LA POSADA - DO Cigales

LA POSADA
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L A
VIERNES 13 DE FEBRERO DE 2015
P O S A D A
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DE PERFIL
EL HOMBRE QUE BAUTIZÓ UNA MARCA
Sinforiano Vaquero pone nombre a uno de los rosados más consumidos en hostelería. Este hombre bonachón ha compaginado la
elaboración de vino en su bodega de Mucientes -casi un millón de kilos en 2014- con la de aguardiente en sus dos alcoholeras
M
MAR TORRES
e parece hasta mentira
que tengamos que vender las uvas fuera, una
denominación con ocho millones
de kilos y que tengamos que vender
uva... pero parece ser que no se vende todo el vino...». Sinforiano Vaquero, Sinfo, habla desde el conocimiento de una comarca y una denominación, la de Cigales, donde los
rosados «siempre se han llamado
claretes».
De semblante bonachón y de envergadura XL, revisa el pasado al
compás que marca un tentempié de
media mañana. Ahora, su «mayor
ilusión» es terminar el merendero
cuyas obras avanzan en la bodega
de Mucientes.
Por sus manos han pasado 73
años y más de 50 vendimias. Una
experiencia vital que le permite ver
las cosas con distancia, sosiego y
una gran tranquilidad.
Este hombre que da nombre a
uno de los rosados con más demanda, creció en la viña familiar y se
curtió entre orujos.
Su padre, Tomás, elaboraba vino
con las uvas que producía la viña.
Algo común en el medio rural. Sin
embargo, no fue el mosto, sino los
orujos los que marcaron la trayectoria profesional de este bodeguero
en su primera etapa: tuvo una fábrica de orujos hasta la segunda mitad
de la década de los 90. «La fábrica
de aguardiente era una herencia de
mi madre –Melchora Centeno–, comenzó a funcionar no se, hará más
de 150 años. Siempre ha habido...
Había otra que la compré yo. Llegué a obtener 500 litros al día en un
mes, mes y medio». «Recogía los
orujos del pueblo y del entorno, de
Fuensaldaña. Corcos, Cigales... Lo
cargaba en sacos y lo metía en los
depósitos, 30 – 40 días, para fermentar. Se recogían 2.000 kilos...». Los
orujos son los hollejos, pepitas y
rampojos de la uva después de fermentar.
Entre recuerdo y recuerdo, se alaba la calidad de un buen lomo de
Guijuelo, el pan de Mucientes y el
Sinfo de 2014, puesto a la venta en
diciembre. El aguardiente, blanco,
se vendía a granel, la mayor parte a
la rectificadora de Francisco
Arranz, de Palencia, y en garrafones que se distribuían a los bares de
Valladolid.
Fue tras la intoxicación por aceite
de colza desnaturalizado, ocurrida
en 1981, cuando tuvo que embotellarlo. Su consumo se mantuvo en
Valladolid y Palencia. Su dedicación
a la alcoholera no impidió que, como era natural, también comenzara
a elaborar vino. Y empezó cuando
aún no había cumplido los 20. «Fue
por un tío que me dijo ’te vendo la
las uvas y me lo pagas cuando puedas’. Se las compré e hice vino en la
bodega de mi tío porque no había sitio en casa de mi padre. ¡Cómo estaba...! Y lo vendí porque mi padre
quería vendérselo a Luis Barrigón.
Serían 250 – 270 cántaras». «¡No me
dejaron disfrutarlo!», se lamenta
ahora, 53 años después.
De la cosecha de 2009 y para conmemorar los 50 años que llevaba
elaborando vino, embotellaron una
partida de tinto y rosado con la etiqueta 50 Vendimias. Ahora es una
marca de la bodega.
Al principio de su actividad ‘bodeguera’ contó con la producción
de la viña familiar. «Mi padre tenía
25 aranzadas, fui comprando viñas,
mi suegro también tenía, y se fueron comprando hasta las 80 hectáreas que tenemos ahora, casi todo
aquí, en Mucientes, porque hay dos
hectáreas en Fuensaldaña y una en
Cigales», señala. Una aranzada son
4.472 metros cuadrados.
«¿Sabes por que se llama Sinfo el
vino?», pregunta. Acto seguido, viene la respuesta: «Vendía el vino en
garrafones. Uno de Pedrajas se llevaba seis o siete a la semana y lo
ofrecía como el vino de ‘Sinfo’, y así
quedó». El 80% de la producción de
Bodegas Sinforiano es rosado.
«Vendemos mucho en Valladolid y
a media docena de países, como
Alemania, Reino Unido, Estados
Unidos, Bélgica... aquí más tintos,
pero también rosados», comenta. El
20% restante es tinto. Se exporpieta
casi todo. Obtuvo un Zarcillo por su
crianza de 2004 y el reserva de 2005
fue elegido Vino del Museo de Peñafiel. «Empezamos con los tintos
en 2001. Teníamos unos depósitos
de poliéster y se los dejamos a Amalio a cambio de poder elaborar en
su bodega porque solo teníamos la
subterránea y no había sitio. Baja-
mos el vino de donde Amalio a a la
subterránea y lo embotellamos donde Deogracias –Bodega González
Lara–», recuerda.
Y siguiendo con los recuerdos del
pasado, Sinfo hace mención a los
cambios, los avances y mejoras que
se han experimentado en la enología. «Antes hacíamos los controles
a ojo, por la boca, lo probábamos y
sabíamos cómo estaba. Una vez,
había que enfriar los depósitos porque no había forma de que bajara
la temperatura, así que me fui a Valladolid y traje barras de hielo. Las
tapamos y las metimos en los depósitos... ¡Ahora se hacen los vinos solitos! ¡Fíjate la máquina que tenemos de frío!», exclama.
Aficionado al fútbol, –«era central, ¡y no era malo!», dice–, y a las
«Antes hacíamos los
controles a ojo, por la
boca, lo probábamos y
sabíamos cómo estaba»
FOTO: MAR TORRES
buenas corridas de toros, mantiene:
«ya lo he hecho todo, solo queda ver
que esto sigue adelante, inaugurar
el merendero, echar alguna bronca
y almorzar los sábados y domingos
con amigos».
Sinforiano vivió la creación de la
denominación de origen Cigales
desde dentro. «...Propuse otro
nombre porque la denominación
abarcaba más pueblos... Pero Cigales tenía más nombre porque Barrigón vendía en otras zonas. No
fue difícil ponerse de acuerdo en el
primer consejo. El primer año no
hubo casi vino y querían que se pudiera vender algo de lo que tenían
de atrás.. Y ¿ahora? Parece que no
se vende todo el vino... puede que
no se haga como quiere la gente.
Nosotros sí vendemos, este año hemos hecho 900.000 kilos... Es una
denominación pequeña y el rosado
es un vino que se vende a bajo precio». comenta.
Durante la distendida charla no
faltan ‘piropos’ a sus cuatro hijos:
Juan Antonio, Miguel, Pilar y Sergio, así como el recuerdo de sus
hermanos, «somos dos chicos y
dos chicas», dice. «El pequeño,
Carlos, era futbolista en el Valladolid y en el Europa Delicias. El
Valladolid le cedió al Avilés y vino
sin cobrar. Le fichó Coque», recuerda. También me he jubilado
hasta de ir al Zorrilla...». «Está bueno este lomo, es de Guijuelo... Toma otro vino. Tienes que venir
cuando esté el merendero...».
EDITORIAL CASTELLANA DE IMPRESIONES S.L. / EDITOR: JOSÉ LUIS ULIBARRI DIRECTOR GENERAL EDITORIAL: PABLO R. LAGO GERENTE: JOSÉ ANTONIO ARIAS SUBDIRECTOR: FELIPE RAMOS
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