donde habita parte de nuestra identidad

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w w w. e l s o l d e m a r g a r i t a . c o m . v e
Sábado
de agosto de 2015
Etapa III Nº 4
Sol
C U LT U R A L
LA ASUNCIÓN…
donde habita parte
de nuestra identidad
STEPHANY OLDAN
Solcultural
La Asunción
Fundador
IVÁN CARDOZO YÁNEZ †
Directora General
MARIELA CONTRAMAESTRE DE CARDOZO
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Directora Ejecutiva
Dany Fuentes González
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Coordinador
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sector Genovés. Edif. Sol de Margarita,
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SOL DE MARGARITA NO SE HACE
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Y COLABORADORES DE ESTE DIARIO.
...lo dijo
PEDRO RIVERO
LA ASUNCIÓN
Ciudad, noble ciudad, ciudad antigua.
Alzada aún como reloj de piedra.
Tu columna solar ciñe la yedra.
Y en tu cuadrante el tiempo se apacigua.
El dios del mito es hoy fiera estantigua.
Siega sus hijos y con sangre medra.
Su torbellino pávido desmedra.
Como Luzbel. Y el alma se santigua.
A tu sombra vetusta me retardo,
cual pretérito alción, en vuelo tardo.
Tu castillo será siempre futuro.
Tu soledad y tu silencio, oro.
Tu leyenda y tu paz, regio tesoro.
Y lo eterno, pátina de tu muro.
Las plegarias fluyen,
más oración que caletre religioso,
más hondura,
más procesión por dentro.
¡Oh! Virgen de La Asunción,
pasión del silencio.
Trasiéganos la fe.
Te ofrecemos la hoz para segar
las hierbas sin fortuna
y pan de leche por si hay antojo en el cielo.
Las campanas repican. Sube la tarde.
¿Es posible que la vehemencia de palabras y sigilos
se guarden en saco enamorado
y se haga la paz en Venezuela?
La Ciudad anochece.
Las ventanas se abren
y las serenatas pasan con fuegos de bolero
Cantar “Quisiera”
es pensar La Asunción en duermevela.
Pero la plaza no es la misma
cuando la diversión llega.
Música, danza y teatro;
la alegría.
Entonan las guarichas:
“Ayer salió la lancha Nueva Esparta”
La Asunción
no se muda.
Ha tatuado su nombre en la piel de la historia.
MAGALY SALAZAR SANABRIA
(2) SOL DE MARGARITA Porlamar, sábado 1 de agosto de 2015 / www.soldemargarita.com.ve
TANYA MILLAN
Foto de Portada: Stephany Oldan
Catedral Nuestra Señora de La Asunción
La Asunción
Sal de la presencia.
Tú que siempre nos asistes,
conviértete en la luz de lo eterno.
Verdura y flor.
“Música callada”
Guárdanos sin enojos,
llévanos a misa, a las retretas,
condúcenos al Castillo de Santa Rosa
para sentir a Luisa Cáceres
en el requiebro de los vientos
en el salitre alado de Guacuco,
en la ofrenda de su lealtad.
Queremos trepar entre los caracueyes y oréganos
para disfrutar la emancipación de Matasiete.
Desde esta voz las vocales se juntan
en unos escritos que ascienden al cielo.
Leemos: La Asunción.
Y entre las pausas de la ternura y la espina
se asoma la Ciudad Señora
con tacones altos de celebración.
Es un quince de agosto
Y se hace el pensar y el sentir.
Está tan cerca el cielo
que las flores, la gente y los fuegos
tienen polvo de estrellas.
ALMANAQUE
INSULAR
◗ El 2 de agosto de 1960
El Convento de San Francisco,
en La Asunción, fue declarado
Monumento Histórico Nacional según resolución que
corre inserta en la Gaceta
Oficial Nro. 26.320.
◗ El 6 de agosto de 1853
Muere en La Asunción el
General Francisco Esteban
Gómez.
◗ El 8 de agosto de 1817
Se libra el sangriento combate
de Juan Griego. Las aguas de
la laguna se tiñeron de rojo
por la sangre de los margariteños inmolados en ella. Desde
entonces esta laguna tomó
el nombre de Laguna de los
Mártires.
◗ El 10 de agosto de 1612
Escribe Don Bernardo de Vargas Machuca, en La Asunción,
el prólogo del polémico librito
“Defensa de las conquistas de
las Indias”, que es una refutación a la obra de Fray Bartolomé de las Casas “Brevísima
relación de la destrucción de
las Indias”.
◗ El 13 de agosto de 1990
Por decreto Nro. 71 del
Gobernador del estado Nueva
Esparta, Morel Rodríguez
Ávila, se declara la Cotorra
Margariteña como Ave Regional del estado Nueva Esparta.
◗ El 20 de agosto de 1739
Se incorporó Margarita al
Virreinato de Nueva Granada,
creado de nuevo en esta fecha.
◗ El 24 de agosto de 1804
Casó en La Asunción el General Juan Bautista Arismendi
con la señorita María del
Rosario Irala Narváez.
◗ El 29 de agosto de 1953
Por decreto de esta fecha se
dispuso que la Biblioteca y
Museo Nueva Cádiz funcionen en el antiguo edificio
del Cabildo de La Asunción.
donde habita parte
de nuestra identidad
E
ncontrarse en La Asunción es tropezar con la historia, es como si el tiempo se hubiese detenido en
este hermoso paraje de nuestra isla de Margarita, y
como dice la escritora francesa Jacqueline Worms
de Romilly “Nadie puede vivir sin recordar y
nadie puede vivir tampoco sin los recuerdos de la
historia (...) la historia está allí orientando nuestros juicios a
cada instante, formando nuestra identidad, determinando la
fuente y toma de conciencia de nuestros valores”, reafirma
así, el sentido de cercanía con las huellas indelebles de un
pasado glorioso, de un tiempo retrospectivo que con solo
sentarse en un banco de su Plaza Bolívar para observar la
imponente catedral, nos transporta en la brisa fresca, para
acercarnos a la heroicidad, a la valentía y el arrojo, de aquellos hombres y mujeres, que impregnaron de sudor, sangre
y lágrimas la geografía asuntina, en aras de lograr nuestra
libertad, La Asunción es en sí un santuario donde conviven
gran parte de las raíces históricas y culturales de nuestra
identidad.
Para Efraín Subero: “¡Qué bellas cosas dice la memoria!
Uno queda en silencio, como siempre se queda esta ciudad
—comarca de aconteceres silenciosos— y la palabra va dentro de uno mismo y por su cuenta, diciendo su palabra… y
créanme cuando digo que La Asunción es una ciudad para
quedarse callado, bien sea por exceso de palabras o por exceso de silencio. La Asunción es la única ciudad donde uno
tendría que decir tablas en la pelea sin sangre de la palabra y
el silencio. Porque si bien es cierto que como hago yo ahora,
uno se pone a decir cosas, hay un momento cuando uno se
describe de silencio. Un momento sagrado, cuando se hace
sagrado lo que toca, cuando se hace sagrado lo que dice, un
momento sagrado. Y uno no va diciendo, y uno se va callando, uno mismo se pone el dedo entre los labios, y hace su
silencio, y se queda, en silencio… entonces el hombre se
hace un ente sagrado y construye su iglesia, erige su santuario, y habiendo hombre y santuario hay palabra, y silencio.
Digo, pues, que La Asunción es una ciudad de aconteceres
silenciosos…”
El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, hijo predilecto
de La Asunción, la describe así: “Me vienen los recuerdos y
no puedo evitarlos y para que no se mueran junto conmigo
quiero dejarlos transitar en esta noche por encima de las
cabezas de la gente que en esta tierra me escuchan y que en
esta tierra me aman. Enclavado El Valle dentro de sus cuatro
colinas fundamentales: Al Norte Cerro Colorado, al Sur
Número Uno y Número Dos; al Este Matasiete, de las piedras gloriosas para derrotar tiranos y al Oeste El Copey, con
sus colinas de Mata-Hambre y Muere Sol… Muere-Sol en el
Oeste, y su cerro de La Libertad y su Caranta, y su Peña
Negra y su Peña Blanca, correrías del muchacho que iba en
busca de la fruta campesina con un grupo de amigos, que en
la infancia fueron los compañeros inseparables y que ya en
la adultez de la vida fueron creciendo conmigo en aspiraciones y en deseos…”
Con respecto al inicio de su poblamiento, Heraclio Narváez Alfonzo escribe: “Surgen entonces nuevos pueblos… La
Asunción aparece después. Se tiene gran cuidado y esmero
en situarla en lugar estratégico: de fáciles aprovisionamiento
y defensa. Se trata de la obra maestra: es la primera ciudad
de la Isla. En cuanto a su fundador, mejor dicho su capitán
poblador -porque la fundación requiere el cumplimiento de
determinados requisitos- una Justificación de testigos, promovida en Cumaná el 3 de abril de 1608, arroja datos interesantes. El Capitán Juan Fernández, de más de ochenta años
de edad entonces, se refiere a los méritos del Capitán Pedro
González Cervantes de Albornoz, “estimado y rrespetado
noble Hijo dalgo”. Dice como este “con gran ánimo y diligencias”, después del asalto de Lope de Aguirre, hizo juntar
la gente que se había pasado a tierra firme y la que había
huido a los montes de la Isla, y con ella “pobló La ciudad. En
la parte y lugar que oy estta que se llamava Santa Lucía el
citio y dejaron Po. de la mar que dho tirano había tomado y
saqueado”. También en una Certificación expedida por el
Capitán General de la ciudad de Cumaná y su Provincia de
la Nueva Andalucía, 23 de octubre de 1612, se asienta que
consta que el Capitán Pedro González Cervantes de Albornoz, “con gente que traía En su compañía a su costo y minción aber poblado La ciud de la asunsson de la ysla margta”
Mario Salazar, la describe con su agraciada prosa: “Por la
abertura del este, que es una incisión en el sistema montañoso que cobija el valle, llega la brisa del mar trayendo sus hálitos salobres para el almibaramiento de las frutas olorosas…
Y por ahí se escucha el trueno del mar como una remota
canción de cuna en un duermevela de eternidad. En el
ambiente semicolonial de la benemérita ciudad de La Asunción aún perdura la tradición del antiguo señorío, y se goza
en su regazo de una proverbial cordialidad. El aspecto humano que se observa en la sencillez e hidalguía de sus gentes,
encuentra marco adecuado en la visión bucólica de su paisaje y en la placidez que fluye de todos sus rincones. La ciudad, ungida de historia, es propicia para las saudades. Hay
sabor de remembranzas bajo los ramajes espesos o a la sombra de los cocales. Hasta los árboles centenarios que desde
El Copey marcan la trayectoria del riachuelo, acaso estén
añorando los buenos tiempos idos, cuando la montaña podía
ser generosa y en la clara corriente solían mirarse las estrellas. Para velar el sueño de La Asunción se empina el cerro
de Matasiete, escenario de la épica hazaña de Francisco Esteban Gómez, el espartano de la estrategia”
Que el sonido de las campanas, no interrumpan nada
más su sempiterno silencio, sino que sea el latido perenne e
inquebrantable, que constantemente nos convoque a la reflexión del valor y la cuantía de La Ciudad en la identidad
Neoespartana… que así sea.
TANYA MILLÁN
VERNI SALAZAR
Allí está Ella
ARCHIVO SOL DE MARGARITA
LA ASUNCIÓN…
Solcultural
JUAN JOSÉ PRIETO LÁREZ
L
as puertas de la Catedral, cuando se abren dan paso al Reino
de Dios. Cuando se cierran, cada quien sale a pregonar el
torrente de fe inculcado al paso de los siglos. Hilando la
marcha imperturbable del corazón mariano. Los clavos que
soportan su antigua madera con tatuajes idénticos a las llagas
en los pies del peregrino, parecen réplicas de los llevados
por Jesús de Nazaret en la cruz de su agonía y muerte. Donde súbito creció el llamado a la cristiandad.
Su techo de dos aguas se aferra a 14 columnas gigantes anunciando
la nave central de una arquitectura temeraria. Despierta el fervor en la
sangre. Por las hendijas intactas entra y sale la claridad de los propósitos
del Salvador, la feligresía celebra la adoración, fundiéndose en pétalos
inmaculados por la gracia auxiliadora.
Una centena de pasos abonan el acercamiento al espesor marmóreo
desde donde se adivina el acontecimiento inmanente de nuestra protectora: Nuestra Señora de La Asunción. Allí está Ella, subida al confín del
credo y el Ave María que guarda la penitencia. Salve una alianza extraordinaria y sacramental de la devoción. La confesión suplica el perdón de
los pecados.
Virgen nuestra, memoria nuestra; cuidad los enfermos, escuchad el
lamento de oprimidos y desvalidos, haznos tuyos en la confusión, sorpréndenos con tu manto cuando dormimos por dentro, llevando la condena de no invocarte siquiera día a día con su luz. Celebremos su tutela,
su mano piadosa, su mirada que consuela, sus labios callados que anuncian alegría en el agobio, ¡viva el regocijo por tenerla entre nosotros!
SOL DE MARGARITA Porlamar, sábado 1 de agosto de 2015 / www.soldemargarita.com.ve (3)
¿
Solcultural
LUIS ELEXE MARCANO BOADAS / [email protected]
O
ARCHIVO
casionalmente muchos margariteños recuerdan
cuando sus paisanos fallecían a causa de un
tabardillo. De nada servían las cataplasmas de
mentol vaciadas sobre las hojas de lirio y colocadas en la frente del enfermo. No es extraño
comentar que la apoplejía se llevó a más de uno
en esta Isla. El pasmo fue otra amenaza en nuestra población y
para evitarlo, el hombre o la mujer, antes de comenzar oficios
como tostar café o cacao, lo primero que hacían era bañarse.
Aquellas muertes sin explicación científica pasaban a engrosar
los casos de los llamados daños, atribuidos a maleficios y brujerías. Lo que desconocían era la existencia de algo llamado cáncer,
que de ligeros trotes encontró cabalgadura para extenderse a toda
sus anchas por el planeta.
La templera también mataba, pero era de otra manera y sobre
todo para sobrevivir. Esa templera está vinculada a la acción de
templar, pero no a lo que imaginariamente pueda desarrollar el
plano mental de lo obscenidad. Con ella, el hombre o la mujer,
antes de comenzar la faena encontraban un poco de butría para
rendir en la jornada que se extendía hasta que la harina rindiera.
Es de pensar en mujeres como Felipa y otras tantas que se
cansaron de coger candela, pero que acogiéndose a las cábalas
y el andar con el pie derecho nunca le metieron a la templera,
anteponiendo la jerarquía del oficio que representaban a la hora
de montar el tren.
David Quijada que es el amigo para recordar en los Viernes
Santos, las costumbres y malas crianzas que van desapareciendo
de Margarita, nos contó que en una oportunidad, uno de sus tíos
subió al Cerro Matasiete a comerse la templera que le prometió
una primeriza del oficio de tender y le resultó tan sabrosa, que
terminó llevándola al altar y procrearon una larga familia.
El café resultó el aliado inmediato para comerse esa primera
torta de casabe con que se ponía a prueba la plancha del budare,
que se utilizaba como parte esencial en la rallanza de yuca, donde el rallo, el sebucán y las piedras de contrapeso, formaron parte de una forma de vida y producción que se extinguió en esta
Isla, pero que en otras regiones del país, sigue su curso.
En la actualidad el casabe es selectivo en la dieta del venezolano. Es conocido que por esta Isla se pasean habitantes de toda
Venezuela y no todos sienten preferencia por este acompañante,
donde algunos exteriorizan que tiene un sabor a cartón. Muy a
ese pesar, lujosos restaurantes lo colocan como especies de entradas al menú. Con queso fundido o con mantequilla, ajo y perejil,
no es protestado. Pasó al olvido, la cuenta de 20 ruedas y la carga
que representaba cuatro veces la cuenta, como fórmula de presentación y negociado.
Las bodegas y supermercados, en cómodas y transparentes
bolsas lo exhiben en las disposiciones del cortado a cuarto. Ya no
se habla del proceso para “dorotarlo”. En los últimos años, Pedro
La Vieja y Chucho Indriago, con el equipo del Centro Cultural
Margarita, preparaban en el cerro “el pelao” la rallanza de yuca,
que terminaba con el pedazo de casabe que acompañaba al sancocho de gallina que se servía en una totuma. Tiempos de añoranza subiendo el Portachuelo de La Otrabanda hacia Tacarigua.
Por tabardillo o equivalente, los hijos de esta tierra hoy conocemos a la insolación. El daño fue la creencia en todo aquello
sobrenatural, como causante de enfermedad y muerte.
(4) SOL DE MARGARITA, Porlamar, sábado 1 de agosto de 2015 / www.soldemargarita.com.ve
Jesús
Rodríguez
DE VERNI SALAZAR
?
ARCHIVO
La Templera
de Matasiete
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¿Qué añoras de la Margarita de ayer?
R. El respeto que existía entre los seres dentro y fuera de
la comunidad. La escuela era lugar respetado; la mística
y vocación de servicio de los maestros con su enseñanza
de calidad y verdadero amor por enseñar, aun cuando
no tenían los recursos tecnológicos de la actualidad.
¿Qué no te gusta de la
Margarita de hoy?
R. La indiferencia y la falta de respeto hacia el prójimo. Se perdió el apoyo y la solidaridad que existían
en los pueblos al momento de cualquier problema, y
esto en parte se debe a las malas políticas implementadas por los gobiernos de turno con la aplicación de
medidas populistas.
¿Qué le regalarías a la isla
de Margarita?
R. La tranquilidad que existió en antaño, esa vocación
hacia el estudio y el trabajo; todos los conocimientos
adquiridos en el campo artístico (artes plásticas) y el
campo de mantener y respetar el ambiente, creando
conciencia en los niños de las primeras etapas de la
educación básica, que con toda seguridad tendría éxito
a futuro.
4. Si tuvieras la opción,
¿te irías de Margarita?
R. Por ningún motivo, es difícil conseguir un lugar con
una naturaleza creada por la mano del Ser Supremo:
con climas de montaña, mares, etc.
¿Cuál es tu mensaje para la juventud?
R. El respeto hacia su entorno familiar y comunidad
donde convive, utilizar a lo máximo las oportunidades
de estudiar y trabajar que en la actualidad existen.
En el tiempo libre, planificarlo para la práctica del
deporte y el campo artístico, que en este estado hay
suficientes en sus diferentes facetas: artes plásticas,
música, danzas, trabajo literario, conservación de la
flora y fauna, etc.