Pensando en regalar libros para el Día del Niño

Pensando en regalar libros para el Día del Niño
Contar cuentos a los hijos en la cama es animación a la lectura, meter libros en la maleta
cuando se va de vacaciones es animación a la lectura, narrar el comienzo de una historia y provocar el
deseo de seguirla en las páginas de un libro es animación a la lectura, regalar libros en las fiestas
familiares es animación a la lectura. Blanca Calvo
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Para los más chiquitos:
Eloísa y los bichos
Jairo Buitrago - Rafael Yockteng
Buenos Aires, Calibroscopio. 2013
Es un libro-álbum para los más pequeños (y no tanto) cuyas líneas de texto, ubicadas en el
margen inferior derecho, son de una brevedad contundente. En las ilustraciones de Rafael
Yockteng el color resalta y multiplica los sentidos y la cantidad de detalles le da al conjunto un
carácter de realidad fantástica muy lograda.
Se trata de la historia conmovedora de Eloísa y su papá, inmigrantes en una gran
ciudad, que han tenido que dejar su lugar. La niña tiene que crecer y madurar lejos de su gente
querida; se percibe extraña, viviendo rodeada de bichos, insectos bastante desagradables y
hasta de su tamaño o más grande. Al principio, la única figura humana es la de su papá. Poco a
poco aparecen otros seres humanizados y la situación comienza a cambiar.
Nidos
Pepe Márquez. Ilustraciones de Natalia Colombo
Andalucía, Kalandraka. 2013
Un libro-álbum que reúne la información y la fantasía, la biología y la ternura. Con recursos
sencillos pero ingeniosos, los niños pequeños pueden ver –y conversar acerca de- animales de
tierra, agua y aire. Entre estos últimos, los pájaros y su obstinada tarea de construir nidos, de
diferentes formas, materiales y tamaños, en lugares convencionales o insólitos. Y sí, una lata
de atún vacía puede ser un nido. Lo que interesa es cómo se lo habita.
Visualmente atractivo, en la complementariedad del rojo y el verde, hay un desfile de
animales que no por estilizados dejan de ser reconocibles por los niños.
Celeste y el lapacho que no florecía
Mempo Giardinelli. Ilustraciones de Natalia Colombo
Buenos Aires. Alfaguara Infantil, 2015.
Esta es la historia de Celeste, una niña cuyos padres plantaron un lapacho en la vereda cuando ella
nació. Pero este árbol es muy particular: pasan los años y no florecen sus hermosas y delicadas flores
rosadas. En este cuento se aprecian el valor de la paciencia y la singularidad de la belleza propia de
cada ser vivo.
Escrito en imprenta mayúscula, con ilustraciones simples y tonos acuarelados, Natalia
Colombo logra aportar una atmósfera cálida y acogedora a esta tierna historia.
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Para los que ya leen solos:
Valentín y los caníbales
Ana Méndez y Paco Gómez.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ediciones del Eclipse, 2015.
Valentín y los caníbales es un libro que trata sobre el poder de la imaginación de un niño y los
lugares adonde la mente lo puede llevar. Brillantemente ilustrado por O´Kif, mezclando
texturas, empleando una paleta de colores brillantes y vivos que van cobrando fuerza página
tras página a medida que avanza la historia.
Este libro álbum combina con exquisita calidad el texto y la imagen, inseparables para
construir sentidos posibles. En la escritura, se presentan caligramas, rimas y ritmos sonoros
conocidos por los niños como el rap, interpretado por unos caníbales muy particulares, ya que
son vegetarianos, y con los cuales se encuentra Valentín al llegar en su barco de nube a la Isla
de Andamán. Un libro para el disfrute de lectores hambrientos de aventuras.
Un domingo con carozo
Graciela Montes. Ilustraciones de Virginia Piñón
Neuquén, Editorial Ruedamares. 2015
Nuevamente un cuento de Graciela Montes, publicado por una
joven editorial patagónica, en el que los lectores podrán
descubrir que la imaginación puede transformar un domingo
aburrido en algo inesperado.
Ramón-Ramón descubre un carozo pequeñito que, al sembrarlo, no para de crecer
adentro de su departamento. Las ilustraciones de Virginia Piñón se enlazan con la invención
del niño y hacen posible la aventura.
Tres de amor
Ana María Shua. Ilustraciones de Mónica Weiss
Córdoba, Comunicarte. 2013
La reconocida escritora argentina da a conocer aquí tres cuentos bellos. No hay que tomar al
pie de la letra el título Tres de amor, o sí, pero en un sentido muy amplio. El primero es “de
princesa caprichosa”, algo paródico en relación con el cuento maravilloso. El segundo es el que
más filiación tiene con el cuento de hadas. El tercero trabaja el motivo del amor imposible,
pero en lugar de Capuletos y Montescos tenemos a los crows y los sioux, y a una indiecita que
se las trae.
La peor señora del mundo
Francisco Hinojosa.Ilustraciones de Rafael Barajas.
México. Fondo de Cultura Económica. 2014
La peor señora del mundo cuenta la historia de una mujer extremadamente malvada, incapaz
de despertar un sentimiento tierno en ninguna persona. Bebiendo un poco de su propia
medicina, esta mujer queda sola, su familia y vecinos se van del pueblo, cansados de sufrir su
existencia. Con momentos de risa, sarcasmo y grotesco, acompañada de las magistrales
ilustraciones de Rafael Barajas, con una paleta en tonos tierra, siena y ocre, claramente
afiliadas al género historieta.
Libro desafiante si los hay, ya que la malvada señora es una madre. El autor
deconstruye la imagen materna tradicional y nos lleva a pensar que –en este caso- es una
suerte que madre haya una sola.
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Para lectores en carrera:
Pequeñas teorías sobre el comportamiento animal
Andrés Sobico. Ilustraciones de Josefina Wolf
Buenos Aires, La Bohemia. 2014
El autor trabaja el difícil género de la microficción. En las Palabras Preliminares se busca dar un
efecto de verosimilitud (“Tres cuadernos del Naturalista fueron hallados…”) y hasta un
encuadre científico: “…una ciencia tan nueva e inspiradora como la etología animal”. Pero los
“comportamientos” que se describen –y se ilustran- a continuación constituyen un bestiario
que se abre a lo poético, a la filosofía de lo cotidiano, al humor. Algunos ejemplos: “El erizo
sabe que no hay amor sin espinas.”; “El burro finalmente alcanzó su zanahoria. No era tan
rica”; “El pequeño caracol va dejando su rastro nacarado porque no tiene a mano miguitas de
pan.”
Mariana Rodríguez, Esther Mora y Elena Stapich - Jitanjáfora