Biografía interior de - Facultad de Teología

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Sandra Arenas Pérez
es profesora de la Facultad
de Teología UC y doctor
en Teología Sistemática de
la Universidad Católica de
Lovaina, Bélgica. Sus áreas de
desarrollo son Eclesiología,
Ecumenismo e Historia.
Biografía interior de
ocho décadas
ACADÉMICOS FUNDADORES.
Su primera planta de profesores estuvo
compuesta por chilenos y extranjeros.
Al cumplir 80 años, la Facultad de Teología renueva su compromiso con la universidad, el país y
la Iglesia. Su vocación es el servicio teológico, un quehacer que se debe traducir en un esfuerzo
consciente de responder con seriedad a preguntas reales.
Por SANDRA ARENAS PÉREZ
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Primera sede.
Una vez aprobada la creación de esta unidad
académica se estableció en el palacio de Orlando
Ghigliotto, situado en Alameda 224, a una cuadra
de Casa Central.
PROTAGONISTAS HISTÓRICOS. En la primera imagen aparecen profesores de la Facultad de Teología. En 1974, Anneliese Meis (al centro) es la primera mujer en
ingresar a la planta ordinaria de académicos. Luego Juan Noemi fue el primer laico que se convirtió en profesor y después en decano de esta unidad.
No siempre hubo laicos ni mujeres en esta unidad
académica. Fue en el decanato de Juan Ochagavía donde se
discute y aprueba la incorporación de ellos a sus aulas, unos
como profesores y otros como estudiantes.
na semblanza es definida
como un esbozo biográfico, presenta el carácter y la
personalidad de alguien, es
como el rostro del ánima,
revela el genio, el semblante del espíritu. La semblanza quiere ser una biografía
interior.
Al cumplir 80 años queremos hacer una semblanza de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, una mirada que refleje su espíritu, encarnado en
acontecimientos, personas y estructuras.
En un esfuerzo de selección y de síntesis, recorreremos sus
antecedentes fundacionales, las circunstancias de los tres
traslados, el perfil de sus decanos y estudiantes, el crecimiento de su biblioteca y, desde casos selectos, miraremos su vida
ad extra en la extensión. Todo esto nos permitirá dibujar una
semblanza.
Tiempos fundacionales
El lunes 18 de marzo de 1935 se celebró la primera reunión
de consejo de la Facultad de Teología de la UC, presidida por el
rector Carlos Casanueva. Tal como testifican sus actas, por casi
dos décadas estas reuniones académicas seguirían siendo presididas por el rector, demostrando el compromiso institucional para que se consolidara en el corazón de la universidad. Su
primera planta de profesores fue compuesta por chilenos y extranjeros: Eduardo Escudero, Manuel Larraín, Daniel Iglesias,
Valentín Panzarasa, Juan María Restrepo, Rodolfo Arbesmann
y Juan Stelzenberger.
¿Pero cómo se llegó a este momento? La necesidad de fundar
una Facultad de Teología acompañó a la institución desde sus
inicios en 1888, pero no se materializó sino hasta casi cinco dé-
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cadas más tarde. Las circunstancias de la academia nacional y
del país, pusieron mayor urgencia al deseo original. Cuando la
UC fue fundada, la Facultad de Teología de la Universidad de
Chile ya llevaba 46 años de funcionamiento, los cuales se extenderían todavía por otros 39, hasta el 31 de mayo de 1927, al
ser oficialmente suprimida. Ese evento hizo aún más patente la
necesidad de crear una facultad en la Universidad Católica. El
año 1934 fue el momento decisivo en el que se desencadenaron
los hechos que llevaron a su fundación en 1935. En ese periodo,
el rector Casanueva comenzó a realizar gestiones concretas,
decisivas, oficiales y extraoficiales para posibilitar su creación,
incluidas la autorización de Roma, estudiar planes, programas,
estatutos, gestionar eventuales profesores extranjeros, recursos
bibliográficos y económicos. Así fue inaugurada el 1 de abril de
1935 y erigida canónicamente el 16 de julio de 1938.
En ochenta años, esta unidad académica se ha trasladado
tres veces. Una vez aprobada su creación, se adquirió la casa-palacio de Orlando Ghigliotto, situada en Alameda 224, a
una cuadra de la Casa Central. En ese “estiloso” edificio tuvo
su ubicación por más de treinta años.
Durante ese periodo creció de manera sustancial a través de
su biblioteca, estudiantes y programas de extensión. Así, durante el decanato de Jorge Medina urgió la necesidad de mayor
espacio. En 1965, el Club Deportivo de la Universidad Católica
ofreció comprar el edificio, comprometiéndose a construir uno
apropiado. Sin embargo, esto no prosperó.
En 1967, la Corporación de Remodelación Municipal advirtió
sobre la expropiación de toda la manzana donde el Palacio estaba instalado, por la llamada “Remodelación San Borja”. Esto
obligó a un traslado ajustado a las posibilidades existentes para
establecerse dentro de un campus universitario. A principios
de 1968 se estableció en el ala nororiente de Casa Central, en
el patio Carlos Casanueva, y allí permanecería por cinco años.
En diciembre de 1970, el decano Pedro Gutiérrez informó
sobre la decisión de la Dirección Superior de trasladar a Teología al “edificio de las Monjas Francesas que tienen en Dia-
gonal Oriente”. El traslado se aplazó hasta enero de 1973, ahí
comenzaría otra fase en su historia, que osciló entre el “Patio
de las baldosas” y el “Patio de los Naranjos” del “campus de
Oriente”, como se le solía llamar. La época de campus Oriente
transcurrió durante la dictadura, instalando el compromiso
de la facultad con el devenir social y político del país.
Con los cambios históricos de los años 90, de manera paulatina se profundiza la necesidad de una sede más adecuada
para una inserción más plena y más activa en la UC. En 2006
se anunciaba como inminente el definitivo traslado, el que fue
visto tal como lo afirmó el rector de entonces el día de la bendición del edificio: “La presencia de esta facultad y de su biblioteca en el campus San Joaquín significa situar la Teología
en el corazón de la universidad, para que desde adentro pueda
irradiar en un fecundo diálogo con todas las disciplinas y, de
este modo, contribuir a un desarrollo auténtico, el único desarrollo que verdaderamente beneficia al ser humano de modo
integral”. Desde 2008, San Joaquín aloja a esta unidad en un
moderno edificio de vidrio, bajo el patrocinio de San Alberto Hurtado. Atrás quedaron los espacios prestados, los libros
amontonados y esparcidos por Santiago. El edificio se ubica
en el centro geográfico del campus impeliendo, entre otras
cosas, hacia la interdisciplinaridad.
Sus decanos y estudiantes
En 80 años de historia la han dirigido 20 decanos. Trece
chilenos y siete extranjeros: tres españoles, un colombiano,
un norteamericano, un panameño y un belga. Entre ellos ha
variado la pertenencia institucional, seis han pertenecido al
clero secular: Eduardo Escudero 1935-1939, Florencio (Flor)
Hoffman 1963, Jorge Medina 1964-1967, Antonio Moreno
1977-1979, Eliseo Escudero 1983-1988, Samuel Fernández
2004-2009; nueve decanos a comunidades religiosas o institutos clericales: Juan Restrepo 1939-1941, Gustavo Weigel
1942-1948, Ramón Echániz 1948-1958, Marcos McGrath 1959-
1960, Carlos Oviedo 1961-1962, Juan Ochagavía 1968-1970, Pedro
Gutiérrez 1971-1973, Beltrán Villegas 1974-1976, Sergio Zañartu
1980-1982 y 1992-1994, Miguel Ángel Ferrando 1989-1991, Sergio
Silva 1995-2000; y tres han sido laicos: Juan Noemi 2001-2003,
Joaquín Silva 2010-2012 y el actual decano, Fredy Parra 2013-2015.
Así como su proveniencia geográfica y “corporativa” fue muy
diversa, su biografía académica refleja también una variedad destacable. Seis de los 20 decanos se educaron en diversas escuelas
teológicas de Roma; dos de ellos en España; cinco en Alemania;
uno en Holanda, uno en Estados Unidos, uno en Lovaina y dos de
ellos, obtuvieron su doctorado en esta facultad. La variedad de escuelas teológicas ha sido una de sus riquezas, en decanos y planta
académica, muestra de la tradición de no estar alineados con una
determinada escuela teológica.
Desde su fundación, la facultad quiso instalarse como un centro de estudios teológicos que cubriera las necesidades no solo de
chilenos, sino también de otros estudiantes del continente. Formando, desde sus orígenes, a seminaristas y religiosos de Santiago y de otras diócesis de Chile y América.
No siempre hubo laicos ni mujeres en esta unidad académica.
Fue en el decanato de Juan Ochagavía donde se discute y aprueba
la incorporación de ellos a sus aulas, unos como profesores y otros
como estudiantes. En las siguientes dos décadas la primera mujer
ingresaba a la planta ordinaria (1974) y se doctoraba en Teología
(1979) y, el primer laico ocupó una cátedra como profesor titular,
deviniendo luego su primer decano laico. Progresivamente se fueron incorporando más mujeres y laicos a la vida académica, en los
cursos internos, de formación general y de extensión.
En el decanato de Marcos McGrath existió un comité relacionador entre el estudiantado y la dirección. Recién en 1965, se planteó
la creación de un centro de alumnos y, en pleno movimiento estudiantil, la posibilidad de su incorporación pleno iure a la FEUC.
El Centro de Estudiantes de Teología se convirtió en un organismo activo, organizado, consultado y escuchado, tanto dentro
de la facultad como de la universidad, demostrando el compromiso estudiantil con el devenir institucional y social.
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En 80 años de historia la han
dirigido 20 decanos. Trece
chilenos y siete extranjeros:
tres españoles, un colombiano,
un norteamericano, un
panameño y un belga. Entre
ellos ha variado la pertenencia
institucional, seis han
pertenecido al clero secular.
DECANOS HISTÓRICOS. De izquierda a derecha aparecen: Sergio Silva (1995-2001); Juan Noemi
(2001-2003) Samuel Fernández (2004-2009); Beltrán Villegas (1974-1976); Miguél Ángel Ferrando
(1989-1991) y Sergio Zañartu (1980-1982; 1992-1994).
SUS PUBLICACIONES.
La facultad cuenta con dos
publicaciones que representan
hitos en la historia de la reflexión
y producción teológica en nuestro
país: Anales de la Facultad de Teología
(1940) y Teología y Vida (1960).
Sus programas internos
y de extensión
Los curricula de la facultad se han ido adaptando a los tiempos y necesidades. En sus comienzos, el curso doctoral o mayor
otorgaba los grados de bachiller, licenciado y doctor en Teología, y el curso seminarístico, menor o común no otorgaba ningún grado académico. A pesar de las dos grandes reformas, esta
orientación pareciera haber pervivido en esta unidad académica. La reforma curricular comenzada en 1966 e implementada
un año más tarde contaba con un programa pastoral (4 años)
tendiente a la licencia en ciencias religiosas; y de otro programa científico (6 años), propiamente académico, que otorgaría la
licencia en teología. En esa reforma se establecieron el sistema
de créditos semestrales y la obligación de aprobar alguna disciplina en otra unidad académica. La docencia se organizó en el
curso A (pastoral) y el curso B (científico). Se mantendría casi sin
variantes hasta que en el año 2008 se iniciara la nueva carrera
de licenciatura en Estudios Pastorales, reemplazando al curso
A, perfilando más académicamente su peculiar orientación.
Se estructuró a partir de dos polos: el diálogo entre Teología y
Ciencias Humanas y la capacitación cualificada en pastoral. El
programa no consiguió implementarse con estabilidad y la necesidad de combinar a buen nivel académico, la realidad de los
estudiantes con la misión de la facultad sigue siendo un desafío.
La extensión tiene diversas dimensiones, al interior de la universidad y fuera de ella. En la UC desde la década del 40 tuvo de
manera parcial a cargo la formación cristiana de los alumnos y
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desde 1974 empieza a dictar los cursos de formación teológica a
todos los estudiantes, concretizando la presencia de la reflexión
cristiana en el quehacer universitario en los hoy conocidos cursos de Teología Fundamental.
En 1954 se implementaron los cursos de cultura católica para
seglares y en pleno comienzo del evento conciliar nació el curso
de Teología para laicos, que tenía como objetivo dar una visión
global y sistemática, en un ciclo de seis semestres. Ese curso es el
antecesor de los actuales diplomados, con excepción del programa e-learning que desde este año representa una total novedad
para esta unidad.
Se anexaron a la facultad tanto el Instituto Superior de Teología para Religiosas (Istre) como el Instituto Catequístico Latinoamericano (ICLA), dos programas que nos internacionalizarían.
El primero para elevar la formación teológica entre las religiosas
y el segundo, creado por el Celam, para formar teológica y metodológicamente a encargados de catequesis del continente. El
decano McGrath fue su gran impulsor.
En el decanato de Pedro Gutiérrez se implementó el Servicio
Latinoamericano de Documentación (Seladoc), para reflexionar
desde la realidad latinoamericana. Se creó una base de datos que
seleccionó, recopiló, organizó y clasificó información teológica
valiosa publicada en revistas de la disciplina, ofreciendo un servicio actualizado de información para la academia. En 2006 se
puso a disposición del público en formato digital la base de datos
histórica: Teología y Religiosidad Latinoamericana a través del
catálogo en línea del Sistema de Bibliotecas UC.
La facultad cuenta, además, con dos publicaciones que representan hitos en la historia de la reflexión y producción teológica
en nuestro país: Anales de la Facultad de Teología (1940) y Teología y Vida (1960). La primera constituye el órgano de expresión
primigenia que refleja el quehacer teológico, tanto de su docencia como de su investigación. Gustave Weigel fue su gran impulsor y su primer director.
Teología y Vida nace para dar a conocer la producción teológica científica de teólogos chilenos y extranjeros, nació por
iniciativa del decano McGrath. Desde 2008 este texto tiene indexación ISI y es reconocido internacionalmente por su nivel
académico y científico.
Hasta 1984, la biblioteca de la facultad funcionó de manera
independiente al Sistema de Bibliotecas, pasando por diversas
etapas de espacio y conservación. Ha debido en su historia depender de donaciones, de colecciones personales e institucionales, tanto nacionales como extranjeras, para conseguir el nivel
deseado. La biblioteca cuenta con más de ocho mil 500 libros.
El más antiguo es una edición de Vida de Cristo de Ludolf von
Sachsen, del año 1503. Además, de sus 150 mil volúmenes de
material bibliográfico en más de tres kilómetros de estantería,
posee la colección impresa y digital más completa sobre el área
a nivel latinoamericano, destacando entre sus obras, copias
únicas de alto valor histórico anteriores al 1900, gran variedad
de títulos de revistas, así como importantes y especializadas
bases de datos y material multimedia que apoya la investigación y desarrollo académico de alumnos y profesores.
La facultad nació para el servicio de la Iglesia y del país, en
el seno de la UC. Su vocación es el servicio teológico, un quehacer que se debe traducir en un esfuerzo real y consciente de
responder con seriedad a preguntas reales. El trabajo en cola-
boración interdisciplinaria e internacional es una necesidad,
la creación de cuatro centros de investigación en las últimas
décadas, es un ejemplo claro de que esa responsabilidad se ha
ido asumiendo: Centro Padre Hurtado, Centro Teológico Manuel Larraín (junto a la Universidad Alberto Hurtado), Centro
Edith Stein y el recientemente creado Centro de Estudios de
la Religión.
Haciendo memoria de sus 80 años, se renueva el compromiso con la universidad, el país y la Iglesia. Un compromiso que
supone fidelidad y autonomía en el ejercicio de seguir pensando la fe en el propio contexto. uc
Teatro Infantil
y Familiar UC
TeatroFmiliarUC
Gran comunidad.
En la imagen el grupo
compuesto por
alumnos y profesores
de Teología en una
imagen de 2012.
ESTACIONAMIENTOS CERCANOS:
LIRA 21 Y MARCOLETA 350
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