El Sueño Verde - Tintura de Sol

CONTENIDOS de ESTE
NUMERO
A) Alquimia: El Tesoro de los Tesoros de
los Alquimistas
B) Presentaciones: Cultivo de Kalanchoes
Medicinales
C) Textos de Alquimistas: El Sueño Verde
de Bernardo Trevisano
D) Dietas: Cálculos Biliares
A) Alquimia:
El Tesoro de
los Tesoros de
los
Alquimistas
EL TESORO DE LOS
TESOROS
DE LOS ALQUIMISTAS
de
Felipe Aurelio Teofrasto Bombast von Hohenheim,
El Gran Paracelso
(THESAURUS THESAURORUM ALCHIMISTORUM)
La naturaleza engendra este mineral en el seno de la tierra. Hay dos especies, que se
pueden hallar en diversas localidades de Europa. El mejor que yo he tenido y que ha
resultado bueno despues del ensayo, es exterior en la figura del mundo superior, al
Oriente de la esfera solar. El segundo se encuentra en el astro meridional y también
en la primera flor que el muérdago de la tierra produce sobre el astro. Después de la
primera fijación se vuelve rojo; en él están ocultas todas las flores y todos los
colores minerales. Los Filósofos han escrito mucho sobre él porque es de una
naturaleza fría y húmeda, vecina de la del agua. Para todo lo que es ciencia y
experiencia, los Filósofos que me han precedido han tomado por blanco la Roca de
la verdad, pero ninguno de sus tiros encontró el centro. Han creído que el Mercurio
y el Azufre eran los principios de todos los metales, y no han mencionado, ni por
asomo, al tercer principio. No obstante, si por el arte espagírico, se separa más que
el Agua, me parece que la Verdad que proclamo está suficientemente demostrada;
ni Galeno, ni Avicena la conocían. Si tuviese que descubrir para nuestros excelentes
físicos el nombre, la composición, la disolución y coagulación, si tuviera que decir
cómo obra la naturaleza en los seres desde el comienzo del mundo, escasamente me
bastaría un año para explicarlo, y las pieles de vaca de toda una ganadería para
escribir. Ahora bien, yo afirmo que en ese mineral se encuentran tres principios,
que son: el Mercurio, el Azufre y el Agua metálica que sirvió para nutrirle; la
ciencia espagírica puede extraer esta última de su propio jugo cuando no está del
todo madura, a mitad del otoño, como la pera en el árbol. El árbol contiene la pera en
potencia. Si los astros y la naturaleza concuerdan, el árbol emite primero ramas
hacia el mes de marzo, después brotan las yemas, se abren, aparece la flor, y así
sucesivamente, hasta que en otoño madura la pera. Lo mismo sucede con los
metales. Nacen de un modo semejante en el seno de la tierra que los Alquimistas
que buscan el Tesoro de los tesoros anoten esto cuidadosamente. Les indicaré el
camino, el comienzo, el medio y el fin: en lo que sigue, voy a describir el agua, el
azufre y el bálsamo particular del tesoro. Por la resolución y la conjunción, esas tres
cosas se unirán en una.
DEL AZUFRE AL CINABRIO
Toma cinabrio mineral y trabaja así: Cuécele con el agua de lluvia en una vasija de
piedra durante tres horas; purifícale en seguida con cuidado y disuelve en un agua
regia compuesta de partes iguales de vitriolo, nitro y sal amoniaco (otra fórmula:
vitriolo, salitre, alumbre y sal común). Destila en un alambique, cohobando.
Separarás así cuidadosamente lo puro de lo impuro. Pon en seguida a fermentar,
durante un mes, en el estiércol de caballo. Después separa los elementos según lo
que sigue: cuando aparezca el signo, comienza a destilar en el alambique con el
fuego del primer grado. Subirán el agua y el aire; el fuego y la tierra permanecerán
en el fondo. Cohoba y pon el alambique en el fuego de cenizas. El agua y el aire
subirán primero, después el elemento del fuego, que los artistas hábiles
reconocerán fácilmente. La Tierra quedará en el fondo del alambique, tú la
recogerás: muchos la han buscado y pocos la hallaron. Prepararás, según el Arte,
esta tierra muerta en un hornillo de reverbero; después le aplicarás el fuego del
primer grado durante quince días y quince noches. Hecho esto, le aplicarás el
segundo grado durante: otros tantos días y noches (tu materia habrá sido encerrada
en un recipiente herméticamente cerrado). Finalmente encontrarás una sal volátil
semejante a un álcali muy ligero, que contiene en sí la esencia del fuego y de la
tierra. Mezcla esa sal con los dos elementos que has puesto aparte, el aire y el agua.
Calienta sobre cenizas durante ocho días y ocho noches, y encontrarás lo que
muchos artistas han descuidado. Separa, de acuerdo con las reglas del arte
espagírico y recogerás una tierra blanca privada de su tintura. Toma el elemento
del fuego y la sal de la tierra y haz digerir en el pelícano para extraer la esencia. Se
separará de nuevo una tierra que pondrás aparte.
DEL LEON ROJO
En seguida toma el león que ha pasado primero al recipiente en cuanto percibas su
tintura, es decir, el fuego, que se mantiene sobre el agua, el aire y la tierra. Sepárale
de sus impurezas por trituración. Tendrás entonces el verdadero oro potable.
Riégale con alcohol de vino para lavarle: destila después en un alambique, hasta
que por el gusto ya no distingas más la acidez del agua regia. Encierra
inmediatamente con cuidado este aceite de sol en una retorta cerrada
herméticamente. Calienta para elevarIo, de suerte que se sublime y se desdoble.
Coloca entonces el recipiente, siempre bien cerrado, en un lugar fresco. Calienta
otra vez para elevar, colócalo de nuevo al fresco para condensar. Repite esta
maniobra tres veces. Así obtendrás la tintura perfecta del sol. Resérvala para más
tarde.
DEL LEON VERDE
Toma vitriolo de Venus, preparado según las reglas del arte espagírico; agrégale los
elementos del agua y del aire que apartaste. Mezcla: haz putrificar durante un mes
como se ha descrito. Terminada la putrefacción, notarás el signo de los elementos.
Separa y pronto verás dos colores, el blanco y el rojo.El rojo esta encima del blanco.
La tintura roja del vitriolo es tan poderosa que tiñe de rojo todos los cuerpos
blancos, y de blanco todos los cuerpos rojos, lo cual es maravilloso. Trabaja con esta
tintura en una retorta y veras salir en ella su negrura. Vuelve a poner en la retorta lo
que ha destilado, y repite hasta que obtengas un líquido blanco. Sé paciente uno
desesperes de la Obra. Rectifica hasta que encuentres el león verde, brillante y
verdadero, que reconocerás por su gran peso. Es la tintura del Oro. Contemplarás
los signos admirables de nuestro león verde, al que ninguno de los tesoros del león
romano podrían pagar. ¡Gloria a quien ha sabido hallarle y sacar de él la tintura! . Es
el verdadero bálsamo natural de los planetas celestes; impide la putrefacción de los
cuerpos, y no permite a la lepra, a la gota, ni a la hidropesía, que se implanten en el
cuerpo humano. Cuando ha sido frecuentado con el azufre del oro, se le prescribe en
dosis de un grano. ¡Ah! Carlos el alemán, ¡qué has hecho de tus tesoros de ciencia!
¿Dónde están tus físicos? ¿Dónde tus doctores? ¿Dónde están esos bandidos que
purgan y ordenan medicinas impunenente? Tu firmamento está trastornado; tus
astros, fuera de sus órbitas, se pasean muy lejos de la ruta pantanosa que les había
sido trazada; así es que tus ojos han sido heridos por ceguera, como por un carbón
incandescente, cuando has contemplado nuestro esplendor y nuestro orgullo
soberbio. Si tus adeptos supieran que su príncipe Galeno (que está en el infierno) me
ha escrito cartas para reconocer que tengo razón, harían el signo de la cruz con una
cola de zorro. ¡Y vuestroAvicena! está sentado en el umbral de los infiernos; he
discutido con él de su oro potable, de la tintura física, de la mitridática y de la triaca.
¡Oh! hipócritas, que despreciáis las verdades que os enseña un verdadero médico,
instruido por la naturaleza, hijo del mismo Dios! Seguid, impostores, que no
prevalecéis más que con ayuda de elevadas protecciones. ¡Pero paciencia!, después
de mi muerte, mis discípulos se levantarán contra vosotros, os arrastrarán a la faz de
los cielos a vosotros y a vuestras sucias drogas, que os sirven para envenenar a los
príncipes y a los grandes de la cristiandad. ¡Desgraciadas de vuestras cabezas el día
del juicio! Yo, en cambio, sé que mi reino llegará. Reinaré en el honor y la gloria.
No soy yo quien me alaba, es la Naturaleza, porque Ella es mi madre y yo le
obedezco todavía. Ella me conoce y yo la conozco. La luz que está en ella, yo la he
contemplado, la he demostrado en el Microcosmos y la he vuelto a encontrar en el
Universo. Pero debo volver a mi tema para satisfacer los deseos de mis discípulos, a
quienes favorezco con gusto, cuando están provistos de las luces naturales, cuando
conocen la astrología y sobre todo cuando son hábiles en filosofía, que nos enseña a
conocer la materia de todo. Toma cuatro partes del Agua metálica que ya he
descrito, dos partes de la Tierra de Sol rojo, una parte de Azufre del Sol. Pon todo en
un pelícano, solidifica y desagrega tres veces. Así tendrás la Tintura de los
alquimistas. No hablaremos aquí de sus propiedades puesto que están indicadas en
el libro de las Transmutaciones. Con una onza de Tintura de Sol, podrás tenir de Sol
mil onzas; si posees la tintura del Mercurio, podrás teñir igualmente por completo el
cuerpo del Mercurio vulgar. Del mismo modo la tintura de Venus transmutará
completamente en metal perfecto el cuerpo de Venus. Todas esas cosas han sido
confirmadas por la experiencia. Lo mismo se puede decir para las tinturas de los
demás planetas: Saturno, Júpiter, Marte y la Luna. Porque de esos metales se sacan
también tinturas: aquí no diremos nada acerca de ello, porque ya lo hemos hablado
ampliamente en el tratado de Natura Rerum y en Archidoxorum. He descrito
suficientemente para los espagiristas la materia prima de los metales y minerales;
ahora, ya conocen la tintura de los alquimistas. No menos de nueve meses hacen
falta para preparar esta tintura; por tanto, trabaja con ardor, sin desalentarte:
durante cuarenta días alquímicos, fija, extrae, sublima, putrifica y coagula en
piedra, y por fin obtendrás el Fénix de los filósofos. Pero no olvides que el azufre
del cinabrio es un águila que vuela sin hacer viento y transporta el cuerpo del viejo
Fénix a un nido donde se nutre con el elemento del fuego. Sus crías le arrancan los
ojos, lo cual produce la blancura. Es el bálsamo de sus intestinos que da la vida al
corazón, según lo que los cabalistas han enseñado.
B)
Presentaciones:
Cultivo de
Kalanchoes
Medicinales
CULTIVO DE KALANCHOES MEDICINALES
Todas las fotografías de este informe, fueron tomadas de las plantas de ARANTO
o KALANCHOE DAIGREMONTIANA que cultivo en mi jardín; por consultas:
Graciela Torena Solana
[email protected]
Celular 094 720 192
ARANTO
Kalanchoe daigremontiana
WIKIPEDIA
Clasificación científica
Reino:
Plantae
Subreino:
Tracheobionta
División:
Fanerógama Magnoliophyta
Clase:
Magnoliopsida
Subclase:
Rosidae
Orden:
Saxifragales
Familia:
Crassulaceae
Subfamilia: Kalanchoideae
Género:
Kalanchoe
Especie:
K. daigremontiana
Nombre binomial
Kalanchoe daigremontiana
RAYM.-HAMET & H.PERRIER 1934
Kalanchoe daigremontiana, llamada vulgarmente Aranto o Espinazo
del Diablo, es una planta suculenta en la familia Crassulaceae, endémica
de Madagascar.
Esta planta tiene la característica inusual de producir brotes de nuevas
plántulas a lo largo del envés de sus hojas, éstas cuando caen (abscisión)
al suelo emiten raíces fácilmente. De tallo erecto, puede alcanzar hasta 1m
de altura con hojas opuestas, carnosas, oblongo-lanceoladas que llegan a
los 15cm de largo y unos 3cm de ancho. Son de color verde medio por el
haz y con manchas púrpura en el envés. Los márgenes en forma de cuchara
poseen unos pequeños espolones bulbíferos de donde surgen los brotes de
las nuevas plantas. Las plantas adultas también pueden desarrollar raíces
laterales en las estructuras de su tallo principal, alcanzando los 10-15cm
del suelo. Las hojas tienden a desarrollarse en estructuras
desproporcionadamente grandes, provocando que el tallo principal se doble
hacia abajo y las raíces laterales enraícen en el suelo, produciendo
finalmente, el desarrollo de nuevos tallos primarios que se establecerán
como plantas independientes.
En la época de floración de esta especie, que no se produce con
periodicidad anual sino esporádicamente y, en ocasiones, la planta nunca
llega a florecer, el tallo principal se alarga verticalmente hasta 30cm en un
par de días, desarrollando una inflorescencia terminal (un racimo
compuesto en forma de paraguas) con pequeñas flores acampanadas de
color rosa.
Todas las partes de esta planta son tóxicas, contiene un glucósido
cardíaco, la daigremontianina, cuyos efectos pueden ser fatales en niños
y pequeños animales. La investigación clínica efectuada sobre las
kalanchoes indica que puede haber toxicidad si se abusa de la planta.
Estas kalanchoes son plantas que actúan de forma global dentro del
cuerpo y por lo tanto su espectro de acción es amplio. En la medicina
popular, especialmente en América Latina, Asia y África se usan para
tratar: lesiones y enfermedades relacionadas con daños celulares, en
especial el cáncer. Heridas profundas y gangrenadas. Infecciones,
quemaduras, tumores y abscesos. Reumatismo. Inflamaciones.
Hipertensión. Cólicos renales. Diarreas. Esquizofrenia, crisis de pánico
y miedos.
Su acción puede abarcar más allá de los puntos citados ya que se produce
sanación de daños celulares en diversos órganos del cuerpo.
La parte utilizada: son principalmente las hojas, que tienen un gusto
acidulado. Se pueden usar de forma externa o interna según lo que
queramos tratar:
Externamente: hojas machacadas en forma de cataplasma, compresa o
emplaste; zumo de las hojas con aceite o vaselina para usar como ungüento.
Usada así, la planta es antiinflamatoria, antihemorrágica, astringente y
cicatrizante.
Internamente: hojas crudas en ensalada; zumo fresco (añadir agua para
dar más volumen); hojas en infusión.
Contraindicaciones: No tomarlas durante el embarazo ya que pueden
estimular el útero. No conviene usar la planta de forma continuada por
largos periodos de tiempo si no es para tratamiento. Su composición
incluye compuestos como los bufadienólidos que son glucósidos
cardíacos, por lo que en pacientes afectados por cardiopatías hay que
consultar con el médico.
Taxonomía – La Kalanchoe daigremontiana fue descrita por Jean-Henri
Humbert y publicado en Annales du Museé Colonial de Marseille, 1914.
Etimología - Kalanchoe: nombre genérico que se supone fue nombrado
por una de sus especies (posiblemente Kalanchoe spathulata ) y su nombre
chino 伽蓝菜 / 伽蓝菜 jiāláncài , cantonés ga Salaam-choi. Una segunda
explicación se deriva del nombre de las antiguas palabras indias: Kalanka =
"manchas, óxido" y chaya = de.
Las Kalanchoes son plantas que los chamanes indígenas conocen muy
bien y sus propiedades medicinales son confirmadas por la medicina
oculta. Existen muchas variedades de Kalanchoes, también clasificadas
como Bryophyllum. En el continente americano, los aborígenes de México,
Colombia, Brasil, Perú, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Guatemala,
usan Kalanchoes como medicina.
Incluso por el año 1800 en Europa han trabajado algunas especies para ese
fin, estas fueron introducidas desde América a ese continente.
La Kalanchoe Daigremontiana, también conocida como ARANTO o
AULAGA, se encuentra de la región de Ixmiquilpan, en el Estado de
Hidalgo, México. El clima ideal para su desarrollo es el desértico.
Las Kalanchoes deben protegerse de las heladas. No debe suministrársele
mucha agua. Necesitan luz solar y sol. Sus crías las tiene en las hojas.
Se multiplica enormemente; por ley de semejanza se multiplica como el
cáncer y sirve para toda lesión o enfermedad relacionada con daño celular.
El aranto o Kalanchoe daigremontiana tiene un crecimiento más rápido
que la convencional Kalanchoe pinnata. Por ese motivo es muy usada en la
confección de medicamentos farmacológicos y en cosmética.
Ernst Rudolf Steiner, en 1923, usó y formalizó al Aranto como planta
medicinal en Alemania. La que actualmente se usa también en tratamientos
de histerismo, entre otros.- En Alemania la planta la llaman: Brutblatt,
Wurzelblatt, Keimblatt, Knotenblatt, Moosblatt, Lebenszweig.
Johann Wolfgang von Goethe, poeta y botánico alemán, ya en 1785
cultivaba Kalanchoes con fines medicinales, y trabajó con especies
emparentadas, como la Kalanchoe pinnata.
PLANTAS DE ARANTO
Los bufadienólidos de las Kalanchoes han demostrado, en la
investigación clínica, que poseen poderes antibacterianos, es
preventivo del cáncer, antitumoral y tiene acciones insecticidas.
Son plantas ricas en catalasa, excelentes regeneradoras de tejidos
celulares y fortalecedoras del sistema inmunológico. En todo tipo de
enfermedades y dolencias donde se requiere reconstitución de tejido
celular y purificación de la sangre.
Sus acciones principales: mata bacterias, virus y hongos. Reduce la fiebre
e inflamaciones. Cura heridas, suprime toses, bloquea la histamina, releva
el dolor, relaja los músculos. Para todo tipo de tumores y miomas. Baja el
colesterol, suavemente sedativo, es diurética, tiene acción constrictiva
sobre los vasos sanguíneos, actúa favorablemente sobre úlceras, entre otros.
Es importante durante todo el tratamiento con Aranto comer abundante
cantidad de Verdolaga; en ensalada, zumo, con la sopa, etc. La Verdolaga
es rica en sales de cobre y en catalazas.
HOJAS Y FLORES DE ARANTO
C) Textos de
Alquimistas:
El Sueño Verde
de Bernardo
Trevisano
El Sueño Verde
Bernardo Trevisano
Verídico y Verdadero por que contiene Verdad.
E
. n este Sueño todo parece sublime; el sentido aparente no
es indigno de aquél que nos oculta;la Verdad brilla en él con
tanto esplendor, que no cuesta mucho trabajo descubrirla a
través del velo que se ha pretendido utilizar para disfrazarla.
Estaba sumido en un sueño muy profundo cuando me
pareció ver una Estatua, de aproximadamente quince pies de
altura, representando a un venerable Anciano, bello y
perfectamente proporcionado en todas las partes de su
Cuerpo. Sus cabellos,largos y ondulados, eran de Plata; sus
ojos eran de finas Turquesas en medio de las que estaban
engarzados rubís cuyo resplandor era tan vivo, que yo no
podía sostener la luz de su mirada. Sus labios eran de Oro,
sus dientes de Perlas Orientales y todo el resto del Cuerpo
estaba hecho de un Rubi muy brillante. Tocaba con el pie
izquierdo un Globo terrestre, que parecía soportarlo.
Manteniendo el brazo derecho levantado y tenso parecia
sostener, con la punta de su dedo, un Globo celeste encima
de su cabeza, y en la mano izquierda tenía una Llave, hecha
con un gran diamante bruto. Acercándoseme, este hombre
me dijo: Soy el Genio de los Sabios, no temas y sígueme.
Cogiéndome por los cabellos con la mano en la que sostenía
esta Llave me levantó y me hizo atravesar las tres Regiones
del Aire, la del Fuego, y los cielos de todos los Planetas. Me
condujo más allá todavía; luego, habiéndome envuelto en un
torbellino desapareció, y me encontré en una Isla, que flotaba
sobre un Mar de Sangre. Sorprendido al encontrarme en un
País tan alejado, me paseaba por la Orilla; considerando este
Mar con gran atención, reconocí que la Sangre de la que
estaba compuesto estaba viva y caliente. Observé incluso que
un viento muy suave, que lo agitaba incesantemente,
mantenía su calor y excitaba en este Mar una efervescencia
que causaba a toda la Isla un movimiento casi imperceptible.
Sobrecogido de admiración al ver estas cosas tan
extraordinarias, reflexionaba sobre tantas maravillas cuando
vi varias personas a mi lado. Al principio imaginé que quizás
querían maltratarme y me deslicé bajo una mata de Jazmines
para esconderme. Pero al adormecerme su olor, me
encontraron y me cogieron. El más alto del grupo, que
parecía mandar a los otros, me preguntó con ademán altivo
quién me había vuelto tan temerario como para venir de los
Países bajos hasta este tan alto Imperio. Le expliqué cómo
me habían transportado hasta allí. Cambiando
inmediatamenre de tono de voz, de ademanes y be modales,
me dijo: ¡Sé bienvenido, tú que has sido conducido hasta
aquí por nues- tro altísimo y poderosísimo Genio! Luego me
saludó, y todos los demás también según la costumbre de su
Pais que consíste en acostarse boca arriba dándose luego la
vuelta y levantándose. Les devolví el saludo, pero según la
costumbre de mi Pais. Me prometió que me presentaría al
Hagacestaur que es su Emperador. Me rogó que le excusara
por no tener ningún coche para llevarme a la Ciudad de la
que estábamos a una legua de distancia. Por el camino sólo
me hablaba del poder y de las grandezas de su Hagacestaur
diciendo que éste poseía siete Reinos, habiendo escogido el
que estaba en medio de los otros seis para hacer de él su
residencia ordinaria.
Al observar que me costaba andar sobre Lirios, Rosas,
Jazmines, Claveles, Nardos y sobre una cantidad prodigiosa
de las Flores más bellas y extrañas que crecían incluso en los
caminos, me preguntó, sonriendo, si temía hacer daño a estas
Plantas. Le respondí que bien sabía que no poseían un alma
sensitiva; pero que, al escasear en mi País, me repe lía
pisotearlas.
Al no descubrir en toda la Campiña más que Flores y
Frutos, le pregunté dónde sembraban el Trigo. Me respondió
que no lo sembraban; pero habiendo cantidad de él en las
tierras estériles,el Hagacestaur ordenaba tirar la mayor parte
en nuestros Países bajos para complacernos, y que las Bestias
comían el resto. Que para ellos, hacian su Pan con las Flores
más bellas; que lo amasaban con el Rocío y lo cocían al Sol.
Al ver por todas panes una cantidad tan prodigiosa de
bellísimos Frutos, tuve el deseo de coger algunas Peras para
probarlas; pero quiso impedírmelo, diciéndome que sólo las
Bestias las comían. Sin embargo las encontré sabrosísimas.
Me presentó Melones, Melocotones e Higos: y no se han
conocido Frutos con tan buen sabor ni en la Provenza, ni en
toda Italia, ni en Grecia. Me juró por el Hagacestaur que
estos Frutos procedían de sí mismos, y que no estaban en
modo alguno cultivados, asegurándome que no comian nada
más con su Pan.
Le pregunté cómo podían conservar estas Flores y estos
Frutos durante el Invierno. Me contestó que no conocían
Invierno alguno;que sus Años sólo tenían tres Estaciones, a
saber: la Primavera, el Verano y que de estas dos Estaciones
se formaba la tercera, a saber: el Otoño que encerraba en el
Cuerpo de los Frutos el Espíritu de la Primavera y el Alma
del Verano: recogiéndose en esta Estación las Uvas y las
Granadas, que eran los mejores frutos del Pais.
Le extrañó mucho cuando le expliqué que comíamos Buey,
Cordero, Caza, Pescado y otros animales. Me dijo que
debíamos tener el entendimiento muy espeso si usábamos
alimentos tan materiales, No me aburría nada oir cosas tan
bellas y curiosas, y las escuchaba con gran atención. Pero
habiéndome pedido que considerara el aspecto de la Ciudad,
de la que sólo estábamos alejados unos doscientos pasos, al
levantar los ojos para verla, ya no vi nada, y quedé ciego de
lo que mi Conductor y sus Compañeros se pusieron a reír.
El despecho de ver a estos Señores divertirse con mi
accidente me entristecia más que mi desgracia. Al darse
cuenta de que sus modales me disgustaban, el que había
conversado todo el rato conmigo me consoló, diciendome
que no me impacientara y que la visión se aclararía en un
momento. Después fue a buscar una Hierba, con la que me
frotó los ojos y en aquel instante vi la luz, y el resplandor de
esta magnífica Ciudad, cuyas Casas estaban hechas con un
Cristal purísimo, que el Sol alumbraba continuamente; ya
que en esta Isla nunca había sido de noche. No me
permitieron entrar en ninguna de estas Casas pero sí ver lo
que pasaba a través de los muros que eran transparentes.
Examiné la primera Casa, están todas construidas a partir de
un mismo modelo. Observé que su alojamiento sólo consistía
en una planta compuesta de tres Apartamentos, teniendo cada
Apartamento varias Habitaciones y Gabinetes.
En el primer Apartamento aparecia una Sala, decorada con
una tapiceria de Damasco, ornada con Galón de Oro, bordada
con una Franja igual. El color del fondo de esta tela
cambiaba de rojo a verde, realzado con Plata muy fina; el
conjunto estaba cubieno por una Gasa blanca; luego habían
algunos Gabinetes, provistos de Joyas de diferentes colores;
después se descubria una Habitación totalmente amueblada
con un bello Terciopelo negro, engalonado con varias tiras de
Satén muy negro y brillante; el conjunto estaba realzado con
un trabajo en Jades cuya negrura brillaba y resplandecia
mucho.
En el segundo Apartamento se veía una Habitación,
tapizada con un Muaré blanco ondulado, enriquecido y
realzado por una Simiente de Perlas Orientales muy finas.
Luego habían varios Gabinetes, decorados con muebles de
varios colores, de Satén azul, de Damasco uioleta, de Muaré
citrino, y de Tafetan encarnado.
En el tercer Apartamento había una Habitación ornada con
una Tela muy resplandeciente, Púrpura con fondo de Oro,
más bella y rica, sin lugar a dudas, que todas las otras telas
que acababa de ver.
Pregunté por el Dueño y la Dueña de la Casa. Me dijeron
que estaban escondidos en el fondo de esta Habitación y que
tenían que pasar a otra más alejada que sólo estaba separada
de esta por algunos Gabinetes que las comunicaban, que los
muebles de estos Gabinetes eran de colores muy diferentes,
siendo unos de un Tabí de color Isabelino, otros de Muaré
citrino, y otros de un Brocado de Oro muy puro y fino.
No podía ver el cuarto Apartamento porque estaba fuera de
obra, pero me dijeron que sólo consistía en una Habitación,
cuyos muebles no eran más que un tejido de rayos de Sol, los
más depurados y concentrados en esta tela de Púrpura que
acababa de mirar.
Después de haber visto estas curiosidades, me enseñaron
como se realizaban los Matrimonios entre los Habitantes de
esta isla. Teniendo el Hagacestaur un conocimiento perfecto
de los humores y del temperamento de todos sus Súbditos,
desde el mayor hasta el menor, reúne a los Parientes más
próximos y pone a una Chica joven, pura y nitida con un
Anciano bueno, sano y vigoroso: Cuanto más purga y
purifica a la Chica, más lava y limpia al Anciano, que
presenta su mano a la Chica, y la Chica toma la mano del
Anciano: Después se les conduce a una de estas Viviendas,
cerrándose la puerta con los mismos materiales con los que
ha sido hecha la Vivienda: y es necesario que permanezcan
encerrados juntos nueve meses completos, y durante este
tiempo hacen todos estos bellos Muebles que me han
enseñado. Al término de este tiempo, salen los dos unidos en
un sólo Cuerpo; y no teniendo más que un Alma única, ya no
son más que uno, cuyo poder es muy grande sobre la Tierra.
Entonces el Hagacestaur se sirve de ellos para convertir a
todos los Malvados, que están en sus siete Reinos.
Me habían prometido que entraría en el Palacio del
Hagacestaur; enseñándome sus Apartamentos, y en particular
un Salón donde están cuatro Estatuas tan antiguas como el
Mundo, siendo la que está situada en el centro el poderoso
Seganisegede, que me había transportado a esta Isla. Las tres
restantes, que formaban un triángulo alrededor de ésta son
tres Mujeres, a saber: Ellugate, Linemalore y
Tripsarecopsem. Me habían prometido enseñarme el templo
donde está la Figura de su Divinidad que denominan Elesel
Vasergusine; pero habiendo empezado a cantar los Gallos,
conduciendo los Pastores sus Rebaños a los campos, y
atalajando los Labradores sus carretas, hicieron tanto ruido
que me despertaron y mi Sueño se disipó enteramente.
Todo lo que ya habia visto no era nada en comparación a lo
que prometían enseñarme. No obstante, no me cuesta
consolarme cuando reflexiono sobre este Imperio Celeste,
donde el Todopoderoso aparece sentado en su Trono rodeado
de gloria y acompañado por Angeles, Arcángeles,
Querubines, Serafines, Tronos y Dominaciones. Es allí donde
veremos lo que los ojos no han visto nunca, donde oiremos lo
que las orejas nunca han oído, ya que es en este Lugar donde
debemos saborear una felicidad eterna, que Dios mismo ha
prometido a todos los que intenten ser dignos de ella,
habiendo sido todos creados para participar en esta gloria.
Esforcémonos, pues, en merecerla. Alabado sea Dios.
FINAL
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D) DIETAS,
Cálculos
Biliares
CÁLCULOS BILIARES
Nombre:
Son masas duras de aspecto pétreo que se forman en la vesícula biliar o los conductos
biliares.
U Se debe realizar una dieta muy sana con muy poca grasa, azúcar y sal y con mucha fibra.
U La fibra se encuentra en todas las frutas y verduras principalmente y también en los alimentos
integrales (SALVADO, GERMEN DE TRIGO, AVENA, CEREALES, ARROZ INTEGRAL, HARINA INTEGRAL,
ETC.). En Cuanto a las frutas y verduras lo mejor es comerlas crudas ya que así conservan todo su
valor nutritivo, si eso no es posible trate de cocinarlas al vapor con muy poca agua.
U Es necesario tomar 2 litros o más de agua mineral (s/gas) por día para limpiar el organismo de
toxinas.
U En el hígado se forma el colesterol y se cree que los cálculos algunas veces son exceso de él. La
sal, el azúcar y los alimentos grasos son muy malos para el colesterol.
U Utilice aceite de oliva en sus comidas, no sólo es uno de los aceites más sanos, sino que está
confirmado que ayuda a destruir los cálculos.
U Los productos de supermercado contienen la gran mayoría conservantes, aditivos y colorantes
que los vuelven muy perjudiciales para el hígado. Trate de prepararse usted mismo sus comidas
con cosas lo más naturales posibles.