CUENTO

CUENTO
Cuentos para Rodar
JOSE DE JESUS MARTINEZ
Para Carlos de Aguilar Menlo,
escritor, amigo.
EL MENDIGO Y EL AVARO
Flabia una vez un mendigo quo se encontr6 con un avow, y to pidi6
una limosno. Pero el avow no se la di& El mendigo se olegr6 de quo el
avaro se envileciero, tanto mos cuonto quo 61 era un pobrecito mendigo.
Cuando murieron, el avaro se fue al purgotorio, pew el mendigo ol infierno.
Tiempo despues, se volvi6 a encontror el mismo mendigo con el mismo
ovoro. Y el mendigo volvi6 a pedirle uno limosna. Pero el avaro no se to
di6. El mendigo, escarmentodo par so experiencia anterior, no se olegr6 yo
de quo el avow se envileciero a so costa. Por el contrarlo, se loment6 de
ello, habiendo en la chided tantos otros mendigos igualmente pobrecitos con
los cuales podria haberlo hecho. Cuando murieron, el avow se volv16 a ir al
purgatorio y el mendigo nuevomente ol Int ierno.
Todaylo una tercera vez volvleron a encontrarse el mismo mendigo
con el mismo avow. Esta vez el mendigo entr6 on portico al ver al avow
y cruz6 rapidamente de acero paro no toporse con 6 1 . El avow lo loment6
mucho, porque, escormentado tombien 61 por su experiencia anterior, se
hobla decidido a done to limosna. Cuondo murieron, el mendigo termin6
nuevamente on el infierno, pen) el chow, en cambia, fue al cielo.
Y todovia una vez mos volvieron a encontrarse el mismo mendlgo
con el mismo awns. En cuanto vi6 al mendigo, el ovoro le ofrec16 una
limosna quo yo traio preporodo. Pero el mendigo se Ionia al cuello del
ovens y lo estrangul6 y le quit6 todo el dinero. Esta vez el avow no se
foe a ninguno parte, porque muri6. Ne el mendigo vive todovla, y nos
est6 mirando.
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EL BUENO MALO
Erase una vex un joven comunista y un mendigo. Un dia, at joven
se disfroz6 de rico y bubo at mendigo porn hacerle el bien. El mendigo
extendi6 la mono, esperondo la limosno. El folso rico le di6 uno patado en
combio. Querfa hacerle el bien. El mendigo odi6 a los ricos y se inscribi6
en el Portido Comunisto.
Un ono despues, se volvieron a encontrar. El joven hacia un bello
discurso en contra de los ricos. El mendigo lo reconocie y record6 el ultroje
pasodo. Odi6 tambien a bs hip6critos. Mob ol joven comunista y se
inscribi6 en el portido de Marcel Penso, el millonario.
EL CASO DIOS
tine vex estobon juzgando a Dios por mob y envidioso. El obogodo
defensor dijo: "Dios cre6 el mundo bueno y hermoso. Fueron los hombres
quienes to darkron". Se present6 entonces un soldado, hendo v aoeante.
El obogado defensor dijo: "La muerte as necesaria pare qua la vido del
hombre volga". Entonces se present6 un nifio muerto. El allow& defensor duo: "Dios as el tinico opoyo de bs pobres". Entonces se present6 un
mendigo, y tosi6. El abogodo defensor dijo: "La feoldad as necesaria pora
qua la belleza resalte". Entonces Sc present6 un jorobodo imbedl y le
sonrit5 ol obogado defensor• El abogado defensor ye no dijo node. Y el juez
dijo: "Culpable".
II
El juez dijo a un funcionario: "Troigan al reo". El funcionario fue o
buscorle, no le encontr6 y dijo: "No estoba allf". El juez reprendi6.al funcionorio par su descuido. El funcionario dijo: "Yo crab qua lo habb trafdo
el sacerdote". El Jun reprendi6 at sacerdote y le dijo: "Traiga at reo".
El sacerdote fue o buscarle. No le encontr6 y dijo: "Yo cref qua lo habia
traido el obIspo". El Jun reprendi6 al obispo y le duo: "Trolga al reo".
El obispo fue a buscorle. No le encontr6 y dijo: "Yo crab qua be hobla
traido el Papa". El juez reprendi6 al Papa y le dijo: Troigo al reo". El
Pope fue a buscarle. No le encontre y duo: "Yo erect qua vendrici solo".
El juez entonces duo: "Dios as inocente, porque no existe". Y conden6
a los hombres.
LA NIFIA. DE LA MUFfECA
Noble una vex una Mho qua amabo mucho su muReca cuando esto
floraba, hasta qua tin dfa comprendi6 Cl mecanisrno qua producia at Ilanto
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en la mufieca. Yo no la am6 mos y la destruy6. Y su madre le dijo: "Te
comprendo y to perdono". La Mkt creci6. Quiso quo lo °moron y se dedic6
mentir porn no ser comprendida. Un die le minti6 a un anciano sobio
clue la descubri6 en su mentira y to dIjo: "Te comprendo y te perdono".
La nine entonces, acosoda, se dedic6 al mol y a lo prostituci6n. Un dirt
tin hombre se enamor6 de ell° y le dijo: "Te cornprendo y te perdono".
La nine, quo amaba at hombre, b abandon6. Pero entonces se comprend16
a sl misma. Yo no se am6 más y se mob. Y un socerdote dijo: "Dios la
comprender6 y la perdonar6". La nirla fue al cieb Dios la comprendi6.
Ya no lo am6 m6s y la destruy6.
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EL MONJE ASCETA
Erase una vez un monk asceto cuyo mayor felicidod era stitrir y al
clue nada le molestaba tanto como ser dichosa. Un dia It cay6 uric tejo
en la cobezo. El osceta entonces se puso muy contento porque It dolia
much°. Pero entonces se entristeci6 porque estaba muy content°. Y entonces se puso muy °leave porque se habia entristecido. Mos entonces to
embargo la perta porque estaba alerts. Pero pronto se reconfort6 porque
tenla peno. Mos entonces comenz6 a mortificorse porque se /labia reconfortodo. Y entonces etc , etc La Ultima vez gut se vie al monje
asceta Hombre a carcajadas.
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EL BOXEADOR Y EL CALYPSONIAN
Hebb una vex un boxeador quo se Demob° Sugar Baby y tin calypsonian que se Ilamoba Lord Delicious. Lord Delicious no contaba Wen,
pew se Ilamaba Lord Delicious. La gente decia: "Lord Delicious, canto
esto. Lord Delicious, canto esto otro". A la gente Is gustabo decirle
Lord Delicious: "Lord Delicious". Les doba hombre y sect decirb, y un.
poquIto de tristeza• Era muy sobroso escupir despues de decir: Lord
Delicious.
Sugar Baby no boxectba blen. Slempre It sangrobon la nark y to
tampion las °rajas, pew se Ilamoba Sugar Baby. La gent* decla: "Pobreeft° Sugar Baby. Van a motor a Sugar Baby". Era duke ver a Sugar
Baby tendido inconsciente sabre la lona del ring. Se senile uno bueno,
coritotivo, tiemo, cuondo uno decio: "Pobrecito Sugor Baby".
Un dies Sugar Baby y Lord Delicious murieron. A to solid° de la vido,
un funcionorlo viejo, consodo y mostly:Ind° chicle, les pidi6 sus cases.
Sugar Baby y Lord Delicious dieron sus cosas. Era.. pores. Pero Sugar
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Baby habio escondido sus guontes y Lord Delicious su ukolele. Y el funcionorio le dijo a Sugar Baby: "Senor, dame sus qt.:antes". V Sugar Baby
se los di6. Y le dijo a Lord Delicious: "Senor, dome su ukalele"• `pi Lord
Delicious se b di6. Entonces el funcionario dijo: "Senores, dinme su 'hombre". Lord Delicious no quiso dor su nornbre. Sugar Baby tompoco. Dijeron:
"No". El funcionario dijo: "Ustedes ye no van o firmer cordratos, vii
cartos, ni nodo. A ustedes ye no los von a Homer. Ustedes estan muertos.
Senores, denme su nombre". Sugar Baby y Lord Delicious dijeron: "No"
El funcionario entonces °brio tine goveta Ikno de nombres y se los mostrin
Conde Duque de Olivares, Sir Walter Raleigh, Madrigal de los Altos
Torres, Alorico el Ostrogodo. V In dijo: "Danme su nombre tombiEn".
Lord Delicious y Sugar Baby dijeron: "No". Entonces el funcionario se
pose bravo y llama a Dios. Y Dios vino y preguntd: "Qua les pose a
estos negros?". El funcionario dijo: "No quieren dor su non:bre". Entonces
dijo Lord Delicious: "A listed si, Dios". V Sugar Boby duo: "A usted si
se lo demos, Dios". "Son nornbres muy bellos", dijo Lord Delicious. Y
°Radio: "Yo me ilomo Lord Delicious". "Y yo, Sugar Baby", dijo Sugar
Baby. le Dios duo al funcionario: "Dejoles el nombre. No importer.
Dios se fue, pensando en otro case.
EL OLIGARCA
Una vez muri6 tin oligarca, fue al cielo y It dijo a Son Pedro:
"aCu6nto cuesto la entrado?" San Pedro se puso bravo y llama a Cristo.
Entonces el aka:yea le dijo a Cristo: "aCuento cuesta lo entroda?" Cristo
se puso bravo y Ilam6 o Dios. Entonces el oliqorca It dijo a Dios: "iCtionto
cuesto lo entrodo7" Entonces Dios se lo dijo. El oligarea pog6 y entr6.
LA TRAVESURA
tine vez uno de los hijitos de Dios, oprOvechandose de qua tar Papa
dorrnio Ia siesta, cre6 el mundo. Cuando Dios despert6 le dljo: "dPor
quo has hecho no travesura?" El hijito de Dios dijo: "Yo estabo jugondo".
Y entonces Dios dijo: "Esta bien. No Import:3. Pero no lo vuelvos a hocer".
EL HIPOCRITA SINCERO
Una vez hoblo tan hipkrito que usaba siempre mascara. Un dig
quiso sec sincero. Se quit6 la mascara y fue a verse el rostra en tin espejo:
era lowl qua el de la mascara.
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EL MALO MALO
Una vex hobio un hombre mob quo a todo el mundo to advertia: "Yo
soy un hombre male". Cuondo muri6 le dijo a un juez: "Yo soy un hombre
mob un poco bueno, pongee confes6 siempre set un hombre mob". Y el
juez le duo: "No. listed es dos veces malo• Usted es un mob mole. Usted
is perverso".
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EL CASADO INFIEL
Una vex un hombre troicion6 a su rnujer y se envileci6, y sufria mucho,
hash" que un dio se to confes6 todo, se alivi6 y ya no sufri6 mes e y se
hizo bueno. A su mujer to di6 mucho dolor esa confesbn, sufria dia y
noche, y come era Inocente, no tenia qua confesar para alivior su peno.
Cuando su esposo reio, ella se mordla los lobios. Cuondo su esposo dormia
tranquilo, ella estoba despierto, mirendolo, sufriendo, envileclandose con
el dolor. La noche en quo murieron, el marido culpable se fue al cielo, y la
esposo inocente se conden6.
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EL MENDIGO ANDRAJOSO
Una vet muri6 un pobrecito mendigo androjoso y se fue at cielo,
ce encontr6 con San Pedro y le duo: "Setior, eoqui es el deb?" Son Pedro
to '.'i6 y le dijo: "No".
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SEHORA MELANCOLICA Y DIOS ABURRIDO
Uno micro en la menopousio le escribi6 a Dios uno corto pregunt6ndole si existio. Y Dios le contest6 que no.
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EL SOBERBIO Y EL MEZQUINO
Una vex muri6 un hombre soberbio e Inmediatomente exigi6 una
inmortalidad donde porter sus cosos quo 6? decb eran lnmensos. Pero todo
se lo ocomodoron, y de lo m6s bien, en un huequito del cementerio. Y
despu6s mur16 tin mez'quino quo decfa s6lo two; cositas de ta vido, porn lo
obligoron quo amueblara con ellos, de punt° a unto, un cielo Inmenso
y vacio.
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El. POETA ENFERMO
Una vex hobla un poeto que temia mucho a la muerte. Un dr° eriferm6, se asustd y fue ripidamente a ver a un medico. Le dijo: "Doctor, is
un dolor filoso que me muerde por debajo de lo vida y me amenaza el
alma. Temo morir". Y el doctor is dijo: "Soque lo lingua y diga: aah"•
El poeta lo hizo. El doctor Is dijo: "Pingase tres wpositorios diariomente".
El poeta lo hizo. Entonces san6 y se mat6.
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LA CULPA
Una viz un hombre no sabia. `it miraba y caminoba, pero seguia sin
sober. Y se ongusti6 much°. Nast° quo un clla le pareci6 un pow coma
quo comenzobo a sober. Y is que se Is movi6 un gusonito dentro, lo cogi6
ripidomente y lo vie: era la culpa.
iCulpo, de qui?, se pregunt6. Le dijeron que porque Aden se comi6
una manzana. Pero eso no Is pareci6 sorb. Le dijeron que porque los
hombres habion matado a Cristo, el hijo de Dios, y Dios se tomoba w yenganza. Pero tampoco eso era serio, incluso pensando clue Dios fume un
pobre tonto. Le dijeron que porque hobio nacido. Y eso tompoco justificaba
el quo hubiera culpo. Le dijeron que no era culpa lo quo sentia, sino hombre, que lo quo a Cl le pasaba is quo era pobre. Indus° le habloron de los
ririones, de lo hemoglobina. Eso Is pareci6 bun, pero Is die tristezo, porque
el hombre y la ropa son cows de arribo, y lo culpa era honda. No estoba
clam de todos modos.
Entonces el hombre se cans6 de buscar justificacidn o explicociin de
la culpo y quiso quitirsela sin justificarlo. Querla pasorla bun. Por lo
menos, mejor. Quiso justificarse a si mismo. Ya no a justificar la culP0,
sino a pagarla. Yo no a redimir o Dios, sino a Si mismo. Pero no fue suf
ciente hacer uno caso. Quizis fue que la case no era muy gronde, y Is
opretaba. 0 quizis fue quo eso de justificar la vida is m6s &Hod de lo
que parece. Tompoco fue suficiente educar a sus hijos. Los hijos iron sires
humonos y era inmorol aprovechorse de silos. Como que la coso era bastante
dificil. Entonces quiso hundirse en la cultura, debajo de los libros. Pero la
cultura no justificaba nada, no solucionabo el problem°. Par el contrive),
Ia planteabo con mos vigor, con m6s fib.
Y entonces se le ocurri6 uno idea. Una idea buena. Que motaba a
dos pdjaros de un solo tiro. Justificaba a Dios y a st mismo: Se dedic6
al mai, cometi6 delitos y vivid hasta el fondo.
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Los delitos justifIcoran to culpo. (Ahora era yo la culpo de see mob).
tornbidn lo justificaban a 61, porque sufrla enormemente. Los delitos
explicobon y cobrobon. Entonces el hombre quedd en pas con su remordimiento, y vivid tranqui1o, hasto que un dio alga le pith debojo del moment.; lo cooed y, antes de tirarlo, quiso verb: era otra vez lo culpa, la
misma de antes, sdlo que verde.
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LA BUENA ETICA
Uno vez mind Dios y a los hombres no les qua& mds remedlo que
ser buenos ellos mismos.
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