“Pasiones y cómo ser libre de…” - Iglesia Avivando La Fe

Pasión del latín Passio, es una acción de padecer o sufrir. Supone una perturbación o efecto
desordenado del ánimo. Es la afición a una cosa; inclinación muy fuerte a alguna persona, tema
u objeto. Es una fuerza interna, un apetito que orienta toda conducta dominando la voluntad,
afectando el tema y objetivo de la vida a todo nivel, a extremos de la obsesión misma. Es la
atracción sexual quizás la más peligrosa (desde Adán), en la cual dos personas dejando el
raciocinio se comportan de manera emocional y animal, dando desenfreno al corazón, sin uso
del intelecto, el cual profundiza tomando control aun del espíritu mismo. Su principal intención
y con toda su alma es satisfacer su deseo y placer, expresando sus sentimientos sin restricciones
ni límites… Hay otras pasiones: al dinero, las letras, el trabajo, las artes, deportes, drogas,
vicios, que desvanecen y terminan obscureciendo toda realidad. Cualquier esclavo de “una
pasión” la cual, aunque pareciera “inofensiva”, se apodera del ser mismo y lo convierte en el
más torpe e ignorante. La víctima es atada de pies y manos, sordo y ciego, siendo capaz de
entregar su honor, dignidad, principios, valores, sentimientos sublimes y puros, su misma alma,
“por una pasión” se da y se entrega todo lo que se tiene y se es. La pasión cual grave
enfermedad del alma trasciende a la virtud y búsqueda de la razón misma de la existencia del
ser, quien lo pierde todo física y espiritualmente. La pasión es una horrible droga, una posesión
satánica por la cual se paga cualquier precio, aun la vida. Es un pantano de arenas movedizas en
donde a medida que por sus propios medios alguien quiere salir, se hunde más. Hay luchas e
intentos por escapar, quizás viendo algunos destellos de luz y esperanza que penetran por alguna
hendidura de libertad, pero el placer de estar allí, de disfrutar el “tesoro” que quizás como un
sueño permanece entre las manos, termina venciendo y frustrando. La pasión trasciende en
obsesión. Dicen los antropólogos que cualquier pasión durará de uno a dos años; pero la
obsesión durará, quizás toda la vida. La pasión obsesiva orilla al agotamiento físico y
emocional, ya que consume tiempo y energía. La inclinación obsesiva hacia el objetivo,
conduce aun a la violencia y al suicidio, lo cual, es un desequilibrio psicológico que ocupa
frenéticamente el espíritu.
La pasión puede ser natural o instintiva, pero la más peligrosa es la inducida o externa en la
que intervienen estímulos satánicos, “dardos de pasión” ministrados por medios de
comunicación como: redes sociales, internet, música, mensajes celulares de texto, facebook,
pornografía, hipnosis conversacional, que son impactos al subconsciente que taladran hasta
provocar la enajenación diabólica, esclavizando la materia a cualquier edad y nivel. Dice la
palabra: “Pues ya basta con el tiempo que han desperdiciado haciendo lo que agrada a los
incrédulos, entregados al desenfreno, a las pasiones, a las borracheras, a las orgias, a las
parrandas y las idolatrías abominables” (1 P.4:3 N.V.I.). “Y manifiestas son las obras de la
carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios,
borracheras, orgias, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os
lo he dicho antes, que los que practican tales cosas (estas pasiones) no heredarán el reino de
Dios” (Gá.5:19.21). Señor, sabiendo que tu palabra es verdadera y que toda pasión es
abominable ante tus ojos ¿Qué hacer ante todas y cada una de las pasiones incontrolables que
envuelven nuestra vida? ¿Cómo salir del fango y del cabo de la desesperanza y el dolor? “Desde
el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare” (Sal.61:2). Del dolor del
pecado y la frustración de las pasiones, surge un hálito de esperanza que es el verdadero clamor,
esta súplica y humillación es una única llave que “me moverá, dice el Señor…” Esto es el inicio
en esperanza, en la carrera del cambio. Es la aspiración y el anhelo del alma de ser libre, es el
gen de los escogidos, el que gime, y este gemido provoca la ¡única salida! Nadie por sí sólo
saldrá de las prisiones de una o muchas pasiones, no es “el consejo de viejas”, ni el tratamiento
sistemático de científicos o profesionales de la conducta ¡Dios en Cristo es el único libertador!
Él es capaz de cambiar el programa del alma y ordenar el asiento de nuestras emociones y
sentimientos. No hay método humano para ser libre, sólo él y su grande misericordia. Es por fe
que buscaremos la ciudad perfecta de refugio (Cristo, su Palabra, su Espíritu y su iglesia), en
donde su presencia, luz y espíritu será capaz de erradicar nuestro pecado y pasiones,
aniquilando cualquier obsesión. Señor ten piedad… No podemos más, quita toda posesión y
haznos libres porque sólo un corazón libre, podrá adorarte en espíritu y en verdad. Esperamos
en tu misericordia. Amén.
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15.Sept. 2013
“Pasiones y cómo ser libre
de…”