Mensaje de Felicitación 50º ANIVERSARIO DEL COLEGIO SONORA Aunque no puedo estar físicamente presente en este hermoso acontecimiento como es la acción de gracias por el 50º Aniversario de nuestro querido Colegio Sonora, es para mí motivo de mucha alegría participar con todos ustedes en esta celebración en sintonía de corazones llenos de gozo y gratitud. Fue con verdadera ilusión que nuestra amada Madre Fundadora, la Beata Ma. Inés Teresa del Santísimo Sacramento, quiso dar con ustedes los primeros pasos para iniciar esta noble misión educativa, apoyada desde los inicios por Don Nacho Ruiz y la Sra. Rosa Emma así como los demás miembros del Patronato: los Señores César Larrínaga Gastélum, Francisco Ibarra Cevallos, Jesús G. Acosta, Alfredo Santini Escalante, Francisco Martínez Mathews. Raúl Manríquez, José Pérez Bojórquez. Este grupo de matrimonios, llenos de fe y entusiasmo se lanzaron con la confianza puesta en el Señor y el ideal de proporcionar un servicio a las familias de estas queridas tierras, mediante la educación cristiana, inculcando el amor de Jesús y de la Virgen Santísima, a sus hijos, para ser hombres y mujeres de bien y formando así familias felices para construir el verdadero progreso de nuestra Patria. Ellos encontraron eco en la Madre María Inés Teresa, que con tal de ayudar a la niñez y juventud sembrando los verdaderos valores, no escatimó esfuerzos para que las Misioneras Clarisas colaboraran en esta misión educativa. Ella, la Beata María Inés, en unas memorias que escribió en los años setenta, refiriéndose al Colegio Sonora que ya tenía 12 años de fundado expresaba lo siguiente,: "todos los padres de familia han sido allá muy buenos con nosotras y tratan de ayudarnos en todas las dificultades que se puedan presentar; de verdad, no tenemos nada que sentir, sino únicamente agradecimiento …" (M. Ma. Inés, Remembranzas 1977). Y eso queremos expresarles nosotras ahora, un gracias de todo corazón por sus finezas y ayuda incondicional a las hermanas. Podemos decir que estamos ahora ante la tercera generación, y hemos vivido - como en todas las familias - tiempos de glorias y penas, compartidas y sufridas, superadas y en curso, porque en realidad ahora se viven tiempos muy distintos a los de los inicios. Sin embargo brilla siempre la esperanza en que Nuestro Padre que es Dios Amor, nunca nos abandona y que la Morenita de Guadalupe nos guía en cada paso. Es providencial que nuestra celebración sea precisamente al mismo tiempo, en que se vive en Roma el Sínodo de los Obispos sobre la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo actual. El Santo Padre Francisco desea ayudar muy de cerca a cada familia, haciéndole sentir que forma parte muy querida del Pueblo de Dios y que comprende que estos tiempos son difíciles, ya que en muchas ocasiones se vive el drama de la soledad, de la falta de amor sólido y permanente. De hecho, nuestro fin principal en la misión educativa es "Ver y formar a Cristo en el alumno", haciéndole sentir la felicidad de ser hijos de Dios. Los invito por tanto, en esta preciosa ocasión a que sigamos cultivando ese sentido de familia, siendo uno con Cristo y María. Que la Familia Educativa del Colegio Sonora: ustedes, padres de familia y sus hijos con las Misioneras Clarisas y el personal docente y administrativo seamos UNO en el deseo de purificar el contaminado ambiente de divisiones, inseguridad, odio, codicia. El Santo Padre nos recuerda que "…la familia constituye la sede de la cultura de la vida. En la familia se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como …. La familia es el lugar de la formación integral, donde se desenvuelven los distintos aspectos, íntimamente relacionados entre sí, de la maduración personal. En la familia se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir « gracias » como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y a pedir perdón cuando hacemos algún daño. Estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea". (Laudato Sii 213). Queremos renovar nuestro deseo de seguir colaborando con ustedes, de consolidar esta familia educativa contando con la buena y firme voluntad de todos para seguir caminando juntos. Creo que el amor auténtico entre nosotros, basado en Cristo, es el secreto de tantos tiempos felices y de logros que hemos vivido durante estos 50 años. Gocemos ahora el progreso de las generaciones que vienen a tomar el lugar de aquellos que desde el cielo nos acompañan o que viviendo en otras ciudades caminan con los mismos ideales. Elevemos un gracias también por las hermanas que han pasado por estas aulas, unas desde el cielo y otras todavía entre nosotras, que dejaron aquí sus años de juventud y que oran por los alumnos y sus papás. Dios se los pague y con nuestra más calurosa felicitación se encomienda a sus oraciones, los quiere mucho y les desea todo bien: Martha Gabriela Hernández Martín del Campo, Misionera Clarisa Superiora general
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