Festival San Bernardo 2015

Danzas ceremoniales y carnavalescas de raíz altiplánica.
(Material para ser presentado en el 44 Festival Nacional del Folklore de San
Bernardo, recopilado por el profesor Francisco González G. junto a la Agrupación Folklórica
Hamaycan)
Hamaycan y su historia
La Agrupación Folklórica Hamaycan nace el 27 de julio de 1976, bajo el alero de la
parroquia San Mateo, comuna de Pedro Aguirre Cerda. Desde entonces ha enfocado su visión en
el estudio y proyección de la Cultura Tradicional Chilena, basada en sus distintas manifestaciones.
Hamaycan, sigla que significa “Hombre Que Ama y Canta” cuenta con 48 integrantes, entre
músicos y bailarines, quienes actualmente, se encuentran celebrando sus 39 años de historia.
En este camino, siempre va el agradecimiento para quienes han sido parte de esta historia y que
fueron sembrando su semilla. Agradecemos a cada uno de los maestros que han sido formadores
y orientadores de nuestro director general, Francisco González, en especial a la maestra Margot
Loyola y al profesor Osvaldo Cádiz, quienes en los inicios de nuestro trabajo, con su sabiduría, nos
orientaron y guiaron para ir adquiriendo nuestra propia identidad.
Hamaycan ha desarrollado una gran variedad de montajes que recorren las diversas zonas
de Chile en lo que se refiere a la Música y Danzas relacionadas al Folklore:
• Zona Norte: Carnavales del Altiplano, Danzas Ceremoniales de la Fiesta de la Tirana,- Danzas
Carnavalescas de raíz altiplánica.
• Zona Centro: Danzas Tradicionales de la Zona Centro, Espantajos, La Cueca y sus variantes,
Bailes de Tierra.
• Zona Sur: Ceremoniales de la Cosmovisión Mapuche, Kepnum “Fiesta Chilota”
• Otras: Juegos y Rondas Infantiles
Hamaycan en su trayectoria, ha pasado por diversos escenarios en todo Chile y América
Latina, destacando las siguientes presentaciones:
• Festivales regionales de Chile
• Festival Nacional de San Bernardo
• Muestra Nacional del folklore en Valdivia
• Festival Internacional de Música Folklórica de Viña del Mar
• Encuentro folklórico de Coche Molina - Chiloé
•
Festival Regional del Folklore campesino en Osorno
• Festival del Huaso de Olmué (1986-2008-2010)
• Encuentro de Raíces Portezuelo
• Fiesta de la igualdad
• Siete horas de folklore
Fiesta por el derecho a la Cultura
• Festival del Tacuareé – Guarambaré – Paraguay
• Festival de Itá Unidos por el Canto - Paraguay
• Festival del Malambo – Córdoba - Argentina
• Semana Gaucha – Santiago Do Soul - Brasil
• Día internacional de la danza, Teatro Municipal, Santiago.
• Presentación cumbre APEC-Chile, 2004.
Festival Internacional de Viña del Mar, acompañando a Chancho en Piedra - 2004
Festival Internacional de Viña del Mar acompañando a Calle 13 – 2011
Descripción del montaje
Introducción:
Son muchos los estudios que destacan la fiesta de La Tirana como una de las más
relevantes del norte chileno. Sorprende el fervor bajo el sol, pero sobretodo, destaca esa forma
particular de entenderse directamente con la divinidad. “Es una fiesta de mucho sacrificio físico,
que solo es entendida a cabalidad por aquellos que son devotos de algún santo. La fe es tan
grande que nadie lo piensa. Eso es lo que la hace folklórica. El fervor religioso es tal, que se
preparan durante todo el año. Muchos llegan desde Iquique a pie, por el desierto sin zapatos.
Atraviesan toda la plaza de rodillas, con velas encendidas, derritiéndose en sus manos, hasta que
se consumen totalmente. Y cuando termina la fiesta, viene la retirada, donde todas las cofradías
tienen la oportunidad de cantarle a la Virgen, darle las gracias, comprometerse para el año
siguiente e irse. Hombres y mujeres lloran porque no verán a la Virgen hasta un año más.
Montaje:
Hamaycan, con el objetivo de investigar. Recopilar y proyectar la religiosidad popular del
Norte Grande, ha considerado en esta oportunidad, representar algunas danzas presentes en La
Fiesta de la Tirana, algunas de ellas con mayor presencia como sociedades religiosas, y otras que
han sido introducidas en esta festividad en los últimos 30 años.
Las danzas seleccionadas se presentarán en el siguiente orden:
-
Pieles rojas
Waca Waca
Auque Auque
Chunchos
Diablada
Despedida - Cacharpalla ( ingresan Chutas y Osos)
Descripción de las danzas:
Pieles Rojas:
Entre las comparsas de fantasía coreográfica, la de mayor elenco es el baile de los Pieles Rojas. El
iquiteño Manuel Mercado, caporal de un baile chuncho, organizó este baile en 1930, en la capilla
del Carmen de la plaza de Arica de Iquique. Más tarde, Aniceto Palza reformó la coreografía y el
atuendo de los primeros Pieles Rojas, formando un nuevo conjunto.
El baile de los Pieles Rojas es mixto, acrobático y ceremonioso. Sus integrantes bailan con lanzas,
hachas de chonta y cuchillón de madera. En sus saltos y vueltas se parecen a los chunchos, de los
que han derivado.
Uno de los números más celebrados es la danza del fuego que se ejecuta el día 15 de Julio en la
noche. Saltan hasta la madrugada por sobre grandes fogatas que hacen de ramas de chamiza,
regaladas hasta hace poco, por Alfredo Delgadillo, párroco de Santa Teresita y jefe eclesiástico de
los bailes.
El traje es el convencional de los jefes indios norteamericanos: turbante de plumas que les
llega a los talones, blusas y pantalones de un solo color, adornado con franjas y mostacillas,
zapatillas deportivas.
El brujo de los Pieles Rojas no luce turbante. Lleva un gorro de piel de conejo que remata
en la frente con dos cachos. Toca un bombo pequeño. Mientras saltan los adultos, el brujo hace
fumar la pipa de la paz a los bailarines nuevos.
Existe además un baile de indios Apaches, que llevan una sola pluma sobre la cabeza y
visten, convencionalmente, como los indios americanos de esa tribu. Blanden puñales y lanzas de
chonta. En los giros de la danza se asemejan a los Pieles Rojas.
Waca Waca
Waca Waca, vocablo que en Quechua significa toro –toro. Danza originaria del Altiplano
(Perú - Bolivia), es una graciosa y bella parodia de la Fiesta Brava, en la que los toros, toreros y
cholitas elegantemente ataviadas danzan en medio del ruedo, demostrando la firmeza y decisión.
Se inspira en la época de la colonia en las corridas de toros, aunque parece tener su origen en
origen en la danza de los Ttinti wacas, donde los bueyes o wacas eran utilizados para el trabajo
agrícola o Ttinti. Posteriormente la actividad agrícola de los bueyes fue siendo sustituida por la de
la corrida de toros, de ahí la explicación de la presencia de las lecheras en la danza.
Resume en su coreografía la benéfica introducción del ganado vacuno a los Andes,
acontecimiento importantísimo para la producción agrícola que inició a varias familias Aymaras y
mestizas en la cría de reces y la comercialización de su leche, carne y cuero.
De inmediato la vaca y el toro pasaron a formar parte de los rituales Aymaras. Y en algún
momento entre la Colonia y la República, los varones se pusieron monteras de cuero, en forma de
toro o vaca, mientras las lecheras y carniceras vestían sus mejores polleras para bailar al son de
una música casi marcial. Por ser mestiza, la Waca Waca tiene desde émulos de toreros, pasando
por matarifes, hasta saltarines kusillos, algo así como bufones andinos, que portan en la mano una
especie de báculo emplumado. Estos personales hacen de figuras. Otra particularidad son las
innumerables polleras que las lecheras y carniceras visten, la mantilla de alpaca que cubre hasta la
cabeza y el jubón aflecado y bordado. La danza se caracteriza en su primera parte por satirizar al
torero español, que es vencido por el toro, luego las mujeres altiplánicas o comúnmente llamadas
lecheras, quienes ataviadas de más de 16 polleras y cogiendo un recipiente y una uncuña, distraen
a los toros simulando torearlos, venciéndolos y dominando sus movimientos durante toda la
danza.
Los toros son bailarines que tienen afirmados en su cintura, un pellejo disecado y hormado
a la manera de un toro, al que toman de la base para desarrollar movimientos ágiles y saltados,
simulando embestir a las lecheras y a otros personajes que participan en la danza.
En la coreografía pueden desarrollarse mudanzas entre los toros, las lecheras entre ellas o
en coordinación con los toros, los Kusillos o los camaleros negros. Al final se da un kacharpary
donde bailan al ritmo del huayño que incita al desenfreno general.
Auque Auque
Literalmente Auque-Auque significa viejo-viejo, si lo traducimos de su lengua nativa, el
Aymará. El sentido de la danza es de homenaje al hombre viejo que ha alcanzado largos años de
existencia, y a la vez es un homenaje al santo patrón que casi siempre es representado por un
anciano. El ser anciano era sinónimo de superioridad y fortaleza, por eso se buscaba dignificarlos y
honrarlos.
"La danza de los viejitos" enfatiza su identidad y vitalidad a través de los que son capaces
de hacer bailando. El vestuario contiene elementos necesarios para representar a los ancianos,
con diseños coloridos acompañados por una máscara y un bastón. Este personaje en Chile aparece
como figurín en La Diablada, pero en su forma original bailan conjuntos de auque- auque, en un
baile completo; se origina como una protesta de los mestizos e indígenas de la época colonial en
contra de los españoles que invadían y maltrataban a la población.
Chunchos
La palabra Chuncho en Aymara denomina al habitante de la selva. Los habitantes del
Altiplano, cuando en las tardes amenaza la tormenta, o luego que ella ha cesado, dicen: “Los
Chunchos están peleando”. Ellos manifiestan la creencia que la zona oriental del Altiplano, es
decir, la zona selvática, está habitada por Chunchos, quienes viven en constante lucha unos con
otros, lo cual tiene su origen en los manglares tropicales de la Amazonía Americana, habitados por
tribus nómades que viven o vivieron en lucha frecuente. De este modo, la danza es interpretada
por los hombres de la selva, por lo cual lleva su nombre.
Cuenta la leyenda que hordas de Chunchos invadieron el altiplano, cuando Mayco Chapac
y su consorte Mana Oqllo lo gobernaban desde Qenqo, después de haber salido del lago Titicaca.
Entonces llegaron a estas zonas los chunchos, quienes fueron alojados por Mayco o Manco en un
lugar cuya denominación toponímica se conserva: Chucho “Laya” o quebrada de Chunchos. Pero
como los Chunchos cometieron actos de latrocinios en Ayllus vecinos huyendo hacia el norte.
Mayco y los suyos lo persiguieron, siguiendo las huellas de los hechos vandálicos cometidos por
ellos.
En el camino se unieron con los Asuanqaris quienes también fueron atacados y ambos,
Mayco y asuanqaris, los persiguieron, cruzando el nudo de Vilcanota. Penetraron en la quebrada
del Cuzco y los encontraron, justo cuando estaban atacando a los tranquilos habitantes de
Huantalay. Se produjo la lucha y los chunchos fueron vencidos. Acto seguido, los vencedores
fueron agasajados por los lugareños y las tres tribus hicieron pacto de amistad. Dentro de este
pacto, eligieron al más capaz, a Mayco como jefe, quien se estableció en el Cuzco. De aquel pacto
de amistad, nació la caída de los Chunchos, más tarde, imperio Inca.
La danza, aunque no rememora esta leyenda específicamente, se identifica con el carácter
bélico de los Chunchos, siendo sus movimientos expresiones de lucha. Es ejecutada por habitantes
del Altiplano Oriental, de las estribaciones de los Andes hacia la selva, los nativos de las provincias
de Sandia y Carabaya, cuyo escenario geográfico abarca hasta la selva, por esta razón conocen a
los chunchos; los han visto de cerca y saben que son tribus nómades.
Deducimos que la lucha es por la conquista de un mejor medio de vida. De acuerdo a esto,
la danza significa la lucha del Chuncho con el Chuncho, del hombre con el hombre, por conquistar
algo que en el mundo de la cultura occidental llamamos justicia social. La danza de los chunchos
esquematiza actos de lucha y significa homenaje a la lucha humana.
Diablada
La mayoría de las danzas que sobreviven hasta la actualidad, tienen su origen en la Edad
Media europea. Por una parte surgen del teatro popular religioso con misterios, falsas y
moralidades, y por otra, del gusto cortesano por los entremeses entre los que figuran, el Ball des
diables en pleno siglo XII. De esta manera, la Diablada, sería la reminiscencia de un antiguo auto
sacramental religioso ibérico, llegado a América con los conquistadores (Alvarado y Cádiz, S/A).
En Bolivia: La única referencia que se tiene en cuanto a la posible fecha de organización
del baile espectacular de los diablos, es la festividad de la novena de la Virgen del Socavón (Virgen
de la Candelaria), considerando 1789 como el año del milagro y por lo tanto, de iniciación del
culto.
Parte desde la creencia en el Supay o tío, diablo extraído de la tradición minera boliviana,
donde es entendido como: " genio del mal que se ocupa de hacer daño a los seres humanos; este
genio es el poseedor de todas las riquezas del mundo en especial de las minas de oro, de plata,
platino, etc.; tiene poder de convertir un cerro con ricos filones de metales en cuarzo o a la
viceversa" ( Uribe, 1972).
Este baile surge en las profundidades de las minas por la adoración y el miedo al supay. A
la llegada de los españoles con sus concepciones y con el interés de acabar las creencias
populares, tomaron a este personaje cargándolo con su idea del mal, y haciéndolo participe de la
lucha permanente entre el bien y el mal cristiano; es así como se cruzan las fiestas mineras con las
fiestas religiosas y los significados se fusionan como podemos apreciarlo en la fiesta de la virgen
del socavón en Oruro. Otras versiones aseguran que estos bailes son traídos de las tradiciones
españolas (corpus cristi) en las celebraciones donde Arcángel San Miguel derrota al mal; por tanto
se podría decir que este baile no es totalmente originario de Bolivia, pero sí nacen allí las
modificaciones necesarias para dar origen a las actuales Diabladas. De esta forma se constituye
como uno de los grandes bailes del sector andino en general.
En Chile esta danza religiosa llega a desde Oruro, aproximadamente en el año 1952, con
ocasión de la fiesta de Nuestra señora del Carmen del La Tirana, fecha en que fue invitada la
Diablada ferroviaria procedente de Oruro.
Posteriormente, don Gregorio Ordenes crea en Iquique la “Primera Diablada de los siervos
de María o Diablada del Goyo”. Con el tiempo se han extendido las diabladas por distintas
regiones del país (desde Arica a la región Metropolitana) y junto a esto, la danza ha incorporado
características locales y regionales.
Esta danza se constituye en un baile de formaciones de avance y retorno continuo; en ella
se presentan los diablos que simbolizan el mal y le danzan a la virgen como una interpretación de
que vienen a redimir sus pecados. Sus acompañantes son las chinas, que representan la tentación.
Los diablos son representados como la tradición popular y occidental los identifica; con cuernos,
rabo y tridente; además de la capa, pechera, y pañuelos que marcan los pecados. Esta idea de
presentar al diablo, en un comienzo no sólo era la representación cristiana del mal, sino que era
una sátira al conquistador. La Diablada representa una rebeldía del minero, que disfrazado de
diablo, manifiesta la rabia contra sus opresores, las ansias de una libertad y una lucha por lograrlo
manifestada en la danza.
También participan figurines que son presentados delante de la formación de diablos y
chinas; ellos representan los pecados capitales: Oso, quirquincho, cóndor, chute, viejo, angelito,
capataz, etc.
Chutas
Los Chutas, Aljeris o Cocoreños, representan a un vendedor de productos nativos que
cumplía una obligación gratuita para el dueño de la hacienda. Debía llegar a al casa del patrón el
día sábado y desempeñar por una semana el oficio de portero. Dormía en el suelo, se cubría con
andrajos, se alimentaba de desperdicios, cuidaba la puerta día y noche y recibía de pago los golpes
de sus patrones terratenientes. El traje de Chutas tiene un aire mestizo inconfundible, está lleno
de adornos y colores. Su acompañante usa delicados vestidos brillantes. Porta en sus chuspas
challas que reparte por todas partes, llena de color y festividad a los asistentes, como un elemento
de carnaval. Agradece los beneficios de la tierra.
En el diseño del traje podemos observar imágenes de flores y fauna del paisaje altiplánico
representado con los colores de la fiesta, en los bordados exteriores del traje generalmente se
encuentran grecas, las que caracterizan el habitat, es decir relaciona los elementos junto a los
cuales se encuentra, en este caso representa a la tierra, puesto que está cercana a las flores.
Su máscara se diferencia de otros figurines, puesto que es sólo facial, incluyendo barba la
que es adornada con challas de colores, además de ella cuelgan, tras sus bigotes, turdas, los que
también se encuentran en sus sacos. Generalmente lleva dos sombreros uno de fieltro y otro
tejido con lana.
REFERENCIAS:
• Bouysse- Cassagne Thérèse, Tres reflexiones sobre el pensamiento andino, Hisbol, 1987
• Prado O. Juan Guillermo, La Tirana, Chile, Kactus, 1986.
• Van Kessel J,( 1987) Lucero brillante mística popular y movimientos sociales, Iquique- Chile,
Centro de investigación de la realidad del Norte de Chile, Universidad libre de Amsterdam, 1987,
11-195.
• Uribe, J. (1970) Fiesta de La Tirana de Tarapacá.
• Portugal, J. : Danzas y bailes del Altiplano
• Alvarado O & Cádiz, Danzas Tradicionales de Chile.
• González F. (s/f) Investigación y recopilación acerca de las manifestaciones de Religiosidad
Popular del Norte Grande.