Analogía entre el Pueblo Indígena Katukina Noke Kui de

Analogía entre el Pueblo Indígena Katukina Noke Kui de Brasil y pueblos
indígenas de la Amazonia Bolivia
(Por: Lic. Silvia Oliva Avaroma)
Docente de Turismo Sostenible ACEF-UAP
Debido a las semejanzas socioculturales de los diferentes pueblos indígenas originarios
que habitan la región amazónica en Sud América, es que nos permitimos hacer esta
analogía entre Pueblo Indígena Katukina Noke Kui, y algunos otros pueblos indígenas
originarios de la Amazonia Bolivia.
Para ello fue necesario realizar una investigación bibliográfica acompañada de un
enfoque etnográfico utilizando la técnica de la observación participante, dentro de la
aldea “Samauma” donde habita el Pueblo Indigena Katukina Noke Kui, a sesenta
kilómetros de la ciudad de Cruceiro do Sul en el Estado del Acre-Brasil.
De esta forma se pudo evidenciar ciertas semejanzas culturales e históricas entre los
habitantes nativos de la región amazónica de Brasil y de Bolivia, en diferentes aspectos
de su cotidianidad como ser: su gastronomía, mitología y medicina tradicional, entre
otros. Debido por supuesto a la similitud del entorno natural inmediato (la Floresta
Amazónica), que les provee todo lo que necesitan para subsistir y que además
determina su comportamiento como sociedad, ya que se constituyen un elemento
determinante en la preservación se este ecosistema.
Los katukina, pueblo hablante de una lengua Pano, al igual que los Chacobo,
Pacahuara y Yaminahua, que pertenecen a la familia lingüística Pano, que están
ubicados entre los departamentos de Beni y Pando en Bolivia.
Los katukina tienen actualmente aproximadamente una población de 650 personas,
distribuidas en dos tierras indígenas, una en río Gregorio y otra en el río Campinas. Los
ancianos dicen que “Katukina” fue un nombre dado por el gobierno. Las únicas
autodenominaciones existentes y ampliamente aceptadas se refieren a los clanes en
los cuales los Katukina se dividen: Varinawa (pueblo del sol), Kamanawa (Pueblo del
jaguar), Satanawa (pueblo de la londra), Waninawa (pueblo de la pumpuña), Nainawa
(pueblo del cielo) y Numanawa (pueblo de la juriti), los Katukinas dicen llamarse en su
propia lengua Noke Kuin, que significa “la gente verdadera”.
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Jóvenes Katukinas durante una jornada de juegos tradicionales en la Aldea
Samauma
Fuente: Propia
Sus aldeas están localizadas en dos tierras indígenas. En la tierra indígena del rio
Gregorio. La primera demarcad en el estado de Acre (1983) con 187.400 hectáreas, fue
homologada en 1991 y tuvo sus límites revisados en 2005. En esta tierra indígena
viven también los Yawanawá, como en el antiguo siringal siete estrellas, el núcleo
urbano más próximo es la ciudad de Tarucá, localizada a menos de 60 kilómetros.
La territorio indígena Campinas/Katukina posee 32.624 hectáreas, fue demarcada en
1984 y homologada nueve años después. Cortada por la BR-364 por 18 kilómetros,
que ha causado significativos impactos sociales y ambientales, como veremos
adelante. La ciudad más próxima es Cruceiro do Sul, (Crucero del Sur), donde siempre
se dirigen para recibir sus jubilaciones y salarios los que fungen como maestros y
agentes de salud, entre otros.
Actualmente vive en el Territorio Indígena del Rio Gregorio la menor parte de la
población Katukina, no más de 60 personas, reunidas en dos aldeas: Timbauba (en el
Rio Gregorio) e Numanawa (no rio Tauari). Todas las demás están establecidas en
Territoprio Indigena del río de Campinas, con 32.624 hectáreas, que se localizan a
cerca de 60 Kilomestros de Crucero del Sur.
Allí los Katukinas se distribuyen en cinco aldeas (Campinas, Varinawa, Samauma,
Mesheya, e Bananeira), todas localizadas al margen de la carretera.
Los Katukinas así como los demás grupos indígenas de la región, fueron prácticamente
cercados cuando se inició la explotación económica de la región, cerca de 1880,
cuando la goma nativa comenzó a ser explotada, la región que habitaban fue invadida
por peruanos, bolivianos y brasileños, que llegaron de diferentes lugares.
Viajeros y aventureros, protagonizaron innumerables persecuciones e incursiones cuyo
objetivo era eliminar las poblaciones indígenas para tomar posesión de los siringales.
Organizadas por los caucheros y propietarios de los siringales, situación semejante
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también vivieron los pueblos indígenas de la amazonia boliviana, como ser los
Pacuharas, Tormonas, Cinabos, entre otros.
La solución encontrada para escapare del terror de las persecuciones llamadas
también “correrías”, según los propios Katukinas, fue dispersarse en la región, sin
condición de vivir unidos pararon a deambular por la floresta, viviendo de la caza, la
recolección, y asaltos a los chacras que encontraban en el camino, pues de lo contario
serian una pista fácil para sus captores, más allá de eso los aislamiento de estos
grupos eran impulsados también por la creencia de que los espíritus de los muertos,
carentes de sus parientes podrían volver a la tierra para buscarlos.
Como las “correrías” producían muchas muertes, eran entonces muchos los
aislamientos.
Los Katukinas aun guardan con horror recuerdos por sus padres y abuelos, que hablan
de fugas y desencuentros por el monte cargados de imágenes de cuerpos mutilados y
marcados por la violencia en este vaivén entre ríos y siringales.
Los Katukina en los primeros años de la década de los 70, participaron de las obras de
aberturas de las de la todavía BR-364 y después de su conclusión, se establecieron
donde la mayor parte de sub población reside actualmente, en Territorio Indígena Rio
Campinas. De 1972, cuando se concluyó la obra de abertura de la BR-364, hasta 2000,
todo el tráfico de vehículos era hecho en la carretera de tierra, por esa razón, dependía
de las condiciones climáticas. El trafico solo era posible en los meses del periodo seco,
durante los demás meses del año la carretera era prácticamente intransitable, debido a
las lluvias que caen en la región. El esporádico funcionamiento de la carretera de
alguna manera redujo el impacto de la misma en la vida de los Katukinas y de las
demás etnias indígenas asentadas en la región.
En el final de la década de los 1990 este cuadro fue completamente alterado, pues se
iniciaron las obras de asfalto de la carretera. En 1998 se inició el asfaltado de la
carretera en las proximidades de Cruzeiro del Sul. A partir de 2000 las obras de
pavimentación avanzaron sobre y más allá del territorio Katukina.
Pueblo Indígena Katukina Marchando sobre la BR-364
Fuente: Propia
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Los impactos ambientales y sociales del inicio de la pavimentación de la carretera ya
son evidentes en la región. Entre otras cosas, el aumento de número de vehículos
transitando en la carretera llevo a muchas personas extrañas hacia dentro del territorio
Indígena Katukina. Ahuyentó a los animales de caza y comprometió significativamente
la dieta alimentaria de los Katukina, cuyo menú incorpora cada vez más productos
adquiridos en los mercados de Cruceiro do Sul, como ser pollo y pescado congelado al
igual que algunos productos industrializados. La dieta de los Katukina cuenta con
significativo aporte de productos de sus propios huertos y cultivos, de los cuales
muchos se enorgullecen: variedad de yuca, camote, plátanos y bananas, caña de
azúcar y papaya entre otros. La carne del monte bastante apreciada, se va tornando un
ítem cada vez más raro en sus refecciones, dado los impactos del asfaltado de la BR364 y las continuas invasiones por parte de cazadores profesionales.
Son muchos los cambios iniciados desde la pavimentación de la carretera en el
cotidiano de los moradores del Territorio Indígena del río Campinas, está bastante
alterado en su dieta alimentaria, como también en sus viviendas, antes de pachiuba y
techo de paja, ahora son construidas en madera aserrada, con puertas y ventanas y
con trancas. Otrora sus casas eran en el modelo regional (de pachiuba y paja) no
tenían paredes o tenían apenas en un compartimiento reservado al dormitorio. La
inseguridad es el principal motivo para justificar estas modificaciones arquitectónicas, al
igual que lo hacían los indígenas de amazonia boliviana, utilizando esos mismos
materiales para la construcción de sus viviendas.
Otra consecuencia negativa debido a la carretera es la inseguridad en la comunidad,
hay muchas personas extrañas transitando por su territorio, es así que la desconfianza
y temor van creciendo en la comunidad.
Sin embargo pese a los diferentes impactos negativos por la carretera, llama la
atención entre los Katukina el dominio de su lengua varias de sus costumbres nativas,
a pesar de la proximidad de la Ciudad Cruceiro do Sul, no existe Katukina que
planifique vivir permanentemente en dicha ciudad, solo se quedan por estadías breves,
las personas que se quedan por periodos más largos, no guardan buenos recuerdos de
su estadía, no les llama la atención la vida citadina, los bienes industrializados, por lo
contrario los amedrenta, se habla una lengua distinta, que pocos dominan, se paga
para vivir, comer y hasta para tomar agua, para ellos la profusión de “cosas bonitas”
disponibles en la ciudad contrasta con la falta de un valor preciados en relaciones
personales: la generosidad y la reciprocidad. (Coffaci de Lima, 2010
Medicina Tradicional
En los últimos años se ha dado a conocer bastante el uso del “Cambó o la Vacuna de
la Rana”, según los Katukina es una substancia capaz de combatir diversos males,
para la buena salud para hacer a las personas gordas y fuertes. Hombres, mujeres y
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niños reciben esta medicina tradicional, los hombres reciben la aplicación en el pecho y
brazos, las mujeres niños y viejos, reciben la aplicación en las piernas cerca al tobillo.
Kambó, rana de la que se extrae una toxina utilizada como medicina tradicional
Fuente: Propia
Así mismo se utiliza el “Rape”, que es un polvo a base de cenizas de hierbas y tabaco,
aplicado por las fosas nasales, por medio de un utensilio elaborado artesanalmente de
huesos de animales o de bambú, también la “Sananga” que es una especie de colirio
que se aplica en los ojos, extraído del tallo de una planta silvestre, igualmente se bebe
la “Ayaguasca”, que es una bebida elaborada de la mezcla de dos hierbas amazónicas
herbidas, consumida especialmente durante las “pajelanzas”, que son rituales donde
participan los adultos de la comunidad y se hacen consultas con el Pajé, (medico
místico naturista), todas estas medicinas acompañadas de rituales, tienen propiedades
curativas para diferentes dolencias, o simplemente para fortalecer la salud.
Es así que se pudo verificar la importancia que tiene el bosque para estas culturas,
pues en un recorrido por un sendero ecológico dentro de su territorio, se demostró que
son poseedores de una gran farmacia viva dentro de la floresta, con un amplio stock de
medicinas que les proporcionan algunas plantas y algunos animales, que obviamente
han sido utilizados por siglos y les han permitido reproducirse y subsistir como especie
humana, ante un sin número de enfermedades.
También se puedo evidenciar la similitud en la dieta alimentaria y la forma de elaborar
los alimentos a base de carne del monte, yuca, plátano y una variedad de frutas
silvestres nativas de la amazonia.
Una bebida que llamo bastante la atención, fue una mazamorra de yuca llamada
“Kaisuma” por los Katukinas, que tiene mucha similitud con la “chicha de yuca”
elaborada por diferentes pueblos de la amazonia boliviana en los departamentos de
Beni y Pando, el proceso de elaboración es muy similar en estas culturas, pues la
forma de procesar la yuca hervida es a través de la masticación por parte de las
mujeres que elaboran la misma, en Bolivia tiene el nombre de “chicha patacada” y
también se la puede hacer de maíz, el sabor es bastante parecido, al igual que la
elaboración y consumo de otros derivados de yuca y plátano.
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Para personas que no conocen la historia de estos pueblos, es difícil entender la
semejanza y la relación que existe entre las culturas amazónicas pese a estar dividido
sus territorios en países diferentes, por razones ajenas, pues fueron víctimas de las
voluntades forasteras que dividieron a sus pueblos y sus territorios; muchos aun
guardan amargos recuerdos transmitidos de manera oral por sus progenies.
Actuantemente la historia no ha cambiado mucho para estos pueblos, debido a que la
sociedades urbanas “progresista” y “desarrollista” constante amenazan su territorio,
pues tienen otra percepción del mundo, ya que persiguen intereses mercantilistas, de
acumulación y consumo, que no están dentro de la cosmovisión las culturas nativas de
la amazonia, el hombre “blanco” no tiene la capacidad ni el interés de hacer empatía
con estas poblaciones, es por ello que a lo largo de la historia constantemente se
repiten situaciones análogas de amargas experiencias producidas por el choque entre
culturas diferentes, marcadas por la violencia, la discriminación, la subestimación, el
falso proteccionismo, la imposición y el abuso de poder.
Son culturas amazónicas que actualmente viven en el territorio amazónico, dividido en
países distintos, pero con una historia y una cultura milenaria en común, es evidente
que en un pasado no muy lejano fueron un solo pueblo que conformaban una gran
familia que habitaba la “casa grande”, el bosque húmedo de la Amazonía, donde no
existían las líneas divisorias entre países que actualmente conocemos, pues las
fronteras eran otras marcadas por la madre naturaleza, con los diferentes ecosistemas
de cada región lo que los hacia diferentes como culturas.
De este modo es que las culturas amazónicas tienen muchas cosas en común desde
tiempos inmemoriales, aun que actualmente se encuentren divididas por límites
fronterizos entre países diferentes.
Sin embargo es notorio que los pueblos indígenas originarios que habitaban la
amazonia Bolivia, han asimilado en mayor proporción el idioma castellano, al igual que
otras prácticas cotidianas impuestas por la presión social de las culturas dominantes a
las que fueron sometidas, o simplemente como producto de la interculturalidad y la
faltas de políticas de estado direccionadas a la preservación y la salvaguarda de las
culturas amazónicas.
Siendo que en Brasil desde los años 60s existe la FUNAI (Fundación Nacional del
Indio), entidad estatal encargada de proteger y salvaguardar a las poblaciones
indígenas originarias de este país, y todos lo que conlleva de forma seria la
preservación de su territorio, al igual que sus usos y costumbres.
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