Rigoletto| Temporada 2015-2016 RIGOLETTO Páginas 3 – 4 Ficha artística Página 5 – 7 Argumento Páginas 8 - 11 Artículo: Música y propósito dramático en Rigoletto, por Franceso Izzo Páginas 12 - 17 Biografías 1 Rigoletto| Temporada 2015-2016 RIGOLETTO Giuseppe Verdi (1813 – 1901) Melodramma en tres actos Libreto de Francesco Maria Piave, basado en la obra de teatro Le roi s'amuse (1832) de Victor Hugo Estrenado en el Teatro La Fenice de Venecia, el 11 de marzo de 1851 Estrenado en el Teatro Real de Madrid el 18 de octubre de 1853 Producción de la Royal Opera House de Londres Director musical Director de escena Escenógrafo Figurinista Iluminadora Coreógrafa Director del coro Director de la reposición Asistente del director musical Asistente del director de escena Reposición de la coreografía Asistente de la Iluminadora Supervisora del vestuario EQUIPO ARTÍSTICO Nicola Luisotti Jordi Bernácer (26) David McVicar Michael Vale Tanya McCallin Paule Constable Leah Hausman Andrés Máspero Justin Way Diego García Rodríguez Barbara Lluch Jo Meredith Simon Bennison Mary Fisher REPARTO El duque de Mantua Stephen Costello (30, 3, 6, 10, 15, 19) Francesco Demuro (2, 5, 8, 16) Piero Pretti (20, 23, 26, 29) Ho-Yoon Chung (27) Rigoletto Leo Nucci (30, 3, 6, 10) Luca Salsi (2, 5, 8, 11, 16, 20, 27) Juan Jesús Rodríguez (15, 19, 23, 26, 29) Gilda Olga Peretyatko (30, 3, 6, 10, 15, 19, 23, 26) Lisette Oropesa (2, 5, 8, 11, 16, 20, 27, 29) Sparafucile Andrea Mastroni Maddalena Justina Gringyte (30, 3, 6, 10, 15, 19, 23, 26, 29) Barbara Di Castri (2, 5, 8, 11, 16, 20, 27) El conde de Monterone Fernando Radó Marullo Alex Sanmartí 2 Rigoletto| Temporada 2015-2016 Matteo Borsa El conde de Ceprano La condesa de Ceprano Giovanna Un paje de la Duquesa Un ujier de la corte Gerardo López Tomeu Bibiloni Nuria García Arrés María José Suarez Mercedes Arcuri Claudio Malgesini FIGURACIÓN La hija de Monterone Marta Matute Cortesanos y alabarderos Claudia Agüero, Magdalena Aizpurua, José Luis Alcedo, Fran Antón, Catherine Barranco, Mauricio Bautista, Moi Camacho, José Carpe, Tania Garrido, María González, Ana Goya, Maria Kaltembacher, Geraldine Leloutre, Gorka de la Nuez, Rosa Rocha, Nacho Rodríguez, Marta Romero, José Ruiz, Chele Sánchez, Izaskun Valmaseda, Aisha Wizuete Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real DURACIÓN APROXIMADA 2 horas y 35 minutos Acto I: 55 minutos Pausa: 20 minutos Acto II: 30 minutos Pausa: 20 minutos Acto III: 32 minutos Fechas 30 de noviembre 2, 3, 5, 6, 8, 10, 11, 15, 16, 19, 20, 23, 26, 27, 29 de diciembre 2015 20.00 horas; domingos, 18:00 horas 3 Rigoletto| Temporada 2015-2016 ARGUMENTO Acto I Cuadro1 El duque de Mantua está celebrando una fiesta en su palacio y observa atentamente a todas las mujeres presentes. Le cuenta a su cortesano Borsa que ha visto a una joven en la iglesia con la que le gustaría tener trato; la ha seguido y sabe que vive en un barrio pobre de Mantua. El conde Ceprano está abandonando la fiesta acompañado de su mujer, cuando el duque se fija en ella y le dirige sus atenciones en presencia de su celoso marido, a quien Rigoletto, el bufón de la corte, ridiculiza con crueldad. Marullo, otro de los cortesanos, bromea con el rumor de que el deformado Rigoletto tiene novia. El duque y Rigoletto discuten sobre cómo apaciguar al enojado Ceprano: ¿debe ser exiliado o decapitado? Mientras tanto, este conspira con Marullo, Borsa y otros cortesanos para vengarse del bufón, el cual les ha convertido a todos en objeto de sus maliciosas burlas con frecuencia. La llegada de Monterone, un noble cuya hija ha sido seducida y luego abandonada por el duque, interrumpe la fiesta. Rigoletto se burla despiadadamente de él y el duque ordena que arresten a Monterone. Este los maldice y lanza una maldición sobre el bufón por ser capaz de mofarse hasta del dolor de un padre. Cuadro 2 Rigoletto tiene una casa en la ciudad junto a los muros del palacio de Ceprano. Mientras se dirige a ella, muy preocupado por la maldición de Monterone, se encuentra con Sparafucile, un asesino a sueldo. Este ha estado vigilando la casa y sabe que Rigoletto esconde dentro a una mujer; como intuye que el bufón es un hombre con rivales y enemigos, le ofrece sus servicios. Rigoletto rechaza su oferta, pero le pregunta cuándo y dónde podría localizarle en el futuro. Para su vergüenza, reconoce que tiene muchas cosas en común con el asesino, y clama contra el destino que le ha condenado a la soledad y la deformidad en un mundo en el que sólo convirtiéndose en bufón puede sobrevivir. No es la novia de Rigoletto, sino su hija Gilda, quien vive en la casa y quien corre a abrazarlo cuando entra por la puerta. Ha sido criada en el campo sin conocer la identidad de sus padres, y sólo recientemente se le ha permitido viajar a Mantua para vivir con su padre. A pesar de su insistencia, Rigoletto no responde a ninguna de sus preguntas sobre su madre muerta; ni siquiera le dice cuál es su nombre. Cuando le pide permiso para visitar la ciudad, el bufón se lo niega furiosamente, pues teme que los ojos de la corte puedan fijarse en ella, y ordena a Giovanna (la criada que ha contratado para cuidarla) que la vigile. El duque, disfrazado con ropas humildes y escondido en las sombras, escucha todo cuanto dicen. Gilda se siente culpable; no le ha contado a su padre nada sobre el joven que la observa en la iglesia y que ahora ocupa sus pensamientos. Ayudado por Giovanna, a la que previamente ha sobornado, el duque entra disfrazado en el jardín y se declara a Gilda diciendo llamarse 4 Rigoletto| Temporada 2015-2016 Gualtier Maldé y ser un estudiante pobre. Muy asustada en un primer momento, Gilda cede poco a poco ante el amor del duque. Giovanna oye pasos acercándose y, temiendo que se trate de Rigoletto, previene al duque, que se marcha contrariado. Pero los pasos no son de Rigoletto, sino de Marullo y Borsa, a los que se unen después Ceprano y los demás cortesanos mientras Gilda repite como en trance el nombre de su amado. Cuando aparece Rigoletto, Marullo hace callar a su secuaces y convence al bufón de que se han reunido allí para raptar a la mujer de Ceprano, que vive en el palacio del otro lado de la calle. Amparados por la oscuridad de la noche, los cortesanos vendan disimuladamente los ojos de Rigoletto y le piden que sujete la escalera con la que saltan el muro, entran en la casa y raptan a Gilda. Rigoletto no puede oír sus gritos en la lejanía, pero cuando descubre que lleva los ojos vendados y que la casa está vacía, se da cuenta de la artimaña de Marullo. Angustiado, recuerda la maldición de Monterone. Acto II El duque vuelve para encontrarse con Gilda, pero descubre que la casa está vacía. De vuelta en su palacio, maldice a aquellos que le han robado su trofeo. Mientras está lamentándose, los cortesanos irrumpen para contarle sus fechorías de la pasada noche. El duque adivina con rapidez que la ‘novia’ y la hija de Rigoletto son la misma persona y, cuando los cortesanos le comunican que la tienen encerrada en una habitación, el duque se dirige hacia allí entusiasmado. Rigoletto deambula por el palacio buscando a Gilda mientras intenta ocultar su angustia a los cortesanos, los cuales se burlan de él a escondidas. Por las preguntas que hace un paje, deduce que Gilda está ya en brazos del duque y revela con desesperación que la mujer raptada es su hija. Repentinamente enfurecido, se enfrenta a los cortesanos, pero estos le retienen y le impiden verla. Pronto aparece Gilda, que se arroja llorando en los brazos de su padre. Rigoletto ordena a los cortesanos que abandonen la sala y Gilda confiesa avergonzada su relación con el hombre que solo ahora sabe que es el duque. Mientras es conducido a prisión, Monterone se lamenta de que su maldición se haya revelado inútil, pero Rigoletto le jura que la mano de la venganza acabará golpeando al duque. Acto III Un mes después, Rigoletto tiene preparada su venganza, y espera con Gilda junto a la posada de Sparafucile, que se encuentra en la orilla del río Mincio. La hermana de Sparafucile, Maddalena, es una bailarina callejera que se ha citado esa noche con el duque. Cuando este entra en la posada disfrazado de soldado, pide vino a Sparafucile y pregunta por Maddalena. Rigoletto alza a Gilda para que esta pueda contemplar a través de un oquedad del muro la infidelidad del duque; Gilda, que sigue enamorada de él, está desconsolada. Rigoletto le pide que se disfrace de muchacho y que cabalgue hasta una posada de Verona donde se encontrará con ella a la mañana siguiente. Una vez que ha partido, Rigoletto pacta con Sparafucile el pago por asesinar al duque, prometiendo volver a medianoche para recoger el cadáver. Sparafucile, que desconoce la identidad de la víctima, pregunta por su nombre: “Su nombre es Crimen”, 5 Rigoletto| Temporada 2015-2016 responde Rigoletto, “¡y yo soy Castigo!”. Mientras Sparafucile conduce al duque a la habitación donde se reunirá con Maddalena, se desata una tormenta. La mujer se ha encaprichado del guapo soldado e intenta persuadir a su hermano de que no lo mate. Él se niega y le arroja el saco que contendrá el cadáver para que lo remiende. Sabiendo que el duque se encuentra en la posada, Gilda vuelve sobre sus pasos y espera fuera. Maddalena propone a Sparafucile matar a Rigoletto en vez de al duque y repartirse el dinero, pero Sparafucile, una vez más, se niega enfadado. Sin embargo, las súplicas de su hermana le convencen para matar en su lugar al primer viajero que toque a la puerta de la posada esa medianoche y entregar su cadáver a Rigoletto metido en un saco. Divida entre el amor que siente por el duque y por su padre, Gilda, que ha escuchado el plan, decide sacrificarse por este y llamar a la puerta en su lugar. Maddalena abre la puerta y Sparafucile hunde su cuchillo en el corazón de Gilda mientras los cielos se abren sobre sus cabezas. Rigoletto regresa a medianoche para reclamar su premio; Sparafucile le arroja el pesado saco con el cuerpo, le insta a lanzarlo al río cuanto antes y desaparece. Rigoletto se jacta ante el cadáver y, cuando empieza a arrastrarlo hacia el río, oye al duque cantar a lo lejos. Abre entonces el saco y se encuentra a Gilda moribunda, que le ruega que la perdone. Cuando muere, Rigoletto –recordando una vez más la maldición de Monterone– cae sobre el cuerpo de su hija. 6 Rigoletto| Temporada 2015-2016 MÚSICA Y PROPÓSITO DRAMÁTICO EN RIGOLETTO A finales de 1850, Giuseppe Verdi se sentía profundamente frustrado. La nueva ópera que había comenzado a componer para el Teatro La Fenice de Venecia había sido vetada por las autoridades, que tildaron el libreto, con el título provisional de La maledizione, de “repugnante inmoralidad y obscena trivialidad”. Su tema, basado en la obra de teatro de Victor Hugo Le roi s’amuse, abordaba asuntos como la violación, la prostitución y hasta un intento de regicidio, todos ellos altamente problemáticos sobre cualquier escenario italiano de mediados del siglo XIX; y estaba claro que la caracterización de un jefe de estado (el rey de Francia, nada menos) como un mujeriego depravado iba a encontrarse con la oposición de la censura del autoritario gobierno de Lombardía-Venecia, uno de los estados italianos controlados por el Imperio Austríaco antes de la unificación de Italia. Los cambios que los censores exigieron fueron de tal calado que destruyeron la esencia del argumento tal y como lo conocemos hoy en día: la deformidad física del bufón había de eliminarse, la maledizione debía desaparecer no solamente del título sino también de la trama, el rey no debía ser un rey y el cuerpo de Gilda no debía ser metido en un saco. El libretista de Verdi, Franceso Maria Piave, se apresuró a escribir un libreto, titulado Il duca di Verone, que satisficiera estos requerimientos, pero el compositor no estaba dispuesto a admitir una derrota. El 14 de diciembre, en una carta a Carlo Marzari, superintendente del Teatro La Fenice, le explicó que los aspectos del argumento que los censores querían suprimir resultaban esenciales: “Elegí este tema precisamente por todas sus cualidades, y si estas peculiaridades se eliminan, no podré escribir música para esta obra. Si me dicen que mis notas pueden, de igual manera, servir también para este drama, responderé que no comprendo el razonamiento, y diré con franqueza que nunca escribo mis notas, por muy bellas o desagradables que sean, por casualidad y que procuro darles siempre un carácter”. A finales de diciembre se logró por fin un compromiso que llevó a la creación de una ópera titulada Rigoletto; su triunfante estreno mundial tuvo lugar en La Fenice el 11 de marzo de 1851. El libreto difiere significativamente del texto de Hugo que produjo el estímulo inicial para la ópera; en particular, se situó en la Mantua del siglo XIII en lugar de en la corte real francesa, el rey se convirtió en duque y el bufón cambió su nombre de Triboletto a Rigoletto. Según se acercaba la fecha del estreno, se requirieron algunos pequeños cambios más: al principio del Acto III, por ejemplo, cuando el Duque llega a la posada de Sparafucile pide “tu hermana y vino” en la versión no censurada de la poesía. El texto censurado, sin embargo, propone una petición más suavizada: “una habitación y vino”. El texto correcto, transmitido solo a través del manuscrito autógrafo de Verdi, se ha recuperado recientemente tras la publicación en 1983 de la edición crítica preparada por Martin Chusid. Pero la victoria de Verdi sobre los censores fue 7 Rigoletto| Temporada 2015-2016 significativa. La maldición, la deformidad y el saco se mantuvieron, y él se mostró satisfecho de que, al final, la tinta musicale (el color musical) que él había concebido para esta ópera no se viera afectada por la censura. Si Verdi insistió en mantener los elementos esenciales, no lo hizo desde luego por mera cabezonería. De hecho, las referencias al “carácter” y a la tinta musicale contenidas en sus cartas de la época no son conceptos vagos ni abstractos; son manifestaciones esenciales de la creatividad de Verdi y de su genio para componer música que resulte apropiada para un tema, una situación dramática, unos personajes y unos sentimientos específicos. En ningún otro lugar resulta esto más claro que en las notas que abren la ópera: aunque Rigoletto no se haya llamado finalmente La maledizione, la maldición ya se presenta de manera atrevida en las notas repetidas en ritmos con puntillo con las que comienza la orquesta. A través de esas notas recuerda Rigoletto la maldición de Monterone en diversos momentos de la ópera, desde su soliloquio antes y después de su encuentro con Sparafucile hasta sus declaraciones más dramáticas al final del Acto I –cuando se da cuenta de que Gilda ha sido abducida– y al final de la ópera. Es por ello perfectamente coherente que Verdi accediera a cambiar el título y al mismo tiempo insistiera en que la maldición de Monterone se mantuviera en el argumento. Esta maldición está integrada en la música, y sin ella no podrían comprenderse los pasajes musicales mencionados anteriormente. Se podría pensar que la maldición y su motivo musical asociado, que literalmente enmarca la ópera, son representativos de una partitura uniformemente sombría. Nada más lejos de la realidad. A pesar de su tema oscuro, truculento incluso, Rigoletto es una ópera de sorprendentes contrastes. Así, por ejemplo, la escena de la fiesta que abre la obra contiene algunos momentos alegres e incluso abiertamente cómicos: la primera aria del Duque, “Questa o quella per me pari sono”, es una exuberante –y en cierto modo inquietante, sin embargo – declaración del libertinaje del dirigente, y un apto equivalente a la canzone que canta al principio del Acto III (la abrumadoramente famosa “La donna è mobile”). Su posterior cortejo a la condesa de Ceprano está compuesto a partir de la cita de un minueto de Don Giovanni de Mozart, que podría interpretarse como un indicio musical del carácter mujeriego del Duque; y la entrada de Rigoletto, en la que el bufón parodia a Ceprano. Todos estos momentos pueden despertar una sonrisa e incluso la risa del público. Y también la música de baile que impregna la mayor parte de esta escena, acentúan enormemente el poder dramático de la aparición de Monterone, su arresto y la maldición con la que concluye esta primera escena. Ciertamente, la manifestación más extraordinaria de los contrastes dramáticos y musicales de la ópera es el célebre cuarteto del Acto III, en el que el Duque seduce a Maddalena mientras Gilda y Rigoletto, escondidos, contemplan la posada de Sparafucile a través de una grieta en la pared. En ese momento, cada uno de los personajes está asociado a una idea musical específica, a su vez asociada a una emoción distinta: 8 Rigoletto| Temporada 2015-2016 la melodía seductora del Duque es la que cobra protagonismo; la respuesta de Maddalena es juguetona y confiada (con un guiño al lenguaje de la opera buffa); la tristeza de Gilda se expresa a través de plañideras líneas descendientes; y Rigoletto interrumpe con sus frases casi habladas y llenas de reproches. Resulta extraordinario ver cómo coexisten estas diferentes ideas musicales en una misma sección lírica, y es todavía más notable que cada línea sea un microcosmos del personaje con el que se asocia. Así, la línea del Duque resuena con “È il sol dell’anima”, el magnífico cantabile de su dueto con Gilda; la tristeza de Gilda es, en cierto modo, una extensión de su dueto con Rigoletto al final del Acto II, “Tutte le feste al tempio”; y los gestos declamatorios de Rigoletto evocan su poderoso monólogo del Acto I, “Pari siamo”. De esta forma, el cuarteto pone de manifiesto la esencia misma de la ópera: por un lado, la improbable pero sorprendentemente exitosa coexistencia de contrastes dramáticos y musicales, y, por otro, una sensación de coherencia a gran escala que no tiene precedentes. Comparado con algunas de las óperas de Verdi de la década de 1840, Rigoletto destaca por su intimidad y el sentido de aislamiento que prevalece en muchas de sus escenas. La fiesta del inicio es el único momento de toda la partitura en el que aparece una muchedumbre; por lo demás, el coro interviene de forma breve, subrayando la sección final del aria de Gilda “Caro nome”, interactuando con Rigoletto (tanto en el dramático final del Acto I como durante su aria en el Acto II) y tarareando repetidamente una inquietante figura cromática durante la escena de la tormenta. Rigoletto está a menudo solo –sopesando la maldición mientras vuelve a casa desde la fiesta, reflexionando sobre su condición tras el encuentro con Sparafucile (“Pari siamo!...”), y alimentando su vana esperanza de venganza mientras espera que Sparafucile le entregue el cuerpo muerto del Duque (“Della vendetta alfin giunse l’istante!”). Ninguno de estos momentos, lo cual debe destacarse, son arias formales, sino soliloquios que podrían describirse como recitativos pero que están cargados de una extraordinaria intensidad emocional. Otros personajes también tienen sus momentos de aislamiento: Gilda, que vive confinada dentro de las paredes de su casa, está sola durante el aria “Caro nome” –la expresión por antonomasia de la pureza, lograda con medios musicales muy simples; las frases iniciales las forman escalas descendientes cantadas sobre notas con puntillo. E incluso el sociable personaje del Duque se encuentra solo al principio del Acto II, donde en un aria casi consigue convencernos (y convencerse a sí mismo) de que sus sentimientos hacia Gilda son sinceros. El aria del Duque del Acto II es un recordatorio de que Verdi todavía operaba de acuerdo a las convenciones establecidas por sus predecesores (con Gioachino Rossini a la cabeza); la escena está esmeradamente articulada en cuatro partes: un recitativo que la abre (“Ella mi fu rapita!”), un cantabile lento (“Parmi veder le lagrime”), un movimiento intermedio en el que participa el coro (“Scorrendo uniti remota via”) y una cabaletta que cierra la escena (“Possente amor mi chiama”). Se puede observar un patrón igualmente formal en los duetos de los Actos I y II –dos de Gilda y Rigoletto, y uno de Gilda y el Duque. Por lo demás, Rigoletto destaca por la flexibilidad formal y por la libertad en muchas de sus escenas. Ya se ha hecho 9 Rigoletto| Temporada 2015-2016 mención a los soliloquios de Rigoletto, y su extensa aria en el Acto II, si bien está más estructurada, es impresionantemente original en su organización formal, que está dictada más por la progresión de un estado emocional a otro que por las convenciones de la estructura musical. El dueto final, en el que una moribunda Gilda se imagina a sí misma reencontrándose con su madre en el cielo, se desarrolla rápidamente, sin apenas rastro de la convencional distinción entre cantabile y cabaletta. Aquí puede observarse otra característica claramente verdiana: la búsqueda de la economía dramática y la concisión. Una de las razones por las que Rigoletto nos deja sin respiración es que está llena de acción. Incluso los momentos líricos, que podrían parecer dramáticamente estáticos, están habitados por gestos musicales y visuales que los unen o los mezclan con las partes más agitadas del drama. Véase el caso del “Caro nome” de Gilda, que no termina con la magnífica cadenza, sino con la entrada de los cortesanos que admiran su belleza y planean su secuestro en el preciso momento en el que ella recapitula cantando de nuevo la melodía que abre su aria. Así pues, esta escena no está simplemente seguida de acción: está engarzada en la acción, y tiene por ello un propósito dramático. Y es esta poderosa sensación de propósito dramático la que, al final, subsume las extraordinarias características de la partitura de Verdi. No podemos sino estar de acuerdo con él cuando aseguró que no escribió sus notas “por casualidad”. Francesco Izzo (Traducción de Laura Furones) 10 Rigoletto| Temporada 2015-2016 BIOGRAFÍAS Nicola Luisotti Director musical Desde su debut en 2002 en la Ópera de Stuttgart con Il trovatore, ha visitado los principales escenarios operísticos del mundo, como la Opéra national de Paris, la Bayerische Staatsoper de Múnich, el Teatro alla Scala de Milán, la Staatsoper de Viena, la Royal Opera House de Londres y el Metropolitan de Nueva York. En su repertorio destacan, entre otros muchos títulos, La forza del destino, Aida, Attila, Falsfaff, Otello, La traviata, Tosca, Turandot, La fanciulla del West y Carmen. Es director musical de la Ópera de San Francisco desde 2009, donde ha dirigido más de veinticinco óperas diferentes. Durante la presente temporada ha dirigido Lucia di Lammermoor, Luisa Miller y La ciociara de Marco Tutino en la Ópera de San Francisco, Nabucco en el Palau de les Arts de Valencia y Madama Butterfly en Londres. En el Teatro Real dirigió Il trovatore y La damnation de Faust. Jordi Bernàcer Director musical Nacido en Alcoy, realizó sus estudios musicales en Valencia y Viena. En 2004 dirigió en el Beethoven Workshop de Daniel Barenboim. Fue asistente de Lorin Maazel, quien le invitó en 2009 como director asociado al Castetlon Festival en Virginia. Ha colaborado con Chailly, Gergiev, Mehta y Prêtre. Ha dirigido en el Teatro San Carlo de Nápoles (Cavalleria rusticana, Tosca), el Wielki de Poznan (Carmen), el Mariinski de San Petersburgo (Carmina Burana), la Ópera de Los Ángeles (Tosca), el Palau de les Arts de Valencia (Manon, Manon Lescaut, Simon Boccanegra, Luisa Fernanda), en Bilbao (El gato con botas), y en los festivales de Peralada, Mozart de La Coruña, Valle d’Itria en Martina Franca o Abu Dhabi Classics. Ha sido invitado a dirigir en Alemania, Hungría, Eslovaquia y la República Checa. Es director residente en la Ópera de San Francisco desde 2015. David McVicar Director de escena Considerado uno de los más destacados directores escénicos de la última década, estudió en la Royal Scottish Academy y en la Glasgow School of Art. Debutó en 1993 con Il re pastore en la Opera North. Entre otras muchas óperas, ha llevado a escena Idomeneo (1996) y Madama Butterfly (2000) para la Scottish Opera, Tamerlano (1997) para la Deutsche Oper am Rhein de Dússeldorf y Agrippina (2000) para La Monnaie/ De Munt de Bruselas. Ha sido invitado en los más prestigiosos escenarios del mundo, como la Royal Opera House de Londres, el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, el Metropolitan de Nueva York, la Lyric Opera de Chicago y los festivales de Glyndebourne y Salzburgo. Ha sido nominado en varias ocasiones 11 Rigoletto| Temporada 2015-2016 al Premio Lawrence Olivier. Recientemente ha dirigido Die Zauberflöte en Londres y Faust en Sídney. En el Real ha dirigido The Turn of the Screw y La traviata. Michael Vale Escenógrafo Ha trabajado en más de doscientas producciones de teatro y ópera en el Reino Unido y en el extranjero. En este último apartado ha diseñado escenografías para óperas como La bohème, Alcina, Tosca, Dido and Aeneas, Ariodante, Tolomeo, Fidelio, Rigoletto y Jenůfa, que se han presentado en teatros como la English National Opera, la Ópera Real de Dinamarca, la Royal Opera House de Londres, la Ópera de Flandes y la Opera North de Leeds. Sus aportaciones teatrales son muy numerosas, contándose entre ellas La comedia de los errores, Los cuentos de Canterbury y Julio César (Royal Shakespeare Company), Hansel y Gretel (Old Vic Theatre), Hedda Gabler (Manchester), Edipo (Liverpool). Es codirector artístico de Salida Productions y ha dirigido Mayakovski: the slanting Rain. En fechas recientes se ha podido apreciar su trabajo en el Festival de Glyndebourne (Carmen). Tanya McCallin Figurinista Tras estudiar en la escuela Central St. Martin en Londres, trabajó en teatros de Europa, Australia y Estados Unidos. Ha diseñado la escenografía y el vestuario de producciones teatrales de Michael Blakemore (Tío Vania), Ian Brown (Ancient Lights) y Nancy Meckler (Dusa, Fish, Star & VI), así como muchas otras del National Theatre (El hombre elefante), Regent’s Park Theatre (Hamlet, Richard III), Royal Court (My Mother Said). En ópera ha colaborado con directores escénicos como Jonathan Miller (Le nozze di Figaro), Francesca Zambello (Carmen) y David McVicar (The Turn of the Screw, La traviata, Les contes d’Hoffmann, Der Rosenkavalier) en la Royal Opera House y la English National Opera de Londres, el Théâtre des ChampsElysées de París, el Metropolitan de Nueva York y el Colón de Buenos Aires. En el Teatro Real ha participado en The Turn of the Screw y La traviata. Paula Constable Iluminadora Ha desarrollado su carrera en teatro, ballet y ópera, y ha colaborado con prestigiosos directores escénicos, como Francesca Zambello, Phyllida Lloyd, Nicholas Hytner y principalmente con David McVicar, en la Royal Opera House de Londres, el Metropolitan de Nueva York, la Staatsoper de Viena, la Lyric Opera de Chicago, la Ópera de Roma, la Ópea de Australia y el Festival de Glyndebourne. Su extenso listado de colaboraciones operísticas incluyen Die Zauberflöte, Faust, Le nozze di Figaro, Carmen, Macbeth y Madama Butterfly. Su prolífica labor en teatro le ha reportado múltiples galardones (cuatro premios Lawrence Olivier y dos Tony). En esta temporada se ha podido ver su trabajo en Benvenuto Cellini (Barcelona y Ámsterdam), Die 12 Rigoletto| Temporada 2015-2016 Meistersinger von Nürnberg (San Francisco), Die lustige Witwe (Chicago y Nueva York) y Tristan und Isolde (Viena). (www.pauleconstable.com) Leah Hausman| Coreógrafa Se formó en danza y teatro en Nueva York y en la Escuela de Jacques Lecoq en París. Ha trabajado como coreógrafa y directora de escena en ambos lados del Atlántico. Como coreógrafa y directora de movimiento ha participado en Les troyens, Aida, Elektra, Le nozze di Figaro, Maria Studarda, La clemenza di Tito, La bohème, Die Zauberflöte, Rusalka y Lohengrin, entre otras, en teatros tan prestigiosos como la Royal Opera House de Londres, el Metropolitan de Nueva York, el Teatro alla Scala de Milán, la Ópera de San Francisco y el Grand Théâtre de Ginebra. A su extensa lista de trabajos en teatro, añade su labor como directora de escena en la Minessotta Opera Lyric Theatre y diversas co-direcciones como la de Benvenuto Cellini (English National Opera, Nationale Opera de Ámsterdam, Gran Teatro del Liceu de Barcelona) y la de Il trovatore (Lyric Opera de Chicago). Stephen Costello El duque de Mantua Nacido en Filadelfia, se graduó en la Academy of Vocal Arts de su ciudad natal. Tras ganar el prestigioso Premio Richard Tucker (2009), fue invitado a cantar en muchos de los teatros y festivales de ópera más importantes del mundo, como el Metropolitan de Nueva York, la Staatsoper de Viena, la Royal Opera House de Londres, la Lyric Opera de Chicago, la Deutsche Oper de Berlín, la Ópera de San Francisco y el Festival de Salzburgo. Ha interpretado los papeles de Ferrando (Così fan tutte), Nemorino (L’elisir d’amore), Edgardo (Lucia di Lammermoor), Alfredo (La traviata), Tonio (La fille du régiment), Roméo (Roméo et Juliette), Camille de Rosillon (Die lustige Witwe) y los protagonistas de Roberto Devereux y Faust. Recientemente ha cantado los personajes de Lord Percy (Anna Bolena) y Duque de Mantua (Rigoletto) en el Metropolitan de Nueva York. Francesco Demuro El duque de Mantua Nacido en Porto Torres, Cerdeña, estudió en los conservatorios de Sassari y Cagliari. Inició su carrera en Parma cantando Rodolfo en Luisa Miller, siendo invitado después a cantar en algunos de los más importantes teatros del mundo como La Scala de Milán, el Metropolitan de Nueva York, la Staatsoper de Viena, la Royal Opera House de Londres, la Opéra national de Paris, la Bayerische Staatsoper de Múnich y la Ópera de San Francisco. En su repertorio destacan los papeles de Nemorino (L’elisir d’amore), Ferrando (Così fan tutte), Leicester (Maria Stuarda), Edgardo (Lucia di Lammermoor), Roméo (Roméo et Juliette), Roberto Rinuccio (Gianni Schicchi), Macduff (Macbeth) y Rodolfo (La bohéme). Recientemente ha 13 Rigoletto| Temporada 2015-2016 interpretado el personaje de Fenton (Falstaff) en La Scala de Milán y Alfredo (La traviata) en la Fenice de Venecia. En el Teatro Real ha cantado en La traviata. Piero Pretti El duque de Mantua Tras su interpretación de Alfredo (La traviata . Ha cantado personajes como Manrico (Il trovatore), Rodolfo (Luisa Miller), Pinkerton Este tenor italiano estudió con Fianni Mastino y debutó como Rodolfo (La bohème).. (Madama Butterfly), Edgardo (Lucia di Lammermoor), Riccardo (Un ballo in maschera); Arrigo (I vespri siciliani) y el protagonista de Ernani. Recientemente ha cantado en La bohème en la Staatsoper de Viena, en Madama Butterfly en la Opera national de Paris y en Nabucco en la Arena de Verona. En el Teatro Real ha participado en I vespri sicilian Ho-Yoon Chung El duque de Mantua Nació en Seúl y comenzó cantando en el coro de la iglesia local. Realizó su formación musical en la Universidad Nacional de Seúl y en la Universität der Künste de Berlín. Entre 2003 y 2006 fue miembro del Opernstudio de la Staatsoper de Hamburgo, donde cantó papeles como Alfredo (La traviata), Fenton (Falstaff) o Ismaele (Nabucco). Ha sido invitado a cantar en reconocidos escenarios como la Staatsoper de Viena, la Semperoper de Dresde, el Teatro Comunale de Módena, la Ópera Nacional de Polonia y la Den Norske Opera de Oslo, en las que ha interpretado a Tamino (Die Zauberflöte), Nemorino (L’elisir d’amore), Roméo (Roméo et Juliette), Cavaradossi (Tosca), Edgardo (Lucia di Lammermoor), Rodolfo ( )y Don José (Carmen). Recientemente ha sido el Chevalier des Grieux (Manon) en la Opera Nacional Lituana. Leo Nucci Rigoletto Con más de cuarenta años de carrera, Leo Nucci es uno de los barítonos más brillantes de la historia de la lírica. Ha cantado en los escenarios más importantes del mundo, destacando sus treinta años de presencia en el Teatro alla Scala de Milán y las veinte temporadas consecutivas en el Metropolitan de Nueva York. En su extenso repertorio ocupan un lugar principal sus interpretaciones de Rigoletto y Figaro (Il barbiere di Siviglia). Ha trabajado con los más renombrados directores de nuestro tiempo y ha intervenido en más de cuarenta grabaciones en audio y vídeo. En 1996 fue nombrado Kammersänger de la Staatsoper de Viena, en 2002 embajador de UNICEF, y en 2004 recibió el Premio Caruso. En el Teatro Real ha participado en dos conciertos líricos y ha cantado en Rigoletto y La traviata. 14 Rigoletto| Temporada 2015-2016 Luca Salsi Rigoletto Nacido en Parma, este barítono estudió en el Conservatorio Arrigo Boito de su ciudad natal y en la Accademia Rossiniana con Alberto Zedda. Debutó en el Teatro Comunale de Bolonia con La scala di seta y ganó el primer premio del Concurso Viotti en 2000. Su carrera le ha llevado, entre otros teatros, al Metropolitan de Nueva York, La Scala de Milán, la Opera Royal House de Londres, la Opéra national de Paris, la Bayerische Staatsoper de Múnich y los festivales de Salzburgo y Torre del Lago. Ha trabajado con directores como Elder, Gatti, Conlon, Palumbo y Zedda. Su repertorio incluye, entre otras óperas, La traviata, Il trovatore, Un ballo in maschera, La forza del destino, Aida, Macbeth, Luisa Miller, Don Carlo, Madama Butterfly y La bohème. Recientemente ha interpretado al protagonista de Nabucco en el Liceu de Barcelona y a Don Carlo (Ernani) en el Grand-Théâtre de Ginebra. Juan Jesús Rodríguez Rigoletto Destacado barítono verdiano, este onubense estudió en el Conservatorio de Madrid. En su repertorio sobresalen los papeles de Germont (La traviata), Iago (Otello), Rodrigo (Don Carlo), Miller (Luisa Miller), Tonio (Pagliacci), Alfio (Cavalleria rusticana), Ricardo (I puritani), Ezio (Attila) y Enrico (Lucia di Lammermoor). Su presencia es habitual en teatros como el Liceu de Barcelona, la Ópera de Oviedo, el Palau de les Arts de Valencia y La Zarzuela de Madrid, así como del Maggio Musicale florentino, el Teatro Massimo de Palermo y el Teatro Regio de Turín. Recientemente ha interpretado a Rigoletto en la AGAO pamplonesa, a Rodrigo (Don Carlo) en la ABAO bilbaína y a El conde de Luna (Il trovatore) en La Coruña. En el Real ha participado en Divinas palabras, Turandot, Elektra, The Bassarids, Otello o La forza del destino, entre otros títulos. Olga Peretyatko Gilda Comezó su carrera cantando en el coro de niños del Teatro Mariinski de San Petersburgo. Tras su formación en dirección de coros, estudió canto en Berlín y en Hamburgo. En 2007 recibió el segundo premio en el Concurso Operalia. Ha sido invitada en escenarios como el Teatro alla Scala de Milán, la Staatsoper de Viena, la Bayerische Staatsoper de Múnich, La Monnaie/De Munt de Bruselas, y los festivales de Salzburgo, Pésaro, Baden- Baden y Aix-en-Provence. De su repertorio sobresalen los personajes de Adina (L’elisir d’amore), Giulietta (I Capuleti e i Montecchi), Fiorilla (II turco in Italia), Desdemona (Otello), Susanna (Le nozze di Figaro), Giunia (Lucio Silla), Elvira (I Puritani) y las protagonistas de Lucia di Lammermoor y Alcina. Recientemente ha sido Violetta (La traviata) en San Petersburgo y Gilda (Rigoletto) en el Metropolitan de Nueva York. 15 Rigoletto| Temporada 2015-2016 Lisette Oropesa Gilda Nació en Nueva Orleans y estudió en la Escuela de Música de la Universidad de Luisiana. Tras triunfar en las Metropolitan Opera National Council Auditions (2005), se unió al Programa Lindemann para Jóvenes Artistas y debutó en el Metropolitan con Idomeneo (2006). Después ha cantado Susanna (Le nozze di Figaro), Lisette (La Rondine), Nannetta (Falstaff) y Sophie (Werther). Ha actuado en la Bayerische Staatsoper de Múnich, la Nationale Opera de Ámsterdam y las óperas de San Francisco, Pittsburgh, Nueva Orleans y Los Ángeles, donde ha interpretado a Konstanze (Die Entführung aus dem Serail), Leïla (Les pêcheurs de perles), Cleopatra (Giulio Cesare), Pamina (Die Zauberflöte), Marie (La fille du régiment) y rol el titular de Lucia di Lammermoor. Recientemente ha cantado Violetta (La traviata) en la Ópera de Filadelfia. 16
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