«Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él» (1Jn 4,16) Mosaico: Año MMXI (2011) - Centro de Formación Sodálite de San Bartolo "Id por todo el mundo y proclamad el evangelio’’ (Mc 16, 15ss). Secundando a María en su misión apostólica, caminando hacia el mundo con los ojos fijos en el Señor. Se exhibe en el Centro de Formación Sodálite "Nuestra Señora de Guadalupe" «Pascua del Señor, Pascua; lo digo por tercera vez en honor de la Trinidad; Pascua. Es, para nosotros, la fiesta de las fiestas, la solemnidad de las solemnidades, que es superior a todas las demás, no sólo a las fiestas humanas y terrenales, sino también a las fiestas del mismo Cristo que se celebran en su honor, igual que el sol supera a las estrellas». San Gregorio Nacianceno SEMANA SANTA 2013 «Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él» (1Jn 4,16) Introducción El misterio Pascual que celebramos de manera especial en la Semana Santa es al mismo tiempo un misterio de fe y de amor. Es el misterio central de nuestra fe porque si Cristo no hubiera muerto y resucitado, nuestra fe sería vacía y por lo tanto vacía sería nuestra predicación1 . Y es un misterio de amor porque en la muerte y resurrección del Señor conocemos al amor de Dios llevado hasta el extremo, hasta un punto que el hombre no podía calcular, o incluso imaginar: Dios entrega su Hijo divino dejándolo clavar en una Cruz para que al resucitar restaure la naturaleza humana marcada por el destierro y la muerte. Vemos entonces que en las celebraciones de la Semana Santa la fe y el amor se unen en un solo misterio. En realidad toda la vida del cristiano es una permanente dinámica que va del amor a la fe y de la fe al amor: El amor de Dios, que toma la iniciativa, toca el corazón del hombre y enciende nuestra fe y esa misma fe, en el encuentro con Cristo, suscita el amor, hace que brote la caridad del corazón. Si hoy estamos aquí es porque el amor de Dios ha tocado nuestro corazón y ha logrado traspasar las barreras de nuestra indiferencia, de nuestra autosuficiencia y/o de nuestra ignorancia y ha avivado nuestra fe. Por eso, cada uno de nosotros puede decir como el apóstol San Juan: ‘‘Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él’’ 2 En esta Semana Santa se nos invita a volver a mirar el amor de Dios, un amor que vemos muy patentemente cuando lavó los pies en los apóstoles y cuando nos dejó el gran regalo de la Eucaristía (Jueves Santo), cuando sufrió la Pasión y murió por nosotros en la Cruz (Viernes Santo) y cuando resucitó (Vigilia del 1 2 Ver 1Cor 15,14 1Jn 4,16 6 Introducción Sábado Santo). Contemplamos en estos días este misterio de amor para que nuestra fe aumente y así confiemos y creamos más en el Señor Jesús que respalda con su propia vida lo que predicó y anunció. ‘‘Hemos creído en el amor de Dios: Así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida’’ 3. Creemos en el amor y eso nos identifica como cristianos, porque como expresó Benedicto XVI en su mensaje para la cuaresma: «El cristiano es una persona conquistada por el amor de Cristo y movido por ese amor». La fe y nuestra experiencia nos reafirman que Cristo quiere continuamente conquistar nuestro corazón: «Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguno escucha mi voz y me abre la puerta entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» 4. En esta Semana Santa, en estas celebraciones del misterio Pascual, permitamos que el amor de Dios vuelva a tocar nuestros corazones. «El amor nunca se da por concluido y completado; se transforma en el curso de la vida, madura… y, precisamente por ello, permanece fiel a sí mismo» 5. Deus Caritas est, 1 Ap 3,20. 5 Deus Caritas est, 17. 3 4 Lecturas de las Misas del Triduo Pascual Jueves Santo Misa Crismal Éxodo 12,1-8.11-14 Salmo 115 1 Corintios 11,23-26 Juan 13,1-15 Misa In Coena Domini Éxodo 12,1-8.11-14 Salmo 115,12-13.15-16bc.17-18 1 Corintios 11,23-16 Juan 13,1-15 Viernes Santo Isaías 52,13------53,12 Salmo 30,2.6.12-13.15-16.17.25 Hebreos 4,14-16; 5,7-9 Juan 18,1------19,42 Sábado Santo -Vigilia Pascual Antiguo Testamento Génesis 1,1-2,2; Salmo 103 ó Salmo 32 Génesis 22,1-18; Sal 15 Éxodo 14,15------15,1, Cántico del Éxodo 15,1-18 Isaías 54,5-14; Salmo 29 Isaías 55,1-11; Cántico de Isaías 12,2-6 Baruc 3,9-15.32------4,4; Salmo 18,8-11 Ezequiel 36,16-28; Salmo 41 ó Salmo 50 Nuevo Testamento Romanos 6,3-11; Salmo Aleluyático (Salmo 117) Marcos 16,1-7 Domingo de Resurrección Hechos 10, 34a.37-43 Salmo 117 Colosenses 3,1-4 Juan 20,1-9 8 | Indulgencia Plenaria Indulgencia Plenaria Indulgencia Plenaria para el Santo Triduo Pascual La indulgencia plenaria es la remisión total ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la Redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos. • • Nadie que gane indulgencias puede aplicarlas a otras personas que aún viven, pero las indulgencias pueden aplicarse a los difuntos a manera de sufragio. Durante el santo Triduo Pascual podemos ganar el don de la Indulgencia Plenaria si realizamos algunas de las siguientes obras establecidas por la Santa Sede. ¿Cómo obtenerla dentro del Santo Triduo Pascual? Jueves Santo • • Si durante la solemne reserva del Santísimo Sacramento, que sigue a la Misa de la Cena del Señor, recitamos o cantamos el himno eucarístico del ‘‘Tantum Ergo’’. Si visitamos por espacio de media hora el Santísimo Sacramento reservado en el Monumento para adorarlo. Viernes Santo • • Si el Viernes Santo asistimos piadosamente a la Adoración de la Cruz en la solemne celebración de la Pasión del Señor. Si rezamos el Santo Vía Crucis: ante las estaciones, pasando de una a otra por lo menos quien lo dirige, meditando las escenas si se desea, con alguna oración vocal. Sábado Santo • Si rezamos juntos el Santo Rosario: rezándolo en una iglesia, en un oratorio, en familia, o en comunidad. Es suficiente con rezar y meditar cinco de los misterios del Rosario. Indulgencia Plenaria | 9 Vigilia Pascual • Si asistimos a la celebración de la Vigilia Pascual (Sábado Santo por la noche) y en ella renovamos las promesas de nuestro Santo Bautismo. Condiciones: Para ganar la Indulgencia Plenaria además de haber realizado la obra enriquecida se requiere el cumplimiento de las siguientes condiciones: a. Exclusión de todo afecto hacia cualquier pecado, incluso venial. b. Confesión sacramental, Comunión eucarística y Oración por las intenciones del Sumo Pontífice. Estas tres condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de la ejecución de la obra enriquecida con la Indulgencia Plenaria; pero conviene que la comunión y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice se realicen el mismo día en que se cumple la obra. Es oportuno señalar que con una sola confesión sacramental pueden ganarse varias indulgencias. Conviene, no obstante, que se reciba frecuentemente la gracia del sacramento de la Penitencia, para ahondar en la conversión y en la pureza de corazón. En cambio, con una sola comunión eucarística y una sola oración por las intenciones del Santo Padre sólo se gana una Indulgencia Plenaria. La condición de orar por las intenciones del Sumo Pontífice se cumple si se reza un solo Padrenuestro y Avemaría; pero se concede a cada fiel cristiano la facultad de rezar cualquier otra fórmula, según su piedad y devoción. El culmen de nuestras celebraciones lo constituye la celebración de la Vigilia Pascual. Celebramos con alegría la resurrección del Señor, pues en ella, todos hemos renacido a una vida nueva. Jesús es la Luz del mundo que vence a las tinieblas y que ilumina a todo hombre en esta noche tan dichosa, clara como el día. Contemplamos gozosos las maravillas que ha obrado Dios entre nosotros, y que culminan en la manifestación definitiva del Señor de la Vida, al cual nos hemos incorporado por el Bautismo y nos unimos más íntimamente en la Eucaristía. 10 | Credo Niceno-Constantinopolitano Credo Niceno-Constantinopolitano Creo en un solo Dios; Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. Pater noster | 11 Pater noster Jueves Santo «si no te lavo (los pies) no tienes nada que ver conmigo» (Jn 13,8) Tema: El amor de Cristo hacia nosotros nos une a Él Hoy seremos testigos de dos gestos que muestran el amor del Señor por nosotros: El lavatorio de los pies y la institución de la Eucaristía, sacramento del amor. Los dos momentos se complementan, están íntimamente unidos. Cuando Jesús lava los pies a los discípulos les está explicitando que son su familia. «Ya no os llamo siervos… ahora os llamo amigos» 6. Pero no comprenderlo así lleva a Pedro a decirle al Señor: «De ninguna manera me lavarás los pies tú a mí». Nosotros muchas veces, como Pedro, nos resistimos a que el Señor nos lave los pies. No tenemos experiencia de tanto amor, no terminamos de creer que el Señor pueda ser tan bueno con nosotros. Nos falta fe en el amor de Dios y nos mantenemos aferrados en nuestros hábitos cerrados y defensivos. Pero si Cristo no nos lava los pies no seremos parte de su familia, no seremos sus amigos. «Si no te lavo los pies no tienes nada que ver conmigo» 7. Si dejamos que Cristo nos ame y nos sirva aumentará nuestra fe en él. El amor abre nuestro corazón a la experiencia de fe. Los gestos de amor de Cristo romperán las durezas de nuestro corazón y ello nos ayudará a confiar más en Él y a creer que de verdad nos ama. Debemos convencernos: SOMOS AMIGOS DEL SEÑOR. Somos sus más cercanos gracias al bautismo que nos incorporó a su Cuerpo. No podemos vernos lejanos a Él, como si Él no tuviera parte con nosotros, como si fuéramos ajenos a su amor, a su interés, a su preocupación. ¿Por qué no terminamos de creer que estamos muy cerca de su corazón? La desconfianza nos pone frágiles frente a las dificultades y pruebas que experimentamos en nuestra vida. Solamente convenciéndonos de que el Señor está muy cerca de nosotros podremos caminar firmes y seguros, alegres, con esperanza. Esa cercanía se hará más palpable en la Eucaristía, que Él instituye para estar no sólo a nuestro lado sino dentro de nosotros, haciéndose uno con nosotros. 6 7 Jn 15,15. Jn 13,8. Ilustración: ‘‘The Washing of the Feet’’ Sieger Köder Jueves Santo Al participar en la Eucaristía te unes a la Pasión de Cristo. Al alimentarte con Él, su Cuerpo y su Sangre te dan vida verdadera. LFF La liturgia del Jueves Santo es una invitación a profundizar concretamente en el misterio de la Institución de la Eucaristía, el Sacerdocio y el Mandamiento del Amor. Laudes Invocación D: Señor, abre mis labios. T: Y mi boca proclamará tu alabanza. Himno: No me mueve, mi Dios, para quererte No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido; ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, y, aunque no hubiera infierno, te temiera. No tienes que me dar porque te quiera; pues, aunque cuanto espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera. Amén. 16 Laudes Salmodia Ant. 1 Mira, Señor, y contempla que estoy en peligro, respóndeme en seguida Salmo 79 --- Ven a visitar tu viña Pastor de Israel, escucha, tú que guías a José como a un rebaño; tú que te sientas sobre querubines, resplandece ante Efraín, Benjamín y Manasés; despierta tu poder y ven a salvarnos. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Señor, Dios de los ejércitos, ¿hasta cuándo estarás airado mientras tu pueblo te suplica? Les diste a comer llanto, a beber lágrimas a tragos; nos entregaste a las contiendas de nuestros vecinos, nuestros enemigos se burlan de nosotros. Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste; le preparaste el terreno, y echó raíces hasta llenar el país; su sombra cubría las montañas, y sus pámpanos, los cedros altísimos; extendió sus sarmientos hasta el mar, y sus brotes hasta el Gran Río. ¿Por qué has derribado su cerca para que la saqueen los viandantes, la pisoteen los jabalíes y se la coman las alimañas? Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, Jueves Santo ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó y que tú hiciste vigorosa. La han talado y le han prendido fuego: con un bramido hazlos perecer. Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre. Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Ant. 1 Mira, Señor, y contempla que estoy en peligro, respóndeme en seguida. Ant. 2 Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré. Cántico (Is 12,1-6) --- Acción de gracias del pueblo salvado Te doy gracias, Señor, porque estabas airado contra mí, pero ha cesado tu ira y me has consolado. Él es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. Aquel día, diréis: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso. Tañed para el Señor, que hizo proezas; anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos, habitantes de Sión: «¡Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel!» 17 18 Laudes Ant. 2. Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré. Ant. 3. El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con miel silvestre. Salmo 80 --- Solemne renovación de la Alianza Aclamad a Dios, nuestra fuerza; dad vítores al Dios de Jacob: Acompañad, tocad los panderos, las cítaras templadas y las arpas; tocad las trompetas por la luna nueva, por la luna llena que es nuestra fiesta; Porque es una ley de Israel, un precepto del Dios de Jacob, una norma establecida para José al salir de Egipto. Oigo un lenguaje desconocido: «retiré los hombros de la carga, y sus manos dejaron la espuerta. Clamaste en la aflicción, y te libré, te respondí oculto entre los truenos, te puse a prueba junto a la fuente de Meribá. Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti; ¡ojalá me escuchases, Israel! No tendrás un Dios extraño, no adoraras un dios extranjero; yo soy el Señor Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto; abre tu boca y yo la saciaré. Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer: los entregué a su corazón obstinado, para que anduviesen según sus antojos. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino!: Jueves Santo En un momento humillaría a sus enemigos y volvería mi mano contra sus adversarios; los que aborrecen al Señor te adularían, y su suerte quedaría fijada; te alimentaría con flor de harina, te saciaría con miel silvestre.» Ant. 3. El Señor nos alimentó con flor de harina, nos sació con miel silvestre. Lectura Breve (Hb 2,9b-10) Vemos a Jesús coronado de gloria y de honor por haber padecido la muerte. Así, por amorosa dignación de Dios, gustó la muerte en beneficio de todos. Pues como quisiese Dios, por quien y para quien son todas las cosas, llevar un gran número de hijos a la gloria, convenía ciertamente que perfeccionase por medio del sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación. Responsorio Breve D: Nos has comprado, Señor, por tu sangre. T: Nos has comprado, Señor, por tu sangre. D: De entre toda raza, lengua, pueblo y nación. T: Nos has comprado, Señor, por tu sangre. D: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. T: Nos has comprado, Señor, por tu sangre. Cántico Evangélico Ant. Con verdadero anhelo he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer. Cántico de Zacarías Bendito sea el Señor, Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo; según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. 19 20 Laudes Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Preces Oremos a Cristo, Sacerdote eterno, a quien el Padre ungió con el Espíritu Santo, para que proclamara la redención a los cautivos, y digámosle: Señor, ten piedad. Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así a la gloria, ------conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna. Tú que, elevado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado, ------sana nuestra heridas. Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida, ------haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol. Jueves Santo Tú que, clavado en la cruz perdonaste al ladrón arrepentido, ------perdónanos también a nosotros, pecadores. Como Cristo nos enseñó, pidamos al Padre que perdone nuestros pecado, diciendo: Padre nuestro... Oración Dios nuestro, digno, con toda justicia, de ser amado sobre todas las cosas, derrama sobre nosotros los dones de tu gracia, para que la herencia celestial, que la muerte de tu Hijo nos hace esperar confiadamente, logre ser alcanzada por nosotros en virtud de su resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. D: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. T: Amén. Acto de Consagración ¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo tuyo. Amén. Canto Final: Óyenos Madre ÓYENOS, MADRE DE CRISTO, ÓYENOS, MADRE DE DIOS, ESTA CANCIÓN QUE TUS HIJOS TE DIRIGIMOS CON NUESTRO AMOR. 21 22 Laudes Porque sabemos que con gran amor de Madre cuidas a quienes te invocan de corazón; por eso ahora te entonamos nuestro canto para alabarte y pedir tu intercesión. En esta vida de alegrías y problemas tenemos siempre que luchar con decisión; ayúdanos a combatir con fortaleza para acercarnos más y más a Dios Amor. Tú muy bien sabes que nosotros, pecadores, necesitamos de una Madre como Tú, para alcanzar de nuestro Dios misericordia, y en nuestra vida tener gracia, paz y luz. Apuntes de la charla: El amor de Cristo hacia nosotros nos une a Él Jueves Santo 23 Trabajo Personal «si no te lavo no tienes nada que ver conmigo» (Jn 13,8) I. Preguntas para el diálogo 1. ¿Por qué crees que Pedro no se deja lavar los pies? 2. ¿Con qué excusas (incluso cosas en apariencia buenas) solemos rechazar a Dios en nuestra vida? 3. ¿Qué entiendes por humildad? ¿Por qué es condición para unirnos a Dios? 4. ¿Qué nos dice el ejemplo de Jesús que ‘‘vino a servir y no ser servido’’? 26 Trabajo Personal II. Trabajo de interiorización Inicio: Haz la señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Oración: Señor Jesús, te pido que en este momento de meditación me ayudes a estar en tu presencia. Quiero acompañarte en estos días en los que celebramos tu Pasión, Muerte y Resurrección, días en que diste tu vida por salvar a todas las personas, en que manifiestas tu amor de una manera especial. Ayúdame a profundizar en estos misterios, y que pueda vivir cada día más como lo hiciste Tú, para avanzar por el camino de mi plenitud y felicidad. Amén. Meditación: El Jueves Santo Jesús se reúne con sus discípulos más cercanos, los que han vivido y predicado con El los últimos años de su vida. Jesús va dejando varias enseñanzas, quizás algunas de las que considera más importantes. En la Última Cena Jesús lava los pies de sus discípulos. El, que es Dios, sirve a los demás. Y dice: «Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros» (Jn 13,15). Con toda su vida nos ha dado ejemplo de servicio y entrega. Lee atentamente el siguiente pasaje: «Este es el mandamiento mío: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando» (Jn 15,12-14) 1. ¿Qué es lo que está diciendo Jesús? Imagínate que tienes que explicarle estas palabras a otra persona. Pon en tus palabras lo que Jesús está diciendo (en unas cinco a diez líneas máximo.) 2. Lee de nuevo el texto y medita con profundidad lo que Jesús dice. Imagina que te las dice a ti personalmente: ¿Qué te dicen a ti estas palabras de Jesús? 3. ¿Qué puedes hacer en tu vida para corresponder al amor de a Jesús? En la Última Cena Jesús instituye la Eucaristía. En la hostia está El mismo presente, y nos acompaña siempre. «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed» (Jn 6,35) 1. ¿Cuál es tu actitud ante la Eucaristía? ¿Visitas al Señor en el Santísimo cuando puedes? Visita a las Siete Iglesias - Tradicional 2. Escribe una oración a Jesús, a partir de lo que has reflexionado y meditado en estos momentos. Conclusión: 1. Padre Nuestro 2. Ave María Haz la señal de la Cruz. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Resolución Concreta del Día Jueves Santo A la luz de lo meditado, pongo medios concretos y proporcionados que me permitan despojarme de aquello que me sobra o revestirme de aquello que me falta en mi camino de conformación con el Señor Jesús. Trataré de resolver algo sencillo, fácil de medir y de pronto cumplimiento. Oración Final Monitor: Que la celebración eucarística de este Jueves Santo acreciente en nosotros el deseo de entrar en comunión con el Señor Jesús e ingresar en la dinámica de su amor hasta el extremo. Él puede darnos el agua viva que se convierte en nosotros en un manantial que brota hasta la vida eterna. Sólo Él es la Luz que cura nuestros ojos de la ceguera, como lo hizo con el ciego de nacimiento, para que lo reconozcamos y nos postremos delante de Él. Sólo Él es la Vida que nos despierta de la muerte, como 27 28 lo hizo con su amigo Lázaro, para que creamos en Él y se acreciente nuestra esperanza. Pidámosle a la Madre que nos ayude a disponer nuestra mente y corazón, para vivir intensamente los misterios del Amor de Dios rezando juntos la… Oración del Fiat Santa María, ayúdame a esforzarme según el máximo de mi capacidad y el máximo de mis posibilidades para así responder al Plan de Dios en todas las circunstancias concretas de mi vida. Amén. Monitor: Actividades Litúrgicas en Jueves Santo VISITA A LAS SIETE IGLESIAS Con la Visita al Santísimo en un Monumento por 30’ se puede ganar indulgencia plenaria, cumpliendo las condiciones referidas en la p. 8 La visita a las siete Iglesias es una costumbre muy antigua y popular que consiste en visitar siete capillas o templos cercanos donde esté el Santísimo Sacramento en vigilia el Jueves Santo, luego de la Misa Vespertina de la Cena del Señor. En cada templo, se recuerda el camino de la Pasión del Señor, se hace una oración comunitaria y oración personal. Se puede seguir el siguiente esquema: Indicaciones: o Se sugiere que cada persona tenga su propio folleto, para las oraciones en común. o Se sugiere que en el camino entre Iglesia e Iglesia se vayan rezando, de manera comunitaria, denarios, como símbolo de la compañía de María en este recorrido. Visita a las Siete Iglesias - Tradicional o En el caso de que en la Iglesia hubiesen más personas rezando, se las invita a rezar junto con el grupo o podemos rezar esta oración en grupos más pequeños en la parte de afuera del templo, para no interrumpir la oración de los demás. T: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre… D: Ahora que iniciamos el recorrido de la Pasión de nuestro Reconciliador queremos acudir a Santa María, la Inmaculada Dolorosa, para que nos guíe y acompañe. Que Ella sea nuestra luz en medio de esta noche de dolor y entrega. Que su ternura maternal nos permita descubrir lo purificante del dolor de un Dios que se entrega por nuestra salvación. T: Santa María, ayúdanos a esforzarnos según el máximo de nuestras capacidades y de nuestras posibilidades para recorrer en tu compañía el camino de tu Hijo el Señor Jesús. Que el Espíritu de Vida nos dé la gracia necesaria para profundizar e interiorizar en los misterios de la Pasión del Señor. Que así sea. Amén. Se reza 1 Padre Nuestro; 1 Ave María y 1 Gloria. A. Tradicional Visita 1: El Señor Jesús en el huerto de los olivos D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos. T: Que por tu Pasión y Muerte reconciliaste al mundo. Lectura Lc 22,39-46 «Salió y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos, y los discípulos le siguieron. Llegado al lugar les dijo: ‘Pedid que no caigáis en tentación’. Y se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: ‘Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya’. Entonces se le apareció un ángel venido del cielo que lo confortaba. Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra. Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza; y les dijo: ‘‘¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y orad para que no caigáis en tentación’’». 29 30 Actividades Litúrgicas en Jueves Santo T: Te pedimos Señor Jesús, realmente presente entre nosotros en la Eucaristía, que con tu gracia nos esforcemos al máximo de nuestras capacidades y posibilidades por conocer y cumplir siempre con el Plan amoroso del Padre. Que así sea. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia. Visita 2: El Señor Jesús llevado atado a la casa de Anás D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos. T: Que por tu Pasión y Muerte reconciliaste al mundo. Lectura Jn 18,19-22 «El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y su doctrina. Jesús le respondió: ‘‘He hablado abiertamente ante todo el mundo; he enseñado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he hablado nada a ocultas. ¿Por qué me preguntas? Pregunta a los que me han oído lo que les he hablado; ellos saben lo que he dicho.’’ Apenas dijo esto, uno de los guardias que allí estaba, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ‘‘¿Así contestas al Sumo Sacerdote?’’ Jesús le respondió: ‘‘Si he hablado mal, declara lo que está mal; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?’’» T: Señor Jesús, te adoramos y te damos gracias por el doloroso viaje que hiciste por nuestra reconciliación, cuando después de haber sudado sangre, fuiste aprendido y conducido a la casa de Anás. Te suplicamos nos concedas paciencia y esperanza en todas las adversidades de nuestra vida. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia. Visita 3: Jesús llevado atado a la casa de Caifás D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos. T: Que por tu Pasión y Muerte reconciliaste al mundo. Visita a las Siete Iglesias - Tradicional Lectura Mt 26,63-68 «Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le dijo: ‘‘Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios’’. Dícele Jesús: ‘‘Sí, tú lo has dicho. Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Padre y venir sobre las nubes del cielo.’’ Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: ‘‘¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece?’’, respondieron ellos diciendo: ‘‘Es reo de muerte’’. Entonces se pusieron a escupirle en la cara y a abofetearle; y otros a golpearle, diciendo: ‘‘Adivínanos, Cristo. ¿Quién es el que te ha pegado?’’». T: Postrados ante tu presencia real Señor, queremos una vez más, adorarte y bendecirte por tu entrega generosa. Tú que eres Dios, por sobre abundancia de amor nos has reconciliado. Tú libremente aceptaste el Plan de Dios en tu vida y nos enseñas cómo debemos entregarnos a nuestros hermanos, amando hasta el extremo. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia. Visita 4: Jesús llevado ante Poncio Pilato D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos. T: Que por tu Pasión y Muerte reconciliaste al mundo. Lectura Jn 18,35-37 «Pilato respondió: ‘‘¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?’’ Respondió Jesús: ‘‘Mi Reino no es de éste mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí.’’ Entonces Pilato le dijo: ‘‘¿Luego tú eres Rey?’’ Respondió Jesús: ‘‘Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz’’». T: Te pedimos, oh Dios Eucaristía, que nos concedas la gracia necesaria para dar testimonio de Ti ante el mundo. Tú nos has llamado y convocado para que 31 32 Actividades Litúrgicas en Jueves Santo seamos luz en medio de las tinieblas. Que tu Pasión nos enseñe a encarnar en nuestras vidas el horizonte de la vida cristiana. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia. Visita 5: Jesús llevado ante Herodes D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos. T: Que por tu Pasión y Muerte reconciliaste al mundo. Lectura Lc 23, 8-9; 11 «Cuando Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle, por las cosas que oía de Él, y esperaba presenciar alguna señal que Él hiciera. Le preguntó con mucha palabrería, pero Él no respondió nada. Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de Él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilato». T: Oh Jesús, te adoramos y te damos gracias por tu silencio en este momento de tu Pasión. Tú conoces nuestros corazones, sabes de qué están llenos y miras lo esencial en nosotros. Te pedimos que con este recorrido, en el que nos unimos a tus sufrimientos, purifiques nuestras existencias del pecado y nos permitas optar por el auténtico Amor. Que así sea. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia. Visita 6: Jesús es regresado con Pilato D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos. T: Que por tu Pasión y Muerte reconciliaste al mundo. Lectura Mt 27,22-26 «Díceles Pilato: ‘‘¿Y qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?’’ Y todos a una: ‘‘¡Sea crucificado!’’. ‘‘Pero ¿qué mal ha hecho?’’, preguntó Pilato. Mas ellos seguían gritando con más fuerza: ‘‘Sea crucificado’’. Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente diciendo: ‘‘Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis.’’ Y todo el pueblo respondió ‘‘¡Su sangre sobre nosotros y sobre Visita a las Siete Iglesias - Tradicional nuestros hijos!’’. Entonces les soltó a Barrabás...» T: Señor Jesús, Reconciliador nuestro, te pedimos nos ayudes, con tus sacramentos y tu gracia, a vivir siempre de la Verdad. Que nunca cedamos ante la mentira y el engaño, que son frutos del pecado. Que así sea. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia. Visita 7: Jesús llevado a su Pasión D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos. T: Que por tu Pasión y Muerte reconciliaste al mundo. Lectura Mt 27,27-31 «Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de Él a toda la corte. Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; y, trenzando una corona de espinas se la pusieron sobre su cabeza y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de Él, le hacían burla diciendo: ‘‘¡Salve, Rey de los judíos!’’; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se hubieron burlado de Él, le quitaron el manto, y le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle.» T: Oh Dios Eucaristía, queremos recorrer junto contigo el camino de la salvación. Permítenos, en compañía de Santa María, la Inmaculada Dolorosa, estar de pie junto a la Cruz para gozar de los frutos de la reconciliación. Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Se rezan 3 Glorias. Oración personal en silencio unos momentos. Monición final Al finalizar nuestro recorrido recordemos las palabras del Beato Juan Pablo II: «Caminemos juntos, peregrinos, hacia la Cruz del Señor, pues con ella comienza una nueva era en la historia del hombre. Este es tiempo de gracia, tiempo de salvación. A través de la Cruz el hombre ha podido comprender el sentido de su propia suerte, de su propia existencia sobre la tierra. Ha descubierto cuánto le ha 33 34 Actividades Litúrgicas en Jueves Santo amado Dios. […] Ha aprendido a medir la propia dignidad con el metro de aquel sacrificio que Dios ha ofrecido en su Hijo para la salvación del hombre» 8. T: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. B. Eucarística T: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre… D: Ahora que iniciamos el recorrido de la Pasión de nuestro Reconciliador queremos acudir a Santa María, la Inmaculada Dolorosa, para que nos guíe y acompañe. Que Ella sea nuestra luz en medio de esta noche. Que su ternura maternal nos permita descubrir el misterio de amor de un Dios que se entrega por nuestra salvación. T: Santa María, ayúdanos a esforzarnos según el máximo de nuestras capacidades y de nuestras posibilidades para recorrer en tu compañía el camino de tu Hijo el Señor Jesús. Que el Espíritu de Vida nos dé la gracia necesaria para profundizar e interiorizar en este misterio de Amor. Amén. Se reza 1 Padre Nuestro, 1 Ave María y 1 Gloria. Visita 1: La Institución de la Eucaristía D: Sea por siempre Bendito y Alabado T: Mi Jesús Sacramentado Lectura Mt 26,26-30 «Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel 8 1 Beato Juan Pablo II, Homilía a los obreros de Nowa Huta en el Santuario de la Santa Cruz de Mogila, 8/6/79, n. 1. Visita a las Siete Iglesias - Tradicional en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.» Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.» T: Te pedimos Señor Jesús, que has querido quedarte con nosotros en las especies del pan y del vino, como sacrificio de amor por nuestros pecados, que nosotros también a ejemplo tuyo nos entreguemos generosamente al cumplimiento del Plan de Dios al máximo de nuestras capacidades y posibilidades. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia Visita 2: El Pan de Vida D: Sea por siempre Bendito y Alabado T: Mi Jesús Sacramentado Lectura Jn 6,27-35 «Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.» Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado.» Ellos entonces le dijeron: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: «Pan del cielo les dio a comer.» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.» Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.» Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.» T: Señor Jesús, aquí presentes frente a Ti, verdadero Pan del cielo, concédenos tu gracia para que nunca nos separemos de Ti, y siempre nos alimentemos del verdadero Pan del Cielo que sacia la sed de felicidad que hay en nuestros corazones. Amén Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia 35 36 Actividades Litúrgicas en Jueves Santo Visita 3: Alimento que da la Vida eterna D: Sea por siempre Bendito y Alabado T: Mi Jesús Sacramentado Lectura Jn 6,51-58 «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo .Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.» Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.» T: Postrados ante tu presencia real Señor, queremos una vez más, adorarte y bendecirte por tu entrega generosa. Tú que eres Dios, por sobre abundancia de amor te has quedado con nosotros como alimento que da la vida eterna. Haz que nosotros como agradecidos por tu infinita bondad siempre estemos abiertos a acoger el don que Tú nos das. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia Visita 4: «¿Quién dice la gente que soy Yo?» D: Sea por siempre Bendito y Alabado T: Mi Jesús Sacramentado Lectura Mt 16,13-16 «Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.» Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro Visita a las Siete Iglesias - Tradicional contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.» T: Te pedimos, oh Dios Eucaristía, que nos concedas la gracia necesaria para siempre reconocerte como el Mesías esperado y dar testimonio de Ti ante el mundo. Tú nos has llamado y convocado para que seamos luz en medio de las tinieblas. Que Tú sacrificio de amor nos enseñe a encarnar en nuestras vidas el horizonte de la vida cristiana. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia Visita 5: La Transfiguración D: Sea por siempre Bendito y Alabado T: Mi Jesús Sacramentado Lectura Lc 9,28-35 «Sucedió que unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante, y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías; los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía. Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor. Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle.» T: Oh Jesús, te pedimos que nos ayudes a tener ojos de fe que nos ayuden a reconocer en este sacramento el resplandor de tu divinidad. Y que con nuestra fe fortalecida demos testimonio de ti ante todos los hombres. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia 37 38 Actividades Litúrgicas en Jueves Santo Visita 6: Camino de Emaús D: Sea por siempre Bendito y Alabado T: Mi Jesús Sacramentado Lectura Lc 24,25-32 «El les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas!¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?» Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» T: Señor Jesús, Reconciliador nuestro, te pedimos nos ayudes, a no ceder ante el desánimo, la mentira y el engaño, y todo aquello que pueda nublar nuestro corazón y alejarnos de Ti y que aprendamos a reconocerte en tu palabra y en tus sacramentos. Y que nuestro corazón arda por anunciarte y dar testimonio de tu Amor a todos los hombres. Que así sea. Amén. Se rezan 3 Glorias Oración personal en silencio unos momentos. Luego se continúa a la siguiente iglesia Visita 7: La misión que el Señor nos deja D: Sea por siempre Bendito y Alabado T: Mi Jesús Sacramentado Lectura Mt 28,18-20 «Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» Visita a las Siete Iglesias - Tradicional Meditación Al finalizar nuestro recorrido recordemos las palabras del Santo padre Juan Pablo II: «La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia. Ésta experimenta con alegría cómo se realiza continuamente, en múltiples formas, la promesa del Señor: «He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20); en la sagrada Eucaristía, por la transformación del pan y el vino en el cuerpo y en la sangre del Señor, se alegra de esta presencia con una intensidad única. Desde que, en Pentecostés, la Iglesia, Pueblo de la Nueva Alianza, ha empezado su peregrinación hacia la patria celeste, este divino Sacramento ha marcado sus días, llenándolos de confiada esperanza.» «Del misterio pascual nace la Iglesia. Precisamente por eso la Eucaristía, que es el sacramento por excelencia del misterio pascual, está en el centro de la vida eclesial.» T: Oh Dios Eucaristía, queremos recorrer junto contigo el camino de la salvación. Permítenos, en compañía de Santa María, la Inmaculada Dolorosa, estar siempre junto a Ti para gozar de los frutos de la reconciliación. Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Se rezan 3 Glorias. Oración personal en silencio unos momentos. 39 GUÍA PARA VISITAS AL SANTÍSIMO Visita 1 Con María ante Jesús Hostia Oh, Madre María, puesto humildemente ante la presencia del Señor Jesús Sacramentado, te imploro para que intercedas por mí ante el Altísimo y le pidas que tenga la misericordia de apiadarse de este pequeño siervo y se digne permitirme acercarme con una buena disposición de mente y corazón ante tan magno milagro, y que la luz de la Santa Presencia se haga accesible a mi interior, y que esta visita me haga crecer en la fe, la esperanza y la caridad. Amén. Cita bíblica «Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo». (Jn 16,33) Comentario «Es decir: levantad vuestro corazón, pues no es digno de que los discípulos desfallezcan, habiendo el maestro triunfado sobre sus enemigos». «Él me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas donde me apoyo. Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa». (San Juan Crisóstomo) Oración personal Eleva al Señor los pensamientos y sentimientos que te ha suscitado este momento de oración. Visita a las Siete Iglesias - Tradicional Peticiones Hijo de María, te pido tu gracia para que pueda ser fiel y no traicionarte ante las dificultades. Ayúdame a ser fiel y constante en mis esfuerzos por ser cada vez más santo. Dirígele al Señor todas las demás peticiones que quieras. Acción de gracias Gracias Señor porque descubro que estando contigo, puedo vencer a todo lo que se oponga a mi auténtica felicidad. Amén. Visita 2 Con María ante Jesús Hostia Oh, Madre María, puesto humildemente ante la presencia del Señor Jesús Sacramentado, te imploro para que intercedas por mí ante el Altísimo y le pidas que tenga la misericordia de apiadarse de este pequeño siervo y se digne permitirme acercarme con una buena disposición de mente y corazón ante tan magno milagro, y que la luz de la Santa Presencia se haga accesible a mi interior, y que esta visita me haga crecer en la fe, la esperanza y la caridad. Amén. Cita bíblica Mt 11,28-30 «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera». Comentario «No dice: venid éste y aquél, sino todos; los que están en los cuidados, en las tristezas y en los pecados, no para castigarlos, sino para perdonarles sus pecados: 41 42 Actividades Litúrgicas en Jueves Santo venid, no porque necesite de vuestra gloria, sino porque quiero vuestra salvación. No sólo los descargaré de sus penas, sino que los rebalsaré de un manjar interior». (San Juan Crisóstomo) Oración personal Eleva al Señor los pensamientos y sentimientos que te ha suscitado este momento de oración. Peticiones Tú Señor, que conoces mis alegrías y dolores, te pido que me ayudes descubrirte como la fuente de mi alegría y que me ayudes a llevar bien mis dolores, porque contigo todo lo puedo. Dirígele al Señor todas las demás peticiones que quieras. Acción de gracias Gracias Señor por este momento de oración en el que descubro en lo profundo de mí que Tú siempre escuchas a tus hijos. Amén. Viernes Santo «El hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mt 20,28) Tema: El amor es donación Experimentar la amistad y el amor del Señor por nosotros nos mueve a compartirlo. El amor que he recibido no es sólo para mí sino para compartirlo. No se queda en mí porque se convierte en egoísmo. El amor mismo impulsa a dar, a ser generoso, a no ponerme como el centro de la realidad sino a considerar a los demás como el sentido de mi vida. Vivo para otros, vivo para los demás. Esta es una característica muy cristiana. El cristiano vive para los demás, vive para entregar su propia vida. «El que quiera ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos»9. Servir a los demás es un estilo de vida, es la actitud permanente y ordinaria del cristiano. Nos brota del corazón (o por lo menos debería ser así) servir, ayudar, ser solidarios, compadecernos del sufrimiento ajeno, perdonar, sacrificarnos, ser los últimos en cuanto a comodidades, privilegios, atenciones. Nosotros, como el Señor, no hemos venido a ser servidos sino a servir a todos, a nuestros amigos y a nuestros enemigos, a los que nos quieren y a los que no nos quieren, a los conocidos y a los desconocidos. Quien no esté dispuesto a ello no se puede considerar un buen cristiano, un seguidor fiel del Señor Jesús. Al ver el amor del Señor y creer en Él nos convencemos de que el camino del amor es un camino de plenitud, que darnos a los demás tiene mucho sentido porque le da sentido a mi vida. Por el contrario, el vivir para mí me entrampa en una dinámica de egoísmo-egocentrismo que me hace daño y me va llevando al pecado y a la negación del amor. Pero a veces nos falta fe para creer que donarse es ganar. Existencialmente nos resistimos a creerle al Señor cuando enseña que «el que quiera salvar su vida la perderá pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio la encontrará» 10. Esto lo enseñó el Señor después de anunciarle a los apóstoles que iba a Jerusalén a sufrir mucho, ser matado y resucitar al tercer día 11. La crucifixión del Señor es donación, es obediencia, es generosidad hasta el extremo y nos marca una ruta, un camino de realización personal que exige fe. Exige decir: Yo creo en el amor de Cristo, yo creo que ese es el verdadero amor, yo creo que donándome todos los días ------y sólo donándome------ seré feliz. Recordemos: «Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él». Mt 20,27-28. Mc 8,35. 11 Ver Mc 8,31. 9 10 Acuarela: Ya estoy con el Padre Anónimo Viernes Santo Cuando alguien está en el mar con olas bravías que lo elevan y lo hunden, y ve un madero. Se aferra a él con todas sus fuerzas. ¿Harás tú algo distinto con el madero de la Cruz para surcar las olas de la vida? Si quieres llegar a la playa segura de la plena felicidad, aférrate al madero de la Cruz. LFF Laudes Invocación D: Señor, abre mis labios. T: Y mi boca proclamará tu alabanza. Himno: Brazos rígidos y yertos (se puede cantar en la p.93) Brazos rígidos y yertos, por dos garfios traspasados, que aquí estáis, por mis pecados, para recibirme abiertos, para esperarme clavados. Cuerpo llagado de amores, yo te adoro y yo te sigo; yo, Señor de los señores, quiero partir tus dolores subiendo a la cruz contigo. Quiero en la vida seguirte y por sus caminos irte alabando y bendiciendo, y bendecirte sufriendo y muriendo bendecirte. Que no ame la poquedad de cosas que van y vienen; que adore la austeridad 46 Laudes de estos sentires que tienen sabores de eternidad; que sienta una dulce herida de ansia de amor desmedida; que ame tu ciencia y tu luz; que vaya, en fin, por la vida como tú estás en la cruz: de sangre los pies cubiertos, llagadas de amor las manos, los ojos al mundo muertos y los dos brazos abiertos para todos mis hermanos. Amén. Salmodia Ant. 1. Dios no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros. Salmo 50 Misericordia, Dios mío por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio brillará tu rectitud. Mira, que en la culpa nací, pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. Viernes Santo Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre ¡oh Dios, Dios, Salvador mío!, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen; si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos. Ant. 1: Dios no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros. Ant. 2. Jesucristo nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre. Cántico (Ha 3,2-4.13ª,15-19) ¡Señor, he oído tu fama, me ha impresionado tu obra! En medio de los años, realízala; 47 48 Laudes en medio de los años manifiéstala; en el terremoto acuérdate de la misericordia. El Señor viene de Temán; el Santo, del monte Farán: su resplandor eclipsa el cielo, la tierra se llena de su alabanza; su brillo es como el día, su mano destella velando su poder. Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido; pisas el mar con tus caballos, revolviendo las aguas del océano. Lo escuché y temblaron mis entrañas, al oírlo se estremecieron mis labios; me entró un escalofrío por los huesos, vacilaban mis piernas al andar. Tranquilo espero el día de la angustia que sobreviene al pueblo que nos oprime. Aunque la higuera no echa yemas, las viñas no tienen frutos, aunque el olivo olvida su aceituna y los campos no dan cosechas, aunque se acaban las ovejas del redil y no quedan vacas en el establo, yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios mi Salvador. El Señor soberano es mi fuerza, él me da piernas de gacela y me hace caminar por las alturas. Ant. 2. Jesucristo nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre. Ant. 3. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos; por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Viernes Santo Salmo 147 Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas y ha bendecido a tus hijos dentro de Ti; ha puesto paz en tus fronteras, té sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas; envía una orden y se derriten; sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. Ant. 3. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos; por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Lectura Breve (Is 52,13-15) Mirad: mi siervo tendrá éxito, será enaltecido y ensalzado sobremanera. Y, así como muchos se horrorizaron de él, pues tan desfigurado estaba que ya ni parecía hombre, no tenía ni aspecto humano, así también muchos pueblos se admirarán de él y, a su vista, los reyes enmudecerán de asombro porque verán algo jamás narrado y contemplarán algo inaudito. En lugar del responsorio breve se dice la siguiente antífona: Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Cántico Evangélico Ant. Fijaron encima de su cabeza un letrero indicando el motivo de su condenación: «Este es Jesús, el rey de los judíos.» 49 50 Laudes Cántico de Zacarías Bendito sea el Señor, Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo; según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Preces Adoremos a nuestro Redentor, que por nosotros y por todos los hombres quiso morir y ser sepultado para resucitar de entre los muertos y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros. Viernes Santo Señor y Maestro nuestro, que por nosotros te sometiste incluso a la muerte, ------enséñanos a someternos siempre a la voluntad del Padre. Tú que siendo nuestra vida quisiste morir en la cruz para destruir la muerte y todo su poder, ------haz que contigo sepamos morir también al pecado y resucitemos contigo a vida nueva. Rey nuestro, que como un gusano fuiste el desprecio del pueblo y la vergüenza de la gente, ------haz que tu Iglesia no se acobarde ante la humillación, sino que como tú proclame en toda circunstancia el honor del Padre. Salvador de todos los hombres, que diste tu vida por los hermanos, ------enséñanos a amarlos mutuamente con un amor semejante al tuyo. Tú que al ser elevado en la cruz atrajiste hacia ti a todos los hombres, ------reúne en tu reino a todos los hijos de Dios dispersos por el mundo. Porque la muerte de Cristo nos ha hecho agradables a Dios, nos atrevemos a orar al Padre, diciendo: Padre nuestro... Oración Mira, Señor, con bondad a tu familia santa, por la cual Jesucristo nuestro Señor aceptó el tormento de la cruz, entregándose a sus propios enemigos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. D: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. T: Amén. Acto de Consagración ¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo tuyo. Amén. 51 52 Laudes Oración del Fiat Santa María, ayúdame a esforzarme según el máximo de mi capacidad y el máximo de mis posibilidades para así responder al Plan de Dios en todas las circunstancias concretas de mi vida. Amén. Canto Final: Madre de los creyentes MADRE DE LOS CREYENTES, QUE SIEMPRE FUISTE FIEL, DANOS TU CONFIANZA, DANOS TU FE. (2V) Pasaste por el mundo confiando en las promesas, sintiendo a cada paso el gozo de creer, viviendo cada día la gesta de la fe, guardando la experiencia en lo hondo de tu ser. La fe por el desierto andando con José, la fe cuando en las bodas Jesús se hizo esperar, la fe al encontrarlo cargando con la Cruz, la fe sobre el Calvario, al borde de acabar. Guardaste bajo llave las penas y batallas, formándose el misterio al pie del corazón. Viviendo la Pasión de amor inagotable la historia se escribía de reconciliación. Viernes Santo Apuntes de la charla: El amor es donación 53 Trabajo Personal «El hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mt 20,28) I. Preguntas para el diálogo 1. El Señor Jesús pudo salvarnos de muchas maneras. ¿Por qué murió por nosotros? 2. ¿Qué significa que el amor es donación? ¿Cómo entender que al dar algo, estoy también recibiendo? 3. ¿Cómo vivo la donación en mi vida cotidiana? ¿Qué obstáculos encuentro para vivirla? 4. Hay muchas personas buenas que dan con generosidad, pero no creen en Dios. ¿Por qué necesito a Dios? Viernes Santo II. Trabajo de interiorización Inicio: Haz la señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Oración: Señor Jesús, te pido que en este momento de meditación me ayudes a estar en tu presencia. Señor mío, en este día que celebramos tu Pasión recordamos tu muerte en la Cruz. Tú diste tu vida por toda la humanidad, la diste por mí también. Ayúdame a profundizar en este misterio que tanto ilumina la vida de todo cristiano, y que pueda yo ser cada vez más como Tú, comprendiendo que el amor es donación, Introducción: Al morir el Señor Jesús en la Cruz, nos dejó un camino espiritual a recorrer. El Viernes el Señor Jesús, obedeciendo el Plan del Padre, da su vida por nosotros. El Gólgota es el centro de la Caridad, el lugar en donde el Señor Jesús nos ama hasta el extremo y cumple el Plan del Padre. En Jesús el amor se vuelve donación, y nos señala que si queremos amar de verdad, tenemos también que entregarnos a Él y a los demás. No hay verdadero amor sin entrega y donación. Meditación: Lee atentamente las palabras que Jesús le había dicho a sus discípulos: «Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: ‘‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?» (Mc 8,34-36) 1. ¿Cómo te iluminan estas palabras para entender que el amor es donación? «Tomaron, pues, a Jesús, y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota, y allí le crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio» (Jn 19,16-18) 2. ¿Qué significa para ti que Jesús haya muerto en la Cruz? 3. ¿Qué sientes ante la muerte de Jesús en la Cruz? En el relato de la Pasión podemos ver distintas actitudes ante el Señor Jesús. Por ejemplo: La indiferencia: Pilato, por ejemplo, que se lava las manos ante la condena de Jesús, y lo condena sabiendo que es inocente. 55 56 Trabajo Personal La poca exigencia y el miedo: Los discípulos, sus amigos más cercanos. Saben quién es Jesús, pero se quedan dormidos en el Huerto de los Olivos cuando Jesús los necesita, y luego lo abandonan en la Cruz por miedo. Quieren seguir a Jesús, pero no son constantes en su decisión. La burla: Está personificada por los soldados y fariseos: «Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: ‘‘Tu que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo! (…) Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él’’». El egoísmo: En Judas, por ejemplo. Judas se busca solo a sí mismo. No es capaz de darse cuenta del amor de Dios por él. Está cegado por el egoísmo, y solo ve su propio bien y planes personales, sin abrirse a Dios ni a los demás. La valentía y el amor: Santa María y el Apóstol Juan. Acompañan a Jesús en todo momento, a pesar del miedo y el posible sufrimiento. No se dejan llevar por el miedo o la indiferencia, y responden con generosidad a Jesús. 4. ¿Cuál es tu actitud frente a la Pasión y Muerte de Cristo en la Cruz? (puede ser alguna de las de arriba, u otras). 5. ¿Qué obstáculos ves en ti para responderle mejor al amor que Jesús manifiesta en la Cruz? San Pablo nos dice en los Hechos de los Apóstoles: «Mayor felicidad hay en dar que en recibir» (Hech 20,35). Asimismo, la Iglesia enseña que el hombre, la «única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás» (Gaudium et spes, 24). 6. ¿Por qué crees que San Pablo dice que hay mayor felicidad en dar que en recibir? 7. ¿Cómo ilumina esta verdad tu vida diaria? ¿Qué actos sencillos de donación (tiempo, dones personales, bienes) puede realizar? 8. Escribe una oración al Señor Jesús a partir de lo meditado. Conclusión: 1. Padre Nuestro 2. Ave María Haz la señal de la Cruz. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Viernes Santo Resolución Concreta del Día Viernes Santo A la luz de lo meditado, pongo medios concretos y proporcionados que me permitan despojarme de aquello que me sobra o revestirme de aquello que me falta en mi camino de conformación con el Señor Jesús. Trataré de resolver algo sencillo, fácil de medir y de pronto cumplimiento. Oración Final Monitor: Este Viernes Santo no es día de llanto ni de luto, sino de amorosa y gozosa contemplación del sacrificio redentor del que brotó la salvación. Cristo no es un vencido sino un vencedor, que consuma su ofrenda, que libera y reconcilia, por eso nuestra alegría. Que la contemplación de la Cruz y el ejemplo de nuestra Madre, nos permitan vivir intensamente los misterios de la pasión y muerte del Señor Jesús, teniendo nuestra mirada puesta en la resurrección. Terminamos rezando: Oh Virgen Santísima, Madre de Dios, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, míranos clemente en esta hora. Virgen fiel, ruega por nosotros. Enséñanos a creer como has creído tu. Haz que nuestra fe en Dios, en Cristo, en la Iglesia, sea siempre límpida, serena, valiente, fuerte, generosa. Madre digna de amor. 57 58 Trabajo Personal Madre del Amor Hermoso, ¡ruega por nosotros! Enséñanos a amar a Dios y a nuestros hermanos como les amaste tú; haz que nuestro amor a los demás sea siempre paciente, benigno, respetuoso. Causa de nuestra alegría, ¡ruega por nosotros! Enséñanos a saber captar, en la fe, la paradoja de la alegría cristiana, que nace y florece en el dolor, en la renuncia, en la unión con tu Hijo crucificado: ¡haz que nuestra alegría sea siempre auténtica y plena para podérsela comunicar a todos! Amén Monitor: Actividades Litúrgicas en Viernes Santo Las 7 palabras del Señor Jesús en la Cruz 1ª Palabra: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34) 2ª Palabra: «En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc 23,43) 3ª Palabra: «Mujer, ahí tienes a tu hijo; hijo, ahí tienes a tu madre» (Jn 19,26-27) 4ª Palabra: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» 5ª Palabra: «Tengo sed» 6ª Palabra: «Todo está cumplido» 7ª Palabra: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» (Mc 15,34; ver Mt 27,46) (Jn 19,28) (Jn 19,30) (Lc 23,46) 60 Actividades Litúrgicas en Viernes Santo VÍA CRUCIS Meditaciones del P. Daniel Cardó. Se puede ganar indulgencia plenaria si rezamos el Vía Crucis: ante las estaciones, pasando de una a otra por lo menos quien lo dirige, meditando las escenas si se desea, con alguna oración vocal, además de cumplir las condiciones referidas en la p. 8. T: Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre… Oración inicial Oh, Señor, que abrazando tu Cruz con amor la cargaste por mí y en ella te ofreciste para reconciliarme, obtenme un corazón piadoso y puro para poder contemplar el misterio de tu dolor y acoger tu infinito amor en mi vida. Amén. 1ª estación: Jesús es condenado a muerte Mi dulce Jesús, en tu manso y humilde corazón la misericordia besa la justicia y la vence. Hoy, la crueldad y la cobardía se unen para juzgar ese inocente corazón. Hoy, veo con tristeza la crueldad de mis pecados y la cobardía de mi tibieza. Hoy, yo te condeno, Jesús. Tu veredicto es el que me corresponde. Como manso cordero que es sacrificado en sustitución del pecado, hoy Tú mueres sustituyendo mi lugar en el castigo. Tu condena a muerte es el veredicto que me da la vida. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 2ª estación: Jesús carga con la cruz Nadie te obliga a cargar tu cruz, Señor. Nadie te fuerza. En ella ves el terrible dolor que te espera, pero también ves con ansia la ilusión de salvarnos. ¡Y para eso has venido! Por eso nadie te obliga, sino que Tú abrazas y besas la cruz en la que sufrirás, porque en ella me rescatarás. ¡Que sepa yo también abrazar mi cruz con al menos un poco de tu amor! ¡Que sepa ver yo también en ella a mi única esperanza! ¡Que aprenda de Ti a cargarla siempre como señal de la victoria que me espera! D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Viernes Santo Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 3ª estación: Jesús cae por primera vez Oh buen Jesús, caes. El que siempre fue fuerte hoy cae aplastado por la debilidad humana. ¡Qué duro peso te golpeó el corazón, Señor! ¡Qué cruz pesada te forjaron mis caídas! ¡Y hoy ese peso te hace caer, a Ti, mi Señor y mi Dios! Hoy se siente con crueldad el peso del mal; hoy el silencio de tu caída me confunde. ¿Es que el peso de mis pecados y de los demás te vence? ¿Es que la cruz es derrota y no victoria? No. Tú, Señor, caes, para acercarte aún más a mí, caído en el lodo de mi pecado. Hoy veo al amor hacer lo impensable: buscarme en el suelo, caído como yo, para limpiarme desde su pureza de todas mis caídas. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 4ª estación: Jesús encuentra a su madre Hasta ahora, Señor, te habías quedado solo. En el huerto tus amigos durmieron y el sudor de tu sangre cayó en la más absoluta soledad. Sólo podía consolarte tu Madre, pero Ella no debía estar allí. Ahora, su amor no soporta. Ella te busca para consolarte, para estar contigo. No podía hacer mucho. ¡Cuánto hubiera querido soportar ella el peso de tu Cruz! Pero sabe que no puede hacerlo y por eso te acompaña. Camina contigo tu dolorosa vía y cuando puede te encuentra. ¿Cómo habrá sido esa mirada silenciosa de amor? ¿Qué palabras o pensamientos los habrán unido en ese encuentro? Misterio de la compasión que desgarra mi pobre corazón. Misterio del consuelo y de la ternura infinita que los dos corazones que más han amado comparten como aliento para seguir cargando con sus cruces. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 5ª estación: Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar la cruz Has caído, Señor y necesitas ayuda. El Cireneo venía del campo y no esperaba encontrarse con la cruz. Tu amor le salió al encuentro y aunque quizá no lo quiso al inicio, supo ayudarte con el terrible peso que cargabas. Señor, yo muchas veces no quiero cargar mi cruz. Muchas veces viniendo del campo de mi vida trato de 61 62 Actividades Litúrgicas en Viernes Santo huir, buscando otros caminos, rechazando mi cruz. ¡Cuántas veces la veo como un mal! Pero hoy el Cireneo me enseña a verla como un regalo. ¿Qué don más hermoso podría soñar que la oportunidad de abrazarte y ayudarte a cargar tu cruz? ¿Habrá manera de estar más íntimamente unido a Ti? Ayúdame, Señor, a acoger con alegría la cruz que cada día me regalas. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 6ª estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús Jesús, ¿cómo podrá ayudarte tanta gente que te quiere? La Verónica lo hizo con su tierno servicio. Ella salió a tu encuentro y limpió tu ensangrentado rostro, y Tú premiaste su amor, dejando tu amoroso rostro grabado en su lienzo. ¿Cómo podré servirte hoy, Señor? ¿Cómo te ayudaré a cargar mejor tu cruz en este viernes santo continuo que vivimos? ¿Qué lienzo limpiará mejor tu sangre que un corazón puro y un amor valiente? Ayúdame a servirte, Jesús, sobre todo en quienes reflejas tu rostro sufriente. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 7ª estación: Jesús cae por segunda vez Dios mío, de nuevo caes. Otra vez quieres acercarte a mi corazón caído. Otra vez tomas mi lugar. Jesús, ¿hasta dónde llegará tu amor? ¿Será que mi tibieza y mi bajeza son más fuertes que tus fuerzas? ¿Será que ya no podré hallar fuerzas en quien sólo podría levantarme, estando Él caído como yo? ¿Cuál es mi destino, si todos yacemos bajo el triste peso del pecado? Caes de nuevo, Señor y el peso de mis culpas te oprime… y yo estoy sobre tu cruz. Pero Tú caes de nuevo, Señor, para enseñarme a levantarme en cada una de mis caídas, como Tú lo hiciste… fuerte en tu debilidad, victorioso en tu dolor. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria Viernes Santo 8ª estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén Oh Señor, varón de dolores, todo el dolor del mundo traspasa hoy tu corazón. Y aun desde tu dolor sacas consuelo para los que lloran. Esas mujeres piadosas que lloraban por verte sufrir hallan alivio para sus lágrimas en tu corazón doliente. Esa hoguera de amor me consuela también en mis quebrantos, seca mis lágrimas con su ternura. Y me invitas, Señor, a llorar por mí y por los que vendrán. ¡Señor! ¡Debo llorar por mí! Sin Ti, mi llanto sería infecundo, un puro dolor sin amor. Pero tu consuelo fecunda el suelo que mis lágrimas riegan, y crece la esperanza de que tu amor me dará vida. Gracias Señor por tu consuelo; lava siempre mis lágrimas con las tuyas. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 9ª estación: Jesús cae por tercera vez ¿Quién podrá comprender tu amor, Señor? ¿Cómo responder a tanto sacrificio? Caes, Señor, ya son tres veces. Tres caídas, tres heridas. Tres traiciones, tres negaciones. ¿Y Tú, Señor? ¿Qué haces caído por tercera vez? Tres caídas, tres amores. Tres Personas que me salvan. Tres ejemplos que me animan. Tres dolores que me curan. Jesús, cayendo como yo, redimes mis caídas, y ellas son ahora ocasión de amarte más, de renovarte mi amor por tres veces, si tres veces vuelvo a caer. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 10ª estación: Jesús es despojado de sus vestiduras Oh Jesús, no te basta con caer conmigo. Quieres participar también de mi vergüenza. Despojado de tu túnica inconsútil, quedas desnudo. Como desnudo estaré yo ante el Padre. Pobre, vacío, sin nada que me oculte, como me oculto a veces. Estoy hoy ante Ti, Señor maltratado, Señor buscado, Señor humillado. Estoy ante Ti, desnudo de mis apariencias, de rodillas ante tu dolor. Ante Ti, despojado de toda vestidura que me aleja de Ti y de mí, me uno a tu corazón herido. Ayúdame con tu amor a darte un poco de consuelo. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 63 64 Actividades Litúrgicas en Viernes Santo 11ª estación: Jesús, clavado en la Cruz El dolor y el cansancio no te impiden subir Tú mismo a tu cruz. La ilusión de salvarme sigue viva en tu corazón: ‘‘¡En esa cruz te rescataré! ¡Qué ansias por beber este amargo cáliz! ¡Al fin, mis hermanos, reconciliados con mi Padre! ¡Al fin, nuevas todas las cosas!’’ Por eso subes Tú mismo a tu cruz y ofreces tus manos y pies para ser clavados. ¡Ah, Señor, qué dolor oír esos clavos al penetrar tu santo cuerpo! ¡Qué pena saber que son mis manos las que deberían estar allí, y ver que son mis manos las que te clavan! ¿Qué puedo hacer hoy, Señor, para ponerme en mi lugar? Toma mis manos, Jesús, toma mis pies. Son tuyos, y te los presto, para que estén en su lugar. Mi lugar es la cruz; mi salario los clavos. Déjame una cruz vacía, para unirme enteramente a Ti, y que los clavos del amor me hagan fiel para siempre. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 12ª estación: Jesús muere en la Cruz Ya todo está cumplido. Ya el dolor alcanzó el extremo, porque el amor llegó al extremo. Tú pasaste haciendo el bien. Ya perdonaste, amaste, curaste. Ya nos dejaste a tu Madre. Y al fin, entregas ahora tu espíritu a tu Padre. Nuevamente el extremo del amor se dilata en tu dulce corazón traspasado: te unes a nosotros hasta en la oscuridad de nuestra muerte. Llega la hora del silencio de Dios. Llega la hora definitiva. Dios muere, por mí. Por mi culpa, para mí, en mi lugar. Por mí; todo esto por mí. Te unes a mi muerte, para que nunca más esté solo, para que siempre pueda estar contigo. En mi vida y en mi muerte, estaré contigo, Señor. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 13ª estación: Bajan a Jesús de la cruz y lo entregan a su Madre Señor, muerto y desecho te bajan de la cruz y entregan tu cuerpo a tu Madre. Al fin puedes descansar en los brazos maternales que tantas veces te cargaron y consolaron. Llega la hora de la piedad, la hora de la esperanza. Madre dolorosa, también Tú puedes ahora descansar cargando a tu Hijo. Ya no sufrirá más, si está Viernes Santo en tus brazos. Con Él, esperarás que venza a la muerte para siempre. Es la hora del silencio. Toma mi corazón en tus brazos, Madre buena. Cárgame cuando la muerte del pecado aceche mi vida. En tus brazos nada podrá pasarme. En tus manos estaré seguro y confiado. Cerca de tu corazón no temeré más a la muerte. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria 14ª estación: El cuerpo de Jesús es puesto en el sepulcro Esperaré en Ti, Señor, pase lo que pase. En mi silencio y en mi noche velaré junto a Ti. Como algunos supieron cuidar de tu cuerpo y guardar tu reposo en el sepulcro, yo, luego de haberte acompañado en tu dolorosa vía, te juro caminar siempre contigo. Renuevo hoy mi fidelidad y mi amor por Ti, Jesús, que lo has dado todo por mí. Cuidaré de tu cuerpo, que es la Iglesia. Me uniré a tu Cuerpo en la comunión. Esperaré junto a Ti, Señor, en la alegría y el dolor, el día sin ocaso en el que por fin veré tu rostro, en el que espero encontrarme contigo y descansar a tu lado por toda la eternidad, junto con María y todos los santos. Esperaré el abrazo paterno y el consuelo del Espíritu. Esperaré ese día feliz en que veré tu rostro, limpio para siempre; en que tu mirada de hermano con amor me reciba; y en que tu beso en mi frente colme mi espera y abra paso al amor eterno. D: Te adoramos, Señor, y te bendecimos T: Porque por tu Santa Cruz reconciliaste al mundo. Se reza 1 Padrenuestro, 1 Ave María y 1 Gloria Oración final Señor Jesús, concédeme la fuerza para poder corresponder con amor en mi vida al amor que llevaste hasta el extremo en la cruz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. T: En el nombre del Padre… 65 Sábado Santo «Aunque se retiren los montes y vacilen las colinas, no se retirará de ti mi misericordia -dice el Señor, que te quiere-» (Is 54,10) Tema: Aunque nos falte fe, el Señor no aparta de nosotros su amor El sábado santo es un día de ausencia. El Señor ya no está entre nosotros, ha muerto. La ausencia de Dios hace tambalear nuestra fe como tambaleó la fe de los apóstoles. En nuestra vida cotidiana eso nos sucede con frecuencia, especialmente cuando las dificultades de la vida nos dan la sensación de que el Señor no está con nosotros, no nos está protegiendo. Brota con nosotros la pregunta del salmista: ¿Es que el Señor me está rechazando y ya no volverá a favorecerme? ¿Se ha agotado ya su misericordia, se ha terminado su promesa? ¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad? 12 Pero la verdad es que la misericordia del Señor nunca se retira de nosotros. «Aunque se retiren los montes y vacilen las colinas, no se retirará de ti mi misericordia ---dice el Señor, que te quiere»13. El Señor se ha ido pero preparó cuidadosamente el camino para que los apóstoles comprendieran que eso debía suceder. Su ausencia era necesaria: «Es necesario que yo me vaya porque si no me voy no vendrá a vosotros el Paráclito» 14, el defensor, el consolador: el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el testigo de la misericordia de Dios que nunca nos abandona. Él es la presencia de Dios permanentemente entre nosotros. Él es el garante de que Dios está en nuestros corazones. Si hemos conocido el amor de Dios y hemos creído en Él, nuestra fe no debe tambalear en los momentos difíciles. Por el contrario, estos momentos son ocasión de fortalecer nuestra fe en Dios que nunca nos abandona y que ha prometido: «Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo» 15. Hoy en la noche el poder de Dios se manifestará radiante cuando seamos testigos de la Resurrección del Señor en la Vigilia Pascual. Allí nuestra fe se fortalecerá cuando veamos que Dios cumple sus promesas, que Dios no se ha ido para siempre, que no nos ha abandonado, que no se ha agotado su misericordia. Está vivo entre nosotros y seguirá vivo por toda la eternidad. «Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo, no está aquí ha resucitado» 16. Mosaico: Año MMX (2010) - Centro de Formación Sodálite de San Bartolo Sal 76. Is 54,10. 14 Jn 16,7. 15 Mt 28,20. 16 Lc 24,5-6. 12 13 Cristo Resucitado. Con blanca bandera de cruz encarnada, símbolo de paz por su pasión y muerte, victorioso vence a la muerte y viene a nuestro encuentro. Se exhibe en los velatorios de la Iglesia ‘‘Nuestra Señora de la Reconciliación’’ Vigilia Pascual María creyó, tuvo fe, fue fiel a pesar de cuanto desafiaba los sentidos y la misma razón; fue fiel y en su fidelidad vivió ejemplarmente la esperanza y no fue defraudada. María de la Fe, de la Esperanza, es María de la Unidad. LFF Durante el Sábado Santo la Iglesia acompaña a María en oración esperando la Resurrección del Señor. Es el día del silencio. El altar está despojado. El sagrario, abierto y vacío. Es día para contemplar con María guardando todas estas cosas en nuestros corazones. Laudes Invocación D: Señor, abre mis labios. T: Y mi boca proclamará tu alabanza. Himno Venid al huerto, perfumes, enjugad la blanca sábana: en el tálamo nupcial el Rey descansa. Muertos de negros sepulcros, venid a la tumba santa: la Vida espera dormida, la Iglesia aguarda. Llegad al jardín, creyentes, tened en silencio el alma: ya empiezan a ver los justos la noche clara. Oh dolientes de la tierra, verted aquí vuestras lágrimas; 70 Laudes en la gloria de este cuerpo serán bañadas. Salve, cuerpo cobijado bajo las divinas alas, salve, casa del Espíritu, nuestra morada. Amén. Salmodia Ant. 1. Harán llanto como llanto por el hijo único, porque siendo inocente fue muerto el Señor. Salmo 63 Escucha ¡oh Dios!, la voz de mi lamento, protege mi vida del terrible enemigo, escóndeme de la conjura de los perversos y del motín de los malhechores: afilan sus lenguas como espadas y disparan como flechas palabras venenosas, para herir a escondidas al inocente, para herirlo por sorpresa y sin riesgo. Se animan al delito, calculan cómo esconder trampas, y dicen: ‘‘¿Quién lo descubrirá?’’ Inventan maldades y ocultan sus intenciones, porque su mente y su corazón no tienen fondo. Pero Dios los acribilla a flechazos, por sorpresa los cubre de heridas; su misma lengua los lleva a la ruina, y los que lo ven menean la cabeza. Todo el mundo se atemoriza, proclama la obra de Dios y medita sus acciones. El justo se alegra con el Señor, se refugia en él, y se felicitan los rectos de corazón. Sábado Santo Ant. 1: Harán llanto como llanto por el hijo único, porque siendo inocente fue muerto el Señor. Ant. 2. Líbrame, Señor, de las puertas del abismo. Cántico (Is 38,10-14. 17-20) Yo pensé: ‘‘En medio de mis días tengo que marchar hacia las puertas del abismo; me privan del resto de mis años.’’ Yo pensé: ‘‘Ya no veré más al Señor en la tierra de los vivos, ya no miraré a los hombres entre los habitantes del mundo. Levantan y enrollan mi vida, como una tienda de pastores Como un tejedor devanaba yo mi vida, y me cortan la trama.’’ Día y noche me estás acabando, sollozo hasta el amanecer. Me quiebran los huesos como un león, día y noche me estás acabando. Estoy piando como una golondrina, gimo como una paloma. Mis ojos mirando al cielo se consumen: ¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí! Me has curado, me has hecho revivir, la amargura se me volvió paz cuando tuviste mi alma ante la tumba vacía y volviste la espalda a todos mis pecados. El abismo no te da gracias, ni la muerte te alaba, ni esperan en tu fidelidad los que bajan a la fosa. Los vivos, los vivos son quienes de alaba: como yo ahora. El Padre enseña a sus hijos tu fidelidad. 71 72 Laudes Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas todos nuestros días en la casa del Señor. Ant. 2. Líbrame, Señor, de las puertas del abismo. Ant. 3. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos; por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Salmo 150 Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas, alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Ant. 3. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos; por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Lectura Breve (Os 6, 1-3ª) Esto dice el Señor: En su aflicción me buscarán, diciendo: ‘‘Volvamos al Señor, Él, que nos despedazó, nos sanará; él, que nos hirió, nos vendará. En dos días nos sanará, y al tercero nos levantará, y viviremos en su presencia.’’ Responsorio Breve Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz; por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el ‘‘Nombre-sobre-todo-nombre’’. Cántico Evangélico Ant. Salvador del mundo, sálvanos, tú que con tu cruz y con tu sangre nos redimiste, socórrenos, Dios nuestro. Sábado Santo Cántico de Zacarías Bendito sea el Señor, Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo; según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Preces Adoremos a nuestro Redentor, que por nosotros y por todos los hombres quiso morir y ser sepultado, para resucitar de entre los muertos, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros. 73 74 Laudes Oh Señor, que junto a tu cruz y a tu sepulcro tuviste a tu Madre dolorosa que participó en tu aflicción, ------haz que tu pueblo sepa también participar en tu pasión. Señor Jesús, que como grano de trigo caíste en la tierra para morir y dar con ello fruto abundante, ------haz que también nosotros sepamos morir al pecado y vivir para Dios va. Oh Pastor de la Iglesia, que quisiste ocultarte en el sepulcro para dar la vida a los hombres, ------haz que nosotros sepamos también vivir escondidos contigo en Dios. Nuevo Adán, que quisiste baja al reino de la muerte, para librar a cuantos, desde el origen del mundo, estaban encarcelados, ------haz que todos los hombres, muertos al pecado, escuchen tu voz y vivan. Cristo, Hijo de Dios vivo, que has querido que por el bautismo fuéramos sepultados contigo en la muerte, ------haz que siguiéndote a ti caminemos también nosotros en novedad de vida. Movidos por el espíritu filial que Cristo nos mereció con su muerte, digamos al Padre: Padre nuestro... Oración Dios todopoderoso, cuyo unigénito descendió al lugar de los muertos y salió victorioso del sepulcro, te pedimos que concedas a todos tus fieles, sepultados con Cristo por el bautismo, resucitar también con Él a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. D: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. T: Amén. Acto de Consagración ¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégeme como hijo tuyo. Amén. Sábado Santo Oración del Fiat Santa María, ayúdame a esforzarme según el máximo de mi capacidad y el máximo de mis posibilidades para así responder al Plan de Dios en todas las circunstancias concretas de mi vida. Amén. Canto Final: Virgen Fiel Sin Ti ver no podría lo más profundo de mi Señor ni adherirme ni conformarme, ni secundarte en tu misión. El Hijo en Ti se hizo carne y por tu «Sí» nos reconcilió; auxíliame en mi combate para acoger tan grande don. SALVE SANTA MARÍA INMACULADA DEL DOLOR, VIRGEN FIEL TODA TU VIDA, MAESTRA DEL AMOR. TU ARDIENTE CORAZÓN A TU HIJO ME REMITE. MADRE SANTA, MADRE HUMILDE, CÚBREME CON TU MANTO PROTECTOR. (2V) El dolor bien conociste, como el anciano advirtió: «una espada estará en tu alma»; bajo el madero se cumplió. Y allí, Bienaventurada, te llamaron Madre nuestra. Madre mía Inmaculada, guíame a la reconciliación. Apuntes de la charla: El Señor no aparta de nosotros su amor 75 76 Laudes Trabajo Personal «Aunque se retiren los montes y vacilen las colinas, no se retirará de ti mi misericordia -dice el Señor, que te quiere-» (Is 54,10) I. Preguntas para el diálogo 1. ¿Qué entendemos por fe? ¿Descubrimos qué nos falta? 2. El Señor no aparta de nosotros su amor. ¿Cómo descubrimos esto en nuestra vida? 3. ¿Cómo es nuestra relación con la Virgen María? ¿Por qué el Señor Jesús, estando en la Cruz, la señala como Madre nuestra? 4. ¿Qué podemos aprender de Santa María para ser mejores en nuestra vida cotidiana? 78 Trabajo Personal 5. ¿Qué nos dice la Resurrección del Señor Jesús para nuestra vida diaria? II. Trabajo de interiorización Inicio: Haz la señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Oración: Señor Jesús, te pido que en este momento de oración me ayudes a estar en tu presencia. Tú diste tu vida por nosotros. Me amaste hasta el extremo, y moriste en la Cruz por amor a mí. Sin embargo, muchas veces no soy consciente de tu amor, y no te respondo como puedo. Pero tu muerte tiene un sentido positivo. Tu Resurrección es triunfo sobre el pecado y la muerte, y me recuerda que si camino contigo, avanzaré por el camino de mi felicidad. Ayúdame a profundizar en este misterio, y enséñame a acoger mejor tus enseñanzas para avanzar, en compañía de Santa María, por el camino de la santidad. Introducción: Hoy, Sábado Santo, también conocido como sábado de Esperanza, esperamos junto a Santa María la Resurrección del Señor Jesús. Nosotros sabemos que hoy por la noche, en la gran celebración de la Vigilia Pascual, el Señor Jesús resucitará, venciendo la muerte y el pecado, trayéndonos la Reconciliación. La muerte de Jesús en la Cruz nos abre el camino de la salvación. Nos abre el camino de la libertad, para vivir una vida auténtica, plena y feliz. Nos recuerda también qué es lo esencial en nuestras vidas: el amor a Dios y a quienes nos rodean. Meditación: Lee con atención: «En la aflicción y la dificultad, no estamos solos; la familia no está sola: Jesús está presente con su amor, la sostiene con su gracia y le da la fuerza para seguir adelante, para afrontar los sacrificios y superar todo obstáculo. Y es a este amor de Cristo al que debemos acudir cuando las vicisitudes humanas y las dificultades amenazan con herir la unidad de nuestra vida y de la familia. El misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo alienta a seguir adelante con esperanza: la estación del dolor y de la prueba, si la vivimos con Cristo, con fe en él, encierra ya Sábado Santo la luz de la resurrección, la vida nueva del mundo resucitado, la pascua de cada hombre que cree en su Palabra» (Benedicto XVI). El Señor Jesús nos ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). Ante este gesto de amor: 1. ¿Qué tanto busco mantenerme en presencia de Dios durante mis acciones? ¿Coopero con la gracia que Él me da a través de los sacramentos? ¿Qué voy hacer para poner al servicio de la misión mis dones y capacidades, con la conciencia que Él me acompaña todos los días de mi vida? Meditación: Lee atentamente los siguientes pasajes: «Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: ‘‘Mujer, ahí tienes a tu hijo’’. Luego dice al discípulo: ‘‘Ahí tienes a tu madre’’. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa» (Jn 19, 25-27). 1. ¿Quién es Santa María? ¿Por qué es importante? 2. ¿Cómo es su presencia en tu vida cristiana? 3. ¿Qué podrías hacer para que Ella esté más presente en tu vida? Reflexión final: A partir de lo reflexionado en estos días, ¿qué vas a cambiar en ti? ¿Qué puedes hacer para vivir una vida cristiana más intensa y responder con más generosidad al amor de Dios por ti? Conclusión: 1. Ten un momento de oración libre, pidiéndole a Dios te ayude a vivir todo lo reflexionado en estos días. 2. Padre Nuestro 3. Ave María Haz la señal de la Cruz. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 79 80 Trabajo Personal Resoluciones Concretas del Triduo Pascual Escoge objetivos y medios tangibles, en un período determinado, que puedas evaluar. Hoy se puede ganar indulgencia plenaria si rezamos juntos el SANTO ROSARIO: rezándolo en una iglesia, en un oratorio, en familia, o en comunidad, además de cumplir con las condiciones referidas en la p. 8. Sábado Santo Cantos para la Jornada SALVE, SALVE: SALVE, SALVE, CANTABAN, MARÍA QUE MÁS PURA QUE TÚ SÓLO DIOS; Y EN EL CIELO UNA VOZ REPETÍA: MÁS QUE TÚ, SÓLO DIOS, SÓLO DIOS. 1. Con torrentes de luz que te inundan, los arcángeles besan tus pies; las estrellas tu frente circundan, y hasta Dios complacido te ve. 2. Pues llamándote pura y sin mancha, de rodillas los mundos están, y tu espíritu arroba y ensancha tanta fe, tanto amor, tanto afán. 3. ¡Ay!, bendito el Señor, que en la tierra pura y limpia te pudo formar, como forma el diamante la sierra, como cuaja las perlas el mar. MARÍA, TÚ ERES MI MADRE MARÍA, TÚ ERES MI MADRE; MARÍA, TÚ ERES MI AMOR. MARÍA, MADRE MÍA, YO TE DOY MI CORAZÓN. (2v) 1. María, cuyo nombre es música más suave que el cántico del ave y que del agua el son. Tu nombre sea fuente do beba el alma mía y halle la alegría mi pobre corazón. 81 82 Trabajo Personal 2. María, cuyo nombre es fuente de pureza que lava la torpeza del frágil corazón. Tu nombre sea el agua que el mío purifique de cuanta en él radique maligna inclinación. PUREZA INMACULADA 1. Pureza inmaculada, espejo del Señor, ¡oh gran canal de gracia, unida al Redentor! Belleza sin mancilla, encanto virginal, Tú eres la alegría, la gloria del mortal. CELEBREMOS A MARÍA, CONCEBIDA SIN PECADO Y ADOREMOS A SU HIJO JESÚS, NUESTRO SEÑOR 2. Dichosa por los siglos los pueblos te dirán: Tú fuiste de Dios vivo la aurora celestial. Infunde en nuestro pecho, la fuerza de tu amor. Feliz Madre del Verbo, custodia del Señor. MIS DOS MAMÁS 1. Tengo en casa a mi mamá, pero mis mamás son dos: Sábado Santo en el Cielo está la Virgen, que es también mamá de Dios. LAS DOS ME QUIEREN A MÍ, LAS DOS ME ENTREGAN SU AMOR, A LAS DOS LAS BUSCO Y LAS LLAMO Y A LAS DOS LAS QUIERO YO. 2. Cuando llamo a mi mamá, ella viene sin tardar. Mi Mamá del Cielo viene si me acuerdo de rezar. Monitor: 83 Cancionero O Salutaris Hostia O salutaris Hostia, Quae caeli pandis ostium: Bella premunt hostilia, Da robur, fer auxilium. Oh Víctima Salvadora, que nos abres la puerta del cielo: nos aprietan las guerras enemigas danos fuerza, tráenos tu auxilio. Uni trinoque Domino Sit sempiterna gloria, Qui vitam sine termino Nobis donet in patria. Amen. Al Dios uno y trino Sea por siempre la gloria. Que Él nos regale vida eterna En la patria celestial. Amén Pange Lingua Semana Santa en Familia 85 86 Cancionero Tantum Ergo Con el canto del Tantum ergo se puede ganar indulgencia plenaria, cumpliendo con las condiciones indicadas en la p.8. Adoro te Devote Adoro te devote, latens Deitas, Quæ sub his figuris vere latitas; Tibi se cor meum totum subjicit, Quia te contemplans totum deficit. Visus, tactus, gustus in te fallitur, Sed auditu solo tuto creditur. Credo quidquid dixit Dei Filius; Nil hoc verbo veritátis verius. In cruce latebat sola Deitas, Semana Santa en Familia At hic latet simul et Humanitas, Ambo tamen credens atque confitens, Peto quod petivit latro pœnitens. Plagas, sicut Thomas, non intueor: Deum tamen meum te confiteor. Fac me tibi semper magis credere, In te spem habere, te diligere. O memoriale mortis Domini! Panis vivus, vitam præstans homini! Præsta meæ menti de te vívere, Et te illi semper dulce sapere. Pie Pelicane, Jesu Domine, Me immundum munda tuo sanguine: Cujus una stilla salvum facere Totum mundum quit ab omni scelere. Jesu, quem velatum nunc aspicio, Oro, fiat illud quod tam sitio: Ut te revelata cernens facie, Visu sim beátus tuæ gloriæ. Amen Adoremus in Aeternum Adoremus in aeternum sanctissimum Sacramentum. Adoremus... Laudate Dominum omnes gentes: laudate eum omnes populi. Quoniam confirmata est super nos misericordia ejus: et veritas Domini manet in aeternum. Gloria Patri, Filio, et Spiritui Sancto: Sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saecula sæculorum. Amen. Adoremus... Oh buen Jesús Jesús, que ves mi nada y mi pecado, ¡Oh buen Jesús! Yo creo firmemente prepara Tú mi pobre corazón. (2v) que por mi bien estás en el altar, que das tu Cuerpo y Sangre juntamente Espero en Ti, piadoso Jesús mío; al alma fiel en celestial manjar. (2v) oigo tu voz que dice: "Ven a mí"; porque eres fiel, por eso en Ti confío; Recuerdo fiel de la Pasión de Cristo, todo, Señor, lo espero yo de Ti. (2v) de su morir, fiel prolongación se ofrece aquí el mismo sacrificio ¡Oh buen Pastor amable y fino amante, que en el Calvario ofreció Jesús. (2v) mi corazón se abrasa en santo ardor; Muerto en la Cruz, ocultas Señor nuestro, si te olvidé, hoy juro que constante el resplandor de tu divinidad he de vivir tan sólo de tu amor. (2v) y en el altar velas tu Sangre y Cuerpo, Señor Jesús, piadoso Hijo santo, bajo apariencia de sencillo pan. (2v) que con María nos das un gran amor. Hermanos tuyos, hijos de María, Indigno soy, confieso avergonzado, de recibir la Santa Comunión; nos ha querido tener siempre así. (2v) 87 88 Cancionero Bendito seas, celestial Modelo, que con tu vida muestras el amor a una Madre dulce y compasiva, que nos regala con su corazón. (2v) Dulce maná y celestial comida, gozo y salud de quien te come bien; ven sin tardar, mi Dios, mi luz, mi vida, desciende a mí, hasta mi pecho, ven.(2v) Cantemos al amor de los amores Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, ¡Dios está aquí! ¡Venid, adoradores: adoremos a Cristo Redentor! ¡GLORIA A CRISTO JESÚS! ¡CIELOS Y TIERRA, BENDECID AL SEÑOR! ¡HONOR Y GLORIA A TI, REY DE LA GLORIA! ¡AMOR POR SIEMPRE A TI, DIOS DEL AMOR! Por nuestro amor oculta en el Sagrario su gloria y esplendor; para nuestro bien se queda en el santuario esperando al justo y pecador. ¡Oh gran prodigio del amor divino! ¡Milagro sin igual! Prenda de amistad, banquete peregrino, do se come el Cordero celestial. ¡Jesús piadoso Rey de las victorias, a tí loor sin fin! ¡Canten tu poder, autor de nuestras glorias, cielo y tierra hasta el último confín! Tu nombre ensalzamos y alabamos, con toda nuestra voz. ¡Rey de Majestad, por siempre te aclamamos, oh Señor de los hombres, Cristo Dios! Semana Santa en Familia Hermano Jesús Hermano Jesús, a ti te canto, porque en tu mirar humano y divino brillan las estrellas de nuestro destino y se agota el manantial donde brota el llanto. Hermano del alma, compañero, ya tu corazón palpita en nuestras almas: rompe, pues, la falsedad de aquella calma, que empantana esperanzas en el desierto. LUCHAREMOS CONTIGO HASTA LA MUERTE, AMIGO: SANGRE DE NUESTRO TRIGO QUE EL VIENTO LLEVARÁ. HERMANOS DE LA TIERRA, PASÓ EL TIEMPO DE TREGUA, LEVANTEMOS BANDERAS QUE EN EL PECHO ONDEARÁN. Hermano yo creo que tus huellas, desgarraron de la culpa las cadenas y grabaron hondas marcas en las venas de esos hombres que arrebatarán las estrellas. Y tu Madre forjadora de hombres, trazará senderos hasta el infinito; donde quedarán con nuestra sangre escritos, el trabajo y el sudor de seguirte siempre. LUCHAREMOS CONTIGO… EL PAN DE NUESTRAS MANOS, EL AMOR QUE CANTAMOS ES TIERRA QUE GANAMOS A LA FURIA DEL MAL. 89 90 Cancionero Porque Anochece Ya Porque anochece ya y se nubla el camino, porque temo perder las huellas que he seguido, no me dejes tan solo y quédate conmigo. NO ME OCULTES TU ROSTRO, SEÑOR, ILUMINA MI POBRE CORAZÓN; NO ME DEJES CAER EN TENTACIÓN HAZ QUE REINE EN MI ALMA EL AMOR PORQUE DE BARRO SOY YO. (2v) Porque he sido rebelde, dejando tus caminos; porque escogí yo solo la muerte y el abismo: perdóname, Señor, y quédate conmigo. Porque ardo en sed de Ti y en hambre de tu trigo, ven, siéntate a mi mesa, dígnate ser mi amigo, que aprisa cae la noche. Quédate ya conmigo. Señor mío y Dios mío QUE ANSÍE YO SIEMPRE TU ROSTRO CON ARDOR, DAME FUERZAS PARA LA BÚSQUEDA SEÑOR, TÚ QUE HICISTE QUE TE ENCONTRARA, TÚ QUE ME HAS DADO ESPERANZAS DE CONOCERTE MEJOR. Señor y Dios mío, mi única esperanza, óyeme para que no sucumba al desaliento y deje de buscarte. Ante Ti estoy firme y débil, Señor. Sáname de todos mis pecados y confirma mi firmeza. La paz, Señor, ya llegó a mi corazón; no he sido yo, ha sido tu bondad la que sin mirar mis pecados me dio tu gracia y con ella tu paz. Semana Santa en Familia ¿Quién nos separará...? ¿QUIÉN NOS SEPARARÁ, QUIÉN NOS SEPARARÁ DEL AMOR DE DIOS? (2v). 1. ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que resucitó, el que a la derecha del Padre, intercede por nosotros? 2. ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez? Si en todo vencemos por Aquel que nos amó. 3. Si seguros estamos, que ni la muerte ni la vida, ni lo presente ni lo futuro, ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna, nos podrá separar de Dios; nos podrá separar, nos podrá separar del Amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús. Sacramento del Amor 1. Víspera de tu Pasión, / llega la hora de partir, pleno tu amor crece sin fin, / para entregar tu cuerpo y tu sangre en la Cruz. En la mesa del Altar, / el sacrificio del amor. Tu corazón viene a entregar, / para mi bien, tu cuerpo en forma de Pan. A TU ALTAR, DE RODILLAS MI SEÑOR, MI CORAZÓN VIENE A BEBER DEL MISTERIO DE TU AMOR. AL PARTIR EN LA MESA ESTE MANJAR, EL MEMORIAL DE TU PASIÓN SE ACTUALIZA DE VERDAD (2v). 2. Víctima de salvación, / en sacrificio redentor nos unes hoy para comer / este manjar que la vida eterna nos da. Al gozar en comunión / somos un cuerpo en torno a Ti, nació tu Iglesia, Eterno Dios, / del manantial que de tu costado brotó. A TU ALTAR, DE RODILLAS MI SEÑOR. . . 91 92 Cancionero CORAZÓN QUE RENDIDO POR AMOR DESDE LA CRUZ DAS EL PERDÓN A ESTE POBRE PECADOR. BUEN JESÚS, EN LA MESA DEL ALTAR QUIERO ENTREGARME EN OBLACIÓN: HOSTIA VIVA PARA DIOS (2v) Dulce Jesús 1. Buen Jesús, ¡Oh, dulce Cordero!, vengo ante Ti con fervor, de rodillas me presento para pedirte perdón y adherirme a tu corazón. CORDERO PASCUAL, QUE DAS TU VIDA EN HUMILDE PAN, TEN PIEDAD Y ACOGE MI DOLOR Y ALEGRÍA. ES, SEÑOR JESÚS, TU SANGRE FUERZA EN EL CAMINAR. DIOS, YO CREO, PERO ACRECIENTA MI FE. 2. Buen Jesús, Señor de la Vida, dame la luz interior que ilumine tu presencia en mi pobre corazón, renovándolo con tu amor. RECONCILIADOR, NOS DAS TU VIDA, VIDA INMORTAL. YO TE ENTREGO MIS ESFUERZOS COMO UNA OFRENDA. RENUEVA EL ARDOR DE ESTE SODÁLITE VIADOR. DIOS, YO CREO, PERO ACRECIENTA MI FE. 3. Madre Santa, Virgen María, por tu fiel intercesión, nos obtienes de este encuentro conformarnos con Jesús, como Tú al pie de su Cruz. CORDERO PASCUAL, QUE DAS TU VIDA EN HUMILDE PAN, TEN PIEDAD Y ACOGE MI DOLOR Y ALEGRÍA. ES, SEÑOR JESÚS, TU SANGRE FUERZA EN EL CAMINAR. DIOS, YO CREO, PERO ACRECIENTA MI FE. (2v) Semana Santa en Familia Salmo 15: El Señor, mi lote y mi heredad 1. Protégeme Señor que me refugio en Ti, yo digo al Señor, Tú eres mi bien. Los dioses de la tierra no me alegrarán, sólo Tú eres mi amor y mi esperanza. Multiplican los dioses extraños; yo nunca los alabaré, ni sus nombres voy a invocar. EL SEÑOR ES MI LOTE Y MI HEREDAD, MI SUERTE PONGO EN SUS MANOS. UN LOTE HERMOSO ME HA TOCADO. ¡QUÉ HERMOSA QUE ES MI HEREDAD! 2. Bendeciré al Señor, pues siempre me aconseja de noche me instruye internamente. Tengo todo el día presente al Señor, con Él a mi diestra avanzaré. Por eso se me alegra el corazón, y se gozan todas mis entrañas. A la muerte no me entregarás. ME ENSEÑARÁS EL SENDERO DE LA VIDA, ME SACIARÁS DE GOZO EN TU PRESENCIA, DE ALEGRÍA PERPETUA A TU DERECHA, CONFIADO EN TU AMOR TE SEGUIRÉ. Brazos rígidos y yertos 1. Brazos rígidos y yertos / por dos clavos traspasados, que aquí estáis, por mis pecados, / para recibirme abiertos, para esperarme clavados. Cuerpo llagado de amores, / yo te adoro, yo te sigo, yo, Señor de los señores, / quiero partir tus dolores, subiendo a la Cruz contigo. UNA CRUZ ESTA VACÍA / ESPERANDO AL LLAMADO. ¿QUIÉN VENDRÁ A PONER SU ALMA, SU CORAZÓN TRASPASADO? ¿QUIÉN MI VOZ HA ESCUCHADO? 93 94 Cancionero 2. Quiero en la vida seguirte / y por sus caminos irte alabando y bendiciendo, / y bendecirte sufriendo, y muriendo bendecirte. Que no ame la poquedad / de cosas que van y vienen; que adore la austeridad / de estos sentires que tienen sabores de eternidad. 3. Que sienta una dulce herida / de ansia de amor desmedida; que ame tu ciencia y tu luz; / que vaya, en fin, por la vida como Tú estás en la Cruz: de sangre los pies cubiertos, / llagadas de amor las manos, los ojos al mundo muertos / y los dos brazos abiertos para todos mis hermanos. ¡Victoria! Tú reinarás ¡VICTORIA! TÚ REINARÁS. ¡OH CRUZ! TÚ NOS SALVARÁS. 1. El Verbo en Ti clavado muriendo nos rescató; de Ti, madero santo, nos viene la redención. 2. Extiende por el mundo tu reino de salvación, oh Cruz, fecunda fuente de vida y bendición. 3. Impere sobre el odio tu reino de caridad. Alcancen las naciones el gozo de la unidad. 4. Aumenta en nuestras almas tu reino de santidad; el río de la gracia apague la iniquidad. 5. La gloria por los siglos a Cristo libertador. Su Cruz nos lleve al cielo, la tierra de promisión. El mismo Dios 1. Lo he traicionado y entregado a los malvados, lo he coronado con espinas puntiagudas, yo he atravesado con la lanza su costado, lo he clavado en un madero y aún me ama. FUE EL MISMO DIOS, QUIEN DIO SU VIDA EN UN MADERO POR AMOR. FUE EL MISMO DIOS, Semana Santa en Familia QUIEN DERRAMÓ SU SANGRE PARA DARME VIDA. FUE EL MISMO DIOS, QUIEN ACEPTÓ MORIR ATRAVESADO Y DESGARRADO POR LOS CLAVOS. FUE EL MISMO DIOS. QUIEN ME HA SALVADO DEL PECADO Y DE LA MUERTE. FUE EL MISMO DIOS. 2. Me ha entregado a su Madre con amor, me ha lavado con amor los pies llagados, Él me ha curado las heridas del pecado, me ha amado desde antes que naciera. 3. Me ha enseñado cómo seguirlo y amarlo, me ha llamado para una gran misión, Él me ha escogido para ser un apóstol, para anunciarlo con mi vida hasta la muerte. Con el Señor PERDIDO ESTUVO MI CORAZÓN SIN ENCONTRAR EL CAMINO EN LOS CAMINOS, SOLO YO TRISTE ANDUVE SIN TI SIN LA ESPERANZA, SIN LA VERDAD. (2v) 1. Estaba ciego, no te veía, no había luz aunque era mediodía. Sin el Señor, sin el amor, la vida es muerte y la muerte temor. DESCUBRÍ QUE EN MENTIRA VIVÍ, QUE SI VIVÍA, PORQUE TÚ ME AMABAS, QUE NO PODÍA COMPRENDERLO TODO, QUE SÓLO TÚ ERES LA VERDAD. (2v) 2. Y ahora contigo en el camino, sé que es difícil, yo no lo olvido. Señor, Tú sabes, que aún soy débil, Tú eres mi fuerza, con tu gracia viviré. 95 96 Cancionero Bendito el Rey Crucificado ¡BENDITO EL REY CRUCIFICADO, EL REY DE REYES INMORTAL! (2v) 1. ¡Qué hermoso el Rey en la batalla! / Iba vestido de verdad, y era su espada de conquista / el fuerte amor que vence al mal. ¡Qué hermosa aquella estirpe suya, / desde el divino manantial! Es Rey de la casa de David, / nacido en cuna virginal. 2. Murió en la Cruz ajusticiado / por rey del pueblo de Abraham. ¡Éste es el Rey del universo!; / si Dios lo ha escrito, escrito está. Rey que iluminas las conciencias, / Rey vencedor de Satanás, sobre las ruinas del pecado / Tú solo creas vida y paz. Pueblo mío PUEBLO MÍO, ¿QUÉ TE HE HECHO?, ¿EN QUÉ TE HE OFENDIDO? RESPÓNDEME. (2v) 1. Yo te saqué de Egipto y por cuarenta años te guié en el desierto; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. 2. Yo te libré del mar, te di a beber el agua que manaba de la roca; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. 3. Yo te llevé a tu tierra, por ti vencí a los reyes de los pueblos cananeos; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. 4. Yo te hice poderoso, estando Yo a tu lado derroté a los enemigos; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. 5. Te di a comer maná, te puse en una tierra que da frutos abundantes; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. 6. Yo perdoné tus culpas, y tú me condujiste ante el juicio de Pilato; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. Semana Santa en Familia 7. Hermosa viña eras, y amarga te volviste a mi sed como vinagre; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. 8. Por ti vencí a Egipto, e ingrato me entregaste a los sumos sacerdotes; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. 9. Abrí el mar por ti, y tú con una lanza mi costado atravesaste; tú hiciste una Cruz para tu Salvador. A la hora de nona POR NUESTRO AMOR MURIÓ EL SEÑOR, EN LA CRUZ MURIÓ EL SEÑOR. ÉL NOS MANDÓ DAR LA VIDA COMO HERMANOS EN SEÑAL DE AMOR. S: Planearon su muerte en silencio; azuzaron con gritos al pueblo y en un leño colgaron su cuerpo a la hora de nona, a la hora de nona el Señor... el Señor murió, el Señor murió. S: Es la hora de nona en mi pueblo, las sirenas de alarma han sonado y mi pueblo se queda dormido, y mi hermano llora, y mi hermano muere, y el clamor de su voz no nos duele, y mi hermano muere. S: Es la hora de nona en la tierra, es la hora del hambre y la muerte, es la hora del odio y la guerra, es la hora de nona, cuando sufre mi pueblo, cuando crece el dolor y el engaño, cuando falta el amor. 97 98 Cancionero Por el dolor creyente 1. Por el dolor creyente que brota del pecado, por no haberte querido de todo corazón, por haberte, Dios mío, tantas veces negado, con súplicas te pido de rodillas perdón. CONCÉDEME UN ALMA LAVADA POR TU AGUA, UN CORAZÓN TAN PURO COMO EL QUE TRASPASADO ME HA RECONCILIADO Y DADO EL AMOR. 2. Por haberte perdido, por no haberte encontrado, porque es como un desierto nevado mi oración, porque es como una hiedra sobre el árbol cortado el recuerdo que brota cargado de ilusión. 3. Porque es como la hiedra, permite que te abrace, primero amargamente, lleno de amor después, y que a ti, viejo tronco poco a poco me enlace, y que mi vieja sombra se derrame a tus pies. Tu Cruz adoramos, Señor TU CRUZ ADORAMOS, SEÑOR, Y TU SANTA RESURRECCIÓN GLORIFICAMOS, GLORIFICAMOS. S: Por el madero... T: Por el madero ha venido la alegría al mundo entero, al mundo entero. TU CRUZ ADORAMOS... S: El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros, ilumine su rostro sobre nosotros. TU CRUZ ADORAMOS... S: Por el madero... T: Por el madero ha venido la alegría al mundo entero, al mundo entero. TU CRUZ ADORAMOS... Semana Santa en Familia Brille la Cruz 1. Brille la Cruz del Verbo, luminosa, brille como la carne Sacratísima, de aquel Jesús nacido de la Virgen, que en la gloria del Padre vive y brilla. Gemía Adán doliente y conturbado, amargas lágrimas Eva vertía; brillen sus rostros por la Cruz gloriosa, Cruz que se enciende cuando el Verbo expira. LAS BANDERAS REALES SE ADELANTAN Y LA CRUZ MISTERIOSA EN ELLAS BRILLA: LA CRUZ EN QUE LA VIDA SUFRIÓ MUERTE Y EN QUE, SUFRIENDO MUERTE, MURIENDO NOS DIO VIDA. 2. Salve, Cruz de cerros y caminos, junto al enfermo suave medicina, regio trono de Cristo en las familias Cruz de la fe, ¡oh, Cruz bendita! Reine el Señor, el Rey crucificado, levantando la Cruz donde moría; nuestros enfermos ojos buscan luz, nuestros labios el río de la vida. 3. Dichosa Cruz que con tus brazos firmes en que estuvo colgado nuestro precio, fuiste balanza para el cuerpo santo que arrebató su presa a los infiernos. Te adoramos, ¡oh, Cruz!, que fabricamos pecadores con manos deicidas, te adoramos ornato del Señor, eres prenda de nuestra eterna dicha. Abiertos los brazos 1. Abiertos los brazos pegados al árbol, la sangre corría de Dios que moría, sentía apretarse el dolor como dardo, clavado en la cruz y su amor que lucía. 99 100 Cancionero Vinagre le dieron y dulce miraba, desprecio mostraban y amor devolvía sus ropas jugaban, la vida les daba, inerte pendía y ya nada lo ataba. AL VERLO CLAVADO Y EN GOZO DOLIENTE, QUEBRADO EN TODO, ENTERO EN LA ESENCIA, LA MADRE VIVÍA AFLICCIÓN IMPALPABLE, REGADA POR RÍOS DE VIDA Y PRESENCIA. 2. El día lloraba la escena imposible, Jesús ofreciendo su vida en rescate por todos aquellos que son miserables, los hombres que habían dejado a su Padre. La hora ha llegado y la muerte con ella, el Señor ya se muere, la vida se aleja pero la esperanza ya brota con fuerza, la luz infinita brilla en las tinieblas. SI TÚ POR VENTURA MIL CRUCES RECIBES ABRAZA ESA SUERTE DE MALES BENDITOS. TE ACERCAN A AQUEL QUE HABITÓ ENTRE LOS HOMBRES, AQUEL QUE MURIÓ POR LLEVARNOS AL CIELO. EN LA CRUZ DE MADERA JESÚS NOS RECUERDA SU ESTAR CON NOSOTROS PERPETUA TERNURA. ESTARÁS CON NOSOTROS ASÍ HAYAN TORMENTAS, SEÑOR DE LAS FIDELIDADES ETERNAS. Es Cristo el Señor 1. ¿Quién es éste que viene / recién atardecido, cubierto por su sangre / como varón que pisa los racimos? ESTE ES CRISTO EL SEÑOR, CONVOCADO A LA MUERTE, GLORIFICADO EN LA RESURRECCIÓN. (2v) 2. ¿Quién es éste que vuelve / glorioso y malherido y, a precio de su muerte, / compra la paz y libra a los cautivos? 3. Se durmió con los muertos / y reina entre los vivos; no le venció el abismo / porque el Señor sostuvo a su Elegido. Semana Santa en Familia 4. Anunciad a los pueblos / qué habéis visto y oído; aclamad al que viene / como la paz, bajo un clamor de olivos. Madre Dolorosa 1. Tiembla la tierra y llora, ha muerto el Redentor; junto a la Cruz, Señora, mueres en tu dolor. Hondo pesar fecundo, grande como el amor, todo el dolor del mundo llora en tu corazón. 2. Si la semilla muere, nace una nueva flor; vuestro dolor florece, Madre, en la redención. Sobre tu alma herida brota la flor mejor, muerte que da la vida en la resurrección. 3. Ya no te quedas sola, sola junto a la Cruz, Madre, nuestra Señora, hoy nos has dado a luz. Ya no te quedas sola, sola junto a la Cruz, somos también ahora hijos como Jesús. Madre nuestra 1. María Inmaculada, Madre de mi Esperanza tu «Fiat» permitió, que en el mundo se encarne Dios. De tu seno nació, con nosotros se quedó, por eso en Ti ponemos, toda nuestra confianza; Madre guíanos por la reconciliación. Madre, eres fortaleza de mi corazón, nunca me abandones en la duda y el temor. Con valor, con verdad, con firmeza, con amor, como Tú, digo yo «fiat» al Señor. 2. Madre dolorosa, María Virgen Fiel, atravesó una espada tu amoroso corazón. Tu vida fue constante alegría y dolor. Cristo crucificado murió por mis pecados y fue al pie de la Cruz donde nos diste a luz. Madre buena, acércame al Reconciliador ten piedad de mí que soy un pobre pecador. En las penas y alegrías, en el gozo y el dolor, como Tú, digo yo «fiat» al Señor. 101 102 Cancionero 3. «Madre, éste es tu hijo; hijo, Ella es tu Madre» fueron las palabras de Cristo en el madero. Él mismo te confió llevarnos hacia Dios; de nuevo estás sufriendo los dolores de parto hasta ver en nosotros al Señor conformado. Madre, enséñame a ser apóstol del Señor para secundarte con amor en tu misión de anunciar, de actuar, de vivir como Jesús. Como Tú, digo yo «fiat» al Señor. Virgen Fiel 1. Sin Ti ver no podría lo más profundo de mi Señor ni adherirme ni conformarme, ni secundarte en tu misión. El Hijo en Ti se hizo carne y por tu «Sí» nos reconcilió; auxíliame en mi combate para acoger tan grande don. SALVE SANTA MARÍA INMACULADA DEL DOLOR, VIRGEN FIEL TODA TU VIDA, MAESTRA DEL AMOR. TU ARDIENTE CORAZÓN A TU HIJO ME REMITE. MADRE SANTA, MADRE HUMILDE, CÚBREME CON TU MANTO PROTECTOR. (2v) 2. El dolor bien conociste, como el anciano advirtió: «una espada estará en tu alma»; bajo el madero se cumplió. Y allí, Bienaventurada, te llamaron Madre nuestra. Madre mía Inmaculada, guíame a la reconciliación. ¿ Dónde está, muerte, tu victoria? ¿DÓNDE ESTÁ, MUERTE, TU VICTORIA? ¿DÓNDE ESTÁ, MUERTE, TU AGUIJÓN? TODO ES DESTELLO DE SU GLORIA, CLARA LUZ, RESURRECCIÓN. 1. Fiesta es la lucha terminada, vida es la muerte del Señor, día, la noche engalanada, gloria eterna de su amor. Fuente perenne de la vida, luz siempre viva de su don, Cristo es ya vida siempre unida a toda vida en aflicción. Semana Santa en Familia 2. Cuando la noche se avecina, noche del hombre y su ilusión, Cristo es ya luz que lo ilumina, sol de su vida y corazón. Demos al Padre la alabanza por Jesucristo, Hijo y Señor; denos su Espíritu esperanza viva y eterna de su amor. Cantando la esperanza NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRA ESPERANZA ESTÁ PUESTA EN JESÚS Y CON MARÍA EL NUEVO DÍA CELEBRAMOS HOY. (2v) 1. Es la Fe fortaleza, rompe todas las tristezas. Siempre firme la Esperanza, no se agota, no se cansa. 2. Y el más grande, el Amor, trae perdón, trae a Dios. Madre de la Esperanza 1. A la Madre que sufrió dolor, hoy alegre la vemos, Señor, contemplando con tierno amor, el misterio Reconciliador. Hoy María cantas junto a Dios, pues tus hijos hoy libres ya son. En la tierra ya reina la luz al pecado la vida venció. 2. Hoy victoria podemos cantar las cadenas rotas ya están, Madre mía acabó la prisión alegría, aleluya al Señor. Pues por mí el Señor resucitó, Madre mía de mi corazón que yo nunca me aleje de Ti, siempre mire tu rostro de amor. 3. Quiero que este himno triunfal cante la alegría pascual, que la Virgen comparte hoy la que con esperanza vivió. Y esta Madre me enseña a ser fiel en momentos de tribulación. La alegría nunca la dejó ni su fe en las promesas de Dios. 4. Vives la alegría-dolor conservando en tu corazón, experiencias del amor de Dios que llenaron tu vida de luz. Con ternura y amor maternal nos conduces al Señor Jesús, por la senda de amorización que nos lleva hacia la plenitud. (2v) 103 Regina Caeli Reina del Cielo REINA DEL CIELO ALÉGRATE, ALÉGRATE, MARÍA, PORQUE EL SEÑOR RESUCITÓ, ALELUYA. 1. Después del sufrimiento gozando está glorioso, aleluya. 2. Ya que con Él sufriste, con Él reinando gozas, aleluya. Semana Santa en Familia Salve Regina S: Ora pro nobis, Sancta Dei Genetrix. T: Ut digni efficiamur promisionibus Christi. Amen. 105 Apéndice El Triduo Pascual La Iglesia celebra, durante la Semana Santa, los grandes misterios de la reconciliación de los hombres. La conmemoración del Misterio Pascual se inicia propiamente con la Misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo, y se prolonga durante el llamado Triduo Pascual, que culmina la víspera del Domingo de Resurrección. Las celebraciones litúrgicas de estos días nos ayudan a celebrar los acontecimientos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús. Son liturgias llenas de simbolismo y contenido, que nos permiten acompañar al Señor y celebrar su victoria sobre el pecado y la muerte. La misa del Jueves Santo recuerda la institución de la Eucaristía, don supremo del amor de Dios en su plan de redención. Esta celebración es el pórtico de entrada a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. El Viernes Santo se centra en la Cruz, signo de la muerte del Señor. Este día proclamamos la Pasión de Jesús y adoramos ‘‘el árbol de la Cruz’’ donde estuvo clavada la salvación del mundo. La Cruz, para el cristiano deja de ser un instrumento de tortura para convertirse en signo de reconciliación. Por eso, ésta no es una celebración triste, ya que se trata de una muerte victoriosa y fecunda. Cristo vence al pecado y a la muerte desde su propia muerte en la Cruz. No celebramos la Eucaristía, como expresión de nuestro acompañamiento al Señor en el paso de su muerte, pero comulgamos en espera de la gran Eucaristía Pascual. Durante el Sábado Santo recordamos que el Señor está ausente. Es en compañía de nuestra Madre María que esperamos en oración, con fe y esperanza, el momento de la Resurrección gloriosa. El culmen de nuestras celebraciones lo constituye la celebración de la Vigilia Pascual. Celebramos con alegría la resurrección del Señor, pues en ella, todos hemos renacido a una vida nueva. Jesús es la Luz del mundo que vence a las tinieblas y que ilumina a todo hombre en esta noche tan dichosa, clara como el día. Contemplamos gozosos las maravillas que ha obrado Dios entre nosotros, y que culminan en la manifestación definitiva del Señor de la Vida, al cual nos hemos incorporado por el Bautismo y nos unimos más íntimamente en la Eucaristía. Semana Santa en Familia Jueves Santo: Misa de la Cena del Señor Con la Misa que tiene lugar en la noche del Jueves Santo se inicia el Triduo pascual. Esta Misa evoca aquella última cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, instituyó el Sacramento de la Eucaristía. La atención en esta celebración se centra, por tanto, en la institución de la Eucaristía y del orden sacerdotal, y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna. El sagrario, el lugar donde se guardan las hostias, suele estar vacío al inicio de la Misa, recordándonos que Jesús no está todavía presente en la Eucaristía. En esta Misa se vuelve a cantar el ‘‘Gloria a Dios’’, que no se ha rezado durante toda la Cuaresma. Por lo general, se hacen sonar también las campanas. Significa que el tiempo de Cuaresma ya concluyó, y nos preparamos para celebrar con gozo los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús. Durante la celebración se suele hacer también el tradicional lavatorio de los pies. Significa el servicio y el amor de Cristo, que ha venido "no para ser servido, sino para servir". Al concluir la Misa se suele tener un momento de Adoración Eucarística. Se resalta el inmenso valor que tiene este sacramento para la Iglesia. El Señor Jesús, presente en la Eucaristía, se queda en medio de nosotros y nos acompaña hasta el fin de los tiempos. Viernes Santo de la Pasión del Señor En este día la liturgia se centra en acompañar al Señor en su Pasión y Muerte. El Viernes de la Pasión del Señor es un día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia por medio de la abstinencia y el ayuno. Siguiendo una tradición muy antigua, en este día no se celebra la Eucaristía, aunque en algunos lugares se distribuye la comunión. De hecho, en este día no se puede celebrar ningún sacramento, a excepción de la Penitencia y de la Unción de los enfermos. La celebración de la Pasión del Señor se puede realizar después del mediodía, por lo general cerca de las tres de la tarde para conmemorar la hora en que el Señor murió. Esta celebración tiene tres partes: 1. Liturgia de la Palabra, con la lectura de los textos; 2. La Adoración de la Cruz; 3. La comunión. Así se hacía desde muy antiguo, y la Iglesia ha continuado esta tradición a lo largo de los siglos. 107 108 Apéndice Al iniciar la Liturgia el sacerdote y los ministros se dirigen en silencio al altar sin canto alguno. Hecha la debida reverencia al altar, se postran rostro en tierra, en un gesto de humildad y preludio de la tristeza y el dolor de la Iglesia. El resto de los presentes oran en silencio. Durante las lecturas se lee completamente la historia de la Pasión del Señor según San Juan. De esa manera, nos preparamos para rememorar la Pasión y Muerte del Señor. Asimismo, una característica de esta celebración es la ‘‘oración universal’’. Las distintas intenciones expresan el valor universal de la Pasión de Cristo, que ha sido clavado en la Cruz para la salvación de todo el mundo. La salvación traída por Cristo alcanza a toda la humanidad. La Adoración de la Cruz es un momento muy importante de esta celebración. Es un acto de fe y una proclamación de la victoria pascual de Jesús. Los cantos que la acompañan subrayan este carácter triunfal: ‘‘Nosotros hemos de gloriarnos en la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. En ella está nuestra salvación y nuestra reconciliación’’. La Cruz ya no será más un instrumento de tortura, sino signo de la victoria del Amor. Terminada la celebración se despoja el altar, dejando solo la Cruz. La desnudez del altar nos recuerda que el Señor ha muerto. En medio del dolor y la tristeza, sin embargo, empieza a brillar la luz de la esperanza. La Vigilia Pascual La Vigilia Pascual, que celebramos en la noche del sábado, es una de las liturgias más antiguas que existen en la Iglesia. En ella conmemoramos la noche santa en la que el Señor resucitó. Durante la vigilia, la Iglesia espera la resurrección del Señor y la celebra con inmenso gozo. La Vigilia pascual tiene la siguiente estructura: Después del lucernario y del pregón pascual (que forma la primera parte de la vigilia), la Iglesia contempla las maravillas que Dios ha hecho en favor de su pueblo desde los comienzos de la historia (parte segunda o liturgia de la Palabra), hasta que, junto a los nuevos miembros renacidos por el bautismo (tercera parte), es invitada a la mesa, preparada por el Señor para su pueblo, memorial de su muerte y resurrección, en espera de su nueva venida (cuarta parte). La Vigilia Pascual se inicia fuera de la iglesia, con la bendición del fuego nuevo, cuyo resplandor debe ser tal que disipe las tinieblas e ilumine la noche. Se bendice y se enciende el cirio pascual. Representa la Luz de Cristo, que ilumina las Semana Santa en Familia tinieblas y da luz a toda la humanidad. Ya dentro de la iglesia, se entona el Pregón Pascual, que canta las maravillas que Dios ha hecho por la salvación de su pueblo. Las lecturas de la Sagrada Escritura constituyen la segunda parte de la Vigilia. Describen momentos culminantes de la historia de la salvación, cuya meditación se facilita con el canto del salmo responsorial, el silencio y la oración del sacerdote celebrante. Terminadas la lectura del Antiguo Testamento, se canta el "Gloria a Dios", se hacen sonar las campanas, se dice la oración colecta y de este modo se pasa a las lecturas del Nuevo Testamento. El altar se ha revestido con todo lo necesario para la celebración Eucarística, simbolizando la nueva etapa que ha traído Cristo en la historia de la salvación. La liturgia bautismal es la tercera parte de la Vigilia. La pascua de Cristo y nuestra se celebra ahora en el sacramento. Tiene lugar la renovación de las promesas bautismales. Los asistentes, de pie y con las velas encendidas en sus manos responden a las preguntas del sacerdote. Después tiene lugar la aspersión: de esta manera los gestos y las palabras que los acompañan recuerdan a los fieles el bautismo que un día recibieron, renovando el compromiso de vivir una vida cristiana coherente. La celebración de la Eucaristía es la cuarta parte de la Vigilia, y su punto culminante, porque es el sacramento pascual por excelencia, memorial del sacrificio de la cruz, presencia de Cristo resucitado, consumación de la iniciación cristiana y pregustación de la pascua eterna. 109 Índice Triduo Pascual Introducción ................................................................................. 5 Lecturas de las Misas del Triduo Pascual ........................................ 7 Indulgencia Plenaria ...................................................................... 8 Horario del Retiro ................................. ¡Error! Marcador no definido. Horario de Liturgias .............................. ¡Error! Marcador no definido. Jueves Santo Laudes ........................................................................................ 15 Trabajo Personal ......................................................................... 25 Actividades Litúrgicas en Jueves Santo ......................................... 28 VISITA A LAS SIETE IGLESIAS .......................................... 28 A. Tradicional ........................................................................ 29 B. Eucarística .......................................................................... 34 GUÍA PARA VISITAS AL SANTÍSIMO............................... 40 Visita 1 ................................................................................... 40 Visita 2 ................................................................................... 41 Viernes Santo Laudes ........................................................................................ 45 Trabajo Personal ......................................................................... 54 Actividades Litúrgicas en Viernes Santo ....................................... 59 Las 7 palabras del Señor Jesús en la Cruz ................................ 59 VÍA CRUCIS ......................................................................... 60 Sábado Santo Laudes ........................................................................................ 69 Trabajo Personal ......................................................................... 77 Semana Santa en Familia Cancionero ................................................................................. 84 O Salutaris Hostia .................................................................. 84 Pange Lingua .......................................................................... 84 Tantum Ergo .......................................................................... 86 Adoro te Devote ..................................................................... 86 Adoremus in Aeternum .......................................................... 87 Oh buen Jesús ........................................................................ 87 Cantemos al amor de los amores ............................................. 88 Hermano Jesús ....................................................................... 89 Porque Anochece Ya ............................................................... 90 Señor mío y Dios mío............................................................. 90 ¿Quién nos separará...? ............................................................ 91 Sacramento del Amor ............................................................. 91 Dulce Jesús ............................................................................. 92 Salmo 15: El Señor, mi lote y mi heredad ............................... 93 Brazos rígidos y yertos............................................................. 93 ¡Victoria! Tú reinarás .............................................................. 94 El mismo Dios........................................................................ 94 Con el Señor........................................................................... 95 Bendito el Rey Crucificado ..................................................... 96 Pueblo mío ............................................................................. 96 A la hora de nona ................................................................... 97 Por el dolor creyente ............................................................... 98 Tu Cruz adoramos, Señor ....................................................... 98 Brille la Cruz .......................................................................... 99 Abiertos los brazos .................................................................. 99 Es Cristo el Señor ................................................................. 100 Madre Dolorosa.................................................................... 101 111 112 Indice Madre nuestra ...................................................................... 101 Virgen Fiel............................................................................ 102 ¿ Dónde está, muerte, tu victoria? ......................................... 102 Cantando la esperanza .......................................................... 103 Madre de la Esperanza .......................................................... 103 Regina Caeli ......................................................................... 104 Reina del Cielo ..................................................................... 104 Salve Regina ......................................................................... 105 Apéndice ................................................................................... 106 El Triduo Pascual ................................................................. 106 Jueves Santo: Misa de la Cena del Señor ............................... 107 Viernes Santo de la Pasión del Señor..................................... 107 La Vigilia Pascual.................................................................. 108 SS-MMXIII
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