CAESPA), a partir de datos de FAOSTAT y Comtrade.
86
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Figura A2. 6ALORDELA6#%YTASADEVARIACIÅNTOTALENELPERIODO
Fuente: IICA (CAESPA) a partir de datos de COMTRADE.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
87
Capítulo 2.3:
Ganadería
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
89
Ganadería
En América Latina y el Caribe (ALC), la producción ganadera continúa creciendo a un ritmo
impresionante. En la última década, la producción de carne y leche ha aumentado rápidamente, con la
producción de aves de corral a la cabeza. Brasil sigue dominando la industria ganadera en ALC, pero otros
países de la región desafían cada vez más ese liderazgo. La intensificación sostenible es un enfoque cuya
aplicación aumenta y los esfuerzos de erradicación de enfermedades han reportado algún éxito. Se requieren
inversiones para mejorar la investigación y el desarrollo (I&D), la contribución de la ganadería a la
seguridad alimentaria y al desarrollo rural sostenible, los sistemas de agricultura familiar y el acceso de los
pequeños productores a la tecnología, a los servicios rurales y a los mercados. Además, deben continuarse los
esfuerzos dirigidos al desarrollo ganadero sostenible y a la adaptación al cambio climático.
HECHOS
•
Actualmente la región latinoamericana da cuenta de más del 25 % de la producción de carne
de ganado vacuno del mundo y de más del 20 % de la producción avícola mundial.
•
La producción de carne en el hemisferio occidental se está desplazando hacia América del
Sur, en particular a Brasil, dado que en los Estados Unidos (EE. UU.) los rebaños de ganado
siguen disminuyendo y ese país continúa luchando para recuperarse de varios años de
devastadora sequía.
r
%LCRECIMIENTODELINVENTARIODEGANADOYLAEkCIENCIADELAPRODUCCIÅNCONTINÊANEMPUJANDO
la producción de carne y leche en ALC.
•
Los tres principales países productores representan del 50% al 70% de los inventarios de ALC
de las principales especies de ganado y los cinco principales del 70% al 80%.
•
En la última década, las exportaciones de carne vacuna de ALC se han más que duplicado,
mientras que las exportaciones de carne de cerdo y de aves de corral de Brasil y Chile se han
más que cuadruplicado.
r
%LRECIENTEDESCENSODELOSPRECIOSDELPETRÅLEOYLOSCEREALESFORRAJEROSEST¶FACILITANDOUN
cambio en la industria ganadera de ALC a formas más intensivas de producción.
•
Las tecnologías e innovaciones avanzadas para la producción ganadera no están siendo
plenamente utilizadas a falta de inversiones para apoyar los servicios de extensión, la
agricultura familiar, la innovación rural y el desarrollo territorial rural sostenible en la mayoría
de los países de ALC.
•
Alrededor del 85% de la población bovina de América del Sur es ahora reconocida como
LIBREDEkEBREAFTOSA
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
91
TENDENCIAS
La producción en ALC sigue
generando ganancias
La producción de carne y leche ha tenido un
rápido aumento desde el año 2000 en los países
de ALC (cuadro 3). La producción de carne en el
hemisferio occidental se está desplazando hacia
América del Sur, y en particular a Brasil, dado
que en los EE. UU. los rebaños de ganado siguen
disminuyendo y el país continúa luchando
por recuperarse de varios años de sequías
devastadoras. Aunque todavía se encuentra por
debajo de la de los EE. UU., la producción de
carne de cerdo de ALC ha crecido a casi el doble
de las tasas anuales de los EE. UU. y del mundo
desde el año 2000 (47%, en comparación
con el 24% y el 28%, respectivamente). La
producción de carne de ovino de ALC sigue
mostrando una leve tendencia al alza. Los
grandes éxitos para la industria ganadera de
ALC son las aves de corral y la producción de
leche. La producción avícola se ha más que
duplicado desde el año 2000, alcanzando 24,1
millones de toneladas en 2013, 22% más que
la producción estadounidense y casi una cuarta
parte de la producción mundial (cuadro 3). La
producción de leche de ALC ha crecido 35%
desde el año 2000, a un ritmo muy superior a
la de los EE. UU. (20%) y a la media mundial
(32%), alcanzando 83,4 millones de toneladas
en 2013. Como consecuencia, la producción de
leche de ALC es prácticamente igual a la de los
EE. UU.
Cuadro 3. Producción de carne y leche en ALC, los EE.UU., y el Mundo en 2013,
variación porcentual 2000 a 2013, y las acciones de la producción mundial
Producción 2013
ALC
EE.UU
Cambio Porcentual (2000-13)
Mundo
ALC
Millones de Toneladas
Vacuno
EE.UU
Mundo
Porcentajes
Cuota de Producción
Mundial
LAC
EE.UU
Porcentajes
17,2
11,2
67,2
23,7
-9,4
13,7
25,5
16,7
Cerdo
7,2
10,3
115,4
46,9
24,0
28,0
6,2
8,9
Ovino
0,4
0,1
14,1
1,4
-39,28
24,8
2,8
0,7
Aves
24,1
19,7
107,4
94,3
20,8
57,2
22,4
18,3
Leche
83,4
91,3
763,4
34,7
19,6
32,4
10,8
11,9
Fuente: OECD-FAO (2014).
El crecimiento de los inventarios ganaderos
y la eficiencia de la producción continúan
empujando la producción de carne y leche en
ALC. La expansión del 52% de los rebaños
ha sido el principal impulsor del rápido
crecimiento de la producción avícola en ALC
desde el año 2000. El mismo es el caso de la
carne de vacuno. Sin embargo, el crecimiento
de la producción de la carne de cerdo y de
la leche ha sido el resultado de un aumento
más equilibrado en términos de inventario y
eficiencia de la producción. Brasil y Argentina
son los principales países productores de leche
de ALC. Chile y Uruguay están emergiendo
92
como importantes productores de leche y
algunos países centroamericanos, como Costa
Rica, han logrado éxitos notables en sus
industrias lecheras.
En contraste, una prolongada sequía en
América Central ha reducido severamente los
rebaños de ganado y los cultivos de granos
en El Salvador, Guatemala, Honduras, y en
menor medida en las zonas de Nicaragua,
Costa Rica y Panamá, poniendo a millones de
personas en situación de riesgo, en particular
las poblaciones más vulnerables, incluyendo a
las familias de los agricultores de subsistencia,
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
obreros y campesinos sin tierra, de bajos
ingresos y acceso limitado a la tierra, servicios
básicos de salud y educación.
Pocos países controlan los inventarios
ganaderos de ALC
Los inventarios ganaderos se concentran en
relativamente pocos países de ALC. Los tres
principales países productores representan
del 50% al 70% de los inventarios de ALC de
las principales especies de ganado y los cinco
principales países del 70% al 80%. El ganado
lechero y los inventarios de aves de corral son
los menos concentrados, con los tres principales
países representando el 54% y el 60%,
respectivamente. Brasil es el principal productor
de ALC de todas las especies de ganado, con
el 53% de la carne vacuna de cabaña, el 52%
del inventario de ganado lechero, el 45% del
inventario de cerdos, el 39% del inventario de
aves de corral y el 21% del inventario de ovinos.
El dominio por parte de Brasil de la industria
ganadera de ALC es fomentado por el apoyo
financiero del gobierno para la reconstrucción
del hato ganadero, mejoras genéticas, las
actualizaciones en pastos y el sostenimiento
de los precios (Silva 2012). Argentina es el
segundo mayor productor de ganado de carne
(12% del inventario de ALC). México es el
segundo mayor productor de cerdos de ALC
(18%) y aves (16%), el tercer mayor productor
de ganado lechero de ALC (5,5%) por detrás de
Colombia (12%) y el tercer mayor productor
de ganado de carne vacuna (8%). Argentina es
el segundo mayor productor de ovejas de ALC
(18%). Perú, Bolivia, México y Uruguay (en ese
orden) representan en conjunto casi la mitad de
todos los inventarios de ovejas de ALC.
La creciente demanda de productos de
granja y la contribución a la dieta de ALC
Se prevé que para el año 2050 se producirán
aumentos dramáticos en la demanda mundial
de alimentos de la agricultura animal (carne,
pescado, huevos y productos lácteos), debido
a una creciente demanda de proteína animal,
dado que la población mundial aumentará
a entre 9000 y 10 000 millones de personas
(Goldstein et al. 2015). Gran parte del
crecimiento de la demanda de proteína
animal se espera que ocurra en los países en
desarrollo, a medida que sube la urbanización
y se experimentan aumentos en los ingresos
disponibles. La Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) estima que en 2050 habrá un aumento
del 73% en el consumo de carne y huevo y del
58% en el consumo de productos lácteos sobre
los niveles de 2011 (McLeod 2011). Mientras
que los modelos indican que Norteamérica y
Europa experimentarán poco crecimiento en
el consumo de proteínas animales per cápita,
el consumo per cápita se duplicará en Asia y
África y se elevará significativamente en ALC
(Rosegrant et al. 2009).
El consumo per cápita de aves de corral, cerdo y
productos lácteos ya ha crecido sustancialmente
en la mayoría de los países de América Latina
desde el año 2000 (cuadro 4). El consumo de carne
vacuna per cápita, sin embargo, ha disminuido
en toda la región, continuando una tendencia
en el cambio de las dietas de ALC, que se alejan
de la carne de res y se acercan a otras fuentes de
proteínas. El consumo per cápita de productos
lácteos de Uruguay en 2013 fue de 346,0 kg,
una asombrosa cifra que representa más de 4,5
veces el de los EE. UU. En Brasil, el consumo per
cápita de productos lácteos en 2013 (76,1 kg) era
un poco menor al de los EE. UU. (76,5 kg), pero
se espera que supere al de los EE. UU. en 2017,
según las proyecciones de la OCDE-FAO (OECD
y FAO 2014). Otros principales consumidores
de productos lácteos frescos, en términos de
consumo per cápita, en la región son Chile, cuyo
consumo se redujo en 8,3%, a 70,7 kg entre 2000
y 2013, y México, cuyo consumo subió casi 30%,
a 44,3 kg, en el mismo periodo. En conjunto, el
resto de los países de ALC consumió un promedio
de casi 74 kg de leche por persona en 2013, un
crecimiento del 88% a partir del 2000.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
93
Cuadro 4. El consumo per cápita de carne y productos lácteos, 2013 y variación
porcentual 2000-13, seleccionados por países de ALC
Vacuno
kg/hd
Cerdo
Cambio %
kg/hd
Aves
Cambio %
Cambio % kg/hd Cambio % kg/hd Cambio %
Uruguay
41,9
-23,4
12,8
64,7
23,5
54,4
4,5
-50,5
346,0
43,7
Argentina
41,7
-7,7
6,4
4,9
35,4
54,5
1,1
-21,4
45,1
2,6
Brasil
25,3
2,7
11,7
8,6
40,6
56,7
0,4
0,0
76,1
16,3
Chile
15,4
0,1
22,4
79,8
34,1
44,4
0,6
-14,2
70,7
-8,3
México
9,2
-9,4
11,9
36,7
24,9
43,1
0,5
-28,6
44,3
28,2
Otros de ALC
8,8
12,2
6,0
49,5
19,4
50,9
0,4
-17,3
73,6
88,1
ALC
17,0
0,0
9,6
25,9
30,1
49,5
0,5
-16,6
78,4
26,2
EE.UU
25,4
-17,4
20,9
-9,8
44,3
3,6
0,3
-24,0
76,5
-14,2
Mundo
6,5
-3,0
12,6
9,9
13,2
35,8
1,7
3,7
72,1
41,0
a
Productos lácteos frescos según la definición de la OCDE-FAO (2014).
Fuente: OECD-FAO (2014).
Los productos pecuarios aportan mucho más a la
ingesta calórica diaria por persona en ALC (641
kcal/cápita/día), en comparación con el agregado
de los países en desarrollo (195 kcal/cápita/día) y
el mundo (507 kcal/cápita/día). Si bien todavía
se encuentra alrededor del 35% por debajo de los
EE. UU., las calorías diarias proporcionadas por
productos ganaderos se han incrementado en
13% en los países de ALC en la última década,
mientras que en EE. UU. han disminuido 4%.
De los productos de origen animal, la leche es
el mayor contribuyente a la ingesta diaria de
calorías de los consumidores de ALC (641 kcal/
cápita/día), que es alrededor de cuatro veces
el nivel de los países en desarrollo, pero solo
alrededor de dos tercios de la de los EE. UU.
El precio del petróleo cambia el
desempeño del sector ganadero en ALC
Antes de la mitad de la década del 2000, los
precios del petróleo tenían un impacto limitado
en la producción ganadera. Durante ese
periodo, había poca correlación entre los precios
del petróleo y los precios del sector ganadero
(Fabiosa 2009). Sin embargo, con el auge de
la producción de etanol y de la demanda de
94
kg/hd
Lácteosa
Ovino
maíz y otras materias primas del etanol en los
últimos años, los precios del grano y, por lo
tanto, los precios del ganado y de la carne se
han vuelto mucho más correlacionados con
los cambios en los precios del petróleo. Por
ejemplo, previo al auge del etanol, el precio del
petróleo crudo y del maíz tenían correlación
negativa (coeficiente de correlación de -0,117)
(Fabiosa 2009). Desde entonces, la correlación
del precio del maíz y el precio del petróleo se ha
incrementado dramáticamente a alrededor del
88%. Del mismo modo, la correlación del precio
del petróleo con otros alimentos para el ganado
también ha aumentado notablemente de 18,2%
a 90,9% para la harina de soja y de -25,2% a
83,4% para los granos secos de destilería con
solubles. Como resultado, el mercado de la
energía ha impactado al sector ganadero con
fuerza a través de los costos de la alimentación,
que representan una gran parte de los costos de
producción ganadera intensiva (Fabiosa 2009).
Entre diciembre de 1998 y junio de 2008, los
precios del crudo (West Texas Intermediate)
aumentaron dramáticamente de USD 16,25/
barril a USD 144,51/barril (macrotendencias
2015). Durante los próximos seis años, los
precios del crudo cayeron a USD 105,12/barril
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
en junio de 2014 y luego volvieron a caer a la
mitad, USD 55,56, en abril de 2015. Desde julio
de 2012, el precio del maíz (US no. 2 amarillo,
fob Golfo de México) también se redujo desde
USD 332,95/t a USD 174,23/t en marzo de
2015. Asimismo, el precio del etanol se ha
desplomado de USD 2.50/galón en 2012/13
a USD 1,53/galón en marzo de 2015. En la
última década, el aumento de los precios de
los combustibles y los alimentos han mejorado
los incentivos para la producción ganadera
extensiva en ALC, incrementando la presión
sobre la tasa de deforestación en la Amazonía y
otras áreas boscosas de ALC. Además, la presión
en alza sobre los precios de los combustibles y
del grano durante ese periodo aumentó el costo
relativo de la producción de proteínas a partir
de aves de corral, carne de cerdo y productos
lácteos y, por lo tanto, redujo la accesibilidad
de las proteínas a los consumidores de bajos
ingresos en la región.
En el último año, sin embargo, el descenso
del precio del petróleo y, por tanto, del precios
del maíz y otros cereales forrajeros podría
empezar a facilitar los esfuerzos para desplazar
la industria ganadera de ALC a formas más
intensivas de producción ganadera, si es que
los precios bajos persisten. Otro potencial
beneficio de la disminución del precio del
combustible podría ser un aumento en el
poder adquisitivo de los consumidores, como
resultado de la reducción del costo de la
energía. Cualquier aumento en el ingreso real
de los consumidores en la región haría que
las proteínas animales de granja sean más
accesibles a los consumidores de ingresos más
bajos, generando una demanda adicional para
la producción ganadera de ALC que ya presenta
una trayectoria en alza. La reducción del costo
del petróleo y los combustibles también podría
mejorar la disponibilidad de fondos públicos
reales para la inversión en infraestructura,
tecnología de producción y programas de
mediación de enfermedades animales en los
países importadores de petróleo. Lo contrario
sería el caso, por supuesto, para Venezuela,
Brasil, México y otros países productores y/o
exportadores de petróleo de la región.
Evolución de la tecnología para la
producción ganadera en ALC
La capacidad de la industria ganadera de
ALC para satisfacer la creciente demanda de
productos pecuarios en la región es, en parte,
resultado de la elaboración y la adopción de
tecnologías de producción para mejorar el
rendimiento, incluyendo principalmente las
técnicas de cría de ganado mayor (Leakey et
al. 2009). La industria de la carne de América
Latina ha evolucionado a fin de incorporar
tecnología moderna (Millen y Arrigoni 2013).
La selección genómica para ganado vacuno
de cría en América Latina ha hecho algunos
progresos (Montaldo et al. 2012). El sistema de
producción ovina del Uruguay es un ejemplo
de cómo la adopción e intensificación de la
tecnología resulta en un sistema de producción
ovina más rentable y amigable con el medio
ambiente (Montossi et al. 2013). Las empresas
de cría privadas son las responsables de gran
parte de la ganancia en la tasa de variación
genética, aunque la tasa alcanzada en el
ganado vacuno nacional y las poblaciones
de ovejas es sustancialmente más bajo que
lo que es teóricamente posible (Thorton
2010). En muchos países de América Latina,
las tecnologías de producción ganadera que
ya han sido probadas y las innovaciones que
mejoran la seguridad alimentaria, la economía
y la sostenibilidad ambiental en los países de
altos ingresos no están siendo utilizadas porque
no son fácilmente transferibles (Goldstein et al.
2015). La cría de rumiantes en la mayoría de
los países de ALC está muy dispersa. La mejora
de todo el sector ha sido un reto. En el futuro,
es probable que los programas de cría de
ganado de ALC se centren en otros atributos,
además de la producción y la productividad,
tales como la calidad del producto, el
aumento del bienestar animal, la resistencia
a enfermedades y la reducción del impacto
ambiental. Las herramientas de genética
molecular probablemente tengan un impacto
considerable en el futuro también (Thornton
2010) y esto puede estimular la investigación
para valorar razas nativas y criollas que se
adaptan bien a las condiciones de ALC.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
95
El cambio climático y la industria
ganadera en ALC
La agricultura, y en consecuencia la seguridad
alimentaria y los medios de subsistencia, ya
está siendo afectados por el cambio climático
(Porter et al. 2014, IPCC 2014). El cambio
climático y la industria ganadera de ALC
están entrelazados de tres formas generales.
En primer lugar, la ganadería de ALC es un
importante contribuyente de emisiones de
gases de efecto invernadero (GEI). En segundo
lugar, el cambio climático afecta la propagación
y la prevalencia de las enfermedades animales.
En tercer lugar, el cambio climático afecta
la disponibilidad y el costo de los alimentos
de origen animal. Aunque se mantienen los
desacuerdos en cuanto a la cuantificación de
GEI producidos por el ganado, un estudio
reciente reporta que el ganado representa
el 77% de las emisiones de GEI y que los
monogástricos contribuyen solo con el 10%,
del cual el 56% de las emisiones totales es
de metano derivado del estiércol (Herrero et
al. 2013). El estudio también concluyó que
América Latina y otras regiones en vías de
desarrollo del mundo contribuyen con el 75%
de las emisiones globales de GEI de rumiantes
y con el 56% de monogástricos con sistemas
agropecuarios mixtos que producen el 61%
de los GEI de los rumiantes, y los sistemas de
pastoreo de ganado 12%. El informe concluye
que ALC, junto con otras regiones del mundo,
tuvo las mayores emisiones totales, impulsadas
principalmente por el número de animales y
por los sistemas de producción predominantes.
El clima también podría afectar directamente
a la industria ganadera de ALC a través de
su influencia en las enfermedades animales,
vectores y patógenos, y el hábitat del ganado
(Pinto et al. 2008). En América del Sur se carece de
sistemas mejorados de vigilancia de defunciones
animales y de reporte de enfermedades, en
particular para las enfermedades transmitidas
por vectores, para avanzar en el conocimiento
de la distribución y el impacto de la enfermedad
96
y de mejorar la preparación para la respuesta
temprana. Los impactos del cambio climático
en la propagación de enfermedades de los
animales en América del Sur pueden ser
mitigados a través de mejor información, la
prevención y las medidas de intervención en
las poblaciones susceptibles de ganado y fauna
silvestre. Es críticamente necesario que expertos
multidisciplinarios hagan sus contribuciones,
incluyendo
meteorólogos,
epidemiólogos,
biólogos y ecologistas, y de las comunidades
locales. En la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)
de diciembre de 2014 negociaciones en Perú
establecieron las bases para un nuevo acuerdo
global propuesto sobre acciones conjuntas para
mitigar los efectos del cambio climático que se
espera que finalice en París a finales de 2015.
Aún está por verse si el acuerdo incorporará de
manera efectiva la sostenibilidad de las empresas
ganaderas en relación con el cambio climático.
Goldstein et al. (2015) sugieren que el cambio
climático tendrá al menos tres impactos
importantes en los suministros alimenticios
del ganado. En primer lugar, la productividad
agrícola se verá afectada negativamente. Piden
mayor inversión en investigación agrícola
para mantener los niveles de producción de
alimento para combatir el cambio climático.
En segundo lugar, el cambio climático pondrá
a prueba la tecnología actual relacionada con
la conservación de los recursos. Sugieren una
investigación adicional para desarrollar prácticas
más eficaces en gestión de conservación de
recursos. Por último, es probable que el cambio
climático ejerza presión a los suministros de
agua existentes. Se recomienda aumentar la
inversión en tecnología y sistemas de riego de
los cultivos. Al mismo tiempo, es necesario un
nuevo énfasis en el desarrollo de sistemas de
abastecimiento de agua. El Fondo para el Medio
Ambiente Mundial (FMAM) ha financiado un
creciente número de proyectos en ALC abocados
a la ganadería y el cambio climático, lo que
demuestra el creciente interés y la conciencia de
los gobiernos sobre este tema.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Los brotes de las enfermedades en la
ganadería aumentan junto con la
producción
El ritmo actual de expansión de la industria
ganadera en ALC no puede sostenerse
sin investigación sobre la incidencia y la
epidemiología de las enfermedades de los
animales, ni sin la implementación de
sistemas eficaces de capacitación y gestión de
la enfermedad. En las últimas dos décadas, el
principal desafío ha sido la falta de recursos
para combatir la propagación de enfermedades
infecciosas (Goldstein et al. 2015). La
infraestructura para combatir enfermedades
animales y zoonóticas también es deficiente
en algunos países de la región. Resultan
especialmente necesarios los especialistas
en enfermedades y los laboratorios de
diagnóstico para centrarse en la etiología
de las enfermedades. Es fundamental el
conocimiento sobre la presencia, la prevalencia,
los conductores y el impacto de las zoonosis. A
pesar del carácter endémico de la fiebre aftosa
(FA) en América del Sur durante más de un
siglo, Brasil ha logrado reducir la incidencia de
la enfermedad de forma notable. El Ministerio
de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento
(MAPA), los gobiernos estatales y las
empresas privadas de Brasil han trabajado
juntos para inmunizar a más del 97,8% de
los bovinos y búfalos brasileños contra la
FA en todo el país (The Cattle Site 2015). El
esfuerzo de erradicación es importante para
el mantenimiento y la apertura de nuevos
mercados internacionales, dado que se espera
que en 2020 Brasil dé cuenta de alrededor
del 45% del mercado mundial de la carne.
Los países de Centroamérica y del Caribe
están libres de FA sin vacunación (Estrada y
Orozco 2014), así como Chile. En los últimos
cinco años, los brotes de FA se han reducido
drásticamente en la región. Los países andinos
que utilizan la senda progresiva para el control
de la FA recomendada por la FAO desde 2011
han obtenidos excelentes resultados: Perú fue
declarado libre de FA en 2014, la zona del
altiplano boliviano fue declarada libre de FA sin
vacunación en 2014, y Ecuador fue reconocido
como libre de FA con vacunación, durante la
última Conferencia de la Organización Mundial
de Sanidad Animal (OIE) en mayo de 2015.
Otras enfermedades preocupantes del
ganado en ALC
Aunque Brasil reportó su primer caso de
encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en
2012 y otro caso en 2014, ambos casos son
ahora considerados “atípicos”, lo que significa
que la enfermedad no se contrae por vías
alimenticias (pro-MED-mail 2015). De hecho,
no se ha encontrado nunca un caso clásico de
la EEB en Brasil. Aunque la OIE mantuvo el
estatus de Brasil como un país con un riesgo
insignificante de EEB, más de una docena de
países ha prohibido la carne brasileña después
del primer caso de EEB. El segundo caso causó
que Perú y Egipto tuvieran que imponer una
nueva prohibición de 180 días a la importación
de carne. La brucelosis bovina es endémica
en Argentina, pese a las buenas regulaciones
para controlar y erradicarla (Aznar et al. 2014).
La prevalencia de la enfermedad en países
limítrofes con Argentina es muy variable
(0,04% en Uruguay, 10,20% en el norte de
Brasil, pero solo el 0,06% en el sur de Brasil,
0,2% en Chile, 3,15% en Paraguay y 2,27% en
Bolivia). El ántrax también es una enfermedad
endémica en Argentina, donde en los
últimos 25 años ha habido varios brotes de la
enfermedad por año. La negligencia humana,
plasmada en la no vacunación del ganado, es
la principal causa (Noseda 2013).
La propagación mundial de la influenza aviar
(IA) es una preocupación para los países de
ALC. En México, el precio de la carne de pollo
aumentó 10% en 2014, debido a los efectos
persistentes de la crisis de IA de 2013 (en su
mayoría H7N3) y la sequía en los EE. UU.
Una escasez significativa de las aves de corral,
debido a los recortes de producción por parte
de los grandes productores avícolas mexicanos,
persistió hasta que se lograron intensificar
las importaciones para satisfacer la demanda
interna. Se informa que el brote México
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
97
AI ya se encuentra bajo control, al tiempo
que un brote en los EE. UU. se consolida
(principalmente H5N1, pero también H5N2,
H7N3 y H5N8) y se extiende geográficamente.
Aunque la vigilancia de la IA ha sido limitada
en la mayoría de los países de ALC, en el último
año no se ha informado de ningún brote de IA
fuera de México en ALC (ProMED-mail 2015).
Aunque la mayoría de los países de América
Central han sido declarados libres de la
peste porcina clásica (PPC), la enfermedad
ha persistido en Guatemala y gran parte de
América del Sur. En Guatemala el último brote
se reportó en 2012. Al año siguiente, el Servicio
de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal
(APHIS) del Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos (USDA) transfirió un millón
de dosis de la vacuna contra la PPC al Ministerio
de Agricultura, Ganadería y Alimentación
(MAGA) de Guatemala para ayudar a contener
la propagación de la enfermedad. Los países
en que se dan los principales problemas
relacionados con la PPC son Haití y la República
Dominicana, donde se han producido brotes
recientemente, lo que evidencia la necesidad
de implementar una estrategia binacional para
el control de la enfermedad en la isla.
El crecimiento de la producción
ganadera en ALC y el medio ambiente
En los últimos 20 años, se han producido
grandes conversiones forestales en la cuenca
del Amazonas, aunque la superficie forestal
ha aumentado en algunas partes de América
Latina, debido al abandono de la tierra
(UNEP 2007). La expansión de las tierras de
cultivo sembradas con soja en América del
Sur en los últimos 30 años es considerable.
Alrededor del 70% de las tierras deforestadas
en la Amazonía están cubiertas de pastos, con
cultivos forrajeros plantados en gran parte
del resto (Ballantyne 2012). Algunas tierras
de cultivo han pasado a utilizarse para otros
fines, incluyendo el desarrollo urbano en áreas
ubicadas en los alrededores de muchas ciudades
98
importantes. La abundancia de la tierra en toda
América del Sur ha retrasado la introducción
de nuevas tecnologías que pueden elevar la
productividad (Thorton 2010). Sin embargo,
se ha producido un cambio hacia sistemas
de cultivos mixtos/ganaderos y producción
láctea más intensiva en ALC, facilitado por
inversiones en infraestructura de transporte y
la conversión de pastizales en tierras de cultivo
(Fernside 2005, Caviglia-Harris 2005, Kirby et
al. 2006, Wassenaar et al. 2007). El cambio de
sistemas de ganadería extensiva por sistemas
de ganadería intensiva es a menudo visto como
un potencial contribuyente a la reducción de
las tasas de deforestación. El problema es que
el crecimiento de la producción intensiva, no
rumiante, crea presión no solo para destinar
pastizales deforestados a la siembra de cultivos,
sino también para despejar tierras forestales y
utilizarlas específicamente para la producción
de alimentos (Herrero et al. 2009). En Colombia
y algunos países de Centroamérica, se están
desarrollando sistemas de pastoreo de ganado
sostenible, incluidos los sistemas agroforestales
y silvopastoriles. Uruguay y Ecuador están
desarrollando proyectos de producción ganadera
y restauración de tierras climáticamente
inteligentes financiados por el Fondo para
el Medio Ambiente Mundial (FMAM), para
mejorar la mitigación del cambio climático
y restaurar tierras degradadas. Modelos
bioeconómicos,
incluyendo
coeficientes
ambientales, están siendo utilizados por Brasil,
Uruguay, Argentina y Paraguay para promover
prácticas ganaderas sostenibles, en un proyecto
conjunto entre instituciones de investigación y
la FAO (FAO 2015).
El desempeño de las exportaciones de
carne en ALC
Las exportaciones de todas las carnes se
incrementaron en ALC entre el 2000 y el 2013
(cuadro 5). Las exportaciones de carne vacuna
aumentaron más del doble y actualmente
representan alrededor del 11% de la
producción total de esa carne en ALC. Paraguay
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro 5. Variación porcentual de las exportaciones de carne, 2000-13 y la cuota de
exportación de la oferta nacional, 2013, países de ALC y seleccionados
Argentina
Brasil
Chile
México
Paraguay
Uruguay
ALC
Cambio %
Vacuno
Exportaciones
Cuota de Exportación
Cerdo
Exportaciones
Cuota de Exportación
Ovino
Exportaciones
Cuota de Exportación
Aves
Exportaciones
Cuota de Exportación
a
-43,7
241,4
285,0
23,3
442,5
33,2
101,9
7,3
19,7
2,8
19,7
66,2
60,8
11,4
320,0
330,0
2850,0
130,0
278,0
-10,5
340,8
3,7
14,5
27,0
5,6
1,6
0,2
10,5
102,1
0,0
54,7
-30,0
0,0
-17,8
1,5
5,1
0,0
32,5
0,12
0,0
50,2
7,1
603,5
296,4
286,7
a
0,0
a
325,4
15,8
29,1
15,8
0,3
0,0
13,1
17,8
porcentaje de cambio grande a partir de un número pequeño.
Fuente: Calculado a partir de datos de OECD-FAO (2014).
y Uruguay exportan cerca de dos tercios de su
producción. La industria ganadera argentina
continúa su lucha para recuperarse de los efectos
de la grave sequía de 2008. A raíz de una ola
de venta de ganado que se dio en Argentina
en 2009 y de un aumento de sus exportaciones
de carne, se generó una escasez de carne, que
posteriormente condujo a una reducción
del 44% de las exportaciones argentinas de
carne entre 2000 y 2013. En la actualidad, los
productores argentinos se manifiestan reacios a
maximizar el ganado y la producción de carne,
dadas las restricciones a la exportación impuestas
por el gobierno, incluyendo un sistema de
permisos y un impuesto de 15%, que limitan el
aumento de los precios de la carne. Los países
de Centroamérica siguen sufriendo una falta
general de competitividad de las exportaciones de
productos ganaderos, a pesar de los numerosos
acuerdos de libre comercio que han suscrito,
por la percepción de la debilidad de la salud
de los animales y de los sistemas de seguridad
alimentaria (Martínez 2012).
El éxito en las exportaciones de cerdo y
aves de corral
La gran historia de la exportación en ALC es el
fenomenal crecimiento de las exportaciones de
carne de cerdo y aves de corral, en particular
de Brasil y Chile (cuadro 6). Las exportaciones
de carne de cerdo de Chile han aumentado
dramáticamente, mientras que las de Brasil han
logrado más que cuadruplicarse, en el mismo
periodo. Las exportaciones representan el 27%
y el 14,5% de la producción total de carne
de cerdo de Chile y Brasil, respectivamente.
La industria chilena del cerdo ha luchado
contra un brote de síndrome reproductivo y
respiratorio porcino (PRRS) en 2013. El PRSS es
relativamente nuevo en Chile y ha impedido el
progreso técnico en la industria. Actualmente,
en Chile no se permite ninguna vacuna contra
el PRRS (van Dooren 2014).
Brasil continúa siendo el principal proveedor
de exportaciones de aves de corral de ALC,
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
99
Cuadro 6. %LCRECIMIENTOPROYECTADODEPORCENTAJEENCARNEYPRODUCTOSL¶CTEOSDE
producción, el consumo per cápita, y las exportaciones de ALC, los países de ALC
seleccionados, los EE.UU., y el Mundo, 2014 - 2023
Uruguay
Argentina
Brasil
Chile
México
Otros
ALC
ALC
EE.UU
Mundo
Cambio %
Vacuno
Producción
Consumo per Cápita
Exportaciones
Cerdo
Producción
Consumo per Cápita
Exportaciones
Ovino
Producción
Consumo per Cápita
17,9
16,2
12,8
20,8
9,3
91,8
14,7
6,7
12,1
9,5
1,5
4,0
4,3
0,9
43,3
22,7
-1,5
2,3
21,2
65,1
20,8
-93,5
4,1
94,4
2,4
42,3
20,7
15,9
30,4
17,8
35,5
12,8
26,1
20,9
9,1
10,7
10,1
14,4
10,3
14,6
4,5
9,1
10,4
-2,1
1,0
0,0
153,7
12,0
63,7
-6,5
74,1
23,8
23,2
17,2
27,1
3,6
5,5
-0,1
8,5
13,2
13,5
-3,1
22,8
9,7
-3,3
0,0
7,8
-12,2
0,0
1,8
-11,1
11,1
Exportaciones
40,1
-1,8
1125,0
-41,3
42,8
-102,2
24,4
0,5
12,5
Aves
Producción
20,5
22,8
15,3
12,9
26,9
27,4
19,9
19,8
22,3
Consumo per Cápita
12,8
6,2
5,3
7,4
9,5
11,1
8,5
10,2
11,6
Exportaciones
41,5
98,2
23,1
-41,4
90,1
25,5
100,6
27,2
29,0
28,4
10,8
12,7
13,5
22,2
18,8
15,9
0,6
23,5
24,9
3,7
5,8
5,9
11,4
2,9
6,3
-6,0
12,7
Productos Lácteos
Producción
Consumo/Cápita
a
a
Productos lácteos frescos como se define por la OCDE-FAO (2014).
Nota: 1/ = porcentaje de cambio grande a partir de un número pequeño.
Fuente: Calculado a partir de datos de OECD-FAO (2014).
al dar cuenta de prácticamente el 92% de las
exportaciones totales de aves de corral de ALC.
Impulsada por los problemas de suministro
de carne vacuna, nuevas oportunidades de
exportación, precios más bajos del alimento y
una mejora notable en las condiciones sanitarias,
sin embargo, la industria de pollos de engorde
de Argentina está creciendo rápidamente,
proyectándose que la producción alcanzará
niveles récord en 2015. A pesar de que Argentina
solo exporta alrededor del 10% del pollo que
exporta Brasil, sus exportaciones han crecido
128% desde el 2008 en comparación con el
aumento del 18% de las de Brasil. Además,
actualmente Argentina exporta a los países
latinoamericanos vecinos más pollo que Brasil.
100
Crecimiento de la producción lechera,
caída de las importaciones
Los países de América Latina han sido
principalmente importadores netos de productos
lácteos, al representar en 2013 prácticamente
el 18% de las importaciones de leche en polvo
entera y descremada del mundo (OECD y FAO
2014). El rápido crecimiento de los ingresos per
cápita en la región ha incrementado la demanda
de productos lácteos y las importaciones de ellos.
Sin embargo, el crecimiento en la producción
de lácteos en ALC en la última década, sobre
todo en Brasil y México, ha reducido las
importaciones netas de leche en polvo y líquida
de ALC en más de 50% y 67%, respectivamente,
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
entre 2000 y 2013 (FAO 2015). Venezuela es
el mayor importador de productos lácteos de
América del Sur y el segundo mayor importador
de productos lácteos de las Américas, solo
por detrás de México. Sin embargo, dada su
dependencia de las exportaciones de petróleo,
es probable que Venezuela se vea obligada a
reducir muchas importaciones, incluidas las de
productos lácteos, siempre y cuando los precios
del petróleo continúen con su actual picada.
PERSPECTIVAS
En el pasado, gran parte del crecimiento en
la producción de carne y productos lácteos de
ALC provino de una mayor escala de operación
para apoyar a la ganadería extensiva. En el
futuro, el crecimiento de la industria se deberá
cada vez más al aumento de la eficiencia gracias
a una mayor adopción de la tecnología y la
integración vertical. Gran parte del crecimiento
provendrá de operaciones ubicadas cerca de
las principales zonas urbanas de la región,
que les permitirá tomar ventaja del rápido
crecimiento de la demanda de los productos
de la ganadería. Operaciones más pequeñas en
esas áreas pueden beneficiarse a través de la
producción de contrato o completando la oferta
de mayoristas y minoristas de alimentos. En las
zonas más remotas, donde las condiciones y la
infraestructura son todavía inadecuadas para la
comercialización a gran escala de la producción
ganadera, agricultores familiares y asociaciones
de pequeños propietarios pueden beneficiarse de
los efectos indirectos del crecimiento urbano, pero
son más propensos a atender las necesidades de
las economías locales. En esas áreas, las pequeñas
inversiones en infraestructura, la extensión de la
capacitación y la provisión de nuevas tecnologías,
tales como material genético mejorado, sistemas
de gestión de la producción más eficientes,
servicios de salud de los animales y otros insumos
modernos, podrían generar grandes beneficios
sociales, al permitir que las pequeñas y medianas
operaciones participen más plenamente en los
beneficios del crecimiento global de la industria.
El crecimiento de la producción de carne
y leche en ALC para hacer frente al
aumento de su consumo y exportación
Se espera que la producción de carne y productos
lácteos de ALC continúe su rápido crecimiento,
en gran parte en la misma trayectoria que en la
década anterior (cuadro 6). La tasa de crecimiento
de la producción será suficiente para permitir
el crecimiento adicional del consumo y las
exportaciones. En el proceso, la participación de
ALC en los inventarios mundiales de ganado, en
la oferta de carne y en las exportaciones de carne
del mundo se expandirá, junto con el consumo
de carne per cápita. Entre los factores clave para
el rendimiento esperado de la industria de la
carne en ALC, se encuentran una disminución
prevista de los precios de los cereales forrajeros,
la creciente intensificación de la producción, el
crecimiento relativo de los ingresos per cápita,
un cambio permanente en las preferencias del
consumidor de ALC desde la carne de vacuno y
de oveja hacia la de pollo y cerdo, y las políticas
destinadas a fomentar la producción y a reducir
al mínimo el impacto ambiental.
La producción de carne
y la demanda potencial
Se espera que entre 2014 y 2023 Argentina,
Uruguay y Brasil lideren un crecimiento del
14,7% en la producción de carne de ALC
(cuadro 6). Aunque el crecimiento esperado de
los ingresos per cápita y el consumo de carne
estimulará la producción, el crecimiento de la
demanda externa también será un factor clave
en la expansión continua de la industria de la
carne de ALC. Se prevé que la demanda de
importaciones de vacuno de los EE. UU. seguirá
creciendo después de varios años de sequía y
la consiguiente reducción de los suministros
de carne estadounidense. Al mismo tiempo,
América Latina se beneficiará de la prohibición
rusa de importar alimentos, incluyendo carne
de vacuno, de los EE. UU., Noruega, Canadá,
Australia y la Unión Europea (UE).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
101
Un crecimiento del 13% previsto en la
producción de carne de vacuno en Brasil entre
2014 y 2023 permitirá un aumento del 21% en
sus exportaciones, pero poco crecimiento en el
consumo per cápita (cuadro 6). El crecimiento
de la producción será apoyado por exiguas
inversiones subsidiadas por el gobierno en
genética, pasturas, maquinaria y la capacidad
de almacenamiento en frío, la mejora genética
y otros programas gubernamentales. La falta
de inversiones necesarias en infraestructura y
servicios que permitan fomentar la expansión
de la producción a nivel nacional seguirá
limitando el potencial que tiene el crecimiento
de la industria del ganado para la superación
de la pobreza en Brasil.
Aunque se espera que las restricciones a la
exportación de carne vacuna continúen en
Argentina, al menos en el corto plazo, dado el
crecimiento en el inventario de ganado, que
sigue recuperándose de la peor sequía en 50
años, el gobierno de ese país está empezando a
promover las exportaciones de carne a China y
otros destinos. Para el año 2023, se espera que
las exportaciones de carne argentinas superen
en hasta 65% las 2013 (cuadro 6). La política de
exportación de carne vacuna de Argentina es un
excelente ejemplo de la ley de las consecuencias
no intencionadas. La sequía alentó al gobierno
de Argentina a prohibir las exportaciones de
carne, inicialmente por 180 días, en un esfuerzo
por frenar el alza de los precios de la carne.
A continuación, se colocó un impuesto a la
exportación de carne fresca del 15%, un impuesto
que todavía está en disputa. Ese impuesto ahogó
las exportaciones y los precios internos de carne
cayeron, tal como se esperaba. Sin embargo,
el gobierno asumió que los ganaderos y los
agricultores seguirían produciendo carne barata,
pero lo que hicieron fue disminuir sus rebaños
y convertir los pastizales a la producción de soja,
siendo esta más rentable que la cría de ganado, en
un mercado de carne artificialmente deprimido.
Como resultado de la disminución de la oferta
de carne, se redujo drásticamente el consumo
de carne de vacuno y la producción de soja se
disparó en las nuevas hectáreas que antes estaban
cultivadas de pastos y otros cultivos como el maíz.
102
Los resultados, entre otras cosas, incluyen una
mayor presión a la producción de cultivos en
tierras frágiles, una reducción de la producción
de otros cultivos como el maíz y una disminución
de la producción de carne de vacuno alimentado
con pasto, que históricamente ha sido el foco
de la demanda externa de la carne de vacuno
producida en Argentina.
Continúa el desafío al dominio
brasileño de la industria de la carne de
cerdo en ALC
El dominio brasileño de la producción de carne
de cerdo de ALC será desafiado por otros países
de la región. Aunque se espera que la producción
de carne de cerdo de Brasil crezca 18% entre
2013 y 2022, se espera que el crecimiento
promedio de la producción de carne de cerdo de
ALC alcance alrededor de 21% durante el mismo
periodo, liderado por Uruguay, Argentina,
México y Chile (cuadro 6). El surgimiento de
Chile en la industria porcina mundial seguirá
siendo motivo de preocupación para los países
productores de cerdo históricamente poderosos
como Corea del Sur y Japón.
La producción avícola de ALC se duplicó en la
última década, pero se espera que aumente en solo
20% durante la próxima década (cuadro 6). En
2014, China importó carne de pollo principalmente
de Brasil, los EE. UU., Argentina y Chile. Se espera
que China apruebe ocho nuevas instalaciones
avícolas brasileñas en 2015, lo que aumentará a
36 el total de instalaciones autorizadas. La reciente
prohibición a las importaciones estadounidenses
de aves de corral por parte de China, debido
a la creciente incidencia de la AI, altamente
patógena en las operaciones avícolas de los EE.
UU., está preparando el escenario para un nuevo
e importante crecimiento de las exportaciones
de aves de corral de ALC a China. Se espera que
entre 2014 y 2023 las exportaciones de aves
de corral de ALC se dupliquen, con base en el
aumento previsto del 20% en la producción, con
un incremento 8,5% en el consumo por habitante
de aves de corral durante el mismo periodo.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
El continuo crecimiento de la
producción lechera en ALC
El precio futuro del petróleo y su vínculo
con la industria ganadera de ALC
Se espera que la producción de leche siga su
carrera ascendente en América Latina, aunque
a un ritmo del 16% para la próxima década,
menor que el aumento del 35% ocurrido
en la década anterior (comparar los cuadros
3 y 6). Los bajos precios de la energía y la
alimentación, sin embargo, pondrán a prueba
la ventaja comparativa de la leche producida
en los sistemas basados en alimentación de
pasturas de América Latina, por sobre los
sistemas de alimentación con granos utilizados
en los países desarrollados. La disminución
de la presión sobre la industria lechera podría
resultar en un incremento de las importaciones
de leche en ALC, sobre todo si la recuperación
económica estimula el aumento de la demanda.
Si la intensificación de la expansión de la industria
ganadera de ALC logra reducir sustancialmente
la presión en el medio ambiente de la región en
la próxima década, ello va a depender en gran
medida de lo que ocurra con el precio de los
alimentos para los animales, rubro en que se
da el costo más relevante de las operaciones de
la producción ganadera intensificada. Y lo que
suceda con el precio de esos alimentos dependerá,
en gran medida, de lo que ocurra con los precios
del petróleo y con la demanda de maíz y otros
granos utilizados como materia prima del etanol.
El petróleo crudo se cotiza en alrededor de USD
50/barril. Incluso los optimistas prevén que un
aumento de hasta USD 70/barril hacia finales de
2015 es poco probable. La mayoría de los analistas
estiman que los precios del petróleo no volverán
rápidamente al nivel de USD 90-100/barril, lo que
fue norma en la mayor parte de la última década.
La caída del precio del petróleo debería desinflar el
precio del etanol y, por tanto, los precios del grano,
a menos que se expanda la demanda de etanol,
lo que depende de la capacidad de la mezcla de
superar la barrera actual en los próximos años.
La barrera establecida se ha producido debido
a que 10% de etanol-90% de gasolina es la
combinación máxima factible aceptada por todos
los modelos de todos los años de los vehículos de
gasolina. Si la demanda de etanol no se expande
en el futuro, el aumento del rendimiento del
maíz probablemente genere un nuevo exceso
crónico de oferta con bajos precios en los países
desarrollados, excepto en años de condiciones
meteorológicas adversas (Wisner 2014). En lugar
de que el etanol arrastre los precios del maíz, lo
contrario podría darse, de manera que el precio
del etanol sea influenciado por el impacto del maíz
en los costos de producción del etanol. El maíz es,
sin duda, el componente principal de los costos
de producción de etanol de maíz y almidón. La
economía china y otros desarrollos globales que
demandan alimentos seguirán siendo influencias
Dado el rápido crecimiento de la industria láctea
de Brasil, este país ha pasado de ser un importador
neto de productos lácteos a ser un exportador neto,
sobrepasando a Rusia en 2013 e integrándose
a los cinco países productores de leche más
importantes del mundo. Solo la UE, los EE. UU.
India y China producen más leche que Brasil. Los
relativamente bajos costos de producción basados
en pasturas de los productores brasileños y la
rápida mejora genética ayudarán a apoyar una
expansión del 13% de la producción de leche
de Brasil entre 2014 y 2023. El mantenimiento
del apoyo del gobierno brasileño, aunque sea
en pequeña escala, a la reconstrucción del
hato ganadero y al mejoramiento genético
contribuirá al crecimiento de la industria láctea
hasta cierto punto. Para que la participación
de Brasil aumente significativamente en los
mercados lácteos mundiales, se requerirá que
resuelva sus continuos problemas en la cadena
de abastecimiento y la calidad de sus productos
lácteos.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
103
fundamentales en el precio del maíz. Su impacto,
sin embargo, puede ser menor que cuando el
etanol era una industria en rápida expansión.
Aumentar la rentabilidad de los
sistemas de producción intensiva
La intensificación de la producción ganadera a
menudo se promociona como un medio para
reducir la huella ambiental de la ganadería en
la región (Kaimowitz y Angelson 2008). Sin
embargo, en los últimos años, los productores
de ganado de ALC, sobre todo en América del
Sur, no han migrado de manera significativa
hacia sistemas de producción más intensiva,
debido a la ventaja comparativa de los sistemas
extensivos, dada la abundancia relativa de
potenciales pasturas que aún existe en la
región. Sin embargo, el pronóstico de precios
más bajos de los alimentos para animales,
después de años de precios con niveles récord,
podría finalmente comenzar a erosionar la
ventaja comparativa mediante una mejora en la
rentabilidad del engorde de ganado en establos,
en lugar del pasto. Dado el costo relativamente
alto del capital requerido para obtener una
producción más intensiva, junto con un mayor
riesgo financiero, la reducción del precio del
alimento probablemente no dé lugar a un
cambio mayor de producción de ganado de
extensivo a los sistemas intensivos en ALC. Sin
embargo, una reducción sostenida de los costos
de alimentación podría ser el camino para
incentivar un sistema de producción de ganado
vacuno basado en granos en vez de pastos.
El enlentecimiento de las tasas de crecimiento
esperadas de producción de carne y productos
lácteos en la próxima década en ALC
también podría ayudar a reducir el impacto
medioambiental de la industria ganadera
en la región. La expansión más lenta de la
producción de carne en ALC ayudará a suavizar
la expansión de los pastizales en el Amazonas
y otras áreas boscosas de la región. El lento
crecimiento de la producción de aves de corral,
104
carne de cerdo y leche en la región generará
menos presión por eliminar las zonas boscosas
para sembrar cultivos forrajeros. Sin embargo,
si la demanda de carne de cerdo y aves de corral
en los países de ALC aumenta más rápido que
la de la carne vacuna, el resultado real podría
ser un aumento en la tasa de pérdida de
bosques a lo largo de los años para aumentar
la producción de alimentos para animales en
relación a la producción extensiva de ganado.
El reto para el futuro es desarrollar un plan regional
que incluya incentivos eficaces y opciones de
sistemas de producción sostenible para mantener
la rentabilidad de la ganadería y la producción
de cereales forrajeros, mientras se reduce su
impacto ambiental. Sin un plan de este tipo, la
intensificación de gran escala y la diversificación
de la producción ganadera en ALC ocurrirán solo
cuando la tierra se convierta en el factor limitante
de la producción en las zonas boscosas.
El progreso en la reducción de los brotes
de las enfermedades animales
Se han logrado avances importantes en
la erradicación de algunas enfermedades
animales, como la fiebre aftosa en América
del Sur. La OIE hoy reconoce más países como
libres de fiebre aftosa con o sin vacunación.
Con la tendencia que se da en ALC hacia
empresas ganaderas comerciales de gran
escala, sobre todo de no rumiantes, y hacia
una mayor intensificación, es probable una
disminución gradual de las enfermedades
endémicas y epidémicas que son a su vez
más fáciles e importantes de controlar en
sistemas intensivos. También podría darse un
aumento de las enfermedades asociadas con el
hacinamiento de los animales y la degradación
ambiental (Perry et al. 2011). Al mismo
tiempo, es de esperar un incremento de las
enfermedades transmitidas por los alimentos
a menudo asociadas con una producción
intensiva mal regulada, tales como infecciones
Campylobacter en aves de corral.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
También, mientras los productores de escala
pequeña y mediana se intensifican gradualmente,
la demanda de servicios de salud, alimentación
y recursos genéticos va a crecer, superando la
infraestructura de servicios públicos disponibles.
Debido a que estas operaciones están creciendo
principalmente cerca de las zonas urbanas, la
alta densidad de animales en estrecha asociación
con las personas creará un continuo y creciente
riesgo para la salud humana. Según Perry et al.
(2011), “la falta de conocimiento y conciencia
de los riesgos, la convivencia de los mercados
mojados y producción de traspatio, la presencia de
vacíos en las regulaciones y servicios inadecuados
de los proveedores del sector público o privado,
entre otras debilidades, presentará importantes
desafíos para el desarrollo de servicios eficaces y
tal vez, los modelos de demanda que no sean los
que prevalece en Occidente”. Perryet al. (2011)
también argumentan que el pequeño número
de cabezas de ganado en las zonas más remotas
y el lento ritmo de cambio en las prácticas de
producción animal en esas áreas pueden reducir el
riesgo de enfermedades animales emergentes pero
operan bajo medidas de control mal diseñadas.
La consecuencia serán brotes continuos en estas
áreas y un pobre control, aunque por lo menos
existen políticas públicas para aumentar el acceso
de los agricultores familiares a los servicios rurales.
Con el tiempo, las tendencias de las enfermedades
animales en los países de ALC pueden verse
afectadas por el cambio climático en al menos
dos maneras (Thorton 2010). En primer lugar,
el cambio climático puede desplazar las áreas
geográficas donde el clima es adecuado para
diversas enfermedades. Mejoras en el diagnóstico
y la detección temprana de las enfermedades del
ganado serán necesarias, dados los cambios en
los patrones de las enfermedades. En segundo
lugar, el cambio climático puede provocar
inundaciones en algunas zonas y reducir el
acceso al agua en otras, lo que podría afectar la
distribución geográfica y el nivel de incidencia
de las enfermedades de los animales que están
asociadas con el agua. Desafortunadamente,
existen importantes brechas de conocimiento
en relación con muchas enfermedades del
ganado y su relación con factores ambientales,
incluyendo el clima.
Es probable también que las futuras tendencias
de las enfermedades se vean afectadas por la
disponibilidad de tecnologías eficaces para su
vigilancia y control (Thorton 2010). Si bien ya
existen medidas de control eficaces para muchas
enfermedades de los animales, su aplicación
eficiente en los países de ALC es el factor que
determinará en gran medida la tendencia futura
de las enfermedades del ganado en la región.
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
Aunque se facilite el crecimiento económico de
amplia base y se mejore el bienestar económico
en todos los niveles y el bienestar nutricional
de los consumidores en la región, para lograr
el crecimiento continuo de la industria
ganadera de ALC se requerirá un mayor
esfuerzo por parte de los gobiernos y el sector
privado, a fin de reducir los eventuales riesgos
para la salud humana y animal y el ya frágil
medio ambiente en la región. La creciente
discusión y promoción de enfoques como el
de “Una sola salud” en diferentes foros, tanto
científicos como no científicos, es un indicador
de la creciente popularidad de las estrategias
integradas para hacer frente a la interfaz de la
enfermedad animal-humana. Entre las posibles
medidas que podrían ayudar a minimizar
los riesgos y maximizar los beneficios del
crecimiento de la industria ganadera en ALC,
las siguientes podrían ser las más beneficiosas:
(1) medidas para aliviar las restricciones al
desarrollo de la industria; (2) inversiones
en servicios de investigación y extensión de
ganadería, incluyendo asistencia técnica,
crédito, seguros y acceso a los mercados para
los agricultores familiares; (3) medidas para
reducir al mínimo los impactos ambientales
de los animales de granja; (4) políticas para
minimizar la incidencia y las consecuencias
de las enfermedades del ganado y (5) medidas
para ayudar al sector ganadero a adaptarse al
cambio climático y mitigar sus efectos.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
105
Medidas para aliviar las restricciones al
desarrollo de la industria ganadera en ALC
Se han propuesto numerosas políticas,
mecanismos y sistemas para derribar la amplia
gama de barreras que limitan el crecimiento de
la industria ganadera de ALC y su contribución
a la seguridad alimentaria y la reducción de
la pobreza en la región, incluyendo la falta
de acceso a la tecnología, de crédito, recursos,
mercados, información, capacitación y más
(por ejemplo, World Bank 2009). Existen
muchas sugerencias en cuanto a lo que se
necesita para promover el desarrollo de una
producción ganadera en pequeña escala
sostenible y rentable, tales como incluir
innovación significativa y sostenida en los
sistemas nacionales y mundiales de ganado;
mejorar la normativa para regular contratos
a lo largo de las cadenas productivas de
alimentos, incluyendo la aceptación y la
garantía de los derechos colectivos y control de
la comunidad; mejorar las leyes antimonopolio
para permitir la competencia en la fijación de
precios y adquisición y la asistencia judicial
en la resolución de disputas de contratos;
mejorar la eficacia de la protección social;
promover vínculos más fuertes con las zonas
urbanas; e impulsar la inversión pública en
infraestructura (carreteras, almacenes, cámaras
frigoríficas, etc.), sistemas de transporte y
de comercialización fiables y sistemas de
comunicación e información para apoyar la
toma de decisiones críticas y el desarrollo de
políticas (por ejemplo, Pica-Ciamarra et al.
2007, World Bank 2009, Dijkman 2009, Gura
2008 y Thorton 2010).
Por lo tanto, la necesidad crítica para lograr
un mayor desarrollo de la industria ganadera
en ALC no es necesariamente más propuestas
políticas, sino más bien el financiamiento
para implementar políticas y programas ya
dilucidadas que sostengan el desarrollo de
la industria y permitan la inclusión social
y económica de las familias de agricultores
que dependen de la ganadería. La mayoría
de los países de ALC ha desarrollado diversos
106
mecanismos de asociación pública, privada y
público-privada para financiar acciones de apoyo
al desarrollo general de sus sectores ganaderos y
para permitir que los pequeños agricultores se
beneficien de ese crecimiento. Honduras, por
ejemplo, estableció recientemente un programa
de préstamos para estimular la producción
de ganado y mejorar el inventario nacional
del hato ganadero (CentralAmericaData.com
2015). Sin embargo, las inversiones masivas
aún necesarias para reducir las barreras
identificadas para el crecimiento de la industria
superan con creces los fondos disponibles de
una sola fuente. La cooperación a gran escala,
a través de las diversas fuentes potenciales de
financiación públicas y privadas es necesaria
para desmantelar las barreras clave para el
crecimiento de la industria. Esta cooperación
podría comenzar con el establecimiento de
mecanismos intergubernamentales a nivel
regional destinados a desarrollar y coordinar
los fondos disponibles de múltiples fuentes. En
consulta con investigadores, productores de
ganado, tomadores de decisiones del gobierno
y analistas, esa organización podría sintetizar
una agenda basada en los múltiples informes e
investigaciones que se han hecho en los últimos
años y trabajar con organizaciones potenciales de
financiamiento para implementar el programa.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos
y Caribeños (CELAC) u otra organización ya
existente podrían funcionar como plataformas
potenciales para llevar a cabo esa acción.
Inversiones en investigación y
desarrollo de la ganadería
Los efectos promotores del crecimiento de la
inversión sostenida en investigación agrícola
y los asociados retornos económicos y sociales
están bien documentados (véase Alston 2010).
La investigación ha logrado avances notables
en la producción ganadera, sobre todo en áreas
como la seguridad alimentaria, la genética y la
cría, la eficiencia reproductiva, la nutrición y
el control de las enfermedades que ha llevado
a importantes aumentos de productividad en
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
diversas especies (Goldstein et al. 2015). El
resultado ha sido la reducción de los costos de
los productos ganaderos a los consumidores, el
mejoramiento de la inocuidad de los alimentos
y la seguridad alimentaria y la reducción de
los impactos ambientales de la producción
ganadera. Gran parte de la investigación básica
detrás de estos avances, sin embargo, se ha
llevado a cabo y ha sido adoptada en los países
desarrollados con fondos privados y públicos.
Inversiones en investigación para adaptar y
adoptar la tecnología son más comunes en
muchos países de América Latina, aunque la
capacidad de innovar, probar, adaptar y adoptar
tecnologías e innovaciones en estos países
sigue siendo marginal (Goldstein et al. 2015).
Junto con la mayoría de las áreas en desarrollo
del mundo, ALC no ha invertido suficiente en
investigación ganadera, lo que ha resultado
en un progreso por debajo del nivel óptimo
de la salud del ganado, la productividad y la
eficiencia (Goldstein et al. 2015). También se
requieren inversiones para mejorar los servicios
de extensión y el acceso de los agricultores
familiares a la asistencia técnica, el crédito, los
seguros y los mercados. La inversión en I+D
agrícola, como porcentaje de la producción
agrícola (intensidad de I+D), en Brasil y otros
países de América del Sur es muy superior a
la de los países de América Central, pero se
mantiene muy por debajo de la de los países
desarrollados (Pardey et al. 2010). Varios países
de América del Sur invierten activamente en el
desarrollo y la adopción de nuevas tecnologías.
La industria de la carne vacuna de América del
Sur, por ejemplo, ha ido adoptando tecnología
moderna de manera rápida. Sin embargo, una
barrera clave para la adopción tecnológica en
ALC es la falta de programas de extensión
para los pequeños agricultores que les muestre
cómo utilizar las nuevas tecnologías para la
producción sostenible y la mejora productiva,
así como para articular las preocupaciones
de pequeños agricultores y las necesidades
de la comunidad investigadora (Goldstein
et al. 2015). Para que la industria ganadera
de ALC continúe creciendo, se requerirán
inversiones para mejorar la transferencia de
los conocimientos existentes y la tecnología
(tanto su adopción como su adaptación) a los
productores de ganado, en especial a los de
pequeña y mediana escalas.
Además, para lograr un mayor avance de la
industria ganadera en ALC, se requerirán
inversiones adicionales a largo plazo en I+D en
varias áreas claves para atender las necesidades
específicas de la región:
• Adopción de nuevas tecnologías, en particular
en áreas como la inocuidad alimentaria, la
genética y la cría, la eficiencia reproductiva,
nutrición y control de la enfermedad.
• Promoción de la cría y la genética animal
mediante la utilización de razas indígenas
autóctonas de los países en el marco de
sistemas de producción caracterizados por la
escasez de recursos y otras restricciones para
el medio ambiente.
• Reducción de la intensidad de las emisiones,
a fin de contribuir a mitigar los efectos de la
expansión de la industria ganadera en ALC.
• Mejoramiento de la alimentación y el manejo
del ganado para aumentar la eficiencia de la
producción ganadera.
• Evaluación
de
sistemas
ganaderos
alternativos de producción y recursos, de
ventajas y desventajas y de los cambios de
uso del suelo.
• Desarrollo de métodos de intensificación
sostenibles que aumenten la eficiencia de
manera que se produzcan más alimentos sin
utilizar más tierra, agua y otros insumos.
• Efectos potenciales del cambio climático en
el ganado y los sistemas ganaderos.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
107
Medidas para minimizar los impactos
ambientales de la ganadería
Una consecuencia no deseada importante
del crecimiento y el desarrollo de la industria
ganadera en ALC es el impacto que tienen
en los ecosistemas de la región, en la
biodiversidad y en los recursos naturales. En
América Latina, la mayor parte del aumento
de la producción de carne y leche ha tenido
lugar mediante la expansión de los rebaños
en lugar de a través del aumento de la
productividad, lo que ha incrementado el
impacto ambiental de la industria. Es posible
reducir de forma importante ese impacto
a través de investigaciones para mejorar la
eficiencia en la producción, como se mencionó
anteriormente (Hume et al. 2011 y Steinfeld y
Gerber 2010). Por ejemplo, las inversiones en
investigación que han permitido el desarrollo y
la adopción de sistemas de producción de carne
de vacuno modernos también han facilitado
una reducción sustancial de los requisitos para
la cantidad de animales, alimentos, agua y
tierra requerida para producir un determinado
volumen de carne de vacuno (Capper 2011).
Además, el aumento de la productividad
facilita la reducción de estiércol, de metano y
de la producción de óxido nitroso, así como
de la huella de carbono para la producción de
carne de vacuno.
La promoción del aumento de la productividad
en América Latina y, simultáneamente, de la
necesidad de garantizar impactos ambientales
mínimos ha resultado en la aplicación de
medidas dirigidas a fomentar la intensificación
sostenible de la producción ganadera en
ALC (Goldstein et al. 2015). Dado que la
intensificación normalmente aumenta la
eficiencia de la producción, disminuye los
requerimientos de tierra por caloría producida
y reduce la intensidad del impacto ambiental
(por ejemplo, emisiones de CO2 equivalentes
por kilo de carne), la transición hacia sistemas
más
intensivos
probablemente
tendrá
beneficios ambientales (Capper 2011, RendónHuerta et al. 2014). Hay potenciales impactos
108
negativos, incluyendo la carga de nutrientes y
la contaminación (Gerber et al. 2013). Además,
el aumento de la densidad de animales, sin el
desarrollo de prácticas y normas de vigilancia
de enfermedades adecuadas, podría conducir
a un mayor riesgo de brotes de enfermedades
zoonóticas (Herrero y Thornton 2013).
Aunque todavía en evolución, el concepto de la
intensificación sostenible implica algo más que
la mejora de la productividad y la eficiencia.
También incluye la creación de incentivos y las
inversiones necesarias para que los sistemas se
intensifiquen y para que se desarrollen normas
y se establezcan límites para los sistemas de
intensificación, entre otras preocupaciones
(Herrero y Thornton 2013). Varios autores
han recomendado diferentes prácticas de
producción, así como reglamentos e incentivos
para mitigar los impactos ambientales negativos
de la producción ganadera (por ejemplo,
Swinton et al. 2003, Steinfeld et al. 2006,
Herrero et al. 2009 y FAO 2013). Las prácticas
de producción varían desde medidas de
conservación del suelo para silvopastoralismo
hasta una mejor gestión de los sistemas de
pastoreo y residuos ganaderos en sistemas
intensivos. Las medidas políticas específicas
recomendadas incluyen la corrección de las
fallas del mercado y las señales de precios
políticamente distorsionados que desalientan
el uso eficiente de los recursos y promueven su
mala asignación y degradación incontrolada; el
fortalecimiento de la titulación de tierras para
proteger y mejorar la productividad a largo
plazo de las tierras; restricciones de pastoreo;
establecimiento de instituciones eficaces para
vigilar el impacto ambiental y el desarrollo
de normas y su cumplimiento; medidas
para promover el uso intensivo de la tierra;
incentivos para impulsar la conservación de la
tierra; y pagos por servicios ambientales, tales
como la captura de carbono y la conservación
de la biodiversidad. Como se implementan
nuevas prácticas de producción y políticas, es
necesaria la colaboración entre investigadores,
políticos, ganaderos y otras personas a lo
largo de la cadena de suministro de ganado
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
para asegurar que el medio ambiente esté
protegido de manera que los productores
pueden beneficiarse (Herrero et al. 2009).
La investigación es también necesaria para el
desarrollo de tecnologías y procesos que les
permitan a los agricultores adoptar medidas promedio ambiente que tengan efectos mínimos
sobre la rentabilidad de sus empresas ganaderas
y rescaten importantes razas locales y el valor de
sus productos. También se necesita investigación
en los ámbitos social y económico en los
territorios locales para promover la innovación
local, apoyar a los pequeños productores
e impulsar la organización de agricultores
familiares para el desarrollo de nuevos productos
y mercados, así como oportunidades de empleo
para los jóvenes y las mujeres a lo largo de las
cadenas de valor locales.
Incentivar cambios en el comportamiento
de los productores de ganado podría ser más
eficaz que los reglamentos y las sanciones
asociadas como un medio para proteger el
medio ambiente del crecimiento de la industria
ganadera impulsado por las ganancias. Un
estudio realizado en México encontró que la
conversión de tierras forestales a pasturas en
las zonas boscosas es impulsada principalmente
por incentivos de precios y concluye que las
políticas de precios eficaces y los mecanismos de
fijación de precios serían los medios más eficaces
para promover una conducta ambientalmente
apropiada de una manera económicamente
viable (véase FAO 2006). La eco-certificación
de granjas y ranchos se usa cada vez más
como un mecanismo para incentivar a los
productores a adoptar prácticas más verdes. La
eco-certificación está destinada a aumentar la
demanda de carnes y otros productos por parte
de los consumidores que prefieren productos
verdes, ya que les permite identificarlos y
adquirirlos. Se espera que el aumento en la
demanda de estos productos verdes genere
un sobreprecio, que, a su vez, creará un
incentivo económico para que los productores
adopten prácticas de producción sostenible y
se eco-certifiquen. Para lograr los resultados
deseados, un programa de eco-certificación
debe establecer y cumplir con normas
estrictas, pero a su vez ofrecer sobreprecios lo
suficientemente altos para compensar los costos
que los productores pagan para cumplir con las
normas y eco-certificarse. Esto debe asegurar
inversiones públicas para garantizar el acceso
de los pequeños propietarios a los servicios
de financiación y tecnología para evitar la
exclusión. La clave para el éxito del programa
es crear una demanda suficiente de productos
ecológicos certificados que logre aumentar
el precio de esos productos lo necesario para
atraer una cantidad mínima de productores
al programa. Sin embargo, cuantos más
productores participen del programa, mayor
será el aumento de la oferta en relación con
la demanda que potencialmente podría limitar
el incremento del precio, así como una mayor
participación en el programa. No está claro aún
que este tipo de programa sea efectivo para
reducir el impacto ambiental de la producción
de ganado (Blackman 2012).
Medidas para minimizar los brotes de
enfermedades animales
El continuo crecimiento de la industria
ganadera de ALC sin duda generará una
creciente necesidad de controlar los brotes de
enfermedades de los animales, para facilitar el
crecimiento de la industria y reducir al mínimo
la incidencia local y regional de los impactos
en la salud humana. El esfuerzo que durante
décadas se ha hecho en América del Sur para
eliminar la fiebre aftosa es un ejemplo de cómo
se pueden controlar enfermedades del ganado
de gran impacto en los ámbitos económico
y social. Las acciones para controlar la fiebre
aftosa a nivel nacional comenzaron en la región
en la década de 1960, pero no tuvieron mucho
éxito (Naranjo y Cosivi 2013); sin embargo,
la estrategia de la senda progresiva para el
control de la fiebre aftosa que se implementó
durante los últimos años en la región andina
demostró que la erradicación de la enfermedad
es posible incluso en países no exportadores
de carne vacuna con una alta proporción
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
109
110
de pequeños ganaderos (FAO 2014). En la
década de 1980, los gobiernos de América del
Sur y los productores de ganado junto con
investigadores, profesionales de la salud del
ganado y otros desarrollaron y aplicaron un
plan coordinado para erradicar la enfermedad
en el continente. A pesar de los contratiempos y
las revisiones del plan, alrededor del 85% de la
población bovina de América del Sur es ahora
reconocida como libre de fiebre aftosa (Clavijo
et al. 2015). El importante progreso realizado
en el control de la fiebre aftosa en los países de
América del Sur ha mejorado la productividad
ganadera y ayudó a establecer la base sanitaria
para sostener un creciente mercado de
exportación de productos pecuarios. La lección
que debemos aprender es que, para controlar
y erradicar otras enfermedades de los animales
en los países de ALC, se requerirá un esfuerzo
igualmente coordinado de los sectores público
y privado (Perry et al. 2009). El sector público
debe garantizar buenas prácticas mediante
la aplicación de regulaciones nuevas y de las
existentes, mientras que el sector privado debe
desarrollar sistemas eficaces de gestión de la
salud animal y servicios relacionados eficientes.
Además, las inversiones en investigación y
educación (por ejemplo, la capacitación en
bioseguridad) son necesarias junto con el
desarrollo de sistemas de monitoreo para
ayudar a predecir el impacto de los cambios
climáticos en la incidencia de enfermedades
zoonóticas en las zonas endémicas con
diversas condiciones biológicas y sociales.
Lamentablemente la vigilancia activa de
enfermedades del ganado en América del Sur
es inadecuada en toda la región (Pinto et al.
2008). La declaración de enfermedades, en
particular de las enfermedades transmitidas
por vectores y las que pueden ser afectadas por
el cambio climático, suele ser insuficiente, lo
que limita el conocimiento de la distribución
y el impacto de las enfermedades y deteriora
la capacidad de respuesta temprana. La mejora
en la declaración de enfermedades requerirá
la participación activa y coordinada de los
organismos gubernamentales, especialistas
en enfermedades del ganado, meteorólogos,
epidemiólogos, biólogos, ecólogos y los
productores de ganado en comunidades locales
(Pinto et al. 2008).
Los sistemas de trazabilidad continúan recibiendo
atención en los países de ALC como un método
eficaz para detectar los brotes de enfermedades,
facilitar una respuesta rápida y agregar valor
de mercado a los productos ganaderos. Varios
países de la región han iniciado el desarrollo
de sistemas nacionales de identificación de
animales, control de movimiento y trazabilidad,
en respuesta a oportunidades en el mercado
de la exportación. En Uruguay, donde todo el
ganado se etiqueta electrónicamente al nacer,
existe el primer proceso de producción de
carne totalmente rastreable del mundo (Davies
2014). Implementado en 2000, el sistema de
trazabilidad de Uruguay es el modelo de sistemas
similares que recientemente se implementaron
en Nicaragua, Honduras, Guatemala, Panamá y
otras partes de Centroamérica. El retorno de la
inversión en el sistema de trazabilidad uruguayo
ha sido de USD 20 por cada dólar invertido en el
sistema (IICA 2013).
Adaptación al cambio climático y
estrategias de mitigación
Se ha sugerido una serie de estrategias para
contribuir a que el sector ganadero de ALC
se adapte a los efectos del cambio climático,
incluyendo ajustes en la producción, tales como
la diversificación e intensificación; estrategias
de mejoramiento dirigidas a promover la
tolerancia del ganado al calor y a mejorar su
capacidad para sobrevivir, crecer y reproducirse
en condiciones de mala nutrición, parásitos y
enfermedades; cambios en las políticas, tales
como la promoción de esquemas de comercio
y de crédito interregionales, la eliminación
o la introducción de subsidios, sistemas de
seguros y prácticas de diversificación de
ingresos; la implementación de sistemas de
alerta temprana para el ganado; la realización
de investigaciones que permitan comprender
mejor cómo el cambio climático afecta a la
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
ganadería; el aumento de la conciencia de
los productores sobre el cambio climático
y capacitación pertinente al respecto; y el
mejoramiento de los sistemas de gestión del
ganado relacionados con el uso del agua, la
eficiencia de la producción y la composición
del rebaño, entre otras (Calvosa et al.2010).
Algunas de las estrategias de mitigación
sugeridas incluyen la investigación para
mejorar la conversión de energía del ganado,
la eficiencia alimenticia y la digestibilidad del
alimento; el mejoramiento de la gestión de los
alimentos para los animales, a fin de reducir las
emisiones; una mejor gestión de los residuos
animales que permita disminuir las emisiones;
una mejor gestión de las pasturas mediante el
pastoreo rotacional; y simplemente el logro de
niveles más bajos de producción y consumo
de ganado. Los modelos bio-económicos con
coeficientes ambientales pueden ser una
herramienta de apoyo al desarrollo de políticas
y a la toma de decisiones por los productores
para incorporar prácticas y estrategias ganaderas
sostenibles y mejorar la mitigación del cambio
climático y la adaptación del sector ganadero.
para abordar las necesidades específicas
de la región. Se necesitan inversiones en
investigación para el desarrollo y la adopción
de nuevas tecnologías y procesos relacionados
con la seguridad alimentaria, la genética y la
cría, la eficiencia reproductiva, la nutrición, el
control de enfermedades, la reducción de la
intensidad de las emisiones, la alimentación
y el manejo del ganado, métodos de
intensificación sostenible y los potenciales
efectos del cambio climático en el ganado
y los sistemas ganaderos. Se ha propuesto
una amplia gama de recomendaciones para
impulsar el desarrollo de la industria ganadera
en ALC. Lo que más se necesita actualmente
es contar con el financiamiento que permita
aplicar dichas recomendaciones mediante
mecanismos de asociación pública, privada y
público-privada. Se necesitan inversiones para
mejorar la productividad de la ganadería en
el sector de la agricultura familiar; reducir los
riesgos; aumentar el acceso de los pequeños
productores a la tecnología, los servicios rurales
y los mercados y aumentar la contribución de
la ganadería a la seguridad alimentaria y al
desarrollo rural sostenible.
CONCLUSIONES
El movimiento en la industria ganadera
hacia la intensificación sostenible puede
ayudar a lograr el aumento necesario de la
productividad y, al mismo tiempo, a asegurar
la protección del medio ambiente mientras la
industria crece. Un continuo ablandamiento
esperado de los precios del petróleo y los
granos en el mediano plazo puede apoyar, al
menos, la intensificación de la industria. Las
consecuencias ambientales pueden abordarse
de mejor manera mediante la colaboración
efectiva entre investigadores, formuladores de
políticas, productores de ganado y otros actores
de la cadena de suministro de ganado.
El continuo crecimiento de la industria
ganadera en ALC apoyará el crecimiento
económico general de la región, ayudará a
satisfacer las necesidades nutricionales de una
población creciente y contribuirá al logro de
la seguridad alimentaria y a la mitigación de
la pobreza en la región. Dicho crecimiento,
sin embargo, está generando consecuencias
complejas e imprevistas de degradación del
medio ambiente y preocupaciones por la
salud de los seres humanos y los animales.
Para hacer frente a dichas consecuencias y
preocupaciones, se requerirán estrategias de
mitigación públicas y privadas que cuenten
con buen financiamiento y que sean intensivas
y de amplia base.
Para lograr un mayor avance de la industria
ganadera en ALC, se requerirán inversiones
adicionales en investigación y desarrollo
El control efectivo de los brotes de las
enfermedades del ganado debe ser una
prioridad, tanto para facilitar el crecimiento
de la industria como para proteger de las
consecuencias de dichas enfermedades para la
salud humana. Se necesita destinar inversiones
a los sistemas de investigación, de educación y
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
111
de vigilancia y seguimiento de enfermedades,
con el fin de aliviar los problemas causados por
las enfermedades animales y las zoonosis, que
se traducen en enormes pérdidas para la salud
animal, los medios de vida de los productores
de animales, las economías nacionales y
regionales y la salud humana. Además, los
sistemas de trazabilidad también pueden ser
herramientas eficaces en ese proceso.
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Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Capítulo 2.4:
Pesca y acuicultura
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
117
Pesca y acuicultura
La creciente demanda mundial de productos pesqueros se ha transformado en un gran desafío para la sostenibilidad
del sector pesquero mundial, de modo que se pueda asegurar el suministro de proteína animal proveniente de esos
productos. La presión global por una mayor oferta ha llevado a que más del 60% de las pesquerías del mundo se
encuentren en niveles de explotación plena y el 30% de ellas en niveles de sobreexplotación (FAO 2014b). Durante
los últimos 15 años, las capturas de las principales pesquerías ha mostrado un descenso histórico en América Latina
y el Caribe (ALC), estabilizándose en alrededor de 15 millones de toneladas anuales, en tanto que la acuicultura ha
experimentado una tendencia creciente y sostenida. La presión sobre los recursos pesqueros obliga a que la gestión
de la pesca esté basada en información científica y a que los métodos de captura sean más sostenibles. La acuicultura
deberá seguir su paso creciente para cerrar la brecha entre la demanda y la oferta de proteína de pescado, para lo
cual deberán promoverse e implementarse sistemas de producción acuícola que contemplen enfoques ecosistémicos (es
decir, que consideren la sostenibilidad ambiental y el bienestar social), así como una institucionalidad que responda
adecuadamente al reto de lograr un equilibrio entre la demanda y la oferta de productos pesqueros.
HECHOS
•
A nivel mundial nunca antes ha existido tanta demanda, y por ende un consumo per cápita tan alto,
de productos provenientes de las actividades de la pesca y la acuicultura 19 kg anuales en 2012.
•
En ALC el consumo de pescados y mariscos también ha crecido sustancialmente en los últimos
años, alcanzando en países como Brasil, Perú y México un consumo per cápita superior a la
media global.
•
La producción pesquera extractiva es intensa y variable no solo por el impacto de fenómenos
CLIM¶TICOOCEANOGR¶kCOSCOMOEL%L.IÄOSINOTAMBI¼NPORLASOBREPESCALOSSUBREPORTESDE
CAPTURALAPESCAILEGALYLADIkCULTADDEkSCALIZACIÅN
•
La actividad de producción acuícola de ALC ha crecido sostenidamente desde el año 2000 (71% en el
periodo 2000-2013), alcanzando actualmente cifras históricas (2,5 millones de toneladas).
•
El mayor productor acuícola de ALC continúa siendo Chile, cuya producción es principalmente
industrial y dominada por los salmónidos (salmón y trucha). Brasil se ha colocado como el
segundo productor, con volúmenes crecientes de tilapia y otros peces amazónicos (FAO 2015).
•
Cerca del 15% de los agricultores familiares de la región son también acuicultores, quienes
PRODUCEN PRINCIPALMENTE ESPECIES DE BAJO NIVEL TRÅkCO COMO TILAPIA %STAS ACTIVIDADES HAN
DINAMIZADOLAECONOMÀADEMÊLTIPLESCOMUNIDADESRURALESDE!,#&LORES.AVA
•
El incremento de los precios internacionales de la harina y el aceite de pescado han aumentado
los costos de producción acuícola (especialmente de salmón y camarón), los cuales también
han tenido presión al alza debido al costo que conlleva la aplicación de las más estrictas medidas
de control sanitario.
r
.UEVASENFERMEDADESCOMOLAMORTALIDADTEMPRANADELCAMARÅNAMENAZANNUEVAMENTELA
industria regional, por lo que organismos internacionales y los sistemas de sanidad animal
nacionales han empezado a adoptar medidas de control sanitario.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
119
En 2013, el valor total de las exportaciones
de pesca y acuicultura a nivel mundial
superaron los USD 130 000 millones.
El comercio del pescado y los productos
pesqueros es de particular importancia para
los países en desarrollo, que dan cuenta
de más del 50% del valor y del 60% de la
cantidad (peso vivo) de todos los productos
pesqueros exportados.
TENDENCIAS
Parte de la población mundial seguirá
dependiendo de la pesca y sus productos
para subsistir y alimentarse
La población mundial se incrementará hasta
llegar a 9600 millones de personas en el año
2050. Un alto porcentaje de ese crecimiento
se dará en las zonas urbanas costeras, por lo
que los productos pesqueros y sus derivados
desempeñarán un rol importante, no solo
desde el punto de vista de la alimentación, sino
también como medio de vida y de ingreso para
las familias de escasos recursos.
En lo referente a la pesca como medio de vida,
se estima que el 12% de la población global se
sostiene económicamente gracias a la pesca y
a la acuicultura. Los pescadores y acuicultores
artesanales de ALC constituyen alrededor
del 90% de la fuerza laboral del sector (FAO
2014a).
Los productos pesqueros son una de las fuentes
de alimentación cuya oferta ha crecido más. Esta
situación se relaciona con el incremento de la
población demandante, el aumento del ingreso
per cápita (sobre todo de los países en desarrollo)
y una mayor propensión al consumo de alimentos
saludables. Esos factores han favorecido que los
recursos pesqueros y acuícolas hoy se encuentren
entre los alimentos más comercializados en el
mundo; de hecho, aproximadamente el 40% de
la producción total de la pesca y la acuicultura
accede al comercio internacional (FAO 2014b).
En 2013 la producción pesquera de ALC
alcanzó 15 millones de toneladas, de las cuales
el 84% correspondió a pesca de captura y el
16% restante a acuicultura. Mientras esta
última actividad ha crecido 71% en la región
en los últimos 13 años (figura 17), la pesca
de captura ha tendido a estabilizarse en un
promedio de 18 millones de toneladas en los
últimos 20 años, aunque se han presentado
oscilaciones en el volumen de producción año
con año.
Figura 17. Captura y producción acuícola en ALC
Evolución Capturas ALC 1950 - 2013
Evolución Acuícultura ALC 1950 - 2013
3 000 000
25 000 000
2 500 000
Toneladas
20 000 000
Toneladas
2 000 000
1 500 000
15 000 000
10 000 000
1 000 000
5 000 000
500 000
0
Sudamérica
Centroamérica
Caribe
Sudamérica
Centroamérica
Caribe
Fuente: Elaborada con base en datos de FAO 2015.
120
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
2013
2010
2007
2004
2001
1998
1995
1992
1989
1986
1983
1980
1977
1974
1971
1968
1965
1962
1959
1956
1953
1950
2013
2010
2007
2004
2001
1998
1995
1992
1989
1986
1983
1980
1977
1974
1971
1968
1965
1962
1959
1956
1953
1950
0
Figura 18. Producción mundial de pesca
y acuicultura en 1950-2013
180
160
140
120
100
80
60
40
20
Producción de la pesca d e captura
La mayoría de los organismos y especialistas
internacionales asociados al sector de los
2013
2010
2007
2004
2001
1998
1995
1992
1989
1986
1983
1980
1977
1974
1971
1968
1965
1962
1959
1956
0
1953
La acuicultura es la actividad productiva
con mayor crecimiento tanto en el ámbito
mundial como en el regional. Además, se
ha incrementado su participación en las
economías domésticas de la región (figura 18).
En los últimos 20 años, la producción de la
acuicultura de ALC pasó de 305 000 toneladas
(1993) a 2,5 millones de toneladas (2013). El
crecimiento de la actividad acuícola se ha visto
favorecido por los avances de la investigación y
el desarrollo tecnológico y por el incremento y la
mejora de las políticas públicas y la gobernanza
de la acuicultura, tal y como se identificó en
la Declaración y Estrategia de Bangkok del año
2000 (FAO 2001a).
Sin embargo, a pesar de su alto potencial, la
actividad acuícola se podría ver impactada
negativamente por fenómenos climáticos y por
el incremento de los precios de los commodities
que constituyen los principales ingredientes de la
alimentación acuícola. Además, la aparición y la
expansión de patologías como el virus de la anemia
infecciosa del salmón (ISA), el parásito Caligus en
el cultivo de salmones y el brote de nuevos eventos
patogénicos en la camaronicultura regional,
como el síndrome de mortalidad temprana
(EMS), podrían generar efectos mayores sobre la
producción y activar mecanismos de restricción
comercial intrarregional.
1950
En ALC sigue aumentando la
importancia de la acuicultura
industrial, de la que Sudamérica es la
mayor subregión productora
alimentos coinciden en que en el futuro cercano
la acuicultura será una de las principales fuentes
de proteínas para una población demandante
y en crecimiento. Es por ello que los expertos
concluyen que la acuicultura representará uno
de los sectores con mayores oportunidades
para la inversión (Maglio 2014).
Millones de toneladas
En ALC la pesca artesanal constituye un “seguro
familiar” que se activa en tiempos de malas
cosechas agrícolas y desempleo rural. Debido
a la renta instantánea que puede generar la
pesca, las cifras de pescadores no habituales
o esporádicos aumentan significativamente
cuando las personas desempleadas del medio
rural recurren a la pesca para generar ingresos
económicos rápidos. En algunas ocasiones esto
puede llegar a generar una excesiva presión
social sobre los recursos hidrobiológicos. A
diferencia de la pesca artesanal en momentos
de crisis financiera, la acuicultura de la micro
y pequeña empresa crece y complementa la
agricultura familiar, dinamizando la economía
de múltiples comunidades rurales de América
Latina.
Producción de la acuicultura
Fuente: Elaborada con base en datos de FAO 2015.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
121
La producción de especies
dulceacuícolas ha aumentado
significativamente
Aunque Asia sigue siendo la región con
mayor participación en la producción
acuícola mundial (casi el 90%), ALC es la que
presenta las mayores tasas de crecimiento,
debido principalmente al fuerte desarrollo
de ese subsector en Chile, Brasil y Ecuador,
que a nivel mundial se encuentran entre los
primeros 20 productores. Además, sobresale
el crecimiento acuícola de México, Perú y
Colombia. En términos absolutos, en el 2013
ALC produjo cerca de 2,5 millones de toneladas
de productos acuícolas, de las cuales América
del Sur contribuyó con el 85% (figura 19).
Figura 19. Participación en la producción
acuícola de ALC en 2013
1%
14%
85%
Caribe
América Central (incluye M éxico)
América del Sur
Fuente: Elaborada con base en datos de FAO
2015.
Aun cuando la producción acuícola en ALC
sigue siendo dominada por especies cultivadas
en el medio marino, se observa un aumento
importante en la producción de peces de agua
dulce.
122
La producción de acuicultura a nivel
latinoamericano está determinada en gran
medida por el desempeño de Chile, el principal
productor a nivel regional, que en 2013
produjo más de un millón de toneladas, de
las cuales el 73% correspondía a salmónidos,
23% a moluscos (principalmente mejillones) y
el resto a algas marinas. En comparación con
los datos presentados en 2001, la producción
acuícola de Chile ha tenido un crecimiento de
más de 70% en los últimos 13 años.
Dentro de las especies de mayor importancia
para la acuicultura latinoamericana sobresalen
los salmónidos, que representaron el 34% del
total de la producción acuícola de ALC. Chile
fue el principal productor: aportó el 94% del
total de la producción de la especie (FAO 2015).
En los últimos años Chile logró incrementar
su volumen de producción, gracias a la
recuperación notable de la afectación del virus
ISA, el cual había causado una importante
merma en el sector acuícola chileno. La crisis del
virus ISA dejó importantes lecciones que han
llevado a una mejora constante de la industria,
que ha adoptado medidas sanitarias adecuadas,
además de una serie de otras medidas que
permiten proteger a esa importante industria.
Todo eso ha incrementado los costos de
producción, hecho que obliga a esta industria
a estar en constante evolución, lo que genera
otras externalidades positivas (desarrollo de
vacunas y otras tecnologías, investigación,
aplicación de rigurosas normas y protocolos de
gestión, un mayor control de la calidad). Sin
embargo, esto la hace menos competitiva, en
virtud de que los precios internacionales se han
mantenido estables y esto reduce los márgenes
de utilidad, lo que en el futuro inmediato
podría tener un efecto en el empleo.
La segunda especie acuícola de importancia
en ALC después de los salmónidos son los
camarones, representados casi en su totalidad
por el camarón blanco (Litopenaeus vannamei). El
camarón, un marisco de alto valor de mercado
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
que se produce en varios países de la región,
dio cuenta del 26% de la producción acuícola
regional en 2013, año en que la producción de
esta especie fue de 640 000 toneladas, de las
cuales el 64% se produjo en América del Sur,
principalmente en Ecuador (FAO 2015).
Ecuador aportó el 47% de la producción regional
de ese crustáceo, que en 2013 representó el 92%
de la producción acuícola de ese país, la cual
fue de 332 000 toneladas en ese año (cuadro
7). Superados los serios problemas sanitarios en
la camaronicultura ecuatoriana, actualmente la
industria está en un buen momento, con mejoras
sustantivas en los precios internacionales,
debido principalmente a problemas sanitarios
en Asia, que han contraido la oferta.
La amenaza de nuevos patógenos como el
EMS, aparente responsable de mortalidad
y abatimiento en la producción de granjas
asiáticas, ha disparado los mecanismos de
alerta, debido a sospechas de infección en
algunos países de la región, que conllevan la
introducción de medidas preventivas para
evitar su eventual diseminación regional. Los
niveles de producción nacionales de los países
productores de camarón parecen sugerir que
ya han sido controlados los brotes primarios
detectados en México.
La producción de peces de agua dulce en ALC
presentó una tasa promedio de crecimiento
anual del 8% en el periodo 2004-2013, lo que
se refleja en un aumento significativo de los
volúmenes de producción de estos peces, que
han cobrado importancia como alternativa
para la generación de ingresos. En 2013 se
produjeron 722 000 toneladas de peces de agua
dulce en la región, siendo América del Sur la
principal subregión productora, al aportar 603
000 toneladas (cuadro 8).
Cuadro 7. Producción de acuicultura de Ecuador en 2009-2012 (t)
Camarones
Tilapias
Salmónidos (trucha)
Otros crustáceos
Otros peces de agua dulce
Total
2009
179 100
37 461
500
300
1000
218 361
2010
223 313
47 733
500
0
970
272 516
2011
260 000
48 000
500
0
1000
309 500
2012
281 100
39 818
500
0
1035
322 453
2013
304 000
23 920
3 200
0
1060
332 180
Fuente: Elaborado con base en datos de FAO 2015.
La acuicultura de recursos limitados (AREL)
cumple un rol significativo en el autoempleo
y la seguridad alimentaria y nutricional de las
familias rurales de los países de la región. Con
algunas excepciones en Brasil, la AREL está
fundamentalmente dedicada a la producción
de peces de agua dulce. Actualmente más de
100 000 familias rurales cuentan con al menos
un estanque piscícola, que les permite obtener
proteínas, abonos e ingresos complementarios.
Cuadro 8. Producción de peces de agua dulce en ALC en 2009-2013 (t)
América Central (incluye México)
América del Sur
Caribe
Total
2004
67 811
256 851
31 763
356 425
2009
70 108
490 217
36 548
596 873
2010
61 896
574 304
30 998
667 198
2011
75 463
550 385
23 721
649 569
2012
90 197
608 187
23 587
721 971
2013
93 241
603 563
26 139
722 943
Fuente: Elaborado con base en datos de FAO 2015.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
123
En países como Bolivia, Colombia y Paraguay,
la AREL y la acuicultura de la micro y pequeña
empresa (AMyPE) contribuyen con más del
80% de la producción acuícola nacional.
La acuicultura forma parte de las estrategias de
diversificación productiva, y consecuentemente
de ingresos, de los agricultores familiares, ya que
les permite distribuir el riesgo y compensar los
costos de producción de los sistemas agrícolas
familiares. Por estas razones, la acuicultura
de los micro y pequeños productores
latinoamericanos se está transformando en un
importante subsector generador de ingresos
y motor del crecimiento del medio rural. Un
caso emblemático es Brasil, país con la mayor
participación en la producción de peces de
agua dulce en la región, donde las micro y las
medianas empresas lideran su acuicultura, en
que la tilapia es la principal especie cultivada.
Como estrategia ante la limitación de recursos,
los piscicultores de pequeña escala utilizan
especies de bajo nivel trófico, tales como tilapias
y carpas, que no requieren alimentos ricos en
harina y aceite de pescado, como sí es el caso de
los salmónidos. Esto hace que los productores
no se vean expuestos al impacto que el
incremento en los precios internacionales de la
harina y el aceite puede tener en los costos de
producción de la piscicultura.
En cuanto a su aporte al suministro alimentario,
la acuicultura tiene un alto potencial para
contribuir a la generación de los alimentos
requeridos por la población en los próximos
años, toda vez que el pescado es una fuente
de proteína de excelente calidad y de
micronutrientes esenciales cuya carencia es uno
de los principales factores de la sub-nutrición
tanto en el ámbito global como en el regional.
alimentos que los que consume actualmente.
Sin duda la acuicultura contribuirá a satisfacer
esta demanda, pues la expansión de la oferta
de alimentos de origen terrestre presenta
limitaciones, con proyecciones que indican
que solo podrán aportar el 10% del total de
alimentos requeridos en el futuro (FAO 2014b).
Un porcentaje importante de las poblaciones de
peces capturados se encuentra en una situación
de “plena explotación” y alrededor del 30% en
una situación de “sobreexplotación”. La FAO
señala que alrededor del 90% de las capturas
no tiene ninguna posibilidad de incrementar sus
volúmenes de extracción a futuro (FAO 2014b).
Además, los fenómenos oceanográficos que se
presentan cíclicamente (como el fenómeno “El
Niño”) han generado una menor disponibilidad
de capturas de pequeños pelágicos en ALC. En el
caso peruano, por ejemplo, se prevé que el 2015
será un año de recuperación de la anchoveta,
después de que ese fenómeno afectó la actividad
local durante todo el 2014, reduciendo la captura
de esta especie a 2,2 millones de toneladas, en
comparación con las casi 6 millones de toneladas
desembarcadas en 201324.
En este escenario, la mayor demanda de
productos pesqueros puede significar una gran
oportunidad para los pequeños productores de
ALC, especialmente los pescadores artesanales
que orientan esfuerzos a especies emergentes
o alternativas, como el calamar (jibia o pota).
Para su aprovechamiento, los países deben
promover políticas públicas adecuadas para el
desarrollo y la protección de esos subsectores.
El cambio climático y los fenómenos
naturales catastróficos amenazan
seriamente las actividades pesqueras y
Se ha pronosticado que en el año 2050 la acuícolas en ALC
humanidad consumirá un 70% más de
24 Conterno, E. 2015. Recuperación de la anchoveta (Comunicación Personal).
Lima, PE, Sociedad Nacional de Pesquería.
124
Es conocido que diversos factores climáticooceanográficos han afectado la distribución y
la disponibilidad de la anchoveta en Perú y el
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
140
21
120
18
100
15
80
12
60
9
40
6
20
3
0
0
50
55
60
65
70
Suministro alimentario
75
Población
80
85
90
95
Alimentación
00
05
12
Usos no alimentarios
Población (miles de millones) y suministro alimentario (kg/per cápita)
Utilización del pescado (millones de toneladas)
Figura 20. Utilización y suministro mundial de pescado
Fuente: Elaborado con base en datos de FAO 2014a.
norte de Chile. Por otro lado, se han sentido
los efectos devastadores de huracanes que
afectan la infraestructura pesquera y acuícola
en el Caribe; además, en el sur de Chile se ha
registrado actividad volcánica que ha tenido
un grave impacto en cultivos y pesquerías (por
ejemplo, los volcanes Chaitén y Calbuco).
Según diversos autores, el cambio climático está
ocasionando modificaciones físicas y biológicas
en la distribución de las especies marinas
y de agua dulce. En general, se registra un
desplazamiento hacia los polos de las especies
de aguas templadas con los consiguientes
cambios en el tamaño y la productividad de
sus hábitats. Se cree que la productividad de
los mares tropicales y subtropicales disminuye
y que aumenta en las zonas de latitudes más
altas. Este fenómeno quedó claro, al realizar las
evaluaciones del stock de la pesquería de sardina
en el área centro-sur de Chile, observándose
un claro desplazamiento de las poblaciones de
esa especie hacia zonas más septentrionales
(IFOP 2015). Ciertamente el cambio climático
también está afectando las actividades acuícolas
en áreas donde los patrones de la precipitación
pluvial se han modificado, como aparentemente
ocurre en algunas zonas del centro-norte de
Paraguay y en las zonas del Atlántico Sur de
Brasil. Se espera un mayor impacto en áreas
más sensibles, como en los arrecifes de coral,
en los humedales y en los ríos y en los lagos
(Blanchard et al. 2012).
PERSPECTIVAS
Las pesquerías tradicionales
declinan en la región
Las principales pesquerías de la región se
encuentran en plena explotación o están
siendo sobreexplotadas, debido a lo cual se
ha registrado un creciente descenso de la
producción. En la región existen varios casos
que ejemplifican esa situación, como el jurel en
Chile, cuya captura ha caído en más del 80%
en diez años y hoy está sometido al manejo
estricto de cuotas vía la Organización Regional
de Pesca del Pacífico Sur (ORP). Otro ejemplo
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
125
es la anchoveta en Perú y Chile, que sufre
fuertes variaciones interanuales y podría ser
afectada seriamente por el cambio climático
global, principalmente en las zonas ecuatoriales
y subtropicales.
Al tener pesquerías deterioradas o en franca
disminución, las autoridades deben enfocarse
en extremar la aplicación de medidas dirigidas
a su preservación y recuperación, más aún
si continúan existiendo presiones sobre los
recursos pesqueros, como resultado de la
demanda sostenida de la creciente población.
Las proyecciones de las pesquerías tradicionales
generan expectativas reguladas por los
mercados, siendo la principal el incremento del
precio de aquellos recursos de mayor demanda,
la que aumentará conforme disminuye la
disponibilidad y la oferta de dichos recursos.
En contraposición con la sobreexplotación
y las bajas perspectivas futuras de la pesca
extractiva, la actividad acuícola ha presentado
un crecimiento sostenido en los últimos años.
La actividad acuícola en Chile, con estrictas
medidas sanitarias especialmente en la
producción de salmónidos, se ha recuperado
de manera importante con un récord histórico
de producción de cerca de 1,1 millones
de toneladas en 2014 (SUBPESCA 2015).
Incluso podría haber crecido más, pero se ha
visto frenada por la reducción de las tasas de
crecimiento de la demanda mundial de las
especies producidas en este país, lo que ha
obligado a la industria a moderar su expansión.
Por lo tanto, la acuicultura ofrece una gran
oportunidad para proveer a los mercados cuyas
demandas no podrán ser satisfechas por la
pesca extractiva. En este contexto, los grandes
productores de ALC, que son Chile, Brasil y
Ecuador, serán los proveedores de salmón, peces
de agua dulce y camarón, respectivamente. Es
importante mencionar las buenas perspectivas
126
de industrias acuícolas emergentes, como la
de la almeja concha de abanico en Perú, cuyo
crecimiento se mantendrá en niveles de dos
dígitos en los próximos años.
Algunas especies amazónicas de desarrollo
tecnológico reciente, como el surubí, y otras
que han ido ganando posicionamiento en
mercados regionales, como el pacú, la cachama
y el tambaquí, mantendrán importantes ritmos
de expansión, lo que beneficiará a la economía
de las zonas rurales donde se producen,
principalmente en Brasil, Colombia y el
noroeste argentino.
En el marco de la AREL, en tanto, se generarán
actividades de creciente connotación social
que desempeñan un importante rol en la
generación de empleo, la alimentación y el
aporte de recursos. Estas actividades pueden ser
vulnerables por su precariedad y estar sujetas a
fluctuaciones de mercado, ambiente, etc. Esto
ha implicado que las autoridades nacionales
hayan asumido la provisión de apoyo y el
fortalecimiento de estos núcleos sociales, con un
creciente reconocimiento de su relevancia social
en prácticamente todos los países de la región.
Así, se perfila un nuevo auge del extensionismo
acuícola, como puede ya identificarse en países
como Colombia, Perú y Brasil.
Ciertamente todas las zonas de la región no
son iguales, sino más bien presentan realidades
diversas que ofrecen oportunidades para el
desarrollo de la actividad acuícola (tienen
condiciones ambientales y ecológicas que
generan ecosistemas con múltiples recursos
y con ello diversas opciones de negocio,
menor competencia entre productores y
vías alternativas para enfrentar probables
condiciones adversas). Lo mismo ocurre con
la pesca artesanal, que obviamente presenta
realidades distintas en todos los países
y también a lo interno de cada uno. Por lo
mismo, esas comunidades de pescadores
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
artesanales deben asumir un rol destacado en
la producción acuícola y no solo en la pesca
extractiva. En consecuencia, el crecimiento
irá de la mano del desarrollo acuícola no solo
industrial, sino también de pequeña y mediana
escalas.
Se ha pronosticado que para el año 2050
la humanidad consumirá un 70% más de
alimentos en comparación con el consumo
actual. Sin duda la acuicultura podría contribuir
de manera importante a satisfacer ese gran
incremento esperado (FAO 2009).
En muchas partes de ALC, la pesca artesanal
no es solo una actividad económica que se
constituye en un “seguro familiar”, sino
que representa un medio de vida, con
gran importancia cultural y turística, que
contribuye a dinamizar la economía de muchas
comunidades rurales de ALC. En varias partes,
la acuicultura, la pesca y la agricultura familiar
se complementan y crecen en forma conjunta.
prácticas acuícolas; la homologación de los
sistemas de certificación de prácticas sostenibles
y el logro de un mayor reconocimiento
político de la importancia social, alimentaria y
económica de la acuicultura.
En la acuicultura industrial se espera que
dentro de diez años se haya logrado que el
100% de los centros salmonicultores de Chile
estén certificados internacionalmente por su
utilización de mejores prácticas, que las plagas
estén controladas, que se hayan introducido
nuevas especies en la acuicultura comercial
y que los consumidores de todo el mundo
tengan mayor conciencia de las bondades
nutricionales de los pescados y mariscos.
La micro, pequeña y mediana acuicultura
puede tener un crecimiento muy importante
si los Estados se preocupan por incentivar su
desarrollo. Y esto no solo pasa por el desarrollo
de la acuicultura de especies para consumo
humano directo, sino que también abarca
el desarrollo de especies para ser utilizadas
en otras áreas de la economía, como ocurre
por ejemplo con las algas marinas, que se
promueven en Chile y en menor medida en
Brasil, México y Perú.
La acuicultura tiene un futuro muy promisorio
en ALC, pero su desarrollo dependerá en gran
medida de las políticas públicas destinadas
a apoyarla. Un claro ejemplo de estas es el
establecimiento de áreas costeras para el uso
exclusivo de las organizaciones de pescadores
artesanales, las cuales les permitirá no solo ser
“extractores” de los recursos allí presentes, sino
también “cultivadores”. Debería proyectarse la
incorporación de tecnología y capital para lograr
un desarrollo armónico como el señalado.
También debería considerarse la asociación
de las comunidades de pescadores con capital
privado para desarrollar nuevas tecnologías
y procesos. Existen muchas especies de
invertebrados, peces y algas cuyo cultivo tiene
un gran potencial y podría verse favorecido con
ese tipo de asociación.
El escenario para 2025 de la acuicultura
regional sugiere que el principal desafío
estará centrado en el fortalecimiento de
la competitividad en todas las escalas de
producción, considerando la proyección de
un incremento sostenido en el precio de los
ingredientes para alimentos balanceados.
Otros desafíos importantes serán el control
de las enfermedades transfronterizas, que se
incrementan con un mayor flujo comercial
intercontinental; la promoción de las mejores
Es importante señalar, sin embargo, que las
zonas costeras que pueden ser utilizadas para
los efectos indicados también pueden ser las
áreas más afectadas por los cambios climáticos
y por la contaminación creciente de los bordes
costeros. El cultivo de algas podría ser un gran
mitigador de esos problemas. Sin duda alguna,
para lograr que las actividades pesqueras y
acuícolas sean sostenibles, se hace necesario
planificar eficientemente el uso del borde
costero y de los cuerpos de agua dulce, para lo
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
127
cual se deben determinar adecuadamente los
niveles de producción óptimos.
Se debe señalar con claridad que en el corto
plazo no se espera un aumento del consumo de
pescado en ALC, debido principalmente al nivel
de los precios y a la dificultad que enfrentan
todos los segmentos de los mercados nacionales
para acceder a los productos pesqueros. Con la
excepción de los productores de la AREL, que
producen especies de bajo costo, los pescadores
y los acuicultores cada día se especializan
más y mejoran sus prácticas, con la finalidad
de que ello les permita dirigir sus productos a
los mercados internacionales. Esto se refleja
en los altos precios de esos productos, que se
vuelven inalcanzables para la mayoría de los
consumidores, quienes, por lo tanto, consumen
productos más baratos, como la carne de aves
y de cerdo. Durante los últimos años, en ALC
se han introducido especies de pescado de bajo
valor provenientes principalmente de Asia. Sin
embargo, su precio en los mercados locales
es más alto que el de los productos avícolas
y porcinos, como es el caso del “pangasio”.
Algunos gobiernos han realizado campañas
para incentivar el consumo de pescado, pero
para obtener resultados significativos, esto
debe ir aparejado con precios accesibles, reto al
que aún no se ha logrado darle solución.
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
El fortalecimiento de las instituciones
y la coordinación regional son claves
para el desarrollo y el crecimiento
pesquero-acuícola de ALC
De acuerdo con la CEPAL, la FAO y el IICA (2014),
las políticas públicas para los ámbitos agrícola
y rural deben ayudar a eliminar el hambre, la
inseguridad alimentaria y la malnutrición; a
128
hacer que la agricultura, la actividad forestal y
la pesca sean más productivas y sostenibles; a
contribuir a reducir la pobreza rural y a propiciar
sistemas agrícolas y alimentarios inclusivos y
eficientes y a incrementar la resiliencia de los
medios de vida ante las catástrofes.
Es necesario fortalecer las capacidades
institucionales y locales (comunitarias) para
el manejo ecosistémico de las pesquerías y de
la acuicultura, incluido el acceso equitativo a
recursos y a programas de protección social.
Las realidades de los sectores pesqueros y
acuícolas de los países de la región son muy
diversas. Por la misma razón, para diseñar
políticas de largo plazo, deben evaluarse
las realidades particulares de cada país y/o
territorio. Sin embargo, una consideración
básica es la institucionalidad. Para aplicar
políticas de manera coherente, se requiere
una institucionalidad robusta. Para contribuir
eficaz y eficientemente al desarrollo pesqueroacuícola de una nación o región, se requiere
una institucionalidad apropiada, junto a la cual
se debe contar con la normativa que permita
el desarrollo de la pesca y la acuicultura de
manera coherente, sostenible y responsable.
Es importante promover el diseño de una
arquitectura institucional que incluya de forma
visible y coherente la pesca y la acuicultura,
con una dimensión, una jerarquía y recursos
que permitan el aprovechamiento del potencial
nacional y la gestión sostenible de los recursos
pesqueros y acuícolas.
Es fundamental contar con un marco legislativo
sectorial moderno, con instrumentos de política
robustos, bien articulados a nivel nacional y
territorial, que dialoguen con el resto de las
políticas de desarrollo local, complementando
esfuerzos y aprovechando oportunidades. El
diseño de estos instrumentos debe hacerse con
la participación de los actores sectoriales.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
En la gestión de las pesquerías debe
aplicarse el enfoque ecosistémico
Las pesquerías y en general todo el sector
pesquero-acuícola, ha sido administrado
con una visión cortoplacista que permitió
la generación de empleos e ingresos en
forma transitoria, pero que en el largo plazo
provocó un enorme daño, que en el caso de
algunas pesquerías, parece ser irreparable.
Esto trajo aparejado pérdidas económicas y
sociales. Afortunadamente hay un cambio de
paradigma.
Hoy se requiere aplicar medidas de manejo
basadas en la mejor información científica
disponible que haya sido lograda a través
de la investigación pesquera independiente.
Esta investigación, que se debe realizar en
el marco del nuevo paradigma acordado
internacionalmente, debe abordar no solo
las especies objetivo, sino también las demás
especies que interactúan con ellas. Este
nuevo paradigma, conocido como enfoque
ecosistémico, demanda de una mirada que va
más allá de lo estrictamente biológico; es decir,
incluye las dimensiones del bienestar social, la
institucionalidad y la gobernanza participativa.
Este nuevo enfoque multidimensional es
indispensable en la gestión sostenible de los
recursos pesqueros y responde a los principios
del Código de Conducta para la Pesca
Responsable de la FAO.
Es indispensable asignar recursos
suficientes y oportunos para la gestión
sostenible de las pesquerías
Un elemento esencial directamente relacionado
con el proceso de toma de decisiones para la
gestión sectorial es la investigación pesquera
que sustente científicamente las medidas
de manejo y conservación. La investigación
pesquera debe fortalecerse para evitar efectos
negativos, pero en muchos casos no se prioriza
de la forma debida y oportuna. Además,
frecuentemente carece de la independencia
necesaria para emitir las recomendaciones de
regulación de forma objetiva y centrada en la
sostenibilidad de los recursos.
Las regulaciones de las actividades de la
pesca y la acuicultura deben basarse en
los insumos brindados por la ciencia con
objetividad y oportunidad, para lo cual es
indispensable asignar oportunamente los
recursos materiales, humanos y financieros
necesarios. Dada la importancia que el capital
pesquero ha adquirido en ALC, en cada uno
de sus países debería existir una política
nacional de investigación pesquera, amparada
en un marco legal coherente y con garantía
presupuestal.
Promover la gestión participativa y la
corresponsabilidad del uso sostenible de
los recursos pesqueros y acuícolas
Es necesario propiciar la participación, la
cogestión, el manejo y la autorregulación entre
usuarios y autoridades, para lo cual deben
considerarse los antecedentes económicos,
la capacidad real productiva y la capacidad
biológica de los ecosistemas, con el fin de evitar la
sobreexplotación, la captura ilegal y el subempleo.
Con todas las herramientas disponibles
debe incentivarse la pesca y la acuicultura
responsables; también debe combatirse con
todos los instrumentos disponibles la pesca ilegal
y el descarte. Las políticas formuladas de forma
participativa con los actores sectoriales, con la
mejor información disponible compartida y con el
equilibrio adecuado entre incentivos y esquemas
de protección social que garanticen los ingresos
suficientes a las familias de los pescadores generan
comunidades pesqueras sin pobreza y pesquerías
sostenibles.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
129
La cooperación Sur-Sur como
instrumento para cerrar brechas
El desarrollo pesquero y acuícola de la región
muestra asimetrías importantes entre los países.
La cooperación regional en ALC será, sin duda
alguna, una importante palanca para cerrar
brechas a través de la transferencia horizontal
de tecnología y de experiencias en materia de
política pública sectorial y de formación de
recursos humanos.
Es importante establecer acuerdos de cooperación
Sur-Sur y triangular que permitan dinamizar
el flujo de tecnología intrarregionalmente,
así como fortalecer vínculos entre países
mediante el establecimiento de alianzas para
la comercialización de productos pesqueroacuícolas en mercados globales. En general,
deben aprovecharse los mecanismos de
integración regionales para propiciar acuerdos
bilaterales o multilaterales que favorezcan la
integración de ALC.
Mejorar los sistemas de registro y
estadísticas pesqueras y acuícolas
Sin información sectorial fiable y oportuna, la
gestión sostenible de los recursos pesqueros
y acuícolas es imposible. Es fundamental
contar con un sistema robusto y de amplia
cobertura geográfica que garantice el registro
de las personas dedicadas a la actividad, de los
equipos con que cuentan y de los insumos en
materia de desembarques y producción acuícola
nacionales. Se recomienda desarrollar y mejorar
herramientas para facilitar el manejo de bases de
datos, incluyendo la información ecosistémica;
es decir, integrada en las áreas ambiental,
pesquera y social.
130
Estimular el consumo de pescado para
fortalecer mercados internos y mejorar
la nutrición
El consumo de pescado ha tenido un ascenso
importante en los últimos años en prácticamente
todos los países de la región; no obstante, aún
existen segmentos amplios, los más necesitados
de la población, que no tienen acceso a esa fuente
de proteína. Es recomendable diseñar de forma
integral campañas comunicacionales, estrategias
de distribución y mecanismos que garanticen una
mayor asequibilidad, orientados principalmente
a las poblaciones más vulnerables. En este
sentido, las compras públicas, la promoción de
circuitos cortos y la inclusión del pescado en
la alimentación escolar pueden potenciar los
mercados internos e impulsar mejoras sustantivas
en la nutrición familiar.
Paralelamente, es importante fomentar la
producción acuícola nacional, con el fin de
responder al incremento de la demanda y no
favorecer las importaciones.
Promover la innovación
Incentivar la innovación, mediante la creación
de un ambiente que favorezca nuevos productos,
procesos y técnicas, sin duda propiciará la
competitividad y la posibilidad de dinamizar
economías locales y generar empleo. Es
recomendable la formulación de políticas
orientadas a ese propósito que vinculen el sector
productivo con el académico, incluida la creación,
cuando sea posible, de fondos específicos para
amortizar el riesgo en nuevos procesos. En
algunos casos, es factible que instituciones
estatales de fomento implementen proyectos
de desarrollo tecnológico en alguna de las áreas
de pesca-acuicultura, para luego transferir las
tecnologías desarrolladas al sector privado y a las
organizaciones de pequeños productores.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Para que exista investigación y desarrollo (I+D),
se requieren recursos humanos calificados e
instituciones de formación en investigación.
Los países de la región deben invertir más en
I+D. En general, países como México, Cuba,
Brasil y Chile invierten entre el 0,5% y el 1%
de sus respectivos productos internos brutos
(PIB) en I+D. Los que invierten entre el 0,2%
y el 0,5% son Argentina, Costa Rica, Bolivia,
Uruguay, Panamá, Venezuela y Colombia. Hay
varios que invierten menos del 0,2% del PIB,
como Perú, Paraguay, El Salvador, Ecuador,
Honduras, Nicaragua y Guatemala. Para darse
una idea, los países miembros de la OCDE
(excluyendo a México y Chile) invierten el
2,3% del PIB en I+D.
Generar y articular políticas y
estrategias de adaptación del sector al
cambio climático
Uno de los desafíos más grandes que enfrenta
la humanidad es el cambio climático. Por
lo tanto, es imperioso orientar esfuerzos a
generar diagnósticos de la vulnerabilidad local
de los sectores de la pesca y la acuicultura a
los fenómenos asociados al cambio climático.
Dichos diagnósticos deben ser la base para
la formulación de estrategias integrales
(multisectoriales) de adaptación territorial a
esos fenómenos. La articulación de las políticas
sectoriales a escala territorial es también
fundamental para incrementar la resiliencia de
las comunidades.
CONCLUSIONES
Las pesquerías más importantes de ALC están
sobreexplotadas o en plena explotación, lo que
ha redundado en un marcado descenso de sus
capturas. A ese problema debe agregarse el efecto
que la variabilidad climática, el cambio climático
y sus fenómenos asociados tienen en la pesca.
La acuicultura continúa siendo la actividad
productora de alimentos más dinámica del mundo
y de ALC. Su crecimiento y expansión dependerán
de varios factores, como por ejemplo los costos
de producción (altos costos de los principales
insumos para la elaboración de alimento), de
la recuperación de las economías de los paísesmercado y, en forma muy importante, de las
políticas aplicadas en los países productores o en
aquellos con mayor potencial de crecimiento.
El consumo de productos pesqueros sigue creciendo
en la región, aun cuando mucha de la oferta es
suplida por importaciones. El reconocimiento
de la importancia y el dinamismo potencial de
los mercados internos de los países de la región
estimulará la expansión de la acuicultura regional.
Será necesario ampliar las redes de distribución y
formular programas estatales de compras públicas
e inclusión del pescado en la alimentación escolar,
para garantizar el acceso de los más pobres a esta
fuente de proteína.
Una institucionalidad pesquera y acuícola de mayor
jerarquía en la estructura orgánica gubernamental
permitirá contar con mayores recursos y con un
marco legal más robusto para el aprovechamiento
sostenible de los recursos pesqueros de los países,
en beneficio de sus habitantes.
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Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Capítulo 2.5:
Bosques
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
135
Bosques
Los países de América Latina y el Caribe (ALC) efectúan importantes esfuerzos para reducir la deforestación,
que continúa siendo un problema preocupante en esa región. La promoción del manejo sustentable en el sector
forestal y políticas agroambientales orientadas hacia un manejo integrado de los recursos naturales reducen la
presión sobre los bosques y generan importantes beneficios para las comunidades locales.
HECHOS
•
La deforestación y la degradación de los bosques continúan siendo uno de los problemas ambientales
más importantes que enfrenta ALC, lo cual genera serios impactos en la diversidad biológica, la
mitigación del cambio climático, la conservación del agua y el suelo. Además, pone en peligro los
medios de vida de millones de personas que viven asociadas directa o indirectamente a los bosques.
r
,OSPAÀSESDELAREGIÅNCONSCIENTESDELAIMPORTANCIADELACONSERVACIÅNYMANEJOSOSTENIBLEDE
los bosques, han generado diversas políticas y programas destinados a reducir la deforestación.
r
%NELPERÀODOLATASADEDEFORESTACIÅNSEREDUJOAMILLONESDEHECT¶REASPOR
año aproximadamente, en comparación con los 3,6 millones de hectáreas anuales registrados
en el quinquenio anterior.
•
La región registra importantes cambios en la tenencia de la tierra. Cerca de 250 millones
de hectáreas han sido asignadas a pueblos indígenas y a otras comunidades rurales, lo que
GENERAUNCAMBIOENLAGESTIÅNYELMANEJODELOSRECURSOSFORESTALES
•
Las políticas agroambientales impulsadas por diversos países de la región están generando
IMPORTANTESBENEkCIOSENRELACIÅNCONLACONSERVACIÅNDELOSBOSQUESYLAGENERACIÅNDESERVICIOS
ambientales.
r
!PESARDEESTOSAVANCESLASACTIVIDADESDEMANEJOCOMUNITARIODELOSBOSQUESAÊNREQUIEREN
un fuerte apoyo de parte de los gobiernos y de las organizaciones internacionales para su
implementación y desarrollo.
TENDENCIAS
La tasa de deforestación disminuye
La pérdida de la cubierta forestal es uno de los
problemas ambientales más acuciantes que
enfrenta ALC. De acuerdo con el último estudio
publicado por la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) sobre la Evaluación de los Recursos
Forestales Mundiales (FAO 2010) en el periodo
2005-2010, la deforestación en esta región
representó más del 70% de la deforestación
mundial, con 3,94 millones de hectáreas por año.
Dada la magnitud y el impacto del problema en
los medios de vida de las comunidades rurales,
muchos países realizan acciones importantes
orientadas a disminuir la deforestación y la
degradación de sus bosques, lo que se refleja en
una considerable reducción de la pérdida de la
cubierta forestal en los últimos diez años.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
137
Cuadro 9. Variación de la cubierta forestal en el periodo 2010-2015
Área total de bosques (miles ha)
Países/subregiones
2010
66 498,00
21 010,39
6745,10
852 133,18
946 386,67
México
Centroamérica
Caribe
Sudamérica
Total de la región
2015
66 040,00
20 250,30
7195,41
842 010,62
935 496,33
Variación (miles ha)
Quinquenal
- 458,00
- 760,09
450,31
-10 122,56
-10 890,35
Anual
- 91,6
- 152,02
90,06
- 2024,51
- 2178,07
Fuente: Tomado de los informes de país para la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (FRA) de 2015.
De acuerdo con los estudios más recientes
realizados por la FAO, la deforestación en ALC
aumentó considerablemente durante el periodo
2000-2005 en relación con el quinquenio
anterior y alcanzó casi 4,8 millones de hectáreas
por año, para luego presentar una disminución
sostenida hasta llegar a 3,6 millones de hectáreas
por año en el periodo 2005-201025. Aun cuando
los estudios de la FAO sobre la deforestación
en el último quinquenio no están totalmente
concluidos, se estima que la pérdida de bosques
en ALC ha tenido una baja considerable y que la
cifra sería cercana a 2,18 millones de hectáreas
por año (figura 21).
Figura 21. Tasa de deforestación en ALC (miles de ha/año)
5000
4500
4455
4761
4000
3568
3500
3000
2500
2178
2000
1500
1000
500
0
1990 -2000
2000 - 2005
2005 - 2010
2010 - 2015
Fuente: Elaborada con base en datos los informes de país para la Evaluación de los Recursos Forestales
Mundiales (FRA) de 2015.
25 La FAO, en la preparación de la Evaluación de los Recursos Forestales
Mundiales (FRA) 2015, ha efectuado estimaciones más precisas y actualizadas
de los cambios de la cubierta forestal en el pasado; por lo tanto, esta cifra y las
FLIUDVGHODÀJXUDQRFRLQFLGHQFRQODVSXEOLFDGDVHQ)5$
138
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Esta sustancial disminución en la pérdida de la
cubierta forestal en la región es la respuesta de
los países a través de diversas políticas y leyes
destinadas a reducir la tala ilegal, promover
el manejo forestal sostenible, restaurar suelos
degradados, incrementar las áreas protegidas y
los territorios indígenas legalmente delimitados
y
aplicar incentivos relacionados con la
reducción de emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI). Es importante recordar
que más de dos tercios de esas emisiones en la
región provienen de actividades relacionadas
con el cambio del uso de la tierra o, más
específicamente, de la deforestación.
Las causas de la deforestación se
mantienen
La deforestación en ALC está fuertemente
ligada a la producción agrícola y pecuaria.
Una serie de políticas públicas, especialmente
aquellas asociadas a la tenencia de la tierra y
al fomento de las actividades agropecuarias,
continúan impulsando los procesos de
deforestación (Müller et al. 2014, Bottazzi et al.
2013, Viola 2013, Godar et al. 2012, Ezzine-deBlas et al. 2011). Estos procesos de cambio en el
uso de la tierra se ven claramente favorecidos
por una serie de factores, entre los que se
destaca la construcción de vías de acceso hacia
áreas con cubierta forestal natural (Godar et al.
2012, Bottazzi et al. 2013).
Dentro de los principales responsables de
la deforestación, sobresalen los pequeños
agricultores en busca de tierras donde
establecerse, así como los productores de carne
de grandes extensiones y los agricultores que
habilitan grandes superficies para la producción
de soya o maíz, entre otros commodities agrícolas.
El impacto de los distintos tipos de actividad
agropecuaria sobre los bosques varía según
situaciones específicas de los países. Muchos
estudios coinciden en que la ganadería extensiva,
en grandes propiedades, es la principal causa
de deforestación en los bosques amazónicos
(Müller et al. 2014, Armenteras y Rodríguez-
Erazo 2014, Bottazzi y Dao 2013), en tanto
que la colonización en pequeñas propiedades
sigue siendo una causa dominante en los países
de América Central (López-Carr y Burgdorfer
2013). La agricultura mecanizada es la causa más
importante de la deforestación en Argentina,
Bolivia, Brasil y Paraguay (Grau et al. 2005).
En la mayoría de los países, estos procesos se
ven impulsados por una serie de otros factores,
como los institucionales y económicos. Entre
los primeros, se destaca la falta de títulos de
propiedad que incentiva a los ocupantes de la
tierra a obtener beneficios de corto plazo, lo que
favorece la deforestación. Por el lado económico,
el precio de la soya y particularmente el
precio de la carne están claramente ligados a
la deforestación en la región amazónica. La
rentabilidad de la actividad ganadera a menudo
se considera la principal causa de la deforestación
en la región amazónica brasileña (Araujo et
al. 2011). Algunas proyecciones indican que
la palma aceitera podría tener un impacto
negativo y significativo en la deforestación en
América Latina, si se consideran la creciente
demanda del aceite y la menor disponibilidad
de tierras para su plantación en Asia. Existen
importantes plantaciones en Brasil, Colombia,
México, Perú, Venezuela y en la mayoría de los
países de Centroamérica.
En América del Sur, la gran expansión de las
plantaciones de soya es una de las principales
y más activas causas de deforestación. Aunque
la pequeña agricultura tiene un menor
impacto en relación con esta causa, también
debe considerarse como un problema activo,
pues en algunos casos representa hasta más del
50% de la deforestación (Godar et al. 2012).
En muchos países hay importantes patrones
de inmigración local que generan activos
procesos de deforestación y degradación de los
bosques por parte de personas que colonizan
pequeñas propiedades y emplean métodos
de corta y quema. Países como Bolivia, Brasil
y Perú presentan una importante actividad
de deforestación, debido a la actividad de
pequeños propietarios u ocupantes de tierras
agrícolas (Verburg et al. 2011 y Godar et al.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
139
2012). En Argentina, en cambio, los procesos
de deforestación están claramente asociados
a la agricultura en grandes propiedades,
especialmente para la producción de soya, lo
que ha afectado al bosque bajo subtropical,
especialmente en la zona del “Chaco Húmedo”
(Grau et al. 2005).
En América Central, por su parte, el avance de la
agricultura de supervivencia hacia los bosques
ha sido la principal causa de la deforestación.
Se destaca el esfuerzo de Costa Rica, que ha
logrado revertir el proceso de deforestación.
Falta de claridad en la tenencia de la
tierra impulsa la deforestación
Históricamente los problemas relacionados con
la tenencia de la tierra han incidido fuertemente
en los procesos de deforestación. Muchos países
de la región, especialmente aquellos con bosques
amazónicos, presentan importantes procesos
de colonización de tierras boscosas, ocupadas
de manera ilegal y rápidamente deforestadas
para establecer actividades de agricultura de
subsistencia. Aun cuando no hay acuerdo
sobre la incidencia de esta actividad en el total
de la deforestación, está claro que se trata de
una de las principales causas del problema. La
mayoría de los estudios coincide en señalar
que el aporte de la pequeña agricultura a la
deforestación se mueve en un rango de 30% a
50%, aun cuando hay estudios que le asignan
a la pequeña agricultura una responsabilidad
considerablemente mayor (Godar et al. 2012).
La falta de títulos de dominio es uno de los
factores que incita a la deforestación. El
ocupante ilegal quiere obtener beneficios lo más
rápido posible y al mismo tiempo desarrollar
actividades que le permitan el reconocimiento
como dueño de la propiedad. En varios países
de la región (como en Ecuador, por ejemplo),
la propia legislación constituía un incentivo a la
deforestación, debido a que la asignación legal
de los terrenos dependía de la demostración
de la “habilitación de la tierra”, que en la
140
mayoría de los casos se asociaba a la “limpieza
del suelo”, lo que significa deforestación. Esta
práctica es evidente en la habilitación de tierras
para la ganadería, ya que en caso de contar con
recursos económicos limitados generalmente
se recurre a quemas para limpiar los terrenos.
En el caso de Brasil, parte importante de la
colonización en la región amazónica ocurre
fuera de las áreas oficiales de colonización, tanto
en tierras públicas como en tierras privadas
que no están siendo utilizadas por sus dueños.
Esto se ve incentivado por la legislación, que
contempla la posibilidad de ocupar tierras
públicas y hacer uso privado de ellas. Después
de cinco años de ocupación continua y uso
productivo, el ocupante puede acceder a
los derechos de propiedad. El problema de
esta práctica, desde el punto de vista de la
deforestación, es que mantener los bosques en
pie no se considera un uso productivo, además
de que aumenta las posibilidades de una
ocupación ilegal (Araujo et al. 2011).
Existen diversas iniciativas destinadas
a reducir la deforestación y a avanzar
en el manejo sostenible de los bosques
La mayoría de los países de la región desarrollan
acciones destinadas a reducir la deforestación,
lo que se refleja en las últimas cifras sobre la
situación de los bosques del mundo (FAO 2014).
ALC muestra una clara disminución de las tasas
de deforestación, como resultado de las políticas
que implementan muchos de los países.
Brasil, por ejemplo, realiza importantes
esfuerzos para reducir la deforestación en
el Amazonas, lo cual desde ya muestra
buenos resultados. El Plan de Acción para la
Prevención y Control de la Deforestación en
la Amazonía Legal (PPCDAM) ha contribuido
significativamente a reducir la deforestación.
El sistema de monitoreo de los cambios de la
cubierta forestal que está implementando el
Instituto Brasileño de Investigación Espacial
(INPE) ha constituido un aporte en esta tarea,
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
no solo para Brasil, sino también para otros
países de la región y del mundo. Ecuador,
Paraguay y Perú también desarrollan programas
de reducción de emisiones por deforestación
y degradación de los bosques (REDD+),
cuyo objetivo es reducir la deforestación y
degradación de los bosques.
Varios países de la región están implementando
programas destinados a avanzar en el manejo
sostenible de sus bosques y en la recuperación
de sus ecosistemas degradados. Entre estas
iniciativas, es importante mencionar el Programa
de Manejo Forestal Sostenible en la Región
Andina, que se implementa gracias a un convenio
entre el Ministerio de Asuntos Exteriores de
Finlandia y el Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura (IICA) en cuatro
países andinos: Bolivia, Colombia, Ecuador y
Perú. El proyecto tiene como objetivo eliminar
las trabas que restringen el desarrollo del sector
forestal, especialmente las relacionados con la
información, el financiamiento, la valorización de
productos y servicios del bosque y la restauración
y recuperación de áreas degradadas.
Durante la Conferencia de las Partes (COP) de
la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre Cambio Climático (CMNUCC) celebrada
en Lima, ocho países de América Latina
lanzaron una ambiciosa iniciativa conjunta,
cuyo objetivo es lograr la restauración de 20
millones de hectáreas de tierras degradadas al
año 2020, a través de actividades forestales,
agroforestales y agrícolas. Los países que
participan en esta iniciativa son Argentina,
Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, México y Perú.
PERSPECTIVAS
Acuerdos internacionales sobre el clima
tendrán un considerable impacto en la
reducción de la deforestación
Las autoridades y la sociedad civil en los países
de la región han adquirido conciencia de la
importancia de los bosques, especialmente
desde el punto de vista de la mitigación del
cambio climático, lo que se ha traducido en
programas, políticas y legislación destinados a
reducir la deforestación y su degradación.
Las cifras más recientes, que están siendo
elaboradas por la FAO, indican que los países
de la región están llevando a cabo importantes
esfuerzos para reducir la deforestación, a través
de nuevas políticas y legislación. Sin duda que
una de las principales políticas que promueve
esta disminución está asociada a los esfuerzos
de los países por reducir sus emisiones de GEI,
especialmente si se tiene en cuenta que casi
dos tercios de estas emisiones están asociadas
a la deforestación y a la degradación de los
bosques. Los acuerdos que se han alcanzado en
torno a la CMNUCC dan gran importancia a la
REDD+, ya que se considera como uno de los
mecanismos más costo-efectivos para mitigar
el cambio climático.
Se espera que en los próximos años gran parte
de los esfuerzos de mitigación en los países de
la región sean el resultado del control de la
deforestación, especialmente si se considera que
esta reducción es prácticamente independiente
del crecimiento económico (Viola 2013). La
Convención espera movilizar cientos de miles
de millones de dólares estadounidenses en los
próximos años, especialmente a partir del 2020.
Una buna parte de estos recursos deberían
canalizarse a través de programas de REDD+
para generar una reducción adicional y creciente
en las tasas de deforestación y, en consecuencia,
nuevos ingresos a los poseedores de bosques.
Sin embargo, es muy poco probable que
los pequeños propietarios o posesionarios
forestales, que como se señalaba son parte
importante del problema de deforestación en
varios países de la región, puedan beneficiarse
de este mecanismo (Ezzine-de-Blas et al. 2011,
Cordero et al. 2014). Ante esto, los países
deben buscar otras alternativas que permitan
reducir las tasas de deforestación causada por
la pequeña agricultura, especialmente cuando
se trata de agricultores que ocupan tierras de
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
141
forma ilegal. Es fundamental la aplicación de
políticas de apoyo a la agricultura familiar, con
el fin de incrementar la productividad y de
este modo reducir la presión sobre los bosques
(Ezzine-de-Blas et al. 2011, Godar et al. 2012).
La CMNUCC, en la COP realizada en Varsovia
en noviembre de 2013, acordó (Decisión 1/
CP.19) invitar a las partes a iniciar la preparación
de las contribuciones previstas determinadas a
nivel nacional (CPDN) que deberán presentar
a la Secretaría de la Convención antes de la
COP que se realizará en París en diciembre
de 2015. En ella se espera la adopción de un
protocolo, otro instrumento legal o acuerdo
legalmente vinculante aplicable a todos los
países, destinado a lograr una reducción
considerable de las emisiones de GEI, de
acuerdo con el objetivo dos de la Convención.
Sin duda,
muchos países de la región
incluirán la reducción de la deforestación
como un elemento relevante dentro de sus
CPDN. México, el primer país de la región en
presentar su CPDN, incluye la reducción de la
deforestación en su contribución.
La regulación de la tenencia
continuará siendo un factor relevante
para mejorar el manejo de los bosques
Otro factor importante en la reducción de la
deforestación está relacionado con la tenencia
de la tierra. En los últimos 30 años, América
Latina ha experimentado un enorme cambio
en la tenencia de los bosques. En muchos
países de la región, especialmente en aquellos
con predominio de bosques tropicales, se han
efectuado importantes asignaciones de tierras
a las comunidades indígenas. Hasta 2008,
más de 250 millones de hectáreas de tierras
donde predominan los recursos forestales
fueron asignadas legalmente a comunidades
indígenas, a comunidades locales y a pequeños
propietarios (Del Gatto 2014). En el caso del
Perú, los bosques comunitarios llegan a casi 16
millones de hectáreas (Cossio et al. 2014); en
Brasil más de 145 millones de hectáreas han
142
sido legalmente transferidas o designadas para
el uso de comunidades o pequeños propietarios,
de las cuales 110 millones pertenecen a
comunidades indígenas; en Bolivia, hasta el
2012 se habían transferido 22,5 millones de
hectáreas a “Tierras Comunitarias de Origen”,
con cerca de 13 millones de hectáreas de bosque
(Del Gatto 2014). En el caso de Brasil, no solo se
han transferido los derechos de propiedad de la
tierra y sus bosques, sino también los derechos
a los servicios ecosistémicos generados por los
bosques. Este cambio en la propiedad de los
bosques se está traduciendo en un aumento de la
actividad forestal en las comunidades, que debe
verse fortalecida por el apoyo internacional y
las políticas nacionales y mediante asociaciones
y alianzas con organizaciones privadas. Las
explotaciones de pequeña escala deberían
continuar produciendo gran parte de la madera
que se extrae de la región amazónica (Molnar et
al. 2008, citado por Del Gatto 2014).
Las políticas agroambientales deberían
continuar afectando positivamente en el
desarrollo social y en la conservación de
los recursos forestales
Muchos países de la región están desarrollando
políticas y legislación agroambiental, lo cual
debe conducir hacia la incorporación de criterios
ambientales a los procesos de planificación que
integran la agricultura con otras actividades
productivas y de conservación, con una visión
de gestión del territorio. Estas políticas deberían
generar el fortalecimiento de la agricultura
familiar y de los pueblos y comunidades
tradicionales, además de una serie de cobeneficios ambientales, entre los que se destaca
la conservación de los recursos forestales. En
este sentido, es importante el aporte del proyecto
“Fortalecimiento de políticas agroambientales en
países de ALC a través del diálogo e intercambio
de experiencias nacionales” que desarrolla la
FAO con el apoyo de Brasil, en el que participan
cinco países de la región26. El proyecto ha
26 Brasil, Chile, Colombia, México y Nicaragua.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
demostrado que es posible la convergencia
entre el sector agropecuario y las acciones
de conservación de los recursos naturales
(recuadro 9). En el caso de México, se destaca
la evolución en los esfuerzos institucionales
para incluir la dimensión ambiental en las
políticas públicas y en el trabajo cotidiano de las
instituciones con los habitantes del medio rural.
Entre los componentes del programa mexicano,
sobresalen la conservación y uso sustentable
del suelo y el agua, la modernización de la
agricultura tradicional, la atención a los desastres
naturales y el establecimiento de corredores
biológicos (Proyecto GCP/RLA/195/BRA).
Recuadro 9. %JEMPLOSDEPOLÀTICASAGROAMBIENTALESEN"RASIL
En el caso de Brasil, entre las políticas agroambientales de mayor relevancia se encuentran aquellas
destinadas a la asistencia técnica y extensión rural, pero además hay otras orientadas a la generación
DE SERVICIOS AMBIENTALES COMO POR EJEMPLO LA PRODUCCIÅN DE AGUA %L PROGRAMA g0RODUCTOR DE
!GUASu EST¶ DESTINADO A COMBATIR LA POLUCIÅN EN CUENCAS HIDROGR¶kCAS DE IMPORTANCIA ESTRAT¼GICA
para el país, a través de la conservación o recuperación de la vegetación en áreas relevantes. Otra
política agroambiental de Brasil es el denominado Plan Sectorial de Mitigación y de Adaptación a
LOS#AMBIOS#LIM¶TICOSPARALA#ONSOLIDACIÅNDEUNA%CONOMÀA"AJAEN%MISIONESDE#ARBONOEN
la Agricultura, llamado también Plan ABC. En diciembre de 2010, a través del decreto n.o 7390 se
INSTITUYÅEL0LAN!"#PARAPROMOVERLAREDUCCIÅNDEEMISIONESDE'%)ENLAAGRICULTURAMEJORANDOLA
EkCIENCIAENELUSODELOSRECURSOSNATURALESAUMENTANDOLARESILIENCIADELOSSISTEMASPRODUCTIVOS
y de las comunidades rurales y posibilitando, al mismo tiempo, la adaptación del sector agropecuario
al cambio climático. El Plan ABC considera diversos programas, entre los que se cuenta la integración
SILVOAGROPECUARIACONUNAMETADEMILLONESDEHECT¶REASADICIONALESYLAFORESTACIÅNCONkNES
comerciales, proponiendo, como parte del Plan, una meta de 3 millones de hectáreas adicionales. El
Programa Bolsa Verde es otra herramienta agroambiental destinada a favorecer familias que viven en
EXTREMAPOBREZAINCENTIVANDOLACONSERVACIÅNDELOSECOSISTEMASYMEJORANDOLASCONDICIONESDE
VIDADELAPOBLACIÅNBENEkCIARIAMEDIANTEACCIONESDECAPACITACIÅNENDISTINTOS¶MBITOSINCLUYENDO
la capacitación ambiental.
Fuente: Programa Cooperación Brasil (FAO 2014).
Las actividades agrícolas y forestales
desarrolladas por las comunidades rurales están
tomando mayor relevancia en muchos países
de la región, lo que se ha traducido en menores
tasas de deforestación y en un avance hacia el
manejo sostenible de los recursos forestales.
agroforestales, que agrupan a más de 9000
personas. En los países de América del Sur, el
manejo forestal comunitario cobra cada día
mayor importancia y se convierte en uno de los
principales medios de vida de las comunidades
locales que viven en los bosques. Asimismo, pasa
a ser un elemento fundamental en la mitigación
del cambio climático, a través de la reducción de
emisiones de GEI mediante un mejor cuidado de
los bosques (Gaviria y Sabogal 2013).
Son muchos los ejemplos de actividades forestales
comunitarias en los países de la región. México y
los países de América Central muestran una larga
historia de manejo forestal comunitario. Solo
en Honduras existen más de 230 cooperativas
La evidencia acumulada en los últimos años
demuestra que con el apoyo técnico necesario
y con la presencia de incentivos, el manejo
forestal comunitario tiene un enorme potencial
para producir beneficios económicos y sociales
El desarrollo forestal comunitario
puede contribuir a la conservación de
los recursos forestales
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
143
para las comunidades locales, a través de los
ingresos generados por la venta de madera, la
formación de empleos y el fortalecimiento de
las organizaciones. Además, presenta un claro
impacto en la reducción de la deforestación
y degradación de los bosques, lo que puede
generar beneficios adicionales en el marco de
los esfuerzos de reducción de emisiones de GEI
que desarrolla la mayoría de los países.
Si se considera que parte importante de esas
emisiones de los países de la región proviene de
la deforestación y la degradación de los bosques,
este beneficio del manejo forestal comunitario
debería fortalecerse a partir del 2020, cuando
los países inicien la implementación de las
CPDN que deben presentar a la Secretaría de
la CMNUCC antes de la COP que se celebrará
en París en diciembre de 2015. Es probable
que la mayoría de los países incluya, como
parte de sus CPDN, reducir la deforestación
y la degradación de los bosques, así como
incrementar sus reservas de carbono, mediante
actividades de forestación y reforestación.
Recuadro 10. -ANEJOFORESTALCOMUNITARIOEN"OLIVIA
El sector forestal en Bolivia es uno de los sectores productivos no tradicionales más importantes, aun
CUANDOENFRENTARETOSSIGNIkCATIVOSQUEFRENANSUPOTENCIALPRODUCTIVOECONÅMICOYSOCIAL%NLAÊLTIMA
D¼CADAELMANEJOFORESTALEN"OLIVIASEHACARACTERIZADOPORIMPORTANTESREFORMASENLAGOBERNANZA
FORESTAL LO QUE HA MODIkCADO LA CONFORMACIÅN DE LOS PRINCIPALES ACTORES DEL SECTOR %STOS NUEVOS
actores, en su mayoría comunidades indígenas, enfrentan una serie de problemas socioeconómicos,
PRODUCTODEESCASASCAPACIDADEST¼CNICASYADMINISTRATIVASYUNDIFÀCILACCESOARECURSOSkNANCIEROS
%NESTECONTEXTOEL¼XITODELMANEJOFORESTALCOMUNITARIODEPENDER¶DELAINCLUSIÅNDEESTOSNUEVOS
actores y del fortalecimiento de sus capacidades para la gestión integral de los bosques bolivianos.
Desde la década de los años 90 el concepto de forestería comunitaria ha ido tomando fuerza, al mismo
TIEMPOQUEHARECIBIDOM¶SAPOYORElEJADOENUNCONSIDERABLEAUMENTODELOSPROYECTOSYACCIONES
DESTINADOSAPROMOVERLAENVISTADEQUEESTANUEVAMODALIDADDEMANEJOESMUYPROMETEDORAYA
QUECOMBINAELMANEJOFORESTALSOSTENIBLECONUNADISTRIBUCIÅNDEBENEkCIOSM¶SJUSTAYEQUITATIVAY
con una mayor y más activa participación, lo que debería impactar positivamente en la reducción de
la pobreza. La forestería comunitaria aparece como el medio para conciliar conservación y desarrollo.
%NLOSÊLTIMOSAÄOSSEAGREGANLOSBENEkCIOSRELACIONADOSCONELSECUESTRODECARBONOMITIGANDOEL
cambio climático y la conservación de la diversidad biológica.
!UNCUANDOHAYVARIOSPAÀSESQUEPRESENTANAVANCESIMPORTANTESENELMANEJOFORESTALCOMUNITARIOENTRE
ELLOS"OLIVIAEXISTENEVIDENCIASDELOSPROBLEMASQUEENFRENTAESTAMODALIDADDEMANEJOGENERADOSPOR
LAFALTADECAPACIDADT¼CNICADELOSACTORESINVOLUCRADOSPORLASDIkCULTADESPARAACCEDERALOSRECURSOS
kNANCIEROSYPORDEkCIENCIASENLASINSTITUCIONES0OROTRAPARTELOSINGRESOSECONÅMICOSGENERADOSPOR
LAACTIVIDADPORLOGENERALNOSONUNINCENTIVOSUkCIENTEPARALLEVARACABOUNMANEJOSOSTENIBLEDELOS
bosques que sea competitivo con otros usos de la tierra y que sea atractivo para los inversionistas.
Los cambios que está haciendo Bolivia en la gobernanza forestal tienden a resolver estos problemas,
GENERANDOCONDICIONESPARALAPUESTAENPR¶CTICADELMANEJOFORESTALCOMUNITARIO,ASREFORMASENLATENENCIA
de la tierra y los procesos de descentralización administrativa están generando condiciones que permiten la
aparición, o más bien la legalización, de nuevos actores en el sector forestal, en su mayoría comunidades
INDÀGENAS!LASEGURARLATENENCIADELATIERRAYTENERUNMEJORACCESOARECURSOSkNANCIEROSLASCOMUNIDADES
pueden convertir la actividad forestal en una herramienta efectiva para la reducción de la pobreza.
,ASREFORMASSERElEJANENLASCIFRAS%NLOSUSUARIOSFORESTALESLEGALESERANQUECONTROLABAN
cerca de 5,6 millones de hectáreas de bosques; en 2008 dichos usuarios habían aumentado a 24 300,
QUECONTROLABANM¶SDEMILLONESDEHECT¶REASCONPLANESDEMANEJOAPROBADOS
Fuente: Benavides et al. 2014.
144
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Las comunidades también enfrentan serias
dificultades para agregar valor a sus productos.
Por lo general, no disponen de la capacidad
técnica necesaria para hacer más rentables sus
negocios a través de la agregación de valor. La
complejidad de integrar nuevas actividades se
traduce en una menor rentabilidad del negocio,
aun cuando pueden lograr algunos beneficios,
por ejemplo, la creación de más puestos de
trabajo para la comunidad (Del Gatto 2014).
A pesar de estas dificultades, existen numerosos
ejemplos de manejo forestal comunitario. Uno
de ellos se presenta en el recuadro 11.
Recuadro 11. #OOPERATIVA-IXTADEL"OSQUE.ACIONALDE4APAJÅS0AR¶"RASIL
#//-&,/.!
#//-&,/.!ESUNACOOPERATIVAFORMADAPORLOSPUEBLOSINDÀGENASYTRADICIONALESQUEHABITANEN
ELBOSQUEDE4APAJÅS%LORIGENDELACOOPERATIVAEST¶ESTRECHAMENTERELACIONADOCONLACREACIÅNDEL
bosque nacional, ya que sus inicios se remontan al momento cuando las comunidades locales se
organizaron para oponerse a su reubicación fuera del área protegida. Las alianzas y presiones políticas
generadas por la comunidad dieron como resultados que 25 años después de la creación del bosque
NACIONALENELAÄOSERECONOCIERASUDERECHODESEGUIRVIVIENDOENELBOSQUEDE4APAJÅS%STE
largo periodo de lucha por sus derechos posibilitó que la comunidad generara una red de relaciones
que hoy les permite realizar una acción colectiva y tomar decisiones compartidas.
/TROHECHOQUETAMBI¼NAYUDÅACIMENTARLACOOPERATIVAFUEELCONlICTOSURGIDOAkNESDELAD¼CADADE
1990, cuando el Instituto Brasileño del Ambiente y los Recursos Renovables (IBAMA) otorgó derechos de
aprovechamiento de 5000 hectáreas a una empresa privada, en momentos en que la comunidad tenía
FUERTESRESTRICCIONESPARAELUSODELOSBOSQUES%STOGENERÅUNNUEVOCONlICTOQUELAEMPRESAQUISO
aplacar contratando mano de obra local de las comunidades. Sin embargo, las reacciones fueron tan
fuertes que posteriormente IBAMA no renovó la concesión. En el año 2013 la comunidad pudo obtener
LACONCESIÅNDEDERECHOSDEMANEJOFORESTALENELBOSQUEGRACIASNOSOLOAQUEALGUNOSMIEMBROSDELA
comunidad habían sido capacitados en las labores de extracción de madera, sino también a las inversiones
en caminos e infraestructura productiva que habían realizado años atrás la empresa privada y el gobierno.
!CTUALMENTELACOOPERATIVACUENTACONSOCIOSQUEEST¶NDIRIGIDOSPORUNCONSEJODEADMINISTRACIÅN
%N EL CURSO DE LOS AÄOS #//-&,/.! HA ADQUIRIDO LA CAPACIDAD DE GESTIONAR ACTIVIDADES DE
APROVECHAMIENTOINDUSTRIALDELAMADERAAGRANESCALA%NEXTRAJOMETROSCÊBICOSDE
MADERAENUN¶REACERCANAAHECT¶REASDANDOTRABAJOAPERSONASDELASCUALESTRABAJAN
ENLASFAENASDECOSECHA#ASITODOSLOSTRABAJADORESPERTENECENALASCOMUNIDADESLOCALESLOQUE
HACEDELACOOPERATIVALAPRINCIPALFUENTEDETRABAJO
%NLAACTUALIDADLACOOPERATIVAMANEJAHECT¶REASDETIERRASFORESTALESDELASCUALESEST¶N
CERTIkCADASPOREL&OREST3TEWARDSHIP#OUNCIL&3#DE"RASIL%LVOLUMENDESUSACTIVIDADESYLATASADE
EXTRACCIÅNPORHECT¶REANOCOMPROMETENLASOSTENIBILIDADDELOSRECURSOSFORESTALESDELBOSQUEDE4APAJÅS
El año 2013, la cooperativa tuvo ingresos por casi USD 7,8 millones, con una utilidad de USD 1,1 millones.
Es importante destacar que el éxito de esta iniciativa se basa en la propiedad de la madera que IBAMA le
concedió a la comunidad, así como en el apoyo que esta recibe en por parte del gobierno y de organizaciones
PRIVADAS EN T¼RMINOS DE ASISTENCIA T¼CNICA TANTO EN EL MANEJO DEL BOSQUE COMO EN LAS ACTIVIDADES DE
comercialización de la madera. También se deben destacar las facilidades con que cuenta la comunidad para
ELTRANSPORTEDELAMADERAGRACIASALOSCAMINOSYALAREDlUVIALQUEEXISTENENELBOSQUENACIONAL
!FUTUROLA#//-&,/.!PLANEAVENDERSOLAMENTEMADERAASERRADALOQUEIMPLICAR¶UNAIMPORTANTE
inversión en la instalación de un aserradero.
Fuente: Del Gatto 2014.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
145
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
Los países deben revisar las políticas,
instrumentos y legislación que
favorecen la deforestación
En la mayoría de los países de la región,
existen políticas e incluso leyes que de alguna
manera favorecen la deforestación. El ejemplo
más evidente se encuentra en las políticas
de asignación de tierras, que por lo general
consideran la habilitación de tierras para la
ganadería o la agricultura y, en consecuencia, la
deforestación, como una actividad que justifica
su asignación. La conservación del bosque,
aun cuando tenga algún grado de manejo, no
se considera suficiente para demostrar un uso
efectivo de la tierra, por lo que no amerita la
asignación de la propiedad.
El desarrollo de obras públicas y particularmente
la construcción de caminos de penetración
pueden producir un fuerte impacto en las tasas
de deforestación. Los países deben prever los
posibles impactos y las medidas de mitigación
antes de que estas obras se ejecuten.
De manera menos directa, una serie de
políticas agrícolas pueden causar un marcado
impacto en las tasas de deforestación. Entre
ellas, se recomienda el desarrollo de políticas
agroambientales diseñadas con una visión
amplia que permita la generación de sinergias
entre el sector agropecuario y la conservación
de los recursos naturales.
Los países deben continuar sus
esfuerzos por regularizar la tenencia
de la tierra, especialmente la tenencia
de las comunidades que viven en los
bosques
La tenencia de la tierra es un tema muchas veces
abordado por las organizaciones relacionadas
146
con la agricultura y la actividad forestal en
ALC, debido sus impactos económicos y
sociales de gran relevancia; además, es uno de
los elementos clave en el desarrollo rural de la
región. Asimismo, las formas de uso y tenencia
de la tierra pueden incidir significativamente
en la conservación de los recursos forestales.
Aun cuando los países de la región han
efectuado avances en la regularización de la
tenencia de la tierra, con especial consideración
por las comunidades locales, todavía continúa
siendo una de las principales causas de la
deforestación y la degradación de los bosques,
por lo que deben continuar los esfuerzos por
ordenar los procesos de asignación de tierras.
Además de los esfuerzos de legalización
de la propiedad, los países deberían buscar
el aumento de la productividad mediante
políticas de apoyo a los pequeños agricultores.
Si logran producir más en la misma superficie y
tienen incentivos para la conservación, debería
disminuirse la presión sobre los bosques.
Los países de la región deben reforzar
sus políticas relacionadas con el
manejo forestal comunitario
A pesar de la importancia que está adquiriendo
el manejo forestal comunitario, considerada
la extensión de los bosques en propiedad
de comunidades locales (principalmente de
comunidades indígenas), la institucionalidad
que las sustenta es todavía muy débil. La
mayoría de estas organizaciones comunitarias
carecen de la capacidad técnica y financiera
para organizar sus actividades productivas y la
comercialización de sus productos, por lo que
dependen de la ayuda de las organizaciones
locales, los gobiernos y las organizaciones
internacionales. Muchas veces las mismas
organizaciones locales y los gobiernos no están
en capacidad de atender las demandas de
apoyo y asistencia técnica de las comunidades.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Los países deben incrementar sus esfuerzos para
que las organizaciones comunitarias puedan salir
de la influencia que tienen las empresas madereras
o los intermediarios, que aún ejercen una fuerte
presión sobre los productores comunitarios y
pequeños productores forestales independientes.
Es fundamental que los países fortalezcan la
generación de las capacidades necesarias para
avanzar en esta modalidad de desarrollo, a través
de la transferencia de conocimientos y tecnología
y de mecanismos para la movilización de recursos
financieros y de acceso a los mercados de manera
competitiva. Al mismo tiempo, los países deben
fortalecer las capacidades de las organizaciones
nacionales o locales que tienen la responsabilidad
de apoyar y fiscalizar las actividades en el marco
del manejo forestal comunitario.
Generar las condiciones para el
desarrollo de programas REDD+,
con una activa participación de las
comunidades locales
La implementación de REDD+ en el ámbito
de la CMNUCC puede generar un cambio
relevante en el manejo y la conservación de los
recursos forestales en la región, ya que posee el
potencial de vincular a los países desarrollados
dispuestos a movilizar importantes recursos
para la mitigación del cambio climático con
las comunidades que viven en los bosques. La
conservación de los bosques como herramienta
de mitigación puede acarrear importantes
beneficios a las comunidades locales y en
particular a los pueblos indígenas.
Para ello los países deben reforzar sus
instituciones, mejorar la calidad y flujo de
la información, fortalecer sus capacidades
de medición, reporte y verificación (MRV) y,
especialmente, desarrollar los mecanismos que
aseguren una justa repartición de los beneficios
generados por el sistema REDD+ entre todas las
partes involucradas. El involucramiento de las
comunidades en los procesos de planificación,
implementación y monitoreo de los programas
REDD+ es una condición fundamental.
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Una mirada hacia América Latina y el Caribe
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Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Capítulo 3:
Bienestar rural
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
149
Bienestar rural
Perspectivas sobre juventud, género
y desigualdad en el medio rural
INTRODUCCIÓN
Este análisis se basa en una clasificación de
hogares que busca identificar patrones de
empleo, utilizando encuestas de hogares. La
clasificación identifica seis tipos de hogares
mutuamente excluyentes, las cuales cubren
el rango de actividades productivas que
desarrollan los hogares. Las categorías, que
se definen a partir de la ocupación principal
de los jefes, son las siguientes27, 28: 1) hogares
asalariados agrícolas (la principal ocupación del
jefe es como asalariado agrícola); 2) hogares
asalariados no agrícolas (la principal ocupación
del jefe es como asalariado no agrícola); 3)
hogares empleadores (los jefes son empleadores,
tanto agrícolas como no agrícolas); 4) hogares
cuenta propia agrícolas (la principal ocupación
de los jefes es como cuenta propia agrícola);
5) hogares cuenta propia no agrícolas (la
principal ocupación de los jefes es como cuenta
propia no agrícola); y 6) hogares inactivos (los
jefes de hogar no trabajan en una actividad
remunerada, ya sea porque están inactivos o
porque están desocupados).
27 El sector agrícola incluye las actividades relacionadas con la producción de
cultivos, la ganadería, la pesca y la acuicultura y la producción forestal. El sector
no agrícola incluye actividades económicas fuera de estas cuatro áreas.
28 En el informe anterior se utilizó una tipología que combinaba la principal
ocupación de los jefes de hogar con información de la condición de ocupación
GHORVGHPiVPLHPEURVRFXSDGRVGHOKRJDUDSDUWLUGHORFXDOVHGHÀQtDQ
ocho tipos de hogares: a) asalariados agrícolas, b) asalariados no agrícolas,
F DVDODULDGRV GLYHUVLÀFDGRV G HPSOHDGRUHV H FXHQWD SURSLD QR DJUtFROD
I DJUtFROD IDPLOLDU J DJUtFROD IDPLOLDU GLYHUVLÀFDGR \ K LQDFWLYR /D
QXHYDWLSRORJtDFODVLÀFDORVKRJDUHVEDVDGRV~QLFDPHQWHHQODRFXSDFLyQGHO
jefe de hogar, lo que permite realizar una categorización más concisa y evitar
DPELJHGDGHV GH FODVLÀFDFLyQ TXH VXUJHQ FXDQGR ORV RWURV PLHPEURV GHO
hogar se dividen en varias categorías de empleo.
29 Los países incluidos y los años de las encuestas son los siguientes: Bolivia (2002
y 2009), Brasil (2001 y 2012), Chile (2000 y 2011), Colombia (2002 y 2012),
&RVWD5LFD\5HS~EOLFD'RPLQLFDQD\(O6DOYDGRU
(2001 y 2012), Honduras (2002 y 2010), México (2000 y 2012), Nicaragua
(2001 y 2009), Panamá (2002 y 2011) y Paraguay (2000 y 2011).
Como la clasificación indica, tomamos el hogar
como unidad principal de análisis. Al hacer
esto, hacemos los siguientes supuestos: 1) el
hogar es la unidad económica relevante en
que se toman las decisiones de empleo; y 2) la
estructura del empleo dentro de un hogar es
representativa de su orientación productiva,
de modo que los cambios en la estructura de
empleo de los hogares son representativos
de los cambios estructurales que se dan en la
economía en su conjunto. Para llevar a cabo
los análisis utilizamos datos de encuestas de
hogares aplicadas en 12 países de América
Latina y el Caribe29 (ALC) en alrededor de los
años 2000 y 2012.
El documento resalta tres implicaciones para
las políticas públicas:
• Apoyar la adquisición de habilidades en los
hogares en transición desde la agricultura
al empleo no agrícola, sobre todo el empleo
asalariado;
• Fomentar la diversificación de la economía
rural, tanto en las actividades agrícolas como
en las no agrícolas;
• Garantizar un buen entorno macroeconómico
que asegure los recursos fiscales requeridos
para la continuidad de los programas sociales
que han contribuido a reducir la pobreza
rural y la desigualdad de ingresos.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
151
TENDENCIAS
La proporción de hogares dedicados a la
agricultura se ha reducido, mientras que
la proporción dedicada a actividades no
agrícolas continúa expandiéndose
La figura 22A muestra los cambios en la
distribución de la población total de los hogares
de cada país a través de las diferentes categorías
de empleo, entre alrededor de 2000 y alrededor
de 2012 (las proporciones de hogares en cada
categoría de empleo y año se presentan en el
cuadro A1 del anexo). Para casi todos los países
de la muestra, los cuenta propia y asalariados
agrícolas se redujeron en promedio entre 1 y
2 puntos porcentuales, respectivamente (las
excepciones son El Salvador y Nicaragua). Esta
tendencia es consistente con la de las dos décadas
anteriores, en las cuales la proporción de la
población dedicada a la agricultura disminuyó de
manera constante (Muchnik, Morales y Vargas
1997; Gindling y Newhouse 2014). Los países de
la región continúan a lo largo de su trayectoria
de transición de economías agrarias a economías
no agrarias (Gindling y Newhouse 2014).
Además, la figura 22A muestra que en
consecuencia, durante el mismo periodo, los
países experimentaron un aumento en la
proporción de hogares no agrícolas asalariados.
En promedio, el sector asalariado no agrícola
en ALC se expandió en aproximadamente
2,5 puntos porcentuales entre 2000 y 2012;
Figura 22. América Latina (12 países): cambios en la distribución relativa de los
hogares en los ámbitos nacional y rural entre alrededor de 2000 y de 2012
A. Nacional
B. Rural
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
152
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Bolivia presentó la mayor expansión, casi
6 puntos porcentuales, mientras que Chile
experimentó el menor incremento, de 0,25
puntos porcentuales30, 31. Además, los países
que no tuvieron un aumento en el sector
asalariado no agrícola (Honduras y Nicaragua)
experimentaron un incremento medio del
empleo por cuenta propia no agrícola de casi 5
puntos porcentuales. Por lo tanto, es evidente
que en la última década, el sector no agrícola
en su conjunto ha crecido en toda la región
latinoamericana. Esto es congruente con la
literatura, que ha documentado un aumento
en el empleo rural no agrícola (ERNA) en los
países de América Latina (Reardon, Berdegué
y Escobar 2001, Cliché 2011, Dirven 2011).
Esto sugiere que los países pueden ayudar a la
transición de los hogares desde la agricultura a
los sectores no agrícolas mediante la inversión
en programas de readiestramiento y educación.
Sin embargo, el sector no agrícola (asalariado o
no) no absorbió completamente los hogares que
dejaron la agricultura. De hecho, la figura 22A
indica que en la mayoría de los países (80%),
la proporción de hogares clasificados como
inactivos también aumentó en un promedio de 3
puntos porcentuales. Esto implica que, si bien los
hogares pueden haber dejado el sector agrícola,
no estuvieron inmediatamente en capacidad de
encontrar trabajo en el sector no agrícola. Esto
puede reflejar escasez de puestos de trabajo en el
sector no agrícola. O, dado el crecimiento del sector
no agrícola en toda la región, el aumento en el
número de hogares identificados como inactivos
también puede reflejar un periodo de transición,
necesario para que los hogares que dejan la
agricultura (voluntaria o involuntariamente)
adquieran nuevas habilidades que les permitan
encontrar empleo significativo en el sector
no agrícola. Las tendencias observadas en las
regiones rurales (figura 22B) son similares a las
del ámbito nacional; sin embargo, dado que la
agricultura es principalmente una actividad rural,
no es de extrañar que las tendencias sean más
volátiles en las zonas rurales, pues la proporción
de la población con posibilidad de salir de la
agricultura es mucho mayor.
Recuadro 12. %MPLEOCUENTAPROPIANOAGRÀCOLAEN(ONDURASY.ICARAGUA
,AEXPANSIÅNDELSECTORDELAUTOEMPLEONOAGRÀCOLAEN(ONDURASY.ICARAGUAQUESEMUESTRAENLAkGURA
PROBABLEMENTERElEJALASDIFERENTESEXPERIENCIASDEDESARROLLODEESTOSPAÀSESENCOMPARACIÅN
CONELRESTODELAREGIÅNLATINOAMERICANA!MBOSSONPEQUEÄOSGEOGR¶kCAYDEMOGR¶kCAMENTEYEN
la década de 1990 ambos países enfrentaron tasas mucho más altas de pobreza que otras naciones
de ALC (Corral y Reardon 2001, Ruben y van de Berg 2001, OMT 2010).
En Honduras, Ruben y van den Berg (2001) e Isgut (2004) encontraron que las actividades cuenta
propia no agrícolas no están relacionados con el tamaño de los predios, ni con el nivel de instrucción,
sino más bien con la región de residencia. En la región sur, el acceso a los mercados al por menor
INCENTIVÅALASMUJERESAPARTICIPARENACTIVIDADESDEAUTOEMPLEONOAGRÀCOLAAPESARDETENERUN
acceso limitado a los mercados de crédito formales.
%N.ICARAGUAELTURISMOPUEDEHABERIMPULSADOELAUMENTOENELAUTOEMPLEONOAGRÀCOLA-IENTRASQUE
ELRESTODE#ENTROAM¼RICAEXPERIMENTÅBAJASTASASDETURISMODURANTELARECESIÅN.ICARAGUAROMPIÅLA
TENDENCIACONUNAUMENTODEPUNTOSPORCENTUALES/-4!DEM¶SELSECTORINACTIVODE.ICARAGUA
no se expandió conmensurablemente con la reducción del empleo asalariado agrícola, apoyando la idea
DEQUEELSECTORCUENTAPROPIANOAGRÀCOLAFUECAPAZDEABSORBERELEXCESODELAOFERTADETRABAJOQUE
no pudo absorber el sector del empleo asalariado no agrícola. Esto también es congruente con el hecho
observado en Honduras de que el aumento en el autoempleo no agrícola ha sido independiente del
TAMAÄODELASkNCASINDUSTRIASDEAPOYOTURÀSTICONODEPENDENDETENENCIADELATIERRAADEM¶SLOS
incrementos se dieron fuera de Managua, la capital (Corral y Reardon 2001, OMT 2010).
30 Calculamos promedios simples a partir de proporciones de hogares ponderadas.
31 Como punto de referencia, esto equivale a aproximadamente 350 000 hogares asalariados no agrícolas en Bolivia y a 480 000 hogares en Chile.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
153
Aunque la reducción de la pobreza
acompaña el crecimiento del sector
no agrícola, el principal motor que
impulsa la reducción pueden ser las
políticas sociales expansivas
Sin
excepción,
los
países
de
ALC
experimentaron una fuerte disminución de las
tasas de pobreza entre los hogares nacionales,
rurales y urbanos, entre 2000 y 2012, como se
muestra en la figura 2332 (el cuadro A2 en el
anexo presenta información detallada). Entre
el total de los hogares en el ámbito nacional la
reducción fue, en promedio, de 8,5 porcentual.
Bolivia experimentó la mayor caída (casi
20 puntos porcentuales, aproximadamente
115 000 hogares), mientras que Costa Rica
experimentó un modesto descenso de 3 puntos
porcentuales33. En los casos de Brasil y Chile,
la tasa de pobreza se redujo a la mitad. En
general, estas tendencias fueron impulsadas
por las reducciones en las tasas de pobreza
rural, aunque muchos países, como Bolivia,
Brasil, Colombia, Honduras y Panamá, también
experimentaron fuertes caídas en la tasa de
pobreza urbana.
La tendencia a la baja en las tasas de pobreza
que se muestra en la figura 23 puede estar
relacionada con la expansión del empleo no
agrícola. Es decir, conforme las economías de
ALC siguen diversificándose, experimentan
reducciones en la pobreza, un fenómeno que se
observa a nivel mundial (ILO 2011, OECD 2010,
USAID 2008). Sin embargo, aunque el sector
no agrícola aumentó su demanda de trabajo en
los últimos años, esta tendencia no es probable
que sea el principal motor de la reducción de
la pobreza en la región. Una razón es que —
como se discutió anteriormente— el sector
inactivo también se expandió: estos hogares
habrían quedado con poco o ningún ingreso y
ello habría compensado las reducciones en la
tasa de pobreza atribuibles al incremento del
empleo no agrícola. En segundo lugar, el sector
no agrícola suele ser dicotómico, abarcando
desde empresas muy productivas (y rentables)
hasta actividades de subsistencia (Dirven 2011,
Lanjouw y Lanjouw 2001, Haggblade, Hazell
y Reardon 2010). Por lo tanto, durante su
transición hacia actividades no agrícolas los
hogares pueden ser tanto sacados de la pobreza
o empujados hacia ella. En la siguiente sección,
que analiza la desigualdad del ingreso regional,
se examina esta cuestión con más detalle.
Figura 23. América Latina (12 países): cambios en las tasas de pobreza entre hogares
en los ámbitos nacional, urbano y rural entre alrededor de 2000 y de 2012
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
8QKRJDUVHGHÀQHFRPRSREUHFXDQGRVXLQJUHVRSHUFiSLWDVHHQFXHQWUDHQRSRUGHEDMRGHODOtQHDGHSREUH]DHVSHFtÀFDGHFDGDSDtVODFXDO
VHGHWHUPLQDJHQHUDOPHQWHDSDUWLUGHOYDORUGHXQDFDQDVWDGHFRQVXPRHVSHFtÀFD
(Q&RVWD5LFDHOQ~PHURDEVROXWRGHKRJDUHVFODVLÀFDGRVFRPRSREUHVDXPHQWyHQFDVL6LQHPEDUJRHOQ~PHURWRWDOGHKRJDUHVHQ
el país también se incrementó, lo que resultó en una reducción en la tasa de pobreza.
154
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Es más probable que la reducción de la pobreza
fuera impulsada por las políticas sociales recientes
(CEPAL 2010, 2013, 2014). Antes y durante
la crisis financiera, muchos países aplicaron
o ampliaron programas sociales, tales como
programas de transferencias condicionadas en
efectivo (por ejemplo, la Bolsa Verde, Brasil;
Mi Familia Progresa, Guatemala), programas
de formación o ampliación de prestaciones
por desempleo (por ejemplo, Ingreso para la
Prosperidad Social, Colombia; Progresando
con Solidaridad, República Dominicana) y
la relajación de los requisitos de elegibilidad
de pensiones (por ejemplo, Colombia Mayor,
Colombia)34. Estos programas habrían proveído
una red de seguridad social que benefició a los
hogares que consideraron la opción de salir de
la agricultura. Análisis recientes han atribuido
los logros en la reducción de la pobreza a
políticas sociales de larga duración y de amplio
alcance aplicadas en toda la región (Tsounta y
Osueke 2014, Cornia 2012, Soares et al. 2009).
El capítulo de políticas de esta publicación
(capítulo 4) ofrece un análisis más detallado de
las políticas de equidad en las zonas rurales.
La figura 24 muestra que el sector asalariado
agrícola rural experimentó los mayores
descensos en las tasas de pobreza entre hogares,
un promedio de 13 puntos porcentuales,
en comparación con las otras categorías de
hogares. Los países que no experimentaron
severas reducciones de la pobreza en el sector
asalariado agrícola por lo general presentaron
descensos importantes de la pobreza en el sector
cuenta propia agrícola, como se observa en
Panamá, República Dominicana, Nicaragua y
Costa Rica, contribuyendo así a la disminución
constante de la pobreza rural regional (figura
23). Por el contrario, la reducción de la pobreza
en el sector asalariado no agrícola fue solo dos
tercios de lo observado en el sector asalariado
agrícola, alrededor de 9 puntos porcentuales.
Además, la disminución de la pobreza en el
sector inactivo fue también relativamente
modesta: 8,5 puntos porcentuales.
Estas tendencias presentan un panorama
uniforme: conforme los hogares en riesgo dejan
la agricultura, los hogares que permanecen en el
sector se vuelven relativamente menos pobres,
dando lugar a grandes reducciones en la tasa de
pobreza. Y los hogares anteriormente agrícolas
transitan a otros sectores, probablemente
atenuando las disminuciones de pobreza en
esos sectores. Así, a pesar de expandirse y de
que generalmente tiene mayores niveles de
ingreso que la agricultura, el sector no agrícola
experimentó descensos mucho más moderados
en la pobreza en los países de la región entre
2000 y 2012 (Gordon y Craig 2001, Egyei y
Adzovor 2013, Cliché 2011, Dirven 2011).
Las tendencias descritas plantean la pregunta de
por qué los hogares abandonan la agricultura.
Aunque se necesitan más investigaciones,
tres posibles razones son: a) los trabajadores
calificados más jóvenes enfrentan escasez de
oportunidades de empleo productivo (por
ejemplo, entre la fuerza de trabajo joven);
b) desajuste de habilidades o destrezas
obsoletas debido a los avances tecnológicos
en la agricultura (por ejemplo, entre la fuerza
de trabajo de mayor edad); y c) los jefes de
familia mayores, que dejan la agricultura por
envejecimiento.
34 Información detallada de los programas se puede encontrar en el sitio web de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
155
Figura 24. América Latina (12 países): reducciones en la tasa de pobreza de los
hogares rurales, por tipo de hogar, entre alrededor de 2000 y de 2012
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
PERSPECTIVAS SOBRE DESIGUALDAD
nacionales (con la excepción de Honduras y
México, que se discuten en el recuadro 14).
La desigualdad de ingresos se redujo
durante el periodo 2000-2012
Para entender la dinámica de los extremos (las
colas) de la distribución del ingreso, que son
los que explican la desigualdad, utilizamos la
relación de Palma (figura 26). El Palma es una
relación entre la cantidad de la riqueza del
10% más alto de la distribución del ingreso y
el 40% de ingresos más bajos. Un valor mayor
indica que muy pocos hogares capturan la
mayor parte del ingreso. Esta medida fue
desarrollada por Cobham y Sumner (2013) y
mejora en el índice de Gini de dos maneras
cruciales. En primer lugar, a diferencia del
Gini, el Palma no es sensible a los cambios en
el medio de la distribución de los ingresos, pero
sí responde a los cambios en la distribución de
la riqueza entre los que están en el 10% más
rico y el 40% más pobre de la distribución
del ingreso. En segundo lugar, la relación de
Palma es mucho más fácil de entender que el
Gini. Un cambio 2 a 3 en el Palma indica que
el 10% más rico pasó de ser el doble de rico a
ser tres veces más rico que el 40% más pobre.
Un cambio en el Gini 0,2 a 0,3 es más difícil
de cuantificar más allá de un aumento en la
desigualdad de ingresos.
Durante la primera década de este siglo los países
latinoamericanos redujeron la desigualdad en
la distribución de los ingresos y obtuvieron
logros en la reducción de la pobreza. Esto es
muy relevante, pues indica que la región logró
sacar hogares de la pobreza, los que ganaron
relativamente más riqueza que los que están
en la parte superior de la distribución del
ingreso. La figura 25 muestra que casi todos
los países presentaron una disminución en el
coeficiente de Gini, que es la medida estándar
de la desigualdad de ingresos. Los valores más
altos del Gini indican mayor desigualdad, ya
que más riqueza se concentra en un pequeño
número de hogares. Hacia 1996, la región tenía
un Gini de 0,55, que disminuyó en 0,03 en el
año 2009. El coeficiente de Gini (nacional) cayó
más en Bolivia, Brasil y Nicaragua (cerca de 8
puntos porcentuales, en promedio), mientras
que en Honduras y México se mantuvo casi
igual. En general, en las zonas rurales y urbanas
los coeficientes de Gini siguen las tendencias
156
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Como muestra la figura 26, la relación de Palma
sigue de cerca el coeficiente de Gini; a nivel
nacional, urbano y rural, cayó en la mayoría
de los países de la región. Bolivia, Brasil y
Nicaragua, que tenían los descensos más agudos
en el índice de Gini, también se enfrentaron
a las mayores reducciones de la relación de
Palma. Esto indica que la disminución de la
desigualdad de ingresos que se observa en la
figura 25 en realidad refleja un “acortamiento”
de la distribución del ingreso, que se da en
el extremo derecho de la distribución (altos
ingresos); esto es, hay menos hogares con
niveles extremadamente altos de riqueza.
Figura 25. !M¼RICA,ATINAPAÀSESCAMBIOENLOSCOEkCIENTESDE'INI
en los ámbitos nacional, urbano y rural (1996/1997-2008/2009)
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de datos de CEPALSTAT.
Recuadro 13. Desigualdad del ingreso en México y Honduras
!PARTIRDELASkGURASYESEVIDENTEQUELADESIGUALDADDEINGRESOSHAAUMENTADOEN-¼XICOY
Honduras. Sin embargo, estas tendencias pueden atribuirse a causas muy diferentes.
En México, aunque las tasas de pobreza urbana se estancaron entre 2000 y 2012, es la desigualdad
rural la que aumentó con el tiempo, lo que parece contra intuitivo considerando los programas
sociales desarrollados en México dirigidos a la población rural. Esquivel y Cruces (2011) emprenden
UNEJERCICIODEDESCOMPOSICIÅNDE'INIPARAARROJARLUZSOBREESTEENIGMA%LLOSENCUENTRANQUELAS
transferencias han disminuido la pobreza rural, reduciendo así la brecha de ingresos urbano-rural
y la desigualdad en el ingreso nacional. Además, el ingreso laboral es la mayor proporción de los
ingresos totales en todo México. Por lo tanto, cuando la dispersión de los salarios se hizo mayor,
la desigualdad aumentó; y una distribución de los salarios urbanos menos dispersa resultó en una
menor desigualdad en las regiones metropolitanas.
Klasen et al. (2012) atribuyen el aumento de la desigualdad del ingreso rural en Honduras a una
mayor dispersión de los ingresos rurales. Los salarios agrícolas disminuyeron, mientras que los salarios
en el sector no transable crecieron. Esto es congruente con la expansión del sector no agrícola que se
PRESENTAENLAkGURA3INEMBARGOLAALTASEGMENTACIÅNOCUPACIONALYLOSBAJOSNIVELESEDUCATIVOS
impidieron la movilidad laboral, resultando en una mayor desigualdad rural.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
157
Combinadas, las figuras 25 y 26 indican que
la disminución de la pobreza observada en
toda América Latina fue acompañada por una
disminución significativa en la desigualdad de
ingresos; hubo una transferencia de riqueza
de hogares de altos ingresos a hogares de bajos
ingresos35. Esto se da probablemente debido al
número y a la escala de los programas sociales
implementados en la región durante los últimos
veinte años, más que a la expansión del sector
no agrícola. Debido a la dualidad subsistencia/
producción comercial de la economía no
agrícola por cuenta propia, el aumento de
este sector no conduce directamente a la
reducción de la desigualdad de ingresos36.
Tsounta y Osueke (2014) atribuyen la mitad
de la disminución de la desigualdad en el
ingreso regional a la expansión de las políticas
sociales, y solo una octava parte al crecimiento
económico y el desarrollo37.
Figura 26. América Latina (12 países): cambios en las relaciones Palma
en los ámbitos nacional, urbano y rural (1996/1997-2008/2009)
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de datos de CEPALSTAT.
La jefatura de las mujeres rurales ha
aumentado, posiblemente debido al
incremento de las oportunidades del
mercado de trabajo en el sector no agrícola
periodo: Chile experimentó un aumento en la
tasa de jefatura femenina rural casi el doble (12
puntos porcentuales) del promedio regional,
mientras que el incremento en El Salvador fue
de solo 2 puntos porcentuales. No obstante,
es claro que en las zonas rurales de América
Latina hay muchos más hogares encabezados
por mujeres que nunca antes.
En los países de América Latina incluidos en
el análisis la tasa de jefatura femenina entre
los hogares rurales aumentó, en promedio, en
más de 6 puntos porcentuales, entre 2000 y
2012. Como puede verse en la figura 27, hay
una dispersión significativa de la variación en
la tendencia en toda la región durante este
35 Esto guarda congruencia con Gasparini et al. (2011), un estudio comparativo
de países sobre desigualdad de ingresos entre 1990 y 2006.
'H KHFKR PXFKRV HVWXGLRV KDQ SRVWXODGR WHyULFDPHQWH \ FRQÀUPDGR
empíricamente que en economías en desarrollo y en transición la relación entre
el tamaño del sector no agrícola y el ingreso per cápita a menudo tiene forma
de U (Haggblade et al. 2010, Lanjouw y Sariff 2004, Lanjouw y Lanjouw 2001).
'DWRVUHFLHQWHVGH)XJOLHVREUHSURGXFWLYLGDGDJUtFRODWDPELpQVXJLHUHQ
que los países con mejor desempeño en productividad tuvieron mejores
resultados en términos de la reducción de la pobreza y de la desigualdad.
PERSPECTIVAS SOBRE GÉNERO
EN ZONAS RURALES
158
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
En la figura 27 los países aparecen en orden,
de mayor a menor magnitud en la disminución
de la tasa de pobreza rural, entre los años
2000 y 2012. A pesar de que hay un marcado
aumento de la jefatura femenina en las zonas
rurales, esta tendencia es independiente de la
tendencia en la reducción de la pobreza rural.
Esta independencia es alentadora por dos
razones. En primer lugar, se puede inferir que
los hogares con jefatura femenina no están
sobrerrepresentados entre los hogares pobres;
de otro modo habrían enfrentado reducciones
relativamente mayores de la pobreza en
comparación con los hogares encabezados
por hombres. Además, como no existe una
correlación clara entre la tasa de mujeres jefas
de hogar y la tasa de la pobreza femenina,
también podemos concluir que los logros
en la reducción de la pobreza se extienden
uniformemente a través de las mujeres y los
Figura 27. !M¼RICA,ATINAPAÀSESINCREMENTOENLASTASASDEJEFATURARURAL
(circa 2012-2000) – puntos porcentuales
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
hogares encabezados por varones38. Como tal,
es posible descartar la reducción de la pobreza
como un conductor del aumento de la tasa de
jefatura femenina.
Más aún, la edad promedio de las mujeres jefas
de hogares rurales se ha reducido. El cuadro A5
(anexo) muestra que ha habido un marcado
aumento en la proporción de los hogares
rurales con jefatura femenina en el grupo de
menores de 35 años. En consecuencia, la edad
media de los jefes de hogar en este grupo ha
disminuido en más de un año en el periodo
2000-2012. Así, vemos que cada vez hay más
mujeres jóvenes en zonas rurales de América
Latina que dirigen sus hogares, una trayectoria
que contrasta de manera importante con la
tendencia nacional entre todos los jefes de
hogar (véase la figura 31).
El aumento de la jefatura femenina puede
estar relacionado con la contracción del sector
agrícola y la posterior expansión de sectores
no agrícolas. Existe una clara correlación
negativa entre el incremento en la tasa de
jefatura femenina rural entre 2000 y 2012
y la reducción del tamaño del sector agrícola
rural en el mismo periodo, como se muestra
38 Esto es congruente con la expansión de los programas de transferencias
condicionadas para todos los hogares rurales (Tsounta y Osueke 2014, Cornia
2012, Soares et al. 2009).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
159
Figura 28. !M¼RICA,ATINAPAÀSESINCREMENTOENLATASADEJEFATURAFEMENINA
versus cambios en el empleo asalariado agrícola rural (2012-2000)
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
en la figura 28. Esto probablemente refleja la
creciente escasez de oportunidades laborales en
el mercado de trabajo agrícola que se observa
en la región (Klasen, Otter y Villalobos 2012,
Esquivel y Cruces 2011, Haggblade, Hazell y
Reardon 2010). Si las mujeres rurales menores
de 35 años encontraron el mercado de trabajo
no agrícola más favorable, alentándolas a
establecer sus propios hogares, esto podría
explicar el aumento de las tasas de jefatura
femenina dentro de este grupo de edad.
Las tasas de empleo femenino rurales
han aumentado más que las tasas de
empleo rural en general
Junto con el aumento de la jefatura femenina
en las zonas rurales, el empleo rural femenino
también se incrementó durante la última
década (figura 29). Los aumentos fueron
mayores que las tasas de empleo nacionales
y, con pocas excepciones, se observaron en
todos los grupos de edad. Los cambios en las
160
tasas de empleo de la categoría de edad más
joven (menores de 35 años) se deben a dos
fuerzas opuestas. Las tasas de empleo pueden
disminuir porque las personas más jóvenes
permanecen en el sistema educativo, pero las
tasas de empleo pueden aumentar o disminuir
dependiendo de las oportunidades del mercado
de trabajo o de la necesidad de entrar en la
fuerza laboral. El efecto neto para las mujeres
menores de 35 años es negativo en Bolivia,
Brasil, Costa Rica y El Salvador.
El mayor aumento en las tasas de empleo
femenino en el rango medio (y teóricamente
más productivo, edades 35-60 años) es más
generalizado (con la excepción de Brasil),
comparado con el empleo total (figura 29). En
el grupo de mayor edad (más de 60 años) otro
fenómeno entra en juego: los regímenes de
jubilación/protección social que pueden reducir
la participación en el mercado laboral. El efecto
neto en la mayoría de los países (excepto en
Brasil y Nicaragua) es positivo; en 2012, las
mujeres rurales mayores eran más propensas a
participar en la fuerza de trabajo que en 2000.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Figura 29. América Latina (12 países): cambios en las tasas de empleo rurales totales
y femeninas circa 2012 vs. circa 2000 (puntos porcentuales)
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
El cuadro A7 (anexo) presenta un resumen
del empleo rural femenino en los 12 países
incluidos en el análisis, en los años 2000 y
2012, para cada una de las tres categorías de
edad de interés: menores de 35 años, entre
35 y 60 años y mayores de 60. La clasificación
capta los principales grandes grupos de edad,
que podemos caracterizar como población
activa más joven, fuerza de trabajo adulta y
población en edad de retiro.
Brasil) y una porción significativa (más del 20%)
se emplea como familiares no remuneradas,
excepto en Chile, Costa Rica y República
Dominicana. Al pasar al rango de edad media
(35-60 años), se presenta una transición desde
el empleo asalariado no agrícola y el trabajo
no remunerado al empleo por cuenta propia
en sector no agrícola y, en menor medida, al
empleo en la agricultura por propia cuenta.
En edades mayores hay una nueva reducción
de empleo asalariado no agrícola, así como
mayores aumentos del empleo por cuenta
propia, agrícola y no agrícola.
La clasificación en esos tres grandes grupos de
edad evidencia el cambio en el perfil de empleo
de las mujeres a medida que envejecen, como
puede verse en la figura 30, que presenta
una comparación transversal de los perfiles de
empleo por categoría de edad circa 2012. En
el grupo de edades más jóvenes (por debajo
de 35 años), la principal categoría de empleo
es asalariado no agrícola (excepto en Bolivia y
Lo anterior es congruente con la idea de que el
sector no agrícola se expandió en ALC, y de que
ello dio más oportunidades para las mujeres
más jóvenes. También sugiere que a medida
que las mujeres envejecen y asumen roles
más tradicionales tienen más probabilidades
de abandonar el mercado de trabajo formal y
participar en actividades más informales (por
cuenta propia, sobre todo no agrícola).
El perfil del empleo rural femenino es
diferente en los distintos grupos de edad
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
161
Figura 30. !M¼RICA,ATINAPAÀSESCOMPARACIÅNTRANSVERSALCIRCADELOSPERkLES
DEEMPLEODELASMUJERESRURALESPORGRUPOSDEEDADAMENOSDEAÄOSVERSUS
menos de 35 años; 35 a menos de 60 años versus más de 60 años) - puntos porcentuales
A. Edades 35-60 años versus menos de 35 años
B. Más de 60 años versus edades 35-60 años
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Nota: Para construir la figura 30A restamos la proporción de mujeres rurales con edades de 35 o menos años y
empleadas en una categoría particular del total de mujeres rurales en edades de 35 a 60 años empleadas en la misma
categoría, alrededor de 2012. Para construir la figura 30B realizamos un ejercicio similar, comparando las mujeres
rurales en edades de 35 a 60 años con aquellas de más de 60 años.
PERSPECTIVAS SOBRE JUVENTUD RURAL
Conforme la población envejece,
aumenta la edad promedio de los jefes
de hogar y cambia la composición por
edades del empleo en cada sector
El cuadro A8 (anexo) presenta la distribución
(nacional) de los jefes de hogar en las
tres categorías de edad (menores de 35
años, mayores de 35 a 60 años y mayores
de 60 años), para cada país, alrededor de
2000 y de 2012. Los países presentaron
162
un desplazamiento hacia la derecha de la
distribución por edades: la edad promedio de
los jefes de hogar aumentó en casi dos años
(de 46,5 años en 2000). En promedio, la
participación de los jefes de hogar de menos de
35 años cayó en aproximadamente tres puntos
porcentuales. Honduras enfrenta un declive
particularmente agudo (superior a seis puntos
porcentuales) en este grupo de edad, mientras
que Colombia y El Salvador experimentaron
muy pocos cambios (menos de un punto
porcentual). La tendencia es coherente con
los cambios demográficos que ocurren en la
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
región, que ha experimentado bajas en la
tasa de fecundidad (2,7 en 2000 frente a 2,2
en 2013); sin embargo, la población total de
ALC es bastante joven: más de un cuarto de la
población tiene 15 años o menos (Population
Reference Bureau 2014, CEPAL 2001). Es
de esperar que la combinación de estas
tendencias genere un cambio pequeño, pero
persistente hacia la derecha en la distribución
por edad de los jefes de hogar.
La figura 31 examina cómo el cambio de la
distribución de la edad de los jefes se relaciona
con las transiciones en la distribución del empleo
de los hogares, presentando el cambio entre
2000 y 2012 en la participación de los jefes de
hogar menores de 35 años en cada categoría de
ocupación. La figura muestra que la tendencia
de los jefes de hogar más jóvenes a salir de los
distintos tipos de ocupación es similar entre
países. Y como es de esperar, hay poco o ningún
Figura 31. !M¼RICA,ATINAPAÀSESCAMBIOSENLAPROPORCIÅNDEJEFESDEHOGAR
menores de 35 años por sectores de empleo (2012-2000) - puntos porcentuales
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
cambio hacia el sector inactivo, dada su condición
etaria. Por lo tanto, el cambio en el perfil de edad
de los jefes de hogar que se presenta en el cuadro
A8 (anexo) se refleja en el perfil de empleo.
Los perfiles de empleo juvenil rural
difieren entre países
Los perfiles de empleo de los jóvenes rurales
(menores de 35 años) difieren según el país (véase
el cuadro A10); sin embargo, se pueden identificar
tres situaciones generales. Un primer grupo —que
incluye a Bolivia, Brasil, Nicaragua y Paraguay— se
caracteriza por la importancia del empleo familiar
no remunerado; en este grupo de países esta es la
categoría dominante y representa más del 30%
del empleo total (tanto en 2000 como en 2012).
Un segundo grupo (Chile, Costa Rica y República
Dominicana) se caracteriza por las bajas tasas de
empleo familiar no remunerado y mayores niveles
de empleo asalariado no agrícola. El perfil de
empleo en los cinco países restantes es mixto: el
porcentaje de empleo por propia cuenta agrícola
es de alrededor de 20% (Colombia, Honduras,
Paraguay y República Dominicana); el empleo
familiar no remunerado se ubica entre 20% y
30% (Colombia, México, Panamá y El Salvador);
y el empleo en el sector agrícola asalariado es cerca
de 20% (Colombia, Honduras y El Salvador).
La figura 32 muestra los cambios en el perfil
de empleo de los jóvenes rurales en la última
década. Lo más importante fue la reducción
del empleo familiar no remunerado (siete
países) y el incremento del empleo asalariado
no agrícola (siete países). En Bolivia y Brasil, el
empleo familiar no remunerado disminuyó en
5 y 10 puntos porcentuales, respectivamente, y
en ambos casos eso se tradujo en incrementos
del empleo asalariado en el sector no agrícola.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
163
Además, los aumentos en el empleo no agrícola
también fueron importantes en Chile, Costa
Rica, México, Panamá y Paraguay. La tendencia
difiere en Colombia, Honduras, El Salvador y
República Dominicana, donde los porcentajes
de ocupación familiar no remunerada
aumentaron o se estancaron, mientras que las
proporciones de empleo asalariado no agrícola
disminuyeron o se mantuvieron iguales.
Figura 32. !M¼RICA,ATINAPAÀSESCAMBIOSENLOSPERkLESDEEMPLEODELAPOBLACIÅN
rural ocupada menor de 35 años (circa 2000 vs. circa 2012) - puntos porcentuales
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
164
Los perfiles de empleo juvenil rural
difieren de aquellos de los grupos de
mayor edad
Una mirada más detallada de los
cambios en el empleo de los jóvenes
rurales entre 2000 y 2012
Los perfiles de empleo de los jóvenes rurales
(menos de 35 años) se diferencian de los
correspondientes a los grupos de mayor edad y
tales diferencias son congruentes entre los países.
Una comparación transversal (circa 2012) de los
perfiles de empleo por grupos de edad muestra
tres transiciones relevantes. En primer lugar, en
todos los países los porcentajes de empleo familiar
no remunerado y de empleo asalariado no
agrícola son más altos entre los jóvenes que entre
la población de 35 a 60 años (figura 33A). Estas
brechas son aún mayores cuando se comparan
los jóvenes con el grupo de mayores de 60 años
(figura 33B). En segundo lugar, las proporciones
de empleo por propia cuenta agrícola son más
altas en los grupos de mayor edad, sobre todo en
el grupo de más de 60 años. Y en tercer lugar,
las diferencias en la participación del empleo
asalariado en la agricultura y en ocupaciones por
cuenta propia no agrícolas en los tres grupos de
edad son mínimas (figura 33).
Con el objetivo de tener una mejor comprensión
de la dinámica longitudinal de empleo rural de
jóvenes, dividimos la categoría de menores de
35 años en tres subgrupos: a) menor de 25 años,
b) 25 a menos de 30 años y c) de 30 a 35 años.
Separar los jóvenes menores de 25 años es
importante para tratar de entender mejor
los efectos opuestos del aumento de las
oportunidades del mercado de trabajo o la
necesidad de trabajar frente a la permanencia
en el sistema educativo. La figura 34 muestra
que ocho países experimentaron descensos en
la tasa de empleo entre los jóvenes menores
de 25 años (Bolivia, Brasil, Colombia, Costa
Rica, Panamá, Paraguay, El Salvador y
República Dominicana), con Brasil y Costa
Rica experimentando las reducciones más
significativas. Por el contrario, tres países (Chile,
Honduras y México) enfrentan un aumento
en la tasa de empleo de los jóvenes menores
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
de 25 años, pero dichas ganancias fueron
pequeñas en comparación con las ganancias de
empleo entre los otros subgrupos de edad (25 a
menores de 30 años, y 30 a 35 años). Nicaragua
es una excepción a estas dos tendencias, ya
que experimentó un fuerte aumento de la tasa
de empleo de los menores de 25 años, el casi
estancamiento de la tasa de empleo en el grupo
de 25 a 30 años y una disminución en la tasa
de empleo entre las edades de 30 a 35 años.
Figura 33. !M¼RICA,ATINAPAÀSESCOMPARACIÅNTRANSVERSALCIRCADELOSPERkLES
de empleo rural por grupos de edad (menos de 35 años versus 35-60 años; menos de 35
años versus más de 60 años) - puntos porcentuales
A. Menos de 35 años versus edades 35-60 años
B. Menos de 35 años versus más de 60 años
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Nota: Para construir la figura 33A restamos la proporción de empleados rurales con edades de 35 a 60 años ocupados
en una categoría particular de la proporción de empleados rurales con edades de 35 o menos años ocupados en la
misma categoría, alrededor de 2012. Para construir la figura 33B realizamos un ejercicio similar, comparando los
ocupados rurales mayores de 60 años con aquellos en edades de 35 o menos años.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
165
Figura 34. América Latina (12 países): cambios en las tasas de empleo rural (circa 2012
versus circa 2000) -puntos porcentuales
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
El empleo en el grupo de menos de 25 años está
dominado por ocupaciones como familiares no
remunerados y como asalariados no agrícolas
(cuadro A11 en el anexo). El empleo familiar
no remunerado era más del 40% en los dos
periodos en la mitad de los países (Bolivia,
Brasil, Honduras, Nicaragua, Paraguay y El
Salvador) de nuestra muestra, y más de 50%
en Bolivia y Nicaragua. Alrededor de 2012,
solo en Chile y Costa Rica la participación del
empleo como familiar no remunerado entre
los jóvenes menores de 25 años fue menor
al 10%. Por otra parte, las proporciones de
empleo asalariado no agrícola en el periodo
más reciente fueron alrededor de 25% en 8 de
los 12 países (con excepción de Bolivia, Brasil,
Colombia y Honduras).
Recuadro 14. %MPLEOJUVENILEN"OLIVIA"RASIL#OSTA2ICAY%L3ALVADOR
$ADO QUE NUESTRO PERIODO DE AN¶LISIS INCLUYE EL DE LA CRISIS kNANCIERA LA DISMINUCIÅN DE LAS TASAS
DEEMPLEODELOSJÅVENESPODRÀASERCONSECUENCIADEQUELASOPORTUNIDADESDELMERCADODETRABAJO
disminuyeron. Sin embargo, hay evidencia que sugiere que en Bolivia, Brasil, Costa Rica y El Salvador los
JÅVENESMENORESDEAÄOSPRESENTARONBAJASTASASDEEMPLEODEBIDOASUPERMANENCIAENELSISTEMA
EDUCATIVOTALVEZM¶SINCENTIVADOSAHACERLOPORCAUSADELABAJADEMANDADETRABAJO#%0!,
0OREJEMPLOLASTASASDEMATRÀCULASECUNDARIAAUMENTARONCONSIDERABLEMENTEENTREY
desde 7 puntos porcentuales en Bolivia hasta casi 30 puntos porcentuales en Costa Rica. Además, las
tasas de deserción de la escuela secundaria disminuyeron (Kattan y Székely 2015).
$URANTE kNALES DE LOS AÄOS NOVENTA Y PRINCIPIOS DEL SIGLO 88) ESTOS PAÀSES IMPLEMENTARON POLÀTICAS
educativas expansivas. El sistema de escuelas públicas aumentó considerablemente en Costa Rica y
Bolivia; y Brasil incrementó su gasto por alumno en 66% entre 2000 y 2010 (Bassi, Busso y Munoz
5NEFECTOINGRESOTAMBI¼NPUEDEESTARENJUEGOENLOSCUATROPAÀSESAUMENTÅEL0)"PERC¶PITAY
SEREDUJOLAPOBREZAVERkGURA,ASTASASDEMATRÀCULASEHABRÀANINCREMENTADOPORQUELOSHOGARES
pudieron invertir más en educación sin requerir ingresos complementarios (Kattan y Székely 2015).
166
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Figura 35. América Latina (12 países): comparación transversal (circa 2000 vs. circa
DELOSPORCENTAJESDEEMPLEODELOSJÅVENESRURALESPORSUBGRUPODEEDAD
a menos de 30 años versus menos de 25 años; 30 a 35 años versus 25 a menos de 30
años) - puntos porcentuales
A. Edades de 25 a 30 años versus menores de 25 años
B. Edades 30 a 35 años versus edades 25 a 30 años
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Nota: Para construir la figura 35A restamos la proporción de jóvenes rurales con edades de 35 o menos años empleados
en una categoría particular de la proporción de jóvenes rurales con edades de 25 a 30 años ocupados en la misma
categoría, alrededor de 2012. Para construir la figura 35B realizamos un ejercicio similar comparando los jóvenes
ocupados rurales en los grupos de edad 25 a 30 años y 30 a 35 años.
La comparación transversal (circa 2012) de los
perfiles laborales de los tres subgrupos de jóvenes
indica que la principal diferencia entre ellos está
en la proporción de miembros familiares no
remunerados, que en todos los países es mayor en
el grupo de edad más joven (jóvenes por debajo de
25 años), frente al grupo de edad de 25 a 30 años
(figura 35A). En ocho países —con excepción
de Chile, Costa Rica, México y República
Dominicana— la diferencia es de más de 20 puntos
porcentuales. Los perfiles de empleo de los otros
dos subgrupos no difieren significativamente.
Estos resultados indican que en todos los países
el empleo familiar no remunerado se limita
principalmente a la categoría de edad más joven.
Es interesante notar que las bajas proporciones
de trabajadores familiares no remunerados
en el grupo de edades de 25 a 30 años (en
comparación con el subgrupo más joven) se
traducen en aumentos significativos en el
empleo por cuenta propia en la agricultura (más
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
167
de 10 puntos porcentuales) en varios países. El
mismo fenómeno se observa, pero atenuado,
comparando el grupo de jóvenes de edad
intermedia (25 a 30 años) con el grupo de mayor
edad (30 a 35 años) (figura 35B). Estos hechos
apuntan a un cambio en los roles dentro de los
hogares rurales relacionados con la agricultura,
que merece un análisis más profundo.
Por último, la comparación longitudinal del
perfil de ocupación del subgrupo más joven
muestra que en varios países hay una reducción
en la proporción de trabajadores familiares no
remunerados, que se traduce en aumentos
en la participación del asalariado empleo no
agrícola (figura36).
Figura 36. !M¼RICA,ATINAPAÀSESCAMBIOSENELPERkLDEEMPLEODELAPOBLACIÅN
menor de 25 años (circa 2012 vs. circa 2000) - puntos porcentuales
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Nota: En la figura se presenta el resultado de restar la proporción de jóvenes rurales con edades de 25 o menos años
empleados en una categoría particular en 2012 de la proporción de jóvenes rurales en el mismo grupo de edad y
ocupados en la misma categoría en 2000.
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
El análisis desarrollado para este informe bienal
se centra en las perspectivas de desigualdad,
juventud y género en el medio rural, a partir de
datos de encuestas de hogares de 12 países. Los
resultados proporcionan apoyo adicional para
las recomendaciones discutidas en informes
anteriores (especialmente el último) respecto
de la importancia de las políticas para promover
la diversificación de la economía rural (para
ampliar la creación de empleo) y la adquisición
de habilidades (para aprovechar las nuevas
oportunidades de empleo). Como se destaca
en el informe anterior, estas políticas son
168
cruciales para una reducción más significativa
de la pobreza en los hogares agrícolas y para la
reducción de la pobreza rural en general.
Las políticas destinadas a fomentar la
diversificación económica deberían contribuir
a crear condiciones adecuadas para:
• Desarrollar nuevas actividades productivas
—que pueden ser no agrícolas o de mayor
valor agregado dentro de la agricultura—
mediante las cuales absorber los empleos
perdidos en los sectores de la agricultura
familiar cuya viabilidad económica se reduce
en un contexto de cambios estructurales.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
• Crear capacidades en la población rural
para facilitar su inserción en las nuevas
actividades económicas.
• Crear los incentivos correctos y las
oportunidades para que los jóvenes
permanezcan en el sistema escolar, de
manera que al menos logren completar la
educación secundaria.
• Estimular los segmentos de la agricultura
familiar de mayor productividad y la
agricultura familiar con mayor potencial social
y ambiental, incluso segmentos que se pueden
considerar como agricultura de subsistencia.
La adquisición de habilidades, a través de
la educación formal o de los programas de
desarrollo de capacidades, es relevante para
adoptar nuevas tecnologías e innovaciones,
para acceder a puestos de trabajo mejor
remunerados dentro y fuera de la agricultura
y para facilitar la posibilidad de la reconversión
productiva. El análisis sugiere que la adquisición
de habilidades adicionales contribuye, en
última instancia, a reducir la pobreza y la
desigualdad rural en el largo plazo.
El análisis también sugiere que la contracción
de los programas sociales podría obstaculizar los
logros alcanzados en la reducción de la pobreza
y de la desigualdad de ingresos. La continuación
de estas políticas es imprescindible para al menos
mantener lo logrado hasta el presente; además,
para garantizar su sostenibilidad se requiere
un compromiso mínimo de recursos fiscales.
En una época de desaceleración económica y
de restricciones fiscales, esto se convierte en
un reto importante que cada país tendrá que
enfrentar a la luz de sus condiciones específicas.
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Una mirada hacia América Latina y el Caribe
171
ANEXOS
Cuadro 10. América Latina (12 países): distribución del empleo por tipo de hogar
(zonas nacional, urbana y rural), circa 2000 y 2012
Zona
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
Cuenta
propia no
agrícola
2000
2012
2000
2012
.ACIONAL
3,49
2,84
28,01
33,89
7,03
7,16
25,21
20,33
22,37
21,4
13,9
14,39
Urbana
2,03
1,53
39,71
43,22
5,68
6,74
2,75
2,10
31,57
28,36
18,26
18,04
Asalariado
agrícola
País
Bolivia
(Estado
Multinacional)
Brasil
5,91
5,34
8,47
15,95
9,27
7,97
62,72
55,34
7,00
8,03
6,62
7,37
3,90
38,84
40,01
5,03
3,76
7,17
4,61
16,12
14,10
27,42
33,61
Urbana
Urbana
2,08
1,25
17,92
15,24
28,84
33,57
2,28
36,38
25,16
5,75
7,17
19,24
33,89
7,07
4,9
43,74
43,99
4,61
1,72
3,04
1,97
13,33
13,91
28,2
33,51
32,95
47,5
4,93
1,72
0,80
0,67
14,6
14,73
27,8
20,38
2,56
1,75
17,64
10,72
5,10
8,37
30,84
37,29
.ACIONAL
7,59
5,99
26,97
28,72
6,08
5,87
9,05
8,42
24,8
27,66
25,38
23,29
Urbana
2,70
1,52
32,23
34,16
5,91
5,53
2,87
1,94
28,77
31,72
27,37
25,09
Rural
22,7
21,65
10,73
9,67
6,60
7,06
28,13
31,16
12,58
13,44
19,23
16,98
.ACIONAL
7,81
7,60
40,92
42,22
8,80
3,83
5,05
3,66
14,1
13,41
23,34
29,29
30,19
Urbano
Urbana
1,81
1,59
48,36
48,65
9,13
4,05
0,75
0,64
15,53
14,88
24,41
16,84
17,78
29,70
31,32
8,29
3,44
11,52
8,78
11,93
10,92
21,72
27,76
8,49
7,33
25,64
22,6
3,47
0,81
25,68
24,48
17,85
23,16
18,87
21,62
26,11
2,37
2,16
39,97
34,67
5,25
0,54
5,23
4,87
25,19
31,65
21,99
14,45
12,30
11,70
11,00
1,73
1,07
45,57
43,30
10,70
15,02
15,84
17,31
.ACIONAL
6,99
5,11
46,24
47,64
6,39
11,49
7,34
4,24
14,47
9,31
18,56
22,22
Urbana
0,86
1,03
57,96
55,82
5,97
8,08
0,75
0,32
15,90
10,36
18,57
24,39
17,75
12,6
25,69
32,60
7,13
17,76
18,89
11,43
11,97
7,39
18,56
18,22
9,84
7,92
27,34
25,39
7,89
1,56
15,3
19,83
18,00
22,47
21,53
22,47
Urbana
.ACIONAL
Urbana
6,05
2,93
35,72
33,83
6,48
1,42
3,41
3,77
24,31
31,42
23,87
26,25
15,86
15,57
14,05
12,44
10,11
1,76
34,17
44,44
7,99
8,77
17,82
16,66
5,48
4,35
38,00
42,80
3,48
3,37
12,57
9,71
14,55
14,02
25,92
25,74
1,42
1,04
48,86
53,17
4,01
3,79
1,06
0,80
15,16
14,92
29,50
26,29
12,84
11,45
18,29
20,59
2,53
2,48
33,46
28,80
13,45
12,10
19,43
24,57
.ACIONAL
4,13
3,53
29,26
32,74
8,22
6,91
20,12
16,09
17,78
18,11
20,48
22,61
Urbana
1,01
0,83
39,09
42,46
9,87
8,03
2,40
2,65
23,11
21,72
24,51
24,31
Rural
Rural
8,20
7,59
16,41
18,12
6,07
5,23
43,31
36,3
10,81
12,69
15,21
20,07
.ACIONAL
6,88
7,21
32,44
34,91
5,96
4,99
9,54
8,87
17,26
18,18
27,55
25,81
25,16
Urbana
Rural
República
Dominicana
4,00
4,54
13,31
Rural
El Salvador
5,12
14,78
48,41
Rural
Paraguay
44,13
12,34
2,43
.ACIONAL
Panamá
43,46
21,49
Rural
.ICARAGUA
1,81
16,72
3,47
.ACIONAL
México
2,58
21,74
30,54
Rural
Honduras
Inactivos
5,42
Rural
Costa Rica
Cuenta propia agrícola
Rural
.ACIONAL
Colombia
Empleadores
.ACIONAL
Rural
Chile
Asalariado
no agrícola
.ACIONAL
1,98
2,74
41,43
42,38
6,11
5,17
1,89
3,02
20,37
21,51
27,89
15,17
15,80
17,25
20,54
5,70
4,66
22,46
20,12
11,99
11,77
26,98
27,07
2,41
2,09
30,52
32,47
3,46
3,19
12,97
9,89
22,53
24,19
28,10
28,17
Urbana
0,67
0,63
37,84
37,86
4,19
3,53
3,01
3,46
24,73
25,47
29,57
29,06
Rural
5,68
5,08
16,77
21,53
2,07
2,50
31,72
22,95
18,40
21,59
25,36
26,35
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
172
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro 11. América Latina (12 países): tasas de pobreza entre hogares
(zonas nacional, urbana y rural) por tipo de hogares en 2000 y 2012
Total
País
Asalariado
agrícola
Empleadores
2000
2012
2000
Zona
2000
2012
2000
.ACIONAL
Bolivia
(Estado Plu- Urbana
rinacional)
Rural
55,49
36,26
53,43
27,88
39,75
21,69
44,93
27,69
65,78
26,91
39,87
20,70
73,12
52,72
46,34
28,41
38,85
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
2012
Asalariado no
agrícola
Cuenta propia
agrícola
2012
2000
2012
44,99
27,20
83,37
27,31
15,89
63,30
26,82
63,09
45,59
84,84
66,16
Cuenta propia
no agrícola
Inactivos
2000
2012
2000
2012
66,18
51,20
33,18
49,36
39,05
66,48
52,00
32,71
44,12
36,50
45,19
36,36
73,49
51,07
.ACIONAL
29,93
14,48
58,54
27,70
26,48
9,56
6,20
1,47
50,07
29,21
28,87
12,95
28,86
18,89
Urbana
27,36
12,69
58,99
24,67
25,92
9,27
5,17
1,08
48,68
28,18
28,21
12,06
28,55
17,63
Rural
44,68
25,45
58,24
29,71
37,75
14,76
12,87
5,62
50,52
29,52
40,72
24,59
31,47
26,52
.ACIONAL
16,32
9,24
27,95
9,38
14,44
6,38
1,40
0,94
20,81
4,66
11,58
6,04
20,50
14,99
Urbana
15,87
9,45
34,91
14,90
14,46
6,57
1,33
0,82
21,88
5,36
11,62
6,20
20,58
15,19
Rural
19,23
7,79
22,80
5,18
14,04
3,41
2,25
1,76
20,49
4,37
10,92
4,21
20,01
13,76
.ACIONAL
42,18
26,70
46,99
23,21
27,93
12,94
21,38
11,82
72,88
56,46
46,94
31,27
45,22
32,08
Urbana
38,61
23,25
58,64
34,90
28,51
13,04
16,64
7,95
70,92
60,96
45,65
29,75
42,43
28,64
Rural
53,18
38,81
42,73
20,34
22,52
11,72
34,48
22,45
73,49
55,48
56,03
43,84
57,48
49,86
.ACIONAL
18,61
15,39
10,99
8,62
7,92
8,78
11,18
5,60
43,93
30,68
21,26
21,41
35,64
23,28
Urbana
15,86
14,25
9,67
12,46
8,12
9,32
9,00
5,37
27,95
26,59
20,79
20,54
30,71
20,13
Rural
22,76
17,31
11,20
8,03
7,42
7,35
14,81
6,08
45,50
31,18
22,19
23,44
44,01
29,09
.ACIONAL
70,93
61,20
92,41
84,22
52,45
37,66
30,47
20,84
88,67
80,36
69,58
55,58
70,93
63,84
Urbana
60,43
50,85
85,89
75,25
51,50
36,23
31,01
21,65
84,64
74,00
69,48
54,86
64,79
59,68
Rural
81,14
71,14
93,45
85,73
55,62
41,98
28,87
20,45
89,11
81,05
69,80
57,05
79,21
69,85
.ACIONAL
33,26
29,87
71,70
50,46
29,43
28,58
12,43
29,93
58,80
51,01
24,94
27,90
31,85
24,67
Urbana
26,48
26,58
66,62
41,78
27,94
29,62
10,84
19,08
46,69
25,89
24,50
27,41
25,98
21,12
Rural
45,13
35,92
72,13
51,76
35,33
25,30
14,77
38,99
59,64
52,32
25,96
29,16
42,15
33,41
.ACIONAL
36,58
33,03
61,96
59,77
23,43
19,52
26,59
6,85
67,5
55,89
25,26
20,82
32,91
32,94
Urbana
22,45
19,85
48,80
50,56
17,37
16,08
12,33
2,81
48,37
27,00
23,35
18,48
21,56
22,93
Rural
58,99
53,24
69,93
62,43
47,88
33,84
41,11
11,87
70,52
59,64
34,48
33,70
57,04
57,13
.ACIONAL
29,97
19,82
40,46
36,59
15,90
8,47
7,18
1,23
66,32
52,33
27,35
11,92
35,31
30,34
Urbana
21,80
12,96
39,23
41,65
15,91
8,18
5,99
1,50
49,34
33,92
24,59
9,86
30,43
24,29
Rural
44,81
34,51
40,70
35,61
15,81
10,08
10,60
0,36
67,29
53,42
32,99
17,35
48,74
44,20
.ACIONAL
50,67
43,81
62,61
45,40
36,59
34,81
24,13
17,47
74,37
68,01
47,51
40,62
58,52
49,98
Urbana
42,34
38,61
70,91
62,00
36,88
36,68
18,81
12,24
64,42
68,67
46,63
40,09
53,16
45,27
Rural
61,57
51,63
61,26
42,66
35,69
28,19
35,44
29,53
75,09
67,94
49,97
41,99
69,82
58,55
.ACIONAL
42,93
38,95
66,65
54,99
27,16
27,60
25,46
18,56
77,15
66,85
38,14
39,54
50,42
43,72
Urbana
34,73
35,24
65,96
60,29
26,29
27,82
15,49
14,59
73,48
70,59
37,17
40,04
44,92
40,84
Rural
56,80
46,08
66,80
53,23
30,71
26,74
43,56
27,03
77,67
65,77
40,92
37,76
60,04
48,86
42,24
37,91
56,25
53,26
31,53
37,61
6,00
3,17
51,79
40,55
33,99
14,27
59,32
60,44
37,98
36,07
57,12
49,68
29,33
37,06
2,20
0,57
48,33
38,43
33,93
14,61
56,01
57,32
50,26
41,67
56,06
54,16
40,86
39,60
20,46
10,63
52,41
41,20
34,15
13,45
66,59
67,44
.ACIONAL
República
Urbana
Dominicana
Rural
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
173
Cuadro 12. !M¼RICA,ATINAPAÀSESCOEkCIENTESDE'INIYRELACIONES0ALMA
(zonas nacional, urbana y rural), 1996-1997 y 2008-2009
Gini
País
Zona
Bolivia (Estado Plurinacional)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
1996/1997
2008/2009
1996/1997
2008/2009
0,595
0,531
0,637
0,637
0,620
0,578
0,553
0,545
0,491
0,569
0,560
0,488
0,450
0,429
0,426
0,558
0,527
0,504
0,526
0,504
0,456
0,583
0,551
0,558
0,508
0,450
0,524
0,576
0,569
0,523
0,524
0,524
0,466
0,553
0,530
0,466
0,501
0,494
0,465
0,554
0,465
0,543
0,515
0,487
0,493
0,478
0,443
0,462
5,950
3,750
7,220
7,460
6,490
5,200
4,390
4,000
3,000
4,690
4,450
3,030
2,460
2,180
2,160
4,490
3,670
3,280
3,660
3,220
2,490
5,560
4,310
4,860
3,500
2,480
4,200
4,960
4,790
3,720
3,580
3,570
2,600
4,450
3,800
2,680
3,230
3,110
2,630
4,880
2,610
4,250
3,490
2,930
3,050
2,860
2,320
2,650
4,180
3,030
2,850
3,320
3,530
2,290
3,380
2,680
2,110
5,300
5,830
3,400
2,860
2,470
2,080
4,870
5,340
3,320
0,526
.ACIONAL
Panamá
Paraguay
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
0,543
0,493
Rural
El Salvador
República Dominicana
.ACIONAL
Urbana
Rural
.ACIONAL
Urbana
Rural
Palma
0,479
0,506
0,512
0,438
3,740
0,584
0,510
0,467
0,423
0,586
0,598
0,503
0,478
0,451
0,418
0,574
0,585
0,502
5,020
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de CEPALSTAT.
174
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro 13. !M¼RICA,ATINAPAÀSESTASASDEJEFATURAFEMENINA
(zonas nacional, urbana y rural), circa 2000 y 2012
Todos los
hogares
País
Bolivia
(Estado
Plurinacional)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
Zona
2000
2012
Asalariado Asalariado no
Cuenta proEmpleadores
agrícola
agrícola
pia agrícola
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
Cuenta propia
no agrícola
2000
2012
Inactivos
2000
2012
.ACIONAL
19,84
24,48
7,79
11,29 14,39 18,00
10,13 15,47
10,22 17,48
26,18
31,61 46,03
46,11
Urbana
23,48
26,54
5,91
12,18
17,7
10,59 16,58
7,94 19,99
27,63
31,10 43,71
46,21
Rural
13,76
20,54
8,86
10,81 11,92 19,56
9,67 13,66
10,38 17,30
15,24
35,06 56,68
45,64
.ACIONAL
24,43
37,06
3,32
5,17
21,3 33,11
7,85 16,24
5,96 8,15
15,20
25,00 46,33
56,83
Urbana
26,33
39,59
4,20
8,80 21,67 33,64
8,06 16,83
6,61 9,13
15,40
25,57 46,80
59,28
Rural
13,49
21,60
2,73
2,76 13,82 23,42
6,47
5,74
7,85
11,56
17,60 42,33
41,95
14,70
9,84
.ACIONAL
23,19
38,77
4,25
14,79 16,58 30,42
8,62 20,99
4,41 10,65
17,86
31,27 45,12
58,91
Urbana
24,35
40,48
7,11
22,26 16,87 31,03
8,79 22,06
6,02 16,61
17,97
32,11 46,17
60,63
3,94 8,15
15,84
21,36 38,94
48,72
4,74
7,64
24,37
33,67 46,88
56,62
11,28 16,01
1,81 6,69
24,09
33,24 46,94
56,46
10,89 10,28
5,66
26,36
37,26 46,63
57,42
Rural
15,64
27,25
2,14
9,09
9,82 20,71
6,42 13,97
.ACIONAL
25,70
32,90
3,96
5,35 23,39 29,82
11,17 14,48
Urbana
28,54
36,38
8,98
12,47 24,05 30,55
Rural
16,93
20,73
2,12
3,60
.ACIONAL
24,95
34,63
4,18
6,43 20,69 31,08
7,28
2,34 5,18
22,50
24,30 52,41
58,83
Urbana
28,42
39,02
1,22
4,29 22,45 33,27
8,79 10,60
3,51
23,94
25,58 53,24
61,26
4,78
17,35 20,82
8,98
7,84
5,76
Rural
19,72
27,20
4,66
6,75 16,36 25,31
5,74
2,23 5,11
19,67
21,36 51,01
54,36
.ACIONAL
25,21
31,70
2,51
6,85 19,87 24,58
12,98 11,49
4,18 8,34
36,16
40,72 63,21
65,11
Urbana
31,37
37,71
5,59
6,63 21,86 27,24
12,85
0,00
3,99 5,09
33,72
37,34 59,69
61,48
Rural
19,23
25,94
2,01
6,89 13,28 16,53
13,34 17,05
4,20 8,69
41,74
47,54 67,97
70,37
.ACIONAL
18,38
25,30
1,12
4,98 12,21 18,86
4,66 17,01
8,86 9,95
22,34
31,69 45,67
48,3
Urbana
19,61
27,37
2,97
8,95 12,67 20,29
2,78 15,87
9,19 5,27
21,03
28,62 46,68
47,93
Rural
16,22
21,49
0,97
4,38 10,36 14,39
7,41 17,95
8,83 10,19
25,38
39,61 43,88
49,20
.ACIONAL
28,79
34,39
4,33
5,29 23,43 30,76
8,89 13,24
5,60 6,35
44,74
44,01 57,20
65,36
Urbana
34,85
41,66
4,01
3,55 25,14 32,50
10,23 13,41
2,64 3,33
44,59
42,40 58,60
63,73
Rural
19,17
23,23
4,52
5,79 16,56 23,53
7,52 13,02
6,06
45,46
52,84 54,22
69,27
.ACIONAL
24,28
31,92
1,59
2,25 22,28 29,57
7,66 15,36
2,81 8,59
17,35
24,16 48,55
56,03
Urbana
28,88
35,14
2,26
6,52 23,47 30,89
7,24 15,97
1,55
18,28
24,32 48,49
54,61
Rural
15,94
25,02
1,46
1,41 16,51 22,24
8,87 13,38
2,88 8,69
15,44
23,72 48,72
59,30
.ACIONAL
25,29
30,86
3,27
5,23 18,07 23,01
7,20 12,06
10,14 16,72
30,63
34,55 57,58
59,07
Urbana
29,64
33,65
5,44
12,15 19,36 24,02
9,19 15,41
Rural
19,61
26,66
2,92
4,09 14,05 19,48
.ACIONAL
32,32
35,14
2,97
Urbana
35,30
38,02
Rural
27,29
29,60
30,40
34,69
0,59
2,66 25,65 33,21
12,15 20,83
34,21
38,75
0,00
5,01
13,08 25,18
23,24
26,43
0,72
2,07 19,27 26,19
.ACIONAL
República
Urbana
Dominicana
Rural
6,74
7,04
18,36 28,49
31,50
35,39 54,64
56,24
4,32
9,54 15,42
28,20
32,41 63,76
64,22
6,34 19,59 22,95
17,17 21,83
3,70 5,28
51,60
52,24 56,05
60,41
5,70
10,51 20,63 24,49
21,37 26,83
3,16 3,64
50,78
51,06 53,38
59,05
2,36
4,95 15,37 16,85
9,54 11,14
3,77
53,95
56,40 60,72
62,84
2,67 3,56
19,61
22,67 61,82
61,59
3,71 5,06
20,55
24,76 61,55
62,06
2,49 3,10
17,23
17,65 62,41
60,54
27,16 35,17
2,96
8,59
8,37
5,75
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
175
Cuadro 14. América Latina (12 países): tasas de empleo rural total y femenino
por grupos de edad, circa 2000 y 2012
Menos de 35 años
País
Zona rural
Bolivia (Estado
Plurinacional)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
República
Dominicana
Edades 35 a 60 años
2000
2012
Mayores de 60 años
2000
2012
2000
Total
62,6
58,0
87,4
90,1
75,4
77,3
-UJERES
53,0
51,7
76,0
83,2
61,1
66,6
Total
61,0
51,0
83,0
76,5
56,4
45,8
-UJERES
44,2
36,1
71,0
61,4
41,5
30,7
Total
36,5
38,4
56,0
60,8
25,2
21,9
-UJERES
18,4
25,7
22,9
35,4
6,5
8,3
Total
46,4
45,6
67,7
73,7
43,4
48,8
-UJERES
25,9
27,8
43,0
50,0
19,7
27,0
Total
46,9
37,9
63,2
64,3
27,4
23,5
-UJERES
27,0
23,4
34,8
39,4
6,5
8,3
Total
43,0
45,0
63,9
67,9
45,3
52,6
-UJERES
18,1
21,3
32,0
45,1
16,6
28,9
Total
47,5
52,1
67,6
73,7
46,9
51,6
-UJERES
28,5
37,8
44,7
55,9
23,8
35,2
Total
39,3
47,6
65,0
66,6
44,1
43,7
-UJERES
18,2
22,0
38,9
39,3
19,7
10,9
Total
40,1
39,1
66,2
70,3
42,7
39,7
-UJERES
19,4
23,5
35,4
43,8
14,6
16,2
Total
49,5
49,1
76,3
78,4
53,5
52,1
-UJERES
29,8
32,5
55,8
62,4
34,2
35,4
Total
43,3
36,6
60,7
65,0
37,4
39,0
-UJERES
24,7
20,9
37,3
43,2
15,0
17,3
Total
34,6
35,6
63,5
67,4
36,3
37,3
-UJERES
17,2
18,6
31,6
43,1
11,3
13,7
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
176
2012
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro 15. !M¼RICA,ATINAPAÀSESTASASDEJEFATURAFEMENINARURALPORTIPO
de hogar y rangos de edad, circa 2000 y 2012
País
Año
Asalariado
agrícola
Asalariado
no agrícola
Bolivia (Estado
Plurinacional)
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
1,9
2,7
5,8
4,6
28,7
28,9
8,6
9,0
8,3
10,4
6,4
6,0
5,0
4,5
5,3
13,8
1,1
2,3
2,4
2,5
4,4
6,7
0,9
1,2
4,2
10,8
26,4
42,5
53,8
60,9
33,2
21,1
63,5
73,6
33,1
28,1
45,7
53,0
37,2
35,6
46,4
42,7
27,4
40,9
50,1
45,8
68,9
65,9
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
1,2
0,9
5,2
4,3
20,7
23,7
6,3
5,7
5,8
5,4
3,7
4,2
1,4
3,2
4,5
7,2
2,5
1,0
1,9
2,1
4,1
6,8
0,2
0,1
3,7
7,9
19,8
28,4
44,7
48,1
22,0
16,1
55,5
63,6
14,9
12,3
30,9
35,2
26,3
24,5
42,3
42,8
11,7
16,9
26,3
28,4
49,2
60,1
Empleadores
Cuenta propia
agrícola
Cuenta propia
no agrícola
Inactivos
5,0
4,7
4,1
5,7
4,1
2,5
5,9
12,1
0,8
0,8
7,8
8,1
6,0
5,5
1,5
4,0
3,1
4,3
21,7
20,9
0,5
1,0
4,1
3,4
4,3
7,0
5,4
7,1
6,6
6,1
27,2
27,7
15,4
11,0
28,3
27,2
20,1
11,8
15,9
20,3
24,5
20,2
21,1
10,8
21,6
25,0
23,1
26,5
83,9
74,1
58,1
39,7
6,3
0,8
24,2
29,0
9,3
3,5
23,6
30,3
22,2
19,1
39,8
25,1
24,3
30,2
26,9
24,0
22,7
20,6
3,0
2,4
14,8
20,5
10,3
11,3
9,1
8,3
13,0
16,9
2,5
3,3
14,3
21,8
18,3
10,5
9,6
14,4
6,5
10,0
42,8
43,6
4,0
5,1
8,3
4,0
8,8
13,2
6,2
7,7
17,4
17,3
39,8
41,6
24,2
21,7
59,0
53,5
31,2
21,0
41,6
41,0
32,9
28,2
32,4
25,9
57,8
50,0
38,8
32,1
68,8
55,4
57,5
47,3
6,4
1,1
14,9
16,8
6,0
3,4
6,5
7,5
14,0
11,3
14,4
12,3
13,9
15,8
10,1
10,2
5,1
7,0
2,3
2,6
Menores de 35 años
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
República
Dominicana
0,7
0,7
0,3
0,5
0,5
0,8
0,5
0,7
2,7
0,7
0,8
1,1
0,9
6,1
0,4
0,4
0,5
0,3
0,6
0,3
0,4
0,8
0,0
0,6
Edades 35-60 años
Bolivia (Estado
Plurinacional)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
República
Dominicana
2,7
2,2
0,9
1,0
1,7
1,5
3,8
2,8
6,0
2,6
1,6
1,7
4,2
18,9
3,4
0,6
2,0
2,2
1,1
1,2
2,5
2,5
1,2
1,1
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
177
Cuadro 16. América Latina (12 países): distribución de los hogares rurales
SEGÊNLAEDADDELOSJEFESCIRCAY
Menos de 35 años
País
2000
Bolivia (Estado Plurinacional)
Brasil
Edades 35 a 60 años
2012
2000
26,40
25,01
25,07
21,37
Chile
14,82
Colombia
23,79
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Mayores de 60 años
2012
2000
2012
53,61
49,73
20,00
25,27
51,75
52,25
23,18
26,37
11,00
54,54
53,58
30,64
35,41
23,28
53,67
53,26
22,54
23,46
26,67
19,77
56,28
58,86
17,05
21,37
28,77
22,21
51,87
53,75
19,35
24,04
22,39
21,54
54,09
52,12
23,52
26,34
27,94
25,46
52,51
54,20
19,55
20,33
23,50
17,16
52,18
51,59
24,32
31,25
Paraguay
25,18
21,27
55,27
55,44
19,55
23,29
El Salvador
23,31
24,62
52,19
49,90
24,50
25,48
República Dominicana
21,78
19,65
55,05
52,63
23,17
27,71
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Cuadro 17. !M¼RICA,ATINAPAÀSESDISTRIBUCIÅNDELEMPLEOPARAJEFES
de hogar de 35 o menos años (nacional), circa 2000 y 2012
País
Asalariado
agrícola
Asalariado no
agrícola
Empleadores
Cuenta propia
agrícola
Cuenta propia
no agrícola
Inactivos
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
Bolivia (Estado
Plurinacional)
47,30
41,73
42,69
39,76
28,78
21,98
20,53
17,31
25,03
22,3
23,90
24,21
Brasil
38,12
32,79
37,55
32,93
18,91
17,92
18,40
14,82
24,47
19,58
10,62
10,83
Chile
25,52
17,05
26,93
22,14
10,03
10,26
9,86
8,36
13,26
10,81
7,17
7,26
Colombia
37,34
34,42
36,61
36,31
16,31
14,43
19,55
20,03
21,36
20,76
11,76
12,79
Costa Rica
38,72
31,56
32,57
28,17
17,26
11,08
16,43
6,93
17,49
11,97
9,14
8,32
Honduras
39,38
32,06
44,86
34,90
23,22
8,92
25,13
17,15
24,53
20,39
16,28
15,05
México
27,56
27,77
36,88
30,22
17,35
10,82
9,91
17,24
18,50
14,35
10,64
9,83
.ICARAGUA
38,59
40,96
37,01
33,57
21,49
24,16
26,75
22,61
19,46
19,91
10,58
12,78
Panamá
32,76
24,88
32,28
28,05
14,29
15,24
17,86
13,59
24,39
17,69
12,46
9,95
Paraguay
44,64
30,07
37,40
32,07
19,21
12,13
17,26
14,98
19,67
15,20
15,98
12,75
El Salvador
30,48
34,24
37,38
32,57
11,80
15,21
16,42
14,92
15,81
17,92
12,90
12,28
República
Dominicana
25,01
28,88
35,03
31,12
18,92
13,54
15,14
18,17
26,83
23,38
13,40
13,05
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
178
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro 18. América Latina (12 países): distribución del empleo rural
en el grupo de menores de 35, circa 2000 y 2012
Año
Bolivia
(Estado
Plurinacional)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
República
Dominicana
Asalariado
agrícola
Asalariado
no agrícola
Empleadores
Cuenta propia agrícola
Cuenta
propia no
agrícola
Inactivos
2000
5,1
5,6
2,5
12,9
3,4
70,5
2012
4,4
13,5
1,8
11,5
5,9
62,9
2000
19,4
19,0
0,9
11,0
4,6
45,0
2012
18,3
32,3
0,8
10,4
6,3
31,9
2000
43,7
33,2
0,8
11,6
5,2
5,5
2012
33,8
53,2
0,6
6,0
5,8
0,6
2000
27,7
20,3
1,7
18,8
13,6
17,3
2012
22,0
15,8
1,9
24,9
16,5
18,7
2000
21,7
50,9
4,0
5,7
9,9
7,9
2012
26,4
57,3
1,1
2,9
8,5
3,8
2000
23,8
17,8
0,7
20,4
9,1
28,1
2012
21,0
18,6
0,7
17,9
11,2
31,2
2000
20,0
40,6
1,8
6,4
9,8
21,4
2012
13,2
50,7
6,1
5,6
6,2
18,2
2000
20,1
21,2
2,5
10,6
5,3
40,3
2012
24,4
16,2
0,4
14,3
6,6
37,7
2000
16,6
29,1
0,8
17,7
15,6
20,2
2012
14,9
35,6
0,4
12,6
13,3
23,1
2000
10,9
22,9
1,3
19,2
10,5
35,3
2012
9,3
33,6
1,5
17,3
6,8
31,3
2000
18,3
36,7
0,9
7,0
8,6
28,0
2012
20,4
33,6
1,6
7,5
9,8
27,0
2000
5,2
39,6
0,7
22,7
26,8
5,1
2012
6,3
40,5
0,9
20,6
25,9
5,9
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
179
Cuadro 19. !M¼RICA,ATINAPAÀSESTASASDEEMPLEOENTRELASMUJERES
RURALESJÅVENESPORTIPOSDEHOGARYGRUPOSDEEDADCIRCAY
País
Año
Asalariado
agrícola
Asalariado no
agrícola
Empleadores
Cuenta propia
agrícola
Cuenta propia
no agrícola
Inactivos
Menores de 25 años
Bolivia (Estado
Plurinacional)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
2000
4,5
3,4
0,8
5,1
1,6
84,7
2012
2,9
7,0
1,2
4,6
4,0
80,5
2000
17,4
17,4
0,3
5,3
2,9
56,7
2012
16,5
30,1
0,2
6,0
4,2
43,0
2000
44,4
34,8
0,3
8,4
3,8
8,3
2012
35,6
55,8
0,0
4,1
3,6
0,9
2000
27,3
18,1
0,7
16,1
10,4
26,4
2012
20,0
15,3
0,7
22,3
13,0
28,5
2000
23,6
51,0
1,8
4,5
6,9
12,2
2012
28,4
55,7
0,6
2,8
6,4
6,1
2000
25,3
15,5
0,4
14,6
4,5
39,7
42,2
2012
22,8
17,2
0,3
11,5
6,2
2000
22,3
37,7
0,6
4,1
4,6
30,7
2012
15,1
49,6
2,8
2,6
3,8
26,1
2000
20,3
17,5
0,6
4,9
2,4
54,3
2012
24,4
12,3
0,1
7,5
4,0
51,1
2000
18,1
22,6
0,1
13,6
13,3
32,4
2012
15,3
29,5
0,1
7,7
11,5
35,9
2000
10,7
20,5
0,4
12,4
6,1
50,0
2012
8,8
31,2
0,5
11,4
4,5
43,2
2000
18,2
33,0
0,2
4,6
4,4
39,4
2012
21,3
27,9
0,6
5,3
5,0
39,7
República
Dominicana
2000
5,4
37,2
0,2
23,9
24,3
9,0
2012
6,4
35,8
0,0
23,2
22,5
12,1
Bolivia (Estado
Plurinacional)
2000
8,4
12,1
6,6
29,2
7,7
36,1
2012
7,7
28,8
2,9
20,3
8,3
32,0
2000
23,5
21,1
1,6
18,2
7,0
28,7
2012
19,9
35,9
1,1
13,2
7,8
22,2
2000
43,2
34,6
1,0
12,0
5,4
3,9
2012
33,2
54,4
0,8
5,8
5,4
0,3
2000
29,1
24,8
1,8
21,4
16,0
6,8
2012
23,3
17,0
2,8
27,7
21,0
7,9
2000
20,0
54,4
5,8
5,3
11,4
3,2
2,2
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
Edades 25-29 años
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
República
Dominicana
180
2012
24,0
61,3
0,7
2,1
9,8
2000
22,2
22,4
1,2
30,4
15,1
8,7
2012
18,2
25,1
1,4
27,1
17,7
11,6
2000
17,1
47,1
2,5
7,3
14,8
11,2
2012
10,8
54,8
7,5
8,5
7,7
10,8
2000
19,9
27,0
5,9
18,8
10,5
17,9
2012
23,0
23,6
0,8
20,7
11,0
21,0
2000
15,9
35,8
0,8
19,4
17,1
11,0
2012
15,2
40,6
0,8
16,4
13,3
13,6
2000
7,5
29,6
3,9
24,6
18,9
15,4
2012
11,3
32,4
1,9
26,0
9,6
18,8
2000
17,5
47,8
2,2
11,3
11,6
8,7
2012
18,6
45,5
2,4
9,8
14,2
9,4
2000
5,4
41,4
0,9
20,9
30,9
0,5
2012
6,9
46,7
1,5
16,0
28,3
0,7
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
País
Año
Asalariado
agrícola
Asalariado no
agrícola
Empleadores
Cuenta propia
agrícola
Cuenta propia
no agrícola
Inactivos
Edades 30-35 años
Bolivia (Estado
Plurinacional)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Honduras
México
.ICARAGUA
Panamá
Paraguay
El Salvador
República
Dominicana
2000
4,6
9,1
6,9
38,0
8,3
32,9
2012
6,9
23,2
2,9
29,5
10,7
26,8
2000
21,5
22,2
2,1
21,0
6,9
26,3
2012
20,7
32,6
1,4
16,2
9,1
19,9
2000
43,4
29,2
1,4
15,6
7,0
3,4
2012
31,3
47,8
1,2
8,9
10,2
0,6
2000
26,8
21,1
4,1
23,4
18,6
5,9
2012
24,7
16,1
3,9
28,0
19,7
7,5
2000
19,1
47,8
6,9
8,2
14,9
3,2
2012
24,5
55,8
2,5
4,4
11,2
1,5
2000
19,5
20,9
1,4
34,1
19,3
4,8
2012
16,5
16,7
1,6
34,1
24,1
7,9
2000
17,7
42,0
4,0
11,6
16,5
8,3
8,5
2012
11,2
50,5
11,9
8,7
9,2
2000
18,3
29,4
6,9
25,8
11,2
8,4
2012
23,1
21,2
1,4
32,5
9,9
12,0
2000
14,9
33,1
1,7
23,9
18,7
7,7
2012
13,9
41,1
1,2
18,6
16,3
8,8
2000
13,6
22,9
2,1
34,0
18,8
8,6
2012
7,7
40,1
4,7
28,2
11,8
7,5
2000
18,9
36,0
3,2
12,1
22,9
6,4
2012
18,5
39,1
3,4
12,3
19,7
7,0
2000
4,6
42,9
1,3
22,9
26,9
1,3
2012
5,2
40,9
2,0
22,6
28,3
1,1
Fuente: Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, a partir de encuestas de hogares.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
181
Capítulo 4:
Políticas e
institucionalidad
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
183
Políticas e institucionalidad
A la luz de su capacidad productiva y comercial, la agricultura de América Latina y el Caribe (ALC) está
llamada a cumplir un papel fundamental en la provisión de alimentos al mundo y en la mejora de las
condiciones de los agricultores. Para lograrlo, la región requiere políticas e instrumentos modernos, ágiles
y eficaces que incrementen la productividad de la agricultura de manera sustentable e incluyente. Con
este objetivo, los países de la región han avanzado no solo en la formulación de políticas sectoriales, sino
también en esfuerzos de coordinación entre las distintas instituciones que conforman la arquitectura de
los países y que conjuntamente influyen en el desempeño del sector. Además de los esfuerzos propios, el
desempeño agrícola de la región se verá impactado por las políticas implementadas por los Estados Unidos
(EE. UU.), la Unión Europea (UE), India y China, grandes potencias agrícolas mundiales, tanto en el
ámbito productivo como en el comercial.
HECHOS
•
La productividad total de los factores en la agricultura de ALC se incrementa a un mayor ritmo
que el promedio mundial, al tiempo que también aumenta la participación de la región en las
exportaciones agrícolas mundiales.
•
Si bien la cantidad de familias en extrema pobreza se ha reducido en los últimos años, el
fenómeno de la pobreza persiste, sobre todo en las zonas rurales de algunos países de
la región.
•
Los efectos del cambio climático y la degradación ambiental son cada vez más tangibles
en toda la región, lo que incrementa la variabilidad climática y consecuentemente afecta la
producción agrícola.
•
En los últimos años, las políticas agrícolas de la región se han orientado a potenciar la
producción y el comercio y, al mismo tiempo, a promover la inclusión y la sostenibilidad
ambiental.
TENDENCIAS
Las políticas agrícolas fuera de ALC
Conscientes de los nuevos retos que la
agricultura enfrenta, los principales países
productores y exportadores del mundo han
diseñado e implementado en los últimos años
políticas tendientes a asegurar la competitividad
de su sector y han dado énfasis a la gestión de
riegos y al establecimiento de estrategias para
incrementar la sostenibilidad y la equidad en
el medio rural. Estos cambios obligan a ALC a
“diseñar y fortalecer las estrategias de fomento
a la competitividad de su agricultura, con
especial atención a la reducción de riesgos, la
sustentabilidad ambiental, el asociacionismo,
la innovación y el desarrollo territorial, con
visión de largo plazo” (IICA 2014).
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
185
La nueva Ley Agrícola de 2014 de los EE. UU.:
El 7 de febrero de 2014, el presidente Barack
Obama firmó una nueva ley agrícola, cuyo
principal cambio fue la eliminación de los
programas anteriores de pagos directos, pagos
contra-cíclicos y otros programas, los cuales
apoyaban a los productores con montos fijos por
unidades producidas y sostenían los precios y
aseguraban ingresos mínimos. Estos programas
fueron sustituidos por nuevos mecanismos con
menores niveles de distorsión de los mercados
agrícolas, los cuales se orientan a gestionar los
riesgos que enfrentan los productores a lo largo
de toda la cadena e incluyen desde coberturas
de precios e ingresos hasta programas de
asistencia por desastres agrícolas y un amplio
programa de seguros de cosecha. Estos
programas cuentan con el apoyo del Estado
mediante el subsidio de las primas de los
seguros y coberturas. Además, se establecieron
Recuadro 15. Las políticas agrícolas en India y China
En los últimos años, ALC ha logrado aumentar su participación en las exportaciones agrícolas mundiales,
gracias en buena medida al crecimiento de las importaciones de países como China e India. El alto
crecimiento en la demanda de alimentos de estos países ha abierto nuevas oportunidades comerciales
con la región, las que podrían verse impactadas por las recientes políticas de esos dos países dirigidas a
incrementar el rendimiento agrícola, el autoabastecimiento alimentario y los ingresos rurales.
2EPÊBLICA0OPULARDE#HINA#ONELOBJETIVODEAUMENTARLAAUTOSUkCIENCIAALIMENTARIAENUNESCENARIO
de acelerado crecimiento poblacional, en los últimos diez años, la República Popular de China ha
IMPLEMENTADOUNAPOLÀTICAAGRÀCOLABASADAENUNAREFORMAQUEPUSOkNALACOLECTIVIZACIÅNDELCAMPO
REDUJOLOSCONTROLESDELOSPRODUCTOSAGRÀCOLASPORPARTEDEL%STADOPERMITIÅLALIBREEMPRESAENLAS
zonas rurales y fomentó la promoción de la ciencia y la tecnología para la agricultura. En los últimos
años, las caídas aceleradas en la disponibilidad de tierra arable per cápita y las mayores necesidades
ALIMENTICIAS DE LA POBLACIÅN IMPUSIERON NUEVOS OBJETIVOS DE POLÀTICA AGRÀCOLA DENTRO DE LOS QUE
SOBRESALE LA AUTOSUkCIENCIA EN ARROZ TRIGO Y MAÀZ 0ARA LOGRARLO #HINA HA ESTABLECIDO UNA SERIE DE
nuevas medidas no solo para incrementar los rendimientos de estos cultivos, sino también para tener
mayor control estatal sobre las transacciones de estos productos, poniendo como prioridad la venta en
los mercados nacionales. Mientras el incremento en los rendimientos se ha basado en el aumento de las
inversiones en tecnología y el mayor uso de fertilizantes, el Estado sigue teniendo un gran control de los
mercados de cereales, en especial de la oferta, encargándose de la distribución a través de sus empresas
estatales (Trápaga 2014). Dentro de esta nueva estrategia, China privilegia el autoabastecimiento de
granos básicos a costa de mayores importaciones de soya, cerdo, productos lácteos, café y alimentos
procesados, lo que podría ofrecer oportunidades comerciales a algunos países de ALC.
India: Al igual que China, India tiene la necesidad de alimentar a una vasta población en crecimiento,
CONLADIFERENCIADEQUEESTEPAÀSTIENESUPER¶VITPOSITIVOENLAAGRICULTURA"ALDWINY"ONARRIVA
Sus principales retos en el agro están dados por la necesidad de incrementar los rendimientos agrícolas,
elevando a la vez los niveles de empleo e ingreso de las zonas rurales, sobre todo los más pobres.
#ONESTOSOBJETIVOSLA)NDIAHAVENIDOESTABLECIENDODESDEHACEM¶SDEUNAD¼CADAPOLÀTICASPARAEL
incremento de la infraestructura en las zonas rurales, el acceso a crédito y otros activos productivos, la
TECNIkCACIÅNDELOSAGRICULTORESFERTILIZANTESRIEGOELECTRICIDADETCYELASEGURAMIENTODESUSINGRESOS
(precios de garantía y rentabilidad). La política agrícola de India ha tenido el logro de generar estrategias
aplicables a varios millones de pequeños agricultores, que constituyen la base de la agricultura del país.
3INLUGARADUDASLAEVOLUCIÅNDELASECONOMÀASDE)NDIAY#HINAAMBOSGRANDESJUGADORESENLOS
mercados mundiales de alimentos, tendrá un alto impacto en la demanda y los precios de los productos
agrícolas exportados por ALC.
186
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
programas complementarios de investigación
y extensión, energía, horticultura, nutrición,
desarrollo rural, ambiente y comercio.
La Política Agrícola Común (PAC) de la UE: Con el
objetivo de lograr que los apoyos brindados se
ajusten a las nuevas reglas del mercado y para
dar respuesta a los nuevos desafíos económicos,
ambientales y territoriales, a finales de 2013 el
Consejo y el Parlamento Europeos llegaron a
un acuerdo sobre la versión final de la reforma
a la PAC que regirá para el periodo 2014-2020.
Aunque la nueva PAC sigue organizada en los
mismos dos pilares (pagos directos y desarrollo
rural), las reformas condicionan los apoyos al
cumplimiento de metas ambientales y sociales,
además de incluir nuevas medidas para
equiparar la distribución entre los agricultores y
territorios rurales, agilizar el desembolso de los
aportes a los pequeños productores y promover
la inserción de jóvenes a la agricultura. Mientras
los pagos directos a los productores agrícolas
se realizarán en función del cumplimiento
estricto de normas sobre seguridad alimentaria,
protección del ambiente, salud y bienestar
de los animales (nuevo régimen de pago
básico, greening y ayuda asociada voluntaria,
entre otros)39, los apoyos en desarrollo rural
se otorgan únicamente al mercado cuando
situaciones coyunturales (por ejemplo,
climáticas) lo desestabilizan o como medidas
que respaldan a los agricultores en búsqueda
de la competitividad, pero deben cumplir
objetivos de sostenibilidad y de desarrollo de
las comunidades rurales (IICA 2014).
Las prioridades de las políticas
agrícolas en ALC
Los abordajes más típicos de las estrategias y
las políticas agrícolas aplicadas durante los
últimos años en ALC responden al interés
de los países por: a) incrementar la eficiencia
39 En promedio, los pagos directos representan cerca del 30% de la renta
de los agricultores de la UE. Sin embargo, en países como Suecia, Irlanda
\'LQDPDUFDHVWHDSR\RKDOOHJDGRDUHSUHVHQWDUHOGHODUHQWDGHORV
agricultores (Comisión Europea 2013).
productiva y la participación de su agricultura
en los mercados internacionales; b) mejorar el
uso de los recursos naturales y hacer frente a
los efectos del cambio climático; y c) mejorar
las condiciones de vida de los pequeños
agricultores y pobladores rurales.
Las interdependencias entre estos tres objetivos
de las políticas agrícolas son más marcadas –o
por lo menos más obvias– en los últimos años.
Además, existen mayores esfuerzos para lograr
una mayor y estrecha coordinación entre las
distintas dimensiones de la política pública.
En síntesis, el mayor reto para la agricultura
de ALC es incrementar la competitividad y la
inserción en los mercados internacionales con
un desarrollo incluyente, un manejo sostenido
de los recursos naturales y una mayor
adaptación al cambio climático, por lo que
no es suficiente escoger un solo determinado
énfasis. Este hecho fundamental se nota de
distintas maneras en las políticas de todos los
países de la región. Chile, Bolivia, Guyana,
Surinam y Belice son algunos de los países en
que la política agrícola nacional está erigida
expresamente sobre estos tres ejes de acción.
A continuación se resumen los tres grandes
ejes de las políticas agrícolas aplicadas en ALC
durante los últimos años.
1. Eje de equidad y aumento
de los ingresos de los pequeños productores
Reducir la pobreza sigue siendo uno de los
principales retos del medio rural de ALC.
Aunque se han llevado a cabo importantes
esfuerzos en esa dirección, los niveles de
pobreza
aumentan
significativamente,
sobre todo en Haití, Bolivia y varios países
centroamericanos. En los últimos años, se
han aplicado dos enfoques para encontrar
soluciones a ese problema:
• Un enfoque directo, dirigido a fortalecer
el capital humano y social dentro de su
contexto actual.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
187
• Un enfoque indirecto, orientado a efectuar
cambios en el entorno económico, lo que
equivale a coadyuvar a que los pobres se
vinculen con actores e instituciones ajenas a
su contexto acostumbrado.
A continuación se detalla cada uno de estos
enfoques:
El fortalecimiento del capital humano y social:
La forma directa de enfrentar el problema ha
encontrado expresión en políticas y programas
dirigidos a las familias de menores ingresos,
con el fin de aliviar situaciones de pobreza y
desnutrición, así como asegurar sus necesidades
básicas e incluir subsidios focalizados en los
pobres. Muchas veces estas iniciativas han
puesto énfasis en mejorar la productividad y
la capacidad de recuperación de la agricultura
de subsistencia, sea mediante la provisión de
insumos agrícolas a bajo o nulo costo o a través
de la capacitación y la creación de capacidades.
Este abordaje directo se ve claramente delineado
en las políticas públicas de Antigua y Barbuda,
El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Colombia,
Paraguay, México, Bolivia y Ecuador. Estos
países han desarrollado instrumentos para
mejorar las condiciones productivas de los
agricultores más pobres, lo que les ha permitido
incrementar sus ingresos y mejorar sus
medios de vida. En los casos de Bolivia, Brasil,
Ecuador y México, la política también incluye
instrumentos de transferencias condicionadas a
las familias más pobres, mediante los cuales se
incentiva el uso de servicios sociales de salud,
educación y nutrición. Son 21 los países de ALC
que implementan programas de transferencias
condicionadas (FAO 2013) y alcanzan el 21%
del total de la población regional con un costo
promedio de solo el 0,4% del producto interno
bruto (PIB) (CEPAL y OIT 2014).
Colombia es uno de los países de la región con
más experiencia en este campo. Recientemente
lanzó una campaña de amplia envergadura para
mejorar las condiciones de vida de las familias
rurales pobres a través del fortalecimiento
188
productivo y social, lo que incluye inversiones
en vivienda digna, acceso a escuelas agrícolas,
mejor acceso a crédito y mayor enfoque en la
mujer (Alarcón 2014).
En el marco de ese gran objetivo de fortalecer
el capital productivo y social, algunos países de
la región están diseñando e implementando
programas de tenencia de la tierra que fortalecen
el capital de los agricultores, no solo mediante la
documentación y la puesta en orden de todos
los títulos o derechos de propiedad existentes,
sino también mediante el fomento de un mayor
acceso a la tierra como instrumento fundamental
para elevar el nivel de vida de las familias pobres.
Este último enfoque generalmente se encuentra
acompañado por programas de fortalecimiento
de las cooperativas agrarias. Este es el caso de
países como El Salvador, Honduras, Guatemala,
Bolivia, Colombia, Venezuela, San Vicente y las
Granadinas y Trinidad y Tobago. En Colombia
la política está orientada a recuperar tierras
que quedaron sin uso después del conflicto
bélico y ponerlas en manos de familias pobres
para reactivar su producción. En Perú se
apoya a las cooperativas agrarias para que
adopten funcionamientos más empresariales.
En Venezuela la política agraria tiene fines
redistributivos y equitativos, y pretende
reducir el latifundio como forma de tenencia
y producción. En Trinidad y Tobago, por su
parte, los principales objetivos son impulsar la
titulación de las tierras y promover el acceso a la
tierra por parte de agricultores pobres.
Dentro de este enfoque, la agricultura familiar
es una de las prioridades de la mayoría de los
países de la región (recuadro 16). Mientras que
en algunos países los programas y las políticas
se han dirigido más a apoyar a los pequeños
productores agrícolas con alta vulnerabilidad
(Nicaragua y Bolivia), los programas más
frecuentes han buscado apoyar una transición
de las explotaciones familiares hacia un estado
más comercial a través del mayor acceso
a activos, conocimientos y capital social
(Guatemala, Brasil, Nicaragua, Colombia,
Chile, Perú y Argentina, entre otros).
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Recuadro 16. Recuento del Año Internacional de la Agricultura Familiar
La comunidad internacional acordó proclamar el 2014 como el Año Internacional de la Agricultura
&AMILIAR!)!&%LOBJETIVOERAQUELAPROCLAMACIÅNSIRVIERANOSOLOPARAAPOYARELDESARROLLODEPOLÀTICAS
propicias para esta población, sino también para aumentar el conocimiento y la comprensión sobre sus
características, limitaciones y potencialidades, lo que serviría para crear sinergias entre los organismos
internacionales y los países que garantizaran el apoyo técnico necesario.
Aunque todavía se están produciendo resultados, se puede decir que el balance del AIAF ha sido muy
POSITIVOYALENTADOR$EACUERDOCONLA/RGANIZACIÅNDELAS.ACIONES5NIDASPARALA!LIMENTACIÅNYLA
Agricultura (FAO), además de que se ha incrementado la visibilidad ante todos los segmentos de la
SOCIEDADYDELOSTOMADORESDEDECISIONESDELAAGRICULTURAFAMILIAR!&ELTRABAJOCONJUNTOQUESE
REALIZÅDURANTEELPERMITIÅCONSTRUIRNUEVOSMARCOSLEGALESYMEJORESPOLÀTICASPÊBLICASPARASU
atención. Sobresalen las políticas para el fortalecimiento de capacidades productivas, asociacionismo
Y COMERCIALIZACIÅN ASISTENCIA T¼CNICA ACCESO A RECURSOS PRODUCTIVOS kNANCIAMIENTO AGUA TIERRA Y
SEMILLASMEJORPARTICIPACIÅNENLOSMERCADOSCOMPRASPÊBLICASA!&"RASIL%CUADORY0ARAGUAYY
asistencia a grupos vulnerables, entre otros.
En lo referente a la institucionalidad, los esfuerzos nacionales, regionales e internacionales realizados
durante el 2014 permitieron incluir la AF en la institucionalidad del sector agrícola de por lo menos cuatro
países de la región (Argentina, Colombia, Paraguay y Guatemala) y formalizar comisiones nacionales de
AF en 18 países. Lo anterior permitió la apertura de espacios de diálogo dirigido a la construcción de
políticas públicas.
$URANTE EL &ORO ,ATINOAMERICANO Y #ARIBEÄO DE #OMIT¼S .ACIONALES DEL !)!& CELEBRADO EN
noviembre de ese año en Brasilia, los países de ALC establecieron una serie de compromisos para el
seguimiento de las actividades en favor de la AF. Brindaron prioridad a los temas de acceso a mercados,
CR¼DITO TECNOLOGÀAS FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL JÅVENES Y MUJERES ,A $ECLARACIÅN DE LOS #OMIT¼S
.ACIONALESPARTICIPANTESENDICHOFOROPUEDESERCONSULTADAENHTTPBITLY1TJYF
Otra forma común de implementar el enfoque
directo para aliviar la pobreza ha sido trabajar
en el empoderamiento de la mujer rural y
la incorporación de la juventud y las etnias
en actividades productivas y de mercadeo,
además de involucrarlos en las iniciativas
de agronegocios. Aunque esta orientación
de políticas es relativamente nueva, ya se
ha difundido y se observan importantes
esfuerzos en este sentido en Belice, Costa
Rica, Guatemala, Honduras, Chile, Bolivia,
Colombia, Perú, San Vicente y las Granadinas,
Santa Lucía y Surinam. En Colombia, por
su parte, el Banco Agrario creó una línea de
crédito para jóvenes; en Perú, por su parte,
se está buscando una mayor inclusión de los
indígenas en las decisiones de los territorios
mediante la convocatoria a agrupaciones de
indígenas para que revisen y aprueben los
reglamentos de la Ley Forestal y de Fauna
Silvestre. La estrategia agrícola de Surinam
presta atención especial a una mayor inclusión
de los grupos indígenas en el desarrollo.
Como complemento a las políticas anteriores,
los países de la región han incrementado sus
esfuerzos para mejorar las condiciones de
trabajo de los asalariados agrícolas y su acceso
a la protección social (vía pensiones o seguros
laborales y de salud). Además de incrementar
los ingresos y reducir la inseguridad alimentaria
de los pobladores rurales, las políticas de
pensión y seguros para agricultores mayores
tienen como objetivo favorecer la herencia
de los activos productivos agrícolas a los
miembros más jóvenes de las familias. Dentro
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
189
de los países que más han fomentado estas
políticas, sobresale Brasil, donde, además de
la pensión de vejez para los trabajadores de
la agricultura familiar (llamada Previdência
Rural), existe un seguro de desempleo para
los pescadores artesanales que recoge los
riesgos propios de la estacionalidad del trabajo
y compensa económicamente los paros en su
actividad producto de regulaciones vinculadas
con la sustentabilidad ambiental de los recursos
pesqueros (vedas temporales).
La vinculación de actores e instituciones:
El enfoque indirecto para aumentar los
ingresos de los pequeños productores se ha
implementado principalmente a través de
esfuerzos dirigidos a vincularlos con las cadenas
de valor, tanto del mercado nacional como del
internacional. También se ha brindado apoyo a
iniciativas dirigidas a crear y sostener pequeños
agronegocios y actividades empresariales en
formas asociativas. El apoyo a programas de
forjar lazos con las cadenas de valor se destaca en
Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras,
Nicaragua, Paraguay, Perú, Dominica, Granada
y la República Dominicana.
Sobresalen los programas para la creación
de ferias y sistemas de mercadeo locales
que promueven un mayor contacto de los
agricultores familiares con los compradores,
los programas de compras públicas que obligan
a las instituciones del Estado a adquirir un
porcentaje de sus compras de alimentos frescos
a agricultores familiares, los programas para el
fomento de encadenamientos entre pequeños
productores y restaurantes u hoteles cercanos y
los programas de las empresas comercializadoras
de alimentos para incluir a pequeños productores
como proveedores, entre otros.
2. Eje de productividad y competitividad
en el ámbito sectorial
La innovación: La agricultura de ALC ha
registrado incrementos en la productividad
total de los factores más que en cualquier otra
190
región del mundo (GHI 2014). Argentina,
Brasil, Chile, Perú y México han aumentado
la producción agrícola con los mismos niveles
de insumos (tierra, mano de obra, fertilizantes,
maquinaria y ganadería), lo que representa un
logro impresionante y refleja que la innovación
en la agricultura ha sido una de las principales
herramientas de este eje (ver análisis de la
productividad en el Capítulo sobre el contexto
agrícola). Los siguientes países muestran mayor
énfasis en la innovación: Belice, El Salvador,
Nicaragua, Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia,
Colombia, Costa Rica, México, Perú, Venezuela,
Bahamas, Dominica, República Dominicana,
San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y Surinam.
Está demás decir que la innovación es vital para
mejorar la productividad y la competitividad,
pero el detalle vital radica en los planes
concretos para promoverla. En años recientes
en la región se han logrado importantes
avances, de los cuales algunos ejemplos son
los sistemas de asignación de recursos para la
investigación agrícola mediante concursos, los
programas de cooperación horizontal entre
países, los sistemas de extensión basados en
metodologías participativas, las relaciones
público-privadas
para
la
investigación
aplicada, las innovaciones dirigidas al rescate
de conocimientos ancestrales-culturales y el
desarrollo de aplicaciones prácticas para la
agricultura familiar.
En Perú, por ejemplo, el Instituto Nacional de
Investigación Agraria (INIA) inició programas
de punta de investigación agrícola mediante los
cuales, en conjunto con el Centro Internacional
de la Papa (CIP), desarrolla variedades de papa
resistentes al cambio climático. Además, libera
constantemente nuevas variedades de quinua,
kiwicha (amaranto), trigo, arroz y otros cultivos,
cuyos beneficiarios en muchos casos son los
agricultores familiares. En Colombia el gobierno
lanzó el denominado “Plan Semilla”, que busca
la renovación de las semillas utilizadas para la
producción de los 17 cultivos más importantes
para la seguridad alimentaria y la agricultura
campesina del país, lo que llevará a la renovación
de aproximadamente 250 000 hectáreas anuales
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
de siembras básicas. La Empresa Brasileña
de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA)
desarrolla investigación en temas de mitigación
y adaptación al cambio climático, focalizadas
en sistemas de cultivo de labranza mínima
y manejo de suelos, prospección de genes e
introducción de genes con resistencia a altas
temperaturas y sequías, para lo cual se apoya en
nuevas tecnologías, tales como la genómica, el
nanosecuenciamiento y la prospección genética.
Un ejemplo exitoso de la investigación en
mejoramiento genético ha sido la introducción
de un gen tolerante a la sequía en una variedad
ya existente de soya (BR-16), que da lugar a una
nueva variedad con mayor resistencia a la sequía
(P58). República Dominicana y Bolivia, por su
parte, han utilizado la cooperación horizontal
como un instrumento para la promoción de la
investigación en granos básicos, mediante el
establecimiento de convenios de cooperación
con el Gobierno de Cataluña y el Centro
Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo
(CIMMYT), respectivamente.
La inversión privada: Aunque no ha llegado a
compensar la caída de la inversión pública en
la agricultura que se dio como consecuencia de
los menores presupuestos estatales, lo cierto
es que la inversión privada en la agricultura
se ha incrementado en los últimos años. La
inversión en maquinaria, equipamiento,
además de la inversión extranjera directa
(IED), han incrementado la participación del
sector privado en la inversión agrícola regional.
Uno de los instrumentos más frecuentemente
utilizados es la inversión en sistemas de riego
(Chile, Perú, Colombia, México, República
Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San
Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad
y Tobago). A consecuencia de las condiciones
ecológicas y climáticas imperantes, la inversión
en riego se ha incrementado principalmente en
México, la subregión andina y el Caribe.
Es de reconocer que el incremento en la
inversión privada en la agricultura se ha
visto favorecido por un mayor acceso al
financiamiento agrícola, tanto para las
inversiones como para los insumos de
producción. El acceso a créditos de mediano
plazo para la inversión en ganado, plantas
perennes, cercos, pozos y otras facilidades ha
sido uno de los mayores obstáculos para el
incremento de la inversión privada. Debido a la
mayor exposición de estas actividades a riesgos
productivos y climáticos, los entes financieros
las califican de altamente riesgosas, por lo que
reducen los recursos para su financiación. Sin
embargo, en los últimos años, varios países
de la región han desarrollado esquemas
mixtos mediante los cuales el Estado ayuda a
subvencionar el financiamiento privado para
esos fines, incluso los seguros ofrecidos por
la banca estatal. Algunos ejemplos pueden
encontrarse en Colombia, donde se permite la
elegibilidad del ganado como garantía colateral
de los créditos para los agricultores, o en
Brasil, donde el Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social, en conjunto con otros
bancos del Estado, ha establecido fórmulas
novedosas para financiar la producción agrícola
en productores pobres que utilizan variedades
y técnicas generadas por los programas de
investigación de la EMBRAPA.
Además, durante los últimos dos años, algunos
países como Costa Rica, Panamá, Colombia,
Nicaragua, Honduras y Uruguay, han aprobado
el uso de nuevos recursos para el financiamiento
de proyectos agrícolas destinados tanto a la
expansión de áreas de cultivos o ganadería,
como a proyectos dirigidos a mejorar las
condiciones productivas y la infraestructura.
En este último punto, sobresale el aumento en
los recursos destinados al financiamiento para
recuperar los cafetales afectados por la roya,
los que se han direccionado no solo a través de
nuevos créditos o fideicomisos, sino también
mediante transferencias no reembolsables.
Durante los últimos años, en ALC la IED
(Valoral Advisors 2015) se ha caracterizado
principalmente por: un mayor flujo
de inversión por parte de compañías
multinacionales para la producción de
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
191
cultivos dirigida a mercados nacionales; por
una mayor participación de empresas públicas
de países de fuera de la región (sobre todo
asiáticos y del Medio Oriente) que buscan su
autoabastecimiento doméstico en productos
como soja, caña de azúcar, carnes blancas,
productos forestales, ganado y frutas y por
un incremento en los flujos de inversión
provenientes de países de la misma región
(sobre todo Brasil y Argentina). Además,
específicamente en Centroamérica, se ha
presentado un incremento significativo de la
IED para cultivos tropicales de exportación
como caña de azúcar, aceite de palma, cítricos
y banano.
La gestión de riesgos: Cada vez con más
frecuencia, el diseño de las políticas agrícolas
en los países de la región se basa en la visión
de manejo integral de riesgos. Dentro de estos,
el instrumento del seguro agrícola es el más
ampliamente difundido (IICA 2012). Aunque
México fue el precursor y ha sido el líder de la
región en este tema, otros países han avanzado
Recuadro 17. Programas para el desarrollo de encadenamientos e inserción
exitosa en los mercados internacionales
ALC cuenta con una amplia gama de programas exitosos que promueven la vinculación de los
productores agrícolas y rurales con cadenas de valor nacionales e internacionales. Sobresalen los logros
alcanzados en Costa Rica y Perú:
La Promotora del Comercio Exterior (PROCOMER) es una institución costarricense con más de diez años
promoviendo el comercio de productos hacia el exterior. Además de liderar la Comisión Interinstitucional
de Encadenamiento para la Exportación (que está compuesta por otras instituciones públicas y privadas),
PROCOMER lleva a cabo procesos de capacitación para los productores locales.
Fomenta los procesos de producción, empaque y etiquetado de manera que respondan a las necesidades
de los demandantes. En algunos casos, apoya también la visión empresarial interna de la organización.
#OMPLEMENTARIAMENTELAINSTITUCIÅNAPOYALAIDENTIkCACIÅNDEMERCADOSYCOMPRADORESCONPOTENCIAL
acompañamiento a ferias de encadenamientos y promoción comercial y seguimiento a negociaciones y
ACUERDOSENTREOTRASACCIONES0ARAELDESARROLLODEESTEMODELOSEIDENTIkCARONLASMEJORESPR¶CTICAS
de otros países como Singapur, México, República Checa y Corea del Sur (PROCOMER 2014). Como
resultado de este esfuerzo, en 2013 PROCOMER fue catalogada por el Centro de Comercio Internacional
como referente mundial en temas de liderazgo, medición y resultados, recursos y procesos, provisión
DESERVICIOSYPRODUCTOSHABIENDOOBTENIDOUNACALIkCACIÅNDEELMEJORRESULTADOHISTÅRICODE
esta evaluación).
El programa nacional peruano Sierra Exportadora es otra de las iniciativas de la región que ha presentado
resultados exitosos en el desarrollo de varias cadenas de valor agrícola, tanto para el mercado interno
COMO INTERNACIONAL 0ARA DESARROLLAR ESTE OBJETIVO 3IERRA %XPORTADORA CUENTA CON HERRAMIENTAS PARA
promover y desarrollar planes de negocios, proyectos productivos y de infraestructura rural, programas
de capacitación, asociacionismo y adopción de nuevas tecnologías.
Por las actividades económicas presentes en la zona, los principales sectores apoyados son la agricultura,
LAAGROINDUSTRIALAGANADERÀALAACUICULTURALAARTESANÀALAPRODUCCIÅNTEXTILLAJOYERÀALAREFORESTACIÅN
la agroforestería y el turismo de la zona andina. Producto de estos esfuerzos, en 2014 Sierra Exportadora
apoyó la exportación de más de USD 106 millones, lo que representó un incremento de 78% con respecto
A 0ARA LOGRARLO IMPULSÅ PLANES DE NEGOCIOS Y BENEkCIÅ A PERUANOS %L #OMERCIO
#ONELOBJETIVODEQUEELEXITOSOPROGRAMATUVIERAMAYORCOORDINACIÅNCONLAINSTITUCIONALIDAD
PÊBLICAAGRÀCOLAYLA0OLÀTICA.ACIONAL!GRARIAEN3IERRA%XPORTADORASEADSCRIBIÅAL-INISTERIODE
Agricultura y Riego.
192
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
aceleradamente, motivados sobre todo por los
riesgos climáticos y sanitarios que enfrentan
sus cultivos y ganadería. Dentro de este grupo,
sobresale Uruguay, Chile, El Salvador y Costa
Rica. Como sucede en los EE. UU. y en la UE,
la mayoría de estos sistemas de aseguramiento
cuentan con apoyo estatal para cubrir los
costos de la prima. En Chile, por ejemplo,
el programa del Ministerio de Agricultura
denominado AgroSeguro cuenta con tres
familias de seguros o coberturas, dirigidas a
productos como hortalizas, frutas, cereales,
oleaginosas y pecuarios, de los cuales el Estado
subsidia el 50% de la prima (MINAGRI 2014).
En el caso de Costa Rica, el modelo de seguro
de cosechas se modificó recientemente, con
el objetivo de incrementar su adopción. Para
ello se establecieron tarifas diferenciadas y
opciones de aseguramiento colectivo que
pueden generar descuentos de hasta 35% de
las primas (MAG 2015).
Con respecto a los seguros contra pérdidas
de cosechas, la tendencia general es que los
países de ALC no cuenten con seguros contra
la variación de los ingresos agrícolas, ya que
carecen de mercados de referencia como los
mercados de futuros. Una de las principales
excepciones es México, que recientemente
desarrolló un nuevo modelo enfocado en
gestionar los riesgos que enfrentan los ingresos
de los agricultores más pobres ante las bajas en
los precios internacionales de los granos, para
lo cual se utilizan instrumentos de coberturas
de la banca nacional de desarrollo y programas
de agricultura por contrato (Hernández 2014).
El comercio internacional:
Durante
los
últimos años, varios países de la región han
establecido programas de acompañamiento
a los productores agrícolas para aprovechar
la mayor inserción de sus países en los
mercados internacionales, entre los que se
destacan Brasil, Paraguay, Uruguay, Dominica,
Colombia, Costa Rica, Perú, Jamaica y San
Vicente y las Granadinas, entre otros.
El Caribe es una de las regiones de ALC que ha
promovido en mayor medida sus exportaciones
agrícolas, especialmente de frutas tropicales
y otros productos especializados de nicho,
tales como guanábana, cacao y nuez moscada
en Granada; pescado en Guyana; mangos en
Haití; carnes, derivados lácteos y hortalizas en
República Dominicana; productos alimenticios
en Jamaica; chiles en Trinidad y Tobago; y
hortalizas para el mercado regional en San
Cristóbal y Nieves. Dentro del comercio
regional caribeño, San Vicente y las Granadinas
está posicionado como el principal exportador
al Caribe Sur, sobre todo de raíces y tubérculos
y hortalizas.
3. Eje de sustentabilidad ambiental
Aunque la mayoría de los temas pertenecientes
a este eje caen fuera de su jurisdicción, las
autoridades de los sectores agrícolas de la
región manifiestan cada vez más preocupación
por el buen manejo de los recursos naturales.
Los impactos de la variabilidad del clima y la
temperatura en los rendimientos agrícolas,
aunados a los efectos de la degradación
ambiental, la erosión de los suelos y la menor
disponibilidad de agua, han puesto al eje
de sustentabilidad ambiental dentro de las
prioridades de las políticas agrícolas.
Producto de su alta exposición a los eventos
climatológicos, México y los países de
Centroamérica han establecido, en los últimos
dos años, programas puntuales para la
adaptación de sus variedades de maíz y frijol
a las nuevas condiciones de temperatura y
precipitación, sobre todo por la importancia de
ambos productos para la alimentación de sus
habitantes. Otros países de las regiones Sur y
Andina también cuentan con programas de
adaptación y mitigación al cambio climático,
no solo en cultivos, sino también en ganadería.
El énfasis en el uso sostenible de los recursos
naturales y la creación de condiciones que
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
193
favorecen la producción agrícola sustentable
se nota especialmente en los planes y las
políticas agrícolas de Belice, Costa Rica,
Guatemala, Nicaragua, Honduras, Argentina,
Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile, México,
Bolivia, Ecuador, Haití, Jamaica, San Cristóbal
y Nieves y San Vicente y las Granadinas.
En Uruguay, por ejemplo, durante el 2015
se puso en marcha un plan piloto de uso y
manejo de suelos en el sector lechero para
“controlar la erosión y manejar los efluentes
de los tambos con el concepto de que son un
insumo para mejorar el proceso productivo y la
eficiencia” (Silva 2015). En Colombia, durante
este mismo año, el Ministro de Agricultura
anunció que parte de la cartera agrícola se
destinará a la reforestación y protección de las
fuentes hídricas y a la conservación del medio
ambiente. En El Salvador, el Ministerio de
Agricultura y Ganadería (MAG), junto con el
Banco de Fomento Agrícola, establecieron una
línea de crédito para los agricultores orientada
a impulsar la agricultura orgánica, a fin de
reducir la contaminación de suelos y aguas y
aumentar el valor de la producción.
RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
Formulación y construcción de políticas y
estrategias sectoriales complementarias
A diferencia de los otros capítulos de
este documento, en los que se presentan
recomendaciones de política específicas
para ciertos sectores, en este capítulo se
presentan recomendaciones de políticas con
enfoques integrales y complementarios para
dos o más sectores.
Aunque la región ha avanzado en la
construcción e implementación de políticas
en cada uno de los tres ejes descritos
anteriormente, persisten grandes retos tanto en
materia de competitividad como de equidad y
sustentabilidad. Para enfrentarlos urge realizar
en el corto plazo acciones orientadas a:
194
Fortalecer el capital físico de los agricultores
familiares: El fortalecimiento del capital
físico del agricultor inicia no solo con el
mejoramiento del acceso a la tierra, sino
también con la construcción de las condiciones
necesarias para aumentar su productividad.
La experiencia reciente en ALC indica que
los programas de acceso a las tierras o de
reforma de su tenencia no solo deben basarse
en criterios transparentes para su distribución
y en conceptos de productividad sin objetivos
políticos o partidistas, sino también en el
respeto a la voluntad de los productores en
cuanto a las formas asociativas de reparto.
Complementariamente al acceso a la tierra,
para fortalecer el capital físico se requiere un
mayor acceso de los agricultores familiares
a financiamiento para invertir en la unidad
productiva, más participación del Estado
como facilitador de la innovación y un mayor
apoyo para la construcción de infraestructura
productiva (principalmente para riego).
Potenciar los mecanismos de protección social para
la población pobre rural y la agricultura familiar:
Si bien durante las últimas dos décadas los
países de ALC han realizado un mayor esfuerzo
para incluir a los habitantes de zonas rurales en
esquemas de asistencia y seguridad social, aún
persisten importantes brechas de cobertura y
una baja adecuación de las prestaciones a la
realidad del campo. Además de avanzar en la
cobertura rural, los sistemas de protección social
tienen tres principales desafíos pendientes:
1. Avanzar en la asistencia social mediante
el fortalecimiento de la inclusión laboral y
productiva de sus beneficiarios, utilizando
para esto mecanismos de capacitación,
nivelación de estudios, apoyo al trabajo
independiente
(especialmente
a
la
agricultura familiar), entre otros.
2. Incrementar la seguridad social mediante el
fortalecimiento de mecanismos contributivos
o semi-contributivos de pensiones, seguros
de desempleo, salud y riesgos para los
agricultores familiares.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
3. Promover el empleo adecuado y justo, de
modo que se eliminen formas de trabajo
infantil y se promueva la garantía de
condiciones de trabajo seguras y el respeto
a instituciones claves del mercado laboral
(salario mínimo, formalización contractual
y negociación colectiva) para los asalariados
de la agricultura, la ganadería, la silvicultura
y la pesca de ALC.
Aumentar el acceso al financiamiento para la
agricultura: Uno de los grandes problemas
actuales de la agricultura es la ausencia de
capital de riesgo que se pueda orientar a
fomentar el crecimiento de pequeñas empresas
agrícolas. Aunque se están ensayando
algunas figuras innovadoras experimentales
en algunos países, como en Kenia, Uganda y
Tanzania (Brett 2012), los avances no han sido
generalizados. La tendencia en la mayoría de
los países de ALC es crear sistemas de banca
estatal agrícola con altos requisitos para los
créditos o, en su defecto, subsidiar las tasas
de los créditos privados para la agricultura, lo
que ha dificultado el acceso de los agricultores
familiares a los fondos y ha impedido la
utilización eficiente de los recursos.
Algunas opciones viables para el Estado incluyen:
a. Reconocer que el financiamiento agrícola es
riesgoso y establecer fondos para capital no
reembolsable de riesgo con un andamiaje
institucional para la revisión y calificación
de propuestas, como se efectuó en Panamá
con el programa PROCOMPETITIVIDAD
financiado por el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID).
b. Modificar los regímenes de supervisión
bancaria para las carteras de préstamos
agrícolas, con el fin de que respondan a
las condiciones reales del campo, incluso
la imposibilidad de evaluar el riesgo de la
cartera hasta que se realicen las cosechas.
c. Subvencionar los préstamos que la banca
comercial le concede al agro, como manera
de reducir el riesgo para los bancos, como se
hace en Chile.
d. Fortalecer los modelos de seguros agrícolas
para que los productores sean clientes más
atractivos para la banca comercial, tal y
como ocurre en México.
Fortalecer la innovación para la agricultura
familiar: Es importante aclarar que el Estado
no siempre debe conducir directamente
la innovación para la agricultura familiar.
Algunos países han logrado resultados muy
exitosos mediante el uso de modelos en que
el papel principal del Estado es la conjunción,
la interacción y la creación de redes entre los
actores involucrados (instituciones del Estado,
empresa privada, productores, organismos
internacionales, universidades y centros de
investigación, entre otros) y el financiamiento
de las labores iniciales de la investigación,
independientemente de quien la realice. Un
claro ejemplo es el modelo de proyectos de
investigación concursables en Chile. Uno
de los factores de éxito de estos modelos es
que las agendas de investigación han sido
construidas con la participación activa de
todos los actores del sistema de innovación,
principalmente los productores, de manera
que reflejen las verdaderas necesidades
del sector. Esto no desmerita los resultados
logrados por otros países utilizando modelos
diferentes del anterior.
Incrementar la infraestructura pública en las zonas:
Aunque ALC es una de las regiones que aún
cuenta con la posibilidad de incorporar nuevas
tierras a la producción agrícola, para lograrlo
es indispensable incrementar la inversión
rural en la construcción de caminos de
acceso, puentes, telecomunicaciones, zonas de
protección de cuencas hidrológicas y obras de
captación de agua, entre otros. Contar con más
infraestructura productiva y facilidad de acceso
a los mercados mejoraría la competitividad de
los agricultores familiares, si se reducen los
costos y los tiempos y si a sus productores se les
permite obtener mayores rentabilidades por sus
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
195
productos. Además, la mayor infraestructura
pública permitiría incrementar los niveles de
vida del resto de los pobladores rurales40.
Reforzar los vínculos de los agricultores familiares
con los mercados y las cadenas de valor: Tal y como
se ha señalado en ediciones anteriores de este
documento (CEPAL, FAO e IICA 2013), la
mayor integración de los agricultores familiares
con las cadenas de valor les puede permitir
integrarse a mercados de mayor valor agregado,
a través de los cuales no solo se incrementarían
los precios pagados por sus productos, sino que
también obtendrían relaciones comerciales de
mayor fidelidad y con mayor estabilidad en
el tiempo. Para lograrlo, los países disponen
de estrategias que van desde el incremento
de los estándares de producción y calidad de
los agricultores familiares para que puedan
cumplir con los requisitos establecidos por
las grandes cadenas comercializadoras de
alimentos, hasta el fomento de circuitos cortos
de comercialización, en que los compradores
valoran las características productivas y
socioambientales de los bienes agrícolas
producidos por la agricultura familiar.
Fomentar la gestión para enfrentar riesgos
climáticos: Es indispensable que los países
desarrollen estrategias de prevención y
mitigación de los efectos de la variabilidad
climática en los agricultores, especialmente
en los agricultores familiares, sobre todo en
momentos donde se prevén fuertes cambios
en temperatura, precipitación y humedad
como consecuencia del fenómeno El Niño. Las
estrategias deben ser integrales, desde medidas
preventivas como la investigación para el
desarrollo de nuevas variedades resistentes
al cambio climático o la construcción de
infraestructura de apoyo (riego, por ejemplo)
hasta medidas para mitigar impactos o
resarcir daños en los perjudicados, tales como
instrumentos de gestión de riesgo (seguros de
40 El poderoso efecto positivo en los ingresos rurales que viene de inversiones en
caminos rurales está bien documentado en el estudio de Webb (2013).
196
riesgo climático, subsidio de primas y líneas de
crédito, entre otros), subsidios a poblaciones
afectadas o medidas comerciales para aliviar
precios domésticos en caso de escasez
(como reducción de aranceles, apertura de
contingentes de importación y otras).
Impulsar la descentralización de la gestión de
las políticas públicas: Se requiere acercar a los
gobiernos regionales y locales a la población
objetivo de la política pública y así lograr
que esta responda en mayor medida a las
necesidades de los productores agrícolas y
pobladores rurales. Para ello es necesario
descentralizar tanto la gestión de las políticas
como la prestación y manejo de los servicios a
cargo del Estado (comercialización, asistencia
técnica e información, entre otros). Esta
descentralización requiere la expansión
de la jurisdicción de las leyes, así como la
redefinición de los roles del gobierno federal
(central), el provincial (departamentos) y
el territorial (local). Solo así se facilitará
la integración institucional vertical y se
promoverá la corresponsabilidad en el
diseño, la implementación, el seguimiento y
la evaluación de las políticas. El reto mayor
es fomentar la participación activa y efectiva,
el aprendizaje a partir de las experiencias y
el desarrollo de una visión común entre los
diferentes niveles de gobierno y los actores
locales. ALC presenta ejemplos interesantes de
modelos de cogestión descentralizada, como
los de las unidades municipales de asistencia
técnica agropecuaria (UMATA) en Colombia,
el programa de crédito rural PRONAF en
Brasil y el Programa Wawa Wasi del Ministerio
de Desarrollo e Inclusión Social de Perú.
Por otra parte, Canadá, donde los ministros
de agricultura de los ámbitos provincial
y federal cooperan con la formulación e
implementación de la política en consulta con
los grupos organizados del sector agrícola, es
un referente del marco legal necesario para la
descentralización de la gestión de políticas y
presupuestos hacia los gobiernos provinciales
y territoriales.
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
La coordinación interinstitucional
y el enfoque participativo
Además de enfocar sus políticas en la
búsqueda de la competitividad, la equidad
y la sustentabilidad de la agricultura, es
indispensable que los países de ALC realicen
reformas en su institucionalidad pública
agrícola, con el objetivo de impulsar la
coordinación interinstitucional y fomentar el
enfoque participativo en la toma de decisiones.
La coordinación interinstitucional: A diferencia
del papel que anteriormente desempeñaban
los ministerios o las secretarías de agricultura,
que realizaban actividades centralizadas
dirigidas a promover la producción primaria y
cierto grado de articulación entre los eslabones
de las cadenas agrícolas, hoy se requiere que
dichas instituciones se orienten a facilitar las
transformaciones del sector. Las instituciones
estatales deberán promover la innovación, la
industrialización y los agronegocios mediante
la construcción de bienes públicos (incluidos
los incentivos) y la coordinación entre diversas
partes de la arquitectura institucional de un
país, como instituciones públicas, empresas
privadas,
organismos
internacionales,
instituciones financieras y las organizaciones
no gubernamentales (ONG), entre otras.
Dada la complejidad y la naturaleza
intersectorial de la agricultura, desempeñar
la función de coordinación interinstitucional
es más complejo que para otros sectores de
la economía; la institución a cargo, por lo
tanto, debe contar con capacidades especiales
para poder llevarla a cabo eficazmente.
Para alcanzar los objetivos productivos,
ambientales y sociales, es necesario que la
institucionalidad pública para la agricultura
coordine permanentemente con instituciones
relacionadas con economía, infraestructura,
salud, recursos naturales y educación, entre
otras áreas. Una manera común de lograr el
funcionamiento eficiente de entidades estatales
es darles autonomía en sus operaciones.
Ejemplos clásicos incluyen instituciones
de investigación agrícola y autoridades de
sanidad agrícola. Posiblemente el ejemplo más
sobresaliente de esta política institucional es el
enfoque adoptado en Brasil por la EMBRAPA.
Otros ejemplos son instituciones que han
aplicado ese enfoque en otros campos, como el
Recuadro 18. y#UENTANCONRECURSOSSUkCIENTESLOSMINISTERIOSDEAGRICULTURA
PARAATENDERALCONJUNTODEESTASAPREMIANTESNECESIDADES
!PESARDELAINTRODUCCIÅNDENUEVOSOBJETIVOSENLASPOLÀTICASAGRÀCOLASYDELOSHALLAZGOSENCONTRADOS
desde hace años sobre el impacto del crecimiento agrícola en la reducción de la pobreza en las zonas
RURALES4IMMERY-ELLORENLAMAYORÀADELOSPAÀSESDE!,#LOSPRESUPUESTOSkSCALESPARA
la agricultura no han aumentado en términos reales en la última década; por el contrario, en muchos
CASOSHANDISMINUIDO3EGÊNDATOSRECOPILADOSPORLA&!/&!/34!4EN!M¼RICA,ATINAELPORCENTAJE
del gasto público orientado hacia la agricultura subió de 2% en 2001 hasta 2,5% en 2010, pero luego
sufrió una caída repentina hasta 1,5% en 2012 y al parecer todavía no se ha recuperado.
Aunque gran cantidad de autores han estudiado los encadenamientos resultantes del crecimiento
agrícola en el resto de la economía, lo cierto es que la ponderación de la agricultura dentro del gasto
PÊBLICONORElEJASUIMPORTANCIARELATIVA$EACUERDOCONLOSVALORESDELÀNDICEDEORIENTACIÅNAGRÀCOLA
del gasto público elaborado por la FAO para siete países de ALC (El Salvador, Guatemala, Argentina,
*AMAICA0ANAM¶#HILEY#OSTA2ICAENTODOSLOSCASOSELPORCENTAJEAGRÀCOLADELGASTOPÊBLICOESMUY
INFERIORQUEELPORCENTAJEDEL0)"GLOBALQUEREPRESENTALAAGRICULTURALOQUEEVIDENCIAQUELAPOLÀTICA
kSCALNOENFATIZAELDESARROLLOAGRÀCOLA&!/,OSVALORESM¶SALTOSDELAPROPORCIÅNENTREESTOS
DOSPORCENTAJESAUNQUESIEMPREMENORESQUEUNOSEOBTUVIERONPARA#HILEY#OSTA2ICAYLOSM¶S
BAJOSPARA%L3ALVADOR'UATEMALAY!RGENTINA
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
197
manejo de cuencas (Corporaciones de Cuencas
en Colombia, la Comisión de la Cuenca
Hidrográfica del Canal de Panamá) y el manejo
forestal (la Corporación Nacional Forestal de
Chile, por ejemplo).
A pesar del aumento de la autonomía
institucional, aún es difícil efectuar una
estrecha
coordinación
interinstitucional.
Recientemente la articulación intersectorial
de las instancias de gobierno ha sido incluida
en estrategias en Costa Rica, Nicaragua,
Guatemala, Bolivia, Ecuador, Perú y República
Dominicana. Sin embargo, siguen escaseando
fórmulas operativas y eficaces para llevar a
cabo dicha coordinación.
El enfoque participativo: Una participación
amplia, no solo en la implementación sino
también en la elaboración de las políticas, permite
que los programas y las estrategias sean más
eficaces, además de que incrementan el nivel de
ejecución y la sostenibilidad en el tiempo. Dado
su carácter intersectorial, estos procesos en la
agricultura deben incorporar la participación de
diversos niveles que incluyen desde gobiernos
nacionales y regionales hasta organismos
internacionales, empresas privadas, cooperativas,
pequeños productores y consumidores, entre
otros. Los foros de participación no solo abren
caminos para la incorporación de nuevas
perspectivas sobre las necesidades del sector,
sino que también brindan oportunidades para
encontrar nuevas vías de solución.
Con este objetivo, los enfoques participativos
vienen ganando aceptación tanto en las políticas
para la agricultura como para el desarrollo rural.
La Estrategia Centroamericana de Desarrollo
Rural Territorial 2010-2030 (ECADERT), al
igual que las políticas agrícolas de El Salvador
y Guatemala, son claros ejemplos de procesos
de planeamiento estructurados de manera
participativa, sobre todo en algunas zonas
prioritarias de los países. Otros países que se
han destacado por la aplicación de enfoques
similares son Belice, Nicaragua, Perú y San
Vicente y las Granadinas.
198
Además de aplicarse en los campos de la
investigación y la extensión, como se comentó
anteriormente, el enfoque participativo ha
sido exitoso para la construcción de cadenas
de valor en México, Chile, Colombia y otros
países de la región.
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Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Anexo
estadístico
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
201
Cuadro A1. Proyecciones de crecimiento globales
Tasa de crecimiento anual del PIB, en términos reales, por grupos de países
2012
3,4
1,2
2,3
-0,7
2013
3,4
1,4
2,2
-0,5
FMI
2014
3,4
1,8
2,4
0,9
Economías Emergentes y en
Desarrollo
5,1
5,0
4,6
China
ŵĠƌŝĐĂ>ĂƟŶĂLJĂƌŝďĞ
7,7
3,1
7,8
2,9
Grupo de países
Mundo
Economías avanzadas
Estados Unidos
Zona Euro
Grupo de países
Mundo
Países de altos ingresos
Estados Unidos
Zona Euro
Países en desarrollo
China
ŵĠƌŝĐĂ>ĂƟŶĂLJĂƌŝďĞ
Grupo de países
Mundo
Mundo (PPPa)
Economías desarrolladas
Estados Unidos
Zona Euro
Economías en desarrollo
China
ŵĠƌŝĐĂ>ĂƟŶĂLJĂƌŝďĞ
2012
2,4
1,4
2,3
-0,7
4,9
7,7
2,9
2012
2,4
2,9
1,1
2,3
7,4
1,3
Banco Mundial
2013
2014
2,5
2,6
1,4
1,8
2,2
2,4
-0,4
0,9
5,1
4,6
7,7
7,4
2,7
0,9
UN-DESA
2013
2014
2,5
2,6
3,1
3,2
1,2
1,6
2,2
2,4
2015
3,5
2,4
3,1
1,5
2016
3,8
2,4
3,1
1,6
4,3
4,7
6,8
0,9
6,3
2,0
2015
2,8
2,0
2,7
1,5
4,4
7,1
0,4
2016
3,3
2,4
2,8
1,8
5,2
7,0
2,0
2015
2,8
3,4
2,2
2,8
2016
3,1
3,7
2,2
2,7
-0,8
-0,4
0,9
1,6
1,9
4,8
7,7
2,7
4,7
7,7
2,7
4,4
7,4
1,0
4,4
7,0
0,5
4,8
6,8
1,7
a
Paridad de Poder de Compra.
Fuente: FMI, World Economic Outlook Abril 2015, Banco Mundial, Global Economic Prospects Junio 2015 y UN-DESA,
World Economic Situation and Prospects Update Mid-2015.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
203
Cuadro A2. Proyecciones de crecimiento en las Américas
Tasa de crecimiento anual del PIB, en términos reales, por países
Países
Antigua y Barbuda
CEPAL
FMI
2011
2012
2013
2014a
2015b
2011
2012
2013
2014a
2015b
2016b
-1,8
4,0
-0,1
3,2
5,4
-1,9
3,6
1,8
2,4
1,9
2,3
Argentina
8,4
0,8
2,9
0,5
0,7
8,4
0,8
2,9
0,5
-0,3
0,1
Bahamas
0,6
2,2
0,0
1,0
2,0
1,1
1,0
0,7
1,3
2,3
2,8
Barbados
0,8
0,3
-0,1
0,2
1,5
0,8
0,0
0,0
-0,3
0,8
1,4
Belice
Bolivia
(Estado Plurinacional de)
Brasil
2,1
3,8
1,5
3,4
2,5
2,1
3,3
1,5
3,4
2,0
3,0
5,2
5,2
6,8
5,4
4,5
5,2
5,2
6,8
5,4
4,3
4,3
3,9
1,8
2,7
0,1
-1,5
3,9
1,8
2,7
0,1
-1,0
1,0
Chile
5,8
5,5
4,2
1,9
2,5
5,8
5,5
4,3
1,8
2,7
3,3
Colombia
6,6
4,0
4,9
4,6
3,4
6,6
4,0
4,9
4,6
3,4
3,7
Costa Rica
4,5
5,2
3,4
3,5
3,4
4,5
5,2
3,4
3,5
3,8
4,4
Cuba
2,8
3,0
2,7
1,3
4,0
--
--
--
--
--
--
-0,1
-1,4
-0,9
2,4
0,9
-0,1
-1,4
-0,9
1,1
2,4
2,9
Ecuador
7,9
5,2
4,6
3,8
1,9
7,9
5,2
4,6
3,6
1,9
3,6
El Salvador
2,2
1,9
1,8
2,0
2,2
2,2
1,9
1,7
2,0
2,5
2,6
Granada
0,8
-1,2
2,4
3,8
1,3
0,8
-1,2
2,4
1,5
1,5
2,0
Guatemala
4,2
3,0
3,7
4,2
4,0
4,2
3,0
3,7
4,0
4,0
3,9
Guyana
5,4
4,8
5,2
3,9
4,5
5,4
4,8
5,2
3,8
3,8
4,4
Haití
5,5
2,9
4,2
2,8
2,5
5,5
2,9
4,2
2,8
3,3
3,8
Honduras
3,8
4,1
2,8
3,1
3,0
3,8
4,1
2,8
3,1
3,3
3,4
Jamaica
1,7
-0,6
0,6
0,4
1,1
1,4
-0,5
0,2
0,5
1,7
2,3
México
3,9
4,0
1,4
2,1
2,4
4,0
4,0
1,4
2,1
3,0
3,3
Nicaragua
6,2
5,1
4,5
4,7
4,8
6,2
5,0
4,4
4,5
4,6
4,3
Panamá
10,8
10,2
8,4
6,2
6,0
10,8
10,7
8,4
6,2
6,1
6,4
Paraguay
4,3
-1,2
14,2
4,4
4,0
4,3
-1,2
14,2
4,4
4,0
4,0
Perú
6,5
6,0
5,8
2,4
3,6
6,5
6,0
5,8
2,4
3,8
5,0
República Dominicana
2,8
2,6
4,8
7,3
4,8
2,8
2,6
4,8
7,3
5,1
4,5
San Cristóbal y Nieves
1,7
-1,2
3,7
6,3
4,6
-1,9
-0,9
3,8
7,0
3,5
3,0
Dominica
San Vicente y las Granadinas
-0,5
1,2
1,8
-0,3
0,8
0,2
1,1
2,4
1,1
2,1
3,1
Santa Lucía
1,2
-1,6
-0,4
-1,6
0,3
1,3
0,6
-0,5
-1,1
1,8
1,4
Surinam
5,3
3,0
2,9
3,4
3,0
5,3
4,8
4,1
2,9
2,7
3,8
Trinidad y Tobago
0,0
1,4
1,7
0,9
1,0
0,0
1,4
1,7
1,1
1,2
1,5
3,3
2,8
2,9
Uruguay
Venezuela (República
Bolivariana de)
Canadá
Estados Unidos
América Latina y el Caribe
5,2
3,3
5,1
3,5
2,6
7,3
3,7
4,4
4,2
5,6
1,3
-4,0
-5,5
4,2
5,6
1,3
-4,0
-7,0
-4,0
--
--
--
--
--
3,0
1,9
2,0
2,5
2,2
2,0
--
--
--
--
--
1,6
2,3
2,2
2,4
3,1
3,1
4,2
2,6
2,5
1,1
1,0
4,9
3,1
2,9
1,3
0,9
2,0
Estimaciones.
Proyecciones
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe: Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2015,
Comunicado de Prensa, Julio. FMI: International Monetary Fund, World Economic Outlook Database, Abril 2015.
a
b
204
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro A3. )NlACIÅNPODERDECOMPRADE
las exportaciones e inversión extranjera directa neta
Poder de compra
de las exportaciones
de bienes y servicios
(índice 2010=100)
Índice de precios al consumidor
(tasas medias de variación interanuales)
Países
Antigua y Barbuda
Nivel general
Alimentos
Inversión extranjera directa neta
(millones de US$)
2011
2012
2013
2014
2011
2012
2013
2014
2012
2013
2014
2012
2013
2014a
3,5
3,4
1,1
1,1
4,6
4,2
2,5
--
--
--
--
133,1
94,7
161,0
Argentina
9,8
10,0
10,6
21,4
8,7
10,3
7,5
16,5
110,8
107,0
94,9
14 269,0
10 204,0
4495,0
Bahamas
3,2
2,0
0,3
1,2
2,2
2,5
0,7
2,2
--
--
--
526,2
388,0
259,0
Barbados
9,4
4,5
1,8
1,9
8,2
7,0
2,8
0,2
--
--
--
426,4
--
--
Belice
1,7
1,3
0,5
1,0
--
--
--
--
--
--
--
193,0
92,0
138,0
Bolivia (Estado
Plurinacional de)
9,9
4,5
5,8
5,8
14,0
4,1
7,7
6,7
157,4
163,6
175,0
1060,0
1749,6
648,0
Brasil
6,6
5,4
6,2
6,3
8,8
8,1
11,2
6,5
107,8
107,8
103,0
68 093,3
67 491,0
66 035,0
Chile
3,3
3,0
1,9
4,7
6,9
7,5
5,2
5,3
100,6
100,8
99,3
7902,0
8956,0
9950,0
Colombia
3,4
3,2
2,0
2,9
4,7
4,1
1,3
2,6
133,6
132,0
128,0
15 646,0
8547,0
12 155,0
Costa Rica
4,9
4,5
5,2
4,5
5,7
4,7
4,1
3,3
101,0
106,8
111,1
1915,0
2474,0
1838,0
Cuba
1,3
1,9
0,6
1,1
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
Dominica
1,3
1,4
-0,4
0,9
0,5
2,8
0,8
--
--
--
--
28,9
24,2
33,0
Ecuador
4,5
5,1
2,7
3,6
6,6
6,4
2,2
4,1
122,8
130,8
139,3
584,6
731,0
774,0
El Salvador
5,1
1,7
0,8
1,1
6,8
0,3
2,4
2,3
112,2
118,5
121,0
483,6
176,0
274,0
Granada
3,0
2,4
0,0
-1,0
4,4
3,0
0,9
--
--
--
--
31,5
113,1
40,0
Guatemala
6,2
3,8
4,3
3,4
11,1
7,1
8,3
5,6
104,1
107,1
117,8
1205,4
1262,0
1365,0
Guyana
5,0
2,4
1,9
1,0
--
--
--
--
--
--
--
278,0
201,0
0,0
Haití
8,4
6,3
5,9
4,6
10,2
6,6
6,5
2,9
106,1
123,6
130,8
156,0
160,0
99,0
Honduras
6,8
5,2
5,2
6,1
6,0
3,1
5,2
5,6
114,7
109,6
115,6
851,0
991,6
1120,0
Jamaica
7,5
6,9
9,4
8,3
7,7
10,8
12,5
3,9
--
--
--
411,0
741,0
701,0
México
3,4
4,1
3,8
4,0
5,1
7,6
5,2
3,9
115,2
119,2
123,7
-3519,0
31 488,0
17 594,0
Nicaragua
8,5
7,5
7,1
6,0
9,4
8,9
9,0
6,1
125,4
124,3
139,3
715,0
708,0
756,0
Panamá
5,9
5,7
4,0
2,6
5,9
8,1
5,8
3,3
134,5
129,8
128,0
3254,0
4372,7
4351,0
Paraguay
8,3
3,7
2,7
5,0
13,4
-0,6
3,3
6,4
101,1
118,5
116,4
738,0
72,0
238,0
Perú
3,4
3,7
2,8
3,2
4,9
5,6
3,3
2,9
118,4
109,9
103,6
11 840,1
9160,9
7789,0
República
Dominicana
8,5
3,7
4,8
3,0
8,7
5,1
5,3
2,8
108,3
115,8
126,8
3142,4
1990,3
2209,0
San Cristóbal y Nieves
7,1
1,3
0,8
1,1
9,5
3,0
2,6
--
--
--
--
108,4
136,2
118,0
San Vicente y las
Granadinas
3,2
2,6
0,8
0,2
3,5
3,3
2,0
--
--
--
--
115,1
159,6
138,0
Santa Lucía
2,8
4,2
1,5
3,5
2,7
6,5
5,0
--
--
--
--
73,6
92,0
73,0
17,7
5,0
1,9
3,4
--
--
--
--
--
--
--
128,0
138,4
4,0
5,1
9,3
5,2
5,7
9,8
19,1
8,7
3,3
--
--
--
772,1
-66,0
339,0
Surinam
Trinidad y Tobago
Uruguay
Venezuela (República
Bolivariana de)
8,1
8,1
8,6
8,9
9,7
8,7
9,6
8,1
111,9
111,8
114,7
2539,0
3027,0
2741,0
26,1
21,1
40,6
61,9
29,9
24,8
54,2
46,9
135,1
123,5
103,3
756,0
4888,0
1000,0
a
Cifras preliminares.
Fuente: CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe: Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2015
y Estimaciones propias con base en fuentes oficiales, Información revisada en Julio de 2015.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
205
Cuadro A4. Producto Interno Bruto y Valor Agregado Agrícola
Producto Interno Bruto por habitante
(dólares constantes de 2010 por
habitante)
Agricultura, ganadería, caza,
silvicultura y pesca como
proporción del Valor agregado
total (%)
2011
2012
2013
2011
2012
2013
2014
2011
Antigua y Barbuda
12 651
13 024
12 882
13 163
1,9
1,9
1,9
1,9
13,6
Argentina
12 371
12 363
12 611
12 564
6,3
5,7
6,2
6,4
-3,5
Bahamas
21 724
21 869
21 560
21 485
2,0
2,0
1,5
1,5
-7,9
Barbados
15 895
15 863
15 775
15 722
1,2
1,2
1,3
1,2
4510
4 570
4 530
4 576
10,8
11,1
11,5
12,1
Países
2014
Tasa de crecimiento del valor
agregado del sector Agricultura,
ganadería, caza, silvicultura y
pesca (%)
2012
2013
2014
2,4
3,2
0,6
-8,3
10,4
4,2
4,5
-23,9
-0,6
-6,3
2,8
2,8
-2,6
-4,3
6,8
5,6
8,3
Belice
Bolivia (Estado
Plurinacional de)
Brasil
2037
2111
2221
2308
10,2
10,1
9,9
10,5
3,1
4,1
4,7
12,1
11 666
11 775
12 003
11 931
4,2
4,0
4,2
4,2
5,6
-2,5
7,9
0,4
Chile
13 306
13 911
14 376
14 529
3,4
3,1
3,0
3,0
11,8
-2,2
-0,3
2,8
6496
6668
6905
7126
6,2
6,1
6,2
6,1
2,1
2,5
6,7
2,3
Colombia
Costa Rica
8014
8317
8492
8682
6,3
6,3
6,1
6,1
0,6
5,0
-0,3
3,7
Cuba
5854
6032
6199
6282
3,7
3,6
3,7
--
4,4
0,7
4,7
na
Dominica
6 899
6776
6686
6813
12,3
13,5
13,9
14,1
7,3
7,8
2,0
4,3
Ecuador
4915
5088
5239
5353
9,7
9,3
9,4
9,3
7,9
0,8
5,6
2,8
El Salvador
3502
3547
3591
3639
11,0
11,2
11,0
10,9
-2,5
3,5
-0,4
1,6
Granada
7394
7280
7427
7682
4,4
4,6
4,9
5,5
-1,6
4,1
8,4
16,6
Guatemala
Guyana
2932
3012
2946
3139
2982
3286
3035
3398
11,1
17,8
11,4
17,6
11,5
17,2
11,4
17,5
5,0
2,7
4,9
3,7
4,7
2,3
3,6
5,9
Haití
707
719
740
751
--
--
--
--
--
--
--
--
Honduras
2117
2162
2180
2206
11,9
12,6
12,7
12,7
6,5
10,7
3,4
2,7
Jamaica
4886
4833
4834
4828
5,9
6,0
6,0
na
10,3
2,3
-0,7
--
México
9353
9619
9649
9747
2,9
3,0
3,1
3,1
-6,1
8,3
2,6
3,6
4,4
Nicaragua
1576
1633
1682
1736
16,8
15,8
15,2
15,2
4,8
-1,3
1,1
Panamá
8538
9257
9866
10 307
3,1
3,0
2,8
2,7
1,3
4,7
3,5
2,6
Paraguay
3185
3095
3479
3575
20,3
16,4
20,3
20,2
3,7
-19,8
41,2
3,9
Perú
5288
5539
5790
5861
7,0
6,7
6,5
6,4
8,0
1,6
2,7
1,4
República Dominicana
5498
5571
5766
6115
6,2
6,3
6,2
6,0
6,5
2,9
3,7
4,4
San Cristóbal y Nieves
13 294
12 981
13 316
14 007
1,6
1,4
1,5
1,4
11,4
-9,4
6,4
-1,2
6200
6271
6385
6404
6,1
6,1
6,4
6,4
-0,2
1,0
6,4
1,5
7027
6854
6772
6615
2,2
2,5
2,6
2,4
-11,8
13,5
0,3
-8,7
San Vicente y las
Granadinas
Santa Lucía
Surinam
8680
8862
9037
9264
9,6
10,3
9,1
9,1
4,3
10,1
-8,9
3,6
Trinidad y Tobago
15 782
15 946
16 178
16 286
0,6
0,5
0,5
0,5
-0,1
-19,1
5,1
-0,2
Uruguay
12 519
12 893
13 505
13 929
7,8
7,5
7,5
7,4
13,2
-0,5
4,9
2,1
8464
8806
8793
8320
5,1
4,9
4,9
4,8
-1,1
2,3
-0,4
-5,1
1,8
Venezuela (República
Bolivariana de)
América Latina y el Caribe
8986
9147
9310
9319
4,7
4,5
4,7
4,6
2,3
-0,6
6,2
América Latina
8990
9153
9316
9325
4,7
4,5
4,7
4,7
2,3
-0,6
6,3
1,8
El Caribe
8650
8695
8749
8802
3,9
4,0
3,8
2,6
3,6
3,5
-2,2
3,9
Fuente: CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe : Estimaciones propias con base en fuentes oficiales,
Información revisada en Agosto de 2015.
206
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro A5. Empleo agrícola y rural
Proporción de
ocupados en la
agricultura2
Países1
Porcentaje de
la población
ocupada
Inserción laboral de la población económicamente activa
ocupada rural3,4,5 (porcentajes)
Empleadores
Asalariados
agrícolas
Asalariados no
agrícolas
2000
2000
2012
2000
20125
2000
2012
Bolivia (02-09)
36,8
31,6
9,3
8,0
5,9
5,3
8,5
Brasil (01-12)
19,7
14,2
4,5
2,3
21,7
16,7
12,3
Chile (00-11)
13,0
9,7
2,6
1,8
30,5
21,5
Colombia (02-12)
20,3
17,1
6,6
7,1
22,7
Costa Rica (02-12)
19,4
13,5
8,3
3,4
El Salvador (01-12)
20,7
20,7
5,7
Honduras (02-10)
35,7
36,2
México (02-12)
17,5
Nicaragua (01-09)
32,4
Panamá (02-11)
Paraguay (00-11)
República
Dominicana (02-12)
2012
Cuenta
Propia
Agrícola
2000
2012
16,0
62,7
14,8
36,4
13,3
20,4
21,7
10,7
16,8
17,8
4,7
15,2
1,7
1,1
15,5
7,1
33,5
21,1
30,8
16,6
13,6
Cuenta
Propia no
Agrícola
Inactivo
2000
2012
2000
2012
55,3
7,0
8,0
6,6
7,4
25,2
5,8
7,2
19,2
33,9
17,6
10,7
5,1
8,4
30,8
37,3
9,7
28,1
31,2
12,6
13,4
19,2
17,0
29,7
31,3
11,5
8,8
11,9
10,9
21,7
27,8
15,8
17,3
20,5
22,5
20,1
12,0
11,8
27,0
27,1
14,5
12,3
11,7
11,0
45,6
43,3
10,7
15,0
15,8
17,3
17,8
17,8
12,6
25,7
32,6
18,9
11,4
12,0
7,4
18,6
18,2
10,1
1,8
15,9
15,6
14,1
12,4
34,2
44,4
8,0
8,8
17,8
16,7
16,7
2,5
2,5
12,8
11,5
18,3
20,6
33,5
28,8
13,5
12,1
19,4
24,6
25,5
6,1
5,2
8,2
7,6
16,4
18,1
43,3
36,3
10,8
12,7
15,2
20,1
2,1
2,5
5,7
5,1
16,8
21,5
31,7
23,0
18,4
21,6
25,4
26,4
Los datos entre paréntesis se refieren a los años de los datos para cada país.
2
CEPAL, Anuario Estadístico 2013 y 2014.
3
CEPAL, Tabulaciones especiales de encuestas de hogares de los respectivos países.
4
Con una edad se referencia de 15 años para la PEA.
Fuente: Los datos se refieren al año más cercano al que encabeza la columna.
1
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
207
Cuadro A6. Pobreza, pobreza extrema
INCIDENCIA DE LA POBREZA Y DE LA POBREZA EXTREMA (18 países)
(porcentajes)
Países
Pobreza Total País
2000
Argentina
Paíse------
Pobreza Zona
Rural
Pobreza Extrema
Total País
Pobreza Extrema
Zona Rural
2012
2000
2012
2000
2012
2000
2012
--
--
--
--
--
--
--
Bolivia (Estado Plurinacional de)
63,7
36,3
83,4
55,4
38,8
18,7
69,0
38,1
Brasil
37,5
18,0
55,2
31,1
13,2
5,9
28,0
13,6
Chile
20,2
7,8
23,7
6,7
5,6
2,5
8,4
2,8
Colombia
49,7
30,7
61,2
42,8
17,8
9,1
33,0
19,2
Cost Rica
20,3
17,7
24,4
19,5
7,8
7,2
11,1
9,6
Ecuador
61,6
33,6
65,7
33,7
31,8
12,0
39,4
14,3
El Salvador
47,9
40,9
62,3
48,7
21,0
12,5
33,5
17,5
Guatemala
60,2
54,8
68,0
66,5
30,9
29,1
37,6
42,2
Honduras
75,5
69,2
83,5
79,5
52,8
45,6
66,3
61,4
México
41,1
37,1
54,7
43,5
15,2
14,2
28,5
21,5
Nicaragua
69,4
58,3
77,1
65,4
42,5
29,5
55,2
40,9
Panamá
36,9
23,2
55,2
44,6
19,4
12,2
35,5
29,3
Paraguay
59,7
40,7
70,9
48,8
31,3
19,2
46,3
29,7
Perú
54,7
23,9
78,4
48,0
24,4
4,7
51,3
16,0
República Dominicana
47,1
40,7
55,9
44,7
20,7
20,2
28,6
24,2
Uruguay
--
5,6
--
2,0
--
0,9
--
0,3
Venezuela
(República Bolivariana de)
44,0
32,1
--
--
18,0
9,8
--
--
América Latina
43,9
28,1
62,4
47,9
19,3
11,7
38,4
28,2
Fuente: CEPAL, Anuario Estadístico 2014.
208
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro A7. Crecimiento promedio anual del comercio por sectores
CULTIVOS
Países
PECUARIO
PESCA
FORESTAL
Exportaciones
(%)
Importaciones
(%)
Exportaciones
(%)
Importaciones
(%)
Exportaciones
(%)
Importaciones
(%)
Exportaciones
(%)
20002004
20102014
20002004
20102014
20002004
20102014
20002004
20002004
20102014
20002004
20002004
20102014
20102014
20102014
Importaciones
(%)
20002004
20102014
Antigua y
Barbuda
Argentina
--
-5,8
--
4,8
--
-23,9
--
6,3
--
15,8
--
2,9
0,0
0,8
0,0
9,3
10,1
0,7
-9,5
2,7
13,4
2,8
-20,7
-15,0
-1,2
3,4
-19,8
6,4
19,2
-8,1
-9,3
-0,7
Bahamas
-2,2
-11,5
0,0
4,1
61,7
-31,1
4,9
5,3
3,9
0,6
1,8
3,9
62,7
3,4
-1,2
8,8
Barbados
2,5
3,3
3,6
2,5
1,7
0,2
5,9
5,6
-10,3
-8,2
7,3
6,7
--
-31,1
-7,0
-6,9
Belice
8,4
11,5
-2,7
6,3
-0,7
--
1,1
8,3
--
--
-10,0
-16,5
-9,8
-18,2
-17,2
10,4
Bolivia (Estado
Plurinacional de)
11,5
17,3
-1,8
13,3
7,0
40,5
-11,2
19,5
--
--
-25,1
12,2
6,1
-23,3
1,5
5,2
Brasil
18,1
6,0
-1,8
5,4
30,8
6,0
-18,5
10,6
14,8
-2,9
-4,8
10,8
12,8
1,8
-4,1
-2,6
7,5
7,4
9,0
5,4
2,1
6,6
1,3
11,6
6,0
3,5
2,5
6,5
1,1
3,3
3,4
0,7
12,4
7,2
6,6
10,5
37,1
4,8
11,5
10,8
8,4
12,6
21,2
11,4
6,5
2,6
16,7
2,3
2,4
3,2
6,7
7,3
24,0
39,8
-16,7
29,7
-4,4
4,2
6,0
19,2
16,7
-5,2
6,7
1,9
Costa Rica
3,6
6,8
11,1
9,6
5,8
14,3
1,2
21,1
-0,3
15,8
12,3
83,6
9,2
7,3
4,0
8,4
Cuba
-8,0
--
10,5
--
21,7
--
11,4
--
-1,8
--
1,9
--
5,7
--
3,4
17,5
Canadá
Chile
Colombia
Dominica
-8,2
--
-1,7
--
--
--
3,0
--
--
--
0,1
--
6,5
0,5
-21,4
-14,2
Ecuador
11,3
5,7
18,1
4,6
-26,9
-0,9
14,5
6,2
7,0
23,2
47,5
-14,0
26,3
8,0
13,3
4,3
El Salvador
-6,1
5,4
9,5
4,4
-2,3
7,1
4,7
5,7
21,5
15,0
20,6
14,8
14,1
4,9
4,3
3,0
Estados Unidos
5,2
4,8
7,8
6,9
-3,8
9,2
4,2
12,0
4,8
5,9
4,0
7,5
-0,8
4,0
4,1
6,4
Granada
-7,3
--
0,6
--
-15,9
--
1,2
--
-4,1
--
3,3
--
--
--
0,0
0,0
Guatemala
-3,2
6,5
13,5
6,4
-3,8
3,0
6,9
6,5
--
-7,4
18,5
-2,5
16,9
3,9
8,1
4,1
Guyana
3,9
11,2
1,8
4,8
27,1
8,8
2,3
5,0
2,5
14,1
-13,1
15,2
-0,3
13,2
11,6
5,9
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
28,6
4,5
-9,8
Honduras
-6,3
25,0
-5,7
13,0
20,7
20,8
5,9
4,1
50,0
13,7
26,3
-7,3
-1,2
30,0
11,4
7,2
Jamaica
2,1
-6,8
4,8
-3,4
2,6
4,7
0,8
-0,5
-9,3
10,3
2,9
4,0
-29,1
18,2
-2,4
0,5
México
6,4
8,0
10,1
4,1
5,4
12,4
4,1
8,6
-2,2
8,2
20,2
14,7
6,6
8,4
6,8
0,9
Nicaragua
1,0
12,0
2,8
7,0
13,8
8,6
-6,3
8,1
1,9
25,4
-17,2
21,0
-3,6
67,8
9,6
-3,5
Panamá
-1,7
-20,2
-1,8
-2,9
10,9
17,8
13,9
5,2
--
15,6
33,4
19,7
3,9
2,2
Paraguay
20,1
13,3
-11,4
5,4
7,5
13,6
-8,4
8,6
25,5
-14,1
-11,9
10,6
-4,1
-2,8
16,7
3,5
Perú
14,3
8,9
9,8
7,4
53,8
14,0
0,0
14,8
3,0
1,2
12,2
7,0
9,1
-9,6
12,0
5,0
--
12,3
--
2,8
--
36,4
--
7,1
--
12,2
--
0,5
22,9
4,0
-0,5
-5,7
San Cristóbal y
Nieves
12,8
--
-1,9
--
-26,0
--
1,5
--
3,0
--
-2,3
--
0,0
--
0,0
-2,9
San Vicente y las
Granadinas
-11,2
3,7
2,0
8,3
17,2
-26,7
5,1
7,5
-16,8
-23,5
7,7
12,1
49,6
13,5
-21,7
-0,6
0,4
--
4,2
--
--
--
4,5
--
--
--
7,3
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
Trinidad y Tobago
-1,6
--
11,2
--
-16,3
--
3,6
--
-8,6
--
Uruguay
10,1
15,2
-8,7
7,7
12,4
6,7
17,9
9,8
4,5
Venezuela (Rep.
Bolivariana de)
-9,7
--
1,0
15,4
-31,4
--
7,0
25,4
-12,3
Haití
República
Dominicana
Santa Lucía
Surinam
--
--
-1,6
0,0
-10,3
--
-10,1
44,6
23,8
6,4
17,9
--
-5,5
16,5
12,3
0,3
-8,6
6,3
-2,7
14,4
-0,4
-9,7
-1,2
--
-12,8
16,4
4,6
--
-5,2
4,7
Fuente: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura sobre la base de información oficial de Naciones Unidas
(COMTRADE) y FAO (FAOSTAT).
Nota: Para HND y VCT, el último periodo es 2010/12. Para ATG, BLZ, CRI y VEN el último periodo es 2010/13.
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
209
Cuadro A8. Participación de las exportaciones sectoriales en las exportaciones totales
de mercancías (Crecimiento promedio anual, porcentajes)
Países
Antigua y Barbuda
CULTIVOS
PECUARIO
2000-2004
2010-2014
PESCA
2000-2004
2010-2014
FORESTAL
2000-2004
2010-2014
2000-2004
2010-2014
--
-4,2
--
-22,6
--
17,8
--
2,6
3,0
1,6
6,2
3,7
-7,5
4,4
11,54
-7,25
Bahamas
4,6
-14,3
73,0
-33,3
11,2
-2,5
74,15
0,14
Barbados
10,0
-4,3
9,2
-7,2
-3,8
-15,0
--
-36,25
6,1
1,1
-2,8
64,3
--
9,6
-11,75
--
0,2
0,8
-3,9
20,7
--
--
-4,70
-34,09
Argentina
Belice
Bolivia (Estado
Plurinacional de)
Brasil
3,2
3,8
14,2
3,8
0,3
-4,9
-1,48
-0,28
Canadá
4,2
3,0
-1,1
2,2
2,8
-0,7
-1,97
-0,94
Chile
-1,6
6,3
20,0
3,9
-5,1
11,6
-6,82
1,69
Colombia
-3,0
-3,5
17,4
30,7
-9,4
-2,5
10,57
-11,32
Costa Rica
-0,2
-1,5
1,9
5,4
-3,9
6,8
5,23
--
-13,9
--
13,9
--
-8,2
--
-1,13
--
-2,3
--
--
--
63,7
--
13,29
--
Ecuador
-1,0
-3,3
-35,0
-9,2
-4,8
12,8
12,31
-1,09
El Salvador
-9,1
1,7
-5,4
3,4
17,6
11,0
10,48
1,31
4,3
-0,7
-4,6
3,5
3,9
0,4
-1,59
-1,43
Cuba
Dominica
Estados Unidos
Granada
15,4
--
4,7
--
19,4
--
--
--
Guatemala
-5,7
1,4
-6,3
-2,0
-33,7
-11,9
13,97
-1,11
Guyana
3,2
3,1
26,2
0,9
1,8
5,8
-0,98
4,91
Haití
--
--
--
--
--
--
--
--
-5,5
0,9
1,6
-8,1
21,7
1,3
-1,8
3,2
51,3
-10,4
-7,6
8,7
-0,39
-29,95
5,72
16,52
3,4
1,2
2,4
5,2
-4,9
1,3
3,64
1,52
Nicaragua
-4,0
-14,3
8,2
-16,9
-3,1
-4,1
-8,39
28,32
Panamá
-3,8
78,3
-5,0
--
11,5
--
30,54
--
Paraguay
4,1
2,7
-6,9
2,9
8,7
-22,2
-16,93
-11,95
Perú
-1,7
7,9
32,2
13,0
-11,5
0,3
-6,20
-10,37
--
-5,6
--
14,7
--
-5,7
--
-12,50
San Cristóbal y
Nieves
5,2
--
-31,0
--
-4,0
--
-6,78
--
San Vicente y las
Granadinas
-3,7
1,9
27,1
-28,0
-9,8
-24,9
62,27
11,49
Honduras
Jamaica
México
República
Dominicana
Santa Lucía
-14,1
--
--
--
-46,1
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
Trinidad y Tobago
-9,7
--
-23,3
--
-16,2
--
-13,37
--
Uruguay
4,1
6,8
6,2
-1,1
-1,2
-15,3
8,10
-7,62
-14,1
-57,6
-34,7
--
-16,5
-72,6
-0,48
60,82
Surinam
Venezuela (Rep.
Bolivariana de)
Fuente: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura sobre la base de información oficial de Naciones
Unidas (COMTRADE) y FAO (FAOSTAT).
Nota: Para HND y VCT, el último periodo es 2010/12. Para ATG, BLZ, CRI y VEN el último periodo es 2010/13.
210
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
Cuadro A9. Tasa de crecimiento promedio anual de la producción
según sectores, porcentajes
PAISES
CULTIVOS
ACUÍCOLA1
PECUARIO
FORESTAL2
2000-2003
2010-2013
2000-2003
2010-2013
2000-2003
2010-2013
2000-2003
Antigua y Barbuda
0,41
1,09
-1,94
0,68
--
--
--
--
Argentina
3,31
0,38
-5,67
3,81
-0,56
10,81
8,09
4,12
Bahamas
-3,61
1,32
4,80
1,45
183,72
Barbados
-10,77
3,01
0,32
0,50
Belice
Bolivia
(Estado Plurinacional de)
Brasil
-1,27
3,01
19,20
6,15
7,27
6,55
6,39
3,80
0,36
8,10
2,76
0,56
6,74
2,44
4,83
3,61
17,03
0,69
2,88
4,09
Canadá
2,08
35,99
2010-2013
--
0,46
0,35
62,07
-0,43
-0,29
0,34
0,00
0,00
-2,84
10,88
-0,42
0,24
9,82
2,47
-2,82
Chile
3,11
1,55
2,11
2,36
11,04
13,33
0,36
5,90
Colombia
4,63
2,88
2,68
2,27
-0,52
3,96
-3,24
-0,56
1,26
4,64
2,11
3,28
32,05
3,38
-0,87
-0,10
Cuba
Costa Rica
-8,21
7,34
-2,57
-0,20
-5,23
-1,18
17,43
-0,67
Dominica
-5,90
0,91
-0,92
0,70
21,38
-16,63
-0,59
0,03
1,46
-4,45
-2,94
1,70
17,60
6,55
2,15
1,98
El Salvador
-3,66
9,79
0,95
1,09
66,21
-8,28
-2,20
-0,10
Estados Unidos
Ecuador
-1,21
1,31
0,88
1,10
5,89
-2,96
-1,20
1,39
Granada
3,26
2,01
1,46
0,09
--
--
--
--
Guatemala
2,12
6,41
13,75
2,29
20,44
-10,07
2,09
1,67
Guyana
6,70
-1,61
8,59
3,41
0,15
-21,21
0,86
-0,21
Haití
-4,64
1,75
2,50
0,44
0,00
25,38
0,32
0,41
9,99
1,00
4,36
0,61
32,18
33,13
0,19
0,80
Jamaica
-1,68
1,27
1,60
1,63
-9,02
-40,73
-7,20
-0,69
México
2,23
3,78
2,07
1,14
14,05
9,61
-1,12
0,34
Nicaragua
5,75
12,85
1,69
1,14
8,53
19,25
-0,01
-0,17
Honduras
Panamá
-0,92
2,75
1,59
3,03
47,85
8,38
0,17
-0,87
Paraguay
13,52
1,13
3,37
2,32
126,33
22,88
1,00
1,02
Perú
4,24
4,11
3,77
3,93
29,68
8,24
-2,68
0,22
0,81
República Dominicana
4,90
3,39
-2,43
1,46
0,28
-13,19
0,00
San Cristóbal y Nieves
0,39
13,74
0,38
2,15
0,00
0,00
--
--
San Vicente y las Granadinas
4,18
-0,35
-2,15
-1,34
--
--
-1,20
-0,57
Santa Lucía
-5,02
1,24
12,28
0,78
141,00
27,89
0,51
0,08
Surinam
-6,95
3,28
1,36
-5,06
-8,14
1,20
-3,80
14,94
Trinidad y Tobago
-9,42
0,61
10,41
0,21
-29,07
-36,78
-4,76
-0,31
Uruguay
4,25
8,87
-0,37
3,45
-31,03
34,53
9,08
-5,51
Venezuela (República
Bolivariana de)
0,12
7,85
-1,91
3,77
5,46
12,96
1,61
0,05
Comprende la cría de organismos acuáticos, comprendidos peces, moluscos, crustáceos y plantas. La cría supone la
intervención humana para incrementar la producción.
2
Comprende toda la madera obtenida de las extracciones, es decir las cantidades extraídas de los bosques y de árboles
situados fuera de ellos, incluida la madera recuperada de pérdidas naturales, de la corta y de las operaciones de
explotación durante el período (año civil o ejercicio forestal).
Fuente: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura sobre la base de información oficial de FAO
(FAOSTAT y FISGSTAT para la sección acuícola).
1
Una mirada hacia América Latina y el Caribe
211
Cuadro A10. Uso de la tierra en las Américas por categoría (1000 Ha)
País
Superficie
total de la
tierra1
Superf Agríc
Total (SAT)2
Superficie
Arable y
Cult. Perman
(SACP)1
% SACP/SAT
Superficie a
praderas y
pastos (SPP)1
Antigua y
Barbuda
44
9
5
0,6
4
Argentina
273 669
148 791
40 291
0,3
Bahamas
1001
14
12
0,9
Barbados
43
14
12
2281
160
108 330
Brasil
Canadá
Belice
Bolivia (Estado
Plurinacional de)
Chile
%SPP/SAT
0,4
10
12,2
108 500
0,7
28 920
19 469,5
2
0,1
515
298,6
0,9
2
0,1
8
0,3
110
0,7
50
0,3
1374
1084,0
37 515
4515
0,1
33 000
0,9
56 581
22 707,1
835 814
275 605
79 605
0,3
196 000
0,7
515 133
228 242,5
909 351
65 346
50 746
0,8
14 600
0,2
310 134
74 353
15 809
1794
0,1
14 015
0,9
16 306
15 333,9
Colombia
110 950
42 618
3453
0,1
39 165
0,9
60 297
25 597,5
Costa Rica
5106
1885
585
0,3
1300
0,7
2651
1875,9
10 644
6406
3572
0,6
2834
0,4
2939
2317,7
75
26
24
0,9
2
0,1
44
17,1
24 836
7507
2531
0,3
4976
0,7
946 980
12 855,7
235,9
Cuba
Dominica
Ecuador
El Salvador
Estados Unidos
Granada
2072
1567
930
0,6
637
0,4
278
914 742
408 707
157 708
0,4
250 999
0,6
304 788
34
11
10
0,9
1
0,1
17
1,2
Guatemala
10 716
4429
2479
0,6
1950
0,4
3545
3493,8
Guyana
19 685
1678
448
0,3
1230
0,7
15 205
1100,8
Haití
Honduras
2756
11 189
1770
3235
1280
1475
0,7
0,5
490
1760
0,3
0,5
99
4952
8,3
2498,9
Jamaica
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
República
Dominicana
San Cristóbal y
Nieves
San Vicente y
las Granadinas
Santa Lucía
Surinam
Trinidad y
Tobago
Uruguay
Venezuela (Rep.
Bolivariana de)
1083
449
220
0,5
229
0,5
336
361,8
194 395
106 705
25 808
0,2
80 897
0,8
64 492
30 948,9
12 034
5071
1796
0,4
3275
0,6
2974
5501,5
7434
2265
725
0,3
1540
0,7
3227
2102,1
39 730
21 500
4500
0,2
17 000
0,8
17 225
2571,2
128 000
24 326
5529
0,2
18 797
0,8
67 692
25 021,2
4832
2497
1300
0,5
1197
0,5
1972
1308,0
26
6
5
0,9
1
0,2
11
2,6
39
10
8
0,8
2
0,2
27
8,3
61
11
10
0,9
1
0,1
47
11,1
15 600
83
66
0,8
17
0,2
14 751
2370,4
513
54
47
0,9
7
0,1
225
219,5
17 502
15 259
1795
0,1
13 464
0,9
1834
519,5
50 098,7
88 205
21 600
3400
0,2
18 200
0,8
45 700
Américas
3 827 145
1 222 937
396 793
0,3
826 143
0,7
2 491 288
América Latina
y el Caribe
2 003 052
748 884
188 340
0,3
560 544
0,7
1 876 367
1
Fuente: FAO, FAOSTAT (2012).
Fuente: CEPAL, CEPALSTAT (2012).
3
Áreas protegidas comprende la superficie de las áreas terrestres y marinas protegidas.
2
212
Áreas
protegidas2 y 3
Superficie
forestal1
Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas –CEPAL FAO IICA–
458 195,7
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
Dirección: Av. Dag Hammarskjöld 3477, Vitacura, Santiago de Chile
Central telefónica: (56-2) 2471-2000 - 2210-2000
Facsímile principal: (56-2) 2208-0252
Dirección postal: Casilla 179-D, Santiago de Chile
Código postal: 7630412
Correo electrónico: [email protected]
Sitio web: www.cepal.org
Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura
/kCINA2EGIONALPARA!M¼RICA,ATINAYEL#ARIBE
Av. Dag Hammarskjöld 3241, Vitacura
Santiago, Chile
Tel.: (56-2) 2923-2100
Correo electrónico: [email protected]
Sitio web: www.rlc.fao.org
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
Sede Central
Apdo. postal: 55-2200 San José, Vázquez de Coronado,
San Isidro 11101, Costa Rica
Tel.: (506) 2216-0222
Fax: (506) 2216-0233
Correo electrónico: [email protected]
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