Acidovorax avenae subsp. citrulli - Servicio Fitosanitario del estado

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Mancha bacterial en cucurbitáceas
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INTRODUCCION
Dentro de las enfermedades bacterianas que ataca al cultivo de melón y sandía a
nivel mundial, se encuentran varias bacteriosis, en donde la más importante es la
mancha bacteriana de los frutos o mancha acuosa, causada por Acidovorax
avenae subsp. citrulli.
La correcta identificación del patógeno ha sido motivo de controversia.
Originalmente Pseudomonas lachrymans se asoció con los síntomas
observados en plántulas de sandía; autores posteriores describieron una bacteria
similar obtenida de lesiones en cotiledones y con menor frecuencia en plántulas de
sandía la cual identificaron como Pseudomonas pseudoalcaligenes subsp.
citrulli. En 1991 fue reclasificada a Pseudomonas pseudoalcaligenes citrulli y
recientemente a Acidovorax avenae subsp. Citrulli (Mora, F., Araya C., 2004)
Se considera un patógeno con alto potencial de destrucción, capaz de causar
pérdidas de hasta el 100% en vivero y plantación, cuando el cultivo se desarrolla
bajo condiciones ambientales favorables para su multiplicación y diseminación
(Mora, F., Araya C., 2002)
En Costa Rica, la enfermedad se presentó en varias fincas productoras de melón
a finales del año 2001, en las regiones Pacífico Central y Chorotega, así como en
viveros ubicados en el Valle Central. A pesar de la distribución limitada de la
enfermedad la ausencia de medidas de control oportunas, aunada a condiciones
climáticas favorables, permitieron al patógeno alcanzar altos niveles de severidad.
Las pérdidas de producción en lotes afectados oscilaron entre el 70 y el 100 %.
Durante la temporada 2001-2002 se cultivaron en Costa Rica 8.664 ha de melón y
sandía, de las cuales 1.667 fueron severamente afectadas por la bacteriosis y
erradicadas como medida de control. Gracias a la ejecución oportuna de la
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estrategia de control, diseñada por un grupo interdisciplinario de técnicos y que
durante el primer trimestre de año 2002 las condiciones climáticas se tornaron
desfavorables al desarrollo de la enfermedad, los productores lograron resembrar
y las pérdidas económicas al final de la temporada no excedieron el 2,24 %,
respecto al año anterior.
Objetivo General.
Establecer una guía con los procedimientos para la vigilancia y control para la mancha
bacterial.
Objetivo Específico
 Proponer un protocolo con las estrategias de MIP para la mancha bacterial.
I.
Ficha Técnica:
Nombre Científico: Acidovorax avenae subsp. citrulli
Nombre común: Mancha bacterial del fruto en cucurbitáceas
Posición taxonómica.
 Dominio: Bacteria
 Phylum: Proteobacteria
 Clase: Betaproteobacteria
 Orden: Burkholderiales
 Familia: Comamonadaceae
 Género: Acidovorax
 Especie: avenae
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
subsp. Citrulli
(Elizalde, N., Hernández, J., et al., 2011)
Hospederos.
Según una investigación realizada utilizando dos cepas de A. avenae subsp. citrull
(Aac 1.49 y Aac 12.13), manifiesta que con relación a la gama de hospederos,
esta bacteria Aac, aparte de causar mancha acuosa en melón-pepino y sandía
(Citrullus lanatus L.) cv. Charleston Gray, también pueden causar mancha
acuosa en zapallo (Cucurbita maxima Duchesne) cv. Menina creme, calabacín
(Cucurbita pepo L.) cv. Menina brasileira, pimiento (Capsicum annum L.) cv. All
big, maxixe (Cucumis anguria L.) cv. Del Norte, pepino (Cucumis sativus L) cv.
SMR 58, tomate (Lycopersicum esculentum Mill.) cv. Santa clara, calabaza
moranga (Cucurbita maxima Duchesne) cv. Exposição, en berenjena (Solanum
melongena L.) cv. Comprida roxa y en papaya (Carica papaya L.) cv. Sunrise
solo, mostrando valores de incidencia de mancha acuosa desde 34.37% hasta 100
% (Garcés, F.L; Reis, E.M., 2009).
Distribución en el país.
En Nicaragua, el primer reporte de ataque y pérdidas por dicha bacteria fue en
1997, en sandía marca Petoseed. En el año 2001, en Costa Rica, se reportaron
pérdidas del 100% de la fruta en 167 Ha. De sandía y melón, por semilla infectada
introducida de Japón y Tailandia. También se encuentra en Asia: China, Japón,
Turquía; y Oceania: Austrália, Guam, Islas Mariana del Norte y Guatemala.
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CICLO DE VIDA
Figura 1. Ciclo de la mancha acuosa causada por Acidovorax avenae subsp.
citrulli en melón (Mariano et al., 2001).
Sintomatología / Daños
La bacteria ataca todos los estados fenológicos de la planta, desde la fase de
producción de plántulas en invernadero hasta la planta adulta y los frutos en el
campo.
En plántulas, la bacteria tiene preferencia por los tejidos más suculentos y las
lesiones en el hypocótilo pueden ocasionar la muerte. Las lesiones son de
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apariencia acuosa, que luego toman una coloración café oscura y se extienden a
lo largo de la vena principal. (Fig 1).
Los síntomas en hojas verdaderas se presentan como pequeñas manchas
acuosas, amarillentas, que conforme se desarrollan se produce tejido necrótico en
el centro de la lesión con un halo clorótico muy pronunciado. (Fig 2)
En el fruto, las lesiones aparecen mucho después de haberse producido la
infección; se inician con una pequeña lesión de apariencia grasosa sobre la
superficie, la cual crece rápidamente y toma una coloración verde oscura, con
márgenes irregulares de aspecto acuoso. (Fig 3 y 4).
Esta bacteria ocasiona una pudrición en el fruto, tallos y hojas, tiene la
particularidad de diseminarse por semilla (Hopkins, D. L., 1990.). En algunos
casos, la bacteria es capaz de penetrar el fruto y causar la desintegración interna
de la pulpa, sin que se observen síntomas externos.
En Costa Rica se han presentado síntomas en guías (crecimiento vegetativo). Los
exudados bacteriales pueden ser observados tanto en frutos como en el tallo de la
planta.
En la variedad de melón Cantaloupe, se detecta con facilidad la infección de la
bacteria y su punto de penetración es la parte lisa donde no se forma la malla o
redecilla superficial que caracteriza la variedad (Mora, F., Araya C., 2002).
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Fig1: Lesiones causadas en plántula.
en plantas en el campo
Fig.3) Síntomas superficiales en melón
de apariencia grasosa en sandia
Fig 2: Lesiones avanzadas
Fig 4: Lesiones
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DISEMINACIÓN:
La bacteria puede ser llevada y diseminada en semillas y plántulas de la familia
Cucurbitaceae. Una vez en el campo, las plántulas enfermas sirven de fuentes de
inóculo para la dispersión de la bacteria. En invernaderos, el potencial de
diseminación es aumentado debido a las condiciones particulares de temperatura
y humedad relativa.
La bacteria puede permanecer en forma epífita en las plantas y la enfermedad
solo se desarrolla cuando las condiciones ambientales le son favorables. Se
sospecha que algunas malezas asociadas a las plantaciones de cucurbitáceas
podrían ser fuentes de la bacteria, así como plantas voluntarias infectadas durante
la estación anterior. La bacteria puede sobrevivir como habitante del suelo hasta
por un año, (Arguello, H; Lastres L; Rueda, A. MIP).
La presencia de residuos de cosecha infectados y hospedantes alternos en el
campo mejoran su capacidad de supervivencia (Mora, F., Araya C., 2002).
Inspección, muestreo, trampeo.
Semilla:
Tomar una muestra aproximadamente de 50 semillas, para ser enviada el
laboratorio para su respectivo análisis.
Vivero
Se hace un recorrido por todo enraizador el día 4, 6, 8, 10 y 12 después de
sembrada la semilla, en cada una de las bandejas.
Plantación:
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Se hace un muestreo a las bandejas que llegan del vivero, cuando se inicia la
siembra.
En áreas de producción comercial se seleccionan 10 puntos y 10 plantas por
punto.
En muestreos dirigidos se localizan sitios con condiciones de mal drenajes,
arcillosos, o que presenten encharcamiento.
Recolección de muestras para su identificación.
Invernadero: Se toma la bandeja entera y se coloca en una bolsa plástica y se
identifica con el número de muestra de laboratorio dada por la base de datos.
Campo: Se toma la planta entera o frutos sospechosos y se coloca en una bolsa
plástica y se identifica con el número de muestra de laboratorio dada por la base
de datos.
Acciones de control





Control cultural:
Utilizar semilla certificada libre de la plaga,
Evitar plantar en época favorable a la enfermedad,
Rotación de cultivos
Proteger los sitios de penetración del patógeno, que son heridas causadas
por plagas, podas y deshierbas entre otros.
 Eliminación de rastrojos
 Eliminar plantas voluntarias y otras hospederas alternativas,
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 Control biológico:
 Uso de microbiológicos tales como: Bacillus subtilis R14, B. megaterium
pv. cerealis RAB7, B. pumilus C116 e Bacillus sp. MEN2.
 Control genético:
 Uso de variedades resistentes.

Control químico:
 Esta estrategia de manejo, se utilizará según el criterio técnico. Los insecticidas a
utilizar serán los que estén registrados para esos efectos.
 Control físico:
 El pre-enfriamiento de frutos disminuyendo la temperatura hasta 10°C.

Control legal:
 El control legal se realizará de acuerdo a la Ley 7664 y el Decreto ejecutivo
respectivo.
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Walcott, R.R., Langston , D.B., Sanders, F.H., Gitaitis, R.D., Flanders J.T. 2000.
Natural outbreak of a bacterial fruit rot of cantaloupe in Georgia by Acidovorax
avenae subsp. citrulli. Plant Dis. 84:372.