Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Cuarta Época No.9 diálogo Guatemala, 29 de mayo de 2015 ¿Qué hacer ante la crisis? análisis y propuestas Foto: Luis Alejandro de León Soto 2 La crisis política y los desafíos del país ©Flacso - Guatemala mayo 2015 L a crisis política por la cual a traviesa el país, derivada de la denuncia pública de los casos de La Línea y del IGSS-PISA por parte de la CICIG, no solo puso al descubierto la forma de operar de las redes de corrupción que giran en torno a los negocios públicos, sino también colocó de nuevo en discusión las grandes falencias de nuestro sistema político que, lejos de representar positivamente la imagen de unidad nacional a través del funcionamiento de las instituciones públicas, evidenció la manifestación de intereses privados sobre los públicos. Las salidas no son nuevas, desde los Acuerdos de Paz, vienen proponiéndose iniciativas para fortalecer el Estado y el sistema democrático. Una de estas iniciativas es la reforma a Ley Electoral y de Partidos Políticos que tratan de corregir, entre otras cosas, que las agrupaciones políticas en lugar de constituirse como vehículos de intereses sectoriales, se constituyan como espacios de representación ciudadana. Así también, se han propuesto cambios para ser aplicados al marco legar que rige el servicio civil, los mecanismos de transparencia, etcétera. Sobre estos temas, el diálogo que ahora presentamos plantea tres posiciones/posturas individuales, que forman parte de una discusión interna de FLACSO-Guatemala. La primera de Luis Mack, quien hace el recorrido de las propuestas de reforma política y la importancia de redefinir qué son los partidos políticos en Guatemala. Luego, Ricardo Sáenz de Tejada expone una estructura de cómo las movilizaciones sociales que vienen presentándose tienen, cada una, con- notaciones específicas sobre la base de cómo aparecen en la coyuntura. Más allá de los casos hoy expuestos por la CICIG, que provocaron el repudio de las clases medias, ya venían dándose expresiones de inconformidad social, principalmente en el interior de la república, por la instalación de empresas extractivas, entre otras. Por último, Edgar Balsells hace un análisis de la coyuntura actual, la cual, asegura, no debe invisibilizar el hecho de que hay una urgente necesidad de reformar la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), sobre todo, profundizar en el tema aduanero. De igual forma y dada la importancia del tema tributario, propone la creación de un Observatorio de la Política Fiscal, que pueda ser integrado de forma amplia como parte de una estrategia de fortalecimiento del Estado y para el cumplimiento de sus funciones definidas en la Constitución Política de la República. Dr. Virgilio Reyes Director La discusión sobre la reforma electoral y de partidos políticos L F M L uis ernando ack as movilizaciones y protestas ocurrieron como un rayo de luz en plena oscuridad, en un país en donde, como dicen los escépticos, “no pasa nada”: la sociedad se acostumbra, las fuerzas y actores políticos se acomodan, y la sociedad olvida en medio de una avalancha de malas noticias. Aunque hay una leve posibilidad de que los escépticos tengan razón, prefiero pensar que aun de manera incipiente y caótica, esta protesta es el inicio de algo más; el comienzo de un movimiento social que llevaría en un tiempo determinado a una situación cualitativamente diferente a la que actualmente vivimos, marcando dramáticamente un antes y un después, nuestra propia primavera democrática materializada en un movimiento similar al que ocurre en muchas partes del mundo: los indignados de Guatemala. Un punto a favor de este optimismo es que, a pesar de que la conciencia ciudadana sobre la crisis es variada y muy dispersa, hay una demanda central en la que muchos coinciden: la exigencia de nuevas reglas electorales que favorezcan la democratización de uno de los actores que se ha identificado como parte integral de la problemática y la decadencia institucional: los partidos políticos. La cercanía con el proceso electoral y la amenaza de que alguno de los partidos altamente cuestionados, que puntean en las encuestas, sea el ganador, impulsan a muchos ciudadanos a Foto: Luis Alejandro de León Soto las calles, pues se percibe que de continuar el cronograma electoral vigente, los próximos cuatro años serán un poco más de lo mismo. Sin embargo, las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos tienen una larga historia, que comienza desde la firma de los acuerdos de paz, por lo que a la fecha, tenemos casi dos décadas de discusiones y propuestas sobre los aspectos medulares que debe contener dicha reforma electoral. A continuación, un breve resumen del largo recorrido que nos ha llevado a la actual propuesta de reforma electoral que se encuentra en el Congreso de la República y que está a un paso de ser aprobado, ello nos servirá para valorar los avances, estancamientos y desafíos que nos quedan pendientes para alcanzar mejores reglas electorales y de partidos políticos. Democratizando la democracia La historia de los más de veinte años de discusión sobre la reforma electoral se puede sintetizar en la ausencia de un claro planteamiento en torno a qué resultados sociales pretenden impulsar en su conjunto, ya que la mayoría de las propuestas carecen de una visión integral, más bien tienen como objetivo resolver problemas puntuales que afectan a determinado grupo o sector, lo que frecuentemente produce planteamientos contradictorios, limitados o superficiales, tal como lo demuestra la historia de las reformas electorales aprobadas desde el 2004. Por tanto, el gran vicio de las reformas electorales es que han puesto a competir a los 1 Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, 1996, Sección III, Arts. 1 al 21. en la iniciativa 4783. A continuación, un breve resumen de sus novedades: Se incluye un tema postergado en todos los procesos de reforma como es el voto en el extranjero, aunque tal inclusión obligará a realizar cambios importantes a posteriori para viabilizar su puesta en marcha. Se regula el cambio de residencia para evitar la posibilidad de una variedad de lo que la literatura llama “Gerrymanderismo”, o la manipulación deliberada de las condiciones y los distritos electorales para favorecer el triunfo artificial de un candidato político determinado. Se fortalecen las medidas disciplinarias con las que cuenta el TSE para controlar a los partidos políticos, aunque dichas medidas siempre serán objeto de negociación política. Se regula de mejor manera la propaganda electoral y el control al Financiamiento Partidario, de manera que haya equidad política en el proceso electoral. Un aspecto clave de esta reforma es la forma operativa en que se implementará, ya que la experiencia internacional demuestra que estos son aspectos clave muy difíciles de controlar. Se avanza en fortalecer la institucionalidad partidaria, aunque la propuesta de reforma dejó fuera elementos clave como la prohibición de postular candidatos en lugares donde el partido no tiene organización partidaria, la posibilidad de crear partidos distritales y la creación de un financiamiento preelectoral para la formación y el incentivo de la vida partidaria. Se avanza en el tema de inclusión de las mujeres y los pueblos indígenas en la conformación de listados, al aprobarse el tema de cuotas obligatorias (30-70). Esta medida, sin embargo, es adversada por las organizaciones de mujeres, que luchaban por la paridad (50-50). Otros cambios incluidos, como la regulación del número de diputados, la modificación de las condiciones que favorezca la inscripción de comités cívicos y los cambios a la forma en que se asigna la presidencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se pueden considerar como “menores” en el afán de lograr la democratización del sistema. En general, buena parte de las medidas y reformas propuestas avanzan muy poco en el empoderamiento ciudadano, la capacitación cívica y la posibilidad de promover medidas reales de auditoria social que favorezcan la rendición de cuentas electoral; es decir, el ejercicio del sufragio como castigo a los malos candidatos y formulas políticas. Para ello es indispensable combatir el vicio más gran- 3 ©Flacso - Guatemala mayo 2015 actores de la sociedad civil en una frenética carrera por alcanzar el favor de los diputados y partidos con representación parlamentaria, de manera que algunas propuestas avanzan, mientras que otras son automáticamente vetadas por los operadores políticos. Esto fue muy evidente en lo que entonces se llamó las reformas de Primera y Segunda Generación (el decreto 10-2004 y el decreto 35-2006), las cuales respondían al proceso impulsado por el Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, firmado en Estocolmo, Suecia, el 7 de diciembre de 1996, el cual establecía la ruta inicial de las reformas al sistema electoral.1 Para el efecto, se formó en 1997 la Comisión de Reforma Electoral, integrada por los partidos políticos representados en el Congreso de la República y el Tribunal Supremo Electoral, que la presidía. Dicha Comisión elaboró el informe titulado: Guatemala, Paz y Democracia, que culminó con una iniciativa de ley que contemplaba las reformas consensuadas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos en 1998. Entre los temas consensuados estaban algunos que se siguen discutiendo en la actualidad, tales como: El fortalecimiento institucional del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y del Registro de Ciudadanos. Que ahora se agregaría a la necesidad de la coordinación interinstitucional con el Registro Nacional de las Personas (RENAP). Mejoras sustantivas del Proceso Electoral; tales como el perfeccionamiento de los procesos de empadronamiento, la desconcentración de las mesas de votación, el establecimiento de normas de transparencia y publicidad de los procesos de elección de candidatos y del financiamiento partidario, así como la promoción de campañas de divulgación para la construcción de ciudadanía; Uno de los grandes vacíos fue el tema del fortalecimiento de los partidos políticos y el incentivo para promover la vida partidaria, como una forma de democratizar los procesos de designación de candidatos. Conceptualmente, se excluyeron aspectos medulares como la necesidad de repensar el funcionamiento del Sistema Político en su conjunto, a manera de introducir temas no considerados por la Ley Electoral, como la regulación de la reelección de diputados y alcaldes, el rediseño de las circunscripciones electorales y la posibilidad de introducir circuitos uninominales, las elecciones no concurrentes para favorecer gobiernos divididos, así como el tratamiento del voto nulo deliberado como un tipo de voto válido para obligar a repetir procesos electorales, entre otros temas clave. En general, buena parte de las reformas se han centrado en modificar las reglas específicas del proceso electoral, tal como lo demuestran las últimas reformas contenidas Foto: Luis Alejandro de León Soto de de los procesos electorales desde 1985 a la fecha: que la iniciativa 4783 apenas contempla la inexistencia de partidos políticos reales. ¿Qué consecuencia tiene la inexistencia de los partidos políticos? Para principiar, la imposibilidad de la rendición de cuentas ciudadana, ya que los partidos en la práctica se comportan como redes clientelares, de interés y compadrazgo, que muy fácilmente se recomponen a través del transfuguismo, haciendo que el ciudadano se vea frustrado ante la imposibilidad de ejercer el voto como mecanismo de castigo a los malos comportamientos. El ejemplo más reciente al respecto es la debacle del Partido Patriota y el éxodo de algunas de sus figuras más conocidas, como el candidato oficialista Alejandro Sinibaldi: la inmoralidad del candidato es que hizo campaña anticipada aprovechando su puesto en el Gobierno y sus cuantiosos recursos a su alcance, pero en el momento en el que le convino, abandonó las filas del partido, dejando a la organización partidaria el pago del costo de su ambición. Luego de su renuncia, el Partido Oficial pagó una millonaria multa por campaña anticipada. Por otra parte, el gran defecto de todas las reformas es que no promueven ni favorecen el control ciudadano al político, con nombre y apellido, que obligue a cada representante en el Congreso o funcionario Público a comprobar su trayectoria, sus logros y al cumplimiento de sus promesas electorales como un requisito indispensable para su reelección. ©Flacso - Guatemala mayo 2015 4 ¿Qué rendición de cuentas efectiva existe si las sanciones se dirigen a la organización partidaria y no al candidato? Aunque este aspecto es clave, porque la propuesta de regulación al financiamiento electoral propone prohibir el financiamiento que se recibiría por la vía la estructura partidaria, ¿cómo se controlarían los financiamientos directos al candidato y las campañas anticipadas encubiertas, disfrazadas de fundaciones ciudadanas o campañas cívicoelectorales?, ¿cómo se castigaría efectivamente el transfuguismo? La inexistencia de partidos también afecta la vida partidaria, ya que las reglas vigentes favorecen el dominio por parte de redes familiares y de amigos, comandados por el gran caudillo o dueño del partido, haciendo prácticamente imposible el control ciudadano La hora de la propuesta R S L icardo áenz de de los procesos de elección interna. En ese contexto, promover medidas de inclusión como las cuotas o la paridad sería insuficiente, porque tal proceso seguirá siendo designado por la cúpula partidaria, sin posibilidad real de alterar las prácticas viciadas y corruptas que prevalecen en la vida partidaria. En síntesis, la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (que está lista para aprobarse en el Congreso de la República y que contiene algunos avances y virtudes), sigue siendo un paliativo para un modelo que ya demostró ser caduco. En las actuales circunstancias, sin embargo, el pragmatismo político debería prevalecer, ya que como han dicho diversas voces autorizadas: “lo peor que podría pasar en estos momentos es que no pase nada”. Aprovechar la coyuntura para avanzar en la democratización de la democracia es una medida sana, pero con la condición de que se sepa que éste es apenas un primer paso de una larga lista de temas pendientes a discutir; incluso, que tal discusión pasa por otros problemas que no se resuelven solo con una reforma electoral. Generar la conciencia ciudadana de que debemos impulsar un proceso permanente de diálogo y de cambios graduales que favorezcan abordar la complejidad de los problemas que nos aquejan es, por tanto, un requisito indispensable para orientar las movilizaciones de la protesta #RenunciaYa hacia un movimiento que transforme efectivamente el sistema político guatemalteco: ¡El futuro está en nuestras manos! Tejada1 a denuncia pública y la persecución penal de una estructura criminal que tomó control de las aduanas, desencadenó un ciclo de protesta inédito en la historia reciente del país. Hasta antes de abril y mayo de 2015, la protesta social estuvo protagonizada principalmente por tres sujetos sociales: a) El movimiento campesino formado por organizaciones y grupos que desde distintas partes del país han demandado la solución a la problemática agraria; b) un heterogéneo movimiento comunitario que, en diversas localidades, se ha opuesto a los proyectos neoextractivistas y megaproyectos, y c) un movimiento sindical, principalmente de trabajadores públicos –salubristas y maestros– que han centrado sus demandas en mejorar las condiciones laborales de sus agremiados. Estos tres sujetos sociales se han enfrentado al Estado en la última década con estrategias y resultados distintos. Así, aunque el movimiento campesino no ha logrado la aprobación de la ley de desarrollo rural integral, sí pudo, en tiempos recientes, obligar al Congreso de la República a derogar la llamada “ley Monsanto” y al ejecutivo a abrir decenas de mesas de diálogo y a implementar políticas de contención y solución parcial de las demandas de la población rural. En cuanto al movimiento comunitario de defensa del territorio –aunque cuenta con poca articulación nacional– en las localidades en conflicto ha obligado a posponer y en algunas casos detener este tipo de inversiones. La respuesta estatal en el caso de la protesta comunitaria ha estado condicionada por la presión que los grupos empresariales globalizados nacionales y las empresas transnacionales hacen 1 Antropólogo y politólogo. Profesor e investigador titular de la Escuela de Historia, USAC. Foto: Luis Alejandro de León Soto sobre el Gobierno y se ha caracterizado por la represión, la criminalización y el procesamiento penal contra sus líderes. Sin embargo, en muchas localidades se han fortalecido movimientos emancipadores y, en ciertas regiones como el norte de Huehuetenango, se han generado formas de autogobierno (por ejemplo el gobierno plurinacional) que, articulando estructuras tradicionales e incluso estatales, interpelan la manera en que se ha organizado el poder. Finalmente, los sindicatos públicos, particularmente los más grandes, salubristas y maestros, han tendido a orientar sus esfuerzos a pactos colectivos favorables a sus agremiados y, a cambio de esto, han aceptado convertirse en una suerte de base social de los gobiernos de turno. A diferencia de los movimientos antes señalados, las protestas de abril y mayo han estado integradas principalmente por personas provenientes de las capas medias urbanas. Al igual que otras movilizaciones del siglo XXI en otras partes del mundo, estas movilizaciones se han caracterizado por la ausencia de un liderazgo centralizado, la autoconvocatoria, el uso de medios pacíficos, la utiliza- ción de las redes sociales y el surgimiento de diversas consignas que abarcan desde la lucha genérica contra la corrupción, hasta la exigencia de la renuncia de los gobernantes, pasando por una crítica radical a la forma tradicional de hacer política. A diferencia de los movimientos descritos al principio, que responden en el caso campesino y comunitario a agravios y demandas concretas, las protestas de las clases medias se expresan en un sentido de indignación y hartazgo frente a la corrupción de las elites políticas, y el malestar con la forma en que se ejerce el poder. Respecto de la corrupción, debe considerarse que son justamente las clases medias que protestan las que constituyen la principal base tributaria. De hecho, la reforma del Impuesto Sobre la Renta (ISR), aprobada al inicio del gobierno de Pérez Molina se focalizó en estos contribuyentes, que pagan comparativamente más y son menos beneficiados por los servicios públicos: sus hijos generalmente reciben educación privada; rara vez recurren a los servicios de salud pública; y, el fracaso de las políticas de seguridad han conducido a la segregación territorial y a la proliferación de zonas cerradas con 2 Estas sospechas se confirmaron en las semanas siguientes al “escándalo de la línea”, con el caso de corrupción que involucra a las más altas autoridades del IGSS. Otra ruta de acción sería mantener e intensificar la protesta para lograr la renuncia del Presidente y forzar un gobierno de transición que, eventualmente incluso, posponga las elecciones. Este escenario es improbable en las condiciones actuales, ya que significaría el rompimiento del orden constitucional, y los diputados al Congreso, las cortes y la mayoría de los partidos, difícilmente aceptaría esta solución, que se definiría por la fuerza de la calle, con un movimiento dividido, pues no todos los que se han movilizado aceptarían esta vía. La tercer ruta de acción que se vislumbra, y que no contradice necesariamente las mencionadas antes, es la de mantener la protesta con una propuesta concreta. Y esta puede ser, la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para 2016. Desde antes del inicio de la crisis, varios líderes políticos han planteado la necesidad de una ANC. Alfonso Portillo, Sandra Torres, Alejandro Sinibaldi y recientemente Manuel Baldizón manifestaron su interés por impulsar estas iniciativas. Cada uno con una agenda distinta que no necesariamente responde a los intereses de la mayoría de la población. La necesidad de una reforma profunda de la Constitución es un tema ampliamente compartido, sin embargo, el contenido de esta eventual reforma es distinta. En cualquier caso, una ANC conducida por las elites políticas actuales, no sólo no solucionará los problemas del país, sino los agravaría, por lo ¿Qué Hacer?: primero, las grandes orientaciones de las nuevas reformas A bogamos primeramente por una visión incluyente de las reformas. Y es que debemos admitir que el proceso de construcción de ciudadanía es aún deficiente cuando se hace un recorrido por los territorios y el ámbito local, y este fenómeno se refiere precisamente a la escasa voz que tienen múltiples sectores de la sociedad, lo que no permite la diseminación de criterios más universalizados de democracia y transparencia, y que, ante tal fragilidad, promueve el aprovechamiento oportunista de la clase política. Dicha clase política se caracteriza en el momento actual por su alto grado de conser- vadurismo, su mediocridad y el oportunismo en su accionar, sacrificando los intereses generales por sus intereses de grupo, y hasta como gremio. Ello se comprueba en el momento actual cuando el Congreso ha dejado de ser la caja de resonancia de los clamores de la sociedad civil. La solución a esta falencia es la de anteponer contrapesos de poder y de control, incluyendo el tema de las sanciones pecuniarias y legales. FLACSO-Guatemala hace un llamado de unidad dentro de la sociedad civil y al fortalecimiento de diversas instancias que, sin protagonismo y con preocupación por los que el problema radica en la legislación electoral. El problema así, se plantea en términos de: ¿Con qué reglas cambiamos las reglas? Y, en este escenario, las protestas pueden, articulando a los distintos actores, además de mantener la exigencia de la renuncia del presidente,3 promover una reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos que, como mínimo incluya: a) la prohibición del financiamiento privado de los partidos políticos y las campañas electorales; b) el acceso igualitario de los partidos políticos a los medios de comunicación mediante espacios contratados exclusivamente por el Tribunal Supremo Electoral (TSE); c) la prohibición de la reelección inmediata de diputados y alcaldes y, d) el fortalecimiento de la capacidad sancionatoria del TSE. Con estos y otros cambios es posible que la actual legislatura pueda establecer la convocatoria a una ANC en 2016 en la que se exprese una nueva mayoría política integrada por las clases medias indignadas, la población rural excluida y los pueblos indígenas que, a través del ejercicio de la deliberación democrática y pública, construyan un nuevo pacto social por la Guatemala del siglo XXI. 3 Al momento de cerrar este diálogo, y a raíz del caso IGSS, la figura presidencial se muestra debilitada, desprestigiada y aislada, por lo que se considera que, si no renuncia en las próximas semanas, concluirá su mandato ejerciendo el gobierno de manera formal, y su dirección real estará en manos del vicepresidente o de otros actores. asuntos del interés colectivo, puedan aglutinar y afrontar con legitimidad y responsabilidad los desafíos de la coyuntura política en sus respectivos horizontes de tiempo, a corto, mediano y largo plazo. La cruzada anticorrupción debe ser el eje fundamental de la agenda de trabajo. Y la misma se refiere a hacer efectivos los controles y los procesos de evaluación de los funcionarios públicos y delimitar claramente las fronteras entre los asuntos del interés público y del privado. Estamos claros que el problema central del país no es sólo de normas sino de la abogacía por la implementación de criterios éticos y morales que se asienten en las organizaciones públicas y en el seno de las corporaciones privadas que ofrecen bienes y servicios al Estado. Ello tiene que ver, por supuesto, con la elevación de la moral del contribuyente y la persecución del delito de corrupción en todas sus manifestaciones. Dicha cruzada anticorrupción debe empezar por ponernos de acuerdo en el tema de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), con especial referencia a la refundación de la administración aduanera, acorde con el espíritu de la integración centroamericana, que es respetuosa de la soberanía en la aplicación de la ley, y especialmente en materia de los delitos aduaneros. En tal sentido, forzoso es, a este respecto, contar 5 ©Flacso - Guatemala mayo 2015 seguridad privada. En cuanto a la red vial, basta con intentar viajar de la ciudad capital a cualquier cabecera departamental, no digamos a la mayoría de municipios del país para constatar el colapso de la red carretera, pese a los miles de millones de quetzales que recibe el ministerio de comunicaciones. A esto se suman las imágenes del desabasto de los hospitales públicos y el colapso del IGSS, el fracaso en la reducción de la desnutrición, y, en general, el fracaso de lo público. Desde esta perspectiva, el agravio que hizo que se superara el umbral de tolerancia fue confirmar que desde la cúpula de gobierno se dirigía una red que saqueaba fondos públicos, la certeza de que este caso es la punta del iceberg y que en la mayoría de entidades públicas operan estructuras similares.2 La demanda de la renuncia de la Vicepresidenta, en una primera etapa, canalizó este malestar. Con la materialización de esta renuncia, y la microcrisis que se desató por la sucesión vicepresidencial, el movimiento tiene ante sí varias rutas posibles. Una, es disolverse en una serie de espacios técnico políticos que ya están en marcha y que han definido una agenda de acciones contra la corrupción y de reforma del Estado. Con el proceso electoral, sin presión ciudadana, estos cambios difícilmente se alcanzarían y tendrían que ser resueltos por el próximo gobierno. ©Flacso - Guatemala mayo 2015 6 con una legislación aduanera, uniforme con las legislaciones más avanzadas de la región. Varias propuestas han venido efectuándose en materia de la administración tributaria, por ello se hace un llamado a los principales centros de pensamiento, al Ministerio de Finanzas Públicas y a los entes más representativos de la sociedad, para la celebración de una mesa de discusión técnica, en la que se discuta todos los pormenores de la política fiscal guatemalteca. Incluso la Universidad Rafael Landívar menciona en reciente comunicado la necesidad de una renovada propuesta de reforma tributaria. En la problemática de la reforma del Estado y en las propias manifestaciones de la sociedad civil se habla, a menudo, del concurso diferenciado y las respuestas de contingentes humanos de las áreas urbanas más desarrolladas y de los movimientos sociales del campo. Ello ha permitido que desde el ámbito distrital, principalmente en el seno del Congreso de la República, se configure todo un sistema de toma de decisiones que causa severos desórdenes y alta corrupción en los procesos básicos de la acción estatal, entendida ésta como un proceso conjunto de planificación, programación, implementación de acciones y control de las actividades. Nuestra propuesta apunta a una pronta discusión de reformas urgentes en materia de los principios e instrumentos rectores y operativos del sistema de servicio civil del Estado guatemalteco, del sistema de adquisiciones y contrataciones y de las inversiones públicas, incluyendo aquí, por supuesto, el desarrollo urbano y el rural. Nuestra postura está acorde con la introducción de principios implementadores e instrumentos acordes con la nueva etapa “Post-Consenso de Washington”, que supere la altas falencias de todo tipo de las ideas y propuestas del Ajuste Estructural. En estos sistemas básicos, así como en otros que apuntalan el quehacer de la acción estatal, es preciso tener una correcta dimensión de que el desarrollo urbano y el rural, en el ámbito territorial, son dos caras de la misma moneda. Y es que se habla de dos Guatemalas y de una heterogeneidad estructural que incluso se hace evidente en la actual contienda electoral. Es preciso así, hacer ver que contamos con una institucionalidad conjunta sobre el desarrollo urbano y rural, y que el esfuerzo de la acción del Estado en materia de infraestructura e inversión social y de desarrollo debe incluir normativas y acciones específicas que refuercen la interacción y complementariedad entre lo urbano y lo rural. En tal sentido, cualquier reforma a leyes y posibles reformas a largo plazo de la Cons- poseen algunas entidades descentralizadas. El Estado guatemalteco ha pasado por tres fases sucesivas en estos aspectos: previo a la democracia se trató de un Estado burocrático-autoritario, muy propio de la visión de los gobiernos militares de la época y de la doctrina de la seguridad nacional, alimentada y sostenida gracias a la ayuda política y militar de los Estados Unidos de América. Luego se nos presentan las modernizaciones económicas del llamado “Ajuste Estructural” y del denominado “Consenso de Washington”, que en Guatemala provocaron todo un desorden de instituciones y del Estado paralelo, que surgió con los fondos sociales, los fideicomisos y el dispendio distrital y con poca planificación. Hoy en día, la nueva gobernabilidad democrática plantea instituciones flexibles y encaminadas por la planificación y buenos diagnósticos, en donde se maximice la atención a las grandes necesidades de la población, mediante un enfoque por resultados, del cual FLACSOGuatemala ha venido liderando acciones y proyectos a lo largo de toda la nación, conjuntamente con lo referente a la búsqueda de mayor calidad del gasto, que constituye uno de los pilares de la cruzada anticorrupción. El problema básico es que la nueva gobernabilidad democrática en Guatemala se ha dado en un contexto con altos niveles de violencia y de alta presencia de grupos de negocios que fortalecen actividades ilícitas, tales como el contrabando, el tráfico de drogas y otras no menos importantes, lo que ha venido afectando el buen gobierno en amplias regiones del país. Diversos estudios sobre corrupción muestran la alta correlación que existe entre este proceso y la proliferación de redes que irradian la economía ilícita que se ha extendido por el sur, Foto: Luis Alejandro de León Soto el noroccidente y el nororiente de Guatemala, como una metástasis que constituye monopolios dos que en el caso de ser violados implique con la diseminación privada de la violencia, incluso sanciones pecuniarias y penales a y afecta el clima de inversión y de confianza cualquier implicado, sin distingos de la posi- ciudadana. Se necesita, por consiguiente, de una acción social o de jerarquía dentro del aparato ción reforzada en materia de controles, legisestatal o del sector privado. En tal sentido, existen organismos espe- lación penal y fortalecimiento del Estado de cializados y proyectos de cooperación inter- Derecho, para enfrentar una transición hacia nacional que han trabajado en procesos de procedimientos más acordes en materia de reforma a la institucionalidad de los conse- servicio civil y demás normas urgentes que jos de desarrollo urbano y rural y la descen- cristalicen en resultados la cruzada anticotralización, así como de la ley de compras y rrupción. Por supuesto que todo lo anterior no es sucontrataciones y los procesos de adquisición de bienes y servicios, y no digamos en mate- ficiente. Tal y como ya lo afirmamos supra, ria de servicio civil, extendido éste para to- Guatemala requiere de grandes transformadas las instituciones del Estado, buscando la ciones que deberán comenzar ineluctableeliminación de privilegios que actualmente mente por reformas importantes a la actual titución Política de la República, debe tener presente los avances logrados en materia de municipalismo, distrito metropolitano y desarrollo urbano-rural en su conjunto, buscando la redefinición de roles en ministerios y unidades ejecutoras, pero al tenor de un proceso de desarrollo económico y social orientado de forma integral y buscando la transformación de los procesos sociales y la búsqueda de mayor igualdad, sin comprometer recursos ni duplicidad de funciones con la creación de costosos entes burocráticos. La reforma del Estado consiste, precisamente, en proveer de métodos estandariza- conflictos existentes, como en el plano de los grandes desafíos de la sociedad guatemalteca, que consisten en un relanzamiento de su economía real, en el combate a la pobreza y en la reducción de las desigualdades, a través de una correcta interacción entre políticas económicas y sociales. Compartimos finalmente el criterio de que cualquier reforma a la Constitución debe ser hecha contando en el seno de la Constituyente con los representativos de los grupos poblacionales que tanta falta hicieron en el segundo lustro de los años ochenta: las mujeres, la población maya y un correcto mapa ideológico, que incorpore las posiciones que hoy abogan por la toma de conciencia de los amplios riesgos sociales que existen hoy en día, comenzando por la vulnerabilidad al cambio climático y las amenazas de paz interna y hemisférica. Por último, hacemos un llamado a la constitución del Observatorio de la Política Fiscal, conformado por entes de la sociedad civil, y a la toma de impulsos hacia el fortalecimiento de la democracia social, que se refiere a la plena vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales. En la problemática de la reforma del Estado, y en las propias manifestaciones de la sociedad civil, se habla a menudo del concurso diferenciado y las respuestas de contingentes humanos de las áreas urbanas más desarrolladas y de los movimientos sociales del campo. Ello ha permitido que desde el ámbito distrital, principalmente en el seno del Congreso de la República, se configure todo un sistema de toma de decisiones que causa severos desórdenes en los procesos básicos de la acción estatal, entendida ésta como un proceso conjunto de planificación, programación, implementación de acciones y control de las actividades. El llamado a la democracia social consiste en la discusión de puntos mínimos de convivencia ciudadana en el marco de la sociedad del riesgo, de la globalización y del imperio de grandes corporaciones, que en casos como los recientes del IGSS, Aeronáutica Civil y compras irregulares de los ministerios de Salud y Agricultura, consideramos es importante conformar un amplio frente ciudadano, que abogue por la gran auditoría social de la política fiscal, para luego redirigirla a los marcos locales de discusión y de focalización territorial. FLACSO EN LA ACADEMIA Conversatorio con el Colectivo “Eva” Las maestras Walda Barrios-Klee y Ana Lucía Ramazzini, integrantes del Programa de Estudios de Género y Feminismos de FLACSO-Guatemala, sostuvieron un conversatorio con las integrantes del Colectivo Eva, “círculo de mujeres que buscan la consciencia propia a través de la lectura de otras mujeres y actividades de convivencia que promueven la reflexión”, compartiendo la experiencia de la lectura del libro de la Dra. Marcela Lagarde “Claves feministas para la negociación en el amor”. Curso Fortalecimiento del liderazgo de las mujeres del Altiplano El 3 de mayo, dio inicio el Curso Fortalecimiento del liderazgo de las mujeres del Altiplano, estuvieron presentes en la inauguración los doctores Virgilio Reyes y José Miranda, director y coordinador académico, respectivamente, de FLACSO, Sede Académica Guatemala. Intervinieron en la inauguración protocolaria el Dr. Dennis Rodas de la Universidad de Occidente, en cuyas instalaciones se está realizando el curso, así como representantes de REDMISAR y AMUTED. 7 ©Flacso - Guatemala mayo 2015 Constitución Política, pero bajo una nueva mentalidad, acorde con los nuevos tiempos y seguramente con nueva sangre generacional y de ideas, que evite la alta frustración proveniente de las reformas constitucionales de 1993-1994. Se trata de ideas que eliminen los instintos y hábitos del oportunismo político y del darwinismo social que priva en el sistema político, bajo el lema del “sálvese quien pueda”. El nuevo ordenamiento constitucional y de reformas diversas incluyendo reformas más profundas del Estado y la sociedad, debe partir desde los cimientos de la sociedad misma, dándole voz a los indignados y a los olvidados del país. Así, de la cruzada anticorrupción debe pasarse a la reforma política, que incluye un conjunto de normas y prácticas democráticas, también muy acordes con los nuevos tiempos, y en donde se incluye una verdadera descentralización, y un proceso de planificación real, que abogue por el abatimiento de la pobreza y de las desigualdades, siendo así vital una política económica y social acorde con los nuevos derroteros del desarrollo económico y social. Se trata entonces de políticas transformadoras, tanto en el plano de los innumerables ©Flacso - Guatemala mayo 2015 8 NOVEDADES EDITORIALES Con todo éxito culminó la participación de la Editorial de Ciencias Sociales de FLACSO Guatemala en la IV edición de LéaLA, la feria del libro en español de los Ángeles, California. En el marco de las actividades académicas de esta feria, el domingo 17 de mayo se llevó a cabo la presentación del libro “Eterna violencia: vida de las mujeres ladinas en Guatemala”, en la que se contó con la participación de la Dra. Cecilia Menjivar, autora de tan importante estudio, y del Lic. Hugo Leonel de León, coordinador editorial de FLACSO-Guatemala”. La publicación que nos ocupa convocó numerosa asistencia a la presentación, generándose entre el público y los presentadores un interesante debate sobre temas afines al tema principal del libro, entre los que destacan: el papel de la familia, el Estado y las iglesias en la institucionalización de la violencia en la vida de las mujeres ladinas y su comparación con el tipo de violencia que sufren las mujeres indígenas en el país. Q 380.00 Q 245.00 Q 120.00 Q 135.00 La Librería de Ciencias Sociales a un ¡CLICK! de USTED DESDE CUALQUIER LUGAR DEL MUNDO AHORA USTED PUEDE COM- PRAR NUESTRAS NOVEDADES Y MUCHAS DE LAS PUBLICACIONES CLÁSICAS. AGOTADAS EN SUS VERSIONES IMPRESAS. Registre su correo electrónico en nuestro portal web www.promociencia.com Después de llenar los formularios estará listo para realizar su primera compra en línea de forma sencilla, rápida y segura. Para más información, resolver dudas u otras consultas comuníquese al teléfono (502) 24147444 o al correo electrónico [email protected] Publicación bimestral de FLACSO-Guatemala Director: Dr. Virgilio Reyes Coordinador editorial: Lic. Hugo Leonel de León PBX (502) 2414 7444 - [email protected] - http:www.flacso.edu.gt Se autoriza su reproducción total o parcial siempre y cuando se cite la fuente.
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