¿Cómo hablar de sexualidad con nuestros hij@s? - Educabolivia

¿Cómo hablar de sexualidad con nuestros hij@s?
Hablar de sexualidad no es hablar de sexo. Es hablar del estilo de vida de una
persona, según el sexo al que pertenece.
Para algunos padres hablar de la sexualidad con los hijos/as, muchas veces resulta
incómodo, sin embargo proporcionarles la información correcta sobre el tema es la
mejor manera de ayudarlos.
Muchas veces resulta
incómodo, sin embargo
proporcionarles la
información correcta sobre el
tema es la mejor manera de
ayudarlos.
En una niña, por ejemplo, hablar de sexualidad es hablar del estilo de vida que le
corresponde por ser niña, que incluye la forma como se comporta en sociedad, como
se viste, las expectativas que la sociedad tiene de ella, la participación social en su
grupo de amigos/as, la conquista, el papel que cumple en una relación sentimental, y
por supuesto del papel sexual que va a cumplir en una relación. Por ello, la
sexualidad es mucho más que la vida coital de una persona.
Según el psicólogo sexólogo colombiano, José Ricardo Bateman, "los padres
deben abrir un canal de comunicación con sus hijos/as desde temprana edad, para
que cuando llegue el momento de hablar de la parte coital el canal esté abierto.
Siempre se debe hablar, pero con conocimiento", afirma.
Una de las principales trabas a la hora de hablar sobre sexualidad es que los padres
no saben de qué hablarles a sus hijos/as, porque ellos mismos no conocen el tema a
profundidad. "Los padres deben capacitarse y saber cómo ir transmitiendo la
información a sus hijos/as a medida que van creciendo", dice Bateman.
"Los padres deben
capacitarse y saber cómo ir
transmitiendo la información
a sus hijos/as a medida que
van creciendo".
Sin embargo, enseñarle a un padre lo que debe decir no es fácil. Existen dos etapas:
una, en la que el niño/a comienza a preguntarles sobre cosas que él/ella ha
escuchado. Son esos momentos que generan una gran tensión en los padres, pues
los niños/as están preguntando cosas que el adulto considera "atrevidas para su
edad". "Lo que uno ve desde afuera es como si los niños/as estuvieran irónicamente,
tratando de hacer caer a los padres, con una pregunta aparentemente ingenua", dice
el psicólogo.
Es necesario que los padres estén capacitados para saber responder con
conocimiento, pero también se recomienda, devolver la pregunta: "qué crees tú, qué
sabes tú, de dónde sacaste la pregunta".
Esto no significa cerrar el canal de comunicación, sino permitir que el diálogo
continúe involucrando al niño/a para que responda con lo que sabe. "Por lo general,
los niños/as ya tienen la respuesta, lo que pasa es que quieren someterla a
verificación", dice Bateman. Como el niño/a ya sabe ciertas cosas, lo que el padre
debe hacer es organizar la información que él ya tiene. "No es necesario darle más
información, como algunos piensan, o sacarles una enciclopedia y mostrarle todo lo
que es la sexología".
"¿Qué crees tú?, ¿qué sabes
tú?, ¿de dónde sacaste la
pregunta?".
Con esto se ganan dos cosas: una, que el niño vaya organizando la información, y
otra, que se deje abierto el canal de comunicación, para que él sepa que sus padres
son sus amigos.
Los niños/as y adolescentes necesitan información y dirección de sus padres que los
ayude a tomar decisiones saludables y apropiadas con respecto a su
comportamiento sexual, según señaló un articulo publicado en la revista "American
Academy of Child and Adolescent Psychiatry".
A pesar de la importancia que tiene esta información muchos padres y madres evitan
o posponen esta discusión a sus hijos/as.
Estudios realizados indican que cada año cerca de un millón de adolescentes
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quedan embarazadas en los Estados Unidos y tres millones se contagian con una
enfermedad transmitida sexualmente. Es importante hablar acerca de las
responsabilidades y consecuencias de tener una vida sexual activa. El embarazo, las
enfermedades de transmisión sexual y los sentimientos o emociones.
Algunas técnicas para llevar una buena conversación con nuestros hijos/as
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Estimularlos a hablar y a hacer preguntas.
Usar un lenguaje claro y llano.
Establecer relación entre el amor, el sexo y la intimidad.
Mantener una atmósfera calmada y libre de críticas para sus discusiones.
Discutir la importancia de la responsabilidad.
Mantenerse siempre dispuestos a contestar las interrogantes del/la
adolescente.
A corto o mediano plazo, los más beneficiados con un tipo de conversación abierta y
sincera, serán nuestros hijos/as, pues esto les servirá para no sorprenderse cuando
escuchen en la calle alguna expresión relacionada a la sexualidad y relación coital.
Es indudable que no podemos evitar que nuestros niños/as se vean envueltos en
conversaciones deshonrosas y atrevidas, lo que sí podemos hacer es prepararlos
para cuando esto ocurra.
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