¿Cómo sentarnos? - Sivananda Yoga

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CENTRO INTERNACIONAL DE
YOGA SIVANANDA VEDANTA DE
MADRID.
www.sivananda.org/madrid
yoga meditación
La postura de
la Meditación:
¿Cómo
sentarnos?
Poco a poco y con paciencia vamos profundizando en los elementos prácticos que configuran la meditación: Ya hemos contestado
a las preguntas dónde, cuándo y cuántas veces meditar: 1) es conveniente
reservar un espacio y establecer un altar
orientado hacia el norte o el este 2) las horas
previas a la salida del sol y a su puesta son
las más adecuadas porque incorporan a la
atmósfera en la que vivimos una energía y
una vibración espiritual que no se corresponde con otras horas del día y 3) la meditación
requiere regularidad, paciencia y constancia. (Ver esta sección en Espacio Humano
Núms. 131 y 132).
P
Espacio Humano ofrece a sus
lectores una guía para la
meditación de la mano del
Centro internacional de Yoga
Sivananda Vedanta de Madrid.
Desde una óptica práctica iremos analizando, mes a mes y
paso a paso, los conceptos
fundamentales de esta
maravillosa experiencia, para
que todos podamos incorporar
la meditación y mejorar nuestra
forma de aproximarnos a la
Vida.
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espacio HUMANO
ara continuar adentrándonos y sobre
todo experimentando la paz y el silencio que producen la meditación, nos
centramos hoy en la forma en la que debemos colocar nuestro cuerpo. ¿Cómo sentarnos?
Ya sabemos que los grandes meditadores
permanecen constantemente en meditación
pero, pero para empezar la práctica es muy
conveniente utilizar una postura adecuada.
Las hay para todas las tipologías de estructuras corporales. NO TE PREOCUPES:
encontraremos juntos la que más se adecua
a ti.
Cuestiones preliminares:
1) Lo principal es mantener siempre la cabeza, la columna vertebral y el cuello estirados formando una línea recta pero sin tensar. La corriente psíquica circula, de esta
forma, sin obstáculos desde la base de la
columna hasta la parte superior de la cabeza y se facilita la concentración.
2) Utiliza una postura sentada, cómoda y
con las piernas cruzadas para proporcionar
una base sólida para el cuerpo. En estas
posiciones de sentado se crea un espacio
triangular en el que la energía fluye y se
retiene, en vez de dispersarse en todas las
direcciones.
3) Siéntate sobre un cojín. Esto facilita la
relajación de los muslos y acerca las rodillas
al suelo. El metabolismo y la respiración se
ralentizan a medida que la concentración
aumenta.
4) Las personas mayores o menos flexibles
pueden sentarse en una silla cómoda de
respaldo sólido y recto y cruzar los tobillos.
5) No recomendamos adoptar una postura horizontal. La relajación puede ser
excesiva y es muy difícil evitar el sueño. La
suave contracción muscular necesaria para
mantener la espalda derecha en una posición sentada mantiene tu nivel de alerta.
6) Relaja el resto del cuerpo cuanto te sea
posible, en particular los músculos de la
cara, el cuello y los hombros. El pecho debe
estar abierto, con la caja torácica elevada
para estimular la respiración abdominal.
7) Puedes colocar las manos sobre las
rodillas en la posición “chin mudra” (foto
01), los dedos pulgar e índice se tocan y los
demás se estiran. También puedes descansar
la mano derecha en la izquierda, con las
palmas de la mano hacia arriba. Por último
puedes situar las manos juntas, sin apretarse,
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intercalando los dedos.
POSTURAS DE MEDITACIÓN
Existe cuatro posturas principales de meditación según Swami Vishnudevananda
(El libro de Yoga, en Alianza editorial): postura del adepto o Siddhasana, postura del
loto o Padmasana, Mukthasana, también llamada Guptasana y Swatiskasana. En el caso
de no poder adoptar, al principio, ninguna
de las que a continuación explicaremos
podemos utilizar Vajrasana o postura de
rodillas o Sukhasana (postura fácil)
Estas posturas son muy importantes cuando
iniciamos nuestros ejercicios de respiración y
por supuesto de meditación. Es necesario
prepararse para mantener estas posturas
durante un tiempo que progresivamente nos
llevará a un par de horas sin movernos. Las
posturas que vamos a explicar permiten
tener la columna vertebral según sus curvaturas naturales y fortalecer los músculos que la
sostienen. El cuerpo que permanece estable,
sin movimientos reduce su proceso metabólico y la mente poco a poco se libera de las
oscilaciones que derivan de la incesante actividad física.
Mientras más estable es la postura, mejor es
la concentración en un punto, previa a la
meditación.
Experimenta las distintas posturas, aconsejado por un profesor experimentado.
Comprueba bajo su supervisión cual se adecua más a tu estructura ósea y muscular.
Inicia la práctica de la postura en
periodos de diez minutos y ve aumentando gradualmente hasta prolongar el tiempo en la postura en quietud absoluta hasta
una o dos horas.
Sukhasana
(postura fácil)
Siéntate con las piernas estiradas y crúzalas
a continuación. Deja las manos en el regazo
o en chin mudra encima de las rodillas. Lo
más importante es que la cabeza el cuello y
el tronco formen una línea recta.
Vajrasana (postura de rodillas)
Ponte de rodillas. Siéntate sobre los talones
con la columna recta y las manos sobre los
muslos.
Siddhasana o postura del adepto
Siéntate y estira las piernas hacia delante.
Flexiona la rodilla izquierda y coloca el
talón en la parte más blanda del perineo. En
el hombre el espacio entre el ano y el escroto y en la mujer entre el ano y la vagina.
Flexiona la rodilla derecha y coloca el talón
contra el hueso púbico, encima de los geni-
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tales pero sin sentir presión en ellos. Mantén
el cuerpo erguido y las manos en chin
mudra.
Mukthasana o Guptasana.
Siéntate y estira las piernas hacia delante.
Flexiona la rodilla derecha y coloca el talón
contra el hueso púbico, justo encima de los
genitales. Flexiona la rodilla izquierda y
coloca el talón por encima del derecho,
junto al hueso púbico. En esta posición no
hay presión en el perineo y los órganos genitales quedan libres. Es más fácil que
Siddhasana.
Swatiskasana (postura de los tobillos entrelazados)
Siéntate y estira las piernas hacia delante.
Flexiona la rodilla derecha y coloca el talón
izquierdo contra la ingle del muslo izquierdo. La planta del pie permanece en contacto
con el muslo. Flexiona la rodilla izquierda y
sitúa el pie contra la ingle derecha. Inserta
los dedos del pie izquierdo entre la pantorrilla derecha y los músculos del muslo. Los dos
pies se encuentran entre las pantorrillas y los
músculos de los muslos.
Padmasana (postura del loto)
Siéntate y estira las piernas hacia delante.
Toma el pie derecho y flexiona la rodilla
derecha colocando el pie encima del muslo
izquierdo. Ahora coloca el pie izquierdo tras
flexionar la rodilla de la misma pierna enci-
ma del muslo derecho. La rodilla y el muslo
izquierdo no deben de levantarse del suelo.
La espalda esta alineada con la cabeza y las
manos en el regazo o en chin mudra encima
de las rodillas.
En una primera fase puede resultar difícil
mantener la espalda recta unos cuantos
minutos. Por eso recomendamos la práctica
de asanas durante unos treinta minutos para
reforzará la espalda (Ver esta sección en
Espacio Humano Núms. 115 a 128). El
propósito de los asanas, según los textos clásicos, es ayudar a que seas capaz de sentarte sin esfuerzo ni fatiga durante estiramientos
prolongados. Patanjali, autor del tratado
más importante sobre Raja Yoga (Yoga
Sutras en la versión de Swami Durgananda,
Editorial Librería Argentina) sostiene que la
posición de meditación debería ser “sukham
sthiram”, es decir, agradable y firme. Según
Swami Sivananda, exteriormente debería sentirse firme como una montaña e interiormente fluido como la miel.
Si mantenemos el cuerpo relajado en la postura correcta acabamos olvidándonos de él,
dejamos de prestarle tanta atención. De esta
forma podemos incrementar nuestro nivel de
consciencia en respiración y al silencio interior. Analiza y experimenta las posturas que
te hemos presentado. Dedica unos minutos a
su práctica, para comprobar cual se adapta
mejor a tu cuerpo. SEGURO QUE
ENCUENTRAS TU FAVORITA. ●