EL DÍA.es Noticias de agencias 22/06/2015 12:20 EXTREMADURA.-El XXVI Festival de Teatro Clásico de Cáceres baja el telón con 15.478 espectadores Los Doce Montajes De La Sección Oficial Rozan Los 5.000 Espectadores Y Cuatro Funciones Agotaron Las Entradas Cáceres, Europa Press El Festival de Teatro Clásico de Cáceres, que bajó anoche el telón de su vigésimo sexta edición con la última función con un Gran Teatro lleno, ha conseguido un nuevo récord de público llegando a los 15.478 espectadores, una cita que consolida el crecimiento de espectadores experimentado en las tres últimas ediciones. Así, los doce grandes montajes programados en la sección oficial han atraído a 4.790 espectadores, mientras que cuatro de las trece funciones previstas agotaron las entradas. Fueron las dos funciones de Teresa o el sol por dentro, de Rafael Álvarez El Brujo, Ojos de Agua con Charo López y Sueño de una noche de verano, con Carmen Conesa como cabeza de cartel. El promedio de asistencia a los espectáculos de la sección oficial desarrollada en la plaza La obra con mayor número de espectadores ha sido Sueño de una noche de verano, que llegó a los 575. Teresa o el sol por de las Veletas ha sido de 370 espectadores. dentro y Ojos de Agua, aunque agotaron igualmente las localidades, se quedaron en 512 espectadores, ya que el Gran Teatro, donde se tuvieron que trasladar debido a la lluvia, cuenta con menor aforo que el escenario de la plaza de las Veletas. Cabe destacar el "gran interés" que ha despertado en esta edición el teatro extremeño en su conjunto, según informa la organización en certamen en nota de prensa en la que recuerda que las cinco obras de compañías de la región, tres de ellas estrenos absolutos (Cyrano, El descanso de Caronte y M.C. Manco y de La Mancha), han sumado 1.361 espectadores. Igualmente es reseñable el "atractivo" que en esta edición han supuesto Los Montajes de la ESAD, que prácticamente completaron el aforo del Gran Teatro en sus tres representaciones, lo que supone "la consolidación definitiva de esta apuesta iniciada hace tres años y que permite dar visibilidad al trabajo formativo que se desarrolla en la Escuela de Arte Dramático de Extremadura", recoge la nota. En total, 1.360 personas pudieron disfrutar de las tres piezas dirigidas o representadas por alumnos de la ESAD. A este dato hay que sumar los 497 espectadores que acudieron anoche a despedir el festival al Gran Teatro con el espectáculo de clausura La fiera, el rayo y la piedra, también de la ESAD. OFF FESTIVAL EN LA PLAZA DE SAN JORGE La recuperación de la plaza de San Jorge como escenario del Off Festival "ha contado también con el respaldo y el aplauso del público". Entre los doce espectáculos de pequeño formato programados en este espacio, los conciertos y recitales de La Nota Clásica, las proyecciones de Cine entre Bambalinas y la nueva ambientación de calle estrenada este año bajo la denominación Cómicos en la calle, han llegado a los 5.499 espectadores. A todos ellos hay que sumar el público infantil que este año se ha apuntado al festival en la nueva actividad De Recreo con los Clásicos, una de las principales novedades de esta edición. Esta iniciativa que se desarrolló en mayo permitió acercar el teatro y los clásicos a 3.332 escolares de la provincia. La dirección del Consorcio del Gran Teatro que organiza el festival valora estos datos como "altamente positivos", ya no solo por el número de espectadores, "más que nunca en la historia del Clásico", destaca el director Juan Pedro González, sino por "la efusiva acogida del público a la mayor parte de los espectáculos de la programación". "Desde que en 2013 doblamos los espectadores que había habido históricamente en el festival, la cifra no ha bajado de los 14.000", destaca el director. En 2013, la cifra se situó en los 14.170 espectadores y en 14.900, el año pasado. González ha subrayado también el "esfuerzo" que se ha realizado en dar visibilidad al festival con la nueva publicidad exterior, la creación de un punto de información que ha estado ubicado en la calle San Pedro y la actividad Cómicos en la calle dirigida por Fulgen Valares. "Todo en su conjunto ha permitido aumentar la presencia del festival en la calle y su difusión, contribuyendo al éxito de público", concluye. ARTES ESCÉNICAS, FESTIVAL DE CLÁSICOS DE ALCALÁ junio 22, 2015 El sueño de una noche de verano con gafas 3D Por Paloma Fidalgo Si en Las criadas, Darío Facal integraba en la acción la distorsión mediática propia del siglo XXI, y en Las amistades peligrosas le añadía rock and roll al sexo y las drogas que planean sobre la correspondencia que creó Choderlos de Laclos, en El sueño de una noche de verano sumerge al espectador en ese clima mágico, hechizante y hechizado de la obra a partir de unas gafas 3D. Genial idea y genial efecto. Al final de El sueño de una noche de verano, una obra que ya desde el título advierte de su misticismo, el personaje de Puk, el duende del bosque, pide al público que, si se ha ofendido con el juego que compone la trama de la pieza, lo recuerde meramente como un sueño. Y es que una atmósfera onírica y mágica domina esta pieza de Shakespeare, muestra del interés del autor por la mecánica de los sueños y los impulsos irracionales, que, además de ser la más cómica entre todas las que escribió el bardo inglés, posiblemente sea también la más extraña, y no solo se distancie así de sus creaciones anteriores, sino también, con su corte innovador, del teatro isabelino, del teatro del Renacimiento inglés. La manera como Darío Facal, uno de los dramaturgos más interesantes y visionarios de nuestra escena actual, se acerca a los clásicos, es modernizando su lenguaje. El argumento de éstos, lo que cuentan, son temas inmortales, que trascienden en el tiempo y nos implican todavía hoy. Por algo son clásicos. Así que solo ha de adaptarse a nuestros días, parece decirnos Facal, el vehículo por el que nos trasladan ese mensaje. El código de comunicación con el espectador. Y si, en Las criadas, Facal integraba en la acción la distorsión mediática propia del siglo XXI, y en Las amistades peligrosas le añadía rock and roll al sexo y las drogas que planean sobre la correspondencia que creó Choderlos de Laclos, en El sueño de una noche de verano sumerge al espectador en ese clima mágico, hechizante y hechizado de la obra a partir de unas gafas 3D. Genial idea y genial efecto. Con esta versión del clásico de Shakespeare, Facal se ha encargado de inaugurar la XV edición del Festival de Teatro Clásicos en Alcalá, que se desplegará, hasta el 5 de julio, en diversos escenarios de Alcalá de Henares, y cuya programación completa puede visitarse aquí. Es una espléndida e hilarante versión del clásico de Shakespeare, que goza de un excelente ritmo incluso en el momento más difícil, a la hora de representar, en el último tercio de la pieza, ese pequeño entremés que resume la esencia de la trama principal, en otro juego, esta vez metateatral, que se marcó el dramaturgo inglés más célebre. De entre los elementos del montaje destaca el reparto, en el que no falla ni un actor, aunque sobresalen Óscar de la Fuente, Vicente León, Paco Ochoa y Emilio Gavira, que, en su papel demiúrgico de Puk, tiene la facultad de alimentar –y mucho- esa pátina surrealista de la obra, de la misma manera que lo hizo recientemente en el Fausto de Tomaz Pandur. Actores que encarna una maraña de personajes que Shakespeare fue yuxtaponiendo, contrastando unos con otros: hay bajitos en contraste con los altos; hay bromistas en contraposición con quienes sufren las bromas; hay guapos y grotescos; hay hadas elegantes y mágicas, y artesanos torpes; etc. Unos personajes a los que Facal ha puesto a comer fruta constantemente durante la función, probablemente no solo por la época del año en la que se ambienta la trama, sino también como evocación de sus atributos más extraordinarios, los mitológicos. Y es que Shakespeare se basó en la mitología griega para idear a buena parte de sus protagonistas (Teseo, por ejemplo, se basa libremente en el héroe griego del mismo nombre, y la obra está salpicada de referencias a griego dioses y diosas), y también en hadas de los cuentos tradicionales ingleses (el personaje de Puck, o Robin Goodfellow, era una figura popular en los cuentos del siglo XVI). Aunque otros proceden de textos clásicos: Titania proviene de las Metamorfosis de Ovidio, y Oberón puede haberse extraído de la novela medieval Huan de Burdeos, traducido por Lord Berners a mediados de la década de 1530. Y como no podría ser de otra manera en una pieza de Facal, el dramaturgo demuestra, una vez más, su agudeza estética, su talento en la escenografía. El colorista decorado es perfecto para acoger las escenas que se suceden ágiles, rápidas, como en tantas obras de Shakespeare y de su época, que, junto con el verso blanco, que confirió a la poesía la espontaneidad de la conversación y la naturalidad del recitado, inspiraron, más adelante, al cine. Un feliz y fantástico montaje para recordar este clásico que se burla de las aflicciones que sufren los enamorados, para tomarse a broma el amor. El diario digital de Extremadura Miguel Fresneda / Domingo, 21 junio 2015 MÁGICO Y ORIGINAL “SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO”, POR METATARSO La originalidad de este espectacular montaje, con amplio reparto por primera vez en este Festival2015, se basó en dos principales ejes: la clásica fidelidad al delicioso texto shakespeariano, sin anacronismos o fáciles adaptaciones, algo infrecuente por estos pagos; además el texto estuvo generalmente bien versificado por Javier L. Patino y el propio director Darío Facal, salvo algunas rimas morfológicas; el verso acentuó el lirismo en el Reino de las hadas y permitió, entre otros, al enano Puck lucirse recitando y cantando en varias ocasiones, con perfecta dicción. Otra originalidad estribó en el decorado: unos 9 telones que iban cayendo sucesivamente: algunos de ellos lucían más al permitirnos contemplarlos en 3D, mediante unas gafas adjuntas al programa de mano. Ambientaron grandemente en las escenas del bosque y al final para la noche estrellada de la más breve e intensa noche de san Juan: en ella “todos los seis personajes parecen haber respirado, con el luminoso y mágico misterio del astro nocturno, una vaga ebriedad o un ramalazo de locura, que ha trastocado sus relaciones amorosas”. También maravillaba ver cómo el espacio escénico cortesano se transformaba moviendo rápidamente el sencillo pero eficaz atrezzo de una mesa, unas sillas y unos arbolitos en el bosque del Reino de las Hadas: las dos parejas contrariadas correteaban persiguiéndose velozmente intentando deshacer el malhadado enredo amoroso. Esos varios cambios escénicos estaban reforzados por una ambientadora luminotecnia y una sugeridora musiquilla: todo ello denotaba un montaje muy trabajado, especialmente en la cuidadísima interpretación tanto oral (perfecta proyección y vocalización como expresividad corporal, especialmente en las dos ágiles parejas de jóvenes). La muy pensada y original dirección de Darío Facal, que ya en Madrid triunfó en el estreno de esta deliciosa comedia, se notó especialmente en los cambio de ritmo: muy trepidante en la primera parte, en la corte ducal y más reposado en el bosque, al dormitar varios personajes y ser víctimas de las travesuras del duende Puck que trastocó sus relaciones sentimentales o transformó en un burro al amor de Titania, la reina de las hadas, con permiso del hierático Oberón. La vestimenta de los personajes suponía otra sorpresa, puesen un principio eran muy sueltos y minimalistas, cambiando a más formales y al gusto grecolatino en la ceremonia nupcial o en la representación teatral del muy cómico entremés de La muerte de Píramo y Tisbe, con el que cierran graciosamente la obra, tras una ardua sesión de ensayo en el bosque: arrancaron muchas risas y aplausos cerrados. Todos, salíamos muy satisfechos de haber visto un montaje muy logrado y superprofesional; un poco antes los actores, tras la despedida de Puck, con las que nos advertían que lo que habíamos visto eran juegos de imaginación, travesuras y alegrías del alma”, se fundían en un abrazo con los risueños espectadores. sábado, 13 de junio de 2015 Crítica de "Sueño de una noche de verano", dirigida por Darío Facal. ABRACEMOS LOS SUEÑOS 'Clásicos en Alcalá', el emblemático festival de teatro clásico de la ciudad complutense, inauguró su nueva edición el pasado jueves con la propuesta de Metartarso Producciones, "Sueño de una noche de verano", una formidable adaptación de la brillante comedia romántica de Shakespeare dirigida por Daría Facal y protagonizada por Carmen Conesa y Alejandro Sigüenza. | Por Cristina Hernández. Cuando la pasión llena un escenario, ya sea a la luz del sol, la luna o las estrellas, poco hay que hacer más que disfrutar de ello con los cinco sentidos. Aplicado este requisito, viajemos a la antigua Grecia de la mano de Metatarso Producciones, la compañía que está detrás de la propuesta que abrió el pasado jueves la decimoquinta edición del Festival de Teatro Clásico de Alcalá de Henares. La famosa comedia romántica de ensoñaciones veraniegas, con la que William Shakespeare invita a abrazar las celebraciones, los triunfos y el placer de esta calurosa estación, es la última pieza que dirige Darío Facal. „Clásicos en Alcalá‟ se ha convertido en el escenario en el que Metatarso vuelve a presentar su nueva producción – tal y como sucedió con “Las Amistades Peligrosas” (2013) -, una adaptación que retrata la lectura más pura del famoso título del dramaturgo británico. La comicidad de la obra de Shakespeare envuelve la atmósfera de este “Sueño de una noche de verano”, dirigido con certeza por Darío Facal, cuyo respeto por este texto y su férrea visión de transmitir a través de su batuta su amor por el teatro no podría ser más perceptible en la soberbia ejecución de esta adaptación. Este título es uno de los grandes clásicos de la literatura teatral mundial, una obra que aúna fantasía, sueños, amor y magia a través de unas brillantes tramas de enamorados protagonizadas por nobles, personalidades del mundo de las hadas y un grupo de comediantes. Hipólita y Teseo, Titania y Oberón, Hernia y Lisandro, Helena y Demetrio, Puck, Egeo y Filostrapo, son algunos de los personajes que desfilan por una confusa noche de verano donde las dudas se desvanecerán al despertar el alba. Sobre el escenario todo rueda con tal ligereza que los acontecimientos fluyen sin necesidad de romper la continuidad de la acción. El sencillo mecanismo de la narración inserta cada cambio de escenario de manera natural a través de transiciones que no paran este testimonio escénico en ningún momento. Una manera inteligente y funcional de mantener ininterrumpida esa vigilia nocturna de la que disfrutan personajes, actores y espectadores. Además de que por este texto discurren temáticas que no se alejan de la actualidad, elementos como una musicalidad cargada de belleza, el uso operativo de un mobiliario discreto, el original juego de telones que enmarca la poética del texto y una armoniosa puesta en escena, sirven para hacer más que destacable este hermoso anhelo veraniego. Y en esta agradable comedia de amor, sus fantásticos personajes se convierten en un verdadero deleite gracias a los actores que les dan vida: La enorme presencia escénica de Carmen Conesa, un brillante Oberón/Teseo por Alejandro Sigüenza, el gran Nicolás Trasero de Paco Ochoa, la fuerza jovial de Katia Klein, Alejandra Onieva y Borja Luna, el estupendo Pedro Quince de Vicente León, la gracia que Óscar de la Fuente da a Demetrio y a esa hilarante Tisbe, y el acertado Puck de Emilio Gavira. Todos excepcionales, todos poseen la capacidad de dotar de gran carisma a este desfile de figuras, convirtiéndoles en idóneos para poner voz y cuerpo a los protagonistas de esta preciosa fábula en el poder de la flor de Diana curará a todos de pasiones falsas para dejar triunfar al popular refrán: cada oveja, su pareja. Teatro dentro del teatro, una dualidad de la mano de la magnífica escena de la pantomima de Píramo y Tisbe, un clímax de apoteósica comicidad que antecede al sorprendente, maravilloso y emocionante cierre de esta fiesta del amor, del verano, del arte. Abracemos lo vivido. Abracemos los sueños, el teatro, la cultura.
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