LAS REGIONES DEL UNIVERSO Trabajar con el Árbol

Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Nº 912-25 MARZO 1958
LAS REGIONES DEL UNIVERSO
Trabajar con el Árbol de la vida
Vosotros podéis hacer un trabajo inmenso y preciso
gracias a las “SEFIRAS”. Las “Séfiras” son regiones del
universo unidas a ciertas virtudes o potencias determinadas
y ellas además están pobladas de criaturas y entidades
especializadas según cada “Séfira”. Según lo que
buscareis, según vuestras aspiraciones, deberíais meteros
en comunicación con tal o cual Séfira.
Si deseáis obtener
la pureza, la santidad,
concentraos
sobre
YESOD que corresponde
a la región de la Luna, la
que lo purifica todo.
Si queréis
concretizar,
realizar
cosas, entonces debéis
pensar, en MALKUT.
Si queréis poner un
poco de orden y claridad
en vuestra inteligencia a
fin de que todo sea
lógico y sensato, uniros a
HOD, que es la región de
Mercurio
donde
se
encuentran todos los
metales y donde reina la
luz.
Si deseáis desarrollar la estética en vosotros, conocer
la belleza, los perfumes, el encanto (Charme) entonces
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pensar en NETZACH que contiene todas las flores y la
música.
Pero si aspiráis a VIDELINATA (la luz inmanifestada)
a fin de unirse a Dios, de fundirse en EL, entonces pensar
en TIPHERET, la región del Sol.
Si temerosos e irresolutos, queréis convertiros en
fuertes y audaces, uniros a GEBOURAH. Vosotros
atraeréis a las entidades de la región de Marte, que
vendrán a consolidaros hasta haceros obtener la victoria
sobre vosotros mismos.
Si la generosidad, la bondad, la nobleza os falta y no
se manifiestan mucho en vosotros, concentraros en
HESED; y sus habitantes os harán adquirir las virtudes de
Júpiter: la nobleza, la magnidad y la grandeza.
Si deseáis conocer las leyes de la naturaleza a fin de
convertiros en estables e inmutables como sus leyes,
descubrir todos los senderos y saber descifrar el destino de
cada cosa, entonces pensad en BINAH que os dará la
resistencia, la paciencia y la estabilidad y os enseñara los
senderos de la sabiduría y las leyes del karma. Vosotros
entrareis, allá, en la inteligencia cósmica.
Si tenéis el coraje y la voluntad de ir todavía más lejos,
deberéis seguir lo senderos de la sabiduría, así penetrareis
en las regiones del Verbo, del Logos, de la Luz primordial,
de Cristo, HOCHMA.
Y más arriba todavía, cuando deseareis identificaros a
Dios, devenir uno con la vida universal, para fundirse con el
todo, entonces os concentrareis con KETHER. Devendréis
un manantial que brota sin cesar. Esta Séfira es casi
inaccesible y muy pocos han conseguido llegar a ella. Pero
está permitido pensar en ella.
Mas lejos todavía, mas alto, hay todavía otros
caminos para recorrer, pero nadie que lo haya intentado a
conseguido volver. No, ni tan siquiera los que han subido
hasta KETHER. Los que han sido sacados de la tierra,
como Enoch o Elías. Esta es una región que disuelve,
desagrega y se debe ser absolutamente puro y perfecto
para soportar al extremo, el poder de sus vibraciones. No
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nos podemos ni tan siquiera imaginar lo que son y
representan estas regiones. Cuantas gentes pretenden
haber hablado con Dios, pero “Nadie ha visto Dios”.
También si lo deseáis hay
otros ejercicios que podéis hacer.
Podéis concentraros y meditar
sobre los colores, por ejemplo. Pero
según los cabalistas, el mejor
trabajo que podéis hacer, es el de
meditar
sobre
las
“Séfiras”.
Podemos pensar en todas, en su
conjunto, o sucesivamente, bajando
de Kether a Malkut o subiendo de
Malkut a Kether, o también
concentrándoos sobre la Séfira que
hayáis escogido. Hacedlo vosotros!.
Veréis como grandes ventanas se
abren delante de vuestros ojos y os
descubren horizontes siempre más
vastos que os permitirán hacer
cada
día
una
evolución
extraordinaria. Vosotros ya sabéis, que a cada Séfira le
corresponde un aspecto de la Divinidad, un nombre de
Dios, (Ver nombres de los Dioses en este mismo apartado, más arriba.). A
través de estos nombres os podéis unir a la Séfiras. La
ciencia de la Cabala dice que estos nombres son las más
poderosas consignas, “santo y seña”, los más
extraordinarios remedios. Pero ¿cómo debéis pronunciarlos
para hacerlos vibrar con la finalidad de que sean eficaces?
Esto también es una alta ciencia, que iréis aprendiendo
poco a poco. Si, los nombres de Dios es de todo lo que
existe de divino, lo más sagrado, lo más sublime, lo más
elevado. Cuando se sabe cómo trabajar con ellos,
pronunciarlos, invocarlos, se puede evolucionar muy
rápidamente.
Aprovechemos esta mañana en donde nos han sido
dadas buenas condiciones para meditar en este sentido.
No hay nada más importante en la vida que trabajar sobre
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sí mismo. Nos podemos convertir en tan poderosos que ya
nada nos puede resistir. Por el momento, estos silencios y
estas meditaciones, os parece cosas áridas. Sin embargo
cada uno ya ha obtenido sus propios resultados.
Observándoos, cada uno de vosotros reconocerá que ya
posee en él una luz, una confianza, una orientación. Sentirá
que ya ha empezado a caminar hacia la perfección pues ya
ha realizado un pequeño progreso y se encuentra ya en el
camino. Poco a poco este progreso, irá creciendo y
vosotros avanzareis cada día un poco más.
Hagamos todavía otra meditación todos juntos.
Pensando en las Séfiras del árbol de la Vida.
Ya hemos explicado en otros textos, que las Séfiras son los distintos departamentos,
habitáculos, mundos que en un total de 10 forman la estructura del árbol de la vida. Es una
ciencia que Moisés la heredo de su suegro el sacerdote Jethro en el Templo de Madiam.
Yethro la conocía de las enseñanzas antiguas de Abraham. La hija de Jethro que se casó con
Moisés se llamaba Sefora y cuenta la historia que gracias a ella Moisés supero la última prueba
de la Iniciación a que le había sometido su suegro. La palabra Séfira del árbol de la vida, puede
tener su último origen en este acontecimiento. Antoni Cochs.
Si consultáis regularmente estos apartados centrales veréis que siempre
se van añadiendo temas de interés.
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