TRAUMA PRECORDIAL PENTRANTE ¿VENTANA PERICARDICA VS ECO? Por: JESSICA CORREA MARIN, MD. Residente Cirugía General Universidad del Valle FABIAN HERNANDEZ, MD. Cirujano de Trauma y Emergencias Hospital Universitario del Valle Contenido 1. Historia ................................................................................................................... 3 2. Epidemiologia. ........................................................................................................ 5 3. Fisiopatología ......................................................................................................... 7 Presentación clínica del trauma cardiaco ..................................................................... 7 4. Tipos de ventana pericárdica ................................................................................. 11 Ventana pericárdica subxifoidea (técnica abierta): ..................................................... 11 Ventana pericardica minimamente invasiva ............................................................... 11 5. Ecocardiografía ..................................................................................................... 13 6. Pregunta PICO...................................................................................................... 17 7. Evidencia .............................................................................................................. 18 8. Recomendación .................................................................................................... 22 9. Bibliografia ............................................................................................................ 23 TRAUMA PRECORDIAL PENTRANTE ¿VENTANA PERICARDICA VS ECO? 1. Historia El trauma precordial penetrante ha sido debatido en todos los ámbitos, desde siglos antes de Cristo hasta la época actual. Aunque el sistema circulatorio no se entendió hasta su descripción postulada por el Dr. William Harvey en 1628, el corazón ya era entendido como la fuerza de la vida desde la antigüedad. Casi2000 años antes de Harvey, Aristóteles observó y afirmo que: “por si solo el corazón, entre todas las vísceras, no puede soportar una lesión grave. Esto es de esperarse porque, cuando se destruye la fuente principal de la fuerza (el corazón), no hay ninguna ayuda que pueda ofrecerse a los otros órganos que dependen de él”. Este punto de vista se mantuvo hasta el final del siglo 19. El cirujano vienés Dr. Theodor Bilroth eminente figura famosa de la cirugía proclama en 1883 que ''Cualquier cirujano que intente suturar una herida de corazón perderá el respeto de los de sus colegas”, generando esto temor ante el resto de cirujanos y personal médico, mejor llamado opresión y limitación psicológica. El cirujano Inglés, Stephen Paget, fue más allá al pronunciar que para esta fecha ''la cirugía de corazón, probablemente ha llegado a los límites establecidos por la naturaleza para todos; ningún nuevo método, ningún nuevo descubrimiento puede superar las dificultades naturales que asisten ante una herida cardiaca'', nuevamente grandes figuras poniendo limitaciones a el progreso en cuanto a el manejo de este tipo de lesiones. De hecho, las heridas cardiacas habían sido tratadas con éxito por varias décadas por medio de drenaje pericárdico. Dominique-Jean Larrey, cirujano de Napoleón Bonaparte, se acredita a menudo como el primero que realiza esto en la década de 1820, aunque algunos estudiosos creen que Francisco Romero, un médico catalán, realizado este procedimiento en 1801.Es así como la pericardiocentesis se considero el manejo definitivo de este tipo de lesiones por más de 100 años. Pues solo hasta 1943 el Dr. Alfred Blalock, una de las figuras gigantes en la historia de cirugía cardíaca, defiende la sutura de corazón como un tratamiento primario y de hecho esta práctica persistió hasta bien entrada la década de 1960 y70´s. Una vez se acepta esto, empiezan a salir a la luz pública, cardiorrafias hechas de forma clandestina. Como es el caso del Dr. Ludwig Rehn, quien el 09 de septiembre 1896, un cirujano en Frankfurt, Alemania, realizó lo que muchos consideran la primera cirugía de corazón con éxito. Su paciente era un hombre de 22 años de edad, Wilhelm Justus, que había sido apuñalado en el corazón 2 días antes. Notas del Dr. Rehn, traducidos al Inglés, registran paso a paso la cirugía realizada, siendo este el primer reparo exitoso de una herida cardiaca. (1)(2) Desde este entonces han surgido diferentes técnicas para la identificación de pacientes con trauma precordial penetrante y sospecha de lesión precordial. Es claro que el paciente con lesión precordial penetrante y signos de taponamiento o in extremis es candidato a cirugía tipo toracotomía o esternotomia dependiendo del caso. El estudio de los pacientes con trauma precordial estables es el que ha llevado a controversias desde el advenimiento del ultrasonido en los 80´s, postulando la ecografía dentro de los algoritmos de manejo. El desarrollo de esta norma esta direccionado a solucionar la siguiente pregunta ¿trauma precordial penetrante estable: eco vs ventana pericárdica. 2. Epidemiologia. La literatura mundial reporta que aproximadamente 9 millones de lesiones traumáticas comprometen el tórax cada año. El 0,1% de estos pacientes presentan trauma de corazón. Más del 50% corresponde a lesiones en pacientes de género masculino y menores de 40 años. Hay 2 grandes series de los sur africanos una con 1.198 y otra con 20.181 pacientes, donde reportan que la principal mortalidad se da antes de llegar a un centro de atención de trauma, teniendo mortalidades pre hospitalarias en trauma cardiaco de hasta 94%. Los principales mecanismos de lesión son: arma blanca en 67.4% y proyectil de arma de fuego en 90.3%. (1)(3) Series locales como la revisión de 10 años, entre 1980- 1989 en el HUV de Cali, realizada por los autores (Tabla 1) (4) se ve una progresión en el número de pacientes tratados por año. En 1980 –20 por año. 1989- 70 por año. Ferrada (5). En la revisión de autopsias de Cali, en 1992, que incluyo a los registros quirúrgicos de todas las entidades hospitalarias encontró 634 pacientes con herida cardiaca. Los 52 pacientes con trauma cerrado fallecieron Mortalidad 100%. La mortalidad global fue del 73%. ACP 184 de 303 (60.7%), AF 236 de 279 (81%) que son muy similares a otras series. En un estudio realizado por Ferrada en el hospital universitario del Valle entre 1980 y 1989, se observó que el 85% de las heridas eran causadas por arma corto punzante y el 12 % por proyectiles de arma de fuego. Sin embargo, en estudios realizados en años posteriores, el 47% de las heridas fueron por armas corto punzante y el 42% por proyectiles de arma de fuego. La mortalidad en heridas por proyectil de arma de fuego es más alta. Tabla 1. Lesiones según el tipo de arma La cámara cardiaca más comprometida es el ventrículo derecho con un 42.5%, seguida por el ventrículo izquierdo don un 33%, la aurícula derecha 15% y la izquierda 5% (Tabla 2). Tabla 2. Mortalidad según la localización de la herida El 60% de los pacientes con herida penetrante de corazón fallecen en el sitio del trauma o durante su transporte, y en una serie recogida en el hospital universitario del valle por Ferrada, el 53% mueren en el sitio de la escena y la mortalidad en el hospital es del 37%, en instituciones como la nuestra (Hospital Universitario del Valle- Cali; Colombia). 3. Fisiopatología Antes de hablar de las consecuencias de una herida cardiaca, es necesario ubicar el área precordial. La región precordial es importante porque en este sitio se encuentra el corazón y los grandes vasos torácicos y se debe descartar lesión de estas estructuras en cualquier herida que comprometa esta región. La región precordial está delimitada de esta forma: límite superior por el borde inferior de las clavículas, hacia abajo por el reborde costal inferior y a los lados por las líneas medio claviculares. (Figura 1) Figura 1. Delimitación anatómica de la región precordial La región precordial contiene el corazón y los grandes vasos. Además de hacer parte del mediastino, el cual contiene también estructuras digestivas, respiratorias y nerviosas, por lo cual no es infrecuente su lesión asociada, principalmente cuando la herida es causada por proyectiles de arma de fuego. Presentación clínica del trauma cardiaco La presentación clínica de los pacientes que sobreviven inicialmente al trauma y llegan al hospital es muy variada, e incluye desde el paciente estable que no presenta más que la herida evidente y no tiene signos ni síntomas, hasta el paciente agónico o in extremis que no tiene signos vitales pero se presenta con algún signo de vida. Y es la presentación clínica la que determina el tratamiento específico para cada una de estas lesiones. Son 3 las formas de presentación del paciente con trauma precordial penetrante y probable lesión cardiaca: a. Paciente agónico: paciente con herida precordial por arma corto punzante o por proyectil de arma de fuego con ausencia de signos vitales, que presenta respiración agónica (gasping), paro cardiorrespiratorio en actividad eléctrica sin pulso o pupilas reactivas. Esta condición se caracteriza por la pérdida del 40-50% del volumen intravascular y la supervivencia alcanza el 10-15% cuando las lesiones son por arma corto punzante, siendo más baja cuando son causadas por proyectiles de arma de fuego. b. Paciente inestable hemodinámicamente: paciente con herida en la región precordial por arma corto punzante o por proyectil de arma de fuego con tensión arterial sistólica menor de 90 mmHg. Esta situación puede ocurrir por exanguinación, sea al exterior o hacia la cavidad pleural ocasionando un hemotórax masivo, o por taponamiento cardiaco por acumulación de líquido en el saco pericárdico que no es distensible. El taponamiento cardiaco ocurre con la acumulación de pequeñas cantidades de líquido en el pericardio, ya que este es una membrana no distensible. Es característica la famosa triada descrita por el cirujano sueco Claude S. Beck en 1927. Consistente en hipotensión arterial, ruidos cardiacos velados e ingurgitación yugular. El cual se presenta solo en cerca del 30% de los pacientes taponados. Fue el mismo cirujano, quien en 1947 describió el primer episodio de masaje cardiaco directo en el intraoperatorio de un joven de 14 años al cual le corregían un defecto de la pared torácica. Si se consideran solo dos signos esto incluye al 60% de los pacientes. Se han descrito también otros signos de taponamiento cardiaco como reflejos vasovagales con diaforesis, taquicardia, diarrea, agitación, confusión, cianosis perioral y pulso paradójico. Con respecto a la fisiopatología del taponamiento cardiaco: el corazón y los orígenes de los grandes vasos están encerrados dentro del pericardio fibroso, un saco inelástico. Debido a su pobre elasticidad, el sangrado agudo en la cavidad pericárdica rápidamente resulta en un fuerte aumento de la presión intrapericárdica. Mientras esto ocurre, el llenado del lado derecho del corazón a través del retorno venoso sistémico es bloqueado, situación denominada taponamiento cardíaco. En consecuencia, el volumen sistólico ventricular derecho disminuye, lo que a su vez conduce a menor flujo de llenado del ventrículo izquierdo. En un intento de mantener el gasto cardíaco en términos de reducción de la precarga, se desencadena una estimulación mediada por sustancias adrenérgica que producen taquicardia y aumento de la contractilidad cardiaca. El volumen sistólico final disminuye. Condición que precede a una parada cardiaca por patrón netamente restrictivo. c. Paciente estable hemodinámicamente: paciente con herida precordial por arma corto punzante penetrante, o por proyectil de arma de fuego en la región precordial. Que no presenta signos ni síntomas de lesión cardíaca. Sin embargo, se debe recordar que hasta el 20% de pacientes de este grupo presentan herida del corazón, razón por la cual debe realizarse a todos estudios de extensión para descartar esta herida, dependiente de la experiencia y la disponibilidad de estos métodos en las diferentes instituciones. Incluyendo la ecocardiografía y la ventana pericárdica. (6) En los diferentes estudios la ecografía y la ventana pericárdica tienen una sensibilidad y especificidad mayores del 90%. Sin embargo el gold standard es la ventana pericárdica con sensibilidad y especificidad cercanas al 100% en los diferentes estudios. La ecocardiografía tiene la dificultad de ser operador dependiente, no disponible en todos los centros. En nuestra institución no existen estudios para validar la ecocardiografía o la ecografía subxifoidea para el diagnóstico de hemopericardio. Razón por la cual se sigue teniendo la ventana pericárdica como protocolo en todos los pacientes con herida penetrante en la región precordial. Pero se acepta que es una herramienta útil para el cirujano de hoy, al momento de evaluar un paciente con trauma precordial penetrante. A continuación se explicaran ambos métodos diagnósticos; tanto la ventana pericárdica ya sea abierta o por métodos mínimamente invasivos y las cuatro vistas básicas de ecocardiografía en busca de liquido pericárdico en el contexto de trauma precordial penetrante en paciente estable. 4. Tipos de ventana pericárdica Ventana pericárdica subxifoidea (técnica abierta): Técnica desarrollada por Larrey en 1800, la cual se realiza en sala de operaciones, mediante una incisión de 10 cm sobre el xifoides, para luego disecar el xifoides y luxarlo cefálicamente con una pinza Allis o de Kocher, seguido se hace una disección roma con que separa el tejido adiposo perixifoideo, en este momento se visualiza la membrana nacar del pericardio, se sujeta con dos pinzas Allis, y si el estado hemodinámico del paciente lo permite se pone en posición Fowler, lo que hace descender el pericardio haciéndolo más asequible, la zona es irrigada con suero fisiológico para remover la sangre y comprobar la hemostasia. Después se realiza una incisión de 1 cm en el pericardio, la cual de haber lesión cardiaca dará salida a sangre o se verá un coagulo a través de ella dando una ventana positiva. Las ventajas de la técnica son su sencillez y rapidez, y sus principales desventajas son que necesita de anestesia general y que es un procedimiento quirúrgico invasivo. (7)(8) Ventana pericardica minimamente invasiva - Vía toracoscopica: La mayor contraindicación de la toracoscopia en trauma es la presencia de inestabilidad hemodinamica. Otras contraindicaciones son: lesiones de corazón y grandes vasos confirmadas, incapacidad para tolerar la ventilación con un solo pulmón (intubación monobronquial), incapacidad para tolerar el decúbito lateral, cavidad pleural obliterada, toracotomía previa, indicaciones para toracotomía o esternotomía de emergencia, diátesis hemorrágica. (9) Técnica quirúrgica: El pericardio se puede abordar desde la derecha o izquierda, el paciente es posicionado en decúbito lateral del lado no afectado previa intubación monobronquial. El trocar de la cámara se inserta en el séptimo espacio intercostal línea axilar posterior, el trocar de la tijera en la punta de la escápula y el tercer trocar en el sexto espacio intercostal en la línea axilar anterior. Se explora toda la cavidad pleural, Si existe hemotorax se aspira, se identifica el nervio frénico en su trayecto longitudinal sobre el pericardio a efectos de no lesionarlo. Con la pinza de tracción y la tijera comienza la apertura del pericardio. En muchos pacientes es necesario disecar previamente la grasa pericárdica hasta poder exponer el pericardio. Una vez expuesto se incide longitudinalmente con tijera, se evacua su contenido. (10) La toracoscopia es un método de diagnóstico de excelente desempeño para el diagnóstico de heridas cardíacas en pacientes con síntomas menores o sin ellos, cuando otros estudios no invasivos no son concluyentes o no se encuentran disponibles. Es de elección cuando el paciente tiene hallazgos positivos adicionales en la radiografía de tórax. Nivel de evidencia III Recomendación B. (9) - Vía transdiafragmatica (laparoscopica) Se realizara este tipo de abordaje, si el paciente presenta herida precordial hemodinámicamente estable y no tiene tubo de tórax, además de no presentar contraindicación alguna de este tipo de abordaje, es decir cirugía abdominal previa o abdomen agudo con indicación de laparotomía como causas principales que contraindican este tipo de procedimiento. En cuanto a la técnica quirúrgica, hay que posicionar al paciente en decúbito supino, se realiza abordaje con técnica abierta a nivel umbilical, puerto de 5 mm a nivel umbilical para la cámara, utilizando lente de 30 grados de 5mm, se identifica el tendón central. Bajo visión directa colocar otros 2 puertos de 5mm a nivel de epigastrio en línea media y otro triangulando en flanco izquierdo respectivamente con el fin de acceder al pericardio a través del tendón central. La pericardiotomía se realiza utilizando una combinación de disección roma y cortante con tijeras laparoscopicas a nivel del tendón central. Con ayuda de la grasper se tracciona el pericardio y se con la tijera se realiza corte de este hasta obtener la salida de liquido ya sea sangre o liquido seroso claro. (11) 5. Ecocardiografía En ecocardiografía se utilizan sondas sectoriales de baja frecuencia (2 a 5 MHz). Estas sondas son parecidas a las convexas utilizadas para el estudio del abdomen, pero la superficie de contacto con la piel es mucho más pequeña con el objeto de mejorar la visión (ventana) entre las costillas. La ecocardiografía básica, está al alcance del cirujano de urgencias con periodos de formación relativamente cortos. La ecocardiografía se puede realizar de forma fiable con ecógrafos portátiles a la cabecera del paciente. Es operador dependiente y la sensibilidad y especificidad baja si además hay presencia de hemo o neumotórax lo cual limita las ventanas ecográficas, siendo necesario drenar estos antes de hacer el barrido ecográfico respectivo. (12) (13) a. Vistas básicas Son 4 las vistas ecográficas cardiacas básicas descritas en busca de líquido en el pericardio, el cual es nuestro objetivo en el paciente con trauma precordial penetrante, si hay o no sangre. Estas ventanas ecográficas son eje paraesternal largo y corto, subxifoideo y visión apical o de 4 cámaras. (figura 2.) Figura 2. (A. Eje paraesternal largo y corto, B. Ventana subxifoidea y C. Visión apical) - Eje paraesternal largo: se coloca el transductor al lado izquierdo del esternón entre tercero y cuarto espacio intercostal, con el indicador señalando hacia el codo izquierdo del paciente. La búsqueda se hace girando el indicador a la izquierda. Estrategias como colocar un poco en decúbito lateral izquierdo mejora la calidad de la imagen. Ambos ejes tanto el paraesternal largo como el corto nos permiten ver contractibilidad cardiaca y derrame pericárdico, pero este en especial nos permite diferenciar en si se trata de un derrame pericárdico o de un derrame pleural que usualmente suele confundir la interpretación de la imagen de estos, en esta visión se logra ver la aorta descendente la cual nosotros sabemos que ella no está incluida dentro del pericárdico, entonces, si se trata de un derrame pericárdico, pues lo negro se verá delante de la aorta y si es derrame pericárdico se verá detrás de esta, recordemos que el pericardio no incluye o cubre la aorta. La siguiente figura ilustra lo que se debe ver en esta ventana. Figura 3. (Vista obtenida en el eje paraesternal largo.) - Eje paraesternal corto: igual que en el eje paraesternal largo, el transductor se coloca en la región paraesternal izquierda a nivel del tercer o cuarto espacio intercostal, pero esta vez el indicador va a estar dirigido hacia la cadera derecha del paciente. Para el barrido ecográfico, el movimiento del transductor debe hacerse girándolo hacia el lado izquierdo. La siguiente figura ilustra lo que se debe ver en esta ventana. Figura 4. (Eje paraesternal corto) - Ventana subxifoidea: como su nombre lo indica el transductor se coloca debajo del xifoides, con el marcador mirando hacia el hombro derecho del paciente, pero el transductor se direcciona hacia el hombro izquierdo del paciente. El barrido ecográfico en esta ventana se inicia desde el lado derecho, pues recordemos que el hígado funciona como punto de referencia de ventana acústica por que el es isoecoico. La siguiente figura ilustra lo que se debe ver en esta ventana. Figura 5. (Visión subxifoidea) - Vista apical o de 4 cámaras: se ubica el transductor en el sitio donde se palpe el punto de máxima intensidad del corazón (PMI). Ahí se coloca el transductor con el marcador hacia la derecha del paciente. El barrido se hace realizando el movimiento del transductor hacia la izquierda. Colocar al paciente un poco en decúbito lateral izquierdo mejora la calidad de la imagen. La siguiente figura ilustra lo que se debe ver en esta ventana. Figura 6. (Visión apical o de 4 cámaras). Nunca olvidar lo siguiente: Para que un estudio ecográfico sea valido debemos obtener con nitidez al menos 2 de las 4 vistas básicas. (12) 6. Pregunta PICO Paciente trauma precordial penetrante estables Ventana pericárdica Ecografía subxifoidea Herida de corazón 7. Evidencia Se hizo una revisión de la literatura médica con respecto al tema herida precordial penetrante en paciente estable y el uso de intervención tipo ecocardiografía Vs la realización de la prueba estándar a la fecha que es la ventana subxifoidea, con el fin de determinar si se tiene o no herida de corazón. Se realizo la búsqueda desde 1990 a marzo 2015 en los diferentes buscadores: Pubmed, Chocrane, Ovid, Sciencie Direct, entre otros y revistas medicas como: New England Journal of Medicine, Journal Of Trauma, Injury, Scielo entre otros; además de consultar las diferentes guías al respecto (NICE, guidelines clearinghouse). Los términos Mesh utilizados fueron los siguientes: cardiac wound, penetrating cardiac trauma evaluation, echocardiography vs pericardial window in penetrating chest trauma. Solo 7 estudios de tipo descriptivos, logran responder la pregunta planteada, solo 5 son publicados en los últimos 20 años. Se aplico por tratarse de herramientas diagnosticas, el instrumento epidemiológico denominado STARD (The Standard for reporting of Diagnostic Accuracy). Por medio de esta herramienta, que consta de 25 ítems, se evalúan la calidad de los estudios sobre exactitud diagnóstica. Esta lista de chequeo de 25 ítems fue publicada en BMJ 2003;326:41-44. (14) En orden cronológico inicio con el estudio publicado en Annals of Surgery por la Dra. Rozycki y colaboradores en 1999, estudio con una cohorte con seguimiento prospectiva en el tiempo, con 247 pacientes en total. Ellos encuentran de 236 pacientes verdaderos negativos y 10 verdaderos positivos, uno no se logro determinar con ecografía fue dudoso y se llevo a ventana pericárdica siendo esta negativa al parecer. Ellos reportan una sensibilidad y especificidad del 100% (15). Tiene varias fallas metodologías este estudio y la más grave es que en ningún momento comparan la ecografía con el Gold estándar que es la ventana pericárdica, además no hay un seguimiento a largo plazo de esos pacientes que aparentemente fueron negativos. Se aplico la herramienta epidemiológica STARD teniendo 21/25 dado las fallas de metodología planteadas anteriormente. Al año siguiente nuevamente, la Dra. Grace Roziky publica un artículo titulado: role de la ultrasonografía en los pacientes con posible herida de corazón, estudio multicentrico prospectivo (16). En este estudio descriptivo al igual que los otros, realizo un seguimiento a 27 meses en pacientes que ingresaron con heridas precordiales, hemodinámicamente estables, que requerían se les descartara posible herida de corazón. Se realizo 4 vistas ecocardiografías básicas por cardiólogo, cirujanos entrenados en ecografía o cirujanos que realizaban las ventanas ecográficas las guardaban y luego eran interpretadas por un radiólogo, según fuera la disponibilidad del hospital. Una vez mas no se comprara con el Gold estándar que es la ventana pericárdica, pero esta vez su especificidad baja al 96% y esto porque se reportaron 7 falsos positivos, pacientes que reportaba el estudio imagenológico con aparente derrame y se llevo a cirugía y se encontró que no tenia hemopericardio. Estos falsos positivos se resumen en la siguiente tabla con sus causas aparentes. Viendo que la principal causa de falsos positivos es la presencia de hemotórax o hemoneumotórax, los autores recomiendan: en caso de neumotórax grado III, drenar el hemoneumotórax antes de la realización del eco, mejora la sensibilidad del examen. CONCLUYEN: “Ultrasonido debe ser la modalidad inicial para la evaluación de pacientes con trauma penetrante precordial ya que es precisa y rápida.”Clasificación de este estudio ante método STARD: 22/25. Del estilo de los artículos publicados por la Dra. Roziky, con una serie de tan solo 34 pacientes el Dr. Eddy Carrillo (17), realiza un estudio con el siguiente protocolo: El resultado de este estudio fue el siguiente: Nuevamente se incurre igual error metodológico, no se compara con la prueba estándar a la fecha que es la ventana pericárdica abierta. Además no se hace un adecuado seguimiento de esos pacientes que se asumen como negativos por el resultado de no líquido pericárdico en la ecografía. Puntaje en método STARD 22/25. De todos los estudios mostrados anteriormente, solo este ultimo y publicado en Marzo de este año, compara la realización de la ecografía con la prueba estándar que es la ventana pericárdica abierta. Este estudio, es el realizado por el grupo de los South Africanos (18), en un hospital epidemiológicamente muy similar al nuestro, población con índices de trauma muy altos, y con el ingreso de la ecografía a las salas de urgencias, especialmente a las salas de trauma, quisieron reproducir los estudios del estilo de la Dra. Roziky, mejorando dicha falencia en la metodología. Esta es la siguiente tabla que resume los resultados: Es alarmante el alto número de falsos negativos, 18 pacientes con alta sospecha clínica de herida de corazón, en quienes los ecocardiogramas con vistas básicas fueron negativos pero de igual manera se llevaron a cirugía encontrando las ventanas pericárdicas positivas. De esos 18 falsos negativos, 11 correspondieron a hemoneumotórax, 6 a neumopericardio y un paciente con 2 ecocardiogramas normales llego tardíamente con signos de taponamiento cardiaco. Este estudio cumple los 25 ítems de la herramienta STARD. Ellos concluyen que la ecografía es solo una herramienta en la evaluación del paciente de trauma, pero lo que respecta a descartar herida de corazón no es suficiente. 8. Recomendación Aproximadamente, 20% de los pacientes con heridas cardíacas no tienen signos o síntomas de su lesión. En este grupo de pacientes se han utilizado diversos estudios que pretenden demostrar la presencia de sangre en la cavidad pericárdica. Le ecocardiografía es una buena herramienta de estudio no invasivo en el diagnóstico de heridas cardíacas; sin embargo, su utilidad es limitada, en primer lugar, es operador dependiente y no siempre hay disponibilidad de un cardiólogo, en segundo lugar, porque la sensibilidad del método disminuye en presencia de enfisema subcutáneo, tubos de toracostomía, hemotórax y lesiones de la pared. No hay evidencia suficiente que soporte el uso de ecografía como método único para descartar herída cardiaca en trauma precordial penetrante en paciente estable. Mas estudios al respecto son necesarios para esclarecer esta pregunta planteada. 9. Bibliografia 1. 4. Kang N., Hsee L., Rizoli S., Alison P.; Penetratingcardiacinjury: Overcomingthelimits set byNature;Injury; (2009) 919–927 Asensio J., Petrone P., Pereira B., Peña D., Prichayudh S., Tsunoyama T.; PenetratingCardiac Injuries: A HistoricPerspective and FascinatingTripThrough Time; J Am CollSurg: Vol. 208, No. 3, March 2009 Talving P., Demetriades D.; Cardiac Trauma DuringTeenageYears; Pediatr Clin N Am 61 (2014) 111–130 Ordoñez CA, Florez G, Ferrada R: Trauma CardiacoPenetrante: Presented at the 5. 17 Congress entitled “Avances en Trauma y Cirugia” Bogota, Colombia agosto 1991. Ferrada R, Mejia W, Currea D: Trauma cardiaco perfil de mortalidad: Presented at 2. 3. Th th 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. the 20 congress entitled “Avances en Cirugia”, Bogota Colombia agosto 1994. Saadia R, Levy RD, Degiannis E, Velmahos GC. 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