Historia - Puertos del Estado

Historia
El faro de Banya se emplazó en la punta del mismo nombre, sobre una playa rasa y saliente hacia el sur y a 3 millas al SE del
puerto de los Alfaques, La torre de hierro, ligeramente cónica y de color amarillento, con linterna poligonal y cúpula de color
natural del cobre, ocupaba el centro de la habitación de los torreros, de planta hexagonal.
Sin camino de servicio, el abastecimiento se hacía por mar, o por tierra y a pie, cuando el acceso no estaba cubierto por las
aguas, partiendo de la punta del Clot, a 10 km de distancia.
Su óptica era de 3º orden, y proporcionaba luz blanca fija con un alcance de 13 millas, la lámpara era de aceite de oliva. Se
encendió por vez primera en 1864.
En 1883 ya tenía una lámpara de dos mechas y algunos años después, una instalación de acetileno que se fabricaba allí mismo,
con un gasómetro. En 1929 se sustituyó por otra instalación de acetileno que le daba un alcance de 12 millas con la apariencia
de grupo de tres ocultaciones de luz blanca cada 15''.
Debido a las condiciones de aislamiento del faro, en 1943 se suprimió el personal.
En 1975 comienza la construcción de una nueva torre de hormigón dado el mal estado de la anterior. Debía recrecerse 7 m para
darle mayor alcance y también para darle un sector rojo de 70º a 250º por la parte de tierra. Se mantuvo el sistema luminoso que
tenía.
Dos destellos blancos y 12 millas de alcance es el resultado de la nueva automatización efectuada en 1985, en la que se
sustituye el gas por un sistema de paneles solares fotovoltaicos.
El faro viejo se encuentra reconstruido en el puerto de Tarragona, siendo el único superviviente de los famosos faros de hierro
del Delta del Ebro.