Historia del Arte Contemporáneo T.2 1 EL NEOCLASICISMO LA ARQUITECTURA NEOCLASICISTA La arquitectura neoclásica posee una riqueza extraordinaria. Frente a la imagen que a veces se ha dado de una edificación basada en la simple imitación formal de los modelos griegos y romanos, la construcción del momento se caracteriza por la investigación rigurosa y crítica de los modelos clásicos. Cuando los arquitectos neoclásicos proyectan sus obras no pretenden tanto recuperar las formas clásicas como aprender de ellas. Su gran preocupación consiste en llevar a cabo una arquitectura de la Razón, y el lenguaje clásico es la gran referencia formal para conseguirlo. En consecuencia, las posibilidades de la arquitectura neoclásica son muy variadas. Surgen así distintas formas de entender la arquitectura: .-El Neopalladianismo inglés, desde William Chambers hasta Robert Adam, pasando por los John Wood (padre e hijo). .- El Neogriego de James Stuart. .- El Neoclasicismo ecléctico de John Soane y Karl Friedrich Schinkel. .- El Academicismo francés de Jacques-Germain Soufflot y Pierre Vignon. .- Los grabados de Giambattista Piranesi. .- La arquitectura visionaria de Boullée y de Ledoux,…..caben, pese a sus enormes diferencias, dentro del concepto de arquitectura neoclásica. Esta variedad vino acompañada de una amplia difusión de las formas neoclásicas por todos los países europeos. Ahora bien, en dos de ellos la arquitectura clasicista obtuvo un singular éxito: Reino Unido y Alemania. A) En Gran Bretaña, los orígenes del estilo se remontan nada menos que a 1725, cuando Richard Boyle inició la construcción de Chiswick House en Middlessex. A partir de entonces, la arquitectura inglesa sabrá conjugar la lección del lenguaje grecolatino con una interpretación más libre de las formas del pasado, el denominado Pintoresquismo. B) El Neoclasicismo alemán se caracterizó, por su parte, por su clara y decidida vocación arqueologista. Tres son los arquitectos que brillaron con luz propia en el panorama germano anterior a la unificación: .- Karl Friedrich Schinkel (1781-1841) .- Leo von Klenze (1784-1864) .- Carl Gotthard Langhaus (1733-1808) 1 Historia del Arte Contemporáneo 2 En su conjunto, y dentro de la diversidad formal y de inspiración en la que se mueve la arquitectura neoclásica, sus autores comparten una clara vocación por profundizar en la pureza de las formas, asimilar la lección del pasado grecolatino y, sobre todo, concebir el ejercicio de la arquitectura con un sentido elevado y trascendente. La terminación del siglo XIX fue un periodo de gran prosperidad y hasta puede decirse que feliz. Pero artistas y escritores, considerándose ajenos a la situación, se sentían paulatinamente más y más insatisfechos con los fines y los procedimientos del arte que gustaba al público. La arquitectura ofreció el blanco más fácil para sus ataques, pues había evolucionado hasta convertirse en una rutina sin sentido. Recordemos que se levantaron grandes bloques de viviendas, fábricas y edificios públicos. Inglaterra y el triunfo del Palladianismo En la segunda mitad del siglo XVIII, Gran Bretaña vio aumentado su poder hasta convertirse en una potencia mundial de primer orden, posición que mantendría hasta el siglo XX. Las condiciones que lo hicieron posible fueron, por una parte, la monarquía constitucional surgida de la Revolución Gloriosa (1688), que limitó el poder del monarca a favor del Parlamento, aseguró las libertades individuales y, de este modo, posibilitó el establecimiento de una burguesía segura de sí misma, y, por otra parte, la enorme fuerza económica del país, que le condujo hacia una temprana industrialización. Efectivamente, las excelentes condiciones naturales de Gran Bretaña (rápido acceso al mar y buen sistema fluvial, yacimientos de hierro y carbón, posición de vanguardia en la industria textil desde la Edad Media, agricultura avanzada) propiciaron que su nivel económico creciera espectacularmente desde que en el transcurso de la Revolución Industrial, y que a partir de 1760 aproximadamente, el país se convirtiera en la primera nación comercial del mundo. Se mejoraron las infraestructuras, primero con la construcción de un tupido sistema de canales y de un buen conjunto de carreteras y puentes y, a partir de 1825, con la llegada del ferrocarril. Otro factor importante fueron las colonias del imperio británico que se extendían desde Canadá hasta Australia y África pasando por la India y que impulsaron el intercambio cultural con otros continentes. Tampoco debe desdeñarse el impulso dado a las artes desde la propia Corte. No olvidemos que desde 1714 reinaba en Inglaterra la Casa de Hannover, de procedencia alemana. El tercer monarca perteneciente a esta dinastía, Jorge III (1760-1820) fue el primero en jugar un papel importante en la política británica, pero a causa de una enfermedad mental, que se le manifestó por primera vez en 1788 y que limitó drásticamente sus capacidades, su hijo, el futuro Jorge IV, tuvo que asumir la regencia de 1810 a 1820, de ahí que a este período se le conozca como “Regency”. 2 Historia del Arte Contemporáneo 3 Jorge IV (1820-1830), más interesado en las diversiones que en la política, fue un gran impulsor de las bellas artes y de la arquitectura. Inglaterra también fue puntera en el campo de la mecanización y de la invención de nuevas técnicas y métodos de producción. El trabajo, en primer lugar en la industria textil, se concentraba ahora en las fábricas, y la población, que crecía rápidamente, se amontonaba en las ciudades. Londres, con una población que superaba el millón de habitantes, era a principios del siglo XIX la mayor ciudad de Europa. En las áreas industriales del centro de Inglaterra se desarrollaron otras grandes ciudades, como Manchester, Birmingham, Liverpool y Leeds. En esas áreas industriales es donde se inicia la experimentación y la construcción con nuevos materiales. Nos estamos refiriendo al hierro y al acero. Aunque el hierro fue un material utilizado a lo largo de buena parte de la historia de la arquitectura, nunca hasta ahora había pasado de ser un material de carácter auxiliar. La Revolución Industrial hizo posible su fabricación masiva y el ferrocarril hizo el resto, posibilitó su transporte hasta cualquier punto geográfico (a través de los vapores y del ferrocarril), extendiendo por toda Europa las inmensas posibilidades del empleo de estos materiales en la construcción y su aplicación al mundo de las artes. Así, desde finales del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX, la construcción de puentes, estaciones, pabellones, bibliotecas, invernaderos, etc…en los que el material constructivo fundamental era el hierro fue progresivamente creciendo. En principio fueron los ingenieros los que supieron apreciar las ventajas que ofrecía este material y comenzaron a utilizarlo sobre todo en la construcción de puentes y, aunque los inicios fueron tímidos, pronto se plantean soluciones más arriesgadas y se construyen puentes como el de Coalbrookdale o Iron Bridge (1777-1781) en el Reino Unido, obra de Thomas Farnolls Pritchard (1723-1777). Es el primer puente de hierro forjado de la historia. Cruza el río Severn a la altura de la Garganta de Ironbridge, en el condado de Shropshire, muy rico en yacimientos minerales y que se convirtió en uno de los lugares industriales más dinámicos del mundo durante la Revolución Industrial. Muchas generaciones explotaron los recursos naturales de la zona, pero no fue hasta 1709, fecha en la que el fabricante de hierro cuáquero Abraham Darby I comenzó a alimentar su fundición de hierro con coque en lugar de con carbón vegetal. Este sencillo cambio resultó fundamental para fundir toneladas de hierro a bajo costo y producir el resistente acero. Así que en pocos años se desarrolló la industria del acero en la zona, que incluía los poblados vecinos de Coalbrookdale y Broseley. Estas industrias precisaban una mejora de las comunicaciones para el trasiego del mineral y de los productos necesarios para sus fundiciones y, a principios del siglo XVIII, la 3 Historia del Arte Contemporáneo 4 única forma de cruzar el río era mediante el uso de ferry. Así que comenzó a pensarse en la posibilidad de construir un puente, de cuyo diseño se encargó el arquitecto Thomas Farnolls Pritchard, especializado en la restauración de grandes mansiones y que sólo había diseñado puentes para su construcción en madera o en piedra. Una construcción de hierro constituía una innovación total y por ello, un auténtico reto. Con esto en mente se puso en contacto con el fabricante de hierro local, John Wilkinson (que era conocido como Wilkinson “el loco”, debido a su obsesión por fabricar objetos de hierro) y le envió diseños de un puente de hierro colado, con un gran arco de 30,5 m de diámetro que permitiera la navegación por el río. Un grupo de hombres de negocios locales, incluido John Wilkinson, se dirigieron al maestro herrero de Coalbrookdale, Abraham Darby III, asignándole la obra de forja y construcción del puente. La construcción se hizo entre 1777 y 1781, y al no haber experiencia alguna en puentes de acero se creó una estructura de 800 piezas de encastre que seguían modelos propios de la carpintería. Pero hubo un mal cálculo en la planificación de los costos de producción. El presupuesto de 3200 libras contemplaba la utilización de 300 toneladas de acero cuando finalmente fueron necesarias 84 toneladas más. A un precio de 7 libras por tonelada los números no cerraron, así que Darby III tuvo que desembolsar de su bolsillo un total de 6 mil libras, una diferencia importante que lo dejó endeudado por el resto de su corta vida. En las décadas siguientes se generaliza el uso del hierro en las obras de ingeniería, extendiéndose su utilización al resto de los países del continente europeo. Sin embargo, teniendo en cuenta su avance industrial, resulta lógico que fuera también en Gran Bretaña donde se llevaran a cabo los primeros intentos del empleo del hierro en la arquitectura propiamente dicha. Uno de los primeros ejemplos arquitectónicos de esa nueva conjunción ente ingeniería y arquitectura lo constituye el Pabellón Real construido en 1818 por John Nash en el que combina las formas orientales con una estructura completamente realizada en hierro fundido. Sin embargo, la evidencia de las especiales cualidades constructivas del hierro (ductibilidad, resistencia, economía, carácter ignífugo…) fueron imponiéndose sobre la imitación de las formas del pasado y de nuevo fueron los ingenieros los principales protagonistas en la investigación de las posibilidades estéticas del hierro aplicado a la construcción. Se va configurando así una identificación entre las vigas, remaches y 4 Historia del Arte Contemporáneo 5 atirantados férreos con la noción de progreso y modernidad, igual que sucedería con la llegada del ferrocarril. Por poner algún otro ejemplo fuera del Reino Unido: Milán, Madrid o París. El éxito del Pabellón Real impulsó a muchos arquitectos, ahora ya unidos en el uso del hierro a los ingenieros, a emplear el hierro concibiendo sus obras según planteamientos formales y estilísticos tradicionales, a lo largo de todo el siglo XIX. Así lo hizo, por ejemplo, Henri Labrouste (1801-1875), en su Biblioteca de Santa Genoveva construida en París entre 1843 y 1850. La Revolución Industrial iniciada en Gran Bretaña empezaba a dar sus frutos y había colocado a la ciudad de Londres a la cabeza del progreso en Europa. La transformación que experimenta la ciudad durante la primera mitad del siglo XIX con la llegada del ferrocarril se tradujo, por un lado, en el trasvase de población desde los condados vecinos hacia la capital, al mismo tiempo que las clases adineradas emigran hacia las afueras de la ciudad construyendo nuevas residencias y dejando en el corazón de Londres a la población suburbana. En segundo lugar, este cambio urbano se reflejará en la aparición de nuevas arquitecturas íntimamente relacionadas con la industrial del ferrocarril y, además, tuvo unos efectos inmediatos. La primera línea de ferrocarril que se construyó en Londres fue la línea del Puente de Londres hacia Greenwich, la cual se abrió en 1836. Esto continuó con la apertura de grandes terminales de ferrocarril que unía Londres con casi todos los rincones de Gran Bretaña. Entre estas estaciones están la estación de Euston (1837), la estación de Paddington (1838), la estación de Ferchurch Street (1841), la estación de Waterloo (1848), la estación de King´s Cross (1850) y la estación de Saint Pancras (1863), quizá la más importante debido a sus características constructivas. 5 Historia del Arte Contemporáneo 6 La nueva estación fue diseñada por el ingeniero jefe para el Ferrocarril Midland, W.H. Barlow (1812-1902) que había colaborado con Paxton en el diseño del Palacio de Cristal de Hyde Park en 1851. En mayo de 1865, mientras se llevaba a cabo la obra de la estación, la Midland Railway Company convocó un concurso de ideas para el diseño de un hotel con capacidad para 150 camas anexo a la estación. De entre los once arquitectos que presentaron sus proyectos, el elegido y el más ambicioso fue el de GeorgeSGilbert Scott (1811-1878), uno de los más destacados representantes del neogótico victoriano inglés, es autor de la capilla de los Mártires en Oxford y el famoso Albert Memorial en Hyde Park. Cuando se inauguró, Saint Pancras se convirtió en el espacio cerrado más grande del mundo, coronado a 30,5 metros de altura por una bóveda de 73,2 metros de diámetro. En 1851 se celebra en Londres la Primera Exposición Universal de la historia. En el llamado Palacio de Cristal ubicado en Hyde Park y diseñado por el arquitecto Joseph Paxton y el ingeniero W.H. Barlow, tuvo lugar la “Gran Exposición de trabajos de la Industria de todas las Naciones”, concebida para mostrar el progreso del mundo de entonces (maquinaria, productos manufacturados, esculturas, materias primas…). Se trataba de un verdadero alarde de ingeniería y arquitectura, una proeza en la combinación de hierro y cristal, hasta aquel momento, la mayor superficie diáfana cubierta de todo Londres. Paralelamente a esta “Arquitectura del Hierro”, se mantiene en Inglaterra ese interés por la Antigüedad a raíz de los descubrimientos de Herculano (1711) y Pompeya (1733). Junto con el descubrimiento de la arquitectura griega y medieval a mediados del siglo XVIII, esto les hizo pensar a los británicos que no había un único modelo constructivo sino que se podía elegir y que la elección dependía de las ideas que se asociaban a cada uno de los estilos y modelos y sobre todo, de la función que debía cumplir el edificio. La belleza comenzaba por tanto a ser un criterio subjetivo y surgió la gran pregunta a la que se intentaría dar respuesta durante todo el siglo XIX: ¿En qué estilo debemos construir? La respuesta o respuestas pasaban por la experimentación, de ahí que durante el siglo XIX no podamos hablar de un estilo artístico único, porque fueron muchas y muy variadas las posibilidades. A partir de la tradición neoclásica heredada del siglo XVIII, se fueron sucediendo novedades y planteamientos artísticos que nos permiten hablar de Neoclasicismo, Romanticismo, Historicismo, Realismo, Impresionismo, etc. 6 Historia del Arte Contemporáneo 7 Si hasta la segunda mitad del siglo XVIII había prevalecido la construcción de palacios, iglesias y grandes casas de campo de la aristocracia, a principios del siglo XIX ganaron protagonismo en las ciudades los edificios públicos administrativos y de la educación, el comercio y la industria. La burguesía, que había adquirido un nuevo significado y había visto aumenta su riqueza, se convirtió en la clase que más edificios encargaba. Hasta mediados del siglo XVIII, la arquitectura inglesa se hallaba bajo la influencia total del llamado palladianismo. Tras la época conflictiva de la Guerra Civil y la Revolución Gloriosa, se produjo en Inglaterra un auténtico auge constructivo que repercutió, sobre todo en las grandes mansiones señoriales del campo, las llamadas country houses. Cada latifundista deseaba tener una residencia señorial en sus posesiones rurales, además de su casa en Londres. Los grandes propietarios burgueses y nobles que habían adquirido una nueva conciencia de su propia importancia después de la implantación de la monarquía constitucional, fueron los primeros en Europa en abandonar el lenguaje formal barroco para construir sus residencias, y los primeros en buscar un ideal de creación más discreto y moderado. Así, en esa primera mitad del siglo XVIII Inglaterra se llenó de construcciones palladianas, formados por cuerpos cúbicos claramente definidos según un estricto sistema de proporciones, con una decoración exterior muy austera y fachadas acentuadas por un gran pórtico al estilo de un templo clásico. Tanto en las pequeñas construcciones de los jardines ingleses como en otros edificios de gran formato, a medida que avanzaba el siglo, se fueron alternando, de forma paralela, los lenguajes formales neoclásico, neogótico, neomudéjar, neogriego... Las country houses fueron el resultado de todos los conocimientos sobre la Antigüedad adquiridos gracias a las expediciones arqueológicas y a las publicaciones realizadas a partir de la mitad del siglo XVIII. Todo ello les sirvió para emular a los clásicos a partir de planos originales y de dibujos tomados directamente de aquellos monumentos, sin necesidad de atenerse a la información que les llegó filtrada por el Renacimiento. El British Museum de Londres proyectado por Robert Snirke (1823) y la iglesia de Saint Pancras en Londres, obra de los hermanos William Inwood (1819-1822) son los dos ejemplos más significativos del “greek revival”. Un gran número de iglesias en Inglaterra adoptaron este lenguaje clásico para su construcción, tras el decreto que destinó una cuantiosa ayuda para la edificación de templos funcionales y poco costosos. Este retorno voluntario a la Antigüedad se manifestó primero en la decoración de interiores de las grandes casas de campo, actividad que dominaba a la perfección el arquitecto Robert Adam, muy aclamado en las últimas décadas del siglo XVIII. 7 Historia del Arte Contemporáneo 8 Robert Adam (1728-1792) Constituye el mejor ejemplo de arquitecto neoclasicista en la Inglaterra del siglo XIX. Antes de su instalación en Londres (1758), Adam estuvo dos años en Roma, estudiando las ruinas, aunque su interés no se dirigía tanto a los templos como a las viviendas de esta época y a su decoración, planificando ya de este modo su futura carrera en Inglaterra. Desde Roma, comenzó a establecer toda una red de contactos entre una clientela selecta de familias nobles inglesas que hacían en la capital italiana su parada obligada del Grand Tour. Una vez en Londres fundó un estudio de arquitectura en el que colaboraron sus hermanos, James y William y en pocos años, consiguió desarrollar un estilo propio que revolucionaría la arquitectura inglesa. Adam utilizó con total libertad los modelos de la Antigüedad, del Renacimiento y hasta del Barroco, como inspiración para sus propias creaciones. Basó su novedoso estilo en la elegancia y la variación y su objetivo manifiesto era crear movimiento en sus obras, bien fuera mediante el diseño de cuerpos arquitectónicos llenos de contrastes tanto en el exterior como en el interior, bien con una decoración que cambiara constantemente para mantener el interés de la mirada del espectador. Robert Adam llegó a publicar dos libros en los que incluyó buena parte de sus propios diseños, lo cual ayudó a engrandecer aún más el éxito para entonces ya alcanzado por este arquitecto “de interiores”. Llegó a especializarse en la construcción de viviendas privadas, tanto en Londres como en el campo y era frecuente que se le contratara para reformar casas antiguas o que se habían empezado a construir, convirtiéndose en un solicitado especialista en la “modernización” de interiores. Otros importantes arquitectos contemporáneos de Adam fueron John Nash, Thomas Harrison, James Gibbs, William Kent, William Wilkins... Otros siguieron la tendencia historicista, sin dejar por ello de recurrir al lenguaje y a los conceptos del Clasicismo. Es el caso de arquitectos como Joseph Bonomi o James Wyatt, entre otros muchos. El Neoclasicismo Ecléctico John Soane (1753-1837) John Soane es el mejor ejemplo de arquitecto romántico o pintoresquista del Reino Unido y, sin duda, uno de los arquitectos más originales de Inglaterra. Una de sus innovaciones arquitectónicas fue la utilización de la luz como elemento fundamental de compartimentación visual del espacio, eso y la experimentación e innovación también con el desarrollo de cúpulas. 8 Historia del Arte Contemporáneo 9 Formado en la Royal Academy y, al igual que Adams, completó su formación con un par de años en Roma y Sicilia, donde estudió directamente los edificios abovedados romanos (termas y mausoleos, el Panteón o la villa de Adriano en Tívoli). A su regreso a Inglaterra y durante la última década del siglo XVIII se dedicó sobre todo a la construcción de casas de campo. En Wimpole Hall (1791) construyó por primera vez una estancia cubierta por una cúpula e iluminación cenital, un diseño que sería el hilo conductor de toda su obra posterior. El Yellow Drawing Room (salón amarillo) se levanta sobre un cuadrado con dos ábsides laterales y un brazo longitudinal cubierto por una bóveda de cañón. Soane combinó, sobre el espacio central, una cúpula sobre pechinas y una cúpula gallonada, abierta por una gran linterna. En 1788 fue nombrado arquitecto superior del Banco de Inglaterra, obra que le acompañaría el resto de su vida y en la que experimentó un modo personal de trabajar las cúpulas. Igual que Adams, se tomó muchas libertades con el tratamiento del lenguaje clásico, sin embargo, allí donde el primero enriquecía y modificaba los órdenes clásicos para conseguir efectos siempre nuevos y sorprendentes, Soane hacía lo contrario: los reducía a lo imprescindible. Quería volver a las formas originales y fundamentales, a la esencia misma de la arquitectura y fue simplificando las cosas. En Wimpole se podía observar ya que las pilastras eran muy finas, sin apenas resalte, en las estancias del banco, las divisiones se redujeron a unas acanaladuras gravadas, e incluso, en las últimas habitaciones que creó, las pilastras estaban unidas directamente a los arcos extendidos sin la presencia de ningún capitel. Una reducción absoluta es también la característica principal de la galería de pinturas que construyó Soane entre 1811 y 1814 para el Dulwich College de Londres. Aquí, la única novedad ya no es la estructura formal, sino también la obra en sí y su construcción: Se trata de la primera vez que se construyó en Inglaterra un museo aislado, y uno de los primeros edificios de exposición de Europa con luz cenital. La larga secuencia de cinco salas de exposición avanza en dirección oeste en dos pequeñas alas. En el medio se distingue un pequeño edificio cruciforme: El mausoleo para el fundador Sir Francis Bourgeois y para el coleccionista de arte Noel Desenfans, de quien provenían los cuadros. Los diferentes elementos de la construcción están conectados entre sí, pero al mismo tiempo están separados por pequeños entrantes en la pared de la obra. El edificio se ha construido enteramente con ladrillo sin revocar, excepto las bandas más claras de la base, la cornisa superior y la linterna que está en la parte superior del mausoleo, y está únicamente adornado con sencillos arcos de medio punto y dibujos en la pared que se limitan a líneas verticales. Por este motivo, parece más una fábrica que un templo de las musas, contrariamente al British Museum de Robert Smirke, construido poco después. Soane reunió todas sus concepciones arquitectónicas en su casa de Londres: la luz que, proveniente de arriba o de un lado (también indirectamente), ilumina una habitación de manera inusual; el espacio se cubre mediante una cúpula y el lenguaje formal clásico se reduce a las formas rectangulares más simples y a unos dibujos planos y lineales. Entre 1792 y 1824, Soane fue comprando sucesivamente las casas de los números contiguos de 9 Historia del Arte Contemporáneo 10 Lincoln´s Inn Fields, que convirtió en vivienda, oficina y sala de exposición de su colección de arte. Los edificios muestran la típica fachada londinense de ladrillo rejunteado, con tres hileras de ventanas que miran hacia la calle. El número 13, es el único que tiene su fachada en piedra labrada y que muestra su alzado dividido en vanos de arco de medio punto, una especie de “fachada retablo” dentro del más puro y personalizado estilo clásico. Sobre las ventanas del piso superior se ha colocado una greca, uno de los motivos ornamentales preferidos de Soane. Introduce además acroteras, figuras colocadas en los extremos y originales modillones góticos procedentes del palacio de Westminster. Tal combinación entre elementos clasicistas y medievales era algo totalmente novedoso y Soane siguió usándola en su importante colección de arte, en la que unía fragmentos de la Antigüedad a la Edad Media así como dibujos arquitectónicos y pinturas de sus contemporáneos. Para estos objetos, se construyó un museo propio encima de los patios traseros de las tres casas, y lo compuso de un gran número de salas de diferentes dimensiones, que comunican las unas con las otras mediante un complicado sistema. La pretensión de Soane con estas habitaciones sobrecargadas de elementos arquitectónicos, piezas de decoración y obras de arte, con el uso misterioso de la luz, la unión sensitiva e ilógica e irracional….no era otra que la búsqueda de la poesía en la arquitectura, como hijo del Picturesque y el romanticismo que era. Quiso interpretar el lenguaje formal clásico de una forma original y nueva e indudablemente lo consiguió. La arquitectura radical de Soane no encontró imitadores hasta principios del siglo XX. 10
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