las anginas y los dolores de garganta

LAS ANGINAS Y LOS DOLORES DE GARGANTA
La palabra “anginas” es un término griego que significa “ahogar” o “estrangular”.
Vulgarmente se utiliza para designar a las amigdalitis, es decir, a la reacción inflamatoria
de la faringe localizada en las amígdalas palatinas y los tejidos próximos. Si bien todas las
anginas cursan con dolor de garganta, no todos los dolores de garganta implican la
existencia de anginas. En muchos casos el dolor es producido por una inflamación de la
mucosa del área rinofaríngea y/o orofaríngea incluyendo la base de la lengua, el velo del
paladar y la pared posterior de la cavidad bucal, siendo más apropiado hablar en estos casos
de rinofaringitis, faringitis o faringoamigdalitis si coexiste afectación amigdalar.
Las amígdalas palatinas están localizadas en la orofaringe, entre los pilares del paladar.
Constituidas por folículos linfáticos de gran tamaño, contienen numerosas criptas en forma
de profundas hendiduras. De ellas emergen numerosos vasos linfáticos hacia los ganglios
del cuello. Son el elemento más representativo del denominado anillo linfático de
Waldeyer, estructura de tejido linfoepitelial en forma de anillo localizada en la rino y
orofaringe. Constituido por las amígdalas palatinas, faríngea -adenoide-, lingual, tubárica y
por cordones laterales, todo ello unido por folículos linfáticos dispersos, su función consiste
en la adaptación y defensa del organismo contra los gérmenes que llegan a las vías
respiratorias y digestivas. En los niños, estas estructuras linfoides, sobre todo las amígdalas
palatinas, tienden a hipertrofiarse (aumentar de tamaño) fácilmente por la acción de agentes
infecciosos y de factores constitucionales. Posteriormente en la edad adulta tienden a
regresar de tamaño sin perder por ello su capacidad funcional.
Las amigdalitis agudas se pueden clasificar desde varios puntos de vista. Según el aspecto
de la orofaringe en la exploración se pueden distinguir cuatro tipos:
Amigdalitis rojas o eritematosas.
Representan aproximadamente el 50% de las amigdalitis. Suelen ser de origen viral, muy
contagiosas, constituyendo epidemias generalmente en invierno y primavera. Los virus
responsables son muy numerosos -adenovirus, rinovirus, enterovirus, mixovirus
(influenzae, parainfluenzae, virus respiratorio sincitial...)-. Algunas bacterias implicadas
son Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia pneumoniae. En general se trata de un cuadro
benigno que evoluciona espontáneamente hacia la curación en unos cinco días. Se inicia
bruscamente con la aparición de dolor de garganta con sensación de quemazón que
aumenta al tragar y a veces dolor reflejo de oído, afectación general con febrícula y astenia,
tos irritativa y obstrucción nasal sobre todo en los niños por una adenoiditis. Cuando los
virus gripales son los responsables del cuadro, pueden predominar las manifestaciones
generales. Generalmente no hay aumento de los ganglios linfáticos -adenopatías- excepto
en las infecciones producidas por adenovirus. A la exploración se observa una garganta roja
-por congestión de las amígdalas, pilares y velo del paladar, pared posterior- que a veces
presenta algo de exudado fibrinoso. En sangre la tasa de leucocitos es normal o baja con
predominio de linfocitos.
Amigdalitis blancas o eritematopultáceas.
Presentan una mayor incidencia en otoño e invierno siendo muy frecuentes en la segunda
infancia y en los adultos jóvenes, favorecidas por cambios bruscos de tiempo o situaciones
de estrés o fatiga. Moderadamente contagiosas, suelen ser causadas por bacterias. La más
importante es el Streptococcus pyogenes o Streptococo betahemolítico del grupo A,
responsable del 20-30% de las faringitis agudas, germen que con frecuencia forma parte de
la flora faríngea habitual de las personas sanas -portadores-. Otras bacterias son los
Streptococos betahemolíticos de los grupos C y G -6%-, Arcanobacterium haemolyticum, y
el infrecuente Corynebacterium diphteriae, causante de la difteria. Ocasionalmente pueden
deberse a la acción de algunos virus como el Virus de Epstein Barr, causante de la
mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso. El periodo de incubación es de varias
horas hasta tres días con astenia, falta de apetito y dolor de cabeza. El dolor de garganta uni
o bilateral suele aparecer bruscamente, aumenta al tragar y se acompaña de mal aliento, voz
gangosa, dolor reflejo de oído, inflamación bilateral de los ganglios subangulomandibulares
y con frecuencia también de los cervicales. La fiebre alcanza los 38-40º con afectación
importante del estado general. En los niños puede acompañarse de dolor abdominal y a
veces náuseas, vómitos e incluso diarrea. A la exploración las amígdalas están agrandadas y
muy rojas, presentando múltiples placas pequeñas de exudado blanquecino en las criptas
fácilmente desprendibles con la torunda, que a veces confluyen constituyendo
pseudomembranas. Puede haber ulceraciones, edema del paladar blando y de la úvula,
afectación del resto de la faringe, y una característica erupción petequial –enantema- en la
cara anterior del velo del paladar. En sangre existe un aumento de los leucocitos con
desviación a la izquierda, aumento de la VSG y de la proteína C reactiva. Si no se producen
complicaciones locales, tras 4-6 días el cuadro comienza a resolverse.
Otras. La amigdalitis pseudomembranosa es producida por otras bacterias distintas del
Streptococcus pyogenes. Se caracteriza por la presencia de pseudomembranas de exudado
serofibrinosos de color gris blanquecino que pueden recubrir la amígdala, paladar blando y
úvula, pero que se desprenden fácilmente sin dejar la mucosa sangrante. Pese al aspecto de
la garganta, el paciente suele referir escasas molestias. La amigdalitis ulcerosa se produce
por una infección crónica en una cripta amigdalina que acaba necrosando el tejido que la
rodea. Existe dolor intenso unilateral que puede irradiar al oído, con escasa afectación
general. La amígdala agrandada presenta un punto que luego se ulcera y rellena de exudado
grisáceo. Suele evolucionar favorablemente en una semana.
En un estudio publicado en 1997 en la revista “Enfermedades Infecciosas y Microbiología
Clínica” las faringitis (amigdalitis incluidas) constituyeron la primera causa de infección
respiratoria en atención primaria con un 33,7%, seguidas de los catarros 31% y las
bronquitis 18%. El tratamiento antibiótico de las faringitis bacterianas tiene como objetivo
reducir el curso clínico, limitar el contagio, evitar complicaciones supurativas y no
supurativas, prevenir la fiebre reumática y erradicar el Streptococcus pyogenes de la
faringe. Si consideramos prioritaria la prevención de la fiebre reumática, el antibiótico de
elección por su eficacia sigue siendo la penicilina y la duración del tratamiento de 10 días
para lograr su erradicación (positiva en más del 90%). En el adulto, la prevención de la
fiebre reumática tiene menor importancia (a no ser que la haya padecido previamente)
convirtiéndose en objetivo primordial la prevención del contagio, lo que depende
fundamentalmente de la adecuada duración del tratamiento que, por cierto, rara vez se
cumple. En el estudio citado, el porcentaje de faringitis tratadas con antibiótico fué del
88,3%, cifra muy superior al de faringoamigdalitis estreptocócicas previstas (su frecuencia
presenta una relación inversa con la edad: en niños entre 5 y 14 años en los periodos
invernales alcanza hasta el 51,9%; en los adultos el 5-23%). La penicilina sólo se prescribió
en el 6,9% de los casos; más de un tercio recibieron amoxicilina, también adecuado por la
diversidad de formas posológicas; un 15,8% macrólidos (pudiendo estar relacionado con
alergias a la penicilina y con el posible papel de otras bacterias como Mycoplasma y
Chlamydia); el resto de casi el 40 % fueron tratadas con antibióticos de más amplio
espectro –amoxicilina más clavulánico, cefalosporinas- cuyo uso no está justificado en las
faringitis.
La homeopatía por su excelente tolerancia, ausencia de contraindicaciones y eficacia en
estas afecciones puede constituir una excelente arma terapéutica y contribuir a reducir el
consumo innecesario de antibióticos. Los medicamentos homeopáticos habitualmente
utilizados en el tratamiento de las anginas son Belladonna, Apis, Phytolacca, Mercurius,
Lachesis, Kalium bichromicum, Arum triphyllum, Calcium iodatum... Estas sustancias
administradas a dosis ponderales producen entre otras manifestaciones: congestión e
inflamación de la mucosa orofaríngea, dolor de garganta que puede irradiar al oído, úlceras,
adenopatías cervicales, fiebre, lengua saburral, hipertrofia amigdalar… Diluidas y
dinamizadas son utilizadas en homeopatía para tratar con precisión los mismos síntomas y
signos que producen a dosis ponderales, sin causar efectos secundarios.
TRATAMIENTO HOMEOPÁTICO PRAXIS
BELLADONAPRAX, ARNICAPRAX, LINFOPRAX, INMUPRAX.
BELLADONAPRAX: Belladona, Apis, Phytolacca, Hepar sulphur, Kalium
Bichromicum, Mercurius corrosivus, Calcium iodatum.
CARACTERÍSTICAS SINTOMÁTICAS DE LOS COMPONENTES EN AMIGDALITIS
Belladona es un remedio propio de estados febriles e inflamaciones con congestión local.
Tiene un efecto descongestivo, antiinflamatorio, analgésico y antipirético.
Apis, edemas inflamatorios o alérgicos de mucosas, con dolores punzantes, urentes, que
mejoran con el frío, acompañados a veces de fiebre. Efecto calmante fundamentalmente
antiedematoso y antiinflamatorio, también calma el dolor y baja la fiebre.
Phytolacca, Faringitis, a veces acompañada de un cuadro pseudogripal con dolores
musculares generalizados, y amigdalitis a veces con puntos blancos confluentes.
Antiinflamatorio y analgésico.
Hepar sulphur, Inflamaciones con marcada tendencia a supurar de las mucosas ORL,
respiratoria, y conjuntival, y del tejido linfático (amígdalas, ganglios linfáticos). Efecto
antiexudativo y antiinflamatorio.
Kalium bichromicum, Exudación de mucosas (rinitis y sinusitis) con producción de un
moco espeso que puede irritar la faringe, y en anginas ulcerosas, con úlceras en
sacabocados.
Calcium iodatum, Amigdalitis crónica infantil.
INDICACIONES: Alivio sintomático de procesos inflamatorios-infecciosos localizados en
orofaringe, oído medio o conjuntiva: Amigdalitis, faringitis, faringoamigdalitis,
rinofaringitis. Otitis media. Conjuntivis.
ARNICAPRAX: Bellis perennis, Echinacea purpurea, Echinacea
angustifolia, Hypericum perforatum, Arnica montana, Calendula officinalis,
Hamamelis virginiana, Archillea millefolium, Belladonna, Aconitum,
Mercurius solubilis, Hepar sulphur, Chamomilla vulgaris, Symphytum
officinale.
CARACTERÍSTICAS SINTOMÁTICAS DE LOS COMPONENTES EN AMIGDALITIS
Arnica: Efecto analgésico, hemostático y antiinflamatorio.
Calendula: Efecto antiinflamatorio, antiálgico y antiséptico.
Hamamelis: Acción preferente sobre las paredes venosas inflamadas y/o dolor, con efecto
Analgésico y antiinflamatorio.
Millefolium: Efecto hemostático.
Bellis perennis: Facilita la reabsorción de edemas.
Echinacea angustifolia: Estados infecciosos. Estimula las defensas del mesénquima
(Fagocitosis). Efecto antiinflamatorio con inhibición de las hialuronidasas.
Echinacea purpurea: Procesos inflamatorios e infecciosos.
Hypericum: Neuralgia; Efecto analgésico.
Belladona: Reacción inflamatoria localizada con congestión e hiperestesia. Primer remedio
de fiebre (súbita, elevada, con facie roja, caliente y húmeda) y de enfermedades agudas).
Aconitum: Neuralgias; Efecto analgésico y hemostático.
Mercurius solubilis.: Efecto antiexudativo.
Hepar sulphur: Remedio específico de inflamaciones con edema y tendencia a la
supuración, sobre todo en piel y glándulas linfáticas. Hiperestesia dolorosa, intolerancia al
menor roce en la zona inflamada. Efecto antiexudativo y antiinflamatorio.
Chamomilla: Inflamación, hipersensibilidad al dolor; Efecto analgésico y antiinflamatorio.
Symphytum: Dolor.
INDICACIONES: Facilita la activación de los mecanismos propios del organismo de
autorrecuperación y reequilibrio en caso de dolor por traumatismo o por otras afecciones
que cursen con edema e inflamación.
LINFOPRAX: Calcium iodatum, Natrum sulphuricum, Myosotis arvensis,
Pinus silvestris, Juglans regia, Barium chloratum, Scrophularia nodosa,
Equisetum hiemale, Calcium phosphoricum, Levotiroxin
CARACTERÍSTICAS SINTOMÁTICAS DE LOS COMPONENTES EN AMIGDALITIS
Calcium iodatum: Hipertrofia ganglionar y glandular, inflamación de amígdalas con
adenitis induradas e indoloras en niños y adolescentes delgados, hperactivos, con gran
apetito y a veces hipertiroideso.
Natrum suplphuricum; Trastornos del metabolismo del agua con enlentecimiento de la
circulación linfática, infiltración acuosa de la piel, del tejido conjuntivo y de lso tejidos
fibrosos. Secreciones mucosas respiratorias espesas.
Myosotis arvensis; Bronquitis crónica. Tos con expectoración profusa mucopurulenta y
vómitos durante la tos que empeora mientras o después de comer.
Pinus silvestres; Inflamación de las vías respiratorias.
Juglans regia: Inflamación de ganglios linfáticos.
Barium chloratum: Hipertrofia ganglionar general. Hipertrofia de glándulas salivares,
tumefactas y doloras. Inflamación de amígdalas. Inflamación crónica de mucosas
respiratorias.
Scrophularia nodosa: Hipertrofia e induración de glándulas y ganglios, poco o nada
dolorosa.
Equisetum hiemale. Inflamación de las mucosas.
Calcium phosphoricum: Remedio constitucional del linfatismo. Hipertrofia crónica de
amígdalas, adenopatías crónicas dolorosas e infecciones de repetición en la esfera ORL.
Levotiroxin: Activador metabólico y de los sistemas enzimáticos oxidativos y de transporte
electrónico celular.
INDICACIONES: Los bloqueos linfáticos se pueden presentar y manifestar de formas muy
diversas como: edemas o hinchazones tras traumatismos o intervenciones quirúrgicas;
aumento de tamaño de ganglios linfáticos, amígdalas o vegetaciones; tendencia a sufrir
infecciones o catarros de repetición. Dada su naturaleza homeopática LINFOPRAX facilita
la activación de los mecanismos propios del organismo de autorrecuperación y reequilibrio
en caso del bloqueo linfático.
INMUPRAX: Allium sativum, Arsenicum Album, Echinacea angustifolia,
Magnesium Chloratum, Natrum Muriaticum, Sulphur Iodatum, Thuya,
Zincum metallicum
CARACTERÍSTICAS SINTOMÁTICAS DE LOS COMPONENTES EN AMIGDALITIS
Allium sativum: Fortalece el sistema inmune.
Arsenicum Album: Fiebre.
Echinacea: Potenciación de las defensas.
Magnesium Clhoratum: Acción antivírica.
Natrum Muriaticum: Regula el equilibrio de los fluídos corporales.
Sulphur Iodatum: Favorece catalíticamente la actividad celular, descongestiona y
desinflama las vías respiratorias.
Thuya: tratamiento de fondo en enfermedades crónicasdonde el sistema inmunitario está
alterado.
Zincum metallicum: Sistemas enzimáticos en relación con agotamiento nervioso y su
repercusión sobre el sistema autoinmune. Magnesio cloras: Estimulación del sistema
defensivo.
INDICACIONES: Potenciador del sistema inmunológico. Terapia de apoyo en la
potenciación y regulación del sistema retículo endotelial. Desarrollo de defensas específicas
e inespecíficas. Procesos catarrales de repetición.