Mensaje de despedida del Cónsul General Andrés Felipe Vargas

Mensaje de despedida del Cónsul General Andrés Felipe Vargas
Estimados Connacionales,
Después de 3 años y dos meses como Cónsul General de Colombia en Atlanta, y de
haber tenido el privilegio de servir a los colombianos en los 7 Estados donde el
Consulado tiene jurisdicción, ha llegado la hora de decir adiós. Ejerceré mis funciones
como Cónsul General hasta el 01 de noviembre de este año.
A mí llegada a esta misión, dos metas principales me fijé como carta de navegación de
mi gestión: Mejorar la calidad del servicio en la atención a nuestros connacionales, y
acercar a la comunidad Colombiana al Consulado. Hoy estimados connacionales puedo
decir con mucho orgullo, que dejo el cargo con la satisfacción de haber cumplido ambos
objetivos.
Por decisión personal, fuimos uno de los Consulados pilotos en apoyar la
implementación del SITAC, que permitió la tecnificación de todos los trámites
Consulares haciéndolos más eficientes y seguros. Pese a ser uno de los Consulados
con menor personal, somos de los pocos que no solicita cita para realizar los trámites,
atendiendo diariamente entre 60 y 70 personas.
Alrededor de 9 consulados Móviles se realizaron los fines de semana en diferentes
Estados, beneficiando a cerca de 2000 connacionales, que no tuvieron que perder un
solo día de trabajo para realizar sus trámites Consulares. Así mismo, las visitas a
nuestros compatriotas detenidos se convirtieron en una prioridad, logrando que por lo
menos dos veces al año, hiciéramos presencia en las distintas cárceles en nuestra
jurisdicción donde se encuentran la mayoría de los 810 colombianos privados de su
libertad.
Diferentes eventos culturales, talleres, conferencias y seminarios se llevaron a cabo con
la finalidad de que los colombianos residentes en la zona volvieran a sentir cerca a su
Consulado. Desde ferias de salud gratuitas, seminarios de inmigración, talleres
empresariales y de acceso a crédito para facilitar la creación y crecimiento de negocios
colombianos en la zona, hasta exhibiciones de arte y muestras folclóricas, fueron
algunas, de las actividades realizadas durante mi gestión como Cónsul General.
De todas las actividades, recalcó dos que por su penetración e impacto en la comunidad
han quedado institucionalizadas en el Consulado.
La primera de ellas, es la actividad denominada “Lo que me une a Colombia. Un
recorrido por el país para niños colombianos en el exterior” que surge con base en el
libro publicado por Cancillería. Dos sábados al mes, voluntarios de la comunidad vienen
al Consulado para contarles a niños de todas las edades a través de actividades
didácticas y entretenidas, las tradiciones, costumbres y cultura de las distintas regiones
de nuestro país.
La segunda, fue el intercambio deportivo que realizamos en el marco del programa
Diplomacia Deportiva. Por primera vez, doce niños provenientes de San Bernardo del
Viento, vinieron a un intercambio deportivo de baseball con el equipo profesional de los
Bravos de Atlanta. Durante el intercambio, los niños tuvieron la oportunidad de jugar
partidos amistosos con equipos de divisiones inferiores, asistir a una clínica de baseball
con los Bravos, conocer y hablar con los jugadores, asistir a partidos, aprender de
actividades sociales que pudiesen replicar a su regreso a casa, entre otras.
El intercambio diseñado por parte nuestra resultó tan provechoso para los niños, que
Cancillería ha decidido hacerlo de manera permanente en la ciudad.
Finalmente queridos connacionales, soy un convencido de que los mejores
Embajadores de nuestro país son cada uno de ustedes. Desde sus trabajos, desde sus
lugares de estudio, desde sus comunidades, con su pasión, entrega y dedicación, son
la prueba fehaciente de lo privilegiados que somos, de haber nacido en nuestra querida
Colombia.
Síganle demostrándole al mundo lo glorioso y esplendoroso de ser Colombiano.
En nombre de mi esposa Adriana, de mi hija Sofía y el mío, les doy infinitas gracias por
todo su apoyo y por haberme permitido el honor de representarlos y servirles.
Cordial saludo,
Andres Felipe Vargas Gechem