17 Mateo 19:9 (Parte 2) Lección 4 Mateo 19:9 (Parte 2) Versículo para recordar: “Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio” (Mat. 5:32). John Murray dijo que Mat. 19:9 es “el pasaje más esencial en el Nuevo Testamento sobre el divorcio”. De esta manera, necesitamos entenderlo y aplicarlo correctamente. Nuestro pasaje no es del todo difícil de entender. Martín Lutero dijo, “Mat. 19:9 es un pasaje contundente, claro y explícito”. El problema surge cuando el pasaje no concuerda con nuestras vidas. I. La Frase de Excepción ¿Por qué Mateo es el único escritor que incluye la frase de excepción (Mat. 5:32; 19:9)? Si cada evangelio tuviera todos los detalles de los otros tres, no habría necesidad para todos los cuatro. Cada escritor puede decir algo diferente (no contradictorio). Por ejemplo, Mat. 1 habla del anuncio del nacimiento de Cristo a José, mientras que Lucas 1 habla del anuncio a María. También las narraciones de la gran comisión difieren un poco. Mateo registra a Jesús diciendo “enseñándoles que guarden todas las cosas ...”, mientras que Marcos y Lucas no dicen nada acerca de eso. Compare Mat. 28, Marcos 16 y Lucas 24. Esto ilustra por qué necesitamos toda la Biblia. Lo mismo es verdad con respecto al tema del matrimonio. Una explicación posible es que en Mat. 19 la pregunta siendo discutida era con respecto a repudiar por “cualquier causa”. De esta manera, en la enseñanza de su ley, Jesús muestra que hay una causa (fornicación) y solamente una. La narración de Marcos no se dirige al asunto desde el punto de vista de “cualquier causa”. Otros escritores (Marcos, Lucas y Pablo) tratan con la regla en general, solamente Mateo menciona la excepción. Diferentes personas pueden tratar de explicar a un extranjero acerca de la luz roja en el semáforo. La mayoría probablemente dirá, “Todos los vehículos deben detenerse en la luz roja”. Sin embargo, uno podría decir, “todos los vehículos deben detenerse en una luz roja, excepto los vehículos de emergencia”. ¿Por qué Jesús permitió el divorcio por fornicación (v.9) cuando dijo, “mas al principio no fue así” (v.8)? Nuevamente la pregunta era con respecto al divorcio por “cualquier causa” (v.3). Moisés toleró el divorcio por “cualquier causa” (v.8). Esa era la cosa que al principio no fue así. No obstante, cuando dice, “Y yo os digo ...” (v.9) estaba diciendo que esta era su ley ahora. Esa ley permite el divorcio por fornicación. ¿La frase de excepción modifica la última cláusula, “y el que se casa con la repudiada, adultera”? Es argumentado que hay una “elipsis” en la última cláusula del pasaje. Una “elipsis” es una omisión de una palabra o palabras que son necesarias para completar una frase. De esta manera, nos es dicho que para un correcto entendimiento de esta cláusula debemos suplir la excepción. No obstante, como se lee Mat. 19:9, no es gramaticalmente incompleta. Ninguna palabra o palabras deben ser suplidas (gramatical o razonablemente) para tener sentido. La frase de excepción no puede ser modificada gramaticalmente en la primera y última parte de Mat. 19:9. Como se modifique la primera cláusula es una frase adverbial (calificando a “repudia”). No obstante, si se modifica la segunda cláusula sería una frase adjetival (calificando a “repudiada”). ¡Esto no puede ser hecho gramaticalmente! Escribí a Bruce M. Metzger preguntándole, “¿La cláusula de excepción (“salvo por causa de fornicación”) modifica la frase ‘y el que se casa con la repudiada, adultera’?” Su respuesta fue “no, califica a la cláusula anterior”. Las siguientes citas, recopiladas por Gene Frost, son de profesores y maestros del Inglés y el Griego que dicen que esta frase no puede modificar ambas cláusulas. Anotaciones 18 Mateo 19:9 (Parte 2) Anotaciones “En Mat. 19:9 el texto griego original ‘salvo por causa de fornicación’ modifica a ‘repudia’ de parte del hombre y no modifica a la persona que es repudiada. Y la forma del tiempo presente de la forma griega moichatai = adultera significa ‘acción continúa en cualquier momento’, eso es, mientras continúe existiendo la acción del segundo matrimonio el adulterio continúa existiendo”. Leonard Latkovski Profesor de Idiomas Clásicos Bellarmine College Louisville, Kentucky “En mi opinión, la frase, ‘salvo por causa de fornicación’, se aplica a la primera cláusula pero no a la última”. Dr. Harry Sturz Departamento de Griego Biola College La Mirada, California “La cláusula modificadora (salvo por causa de fornicación) se aplica solamente a la primera persona mencionada, en la primera mitad de la frase. No se aplica, gramatical o sintacticamente, a la persona (‘y el que se casa con la repudiada’) en la segunda mitad de la frase”. Donal A. Drury, M.A. Departamente de Inglés Long Beach City College No hay evidencia del Inglés, Griego, en este pasaje o algún otro que demande que esta excepción modifique la última cláusula. La consecuencia de tal posición es que el fornicario estaría protegido. El fornicario repudiado estaría libre para volverse a casar mientras que la repudiada por dejar quemar el pan no podría. Un poco de fornicación volvería correcto el segundo matrimonio. ¿Quién puede creer tal cosa? A. Mateo 19:9. II. Pasajes Paralelos “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera”. El énfasis en este pasaje está en el pecado de repudiar injustamente al cónyuge de uno por “cualquier causa”. Este pasaje incluye la frase de excepción y a la cláusula de las segundas nupcias (con respecto a la repudiada). B. Mateo 5:32. “Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio”. Jesús empieza con “Pero yo os digo”, lo cual muestra un contraste con la antigua ley también como la interpretación de los rabinos de esta. El énfasis en este pasaje es sobre el hombre que hace que su esposa cometa adulterio por repudiarla injustamente. Este pasaje es el único que dice que él hace que ella peque. “Primero la declaración de que el divorcio hará que la mujer se convierta en adúltera es sencillamente otra forma de condenar la segunda unión que muy probablemente estará obligada a contraer en su situación” (William A. Heth y Gordon J. Wenham, Jesús y el Divorcio, Pág. 14). “Mucho mejor, me pa- Mateo 19:9 (Parte 2) recería, es por tanto la traducción, ‘Cualquiera que se divorcia de su esposa a no ser sobre la base de infidelidad la expone al adulterio’, o algo similar” (William Hendriksen, Comentario del Nuevo Testamento – Mateo, Pág. 306). Este adulterio no es cometido hasta que ella se vuelve a casar. Simplemente la coloca en una posición donde ella permanecerá soltera o cometerá adulterio. Las estadísticas muestran que la mayoría de las personas divorciadas se vuelven a casar. Este pasaje incluye la frase de excepción y la cláusula de las segundas nupcias (con respecto al repudiado). C. Marcos 10:11-12. “Y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”. La narración de Marcos simplemente declara la regla general. No hay frase de excepción o cláusula de segundas nupcias (con respecto al repudiado). Jesús dijo que el hombre que repudia a su esposa y se vuelve a casar comete adulterio “contra ella”. Es “contra ella” (muy probablemente la segunda esposa) porque (él y su primera esposa) aún están unidos, aún cuando no casados (Rom. 7:2-3). La unión (o lazo) será discutido con más detalle en la lección cinco. En el v.12 Jesús da la vuelta al asunto y lo aplica a la mujer que repudia a su marido. Marcos es el único escritor que registra esto. La esposa repudiando a su marido era algo raro entre los judíos (en efecto, la ley no hizo provisión para esto). No obstante, esto era muy común entre los gentiles a quienes Marcos escribió. Mateo escribió a los judíos. D. Lucas 16:18. “Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera”. Como Marcos, Lucas simplemente declara la regla general, dejando fuera la excepción. No obstante, este pasaje tiene la cláusula de las segundas nupcias (Con respecto a la repudiada). Por encima parece que el v.18 no se ajusta al contexto. Sin embargo, todo el capítulo los declara culpables de actitudes permisivas hacia la ley. “Entonces el Señor ilustró la naturaleza obligatoria de la ley en un punto donde los fariseos notoriamente la infringían” (Comentario Luterano, Vol. IV, Pág. 306-307). En el v.16 el Señor introduce el evangelio del reino. Luego, justo dos versículos después Jesús habla de su ley sobre el divorcio y las segundas nupcias. III. La Aplicación de Nuestro Pasaje Ahora llegamos al corazón de las lecciones tres y cuatro por medio de ver lo que el pasaje dice realmente. ¿Cómo debe ser aplicado? A. Divorcio. Jesús no mandó o requirió el divorcio, sino que es permitido con aprobación. Hay muchas razones de por qué uno podría obtener un divorcio (incompatilibidad, aversión personal, quemar el pan, diferencias irreconciliables, y aún la fornicación). No obstante, Jesús permitió solamente una causa: fornicación, sea que hubiera segundas nupcias o no. (Véase el diagrama en la página siguiente). 19 Anotaciones 20 Mateo 19:9 (Parte 2) Anotaciones B. Segundas Nupcias. En el caso de las segundas nupcias después del divorcio, la regla general es que este es adulterio. La excepción es cuando uno repudia a su cónyuge por fornicación. Considere cuidadosamente el siguiente diagrama: Si el que se repudia se vuelve a casar, eso es adulterio si el divorcio fue por alguna otra causa distinta a la fornicación. No es adulterio si el divorcio fue por fornicación. Si el repudiado se vuelve a casar, eso es adulterio cualquiera sea la causa, fornicación o no. Mateo 19:9 contiene dos cláusulas completas unidas por “y”. El que repudia (excepción: fornicación) y se vuelve a casar adultera y cuando el que es repudiado se vuelve a casar, adultera. Obviamente, cuando el repudiado (sea por fornicación o alguna otra razón) se vuelve a casar, eso es adulterio. Mateo 19:9 (Parte 2) Cuando no estuvo involucrada ninguna fornicación, las segundas nupcias (o recasamiento) para ambos cónyuges es adulterio. No importa quién se vuelva a casar primero, ambos recasamientos son adulterio. Dios no permite ningún divorcio en el que ambas partes queden libres para volverse a casar. IV. El Orden del Pasaje El Orden de Dios vs. el Orden del Hombre 1. Creer Marcos 16:16 2. Ser Bautizado 3. Salvo El Hombre 1. Creer2. Salvo3. SerBautizado 1. Fornicación cias Mateo 19:9 2. Repudiar 3. Segundas Nup- El Hombre Algunos han intentado justificar prácticamente todos los recasamientos cuando es cometida la fornicación, ya sea antes o después del divorcio. Por ejemplo, si 21 Anotaciones 22 Mateo 19:9 (Parte 2) Anotaciones Juan repudia a Juliana por dejar quemar el pan y más tarde el comete fornicación, es argumentado que ella es ahora libre para volverse a casar. El orden de los eventos aquí sería (1) Repudiar, (2) Fornicación, (3) Segundas Nupcias. O si Juan repudia a Juliana por dejar quemar el pan y ella se vuelve a casar, es pensado por algunos que cualquier fornicación que Juan pudiera cometer justificaría el segundo matrimonio de Juliana. El orden de los eventos aquí sería (1) Repudiar, (2) Segundas Nupcias, (3) Fornicación. El orden de los eventos que Jesús dio en nuestro pasaje es (1) Fornicación, (2) Repudiar, (3) Segundas Nupcias. Cambiar el orden es tan equivocado como sabotear el orden de los eventos en Marcos 16:16. Las perversiones anteriores de Mateo 19:9 demandarían que la palabra “y” en la clausula “y el que se casa con la repudiada” signifique “o”. De esta manera, Juan estaría cometiendo adulterio si se vuelve a casar primero, o Juliana comete adulterio si primero se vuelve a casar. A pesar de todo, “y” es traducido de kai que no significa “o”. Escribí a Metzger y Gingrich y les pregunté si kai podía posiblemente ser “o”. Metzger dijo, “no”; Gingrich dijo, “‘o’ probablemente no lo es”. En adición a eso, los traductores usaron la palabra “y” no “o”.
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