Danzas ceremoniales y carnavalescas de raíz altiplánica. (Material para ser presentado en el 44 Festival Nacional del Folklore de San Bernardo, recopilado por el profesor Francisco González G. junto a la Agrupación Folklórica Hamaycan) Hamaycan y su historia La Agrupación Folklórica Hamaycan nace el 27 de julio de 1976, bajo el alero de la parroquia San Mateo, comuna de Pedro Aguirre Cerda. Desde entonces ha enfocado su visión en el estudio y proyección de la Cultura Tradicional Chilena, basada en sus distintas manifestaciones. Hamaycan, sigla que significa “Hombre Que Ama y Canta” cuenta con 48 integrantes, entre músicos y bailarines, quienes actualmente, se encuentran celebrando sus 39 años de historia. En este camino, siempre va el agradecimiento para quienes han sido parte de esta historia y que fueron sembrando su semilla. Agradecemos a cada uno de los maestros que han sido formadores y orientadores de nuestro director general, Francisco González, en especial a la maestra Margot Loyola y al profesor Osvaldo Cádiz, quienes en los inicios de nuestro trabajo, con su sabiduría, nos orientaron y guiaron para ir adquiriendo nuestra propia identidad. Hamaycan ha desarrollado una gran variedad de montajes que recorren las diversas zonas de Chile en lo que se refiere a la Música y Danzas relacionadas al Folklore: • Zona Norte: Carnavales del Altiplano, Danzas Ceremoniales de la Fiesta de la Tirana,- Danzas Carnavalescas de raíz altiplánica. • Zona Centro: Danzas Tradicionales de la Zona Centro, Espantajos, La Cueca y sus variantes, Bailes de Tierra. • Zona Sur: Ceremoniales de la Cosmovisión Mapuche, Kepnum “Fiesta Chilota” • Otras: Juegos y Rondas Infantiles Hamaycan en su trayectoria, ha pasado por diversos escenarios en todo Chile y América Latina, destacando las siguientes presentaciones: • Festivales regionales de Chile • Festival Nacional de San Bernardo • Muestra Nacional del folklore en Valdivia • Festival Internacional de Música Folklórica de Viña del Mar • Encuentro folklórico de Coche Molina - Chiloé • Festival Regional del Folklore campesino en Osorno • Festival del Huaso de Olmué (1986-2008-2010) • Encuentro de Raíces Portezuelo • Fiesta de la igualdad • Siete horas de folklore Fiesta por el derecho a la Cultura • Festival del Tacuareé – Guarambaré – Paraguay • Festival de Itá Unidos por el Canto - Paraguay • Festival del Malambo – Córdoba - Argentina • Semana Gaucha – Santiago Do Soul - Brasil • Día internacional de la danza, Teatro Municipal, Santiago. • Presentación cumbre APEC-Chile, 2004. Festival Internacional de Viña del Mar, acompañando a Chancho en Piedra - 2004 Festival Internacional de Viña del Mar acompañando a Calle 13 – 2011 Descripción del montaje Introducción: Son muchos los estudios que destacan la fiesta de La Tirana como una de las más relevantes del norte chileno. Sorprende el fervor bajo el sol, pero sobretodo, destaca esa forma particular de entenderse directamente con la divinidad. “Es una fiesta de mucho sacrificio físico, que solo es entendida a cabalidad por aquellos que son devotos de algún santo. La fe es tan grande que nadie lo piensa. Eso es lo que la hace folklórica. El fervor religioso es tal, que se preparan durante todo el año. Muchos llegan desde Iquique a pie, por el desierto sin zapatos. Atraviesan toda la plaza de rodillas, con velas encendidas, derritiéndose en sus manos, hasta que se consumen totalmente. Y cuando termina la fiesta, viene la retirada, donde todas las cofradías tienen la oportunidad de cantarle a la Virgen, darle las gracias, comprometerse para el año siguiente e irse. Hombres y mujeres lloran porque no verán a la Virgen hasta un año más. Montaje: Hamaycan, con el objetivo de investigar. Recopilar y proyectar la religiosidad popular del Norte Grande, ha considerado en esta oportunidad, representar algunas danzas presentes en La Fiesta de la Tirana, algunas de ellas con mayor presencia como sociedades religiosas, y otras que han sido introducidas en esta festividad en los últimos 30 años. Las danzas seleccionadas se presentarán en el siguiente orden: - Pieles rojas Waca Waca Auque Auque Chunchos Diablada Despedida - Cacharpalla ( ingresan Chutas y Osos) Descripción de las danzas: Pieles Rojas: Entre las comparsas de fantasía coreográfica, la de mayor elenco es el baile de los Pieles Rojas. El iquiteño Manuel Mercado, caporal de un baile chuncho, organizó este baile en 1930, en la capilla del Carmen de la plaza de Arica de Iquique. Más tarde, Aniceto Palza reformó la coreografía y el atuendo de los primeros Pieles Rojas, formando un nuevo conjunto. El baile de los Pieles Rojas es mixto, acrobático y ceremonioso. Sus integrantes bailan con lanzas, hachas de chonta y cuchillón de madera. En sus saltos y vueltas se parecen a los chunchos, de los que han derivado. Uno de los números más celebrados es la danza del fuego que se ejecuta el día 15 de Julio en la noche. Saltan hasta la madrugada por sobre grandes fogatas que hacen de ramas de chamiza, regaladas hasta hace poco, por Alfredo Delgadillo, párroco de Santa Teresita y jefe eclesiástico de los bailes. El traje es el convencional de los jefes indios norteamericanos: turbante de plumas que les llega a los talones, blusas y pantalones de un solo color, adornado con franjas y mostacillas, zapatillas deportivas. El brujo de los Pieles Rojas no luce turbante. Lleva un gorro de piel de conejo que remata en la frente con dos cachos. Toca un bombo pequeño. Mientras saltan los adultos, el brujo hace fumar la pipa de la paz a los bailarines nuevos. Existe además un baile de indios Apaches, que llevan una sola pluma sobre la cabeza y visten, convencionalmente, como los indios americanos de esa tribu. Blanden puñales y lanzas de chonta. En los giros de la danza se asemejan a los Pieles Rojas. Waca Waca Waca Waca, vocablo que en Quechua significa toro –toro. Danza originaria del Altiplano (Perú - Bolivia), es una graciosa y bella parodia de la Fiesta Brava, en la que los toros, toreros y cholitas elegantemente ataviadas danzan en medio del ruedo, demostrando la firmeza y decisión. Se inspira en la época de la colonia en las corridas de toros, aunque parece tener su origen en origen en la danza de los Ttinti wacas, donde los bueyes o wacas eran utilizados para el trabajo agrícola o Ttinti. Posteriormente la actividad agrícola de los bueyes fue siendo sustituida por la de la corrida de toros, de ahí la explicación de la presencia de las lecheras en la danza. Resume en su coreografía la benéfica introducción del ganado vacuno a los Andes, acontecimiento importantísimo para la producción agrícola que inició a varias familias Aymaras y mestizas en la cría de reces y la comercialización de su leche, carne y cuero. De inmediato la vaca y el toro pasaron a formar parte de los rituales Aymaras. Y en algún momento entre la Colonia y la República, los varones se pusieron monteras de cuero, en forma de toro o vaca, mientras las lecheras y carniceras vestían sus mejores polleras para bailar al son de una música casi marcial. Por ser mestiza, la Waca Waca tiene desde émulos de toreros, pasando por matarifes, hasta saltarines kusillos, algo así como bufones andinos, que portan en la mano una especie de báculo emplumado. Estos personales hacen de figuras. Otra particularidad son las innumerables polleras que las lecheras y carniceras visten, la mantilla de alpaca que cubre hasta la cabeza y el jubón aflecado y bordado. La danza se caracteriza en su primera parte por satirizar al torero español, que es vencido por el toro, luego las mujeres altiplánicas o comúnmente llamadas lecheras, quienes ataviadas de más de 16 polleras y cogiendo un recipiente y una uncuña, distraen a los toros simulando torearlos, venciéndolos y dominando sus movimientos durante toda la danza. Los toros son bailarines que tienen afirmados en su cintura, un pellejo disecado y hormado a la manera de un toro, al que toman de la base para desarrollar movimientos ágiles y saltados, simulando embestir a las lecheras y a otros personajes que participan en la danza. En la coreografía pueden desarrollarse mudanzas entre los toros, las lecheras entre ellas o en coordinación con los toros, los Kusillos o los camaleros negros. Al final se da un kacharpary donde bailan al ritmo del huayño que incita al desenfreno general. Auque Auque Literalmente Auque-Auque significa viejo-viejo, si lo traducimos de su lengua nativa, el Aymará. El sentido de la danza es de homenaje al hombre viejo que ha alcanzado largos años de existencia, y a la vez es un homenaje al santo patrón que casi siempre es representado por un anciano. El ser anciano era sinónimo de superioridad y fortaleza, por eso se buscaba dignificarlos y honrarlos. "La danza de los viejitos" enfatiza su identidad y vitalidad a través de los que son capaces de hacer bailando. El vestuario contiene elementos necesarios para representar a los ancianos, con diseños coloridos acompañados por una máscara y un bastón. Este personaje en Chile aparece como figurín en La Diablada, pero en su forma original bailan conjuntos de auque- auque, en un baile completo; se origina como una protesta de los mestizos e indígenas de la época colonial en contra de los españoles que invadían y maltrataban a la población. Chunchos La palabra Chuncho en Aymara denomina al habitante de la selva. Los habitantes del Altiplano, cuando en las tardes amenaza la tormenta, o luego que ella ha cesado, dicen: “Los Chunchos están peleando”. Ellos manifiestan la creencia que la zona oriental del Altiplano, es decir, la zona selvática, está habitada por Chunchos, quienes viven en constante lucha unos con otros, lo cual tiene su origen en los manglares tropicales de la Amazonía Americana, habitados por tribus nómades que viven o vivieron en lucha frecuente. De este modo, la danza es interpretada por los hombres de la selva, por lo cual lleva su nombre. Cuenta la leyenda que hordas de Chunchos invadieron el altiplano, cuando Mayco Chapac y su consorte Mana Oqllo lo gobernaban desde Qenqo, después de haber salido del lago Titicaca. Entonces llegaron a estas zonas los chunchos, quienes fueron alojados por Mayco o Manco en un lugar cuya denominación toponímica se conserva: Chucho “Laya” o quebrada de Chunchos. Pero como los Chunchos cometieron actos de latrocinios en Ayllus vecinos huyendo hacia el norte. Mayco y los suyos lo persiguieron, siguiendo las huellas de los hechos vandálicos cometidos por ellos. En el camino se unieron con los Asuanqaris quienes también fueron atacados y ambos, Mayco y asuanqaris, los persiguieron, cruzando el nudo de Vilcanota. Penetraron en la quebrada del Cuzco y los encontraron, justo cuando estaban atacando a los tranquilos habitantes de Huantalay. Se produjo la lucha y los chunchos fueron vencidos. Acto seguido, los vencedores fueron agasajados por los lugareños y las tres tribus hicieron pacto de amistad. Dentro de este pacto, eligieron al más capaz, a Mayco como jefe, quien se estableció en el Cuzco. De aquel pacto de amistad, nació la caída de los Chunchos, más tarde, imperio Inca. La danza, aunque no rememora esta leyenda específicamente, se identifica con el carácter bélico de los Chunchos, siendo sus movimientos expresiones de lucha. Es ejecutada por habitantes del Altiplano Oriental, de las estribaciones de los Andes hacia la selva, los nativos de las provincias de Sandia y Carabaya, cuyo escenario geográfico abarca hasta la selva, por esta razón conocen a los chunchos; los han visto de cerca y saben que son tribus nómades. Deducimos que la lucha es por la conquista de un mejor medio de vida. De acuerdo a esto, la danza significa la lucha del Chuncho con el Chuncho, del hombre con el hombre, por conquistar algo que en el mundo de la cultura occidental llamamos justicia social. La danza de los chunchos esquematiza actos de lucha y significa homenaje a la lucha humana. Diablada La mayoría de las danzas que sobreviven hasta la actualidad, tienen su origen en la Edad Media europea. Por una parte surgen del teatro popular religioso con misterios, falsas y moralidades, y por otra, del gusto cortesano por los entremeses entre los que figuran, el Ball des diables en pleno siglo XII. De esta manera, la Diablada, sería la reminiscencia de un antiguo auto sacramental religioso ibérico, llegado a América con los conquistadores (Alvarado y Cádiz, S/A). En Bolivia: La única referencia que se tiene en cuanto a la posible fecha de organización del baile espectacular de los diablos, es la festividad de la novena de la Virgen del Socavón (Virgen de la Candelaria), considerando 1789 como el año del milagro y por lo tanto, de iniciación del culto. Parte desde la creencia en el Supay o tío, diablo extraído de la tradición minera boliviana, donde es entendido como: " genio del mal que se ocupa de hacer daño a los seres humanos; este genio es el poseedor de todas las riquezas del mundo en especial de las minas de oro, de plata, platino, etc.; tiene poder de convertir un cerro con ricos filones de metales en cuarzo o a la viceversa" ( Uribe, 1972). Este baile surge en las profundidades de las minas por la adoración y el miedo al supay. A la llegada de los españoles con sus concepciones y con el interés de acabar las creencias populares, tomaron a este personaje cargándolo con su idea del mal, y haciéndolo participe de la lucha permanente entre el bien y el mal cristiano; es así como se cruzan las fiestas mineras con las fiestas religiosas y los significados se fusionan como podemos apreciarlo en la fiesta de la virgen del socavón en Oruro. Otras versiones aseguran que estos bailes son traídos de las tradiciones españolas (corpus cristi) en las celebraciones donde Arcángel San Miguel derrota al mal; por tanto se podría decir que este baile no es totalmente originario de Bolivia, pero sí nacen allí las modificaciones necesarias para dar origen a las actuales Diabladas. De esta forma se constituye como uno de los grandes bailes del sector andino en general. En Chile esta danza religiosa llega a desde Oruro, aproximadamente en el año 1952, con ocasión de la fiesta de Nuestra señora del Carmen del La Tirana, fecha en que fue invitada la Diablada ferroviaria procedente de Oruro. Posteriormente, don Gregorio Ordenes crea en Iquique la “Primera Diablada de los siervos de María o Diablada del Goyo”. Con el tiempo se han extendido las diabladas por distintas regiones del país (desde Arica a la región Metropolitana) y junto a esto, la danza ha incorporado características locales y regionales. Esta danza se constituye en un baile de formaciones de avance y retorno continuo; en ella se presentan los diablos que simbolizan el mal y le danzan a la virgen como una interpretación de que vienen a redimir sus pecados. Sus acompañantes son las chinas, que representan la tentación. Los diablos son representados como la tradición popular y occidental los identifica; con cuernos, rabo y tridente; además de la capa, pechera, y pañuelos que marcan los pecados. Esta idea de presentar al diablo, en un comienzo no sólo era la representación cristiana del mal, sino que era una sátira al conquistador. La Diablada representa una rebeldía del minero, que disfrazado de diablo, manifiesta la rabia contra sus opresores, las ansias de una libertad y una lucha por lograrlo manifestada en la danza. También participan figurines que son presentados delante de la formación de diablos y chinas; ellos representan los pecados capitales: Oso, quirquincho, cóndor, chute, viejo, angelito, capataz, etc. Chutas Los Chutas, Aljeris o Cocoreños, representan a un vendedor de productos nativos que cumplía una obligación gratuita para el dueño de la hacienda. Debía llegar a al casa del patrón el día sábado y desempeñar por una semana el oficio de portero. Dormía en el suelo, se cubría con andrajos, se alimentaba de desperdicios, cuidaba la puerta día y noche y recibía de pago los golpes de sus patrones terratenientes. El traje de Chutas tiene un aire mestizo inconfundible, está lleno de adornos y colores. Su acompañante usa delicados vestidos brillantes. Porta en sus chuspas challas que reparte por todas partes, llena de color y festividad a los asistentes, como un elemento de carnaval. Agradece los beneficios de la tierra. En el diseño del traje podemos observar imágenes de flores y fauna del paisaje altiplánico representado con los colores de la fiesta, en los bordados exteriores del traje generalmente se encuentran grecas, las que caracterizan el habitat, es decir relaciona los elementos junto a los cuales se encuentra, en este caso representa a la tierra, puesto que está cercana a las flores. Su máscara se diferencia de otros figurines, puesto que es sólo facial, incluyendo barba la que es adornada con challas de colores, además de ella cuelgan, tras sus bigotes, turdas, los que también se encuentran en sus sacos. Generalmente lleva dos sombreros uno de fieltro y otro tejido con lana. REFERENCIAS: • Bouysse- Cassagne Thérèse, Tres reflexiones sobre el pensamiento andino, Hisbol, 1987 • Prado O. Juan Guillermo, La Tirana, Chile, Kactus, 1986. • Van Kessel J,( 1987) Lucero brillante mística popular y movimientos sociales, Iquique- Chile, Centro de investigación de la realidad del Norte de Chile, Universidad libre de Amsterdam, 1987, 11-195. • Uribe, J. (1970) Fiesta de La Tirana de Tarapacá. • Portugal, J. : Danzas y bailes del Altiplano • Alvarado O & Cádiz, Danzas Tradicionales de Chile. • González F. (s/f) Investigación y recopilación acerca de las manifestaciones de Religiosidad Popular del Norte Grande.
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