p1 EL DÍA, domingo, 25 de octubre de 2015 VIAJEROS POR LAS Islas Canarias, una serie de Nicolás González Lemus que arranca hoy con John H. Towsend Ellerbeck. !4 del domingo revista semanal de EL DÍA Alcaldes y anecdotario diverso del Realejo Alto desde 1926 !!! T Texto: Jerónimo David Álvarez García ras las anteriores publicaciones(1), se nos ocurre la aportación de una relación comentada de alcaldes de Realejo Alto, personajes que influyeron en sus sociedades y aún permanecen en el recuerdo o subconsciente colectivo de los vecinos. También se presentan varias anécdotas acaecidas en el municipio que han perdurado por tradición oral y juzgamos oportuna su recopilación(2). El concepto de Realejo (3) nos retrotrae a la Conquista. La presencia de naturales de Gáldar se asociará con la advocación a Santiago en la parroquia, siendo esta uno de los primeros lugares de culto cristiano(4). El pago a las ayudas materiales y personales para el asedio sería el reparto de tierras y aguas; estos propietarios se caracterizarían por su absentismo. El sistema !!! Antigua vista del caso de Realejo Alto. )Foto A.H.M.R.) económico que define esa distribución quedó definido en Las Haciendas, dignas representantes del paisaje urbano y la geografía físico-económica de los futuros Realejos. La concentración en pocas manos de los medios de producción y sus frutos, como cereales, vid o caña, serán una constante hasta finales del siglo XVIII. Es entonces cuando toma el relevo político y económico la incipiente burguesía agraria local(5), pues la independencia jurídica de ambos Realejos frente a La Orotava, en favor de La Laguna, databa de 1651. La presión sobre las dehesas y la usurpación de los montes o los conflictos por el agua (el célebre pleito del agua del convento agustino) definen este marco(6). La emigración, especialmente masculina, producirá desviaciones en los censos y contribuiría a la consolidación de la burguesía citada, pues sus remesas sirvieron para la adquisición de bienes muebles, inmuebles y medios de producción. El anhelo identitario favorecería la erección de conventos, ermitas y capillas. La noción de fiesta en torno a santos p2 protectores como san Benito o san Isidro y la devoción a la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Remedios han acompañado desde muy temprano al municipio definiendo su idiosincrasia. El desarrollo intelectual ligado a instituciones de enseñanza y espacios de la cultura también conformarían su panorama social(7). Así, hasta su trazado delimitado por “la orografía (...) surcada de barrancos y pequeñas longueras determinó su urbanismo. En el Realejo Alto, desde la llanura donde se erigió la iglesia y se extendía la plaza, irradiarían las tres calles principales. En el oeste y encaramada en una ladera del barranco de Godínez, la calle del Agua. Dicho cauce prestaría su ladera opuesta a la calle del Medio (de ahí su nombre, al situarse entre dos calles, al igual que ocurría en Realejo Bajo). Esta tomaba parte de la ladera oeste del barranco del Tornero o Cagaceite (nombre debido al exiguo caudal de agua que conducía). Por último, sobre la vertiente opuesta, la calle del Sol. Las edificaciones en la cima de las barranqueras tuvieron su razón en el aprovechamiento del terreno para cultivo y en precaución a las crecidas de los barrancos”.(8) Al adentrarnos en esta relación de alcaldes(9) partimos de la renuncia de Nicolás González Abreu(10), fechada en 4 de junio de 1926, asumiendo el cargo Agustín Rodríguez de la Sierra García (12.06.1926-12.02.1930)(11). De su regencia se reseñará la adquisición de Historia de Canarias, de Mariano Utrera Cabezas, y la presentación del proyecto de Jesús María Perdigón(12) para el busto de Viera y Clavijo. La obra ascendió a 5.000 pesetas (costeada con el superávit del presupuesto). No obstante, se solicitó ayuda al Cabildo para el pedestal y el arreglo de la plaza. Con el fin de la década, el presupuesto municipal ascendía a 72.692,54 pesetas, se precisó instalar un depósito de gasolina y Francisco Montes de Oca García, cronista oficial de Canarias y académico de la Real de la Historia y Bellas Artes de San Fernando, realizó el escudo de Realejo Alto. Pablo García y García (22.03.193001.05.1931)(13). De esta alcaldía se destacarán las obras de canalización y reforma del agua del convento. Administró un presupuesto superior a las 97.000 pesetas y se confirma su labor en la creación de escuelas en el casco y barrios populosos. Manuel Espinosa y Chaves (26.04.1931-10.12.1933)(14). Primer alcalde de la Segunda República. Se recalcará su empeño en el abono de facturas de medicamentos a vecinos pobres y a niños. La aplicación de su política laicista conllevó que el Consistorio no participase en la Fiesta de Remedios(15), autorizando únicamente las cantinas y el cobro de sillas para sufragarla. El homenaje a Viera y Clavijo en colaboración con el Museo Canario de Las Palmas, en el bicentenario de su nacimiento sería todo un acontecimiento. La secularización del cementerio de San Agustín y los trámites para la apertura de la biblioteca,“donde la juventud pueda leer diariamente”, definieron domingo, 25 de octubre de 2015, EL DÍA EN PORTADA !!! De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Pablo García García, Manuel Hernández Pérez, Francisco Morales Molina y Miguel Cedrés Borges. Fotos cedidas, respectivamente, por: José Peraza, Celia Hernández, Inés Morales y Duvi Cedrés. su regencia. El elevado número de enfermos pobres de Realejo Bajo admitidos en el Hospital Casa de Socorro le obligó a notificar a su Ayuntamiento, reclamando una contribución. Manuel Hernández Pérez (13.12.193319.02.1936)(16). Durante su administración se prohibieron las reuniones, “por negativa al pago del agua que se consume en el local donde está instalada la Agrupación Socialista, para evitar perjuicios al erario público”. Ordenó retirar de la azotea de las Casas Consistoriales la antena de radio colocada por esa sociedad mediante un “palo antiestético” (ese grupo había dirigido el movimiento huelguista local), y presidió el solemne funeral por las víctimas de la Revolución de Asturias en la parroquia de Santiago, al que asistieron autoridades municipales y numerosa feligresía. Este periodo aporta la noticia feliz de la adjudicación, por 680.000 pesetas, del primer tramo de la carretera de La Guancha. Manuel Espinosa y Chaves es restituido en la alcaldía por unos meses, hasta la designación por el Gobierno Civil de Francisco Morales Molina (17.03.1936-21.07.1936)(17). Su presidencia se adhirió a la propuesta del alcalde de Buenavista contra la colocación por el general Franco de una ametralladora en el Puerto de la Cruz durante la manifestación del Primero de Mayo, solicitando al Gobierno Civil su inmediata destitución. Aunó la enérgica protesta de 3 de mayo de 1936 contra Francisco Franco por el consistorio realejero, que declaró su profundo malestar por su presencia en la Comandancia General de Canarias (fue mal recibido y amonestado por varios ayuntamientos de las islas al ocupar el cargo). Algunos autores y fuentes orales aventuran que fue declarado “persona non grata”, por el Realejo Alto, aunque no existe documentación oficial que lo avale. La última disposición de este alcalde fue oficiar a una vecina ”para que levante un muro entre el camino y el estanque que tiene en el Toscal, para evitar el peligro que ofrece a los niños que pasan por dicho camino”. Manuel Hernández Pérez (21.07.193625.05.1940). Consta en acta la “procesión general” realizada en acción de gracias, con motivo del fin de la contienda civil, así como del funeral oficiado en la iglesia por José Antonio Primo de Rivera(18). En 1939 la plantilla del ayuntamiento ascendía a 21 trabajadores y su alcaldía costeó medicamentos y becas a vecinos, mientras el practicante Ramiro Rosado Iglesias exigió los atrasos adeudados. Miguel Cedrés Borges (25.05.194018.01.1950)(19). El Gobierno Civil cesó al anterior alcalde y la Comisión Gestora, conllevando a un nuevo consistorio presidido por Cedrés(20). De este mandato surge la propuesta para erigir la Cruz de los Caídos cerca de la iglesia(21). Continúan los estipendios para medicamentos a personas necesitadas y la suscripción para los damnificados por los temporales ocurridos en Cataluña. El censo de 1941 aporta la cifra de 9.120 vecinos, fundamento para solicitar unos meses después al Estado el título de villa para el municipio, además del reconocimiento de ser sede de la incorporación de Canarias a la Corona de los Reyes Católicos, la fundación de la parroquia de Santiago, la cuna de Viera y Clavijo y su desarrollo agrícola debido a la extracción de agua subterránea. El mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, Vicente Siverio Bueno, solicitó autorización y subvención para enramar la calle de San Agustín (“el cabo de la guardia municipal cobrará por los puestos públicos”)(22). La gestión de un préstamo a la Caja de Ahorros, por 30.000 pesetas, a iniciativa del alcalde, para adquirir y reformar una casa en la calle Pérez Zamora(23) propiedad de Rosa González Zárate(24), será la génesis del Colegio Nazaret. El expediente de depuración de los funcionarios Luis Carreño Ghirlanda, secretario (25), y del director de la banda de música Sebastián Díaz González es denegado, pues durante 1936 y 1937 acreditan no pertenecer al Frente Popular ni a la Masonería. El alcalde, autorizó un crédito a favor del párroco por 800 pesetas como importe del nuevo crucificado entronizado en el cementerio municipal de San Agustín. Este alcalde otorgó permiso a la guardia municipal para detener en el Realejo Bajo, incluyendo el uso de la violencia, dando cuenta a la autoridad competente (norma aprobada por los dos consistorios). El oficial de biblioteca notificó la lamentable depuración de libros, perpetrada con “falta de conocimiento, negligencia o mala fe”, que, unida al descontrol en la devolución de volúmenes, contribuyó a la pérdida de fondos y de su nivel. Por ello solicitó la suscripción a la colección Obras Eternas, de la Editorial Aguilar de Madrid, pues “su suscripción es de autores españoles y extranjeros que no constan en la biblioteca, estando impresos en pocos volúmenes (…) y como dice su nombre es eterna, no sólo por su valor literario sino por ser autores que nunca mueren”(26). El inspector municipal de Farmacia dictaminó que“el agua del Convento no es potable, ni higiénica y por tanto peligrosa para la salud del vecindario”. Manuela Ascanio de Iglesias propuso la construcción de una charca en el barranco de Godínez, mientras se inicia hacia 1947 el desmonte en la plaza Viera y Clavijo, que trazará la carretera de La Guancha(27). Es aprobado el expediente y planos para la construcción del cine Viera, en la calle General Franco(28), y se concede al presidente de la Fiesta de Remedios la mitad de la recaudación de los ventorrillos instalados en la plaza. El alcalde concedió becas a alumnas del Colegio Nazaret. El 7 de enero de 1946 comenzó su despacho el farmacéutico Juan Violán Ferrer en p3 EL DÍA, domingo, 25 de octubre de 2015 EN PORTADA la calle General Franco. Es concedida una “subvención del Ayuntamiento de 500 pesetas (…) para las obras de la Basílica que ha de erigirse en Candelaria a la Santísima Virgen del mismo nombre.” Finalmente, la Biblioteca Municipal adquirió la obra en tres tomos Historia de Canarias, de Viera y Clavijo, por 600 pesetas. Alejandro González Fernández, accidental (20.03.1950-25.8.1950)(29). Bajo su presidencia se produjo el óbito del secretario municipal Carreño Ghirlanda. Promovió la creación de escuelas unitarias y mixtas en el casco y los barrios y mejoró la gestión del servicio de telégrafos. Reclamó la renta y rescisión del contrato por alquiler del terreno destinado a campo de deportes del Frente de Juventudes. Nicolás González del Carmen (25.08.1950-20.05.1953)(30). Gestionó las reparaciones en el cementerio de San Agustín, las Casas Consistoriales y el acondicionamiento de la plaza de Palo Blanco. Aprobó el reglamento de la Casa de Socorro, autorizó el derribo de las capillas de la plaza y proyectó la construcción de unas salas en el ala norte del templo para su servicio. Al clausurarse el cementerio viejo creó una parcela para enterramientos civiles en el cementerio de San Agustín, situada en la esquina sudoeste con entrada independiente. Sufragó los gastos del deslinde con La Orotava y representó un rol preponderante, que no exclusivo, en la unificación de los dos Realejos(31). Cristóbal Borges Hernández, accidental (08.07.1953-08.03.1954)(32). Contribuyó con el Hospital de Niños Fundación Dr. Guigou, autorizó la construcción de la ermita de La Montaña, renovó el alquiler escolar de San Agustín y supervisó el informe del agua pública del convento. Domingo Luis Abreu (17.03.195408.02.1955)(33). Último alcalde del Rea- NOTAS !!! Domingo Luis Estrada. Foto Archivo Histórico Municipal de Los Realejos. lejo Alto, ejecutó propuestas para el alumbrado público, erigió un nuevo muro de contención en el cementerio, derribado por las lluvias torren- ciales, y contribuyó económicamente con las fiestas de Santiago y Nuestra Señora del Carmen. Saldó las facturas por la compra de juguetes a niños pobres en la Epifanía y estudió el proyecto de ampliación de la casa consistorial. Con la unificación de ambos Realejos, Domingo Luis Estrada (1955-1967) ostentaría la alcaldía de Los Realejos(34). Le sucedieron Evelio Jiménez Fregel (1967-1974), Elpidio Hernández Toste (1974-1979), Santiago Luis García (1979-1984), primer alcalde de la Democracia, Jesús Manuel Hernández García (1985-1987), José Vicente González Hernández (1987-2003), Oswaldo Amaro Luis (2003-2011) y Manuel Domínguez González (2011 hasta el día presente). Llegados a este punto sólo resta prevenir al lector: los juicios peyorativos sobre los alcaldes y demás personajes aquí traídos nunca han estado en nuestro empeño investigador y divulgativo. se erige en la entrada izquierda). Si el lector deseara profundizar en la his- colectores de la parroquia de Santiago. Recordaremos los continuos plei- 1. Remitimos a Álvarez García, Jerónimo David en “Aproximación a la toria de los camposantos del municipio remitimos a Álvarez García, Jeró- tos con la parroquia por la administración, titularidad y cobro de las tasas vida cotidiana de Realejo Alto hacia 1889”, La Prensa, EL DÍA, 18.01.2015 nimo David, “Apuntes a la Historia de los tres cementerios de Realejo Alto”, de sepultura del cementerio de la plaza. A esto se añade la polémica sus- y los números precedentes de esta serie. La Prensa-EL DÍA, 17.12.2011. citada en 1869 por la tenencia del dinero destinado a reparar el Calvario 14. Vecino de San Agustín, falleció en el Puerto de la Cruz en 1976. de San Benito, que custodiaba el sacerdote Domingo Mora y León. Tras o sus capítulos antropológicos, aconsejamos la consulta de la obra de Álvaro 15. Según consta en las pertinentes actas municipales, Ntra. Sra. de múltiples gestiones, el sacerdote devolvió las cantidades retenidas, lo cual Hernández Díaz, Carmen Nieves Luis García, José María Mesa Martín, José los Remedios es patrona de Realejo Alto, su octava constituía la princi- sirvió para adquirir el actual reloj de la torre de la iglesia, pues el Calva- Hernández y Jonás Hernández o Isidro Pérez Brito entre otros. pal festividad municipal hasta la unificación de las Fiestas de Mayo. Den- rio había sido reparado, previamente con remesas de emigrantes reale- 3. Sitio donde esta acampado un ejército. RAE. tro de los conflictos religiosos, se citará a Carlos Delgado y Delgado, párroco jeros. Según consta en la documentación catalogada en el A.H.M.R y publi- 4. Advertimos sobre el equívoco que considera a la parroquia la pri- de Santiago (1928-1948) que, amenazado de muerte, se disfrazó y huyó cada en “Boletín Informativo de Los Realejos, p.21. Junio 1993.” mera de la isla, como ha transmitido la tradición oral y la historiografía de la casa parroquial “saltando los tejados”. Su enérgico carácter agravó 25. Luis Carreño Ghirlanda fue secretario en propiedad del Ilustre Ayun- decimonónica romántica. Un análisis de la implantación cristiana en Tene- las desavenencias con los alcaldes por la tenencia de los sillones muni- tamiento de Realejo Alto desde 19.03.1926, bajo la alcaldía de Nicolás Gon- rife debe incluir, por descontado, a Santiago de Realejo Alto, la Concep- cipales en la iglesia, la solicitud de un concejal prohibiendo los repiques zález Abreu, hasta su trágico fallecimiento, acaecido en 05.03.1950. En ción lagunera, el desembarco en Añazo y los primeros cultos y fábricas de campanas durante los plenos, los gritos proferidos durante las proce- los folios 27v y 28r del Libro 10º de Actas de Ilustre Ayuntamiento de Rea- que allí pudieron ser y la colocación de la primigenia efigie de Ntra. Sra. siones o la multa que le impuso el Gobierno Civil. Se ampliará la infor- lejo Alto consta el pésame del Consistorio a su familia. de Candelaria en las playas de Chimisay, por frailes procedentes de Gran mación referente a la Segunda República en el municipio en Álvarez Gar- Canaria. cía, Jerónimo David, “Reseña histórica de las Alcaldías republicanas del 2. Diversos autores han profundizado en el anecdotario del Realejo Alto 5. Arbelo García, Adolfo, “La burguesía agraria del Valle de La Orotava (1750-1823)”. Realejo Alto (1931-1936)”, en La Prensa-EL DÍA, 13.10.2012. 26. En el acta municipal correspondiente se aprecian subrayadas estas dos últimas palabras. 27. Esta obra conllevó el derribo de las capillas situadas frente a la igle- 16. Conocido popularmente como Manuel Dios, casó con Celia Rodrí- sia, la posterior ampliación de la fachada del templo y el desmantelamiento 6. Arbelo García, Adolfo “La Laguna, 500 años de Historia”, pp. 207- guez Guanche, vecinos de la Calle del Medio 11, según consta en el Padrón del cementerio de la plaza, configurando la actual fisonomía de la plaza 238. Los continuos y numerosos pleitos entre Realejo Alto y propietarios General de Vecindad del Realejo Alto en 1915, A.H.M.R. Falleció en 1958 Viera y Clavijo. Un macabro suceso acaeció cuando La Corporación alquiló del agua del Adelantado han propiciado amplias fuentes y bibliografía. a los 78 años. un camión para el traslado de restos humanos desde la plaza al osario de Anecdóticamente, se citará la misiva enviada al alcalde de Realejo Alto, 17. Francisco Morales Molina fue hijo de José Morales Pérez e Inés Molina El Mocán. Los jóvenes contratados cargaron en él los restos, el vehículo por el clérigo Ignacio Llarena y Franchy, rematador del Agua del Convento Reyes, vecino de la calle El Sol, casó con Maruca Vinuesa. Falleció en 1986 subió la calle del Medio mientras los mozos encaramados en el volquete en el siglo XIX, en la cual acusaba al regidor de no impedir los robos de a los 89 años. gritaban ofreciendo caballas al público, mostrando los huesos a las des- agua perpetrados por sus vecinos, ya que él mismo participaba de esa usur- 18. La actual avenida de Los Remedios ostentó hasta los años noventa pación (cfr. Archivo Histórico Municipal de Los Realejos, en adelante A.H.M.R). el título de Primo de Rivera, en recuerdo a la visita efectuada a Realejo 7. Hernández González, Manuel, “Contexto geográfico, histórico y devo- Alto, en 1928, por su padre, el general y primer ministro Miguel Primo cional,” en AA.VV. Vitis Florigera de Rivera. 8. Álvarez García, Jerónimo David en “Extracto del Padrón General de 19. Agradecemos a Águeda Domínguez Luis la documentación nece- Vecindad del Realejo Alto en 1915”. Calle el Sol. Programa de Fiestas de saria para profundizar en su biografía, seleccionada a raíz del trabajo (iné- la Calle del Sol, Los Realejos, 2014. dito) realizado por esta autora sobre la Familia Cedrés Borges. pavoridas vecinas que esperaban con platos y bañaderas, en las puertas de sus casas. Fueron detenidos y expulsados de su trabajo. 28. La primitiva calle del Medio también ha ostentado a lo largo de su historia los nombres de Alfonso XIII, La República, General Franco, Blas Pérez y desde los años noventa, del Medio Arriba. 29. Vecino de La Cruz Santa. 30. Nicolás González del Carmen casó con Matilde García-Estrada y falleció en Puerto de la Cruz, en 2011a los 99 años. 9. En nuestro interés por la divulgación de la relación de alcaldes habi- 20. Miguel Cedrés Borges nació en 1910 en la calle del Medio, hijo de dos en los últimos noventa años, sólo se ha destacado acuerdos con cierta Domingo Cedrés González y Benigna Borges Pérez, casó con Efidencia 31. Durante este mandato comienza la regencia de Ramón García Pérez transcendencia política y social. Como el lector podrá adivinar, los prin- García León. Tras su alcaldía emigró a Venezuela dedicándose al comer- (1952-1968) en la parroquia de Santiago. Personaje también enérgico del cipales temas vertidos en las actas municipales concernían a la administración cio, regresó a Los Realejos tras su jubilación y falleció en Santa Úrsula en cual avanzamos tres anécdotas. Primeramente, su negativa a celebrar cotidiana del pueblo. Sería altamente ilustrativo poder acceder en breve 2003, a los 93 años. la procesión de Ntra. Sra. de los Remedios al tiempo que se celebraba 21. Situada en las escaleras de acceso a la plaza Viera y Clavijo hasta un baile en el Círculo Viera y Clavijo; esto conllevó que la airada feligresía los años noventa, en su lápida se inscribieron los realejeros del bando nacio- le increpara en el exterior de la Casa Parroquial, procesionando la devota nal fallecidos durante la Guerra Civil. Este monumento fue trasladado al imagen sin el permiso del sacerdote. Los fuegos artificiales proyectados 11. Agustín Rodríguez de la Sierra García casó con Eduvigis Suárez Aro- cementerio de San Agustín, donde se erige actualmente y cuyo reutili- en la Procesión de la Cruz también serían motivo para el abandono de cha, ocupó la alcaldía de Realejo Alto en varios mandatos durante el pri- zado mármol reza: “A todos los Caídos durante La Guerra Civil Española. la misma por parte del clérigo, al sufrir una quemadura en la cabeza. Un mer cuarto de siglo, e intentó renunciar a ellos en otras tantas ocasiones. 1936-1939”. Lunes de Remedios prohibiría la procesión de Ntra. Sra. de los Reme- plazo a la publicación de la relación similar de Realejo Bajo. 10. Nicolás González Abreu fue padre del alcalde Nicolás González del Carmen. Fue un claro exponente de su familia y por ende de la gran burguesía agra- 22. Los acuerdos referidos de las actas se han extraído de los Libros dios hasta Las Puertas del Lomo. Nuevamente, los feligreses, desobe- ria local, cuyas actividades ocuparon la vida política, económica y social 3º,4º, 5º, 6º,7º, 8º, 9º, 10º, 11º y 12º de Actas de Pleno del Ilustre Ayun- deciéndole, portaron el trono hasta ese lugar y abandonaron al párroco, del municipio. Su nieto, el profesor Pedro Rodríguez de la Sierra Febles, tamiento de Realejo Alto, Libro 13º de Actas de Pleno de Ayuntamiento que, acompañado por la banda de música, aguardó en la calle de El Sol casaría con Libertad Galán Pérez. de Los Realejos y Libro 1º de Actas de la Comisión Municipal Permanente su regreso. 12. Los Perdigón fueron una célebre familia de escultores y restaura- (1950-1955) de Ayuntamiento de Realejo Alto. A.H.M.R. Las biografías han dores naturales de La Orotava. Además de esta obra, varias imágenes reli- sido recabadas de los volúmenes pertinentes, custodiados en el Juzgado giosas de las parroquias realejeras conocieron su gubia. Municipal de Los Realejos y con la colaboración inestimable de los des- 13. Pablo García y García (1886-1940) nació en Realejo Alto y casó con Erminia González. Además de alcalde en diversas ocasiones, fue juez municipal y promotor de la construcción del Cementerio de San Agustín. La cendientes de los protagonistas. 23. Actual calle El Sol, mantuvo esta denominación hasta principios de los años noventa. 32. Cristóbal Borges, conocido como Cristóbal el del Bosque, casó con Candelaria Rodríguez Díaz y falleció en 1986 a los 75 años. 33. Domingo Luis Abreu era natural de Palo Blanco y vecino de la calle de El Sol, casó con Leonila García Hernández y fue padre de Santiago Luis García, primer alcalde de la Democracia en Los Realejos. Falleció en 1995 a los 86 años. historia querría que el primer inhumado en este recinto fuera su hijo, el 24. Hija de Eliseo González Espínola, terrateniente y alcalde que fue 34. Para profundizar sobre la unificación de Los Realejos véase, AA.VV, niño Agustín García González, fallecido accidentalmente, de ahí el nom- de Realejo Alto y María Candelaria Bonifacia de Zárate y Morales. Este “Los Realejos, cinco décadas”, y Méndez Hernández, Juan, en “Los Rea- bre impuesto a esta necrópolis (su sepultura restaurada y pintada de azul mandatario realejero protagonizó diversas polémicas con los párrocos y lejos; dos pueblos y un solo corazón”. p4 domingo, 25 de octubre de 2015, EL DÍA HISTORIA VIAJEROS POR LAS ISLAS CANARIAS (1) John Henry Townsend Ellerbeck, UNA VISITA POR INTERÉS COMERCIAL !!! Texto: Nicolás González Lemus E n los años en que el Puerto de la Cruz vivía la primera edad de oro del turismo, tras la apertura del Orotava Grand Hotel o Sanatorium (futuro hotel Martiánez), en 1886, por la Compañía de Hoteles y Sanatorium del Valle de La Orotava, y la inauguración del hotel Taoro, entre 1890 y 1893, por la Compañía Taoro, comenzaron a llegar a Tenerife muchos viajeros –unos por razones de salud y otros por ocio–, todos atraídos por la benignidad de su clima, los múltiples atractivos y los recursos naturales. Algunos escribieron sus experiencias y observaciones. Los médicos pretendían asesorar con sus escritos a los posibles visitantes a las islas; entonces se trataba de un turismo terapéutico. Otros viajaron por turismo, entre los que figuraban aristócratas, nobles, reyes, periodistas y fotógrafos, como el scouse John Henry Townsend Ellerbeck. Desde finales del siglo XIX, el puerto de Liverpool ya tenía líneas marítimas que frecuentaban los puertos isleños –la British and African S.N. Co., la Elder, Dempster & Co., Clan Line Steamers, Booth S.S. Co. y The Gulf Line–, cuyas consignatarias en las islas eran Blandy Bros. & Co. en Madeira, Ghirlanda Hermanos y Hamilton en Santa Cruz de Tenerife, y la Elder, Dempster & Co., Grand Canary Coaling Co. y Miller & Co. en Las Palmas de Gran Canaria. Ello era producto de la gran demanda frutera y turística que existía en Liverpool. Así pues, todo negocio relacionado con Canarias era rentable, lo que animó a John Eller- !!! Foto hecha por John Ellerbeck de una hamaca en la puerta del hotel Marquesa, que estableció la Compañía de Hoteles y Sanatorium del Valle de La Orotava para trasladar gratuitamente a los huéspedes de un hotel a otro. beck a visitar las islas. ¿Quién era John Henry Townsend Ellerbeck? Fue bautizado el día 26 de octubre de 1840 en la English Presbyterian Chapel, en Toxteth Park, en Liverpool, el mismo barrio donde nació en 1940 el exbeatle Richard Starkey (Ringo Starr). Fue el tercer hijo de Josehp Temple Ellerbeck, nacido en Canterbury pero que se trasladó desde muy joven a Liverpool. Aquí estableció una libreria en el número 54 de Bold Street, una calle muy céntrica. Los otros hijos eran Joseph, nacido en 1837, y Alice, bautizada en la misma capilla el 13 de septiembre 1843. Joseph y Alice Ellerbeck siguieron la misma profesión que su padre, no así John, que aunque pasó todo su adolescencia y juventud en la tienda con su padre y sus hermanos, pronto se aficionó a la fotografía. A la edad de los treinta años ya había adquirido cierto protagonismo en el mundo fotográfico europeo, hasta el punto de ser elegido presidente de la Liverpool Amateur Photographic Society.1 No obstante, una vez que su padre se jubiló continuaron con el sello comercial, ahora bajo el nombre de Ellerbeck Bros. En la librería se vendían, además de libros, artículos de papelería, artículos de piel importados, álbunes para fotos, postales, fotos de Madeira, Canarias y Noruega, centros turísticos muy populares entre los británicos, y su especialidad: sellos y tarjetas de bodas. John Ellerbeck tuvo cinco hijos –tres varones y dos niñas–, y cuando ya eran mayores y él contaba con 51 años de edad, decidió viajar desde Liverpool a Madeira y Canarias en 1891. Como él mismo afirma, para ofrecer al publico un pequeño libro de las Islas Canarias más actualizado y con más detalles de los lugares apenas mencionados en las anteriores guías. Corrigió los mapas y añadió nuevos caminos, senderos y vías. Durante esta estancia elaboró la guía, de apenas 31 páginas, Madeira and the Canary Islands2, publicada el mismo año en el taller familiar de Bold Street. La guía es muy escueta y los lugares apenas son mencionados. Carece en muchas ocasiones de detalles de utilidad turística y, de hecho, parece más un libro de viajes que una guía. Consciente de esta deficiencia, Ellerbeck redacta en 1892 una segunda edición con el título de A guide to the Canary Islands calling at Madeira3. Ahora de 47 páginas más 13 con la publicidad de hoteles. Con un lenguaje muy fluido y brevedad expresiva, logra en esta ocasión hacer un libro de bolsillo muy útil para sus compatriotas. Es una guía donde el comentario social e histórico es muy limitado, pero ofrece una completa información de los hoteles y precios de alojamiento, comidas, transportes, equivalencias monetarias..., es decir, todo lo necesario para ayudar a sus compatriotas a visitar las islas. Además, recomienda tours de visitas a los lugares de mayor interés para los viajeros “con prisa” y los viajeros “con más tiempo”. La guía tuvo un gran éxito por estar publicada en Liverpool, donde, junto a Londres, existía el mayor número de líneas navieras que operaban con el Archipiélago. John Ellerbeck estuvo dos meses en Tenerife. En la isla se hospedó en los hoteles Aguere, de La Laguna, dirigido entonces por la señorita Somers, Hespérides de La Orotava, y creo que Buenavista, del Puerto de la Cruz. Desde Tenerife se trasladó a La Palma y a Gran Canaria, donde parece que se hospedó en el hotel Santa Catalina. Esta larga estancia le permitió ilustrar su guía con mapas de las islas, planos de los pueblos, vocabulario con las principales palabras portuguesas y españolas, rutas para turistas e indicaciones para invalids, y sacó un buen número de fotografías para la venta en su tienda, y muy usadas para ilustrar los libros sobre turismo en el Puerto de la Cruz. Aquí reproducimos una por su interés. Se trata de un hammock, uno de los pintorescos servicios de transportes que estableció la Compañía de Hoteles y Sanatorium del Valle de La Orotava para trasladar gratuitamente a los huéspedes, fundamentalmente a los invalids, de los hoteles “anexos” –Buenavista, Marquesa y Monopol– al Grand Hotel, y viceversa. En este caso era gratuito, pero cuando no eran utilizados con estos fines, sino para hacer un tour turístico por los alrededores, había que pagar. El otro artilugio de transporte era el sledge-hack o bullock cart, unos carros sin ruedas tirados por dos bueyes (corsa). El Puerto de la Cruz era por entonces el centro turístico de Canarias. En A guide to the Canary Islands calling… Ellerbeck incluye un mapa elaborado por él mismo donde señala los hoteles en el resort muy superior en número a los otros lugares, incluida Las Palmas de Gran Canaria, el único centro turístico rival del Puerto de la Cruz. Ellerbeck no visitó todas las islas. Solamente estuvo en Tenerife, Gran Canaria y La Palma. La elección de éstas no fue por capricho ni tomada al azar. Las razones eran evidentes: deficiencia de transportes interinsulares regulares y escacez de alojamiento cómodos regentados por ingleses4. Consecuentemente, eran poco visitadas y pensó que no merecía la pena tratarlas, aunque, cuando visitó La Palma, lamentó que no hubiera alojamiento fuera de la capital5. También advierte que los grandes vapores no hacen escala en Santa Cruz de La Palma, excepto los barcos de la Forwood Line. No obstante, a pesar de no haber visitado el resto las islas, en su guía sí las trata todas. La Gomera; El Hierro, que “no merece visitarla” por la ausencia de transporte y alojamiento; Fuerteventura, que “dos veces a la semana llega un vapor y Puerto de Cabras, la capital, con una pobre pensión”; y Lanzarote, a donde “los vapores interinsulares llegan a Arrecife desde Las Palmas cuatro veces al mes y nadie debería desembarcar aquí para una estancia si no viene equipado con una tienda de camapaña y comida”6. NOTAS 1 VEGA DE LA ROSA, Carmelo (2000): Catalogar islas. Canarias según Ellerberk. Centro fotográfico de Tenerife. p. 9. 2 ELLERBECK, J.H.T (1891): Madeira and the Canary Islands. Being notes written to illustrate certain photographs and lantern slides, etc. Ellerbeck Bros. Liverpool. 3 ELLERBECK, J.H.T. (1892): A guide to the Canary Islands calling at Madeira. Ellerbeck Bros. Liverpool. 4 ELLERBECK, J.H.T. (1892). Liverpool. p. 20. 5 Ibídem., p. 30. 6 Ibídem., 46. p5 EL DÍA, domingo, 25 de octubre de 2015 INVESTIGACIÓN EN PORTADA TURISMO Martín Berasategui, un chef con 7 estrellas (Óleo sobre lienzo de 100 cmx100 cm) !!! Considerado uno de los mejores cocineros del mundo, Martín Berasategui nació el 27 de abril de 1960 en Donosti (San Sebastián). Inmerso en el mundo de la cocina desde los trece años, se inició en el negocio familiar, del que se convirtió en el máximo responsable con solo 21 años, y cinco después recibió su primera estrella Michelín. En 1993, inauguró el restaurante Martín Berasategui, y desde entonces logró una estrella al año de su apertura, otra en 1996 y una más en noviembre de 2001. En su extensa trayectoria, ha recibido prestigios premios, como: mejor repostero español, mejor plato creativo y mejor plato del año en 1995; al año siguiente fue condecorado como el mejor cocinero español. En 1997, se posicionó como el cocinero de mayor proyección mundial y el mejor chef nacional en las más prestigiosas guías del extranjero. En 2001, fue homenajeado en el Salón Internacional del Club de Gourmets. En 2005, recibe el Tambor de Oro en su pro- pia ciudad. En 2009, la “Guía Michelín” otorga la segunda estrella al restaurante Lasarte, del hotel Condes de Barcelona, y la primera al restaurante MB, del complejo hotelero Abama, en el sur de Tenerife; y al año siguiente, el restaurante Santo by Martín Berasategui, de Sevilla, es reconocido con su primera estrella. Todos los establecimientos están asesorados por el chef, quien en 2011 se convirtió en el único con siete estrellas en España. Toda una historia de éxito profesional. p6 domingo, 25 de octubre de 2015, EL DÍA Valores históricos, cultura y calidad social de vida son referentes indispensables para el desarrollo turístico de los pueblos. Sin ellos no hay paraíso El fuerte de Almeyda y su centro de historia y cultura militar de Canarias LAS SECUENCIAS Y LOS MODELOS DE GESTIÓN Topográfico, donde fuimos mano derecha de los comandantes Roji y Ramírez, durante la llamada Guerra de África, lo que nos fue reconocido con la Medalla de la Campaña IfniSahara, con cinta blanca. Un paso por el viejo ejército español que nos serviría de mucho, y que quizás sea lo que le está faltando a la juventud española. Hombres y mujeres, por supuesto. !!! Texto: Antonio-Pedro Tejera Reyes (del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. ONU.) S Hechos y realidades históricas on muchos los recuerdos que se agolpan en nuestra mente cuando a ella acuden las vivencias que los años nos han proporcionado sobre la vida militar en Tenerife. De un lado a otro de estas rememoraciones tenemos la presencia de las instalaciones militares que nos sitúan donde hoy existe la llamada popularmente avenida de Anaga, con el viejo Cuartel de Ingenieros donde prestaba servicios el tío Antonio, llegándole a sus mismas paredes las mansas olas de la bahía del puerto de Santa Cruz. Tenemos también algún recuerdo de las instalaciones del cuartel de Intendencia situado en la carretera La CuestaTaco, que un día no muy lejano nos traería al escenario nuestro amigo Felipe González Abad, director general de Savia-Amadeus en España, durante una cena en el restaurante desgraciadamente desaparecido Casa de Miranda, en Puerto de la Cruz, con motivo de la invitación a participar en nuestros programas internacionales de enseñanzas turísticas. Felipe González había hecho su servicio militar, obligatorio por entonces en España, en esas instalaciones de La Cuesta, en nuestra isla. De estas vivencias actuales, nos trasladamos a los tiempos de la llamada Guerra Civil española, donde nuestro padre sirvió en el Cuartel de Artillería, hoy fuerte de Almeyda, motivo de este reportaje, donde nuestros inspirados recuerdos llegan hasta unos patios empedrados donde había unos pequeños locales que llamaban “el botiquín”. Por razones que no viene al caso comentar, allí ejerció él la labor médica de practicante hasta el fin de !!! Recepción en el fuerte de Almeyda del Cuerpo Consular acreditado en Santa Cruz de Tenerife con motivo de la ofrenda de los símbolos patrios. Presiden el acto la decana, Nóra H. Harmann-Boer, y el general José Alberto Ruiz de Oña. esa lamentable contienda, y nuestros recuerdos se avivan rememorando que paseando por las calles de Santa Cruz algunos amigos conocían a nuestro padre por el nombre del “practicante”, en vez del suyo. Son recuerdos militares que nos llevan hasta la vieja Hoya Fría, donde durante cuatro largos meses hicimos el periodo de instrucción, cargado de sufridas anécdotas que hoy recordamos con cariño, aunque algunas fueron realmente trágicas, hasta nuestra incorporación al viejo y maltratado cuartel de San Carlos, dentro de Santa Cruz, donde estaba concentrada la infantería, el cual se debió haber conservado tal y como estaba. Más tarde, incorporados a la Capitanía General de Canarias, llegamos a hacer hasta una guardia voluntaria, un día de Nochebuena, en las mismas puertas de esa Capitanía, o en el puesto “del mono”. Después de cubrir calles –la del Castillo, para mas señas– en las procesiones de Semana Santa, nuestra profesión nos llevaría al Servicio Del preambulo a la actualidad Quizás sea la intensa actividad que tenemos reflejada casi todos los días del año, gracias a la cumplida información que no ofrece el general José Alberto Ruiz de Oña, lo que nos hace recordar los dos años que estuvimos encargados de la cultura en el Hogar Canario-Venezolano, en Caracas. La actividad que desplegamos aquellos años en cuanto a la promoción de la cultura nos aparece reflejada en esa loable constancia fruto del conocimiento la honestidad y la honradez en la gestión, que está marcando todo un hito, en el citado fuerte de Almeyda, sede del Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias, con toda una exce-lente diversificación, museo, archivo y biblioteca, de lo cual es director general el referido ilustre general José Alberto Ruiz de Oña Domínguez. Una simple reflexión nos lleva a establecer la imagen de una sociedad como la tinerfeña, con unos centros sociales que entendieran y protagonizaran su vivencia, con la misma diligencia de gestión y proyección de la forma que lo está haciendo esta modélica institución. La preservación del patrimonio histórico como base del desarrollo sostenible, “un desarrollo que satisfaga a las generaciones actuales, sin poner en peligro la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”. Hace solo unas fechas, me escribía mi ilustre amigo Miguel Ángel García Brera, presidente en España de la Federación Internacional de la Prensa Turística (FIJET) y me decía: “Para hablar de turismo siempre encuentras buenas referencias”. Pero ¿Se puede hoy tratar algún tema sin situarnos en la proyección que el mismo tiene p7 EL DÍA, domingo, 25 de octubre de 2015 para esos más de mil millones de turistas que recorren el mundo traspasando las fronteras internacionales? ¿Nos hemos parado a cuantificar cuántos son los miles de millones de viajeros, llamémosles nacionales o locales, que se mueven por el mundo? Sabemos los millones que pasan por Tenerife. La oferta cultural de un país forma parte decisiva del atractivo que podemos ofrecer a nuestros visitantes, aunque estemos hablando de los de la esquina de enfrente. Si añadimos a eso el incentivo de la formación cultural y social de nuestros habitantes, estaremos ante el escenario apropiado para asentar, sin ningún género de dudas. La cultura de paz que el mundo necesita. Los hechos y las realidades Casi con asombro, sin tregua y sin pausa, nuestro amigo el general José Alberto Ruiz de Oña nos informa de esa espléndida y enjundiosa gestión, que hoy nos ofrece un abanico cultural signado con las más importantes conferencias, relevantes actos con exposiciones como la de “Los canarios en Louisiana. Contribu-ción española a la independencia de EEUU”; cursos de formación, premios literarios, como el General Gutiérrez, y toda una selecta opción que lleva el marchamo de un serio conocimiento y de una eficaz gestión modélica que, como decimos, tendría que ser imitada por otras instituciones para com-pletar una visión socio-cultural que reflejaría una sociedad consciente de que su marco existencial estaría adecuado a las exigencias de un mundo joven cuya tendencia, según los últimos datos aportados por los mas prestigiosos organismo internacionales, es, precisamente, la valoración de los elementos culturales y ancestrales de los pueblos del mundo. En ese marco del conocimiento y E la eficiencia, el general Ruiz de Oña nos contaría recientemente cómo se vivió la Recreación Romera del Santo Cristo de Paso Alto, o la recepción ofrecida a nuestro Cuerpo Consular Acreditado, con su señalada oferta del más emblemático de los signos patrios, además de sus constantes actividades que buscan la integración cultural de una sociedad naciente que necesita conocer, no solo sus orígenes, sino todo un acontecer actual socio-económico que le lleve a formarse un criterio sustentable sobre la realidad en la cual vivimos. Abierto diariamente al público, este valor histórico es un referente en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, sta joya de carta me la envió desde Caracas una prima mía llamada Antonia María (Toña) Rodríguez Pérez, hija mayor de Gaspar Rodríguez Tristán, “el Fanega”, primo hermano de mi padre, y que emigraron a Venezuela a finales de la década de los años 50 del pasado siglo. Habría que decir que el padre del “Fanega”, y por ello abuelo de la remitente, era don Fernando Rodríguez, más concoido por don Fernando “el de la Música”, que fuera director de la Banda de Música La Fe, como igualmente director del Coro Mixto del Orfeón La Paz, de mi ciudad de La Laguna, de donde era natural, así como su hijo “el Fanega” y las hijas de éste, la mentada Toña, así como Concha Lus, Mensa, Ana Beatriz y Fernandito, hijo éste de un segundo matrimonio del “Fanega”, que al enviudar de su primera mujer, la palmera Conchita Pérez, contrajo segundas “náuseas” con una criolla, con la que tuvo al “ansiado” varón, de nombre Fernando como su bisabuelo “el de la música”. Vamos, todos tan laguneros como el Cristo de su ciudad. La carta es un verdarero alarde “coñístico” que no tiene desperdicio y de ella merece ser destacada por encima de todo la fecha de la misma, que es la de 7 de enero, es decir, un día después del día de Reyes. Sin más preámbulos les dejo a todos el texto literal de la misma, que es del siguiente tenor: “Caracas, 7 enero 1963 Señores Reyes Magos: Les extrañará que les escriba el día 7 de enero pero quiero aclarar ciertas cosas que han ocurrido desde el día primero !!! Una de las últimas actividades que organiza el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias, ubicado en Almeyda. A la derecha, su alma máter, José Alberto Ruiz de Oña. Joya de carta remitida por un niño lagunero a los Reyes Magos en Caracas con fecha de 7 de enero HUMOR ANTICRISIS Juan Oliva-Tristán Fernández* de este mes en que lleno de ilusiones les hice mi carta en la que pedía una bicicleta, un tren eléctrico, un par de patines y un uniforme para jugar béisbol. Me destrocé el cerebro estudiando todo el año, tanto que no solo fui el primero de mi clase, sino que obtuve la mejor nota en el liceo donde estudio. No los voy a engañar. No hubo nadie en el barrio que se portara mejor que yo, tanto con mis padres como con mis hermanos, con mis amiguitos y con todos los vecinos. Hacía mandados, ayudaba a los ancianos a cruzar las calles y hacía todo cuanto estuviera a mi alcance para ayudar a los demás. ¡Qué cara tienen ustedes! dejando debajo de mi cama un pedazo de trompo, una cornetica y un par de medias. ¿Qué que debe ser tenido muy en cuenta en toda una estrategia para elevar el conocimiento cultural de la población isleña, y del turismo que nos visita. Estamos entonces tratando sobre una sorprendente actividad que tendría que generar una cadena de acciones que apoyaran la misma, dándole forma y contenido a una oferta que, como decimos, tiene un componente extenso para la actividad turística de la isla, de la cual no solo no podemos separarnos, sino que tenemos que admitir que vivimos de ella, gracias a Dios. Otro de los modelos que Canarias ofrece al mundo, aunque algunos no se hayan enterado. carajo se han llegado a pensar, trío de mal paríos? O sea, que me han cogido de pendejo durante un año para salirme con esa gran cagada. En cambio, el gili del hijo del señor al cual mi padre le majea el coche, ese gran comemierda sin educación, malcriado y desobediente, que tiene en su casa los juguetes a coñazos, a ese sí le trajeron todos los juguetes que pidió. Por eso es por lo que pienso que tiene que venir una vaina que nos hunda y nos escoñete a todos, porque con unos Reyes Magos tan falsos e injustos como ustedes, este país no se puede salvar. Eso sí, no dejen de venir el año que viene, porque les voy a entrar a pedradas a ustedes y a sus camellos, para que se les espante y tengan que joderse a pie como yo, porque la bicicleta se las pedí para ir a la escuela, que me queda en casa el carajo. Y no quiero despedirme sin mentarle la madre a los tres. Ojalá los acusen de terroristas y los fusilen o los manden a la silla eléctrica, o los guillotinen para que no sean tan coños de madre, sobre todo a Baltasar, a quien dirigí la carta. ¡Coño! bien decía mi madre: “No te fíes de los de color porque siempre ponen la cagada”. El año que viene van a saber lo que es muchacho jodedor y malo. Fdo. Jaimito. PD: El trompo, la corneta y el par de medias pueden pasar a recogerlos para que se los metan por donde les quepa. Vale. *Pensionista de larga duración p8 domingo, 25 de octubre de 2015, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.003 RELATOS CORRIENTES “Lo que es Lucas, no señor” Dentro del anecdotario popular, las sabias actitudes que se esgrimen ante determinadas vivencias y situaciones generan comportamientos, ideas y aforismos que acaban formando parte del patrimonio intangible del lugar. Una de ellas es el caso vivencial de Lucas, ocurrido a la hora de intentar consumar su primera experiencia carnal. Luego de haberle resultado infructuosa por convicción, nuestro protagonista acuñó una lapidaria sentencia que logró cabida en la riqueza del decir popular. !!! Texto: Emiliano Guillén Rodríguez Foto: Doña Julia E años pasados se tenía por costumbre en algunos pueblos de marcada economía agraria que, cuando los muchachos jóvenes alcanzaban la mayoría de edad se trasladaran a la ciudad para consumar el rito de la iniciación sexual con la vana excusa de acompañar a los conductores de los camiones que transportaban los ceretos de tomates hasta los muelles de la capital, e incluso ayudarles en las faenas de descarga o relevos durante las largas esperas en la cola hasta que les llegase su turno. Estos excelentes profesionales de la carretera llevaban en cada viaje a algún mozalbete dispuesto a mantener sus primeras relaciones carnales, normalmente con mujeres profesionales, “mujeres de la vida”, como se les conocía por aquellos entonces en el argot popular. Evidentemente hablamos del gran tabú para estas oscuras generaciones. Con la ropa de los domingos y algún billete de cincuenta pesetas en el bolsillo, pasada la medianoche se venían hasta el muelle con la incertidumbre del resultado. Estos vehículos habrían de sortear una larga y peligrosa ruta de lento y penoso recorrido en la que los kilómetros eran enormes; a velocidad media no superaba los veinte por hora. La ruta desconocía las líneas rectas. Para descanso de todos, tenían marcada toda una serie de paradas que se aprovechaban para degustar algún café o licor de graduación. En Tenerife, la primera pausa obligada se establecía en Icor, luego en la Cruz del Roque. Otro alto se tomaba en la gasolinera de El Escobonal y luego en Güímar, la más duradera; ésta se consideraba como el ecuador del itinerario. Finalmente, en el cruce de Barranco Hondo, superada ya la temible Cuesta de las Tablas. A partir de allí se enfilaba ya el camino del puerto. Tras salvar la travesía de lento y penoso recorrido, los camiones fruteros permanecían largas horas en fila sobre los muelles, incluso jornadas enteras, a la espera de que se les inspeccionase la fruta y su posterior descarga. Estos dilatados intervalos de tiempo permitían, al conductor y compaña, darse un paseo por estas calles de reconocida fama impúdica, ideales para el cultivo de este tipo de acciones por un módico precio. Los mayores, consumados expertos en estas lides, acompañaban y asesoraban a los novicios en este menester. Especialmente sobre cómo detectar la posibilidad de contraer algún tipo de contagio venéreo que pudiese resultar aciago para el neófito. El improvisado grupo accedía al prostíbulo a través de una callejuela angosta y descuidada. Casi siempre el trayecto resultaba similar: por ambas partes el estrecho callejón estaba remarcado por casas terreras, descoloridas, de muy mal mirar. Las ventanas míseras y desvencijadas se mantenían en sus marcos sujetas con traviesas y “charranchas” de madera pobre. Las cubiertas negaban toda simetría o continuidad. En trozos, las calvas de sus tejados habían sido sustituidas por planchones de cemento liso. Estos emplastos les inferían un aspecto deplorable. Muchas mujeres de desaliñada estampa, protegidas en los marcos de los soportales, se les descubrían como aguardando alguna dádiva. Amparado en la sobrada experiencia acumulada de años en estas rutas lascivas, el chófer se detenía en una de ellas. Enseguida, con sonrisa picarona, le saludaban varias profesionales repintadas en un rojo carmín voluptuoso y estridente. Después de un breve intercambio verbal de uso común para estos casos, haciendo hincapié en sus acompañantes, solicitaba permiso a la matrona para pene- !!! Camión de época del Sr. Cano trar en aquella lúgubre casucha. En ella, el olor nauseabundo a mugre, amoniacos, humedad y ácidos gástricos, todos entremezclados con un penetrante aroma a zotal negro, invadía la estancia. Alguna cucaracha inoportuna se atrevía a complementar el dantesco espectáculo ondeando sus cuernos al abrigo del zócalo de madera. Una vez la comitiva se acomodaba en el interior, el acompañante solicitaba los servicios de tres damas para cumplimentar a los mismos tres “magallotes” que le escoltaban aquella noche. Dos de ellos pronto sucumbían ante las caricias, arrumacos y precisas orientaciones de aquellas expertas embaucadoras de jóvenes castos que les cayeran en suerte. Ni el horripilante aroma que exhalaba aquel tugurio ni la apariencia lastimera del jergón anulaba sus viriles anhelos. A pesar de tanto inconveniente, los deseos probatorios de los muchachos se mantenían intactos. Eran jóvenes y los briosos ímpetus de la edad vencían con facilidad el ambiente inicuo. Sus atalajes mantenían los estandartes enhiestos con firmeza viril. La consumación se habría de materializar como estaba previsto. Nuestro amigo Lucas corrió peor suerte. Para él no quedaban carnes tan lozanas. La dama que le vino en suerte ya había rendido los reclamos de la feminidad desde hacía mucho tiempo. Sus pendones habían caído a la altura de los talabartes. La que fuese voluptuosa gracilidad se había quedado anclada entre las hojas de muchos calendarios. Un rostro marcado por el mal vivir, la profesión mal entendida y los lustros acumulados apuntaban a un sexagenario mal llevado. La mesalina lo intentó, no obstante, pero nuestro protagonista no fue entonces capaz de dar respuesta lujuriosa de ningún tipo. La libido del mozo no se estimuló ni un ápice. “Ni tanto así”, decían sus paisanos marcando la mitad de la falangeta del dedo índice de la mano derecha. Ante semejante visión, más pareciera que se inhibiera a que se excitase. Sin flagelarse un instante más, el inexperto contendiente se retiró del campo de batalla. Renunció drásticamente a participar en aquel concierto libidinoso. Sintió fervientes deseos de salir a la calle a respirar mejores aires, en tanto que aguardaba a que sus colegas concluyesen las respectivas tareas. En aquella misma acera, para su conformidad, acuñó la frase de su vida: “Lo que es Lucas, no señor”. No se atrevió ni siquiera a intentar copular con una mujer de aquella guisa. El resto de la jornada resultaría tan normal como la vida misma. Acabada la faena portuaria, llegó la hora señalada para desandar el largo camino. Los triunfadores de la noche contaban con alborozada alegría su nueva y, al parecer, muy satisfactoria experiencia. A partir de ese momento se sentían “más hechos”, mucho más hombres que antes de pasar por el trance de iniciación, prueba que luego practicarían con decente honestidad a lo largo de sus vidas útiles. Acomodados en la cabina del camión, entre tanto comentario jaranero, Lucas ocupaba el centro del asiento. Con su lapidaria frase prisionera entre las rejas de sus marfiles, arrullado por los vaivenes del vehículo, el calorcillo que desprendía el motor y las conversaciones jocosas de sus paisanos con el conductor, Lucas, con rostro sereno, de hombre noble, como siempre tuvo, rendido por el ajetreo propio de la jornada, dormitaba con cierta placidez. Viajaba en duermevelas. Todos regresaban a su pueblo de la medianía pensando también en la estrategia que debían aplicar para no despertar sospechas o, en su caso, ser capaces de convencer al inoportuno transeúnte de turno con alguna mentirilla piadosa. El camión les dejó apearse a una prudencial distancia antes de entrar en La Cortada. Lucas retomaba sus habituales faenas, tan puro, virgen y casto como había partido la madrugada anterior. Aquella había sido una jornada aciaga para él. Sus convicciones no le permitieron tragarse a ultranza lo que tan firmemente el instinto le negaba. El joven regresó con la esperanza firme de que una mejor oportunidad, a lo largo de su juventud, no le habría de faltar. En el pueblo, aunque la ocasión mediase, era prioritario el respeto por las damas, por sus familiares y por la propia reputación.
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