Devaluación del yuan o cómo ganar competitividad en tres días

Departamento de Estudios Económicos
Nº 164, Año 5 | Martes 25 de Agosto de 2015
DEVALUACIÓN DEL YUAN O CÓMO GANAR COMPETITIVIDAD EN
TRES DÍAS
Hace un par de semanas, el Banco Popular de China, la autoridad monetaria de dicho país, decretó
la devaluación del yuan, medida que realizó durante tres días, y que convulsionó a los mercados
financieros por varios días más. La razón principal que habría llevado a Pekín a recurrir a dicho
mecanismo parece ser la debilidad que viene registrando la economía del gigante asiático, que de
esta manera busca darle un impulso a su sector exportador. Sin embargo, hay una serie de
impactos que podrían desencadenarse alrededor del mundo a raíz de esta medida.
Mercado cambiario chino
Antes de describir en qué consistieron las medidas adoptadas por el banco central chino, no está
de más explicar cómo funciona el mercado cambiario de dicho país. A comparación de la gran
mayoría de economías, la de China tiene un mecanismo cambiario donde la moneda local fluctúa
alrededor de un tipo de cambio base o referencial determinado por la autoridad monetaria. Este
tipo de cambio “establecido por el mercado” no puede superar unas bandas oficiales de 2% por
encima o por debajo del referido tipo de cambio base.
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Así, el 10 de agosto pasado el banco central de dicho país decidió incrementar el tipo de cambio
referencial para la economía en 1.86% a 6.2298 yuanes por dólar; el día siguiente lo aumentó en
1.62% a 6.3306, mientras que el 12 de agosto lo subió en 1.11% más a 6.401, acumulando una
devaluación de 4.59% en esos tres días, la mayor desde 1994.
Contexto y objetivo de la devaluación
Aunque en un comunicado, el Banco Popular chino señaló que tales medidas se dieron con la
intención de que la cotización del yuan “sea más coherente con el mercado”, las actuales
condiciones económicas del gigante asiático nos hacen pensar que la verdadera razón pasa por
inyectar fuerza a las exportaciones locales. Desde hace algunos años, las autoridades de dicho
país buscan migrar desde un modelo de crecimiento -que prioriza el mercado externo- hacia uno
que tenga al consumo interno como el motor principal de la economía. Sin embargo, la coyuntura
actual hace que dicho objetivo se torne -por ahora- difícil de alcanzar, y por tal motivo el Gobierno
chino estaría dispuesto a impulsar su sector exportador.
Las últimas cifras muestran que la desaceleración de la
economía china no se ha detenido y no hay evidencia de que
“(…) una devaluación
ello vaya a suceder en los siguientes meses. Por ejemplo, la
como la realizada por el
tasa de crecimiento del PBI chino en el segundo trimestre fue
banco central chino
6.97%, mientras que la del primero llegó a 6.95%, en ambos
impactará definitivamente
casos por debajo del 7.4% de expansión registrado el 2014.
en las ventas al exterior de
De igual manera, las exportaciones (uno de los principales
las empresas chinas, al
motores del crecimiento junto a la inversión pública) cerraron
abaratarlas
frente a sus
julio con un descenso de 8.3%, en tanto que en marzo ya
competidores
alrededor
había anotado una caída de 15%. Ante ello, una devaluación
del mundo.”
como la realizada por el banco central chino impactará
definitivamente en las ventas al exterior de las empresas
chinas, al abaratarlas frente a sus competidores alrededor del mundo.
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Impactos adicionales de la devaluación
De otro lado, también resulta evidente que la devaluación del yuan tendrá impactos que van más
allá de las fronteras chinas. Es más, el mismo día que se anunció dicha medida, los mercados
financieros internacionales fueron fuertemente sacudidos, con gran parte de las plazas bursátiles
globales registrando pérdidas (las mismas que se extendieron incluso dos semanas después de
haberse realizado la primera devaluación), al igual que un número importante de monedas,
especialmente de aquellos países con mayores lazos comerciales con China. Este resultado
negativo se extendió durante los siguientes días, mientras se anunciaban nuevos ajustes en el
yuan. No obstante, hay impactos que probablemente se darán en los siguientes meses y que
tendrían consecuencias más significativas.
La mayor competitividad de las exportaciones chinas
afectaría a las industrias de aquellos países que son
importadores de productos chinos. En países europeos como
Alemania -por ejemplo- las industrias automotriz y siderúrgica
serían algunos de los sectores sacudidos por este escenario,
debido a que la producción local tendría que competir con
bienes chinos más baratos. Algo similar ocurriría en América
Latina, importante destino de la producción textil china,
suceso que golpearía a las empresas locales. EE.UU.
recibiría un impacto similar al resto de regiones, lo que
además podría incluso llegar a posponer la decisión de la Fed
de aumentar sus tasas de interés, a la espera de que se
visualicen mejor los efectos de la devaluación china en la
industria manufacturera estadounidense.
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“EE.UU. recibiría un
impacto similar al resto de
regiones, lo que además
podría incluso llegar a
posponer la decisión de la
Fed de aumentar sus
tasas, a la espera de que
se visualicen mejor los
efectos de la devaluación
china en la industria
manufacturera
estadounidense.”
En particular, para nuestro país los impactos serían similares a los descritos líneas arribas. Hace
poco, JP Morgan señaló que tanto Perú como Chile son los países que encabezan el ranking de
riesgo global por exposición a la devaluación del yuan, debido a los fuertes lazos comerciales que
mantienen con China. Es probable que el sector más afectado sea el textil y confecciones, el cual
compite directamente con los productos chinos. Del mismo, el nerviosismo de los agentes
económicos llevaría a que los mercados financieros locales estén bajo presión hasta que quede
descartada cualquier nueva devaluación del yuan. Del otro lado, la entrada de bienes chinos más
baratos beneficiaría al consumidor, quienes tendrían que pagar menos por adquirir productos que
tienen dicho origen, y que podría presionar a los demás competidores a ajustar sus precios con tal
de no verse desplazados en las preferencias del usuario final.
Posibles reacciones: ¿guerra de divisas a la vista?
El abaratamiento de los productos chinos a causa de la devaluación del yen podría ser enfrentado
por el resto de países de dos maneras: a través de una reducción en los costos por parte de las
empresas locales, buscando ganar mayor competitividad; o mediante una devaluación de sus
monedas. Es decir, la medida adoptada por el banco central chino podría generar una “guerra de
divisas”, un hecho que sería sumamente preocupante, ya que le agrega distorsiones al mercado
cambiario al no dejar que se determine libremente.
En todo caso, se abre un nuevo capítulo en el actual periodo de bajo crecimiento económico que
afronta el mundo. La movida china ha sido audaz, considerando que puede tener repercusiones y
respuestas de las demás potencias mundiales y otros exportadores importantes como Corea,
Indonesia, Singapur, entre otros. Es muy probable que las réplicas a la medida china sean del
mismo calibre: devaluación. Habrá que esperar algún tiempo aún para saber si el Gobierno chino
logra ganar competitividad y encender nuevamente su locomotora de crecimiento a costa del resto
del mundo.
Gerencia de Estudios Económicos y Estadísticas
Alberto Morisaki
Gerente
Estudios Económicos
Estadísticas
Sergio Urday
Jefe
Maura Rivera
Analista
Arturo Hidalgo
Analista
Carlos Ramos
Analista
Georgia Granadino
Asistente
612-3322
[email protected]
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