Impacto de la inversión extranjera directa y del grado de apertura de

ESTUDIOS
DE
ECONOMÍA APLICADA
V O L . 35 - 1
2017
P Á G S . 217 – 244
Impacto de la inversión extranjera directa y
del grado de apertura de la economía sobre el
crecimiento económico para América Latina
1980-2010
HERNANDO RENDÓN OBANDO a, LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO b
a
b
Universidad Nacional de Colombia (Sede Medellin), Facultad de Ciencias Humanas y Económicas,
C/ 59 A N 63-20, 050034 Medellin, Colombia. E-mail: [email protected]
Universidad de Salamanca, Facultad de Derecho, Campus Miguel de Unamuno, Paseo de
Francisco Tomás y Valiente, 37007 Salamanca, España. E-mail: [email protected]
RESUMEN
En este artículo se estudia el impacto de la Inversión Extranjera Directa y el grado de apertura de la Economía sobre
el Crecimiento Económico para nueve países de América Latina durante el periodo 1980-2010. Para ello, se realiza
una estimación mediante un panel dinámico. Los resultados, muestran efectos positivos del grado de apertura y de la
inversión doméstica sobre el producto a corto y largo plazo, pero la inversión extranjera solo tiene un efecto de corto
plazo, sugiriendo la posible existencia de costos de ajuste que compensan los efectos positivos o expansivos.
Palabras claves: Crecimiento Económico, Inversión Extranjera Directa, Apertura Económica, Modelos Dinámicos.
Impact of Foreign Direct Investment and Openness Degree on
Economic Growth for Latin America 1980-2010
ABSTRACT
In this paper, we study the impact of the foreign investment and the openness degree on the economic growth in nine
countries of Latin America 1980-2010. To do this, we consider a dynamic panel data model. The results show that
both the openness and domestic investment have positive and significant impact on GDP per capita both in the shortrun and long term. FDI has only a short-term effect, which suggesting the possible existence of adjustment costs that
outweighs the positive and expansive effects.
Keywords: Economic Growth, Foreign Direct Investment, Openness, Dynamic Models.
Clasificación JEL: 011, F14, F21, C33
____________
Artículo recibido en julio de 2016 y aceptado en noviembre de 2016
Artículo disponible en versión electrónica en la página www.revista-eea.net, ref. ә-35102
ISSN 1697-5731 (online) – ISSN 1133-3197 (print)
218
HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
1. INTRODUCCIÓN
El estudio del crecimiento económico ha generado diversas teorías y
numerosos análisis empíricos en un intento de constatar dichas teorías. Desde el
punto de vista teórico, y de acuerdo con los clásicos (Smith, Malthus, Ricardo y
Marx), el crecimiento económico está determinado por la acumulación de
factores de producción; cuanto más capital y más trabajo estén disponibles en
una economía, mayor será el crecimiento de esta. La escuela neoclásica,
partiendo del modelo de Solow (1956), afirma que el crecimiento económico
está determinado tanto por el incremento de los factores de producción como por
el incremento de la productividad de estos en función del avance tecnológico.
Una tercera vertiente teórica, liderada por (Romer, 1986) y (Lucas, 1988),
elabora un marco analítico alternativo al modelo neoclásico que explica los
fenómenos que acontecían en algunas regiones asiáticas, con crecimiento
sostenido aparentemente sustentado en aumentos de la productividad. Los
planteamientos de esta vertiente se organizaron en diferentes líneas que
explicaban el crecimiento económico a través de determinantes endógenos, y no
exógenos como proponía la escuela neoclásica. Así, la teoría endógena incluye
dentro de la función de producción nuevos determinantes del crecimiento, como
el capital humano, la tecnología y el grado de apertura económica. Este enfoque
afirma que el crecimiento sostenido del Ingreso per cápita depende de las
condiciones económicas y tecnológicas del aparato productivo de los países
(empresarios y trabajadores), elementos endógenos a la función de producción.
A todo lo anterior se suma el trabajo de (Robert Barro, 1992), a través del cual
se formaliza el concepto de convergencia condicional.
Desde la perspectiva empírica, el crecimiento económico ha sido estudiado a
través de las mejoras econométricas y los paquetes estadísticos, con el objetivo
de constatar tanto la teoría neoclásica como la teoría moderna o endógena.
Existe evidencia a favor tanto de un lado como del otro, así, por ejemplo, los
estudios empíricos de (Mankiw et al., 1990) y (Young, 1995), arrojan resultados
que apoyan el enfoque neoclásico como marco de referencia para el estudio del
crecimiento económico. Del mismo modo, los trabajos de (Temple 1995) y
(Loayza 1994), entre muchos otros, refutan los resultados anteriores. Dentro de
las razones que justifican la falta de consenso sobre los determinantes del
crecimiento económico, tanto desde la teoría como desde la evidencia, están la
falta de información para periodos largos y la falta de un marco teórico que
permita incluir variables cualitativas aún no consideradas.
De lo anterior se desprende que el estudio del crecimiento es un tema vigente,
y que, sea cual sea la base teórica que se utilice para identificar sus determinantes,
puede arrojar luces en el área de estudio que permitan entender hacia donde
deben orientarse las políticas económicas, siempre con el objetivo de mejorar el
bienestar de los ciudadanos. Bajo esta visión, y considerando que a partir de la
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revolución teórica (cuestionamiento de los postulados neoclásicos y surgimiento
de los modelos endógenos) el Grado de Apertura de la Economía (GAE) y la
Inversión Extranjera Directa (IED) son catalogados como unos de los
determinantes fundamentales del crecimiento, el presente estudio tiene como
objetivo evaluar el impacto de estas variables sobre el crecimiento económico.
Para ello, se toma como área de estudio nueve países de América Latina, para el
periodo 1980-2010 1. A través de una estimación de un panel dinámico, los
resultados muestran efectos positivos del grado de apertura y de la inversión
doméstica sobre el producto a corto y largo plazo, pero la inversión extranjera
solo tiene un efecto de corto plazo, sugiriendo la posible existencia de costes de
ajuste que compensan los efectos positivos o expansivos. Los resultados son
consistentes con los planteamientos teóricos de (Kuznets, 1973), (Levine y
Renelt, 1992), Barro (1991,1994) y Barro y Sala-I-Martin (1995), entre otros y
con los análisis empíricos de (Dabús & Lauman, 2006) además de los trabajos
realizados directamente para América Latina de (Van den Berg and Schmidt,
1994) y (Richards, 2001).
Este documento contribuye a la literatura del crecimiento económico en dos
aspectos: Primero, al estudiar exclusivamente un grupo de países en vía de
desarrollo, lo cual puede ayudar a reducir el sesgo que pueden haber arrojado
numerosos estudios que incluyen en sus análisis tanto países pobres como países
ricos, (Schneider, 2005). La segunda contribución está en que este estudio abarca
un conjunto de países exclusivos de la región de América Latina, y, aunque hay
poca evidencia sobre el tema, los trabajos existentes mezclan diferentes regiones
del mundo. Por otro lado, los nueve países que conforman el área de estudio
representan el 85% de los flujos de IED, el 90% de la población, y el 80% del
Producto Interior Bruto (PIB) de la región. A causa de todo ello, la muestra
arroja resultados fiables y que representan al grueso de la región de América
Latina (A.L.).
El trabajo está organizado de la siguiente manera: La sección dos, después
de esta introducción, presenta la revisión de la literatura y una descripción del
comportamiento de las variables PIB e IED y apertura económica en los 9
países de estudio. En la sección tres se presenta la metodología y los datos. En
la sección cuatro se formula el modelo y se presenta el análisis de resultados.
Por último, el trabajo se cierra con algunas conclusiones.
2. REVISIÓN DE LA LITERATURA
2.1. Teoría acerca de la relación entre crecimiento económico e IED y entre
crecimiento económico y grado de apertura
La teoría acerca de la relación entre IED y crecimiento económico se divide
1
Argentina, Bolivia, Chile, Brasil, Colombia, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
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en tres grandes apartados. En primer lugar están los modelos neoclásicos,
fundamentados en el modelo seminal de (Solow, 1956), que sustentan que la IED
no afecta al crecimiento económico a largo plazo, ya que el impacto de esta sobre
el crecimiento económico está limitado por la existencia de los rendimientos
decrecientes del capital físico. Estos modelos también asumen que el crecimiento
se produce debido a las mejoras en la tecnología exógena. En otras palabras, en
los modelos neoclásicos de crecimiento la IED aumenta el volumen de inversión
y/o su eficiencia, dando lugar a efectos de nivel, a largo plazo, y a aumentos
transitorios en el crecimiento, a medio plazo. La segunda hipótesis es presentada
por la teoría del crecimiento endógeno, (Romer, 1986). Este planteamiento relaja
algunos de los supuestos de la teoría neoclásica. En primer lugar, reemplazan el
supuesto de rendimientos constantes a escala por el de rendimientos crecientes de
los factores acumulables, tales como el capital físico y el capital humano.
Asimismo, endogenizan el componente tecnológico bajo el supuesto de que la
evolución de este depende del stock de capital físico, de igual manera que refutan
el Estado Estacionario. Con todo ello, dentro de los planteamientos de esta
escuela se argumenta que la relación entre IED y crecimiento económico es
positiva si los efectos de conocimiento (Romer, 1986) o el aprendizaje por la
práctica (aprender haciendo y aprender observando) se consideran dentro de la
función de producción. En este caso, la función de producción es una función
creciente de los conocimientos acumulados (experiencia) y los efectos de la
acumulación de capital humano, (Lucas, 1988). La tercera vertiente teórica
supone una retroalimentación entre crecimiento e IED. El trabajo pionero al
respecto pertenece a (Caves,1996), quien señala que los países que sostienen su
rápido crecimiento fundamentados en una mayor demanda o una mejor cadena
productiva atraen más IED, y que estos mayores flujos de IED pueden aumentar
la tasa de crecimiento económico a través de los efectos spillovers.
El conjunto de hipótesis que explican la relación entre el comercio
exterior/comercio internacional con el crecimiento económico puede extraerse de
las tres grandes escuelas del pensamiento económico, mercantilista, clásico y
keynesiano. Los primeros fundamentaron su análisis en las ventajas de los
intercambios comerciales. Sin embargo, es a los clásicos a quienes se les
reconoce haber profundizado y consolidado los cimientos de dicha teoría, creando
así el cuerpo teórico que se conoce como la teoría tradicional u ortodoxa del
comercio internacional. El ensayo “Del Comercio Exterior” de (David
Hume,1752) 2 es el punto de referencia de la teoría clásica acerca del comercio
internacional. Posteriormente, (David Ricardo, 1817), (Adam Smith, 1776
[1983]), Mill (1848) y Malthus (1798), fundamentándose en los supuestos tanto
de los mercantilistas como de David Hume, aportan cuatro grandes conceptos que
2
Este ensayo se encuentra en un volumen titulado Political Discourses (1752), y está dividido en
ensayos sueltos sobre diversos temas.
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definen el cuerpo de la teoría internacional del comercio. Estos cuatro conceptos
son la ventaja absoluta, de (Adam Smith, 1723-1790), la ventaja comparativa,
de (David Ricardo, 1772-1823), la teoría de la demanda recíproca, conocida
también como teoría de los valores internacionales, de (J. S. Mill, 1770-1858), y
la teoría de la demanda efectiva, de (Malthus, 1766-1834). Al conjugar estas
cuatro aportaciones, el compendio del análisis sobre comercio exterior de la
escuela clásica se estructura afirmando que la ventaja absoluta de Smith es un
caso particular de la ventaja comparativa de Ricardo, puesto que, de acuerdo
con el autor, un país debe especializarse en la producción y exportación de los
bienes cuyo coste relativo respecto a otro bien interno sea menor al mismo coste
relativo del país socio comercial. De este modo, Ricardo señala que el principio
sobre el que descansa la ventaja absoluta (cada país se beneficiará del comercio
exterior exportando aquellos bienes que produce más eficientemente, dadas las
ventajas naturales que cada país tiene, e importando aquellos bienes para los
cuales no tiene desventaja absoluta) no se cumple, ya que aunque el país no
goce de ventaja absoluta en ninguno de sus bienes, este debe producir el bien en
el que tenga menor desventaja absoluta. Mill completa la teoría ricardiana
determinando la relación de precios según la cual se intercambiarían
internacionalmente las mercancías. El autor suma a la oferta, factor único del
modelo clásico, la demanda, y con ello concluye que el precio de equilibrio en
el mercado internacional estaría dado por la intersección de la cantidad ofrecida
de un país y la cantidad demandada por el socio comercial. Malthus amplía el
análisis clásico ofreciendo una interpretación del papel de la demanda, afirmando
que el comercio internacional sólo se da cuando a una ventaja comparativa de un
país sobre otro se le suma una demanda efectiva (incremento de la población
seguido del crecimiento del empleo). (Keynes, 1883-1946), en su obra “Teoría
General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” (1936), se ocupa de rebatir los
postulados clásicos, aseverando que estos representan sólo un caso extremo
entre todas las posiciones posibles de equilibrio. Sin embargo, no será él
directamente quien ampliará la teoría del comercio internacional, serán sus
seguidores, como se verá en breve, quienes lo harán. Por otro lado, es necesario
señalar que una vez que la teoría keynesiana toma fuerza y empieza a regir el
funcionamiento de la economía mundial, se produce una discusión amplia entre
adeptos a la teoría clásica y adeptos a las ideas keynesianas; de estas discusiones
surgen variantes de una y otra escuela: De los clásicos se derivan los
neoclásicos, y de la escuela keynesiana se desprenden tres grandes grupos, los
postkeynesianos, los neokeynesianos y la nueva economía keynesiana.
Los neoclásicos se ocupan de evaluar los planteamientos clásicos bajo la
óptica de la teoría del valor-utilidad; de acuerdo con estos teóricos, el valor de
las mercancías debe medirse por su utilidad y no por el trabajo que conllevan.
Por otro lado, los neoclásicos suman al trabajo, único factor incluido en la
función de producción de los ortodoxos, el factor capital. Finalmente, este
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enfoque cambia el supuesto de productividad constante de los factores de
trabajo por el de productividad marginal decreciente (manteniendo constante la
cantidad empleada de uno de los dos factores, el uso adicional de una unidad del
otro factor conduce a una caída del producto). Bajo estos supuestos, esta escuela
condensa su aportación a la teoría del comercio internacional en el modelo
(Hecksher, 1919) - (Ohlin, 1933) - (Samuelson, 1948), también denominado
modelo H-O-S. (Ethier, 1974) diferenció cuatro teoremas de este modelo que se
convirtieron en el marco teórico del estudio del comercio internacional durante
un largo periodo, 1950-1980 aproximadamente. El primero de estos teoremas es
el de la igualación de los precios de los factores, que afirma que bajo ciertas
condiciones, en el contexto global, el libre comercio de bienes finales conduce a
la igualación total del precio de los factores de los socios comerciales, y en el
contexto particular o local, bajo precios constantes de los productos, un pequeño
cambio en la dotación de los factores de un país no afecta el precio de los
factores, (Samuelson, 1948). La segunda preposición se refiere al teorema de
(Stolper-Samuelson, 1941), que postula que un aumento del precio relativo de
uno de los dos bienes aumenta la retribución real del factor utilizado
intensivamente en la producción de ese bien, y disminuye la retribución real del
otro factor. El tercer teorema es el de (Rybczynski, 1955), que afirma que, si los
precios de los bienes se mantienen constantes, un aumento en la dotación de un
factor provoca un aumento más que proporcional de la producción del bien que
utiliza ese factor con relativa intensidad, y una disminución absoluta de la
producción del otro bien. El cuarto y último teorema se refiere a la preposición
presentada por (Heckscher-Ohlin, 1919-1933) respectivamente, que sustenta que
un país tiende a exportar la mercancía en la cual se utiliza intensivamente el
factor abundante en la economía.
Los neokeynesianos (1950-1980), postkeynesianos (1950-2000) y la nueva
economía keynesiana (NEK) (1980-2000) definieron los postulados de la línea
keynesiana concernientes al comercio exterior. El primer grupo también se
conoce como la Síntesis Neoclásica; este grupo de investigadores aportó a la
teoría económica, a través de la integración de las ideas keynesianas con las ideas
neoclásicas, el modelo IS-LL, (Hicks, 1937), popularizado como el modelo ISLM por (Hansen,1949). Este modelo presenta un análisis combinado de los
mercados de bienes y servicios (curva IS) y del mercado de dinero (curva LM)
para una economía cerrada. En términos del comercio internacional, este
modelo se extendió al análisis de una economía abierta a través del trabajo
pionero presentado por (Mundell-Fleming, 1964), en el cual se examinaron los
efectos a corto plazo de la política monetaria y fiscal. Los postkeynesianos
toman como referente el modelo de (Kaldor, 1966), con su planteamiento de
que el crecimiento económico está determinado por las exportaciones netas, las
cuales definen el límite de las potencialidades para el crecimiento de las
economías; así, el comercio exterior se traduce en un factor explicativo del
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crecimiento económico. En Kaldor el intercambio de bienes entre países depende
de la demanda externa y de la disminución de los costes. Por su parte, la NEK se
inserta en el cuerpo teórico del crecimiento endógeno, y en este sentido se
encuentran trabajos que relacionan el crecimiento económico con la difusión
tecnológica que se da a través de la relación internacional entre economías,
(Grossman y Helpman, 1991).
Para cerrar este epígrafe, hay que señalar que la teoría que rige los estudios
actuales acerca de la relación de ambas variables, IED y GAE, con el
crecimiento económico, es la teoría de crecimiento endógeno. Esta tesis postula
una serie de modelos que exaltan la relevancia tanto de la IED como del
comercio en el objetivo de alcanzar niveles de crecimiento económico estable y
sostenible. Los modelos de crecimiento endógeno que enfatizan la relevancia de
introducir en la función de producción los flujos de la IED, postulan que esta, de
forma indirecta, tiene un efecto positivo sobre el crecimiento económico, tanto a
través de la formación de capital como de la formación de capital humano,
(Romer, 1986) y (Lucas, 1988), también defienden que el impacto de la IED se
fundamenta en las externalidades que esta variable genera, (Romer, 1993) y
(Borensztein et al., 1998). Los modelos endógenos que consideran relevante
incluir variables relacionadas con el comercio, relacionan series como el grado
de apertura, la tasa de cambio real, los aranceles y la evolución de las
exportaciones, para afirmar que las economías más abiertas alcanzan tasas de
crecimiento superiores y más estables que las economías cerradas, (Balasa,
1978) y (Edwards,1998).
2.2. Evidencia empírica de la relación entre Producto Interior Bruto e IED
y el grado de apertura de las economías
La gran mayoría de los trabajos empíricos acerca del impacto de la IED
sobre el crecimiento económico arrojan resultados positivos. Sin embargo, no
todos los análisis señalan que tal resultado sea significativo. En términos de
metodología la evidencia empírica se ha modelado a través de series de tiempo
y/o datos de panel. Estas técnicas han sido utilizadas para realizar estudios de
causalidad que son análisis ateóricos, que pretenden determinar la existencia de
una relación unidireccional del producto a la IED o viceversa, o una relación
bidireccional entre las dos variables. De igual manera, las técnicas econométricas
se han utilizado para realizar estudios de determinantes, o sea, para analizar la
significancia estadística de las variables explicativas, entre ellas la IED sobre el
crecimiento económico, definido este como variable endógena. Otra característica
de la evidencia empírica del impacto de la IED sobre el crecimiento económico es
que los autores supeditan el impacto de la IED a la combinación de esta con otros
factores; algunos de estos factores son: Capital humano, políticas de comercio
exterior, características institucionales o nivel de desarrollo de los países
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receptores de IED. El conjunto de trabajos que permiten abstraer las anteriores
características está compuesto por autores como Blomström et al., 1992),
(Borensztein et al., 1998), (De Mello, 1999), (Zhang, 2001), (NunnenKamp y
Spatz, 2003), (Chowdhury y Mavrotas, 2005), (Mottaleb, 2007), (Apergis et al.,
2008), y (Ruxanda y (Muraru 2010), entre muchos otros.
En cuanto a la relación entre el PIB y el grado de apertura económica, existe
un amplio y heterogéneo conjunto de trabajos dedicados a su estudio. La
heterogeneidad de estos estudios se explica por las variables que se utilizan para
medir la apertura o el comercio, por las metodologías empleadas, por los países
estudiados, y por los resultados y las conclusiones arrojadas por dichos estudios.
Algunas de las variables que se utilizan para medir la apertura son: Las
exportaciones, (Balassa, 1978, 1985), (Fosu, 1990), y (Yaghmaian y Ghorashi,
1995); la tasa efectiva de protección, (Little, et al., 1970) y (Bela Balassa,
1971); el índice de orientación comercial, (Dollar, 1992), (Ben-David, 1993),
(Sachs y Warner, 1995), (Edwards, 1998), y (Frankel y Romer, 1999); el grado
de apertura, (Levine y Renelt, 1992), (Barro, 1991,1994), y (Barro y Sala-IMartin,1995); el crecimiento de las exportaciones, (Emery, 1967), (Heller y
Porter, 1978), (Singer y Gray, 1988), (Dodaro, 1991), y (Dabús y Lauman,
2006); y variables institucionales, (Rodrik et al., 2002), y geográficas, (Frankel
y Romer, 1999), e (Irwin y Tervio, 2000). Con respecto a las metodologías, la
gran mayoría de trabajos realizan estimaciones econométricas como la técnica
de sección cruzada entre países, series temporales, análisis de causalidad y
cointegración, modelos de corrección de errores y datos panel. Las áreas de
estudios comprenden conjuntos de países industrializados, países de regiones
pobres y comparativas entre ambos. A partir de todo ello, el grueso de estos
trabajos concluye que existe una relación positiva entre crecimiento y apertura
económica. Por otro lado, dicha conclusión es cuestionada por diferentes autores;
así por ejemplo, (Srinivasan y Bhagwati, 2001), (Wälde y Wood, 2004),
(Rodríguez y Rodrik, 1999), (Berg y Krueger, 2003), y (Hallak y Levinshon,
2004), realizan una amplia evaluación de los trabajos pioneros acerca del tema y
coinciden en afirmar que los resultados de estos estudios son cuestionables tanto
por la base teórica como por las metodologías aplicadas. Con respecto a la teoría,
se plantean nuevos modelos, como el neo-institucionalista y los modelos de la
Nueva Teoría del Crecimiento Internacional, NTCI, que postulan el uso de otras
variables, como las institucionales y las geográficas, y así corregir problemas de
trabajos anteriores, como la omisión de variables, que podrían haber arrojado
resultados sesgados. En esta misma línea se critican los estudios de sección
cruzada en un contexto bivariante. En cuanto a las metodologías utilizadas, las
críticas se centran en el hecho de que la relación entre crecimiento y apertura
económica es demasiado amplia como para que pueda ser explicada a través de
regresiones lineales, como por ejemplo a través de la metodología Mínimos
Cuadrados Ordinarios (MCO), o a través de una relación de causalidad
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unidireccional, o como lo explican los estudios de corte transversal bivariante,
que obvian el papel de otras variables explicativas, como ya se mencionó. Por
otro lado, a pesar de estas críticas, se reconoce que todos los estudios evaluados
aportan tanto a la evidencia empírica como a la visualización de la política
económica a aplicar, a la búsqueda de nuevos planteamientos teóricos y a la
consolidación y ampliación de la base teórica existente.
2.3. Evolución e impacto de la IED en el conjunto de países estudiados
En este artículo se estudia el impacto de la IED y del grado de apertura
económica sobre el crecimiento económico para el periodo 1980-2010 en nueve
países latinoamericanos, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile Colombia, México,
Perú, Uruguay y Venezuela. Se considera este periodo de tiempo porque abarca
tres décadas de importantes cambios para estos países, tanto en el nivel de
crecimiento económico como en la recepción de IED. El periodo previo al
considerado en este estudio, las décadas de los 60 y los 70, es presentado por los
analistas como una época de crecimiento y desarrollo de la región de América
Latina; los datos de las organizaciones internacionales y regionales, como el
Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la CEPAL, muestran que
las tasas de crecimiento de la región fueron superiores a las previstas, y que
estaban por encima de la media de los países considerados desarrollados. A
partir de 1980, y específicamente desde 1982, la situación de la región se
revierte, de ahí el punto de partida de este estudio. El endeudamiento adquirido
por algunos países latinoamericanos entre 1974 y 1981, a raíz de la crisis del
petróleo de 1973, condujo a que la década de los 80 fuera conocida como la
década perdida de América Latina. Entre muchas otras variables, el crecimiento
económico de esta economía se vio afectado negativamente. Así por ejemplo, la
tasa de variación anual del crecimiento económico de América Latina entre
1960-1980 alcanzó la cifra de 5,7%, mientras que este mismo indicador, para el
periodo 1980-1989, registró un 1,4%. En cuanto a los flujos de IED, América
Latina recibió en el periodo 1970-1979 el 12,5% del flujo mundial de esta
variable, mientras que para el periodo 1980-1989, este valor cayó al 8,5%. La
década de los 90, identificada por ser el periodo de transición y a su vez de
formalización del modelo de globalización de las economías, y, con ello, de la
liberalización del mercado de capitales y de la desregulación de la entrada de los
mismos, representó para Latinoamérica cambios acusados en el comportamiento
de ambas variables, PIB e IED. La tasa de crecimiento económico para el periodo
1990-1999 alcanzó un 2,9%, y los flujos de IED a la región el 10,8% del total
mundial. La última década aquí analizada, 2000-2010, representa el resultado de
todos los cambios sufridos por la economía mundial y, por tanto, regional, de
los cambios antes mencionados. La tasa media del crecimiento del PIB en
América Latina para la primera década del siglo XXI fue de 3,2%, y los flujos
de la IED tuvieron un porcentaje de participación en los flujos mundiales de un
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8,9%, entre los años 2000-2005, y de un 11% entre 2006-2010 3. Esta caída a
inicios de los años 2000 puede explicarse por la aparición de mercados
emergentes, como China, India, Brasil y Rusia; estos nuevos mercados
generaron un proceso de relocalización de la IED. La información numérica que
sustenta estos párrafos, se presenta de manera resumida en la Tabla 1.
Tabla 1
Crecimiento del PIB y porcentaje de participación en los flujos mundiales
de la IED de Latinoamérica 1980-2010
Variable/periodos
1980-1989
1990-1999
2000-2010
2000-2005
PIB
1,4
2,9
3,2
—
2006-2010
—
IED
8,5
10,8
—
8,9
11
Fuente: Elaboración propia con datos de la UNCTAD, Banco Mundial y la CEPAL.
Los datos del último quinquenio de este siglo se omiten por dos razones: La
primera, porque se pretenden evaluar los hechos relacionados con el
comportamiento del PIB y de la IED década a década, asumiendo cada década
como un horizonte temporal a medio plazo. La segunda, porque los datos de las
variables económicas normalmente no se consolidan hasta después de un
quinquenio4. Los datos tanto de crecimiento económico de América Latina como
de participación de la IED en los flujos mundiales para el periodo 2011-2015
son 2,4% y 11% respectivamente. Sin embargo, debe señalarse que los datos de
2014 y 2015 no están consolidados en ninguno de los dos casos. En el cuerpo
del trabajo y en las conclusiones se hará referencia a estas cifras cuando sea
necesario.
Para dar mayor claridad y resaltar la importancia del tema, en la Figura 1 se
presenta también el comportamiento de la tasa de crecimiento anual del PIB y la
IED como entrada neta de capital (% del PIB) de cada uno de los 9 países
estudiados, 1980-2015. En términos generales, la figura muestra el comportamiento errático de la tasa de crecimiento y el comportamiento un poco más
estable de la entrada neta de capital en el conjunto de los 9 países. A nivel
desagregado por décadas, el grafico muestra que en el periodo 1980-1989 el
crecimiento del PIB presentó fuertes caídas, aunque estas fueron de diversa
magnitud para los diferentes países, y se manifestaron en diferentes años de la
década. Así por ejemplo, se observa que en este periodo Argentina se
desestabiliza, pues el comportamiento errante de la tasa de crecimiento del PIB
así lo manifiesta; los picos y los fondos, principalmente en la segunda mitad de
3
Todos los datos que sustentan estos párrafos son tomados de la base de datos de la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés). Los
mismos son contrastados con la base de datos del Banco Mundial, y algunos con la CEPAL.
4
Si se revisan los anuarios y las bases de datos se observa que las cifras van cambiando, o se señalan
con asterisco año a año para los últimos 4 o 5 años cuando se dan como consolidadas.
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IMPACTO DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DEL GRADO DE APERTURA…
227
la década, muestran caídas del 7,6% (año 1985) y luego aumentos de
aproximadamente la misma cifra (año 1986). Bolivia, por su parte, presenta el
comportamiento más errático del crecimiento del PIB durante los primeros siete
años de la década. Brasil, particularmente, fue la única economía que creció entre
1981 y 1982, y con posterioridad continuó con crecimiento positivo excepto en el
año 1988, en el cual arrojó un valor negativo de -0,1%. Chile se vio afectado
drásticamente por el epicentro de la crisis de 1982-1983, pero, después de este
subperíodo, fue la economía con mayores tasas de crecimiento económico de
la década. Colombia no presentó tasas de crecimiento negativo en ninguno de
los diez años analizados. México, que fue el primer país en destapar el
endeudamiento de la región, presentó tres caídas fuertes en la tasa de
crecimiento del PIB: 1982 (pasando del 8,8% registrado en el 81 a una tasa
negativa del 0,6%), 1983 (-4,2%), y 1986 (-3,8%). Perú presentó tasas negativas
de crecimiento tanto entre 1980-1983 como al final de la década (1988-1989);
es la economía con el mayor nivel de caída al final del subperíodo. Uruguay
sufre, al igual que Chile, una drástica caída en el epicentro de la crisis, para
posteriormente presentar tasas de crecimiento positivo, aunque estas fueron de
picos por subperiodos de dos años. Venezuela, al igual que Bolivia, empezó los
años 80 con un nivel de crecimiento negativo (-4,4% y -1,4%, respectivamente),
lo cual quizás explique su ritmo irregular en la tasa de crecimiento del PIB.
Con respecto a los flujos de IED medidos como porcentaje del PIB, se observa
que durante estos diez años sólo Bolivia (en 1988 y 1989) y Perú (1984)
presentaron saldos negativos, indicando que era mayor el flujo de salida de
capital que la entrada. Otro rasgo característico del comportamiento de esta
variable en estos años, es que sólo Chile presenta niveles del 4% o un poco más
(1988-1989), el segundo porcentaje más alto lo presenta Bolivia (1980 y 1986),
seguido de Colombia (1,9% en 1985). El resto de años y de economías presentan
niveles que oscilan entre el 0% de Argentina (1987) y el 1.6% de Colombia y
México (1983 y 1986). Estas cifras pueden considerarse bajas, y quizá por ello en
la década siguiente se enfatiza en la necesidad de la desregulación del mercado de
capitales, orientando el proceso a la desregularización de la entrada de capitales
en la región y en el mundo.
En la década 1990-1999, la Figura 1 muestra que el crecimiento del PIB
sigue siendo en general volátil y errático para el grupo de los 9. Sin embargo,
este indicador mejora en el conjunto de los países. Los flujos de IED continúan
con su nivel estable, aunque presenta mayores tasas de participación sobre el
PIB para algunas economías. Argentina es la economía con mayor registro de
caídas del PIB; empieza 1990 con una caída suave (-2,4%) respecto del año
inmediatamente anterior (7,5%), para posteriormente, entre 1991 y 1994,
presentar tasas de crecimiento positivas y oscilantes, 12,7% (1991), 11,9%
(1992), 5,9% (1993) y 5,8% (1994), en el año1995 este indicador es nuevamente
negativo (-2,8%), y durante los tres años siguientes, 1996-1998, positivo (5,5%,
Estudios de Economía Aplicada, 2017: 217-244  Vol. 35-1
228
HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
8,1% y 3,9%, respectivamente). Este país cierra la década con un decrecimiento
del -3,4%, pero, a pesar de ello, hay que resaltar que los 7 años de crecimiento
positivo superan el nivel de crecimiento de esos mismos años en la década
anterior. Bolivia es una economía que registró crecimiento económico positivo
durante toda la década, y además superó las tasas de crecimiento positivo del
periodo anterior; su ritmo sólo decayó fuertemente al cierre de la década
(+0,4%), aunque en 1998 aún registró una tasa de crecimiento del 5%. Brasil
inicia este periodo con una caída (3,1%), superada al año siguiente con un nivel
positivo del 1,5%. Aunque este país vuelve a registrar un nivel negativo en 1993
(-0,5%), el resto de la década registra tasas de crecimiento anuales positivas,
aunque cada año inferiores, pues pasa de un 4,7% en 1993 y un 5,3% en 1994, a
sólo un 0,3% y un 0,5% respectivamente en los dos últimos años de los 90.
Chile fue una de las economías que se vio afectada en menor medida por el
endeudamiento de la región, y tal vez por esta misma razón fue una de las que
mejor desempeño presentó durante los años 90; la tasa de crecimiento del PIB,
aunque errante, fue positiva nueve de los 10 años de la década (el último año
registró una caída del 0,8%). Colombia, nuevamente, es una de las economías
con mejor comportamiento, aunque en esta ocasión registró una fuerte caída en el
cierre de la década (-4,2%). México mejoró los registros de crecimiento, y
solamente en el año 1995 arrojó una caída del 5,8%. Perú aumenta su oscilación y
registra una tasa media de crecimiento para la década del 3,2% aproximadamente,
siete veces mayor que la de la década pasada, que fue del 0,4%. Uruguay empezó
los años 90 con tasas de crecimiento positivas, hasta que en 1995 presentó un
revés del 1,4%, para luego retomar la senda positiva hasta cerrar la década con
una caída del 1,9%. Venezuela presentó un comportamiento muy similar al de la
década anterior, es decir, los datos presentan una variabilidad del 4,8%
aproximadamente, semejante al 4,7% de los años 80. Evaluando el comportamiento de la IED, se observa que todos los países aumentaron el peso de los
flujos de IED sobre el PIB: Argentina pasó de un 0,7% a un 2,6%; Bolivia de un
0,8% a un 5,2%; Brasil de un 0,7% a un 1,4%; Chile de un 2% a un 4,8%;
Colombia de un 1,3% a un 2,1%; México de un 1,2% a un 1,9%; Perú de un 0,1%
a un 3,2%; Uruguay de un 0,5% a un 0,6%; y Venezuela de un 0,2% a un 2,8%.
Estos datos permiten concluir parcialmente que todas las medidas aplicadas
para la desregulación del mercado de capitales, la eliminación de restricciones
al capital extranjero y la política de incentivos a los mismos, surtieron efectos
positivos. Los países latinoamericanos agilizaron estas medidas durante los años
90 porque la Nueva Teoría del Crecimiento (Crecimiento endógeno), incluidos
sus diversos postulados, desarrollados en esos mismos años, afirmaba que la
IED contribuye al crecimiento económico a través de una vía endógena, cuando
se generan rendimientos crecientes en los niveles de producción a través de las
externalidades (efectos spillovers); es decir, los flujos de IED son transmisores
de tecnología para las economías receptoras, básicamente las economías en
Estudios de Economía Aplicada, 2017: 217-244  Vol. 35-1
IMPACTO DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DEL GRADO DE APERTURA…
229
desarrollo, como es el caso de las nueve economías aquí estudiadas, (Romer,
1986) y (Lucas,1988), entre otros.
El comportamiento de ambas variables en la primera década del siglo XXI
está marcado por las diferentes crisis políticas y económicas que condujeron a
cambios ideológicos. Durante el primer quinquenio de la década, varios
presidentes de la región se posicionaban como izquierdistas; entre ellos están 6
de los países aquí evaluados, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela y
Uruguay. Esta reorientación ideológica llevó a que estos países, presionados por
diferentes colectivos (campesinos, homosexuales, trabajadores informales,
indígenas, etc.) que se fueron insertando en la esfera política, moderaran la
aplicación del modelo neoliberal que se había formalizado en la región en la
década de los años 90. De este modo, se diversificó la forma en que estas
economías afianzaban su inserción en la economía mundial. En general, las crisis
que marcaron esta década en cada uno de esos países estuvieron protagonizadas
por las manifestaciones de los colectivos señalados en contra de la continuidad de
las privatizaciones y de las demás premisas del modelo neoliberal. Así, las tasas
de crecimiento en el periodo 2000-2010, aunque son mayoritariamente positivas
para casi todos los países, se caracterizan por reducir la media de la década
anterior en Argentina, Bolivia, Chile, México y Uruguay. En Argentina esta
situación se explica por la crisis financiera que se produjo entre 1998 y 2002. A
partir de 2003 el país retomó la senda del crecimiento a un ritmo acelerado, ya
que sólo en ese año presentó un incremento del 181%, pasando de un revés del
10,9% a una cifra positiva de 8,8%. El resto del periodo, a excepción del año
2009 (-6,0%), la economía creció a niveles superiores al 9%, llegándose en el
2010 al 10,4%. Bolivia presentó tasas positivas los diez años. Brasil,
sorprendentemente, y excepto en el año 2009 (-0,1%), creció durante todo el
periodo; a pesar de ser el principal socio comercial latinoamericano de
Argentina, no se vio afectado en los niveles de crecimiento del PIB por la crisis
de este país. Colombia, de forma semejante a la década de los ochenta, creció
una media del 4,1% anual. México, aunque sólo presenta dos años en negativo:
2001 (-0,6%) y 2009 (-4,7%), arrojó una caída en la tasa media de crecimiento
de la década, alcanzando un nivel un 2,1% inferior al periodo precedente, que
fue del 3,6%. Uruguay, quizá por su cercanía a la economía argentina, vio
afectada su balanza comercial y su turismo por la crisis del país vecino, y el
crecimiento en los tres primeros años de la década en cuestión fue negativo. Del
mismo modo que Argentina, creció positivamente a partir del 2003 (0,8%), para
después alcanzar una media anual del 5,4% en los 7 años restantes. Venezuela,
aunque registra tres años negativos a nivel de crecimiento del PIB, arrojó para la
década una media anual del 3,5%, superior tanto a la década de los años 80
como a la de los años 90, con un -0,2% y un 2,5% respectivamente. Los flujos
de IED crecen en 6 de las economías, en Brasil se pasa de una tasa media de
crecimiento en los años 90 del 1,4 % al 2,9%; en Chile del 4,8% al 6,2%; en
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230
HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
Colombia del 2,1% al 3,5%; en México del 1,9% al 2,9%; en Perú del 3,2% al
3,6% ; y en Uruguay del 0,6% al 4%.
Figura 1
Tasa de crecimiento del PIB (% anual) e IED (% PIB), 1980-2015, todos los países
10
12.5
8
10.0
6
7.5
4
5.0
2
2.5
0
0.0
-2
-2.5
-5.0
1980
-4
1985
1990
1995
BOL_IED
2005
2000
2010
-6
2015 1980
1985
1990
BOL_Y
1995
BRA_IED
16
8
10
12
6
8
8
4
2000
2005
2010
2015
2010
2015
2010
2015
BRA_Y
6
4
4
2
0
0
-4
-2
-8
-4
2
0
-12
1980
1985
1990
1995
CHL_IED
2000
2005
2010
-6
2015 1980
-2
-4
1985
1990
CHL_Y
1995
COL_IED
2000
2005
2010
-6
2015 1980
12
20
10
8
15
5
4
10
0
0
5
-5
-4
0
-10
-8
-5
1985
1990
1995
PER_IED
2000
2005
PER_Y
2010
-12
2015 1980
1985
1990
1995
URU_IED
1990
2000
1995
MEX_IED
15
-15
1980
1985
COL_Y
2005
URY_Y
2010
-10
2015 1980
1985
1990
1995
VEN_IED
2000
2005
MEX_Y
2000
2005
VEN_Y
Fuente: World Bank national accounts data, and OECD National Accounts data files. Eviews
En lo referente al grado de apertura, es de notar que del análisis de la
relación entre el PIB y la IED arriba presentado se deduce que la economía
latinoamericana, al estar sumergida en el modelo de globalización, ha ido
abriendo sus mercados, tanto por las premisas del modelo neoliberal como por
los nuevos desarrollo teóricos, ya mencionados, modelos de crecimiento
endógeno, que arguyen que el comercio es una variable a tener en cuenta dentro
de la función de producción por los efectos positivos sobre el crecimiento
económico. Asimismo, la literatura teórica y empírica surgida de la experiencia
de los denominados tigres asiáticos, que concluye que la dinámica de las
exportaciones fue el determinante fundamental para que estas economías
Estudios de Economía Aplicada, 2017: 217-244  Vol. 35-1
IMPACTO DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DEL GRADO DE APERTURA…
231
alcanzaran el desarrollo industrial y altos niveles de crecimiento, fue el modelo
que se quiso imitar en regiones en vía desarrollo como América Latina. Como
resultado de estos hechos, durante el periodo 1980-2010 las exportaciones
intrarregionales reales registraron un nivel de promedio anual del 6,5%, mientras
las extrarregionales crecieron en promedio a una tasa de 5,3% cada año. En el
subperíodo 1980-1989 las exportaciones internas en términos reales crecieron en
promedio un 2,3% anual, y las extrarregionales lo hicieron a una tasa media anual
del 3,7%. En la década 1990-1999 los flujos internos crecieron un 10,39%, valor
superior al 9,2% de los flujos externos. Los diez primeros años de los 2000, los
flujos intrarregionales crecieron en promedio un 6,7%, por encima de la media
anual de las exportaciones extrarregionales (3,8%). La participación de las
exportaciones como porcentaje del PIB también se ha incrementado década a
década, al pasar de un 1,5% en los años 80 a un 2% y a un 3,3% en los años 90 y
2000 respectivamente, dato concerniente a las exportaciones extrarregionales. Por
el contrario, el peso de América Latina en el comercio mundial ha ido cayendo
década a década: 4,8% en los años 80, 4,5% en los 90, y 5,7% en los 2000; hecho
que aún es objeto de controvertido y amplio estudio.
3. DESCRIPCIÓN DE LOS DATOS
Los datos son tomados de (Heston et al., 2012)5 y del Banco Mundial para los
siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú,
Uruguay y Venezuela, para el periodo 1980-2010. Los criterios utilizados para
seleccionar estos países han sido tres: Primero, la disponibilidad de datos para un
periodo de tiempo razonable, 31 años. Segundo, estos países representan
aproximadamente el 85% del PIB de la región, el 90% de la población, y el 90%
de las exportaciones entre la región y el exterior. Por último, estos países
absorben el 85% de la Inversión Extranjera Directa (IED) de la región.
La base de datos fue construida considerando el PIB per cápita de cada país
deflactado por un índice de precios en dólares con base en el 2005, se denota
por LY. La IED, que se define como las entradas de inversión 6, fue deflactada
5
6
Los datos hasta el 2015 son consultados pero no incluidos por no estar consolidados.
"Foreign direct investment (FDI) is defined as an investment involving a long-term relationship
and reflecting a lasting interest in and control by a resident entity in one economy (foreign direct
investor or parent enterprise) of an enterprise resident in a different economy (FDI enterprise or
affiliate enterprise or foreign affiliate). Such investment involves both the initial transaction
between the two entities and all subsequent transactions between them and among foreign
affiliates. FDI inflows and outflows comprise capital provided (either directly or through other
related enterprises) by a foreign direct investor to a FDI enterprise, or capital received by a foreign
direct investor from a FDI enterprise. FDI includes the three following components: equity capital,
reinvested earnings and intra-company loans. Data on FDI flows are presented on net bases
(capital transactions' credits less debits between direct investors and their foreign affiliates). Net
decreases in assets or net increases in liabilities are recorded as credits, while net increases in
Estudios de Economía Aplicada, 2017: 217-244  Vol. 35-1
232
HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
por el índice de precios al productor de los Estados Unidos de América
(Producer Price Index Industry Data of 2000), y después dividida por la
población, se denota por RIED. Mediante esta transformación de la IED, luego
de evaluar gráficamente su varianza, se determina que es una variable estable.
La variable que representa la apertura económica está dada por la relación de
exportaciones más importaciones de bienes y servicios, sobre el PIB a precios
constantes de 2005, se denota por LOPENK. La Inversión doméstica se obtiene
del cociente inversión sobre el PIB a precios corrientes, el cual se multiplica por
el PIB nominal por persona, posteriormente a este valor se le resta la IED y se
deflacta por el índice de precios de la inversión en dólares de Paridad de Poder
Adquisitivo (PPA), y finalmente, del mismo modo que la IED, la inversión
doméstica se divide por la población, se denota por LRID. Todas las variables,
excepto la IED, están expresadas en logaritmo (L).
4. EL MODELO: SUSTENTO TEÓRICO Y PLANTEAMIENTO
EMPÍRICO
Desde los trabajos seminales de (Balestra y Nerlove, 1966), los modelos
dinámicos han jugado un importante papel en el análisis empírico con datos de
panel en economía. Se ha pasado de la aplicación de modelos dinámicos
homogéneos a la aplicación de modelos dinámicos heterogéneos. El uso de los
segundos modelos se justifica en el hecho de que eliminan la restricción de que
la estructura subyacente de los modelos propuestos sea la misma para todos los
individuos. Aun así, la presencia de dinámicas heterogéneas en los diferentes
individuos del panel conlleva contrastes de estacionalidad y/o cointegración con
erróneas propiedades asintóticas. Por otro lado, ignorar la heterogeneidad
cuestionaría la agregación individuos en la construcción de un panel. En el afán
de mejorar las estimaciones y obtener resultados robustos y contrastes válidos
muchas han sido las propuestas de estimación de modelos de panel dinámicos,
enfoque de máxima verosimilitud, variables instrumentales y el método
generalizado de momentos (MGM o GMM en inglés). Este trabajo desarrolla su
objetivo, estudiar el impacto de la Inversión Extranjera Directa y del Grado de
Apertura de la Economía sobre el Crecimiento Económico para nueve países de
América Latina durante el periodo 1980-2010, a través del MGM, (Arellano y
Bond, 1991). Estos autores construyen un estimador (considerado como una
generalización del método de variables instrumentales) que utiliza variables
instrumentales basadas en retardos y diferencias de todas las variables del
modelo, y que está específicamente propuesto para paneles con un número alto
assets or net decreases in liabilities are recorded as debits. Hence, FDI flows with a negative sign
indicate that at least one of the three components of FDI is negative and not offset by positive
amounts of the remaining components. These are called reverse investment or disinvestment."
UNCTAD, Division on Investment and Enterprise.
Estudios de Economía Aplicada, 2017: 217-244  Vol. 35-1
IMPACTO DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DEL GRADO DE APERTURA…
233
de individuos y un número pequeño de años. El objetivo de esta técnica es
minimizar las correlaciones muestrales entre el término de error y cada uno de
los instrumentos. Para ello, se realiza una estimación combinando diferentes
instrumentos en torno a un único vector numérico de coeficientes. La definición
de los instrumentos, MGM, se explica por dos vías, la teoría económica que
sustenta el estudio de interés o el proceso generador de datos subyacente. La
ventaja desde el punto de vista econométrico de este tipo de modelos es que al
ser dinámico no presenta correlación serial en los residuales, lo cual valida la
aplicación de procedimientos de inferencia en el modelo, y, desde el punto de
vista económico, la solución de equilibrio implícita en la dinámica de este modelo
informa de la relación de largo o de equilibrio que relaciona las variables.
El modelo empírico plantea que el PIB per-cápita (Y) depende de la
inversión doméstica per-cápita en términos reales (RID), de la inversión
extranjera per-cápita real (RIED) y de la proporción de las exportaciones más
las importaciones en el producto (OPENK). Si bien la teoría del crecimiento
considera positivo, sin ninguna ambigüedad, el efecto de la primera variable, el
de la IED es indeterminado. De hecho, algunos enfoques consideran que la IED,
al conllevar progreso tecnológico y externalidades positivas, puede incrementar
el producto en las economías domésticas; también se considera que, por el
contrario, en cuanto que puede desplazar la inversión doméstica, puede tener un
efecto contraccionista. Igualmente, un mayor grado de apertura puede tener
efectos contraccionistas, vía desplazamiento de la producción doméstica, por las
importaciones de bienes de consumo más baratos respecto a los producidos
domésticamente. Por otro lado, una mayor apertura puede ser expansiva, por el
abaratamiento de las importaciones de bienes de capital e intermedios que la
mayor apertura de la economía conlleva, y por la expansión de las
exportaciones; ver (Balasubramanyam et al., 1996), en donde se plantea un
modelo semejante.
Expresando todas las variables anteriores, excepto la IED, en logaritmos, se
partió de un modelo dinámico autorregresivo y de rezagos distribuidos de LY en
función de LRID, RIED y LOPENK; el modelo es:
LY ( − a ( L ) ) = C1 + b ( L ) * LRID + d ( L ) * LOPENK + e ( L ) RIED + nit + uit
Donde los polinomios en el operador de rezagos L son:
a ( L) =
1 − a1L − a2L2 ,
b (=
L ) b1L + b2L2 y
e (=
L ) e1L + e2L2 .
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HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
5. ESTIMACIÓN DEL MODELO Y ANÁLISIS DE
RESULTADOS
El método de estimación de los parámetros depende del estatus de las
variables regresoras, es decir, si se pueden considerar estrictamente exógenas o
no. Con respecto a esto, es necesario decir lo siguiente: en primer lugar,
LOPENK depende de la variable dependiente LY, por cuanto sus componentes,
importaciones y exportaciones, dependen de LY. Así también, LRID y RIED
dependen de LY, en cuanto que esta es un determinante del mercado interno, el
cual a su vez determina con otros factores la Inversión extranjera directa RIED
y doméstica LRID. Por tanto, es posible que se presente endogeneidad en estos
regresores, lo cual hace que los parámetros estimados no sean consistentes ni
para Efectos Fijos ni para Efectos aleatorios. De otro lado, la presencia de los
rezagos de la variable dependiente rezagada también hace inconsistentes la
estimación de los parámetros de esta ecuación; ver al respecto (Baltagi, 2001). En
vista de esto, esta ecuación se estima por el método generalizado de momentos
(GMM), de (Arellano y Bond, 1991), el cual permite estimaciones consistentes de
los parámetros. Un supuesto esencial de este procedimiento es la ausencia de
correlación serial en los residuales, supuesto que es contrastado mediante los
tests AR(1) y AR(2). Rezagos hasta de orden dos de las variables LOPENK,
LRID y LRIED, y hasta de orden 5 de LY, son usados como instrumentos para
la estimación del modelo dinámico en niveles (2). Los resultados de la
estimación del modelo se presentan en la Tabla 2:
Tabla 2
Variable dependiente: LY
LY(-1)
LY(-2)
LOPENK
LOPENK(-1)
LOPENK(-2)
LRID
LRID (-1)
LRID (-2)
RIED
RIED (-1)
RIED (-2)
Constante
sigma
Test de Wald:
Test de Sargan:
Test AR(1):
Test AR(2):
Coeficiente
SE
t
t-prob
1.19
-0.24
0.27
-0.27
0.02
0.12
-0.10
0.01
0.10
-0.08
-0.03
0.31
0.09
0.09
0.07
0.06
0.04
0.02
0.02
0.02
0.04
0.03
0.03
0.07
13.2
-2.68
3.85
-4.32
0.37
6.32
-4.20
0.61
2.74
-2.96
-1.17
4.45
0.000
0.01
0.00
0.00
0.71
0.00
0.00
0.54
0.01
0.00
0.24
0.00
0.04 sigma^2
0.0016
Chi^2(11) =32380[0.000] **
Chi^2(105) = 85.09 [0.92]
N(0,1) = -0.034 [0.97]
N(0,1) = -0.775 [0.44]
Fuente: Elaboración propia a partir de los cálculos de los autores con el paquete
PcGive(2001).
Con respecto a la correlación serial, los tests AR(1) y AR(2) contrastan las
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hipótesis nulas de ausencia de correlación serial de orden 1 (AR(1)) y de orden
dos ( AR(2)), respectivamente. Estos contrastes siguen una distribución normal
y sus P-values entre corchetes permiten no rechazar las nulas. Ver sobre estos
tests (Arellano y Bond, 1991).
De interés en este modelo, desde el punto de vista del análisis económico, es
la ecuación estática que resulta de suponer estables las variables. La ecuación es
la siguiente:
LY =
−0.3* RIED + 0.7 * LRID + 0.4 * LOPENK
SE() = ( 0.31)
( 0.09 )
( 0.10 )
Esta ecuación muestra los determinantes a largo plazo del producto, e indica
un efecto positivo sobre el mismo de la inversión doméstica RID, del grado de
apertura LOPENK, también muestra, un efecto de la inversión extranjera RIED.
Dado el valor relativamente pequeño de las desviaciones estándares (SE) de los
parámetros en la ecuación a largo plazo de las variables LRID y LOPENK, la
hipótesis de que cada parámetro es diferente de cero se rechaza. Pero el
coeficiente de la Inversión extranjera no es significativo estadísticamente, dado el
alto valor de su desviación estándar. Por tanto, a largo plazo, el producto es
determinado únicamente por la inversión doméstica y el grado de apertura. El
coeficiente positivo del grado de apertura indica que los efectos expansivos de las
exportaciones y del abara-tamiento de las importaciones de bienes de capital e
intermedios predominan sobre los efectos contraccionistas de las importaciones
de la producción do-méstica.
Tabla 3
Variable dependiente: DLY
DLY(-1)
DLOPENK
DLOPENK(-1)
DLRID
DLRID (-1)
DRIED
DRIED (-1)
VC(-1)
Constante
sigma
Test de Sargan:
Test AR(1):
Test AR(2):
Coeficiente
SE
t
t-prob
0.09
0.22
128200
0.12
-0.002
0.08
0.02
-0.04
0.27
0.06
0.07
0.08
0.02
0.02
0.03
0.04
0.01
0.05
1.47
3.18
0.00
5.38
-0.12
2.80
0.62
-5.03
5.06
0.14
0.00
0.00
0.00
0.91
0.01
0.54
0.00
0.00
0.04 sigma^2 ….0.002
Chi^2(105)= 95.93 [0.73]
N(0,1)= 1.22 [0.22]
N(0,1)= 0.24 [0.81]
Fuente: Elaboración propia a partir de los cálculos de los autores con el paquete
PcGive(2001).
El test de Sargan contrasta la hipótesis nula de independencia del término de
error de las variables usadas como instrumentos, es decir la validez de estas
como instrumentos. La distribución asintótica del test es una chi cuadrado y su
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HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
p-value de 0,92 no rechaza esta hipótesis nula. Por otro lado, los test AR(1) y
AR(2) contrastan independencia serial de orden uno y dos respectivamente, los
cuales no son significativos. Ver Arellano y Bond (1991) sobre estos contrastes.
La ecuación anterior se transformó en un modelo de corrección de errores, es
decir una ecuación que combina variables en niveles y diferencias, con las
variables en niveles dadas por LY-0.7*LRID-0.4*LOPENK, denominada VC.
La estimación de esta ecuación genera los resultados que aparecen en la Tabla 3.
Esta ecuación es simplificada eliminando las variables cuyos coeficientes no
son significativos al 5%, es decir, imponiendo la restricción de que estos
parámetros son cero. Tras este proceso de simplificación resulta la ecuación que
se presenta en la Tabla 4.
Tabla 4
Modelo de corrección de errores restringido. Variable dependiente: DLY
DLY(-1)
DLOPENK
DLRID
CV(-1)
DRIED
Constante
Sigma
Test de Wald
Test de Sargan:
Test AR(1):
Test AR(2):
Coeficiente
SE
t
t-prob
0.10
0.22
0.13
-0.04
0.07
0.28
0.04
0.07
0.02
0.07
0.02
0.05
2.75
3.27
5.62
-5.38
4.15
5.42
0.06
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.04 sigma^2 ….0.002
Chi^2(5) = 156.8 [0.00]
Chi^2(108)= 97.5 [0.76]
N(0,1)= 1.30 [0.19]
N(0,1)= 0.17 [0.87]
Fuente: Elaboración propia a partir de los cálculos de los autores con el paquete
PcGive(2001).
Esta tabla muestra los determinantes a corto plazo del producto, y se observa
que todas las variables que inciden a largo plazo impactan en el producto a corto
plazo. El test de Wald muestra que estas variables en conjunto son importantes
para explicar la tasa de crecimiento del producto. Adicionalmente, cada una de las
variables tiene poder explicativo sobre DLY, dado los estadísticos t, mayores a
dos. El coeficiente de la variable CV es negativo, como es lo propio de un
modelo de corrección de errores, a fin de garantizar la convergencia al
equilibrio de los parámetros. Su coeficiente de -0,04 indica que en cada periodo
un 4% del desequilibrio entre LY y sus determinantes a largo plazo dados por la
ecuación 2 es corregido. El impacto de la inversión extranjera sobre el producto
es de 0,07, un efecto transitorio, ya que a largo plazo el efecto de esta variable
es nulo, lo cual sugiere que el efecto contraccionista de la inversión extranjera
sobre el producto crece con el tiempo, anulando los efectos positivos señalados
más atrás. Una posible explicación de este resultado es que el grueso de la
inversión extranjera se ha dado fundamentalmente en los sectores de recursos
naturales con un gran componente importado, y, por ende, poca articulación con
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IMPACTO DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DEL GRADO DE APERTURA…
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las otras actividades domésticas. Las otras variables, es decir, el grado de
apertura y la inversión doméstica, impactan en el producto a corto y largo plazo,
con las elasticidades a corto plazo menores a las de largo plazo.
La Figura 2 muestra los valores estimados y observados de DLY. La gráfica
muestra que el DLY estimado sigue de forma muy estrecha al DLY observado,
indicando un buen ajuste de la ecuación a los datos. No obstante, como se ve en la
misma figura, hay algunos residuales bastante grandes (por encima de dos
desviaciones estándares), lo cual, además de reflejar un mal ajuste del modelo a
los datos, puede hacer que el supuesto de normalidad no se cumpla, de aquí que
los procedimientos de inferencia sean válidos solo asintóticamente, con base al
teorema central del límite. Otro efecto de estos residuales bastantes grandes es
que el supuesto de homocedasticidad no sea válido. En consecuencia, para
efectos de inferencia es necesario utilizar desviaciones estándares robustas a la
heterocedasticidad, las cuales son válidas asintóticamente; ver White (1980) al
respecto. La figura, adicionalmente, muestra el correlograma de los residuales, el
cual es aplanado, es decir, con coeficientes de autocorrelación de los residuales
cercanos a cero, indicando la ausencia de correlación serial. Esta conclusión es
confirmada con los contrastes AR(1) y AR(2), los cuales no son significativos al
5%.
Figura 2
Valores observados y estimados de DLY, residuales y correlograma.
Fuente: Elaboración propia a partir de los cálculos de los autores con el paquete PcGive(2001).
6. CONCLUSIONES
En este documento se evalúa el impacto de la IED y del Grado de Apertura
sobre el Crecimiento Económico. Para ello, se toma como área de estudio nueve
países de América Latina para el periodo 1980-2010. Se utiliza un panel
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HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
dinámico del producto per-cápita en función de la inversión doméstica percápita, de la inversión externa por persona y del grado de apertura. Se
encuentran efectos positivos del grado de apertura y de la inversión doméstica
sobre el producto a corto y largo plazo, pero la inversión extranjera solo tiene
un efecto a corto plazo. Una explicación posible de este resultado es que la IED
en América Latina se concentra principalmente en sectores de recursos naturales
y mineros, los cuales tienen poca articulación con los demás sectores de la
economía. La teoría afirma que la IED impacta positivamente si esta se asigna a
sectores de alta intensidad tecnológica, por tanto, la recomendación de política
económica es que América Latina debe inyectar IED a sectores altamente
tecnificados. Dicha medida es de vital prioridad, puesto que son estos sectores
los trasmisores de innovación y los capacitados para aumentar la productividad,
dada su dotación de factores de producción de mayor nivel, equipos y máquinas
de última generación y mano de obra cualificada. Así, la productividad será el
canal conector entre la IED y el crecimiento económico, canal identificado por
la NTCI. Del mismo modo, los sectores de mayor nivel tecnológico contratan
en mayor proporción la creciente mano de obra cualificada que se está
acumulando en América Latina, con lo cual las tasas de paro en este segmento
del mercado laboral podrán ser las más bajas, como ocurre en las economías
industrializadas.
La ecuación de crecimiento a largo plazo interpretada teniendo en cuenta
sólo los parámetros estadísticamente significativos, muestra que una variación
porcentual (aumento o disminución) de uno en la acumulación de capital
doméstico a precios constantes (LRID) genera en promedio una variación
relativa del producto por persona de 0,7. Este resultado es relevante porque
muestra que estas nueve economías, ante bajos flujos de IED, tienen opciones
para estimular el crecimiento económico vía stock de capital. Este resultado es
consecuente con la teoría que afirma que el nivel del producto depende del stock
de capital asignado a la producción. Bajo este escenario, la recomendación de
política tiene dos vertientes: Primero, aumentar el margen de deuda externa
cuando el objetivo es incrementar el stock de capital para estimular el
crecimiento. Segundo, es posible que estos nueve países, que representan una
región identificada como economía en vía de desarrollo, puedan favorecerse del
financiamiento externo no concesionario de entidades internacionales (FMI, BID
o BM) si este es destinado a inversiones nuevas, aunque los réditos de estas
inversiones sólo se vean en un horizonte temporal a largo plazo. Con respecto al
incremento del grado de apertura (mayor participación de las exportaciones y/o
importaciones de bienes y servicios en el producto doméstico) de las economías
en un punto porcentual, el resultado es que el producto se incrementa a su vez
en un 0,4%, siendo lo contrario en caso de una menor apertura de la economía.
Con este resultado a largo plazo se constata que en los países en vía de
desarrollo un mayor grado de apertura dinamiza el crecimiento económico; es
Estudios de Economía Aplicada, 2017: 217-244  Vol. 35-1
IMPACTO DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DEL GRADO DE APERTURA…
239
decir, este trabajo coincide con los resultados empíricos de autores como (Dabús
y Lauman, 2006), y con los trabajos realizados directamente para América
Latina por (Van den Berg y Schmidt, 1994), y (Richards, 2001), y con los
planteamientos teóricos de (Kuznets,1973), (Levine y Renelt, 1992), (Barro,
1991, 1994), y (Barro y Sala-I-Martin, 1995), entre otros.
Las principales observaciones que se abstraen de la evaluación del
comportamiento del crecimiento del PIB y de los flujos de IED en los países
estudiados son tres. La primera es que la región no es homogénea en tasas de
crecimiento, hay fuertes diferencias de valores y signos en todo el periodo para
ambas variables. La segunda, y tal vez por lo anterior, se refiere a que la
variabilidad de la tasa de crecimiento del PIB tiene una tasa media en la década
de los años 80 del 5%, mientras que en las otras dos décadas es del 3,8%; estos
valores, si se comparan con las tasas de volatilidad de las economías
desarrolladas, que en muchos casos no alcanzan el 2%, nos conducen a afirmar
que las tasas de crecimiento del PIB de América Latina son inestables; esto se
confirma con la desviación estándar de los treinta años estudiados, que alcanza
un valor del 4,7% aproximadamente. La tercera observación se refiere al
comportamiento de la IED, en este caso de acuerdo con la teoría de que cuanto
mayor sea la tasa de entrada neta de capital extranjero mayores serán los
beneficios para la economía receptora. Al respecto se puede decir que el
comportamiento de esta variable ha sido positivo década tras década; la tasa
media de crecimiento ha ido en aumento: 0,9% en los años 80, 2,4% en los 90,
y 3,5% en los diez primeros años del 2000. En cuanto a la volatilidad, la tasa de
los 30 años es de un 2,31%, indicando que hay estabilidad en el crecimiento de
esta variable. En lo referente al grado de apertura de la economía, es indudable
que los treinta años aquí considerados dan cuenta del proceso de inserción de la
economía latinoamericana en el contexto internacional. La década de los años 80
puede definirse como el periodo de ajustes en los mercados y en las instituciones
como preámbulo a la inserción del modelo neoliberal, mientras que la década de
los años 90 se identifica como el periodo de institucionalización y aplicación de
ese modelo de apertura; durante estas dos décadas se produjo la reducción del
Estado a través de la privatización, además de la desregulación de los mercados
financieros, con lo cual se generó un flujo masivo de IED. La primera década del
siglo XXI es ya el escenario del nuevo orden mundial establecido con el consenso
de Washington. Los diez primeros años dieron cuenta de los resultados de las
medidas aplicadas durante los años 80 y 90. En definitiva, América Latina, a
pesar de un aumento de los flujos de IED y de una mayor participación en el
mercado internacional, sigue siendo identificada por la teoría y por las
instituciones internacionales como una economía en vía de desarrollo, por lo que
el estudio del crecimiento en las economías latinoamericanas continúa siendo
vigente y relevante, igual que siguen faltando respuestas que ayuden a postular
políticas económicas realmente adecuadas para la región; posiblemente el
Estudios de Economía Aplicada, 2017: 217-244  Vol. 35-1
240
HERNANDO RENDÓN OBANDO Y LUZ DARY RAMÍREZ FRANCO
problema tenga su origen en que esta región se ha insertado en el modelo de
globalización sin un acondicionamiento previo y particular a cada uno de los
países que la conforman, y posteriormente a la propia región. Aquí es donde
cabe preguntarnos si la Gobernanza Global es factible, viable y funcional,
(Steinberg, 2014).
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