Cara o cruz del caso Haidala

30 | Domingo, 28 de junio de 2015
LA PROVINCIA | DIARIO DE LAS PALMAS
Canarias
La causa de Tarbak Haddi | Versiones de una historia
embriaguez, entre otros delitos, y
tanto contra marroquíes saharauis
como a los del norte.
El supuesto desarraigo familiar
del chico se produce hace diez
años, cuando su madre se divorcia
de su marido, Sidi Ahmed Haidala (que vuelve a contraer matrimonio y crear otra familia), y se establece en Canarias con su nueva pareja, miembro del Frente Polisario.
Haidala queda al cuidado de su anciana abuela. Su madre, dicen, apenas lo visitó en ocho ocasiones durante esos casi diez años.
Según informes de las autoridades marroquíes, nadie se preocupó de la educación de Haidala,
abandonó pronto la escuela y sufrió una ausencia total de control.
“Como consecuencia, llevó una vida de delincuente con malas compañías”, afirma el informe policial.
Z La cuestión política
Tarbak Haddi acampada frente al Consulado de Marruecos, en la capital grancanaria, rodeada de imágenes de su hijo. | J. C. CASTRO
Tarbak Haddi suspendió el pasado día 19 la huelga de hambre
que se había autoimpuesto más de un mes atrás. Las demandas que le llevaron a acampar frente al Consulado de Marruecos siguen en vigor: reclama el cadáver de su hijo Haidala, muerto el 8 de febrero, y exige una autopsia independiente que acla-
re las causas del fallecimiento de quien parece haberse convertido en un nuevo mártir de la causa saharaui. Aquí no le faltan apoyos sociales y políticos, en El Aaiún la visión varía. La policía, su tribu y vecinos hablan del chico como de un delincuente común enganchado a las drogas y alejado de causas políticas.
Cara o cruz del caso Haidala
Marruecos asegura que el hijo de Tarbak Haddi asaltó un comercio y murió a consecuencia
de las heridas 26 días después de salir de prisión y niega que existan vinculaciones políticas
Manuel Vidal
EL AAIÚN
Mohamed Lamin Haidala salió la
última vez de prisión el 5 de enero
de 2015 después de cumplir cuatro
meses de cárcel por un delito de
agresión con arma blanca. Sólo 26
días después, la noche del 31 de
enero, según fuentes de Marruecos, asaltó un local de muebles y
arreglos de tapicería frente a la casa que habita con su abuela, en la
calle Skaikiema del popular barrio
exespañol Casa Piedras de El
Aaiún. Llegó ebrio y drogado, exigiendo dinero con un arma blanca.
Dos empleados se enfrentaron a él
y acabó recibiendo una herida en
el cuello con una tijera, herramienta utilizada en la tienda.
El 8 de febrero falleció, a los 21
años, en el hospital de Agadir debido a las complicaciones de la herida. Su familia, por indicaciones
del grupo independentista del
Frente Polisario –asegura el represente de la tribu Arosein, el procurador general del reino de Marruecos y la policía– se negó a recoger
el cadáver. A pesar de los numerosos requerimientos el cuerpo del
joven Mohamed Lamin Haidala
fue enterrado el 22 de febrero en el
cementerio de Jat a Ramla de El
Aaiún sin su familia y con la presencia de las autoridades locales,
entre ellos el representante de
Asuntos Islámicos.
Su madre, Tarbak Haddi, se declaró en huelga de hambre el 15 de
mayo y acampó frente al Consulado de Marruecos de Canarias reclamando una autopsia indepen-
diente y el cadáver de su hijo. Para
Marruecos tanto el hermano de
Haidala, Sef Adin y como otros
simpatizantes del Polisario han
querido convertir el historial de este joven “desarraigado de su familia, y delincuente común”, en un
ejemplo de mártir por la libertad
del pueblo saharaui.
Haidala no tenía ninguna militancia política, confirma su tribu, el
director de la prisión, el procurador general y la propia policía. Más
bien era un delincuente que había
sido detenido en diez ocasiones,
desde el 15 de marzo de 2012, por
tráfico y consumo de drogas, embriaguez pública, destrucción de
objetos públicos, asalto y agresión
con arma blanca, violación de domicilio y violencia en estado de
Malos tiempos para el Polisario
Estos son malos tiempos para el Frente Polisario y para la causa independentista saharaui. En lo que va de año se han producido varios reveses importantes: Primero, el informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) concluyó que parte de ayuda humanitaria que la Unión Europea (UE) destina a los campos
de refugiados saharauis de Tinduf, en el suroeste de Argelia, fue durante años desfalcada de manera organizada. Segundo, Naciones
Unidas no ha autorizado a añadir a la misión de la Minurso la defensa de los Derechos Humanos, tal como pedía el Polisario. Tercero, se ha conocido que el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, está gravemente enfermo
de cáncer. Según las autoridades marroquíes, el caso de Mohamed
Lamin Haidala es el tercer fallecimiento que utiliza el Polisario en
los últimos tiempos para mostrar elementos políticos donde no los
hay. Ya ocurrió con Hassan Dawali, un preso enfermo en Dajla que
murió por un subida de azúcar; o de Sahid Denver, que murió
cuando estaba en compañía de dos amigos, uno policía, que al revisar su arma se le disparó de forma accidental. El policía cumple
una condena de 15 años por su negligencia. M. V.
Todas las fuentes consultadas en El
Aaiún, próximas a la familia y a las
autoridades, coinciden en que Takbar Haddi está siendo “manipulada” para convertir la muerte de su
hijo en su asunto político –cuando
se trata de una simple pelea, con
asalto y agresión, que ha terminado con la muerte de su hijo– para
dar la impresión de que en el Sahara no se respetan los derechos humanos. La policía no tiene dudas
de que “los dirigentes argelinos del
Frente Polisario están financiando
esta falsa causa”.
Tampoco tiene dudas el expolisario Larrossi Lihssan, presidente
de la asociación Twasail de Derechos Humanos, familiar de Haidala y miembro destacado de la tribu
Arosein, a la que pertenecía el chico. Lihssan se dedica, entre otros
asuntos, a defender los derechos
de los polisarios que regresan a
Marruecos.
En esta ocasión trató de llegar a
un acuerdo extrajudicial con las
dos familias implicadas en la reyerta, una práctica tradicional del Islam por la que se paga una cantidad
de dinero y se pide a la Justicia que
reduzca la pena una vez que las familias se avienen a ello. “Le dijimos
a la madre que ya no podía recuperar la vida de su hijo y que era mejor
que llegara a un acuerdo”, afirma
Lihssan.
Pero eso no fue posible porque,
según el mismo Lihssan, entró en
escena el Frente Polisario de la maPasa a la página siguiente
>>
Larrossi Lihssan
Bouchair Dinar
Yassine El Marasuh
Mohamed Assos
Presidente de Twasail
Dueño de la tapicería
Empleado de la tapicería
Director de la prisión
“A Haidala lo dejaron
cuando era un niño y
ahora, cuando muere,
no lo quieren dejar ir”
“Tuve que
trasladarme por las
amenazas de los
familiares de Haidala”
“Tenía un cuchillo y
dijo que estaba
dispuesto a cualquier
cosa por dinero”
“Haidala en la cárcel
era un chico
conflictivo que se
hacía notar”
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Canarias
>> Viene de la página anterior
Escenarios
no de Brahim Dahan, de la Asociación Saharaui de Víctimas de Graves Violaciones de Derechos Humanos, que fue el primero en visitar a la familia. A partir de ahí se negaron a recibir el cuerpo de Haidala. Esta información la corrobora
la policía y el propio procurador
general del reino de Marruecos,
Echafi Abdelhim. “Les dieron instrucciones para que hicieran manifestaciones primero en El Aaiún
y luego en Canarias”.
Z El suceso
La casa de Haidala está justo enfrente del comercio de muebles y
tapicería de Bouchair Dinar, que se
había establecido hacía sólo siete
meses en el barrio de Casa Piedras.
El 31 de enero de 2015, sobre las
21:30 horas, Haidala entró el local
en un evidente estado de embriaguez, violento, reclamando dinero,
según afirma Yassine El Marasuh,
uno de los trabajadores, de 19
años, y quien corrió a avisar a la policía. “Tenía un cuchillo y dijo que
estaba dispuesto a hacer cualquier
cosa si no le daban dinero”, afirma.
Fachada de la tapicería en el barrio de Casa Piedras, en El Aaiún, donde
Haidala recibió un corte en el cuello. | M.V.
exterior.
Cuando llegó la policía sólo estaba Haidala con una herida punzante en el lado izquierdo del cuello. La policía, apunta el atestado,
comprobó la herida y su estado de
embriaguez y lo llevó a urgencias
del hospital Maulay Hassan Ben El
Mehdi y desde allí a la comisaría
del distrito 6.
Al menos en tres ocasiones la
policía y Haidala volvieron al servicio de urgencias durante aquella noche. El director del hospital
Boukrim Ahmed, asegura que el
joven era un habitual del centro, a
donde llegaba después de consumir alcohol, hachís y psicotrópicos. “A pesar de que no tenía dinero le habíamos hecho pruebas gratis antes de aquella noche, como
scanner de tórax, pero él no quería
curarse. Se escapó en varias ocasiones de la cama antes de recibir
el alta.”
La noche del 31 de enero de
2015 recibió ocho puntos de sutura en el cuello por una herida de
primer grado y un tratamiento con
antibióticos. Según director del
Hospital, Haidala no guardaba el
reposo que le indicaban, estaba
agresivo y eso agravó su herida interna. “El problema es que con la
droga no sentía dolor y mantenía
un estado de excitación”, afirma el
doctor Boukrim.
El informe médico ha sido enviado por el director del hospital al
presidente del Consejo Regional
de Derechos Humanos de El
Aaiún-Smara, entre otros organismos.
El día 2 de febrero Haidala y los
dos trabajadores del local donde se
produjo la pelea fueron conducidos ante el juez de Primera Instancia, que decretó la libertad para los
tres a la espera de juicio, ya que en
principio se trataba una simple disputa en la que Haidala estaba acusado de violencia y consumo de alcohol, tanto por los informes policiales como por los testigos.
Nadie pensó que el caso tuviese
un desenlace fatal.
de beber y drogarse esos días.
Su padre lo lleva a Agadir, donde
fue intervenido para sacarle la sangre que se había alojado bajo su
pulmón izquierdo (hydro-pneumothorax). El día 8, a las 03:50 horas, muere en el Unidad de Cuidados Intensivos del hospital. Un día
después le realiza la autopsia una
comisión tripartita formada por
los doctores Laila Bezzaz, especialista en Medicina Legal y diplomada por la Universidad de Medicina
de Rabat en Reparación Jurídica
por Daños Corporales; Zaid Kejji,
médico de urgencia del hospital
Hassan II de Agadir; y Mohamed
Goulahcen, médico generalista del
hospital de Agadir. La conclusión
es que murió por la complicación
de “una herida realizada con un
objeto punzante”.
Z Prisión para los implicados
Z La muerte
Haidala había pasado por urgencias del hospital para ser tratado
cada día, desde el la noche de la pelea hasta el 4 de febrero, cuando le
diagnosticaron un neumotórax en
el pulmón izquierdo y recomendaron su traslado a un médico especialista en el Hospital Hassan II de
Agadir. Haidala no había parado
Tras la muerte de Haidala el proceso pasa a manos del procurador
general, en la Corte de Apelación
de El Aaiún. El juez determina el ingreso en prisión los dos trabajadores, Adelwahid Kaklaoui y Belaid
Amokran, ambos sin antecedentes penales.
Las sospechas del apuñalamiento con tijera recaen en el segundo. Éste aseguró a la policía
que el chico iba a atacarle con un
cuchillo cuando él se defendió.
Ambos jóvenes están en la actualidad en la cárcel local de El Aaiún,
la misma en la que había estado
Haidala hasta el 5 de enero.
La familia de Haidala es informada de todo lo ocurrido. Incluso
Tarbak Haddi y su hermano, Haddi
Mohamed Larroussi, son recibidos por el procurador general,
quien les informa de todos los detalles del caso. En ningún momento le hacen una oferta económica,
por que será en el juicio cuando se
determine si tienen derecho a alguna indemnización, pero sí le informan del proceso y le facilitan el
traslado del cadáver y el entierro.
Días después, el 19 de febrero,
las autoridades tratan de que la familia reciba el cuerpo, que ha sido
trasladado desde Agadir a El
Aaiún. Los agentes judiciales sólo
encuentran a la abuela de Haidala,
que se desliga del asunto. Su hija,
asegura, está en el desierto. Tras
tres días de espera por la familia,
el 22 de febrero las autoridades deciden enterrar a Haidala en el cementerio de Jat a Ramla, ya que es
contrario al islam dilatar el sepelio.
H. Aboueddahadb
Echafi Abdelhim
Boukrim Ahmed
Jefe de policía
Procurador general
Director del hospital
“Estamos seguros de
que el Polisario está
pagando a la familia
de Haidala”
“Informados a la
familia de todo: la
autopsia, el traslado
del cuerpo y el entierro”
“Algunos jóvenes
consumen drogas
médicas que llegan a
través de Argelia”
El joven tenía
antecedentes penales
por tráfico de drogas y
asalto con arma blanca
Fachada de la casa en la que Haidala vivía con su abuela materna y varios
tíos. En la actualidad luce un crespón negro colgado en su azotea.| M.V.
La justicia esperó tres
días por la familia para
que decidiera qué se
hacía con el cuerpo
También estaban los empleados Adelwahid Kaklaoui y Belaid
Amokran, ambos de 21 años de
edad, la misma que tiene el fallecido. Dinar, el propietario, fue avisado y acudió al local, donde le rogó a Haidala que desistiese de su
actitud violenta, ya conocida por
los vecinos cuando se encontraba
en ese estado. Dinar temía por un
hijo de cinco años que estaba presente y se lo llevó. Así que solo quedaron en la tapicería –a la espera
de lo que se evidencie en el juicio
que debe celebrarse en los próximos meses– los dos trabajadores y
Haidala, además de testigos en el
Ficha de Haidala de la prisión de El Aaiún de donde salió en enero .| M.V.
Aspecto interior del servicio de urgencias del hospital Maulay Hassan Ben
El Mehd, donde se atendió a Haidala.| M.V.
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Canarias
La causa de Tarbak Haddi | Versiones de una historia
El Frente Polisario, el movimiento de liberación del Sahara Occidental, apoya a Tarbak Haddi en su lucha por recuperar el
cuerpo de su hijo. El delegado en Canarias asegura que el joven había sido amenazado por defender la causa del Sahara.
Hamdi Mansour
Delegado del Frente Polisario en Canarias
“El crimen de
Haidala es uno más
en la represión del
régimen marroquí”
Fernando Bethencourt
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Tarbak Haddi concluyó hace
dos semanas su huelga de hambre de 36 días al ser trasladada al
hospital. ¿Cómo se encuentra?
Todavía se encuentra algo débil
como consecuencia de la huelga
de hambre. Tuvo que ir al hospital
porque estaba muy grave pero ella
mantiene su lucha y toda su determinación para seguir adelante en
su denuncia hasta recuperar el
cuerpo de su hijo y enterrarlo.
¿Qué información manejan
ustedes sobre la muerte de su hijo, Mohamed Lamin Haidala?
Su hijo fue asesinado hace algo
más de tres meses. Tarbak Haddi
se desplazó a El Aaiún, donde vivía
y fue atacado su hijo. Allí contactó
con el fiscal, los médicos y la policía en un intento por esclarecer las
causas del asesinato, pero se encontró con las puertas cerradas. La
información que manejamos indica que fue provocado por cinco colonos marroquíes que viven frente a su casa. Ellos ya le habían provocado otras veces y esta vez le atacaron. Entre estas cinco personas
se encuentra un señor mayor, que
es el padre de dos de ellos, y fue el
que le clavó unas tijeras en el cuello. Lo dejaron moribundo. La policía lo llevó al hospital. Allí se limitaron a tapar la herida con una almohada, sin anestesia ni nada. Pero
existía una hemorragia interna y se
produjo una negligencia al devolverlo a la comisaría. Allí estuvo bajo tortura. Cuando vieron que estaba grave lo devolvieron al hospital
y allí pudo encontrarse con su familia. Al ver lo grave que estaba, estos tuvieron que llevarlo a otro hospital que está a 900 kilómetros de
distancia. Finalmente, allí fue donde murió, pasados unos cinco o
seis días desde que fue atacado.
¿Qué gestiones realizó entonces Tarbak Haddi para recuperar el cuerpo de su hijo?
La madre fue al fiscal, pidió los
certificados médicos y que se le
realizará una autopsia. Todo esto
fue rechazado. Llegaron a ofrecerle 90.000 euros para comprar su silencio, pero la madre lo rechazó.
Ella solo ha pedido que le den el cadáver de su hijo. Quiere hacer una
autopsia y saber qué pasó. Es im-
portante decir que la justicia tiene
a dos de los atacantes detenidos.
Pero los principales responsables
del crimen, cuyos nombres son conocidos, están en libertad y viven
junto a la casa de la víctima. Ella pidió justicia y Marruecos se la ha negado. Ellos querían entregar el
cuerpo para que sea enterrado de
inmediato, pero su madre se niega hasta que no haya una investigación. Por eso, no se va a callar. Quiere saber todo lo que pasó y que se
haga justicia con aquellos que han
matado a su hijo. Ella tuvo que volver a Canarias que es donde reside.
Aquí hay una tribuna libre y aquí
ha podido denunciar su caso.
¿Tiene constancia de que el
enfrentamiento que acabó con
la muerte de Mohamed Lamin
Haidala se inició como consecuencia de la disputa política?
Sí. Este chico era una persona
muy activa en la causa pacífica del
Sáhara. Tenía una larga historia
con la policía por posicionarse a favor de la causa saharaui, por levantar banderas o acudir a protestas y
manifestaciones. Los agresores
siempre le estaban provocando
por esto y lo hacían alentados por
la policía. Esto no es algo extraño.
Hay más casos de asesinatos en
Dakhla. Nayem El Gareh fue asesinado y enterrado sin el consentimiento de su familia en el 2010 y
Maichan fue asesinado en 2011
por colonos alentados por la policía. Hay unos 15 casos de este tipo.
Haidala había sido amenazado por
la policía en varias ocasiones. Esta
vez iba con una chica y los colonos
empezaron a hablarle del Sáhara,
“que el Sáhara es marroquí” y cosas
así. Le provocaron para atacarle y
darle una paliza. Lo que pasa es
que se les fue de las manos y le clavaron unas tijeras en el cuello que
le provocó la muerte.
¿Cómo analizan el trato médico recibido en los hospitales?
La madre pidió un certificado
médico en los dos hospitales en los
que estuvo ingresado su hijo y en
ninguno se lo dieron. También pidió a la policía una declaración de
los hechos que tampoco recibió.
Tras esto, se fue al fiscal y le dijo que
quería el cadáver de su hijo para
enterrarlo. Le dijeron que no, que
se tenía que callar porque no tenía
derecho a decir nada. Por eso les
Hamdi Mansour, representante del Frente Polisario en Canarias. | JOSÉ LUIS GONZÁLEZ
advirtió que no enterrará el cadáver de su hijo hasta que se le haga
una autopsia y se detenga a los autores del asesinato. Entre ellos hay
un señor adinerado que, según dicen, tiene comprado a todo el
mundo. La madre no quiso vender
su silencio y vino aquí para iniciar
su protesta.
La versión de Marruecos califica al fallecido como maleante.
¿Qué le parece?
Las declaraciones del cónsul de
Marruecos en Las Palmas de Gran
Canaria se basan en dos mentiras.
La primera es que el consulado fue
atacado. Eso es falso. Un grupo de
actores españoles fueron a visitar a
Tarbak en su huelga ante este edificio. Les abrieron y entraron delante de los medios para entregar
una carta dirigida al cónsul. Fueron
echados y al salir cantaron unas
consignas. Nada más. En segundo
lugar, la versión marroquí dice que
fue una pelea entre las familias. Esto tampoco es así. Es mentira. El
problema es que se trata de un joven activista que ha estado luchado siempre por la liberación del
Sáhara y de una manera pacífica.
Por eso ha sido perseguido y acusado de manera sistemática por las
autoridades marroquíes. De hecho, había sido amenazado varias
veces antes. “Como sigas así te vamos a matar”, le dijeron. Al final lo
han hecho estos colonos y por eso
les están cubriendo. Por eso está
claro que es un crimen que forma
parte de la represión del régimen
marroquí con la complicidad de la
policía. Uno más. Por lo tanto, lo
“
“Los colonos querían
darle una paliza al
chico pero se les fue de
las manos y le clavaron
unas tijeras en el cuello”
“Le ofrecieron 90.000
euros a la madre para
comprar su silencio
pero ella los rechazó,
solo quiere justicia”
“El hospital cometió
una negligencia
al devolverlo a la
comisaría con una
hemorragia interna”
que quiere vender el cónsul es
mentira. Además, dicen que el Polisario está instrumentalizando la
cuestión de Tarbak. Nosotros le decimos que no es verdad. Ella fue voluntariamente a protestar y lo hace
para que le entreguen los restos de
su hijo. Esa es la reivindicación que
todo el mundo conoce. Y si el cónsul pretende separar al pueblo saharaui del Polisario está equivocado. El Frente es su único representante reconocido internacionalmente. Nosotros apoyamos su lu-
cha para que se haga justicia.
¿Es Tarbak Haddi una persona conocida en la causa del
Sáhara Occidental?
Todos los saharauis se identifican con la liberación de su pueblo
y lo hacen a través de protestas pacíficas. Nunca se ha utilizado la violencia. Sin embargo, Marruecos
ataca cada día las manifestaciones
que se hacen. Hace unos años atacaron el campamento de Agdaym
Izik, que recordarán contaba con
miles de personas concentradas
fuera de El Aaiún. Fue desmantelado por la fuerza a través de una
ataque armado brutal y que produjo muertos. Por esa protesta aún
hay 25 saharauis encarcelados,
juzgados por un tribunal militar y
con penas que van desde los 25
años a la cadena perpetua. Lo único que hicieron fue protestar. Nada más. También hay muchos saharauis que han sido desaparecidos y torturados por levantar una
bandera del Frente Polisario o por
reivindicar el derecho de autodeterminación del Sáhara. Eso hace
que este pueblo sea el Frente Polisario y que el caso de Mohamed
Lamin Haidala forme parte de la
represión sistemática de Marruecos contra todos aquellos que se
identifiquen con esta causa. La
mayoría de nuestro pueblo ha sido
atacada por el simple hecho de haber nacido saharaui.
¿Sirve la lucha de Haddi para
denunciar esta represión?
Su lucha es una denuncia directa contra la represión y las prácticas sistemáticas del régimen marroquí. No es un hecho puntual ni
aislado. Forma parte de una cadena de ataques que empezó a partir de la retirada de España. Hay
más de 600 desaparecidos, muchos presos han sufrido torturas
tan graves que ahora sufren parálisis. Además, es importante denunciar que desde el asesinato de Mohamed Lamin Haidala, el resto de
la familia ha sido víctima de un cerco y una represión brutal. Han atacado la casa y no dejan entrar a nadie para dar las condolencias. Además, la madre de Tarbak, que ya es
anciana, fue golpeada al iniciar
una huelga en solidaridad con su
hija. Su protesta fue desmantelada
brutalmente. La sacaron a la fuerza y la tiraron dentro de la casa.
¿Cómo valora que tanta gente se haya unido a la causa de
Tarbak Haddi?
Agradezco el apoyo de los canarios, de las instituciones, sindicatos, políticos y de todos aquellos
que han hecho suya la causa de esta madre. Ella estuvo en Estrasburgo invitada por Izquierda Unida y
Podemos para hablar en el Parlamento Europeo. Hace unos días
estuvo en Ginebra para acudir a un
debate de derechos humanos de la
Naciones Unidas. Cayo Lara, de Izquierda Unida, ha llevado su causa al Parlamento de España. Además, se han unido muchas personas para continuar con la huelga
de hambre, pero ahora en turnos
de 24 horas. Según la Plataforma
canaria de Apoyo al Pueblo Saharaui ya hay gente para cubrir todo
el verano y la lista sigue aumentando. Hay gente de España, Francia,
Portugal, México, Estados Unidos
y América Latina. El apoyo es muy
grande.