CAS. 3311-2013 LAMBAYEQUE INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y

CAS. 3311-2013 LAMBAYEQUE
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS.
Lima, tres de noviembre de dos mil catorce.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número tres mil trescientos once – dos mil trece; en Audiencia Pública de la fecha y
producida la votación correspondiente, emite la presente sentencia:
MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN:
Se trata del recurso de casación interpuesto por Carmen Chiroque viuda de Icanaque de folios
doscientos ochenta y uno a trescientos cuatro, contra la sentencia de vista (Resolución número
quince) de fecha dieciocho de junio de dos mil trece, de folios doscientos treinta y ocho a
doscientos treinta y nueve, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, que confirma la apelada (Resolución número diez) de fecha veinte de
diciembre de dos mil doce, de folios ciento ochenta y dos a ciento ochenta y ocho, que declaró
infundada la demanda.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN:
Esta Sala Suprema ha declarado procedente el recurso de casación propuesto, mediante
resolución de fecha catorce de noviembre de dos mil trece, de folios cuarenta y ocho a
cincuenta del cuadernillo de casación, por la causal de infracción normativa procesal del inciso
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú; y
CONSIDERANDO:
Primero:
Por escrito de folios doce a cuarenta y ocho, subsanado de folios cincuenta y ocho a cincuenta
y nueve, Carmen Chiroque viuda de Icanaque interpuso demanda para efectos de que la
Oficina de Normalización Previsional – ONP cumpla con pagarle la suma de trescientos sesenta
mil nuevos soles (S/.360,000.00) por los conceptos de daño moral y daño a la persona,
causados a consecuencia de no haberse ordenado que se le reajuste la pensión que recibía
conforme a la Ley número 23908; señalando que mediante Resolución número 17119-D-0133CH-85-T de fecha veintidós de agosto de mil novecientos ochenta y cinco, la demandada le
otorgó pensión de viudez a partir del día veintidós de agosto de mil novecientos ochenta y
cinco, sin embargo, al momento de calcular el monto de la pensión, no tuvo en cuenta lo
dispuesto por la Ley número 23908, la cual estableció que la pensión mínima es de tres
sueldos mínimos vitales, para las personas que adquieren su derecho a una pensión antes del
día dieciocho de diciembre de mil novecientos noventa y dos; por lo que se vio obligado a
interponer una demanda de impugnación de resolución administrativa ante el Tercer Juzgado
Especializado Civil de Chiclayo en la que se declaró fundada en parte su demanda por
Resolución número dieciséis, de fecha veintidós de setiembre de dos mil diez, decisión que ha
quedado consentida por Resolución número diecisiete de fecha ocho de octubre del dos mil
diez y se ordenó que la demandada le otorgue pensión conforme a la Ley número 23908,
reajustándola en un monto equivalente a tres sueldos mínimos vitales o su sustitorio. La
existencia de la Resolución número 17119-D-0133- CH-85-T de fecha veintidós de agosto de
mil novecientos ochenta y cinco, la misma que le otorgó pensión de viudez mensual de
doscientos once mil cuatrocientos sesenta y cuatro nuevos soles con noventa y un céntimos
(S/.211,464.91) posteriormente luego de entablar un largo proceso judicial seguido en el
Expediente número 1053-2009 tramitado en el Tercer Juzgado Especializado Civil de Chiclayo
por mandato judicial se le reajustó su pensión conforme a lo establecido por la Ley número
23908, generándose un daño moral y a la persona causándole conjugas, penas y sufrimientos
que han afectado y repercutido en su vida personal y en su salud.
Segundo:
Al contestar la demanda de folios setenta a setenta y cinco, la Oficina de Normalización
Previsional – ONP, sostiene que la demandante no ha demostrado los supuestos de daños que
ameritan amparar su pretensión de indemnización. No ha existido conducta antijurídica por
parte de su representada, debido a que el proceder de los funcionarios de la Oficina de
Normalización Previsional – ONP se limitó al estricto cumplimiento de las normas aplicables y
criterios jurídicos ya establecidos al respecto por la Defensoría del Pueblo y el Tribunal
Constitucional. En tal sentido, la actuación de los funcionarios de la Oficina de Normalización
Previsional – ONP se sustentó en el Principio de Legalidad y como consecuencia de ello, en el
mandato imperativo contenido en las normas vigentes para proteger y resguardar los fondos
intangibles de jubilación.
Tercero:
Llegada la etapa procesal respectiva, el Juez del Segundo Juzgado Especializado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, emite la sentencia (Resolución número diez) de fecha
veinte de diciembre de dos mil doce, de folios ciento ochenta y dos a ciento ochenta y ocho,
declarando infundada la demanda interpuesta, considerando lo siguiente:
1) Por el hecho de no habérsele otorgado una pensión conforme a la Ley número 23908 se le
causó una gran aflicción, la misma que ha repercutido en su salud y en sus relaciones
interpersonales con su familia y amistades; sin embargo, no se ha ofrecido medio probatorio
alguno que acredite que sufrió de algún cuadro de aflicción o padecimiento de salud o
menoscabo en sus relaciones personales.
2) En relación a los padecimientos en su salud alegados por la demandante, no ha precisado en
qué consistieron éstos ni que el accionante haya acudido a centros privados de atención de
salud, es por este motivo que el Juzgado dispuso la remisión de copia de la historia clínica de la
demandante, sin embargo, de acuerdo a la historia clínica que corre como acompañado, no
presenta enfermedad o padecimiento de salud que no haya sido tratado por el Seguro Social
de Salud - ESSALUD, sino que ha venido siendo atendida por el servicio de ginecología por
cuestiones propias de su salud, debiendo tenerse en cuenta que la atención por el seguro
social de salud no depende de la cantidad de pensión que percibe el asegurado, y que la actora
no ha alegado ni acreditado que se haya atendido en centro médicos particulares.
3) La actora no ha precisado cuál es el daño a la persona que se le ha causado, cuál es el
proyecto de vida que se ha truncado con la demora en el reconocimiento de su pensión de
jubilación, por lo que no estamos ante un tipo de daño que por su naturaleza extrapatrimonial
sea de difícil probanza sino ante una pretensión que carece de sustento fáctico, por lo que no
es posible amparar este extremo de la demanda.
Cuarto:
Apelada que fuera esa decisión, la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, expide la Resolución número quince de fecha dieciocho de junio de dos mil
trece, de folios doscientos treinta y ocho a doscientos treinta y nueve, mediante la cual se
confirma la apelada, cuando señala que el artículo 196 del Código Procesal Civil dispone: “(...)
la carga de probar corresponde a quien afirma hecho que configuran su pretensión o a quien
los contradice alegando nuevos hechos”, y en el caso de autos, el demandante no ha absuelto
tal carga procesal, pues no ha probado el daño moral y el daño a su persona alegados con su
demanda, y la mora en el pago oportuno y adecuado, ha generado intereses, los mismos que
se han ordenado pagar en el proceso correspondiente.
Quinto:
La causal de infracción normativa de carácter procesal acogida ha sido amparada por la
infracción del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú. Por ello al versar el
presente proceso sobre indemnización por daños y perjuicios, se debe señalar que en la
doctrina se ha establecido que son cuatro los elementos que conforman la responsabilidad
civil y estos son:
1) La antijuridicidad, entendida como la conducta contraria a ley o al ordenamiento jurídico;
2) El factor de atribución, que es el título por el cual se asume responsabilidad, pudiendo ser
éste subjetivo (por dolo o culpa) u objetivo (por realizar actividades o ser titular de
determinadas situaciones jurídicas previstas en el ordenamiento jurídico);
3) El nexo causal o relación de causalidad adecuada entre el hecho y el daño producido; y
4) El daño, que es consecuencia de la lesión al interés protegido y puede ser patrimonial (daño
emergente o lucro cesante) o extrapatrimonial (daño moral y daño a la persona).
Sexto:
Revisada la sentencia de vista, se advierte que contiene serias falencias en la motivación que la
tornan insuficiente para dar una solución al conflicto de intereses planteado en sede judicial,
por cuanto:
i) Conforme se establece en la sentencia recaída en el Expediente número 00728- 2008PHC/TC, el Tribunal Constitucional ha establecido como vicios de la motivación: La inexistencia
de motivación o motivación aparente; la falta de motivación interna del razonamiento (por
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece previamente el Juez en su
decisión, cuando existe incoherencia narrativa); las deficiencias en la motivación externa
(justificación de las premisas); la motivación insuficiente; y la motivación sustancialmente
incongruente.
Particularmente, la motivación insuficiente se refiere al mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión
está debidamente motivada.
ii) En autos se pretende el pago de una indemnización por el daño extrapatrimonial (daño
moral y daño a la persona) causado a la pensionista Carmen Chiroque viuda de Icanaque, a
quien la administración previsional otorgó una pensión ascendente a doscientos once mil
cuatrocientos sesenta y cuatro nuevos soles con noventa y un céntimos (S/.211,464.91). Los
daños alegados en la demanda no son de orden patrimonial (daño emergente o lucro cesante),
los cuales han sido debidamente compensados al demandante mediante el pago de las
pensiones dejadas de percibir más sus respectivos intereses, sino que son de orden
extrapatrimonial (daño moral y daño a la persona), habiéndose sustentado el primero de ellos
en la aflicción causada debido al desconocimiento de sus derechos pensionarios, y que produjo
menoscabo en su vida personal, toda vez que el monto reconocido por la administración era
insuficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, afectando su autoestima y
rebajando su nivel y calidad de vida. En cuanto al daño a la persona, el actor precisa que éste
se refiere al daño al proyecto de vida, por cuanto no ha podido contar con los medios
económicos para solventar sus gastos de salud y ha venido deteriorándose física y
psicológicamente y de no haber sido por la actitud dolosa de la Oficina de Normalización
Previsional – ONP al no haberse otorgado su pensión conforme a lo establecido por la Ley
número 23908, su expectativa de vida sería mayor y para acreditar el progresivo deterioro de
su salud, ofreció como prueba su Historia Clínica que obra en el Seguro Social de Salud ESSALUD, así como también la pericia médica que debe realizarse para acreditar las dolencias
que padece hasta la fecha.
iii) Entonces, contrariamente a lo que concluyen las instancias de mérito, la demandante
ofreció las pruebas que estimó pertinentes para tratar de acreditar el resarcimiento por el
daño causado y si bien es cierto que en autos no se admitió la pericia médica que debía
realizarse a la accionante, también lo es que el A quo y el Ad quem han omitido pronunciarse
adecuadamente sobre el mérito de la Historia Clínica remitida por el Seguro Social de Salud ESSALUD, en la que se detalla el proceso evolutivo del estado de salud de la demandante en
los últimos años. Asimismo, se ha omitido todo razonamiento relacionado con el nivel de
ingresos y la calidad de vida de la accionante a consecuencia de la expedición de la Resolución
número 17119-D-0133-CH-85-T, de fecha veintidós de agosto de mil novecientos ochenta y
cinco, que fijó en doscientos once mil cuatrocientos sesenta y cuatro nuevos soles con noventa
y un céntimos (S/.211,464.91) su pensión de viudez mensual, monto que percibió hasta su
corrección y modificación por mandato judicial, que se concretó recién el veintinueve de
octubre de dos mil diez, con la expedición de la Resolución número 0000096544-2010ONP/DPR.SC/DL19990, es decir, luego de haber transcurrido veinticinco años de percibir una
pensión ínfima que no le correspondía.
En cuanto al daño moral, éste consiste en la angustia, sufrimiento o padecimiento de la
víctima, que pertenece más al campo de la afectividad o de los sentimientos propios de quien
lo sufre y que por su naturaleza son de difícil probanza, pero ciertamente no impiden que los
Jueces puedan pronunciarse sobre su existencia, atendiendo a las conclusiones fácticas
arribadas en torno a los hechos expuestos por las partes y acreditados en autos.
iv) Entonces, para establecer la existencia o no del daño personal o del daño moral inclusive,
resultaba necesario que los jueces procedan previamente a la definición concreta de cada uno
de ellos, con auxilio de la doctrina y la jurisprudencia, para luego establecer si se han
incorporado al proceso los elementos probatorios idóneos para acreditar su existencia o los
sucedáneos a los que debe recurrir para sustituir el valor o el alcance de éstos.
Sétimo:
En definitiva, la sentencia recurrida contiene una motivación insuficiente para sustentar la
denegatoria a la pretensión indemnizatoria planteada en autos. Lo mismo ocurre con la
sentencia de primera instancia, que contiene una motivación aparente, ya que solo intenta dar
un cumplimiento formal al deber de motivación de las resoluciones judiciales, amparándose en
frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.
Octavo:
En conclusión, el recurso de casación debe ampararse con efecto de reenvío, alcanzando
inclusive a la sentencia de primera instancia, al haberse infringido el deber de motivación de
las resoluciones judiciales previsto en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, debiendo el A quo emitir un nuevo fallo evaluando las consideraciones fácticas
acreditadas en autos y contando con mayores pruebas que sustenten adecuadamente la
decisión adoptada, procediendo conforme a lo dispuesto en el inciso 3 del artículo 396 del
Código Procesal Civil.
Por los fundamentos precedentes y en aplicación de lo establecido por el inciso 3 del artículo
396 del Código Procesal Civil; declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Carmen Chiroque viuda de Icanaque de folios doscientos ochenta y uno a trescientos cuatro;
CASARON la resolución impugnada, en consecuencia, NULA la sentencia de vista (Resolución
número quince) de fecha dieciocho de junio de dos mil trece, de folios doscientos treinta y
ocho a doscientos treinta y nueve, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque; e INSUBSISTENTE la sentencia apelada de folios ciento ochenta y dos
a ciento ochenta y ocho, de fecha veinte de diciembre de dos mil doce, emitida por el Segundo
Juzgado Especializado Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que declara
infundada la demanda interpuesta; ORDENARON que el Juez de la causa emita nueva
resolución en concordancia con las consideraciones expuestas en la presente resolución;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Carmen Chiroque viuda de Icanaque contra la Oficina de
Normalización Previsional – ONP, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los
devolvieron.
Ponente Señor Cunya Celi, Juez Supremo:
SS. TICONA POSTIGO, VALCÁRCEL SALDAÑA, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI
C-1200952-30