507 FUENTES TORREÑAS Ha sido la mayor de las

Ginés de la Jara Torres Navarrete
Historia de Torreperogil
FUENTES TORREÑAS
Ha sido la mayor de las preocupaciones de los regidores torreños a
través de los siglos: dar de beber a una población agobiada por la falta del
más preciado de los líquidos.
De entre los documentos que se conservan en nuestro Archivo histórico,
muchos de ellos nos hablan de ambiciosos proyectos y acuerdos para
solucionar tan grave problema, y una vez y otra los fondos municipales
quedan exhaustos al tratar de apagar una sed de siglos.
De la importancia que ha tenido el agua en todos los tiempos en
nuestra villa, lo confirma el afán de sus vecinos por asegurar su propio
abastecimiento a través de pozos, aprovechamiento de la lluvia o derrames
de las fuentes del común.
Vamos a tratar de cada una de las fuentes públicas mediante las noticias
halladas y así conocerán las generaciones futuras del titánico esfuerzo
alcanzado en los tiempos actuales al hacer posible que cada casa tuviese
una fuente.
Todos los caminos conducían a una fuente y cada fuente era un tesoro.
De entre ellas recordamos «El Fontarrón», «El Charcón de los Perros», «La
mina de don Felipe», «La mina de Montesinos», la «Fuente del Ciervo»,
«Aguasblanquillas», la «Cañada de los Charcos», «La mina de San Marcos»,
el «Pozo de la Casa», la «Fuente del Padre Villar ("Pavillar")», el «Pozo de las
Yeguas», «El Pilarejo», la alberca de Moya, Salamanca y tantas otras con
sabor de siglos.
En 1809 los fontaneros Fernando y Manuel de Molina Tovaria y Juan y
Alonso Fernández, son encargados de realizar obras de limpieza en el Pozo
de las Yeguas, propio de la Dehesa de las Yeguas, de los bienes de propios
del Concejo, para dar de beber a la yeguada propiedad del municipio. Por
tal compostura se pagaron 29 reales375.
La mina de San Marcos era propiedad del común. En 1858 don Antonio
Saro, vecino de Úbeda, eleva instancia al Ayuntamiento de Torreperogil
pidiendo se le conceda la utilización del sobrante de las aguas de la mina de
San Marcos, situada en el camino real que conducía a Cazorla. Debió de ser
Saro el comprador de la ermita de San Marcos en la desamortización de
1836. A cambio del sobrante de dicho caudal, Saro propone mejorar aquella
fuente pública con la construcción de un abrevadero junto al camino, de
dos varas de largo y una de ancho. Saro realiza las obras y a cambio recibió
el sobrante que vertía el pilar376.
Ni una sola gota de agua era desaprovechada. Así don Juan Montiel
López, vecino y natural de la villa, eleva instancia en 1874 pidiendo
autorización para aprovechar las aguas de lluvia que corrían por la calle
Escucha. A cambio, don Juan Montiel se encargó del embellecimiento de
aquella antiquísima vía urbana377.
375
Actas de 21-6-1809 y 3-8-1809.
Acta de 14-11-1858.
377
Acta de 22-2-1874.
376
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Pocas eran las industrias en 1877, pero las existentes habían de
vérselas con la escasez del agua. Las autoridades, benévolas con las
necesidades de los molinos aceiteros acuerdan que éstos se aprovechen de
las aguas de los pilares de la villa mediante una cuota de 5 pesetas para los
molinos de una sola viga que trabajasen a un solo turno, 6'25 a los molinos
de una sola viga que trabajasen en doble, y 10 y 12'50 a los molinos de dos
vigas según la molturación sencillo o doble378.
El año 1877 fue muy escaso en lluvias y las fuentes acusaron una gran
merma en sus caudales. Los regidores, siempre atentos a procurar el bien
común, acuerdan ya comenzado el año 1878 suspender la retirada de
aguas de los pilares públicos por los molinos de aceites y fábricas de aguardientes, pues los ganados de la población no «Habían podido beber agua».
Aquella era una buena medida de cara a la agricultura y ganadería pero una
decisión caótica para la escasa industria local. Estudiado el problema, los
regidores acuerdan que los industriales retiren agua de los abrevaderos sólo
de las 8 de la noche en adelante, hora en que los ganados ya habían
abrevado379.
Si Saro en 1858 pidió servirse de los sobrantes del pilar de la mina de
San Marcos, en 1887 va más lejos don Juan Guerrero Mendieta380, pues
éste solicita de la «Ilustrísima Corporación» autorización para construir una
cañería que partiendo del abrevadero público de la mina de San Marcos,
encauzar los sobrantes de sus aguas para su utilización en la antigua ermita
de San Marcos 381.
Y pasado ya el primer cuarto de siglo xx (1929), don Francisco Zárate
Vasco, conde de Santa Ana, eleva instancia al Ayuntamiento pidiendo
autorización para realizar obras de aprovechamiento de aguas existentes en
el paraje denominado «La Alcobilla»382.
Con este grave problema caminó la villa a través de los tiempos. El
primer proyecto de traídas de aguas data de 1935. El concejal don Enrique
Zárate Muñoz-Cobo, da cuenta de la reunión celebrada en Villacarrillo junto
a las comisiones de Úbeda para tratar del abastecimiento de aguas de estos
tres pueblos383. Corrían malos tiempos y el proyecto no llegó a cuajar.
Nuevo proyecto en 1939. Se recibe comunicación del señor Briones por
la que participa que en breve serían enviadas instrucciones para la
tramitación de la petición del alumbramiento de aguas para el abastecimiento
local. Al año siguiente, se abonaron a don Florentino Briones por la
confección del proyecto de la traída de aguas desde la Fuente del Ciervo,
8.000 pesetas384. Sólo quedó la idea en mero proyecto, no se realizó la
traída.
Y sigue Torreperogil con su sed de siglos, pues en 1941 es don Juan
378
Acta de 13-1-1877.
Acta de 12-1-1878.
380
Natural de Torreperogil, general de caballería, caballero laureado de San Fernando.
381
Acta de 19-4-1887.
382
Acta de 10-4-1929. «La Alcobilla» se halla en el hoy chalet de don Juan Comenge.
383
Acta de 12-3-1935.
384
Acta de 10-8-1939.
379
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Bravo Martínez el que solicita el sobrante del agua de la fuente del Hospital.
En atención a las necesidades de su industria aceitera y a modo de favor, se
le autoriza dicho aprovechamiento por una sola campaña sin que por ello se
le reconozca derecho alguno385.
Por fin aquel gran caudillo, Francisco Franco prometió en Villacarrillo
apagar para siempre la sed de estos pueblos de La Loma. A los 1957 años
del nacimiento de Cristo, nuestro pueblo tuvo un decidido valedor que hizo
posible tanto grifo y tanta abundancia.
Este Ayuntamiento, recibe en 1957 escrito de la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir con fecha 21 de diciembre de 1956, junto al
presupuesto de abastecimiento a los pueblos de Baeza, Úbeda, Torreperogil
y Sabiote (Grupo Occidental de La Loma de Úbeda), del que resultó corresponder a este municipio 36.123'81 pesetas por tan ambicioso y definitivo
problema386.
Por fin, en julio de 1967 gran parte de la zona centro de la población, fue
abastecida del agua del «Aguacebas». Franco, el genio perdido, aquella figura
«irrepetible» como se dijo después, cumplió su palabra. Un año más tarde
Torreperogil nadaba en la abundancia y crecían las primeras flores en las
zonas ajardinadas y cada casa era una fuente y en torno a cada fuente
unas macetas...
Y ahora vamos a tratar por separado de cada una de las fuentes de la
villa que tanto sabían de cántaros amarrados, de críticas femeninas, de
rondas y de esperas, de voz y sonrisas, de cascos y de jumentos, de cocidos
pegados, de casas sin barrer, de niños sin lavar, de calles sucias, de
jardines agostados, de mujeres camino del Lavadero Nuevo, del de Joca, de
los pozos de las Arenas, y cómo no de las colas en la Corregidora ¡Adiós
pesadilla!; hoy ya sólo historia, la historia sencilla de nuestras fuentes que
es así:
FUENTE D E LA PLAZA
Fue la más antigua de la población, levantada a comienzos del reinado
de Carlos I el Emperador. Así rezaba la piedra ármera en la que. figuraban
las armas imperiales gastadas y carcomidas.
Fue aquella fuente testigo mildo y excepcional de todos los
acontecimientos locales: alzamientos, pronunciamientos, rincón entrañable
de muchas penas pero también de muchas alegrías, tardes toreras con olés
y chillidos femeninos, polvo o barro.
Llegamos en nuestra niñez a conocer aquella vieja fuente. Estaba
situada al final del terrizo de la Plaza entre las escalerillas que dan hoy
acceso a la misma. Un viejo caño, un pilar con ovas y estiércoles y sobre la
fuente una barandilla y una vieja farola. Corría el agua sobrante camino del
Pilar Redondo y unos arrieros movían con su recia vara el agua del pilar al
son de un silbido que era como un rito y una invitación a las acémilas.
385
386
Acta de 10-6-1941.
Acta de 4-3-1957.
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Larga hubiese sido de contar la historia de esta fuente si hubiese
habido curiosos entre nuestros antepasados. No fue así y entonces la
primera noticia que poseemos de manera documentada data de 1752. El
catastro del marqués de la Ensenada nos dice que los derrames de dicha
fuente fueron cedidos a perpetuidad a la Cofradía del Santo Entierro de la
Villa de Sabiote, para regar con ella la llamada «Huerta de la Plaza», que era
de su propiedad. Se extendía esta huerta a la vera misma de la Plaza
pública, y «... se riega con el remanente de la Fuente de la Plaza sirviendo
sus aguas para regar hortalizas, higueras, granados y moreras». Por tal
beneficio, la cofradía de Sabiote tenía contraído un censo con este municipio
de dos mil reales de vellón de principal, con 120 reales anuales de
intereses387. Así consta en el Libro de Cuentas de Propios de 1854 en cuya
fecha la huerta seguía. siendo de la citada cofradía y en vigor el censo.
En 1776 se paga a Juan de la Peña y Pedro Capirote 29 reales por el
arreglo y la limpieza del pilar de la Fuente de la Plaza388 y en 1843 se
ordena «que estando muy aminorada el agua de esta fuente, que se
registren las galerías...»389.
En 1860 se acuerda arreglar la fuente «... cuyo fontispicio está en
completa ruina, que se haga una berja y unos asientos». La reparación se
valoró en 986 reales390. Cinco años más tarde la fuente necesita nuevas
reparaciones y el 23 de mayo de 1865 en sesión que preside el gobernador
de Jaén don José Sánchez de Molina, dice éste que acudan estas
autoridades a don Ignacio Sabater, diputado por el distrito, para que sean
activados los trámites de la instancia para el dicho arreglo. En 1867 se
acuerda arreglar el asiento y verja de esta fuente y el caño del Molinillo de
Aranda391.
En 1870 don Agustín de Uribe y don Eugenio Cancio, dueños de un
molino aceitero en la calle Nueva, solicitan el aprovechamiento de los
derrames de la fuente. Vana pretensión ya que seguía utilizándolos la
Huerta de la Plaza392. Este mismo año hay otro solicitante, doña Paula Guerrero Mendieta pide el aprovechamiento de las aguas del antiguo minado
«que existe en la Plaza pública de la Villa»393.
En 1881 «Se acuerda arreglar el caño maestro que atraviesa la Plaza
para evitar filtraciones en el pozo público existe en ésta»394. En 1882 «Da
cuenta don Manuel San Martín del estado en que se halla el caño que
conduce las aguas sucias desde la fuente pública de la Plaza a la huerta y
cuyas emanaciones pudieran perjudicar a la salud pública. Que ello se
remedie»395.
387
Libro de Cuentas de Propios, 1797-1820.
Libro de Cuentas de Propios, 1749-1779.
389
Acta de 15-1-1843.
390
Acta de 13-6-1860.
391
Acta de 3-11-1867.
392
Acta de 27-3-1870.
393
Acta de 11-12-1870 y 27-3-1870.
394
Acta de 17-12-1881.
395
Acta de 15-7-1882.
388
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En 1891 se presenta una cuenta por el maestro de obras del municipio
por reparaciones hechas al pilar de la Plaza por valor de 20 reales396.
En 1892, el concejal don Joaquín Maza solicita: «Que se limpie el pilar
de la Fuente de la Pl aza por hallarse lleno de piedras e inmundicias y ello es
objeto de un foco de infección»397. En 1894 el concejal don Ildefonso Díaz
Salido expone: «... que el poyo corrido y baranda de hierro que existe encima
de la Fuente de la Plaza de la Constitución se encuentran destruidos y es de
necesidad su reparación»398. Dos años más tarde se arregla de nuevo el pilar
y el buzón de derrame, quedando limpio de «marranerías y escombros»399.
En 1915 «... hace presente el Sr. Alcalde que habiédose hundido parte
de los minados y cañería de la Fuente de la Plaza, que se repare de
inmediato». Por ello cobró el maestro albañil Sa lva dor Molina Morales
53'95 pesetas400. Al año siguiente se abonan al maestro Ildefonso Torres
Guerrero 24'25 pesetas por los jornales y materiales invertidos en el pozo
primero de la Plaza que estaba «Ostruido por completo»401. Y ya en 1921
costó al municipio la limpieza del caño del pilar diez pesetas402.
Aquella vieja Plaza Mayor, mercado y lugar de esparcimiento, cambió
su vieja estampa en 1941 en cuyo año desapareció la Fuente y ya no había
avispas en la pileta ni niños saltando a la luz de su vieja farola. Todavía
sufre otra transformación para bien con el traslado del kiosco de la música
al Prado de la Vera Cruz y la erección de una fuente monumental iluminada
el 18 de junio de 1966. La Plaza es la misma pero estrenó vestido y las
edificaciones de su entorno la han ido embelleciendo dejando de ser un
rincón pobre y oscuro para convertirse en otro bello con aire de gran
ciudad ya sin fuente, sin pilar, sin fango a su alrededor y sin arrieros.
FUENTE DE SAN JUAN DE LA CRUZ
La historia y la tradición nos han legado el recuerdo del paso de San
Juan de la Cruz por esta fuente donde descansó varias veces con fray
Pedro de los Ángeles que le acompañaba siempre, natural de Torreperogil,
según el testimonio escrito que guardamos del ilustre investigador torreño
don Diego Muñoz-Cobo.
Fray Juan de la Cruz pasó por estos caminos en muchas ocasiones
camino de Beas o de Sabiote. Esta vez, año de 1581, sucedió así:
«Un mes largo permaneció aún en Beas, esperando que el padre vicario
provincial, que se fue a Granada para conseguir licencia del arzobispo y
comprar casa les avise que pueden ponerse en camino. Pasan los días y no
396
Acta de 25-10-1891.
Acta de 10-7-1892.
398
Acta de 22-4-1894.
399
Acta de 25-4-1896.
400
Acta de 24-8-1915.
401
Acta de 1-3-1916.
402
Acta de 10-8-1921.
397
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llega el mensajero esperado. El Padre Juan de la Cruz y la madre Ana
deciden prepararlo todo para partir a la menor indicación. El día 13 de
Enero de 1581 está todo listo para el viaje. Es sábado. Por la tarde llega la
noticia: El vicario provincial envía un recado diciendo que pueden ponerse
en camino, y ya nada los detiene, ni una terrible tempestad que se
desencadena tan espantosa "que parecía se hundía todo el mundo con agua
y piedra", como dice la propia fundadora, ni el mal que ha dado a esta, Ana
de Jesús, y que tiene asustados a los médicos. Preparan las cabalgaduras, y
el lunes día 15, a las tres de la mañana, salen de Beas camino de Granada.
Van siete monjas, Fray Juan de la Cruz y Fray Pedro de los Ángeles.
Fuente de San Juan y Cruz de Arredondo.
Los caminos encharcados por la tormenta del sábado, están
intransitables. Las mulas se atollan en el barro arcilloso. Pero el tiempo es
bueno. Hacen alto de jornada a las ocho leguas en Torreperogil histórico
pueblecito, que está a la derecha del Guadalquivir, casi a una legua de su
orilla. Recogen a una joven que ha pedido el hábito para lega y que se
llamará en religión Catalina de los Ángeles que es nacida en Torreperogil, y
reanudan el viaje por Úbeda, Baeza e Iznallor»403
Aquella nueva religiosa era sobrina del prior de Torreperogil en donde
pasaron la noche las monjas, y los religiosos en la casa de los parientes de
fray Pedro de los Ángeles «que con ello tuvieron mucho contento».
403
Vida y Obras de San Juan de la Cruz, del padre Crisógono de Jesús, págs. 271 y 279.
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Aquella fuente que conoció San Juan de la Cruz, al correr el tiempo se
mezcló el agua de su nacimiento con otra salobre y hubo necesidad de hacer
nuevos minados en 1776. Dice así la autorización de don Pedro Díaz de
Mendoza, marqués del Fontanar:
«Que antes de empezar la obra de la Fuente se preparen los materiales,
como piedras, cien caizes de cal viva; arena para la mezcla, mill y cien
atanaores vidriados de la fábrica de Úbeda, diez y seis arrobas de ceyte para
el Zulaque y luces en la mina y los cubos y espuertas y sogas que se
necesita, que por inteligencia se ha regulado la obra en dos mill reales los
cien caides de cal viva, dos mill duscientos reales el tresporte de la arena, en
quatrocientos reales los mil atanaores por coste de conducción, en mill
seiscientos cinquenta reales la Aceyte, en quatrocientos dieciséis reales los
cubos y espuertas y sogas en ciento. Todo lo qual prevengo a Vuestras
Mercedes para su inteligencia y cumplimiento y de quedar en ella me darán
aviso como de todo quanto se les ofrezca exponer sobre este asunto. Dios
guarde a Vuestras Mercedes muchos años.—Madrid dos de Diciembre de el
mill y setecientos sesenta y un años.—El Marqués del Fontanar»404.
El Consejo Supremo de Castilla pasa esta comunicación al intendente de
la provincia, y éste, a su vez, al Concejo de Torreperogil «... para construir
una Fuente o Alcoba de agua dulce en la mina que llaman Pocico Moreno
por no poderse usar la que tienen para el abasto público por haberse
revuelto con otra salobre la que existía».
La obra fue proyectada «por los inteligentes en esta clase de obras,
Andrés Martínez y Diego Santiago» con fecha 19 de julio de 1776. La obra
costó tres mil doscientos y seis reales de vellón y se costeó con dinero de
las arcas municipales que tenían entonces 28.559 reales405.
No sabemos por qué causas la fuente fue abandonada, pues en sesión de
31 de octubre de 1896 se dice:
«El Sr. Alcalde pone en conocimiento a la Corporación el acuerdo de 3
del actual relativo a la construcción de una Fuente con las aguas de los
antiguos minados del Pocico».
«Los vecinos solicitantes piden al Ayuntamiento que dicha fuente sea
levantada en el lado izquierdo de la entrada del Camino de Sabiote con la
condición de que no pueda trasladarse de aquel sitio y en caso de que por
cualquier causa se verificase la mudanza, que el Ayuntamiento se obligue a
indezninar a los señores que de sus fondos particulares se comprometen a
costear las obras de las cantidades y materiales invertidos en la obra, toda
vez que el móvil de su desembolso ha sido el dotar de aguas aquella parte
de la población que carecía de ella y que sus vecinos tuviesen la comodidad
y aprovechamiento de dichas aguas».
Las aportaciones del vecindario fueron:
Don Pablo Martínez de la Torre 100 pesetas. Don Andrés Gaitán 50
pesetas. Don Pedro Hurtado 25 pesetas. Don José Hurtado 25 pesetas. Don
José López Martínez 50 pesetas. Don Antolino Lara 50 pesetas. Don
Ildefonso del Villar 25 pesetas. Don Baldomero Arredondo Muñoz-Cobo 50
404
405
Libro Privilegios, 1765-1771, folio 110.
Libro Privilegios, 1765-1771.
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pesetas. Don Bernabé Muñoz-Cobo y Arredondo 100 pesetas. Don Diego
Martínez y Martínez 50 pesetas. Don Diego Moreno 25 pesetas. Don
Bartolomé Malo Martínez 25 pesetas. Don Antonio Martínez de la Torre 25
pesetas. Doña Antonia Martínez de la Torre 25 pesetas. Doña Josefa Hurtado 25 pesetas. Doña Francisca Hurtado 10 pesetas. Don Francisco
Manchón 7 pesetas. Don Juan de Dios Martínez 50 pesetas, y don Pablo
Martínez de la Torre, don Bernabé Muñoz-Cobo Arredondo y don Antonio
Martínez de la Torre, donan además las piedras necesarias para la fuente y
el pilar.
Y de nuevo las aguas del «Pocico Moreno» comenzaron a reír y a cantar
en la Fuente de San Juan en 1898, pues en sesión de 10 de julio de este
año urge el alcalde: «la necesidad de terminar la fuente del Camino de
Sabiote por los grandes beneficios que ha de proporcionar al vecindario en
la época presente...».
Mas un año apenas y la fuente ha de ser reparada, pues en sesión de
13 de agosto de 1899 se le abonan al maestro de obras Bartolomé
Martínez Rodríguez 493 pesetas por su reparación. En acta de 24 de abril
de 1904, consta que la fuente deja de dar agua y se acuerdan «obras de búsqueda y arreglo». En 1911 en acta de 2 de abril se dice que se reponga el
caño de la fuente que costó 36'15 pesetas. En acta de 26 de enero de
1916 se decide: «Que hallándose interceptada la cañería de la Fuente de
San Juan de la Cruz, se acuerda proceder a su reconocimiento a fin de
conseguir un máximo caudal». En 1921 y en acta de 26 de octubre, consta el
arreglo de las arquetas por un valor de 22'75 pesetas, y los últimos datos
sobre esta fuente son de 16 de diciembre de 1969, dice el acta: «Que los
sobrantes del agua del "Barrero" que hasta el disfrute del agua
procedente del "Aguacebas" servían para abastecer la Fuente de San
Juan, que las aprovechen los particulares». Por estas fechas se realizan
obras de pavimentación en el Camino de Sabiote y el pilar y la fuente
desaparecen. Que en el lugar que ocupaba esta legendaria fuente se fije una
cartelera que diga: AQUÍ SE ALZÓ LA FUENTE DE SAN JUAN DE LA
CRUZ, EN LA QUE DESCANSÓ Y BEBIÓ EL SANTO REFORMADOR.
FUENTE NUEVA DEL PRADO
Era la más hermosa de nuestras fuentes, la niña bonita del Concejo y
de los torreños, pues fue la que más cuidados recibió a lo largo de su
existencia. Se levantó en 1790 junto al antiguo Parador cuando aún era el
Prado un descampado para sembrar verdes y trabar ganado. Las primeras
noticias sobre esta fuente nos dicen:
«Francisco Javier Cortés, Maestro-de Albañilería, vecino de Baeza, digo:
Que en la Villa de la Torre Pedro Gil se ha rematado a mi favor una obra de
una Fuente, minados y demás conduncente y conforme a cierto diseño que
se hubo presente y entre otras condiciones fue una que avía de otorgar
escritura de fianza bastante al seguro de doce mil novecientos reales en que
se fijó dicho remate».
Las fianzas fueron: Cuatro casas en Baeza, una en la calle Puerta
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valorada en once mil reales, otra en la calle San Blas valorada en tres mil
reales, «la de mi habitación», calle del Rojo valorada en quince mil reales
más un olivar en el sitio de Lorite.
«Que el citado maestro, Javier Cortés por sí y sus oficiales hará la obra
de la Fuente Nueva de la Villa de la Torre Pedro Gil, en los términos y con
las condiciones que se le ha rematado siendo de su cargo el costo de ella sin
que dicho Concejo pague cosa alguna más de los doce mil nuvecientos
reales en que está ajustada que se han de entregar una tercera parte al
tiempo de dar principio la obra, otra al mediarla y la otra rebajados tres mil
reales que se han de reservar hasta su aprobación luego que se concluya,
siendo de cargo del otorgante ésta y otros reconocimientos que por los
Señores de la Junta se determinen hacer por qualquiera maestros.
Se harán doscientas quarenta varas de mina maestra longitudinales en
línea recta desde el encañado que hoy tiene dicha fuente mirando al norte,
de dos varas de alto y una y media de ancho. Otras quarenta y ocho varas
en los brazos y sitio más propio que prometa beneficio a la mina principal.
Que se han de recoger y componer la quiebra que tenga el antiguo
encañado406. Que el frontispicio de dicha fuente y pilar a de ser arreglado al
diseño que se ha demostrado ejecutado por el Arquitecto don Francisco
Leincera, aquel de la piedra de la cantera de las heras de la Fuente de la
Salud de la ciudad de Úbeda u otra semejante»407. La obra se dio por
finalizada en 18 de mayo de 1791.
Hubo pleito entre el ejecutor de las obras y el Concejo de Torreperogil
406
Esto nos aclara que procedente de la dehesa del Espinar se llevó agua a la Villa y
posiblemente al propio Prado.
407
Libro Censos de Propios, 1736-1845, folios 28 al 41.
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alegando las autoridades que la obra de los minados no estaba bien hecha, y
los albañiles que el terreno era muy gredoso y había necesidad de poner
«atanaores» para la conducción del agua y que ello no entraba en la
contrata. Como quiera que el Ayuntamiento se negó a terminar de pagar la
obra, los albañiles recurren al Rey Carlos IV y éste dirigió al Concejo de
Torreperogil personalmente ordenando se hiciera justicia. La carta está
fechada en Madrid en 20 de diciembre de 1793 refrendada de don Bartolomé Muñoz de Torres, escribano de cámara del Rey408.
No conforme el Concejo de nuevo interviene Carlos IV en 3 de febrero de
1796, ordenando se nombrasen tasadores y se litigue el pleito409.
REEDIFICACIÓN DE LA FUENTE EN 1842
Las obras llevadas a cabo en 1842 fueron de importancia y ellas nos
ofrecen la curiosidad del plano de la fuente y que vamos a recoger por si un
día puede ofrecer interés. Dicen así las noticias:
«El frontispicio de dicha Fuente está construido en el sitio que
llaman Prado de la Vera Cruz y su construcción tubo lugar en 1790. A la
espalda del frontispicio llega una cañería de atanadores y desde el mismo
contadas 87 varas siguiendo arriba por el padrón divisorio de las dos
heras propias del Excmo. Sr. Conde de Santa Ana y don José de Aguilar, se
encuentra una tinajuela donde se deposita cualquier material que
impidieran la corriente del agua y cuyas 87 varas de cañería se han
construido nuevas el corriente año bien ligadas y preparadas para sostener
la carga necesaria.
Desde la tinajuela referida siguiendo con dirección norte que es la que
lleva la cañería, a las 14 varas se encuentra otra tinajuela. A las 26 varas en
la misma dirección otra tinajuela. A las 24'50 varas con igual dirección otra
tinajuela. A las 25 varas con igual dirección hay otra tinajuela y sigue la
cañería hacia arriba que se ha compuesto y renovado el corriente año. A las
27 varas se haya otra tinajuela. Siguiendo hacia el norte a las 28'50 varas
otra tinajuela. A las 31 varas otra, a las 23 varas otra, a las 20 varas otra, a
las 50 varas otra, a las 25 varas otra, a las 2'50 varas otra, a las 23 varas
otra, y siguiendo la dirección norte hay un arquilla depósito y desde éste
atravesando el aza de don José de Aguilar se tuerce la cañería entre norte y
poniente y a las 23 varas sin salir del aza referida se encuentra una orcilla. A
las 19 varas y media otra orcilla, a las 21 varas ya en aza del Sr. Conde de
Santa Ana otra, a las 22 varas otra, a las 19 otra, a las 21 otra, a las 20 otra
ya en aza del Sr. Duque e Medinaceli se haya de depósito donde desaguan los
dos minados que surte la fuente y de cuyos minados vienen al referido
depósito dos cañerías que la una conduce al minado del norte sito en el
olivar que se llama del Cierzo propio del Sr. Conde de Torres Cabrera. Para
buscar este minado se encuentra a las 21 varas en el padrón divisorio de las
azas de los Condes de Santa Ana y Duque de Medinaceli una orcilla registro.
408
409
Documento cosido al Libro de Cuentas Censos de Propios, 1736-1845, folios 144-150.
Libro citado, folios 224 al 231.
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Historia de Torreperogil
A las 19 varas del Olivar del Cierzo pero dentro del olivar que dicen del
Pocico que es propio de don Baltasar de Arredondo, se haya otra orcilla. A
las 21 varas en la misma dirección y olivar otra, a las 21 varas otra, donde
concluye un depósito que va al minado y desde este depósito principal una
tejea cubierta por un minado de dos varas de anchura que concluye a las 17
varas en la misma dirección y al final de éstas se encuentra una boca mina
lodada en su superficie con tapas mobiles y por cuya boca mina se da
entrada al repetido minado del olivar del Cierzo que tiene 56 varas de
longitud al norte advirtiendo que este minado se haya construido en tres
varas de anchura y una de altura con suficiente seguridad.
Volviendo al depósito donde se dijo que desaguaban los dos minados de
la fuente y explicada ya la dirección del que se haya en el olivar del Cierzo,
si se quiere buscar el otro que se encuentra entre norte y poniente sito en el
olivar que dicen del Pocico propio de don Baltasar de Arredondo, se toma la
dirección de este citado depósito y a las 40 varas se halla una arquilla de
depósito construida en la cerca que divide el nominado olivar y el aza del
Duque de Medinaceli. Desde esta arquilla, a las 36 varas dentro del olivar
se encuentra una boca mina que registra un brazo de minado de 24 varas
al lado del norte y otro casi inclinado a poniente de 40 varas. Al lado de las
quales hay otra boca mina que sirve de registro a un brazo del minado de
18 varas al norte y otro que va a poniente. Así mismo se ha abierto con
objeto de hayar más agua, otro pozo en lo alto del aza propia del Conde de
Santa Ana lindera a oriente con otra del Duque de Medinaceli, norte con el
olivar del Pocico y poniente con aza del Marqués de Lendínez, cuyo pozo de
10 varas de profundidad quedó empedrado y cubierto y colocado allí un
mojón.
Resultando explicada la dirección de las obras de la mencionada
Fuente Nueva se deduce que en el corriente año se han hecho nuebas
194 varas de cañería, 201 de minado, y registrado y compuesto todas las
demás comunicaciones de la Fuente que tiene un total de 775 varas de
cañería por atanaores y 201 de minado. Y para que en todo tiempo se
pueda encontrar una reseña de las obras de dicha Fuente se mandó por el
Ayuntamiento de esta Villa firmar el presente y lo firmaron los señores
Concejales: Sebastián de la Torre Ortega, Fernando de Chaves, José
Hurtado, Sebastián López de la Peña y Francisco Paula Maza»410.
El acuerdo de la anterior reconstrucción dice así:
«En la Villa de Torre Pedro Gil a seis de abril de mil ochocientos y
quarenta y dos, reunidos en las Salas Capitulares los Señores que
componen el Ayuntamiento de ella a saber, don Sebastián de la Torre,
alcalde primero, don Fernando de Chaves, alcalde segundo, don Miguel
Antonio Jurado, don José Hurtado, don Luis María Arredondo, don Juan
Montiel, don Sebastián López y don Miguel Pérez, Regidores, con el Síndico
don Juan López y presente yo dijeron: Que había oído a vastantes vecinos
decir que se encontraban con agua los minados de la Fuente Nueva de esta
población y convencidos sus mercedes de la necesidad que la misma tiene
de una fuente de agua dulce para ebitar los dispendios e incomodidades
410
Libro Cuentas Propios, 1736-1845, sin foliar de 1842.
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Ginés de la Jara Torres Navarrete
Historia de Torreperogil
que al vecindario se siguen por tener que proveerse de aquel precioso e
indispensable artículo de una Fuente que se halla en las murallas de la
Villa de Sabiote, o bien de otra que se conoce con el nombre de Aguas
Blanquillas distantes ambas más de media legua de la población, sus
mercedes dispuestos a mirar siempre por el bien y prosperidad de los que
los habían nombrado sus representantes deliberaron sobre el particular y
acordaron: Que se invite a Pedro Serrano, fontanero residente en la Ciudad
de Úbeda, perito que parece ser en su arte y que ha dirigido varias obras de
igual clase a la que se intenta, y se le encargue que reconozca con detención
los minados existentes de la Fuente Nueva, sus cañerías y tageas, y
calculando si el agua que los citados minados contienen puede venir a la
nominada Fuente, se presente ante la Corporación y diga los costos que
podrá acarrear la obra y el éxito que de entablarla debe esperarse para que
con su vista de todo la Municipalidad resuelba lo que fuere del caso,
aprovechando la presente estación en que por no haber trabajos en el
campo será más fácil encontrar peones que ayuden a concluir la obra con la
celeridad que los habitantes de esta Villa apetecen y es de desar. Así lo
acordaron y firman sus mercedes de que yo el secretario certifico.—Sebastián Latorre Ortega.—Fernando de Chaves y Belasco.—Luis María
Arredondo.—Miguel Antonio Jurado.—Sebastián López de la Peña.—Juan
López.—José Hurtado.—Juan Montiel Rosales.—y señal del regidor sexto».
Se reunió la Corporación de nuevo en 15 de mayo de 1842 con el citado
fontanero de Úbeda, y dijo éste que examinada la cuestión con la más
escrupulosa atención, manifestó que si bien había agua en los minados de
la Fuente Nueva, no era suficiente para abastecer a la misma. Podría lograrse un abastecimiento normal ampliando el minado principal del olivar
que dicen del Cierzo con otras 150 varas con dirección norte y atravesando
una cañada que pasa por el olivar se lograría el propósito.
Sobre el estado de la cañería, el perito afirmaba estar inutilizada por
rotura de los atanaores, así como las orcillas de los registros. Los costos de
las obras se elevarían a 10.065 reales con los que la Fuente Nueva dejaría
de estar seca.
En reunión de 16 de abril de 1842 los regidores declaran estar
conformes con lo manifestado por el fontanero ubedí y las opiniones de otro
fontanero venido de Villanueva del Arzobispo, siendo necesario buscar los
fondos para realizar la obra.
En sesión de 24 de abril se propone la enajenación del séptimo partidor
de la Dehesa del Espinar (que era de propios) para cubrir gastos. Este
partidor se componía de 31 fanegas. En 6 de junio la Diputación Provincial
autoriza la venta de esos bienes para atender a tan urgente necesidad. Ésta
se vendió en 31 de enero de 1843 ante el escribano de la villa don Cristóbal
Fernández de Federico, en 19.034 reales a varios vecinos de Torreperogil411.
Y la Fuente Nueva se avería en 1856 y en acta de 25 de agosto consta que
se pagaron al maestro Bartolomé Martínez Ruiz, 190 reales por su arreglo.
411
Libro Censos Propios, 1736-1848.
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Historia de Torreperogil
PRIMER TRASLADO DE LA FUENTE.
Según acta de 28 de enero de 1859 la carretera de Úbeda a Albacete
quedó terminada a su paso por Torreperogil. Como el pilar de la Fuente
Nueva tocaba la carretera, se hacía preciso su traslado a otro sitio «que no
dañe la circulación de la nueva vía». En acta de 5 de junio de este año se
dice: «Que la cañería la tiene perjudicada la carretera y siendo perjudicial
para la salud según los facultativos, urge mudar el pilar y la fuente a otra
parte. Mas como anteriormente el Gobernador no autorizó a sacar fondos de
propios para el traslado alegando que era la empresa constructora la que
debía solucionar, se recurre de nuevo al Gobernador». Y como las cosas de
palacio iban despacio, el 10 de octubre del mismo año se insiste: «Teni'endo
en cuenta la urgencia de traslación de la Fuente Nueva y cañería por haber
quedado mutilada con las obrás de la nueva carretera y ser la única agua
potable de esta Villa, se acuerda pedir autorización al Sr. Gobernador para
realizar las obras a condición de que se reintegre la Villa de los gastos que
haga». Seis años más tarde seguía el problema sin resolver, pues en 3 de
marzo de 1865 dice el acta «... que está pendiente la tramitación del traslado
de la Fuente Nueva por la Dirección de obras públicas. Que con los
sobrantes se haga un baño para caballerías en las afueras y un abrevadero».
Por fin en acta de 15 de julio de 1866 se da cuenta de la aprobación del
proyecto de traslado de la Fuente Nueva del Prado. El presupuesto ascendía
a 5.120 escudos y la obra es aprobada por Real Orden de 28 de junio de
1866 dada por el Ministerio de Fomento.
La fuente se trasladó al fin pero los regidores mantienen sus
reivindicaciones indemnizadoras. En acta de 9 de agosto de 1868 piden a la
Diputación el importe de los daños sufridos en la fuente por causa de la
carretera nueva de Albacete a Jaén. Mas deducimos que nada alcanzaron
ya que en acta de 3 de marzo de 1872 se insiste: «Que estando próxima la
estación de verano y dada la escasez, se acuerda dirigirse a la Diputación
provincial para que el arreglo de la fuente corra de su cuenta en pago a los
daños causados por la construcción de la carretera de Albacete a Jaén».
La fuente requería cuidados y gastos constantes. En acta de 15 de
agosto de 1872 se da cuenta del proyecto, plano y memoria de las obras
de composición de los minados del Pozo del Espinar o Fuente Nueva,
formado por el sobrante de don Francisco García. «Que se realice dicha
obra para recoger las aguas que sean necesarias para la mejor dotación
de la fuente y que careciendo de fondos para ello se recurra a la prestación
personal de los vecinos mayores de 16 años y menores de 50». En sesión de
12 de enero de 1873 se acuerda abrir una cuneta en el Paseo del Prado
para dar salida a los derrames de la fuente y en 26 de enero se acuerda
también colocar una verja de hierro en la fuente que se acaba de
construir en el Prado y que además se abra una cañería para traer a dicha
fuente las aguas del Pocico». La fuente fue trasladada desde la Posada del
Prado a su segundo emplazamiento de manera provisional en 1868 pero
hasta 1873 no quedó terminada con el monumental aspecto que la hemos
conocido.
Como las arcas municipales no estaban muy sobradas, en 1882 aún
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Historia de Torreperogil
seguía en pie la Fuente Vieja junto a la Posada. Ello dio origen a un robo en
dicho Parador del que nos da cuenta el acta de la sesión de 4 de febrero de
1882 de esta forma: «Manifiesta el Sr. Alcalde don Manuel San Martín, la
denuncia formulada por el posadero del Parador Nuevo, que el día 3 de
febrero habían robado a unos pupilos suyos un par de mulos, sospechando
que los ladrones entraron por el bardal de la Fuente Vieja, hoy seca, y ruega
a los Señores Regidores que puesto que la misma no ofrece ventaja alguna
al municipio fuese derribada en beneficio de la calle pública, y se arregle el
portalillo que sirve de albergue a la Alameda del Prado y que las aguas de
esta vieja fuente vallan a la nueva que se alza enfrente».
Nuevo arreglo en 1887, San Martín, alcalde mayor, en acta de 8 de
enero de este año «... manifiesta que los tubos de hierro encargados en
Linares a la Fábrica "San José" no habían llegado. Que se active la gestión
dada la escasez de agua».
Los temporales del invierno de 1892 hundieron la bocamina de donde
partía la tubería de la Fuente Nueva y se procede a su reparación según
consta en acta de 8 de abril.
Todavía en años sucesivos se fueron realizando obras en esta fuente
hasta que en 1967 fue dotada la población con agua del río Aguacebas y la
misma quedó ya sin prestar sus servicios. Al ser urbanizado el Paseo del
Prado en 1971 había pasado esta hermosa fuente como decoración al
emplazamiento que ocupa en la actualidad, idea que hemos de aplaudir por
quedar notablemente embellecido fuente y paseo en este su tercer y último
traslado. Así, además de esta historia escrita tendrán constancia las
generaciones futuras de aquella única fuente de agua dulce que tuvo la
villa, una fuente con sabor de siglos pero siempre nueva.
LA FUENTECILLA
Por su enclave, fue esta fuente una de las que mayores servicios prestó a
la población. Justo en la margen izquierda a la salida del entonces camino
real de Cazorla, salida obligada a la mayor parte de la campiña, su enorme
pilar, siempre rodeado de ganado mular, asnal, bovino o cabrío, ocupaba el
mismo lugar que hoy disfruta la fuente de taza a los pies mismos de las
escalinatas de la calle Fuentecilla, nombre que ésta tomó de la fuente.
Al ser urbanizada la Avenida de Cazorla (antes Tejar) en 1968, fuente y
pilar fueron trasladados junto al Paseo de Santiago lugar que hoy ocupan.
La Fuentecilla también tiene su historia, y ésta es así:
«En este Cabildo de veintiocho de septiembre de el mil ochocientos
cinquenta y uno, el Señor don Baltasar de Arredondo Martínez, Alcalde
constitucional de esta Villa dijo que el Ayuntamiento de su presidencia
había determinado construir la casa matadero en el sitio que hay por bajo
de las cuebas de la calzada de la Virgen, lindero a cuebas de Cristóbal
Cazorla Alvarado y otros.
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Ginés de la Jara Torres Navarrete
Historia de Torreperogil
La Fuentecilla.
Y siendo conveniente que la dicha casa tenga alguna agua para limpiar las
carnes, sabedor de que en la cueba de Cristóbal Cazorla hay un pocito
suficiente al objeto, sin entrar en la cuestión de poder obligar al tal Cazorla
a que les dé salida a dichas aguas, según lo dispuesto por la junta de
sanidad del año pasado de 1849 que prebino no hubiese umedades en las
cuebas por ser nocibas a la salud sin probocar tampoco la propiedad y
dominio que los poseedores tengan en las cuebas por haber obrado en
terrenos concejiles, determinó hacer comparecer al Cristóbal Cazorla y a su
consorte Nicolasa Fernández después de la debida conferencia que tengan a
las aguas del pocito de su cueba consintiendo en que se les dé salida al
punto que sea conveniente para hacer una Fuente Pública que también sirva
al matadero sin reserbase los que dicen tener derecho, preferencia u otra
cosa alguna, pues que el pozo ha de quedar cerrado para siempre en cuyo
concepto de perpetuidad hace una cesión traspasando al común de los
becinos el derecho que ellos tenían a las aguas de que se trata, reconociendo
como desde luego reconocen la bentaja para la cueba de quedar libre de
umedades. Y el Señor Alcalde, usando las atribuciones que las leyes le
confieren y de las que el Ayuntamiento le ha otorgado, acepta la cesión
hecha por Cristóbal Cazorla y su consorte y en remuneración les cede para
siempre jamás los estiércoles que correspondan a la casa matadero que
deberán depositarse en un sitio contiguo a ella donde serán baciados los
menudos bulgarmente llamados mondongos de las reses cuyo cargo de
vaciarlos y de limpiar el matadero haciendo el estercolero, es obligación del
cortador de carnes, y del Cristóbal Cazorla llevarse anualmente el estiércol
como suyo propio en cuyo derecho le sucederán sus hijos y causa abientes,
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Ginés de la Jara Torres Navarrete
Historia de Torreperogil
y además recibe en el acto la gratificación de cien reales con lo que se da por
pagado el derecho que pueda tener a las aguas. Así lo otorgaron los
referidos Señor Alcalde y el Cristóbal Cazorla con su consorte, siendo
testigos don José de la Torre Guerrero, Francisco José Rodríguez y don
Diego José Martínez, todos de esta becindad, firmando el Señor Alcalde y
los testigos por no saber firmar los citados Cazorla y su mujer»412.
En la sesión de 26 de agosto de 1888 acuerda el Concejo construir un
pilar o alberca en La Fuentecilla para utilizar los sobrantes de las aguas del
matadero. Y este pilar hubo de ser reparado en 1894 ya que en acta de 16 de
diciembre «... pide el Concejal Señor Molina el arreglo del pilar de La
Fuentecilla por ser notorio el perjuicio que acarrea a este vecindario». Se
arreglaron los minados y las tuberías pagando por todo cien duros nada
menos.
Ya en 1916, acta de 17 de mayo, se da cuenta de la rotura de la cañería
de La Fuentecilla, frente al matadero, de cuyas resultas la fuente estaba seca
y el pilar sin agua. La avería llegó a solucionarse con sólo cinco duros y un
real para ser exactos.
Siendo muchas las necesidades del pilar de esta fuente, en sesión de 3
de octubre de 1931 se acuerda recoger los derrames de la fuente de La
Plancha y llevarlos al pilar de la Fuentecilla para abastecer su abrevadero. La
Fuentecilla desapareció pero así sigue aún conociéndose este bello rincón
torreño en la actualidad. Hoy aquel viejo abrevadero ha sido de nuevo
trasladado con ocasión del embellecimiento del Paseo de Santiago y
empotrado en uno de sus muros.
AGUAS BLANQUILLAS
Polémica fuente de la que se solía abastecer la Villa en años de escasez.
En tiempos aún recientes las aguas de estos minados fueron conducidas
hasta la casería atravesando el «Paso de las Vacas». Sobre tan codiciadas
aguas consta en actas de 16 de septiembre de 1876:
«Que por efecto de la escasez que se ha sentido en las aguas potables del
pueblo, se habían tenido por los vecinos varias quejas contra el que parece
dueño de la fuente de Aguasblanquillas por impedirles extraer agua para su
consumo y que había dispuesto el Señor Alcalde por medio de sus
dependientes, que se conserva aún se presencia en aquel sitio, el derecho
que tienen estos habitantes de extraer agua de la expresada fuente. Que se
aclare este asunto y se hagan valer estos derechos de los vecinos de la Villa
sobre los terrenos y abrevaderos que existe en la vereda o camino llamado de
las Vacas».
En acta de la sesión de 1 de diciembre de 1887 se dice: «Se recibe
comunicación de la Dirección General de Ganadería del Reyno en la que se
encuentran algunas noticias relativas a la fuente pública de
Aguasblanquillas. Enterado el Ayuntamiento se acuerda que para el día 8 se
cite a los mayores contribuyentes para que entre todos se acuerde y juzgue
412
Libro núm. 43 Censos Propios, último de sus folios sin numerar.
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Ginés de la Jara Torres Navarrete
Historia de Torreperogil
lo más conveniente para satisfacer los deseos de estos vecinos».
Era dueño de Aguas Blanquillas don Antonio Arévalo y León, vecino de
Úbeda, y éste se quejó al Gobierno Civil sobre ciertos abusos cometidos por
los vecinos de Torreperogil en sus tierras.
El Ayuntamiento recibe las quejas del Sr. Arévalo y reunido el Concejo en
23 de febrero de 1878 se dice:
«Que habiéndose inferido en la expresada instancia a la Alcaldía varias
acusaciones, que de ser ciertas contribuirían un delito y otro para quien lo
infirió si la imputación es falsa se le suplicara que como autoridad superior
encargada de velar por el prestigio de los inferiores, pusiera el hecho en
conocimiento de los tribunales para que procedieran a exigir la
responsabilidad a quien hubiera lugar y que estando la vereda real del Paso
anexionada en su mayor parte a las propiedades particulares por el sitio de
Aguasblanquillas, se sirva ordenar que se practique un deslinde de sus
terrenos a fin de que queden determinados los intereses públicos».
Siguen los torreños usando de su derecho. Mas no entendiéndolo así el
señor Arévalo, éste denuncia al alcalde de Torreperogil a causa de las obras
de reparación y limpieza hechas en esta fuente pública. En acta de la sesión
del 10 de septiembre de 1878 se dice: «...Que todos los regidores afirman
que la citada fuente se encuentra en la vereda real del Paso que pertenece al
dominio público. Por consiguiente, el señor alcalde, como representante de
la administración en su derecho para ejecutar esos actos, se acuerda que se
contesten la expresada demanda a nombre del Ayuntamiento, autorizando al
Sr. Alcalde para que nombre personas que le representen y defiendan en el
juicio los derechos que el Municipio tiene en la fuente».
No sabemos en qué quedaría aquel litigio, la última noticia sobre el
asunto nos la proporciona el acuerdo de 26 de octubre de 1878. Se dice en
el acta:
«Se autoriza al Secretario de este Ayuntamiento don Eduardo Malo, para
que permanezca en la Capital el tiempo necesario para el despacho de esta
comisión y la de iñvestigar en los archivos de la Asociación General de
Ganadería del Reino los datos y antecedentes que halla de la fuente pública
de Aguasblanquillas».
FUENTE DEL HOSPITAL
Esta fuente ya existía en 1856. En acta de la sesión de 20 de abril de
este año consta: «Se da cuenta de la obra realizada por el maestro albañil
Bartolomé Martínez Ruiz en la Fuente de la Virgen, consistente en arreglar
la reundida cañería y poner un caño nuevo. Que sean abonados los ciento
tres reales y medio».
Con los años sería abandonada esta fuente ya que según el acuerdo de la
sesión de 1 de junio de 1925 se acuerda:
«No existiendo en la parte alta ni en el centro de la población fuente
alguna de agua potable, es muy conveniente y necesaria para la comodidad
de sus habitantes y facilitar el abastecimiento público, la instalación de una
fuente en la Plaza del Hospital que pueda tomar el agua del caudal que
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Ginés de la Jara Torres Navarrete
Historia de Torreperogil
surte la Fuente Nueva, por ser muy abundante. Se aplaude la petición del
Sr. Alcalde y es aprobada».
Esta fuente estaba instalada en la Plaza del Hospital frente al mismo
junto a los muros de la casa de don Diego Salas. Más tarde, 18 de noviembre
de 1936, se acuerda variarla de sitio trasladándola a la acera de enfrente a
la mano izquierda entrando al dicho Hospital que sirvió como tal hasta
diciembre de 1976.
OTRAS FUENTES PÚBLICAS
En sesión de 4 de septiembre de 1928 «Se expone que siendo grande la
necesidad del vecindario en varios sectores de la Villa por la carencia de
fuentes públicas para su abasto, dado el gran aumento de la población
experimentado en los últimos tres años. Que se haga una fuente en el
jardín existente en la Calzada de la Virgen (La Plancha), otra en la Iglesia
Parroquial (la de La Bola), y la tercera en el desemboque de la calle
Cantareros (Cruz Verde)», si bien de esta hay noticias que existían con
anterioridad, pues en acta de 24 de abril de 1904 se dice: «Por haberse
secado las fuentes de San Juan y de la Cruz Verde, se ordenan obras de
búsqueda y arreglo».
EL PILAR REDONDO
Era el más hermoso de los abrevaderos de la población. Le llamaban así
por tener el mismo forma circular. Sin duda alguna fue ideado así a fin de
que abrevaran a un mismo tiempo el mayor número posible de caballerías. Se
levantó en 1932, pues en acta de 3 de mayo de este año se acuerda su
construcción al final de la calle Veredilla. Desapareció el pilar de la Plaza
quedando en la misma la Fuente para el servicio de los vecinos.
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Ginés de la Jara Torres Navarrete
Historia de Torreperogil
Este pilar fue demolido en 1955 por estorbar al tráfico y por la escasez
de agua. En su lugar se levantó otro en forma de media luna, que el pueblo
bautizó llamándolo «El Plátano», si bien este sitio se conoce aún por el Pilar
Redondo. Este último desapareció a su vez el 6 de abril de 1978 al
construir en el llamado «Quiñón de Barrutia» una nueva barriada, que por
acuerdo del Ayuntamiento de 11 de mayo de 1981 se le denomina «Barrio
del Pilar». (Véase el Diario «JAÉN» de 22 de octubre de 1981, págs. 14-15).
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