LAUDATIO AL ILMO. SR. D. FRANCISCO CARMONA POZAS, MAGISTRADO-JUEZ DE LO SOCIAL Excmo. Sr. Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla. Ilmos. Sres. Magistrados de esta Audiencia Provincial y de lo Social. Ilma. Sra. Fiscal Jefe de la Audiencia. Excma. Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz. Sr. Vice-Decano del Iltre. Colegio Oficial de Abogados de Cádiz. Excmo. Sr. Subdelegado del Gobierno. Excma. Sra. Diputada en las Cortes Generales. Ilmo. Sr. Decano de la Facultad de Medicina de Cádiz. 1 Sras. Y Sres. Todos. Con profunda humildad quiero resaltar y transmitir la trayectoria de un Magistrado-Juez de lo Social y seguro estoy que me quedaré corto en las alabanzas que pueda exponer de su persona, pues esta Corporación de Derecho Público a la cual represento quiere demostrar a través de mis palabras no sólo el agradecimiento, sino la amistad y la profesionalidad de un hombre al que hoy el Ministro de Justicia le ha concedido la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Esta alta distinción que ya ha sido impuesta a su persona, no cabe duda de que a todos nos llena de satisfacción y el mencionar su nombre y saber que el Magistrado de lo Social, Ilmo. Sr. D. Francisco Carmona Pozas, va a disfrutar desde hoy de lo que representa la más alta distinción de un jurista de su categoría y eso es de tener muy en cuenta. 2 Puede decirse que todos merecemos una distinción, porque todos tenemos una hoja de ruta en común, pero el servicio prestado a los demás y al mundo de la Justicia y haber demostrado con sus acciones que ha sido un ferviente servidor público sólo cae en contadas ocasiones y en el presente caso, quien ha dejado constancia de su profesionalidad, ha trabajado con todos los operadores jurídicos y ha sido un referente en la Jurisdicción del Orden Social, es nuestro gran amigo y compañero Francisco Carmona. Querido Paco, has dejado una semilla que es casi imposible orillarla por sus valores y tu trayectoria dedicada, en exclusiva, al servicio de los demás, no ha sido nada fácil. Paco se licenció en Derecho en la Facultad de la Universidad de Cataluña y Baleares allá por el año 1963, realizó el examen de Grado de Licenciado en el curso 1984-1985 en la Facultad de Derecho de la Universidad 3 Complutense, obteniendo la calificación de sobresaliente e interviniendo en dicho Tribunal entre otros los Catedráticos Mª Emilia Casa Baamonte, Manuel Alonso García y Antonio Baylos Grau, cuya tesis versó sobre la extinción objetiva del contrato de trabajo, es decir, ya Paco se veía y se palpaba su vocación por el Derecho del Trabajo. Posteriormente, realizó los cursos de Doctorado en la Facultad de Derecho de Madrid, también con la calificación de sobresaliente, no olvidando que se especializó en “Derecho de la Seguridad Social”, bajo la dirección del profesor Manuel Alonso Olea y perteneciente también a la Escuela de Práctica Jurídica de la Facultad de Derecho de Madrid, pasando posteriormente, como Técnico del Cuerpo de la Seguridad Social y profesor colaborador de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense en la cátedra de Derecho del Trabajo. 4 Su vocación docente le hizo ser profesor titular de la asignatura de Derecho del Trabajo en el Colegio Universitario “Cardenal Cisneros”, adscrito a la Complutense de Madrid desde Octubre de 1977 y posteriormente ocupó la plaza de profesor de la asignatura de Derecho del Trabajo en la Universidad de Jaén, para desde allí pasar a profesor asociado en la Facultad de Ciencias del Trabajo de Cádiz en el área de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, desde el curso 1994-1995 hasta su jubilación. Entre los cargos o empleos en la Administración ha ocupado la plaza de Secretario-Adjunto de la Comisión Técnica Calificadora Central en Madrid, durante los años 1972 a 1975 y Secretario titular de dicha Comisión desde 1976 a octubre de 1983, para pasar posteriormente de Secretario General del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y de ahí ocupó el cargo de 5 Magistrado suplente durante los años 1986 a 1990 para pasar por Real Decreto de 16 de Enero de 1991 a Magistrado Titular como consecuencia del Acuerdo del Pleno del Consejo General del Poder Judicial, desarrollando su importante papel de Magistrado del Orden Social en las ciudades de Jaén y Cádiz, donde la gran mayoría de los aquí presentes le hemos conocido, pues fue su llegada con la creación del Juzgado de lo Social nº tres, en el edificio de la Cárcel Real. Durante ese tiempo y, concretamente, desde 1997 al 2000 ha sido Magistrado Decano de los Juzgados de Cádiz, para que tras su jubilación forzosa accediese a ser Magistrado Emérito con destino en la Sala de lo Social del TSJA, con sede en Sevilla. Tiene en su haber infinidad de publicaciones, relacionadas todas ellas con el mundo del trabajo, habiendo formado parte del equipo técnico del famoso catedrático Luis 6 Enrique de la Villa Gil y pertenece a la Asociación Española de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, donde ha intervenido en numerosos Congresos, Seminarios, Jornadas y Cursos de muchas Instituciones, entre las que quiero destacar la Escuela de Práctica Jurídica de este Colegio de Emperador”, Graduados así como Sociales “Rafael Martínez su participación activa en Congresos Internacionales del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Querido Paco, tu experiencia te avala la alta distinción de la que has sido objeto hoy y para nuestro colectivo y todos los juristas que te conocemos, somos conscientes de que trabajar en esta Jurisdicción de lo Social no ha sido nada fácil, pues tu vocación por lo Social te ha dado un alto sentido de la independencia, la imparcialidad al servicio del Estado de Derecho, la honradez y la integridad, 7 cualidades de las que puedes presumir como muchos Jueces y Magistrados españoles. Has sido un Juez intelectualmente muy bien preparado y comprometido con el valor de la Justicia, te has forjado en el espíritu abnegado y en el afán de superación, donde todos debemos seguir tu ejemplo y esforzarnos, incluso, en estos tiempos de convulsión, pues estas virtudes son las que señalan al Juez en la sociedad y donde un Juez es respetado y deseado. Tus conocimientos te han hecho ser un Juez valorado y tu actuación ha sido faro y guía de tus conocimientos, donde no te has dejado arrastrar por movimientos efímeros y tentaciones derivadas de momentos de ira o disgustos por la incomprensión que a veces se pueda sentir por el desconocimiento de la labor o por esas iniciativas legislativas que a veces tanto desconciertan y no gustan a la judicatura, pero tú has sabido sortear que ni el disgusto ni la ira eran buenos compañeros de la serenidad y has tenido sosiego que hoy 8 es lo principal para impartir Justicia. Te recordamos porque los operadores jurídicos y profesionales del Derecho que acudíamos a tu Juzgado siempre sabíamos de las buenas relaciones con las que actuabas, has tenido compañerismo y eso te honra, pues ese mito del clasismo de la carrera judicial nunca estuvo contigo, pues has demostrado con tu esfuerzo personal y con tu procedencia humilde que el trabajo bien hecho es al final la mejor carrera que pueda tener la judicatura. En esta provincia, la Jurisdicción del Orden Social siempre tuvo un alto valor, pues te precedieron importantes Magistrados que supieron hacer de los Juzgados de lo Social una Institución y referente, por lo que no tengo más remedio que recordar a algunos como al Magistrado Antonio Marín Rico que tanto hizo por esta Jurisdicción y que formó y forjó a muchos profesionales del Derecho del Trabajo, o al Magistrado Blas Oliet Gil, quien llegó a 9 trabajar en aquellos tiempos en la entonces Magistratura de Trabajo de Jerez, Cádiz y Ceuta, llegando a ocupar, al igual que Antonio Marín, cargos de vocales del Consejo General del Poder Judicial, sin olvidar a Francisco Wihelmi, Alfredo Salvador Bosque y José Lorca., así como actuales y compañeros tuyos en la Sala del TSJA, como Ana Mª Orellana y tu madrina hoy Carmen Pérez Sibón y, supuesto, a otro icono por de la Judicatura como es José Manuel López García de la Serrana, ahora en la Sala IV del Tribunal Supremo, así como otros tantos Magistrados con los que tú tuviste relación plena en tu carrera judicial. Por eso, los Graduados Sociales te tenemos que recordar siempre por muchas razones y queremos tenerte con nosotros y, por supuesto, no sólo como amigo, sino como lo que también eres, Colegiado Emérito de esta Corporación, pues nos has conocido y siempre tuviste palabras de aliento 10 para nuestro Colectivo, nos valoraste como quienes somos, sin distinción alguna, pues quienes actuábamos en estrados junto a ti, sabíamos que el Magistrado Carmona no sólo impartía Justicia, sino que asesoraba y marcaba pautas donde muchos le llamábamos “La Jurisprudencia de Carmona”, ya que no en vano se acudía a tu Juzgado con el respeto de que tus conocimientos en esas materias y, en especial, las prestaciones de la Seguridad Social, no eran moneda de cambio para ningún profesional que supiera valorar la prueba y concretar la suplica de la demanda, porque contigo, siempre había el argumento de que eras conocedor de antemano de lo que en el pleito se iba a dirimir, es decir, que te estudiabas muy bien las materias en las que luego tus sentencias iban a recaer. Te fuiste al TSJA y tu Juzgado dio un claro ejemplo de que se quedo al día y sin papel, situación muy difícil de dar en 11 otros muchos titulares que por la carga o por el peso de la toga no han sabido completar la faena, pero lo que siempre pedimos en esta Jurisdicción es lo que tú tenías, una inmediatez y el conocimiento profundo de las materias laborales y de Seguridad Social, pues un Juez no se improvisa, se hace, ya que lo contrario lleva al justiciable permanentemente a cuestionar toda la maquinaria que existe alrededor de un Juzgado y esa maquinaria contigo estuvo engrasada y supo arrancar muchas veces, pese a las controvertidas interpretaciones del legislador, el cual ha confundido y, sin embargo, tú has sabido superar todas esas pruebas y las has interpretado. Te felicito y nos felicitamos quienes formamos parte de la Orden de San Raimundo de Peñafort, pues sabemos que esta alta distinción te ha situado entre los mejores y te ha hecho más cercano en tus relaciones personales y quiero no sólo felicitarte a ti, como anfitrión de esa Cruz de San 12 Raimundo de Peñafort, sino también a tu mujer Tahis y a tus hijos, ya que hoy están disfrutando contigo y también han sido acreedores de esta alta distinción, pues me consta el trabajo y la ayuda que has tenido por parte de ellos en tu dilatada carrera profesional. Querido Paco, desde 1938 fecha en la que se crean las Magistraturas de Trabajo, los Magistrados de lo Social siempre habéis sido ejemplo de personas, mejores jueces y excelentes profesionales y te debes sentir orgulloso de pertenecer a esta Jurisdicción que tanto te ha dado y en la que estamos inmersos tantos cuerpos profesionales que trabajamos juntos y quiero repetir algo que he dicho: “si no hubiesen Magistrados de lo Social que tuviesen inmediatez y que supiesen acelerar las controversias en el mundo del trabajo, nuestra sociedad civil sería hoy un caos”, pero 13 gracias a este Cuerpo y a personas como tú nunca en el mundo del trabajo nadie se sentirá huérfano. Es hora de poner fin a mis palabras y, por tanto, al ingresar hoy, de pleno derecho, en la Orden de San Raimundo de Peñafort, creada para premiar los servicios extraordinarios prestados por quienes colaboran con la Administración de Justicia, quiero que aquél Ilustre Jurista que fue D. Eduardo Aunós Pérez, entonces Ministro de Justicia y quien dio vida a esta Orden, sea para ti un estímulo y un referente a seguir como aquél patrón quien fue el Fraile Raimundo de Peñafort que con sus dotes de orador y perteneciente al vulgo de Dominicos imprimió a todos sus miembros el claro concepto de los valores y de saber administrar la Justicia. Por eso, amigo Paco, hemos entendido que tus méritos son más que sobrados para esta Distinción y que la Orden te acoja con todo el orgullo y dignidad que ello representa, 14 así como con todo el calor humano de los que nos creemos y sabemos miembros de la misma y que seguro estoy sabrás con creces cumplir con tu cometido. Por todo lo expuesto, y por todos los hechos descritos, a vosotras dignísimas autoridades y miembros de la Judicatura y de la Orden de San Raimundo de Peñafort, solicito con toda consideración y encarecimiento que al ingresar el Ilmo. Sr. D. Francisco Carmona Pozas como miembro activo en ella, sepamos acogerlo, felicitarlo y dedicarle un merecido aplauso. He dicho. José Blas Fernández Sánchez Presidente del Excmo. Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz-Ceuta. Cruz de Honor y Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort. 15
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