IN MEMORIAM Ángel Castaño Cabañas, 1953-2015 Solemne Acto Académico IN MEMORIAM Jueves, 02 de julio de 2015, 13:00h vestíbulo principal. ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE EDIFICACIÓN Universidad Politécnica de Madrid PROGRAMA • • Himno Académico GAUDEAMUS IGITUR Apertura del Acto por la Directora del Centro, Dª Mercedes del RIO MERINO • Hacen uso de la palabra: D. Alfonso COBO ESCAMILLA D. Adolfo TERÁN CARRASCO D. Agustín BALCÁZAR FERNÁNDEZ Dª Cristina LUENGO FERNÁNDEZ Dª Rocío de LA TORRE Dª Josefina TORRENTE LUGO D. Ángel CASTAÑO LLAURADÓ • Proyección de un audiovisual • TUNA de la Escuela Un saludo. La Dirección. Palabras en su recuerdo Agustín BALCÁZAR FERNÁNDEZ Cuando me incorporé a la Escuela en 1986, Ángel y yo nos hicimos amigos enseguida. Nos unían un montón de cosas: La gastronomía madrileña, las salidas nocturnas, el contar chistes, el hacer bromas, el tener ocurrencias. El era, en estos últimos aspectos, un verdadero experto. Pero también nos unía el esfuerzo y el sacrificio: Por aquellos años optábamos como profesores al cuerpo de Titulares de Escuela Universitaria. Hicimos juntos muchos cursos de perfeccionamiento como Profesores: “Reeducación de la voz”, “Enseñar a aprender a estudiar”, “Wordperfect”, “Diseño asistido por ordenador”, etc, etc, Ya como docentes hemos impartido docencia juntos casi siempre, por no decir siempre. Yo como profesor de apoyo en Prácticas en su grupo, o viceversa. Aprendí muchas cosas de él en nuestra carrera docente. Sus dotes en la oratoria, su simpatía, su profesionalidad y elegancia (acorde esta última también con su imagen), hicieron que sus alumnos (y yo mismo) sintiéramos unas especiales admiración y cariño por él. Aprendimos juntos la difícil relación profesor-alumno. Por utilizar el término geométrico de “Distancias”, propio de nuestra asignatura, Geometría Descriptiva, aprendimos a dominar el equilibrio entre la cercanía del alumno (que no llegara a la amistad) y el excesivo alejamiento excesivo como profesores, extremos ambos, imposibles para el aprendizaje efectivo de cualquier materia. Desde el inicio de su enfermedad, y muy recientemente, alumnos nuestros que lo fueron, sabedores de la situación que atravesaba, me pidieron que les transmitiera sus deseos de mejoría. Así se lo comuniqué y le alegró mucho que le recordaran: ¡Cómo no recordar a un profesor con su personalidad tan peculiar! Él me comentó que dar clase y el contacto con los alumnos era lo que más le ha gustado siempre. Me confesó, dadas las circunstancias, que ya dudaba si volvería o no, algún día, a la Escuela. “La muerte de los jóvenes es un naufragio; la de los mayores es un atracar a puerto”. (Plutarco). ¡Su naufragio no será en vano! Cuando volvamos en septiembre a la escuela, seguiremos estando muy tristes porque, definitivamente, ya no estará más con nosotros. Pero también deberemos estar contentos, pues podremos, cuando empiecen las clases, transmitir a nuestros nuevos alumnos, ese gusto por la enseñanza que él nos transmitió a su vez. Esa “alegría por enseñar” y que siempre ha sido tan bien recompensada. Así, no lo olvidaremos nunca y lo recordaremos siempre. ¡Recordar! ¡Recordar! La palabra recordar procede del latín Recordari: - Re: De nuevo, - Cordari, Cordis; Corazón. El motivo de la reunión que estamos manteniendo en estos momentos es IN MEMORIAN por él. Recordar significa algo más que tener a alguien presente en la memoria. Implica volver a pasar por el corazón. Ángel, compañero y amigo: ¡Descansa en paz y pervive en nuestros corazones! ¡En el mío, pervivirás siempre! Gracias.
© Copyright 2024