A boca de parir

A B O CA D E PA RIR
J avier Eg e a
A B O CA D E PA RIR
{COLECCIÓN ECLÉCTICA}
Primera edición, septiembre 2015
© Herederos de Javier Egea, 2015
© Esdrújula Ediciones, 2015
ESDRÚJULA EDICIONES
Calle Martín Bohórquez 23. Local 5, 18005 Granada
www.esdrujula.es
[email protected]
Edición a cargo de
Mariana Lozano Ortiz y Víctor Miguel Gallardo Barragán
Maquetación: Flora Mora Aymerich
En cubierta, dibujo de Juan Vida
para la Asociación del Diente de Oro
Portada original: Zumaya
«Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto en el
Código Penal vigente del Estado Español, podrán ser castigados con penas
de multa y privación de libertad quienes reprodujeren o plagiaren, en todo
o en parte, una obra literaria, artística, o científica, fijada en cualquier
tipo de soporte sin la preceptiva autorización.»
ISBN: 978-84-16485-11-6
Índice
I L AS NUB ES VENC IDAS
A q ue llos p ece s
H a cia ot ro m a r
Pa ra ir na ciend o
Pa la b ra s
Sa ng re p o r la s p a la b ra s
I I ME MOR IA D E UN A HU E L L A
19 de mayo
R e lo j d e sol ( sonet o)
Tiem p o d e p od a
C e rem o nia l d e la ceniza
A p esa r d e l d olor
Síst o le
C a nción d el e st a b a s t ú en e l hum o
B a lcón
E v oca ció n d el seg und o jinet e
B a ile d e e st ío
R a q ue l
C ua nd o no ca b e el g est o
Desd e e l v a lle d e Uca nca
C a m p a na s
Me m oria d e una huella
Una v o z
I II EL ASCUA DEL TIM ÓN
La ca sa
C it a
E llos
C iud a d d el a se d io
Front e ra s
Not icia
C ont ra t i
Por el sur
A boca de parir
{ 00 }
A b o ca d e p a rir
Universidad de Granada
1976
I
L a s N u b e s Ve n c i d a s
Para Antonio y Helena
Los almendros tenían las hojas rotas.
Gabriel García Márquez, Cien años de soledad
A boca de parir
Aquellos peces
Aquellos peces míos de otro tiempo
con la boca de azúcar,
el ojo de papel
y un inocente brillo en las palabras
como si la batalla no les fuera al centro de las branquias
o se durmiera el grito en las escamas,
ajenos a los surcos de la tierra,
distantes de las manos de los hombres.
Aquellos peces míos de otro tiempo.
Desarbolando el cielo me tropecé la herida.
Se me sube el timón a la garganta.
Hay sangre por las velas.
En este mar que nace no quiero que navegues:
naufragarás sin nombre,
lejana nave mía,
distante barco azul.
{ 15 }
Javier Egea
Hacia otro mar
Es ahora el principio.
Cuando las palabras cruzan el pez,
cuando mi frente rompe
hacia otra lucha nueva
un nuevo leningrado de palabras.
No cañones de proa ni las anclas de niebla
sino velas de altura.
Libertad
mientras toco el vientre del mar.
Yo no fui en la batalla el vencedor:
perdí la flor pero gané la espina.
Es ahora el principio.
Y si perdí la flor
hay un rosal en cueros
que me gira sus brazos
para que yo me sangre en las palabras,
para que yo me agrupe,
para que yo responda.
{ 16 }
A boca de parir
Para ir naciendo
Adentro de la cueva desnuda de lo amargo en otro tiempo
–criatura sin espadas–
estaba yo sin sol para nacerme,
sin eco para oírme.
Tallo de luz la voz que se presiente
al centro del dolor como una gruta.
Rendija la presencia de las ya verdes manos.
Tragaluz de lo nuevo en los pañales.
Para ir naciendo
pólvora pongo en punto de la pronta agonía,
para ir naciendo con olor a tierra
y estallar de raíces.
Que salva a la flor el suelo
mientras encienda en la tarde
bombas el aire y tempestad la entrega.
Por eso nace tierra en las alas de mis aves.
Miradlas cómo vuelan por el suelo.
El bando de palomas está muerto.
Porque lo dice el humo.
{ 17 }
Javier Egea
Vino el amanecer
para juntar el mar con estos ojos.
Ceniza blanca y fría
alzarán las campanas esta tarde.
{ 18 }
A boca de parir
Palabras
He visto la postura del cielo en esta tarde
tan falsa como el cobre de una cueva con miedo,
de un peldaño en pañales
o una baranda herida.
Y hay una rabia azul
por encima de todo lo que pienso
pero no es una estrella,
sólo un margen:
El que no pudo ser
sino naciendo el filo del puñal
sabiendo los cuchillos de las alas del águila.
Acusan de esta forma las palabras,
pronuncian el ataque las palabras.
Sangre será la espuma de mi estrella.
Para que el verso pueda ser borde de tinaja
el arco de la voz se multiplica:
así flecha la voz,
así dolor la espina.
Para envolver el sol en las palabras.
{ 19 }
Javier Egea
Como si anduvieran ellas adentro de un anillo
o un pozo joven de pretil sincero
les pusiera en las manos
todo un sueño de aretes
o una lucha de ruedas.
Así presiento yo su madrugada.
Y así… para qué más
si ya nos conocemos la tierra y yo
y hacemos corazón de la semilla,
dolor de las raíces.
Así batalla mi recuerdo herido.
Así redondo el aire.
{ 20 }
A boca de parir
Sangre por las palabras
No sabía la muerte
aquella altura mía del sueño antiguo.
Sangre por las palabras es la norma
o un alfiler en la garganta del ciervo mudo
o un puñal en el ojo de la neblina vieja.
Hay que romper la sombra desde abajo,
desde el pie negro al luto de la frente
nefasta como un sol que se termina
en mitad de la fiesta cuando vibra la tarde.
Yo pondré los espejos en el fuego.
En esta hora
sangre por las palabras es la norma.
Sangre por las palabras
mientras se asoma el día al ajimez del grito.
{ 21 }